Aníbal Virgile
ISBN: 84-688-8392-1
A medida que estos pueblos adoptaron la vida sedentaria, la idea del trueque se
trasladó a los individuos. Al tiempo que éstos fueron diferenciando su producción,
percibieron la posibilidad de intercambiar con sus vecinos. Está claro que la economía
del trueque presentaba dificultades que no es el caso tratar aquí. Pasando distintas etapas
evolutivas, se llegó a lo que hoy llamamos economía monetaria. Esta forma de
intercambio avanzado implica la creación de un bien fiduciario, el dinero, que en
principio tomó forma de metálico acuñado y más tarde de papel moneda 1. Las
principales funciones del dinero se van a recordar y comentar seguidamente.2
Yd = c + s (A)
ir = i – π
1+π (B)5
Donde
ir: Tasa de interés real
i: Tasa de interés nominal
π: Tasa de inflación
3
Bodie & Merton, 1999: 81
4
Ingreso de las familias y las empresas después de impuestos
5
También puede expresarse como: 1 + ir = 1 + i / 1 + π. Bodie & Merton, 1999: 117
De una economía con altas tasas de ahorro se espera una intensificación del uso
del capital, productividad creciente, aceleración del progreso tecnológico, mayor
absorción de trabajadores y tasas de crecimiento estables6.
Sucintamente hemos enumerado una serie de motivos por los cuales las personas
ahorran. Ya sea en magnitudes individuales o agregadas, las propensiones media y
marginal al ahorro, que se definen más adelante, diferirán en función del ingreso
disponible, de la preferencia por el consumo presente, de la tasa de interés real y de
otros factores más difícilmente mensurables, como las pautas culturales o los hábitos de
los consumidores. Factores como la alternancia de ciclos expansivos y recesivos, la
inflación o la forma de distribución del ingreso, también alteran la propensión al ahorro
de los individuos y las empresas. En este trabajo, intentaremos definir una o varias
funciones de ahorro en términos de algunas de las variables mencionadas, para los
periodos históricos establecidos.
S = Ibif9 + (X – M) (C)
6
Brufman & Urbisaia: 1999, 79
7
Ruiz Lara, 1989: 121
8
Considerando a la misma como la sumatoria de las cuentas mercancías y servicios reales, donde X
representa a las exportaciones y M a las importaciones.
9
Inversión bruta interna fija
10
Aquí llamado ahorro total, pues no se toma en cuenta el ahorro extranjero.
11
En las metodologías que comprenden mediciones del consumo y la inversión pueden presentarse
discrepancias por la presencia de las llamadas variaciones de existencias (inversiones no captadas en las
estimaciones y contabilizadas como consumo privado)
12
En especial debido a los “empalmes” de series estadísticas y a la diversidad de unidades de cuenta
empleadas en las mediciones.
De todas las variables macroeconómicas, el ahorro es probablemente la menos
abordada por la literatura, lo que ya se pone en evidencia desde su tratamiento como
residuo del consumo. Existen diversas hipótesis acerca de sus determinantes, desde la
tradición keynesiana de considerarlo como la proporción de la renta corriente no
consumida, hasta modelos más complejos, surgidos de las aportaciones de –entre otros-
Kuznets, Modigliani, Ando y Friedman.
S = sY (D)
Donde:
S = Ahorro
s = propensión media a ahorrar
Y = ingreso corriente
PMeS = S PMgS = ΔS
Y (E) ΔY (F)
Donde:
PMeS = Propensión media al ahorro
PMgS = Propensión marginal al ahorro
S: Ahorro
Y: Renta
Δ: Coeficiente de variación
0 < PMeS < PMgS < 1
Ingreso
Ingreso
13
Elaboración propia
(desahorro), pero a partir de un determinado nivel de ingreso corriente, se comienza a
ahorrar a una tasa creciente, es decir, se ahorra una proporción cada vez mayor del
ingreso. La acumulación de ahorro de periodos sucesivos determina la riqueza.
Por tanto, es importante tener en cuenta que cuando Keynes se refiere al papel
del ahorro en la demanda efectiva, está hablando del ahorro agregado, y no del
individual, dado que – según sus palabras – éste no determina riqueza social.
14
Dillard, 1971: 64-65
15
Keynes, 1977: 83-84
16
Kuznets, 1946
17
Goldsmith, 1955
18
Duesenberry, 1948
19
Modigliani, 1949: 371 - 441
agregado debería aumentar ante una mejora en la distribución del ingreso20, mientras no
se vería afectada por incrementos en la renta per cápita21, ya que ésta elevaría los
hábitos de consumo de toda la población. Hipótesis de este tipo son de difícil
verificación en los países latinoamericanos, aunque podría rastrearse cierta evidencia en
experiencias recientes en la Argentina y Chile, y en el pasado en Venezuela.
S = s1 Ytr + s2 Yp (I)
Donde:
s1: Propensión media y marginal a ahorrar del ingreso transitorio
s2: Propensión media y marginal a ahorrar del ingreso permanente
Ytr: Ingreso transitorio
Yp: Ingreso permanente
s1 > s2
s1 + s2 = 1
tt
Ahorro
Ahorro Consumo
Consumo
Las hipótesis del ingreso permanente y del ciclo vital son teorías
microeconómicas. Desde luego, permiten ser analizadas desde un punto de vista
macroeconómico. Desde un marco teórico se han formulado críticas a estos enfoques
consistentes en señalar que las economías domésticas no siempre realizan las mejores
estimaciones acerca de la cuantía de su ingreso futuro. También se dice que aunque los
actores económicos puedan comprender claramente las distinciones entre los tipos de
ingreso permanente y transitorio, no adoptan actitudes acordes de consumo – ahorro,
debido a las llamadas restricciones de liquidez.29 Estas restricciones, que se traducen en
problemas de caja para distribuir adecuadamente un flujo estimado de renta
permanente, contribuirían a la existencia de una relación muy estrecha entre el consumo
y el ingreso corriente, a contramano de lo esbozado por estos modelos, y más acorde a
la suposición keynesiana.
28
Brufman & Urbisaia, 1999: 106
29
Dornbusch & Fischer, 1994: 353
30
Ruiz Lara, 1989: 128
31
Friend & Taubman, 1966: 113 -123
32
Jones, 1988: 176
Kaldor33 y Pasinetti34, han sugerido, en cambio que los asalariados efectivamente
ahorran, y que por lo tanto el ahorro es una función de las propensiones medias al
ahorro de los salarios y de la renta del capital.
Según cierta evidencia empírica, en los países de América Latina el precio de los
alimentos parece ser un determinante importante de la tasa de ahorro, dado que entre
el 35 al 40 % del ingreso se gasta en este tipo de consumo. La elasticidad - ahorro de
los alimentos sería negativa para niveles de ingreso bajo y medio35.
La relación del ahorro con la tasa de interés, en particular la del ahorro privado,
ha sido largamente discutida. Si bien a priori, y según la hipótesis neoclásica puede
suponerse que las personas y las empresas estarían más dispuestas a ahorrar ante
variaciones positivas en la tasa de interés real, el resultado final de ese aumento sobre el
ahorro agregado puede ser ambiguo, según predomine el efecto sustitución o el efecto
ingreso. La explicación de esta aparente paradoja radica en que ante incrementos de la
tasa de interés en términos reales, el ahorro se torna más atractivo, pero menos
necesario.
Efecto sustitución: Ante una suba de la tasa de interés real las personas
aumentan su ahorro, con el objeto de consumir más en el futuro.
Efecto ingreso: El aumento de la tasa de interés contribuye a reducir la tasa de
ahorro presente, ya que se necesita reunir menos activos para hacer frente al
mismo consumo futuro.
Por otra parte, cuando existe un predominio de tasas de interés reales negativas
durante periodos largos, como en el caso de la mayoría de los países latinoamericanos,
y en especial de la Argentina, el comportamiento de los agentes económicos respecto
del ahorro puede tornarse impredecible.36 El efecto más destacado se refleja no tanto en
el ahorro, como sí en la inversión, donde pueden presentarse severas ineficiencias en la
asignación del crédito. Esto indirectamente, termina determinando tasas activas de
33
Kaldor, 1955: 83 -100
34
Pasinetti, 1962: 267 -279
35
Ruiz Lara, 1989: 134. Expresa efecto sustitución de ahorro privado agregado cuando se incrementa el
costo de la canasta alimentaria.
36
Ruiz Lara, 1989: 129
interés (costo del crédito) más altas y un stock de ahorro agregado (acumulación de
riqueza social disponible para financiamiento de la inversión) más bajo.
Suele decirse que una alta tasa de ahorro favorece un rápido crecimiento de la
economía, vía acumulación de acervo de capital. De la misma manera, sería válido
pensar en una relación de causalidad a la inversa. Altas tasas de crecimiento pueden
generar aumentos en el ingreso, determinando mayores niveles de ahorro.
40,00
20,00
0,00
-20,00
-40,00
-60,00
-80,00
35
38
41
44
47
50
53
56
59
62
65
68
71
74
77
80
83
86
89
92
95
98
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
De hecho, la tasa de interés real ha sido negativa en casi todo el periodo bajo
análisis, con excepción de algunos años aislados (en especial a partir de 1976) y la
37
Uno de los objetivos de este trabajo, es si este postulado, y los relativos a otros determinantes teóricos
del ahorro pueden verificarse empíricamente para la determinación de la magnitud agregada de la variable
en el caso argentino
38
López Murphy, 1998: 44
39
López Murphy, 1998: 8
40
Elaboración propia sobre datos de Val, 1999
década de la convertibilidad, a partir de 1992. Se intentará contrastar la afirmación
teórica con la evidencia obtenida.
St = Yt – Ct (K)
Sabemos además que el ahorro total se descompone en ahorro del sector privado
(Spr) y ahorro del sector público (Spub):
El ahorro privado es entonces el ahorro interno total menos el ahorro del sector
público
Spr = St – Spub (N)
De acuerdo con (P), vamos a definir al ahorro privado como la diferencia entre el
ingreso disponible (Y –T) y el consumo privado (Cpr).
41
Debe hacerse la salvedad de que se va a considerar T sólo como la representación de los impuestos
percibidos por el Estado Nacional. No están tomados en cuenta en este trabajo los impuestos provinciales
y municipales, aunque éstos afectan a la tasa de ahorro de la comunidad. En compensación, se considera
gasto (G) sólo al gasto del gobierno nacional (bajo la forma de gastos corrientes) y no al gasto total del
sector público.
2.6. Evidencia empírica en la Argentina. 1935 – 2000. Contrastación econométrica
Spr = α + β Yd
Spr = -56.41 + 0.25Yd
Estos datos indican que en la Argentina, entre 1935 y 1976, la propensión
marginal a ahorrar fue del 25%, existiendo un componente autónomo negativo
(desahorro), tal como sugirió Keynes. Se verifica además que la propensión marginal
a ahorrar es mayor que la propensión media, dado que ésta es del 18%.
42
Se empleó el método de los mínimos cuadrados ordinarios, contando con 42 observaciones de
periodicidad anual. La variable explicativa es la serie del ingreso disponible Y – T.
1935 – 1976.
Observaciones: 42
Spr = α + β1 Yd +β2 π
Spr = -50.7 + 0.25Yd – 0.04π
D.E . 1.99 0.01 0.15
Estad. “t” –4.22 16.78 -0.27
R2: 0.91 F: 188.46
1976 – 2000
Observaciones: 25
Spr = α + β1Yd
Spr = -142.7 + 0.299Yd
D.E . 100.64 0.05
Estad. “t” –1.42 5.31
R2: 0.55 F: 28.19
43
Indica que sólo el 55% de las variaciones de la variable dependiente (en este caso el ahorro privado
agregado), se explican por las variaciones de la renta disponible corriente. El resto de los cambios en el
comportamiento del ahorro no están explicados por el modelo.
Los resultados sugieren la siguiente función de ahorro para la economía argentina entre
1935 – 2000.
Spr = α + β Yd
Spr = 2.95 + 0.1842Yd
De acuerdo con lo aquí expresado, en el considerado largo plazo no se verifica
la afirmación keynesiana de un desahorro autónomo negativo; más aún, los resultados
se acercan más a la comprobación de Kuznets y Goldsmith ratificada por Friedman: la
propensión marginal al ahorro privado (18.42% del ingreso disponible44) se asimila
significativamente con la propensión media que es de 18.33%45 para el total del
periodo.
44
Significa que por cada unidad monetaria de incremento del ingreso disponible de los privados se
ahorraron 18.42 centavos.
45
Significa que por cada unidad monetaria de ingreso disponible de los privados se ahorraron 18.33
centavos.
Caracterización temporal
Capítulo 3. Criterios para la determinación de los periodos bajo
estudio
Esta parte del trabajo comprende una mirada sobre el ahorro privado en la
Argentina y su tratamiento por parte de las políticas económicas, a lo largo de una serie
de periodos, cuya determinación se procura justificar en las líneas que siguen. Se
analiza el comportamiento de los agregados más importantes procurando ajustar una
función de ahorro en cada uno de los momentos propuestos, y se presenta un marco de
caracterización de los hechos políticos y macroeconómicos más destacados.
Marco internacional
Marco político interno
Evolución macroeconómica
Política monetaria y fiscal
Relación ahorro - inversión
1935 – 1952. El hilo conducente de esta etapa está dado por la fuerte presencia
del Estado en la actividad económica, en un doble rol de productor de bienes y
servicios, y de regulador e interventor. Estas regulaciones son particularmente
fuertes en materia monetaria y financiera, afectando variables clave para el
comportamiento del ahorro, como la tasa de interés, el tipo de cambio y la
distribución la renta, aunque el Estado participa también activamente en el
mercado de bienes y servicios. La descripción temporal comprende una breve
introducción acerca de cómo se trató la ruptura del modelo agroexportador y el
redireccionamiento de la política económica, en principio para enfrentar la
crisis, y más tarde como estrategia deliberada de desarrollo. La elección del
año 1935 como inicial para el análisis del ahorro, se basa en el hecho de que
éste es el año de la creación del Banco Central de la República Argentina, lo
que podría asociarse a la fundación de la historia monetaria del país. Al mismo
tiempo, se trata de un año en el que comienzan a mostrarse signos de cierta
recuperación económica, resultante probablemente tanto de las políticas
aplicadas algunos años atrás para enfrentar la crisis, como de la reacción de
los precios internacionales de los productos agrícolas. Pese al impacto que
significó la irrupción del peronismo en la escena política, se intenta explicar
que hasta 1952 existió cierta continuidad en el trazado de los lineamientos
económicos, lo que justifica la periodización seleccionada. No obstante, se
establecen las distinciones del caso en forma de dos subperiodos, definidos
entre 1935 – 1945, y 1946 - 1952.
1976 – 1983: Más allá de los dolorosos hechos acaecidos en el campo político
durante este periodo, desde el punto de vista del tema que nos ocupa, el hito de
esta etapa está centrado en la reforma financiera llevada a cabo por el Ministro
Martínez de Hoz, que implica un nuevo tratamiento de las políticas bancaria y
cambiaria, en especial en la relación entre las tasas de interés en pesos y la
cotización del dólar, vía la tablita financiera, y en la forma y magnitud de
asignación del crédito. Los mercados financieros internacionales comienzan a
incidir en la toma de decisiones locales en materia monetaria. Se trata de un
periodo en el que se propone una retracción relativa del Estado en la actividad
económica, aunque, a la luz de los acontecimientos, esta retirada planteada
desde lo discursivo no tiene un absoluto correlato en los hechos reflejados por
la realidad. Comienza a gestarse durante estos años el agotamiento del proceso
sustitutivo de importaciones y se manifiesta el peso creciente del endeudamiento
externo, que crece desmesuradamente. No hay subperiodos en esta etapa, que
termina con el forzoso retiro de la dictadura tras la derrota militar en Malvinas,
en el campo político, y el estallido de la crisis regional de la deuda externa, en
el ámbito económico.
1983 –1990: Los dos hechos relevantes de este periodo son de carácter
regional: la crisis de la deuda externa, que estalla durante 1982 y se manifiesta
en las principales economías latinoamericanas (México, Brasil y Argentina), y
la recuperación formal del orden institucional que también se va registrando en
cadena en la mayoría de los países que sufrían gobiernos ilegítimos. Durante la
misma se abordó la lucha contra la inflación mediante un plan basado en
medidas heterodoxas que, luego de un sorprendente éxito inicial, se desmoronó
por la conjunción de distintos factores endógenos y exógenos hasta sumergir a
la economía en un proceso hiperinflacionario. Tres elementos toman relevancia
en esta etapa como hilos conducentes: El crónico problema de financiamiento
del Estado Nacional y las provincias, el peso creciente de los servicios de la
deuda externa con su consecuencia de salida forzosa de flujos netos de ahorro
interno hacia el exterior en concepto de pago de intereses, y una creciente fuga
de capitales. Dichos problemas se expresan en un deterioro permanente de las
cuentas fiscales y los balances de pagos. Son características de esta etapa,
además, la ausencia de crecimiento del producto, la alta inflación, la
desmonetización de la economía y profundos desequilibrios de las cuentas
fiscales y externas. La etapa se cierra con dos hiperinflaciones casi
consecutivas, y una inédita confiscación del ahorro privado, eufemísticamente
llamada “Plan Bonex”.
14
14
12
12
10
10
88
66
44
22
00
1925
1926
1927
1928
1929
1930
1931
1932
1933
1934
1935
1936
1937
1938
1939
1925
1926
1927
1928
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1932
1933
1934
1935
1936
1937
1938
1939
1
Para la caracterización de éste y los siguientes periodos, y dada la generalidad de los datos que se
presentan, se han seguido los lineamientos trazados en los trabajos de Ferrer, Rapoport, Gerchunoff -
Llach y Vitelli que se citan en la bibliografía. La intención es que los mismos sean coherentes con las
series estadísticas utilizadas y para tal fin se ha buscado la apoyatura de citas textuales.
2
Ferrer, 1979: 156
3
Rapoport, 2000: 231
4
Elaboración propia sobre datos de Rapoport, 2000: 231 - 232
5
Recesión que abarca restricciones monetarias y financieras, caída de precios y salarios y retroceso del
nivel de actividad. Rapoport, 2000: 206
6
Ferrer, 1979: 177
A poco de iniciado el proceso recesivo mundial, se verifica una importante
retracción de la inversión extranjera, con redireccionamiento de los flujos mundiales de
capitales, expresada en una política de repatriación de inversiones por parte de los
países centrales. En el trienio 1928 – 1930, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia
exportan en conjunto 3.300 millones de dólares netos en capitales. Entre 1931 y 1932
importan 1.589 millones7. En el mundo este proceso se refleja en una notoria pérdida de
importancia del capital extranjero como fuente de financiamiento de la inversión. En
América Latina y particularmente en la Argentina, impacta sobre la inversión pública.
7
Ferrer, 1979: 155
8
Ferrer, 1979: 189
9
Rapoport, 2000: 246
10
Dillard,1971:38-41
parte luego del controvertido Tratado Roca - Runciman11, este hecho incidió en la idea
de la creación de un Banco Central, de la que se venía hablando desde 1930. En la
elaboración del proyecto que finalmente se llevó adelante, tuvo un papel preponderante
Raúl Prebisch, que diseñó un organismo mixto (con presencia de la banca extranjera en
el directorio), prescindente del Gobierno, pero con fuerte participación del Estado
Nacional y las provincias representadas por sus bancos comerciales.
11
Acuerdo comercial con Gran Bretaña firmado en mayo de 1933. Pese a lo mucho que se ha hablado y
escrito sobre este tratado, se trató de un típico acuerdo bilateral, como los que suscribían entre sí la
mayoría de los países por entonces, a medida que abandonaban las políticas librecambistas. No
corresponde aquí hacer juicios de valor acerca de si resultó ventajoso o perjudicial para la Argentina.
Existe numerosísima bibliografía sobre el mismo. Puede consultarse Rapoport, 2000.
Capítulo 5. Primera etapa: El avance del Estado en la generación de la
actividad económica. 1935 – 1952
1
Rapoport, 2000: 348
2
Rapoport, 2000: 354
Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, y el GATT3, sucedido a partir
de 1997 por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Se procuraba la promoción
de un multilateralismo tendiente a desplazar a los acuerdos bilaterales adoptados ante la
crisis de 1930.
120
100
80
60
40
20
0
29 930 931 932 933 934 935 936 937 938 939
19 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
Iniciada la II guerra mundial, una vez más la economía recibe el doble impacto
del deterioro cuantitativo y cualitativo de las exportaciones. Pero se verifica
simultáneamente una severa retracción de las importaciones, que entre 1940 y 1944
representan apenas el 35% del volumen registrado entre 1925 y 1929. Este factor
permite compensar con creces la merma de las exportaciones y acumular importantes
reservas de divisas (1700 millones de dólares en 1946). El proceso se invierte al
finalizar el conflicto: los términos de intercambio prácticamente vuelven a los niveles
anteriores a 1930, pero se comprueba un importante avance de las importaciones lo que,
sumado a la política de nacionalizaciones (en particular de los servicios públicos6),
disminuye el nivel de reservas a 370 millones en 19497
3
Siglas en inglés de “Acuerdo General de Aranceles y Comercio”. General Agreement on Tariffs &
Trade.
4
Elaboración propia sobre datos de Rapoport, 1979: 231
5
Ferrer, 1979: 175
6
Se ha hablado mucho en la historia económica argentina sobre la conveniencia o inconveniencia de esta
política de nacionalizaciones. Lo cierto, es que buena parte de las reservas estaban conformadas por libras
esterlinas no convertibles, por lo que los saldos acreedores con Gran Bretaña no podían utilizarse para la
compra de bienes de capital en, por ejemplo, los Estados Unidos.
7
Ferrer, 1979: 194
5.1.3. Marco político interno
8
Opuestos a la conducción personalista de la Unión Cívica Radical por H. Yrigoyen (ex presidente de la
Nación, fallecido en 1933)
9
Industrialización por Sustitución de Importaciones
definido, cuyo objetivo proclamado no era la mera adaptación a los
cambios mundiales, sino el rediseño del perfil productivo y
socioeconómico del país.”10
Los cuatro pilares del primer discurso económico peronista fueron: mercado
interno, nacionalismo económico, rol preponderante del Estado y papel central de la
industria. El Estado cobró creciente importancia como regulador de la economía en
todos sus mercados, incluido el de bienes, y también como proveedor de servicios.
10
Rapoport, 2000: 379
11
Fuente: Portnoy, 1981: 205
12
Lorenzutti, 1996: 121
Gráfico 6: Composición accionaria del BCRA en 1935. 13
18%
18% 20%
20%
19%
19%
43%
43%
Banco
BancoNación
Nación Bcos.
Bcos.Provinciales
Provinciales oomixtos
mixtos
Bcos.
Bcos.Privados
Privados nacionales
nacionales Bancos
Bancos extranjeros
extranjeros
8537/44: Creación del Banco de Crédito Industrial, que tendría por objeto el
otorgamiento de créditos destinados a fomentar el desarrollo de la Industria Nacional.
Reglamentada por ley 22695 / 44
14957/46: Establecimiento de las normas para la organización y funcionamiento del
Banco Central de la República Argentina
14962/46: Modificación del régimen bancario a los efectos de lograr su mejor contralor
por el Estado.
15344/46: Quita de la personería jurídica a la CPI (Corporación para la Promoción del
Intercambio)
15350/46: Creación del IAPI. (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio)
Decreto 15353/46: Reestructuración de la Comisión de Valores, para el contralor de las
Bolsas de mercados de Valores, creadas en 1937
15651/46: Modificación de la composición del directorio del BCRA
Las funciones otorgadas al BCRA por la antigua ley 12.155 como banco mixto, dominado por
la mayoría de la banca privada, para emitir billetes, comprar y vender oro, concentrar divisas,
(…), regular la cantidad de créditos y los medios de pago, no deben estar sometidos a los
intereses privados, ya que son fines propios del Estado”.
13
Elaboración propia sobre datos de Lorenzutti, 1996: 107
14
Cafasso, 1981: 181
15
Citado por Cafasso, 1981: 178
16
Las cursivas y negritas son nuestras
En 1946, con Perón ya convertido en presidente electo, se nacionalizó el BCRA,
mediante el decreto ley 8503 /46.
El valor de la tasa activa17 difería según el destino de los créditos y era resorte
discrecional y único del Estado Nacional. Todos los depósitos de los bancos públicos y
privados fueron nacionalizados. Con esta medida, sumada al control absoluto de la
emisión monetaria (en virtud de la nacionalización del BCRA), el Estado obtuvo la
hegemonía de las fuentes de creación de dinero del sistema. Asimismo y, en
contrapartida, asumió la garantía total de los depósitos bancarios.
“Cuando (los bancos) otorgan sus préstamos crean depósitos que al moverse activamente
por cheques que entre ellos se giran, desempeñan la misma función monetaria que los
billetes, a los que (…) tienden a sobrepasar en importancia. […] Parece claro que recibir los
fondos que la población deposita en los bancos (…) es en verdad algo muy parecido a un
privilegio que sólo puede ser admitido como una especialísima concesión de la autoridad
pública, bajo severas condiciones de vigilancia y contralor ejercida por el Estado, como
intérprete del interés general de la colectividad”
“Que los depósitos bancarios son trabajo y ahorro del pueblo argentino y por tal motivo
deben cumplir las funciones que el Estado les asigne”
“Que los depósitos bancarios deben cumplir los fines que les establezca el Banco Central en
la función de regular el crédito y los medios de pago, los que deben adecuarse al volumen
real de los negocios”
17
Tasa que cobran los bancos por prestar dinero. Se denomina de esta manera dado que los créditos
concedidos son activos de los bancos en su balance.
18
Citado por Cafasso, 1981: 179
Gráfico 7. Demanda de dinero para M1 y M2. 1935 – 1952. En puntos porcentuales del PBI19
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
35 37 39 41 43 45 47 49 51
19 19 19 19 19 19 19 19 19
M1 M2
Política fiscal
Entre 1945 y 1948, se lleva a cabo una política fiscal procíclica. El gobierno
acompañó la aceleración económica con una marcada expansión del gasto. La
estructura de ingresos se reformula en este momento sobre la base de tres ejes
principales:
19
Elaboración propia sobre datos de Val, 1999.
20
Elaboración propia sobre datos de BCRA
La inversión
60000
50000
40000
30000
20000
10000
0
1929 1939
Agropecuario Industria
El gráfico muestra que el total del incremento neto de capital para toda la década
1929 – 1939 está explicado por el desarrollo del sector manufacturero.
21
Inversión Extranjera Directa
22
Elaboración propia sobre datos de Rapoport, 2000: 323
de inversión extranjera se resuelve mediante la liquidación de existencias de oro y
divisas.
Tabla 3: Ahorro – inversión 1935 – 1952. En puntos porcentuales del PBI.23
Inversión
Año Ahorro total bruta S-I
1935 0.2043 0.1023 10%
1936 0.1989 0.1082 9%
1937 0.1527 0.1116 4%
1938 0.0907 0.1935 -10%
1939 0.1669 0.1255 4%
1940 0.1469 0.1247 2%
1941 0.1479 0.1481 0%
1942 0.1598 0.1235 4%
1943 0.1949 0.1258 7%
1944 0.1697 0.1087 6%
1945 0.1946 0.1207 7%
1946 0.1592 0.1620 0%
1947 0.1096 0.2351 -13%
1948 0.0742 0.2731 -20%
1949 0.0838 0.2170 -13%
1950 0.1293 0.2181 -9%
1951 0.1459 0.2396 -9%
1952 0.1353 0.2230 -9%
0.3000
0.3000
0.2500
0.2500
0.2000
0.2000
0.1500
0.1500
0.1000
0.1000
0.0500
0.0500
0.0000
0.0000
3355
3377
3399
4411
4433
4455
4477
4499
5511
1199
1199
1199
1199
1199
1199
1199
1199
1199
Ahorro
AhorroTotal
Total IBIF
IBIF
23
Elaboración propia sobre datos de BCRA
“La fase inicial de la política peronista, hasta 1948, llevó
hasta sus últimas consecuencias el proceso de crecimiento sustentado
en la sustitución de importaciones y la expansión de la demanda
interna en un mercado crecientemente aislado del comercio
internacional”24
La tasa de interés real fue negativa en todo el periodo, a excepción del trienio
1938 – 1940. A partir de 1945 comienza a manifestarse una persistente inflación, que
se mantiene hasta 1952.
Gráfico 11 Propensión media al ahorro total (St /Y) y al ahorro privado (Spr / Yd). 1935 -195226
0.25
0.2
0.15
0.1
0.05
0
35
37
39
41
43
45
47
49
51
19
19
19
19
19
19
19
19
19
St / Y Spr / Yd
24
Ferrer, 1989:26
25
Elaboración propia sobre datos de BCRA
26
Elaboración propia sobre datos de BCRA
Tabla 4: Inflación y tasa de interés real 1935 –1952. 27
Año Inflación (I) i real (II)
1935 6,0 -3,30
1936 8,5 -5,53
1937 2,7 -0,19
1938 -0,7 3,22 (I) Inflación: 1935 –1940: Índice de
1939 1,5 0,99 precios al consumidor. 1941 en
1940 2,3 0,20 adelante, índice de precios
1941 6,2 -3,48 combinados mayoristas y consumidor.
1942 15,1 -10,95 Expresado en porcentaje de variación
interanual
1943 5,5 -2,84
(II) Tasa de interés real: Tasa nominal
1944 3,8 -1,25 anual para depósitos a plazo,
1945 14,3 -10,32 deflactada por (1)
1946 16,8 -12,67
1947 8,3 -5,82
1948 14,3 -10,76
1949 27,0 -19,69
1950 22,8 -16,78
1951 42,8 -28,57
1952 21,9 -15,59
El principal destino del ahorro en esta etapa parece ser el financiamiento del
proceso ISI, ya sea por asignación directa o bien mediante políticas crediticias dirigidas
e instrumentadas por el BCRA.
27
Val, 1999: 15
Capítulo 6. Segunda etapa: Inestabilidad política y “stop & go”. 1953 –
1975
6.1. Caracterización del periodo.
Entretanto, Estados Unidos afianzó su liderazgo absoluto entre los países con
economías de mercado y profundizó la guerra fría en el campo diplomático y
económico. En lo estrictamente militar, el conflicto se dirimió en enfrentamientos
acotados a regiones periféricas del planeta, como Corea y Vietnam, aunque ésta última
cobró una importante trascendencia en los medios de comunicación mundiales, y una
corriente de oposición dentro del mismo territorio de los EE. UU. No obstante, en
ocasiones, el miedo a una conflagración nuclear directa entre Estados Unidos y la Unión
Soviética paralizó al mundo, como durante la crisis de los misiles2, en 1962.
1
El punto de partida de la CEE fue el Tratado de Roma (25/3/57). Los países firmantes fueron Alemania
Occidental, Francia, Bélgica, Holanda, Italia y Luxemburgo. Su antecedente había sido la CECA
(Comunidad Europea del Carbón y el Acero), establecida en 1951. Posteriormente se integraron Gran
Bretaña, Dinamarca, Irlanda, Grecia, España, y Portugal.
2
Como consecuencia de un intento de invasión a Cuba por opositores al gobierno de la isla residentes en
los Estados Unidos, el país caribeño se acercó al bloque soviético y permitió la instalación de armamento
nuclear ruso en su territorio, a 60 millas del estado de Florida. La crisis tomó dimensiones muy serias, con
grave peligro para la paz mundial. Finalmente se resolvió que la URSS retirara el armamento, a cambio
del compromiso de los Estados Unidos de no invadir Cuba, ni apoyar ningún intento con ese fin.
Surgieron iniciativas de integración económica que desembocaron en la creación
de la ALALC3. El objetivo del organismo era la extensión cuantitativa más que
cualitativa de los mercados de los países miembros, para fortalecer el proceso
sustitutivo de importaciones común a la mayoría de los países latinoamericanos.
La etapa se cierra con dos hechos que colapsaron la estabilidad de los mercados
mundiales, y cerraron la etapa de crecimiento sostenido de las principales economías.
La declaración unilateral de la inconvertibilidad del dólar, que provocó la ruptura del
sistema internacional de paridades fijas de los tipos de cambio (1971) causando alta
volatilidad en los mercados de divisas, luego trasladada a los mercados de bienes, y la
crisis del petróleo (1973) que potenció la inflación de las economías industriales.
Esta estrategia debió ser revisada más tarde, por causa de la crisis de divisas
generada por la estructura misma del proceso ISI. A partir de 1952 se inició una política
de acercamiento económico a los Estados Unidos. El primer indicio fue la ley de
inversiones extranjeras de 1953. En 1949, como consecuencia del proceso de
nacionalizaciones y del decaimiento de Inglaterra, las inversiones extranjeras en la
Argentina se habían reducido a la mitad respecto de 1945.4 La ley buscaba propiciar la
radicación de empresas internacionales, capaces de dinamizar el aparato industrial
argentino. Los principales beneficios que contemplaba para los inversores eran:
El objetivo más ambicioso de los últimos años del gobierno peronista había sido
el autoabastecimiento de petróleo, insumo vital para el proceso ISI y que explicaba una
parte importante de la demanda de divisas por importaciones. A tal fin, el gobierno
inició un acercamiento a la petrolera californiana Standard Oil, que contemplaba la
creación de una corporación ad hoc, denominada California Argentina. Estas
3
Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. Uno de sus impulsores fue Raúl Prebisch
4
Rapoport, 2000: 476
5
Con diferencias estructurales. La IED de los 30 estaba claramente vinculada a infraestructura y
servicios, en particular los transportes, y al servicio del esquema de división internacional de la
producción. Ahora preponderaba la inversión industrial.
negociaciones significaron un grave problema para el Ejecutivo, que debió escuchar
voces discordantes no sólo de la oposición política (silenciada por entonces mediante
prácticas no del todo democráticas) sino inclusive dentro del propio seno del partido
peronista.
6
Se cancelaron los acuerdos petroleros más por decisión política que por convicción económica. No
estaba en los planes del nuevo gobierno convalidar aquello que Perón había defendido aún ante la
oposición de su frente interno.
7
Otro debate que provocó polémicas con más aristas políticas que económicas. El plan fue un éxito en
cuanto al cumplimiento de sus objetivos. En 30 meses se alcanzó al autoabastecimiento de petróleo, un
bien que hasta mediados de la década del 50 significaba el 25% de las importaciones totales de la
Argentina. Véase Gerchunoff & Llach, 2000:258
El gobierno provisional llamó a elecciones constituyentes en 1957 y generales
en 1958. En la primera, triunfaron los votos en blanco del peronismo proscrito. En la
presidencial, se impuso el Dr. Frondizi, como candidato de un sector escindido del
radicalismo, la UCRI, con un 45% de los votos8. El significativo incremento de votos
alcanzado en tan poco tiempo despertó entre los militares la sospecha de un pacto
secreto Frondizi - Perón. Entregaron el gobierno pero, recelosos, retuvieron importantes
atribuciones del poder.
Frondizi debió gobernar bajo la tutela del poder militar. Para peor, tampoco
lograba satisfacer las exigencias de los sectores sindicales peronistas, que le reclamaban
una compensación por haberle prestado los votos. El resultado fue un debilitamiento
progresivo que terminó forzando su derrocamiento, en 1962. No hubo esta vez
interregno militar formal. Asumió hasta completar el mandato el Dr. J. M. Guido, bajo
una fuerte vigilancia de las FF.AA, para convocar a nuevas elecciones en 1963.
8
En las elecciones constituyentes de 1957, el partido de Frondizi, había obtenido 21.23%, el tercer lugar
en las preferencias del electorado, detrás de los votos en blanco y de la UCRP.
9
Rapoport, 2000: 508
10
Hecho que quedó marcado a fuego en la memoria colectiva de la sociedad argentina como la noche de
los bastones largos
11
Llevado a cabo por la organización armada de filiación peronista Montoneros
Lanusse conservó su cargo de comandante en jefe del Ejército. Su estrategia
consistió en plantear una salida electoral “ordenada”12, que asegurara a los militares
una manera elegante de dejar el poder, en vista del evidente fracaso de su proyecto
político. Reestableció la actividad de los partidos, incluido el peronismo, y anunció el
llamado a elecciones generales. Paralelamente se intensificaron dramáticamente las
protestas callejeras y las acciones guerrilleras. Tras diecisiete años de exilio, Perón
volvió temporalmente al país en 1972.
12
Rapoport, 2000: 622
13
Perón había sido imposibilitado de presentarse como candidato por una ley que exigía un tiempo
mínimo inmediato anterior de residencia en el país.
14
Conocido como la Masacre de Ezeiza. Allí se enfrentaron los sectores sindicales y ortodoxos del
peronismo, contra la llamada tendencia revolucionaria, que había cobrado un notable protagonismo
durante la resistencia, el secuestro y muerte de Aramburu y la campaña electoral de Cámpora.
15
Entre los meses de julio de 1974 y 1975 se registraron cerca quinientos asesinatos políticos. Rapoport,
2000: 667
16
Perón, citado por Gerchunoff y Llach, 2000: 209
No menos importante que el de la inflación era el problema de las cuentas
externas, al que se abordó mediante la sanción de la ya mencionada ley de inversiones
extranjeras, y procurando una actitud más favorable hacia el agro17.
17
El apoyo se canalizó vía subsidios, al estilo de los países de Europa, y no como se haría posteriormente,
mediante devaluaciones. El tipo de cambio oficial se mantuvo estable y relativamente bajo durante los
dos gobiernos peronistas. Gerchunoff & Llach, 2000: 211
18
Esto hubiera sido impensado en la política salarial de los primeros años del peronismo. Si bien el
gobierno se mostraba reticente a conceder que el peso del aumento de la productividad debían cargarlo
los asalariados, tuvo que terminar admitiéndolo, cuando reconoció que no había suficientes divisas para
hacer frente al necesario reequipamiento de capital. Rapoport, 2000: 481
19
En total, Prebisch elaboró y entregó, entre 1956 y 1957 tres informes: “Informe preliminar acerca de la
situación económica”; “Moneda sana o inflación incontenible” y “Plan de restablecimiento económico”
20
Gerchunoff & Llach, 2000: 237
21
Rapoport, 2000: 541
capital para el desarrollo de industrias básicas como la siderurgia. También se
propugnaba un estímulo del ahorro público y privado.
160,0%
140,0%
120,0%
100,0%
80,0%
60,0%
40,0%
20,0%
0,0%
53 54 55 56 57 58 59 60 61 62
19 19 19 19 19 19 19 19 19 19
Consumidor Mayoristas
Nuevo golpe de timón con la llegada a la presidencia del Dr. Illia. La política
económica radical buscó estimular la demanda efectiva, mediante medidas inspiradas en
las ideas keynesianas y de la CEPAL26. Se procuraba fortalecer el poder de compra de
los salarios, mediante el establecimiento de un salario mínimo vital y móvil, al tiempo
que se establecían precios máximos para determinados bienes de la canasta familiar y se
congelaban las tarifas públicas. La economía reaccionó positivamente, con altos índices
de crecimiento en el bienio 1964 –1965. A este continuo devenir cíclico de la economía
argentina durante estos veinte años, se lo ha caracterizado como “stop & go”27.
22
En 1959 la inflación en la Argentina llegó por primera vez a los tres dígitos en un año.
23
Con flotación sucia
24
Como dato anecdótico puede citarse que el Finantial Times calificó al peso argentino como “moneda
estrella” de 1960.
25
Elaboración propia en base a datos de CEPAL
26
Rapoport, 2000: 568
27
Expresión que significa literalmente, “detenerse y avanzar”
Tabla 5: Tipo de cambio libre 1953 –1965. En pesos ley 18.188 por dólar.28
28
UADE
29
Tipo de cambio reptante
30
Elaboración propia sobre datos de UADE y CEPAL
31
Ferrer, 1979: 251
Iniciado el gobierno de Onganía no estaban muy claros los lineamientos
económicos a seguir. Los anteriores gobiernos militares, salvo el de 1943, habían
propiciado políticas favorecedoras del agro, mediante devaluaciones que se producían
inmediatamente de acceder al poder. Tras algunas vacilaciones iniciales, Onganía
colocó a A. Krieger Vasena en el ministerio de Economía y presentó su “Plan de
estabilización y desarrollo” 32. Se fijó una nueva paridad, muy alta, del tipo de cambio,
con el compromiso de no volver a devaluar. En realidad, la propia magnitud del ajuste
aseguraba el cumplimiento de la promesa33. Hasta aquí, como otras veces. Pero en esta
ocasión, el impacto cambiario se compensó con bajas en los aranceles de importación y
retenciones de entre 16 y 25% para las exportaciones. El plan aceptaba y continuaba
el proceso ISI, aunque buscaba dotarlo de eficiencia productiva. Y el agro no iba a ser
beneficiario del ajuste. La devaluación benefició al gobierno y los capitales extranjeros,
en especial a estos últimos, que se lanzaron a la compra de empresas ya establecidas.
Tabla 6: Variación del PBI a precios de mercado y a costo de factores, 1958 –1970.34
A precios A costo de
Año de mercado factores
1958 6,10% 6,12%
1959 -6,46% -6,45%
1960 7,88% 7,84%
1961 7,10% 7,13%
1962 -1,59% -1,62%
1963 -2,37% -2,40%
1964 10,30% 10,35%
1965 9,16% 9,14%
1966 0,65% 0,63%
1967 2,65% 2,69%
1968 4,30% 4,26%
1969 8,54% 8,58%
1970 5,38% 5,35%
Así como la política económica radical no pudo tener continuidad por una crisis
política, paradójicamente ocurrió lo mismo con la del gobierno que la sucedió. El ya
32
La palabra “estabilización” es recurrente en todos los planes económicos de este periodo y se refiere
concretamente a estabilizar el nivel de precios. El problema de la inflación desveló durante estos veinte
años a presidentes y ministros, tal vez con la sola excepción de Illia.
33
Medida de política económica conocida como overshooting del tipo de cambio
34
Fuente: BCRA y UADE.
35
En 1969 el PBI creció más que la inflación, algo que no sucedía desde 1954, y no se volvería a repetir
hasta la década del 90. Gerchunoff & Llach, 2000: 328
36
Incluyendo, entre otras, el complejo hidroeléctrico Chocón, el puente Zárate – Brazo Largo, la central
Atucha y el túnel subfluvial Paraná – Santa Fe.
mencionado cordobazo obligó a la renuncia de varios ministros del gabinete, incluido
Krieger.
El año de la crisis del petróleo, 1973, inesperadamente fue muy favorable en las
relaciones de intercambio. Este hecho fortuito permitió que el nuevo gobierno asumiera
con cierto desahogo financiero. El año se cerró con un saldo positivo record de la
balanza comercial.
37
Véase en los anexos la matriz de signos monetarios
38
Gerchunoff & Llach, 2000: 331
39
Confederación General Económica
40
Básicamente un acuerdo entre empresarios y sindicatos.
41
Gerchunoff & Llach, 2000: 339
agravaron muchísimo ante un factor absolutamente exógeno, aunque no inesperado: la
muerte de Perón. El Pacto se basaba fundamentalmente en su credibilidad, que a partir
de este suceso quedó seriamente dañada. Gelbard permaneció algunos meses en su
cargo y finalmente fue desplazado. Tras un paso fugaz del nuevo ministro Gómez
Morales, el Pacto se diluyó por completo.
42
Lorenzutti, 1996: 254
43
Rapoport, 2000: 545
44
Gerchunoff & Llach, 2000: 293
política hubiera sido difícil de implementar. La política fiscal apuntó a un importante
conjunto de obras de infraestructura, aunque se redujo el déficit.
Gráfico 14: Demanda de dinero para M1 y M2. 1952 – 1975. En puntos porcentuales del PBI45
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
53 55 57 59 61 63 65 67 69 71 73 75
19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19
M1 M2
Respecto del resto del periodo, la mayoría de las políticas aplicadas fueron
coyunturales y cortoplacistas, casi siempre condicionadas por la inflación y la creciente
puja distributiva. El hecho más saliente es la mini reforma financiera del gobierno de
Perón, comentada más arriba.
Ahorro – inversión
Para todo al periodo la inversión bruta interna ronda un promedio de 19% del
PBI, cifra bastante más alta que la del periodo anterior. Ya desde el comienzo de la
etapa, pero especialmente a partir de 1958, reaparece y cobra importancia decisiva la
inversión extranjera, que se concentra en los dos sectores más dinámicos de la economía
(combustible y automotriz).
Gráfico 15: Ahorro total e inversión bruta. 1953 – 1975. En puntos porcentuales del PBI46
30.00%
30.00%
25.00%
25.00%
20.00%
20.00%
15.00%
15.00%
10.00%
10.00%
5.00%
5.00%
0.00%
0.00%
5533
5555
5577
5599
6611
6633
6655
6677
6699
7711
7733
7755
1199
1199
1199
1199
199
1199
1199
199
1199
199
1199
1199
1
Ahorro
Ahorro Inversión
Inversión
Entre 1953 y 1955, el crédito siguió siendo regulado y dirigido, con tasas de
interés reales siempre negativas, pero con un grado de mayor realismo respecto de los
determinantes del ahorro47. A partir de 1956, se introdujeron herramientas destinadas a
una mayor autonomía de los mercados.
45
Elaboración propia sobre datos de Val.
46
Elaboración propia sobre datos de BCRA
47
Ferrer,1989: 27
Tabla 8: Ahorro – inversión 1935 – 1952. En puntos porcentuales del PBI.48
Ahorro Inversión
Año Total Bruta S-I
1953 19.37% 17.20% 2.17%
1954 16.02% 15.64% 0.39%
1955 13.83% 16.39% -2.56%
1956 15.00% 15.02% -0.02%
1957 15.48% 16.07% -0.59%
1958 15.90% 16.60% -0.70%
1959 16.74% 15.75% 1.00%
1960 20.35% 21.50% -1.14%
1961 18.23% 22.01% -3.77%
1962 20.36% 20.56% -0.20%
1963 20.08% 17.27% 2.81%
1964 20.12% 19.73% 0.39%
1965 20.80% 19.38% 1.42%
1966 20.66% 17.87% 2.79%
1967 20.76% 18.20% 2.56%
1968 21.09% 19.30% 1.78%
1969 22.90% 21.60% 1.30%
1970 24.05% 22.00% 2.05%
1971 23.55% 23.14% 0.40%
1972 24.07% 23.60% 0.47%
1973 24.06% 22.37% 1.69%
1974 22.01% 19.32% 2.69%
1975 20.77% 19.47% 1.30%
48
Fuente: BCRA - FIDE
cuenta que la inflación es particularmente elevada, en especial desde 1955. El nivel de
empleo es alto a partir de 1963.
Gráfico 16: Consumo privado entre 1953 – 1975. En puntos porcentuales del PBI. 49
Tabla 9: Evolución de variación de precios combinados y tasa de interés real 1953 – 1975.50
Variación de Tasa de
Año precios interés real
1953 19,2 -13,67
1954 3,5 -0,58
1955 10,7 -7,05
1956 19,5 -13,89
1957 24,4 -17,04
1958 31,2 -19,89
1959 123,4 -52,91
1960 21,4 -13,10
1961 10,9 -4,24
1962 29,2 -16,33
1963 27,1 -13,69
1964 23,4 -11,02
1965 26,2 -12,84
1966 25,8 -12,48
1967 27,4 -13,50
1968 12,9 -2,66
1969 4,6 5,07
1970 15,7 -5,10
1971 37,7 -17,94
1972 67,5 -28,60
1973 55,1 -23,08
1974 22,1 -4,42
1975 187,6 -58,17
Las tasas medias de ahorro muestran menores variaciones para este periodo que
para el anterior, pese a los continuos cambios de políticas económicas. La propensión
media del ahorro privado para todo el periodo es del 19.58%, apenas inferior a la de
ahorro total, que es del 19.85%.
49
Elaboración propia sobre datos de BCRA - SPE
50
Val, 1999: 15
Gráfico 17: Tasa media de ahorro total y ahorro privado. 1953 - 197551
0.3
0.25
0.2
0.15
0.1
0.05
0
53 55 57 959 61 63 65 67 69 971 73 75
19 19 19 1 19 19 19 19 19 1 19 19
St / Y Spr / Yd
Para este periodo, el ajuste de una función de ahorro privado del tipo
keynesiano, arrojó los siguientes resultados:
1953 -1975
Observaciones: 23
51
Elaboración propia sobre datos de UADE - CEPAL
Capítulo 7. Tercera etapa: Reforma financiera, tablita, apuestas al
dólar y deuda externa. 1976- 1982
7.1. Caracterización del periodo
Tabla 10: Variación porcentual de precios en los principales países industrializados. 1974 - 19802
Gran
Año EE.UU Bretaña Japón Alemania Italia
1974 11.1 16.0 24.5 7.0 19.1
1975 9.1 24.2 11.8 6.0 17.0
1976 5.7 16.5 9.3 4.5 16.8
1977 6.5 15.8 8.1 3.7 17.0
1978 7.6 8.3 3.8 2.7 12.1
1979 11.3 13.4 3.6 4.1 14.8
1980 13.5 18.0 8.0 5.5 21.2
Promedio 9.3 16.0 9.9 4.8 16.9
1
Los llamados petrodólares
2
Elaboración propia sobre datos de Krugman & Obstfeld, 1999: 464 – 465
3
Rapoport, 2000:735
sostenía que de la relación inflación – nivel de empleo (representada por medio de la
curva de Phillips) sólo cabía esperar niveles de precios cada vez más altos, hasta el
punto en que los mismos alcanzaran niveles explosivos. Según Friedman, mantener el
empleo en los niveles friccionales significaba un costo demasiado alto a pagar por toda
la sociedad. Ante la crisis, los pronósticos de los economistas de Chicago se vieron
rápidamente confirmados por la realidad. A mediados de los 70 comenzó a hablarse en
la literatura económica del nuevo fenómeno de la estanflación4 que atacaba el
fundamento teórico de la teoría keynesiana y cuestionaba los postulados sobre los que
se basaba la curva de Phillips.
Las nuevas ideas enfocaban esencialmente las balanzas de pagos de los países
como un fenómeno monetario antes que como el resultado del comercio exterior,
pensamiento propio de las políticas keynesianas, orientadas a la producción.5 El enfoque
monetarista descreía de la posibilidad de impulsar el crecimiento mediante políticas
fiscales expansivas. Estas ideas se aplicaron bastante más tarde a las políticas
económicas de los países centrales. Fueron adoptadas por los gobiernos de R. Reagan y
M. Thatcher en Estados Unidos y Gran Bretaña respectivamente, en los años de
transición hacia los 80. Pero antes, hubo una experiencia, casi de laboratorio, en Chile,
bajo la dictadura del Gral. Pinochet. Este experimento pudo haber sido poco relevante
para el mundo, pero de ninguna manera para la Argentina.
Como era habitual en estos casos, se disolvieron ambas cámaras del Congreso
Nacional, las legislaturas provinciales, y otros organismos institucionales. Se prohibió la
actividad sindical y política. Tropas de las tres fuerzas salieron a las calles, abocadas al
“aniquilamiento”6 de las organizaciones guerrilleras emergidas durante los años
previos. Pero bajo el manto de la represión a la insurrección armada se extendía una
feroz cacería de militantes políticos, sindicales y estudiantiles, y de todas las personas e
instituciones sospechadas de presentar algún sesgo opositor. Es tanto lo que se ha
escrito y dicho sobre los hechos aberrantes acaecidos en este periodo y están tan
frescos los mismos en la memoria colectiva de la sociedad argentina, que no es
preciso hacer más referencia a ellos en este trabajo.
4
Combinación de estancamiento de la producción y alta inflación. Krugman & Obstfeld, 1999: 465
5
Gerchunoff & Llach, 2000: 355
6
Verbo que aparecía en el decreto mediante el cual antes de su derrocamiento, el gobierno justicialista
autorizaba a las FF.AA. a intervenir en la represión de los grupos guerrilleros de izquierda. Años después,
durante la restauración democrática, sería objeto de innumerables controversias.
único civil del gabinete inicial fue el Ministro de Economía, José Martínez de Hoz, que
contó con el apoyo incondicional de Videla para llevar adelante su plan.
Uno de los objetivos de mediano plazo que había dejado traslucir la junta era la
designación de un “cuarto hombre” que, en un tiempo “prudencial”, asumiera la
conducción del Ejecutivo sin ser comandante de una de las tres fuerzas. El mandato, que
finalmente recayó en el propio Videla7, desató la lucha interna. Al mismo tiempo, se
generó una escalada bélica con Chile que casi desemboca en una guerra, desmantelada
apenas a horas de su inicio.
En marzo de 1981 finalizó el “mandato” de Videla, que fue sucedido por Viola.
Este se había mostrado más dispuesto realizar contactos políticos y a mencionar un
futuro retorno a la democracia. Con Videla, abandonó el gobierno Martínez de Hoz,
reemplazado en la cartera de economía por el Dr. L. Sigaut. La actitud proclive al
diálogo y la sola mención de un tiempo de normalización institucional provocaron la ira
de otro sector del régimen. En diciembre, Viola fue desplazado del gobierno,
sucediéndolo el entonces Gral. Galtieri, que pasó tristemente a la historia por ser el
responsable de llevar por primera vez al país a la desastrosa experiencia de una guerra
perdida. El último presidente de la dictadura fue el entonces Gral. Bignone, que asumió
en junio de 1982 con el único objetivo de procurar una salida del poder lo más ordenada
posible. La derrota militar en Malvinas desató la condena interna e internacional contra
los comandantes, cuya situación se tornó insostenible. Bajo la presión de los sectores
políticos, se llamó a elecciones nacionales para octubre de 1983.
1983
1982
1981
1980
1979
1978
1977
1976
1975
7
El entonces General Viola fue designado comandante del Ejército.
8
Elaboración propia sobre datos de Val, 1999
dominantes, proyectando tasas de variación anual del nivel de precios nunca inferiores
al 100%, (con excepción de 1980) hasta 1986.9
Las primeras medidas eran típicas de las políticas económicas de los gobiernos
militares (con excepción del de 1943). Eliminación de controles de precios,
congelamiento de salarios, desregulación de la inversión extranjera y devaluación del
peso. Pero los efectos combinados de éstas y otras políticas iban a ser diferentes a los
del pasado. Más tarde, se eliminaron los aranceles a las importaciones y los subsidios a
las exportaciones, se incrementaron las tarifas de servicios públicos y, por primera vez,
se indexaron los créditos a favor del Estado (impuestos y tasas), lo que provocó un
efecto propagatorio de esta práctica al crédito privado y de allí a toda la actividad
económica11.
9
Vitelli, 1985: 17
10
Rapoport, 2000: 788. Las negritas son nuestras
11
Como siempre suele ocurrir en estos casos, ya existía un mercado informal de tasas de interés libres y
bonos del Gobierno Nacional que se ajustaban por los índices de precios.
12
Rapoport, 2000: 791
13
Gerchunoff & Llach, 2000: 362- 363
14
El sistema de encajes fraccionarios preveía una remuneración por parte del BCRA para las reservas
correspondientes a depósitos portadores de intereses, que en teoría debía compensarse con las retenciones
que se efectuaban a los bancos comerciales por los saldos que sus clientes mantenían en depósitos en
cuentas a la vista. Dichas retenciones y remuneraciones convergían en la llamada Cuenta de Regulación
Monetaria (CRM). El incremento del volumen de depósitos a plazo fijo, y la reducción de los saldos en
cuentas corrientes, en función de las altas tasas nominales de interés y la inflación, provocarían un
crónico saldo deudor de la CRM, que se denominó déficit cuasi fiscal.
Se verificó un inusitado crecimiento de la cantidad de entidades financieras,
muchas de ellas de dudosa solvencia, como se comprobaría algunos años más tarde. No
obstante, desde el punto de vista oficial, esto fue percibido como una señal positiva que
incrementaba la competencia.
Gráfico 19: Cantidad de entidades financieras. Años seleccionados. 15
800
800
600
600
400
400
200
200
00
1978
1978 1979
1979 1980
1980 1981
1981 1982
1982 1983
1983 1998
1998 1999
1999 2000
2000
Bancarias
Bancarias No
Nobancarias
bancarias
Tabla 11: Tasas de interés reales y nominales 1976 – 1982, en términos de promedios anuales.17
15
BCRA. Informe de entidades financieras. Varios números
16
En 1980, y como consecuencia de la falta de controles y los aspectos aquí señalados, quebraron una
serie de entidades, como el BIR, el Banco Oddone, el Banco Internacional (vinculado a la alimenticia
Sasetru), y el Banco de los Andes. El BIR, a causa de la competencia por precios, se había convertido en
pocos años en el primer banco privado nacional por volumen de depósitos.
17
Val, 1999, 10
estas variables, ahora muy volátiles, la obtención de fuertes ganancias cortoplacistas,
aún cuando las tasas de interés reales fueran negativas para periodos largos. Esta
circunstancia modificó la tasa de rentabilidad relativa de todos los sectores económicos,
afectando en particular a la actividad productiva, que sufrió un marcado encarecimiento
del crédito.18
18
Mucho es lo que se ha discutido sobre este aspecto. Los detractores de la reforma sostienen que el
aumento de las tasas de interés reales significaban la destrucción de la industria y una transferencia desde
los sectores productivos hacia la especulación financiera. Los defensores, explican que durante casi medio
siglo la actividad industrial argentina, costosa e ineficiente, se financió con la distorsiva licuación de
ahorro privado, vía tasas de interés reales negativas.
19
A efectos simplificadores consideramos a este agregado monetario como el que comprende: Circulante
en poder del público, más cuentas a la vista y otras no portadoras de intereses, más depósitos portadores
de intereses, sean en caja de ahorro o a plazo fijo. El agregado para depósitos en moneda extranjera será
definido como M2 bimonetario.
20
Rapoport, 2000: 792
21
Vitelli, 1990, 369
22
Gerchunoff & Llach, 2000: 363
a los postulados teóricos de la escuela de Chicago en cuanto al control de la tasa de
expansión del dinero.
El escenario interactivo plazo fijo – inflación – tipo de cambio fue bautizado por
el lenguaje popular como la patria financiera24
Gráfico 20: Demanda de dinero por M1 y M2. 1975 – 1982. En términos porcentuales del PBI25
0.3
0.3
0.25
0.25
0.2
0.2
0.15
0.15
0.1
0.1
0.05
0.05
00
1975
1975 1976
1976 1977
1977 1978
1978 1979
1979 1980
1980 1981
1981 1982
1982
M1
M1 M2
M2
23
Agregado monetario que incorpora sólo el circulante en billetes y monedas y los depósitos en cuentas a
la vista u otros no portadores de intereses.
24
El término, refería a una polémica entre sectores opuestos del peronismo en 1973, que levantaban la
consigna de una patria peronista por un lado y una patria socialista por el otro. Más tarde se siguió
aplicando a diferentes situaciones, popularizándose términos tales como patria metalúrgica o patria
contratista, entre otros.
25
Elaboración propia sobre datos de Val, 1999
26
Declaraciones periodísticas del Ministro Sigaut (1981).
cortísimo plazo para evitar la pérdida de control sobre variables decisivas, como el tipo
de cambio y la estabilidad del sistema bancario, ante un cuadro de pánico financiero y
fuga de capitales. No pudo con el primero de sus objetivos pero sí con el segundo, lo
que no es poco.
Desde el punto de vista económico, mucho más grave fue el impacto del alza de
las tasas de interés internacionales, que determinó las llamadas crisis de la deuda
externa y década perdida para la región. La amenaza de default de México en 1982,
cerró todas las vías de acceso al crédito externo y el problema de la deuda estalló en las
manos de todos los sectores de las economías latinoamericanas, en el momento preciso
en que se registraba la retirada de un sinfín de dictaduras militares.
Gráfico 21: Evolución y composición de la deuda externa total. 1980 – 1983. En millones de u$s.27
50000
40000
30000
20000
10000
0
1980 1981 1982 1983
Puede notarse que no se ha hecho mención a la política fiscal del periodo bajo
análisis. La misma perdió capacidad de acción como consecuencia de presiones
inflacionarias, combinadas con la expansión e integración internacional de las
actividades financieras. El aumento de la presencia de flujos líquidos de capitales de
corto plazo y su sensibilidad ante los cambios de las tasas de interés externas e internas
y el valor de la moneda local, acrecentaron la significación de la política monetaria28.
No obstante, como se ha dicho, a pesar de la declamada lucha del gobierno contra la
expansión del gasto, el déficit fiscal se incrementó en toda la etapa, y más en los años de
recesión que en los de crecimiento. Más inquietante aún es la composición de ese gasto:
Nacionalización de empresas quebradas29 o con serios problemas financieros y compra
de armamentos mientras se reducían partidas de inversión pública, salud y educación.
27
Elaboración propia sobre datos de CEPAL
28
Ferrer, 1989: 87
29
Entre los casos más significativos pueden citarse los de Austral Líneas Aéreas y su controlada Sol Jet, y
la Compañía Ítalo – argentina de Electricidad (CIAE).
siguientes se observa un redireccionamiento del flujo neto de capitales hacia el
financiamiento del consumo, la compra de material bélico30 y la fuga de divisas.
La deuda pública externa, que era de 4.900 millones de dólares en 1975 (19%
del PBI), creció hasta 29.000 millones en 1982 (60% del ingreso). Antes de su retirada,
y ante el abrupto incremento de las tasas de interés internacionales, el gobierno militar
asumió como Estado la responsabilidad por el cumplimiento de la deuda externa
privada.
Ahorro – Inversión.
Tabla 12: Ahorro total e inversión bruta 1976 – 1982. En puntos porcentuales del PBI.32
Dado que este periodo abarca apenas siete años, el comportamiento del ahorro
privado y de sus principales determinantes entre 1976 y 1982 se evalúa en conjunto con
la etapa siguiente.
30
Un estudio del Banco Mundial estimó en u$s 10.000 millones los gastos por ese motivo entre 1976 y
1982. Rapoport, 2000: 813
31
Rapoport, 2000: 825
32
Elaboración propia sobre datos de SPE y FIDE
Capítulo 8. Cuarta etapa: La recuperación de la democracia.
Optimismo y desilusión. 1983 – 1990
8.1. Caracterización del periodo
1
Rapoport, 2000: 859
2
Continuado y profundizado por el “Plan Brady” de 1989
El optimismo generado por la recuperación democrática llegó al punto de
desplazar los temas económicos del centro de la atención. Se generó un consenso
generalizado en torno a la idea de que, bajo un marco de resguardo institucional, la
recuperación económica era una consecuencia natural del proceso. Este fenómeno, que
en principio parecería deseable para cualquier mandatario bajo toda circunstancia,
terminó volviéndose contra el gobierno. La convicción de que la defensa de las
instituciones debía ser puesta por encima de todos los intereses sectoriales, lo colocó en
una situación de cierta debilidad a la hora de negociar con intereses corporativos. La
amenaza a la continuidad democrática (muchas veces más imaginaria que concreta)
marcaba el límite de la confrontación3.
3
El gobierno soportó trece paros nacionales de la CGT y dos alzamientos militares, además de un insólito
intento de copamiento de una unidad militar por guerrilleros de izquierda, y fuertes cuestionamientos de
los grupos económicos y la Iglesia Católica. Nunca logró dar la sensación de superar estos hechos de
manera exitosa y sin hacer concesiones.
4
Gerchunoff & Llach, 2000: 352
8.1.3. La política económica
Los pagos al exterior por intereses de la deuda crecieron del 2.2% al 9.4% del
PBI entre 1980 y 19835, una fenomenal transferencia de ahorro interno hacia al
exterior. En virtud del congelamiento de flujos de fondos externos registrado a partir de
la crisis de México de 1982, se debió acudir a la generación de superávit comercial. Y
dado que los términos de intercambio se presentaron desfavorables6, las divisas
requeridas debieron obtenerse vía una fuerte contracción de las importaciones, lo que
trajo aparejado una caída importante de la tasa de inversión.
Gráfico 22: Inversión bruta 1978 – 1990. En puntos porcentuales del PBI.7
30.00%
30.00%
25.00%
25.00%
20.00%
20.00%
15.00%
15.00%
10.00%
10.00%
5.00%
5.00%
0.00%
0.00%
1980
1980 1981
1981 1982
1982 1983
1983 1984
1984 1985
1985 1986
1986 1987
1987 1988
1988 1989
1989 1990
1990
5
Gerchunoff &Llach, 2000: 391
6
En 1984 habían descendido casi 30% respecto de 1980. Rapoport, 2000: 909
7
Elaboración propia sobre datos de SPE.
350% en 1983, se incrementó en un 627% al año siguiente. Agotados el ahorro externo
y el sistema de la seguridad social como fuentes de financiamiento, sólo quedaba
recurrir al endeudamiento interno y a la emisión monetaria.
Para ayudar al éxito del plan que se venía preparando, a principios de 1985 se
estableció un “colchón” del tipo de cambio y las tarifas públicas. En junio de 1985 el
gobierno sorprendió con la implementación del Plan Austral, el que tomó su nombre de
la nueva unidad monetaria8 que debutó cotizando a 80 centavos por dólar. El plan era de
corte netamente heterodoxo, y sus principales medidas consistían en:
Congelamiento de precios
Reducción de la tasa de emisión monetaria
Impuestos a las exportaciones
Ahorro forzoso (Inmovilización de fondos de las empresas, destinados a
financiar gastos del Estado)
Desagio. (Tabla de conversión de contratos pactados en un marco de
expectativas inflacionarias altas)
Regulación de las tasas de interés.
8
Véase anexo de unidades monetarias
9
Efecto por el cual, en contextos inflacionarios, la recaudación tributaria llega depreciada a las arcas de la
Tesorería
En tanto, los problemas de financiamiento condicionaban la política monetaria.
El Estado cancelaba servicios de la deuda externa con nuevas emisiones de deuda
interna de corto plazo. Para mantener vivo el interés de los inversores en los bonos
públicos10, se pagaban tasas de interés cada vez más altas, inmediatamente trasladadas
al escaso crédito disponible y a los mecanismos indexatorios que el propio plan se había
propuesto eliminar.
10
Caracterizada por la prensa económica de la época como festival de bonos
11
El premio Nobel de economía F. Modigliani viajó a la Argentina a mediados de los 80 para interesarse
por el plan.
12
Gerchunoff & Llach. 2000: 403
13
Vitelli,1990: 389
14
Rapoport, 2000: 924
Tabla 13: Algunos indicadores de 1989.15
Δ PBI IPC Salario Tipo de cambio Desempleo
industrial real
-4.4 4923.3 86.2 212.6 8.4 de la PEA
1980 = 100 1980 = 100
Tal como venía ocurriendo desde 1977, la presencia tasas de interés fuertemente
positivas o negativas respecto de la evolución del tipo de cambio y relativa libertad para
la entrada y salida de capitales de corto plazo recortaba la capacidad de la autoridad
económica para orientar los flujos monetarios.
Tabla 14: Variación anual del tipo de cambio y TNA pasiva. 1976 – 1989.16
Tipo de Tasa pasiva
Año cambio nominal
1976 238,48 56,0
1977 64,14 180,9
1978 91,03 129,0
1979 65,77 117,0
1980 38,02 79,4
1981 230,33 153,2
1982 491,97 128,5
1983 190,36 302,3
1984 545,71 739,6
1985 786,73 407,8
1986 57,09 94,5
1987 127,74 200,4
1988 307,92 383,2
1989 4316,66 2847,7
Esta dinámica altera también el comportamiento del sector externo como fuente
de creación de dinero: Su participación es altamente expansiva, cuando ingresan
capitales del exterior, y contractiva, cuando se retiran. Si los movimientos de entrada y
salida de capitales son por periodos cortos y actúan de manera unidireccional (sin
compensación de ingresos y egresos) se hace difícil regular la oferta monetaria por este
medio.
15
Fuente: Rapoport, 2000: 927
16
Elaboración propia sobre datos de Vitelli, Val, UADE y CEPAL
Ahorro - Inversión
17
La inversión de cartera no es inversión en sentido estricto desde el punto de vista económico. El
término se aplica a las operaciones financieras tales como compra de acciones ya emitidas o la imposición
de depósitos bancarios por parte de no residentes.
18
Elaboración propia sobre datos de UADE y CEPAL
19
A partir de 1983 no contamos con series de consumo desagregadas para el consumo público y el
consumo privado. A los fines de la contrastación empírica se va a utilizar una variable proxy para la
medición de éste último, consistente en una media de la composición del consumo total entre 1972 y
1982.
Gráfico 23: Tasa de interés real 1976 – 1990.20
40,00
40,00
20,00
20,00
0,00
0,00
-20,00
-20,00
-40,00
-40,00
-60,00
-60,00
-80,00
-80,00
1976
1976 1978
1978 1980
1980 1982
1982 1984
1984 1986
1986 1988
1988 1990
1990
20
Elaboración propia sobre datos de Val
21
Véase tabla 13
22
Elaboración propia sobre datos de Vitelli, 1990: 384
mensual. Puede apreciarse que se registran importantes ganancias en dólares en cinco de
los nueve meses que se presentan.23.
Grafico 25: Tasa media de ahorro total y privado. 1976 - 199024
0.4
0.4
0.3
0.3
0.2
0.2
0.1
0.1
00
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
PMeSt
PMeSt PMeSpr
PMeSpr
En esta etapa, el principal destino del ahorro privado parece ser principalmente
la fuga de capitales hacia el exterior. Hasta 1983 se trata casi exclusivamente de partidas
enviadas voluntariamente por sus propietarios. A partir de 1983, estos flujos se
combinan con los pagos de servicios de la deuda, financiados con ahorro privado
interno.
23
El gráfico 24 presenta los rendimientos de la tasa pasiva de interés promedio para depósitos en plazo
fijo y las variaciones mensuales de la cotización del tipo de cambio libre. Puede leerse de la siguiente
manera: Si un ahorrista hubiera vendido dólares en julio del 85 (no se aclara en que fecha porque se
presenta el promedio de las variaciones de la cotización mensual) y colocado el dinero en un depósito a
plazo fijo, a fines de marzo del 86 habría recuperado la inversión inicial en términos de dólares sin
pérdidas ni ganancias. Sí, se habría protegido de la devaluación del austral, y probablemente de la
inflación. Pero si hubiera realizado la misma operación entre julio y agosto de 1985, venta de dólares e
imposición de plazo fijo a 30 días, habría obtenido una tasa de interés en pesos cercana al 5% mensual y
se habría beneficiado con una apreciación del peso frente al dólar del 2%, lo que expresa un rendimiento
de alrededor de un 7% en dólares en un mes. Pueden verificarse rendimientos similares para algunos de
los meses del periodo analizado, y los mismos podían ser aún más importantes cuanto más cortos eran los
plazos de imposición.
24
Elaboración propia sobre datos de UADE - CEPAL
Capítulo 9. Quinta etapa: La década de la convertibilidad. 1991 - 2000
9.1. Antecedentes
Durante todo 1990 fue ministro de economía Antonio Erman González. En enero
de ese año llevó adelante una incautación de los depósitos a plazo y caja de ahorros,
canjeándolos compulsivamente por Bonex 893, lo que dio su nombre al plan.
Adicionalmente se prohibió a las entidades financieras recibir depósitos a plazo hasta
nuevo aviso. Se estima que la confiscación alcanzó al 60% de la base monetaria 4, lo que
provocó una fuerte recesión aunque no los efectos esperados en el nivel de precios. Sí,
en cambio, alivió la situación fiscal, cambiando deuda en pesos de corto plazo por
deuda no corriente en dólares y eliminando el déficit cuasi fiscal, producto de la
remuneración de los encajes de los depósitos a plazo fijo. Sin conseguir eliminar la
1
El llamado “Plan BB”, porque sus dos ministros de Economía eran ejecutivos de la multinacional
argentina Bunge y Born.
2
Rapoport, 2000: 969
3
Bonos Externos de la República Argentina, serie 1989. Se trataba de títulos de deuda en dólares, de diez
años de duración, con tres de gracia, a partir de los cuales comenzaban a amortizar el capital.
4
Rapoport, 2000: 971
inflación, pese a los sucesivos retoques aplicados, el ministro renunció en enero de
1991.
5
Rapoport, 2000: 973
6
Ahora eufemísticamente llamados mercados emergentes
7
Gerchunoff & Llach, 2000:437
9.2.2. Marco político interno
Así como en 1983 el mandato popular recibido por Alfonsín era eminentemente
institucional, el otorgado a Menem seis años después era eminentemente económico:
Había que sacar al país de la hiperinflación8. Menem asumió el gobierno en julio de
1989, seis meses antes de lo que marcaba el calendario electoral. Los primeros pasos de
su gestión fueron algo vacilantes, dejando la sensación de que no existía un plan
predefinido. La inflación era persistente, las expectativas empresarias eran cautelosas,
salieron a la luz algunos preocupantes casos de corrupción y hubo un alzamiento militar
que dejó un saldo de trece muertos.
Fuera del terreno económico son hechos destacados de la primera etapa los
atentados terroristas a la Embajada de Israel (marzo del 92) y a la AMIA10(julio del 94).
Era claro que Menem había tomado nota de las dificultades del gobierno anterior
en sus negociaciones con corporaciones y grupos de poder. Tuvo un rotundo éxito en su
relación con los sindicatos, los grupos económicos y los militares, adoptando diversas
estrategias para conformar a unos y otros. Sólo un sector de la Iglesia lo enfrentó, en
especial a partir de 1995, cuando el desempleo y la exclusión social de algunos sectores
se hicieron manifiestos.
Menem se impuso en las presidenciales de 1995 con más del 50% de los votos,
convirtiéndose en el segundo presidente argentino elegido para dos periodos
consecutivos. Para entonces, algunos indicadores, como el de nivel de empleo12,
empezaban a mostrar aspectos negativos del plan. A consecuencia de la crisis del peso
mexicano (efecto tequila), la economía no creció ese año, por primera vez desde 1990.
El paso previo fue la fijación de una banda cambiaria, con una brecha del 20%
entre la cota inferior y la superior18. Adicionalmente, se instrumentó un aumento de los
encajes bancarios. La relativa iliquidez favoreció la compra de divisas por parte del
BCRA, que comenzó a incrementar sus reservas.
La ley prescribía que el 100% de la base monetaria debe estar respaldada por oro
y divisas. Sin embargo, se aceptó que un porcentaje estuviera respaldado por bonos de
deuda del Estado Nacional, valuados a su precio de mercado. Para los detractores de la
convertibilidad este hecho constituía un desvío inaceptable, mientras que para los
defensores se trataba de un útil instrumento que permitía implementar políticas
monetarias mediante operaciones de mercado abierto.
13
Casos IBM – Banco Nación y ventas de armas a Croacia y Ecuador
14
Asesinato de José Luis Cabezas, vinculaciones del gobierno con personajes presuntamente dedicados al
lavado de dinero, y el nunca aclarado caso de la muerte del hijo del Presidente.
15
La llamada Crisis del sudeste de Asia se inició en 1997 en Tailandia, luego de una devaluación del
bhat, la moneda local, y arrastró a casi todos los países de la región, muchos de los cuales habían crecido
ininterrumpidamente en la década anterior. Afectó de manera particular a Hong Kong, lo que despertó
muchos resquemores de los mercados internacionales hacia la Argentina, dado que esta ex colonia inglesa
en China tenía un régimen de tipo de cambio similar.
16
Partido conformado por dirigentes disidentes del peronismo, del socialismo y de agrupaciones de
izquierda.
17
Superávit fiscal antes de pago de servicios de la deuda pública
18
8.000 y 10.000 australes respectivamente.
Ley Nº 23.928. “De convertibilidad”. Principales aspectos19
ARTICULO 6º — Los bienes que integran las reservas mencionadas en el artículo anterior
constituyen prenda común de la base monetaria, son inembargables, y pueden aplicarse
exclusivamente a los fines previstos en la presente ley. La base monetaria en australes
está constituida por la circulación monetaria más los depósitos a la vista de las
entidades financieras en el BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA, en
cuenta corriente o cuentas especiales.
ARTICULO 12º. — Dado el diferente régimen jurídico aplicable al Austral, antes y después
de su convertibilidad, considéraselo a todos sus efectos como una nueva moneda. Para
facilitar dicha diferenciación, facúltase al PODER EJECUTIVO NACIONAL para
reemplazar en el futuro la denominación y expresión numérica del Austral, respetando
la relación de conversión que surge del artículo 1º.
19
Las negritas son nuestras
20
Tácitamente esta función se trasladó a la banca extranjera
Simultáneamente con la convertibilidad se llevaron a cabo importantes reformas
estructurales, como desregulaciones y privatizaciones, tendientes a la apertura de la
economía. Este proceso de apertura provocó cambios sustanciales en la demanda
agregada, ante los cuales los bienes transables ajustaron cantidades (por la competencia
extranjera) mientras los no transables lo hicieron vía precio.
Además de dinero fresco y títulos de deuda que se utilizaron para equilibrar las
cuentas fiscales, la privatización de las empresas de servicios públicos trajo una notable
mejora de las prestaciones (en especial en el campo de las comunicaciones y la energía)
pero al costo de fuertes incrementos tarifarios. Por primera vez en las últimas cinco
décadas, el Estado perdía la capacidad de regular las tarifas públicas a las que
reiteradamente había manipulado como instrumentos de política económica.
Índice PBI
Año (base 100) Spr - Ipr G-T X-M
1988 100.00 8.86 6.05 2.81
1989 93.00 8.72 3.79 4.93
1990 91.70 10.71 3.82 6.88
1991 101.40 3.20 1.62 1.58
1992 111.80 -3.98 0.06 -4.04
1993 118.80 -5.28 0.10 -5.04
1994 128.90 -6.32 0.35 -6.67
1995 123.00 -2.00 0.45 -2.41
1996 128.20 -1.63 2.29 -3.91
1997 138.60 -5.76 1.40 -7.16
21
Elaboración propia sobre datos de Banco Mundial
22
CEP, 1998: 51
Esta operación, extensiva a los países de mayor endeudamiento, se conoció
como “Plan Brady”. En la práctica, fue una gigantesca securitización de deudas
hasta entonces poco menos que incobrables, y una fenomenal transferencia de estas
carteras desde los bancos hacia los inversores institucionales.
Tabla 17: Composición de la deuda externa argentina por tipo de acreedor. En puntos porcentuales
del total. Años seleccionados.23
Toda la década de la convertibilidad estuvo signada por los avatares del sector
externo, poniendo de manifiesto la indudable exposición de la economía argentina.
Cuando el reflujo de los capitales externos se hizo ostensible a partir de 1998, el
panorama era el de una economía en recesión, incapaz de generar divisas genuinas para
afrontar los compromisos externos tanto del sector público como del privado. Entre
1991 y 2001 se pagaron 62.844 millones de dólares en concepto de intereses.25
23
Ministerio de Economía. Secretaria de Financiamiento.
24
Los llamados “bonos Brady” fueron específicamente de dos tipos. De tasa flotante y de tasa fija. Los
primeros contemplaban una quita de capital del 35% sobre el valor nominal, mientras que los de tasa fija
se canjearon a la par, como su nombre lo indica, aunque con intereses repactados. Las series de bonos de
tasa variable se denominaron FRB (Floating Rate Bond) y Discount bonds. Las de tasa fija: Par bonds.
25
BBVA. Informe de coyuntura Nº 55
mediante las operaciones de mercado abierto de letras de la tesorería, a las que ya se ha
hecho referencia.
0.3
0.3
0.25
0.25
0.2
0.2
0.15
0.15
0.1
0.1
0.05
0.05
00
1990
1990 1991
1991 1992
1992 1993
1993 1994
1994 1995
1995 1996
1996 1997
1997 1998
1998
M1
M1 M2
M2 M2
M2bim.
bim.
Ahorro - Inversión
0.3
0.3
0.25
0.25
0.2
0.2
0.15
0.15
0.1
0.1
0.05
0.05
00
1991
1991 1992
1992 1993
1993 1994
1994 1995
1995 1996
1996 1997
1997 1998
1998 1999
1999 2000
2000
Ahorro
Ahorro Inversion
Inversion
La tasa media de ahorro total es del 18% del PBI para toda la década, inferior a
la del periodo de alta inflación comprendido entre 1983 y 1990, lo que una vez más
expresa el atípico comportamiento del ahorro en la Argentina en situaciones
inflacionarias.
29
Véase tabla 15
30
Elaboración propia sobre datos de CEP y CEPAL
31
CEP, 1998: 14
tanto en valores absolutos, como en términos porcentuales del producto. Se ha sugerido
que la medición del impacto del consumo de durables sobre la tasa de ahorro, podría
estar afectando a la misma, que se vería subestimada32.
La propensión media al ahorro privado (PMeSpr) es del 15% del PBI para todo el
periodo, inferior a la del ahorro interno total. Es notable la correlación que presentan
ambas series, lo que no se verifica para los periodos anteriores.
Grafico 28: Tasa media de ahorro total y ahorro privado. 1991 – 2000.33
0.25
0.25
0.2
0.2
0.15
0.15
0.1
0.1
0.05
0.05
00
1991
1991 1992
1992 1993
1993 1994
1994 1995
1995 1996
1996 1997
1997 1998
1998 1999
1999 2000
2000
PMeSt
PMeSt PMeSpr
PMeSpr
Resulta interesante comparar los niveles de precios y las tasas medias de ahorro
de los tres últimos periodos analizados:
Tabla 18: Promedio de incremento anual de índice de precios combinados y tasa media de ahorro
total. Periodos seleccionados. 34
32
López Murphy, 1998: 13
33
Elaboración propia sobre datos de CEPAL
34
Elaboración propia sobre datos de INDEC, CEPAL, y Val
35
El promedio incremental de 8.9% puede resultar engañoso, dado que incluye la tasa de inflación de
1991, superior al 70%. Una medida de tendencia central mas apropiada podría ser la mediana estadística,
que arroja un valor de 2,25%.
Tabla 19: Promedio de variaciones anuales del tipo de cambio nominal y tasa de interés real.
Periodos seleccionados.36
6% 7%
7%
6%
20%
20% 49%
49%
13%
13% 5%
5%
Titulos
Titulos Pùblicos
Pùblicos Nacionales
Nacionales
Titulos Pùblicos Prov.
Titulos Pùblicos Prov. yy Mun.
Mun.
Dep.
Dep. Plazo
Plazo fijo
fijo
Acciones
Acciones
Fondos
Fondos comunes
comunes
Otros
Otros
Como lo refleja el
36
Elaboración propia sobre datos de INDEC, CEPAL, UADE y Val
37
Brufman & Urbisaia, 1999: 103
38
Brufman & Urbisaia, 1999: 104
39
De hecho, desde mediados de la década de 1970, muchos individuos destinaban parte de su ahorro
personal a generar renta para el retiro, mediante la contratación de planes de retiro en el exterior, por lo
que ese ahorro significaba (al menos temporalmente) fuga de capitales.
40
Superintendencia de AFJP
gráfico, 54% del fondo consolidado estaba destinado al financiamiento de déficit de la
Nación y las Provincias. También es válido pensar que una proporción del 13%
depositado a plazo fijo y del 6% en cuotas parte de fondos comunes se destinaban a esos
mismos fines, dado que los bancos comerciales otorgaban préstamos y compraban
bonos a la Nación y las provincias. Por otra parte, las fuertes comisiones cobradas por
las administradoras, afectaron el rendimiento efectivo de los aportes.
100000
100000
80000
80000
60000
60000
40000
40000
20000
20000
00
1991
1991 1992
1992 1993
1993 1994
1994 1995
1995 1996
1996 1997
1997 1998
1998
Deuda
Deudapública
pública Capitales
Capitales en
enel
elexterior
exterior
41
Rapoport, 2000: 1007
42
Titulado “Tiempo de langostas” publicado por la revista “Día Siete” de México
Capítulo 10. Conclusiones finales.
Se ha examinado el desempeño del ahorro privado y sus principales
determinantes a lo largo de casi siete décadas de historia económica argentina. Puede
decirse que el comportamiento de los agentes económicos privados argentinos respecto
de este agregado muestra algunos elementos dignos de ser destacados.
Fundamentalmente se sugieren importantes contradicciones con lo afirmado por la
teoría económica respecto del comportamiento de esta variable y sus determinantes.
0.35
0.35
0.3
0.3
0.25
0.25
0.2
0.2
0.15
0.15
0.1
0.1
0.05
0.05
00
3355
3388
4411
4444
4477
5500
5533
5566
5599
6622
6655
6688
7711
7744
7777
8800
8833
8866
8899
9922
9955
9988
1199
1199
1199
1199
1199
1199
1199
1199
199
1199
1199
1199
1199
1199
1199
1199
199
1199
1199
1199
199
1199
1
St
St//YY Spr
Spr //Yd
Yd
2
Años en los que se registra una variación anual promedio del índice de precios combinados del 236%
3
Por otra parte, si bien en teoría la alta inflación estimula el consumo, la misma determina la inexistencia
de crédito hacia los particulares para la adquisición de bienes durables e inmuebles. La reaparición de los
créditos para consumo e hipotecarios registrada durante la década de convertibilidad podría señalarse
como una de las causas de la disminución de la tasa de ahorro privado en ese periodo.
4
Véase páginas 13 - 15
Respecto de los otros determinantes del ahorro es particularmente interesante
tomar en cuenta lo que sucede con la tasa de interés real y el nivel de precios. Entre
1976 y 1990, los años de más alta inflación en la Argentina, la media de la razón ahorro
– ingreso del periodo es casi cinco puntos más alta que la de 1991 – 20005. En este
último tramo, en que la tasa de interés es positiva en términos reales para toda la década,
la tasa media de ahorro es la segunda más baja de todos los periodos seleccionados,
superando sólo a la de 1935 – 1952 (que, por su parte, es el segundo periodo de menor
inflación). No obstante, se trata en este caso de simples observaciones parciales ya que
no se ha buscado evidencia empírica en este sentido. Finalmente, un comentario acerca
de la distribución de la renta: se verifican mayores tasas de ahorro para las etapas con
ingresos más distribuidos, lo que indicaría un aporte de los asalariados, comerciantes y
pequeños empresarios a la conformación del ahorro agregado.
Sin duda, infinidad de factores han convergido para que la Argentina jamás
lograra dar el salto cualitativo en términos económicos y, lejos de ello, se sumergiera en
el estancamiento en que se encuentra actualmente. Pero parece aventurado sugerir que
uno de estos factores haya sido una baja tasa de ahorro. Un estudio profundo de los
destinos dados a ese ahorro y de las razones de esa asignación seguramente podrá
arrojar más luz sobre el tema. Es una de las líneas investigativas que intenta dejar
planteadas este trabajo.
5
Veáse Tabla 18, en página 74.
6
Brufman & Urbisaia., 1999: 80
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