El objeto de análisis de este trabajo es la película de Steven
Spielberg 'Inteligencia Artificial'. Todo cuanto en ella aparece ha sido estudiado con minuciosidad y detenimiento; empero, he optado por centrarme en tres temas, que a mi juicio son los que vertebran la historia narrada: el Programa Narrativo de David (Haley Joel Osment), la identidad y la alteridad en una sociedad donde conviven Orgas (seres humanos) y Mecas (robots), y la estructura en forma de monomito o viaje del héroe.
Estos apartados están ordenados en función de la importancia que
tienen para el presente análisis. En otras circunstancias, sería lógico que la última sección figurase como la primera, puesto que incorpora sucintas notas sobre el argumento de la obra (notas que son pertinentes); sin embargo, como el destinatario de este opúsculo la conoce bien, toda introducción de ese jaez es un ripio.
Podía haber adjuntado una ficha artística de la película donde
constasen los nombres de los personajes y de los actores que los interpretan, mas he optado por poner entre paréntesis el nombre del actor al mencionar por primera vez al personaje al que da vida.
A pesar de que el punto de vista semiótico es el que predomina, no por
ello he dejado de lado una óptica cinematográfica, puesto que algunos valores fílmicos enriquecen el análisis.
Por último, el modo en que he utilizado la metodología responde más a
un planteamiento literario que esquemático. Es por ello que apenas he recurrido a índices, tablas y abreviaturas.
o El Programa Narrativo de David
David es el actor principal de este relato. Su Programa Narrativo de Base consiste en convertirse en un niño de verdad. Él mismo lo formula con estas mismas palabras cuando es abandonado por su madre putativa, Mónica (Frances O´Connor): “Si me convierto como Pinocho en un niño de verdad, ¿podré volver a casa?”. Es importante resaltar en este punto la dimensión que adquiere la expresión “de verdad”, por cuanto que el conflicto de la historia parte de la fricción entre lo natural y lo artificial.
Como se colige de lo expuesto, David cumple el rol de Sujeto. En
consecuencia, el Objeto que persigue es la mortalidad, para lo cual necesita dejar de ser un Meca y convertirse en un Orga. Este deseo de índole proteica hace que la historia sea de transformación, de un estado inicial a uno final. Ni que decir tiene que en el estado inicial el Sujeto está en disjunción con el Objeto.
La voluntad de David de cambiar de naturaleza puede ser entendida de
diferentes maneras. Por un lado, desde una visión más superficial, se podría interpretar que su deseo responde a razones de supervivencia. A pesar de su juventud, David es consciente de la sevicia con que los humanos tratan a los robots como él, y por ello quiere cambiar de grupo de referencia, pasando de una situación de indefensión a otra de bienestar. De otro lado, y remontándonos a los motivos prístinos que impelen a David a albergar este ansia, se puede interpretar que el deseo de merecer el amor de su madre es la única razón que está detrás de su anhelo de cambiar un grupo por el otro. En el primero de los casos, David sería un advenedizo; mientras que en el segundo sería un ser abnegado con una fuerte dependencia emocional. En ambos supuestos late un vehemente egoísmo, puesto que en todo momento busca la satisfacción personal, pero la primera lectura es equivocada en tanto que presenta a nuestro “héroe” desprovisto de cualquier tipo de sentimiento hacia alguien que no sea él, en una suerte de solipsismo. Como detallaré más adelante, la individualidad es uno de los temas principales que se proponen en este discurso; es decir, la imperiosa necesidad de distinguirse como un ser único, sin parangón. Para llegar a este fin, David ha de ser reconocido como tal por su madre, por lo que el último planteamiento es el válido. Como consta arriba, es fácil señalar cuál es el Programa Narrativo de Base. A lo largo de la película se expone en innumerables ocasiones. Ahora bien, lo que plantea más dificultades es indagar en los roles actanciales que cumple cada personaje que aparece en el relato. En este sentido, la función de Destinador es ubérrima en interpretaciones.
En última instancia, parece paladino que es el propio David el que se
hace a sí mismo el mandato de convertirse en un niño de verdad para arrogarse el amor de Mónica. La frase que he citado al comienzo de este apartado es un buen ejemplo de ello. No obstante, siempre es empobrecedor atender a los efectos sin tener en cuenta las causas. Toda acción o decisión, por lo general, tiene tras de sí una caterva de presuposiciones lógicas, que son las que conducen a ese momento crítico. Cuando David decide que debe convertirse en un niño de carne y hueso para granjearse el amor de su madre es porque previamente habían ocurrido una serie de hechos que le llevan a pensar de ese modo. Yendo hacia atrás, la primera vez que David siente que de ser humano Mónica podría llegar a quererle más es cuando Martin (Jake Thomas), el “auténtico” hijo del matrimonio Swinton, que permanecía en coma, regresa recuperado a su hogar. David siente desde el primer momento que éste goza de regalías por parte de su madre. Como consecuencia de ello, el cariño que Mónica le profesaba baja en intensidad; y él se resiente. Martin se erige tan pronto como entra en contacto con David en el Antihéroe. Ambos rivalizan por el amor de Mónica, sólo que en esta lucha Martin tiene todo a su favor. A causa del odio que siente hacia David, Martin hace todo lo posible por zaherirle, haciéndole ver las diferencias que existen entre ambos, en virtud de su constitución. Con aviesas intenciones, el Antihéroe de este relato le pide a Mónica que les lea en voz alta el ínclito cuento de Carlo Collodi, 'Pinocho' (principal fuente de inspiración de 'Inteligencia Artificial' , junto con 'Frankenstein o el moderno Prometeo' , de Mary Shelley). Es entonces cuando se gesta en la cabeza de David la idea de que él puede ser como el niño de madera del cuento, estimulando su magín hasta tal punto que ficción y realidad forman un todo coherente e indisoluble. Nuestro “héroe” escucha con refocilamiento y arrobo, de labios de Mónica (persona a la que cree con fe ciega), cómo el Hada Azul hace realidad los deseos de Pinocho: “El sueño terminó y Pinocho se despertó entonces maravillado. Ya no era una marioneta, sino un niño de verdad, como todos los demás”. En esta frase se aprecia igualmente esa teórica dicotomía entre lo onírico y lo real, que David aduna en un solo plano.
Como se observa, el Objeto que persigue David es en parte inducido
por otros actores, que interceden en el modo que tiene de representarse su entorno. Esto es tanto más nítido por cuanto que su ingenuidad hace de él presa fácil para todo tipo de influencias delusorias. Martin, deliberadamente, y Mónica, inconscientemente, actúan como Destinadores solapados, que si bien no establecen con el Sujeto un contrato, sí determinan su conducta. Para emitir este aserto me baso principalmente en una idea vista con anterioridad: cuando escucha la fábula que lee Mónica, David lleva a cabo un contrato de veridicción , y sin hesitar considera verosímil lo que llega a sus oídos, por cuanto que la confianza que tiene hacia su madre (una figura de incontestable autoridad para él) es total. El caso de Mónica es aún más palmario que el de Martin. Evidentemente, para nuestro “héroe” el Hacer o el Creer de Martin son intrascendentes en tanto no tengan algo que ver con su madre; pero más allá de esto, Mónica es, de hecho, Destinadora explícita cuando decide, no sin vacilar, establecer el protocolo de impronta mediante el cual autoriza a David para que la quiera.
En verdad, es muy acertado el término que aparece en la frase sacada
de 'Pinocho'. David es una suerte de marioneta tirada por varios hilos que le dejan sin libre albedrío. El Doctor (y no profesor, como consta en el doblaje) Allen Hobby (William Hurt), su creador, es el primer Destinador de la historia. David es la materialización de su voluntad de crear “un Meca hijo capaz de amar a sus padres, con feedback neuronal” ; o, como añade a continuación: “un robot que sueñe”. Desde la presentación, Hobby aparece como el demiurgo; él tira de los hilos, pues está en la esfera más alta. Cada paso que da nuestro “héroe” es observado por él; más aún, deja señales en el camino para que pueda llegar al final de su búsqueda (indicaciones dadas por el Dr. Know para encontrarse con él). Esto entronca con la fábula de 'Pulgarcito'. Sus roles actanciales no se limitan a esto. En la parte final de la película actúa como Destinador-juez. Acto seguido reproduciré el diálogo que tiene lugar entre él y David cuando éste llega al lugar donde nacen los sueños (el fin del mundo, Manhattan):
HOBBY: Nunca he hecho un niño tan real. Si aplicamos la lógica, eso
me convierte en tu Hada Azul.
DAVID: Usted no es ella.
HOBBY: (...) El mayor don del ser humano: la capacidad de perseguir nuestros sueños, algo que ninguna máquina podía hacer hasta que llegaste tú.
DAVID: Yo creí que era único.
HOBBY: Mi hijo era único. Tú eres el primero de tu género.
Como de deduce de este fragmento, el Destinador-juez sanciona
positivamente la acción del Sujeto. El doctor Hobby ve cumplido su deseo de crear un Meca capaz de soñar y de ir en pos de ese sueño. Empero, no es consciente de que el Sujeto no comparte su sanción, puesto que no ha cumplido su propósito, no ha llegado al final de su camino.
Además de Mónica y Hobby (y el propio David, que es el más
importante), todavía hay otro Destinador: los Mecas que aparecen transcurridos 2000 años (representados por un preboste que es el narrador de la historia), quienes adoptan la forma de Hada Azul y cumplen su deseo. Este Destinador no le encomienda ninguna acción; lo único que hace es sancionar en buenos términos la acción emprendida en el pasado por el Sujeto, y con ello acceder a sus ímpetras (aunque, como es sabido, su anhelo de ser querido por Mónica sólo dura un día, tras el cual ambos duermen eternamente). El relato acaba bien en la medida en que al final el Sujeto está en junción con el Objeto, si bien no por mucho tiempo. Aun así, el hecho simbólico de cerrar los ojos se puede entender como una prolongación en el mundo de los sueños de ese estado de junción. Una figura capital que ha salido varias veces y de quien todavía no me he ocupado es el Hada Azul. En realidad, pertenece a la fantasía, por lo que no es un actor estrictamente. No obstante, sí podemos decir que es un actante, puesto que, de alguna manera, y aunque sólo sea por la apariencia con que se recubre, es quien sanciona la acción de David. La búsqueda del Hada Azul (una de las piezas musicales compuestas por John Williams lleva este título) es el Programa Narrativo Auxiliar (o de Uso) de David. Éste necesita encontrarla para que, al igual que hiciera con Pinocho, le convierta en un niño de verdad.
Hay otros actores que intervienen en el relato y que tienen una
aportación estimable. El oso Teddy (el superjuguete que da nombre a la obra original de Brian Aldiss en la que se basa la película: 'Supertoys last all summer long' ) y Gigoló Joe (Jude Law) son los clásicos ayudantes del héroe. De una u otra forma, subvienen al Sujeto para que su acción llegue a buen fin.. En el tercer punto de este análisis estudiaré con más profundidad la función que desempeñan.
Además de ellos, está Henry (el marido de Mónica), quien a medida
que avanza la historia se va convirtiendo en un Antihéroe, pues manipula a aquélla para que abandone a David (entregándolo a Cybertronics, lo que supondría su destrucción), por el peligro que pudiera representar para Martin y para el resto de la familia. Henry se vale de la manipulación fundada en la intimidación para que Mónica actúe tal y como él quiere, espetándole: “Si le crearon para amar, ¿no es razonable pensar que también sabe odiar?”. Por lo tanto, lleva a cabo una acción persuasiva (Hacer Hacer) donde él es el Destinador y ella la Destinataria. Esta manipulación se produce entre dos actores distintos de nuestro Sujeto. Sin embargo, durante el relato acontece otra manipulación en la que David es el Destinatario y Martin el Destinador. Este último le propone que le corte un mechón de pelo a Mónica para que le diga a ésta que quiere a David. A esto añade: “Si lo llevas encima, ella te querrá aún más”. Inicialmente, es una manipulación en forma de tentación. A pesar de suponer una tentación suculenta, David se resiste arguyendo que no puede hacerlo.
Aquí entramos en las modalidades de la capacidad de obrar. Nuestro
“héroe” siente unas dudas tremendas. Quiere hacerlo (por lo tanto, cumple el primer requisito, la modalidad virtualizante ), pero no puede (es incapaz en un primer momento de superar esa modalidad actualizante ). Por lo demás, sabe cómo hacerlo, pero eso es lo que menos le preocupa.
Martin, al ver que su manipulación no da resultado, opta por cambiar la
forma de ésta, pasando de la tentación a la intimidación (eso sí, velada). Entonces le espeta: “Me lo has prometido; me has dicho dímelo y luego te lo prometo, ¿o no?”. Al final, nuestro Destinatario cede a su voluntad, y esta manipulación a que es sometido es el principio del fin de su unión con Mónica.