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Este documento contiene varios párrafos cortos sobre temas religiosos como la salvación, el ministerio cristiano, y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Incluye historias e ilustraciones como la de Lutero desalentado y la confesión de un teólogo católico sobre la riqueza de la iglesia en comparación con las enseñanzas de Jesús. El documento provee reflexiones y consejos espirituales a través de varios ejemplos bíblicos.
Este documento contiene varios párrafos cortos sobre temas religiosos como la salvación, el ministerio cristiano, y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Incluye historias e ilustraciones como la de Lutero desalentado y la confesión de un teólogo católico sobre la riqueza de la iglesia en comparación con las enseñanzas de Jesús. El documento provee reflexiones y consejos espirituales a través de varios ejemplos bíblicos.
Este documento contiene varios párrafos cortos sobre temas religiosos como la salvación, el ministerio cristiano, y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Incluye historias e ilustraciones como la de Lutero desalentado y la confesión de un teólogo católico sobre la riqueza de la iglesia en comparación con las enseñanzas de Jesús. El documento provee reflexiones y consejos espirituales a través de varios ejemplos bíblicos.
predicar en una iglesia rural, escogió como su texto clave aquel pasaje del Sermón del Monte que dice:
“Vosotros sois la sal de la tierra.” A medida que
predicaba se iba llenando de entusiasmo, siendo una de sus frases más brillantes: Amado hermano mío, jamás olvides las palabras de nuestro Señor, de que somos sal y sal fuerte; pero si te descuidas no podrás ser como Dios dijo a Abraham: “sal de tu tierra y de tu parentela”.
La congregación escuchaba en silencio pensando:
¡Cuánto sabe de Biblia este hermano! ¿Sabe tanto usted como el predicador o como la congregación?
¿QUE ES UN MINISTRO? <540412>1 Timoteo 4:12.
I. Un ministro del evangelio debe ser un hombre de
gran sentido común. II. Debe tener una mente bien cultivada y una profunda experiencia.
III. Uno que recibe su instrucción directamente de
Dios, y que estudia detenidamente al hombre.
IV. Un hombre que ora mucho, lee mucho y estudia
mucho.
V. Un hombre que cree que Dios le dio su trabajo, y
lo hace como si Dios estuviera vigilándolo, y da toda la gloria a Dios.
VI. Un hombre que permanece bajo la inspiración
del todopoderoso y ha atesorado la palabra divina en su corazón para no pecar contra El. —Adam
la encontró y le preguntó: — ¿Ya terminó el sermón? — No— respondió la anciana—, ya lo predicaron, pero no se ha terminado. Ahora voy a hacer mi parte del sermón, a vivirlo.
Cuando una congregación, por pequeña que sea
reacciona de manera tal por causa de los sermones de su pastor, el beneficio es incalculable. — El heraldo de santidad.
109. J. WHITEFIELD Y EL NUEVO
NACIMIENTO
<430303>Juan 3:3. El renombrado Jorge Whitefield predicó tantas veces sobre el texto que dice:
“Os es necesario nacer otra vez”, que una persona
de su auditorio le preguntó: “¿Por qué predica usted tanto sobre el mismo texto?” La respuesta fue la siguiente: “Porque os es necesario nacer otra vez.”
110. MOODY Y EL DINERO PARA UNA
CAMPAÑA <470807>2 Corintios 8:7.
En una ocasión Moody reunió a un grupo de
industriales y comerciantes cristianos para hablarles de los problemas financieros de una campaña de evangelización. “Vamos a hacer una reunión de oración ahora mismo”, dijo uno de ellos piadosamente, “para pedir al Señor que mande los medios”. “No”, dijo
Moody sin circunloquios; “los que hay que hacer es
levantar una ofrenda ahora mismo”. —Tribuna Evangélica.
207. BUENOS Y MALOS DESEOS
<480419>Gálatas 4:19.
Pregunté a un estudiante qué era lo que más
deseaba tener en la vida, y me contestó: “Libros, salud y quietud.” Hice la misma pregunta a un usurero prestamista y me dijo: “Dinero, dinero y más dinero.” A un pobre que encontré le dirigí la misma pregunta, y sin vacilar me dijo: “Pan, pan, pan.” Un beodo que iba por la acera donde yo caminaba, al hacerle yo esta pregunta, me dijo: “Un poco más de aguardiente.” Luego, dirigiendo mi vista hacia donde estaba una multitud, les pregunté lo mismo, y me contestaron todos: “Riqueza, fama, placeres.”
Un tanto desilusionado, porque no me satisfacía
ninguna contestación, pregunté
a un anciano que tenía fama de muy bueno, qué
era lo que más ambicionaba en la vida, y éste contestó con toda calma y dulzura: “Primeramente deseo encontrar a Cristo; en segundo lugar, parecerme a Cristo, y en tercer lugar, ser como Cristo.” —Seleccionado.
208. LUTERO DESALENTADO
<111909>1 Reyes 19:9-18; Mat 14:31; <411615>Marcos 16:15-18;
<440915>Hechos 9:15; 18:9.
Se refiere de Martín Lutero la siguiente anécdota.
“Una vez estaba yo penosamente intranquilo por
mis propios pecados, por la maldad del mundo, y por los peligros que rodeaban a la iglesia. Entonces mi esposa, vestida de luto, se acercó a donde estaba yo, y con gran sorpresa le pregunté quién había muerto. Con sus respuestas tuvimos el dialogo que sigue:
—¿No sabes? ¡Dios en el cielo ha muerto!
—Pero, ¿cómo puedes decir semejante desatino,
Catalina? ¿Cómo puede Dios morir? ¡El es inmortal!
—¿Es cierto esto?
—¡Indudablemente! ¿Cómo puedes dudarlo? ¡Tan
cierto como que hay Dios en el cielo, es que él nunca morirá!
—Y, entonces ¿por qué estás tan desalentado y
abatido?”
Comprendí cuán sabia era mi esposa y dominé mi
pensar. —Exp. Bíbl.
192. LA RELIGION ESPIRITUAL
SUPRIMIDA <530204>2 Tesalonicenses 2:4.
Con el deseo de ser perfecto, Pedro de Valdo siguió
el consejo de un sacerdote: Fue y vendió sus posesiones, y después de dar una porción a su esposa y a su hija, repartió lo demás entre los pobres. En el año 1179 Pedro de Valdo pidió permiso al Papa para predicar y tuvo que someterse a un examen. Una de las preguntas que tuvo que contestar, fue si creía en la madre de Cristo. Contestó creía los datas históricos con respecto a ella; pero que no creía en ella como objeto de la fe para la salvación. El papa le rehusó el permiso para predicar. Sin embargo, Pedro de Valdo salió a predicar y reunió un buen grupo de creyentes que llegó a ser el blanco de la persecución de parte de la Iglesia Católica Romana.
398. AFINEMOS NUESTROS OIDOS
<500408>Filipenses 4:8.
Cierta niñita fue a visitar a su tía, que vivía en
otra provincia. Un día ésta la encontró llorando. — ¿Qué te pasa, querida? —le preguntó.
—Tengo hambre, nada más —respondió la niña.
—No necesitas pasar hambre en la casa de tu tía —
contestó ella.
A los pocos segundos volvió con una taza de leche y
pan. —No tengo hambre de estas cosas —dijo la niñav, sino de oír decir a mamita:
“Ven, preciosa, un beso para mamita.” ¡Pobre
pequeña nostálgica! Sus oídos estaban acostumbrados a los dulces tonos de la voz de la madre, y ninguna otra
cosa la satisfacía.
Adiestremos nuestros oídos hasta que respondan
claramente a lo puro, a lo dulce, a lo hermoso y sean sordos a los sonidos duros, bajos y vulgares. Y
Dios nos ayudará a mantener nuestra vida a tono
con la suya.
449. “HAGASE TU VOLUNTAD”
<490417>Efesios 4:17.
Si todos los hombres siguiesen la voluntad de Dios
esta tierra sería semejante al cielo, pero como los hombres del mundo hacen la voluntad del diablo, la tierra más se parece al infierno, sin duda.
Que el diablo domina la voluntad de los hombres
que viven sin Dios y sin Cristo es un hecho que no admite réplica. El infortunado poeta Burns decía, para explicar su vicio terrible: “Si en un cuarto hay un galón de licor, y un cañón está listo para despedazar al que vaya a beberlo, yo no me detengo a pensar, sino
que me lanzo a tomar el licor.” El Señor nos ha
librado de esta debilidad, y nos ha dado una naturaleza que aborrece lo malo que antes amábamos. ¡Gloria sea a él! “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.” A los cristianos verdaderos no les será difícil rendir su voluntad por completo a la voluntad de
Dios.A. B. Carrero.
466. LA CONFESION DE UN TEOLOGO
CATOLICO <660314>Apocalipsis 3:14-19.
Se cuenta que Tomás de Aquino, el famoso teólogo
de los católicos, llegó a visitar al Papa y lo encontró contando el dinero. El Papa le dijo: “Ya ves,
Tomás, no podemos decir como decía San Pedro: No
tenemos plata ni oro.” Y Tomás de Aquino contestó: “Tampoco podemos decir como dijo él: Levántate
y anda.”
¿Es posible que algunas iglesias se hayan interesado
tanto en lo material que han descuidado a los necesitados y han perdido su poder espiritual?