En este día nos acercamos a ustedes con el fin de brindarles un afectuoso saludo de
bienvenida, para recibirlos con el deseo renovado de compartir un intenso ciclo de trabajo
en conjunto.
Inauguramos así un nuevo año escolar, colmado de oportunidades para crecer como
miembros de esta comunidad. Lo hacemos con la esperanza de poder acompañarlos en una
formación íntegra de nuestros estudiantes, ya que si se respeta la naturaleza del ser humano,
la enseñanza de los contenidos no puede darse alejada de la formación moral del educando.
Ahora bien, ¿cómo lograrlo? En la práctica diaria del trabajo conjunto está la respuesta. Es
necesario escuchar las distintas voces que intervienen en este proceso para que, respetando
la diversidad que nos atraviesa, podamos dar respuesta a las necesidades de cada estudiante.
Nuestra tarea como docentes es exigir de ellos lo más que puedan dar, porque sólo saliendo
de la zona de comodidad (entendiéndose por eso "lo conocido") se encuentran los mayores
logros.
Hoy la escuela les da la bienvenida y les brinda un espacio donde podemos escucharnos,
respetarnos, elegir, decidir, preguntar, compartir y construir. En la conciencia de que
nuestro paso por el mundo no es algo predeterminado, preestablecido, sino que el destino es
algo que necesita ser hecho y de cuya responsabilidad no podemos escapar, los invitamos a
recorrer un camino que cada año se renueva. Estamos seguros de que va a ser una
experiencia transformadora.
Muchas gracias a todos por acompañarnos en este acontecimiento que celebra el inicio del
ciclo lectivo.