COMO TRATAR CON PERSONAS CON DISCAPACIDAD FISCA (AMPUTACION)

Una persona con amputación que utiliza una prótesis sin duda ve afectada su calidad de vida, ya que
además de presentar limitaciones funcionales a veces el grado de dependencia se hace mayor lo que
conlleva a que tengan problemas psicosociales de adaptación, generando en muchos casos trastornos de
tipo emocional. Después de que se pasa el agotamiento emotivo inicial, no hay, aparentemente, ningún
proceso especial que se pueda definir como neurótico o psicótico durante el período de ajuste de la
amputación. De todas formas, no es sorprendente que se relaten una variedad de conductas como la
frustración o timidez.

Las directrices generales que se debe seguir para el abordaje de PCD física en lo docencia universitaria
son:

 Se requiere que el docente sea empático es decir que tenga la capacidad de comprender como se
siente y piensa la persona con discapacidad física con relación a lo que está sucediendo en su
alrededor.

 En la relación Docente- estudiante es esencial construir un vínculo afectivo y de confianza para

que el alumno con discapacidad puedan acudir a su docente para realizar consultas, saber en qué
aspectos debe trabajar más o repasar. A mayor comunicación y confianza mayor será la
motivación para ambos, ya que el estudiante con PCD sentirá que “él o ella cree en mí” mientras
que el docente podrá visualizar “logros concretos” y realizar una evaluación acorde a los mismos.
Por lo que es fundamental visualizar al alumno en su primer día de clases y cómo ha progresado
mes a mes durante el semestre.

 También se deberá incorporar modificaciones, adaptaciones de materiales y actividades que no

afecten la integridad física de la persona con amputación.

 Mantener el piso del aula libre de obstáculos (como mochilas, bolsas, cajas u otros objetos), en
especial en el trayecto entre la puerta y la mesa del alumno, con el fin de disponer de espacios
suficientes para las muletas.

 Colocar una barra en la parte inferior del pizarrón, así como alrededor del aula, para que el alumno
pueda trasladarse y detenerse.

 La persona con discapacidad física necesita sentirse tratada con “normalidad”. Explicar a los
estudiantes que no deben llevarse por la apariencia física. Procurar mantener una actitud y un
modo de interacción completamente natural. No fijar las miradas en la prótesis, ya que esto
puede causar mucha incomodidad en la persona y lastimar su autoestima.
 El docente no debe tener problema en aludir a actividades que el alumno con discapacidad física
no pueda realizar o realidades que no le son accesibles ya que son habituales en el mundo en el
que vive y tiene que conocerlas.

 Las personas con discapacidad física pueden utilizar formas de desplazamiento de muy diversos
tipos: a pie, con muletas o bastones… Sea cual fuere su forma de hacerlo, deberán conseguir toda
la autonomía que les sea posible. Si se les acompaña sólo se tiene que servir de apoyo, nunca
sustituir sus deseos e iniciativas.

 Respeta cualquier forma de desplazamiento que utilice por muy llamativo que éste resulte. Si va
a pie con muletas o bastones, acomodar el ritmo al suyo, nunca obligarles a ir más deprisa.
Permitir que se tomen el tiempo que necesitan para su desplazamiento.

 Tener cuidado de que siempre tenga al alcance estos recursos. Nunca obligarlos a separase de
ellos.

 Si se cree que puede necesitar ayuda, pregúntaselo. No anticiparse privándole de la oportunidad

de decidir.

 Cuando la prueba implique habilidades de manipulación motriz, hay que concederles un tiempo
más amplio para su realización -entre un 25% y un 50%, en función de la clase de prueba y del
tipo de ayuda técnica que se utilice.