REPÚBLICA
Economía Estado y Sociedad 1865 – 1880
Creemos que esto, en lugar de desmeritar este esfuerzo colectivo, lo enriquece, ya que
permite el lector formase una visión amplia y no sectaria de la evolución histórico – social
del pueblo dominicano durante ese largo período que se conoce como “La Segunda
República”.
La expansión del sistema capitalista mundial hizo posible a los centros hegemónicos pasar
a comerciar directamente con la República Dominicana, abandonándose el sistema anterior
de las plazas intermediarias del Caribe. Por ello es importante anotar también el
crecimiento de volumen del comercio exterior dominicano y la consolidación de una clase
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de mercaderes nacionales que aparentemente prefirió desplazarse al comercio directo con
las metrópolis pues le deparaba mayores ganancias. Fue el surgimiento de productos
nuevos, sin embargo, el que terminó por desplazar a los centros del Caribe, lo cual sucedió
después de 1880.
Comercio
Las importaciones crecían a nivel normal más rápido que las exportaciones. De 1868 a
1872 pasaron de 1,109,410 pasos fuertes a 2,398,415 pesos fuertes, con un tonelaje de
25,612 a 70,987. El desnivel se advierte comparando los volúmenes exportados entre 1868
y 1872. Esa situación generaba, junto con el problema presupuestario, la principal fuente de
desequilibrio económico de la época que requería, como única solución, emisión de papel
moneda o de diversos tipos de títulos de la deuda pública.
Grupos Sociales
Acerca de la estructura social en las áreas urbanas tenemos un buen material consistente en
un censo de la ciudad de Puerto Plata. Dicho censo nos muestra que la población
económicamente activa tenía dos grandes ocupaciones: el comercio y las labores agrarias.
Sobre la última es importante destacar que Puerto Plata era la principal ciudad mercantil de
la República y que, aún así, tenía una gran población ocupada en labores agropecuarias.
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Obviamente existió una correlación entre la acumulación comercial, que se acentúa después
de 1872, el enriquecimiento relativo de los altos funcionarios del Estado y la fundación de
los primeros ingenios azucareros.
Esa correlación que hemos establecido explica el hecho de que los primeros ingenios se
fundaron exclusivamente en los alrededores de las ciudades de de Santo Domingo y Puerto
Plata, que eran los centros básicos del poder económico y político del país.
El estudio del Estado desde una perspectiva económica es de gran interers para comprender
la economía y la sociedad del período. Las finanzas del Estado se basaban de manera casi
exclusiva en los impuestos indirectos de Aduanas. En 1868 el total de recaudaciones fue de
478, 768 pesos, correspondiendo a las aduanas 455, 539 o sea, el 95.1%. Una proporción
similar se ve en años próximos. Dentro de los derechos de aduanas el más importante era el
de importaciones, luego de exportaciones y por último el de tonelaje, que se cobraba a un
peso por tonelada de carga del banco, correspondiendo en 1868 respectivamente
355,044,56, 503 y 22.111.
Las entradas totales tuvieron algunas variaciones, yendo desde 478, 768 en 1868, 682,944
en 1869, 775, 193 en 1870 y 701.887 en 1871. Y en este orden de ideas las entradas
extraordinarias tras la caída de Báez no desaparecieron totalmente, cobrando el gobierno de
Gonzáles una suma importante del gobierno haitiano a raíz del acuerdo de 1874.
El presupuesto o más bien los egresos del Estado, puesto que a menudo no había
presupuesto y cuando había no servía de mucho en la regularización de los gastos, se
destinaba casi exclusivamente a pago de sueldos, en proporción superior al 90%. Muy
raramente el Estado hacía adquisiciones de bienes y hacerlas, eran más bien de armas y
otros pertrechos militares. En los gastos corrientes había un predominio completo de ramo
militar.
En 1872 el total de gastos ascendía 894, 126 pesos, de los cuales 647,938 pesos fueron
destinados al ramo de guerra y marina, o sea, un 72%. Estos datos nos hablan de la
naturaleza militarista del Estado y de la situación de guerras civiles y nacionales. En 1869
había un total aproximado de 2, 628, 300 pesos nacionales.
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Luchas Sociales
Sin embargo, el poder social de ambos grupos era reducido. Estimamos que sólo al final del
período que hemos estudiado, con la ampliación de los intercambios externos y la hemos
estudiado, con la ampliación de los intercambios externos y la ocupación en áreas más
diversas, es que el grupo comercial pasa a tener un poder social bien definido, y aún en ese
período creemos que era un grupo pequeño y todavía bastante poco poder económico.
El anexionismo casi universal de la Primera República había cedido, pero al menos hasta
1867 (último gobierno de Báez), siguió siendo la manifestación ideológica de la político
más importante de las clases dominantes.
Otro aspecto es que este período el grupo anexionista de Báez a pesar de la significación de
la guerra restauradora, mantuvo el apoyo de gran parte y quizá en algunos momentos de la
mayoría del campesinado.
Curiosamente este apoyo era mayor en el Cibao, que fue la cuna de la Restauración, el hito
más importante de las luchas nacionales del pueblo dominicano, mucho más que la
independencia de 1844. El Estado en la medida en que las misérrimas condiciones
económicas lo permitían, como vehículo de explotación social del campesinado.
En las últimas dos partes sobre la navegación y el comercio, el profesor Cassá destaca
varios hechos económicos de gran importancia par comprender la evolución social y
política dominicana e su época.
En primer lugar, considera que durante el periodo comprendido entre el inicio de la segunda
república y los finales del siglo XIX pueden apreciarse tres etapas de su desenvolvimiento
económico; la primera, 1865-1872 en el que se produce una lenta recuperación de los
efectos de la guerra restauradora, pero caracterizado en general por el estancamiento y la
inestabilidad; la segunda, 1872 – 1880, en la que hubo una expansión sostenida pero en
base a los productos de exportación tradicionales; tabaco y maderas, mientras que en el
tercero, del 1880 en lo adelante, se manifieste una nueva expansión, pero ésta producida
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por el surgimiento de nuevos productos que aunque no los señala específicamente en ese
punto, se trata de al parecer del azúcar, el café y el cacao.