Las construcciones que desempeñan las funciones propias de los sustantivos o de los
grupos nominales (sujeto, complemento directo, término de la preposición, etc.) se
denominan tradicionalmente oraciones subordinadas sustantivas (también cláusulas
sustantivas o proposiciones sustantivas, además de oraciones completivas), por ejemplo:
Los trabajadores deseaban que les subieran el salario un quince por ciento. Estas se
pueden sustituir por pronombres neutros: Los trabajadores deseaban eso; Los
trabajadores lo deseaban.
La oración subordinada está incrustada o insertada en una unidad más amplia, llamada
tradicionalmente oración principal. Son argumentales, y pueden depender de un verbo, o
bien, pueden estar también incrustadas en un grupo nominal (la prueba de que tienes
razón), adjetival (contenta de que la hayan llamado) o adverbial (antes de que te cases).
Las enunciativas y las interrogativas indirectas pueden presentar el verbo en una forma
personal, pero también en infinitivo, como en Espero aprobar las matemáticas; No sé qué
hacer; No sabíamos si felicitarla. Cuando se construyen con un verbo en forma personal,
esta puede ser de indicativo (Sé que está contento; No recuerdo quién te llamó;
Averiguaré si nos han descubierto) o de subjuntivo (Me alegro de que regrese pronto;
Depende de cuánto cueste el auto). Las exclamativas indirectas, en cambio, presentan
por lo general el verbo en indicativo.
Desde el punto de vista de la función que desempeñan, pueden ejercer la función de
sujeto (Conviene que aproveches el tiempo; Es curioso quién lo dice), la de objeto
directo (Esperamos que se reponga usted pronto; Ya veré cómo puede hacerse) y la de
término de preposición. En este último caso, el grupo preposicional resultante puede
complementar a un verbo (Me acuerdo de que te gustaba el teatro; Depende de quién lo
dijera), a un nombre (la posibilidad de que venga, el misterio de qué llevaba), a un adjetivo
(partidario de que cambien al entrenador, sorprendido de cuánto gastaba) o a ciertos
adverbios (después de que amanezca, independientemente de quién lo dijera).