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INTRODUCCIÓN

OBJETIVOS
COMPETITIVIDAD
Desde finales del siglo XX el proceso de globalización se ha caracterizado por la
expansión de los mercados y el surgimiento de espacios, actores y factores de
competencia en el escenario internacional, tanto para los países como para las
instituciones y las empresas.

El marco conceptual de la competitividad fue establecido en el siglo XVII por las


teorías de comercio internacional, cuya esencia está centrada sobre todo en
aspectos económicos. El principal mentor de estas teorías fue David Ricardo,
quien destacó por su metodología de las ventajas comparativas.
La teoría económica clásica basa las ventajas comparativas de una región o una
nación en la abundante dotación de factores básicos de producción (tierra, mano
de obra y capital) y sobre todo, en la abundancia relativa de recursos naturales.
Con la globalización y toda una serie de elementos innovadores como
tecnologías de avanzada, nuevos patrones de consumo y una mayor conciencia
sobre la conservación de los recursos naturales, surge toda una
reconceptualización del término ‘competitividad’, donde las ventajas
comparativas como motores de desarrollo evolucionan hacia las ventajas
competitivas.

Las ventajas competitivas se crean a partir de la diferenciación del producto y de


la reducción de costos; aquí la tecnología, la capacidad de innovación y los
factores especializados son vitales. Los factores especializados no son
heredados (como sí lo es la base de recursos naturales), son creados y surgen
de habilidades específicas derivadas del sistema educativo, del legado exclusivo
del “saber-cómo” (“knowhow”) tecnológico, de la infraestructura especializada,
de la investigación, de la capacitación que se le ofrezca al recurso humano, de
mercados de capitales desarrollados y de una alta cobertura de servicios
públicos de apoyo, entre otros. Las ventajas competitivas son únicas y es difícil
que competidores de otras regiones puedan replicarlas o acceder a ellas, ya que
además de responder a las necesidades particulares de una industria concreta,
requieren de inversiones considerables y continuas para mantenerlas y
mejorarlas.

El proceso de apertura comercial ha puesto al descubierto una serie de


debilidades y amenazas que deben afrontar todas aquellas unidades
económicas que no se encuentran preparadas para lidiar ni con las nuevas
exigencias, reglas y condiciones internacionales que presenta el nuevo esquema
de la agricultura, ni con los desequilibrios ya existentes entre los países (como
diferentes tamaños y escalas de producción).
Tales debilidades y amenazas son el resultado de la dificultad de adaptarse a las
nuevas condiciones de la economía internacional y derivan, a su vez, de
situaciones no competitivas que van más allá de los aspectos considerados por
las teorías de comercio internacional. Tal y como se mencionó, los conceptos
puramente economicistas empiezan a mezclarse con otros de orden no
económico como: diferenciación de productos, calidad, poder de negociación,
cultura, política, calidad del recurso humano, protección y estado de los recursos
naturales y características de la ubicación espacial. De esta forma, estos nuevos
factores se suman a la determinación de la competitividad. La interacción de
estos elementos ha dado como resultado un término mucho más equilibrado
conceptualmente y que tiende a asociarse con temas como rendimiento
económico, eficacia social y sostenibilidad ambiental.

A nivel institucional el concepto de competitividad de la agricultura se entiende


dentro del marco del desarrollo sostenible, el cual se compone de cuatro
dimensiones interrelacionadas: la social, la política institucional, la ambiental y la
económica, cuyos indicadores globales son respectivamente: equidad,
gobernabilidad, sostenibilidad y competitividad.

Asimismo, se distingue entre competitividad y competencia, al considerar a la


primera como un concepto multidimensional que hace referencia a un proceso a
través del cual se llega a un resultado: la competencia.

Por otro lado, según los elementos que alimenten a la competencia, se puede
distinguir entre competitividad espúrea (ilegítima) y competitividad auténtica9. La
primera es aquella competitividad basada en desequilibrios tales como: la
sobreexplotación de los recursos naturales y de la mano de obra, y las ventajas
artificiales de costos, provenientes de subsidios a los factores y de la
depreciación de las tasas de cambio, entre otros. La segunda, también conocida
como competitividad real, se basa en precios de equilibrio y busca compatibilizar
un mejor nivel de vida con un desarrollo sostenible.

ANALISIS DE COMPETITIVIDAD

El enfoque sistémico distingue cuatro niveles de análisis, distintos pero


interrelacionados entre sí, cuyo fin es examinar la competitividad: el nivel ‘meta’,
el nivel ‘macro’, el nivel ‘meso’ y el nivel ‘micro’.
 NIVEL META
Este nivel se inserta de forma complementaria en cada uno de los otros
niveles, y se refiere a aspectos del recurso humano, como desarrollo de
habilidades y conocimientos y, por ende, comprende los temas de
educación y capacitación.
 NIVEL MACRO
En este ámbito aparecen elementos12 de carácter social (como la
inseguridad ciudadana), y las variables macroeconómicas manejadas por
el Estado, como el déficit fiscal, la inflación, y con ella el tipo de cambio y
la tasa de interés, las cuales afectan sustancialmente el comportamiento
productivo. También entran en juego aquellos aspectos externos al país y
que influyen en la cadena, como son los precios internacionales y las
exigencias de calidad en los mercados finales. Las políticas de manejo
integrado de recursos naturales se conciben en este ámbito con el fin de
mantener el equilibrio de todo el sistema de desarrollo sostenible.
Asimismo, dentro de este ámbito, se encuentran factores referentes a la
demanda, tales como: gustos y preferencias de los consumidores,
volumen y tendencia de crecimiento, origen, tipo y grado de segmentación
y exigencias o grado de sofisticación de los consumidores.
 NIVEL MESO
En este espectro se destacan elementos como la infraestructura y el
desarrollo de logística, la base de recursos naturales, las características
agroecológicas y los elementos climáticos.
 NIVEL MICRO
A nivel micro, se identifican factores que condicionan el comportamiento
de la empresa, como la productividad, los costos, los esquemas de
organización, la innovación con tecnologías limpias, la gestión
empresarial, el tamaño de empresa, las prácticas culturales en el campo,
tipo de tecnologías, conciencia ambiental de la empresa, diversificación y
control de calidad de los productos, avance en esquemas de
comercialización y distancias entre fuentes de materias primas, empresa
y mercados (traducido en costos de transporte).

Competitividad es un concepto comparativo fundamentado en la capacidad


dinámica que tiene una cadena agroalimentaria localizada espacialmente, para
mantener, ampliar y mejorar de manera continua y sostenida su participación en
el mercado, tanto doméstico como extranjero, a través de la producción,
distribución y venta de bienes y servicios en el tiempo, lugar y forma solicitados,
buscando como fin último el beneficio de la sociedad.
Tal capacidad depende de una serie de elementos a nivel macro, meso y micro,
tanto económicos como no económicos. A nivel macro intervienen aspectos
referidos al país y a sus relaciones con el resto del mundo. A nivel meso se
destacan factores espaciales: distancia, infraestructura de apoyo a la
producción, base de recursos naturales e infraestructura social.
En el nivel micro, se destacan los factores relevantes para la empresa, referidos
a precio y calidad, así como factores espaciales que condicionan directamente a
la empresa.

La incorporación de los principios de competitividad al desarrollo de


las funciones, actividades y operaciones de la empresa, permite a esta
incrementar su nivel de competitividad, ahora bien la efectividad con que se
apliquen estos principios determinara el nivel de esa competitividad que
la empresa este alcanzado, o bien el nivel en que se encuentre.
Las etapas de evolución de la competitividad son cuatro cada una de ellas tiene
un nombre especifico y una serie de características que las distinguen es así
como se tiene:

 ETAPA 1: INCIPIENTE
La empresa es altamente vulnerable a los cambios del medio
ambiente como funciona de manera autodefinida, actúa según las
presiones del mercado o bien a capricho y estado de humor de sus
dueños, la aplicación de los principios de competitividad es prácticamente
nula y tiene poco control sobre su destino, reaccionando más bien por
intuición a los cambios del medio ambiente y por ende se desorienta y se
desconcierta con todo lo que sucede, tanto interna como externamente.
 ETAPA 2: ACEPTABLE
Se han subsanado los principales puntos de vulnerabilidad contándose
con los cimientos adecuados para hacer un buen papel ante los ojos del
público consumidor y la competencia. Los principios de competitividad se
aplican aceptablemente, y aunque no se dominan totalmente, es claro que
para seguir compitiendo se requiere fortalecerlos, el equipo directivo se
hace responsable del futuro de su organización y dirige su destino hacia
donde visualiza lo que mejor le conviene, representando esto una gran
ventaja para la empresa.
 ETAPA 3: SUPERIOR
La empresa comienza a ocupar posiciones de liderazgo y se caracteriza
por el grado de innovación que mantiene dentro de su mercado. Domina
los principios de competitividad, se mantiene despierta y reacciona de
manera inmediata a cualquier cambio del medio ambiente. Aunque de
manera equilibrada pone atención a los diez principios de competitividad,
da mayor énfasis al de cultura organizacional para lograr homogeneizar
el pensamiento, sentimiento y accionar de todo su personal.
 ETAPA 4: SOBRESALIENTE
La empresa que se encuentra en esta etapa es considerada como
visionaria, por la generación de tecnología directiva a un ritmo acelerado,
sirviendo de benchmark al resto de la industria, pues ella es la que va
generando los cambios y las demás se van adaptando a ellos. En esta
etapa, la organización vive en una amenaza constante por parte de los
competidores de las etapas anteriores, pues tratan de encontrarle
debilidades y huecos en el mercado. Los principios de Competitividad se
aplican con alta eficiencia y todos los miembros de la empresa tienen una
real convicción de ellos. Están en la posibilidad de compartir su tecnología
directiva con otras empresas, sean o no del giro o de la industria en la que
compiten. La empresa muestra disposición por compartir los resultados y
las formas para alcanzar su posición actual. El principal punto de
referencia de la empresa, en todo el proceso de competitividad en el que
se ha sumergido, es la misión del negocio.

a) La competitividad y la estrategia empresarial

La competitividad no es producto de una casualidad ni surge espontáneamente;


se crea y se logra a través de un largo proceso
de aprendizaje y negociación por grupos colectivos representativos que
configuran la dinámica de conducta organizativa, como los accionistas,
directivos, empleados, acreedores, clientes, por la competencia y el mercado, y
por último, el gobierno y la sociedad en general.
Una organización, cualquiera que sea la actividad que realiza, si desea mantener
un nivel adecuado de competitividad a largo plazo, debe utilizar antes o después,
unos procedimientos de análisis y decisiones formales, encuadrados en el
marco del proceso de "planificación estratégica". La función de dicho proceso es
sistematizar y coordinar todos los esfuerzos de las unidades que integran la
organización encaminados a maximizar la eficiencia global.
Para explicar mejor dicha eficiencia, consideremos los niveles de competitividad,
la competitividad interna y la competitividad externa. La competitividad interna se
refiere a la capacidad de organización para lograr el máximo rendimiento de los
recursos disponibles, como personal, capital, materiales, ideas, etc. y
los procesos de transformación. Al hablar de la competitividad interna nos viene
la idea de que la empresa ha de competir contra sí misma, con expresión de su
continuo esfuerzo de superación.
La competitividad externa está orientada a la elaboración de los logros de la
organización en el contexto del mercado, o el sector a que pertenece. Como
el sistema de referencia o modelo es ajeno a la empresa, ésta debe
considerar variables exógenas, como el grado de innovación, el dinamismo de la
industria, la estabilidad económica, para estimar su competitividad a largo plazo.
La empresa, una vez ha alcanzado un nivel de competitividad externa, deberá
disponerse a mantener su competitividad futura, basado en generar nuevas
ideas y productos y de buscar nuevas oportunidades de mercado.

ESTRATEGIA COMPETITIVA

El mundo vive un proceso de cambio acelerado y de competitividad global en


una economía cada vez más liberal, marco que hace necesario un cambio total
de enfoque en la gestión de las organizaciones.
En esta etapa de cambios, las empresas buscan elevar índices de productividad,
lograr mayor eficiencia y brindar un servicio de calidad, lo que está obligando
que los gerentes adopten modelos de administración participativa, tomando
como base central al elemento humano, desarrollando el trabajo en equipo, para
alcanzar la competitividad y responda de manera idónea la creciente demanda
de productos de óptima calidad y de servicios a todo nivel, cada vez mas
eficiente, rápido y de mejor calidad.
Para comprender el concepto de calidad total, es útil hacerlo a través del
concepto denominado "paradigmas". Un paradigma se entiende como
modelo, teoría, percepción, presunción o marco de referencia que incluye un
conjunto de normas y reglas que establecen parámetros y sugieren como
resolver problemas exitosamente dentro de esos parámetros. Un paradigma
viene a ser, un filtro o un lente a través del cual vemos el mundo; no tanto en un
plano visual propiamente, sino más bien perpetuo, comprensivo e interpretativo.
La calidad total es un concepto, una filosofía, una estrategia, un modelo de hacer
negocios y está localizado hacia el cliente.La calidad total no solo se refiere al
producto o servicio en sí, sino que es la mejoría permanente del aspecto
organizacional, gerencial; tomando una empresa como una máquina gigantesca,
donde cada trabajador, desde el gerente, hasta el funcionario del mas bajo nivel
jerárquico están comprometidos con los objetivos empresariales.
Para que la calidad total se logre a plenitud, es necesario que se rescaten los
valores morales básicos de la sociedad y es aquí, donde el empresario juega un
papel fundamental, empezando por la educación previa de sus trabajadores para
conseguir una población laboral más predispuesta, con mejor capacidad de
asimilar los problemas de calidad, con mejor criterio para sugerir cambios en
provecho de la calidad, con mejor capacidad de análisis y observación del
proceso de manufactura en caso de productos y poder enmendar errores.

Estimulación de la competitividad: La estimulación necesaria para que un


país, una empresa nacional, una transnacional etc, sea más competitivo, son
resultado de una política fomentada por el estado que produzcan las
condiciones para proveer la estabilidad necesaria para crecer y se requiere de
la construcción de un Estado civil fuerte, capaz de generar, comunidad,
cooperación y responsabilidad.
Algunas de las condiciones requeridas para que un país sea competitivo, es que
el Estado debe fomentar en sus políticas de gobierno las condiciones necesarias
para garantizar la actividad comercial que permita el normal desenvolvimiento de
la actividad comercial de estas empresas.

Las acciones de refuerzo competitivo deben ser llevadas a cabo para la mejora
de ciertos puntos, estos podrían ser:
 La estructura de la industria turística
 Las estrategias de las instituciones públicas
 La competencia entre empresas
 Las condiciones y los factores de la demanda
 Transparencia y reglas claras que se hagan respetar, dentro de un
ambiente donde las finanzas estén en orden
 Establecer reglas tributarias adecuadas

VENTAJA COMPETITIVA

La ventaja competitiva no puede ser comprendida viendo a una empresa como


un todo. Radica en las muchas actividades discretas que desempeña una
empresa en el diseño, producción, mercadotecnia, entrega y apoyo de sus
productos. Cada una de estas actividades puede contribuir a la posición de costo
relativo de las empresas y crear una base para la diferenciación. Una ventaja en
el costo por ejemplo, puede surgir de fuentes tan disparadas como un sistema
de distribución físico de bajo costo, un proceso de ensamble altamente eficiente,
o del uso de una fuerza de ventas superior. La diferenciación puede originarse
en factores igualmente diversos, incluyendo el abastecimiento de las materias
primas de alta calidad, un sistema de registro de pedidos responsable o un
diseño de producto superior.
Una forma sistemática de examinar todas las actividades que una empresa
desempeña y cómo interactúan, es necesario para analizar las fuentes de la
ventaja competitiva, y la Cadena de valor es la herramienta básica para hacerlo.
La cadena de valor disgrega a la empresa en sus actividades estratégicas
relevantes para comprender el comportamiento de los costos y las fuentes de
diferenciación existentes y potenciales. Una empresa obtiene la ventaja
competitiva, desempeñando estas actividades estratégicamente importantes
más barato o mejor que sus competidores.

FACTORES DE COMPETITIVIDAD

 Factores de oferta
 Factores de demanda
 Factores de integración
 Factores de estrategia empresarial

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