Los productos agrícolas y forestales constituyen la tercera fuente de
productos químicos. Estas materias primas nos proporcionan fundamentalmente grasas, aceites e hidratos de carbono. A pesar de que se renuevan continuamente, las demandas mundiales de alimentos y energía son tales que no se dispone de estos materiales en cantidades ilimitadas para su empleo en la Industria Química Orgánica.
La fabricación de productos químicos por medio de procesos que utilizan
grasas y aceites representa sólo una fracción pequeña de la producción total actual de compuestos químicos, no obstante estos procesos juegan un papel importante y, en algunos casos, indispensable.
El campo principal de aplicación de las grasas y aceites se encuentra en
la industria alimentaria. Los productos más importantes son la mantequilla, el aceite de oliva, el aceite de girasol y el aceite de soja.
Desde un punto de vista industrial las principales aplicaciones de grasas
y aceites se centran en la fabricación de jabones y de polímeros para la preparación de pinturas y barnices si bien están siendo desplazados por productos derivados del petróleo que resultan más competitivos.