PROCESO DE INTEGRACIÓN
La integración es un fenómeno complejo y multidimensional por lo que resulta útil para el análisis
distinguirla en tres áreas, una política, una económica y otra cultural. La integración política se
asocia a la toma de decisiones y la búsqueda de cohesión, su agenda de investigación destaca los
efectos de la globalización en el Estado, la vigencia de éste y su capacidad para responder
adecuadamente a los desafíos actuales. En base a la propuesta neofuncionalista se asume la
integración política como un proceso progresivo por el cual los actores nacionales cambian su
lealtad y expectativas hacia una nueva organización supranacional. Requiere la intencionalidad
política de los conductores del proyecto para impulsarlo y consolidarlo, si es exitoso culminará en
la formación de una nueva comunidad sobreimpuesta a las preexistentes (Haas, 1966: 70).
La integración jurídica y el nuevo Derecho común constituyen uno de los temas más importantes
para la ciencia jurídica de nuestro tiempo, pero muy especialmente para los juristas americanos.
Se trata de nuevos paradigmas que están empezando a articular el pluralismo jurídico del
hemisferio, pero que además pudieran proveer las bases epistemológicas que vertebren una
nueva ciencia jurídica continental.
La experiencia de la Unión Europea —arquitectura institucional, sistema de fuentes jurídicas y
metodología de interpretación— ha configurado un nuevo «derecho bisagra» que está
empezando a permear en diversos organismos, Estados e instituciones americanos.
Aunque los primeros proyectos e iniciativas de integración regional americana pueden remontarse
al siglo XVIII, lo cierto es que el actual proceso de integración parte de la segunda mitad del siglo
XX y ha tenido diversas proyecciones geográficas y culturales que van desde el hispanoame-
ricanismo hasta el panamericanismo, pasando por diversas instancias de carácter latinoamericano,
centroamericano y caribeñas.
A diferencia del proceso europeo, que se ha desenvuelto progresivamente extendiendo su alcance
geográfico y cultural, así como profundizando y estrechando cada vez más la integración —desde
lo económico, hasta lo político e internacional, pasando por lo social y lo cultural—, en América la
evolución ha sido más bien errática.
La importancia del Derecho de la integración también se aprecia en el declive de la dogmática que
nació de la codificación nacionalista del siglo XIX, pues ha desdibujado la «imagen piramidal» de
un sistema legal territorialista, monista, sistemático y jerarquizado, que está siendo sustituido por
un nuevo ordenamiento jurídico plural, donde se entrecruzan a la manera «redes horizontales
colaborativas», normas, reglas y principios supranacionales, internacionales, estatales e
intraestatales.
Por añadidura, el Derecho de la integración y el Derecho común se han conformado de manera
flexible y casuista a través e una destacada intervención de la judicatura y de la ciencia jurídica que
le han devuelto la centralidad a la interpretación jurídica.
El origen del Derecho de la integración se encuentra en el proceso de integración económica,
social, política y cultural europea, así como de la estructura institucional a través de la cual se ha
venido configurando en la década de los cincuenta.
Integración Social
Teniendo por objeto la integración el bienestar de los pueblos, lo más importante es la persona
humana. Por lo tanto no podría descuidarse los aspectos sociales en cualquier proceso de
integración. Toda organización internacional de fines generales el aspecto social adquiere un valor
preeminente.
Los aspectos sociales caen dentro de lo que se denomina dominio reservado de los estados, razón
por la cuela éstos, celosos de su soberanía, solamente han permitido la cooperación internacional,
aunque se ha ido abriendo brecha una mayor intervención como el caso de los derechos humanos.
Integración política
Si la integración política es la meta de la integración económica, según los funcionalistas, ello
significa que es la culminación del proceso, el resultado del misma; la forma más completa y
deseable de la integración. Para llegar a la integración política las mismas que constituyen la
integración económica, mas allá de la unión económica y de la integración económica.
Unión aduanera
En este modelo los Estados que conforman el área de libre comercio establecen un arancel
externo común frente a terceros países. La unión aduanera requiere de mayores esfuerzos de
negociación y acuerdo, ya que cada miembro puede ver modificada su estructura productiva, en
mayor o menor grado, como consecuencia de decisiones comunes, bajo este esquema
permanecen las barreras que impiden la libre circulación de los factores de la producción.
Mercado Común
Un mercado común supone, la existencia de una unión aduanera, pero además requiere de la
liberalización de los factores productivos, pues no se limita únicamente a las mercancías, como es
el caso de los dos estadios anteriores. En este sentido, el mercado común implica la liberalización
efectiva de mercancías, personas, servicios y capitales, por lo que no existen obstáculos a la
entrada y salida de personas que se desplacen con una finalidad económica (empresarios y
trabajadores) en ninguno de los Estados miembros.
Unión económica
La unión económica supone un grado más avanzado en el proceso de integración económica
regional. En efecto, la realización de ésta implica la existencia previa de un mercado común, pero
además que haya armonización de las políticas económicas de los Estados miembros. La unión
económica incluye la unión monetaria o de las paridades de las monedas, cuya fase más avanzada
puede conducir a la circulación de una moneda única y a la instauración de una autoridad
monetaria central, como es el caso, por ejemplo, de la Eurozona.
Comunidad económica o integración económica total
La integración económica, finalmente, implica la aparición de una autoridad supranacional que
adoptará las decisiones de política fiscal, monetaria y cambiaria.
Cualquier decisión particular dirigida al fomento de una rama productiva o a la corrección de un
desequilibrio regional deberá ser autorizada por dicha autoridad.
INTEGRACIÓN Y COOPERACIÓN
Entre la integración y cooperación existe cierta diferencia. La cooperación incluye acciones que
tiene el fin de reducir la discriminación comercial entre unidades económicas de países diferentes
(sin tener necesariamente que unificarse o integrarse totalmente), La integración supone el
compromiso de una serie de medidas para suprimir algunas formas de discriminación en el lugar
determinado.
Así los acuerdos internacionales de comercio y de pagos son ejemplos de cooperación, mientras
que la eliminación completa y paulatina de todas las barreras aduaneras es una forma de
integración. Aunque es útil recordar que en la práctica se dan acuerdos comerciales que conllevan
la eliminación de las barreras aduaneras (sin recurrir a una integración económica y política
completa), como lo es el caso del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica entre Canadá,
Estados Unidos y México.
Sede Mixco
Texto paralelo
Derecho de Integración
Catedrático
Lic. Benito Juárez Martínez