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Fecha de publicación (año/mes/día): 2017/03/22 08:11:16 am

ACCION DE NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD - Requisito para que sea decidida por la
Sala Plena / FUNCION PROPIAMENTE ADMINISTRATIVA - Concepto: carencia de fuerza
similar a la ley

Sea lo primero advertir que no obstante que el actor dirigió la demanda a la Sala Plena de lo
Contencioso Administrativo de esta Corporación, el asunto debe dirimirlo la Sección Primera, por lo
siguiente: La acción de “nulidad por inconstitucionalidad” contra los decretos dictados por el Gobierno
Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional, aparece consagrada en el
artículo 237, numeral 2, de la Constitución de 1991, como una atribución propia del Consejo de
Estado, a través de su Sala Plena Contencioso Administrativa, circunstancia esta última corroborada
por el artículo 37, numeral 9, de la Ley 270 de 1996, Estatutaria de la Administración de Justicia.
Conforme lo previene el artículo 97, numeral 7, del C.C.A., modificado por el artículo 33 de la Ley 446
de 1998, la acción de nulidad por inconstitucionalidad, atribuida a la Sala Plena Contencioso
Administrativa, es tal cuando se promueve i) contra decretos de carácter general dictados por el
Gobierno Nacional ii) que su juzgamiento no corresponda a la Corte Constitucional iii) cuya
inconformidad con el ordenamiento jurídico se establezca mediante confrontación directa con la
Constitución Política y iv) que no obedezca a función propiamente administrativa. La concurrencia de
todos estos requisitos resulta imprescindible para el nacimiento jurídico de dicha acción. Empero
acontece que en el caso dilucidado no se satisfacen los supuestos iii y iv anotados, debido a que la
legalidad del acto acusado no solo se hace depender de la transgresión de normas legales, sino que
además su expedición corresponde al ejercicio de funciones propiamente administrativas, lo cual se
desprende del hecho de que carezca de fuerza normativa similar a la de la Ley. Así las cosas, el acto
acusado viene a ser pasible de la acción de simple nulidad de que trata el artículo 84 del C.C.A.,
asignada a esta Sección por el Reglamento de la Corporación en atención a la materia, bajo el
criterio residual.

SERVICIO ELECTRICO - El Decreto 1303 de 1989 es norma especial y de aplicación preferente


a la Ley 142 de 1994 / REGIMEN DE SUSPENSIONES DE SERVICIO ELECTRICO - Las normas
de la Ley 142 de 1994 y el Decreto 1303 de 1989 son complementarias y de interpretación
sistemática / INTERPRETACION SISTEMATICA - Régimen de servicio de energía: Ley 142 de
1994 y Decreto 1303 de 1989 / PERDIDA DE FUERZA EJECUTORIA - No se predica del Decreto
1303 de 1989: no hay derogación por la Leyes 142 y 143 de 1994

De otra parte, la Sala en sentencia de 18 de julio de 2001 (Expediente 5344, Consejera ponente
doctora Olga Inés Navarrete Barrero), precisó, y ahora lo reitera, que el Decreto 1303 de 1989 es una
norma especial que, como tal, es de preferente aplicación frente a las disposiciones de la Ley 142 de
1994 que, si bien estableció el régimen de los servicios públicos domiciliarios y en forma general
reguló lo relativo a los contratos de servicios públicos, no se refirió íntegramente a todos los aspectos
relativos a esta prestación quedando vigentes, por lo tanto, las disposiciones de carácter especial y
aquellas que no fueren contradictorias con sus mandatos. Al efecto, dijo la Sala: “...Así lo señaló en
forma expresa el artículo 186 de esta Ley cuando indicó: De conformidad con lo anterior, las normas
de la Ley 142 de 1994 son complementarias de las contenidas en el Decreto 1303 de 1989 que, en
cuanto no sean contrarias, mantienen su vigencia y deben interpretarse sistemáticamente como un
todo, por cuanto no existe contradicción entre las prescripciones de la Ley 142 de 1994 y las
disposiciones del Decreto 1303 de 1989 aplicadas para el caso concreto, las cuales contemplan
situaciones que no fueron cobijadas por la primera y mantienen, por lo tanto, su vigencia y
eficacia...” De tal manera que no es acertado el argumento de la entidad demandada en cuanto

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consideró que como en virtud de la expedición de las leyes 142 y 143 de 1994 se derogaron las
leyes que le sirvieron de sustento al Decreto acusado éste perdió su fuerza ejecutoria.

USO FRAUDULENTO DE ENERGIA - La regulación por el Decreto 1303 de 1989 no vulnera el


principio non bis in idem / PRINCIPIO NON BIS IN IDEM - No se vulnera con la regulación de
suspensiones por uso fraudulento de energía: Decreto 1303 de 1989

El Decreto acusado (D. 1303 DE 1989) consagra una serie de conductas que implican uso no
autorizado o fraudulento del servicio eléctrico, entre las cuales se destacan la adulteración de las
conexiones o aparatos de medición, o de los sellos instalados en los equipos, la conexión de equipos
sin autorización, o la reconexión sin autorización cuando el servicio ha sido suspendido. Frente a
dichas conductas se prevén las sanciones de suspensión o corte del servicio y las pecuniarias, sin
perjuicio de las demás que puedan imponer las autoridades judiciales competentes. Cabe señalar
que esta Corporación, en sentencia de (Exp. 6075, C.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo), precisó
lo siguiente en relación con el alcance del principio del non bis in idem: “En relación El artículo 29,
inciso 1º, de la Carta Política consagra que el debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones
judiciales y administrativas; y en el inciso 4º, señala que quien sea sindicado tiene derecho a no ser
juzgado dos veces por el mismo hecho. Ahora, tal prohibición no implica que por un mismo hecho no
se puedan infligir varias sanciones, de distinta naturaleza, como ocurre, por ejemplo, cuando un
funcionario público incurre en el delito de peculado, conducta esta que no solo puede dar lugar a una
sanción penal, sino a una disciplinaria (destitución) y a una administrativa (responsabilidad fiscal). Es
decir, que la prohibición opera frente a sanciones de una misma naturaleza ...”.

USO FRAUDULENTO DE ENERGIA - Obligación de reglamentar el Decreto 1303 de 1989 a cada


empresa prestadora del servicio o de aplicar normas generales del C.C.A. / FALTA DE
REGLAMENTACION EN PROCEDIMIENTO DE SUSPENSIONES Y SANCIONES DEL SERVICIO
DE ENERGIA - Invulneración del derecho al debido proceso

En cuanto concierne a la censura de violación del artículo 29 de la Carta Política, por no contener el
Decreto acusado trámite alguno que garantice la defensa del acusado, la Sala considera que no está
llamada a prosperar, pues el artículo 26 de dicho Decreto consagra: “Reglamentaciones. Cada
entidad deberá expedir una reglamentación que permita el desarrollo y aplicación de este Decreto, en
un término no superior a dos (2 ) meses contados a partir de su publicación, todo en concordancia
con el Decreto- ley 01 de 1984”. Según el artículo 1º, ibídem, por entidad debe entenderse “Persona
natural o jurídica, pública o privada, responsable de la prestación del servicio de energía eléctrica,
legalmente autorizada para ello”. De lo anterior colige la Sala que si bien el Decreto acusado no
consagra trámite alguno para su aplicación, no por ello puede afirmarse que esté proscrita cualquier
actuación de la Administración para adelantar la investigación tendiente a establecer la conducta de
fraude e imponer la correspondiente sanción, pues, como quedó visto, es directamente la empresa
prestadora del servicio la que debía expedir la correspondiente reglamentación y, en todo caso, en el
evento de no existir tal reglamentación, resultan aplicables las disposiciones de la primera parte del
C.C.A., por mandato del artículo 1º del mismo, normas estas que garantizan el derecho de defensa
del administrado.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN PRIMERA

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Consejero ponente: GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO

Bogotá, D.C., ocho (8) de septiembre de dos mil cinco (2005)

Radicación número: 11001-03-24-000-2002-00323-01

Actor: LAUREANO COLMENARES CAMARGO

Demandado: GOBIERNO NACIONAL

Referencia: ACCION DE NULIDAD

El ciudadano LAUREANO COLMENARES CAMARGO , obrando en nombre propio y en ejercicio de


la acción pública de nulidad consagrada en el artículo 84 del C.C.A., presentó demanda ante esta
Corporación, tendiente a obtener la declaratoria de nulidad del Decreto núm. 1303 de 19 de junio de
1989, expedido por el Gobierno Nacional, “POR MEDIO DEL CUAL SE ESTABLECE EL REGIMEN
DE SUSPENSIONES DEL SERVICIO ELECTRICO Y LAS SANCIONES PECUNIARIAS POR EL
USO NO AUTORIZADO O FRAUDULENTO DEL MISMO” .

I-. FUNDAMENTOS DE DERECHO

En apoyo de sus pretensiones el actor adujo que se violaron los artículos 4º, 6º, 21, 29, 150
numerales 2 y 23, 209 y 228 de la Constitución Política.

Expresa el alcance del concepto de la violación, en síntesis, así:

1º: Afirma que el artículo 4° de la Constitución Política, que entró en vigencia dos años después de la
expedición del Decreto demandado, consagra el principio de la supremacía de la Carta sobre las
demás Leyes y Decretos.

En su criterio, el Decreto acusado contraviene esta norma, así como el artículo 6º, ibídem, al crear un
régimen especial en el campo del derecho penal y adicional al sistema penal ordinario.-

2º: Sostiene que se vulnera el artículo 13, ibídem, porque el ciudadano debe responder por dos
conductas: la que tipifica el Código Penal y la consagrada en el Decreto como FRAUDE EN
DIVERSAS MODALIDADES , cuando conforme a la Constitución y a la lógica es uno sólo el
comportamiento punible que debe sancionarse ya sea como delito o como contravención, según la
cuantía del daño causado.

Considera que no se requiere de gran esfuerzo analítico, ni de valoración especial, para entender
que en todas las hipótesis consagradas en el Decreto 1303 se responde al tipo penal de hurto porque
se da el apoderamiento del bien mueble ajeno con el propósito de sacar provecho para sí o para otro;
además de que se invoca la noción de reicidencia, olvidando que este concepto fue excluido del

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Código Penal por corresponder a una forma de responsabilidad objetiva.

Hace ver cómo la Ley 142 de 1994 (artículo 141, inciso 3º), no corrige el entuerto del Decreto
acusado y, por el contrario, lo realza haciendo alusión a la figura del hurto; que, sin embargo, el
nuevo Código Penal (Ley 599 de 2001), en su artículo 256 define la conducta como defraudación de
fluido, por lo que estima que se quebranta la prohibición del principio del non bis in idem.

3°. Estima que el Decreto 1303 no se amolda a los principios del debido proceso y del derecho de
defensa,
no obstante el mandato constitucional del artículo 29, porque se omiten toda clase de trámites y
actuaciones garantistas del acusado.

4°: Sostiene que se viola el derecho a la honra y se desconoce la presunción de inocencia, cuando
se autoriza la publicación del nombre del usuario que haya incurrido en adulteración.

5°: En su opinión, no podía crearse un nuevo régimen penal especial porque ello es de competencia
privativa del Congreso de la República, según lo estipulado en el artículo 150 núm. 2° de la C.N.,
norma esta que resulta violada.

6º: Finalmente, alega que se violan el artículo 209, ibídem, en lo tocante a los principios de igualdad
e imparcialidad porque no hay equilibrio de poder entre un ciudadano común y corriente y la
contraparte que tiene el carácter de juez.

II-. TRAMITE DE LA ACCIÓN

A la demanda se le imprimió el trámite del procedimiento ordinario, en desarrollo del cual se surtieron
las etapas de admisión, fijación en lista, probatoria y alegaciones.

La Nación, Ministerio de Minas y Energía-, obrando a través de apoderado contestó la demanda y


para oponerse a la prosperidad de sus pretensiones adujo en esencia, que el Congreso de la
República en ejercicio de sus atribuciones expidió la Ley 143 de 1994, “ Por la cual se establece el
régimen para la generación, interconexión, transmisión, distribución y comercialización de electricidad
en el territorio nacional, se conceden unas autorizaciones y se dictan otras disposiciones en materia
energética”, y en su artículo 97 contempló lo siguiente:

Artículo 97: La presente ley rige a partir de la fecha de su promulgación y deroga las disposiciones
que le sean contrarias, en especial las Leyes 113 de 1928, 109 de 1936, 126 de 1938, con exclusión
de los artículos 17 y 18 y el artículo 12 de la Ley 19 de 1990.

Sostiene que, en consecuencia, se produjo la pérdida de fuerza ejecutoria del Decreto acusado, de
conformidad con lo establecido en el numeral 2 del artículo 66 del C.C.A..

Considera que no resulta procedente para la administración desvirtuar los reparos de índole legal o
constitucional del acto sometido a examen, sino poner de presente ante el Juez de la causa que por
sustracción de materia la integridad del ordenamiento jurídico no se muestra afectada, si se tiene en
cuenta que el Congreso de la República en ejercicio de sus atribuciones y utilizando el mecanismo
pertinente retiró del ordenamiento el fundamento legal del acto acusado.

III-. ALEGATO DEL MINISTERIO PUBLICO

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El señor Procurador Primero Delegado ante el Consejo de Estado en su vista de fondo se muestra
partidario de que se denieguen las súplicas de la demanda, en esencia porque el verdadero sustento
de los cargos endilgados al Decreto 1303 de 1989 no se halla en la violación directa de los textos
constitucionales, sino en las disposiciones que definen la prestación del servicio de energía y señalan
las sanciones que corresponden como consecuencia del quebrantamiento de las normas que la
regulan.

Indica que el Decreto acusado se dictó por el Presidente de la República en ejercicio de las
facultades conferidas por las Leyes 113 de 1928, 109 de 1936 y 126 de 1938, para establecer el
régimen de suspensiones del servicio eléctrico y las sanciones pecuniarias por el uso fraudulento del
mismo; que, así mismo, la Ley 143 de 1994 por medio de la cual se estableció el régimen para la
generación, interconexión, transmisión, distribución y comercialización de electricidad en el territorio
nacional, se conceden unas autorizaciones y se dictan otras disposiciones, en materia energética,
derogó expresamente las Leyes en las que se había sustentado jurídicamente el Decreto
demandado, y ante esta situación lo jurídico es el advenimiento del fenómeno de la pérdida de
fuerza ejecutoria de que trata el artículo 66 numeral 2, del C.C.A .

Anota que el Decreto cuestionado al establecer un régimen de suspensión del servicio eléctrico y
sanciones pecuniarias por el uso no autorizado o fraudulento del mismo, no está creando, de ninguna
manera, un régimen penal especial dentro del campo penal, paralelo al previsto de manera general
en el ordenamiento penal, ya que no tiene origen en un ilícito de ese carácter sino en el
incumplimiento, por parte del usuario del servicio, de sus deberes y de las obligaciones surgidas del
contrato uniforme de servicios públicos que le imponen la de no hacer uso fraudulento del servicio.

Explica que precisamente la Ley 142 de 1994 que estableció el régimen de los servicios públicos
domiciliarios, consagró la sanción de suspensión del servicio por el incumplimiento, incluido el
relacionado con el fraude a las conexiones, acometidas, medidores o líneas y autorizó a las
entidades prestadoras del servicio para ejercer “ todos los demás derechos que las leyes y el
contrato uniforme de prestación de servicios les conceden para los efectos del
incumplimiento“ ; considerar para efectos penales el servicio de energía eléctrica como un bien
mueble, en donde su obtención por medios fraudulentos se constituye en el delito de hurto.

IV-. CONSIDERACIONES DE LA SALA

El acto acusado es del siguiente tenor:

“DECRETO 1303 DE 1989


(junio 19)
Diario Oficial No 38.865, del 20 de junio de 1989
MINISTERIO DE MINAS Y ENERGIA
Por el cual se establece el régimen de suspensiones del servicio eléctrico y las sanciones pecuniarias
por el uso no autorizado o fraudulento del mismo.
EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE COLOMBIA,
en ejercicio de sus facultades legales y en especial de las que le
confieren las Leyes 113 de 1928, 109 de 1936 y 126 de 1938,
DECRETA:
CAPITULO I.
ALCANCE Y DEFINICIONES

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ARTICULO 1o. ALCANCE DEL DECRETO. El presente Decreto contiene el régimen de
suspensiones del servicio de energía eléctrica y las sanciones pecuniarias por el uso no autorizado o
fraudulento del mismo.
ARTICULO 2o. DEFINICIONES. Para la aplicación del presente Decreto se definen los siguientes
conceptos:
Acometida. Derivación de la red de distribución de energía eléctrica que llega hasta las instalaciones
del inmueble.
Acomedida fraudulenta. Acometida de energía eléctrica no autorizada por la entidad.
Capacidad instalada. Capacidad nominal del transformador o transformadores, medida en
kilovoltioamperios (KVA).
Carga o capacidad contratada. Es la determinada en el contrato vigente de prestación del servicio.
Carga instalada. Suma de las capacidades nominales de lámparas, artefactos, motores y otros
equipos que consumen energía eléctrica y que se encuentran conectados a la instalación eléctrica de
un inmueble o que potencialmente puedan utilizarse en el mismo.
Corte del servicio. Pérdida del derecho del servicio de energía eléctrica o desconexión del mismo en
caso de acometidas fraudulentas.
Entidad. Persona natural o jurídica, pública o privada, responsable de la prestación del servicio de
energía eléctrica, legalmente autorizada para ello.
Equipo de control. Conjunto de dispositivos destinados a controlar o limitar el consumo de energía y
potencia eléctricas.
Equipo de medida. Conjunto de dispositivos destinados a controlar o limitar el consumo de energía y
potencia eléctricas.
Equipo de medida. Conjunto de dispositivos destinados a la medida o registro del consumo de
energía y potencia eléctricas.
Instalación interna. Conjunto de conductores, accesorios y equipos que integran el sistema de
consumo de energía eléctrica de un inmueble a partir de la acometida.
Reconexión. Restablecimiento del servicio de energía eléctrica a un inmueble al cual se le ha
efectuado la suspensión del servicio.
Suscriptor. Persona natural o jurídica propietaria o poseedora del inmueble al cual se le presta el
servicio de energía eléctrica, o quien haya suscrito el contrato de prestación del servicio en términos
de la ley 9a. de 1989.
Suspensión del servicio. Interrupción temporal del servicio de energía eléctrica.
Usuario. Persona natural o jurídica que hace uso del servicio de energía eléctrica.
CAPITULO II.
DISPOSICIONES GENERALES
ARTICULO 3o. ACCESO FISICO AL SERVICIO. El servicio de energía eléctrica se suministrará
única y exclusivamente por intermedio de acometidas autorizadas por la entidad.
ARTICULO 4o. EXCLUSIVIDAD DEL SERVICIO. El servicio de energía eléctrica que se suministre a
un inmueble, será para su uso exclusivo y no podrá ser cedido, vendido o facilitado a terceros, salvo
por razones de orden público o situaciones excepcionales consideradas y autorizadas por la entidad.
ARTICULO 5o. UTILIZACION DE LAS REDES Y LINEAS. Los particulares no podrán utilizar las
líneas o redes públicas o aquellas entregadas a la entidad para su administración, ni realizar obras
sobre éstas, salvo con autorización expresa de la entidad. En todo caso, la entidad podrá realizar
extensiones, derivaciones, modificaciones u otro tipo de trabajo en las líneas y redes de energía
eléctrica recibidas de terceros.
ARTICULO 6o. REGIMEN DE LAS ACOMETIDAS. La entidad establecerá y reglamentará las
especificaciones de las acometidas de energía eléctrica.
La entidad podrá construir las acometidas e instalar los equipos de medida del caso o podrá autorizar
la realización de estas obras a personas o entidades debidamente inscritas ante ella, en cuyo caso
ejercerá la interventoría requerida. En cualquiera de las dos situaciones los costos respectivos

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correrán por cuenta de los peticionarios.
ARTICULO 7o. CAMBIO DE UBICACION DE LA ACOMETIDA O EQUIPO DE MEDIDA. Es
atribución exclusiva de la entidad realizar o autorizar cambios en la localización de los equipos de
medida y de las acometidas, así como efectuar o autorizar las independizaciones del caso, previo el
pago de los costos que se generen.
ARTICULO 8o. EQUIPO DE MEDIDA. Cada acometida deberán contar con su correspondiente
equipo de medida, salvo que razones técnicas o de conveniencia social a juicio de la entidad, hagan
desaconsejable su utilización. La entidad determinará el sitio de colocación de los contadores,
procurando que sea de fácil acceso para efectos de su revisión y lectura.
En cualquier tiempo o circunstancia la entidad podrá colocar los contadores a los inmuebles que no lo
tienen. También podrá cambiar el contador cuando esté funcionando de manera defectuosa y no
admita reparación.
ARTICULO 9o. RETIRO PROVISIONAL DEL EQUIPO DE MEDIDA. La entidad podrá retirar el
equipo de medida a fin de verificar su correcto funcionamiento y cambiarlo o exigir su cambio si es
necesario. En caso de retiro del contador, la entidad procurará instalar otro, con carácter provisional,
mientras se efectúa la reparación o el cambio.
Cuando la entidad retire el contador de un inmueble por razones de verificación o mantenimiento,
deberá reponerlo o exigir su reposición en un lapso no superior a dos (2) meses. Durante el período
en que el inmueble permanezca sin contador pero con servicio de energía, la facturación se realizará
con base en los procedimientos establecidos por la autoridad competente para servicios sin
medición.
ARTICULO 10. REVISION DE INSTALACIONES INTERNAS Y EQUIPO DE MEDIDA Y CONTROL.
La entidad está en el derecho de revisar las instalaciones internas y de exigir las adecuaciones y
reparaciones que estime necesarias para la correcta utilización del servicio. Todo usuario está en la
obligación de permitir la lectura de los contadores.
ARTICULO 11. LA UTILIZACION DEL SERVICIO. El usuario deberá hacer buen uso del servicio, de
modo que no genere riesgos para los miembros de la comunidad o para la entidad.
ARTICULO 12. PAGO POR EL SERVICIO. El usuario deberá cancelar en forma oportuna las
facturas por el servicio y los demás valores que la entidad esté autorizada para cobrar. La falta de
cancelación oportuna, dará lugar al cobro de intereses moratorios de ley.
En caso de reclamación, la entidad exigirá la cancelación de los valores que no sean objeto de la
misma.
ARTICULO 13. CONDICIONES DE PAGO. El usuario deberá efectuar los pagos por el servicio y las
obras relacionadas con el mismo, en los términos y en los sitios establecidos por la entidad.
Todo usuario debe verificar que el recibo que se le entrega corresponde a su inmueble. El pago solo
se imputará a la cuenta del inmueble cuya factura hubiese sido cancelada.
ARTICULO 14. RESPONSABLE DEL PAGO. El suscriptor será el responsable de las obligaciones
que, frente a la entidad, se generen como consecuencia del servicio prestado a dicho inmueble.
ARTICULO 15. CAMBIO DE USO DEL SERVICIO O MODIFICACION DE CARGA. El cambio de
uso del servicio o modificación de la carga o capacidad contratadas, deberá ser autorizado por la
entidad.
CAPITULO III.
SUSPENSIONES
ARTICULO 16. CAUSALES DE SUSPENSION DEL SERVICIO. La entidad deberá proceder a la
suspensión del servicio cuando encuentre que se ha incurrido en una de las siguientes conductas:
a). Dar a la energía eléctrica un uso distinto al declarado o convenido con la entidad.
b). Proporcionar energía eléctrica a otro inmueble o usuario distinto del beneficiario del servicio.
c). Realizar modificaciones en las acometidas o hacer conexiones externas, sin autorización previa
de la entidad.
d). Aumentar sin autorización de la entidad la carga o capacidad instalada por encima de la

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contratada.
e). Adulterar las conexiones o aparatos de medición o de control o alterar el normal funcionamiento;
f). Dañar o retirar el equipo de medida; retirar, romper o adulterar uno cualquiera de los sellos
instalados en los equipos de medición, protección, control o gabinete o que los existentes no
correspondan a los instalados por la entidad.
g). No pagar los valores incluidos en las facturas de energía eléctrica dentro de los términos
establecidos.
h). Cancelar facturas con cheques que no sean pagados por el banco respectivo, sin perjuicio de las
acciones legales pertinentes o cuando se cancele el servicio con una factura adulterada.
i). Interferir la utilización, operación o mantenimiento de las líneas, redes, transformadores y demás
equipos necesarios para suministrar el servicio eléctrico, sean de propiedad de la entidad o
entregados a esta a cualquier título.
j). Impedir a los funcionarios autorizados por la entidad y debidamente identificados, la inspección de
instalaciones internas, modificaciones en las acometidas, equipos de medida o la lectura de los
contadores.
k). No permitir el traslado del equipo de medida o el cambio o reparación del mismo, cuando sea
necesario, para garantizar una correcta medición.
l). No ejecutar dentro del plazo fijado, la adecuación de las instalaciones eléctricas a las normas
vigentes exigidas por la entidad por razones técnicas o de seguridad en el suministro eléctrico.
m). Conectar equipos, sin autorización de la entidad, a las redes de la misma, o a las instalaciones
internas del inmueble que puedan afectar el funcionamiento del sistema eléctrico.
n). Efectuar, sin autorización de la entidad, una reconexión cuando el servicio ha sido suspendido.
PARAGRAFO. La entidad dejará en el inmueble una constancia indicando la causa de suspensión
del servicio y los trámites a seguir para la reconexión.
ARTICULO 17. RESTABLECIMIENTO DEL SERVICIO EN CASO DE SUSPENSION. Para
restablecer el suministro es necesario que se elimine la causa que originó la suspensión y se
cancelen los cargos a que hubiere lugar, en los plazos y términos establecidos por la entidad en
desarrollo del artículo 26 del presente Decreto.
ARTICULO 18. CAUSALES DE CORTE DEL SERVICIO. La entidad debe proceder al corte del
servicio por una de las siguientes causas:
a). suspensión del servicio por un período continuo superior a doce (12) meses, no solicitado
expresamente a la entidad.
b). Reconexión no autorizada al servicio por más de dos (2) veces consecutivas sin que se haya
eliminado la causa que dio origen a la suspensión.
c). Incurrir por más de dos (2) veces en la adulteración de las conexiones o aparatos de medición o
de control o en alteraciones que impidan el funcionamiento normal de los mismos.
d). Incurrir por tercera vez en un plazo de tres (3) años, en una de las conductas descritas en el literal
f) del artículo 16 del presente Decreto.
e). Derivar el servicio a través de una acometida fraudulenta.
PARAGRAFO. Cuando el servicio hubiere sido cortado, la entidad podrá retirar la acometida y el
contador.
ARTICULO 19. RESTABLECIMIENTO DEL SERVICIO EN CASO DE CORTE. Para el
restablecimiento del servicio, el interesado deberá cumplir los requisitos exigidos para las solicitudes
nuevas y pagar las deudas pendientes del respectivo inmueble, las sanciones pecuniarias, los
intereses moratorios de ley y las tarifas de conexión.
CAPITULO IV.
SANCIONES PECUNIARIAS
ARTICULO 20. LOS HECHOS QUE DETERMINAN LAS SANCIONES PECUNIARIAS Y MONTO.
Además de la suspensión o el corte del servicio en los términos de los artículos 16 y 18, el suscriptor
deberá pagar a la entidad por el uso no autorizado o fraudulento del servicio los siguientes valores:

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a). Por cada KWH facturado a tarifa inferior, por causas imputables al usuario, caso contemplado en
el literal a) del artículo 16; la entidad liquidará el servicio teniendo como base las tarifas
correspondientes al nuevo uso y el consumo durante el tiempo de la situación irregular. A la cantidad
resultante se le descontará lo pagado por el usuario durante el mismo período. Si hay lugar a ello, la
entidad cobrará los respectivos intereses moratorios. De no ser factible establecer el tiempo de
permanencia de esta anomalía, se tomará un período de seis (6) meses para calcular el consumo
irregular. Así mismo, se cobrará la diferencia entre las tarifas vigentes de conexión en la situación
nueva y en la situación autorizada, en caso que esta sea positiva.
b). Por aumentar la carga o capacidad instalada por encima de la contratada sin autorización de la
entidad, caso contemplado en el literal d) del artículo 16; se cobrará dos veces el valor de la
diferencia entre la tarifa de conexión vigente para la situación nueva y la tarifa de conexión vigente
para la situación autorizada;
c). Por fraude en las conexiones o aparatos de medición o control o por alteraciones que impidan su
funcionamiento normal, caso contemplado en el litoral e) del artículo 16; se cobrará el consumo
fraudulento, o sea la diferencia entre el consumo estimado por la entidad según el procedimiento
descrito en el parágrafo único de este artículo y el consumo registrado en el equipo de medida, por el
tiempo de permanencia de la anomalía, valorado con las tarifas vigentes y multiplicado por dos (2)
cuando se trate de la primera vez y por cuatro (4) en caso de reincidencia, siempre que la diferencia
sea positiva.
Se utilizará como tarifa vigente la correspondiente al mes de la ocurrencia de la anomalía, que en el
caso residencial será la del bloque de consumo donde se ubique el consumo mensual calculado por
la entidad y en el caso no residencial será la tarifa máxima de energía según la clase de servicio,
nivel de voltaje y sistema de facturación.
d). Por retirar, romper o adulterar uno cualquier a de los sellos instalados en los equipos de medición,
protección, control o gabinete o que los existentes no correspondan a los instalados por la entidad,
caso contemplado en el literal f) del artículo 16; se cobrará un 15% de la tarifa de conexión del
estrato socioeconómico en que se encuentre ubicado el inmueble, con un mínimo por cada sello, de
dos (2) salarios mínimos diarios vigentes, en el caso residencial; y un 15% de la tarifa de conexión
con un mínimo, por cada sello, de cinco (5) salarios mínimos diarios mínimos vigentes, en el caso no
residencial.
e). Por reconexión no autorizada de un servicio suspendido, caso contemplado en el literal n) del
artículo 16; se cobrará un recargo equivalente al doble de la tarifa de reconexión establecida por la
autoridad competente.
f). Por utilización del servicio a través de una acometida fraudulenta, caso contemplado en el literal e)
del artículo 18; se cobrará el valor del servicio recibido, a las tarifas que corresponda según el mes y
el tipo de uso, más los intereses moratorios de ley correspondientes al período de liquidación. El
consumo se calculará en la forma señalada en el parágrafo único de este artículo. Se exceptúa el
evento contemplado en el artículo 21 del presente Decreto.
PARAGRAFO. Procedimiento para estimar el consumo fraudulento. Para estimar el consumo
fraudulento, se tomará el mayor valor entre la carga instalada, capacidad instalada, carga contratada,
capacidad contratada o el nivel de carga promedio del estrato socioeconómico correspondiente y se
multiplicará por el factor de utilización y por el tiempo de permanencia de la anomalía, tomado en
horas; de no ser posible establecer fehacientemente la duración de la misma, se tomará un período
de 4.320 horas. El factor de utilización para cada caso y el nivel de carga promedio del estrato
socioeconómico, serán establecidos por la entidad según lo preceptuado por el artículo 26 del
presente Decreto.
ARTICULO 21. NORMALIZACION PARA ACOMETIDAS FRAUDULENTAS. Con el objeto de
regularizar la prestación del servicio a usuarios que se encuentren derivando el servicio eléctrico a
través de acometidas fraudulentas, la entidad promoverá su normalización en las condiciones que
considere convenientes. No obstante, el tratamiento anterior, solo se otorgará a aquellos usuarios

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que soliciten regularizar su situación, siempre y cuando la entidad, de oficio o por aviso de terceros,
no haya indicado por escrito al usuario la existencia de la situación.
ARTICULO 22. ACTOS ADMINISTRATIVOS. Los actos administrativos que profieran las entidades
para la aplicación de las sanciones previstas en este Decreto, se regirán por las disposiciones
previstas en el decreto 01 de 1984.
ARTICULO 23. DIVULGACION DE FRAUDES. La entidad está en la obligación de difundir
públicamente, por el medio más efectivo, la dirección del inmueble y nombre o razón social del
usuario que incurra en las causales de los literales e) y f) del artículo 16 del presente Decreto.
ARTICULO 24. COMPETENCIA JUDICIAL. Sin perjuicio de las sanciones de que trata el presente
decreto, las entidades pondrán en conocimiento de las autoridades judiciales competentes, los casos
de fraude al consumo de energía eléctrica, así como los de complicidad, instigación y concierto y, en
general todas aquellas conductas que signifiquen el hurto o estímulo para el mismo, del fluido
eléctrico.
Igualmente, se pondrá en conocimiento de la Procuraduría General de la Nación las actuaciones u
omisiones de los funcionarios que participen o toleren el uso o consumo fraudulento del fluido
eléctrico.
ARTICULO 25. MERITO DE LAS RESOLUCIONES. Las resoluciones que se expidan estableciendo
sanciones pecuniarias por infracción al presente Decreto, prestarán mérito ejecutivo una vez se
hallen debidamente ejecutoriadas.
ARTICULO 26. REGLAMENTACIONES. Cada entidad deberá expedir una reglamentación que
permita el desarrollo y aplicación de este Decreto, en un término no superior a dos (2) meses
contados a partir de su publicación, todo en concordancia con el decreto-ley 01 de 1984.
ARTICULO 27. DEROGATORIAS. El presente Decreto deroga todas las normas que le sean
contrarias.
ARTICULO 28. VIGENCIA. Este Decreto rige a partir de la fecha de su publicación en el Diario
Oficial ...”.

Sea lo primero advertir que no obstante que el actor dirigió la demanda a la Sala Plena de lo
Contencioso Administrativo de esta Corporación, el asunto debe dirimirlo la Sección Primera, por lo
siguiente:

La acción de “nulidad por inconstitucionalidad” contra los decretos dictados por el Gobierno Nacional,
cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional, aparece consagrada en el artículo 237,
numeral 2, de la Constitución de 1991, como una atribución propia del Consejo de Estado, a través
de su Sala Plena Contencioso Administrativa, circunstancia esta última corroborada por el artículo 37,
numeral 9, de la Ley 270 de 1996, Estatutaria de la Administración de Justicia.

Conforme lo previene el artículo 97, numeral 7, del C.C.A., modificado por el artículo 33 de la Ley 446
de 1998, la acción de nulidad por inconstitucionalidad, atribuida a la Sala Plena Contencioso
Administrativa, es tal cuando se promueve i) contra decretos de carácter general dictados por el
Gobierno Nacional ii) que su juzgamiento no corresponda a la Corte Constitucional iii) cuya
inconformidad con el ordenamiento jurídico se establezca mediante confrontación directa con la
Constitución Política y iv) que no obedezca a función propiamente administrativa. La concurrencia de
todos estos requisitos resulta imprescindible para el nacimiento jurídico de dicha acción.

Empero acontece que en el caso dilucidado no se satisfacen los supuestos iii y iv anotados, debido a
que la legalidad del acto acusado no solo se hace depender de la transgresión de normas legales,
sino que además su expedición corresponde al ejercicio de funciones propiamente administrativas, lo

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cual se desprende del hecho de que carezca de fuerza normativa similar a la de la Ley.

Así las cosas, el acto acusado viene a ser pasible de la acción de simple nulidad de que trata el
artículo 84 del C.C.A., asignada a esta Sección por el Reglamento de la Corporación en atención a la
materia, bajo el criterio residual.

De otra parte, la Sala en sentencia de 18 de julio de 2001 (Expediente 5344, Consejera ponente
doctora Olga Inés Navarrete Barrero), precisó, y ahora lo reitera, que el Decreto 1303 de 1989
es una norma especial que, como tal, es de preferente aplicación frente a las disposiciones de
la Ley 142 de 1994 que, si bien estableció el régimen de los servicios públicos domiciliarios y
en forma general reguló lo relativo a los contratos de servicios públicos, no se refirió
íntegramente a todos los aspectos relativos a esta prestación quedando vigentes, por lo tanto,
las disposiciones de carácter especial y aquellas que no fueren contradictorias con sus
mandatos.

Al efecto, dijo la Sala:

“...Así lo señaló en forma expresa el artículo 186 de esta Ley cuando indicó:

“Artículo 186.Concordancias y derogaciones. Para efectos del artículo 84 de la Constitución


Política, esta Ley reglamenta de manera general las actividades relacionadas con los servicios
públicos definidos en esta Ley; deroga todas las leyes que le sean contrarias; y prevalecerá y
servirá para complementar e interpretar las leyes especiales que se dicten para algunos de los
servicios públicos a los que ella se refiere. En caso de conflicto con otras leyes sobre tales
servicios, se preferirá esta, para efectos de excepciones o derogaciones, no se entenderá que
ella resulta contrariada por normas posteriores sobre la materia, sino cuando éstas identifiquen
de modo preciso la norma de esta Ley objeto de excepción, modificación o derogatoria.

Deróganse, en particular, el artículo 61, literal “f” de la Ley 81 de 1988, el artículo 157 y el
literal “c” del artículo 233 del Decreto 1333 de 1986; el inciso segundo del artículo 14; y los
artículos 58 y 59 del Decreto 2152 de 1992; el artículo 11 del Decreto 2119 de 1992; y el artículo
1 en los numerales 17, 18, 19, 20 y 21 y los artículos 2, 3 y 4 del Decreto 2122 de 1992”.

De conformidad con lo anterior, las normas de la Ley 142 de 1994 son complementarias de las
contenidas en el Decreto 1303 de 1989 que, en cuanto no sean contrarias, mantienen su vigencia y
deben interpretarse sistemáticamente como un todo, por cuanto no existe contradicción entre las
prescripciones de la Ley 142 de 1994 y las disposiciones del Decreto 1303 de 1989 aplicadas para el
caso concreto, las cuales contemplan situaciones que no fueron cobijadas por la primera y
mantienen, por lo tanto, su vigencia y eficacia...”

De tal manera que no es acertado el argumento de la entidad demandada en cuanto consideró que
como en virtud de la expedición de las leyes 142 y 143 de 1994 se derogaron las leyes que le
sirvieron de sustento al Decreto acusado éste perdió su fuerza ejecutoria.

Por lo demás, si en gracia de discusión se admitiera que sí operó dicho fenómeno, ello no implica
considerar que se esté en presencia de una sustracción de materia, que imponga un fallo inhibitorio,
pues esta Corporación, a partir de la sentencia de la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo 14

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de enero de 1991, expediente 157, con ponencia del Consejero doctor Carlos Gustavo Arrieta
Padilla, ha sostenido que:

“... Basta que una norma jurídica de carácter general haya tenido vigencia por un pequeño lapso de
tiempo para que la jurisdicción de lo contencioso administrativo debe pronunciarse ante una
demanda de nulidad que se presenta contra ella, pues en ese lapso de tiempo pueden haberse
efectuado situaciones jurídicas particulares o pueden haber efectos de la misma que ameriten
reparación del daño y restauración del derecho que eventualmente se haya ocasionado” Estima la
sala que .... no es posible confundir la vigencia de una disposición con la legalidad de la misma,
como ocurriría si se mantiene la posición que sostiene que sería inoperante y superfluo
pronunciarse en los eventos en que la misma administración ha revocado su acto, así éste sea de
carácter general e impersonal. Pues contrario a lo que se había afirmado, opina la Sala que la
derogatoria de una norma no restablece per se el orden jurídico supuestamente vulnerado, sino
apenas acaba con la vigencia de la norma en cuestión. Porque resulta que un acto administrativo,
aún si ha sido derogado, sigue amparado por el principio de legalidad que lo protege, y que solo se
pierde ante pronunciamiento anulatorio del juez competente; de donde se desprende que lo que
realmente restablece el orden vulnerado no es la derogatoria del acto, sino la decisión del juez que
lo anula, o lo declara ajustado a derecho. Ello además, se ve confirmado por los efectos que se
suceden en cada evento. La derogatoria surte efecto hacia el futuro, sin afectar lo ocurrido durante
la vigencia de la norma y sin restablecer el orden violado; la anulación lo hace ab initio,
restableciéndose por tal razón el imperio de la legalidad (...) Así, las situaciones jurídicas
consolidadas al amparo de una norma ilegal, seguramente serán también ilegales
independientemente de la vigencia de esta última, o, a contrario sensu, serán legales si ella lo es
también. Pero, como en uno u otro evento ambas están amparadas por la presunción de legalidad,
la cual no podría ser controvertida en el evento de una norma derogada, el resultado de lo anterior
será necesariamente el de imposibilitar el juzgamiento objetivo del acto particular de que se trate.
Por ello la Sala opina que, aún a pesar de haber sido ellos derogados, es necesario que esta
Corporación se pronuncie sobre la legalidad o ilegalidad de los actos administrativos de contenido
general que se impugnen en ejercicio de la acción de nulidad, pues solamente así se logra el
propósito último del otrora llamado contencioso popular de anulación, cual es el imperio del orden
jurídico y el restablecimiento de la legalidad posiblemente afectada por la norma acusada, imperio y
legalidad que no se recobran por la derogatoria de la norma violadora, sino por el pronunciamiento
definitivo del juez administrativo. Y mientras tal pronunciamiento no se produzca, tal norma, aún
sea derogada, conserva y proyecta la presunción de legalidad que la ampara, alcanzando los
efectos a aquellos actos de contenido particular que hubiesen sido expedidos durante su
vigencia”.(..)

Básicamente, la demanda descansa en la premisa de que el Decreto acusado crea un régimen


especial, adicional al previsto en el campo del derecho penal, frente a la conducta de fraude respecto
del fluido eléctrico en sus distintas modalidades, a la vez que lo sanciona, lo que implica que el
usuario es sancionado doblemente por un mismo hecho.

Al respecto, la Sala observa lo siguiente:

El Decreto acusado consagra una serie de conductas que implican uso no autorizado o fraudulento
del servicio eléctrico, entre las cuales se destacan la adulteración de las conexiones o aparatos de
medición, o de los sellos instalados en los equipos, la conexión de equipos sin autorización, o la
reconexión sin autorización cuando el servicio ha sido suspendido.

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Frente a dichas conductas se prevén las sanciones de suspensión o corte del servicio y las
pecuniarias, sin perjuicio de las demás que puedan imponer las autoridades judiciales competentes.

Cabe señalar que esta Corporación, en sentencia de (Expediente 6075, Consejero ponente
doctor Gabriel Eduardo Mendoza Martelo), precisó lo siguiente en relación con el alcance del
principio del non bis in idem:

“En relación El artículo 29, inciso 1º, de la Carta Política consagra que el debido proceso se aplicará
a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas; y en el inciso 4º, señala que quien sea
sindicado tiene derecho a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.

Ahora, tal prohibición no implica que por un mismo hecho no se puedan infligir varias
sanciones, de distinta naturaleza, como ocurre, por ejemplo, cuando un funcionario público
incurre en el delito de peculado, conducta esta que no solo puede dar lugar a una sanción
penal, sino a una disciplinaria (destitución) y a una administrativa (responsabilidad fiscal). Es
decir, que la prohibición opera frente a sanciones de una misma naturaleza ...”.

En este caso, resulta claro que las conductas consistentes en el uso no autorizado o fraudulento del
servicio eléctrico, constituyen faltas administrativas que, por lo mismo pueden ser reprendidas con
sanciones de la misma naturaleza; y es irrelevante que esas mismas conductas también se
encuentren tipificadas como delito en el ordenamiento penal, ya que las sanciones que como
consecuencia de la comisión de un hecho delictivo se imponen no son de naturaleza administrativa
sino judicial penal. De ahí que el argumento del actor relativo a la creación de un régimen especial,
adicional al del campo penal, no sea de recibo.

En cuanto concierne a la censura de violación del artículo 29 de la Carta Política, por no contener el
Decreto acusado trámite alguno que garantice la defensa del acusado, la Sala considera que no está
llamada a prosperar, pues el artículo 26 de dicho Decreto consagra:

“Reglamentaciones . Cada entidad deberá expedir una reglamentación que permita el desarrollo y
aplicación de este Decreto, en un término no superior a dos (2 ) meses contados a partir de su
publicación, todo en concordancia con el Decreto- ley 01 de 1984”.

Según el artículo 1º, ibídem, por entidad debe entenderse “Persona natural o jurídica, pública o
privada, responsable de la prestación del servicio de energía eléctrica, legalmente autorizada para
ello”.

De lo anterior colige la Sala que si bien el Decreto acusado no consagra trámite alguno para su
aplicación, no por ello puede afirmarse que esté proscrita cualquier actuación de la Administración
para adelantar la investigación tendiente a establecer la conducta de fraude e imponer la
correspondiente sanción, pues, como quedó visto, es directamente la empresa prestadora del
servicio la que debía expedir la correspondiente reglamentación y, en todo caso, en el evento de no
existir tal reglamentación, resultan aplicables las disposiciones de la primera parte del C.C.A., por
mandato del artículo 1º del mismo, normas estas que garantizan el derecho de defensa del
administrado.

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Finalmente, en lo que respecta a la publicación del nombre o razón social del usuario que haya
incurrido en adulteración o daño, tampoco resulta violatoria del derecho a la honra, pues el alcance
que a la violación de este derecho fundamental ha dado la jurisprudencia de la Corte Constitucional
(sentencias C-026 de 1994 y C-489 de 2002), que la Sala prohija en esta oportunidad, es el de que
debe tratarse de informaciones falsas o tendenciosas, erróneas y sin fundamento.

De tal manera que la violación de dicho derecho solo puede darse en la medida en que, en un caso
particular, la entidad prestadora del servicio público haya ordenado la publicación acerca de la
adulteración o daño a los equipos de medida o conexiones de las redes eléctricas, sin que ese hecho
se hubiera producido o cuando se le atribuye a quien no lo cometió.

Así pues, estima la Sala que las pretensiones de la demanda no tienen vocación de prosperidad,
como en efecto lo dispondrá en la parte resolutiva de esta providencia.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo,


Sección Primera, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,

FALLA:

DENIÉGANSE las pretensiones de la demanda.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.

Se deja constancia de que la anterior sentencia fue leída, discutida y aprobada por la Sala en la
sesión del día 8 de septiembre de 2005.

RAFAEL E. OSTAU DE LAFONT PIANETA CAMILO ARCINIEGAS ANDRADE


Presidente

GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO MARIA CLAUDIA ROJAS LASSO

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