pe/reuso-agua-residual-agricola/
English version: Wastewater reuse for Agricultural Irrigation and Its Impact on Health
RESUMEN EJECUTIVO
Riesgo para la salud de los agricultores y consumidores, asociados con las normas vigentes
en México sobre el uso de aguas residuales en la agricultura.
Dr. Guillermo M. Ruiz-Palacios; Dra. ursula Blumenthal; Dra Anne Peasey; Dr. Enrique
Cifuentes.
1. INTRODUCCIÓN
Estos estudios se llevaron a cabo en el Valle del Mezquital, 100 km. al norte de la Ciudad
de México, en los distritos de riego 03 y 100, en donde más de 82,000 hectáreas de tierra
cultivable, principalmente de cereales y forraje, es regada con agua residual proveniente de
la Ciudad de México. Una parte de esas aguas pasa por una presa de sedimentación y la
calidad de agua mejora antes de ser utilizada; esto es equivalente a un tratamiento parcial.
El efluente de la primera presa (tiempo de retención 1-7 meses, dependiendo de la época
del año) cumple con las normas de la OMS para riego restringido (Tabla l), aún cuando un
volumen menor de aguas residuales se une al efluente antes de ser utilizado. El efluente de
la segunda presa fue retenido por 2-6 meses más (>3 meses de retención combinada) y la
calidad mejoró aún más. Parte del efluente de la primera presa se incorpora al río y más
abajo es utilizado para regar una gran extensión de cultivos de verduras y hortalizas,
muchas de las cuales se consumen crudas; el agua del río es en esencia agua residual
parcialmente tratada (calidad 104 coliformes fecales/100 ml). Estos cultivos son vendidos
en los mercados locales y consumidos por la población rural de las comunidades locales,
incluyendo aquellas que se encuentran cerca de la segunda presa. En una región cercana, las
verduras se regaron con agua de pozo.
Tabla 1.
Normas de la OMS para el uso seguro de aguas residuales en la agricultura (1989)
2. RESULTADOS
Los agricultores y sus hijos que están en contacto con agua residual no tratada (106-108
CF/100 ml y >100 huevos/l) a través de riego o el juego, tienen una prevalencia de
infección por Ascaris significativamente mayor que los del grupo control, quienes practican
agricultura de temporal (Peasey, en preparación; Blumenthal et al. 1996). El exceso en la
tasa de infección es mayor en los niños de 5 a 14 años de edad que en los adultos. Los niños
menores (1-4 años) también tienen una tasa significativamente mayor de enfermedad
diarréica (Cifuentes et al. 1993).
El contacto con agua residual sedimentada en una presa (Presa Endhó) antes de su uso (104-
105 CF/100 ml y <1 huevo/l) produce un exceso en la tasa de infección por Ascaris en los
niños comparado con la tasa del grupo control, especialmente en los de 5-14 años, pero no
ocurre así en los adultos (Blumenthal et al. 1996). Los niños de 5-14 años tienen también
una tasa significativamente más alta de diarreas (Cifuentes et al. 1993).
La retención del agua residual en dos presas en serie (presas Endhó y Rojo Gómez), con un
efluente que contiene un promedio de 4×103 CF/100 ml (máximo 105 CF/100 ml), resulta
en un mínimo exceso en la tasa de infección por Ascaris en cualquier grupo de edad
(Cifuentes et al. 1994). Sin embargo, hay un exceso significativo en la tasa de diarreas en
niños de 5-14 años y en un grado menor en los adultos, que están en contacto con el
efluente de la presa Rojo Gómez, en comparación con aquellos que no tienen contacto con
este efluente (Blumenthal et al., en preparación). También se detectó una respuesta
serológica al Calicivirus-Mx significativamente mayor entre los adultos que tenían contacto
con este efluente.
Los estudios epidemiológicos sobre el consumo de verduras regadas con aguas del río Tula
(efluente de la presa Endho, con una descarga mínima de aguas residuales provenientes de
canales de riego y de las comunidades locales, i.e., 104-105 CF/100 ml y <1 huevo/l)
mostraron un mínimo exceso en la tasa de infección entérica entre los consumidores de
todas las edades. Hubo un exceso en la tasa de diarreas entre quienes consumieron cebollas
comparados con los que consumieron una pequeña cantidad de este vegetal. Este efecto fue
más notorio en los adultos y en los niños menores de 5 años. Hubo también mayor
respuesta serológica a Calicivirus-Mx en los niños de 5-14 años que consumieron tomate
verde. No hubo un exceso en la tasa de diarreas ni en la respuesta serológica a Calicivirus
Mx ó Escherichia coli enterotoxigénica (LT) en relación al consumo de otras verduras (e.g.,
calabacita, coliflor, col, zanahoria, jitomate, chile, lechuga, rábano, pepino y cilantro).
El consumo de cantidades mayores de chile regado con aguas residuales produjo un exceso
en la tasa de diarreas comparado con quienes consumieron pequeñas cantidades, a pesar del
uso de riego con cama melonera diseñado para prevenir el contacto entre el chile y el agua
de riego.
Las normas vigentes en México para el uso de agua residual en la agricultura (NOM-001 -
ECOL) se introdujeron en 1997 (Tabla 2). Estas normas son parte de una reorganización a
fondo de la normatividad sobre la descarga industrial y doméstica hacia aguas y tierras
nacionales. Anteriormente existían más de 40 normatividades distintas, lo que hacía casi
imposible la regulación. La nueva normatividad está diseñada para ser más técnica y
económicamente factible en el México actual.
Tabla 2
Las normas de la OMS para la reutilzación segura del agua residual en la agricultura y
acuacultura (1989) no proponen una norma de coliformes fecales por la falta de evidencia
de riesgo de infecciones virales y bacterianas para los agricultores y residentes locales. Sin
embargo, los resultados de nuestros estudios en México (sección 2) y otros estudios de
Estados Unidos (Camann et al. 1986) sugieren que debe incluirse una norma de coliformes
fecales en la normatividad del riego restringido. Los datos de Estados Unidos sugieren que
105 CF/100 ml protegería a los agricultores y a los habitantes de las zonas cercanas. Sin
embargo, los estudios de México sugieren que los escolares y los adultos que están en
contacto directo con aguas residuales pueden estar en riesgo de contraer infecciones
entéricas aún a un nivel de 104 CF/100 ml. Un nivel menor, de 103 CF/100 ml, como
establece la norma vigente en México (1996), aumentaría la seguridad en sitios donde hay
grandes poblaciones en riesgo a través del trabajo en el campo y donde hay niños expuestos
frecuentemente. Las autoridades deberán tomar la decisión de qué camino seguir, es decir,
si al valorar el costo económico de dicha norma contra los riesgos a la salud pública se opta
por el escenario de riesgo mínimo, entonces sería aceptable una norma de 104 CF/100 ml.
Hay algunas evidencias que sugieren que las normas de cuenta de huevecillos de
nemátodos (OMS 1989) son inadecuadas para proteger la salud de los consumidores.
Nuestros estudios señalan un riesgo mayor para infección por Ascaris entre los
consumidores de verduras silvestres irrigadas con efluentes de una presa (presa Endhó). Se
sugiere una norma más estricta, de < 0.5 huevos/litro, para proteger a los consumidores.
Como sugerimos anteriormente para la norma de coliformes fecales, las autoridades
mexicanas al revisar la norma de huevos de nemátodos, a luz de los resultados, deben
decidir si el objetivo es eliminar el exceso de riesgo, reducir el riesgo o minimizar la
morbilidad. Resulta claro que la normatividad adecuada depende del objetivo de salud
pública elegido.
Con base en los resultados de nuestros estudios mexicanos y de otros estudios recientes, se
sugieren ciertos cambios en la normatividad para la reutilización de agua residual en
México (Tabla 3). Estas propuestas no requieren de las autoridades mexicanas grandes
inversiones técnicas ni financieras. De hecho, las nuevas normas que se proponen se
pueden lograr con lagunas de estabilización y presas de retención. No se requiere la misma
inversión económica que necesitan las plantas de tratamiento convencionales ni personal
altamente calificado para su operación y su mantenimiento.
Tabla 3
Cambios propuestos a la norma mexicana NOM-001-ECOL-1996
REFERENCIAS
Blumenthal UJ, Mara DD, Ayres R, Cifuentes E, Peasey A, Stott R, Lee D y Ruiz-Palacios
G. 1996. Evaluation of the WHO nematode egg guidelines for restricted and unrestricted
irrigation. Water Science and Technology 33, 277-283.
Camann et al. The Lubbock Treatment System Research and Demonstration Project
Volume IV.
Lubbock Infection Surveillance Study (LISS). (Project Summary): US EPA, May 1986.
WHO 1989. Health guidelines for the safe use of wastewater in agriculture and aquaculture.
Technical Report Series 778. Geneva: World Health Organization.