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Guía de actividades
Módulo 2
Estado, Constitución y gobierno
Unidad 3
Los mecanismos de protección los
Derechos Humanos
Sesión 7
Derechos Humanos en particular y la
argumentación jurídica
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 9
La libertad jurídica como derecho fundamental .................................................................................... 10
La igualdad jurídica como derecho fundamental .................................................................................. 11
Derecho al debido proceso .................................................................................................................. 13
Fundamentación y motivación de los actos de autoridad ..................................................................... 15
Irretroactividad ..................................................................................................................................... 17
Interpretación de la Constitución .......................................................................................................... 18
Cierre................................................................................................................................................... 25
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 26
Legislación ....................................................................................................................................... 28
Presentación
Una vez que el ser humano abandona la vida nómada para sentarse en un lugar junto con sus
congéneres y decide establecer reglas para la sana convivencia, se crea una diferenciación entre las
personas, en donde algunas, se convierten en autoridades. Se trata sin duda de las mismas personas
físicas, solo que aquellas que encarnan a los órganos del Estado, se hayan investidas de una
potestad, con un cúmulo de facultades que les son atribuidas por la ley. Eso genera que algunas
personas tengan autoridad y otras no. Esa autoridad debe mantenerse dentro de los cauces legales y
precisamente para evitar arbitrariedades, existe un catálogo de derechos que la autoridad no debe
vulnerar. Esos derechos si bien se oponen principalmente ante la autoridad, también lo hacen frente a
particulares.
Por este motivo, existe la necesidad de que haya una adecuada organización de las personas y que se
establezcan reglas para una sana convivencia, ya que es necesario determinar las obligaciones de
cada individuo y los derechos con los que cuentan, garantizando así el respeto por la dignidad de
todos y buscar construir el bien común en beneficio de la sociedad. Respecto a ello, en la presente
sesión conocerás algunos de los derechos fundamentales, así como las bases de la argumentación
jurídica.
Hablar de libertad no significa una libertad en términos absolutos, sino de una libertad jurídica. Esto
significa que las personas particulares podemos realizar cualquier conducta, menos aquella que esté
expresamente prohibida por las leyes. Esto es lo que se consagró en la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre o del Ciudadano de 1789: “Artículo 1.- Los hombres nacen y permanecen libres
e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común”. En dicho
precepto, se reconoce la libertad como derecho intrínseco de las personas, para posteriormente
acotarla jurídicamente:
Artículo 4.- La libertad consiste en poder hacer todo lo que no perjudique a los demás. Por ello, el
ejercicio de los derechos naturales de cada hombre tan sólo tiene como límites los que garantizan a los
demás Miembros de la Sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites tan sólo pueden ser
determinados por la Ley.
Artículo 5.- La Ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la Sociedad. Nada que no
esté prohibido por la Ley puede ser impedido, y nadie puede ser obligado a hacer algo que ésta no
ordene.
La libertad de la que se habla en tanto derecho fundamental, es de tipo jurídico, de modo que
cualquier prohibición solo puede ser establecida en ley, que a su vez debe ser acorde a la Constitución
y respetar todo el catálogo de derechos como el de igualdad. Esto significa que el legislador no puede
prohibir determinadas conductas de modo arbitrario, sino sólo en la medida en que ello sea idóneo
para alcanzar un fin constitucionalmente válido.
No es permitido construir muros muy altos, si con ello afectamos al predio vecino.
Tampoco es permitido privar de la vida a los semejantes, salvo en caso de defensa
legítima. A eso se refiere otra máxima del derecho que establece que la libertad de un
individuo termina donde empieza la de los demás.
De modo que podemos entender a la libertad como el derecho de poder hacer lo que uno desee,
siempre y cuando no se contravengas las leyes ni se afecten derechos de terceros. Hablar de libertad
significa también no poder ser detenido de modo arbitrario y además de entenderse como la
En la medida que los Derechos Humanos confieren un derecho subjetivo a los particulares y el
derecho subjetivo permite a su titular ejercerlo o no, existen autores que consideran que los derechos
son de algún modo “libertades”. Así, por ejemplo, existe la libertad de creencias, de culto, de sufragio
activo, pasivo, libertad de tránsito, etcétera, sin embargo, ello no es per se una libertad sino es la
esencia de un derecho subjetivo. Como podrá advertir, la importancia de conocer el contenido,
alcances y límites te ayudará a defenderte contra ataques arbitrarios a su libertad.
La igualdad es un adjetivo relacional, pues supone una comparación entre dos objetos o sujetos. La
expresión “todos somos iguales”, en realidad tiene una connotación jurídica y no material, pues no
todas las personas son materialmente iguales, del mismo modo que mujeres y hombres no son iguales
materialmente.
En alguna época se pensó que la igualdad implica dar el mismo trato a las personas, pero no es así,
porque si todas las personas pagaran, la misma cantidad de dinero a modo de impuesto por ejemplo,
se generaría un desequilibrio, ya que habría para quienes ese importe sea inaccesible y otros incluso
risible. Frente a esta idea de igualdad, se evolucionó a una igualdad aristotélica: dar trato igual a los
iguales, pero desigual a los desiguales. Con esta máxima se reconoce la desigualdad material entre
las personas, pero se impone el deber de los Estados de tratar del mismo modo jurídico a las personas
El legislador no tiene permitido crear leyes que den trato igual a hombres y mujeres,
en materia laboral, cuando éstas se encuentren embarazadas. Por el contrario, les
debe dar trato desigual y en tal virtud prohíbe imponerles esfuerzos considerables o
peligro en su salud (artículo 123 apartado A, fracción V constitucional). Esta norma
refiere todos los elementos del derecho a la igualdad:
La igualdad entonces se puede exigir a todas las autoridades, de ahí que se hable:
De igualdad ante la ley: Que se exige no solo ante el legislador, pues como vimos antes, el
Presidente de la República, puede expedir normas generales llamadas reglamentos (artículo 89,
fracción I constitucional), de ahí que se exigen a toda autoridad que realice normas generales,
abstractas e impersonales. La prestación puede ser tanto de hacer, como de omitir.
Pero en otros casos, no solo le es permitido hacer trato distinto entre las personas distintas, sino que
se exige que lo hagan, como a las personas con discapacidad motriz, permitiendo que sus automóviles
circulen diario sin la restricción del programa “Hoy no circula”. La igualdad entonces viene de la mano
con la prohibición de discriminación por diversas razones o causa, de las cuales, algunas se detallan
en el artículo 1° constitucional:
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias
sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular
o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Igualdad ente la aplicación de la ley: En este caso, el sujeto pasivo no es el legislador, sino los
órganos encargados de su aplicación, o sea el judicial y el ejecutivo. Por ejemplo, esta igualdad
se respetaría por el legislador si éste contempla en la ley que actor y demandado pueden
ofrecer pruebas dentro de un proceso (coloquialmente llamado “juicio”), pero si el juez le
prohibiera a alguna de las partes ofrecer las pruebas ello sería desigualdad ante la aplicación
de la ley, pues encontrándose en la misma circunstancia jurídica (contienda judicial) a una de
las partes se le permite ofrecer pruebas y a otra no. La igualdad entre todas las personas se
recoge en el artículo 1 constitucional y, de manera específica la igualdad entre hombres y
mujeres, en el artículo 4 constitucional, pero la hay en todas las materias.
Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio
seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales
del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.
Esto significa que antes de que se imponga un acto privativo a las personas, se les debe dar el
derecho de audiencia, es decir, debe ser oída y en su caso, vencida dentro de un proceso (o juicio).
De este precepto se desprende cuáles son las etapas que debe tener todo proceso o juicio:
Como podrá advertir, el debido proceso, derecho de audiencia o formalidades esenciales del proceso
que son expresiones empleadas como sinónimas, significan que antes de que se prive a una persona
de su libertad, propiedades, posesiones o derechos, se le debe dar oportunidad de que se defienda y
se respeten todas las formalidades pautadas. Así, este derecho fuerza a que el legislador al elaborar
las leyes, lo haga contemplando esas etapas y también obliga a las autoridades encargadas de aplicar
las leyes, a que respeten esas formalidades. Este derecho te servirá en tu vida profesional para
combatir cualquier acto privativo en el que no se haya dado oportunidad de defensa.
Contenido en el artículo 16 constitucional, este derecho rige a todos los actos de la autoridad, sean
actos privativos o de molestia (que son temporales, a diferencia de los de privación, que son
definitivos). La fundamentación significa que la autoridad debe citar cuál es la ley que le permite
realizar el acto que emitió hacia el particular. La jurisprudencia ha determinado que si la ley en que se
apoya la autoridad, contiene varias fracciones, la fundamentación será indebida si no se especifica en
cuál de las fracciones es en la que se apoya la autoridad. La razón de ser de este requisito, es que sin
él, el particular no está en posibilidad de saber si el acto de la autoridad se ajusta o no a la ley, por eso
clasificamos a este derecho dentro del grupo de los de “seguridad jurídica” pues por seguridad jurídica
se entiende a que deben estar claras las reglas del juego, para saber qué podemos esperar.
La fundamentación que debe respetar la autoridad, es indicando las normas que le confieren:
Existencia: No se olvide que se trata de un órgano constituido, así que la autoridad debe indicar al
particular qué ley motivó su acción.
Competencia material: En tanto las normas tienen distintos ámbitos de validez, dichos ámbitos son
los que debe explicar la autoridad al particular, cómo y por qué puede emitir su acto, de modo que
la competencia por materia implica que debe justificar que tiene competencia por la materia del
Derecho Sustantivo que aplica para emitir su acto. Así, por ejemplo, un juez de lo familiar, no
puede emitir una sentencia penal. O un verificador de establecimientos mercantiles, no puede
hacer una revisión que es materia de una de protección civil o de derechos del consumidor.
Competencia territorial: Implica citar las normas que confieren competencia para actuar dentro del
ámbito territorial en el que se ubica el destinatario del acto. Es decir, en el caso de la Ciudad de
La motivación implica que la autoridad debe explicar de qué manera su acto se ajusta a las normas
que invocó como fundamento, según se reitera en la jurisprudencia:
Irretroactividad
En principio, las leyes sólo pueden aplicarse a casos ocurridos con posterioridad a su entrada en vigor
(no a su publicación, pues puede publicarse una ley en una fecha y entrar en vigor al día siguiente o
mucho tiempo después), sin embargo, la retroactividad implica aplicar una ley a hechos ocurridos con
anterioridad a su entrada en vigor (ya que prefijo retro significa “hacia atrás”). Esto está prohibido en
principio, pues atenta contra la seguridad jurídica. Existen dos tipos de irretroactividad:
Irretroactividad ante la ley: Es dirigida a la autoridad que emita normas generales, sea
formalmente legislativas, o materialmente legislativas. Significa que el legislador no debe crear
leyes que estén llamadas a regir hechos ocurridos con anterioridad a su entrada en vigor.
Irretroactividad en la aplicación de la ley: Puede ocurrir que el legislador respete la prohibición de
hacer leyes retroactivas, pero que, con o sin intención, una autoridad la aplique de modo
retroactivo, en cuyo caso su acto y no la ley, será inconstitucional.
Uno de los criterios más importantes para determinar cuándo existe o no retroactividad, es la
denominada “teoría de los componentes de la norma” que consiste en saber si el particular se ubica o
no en la hipótesis de la ley y por ende, se haga acreedor a las consecuencias de la norma, o si por el
contrario, no se ajusta a la hipótesis y por ende no tenga “derecho” a que se le aplicaran las
consecuencias, pues en el primer caso se denomina “derechos adquiridos” y en el segundo
“expectativas de derechos”.
Como todo derecho fundamental, éste admite excepciones, pues si bien se prohíbe la retroactividad de
la ley o su aplicación cuando ello agravie a los particulares, interpretada a contrario sensu esta norma
sí permite que una ley sea retroactiva o aplicada de modo retroactivo, si es en beneficio del particular.
El precepto que recoge este derecho es el párrafo primero del artículo 14 constitucional.
Interpretación de la Constitución
Para Kelsen, la Constitución al ser un texto jurídico, necesita una interpretación jurídica, para lo cual
este autor define interpretación jurídica de la siguiente manera:
Una operación del espíritu que acompaña al proceso de creación del Derecho al pasar de la norma
superior a una norma inferior. En el caso normal, el de la interpretación de una ley, se trata de saber
cómo, aplicando una norma general a un hecho concreto, el órgano judicial o administrativo obtiene la
norma individual que le incumbe establecer (Kelsen, 1982:163).
Por otra parte, adentrándonos a la interpretación constitucional, encontramos que Velázquez la define
como:
La Constitución al ser la norma suprema que contiene los principios esenciales del orden jurídico,
puede ser interpretada, pero no como a las otras normas jurídicas, debido a su rango, contenido y
finalidad, lo que hace necesario que existan reglas especiales para su interpretación. Por su parte,
Carpizo señala que para la interpretación de la Constitución no sólo se toma en cuenta el orden
jurídico, sino también “factores políticos, históricos, sociales y económicos” (1974:384), por ser parte
de la vida constitucional y la persona que la llegue a interpretar, deberá tener una sensibilidad especial
para advertir la norma constitucional correspondiente.
[…] la constitución es una norma peculiar desde varios puntos de vista (por su rango, contenido, y
finalidad) y estas peculiaridades afectan al método de su interpretación, de lo que se desprende que no
solo se trata de interpretar por interpretar sino que existen métodos para llevar a cabo la interpretación
constitucional, lo cual será objeto de investigación de los estudiantes (Díaz, 2008: 10).
Pero ¿crees que sea importante la interpretación constitucional o basta simplemente para la aplicación
del derecho la interpretación jurídica y la constitución por su jerarquía no necesita ser interpretada? En
este momento para ti, ¿qué es la interpretación constitucional? La interpretación constitucional es
importante porque al llevarse a cabo, se cambia gramaticalmente el significado del texto constitucional
ya sea modificándolo o bien anulándolo. Es menester mencionar que la Ley Suprema contiene un
carácter valorativo por la cantidad de valores y principios generales que contiene a la vez que
establece límites, mandatos y finalidades impuestas a los poderes públicos, lo cual puede condicionar
el método de su interpretación. A continuación se exponen las reglas de interpretación constitucional
de Linares Quintana, las cuales se señalan para una debida interpretación, encaminadas a que el
gobierno funcione adecuadamente, ante lo cual daría tranquilidad a los ciudadanos:
Tomar en cuenta las situaciones sociales, económicas y políticas que prevalezcan en el momento
en que se realice la interpretación.
Las excepciones y privilegios serán interpretadas con criterio restrictivo.
Los actos públicos se creen constitucionales si con la interpretación llegan a ser armonizados con la
constitución (Linares, 1978:653-715)
Por otra parte, la interpretación de la Carta Magna adopta principios y métodos creados para tal efecto.
Entre los autores que abordan este tema, no existe concordancia en sus conceptos, sin embargo, se
puede decir que llegan a la misma conclusión. Díaz Revorio (2008:6-19) señala los siguientes:
De unidad de la Constitución.
De concordancia práctica.
De fuerza normativa de la constitución.
De corrección funcional.
Las normas jurídicas son escritas, sistemática y jerárquicamente ordenadas, pudiéndose decir que es
un sistema de reglas que rigen las relaciones sociales y componen el llamado orden jurídico. Su
jerarquía se determina por su fuerza y valor, mientras que cada norma es fuerte cuando no existe
posibilidad de que sea derogada o modificada por otra norma. Buscando la libertad de los hombres y
poner un límite el poder de los gobernantes, surge el constitucionalismo, ya que cuando el poder es la
capacidad de influir físicamente en el comportamiento de la sociedad, el Estado de derecho se debe
de imponer a fin de evitar que las personas discutan y resuelvan sus diferencias por medio de
enfrentamientos. Cuenta con la autoridad de exigir una buena conducta social mediante una institución
centralizada, que puede ser con la ayuda del parlamento, monarca, presidente, donde resultaría
beneficiada la sociedad con la estabilidad que le ofrece el gobierno centralizado de la ley. Por esta
razón, fue necesario que el poder oficial pudiera ejercerse, por lo que el constitucionalismo estableció
los límites entre el Estado y el individuo, los cuales exigen al gobierno reconocer los procedimientos
que en ese entonces eran habituales.
Sin embargo, con base en el principio pro persona que se recoge en el artículo 1°
constitucional ya sabes que se debe aplicar la norma que más favorezca a la
persona, independientemente de su jerarquía formal.
La evolución hacia el concepto de constitucionalismo se tiene a fines del siglo XVIII y comienzos del
XIX. “Entendido éste como el movimiento que consagró el ideal de una Constitución escrita en un
régimen de limitación al gobierno con garantía de libertad e igualdad para todos los individuos”.
(Speroni, 2006:39). Cuando las personas ya no resuelven sus diferencias con argumentos, sino por la
fuerza, es cuando el gobierno interviene con el consentimiento de las personas elaborando leyes que
se aplican a esas conductas. Anteriormente se permitía que el gobierno decidiera y ejecutara en aras
de la paz social, confiando en que toda la sociedad acataría las mismas leyes, pero esta decisión al
quedar en manos de un reducido grupo de miembros del gobierno mantenía latente la existencia de
abusos, por lo que se debían tomar precauciones para erradicar estos conflictos y poner límites. Por
esta razón fue necesario delimitar el alcance de los actos del gobierno.
Los gobiernos se encargan de realizar leyes aplicables a los ciudadanos y el propósito de las
Constituciones es establecer el marco y los reglamentos que les son aplicables al gobierno, con
normas Constitucionales claras que preceptúen principios esenciales que al cumplirlos el gobierno,
éste pueda ser considerado responsable y honesto ante la ciudadanía. Para llegar a lo que ahora se
considera ley suprema, tuvieron que pasar muchos siglos. Repasando la historia, resulta evidente que
en todas partes existían leyes establecidas por alguna autoridad y sanciones que castigaban su
incumplimiento, y en todas las grandes culturas de la humanidad, la autoridad superior era divina a
través de dioses o un dios único en las religiones monoteístas, quienes dictaban la ley a las personas
a través de los sacerdotes, faraones o emperadores, ya que reinaban por derecho divino. Por esta
razón, resulta interminable describir la evolución de la ley divina hasta que se convirtió en una ley
escrita humana.
Nuestras leyes e instituciones jurídicas como todas las manifestaciones de la civilización, tienen sus
raíces en el pasado y citando algunos ejemplos de leyes escritas en la historia hasta llegar a lo que
ahora conocemos como Constitución, se mencionan brevemente las siguientes con la intención de
profundizar en el tema:
Corán Libro sagrado del Islam, fue la fuente de todas las leyes, destacando
que la Constitución fue escrita por un analfabeto, promotor de las letras
y la primera revelación del Corán le llegó en alabanza a la escritura y
dijo que la escritura es el medio de toda cultura y civilización.
Derecho Canónico Es el sistema de leyes dadas por un dios o por la potestad eclesiástica,
por las cuales se ordena la Constitución, régimen y disciplina de la
Iglesia Católica. Conforme a una tesis admitida por la iglesia, (Encíclica
de León XIII de 1885), ésta y el Estado son dos sociedades distintas,
pero que no deberían estar disociadas, ya que tienen sus competencias
y fines exclusivos, pero deberían de estar en armonía.
Recopilación del antiguo derecho de costumbres, sobre todo en París,
Código Napoleónico
del derecho escrito del sur de Francia y las nuevas leyes de la
Revolución, su estructura se basa en el Código de Justiniano.
Para el autor Carpizo sólo son suficientes los métodos y los distingue desde dos aspectos: tomando
en cuenta quien realiza la interpretación y por su contenido (Carpizo, 1974).
Independientemente de los métodos antes señalados, Carpizo manifiesta que el intérprete también
puede auxiliarse de otros elementos que le ayuden a la interpretación, principalmente el diario de los
debates del constituyente, ya que al examinar lo que dio origen puede surgir el sentido de la norma a
interpretar y el Derecho Comparado, en virtud de que existen preceptos que han sido tomados de
otras Constituciones, siendo por demás enriquecedor conocer qué dice la jurisprudencia y doctrina de
otros países sobre algunos preceptos.
Por último diremos que de acuerdo a lo establecido por la Constitución, sólo tienen la
facultad de realizar la interpretación constitucional el Congreso de la Unión y la
SCJN, indicado en los artículos 72, inciso F y 73, fracción XXX.
Argumentación constitucional
Se dijo que en un sistema normativo, se busca su regularidad, o sea que las normas se ajusten a la
norma que le antecede, para considerarla válida, hasta llegar en última instancia a la Constitución. Por
ello, es que podemos hablar de legalidad, constitucionalidad o convencionalidad. Hoy día la mayoría
de los litigios llegan al punto en que un litigio que de inicio versa sobre su legalidad, gracias a los
artículos 14 y 16 constitucionales, acaban siendo de constitucionalidad y tras la reforma de 2008 en
materia de Derechos Humanos, cobra fuerza el control de la convencionalidad.
Actualmente hemos enfrentado a un nuevo término en los sistemas jurídicos, ya que en la doctrina no
existe. Este es “constitucionalización”, el cual es el proceso por el que una norma inicialmente carece
de carácter constitucional y posteriormente adquiere valor como tal. Al respecto Atienza, cita a
Guastini, para argumentar que un ordenamiento jurídico constitucionalizado se caracterizaría por una
“Constitución extremadamente invasora, capaz de condicionar tanto la legislación como la
jurisprudencia y el estilo doctrinal, la acción de los actores políticos y las relaciones sociales”
(2001:153). Las condiciones formales a cumplir son las siguientes (2001:155-179):
Constitución rígida.
Garantía jurisdiccional de la Constitución.
Fuerza vinculante de la Constitución.
Sobreinterpretación de la Constitución.
Interpretación conforme de las leyes.
Aplicación directa de las normas constitucionales.
Influencia de la Constitución sobre las relaciones políticas.
Existen varios autores que han escrito sobre la interpretación constitucional, como
Robert Alexy, Manuel Atienza o Ronald Dworkin, los cuales te corresponde
conocerlos de modo autodidacta.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
En esta sesión has logrado conocer los diversos métodos de interpretación de la ley, así como la
forma en que se utiliza al Derecho como argumentación constitucional. Ambos temas son de vital
importancia, para el estudiante de Derecho pues te permiten tener el conocimiento existente de una
labor interpretativa aplicable en la defensa de los Derechos Humanos.
Si bien se abordaron algunos Derechos Humanos, naturalmente no son todos, sin embargo, habrás
entendido cómo deben analizarse y cuáles elementos deben encontrarse en ellos.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Abramovich V. et. al. (2006). Derechos sociales. Instrucciones de uso. México: Fontamara.
Alexy, R. (2006). Derecho y razón práctica. México: Fontamara.
Alexy, R. (2007). Teoría de la argumentación jurídica. La teoría del discurso racional como teoría de
la fundamentación jurídica. Lima: Palestra.
Alexy, R. (2007). Teoría de los derechos fundamentales. (2a ed.). España: CEPC.
Atienza, M. (2007). El derecho como argumentación. Concepciones de la argumentación.
Barcelona: Ariel.
Atienza, M. (2007). El Derecho como argumentación. Concepciones de la argumentación.
Barcelona: Ariel. Recuperado de:http://lkservicios.com/maestria-2013-
1/descargas/512_Atienza.pdf
Atienza, M. (2008). Las razones del derecho. Teoría de la argumentación jurídica. México: UNAM.
Atienza, M. (s. f.). Argumentación y constitución. Recuperado de:
http://www3.uah.es/filder/manuel_atienza.pdf
Burgoa, I. (1997). Las garantías individuales. (29° ed.). México: Porrúa.
Carbonell, M. (2004). Los derechos fundamentales en México. México: CNDH. Recuperado de:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/3/1408/4.pdf
Carpizo, J. (1974). La interpretación constitucional en México. Boletín Mexicano de Derecho
Comparado. (12), 381-402- Recuperado de: https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-
comparado/article/view/859/1119
Jurisprudencia
Tesis: VI.2o. J/43, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. III, Marzo
de 1996, p. 769.
Legislación