RESUMEN DE
DERECHO AGRARIO
(Según programa de estudio de la materia)
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
VIVANCO, Antonio; Teoría de Derecho Agrario; Ed. Librerías Jurídicas, La
Plata, 1967.
PASTORINO, Leonardo Fabio; Derecho Agrario Argentino, 2da edición
actualizada, Ed. Abeledo Perrot, año 2011.
OSSORIO, Manuel; Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, 36°
edición, Ed. Heliasta, año 2010.
Guía de Estudio de Recursos Naturales, 2da edición, Ed. Estudio, año 2008.
BREBBIA, Fernando; Derecho Agrario, Ed. Astrea, 1997.
Este resumen es a fines de poder tener un conocimiento, aunque sea mínimo, de cada
punto del programa.
BOLILLA I
1. Importancia del Derecho Agrario. Actividad y actos agrarios. Resolución de la Asamblea de
la F.A.O. para América Latina. Méjico 1960.
Etapa del derecho rural. Se vincula a los inicios mismos de la colonización, condicionada
por las características naturales de la región del Plata, que permitieron la subsistencia de las
colonias a través de la cría extensiva del ganado, especialmente vacuno, y la manufactura del cuero.
Los primeros antecedentes jurídicos agrarios se vinculan a problemas con el ganado.
Como antecedente muy remoto del fuero agrario, encontramos la figura del juez de paz
lego, en 1821, quien resolvía cuestiones de vecindad, policiales y de pequeños negocios.
Por otro lado, la Constitución de 1853 fue una apuesta firme a la inmigración europea y a la
colonización y población del extenso territorio argentino, primer política agraria nacional propuesta
por Juan Bautista Alberdi.
Vivanco es quien se esfuerza por distinguir los vocablos rural y agrario, dado que se
hablaba de lo rural por oposición a lo urbano. Al vocablo rural le da un concepto estático y
espacial, identificado con el espacio no urbano, mientras que al vocablo agrario le da un
sentido productivo, económico y dinámico, vinculado a determinadas técnicas de producción.
Etapa de la legislación agraria. Comienza en las primeras décadas del siglo XX como
consecuencia de grandes transformaciones en el campo social, económico, ideológico y político
(inmigración, poblamiento, llegada de nuevas ideas como el marxismo, el comunismo, anarquismo,
surgimiento de los frigoríficos, concentración del capital en manos de los grandes terratenientes,
explotación de trabajadores, etc.)
Es común decir que la ley 11.170 de 1921 sobre Arrendamientos, donde se legislan por
primera vez los contratos agrarios, da nacimiento al Derecho Agrario Moderno en la Argentina. No
menos importante es la ley 3965 de 1902 sobre Sanidad Animal, que abre el debate político sobre la
importancia de la ganadería para el desarrollo del país.
Derecho Agrario Científico. Los años transcurridos entre 1940 y 1960 son considerados
como la “Etapa de Oro” del Derecho Agrario Argentino. Se vincula con el intento doctrinario de
sistematizar esta novedad legislativa que fue las primeras legislaciones agrarias. Aquí podemos
enmarcar la teoría agrobiológica de Carrera y Ringuelet, la cual desarrollaré en otro punto de la
bolilla.
ecosistema, y del hombre como parte de ese ecosistema. Estamos en los años 70, donde toma
cuerpo la cuestión ambiental, con la Conferencia de Estocolmo de 1972, donde muchos ven el
nacimiento de una nueva disciplina como es el Derecho Ambiental. Así, se podría identificar al
Derecho Ambiental con la protección del ambiente y al Derecho Agrario con la producción,
pudiendo extenderse su objeto más allá de la actividad primaria para alcanzar a la comercialización
y la industrialización.
Actividad y actos agrarios. Para Vivanco, la actividad agraria constituye una forma de
actividad humana tendiente a hacer producir a la naturaleza orgánica cierto tipo de vegetales o
animales con el fin de lograr el aprovechamiento de sus frutos y productos.
Esta definición enmarca un aspecto importante, que puede pasar desapercibido, el que es un
hecho en el cual el hombre interviene, decide y guía la producción; como así también que se refiere
a la naturaleza orgánica, por lo que excluye –correctamente- la actividad extractiva de los recursos
naturales inorgánicos o no renovables. La clasificación de las actividades agrarias se desarrollará en
el punto siguiente de la bolilla.
rigen la vida del agro no se sustituyan por las que aconsejan las nuevas figuras jurídicas del
Derecho Agrario, será muy difícil que las resoluciones, declaraciones y recomendaciones de estas
conferencias internacionales puedan ser realidad en nuestros países.
Por esta resolución también se recomendó a los gobiernos que empleen especialistas en la
materia, a las universidades y centros de enseñanza de alto nivel que den impulso a los estudios del
Derecho Agrario.
Carrozza centra el objeto del derecho agrario en la actividad agraria, la cual define en el
marco de su teoría del ciclo biológico. Define a la actividad agraria como el “desarrollo de un ciclo
biológico, vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al disfrute de las fuerzas y de los
recursos naturales, la que se resuelve económicamente en la obtención de frutos – vegetales o
animales – destinados al consumo directo, o bien previa una o más transformaciones”.
Pastorino, tomando en cuenta la obra de Carrozza, clasifica los distintos modos en que el
Derecho Agrario ha sido identificado a partir de un objeto principal de regulación.
Derecho de las cosas o de los bienes agrarios. Es visto el derecho agrario como la
regulación del fundo, de los productos agrarios y de algunos bienes en particular (ganado,
maquinaria, aguas, etc.). Se le critica que no puede reducirse al derecho agrario como la regulación
Autor: Juan Francisco Gaimaro
de los objetos, ya que existen además regulaciones con respecto a los sujetos agrarios y la actividad
desarrollada por éstos (por ejemplo, la contratación de trabajo dependiente).
Derecho de la propiedad de la tierra. Esta idea tiene gran desarrollo en América Latina y
otros países donde se ejerció la Reforma Agraria. Se considera al fundo como el objeto central de
regulación. Se critica que no es el único objeto agrario regulado por la disciplina. Hablar de un
derecho del fundo o fundiario, que sólo contemple la distribución de la tierra o las relaciones de
vecindad, se acercaría más al primigenio derecho rural que al moderno derecho agrario.
Derecho agroalimentario.
Tomando en cuenta las enseñanzas de Carrozza, éste centra el objeto del derecho agrario en
la actividad agraria, la cual fue definida en el punto anterior.
La teoría agrobiológica y la determinación del objeto del derecho agrario. Esta teoría
pertenece a los platenses Andrés Ringuelet y Rodolfo Carrera. Para Ringuelet “la agricultura es una
industria esencialmente biológica, que crea con un germen o embrión”. Para él, la agricultura se
basa en dos ciencias: la biología, que estudia la vida de la planta, y la ecología, que estudia el
ambiente donde ésta se desarrolla y las condiciones para que viva. Sin naturaleza, la agricultura y
toda actividad agraria serían imposibles. La naturaleza predetermina la actividad agrícola y el
hombre, si bien modifica el hábitat agreste para sacarle provecho, debe hacerlo respetando las leyes
bioecológicas, donde el factor tierra y el clima constituyen elementos esenciales.
Carrera hablaba de que la tierra y la vida son dos elementos constitutivos de la actividad
agraria y que sin ellos no existe acto agrario; a los cuales se le debe sumar la actividad del hombre.
Para él, la actividad agraria se constituye por “aquellos actos que el hombre realiza en la tierra, por
medio de una explotación que se cumple a través de un proceso agrobiológico, con el fin de obtener
de ella frutos o productos para consumirlos, industrializarlos o venderlos en el mercado”.
especialidad es la necesaria presencia de dos factores, la naturaleza y la vida, que se expresan por
medio de un proceso agrobiológico realizado en la tierra por el hombre”.
Para el “Maestro”, las fuentes formales se hallan constituidas por los hechos creadores de la
norma jurídica agraria, es decir, de la forma específica que necesariamente debe revestir la norma
para pasar a formar parte del ordenamiento y considerarse obligatoria; mientras que las fuentes
materiales expresan una tendencia social a lo jurídico.
Además, resulta fundamental para el derecho agrario ya que marca las pautas para la
división de competencias entre los Estados provinciales y el Estado Federal (tema a desarrollar en la
siguiente bolilla).
Vivanco decía que la ley agraria requiere un fundamento sociológico, económico, técnico y
antropológico, y que si la ley no responde a las características y modalidades que configuran la
idiosincrasia de la gente de campo (y su forma de vida y de trabajo), difícilmente sea una norma
aplicable.
En un campo como el del derecho agrario argentino, en el que la costumbre pesa porque
traduce lo “fáctico” de la actividad, el campo normativo es aún insuficiente y el extenso territorio
no permite que las leyes abarquen todas las modalidades de la práctica agraria, la costumbre tiene
un alto valor integrador para nada despreciable.
En algunos casos, la misma ley deriva o nos remite hacia ella para terminar de establecer un
instituto (costumbre secundum legem), como es el caso del artículo 34 de la ley de Arrendamientos
y Aparcerías: “Cuando la cosa dada en aparcería fuese solamente animales, los frutos y productos o
utilidades se repartirán por mitades entre las partes, salvo estipulación o uso contrario”.
BOLILLA II
1. Definiciones del derecho agrario: diferentes criterios. Autonomía o especialidad. Requisito
fundamental. A) Autonomía Científica. B) Autonomía didáctica. C) Autonomía jurisdiccional.
D) Autonomía legislativa: la legislación agraria en Argentina. Los problemas para su
Codificación. Distribución de poderes entre la Nación y las Provincias en materia agraria.
Catalano define al derecho agrario como aquel “conjunto de normas de derecho público y
de derecho privado que regulan los derechos y obligaciones entre los sujetos agrarios, entre sí,
vinculados a actos agrarios y a la propiedad agraria, en sus distintas formas de manifestación”.
Por otro lado, Pastorino se queda con aquella que formulara Vivanco, quien decía que el
derecho agrario es “el orden jurídico que rige las relaciones sociales y económicas que surgen entre
los sujetos intervinientes en la actividad agraria, con referencia a objetos agrarios y con el fin de
proteger los recursos naturales, fomentar la producción agropecuaria y asegurar el bienestar de la
comunidad rural”.
Vivanco veía al derecho agrario como un ordenamiento jurídico, dado que no está
compuesto sólo por normas escritas sino que su sistema de fuentes es rico, por ejemplo, en usos y
costumbres, impregnados del hecho técnico que los orienta. También implica la idea de
“sistematización”, difícil de lograr en Argentina por no contar con un Código Agrario Nacional,
siendo fundamental por lo tanto el aporte de la doctrina. Por último, al referirse a su conformación
por relaciones sociales y económicos, ve al derecho agrario como un instrumento para plasmar los
fines de la política agraria que eran justamente sociales (vinculados con el desarrollo de la
comunidad de la campaña), económicos (relacionados con el fin último de la agricultura que es
generar riquezas) y conservativos (conservar los recursos naturales para que mantengan su
capacidad productiva).
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Vivanco, por su parte, partía de los fines de la política agraria, de los cuales nacían los
principios del derecho agrario, los cuales según él tenían vigencia universal e influencia en todo el
ordenamiento jurídico agrario, naciendo de éstos otros principios y así sucesivamente. Quienes
critican su posición lo hacen considerando que sus principios pueden ser comunes a otras
regulaciones, no bastando para considerar la autonomía.
Gran parte de la doctrina es más propensa a hablar de la especialidad del derecho agrario
por sobre su autonomía, ya que si por autonomía se entiende “bastarse a sí mismo”, ninguna rama
del derecho podría tener tal pretensión, ni siquiera el derecho civil. Es en este sentido que Carrozza
afirmó que la autonomía no puede entenderse sino en un sentido relativo, marcado justamente por
esta dependencia entre las ramas del derecho.
Por otra parte, para estudiar la autonomía, se suele dividir a ésta en fases o aspectos
(científica, didáctica, legislativa, etc.).
Autonomía científica. Está relacionada con si cuenta con principios, método y objeto
propios, requisitos constitutivos de todas las ciencias.
Este código es un código provincial (Buenos Aires) del cual se inspiraron muchos otros
códigos provinciales, algunos aún vigentes, como así también de otros países como el primer
Código de Derecho Rural de Uruguay y el Código Rural Paraguayo. En general se considera al
Código Alsina y los demás provinciales como cuerpos administrativos de policía, reguladores de
cuestiones principalmente relacionadas con la seguridad, salubridad e higiene, conflictos entre
vecinos, etc. El tema sanitario animal tenía su lugar en un capítulo específico, donde se establecían
las tres obligaciones sobre las que gira este régimen hasta nuestros días: comunicar la enfermedad a
la autoridad, curar a los animales enfermos separados en potreros y sepultar a los muertos. También
se contemplaban normas de derecho penal como la figura del abigeato y el hurto de ganado; como
así también normas de derecho laboral que regulaban las relaciones entre patrones y peones.
El Código de Alsina rigió hasta 1970/1, cuando se aprobó un proyecto elaborado por
Eduardo Pigretti, el cual incorpora los recursos naturales a su contenido. Previamente, en 1890,
Manuel B. Gonnet había elaborado un proyecto de modificación, el cual contenía normas referidas a
las expropiaciones, vialidad, aguas, industrias manufactureras y fabriles, etc.
En 1983 se sanciona el Código Rural vigente (decreto ley 10.081, con sus respectivas
modificaciones).
También hay señalar la existencia de un Código Rural para los Territorios Nacionales,
de 1894, dado la existencia en aquella época de la organización de más de la mitad del país en
territorios nacionales, en los que el Congreso Nacional era competente para dictar la legislación
Autor: Juan Francisco Gaimaro
local, es decir, la que normalmente dictan las provincias. Con la provincialización de los territorios
nacionales se inaugura un período anómalo denominado de “descodificación del derecho rural”,
dado que muchas de las nuevas provincias no han sancionado aún su código rural, ni tampoco han
derogado al viejo Código para los Territorios Nacionales.
En cuanto al debate para su codificación en el orden nacional, éste gira, según Pastorino,
en torno a dos cuestiones: por un lado, la oportunidad, y por el otro, la competencia del Congreso
Nacional. En cuanto a la oportunidad, considera que se trata meramente de una decisión política. En
cuanto a la competencia, se habla tanto de la no inclusión -en al actual 75 inc. 12 de la Constitución
Nacional- del Código Agrario entre los facultados para dictar por el congreso nacional; como así
también de la cláusula de reserva del art. 121 de la C.N. por el cual las provincias conservan todo el
poder no delegado a la Nación.
Estos argumentos hoy se caen un poco, dado que en realidad el Congreso tiene facultad para
dictar normas de derecho agrario, aunque de carácter privado, por derivación de la facultad de dictar
el Código Civil y el Comercial. A su vez, por la reforma de 1994, los códigos pueden estar hechos
en cuerpos unificados o separados. También se han dictado códigos no enumerados en el art. 75 inc.
12 como el Aeronáutico y uno importante en la materia, a desarrollar en otro punto de la bolilla,
como es el Código Alimentario.
Pastorino considera que el debate sobre resucitar la idea de la codificación debería girar más
en torno a los contenidos, lo cual lleva al tema de cuál es el objeto que debe regular un código
agrario nacional. Toma como ejemplo códigos extranjeros para comparar: Código Uruguayo y
Paraguayo (se asemejan al de Alsina); Code Rural Francés (comenzó como una recopilación de
leyes del suelo, de policía sanitaria y de arrendamientos, para regular los distintos sujetos de la
actividad agraria bajo la visión de cadena productiva); Código Italiano (unificó todo el derecho
privado en un único código, organizando el derecho agrario nacional alrededor del concepto de
empresa agraria); Estatuto da Terra Brasileño y Ley Agraria Mexicana (se concentran en la idea
general de la reforma agraria y el reparto de tierras).
Los recursos como tales son medios de subsistencia, elementos necesarios para satisfacer
una necesidad. El término natural está determinado por la referencia o la pertenencia a la naturaleza.
Por lo tanto, serán recursos naturales aquellos materiales que se encuentran en la naturaleza –no
transformados por el hombre- que son esenciales para satisfacer sus necesidades. Antiguamente se
enumeraba una lista de siete recursos naturales (agua, suelo, aire y espacio aéreo, minerales y rocas,
energía, fauna y flora, y bellezas panorámicas).
Por recursos culturales podemos entender aquellos que surgen de la capacidad creadora y
transformadora del hombre sobre los recursos naturales (productos de la actividad agraria, minera o
industrial).
Dominio y jurisdicción sobre recursos naturales. El dominio se ejerce sobre las cosas; la
jurisdicción sobre las relaciones. Los recursos naturales se encuentran en el territorio de los estados,
que es un elemento esencial de éstos. Así surge la idea del dominio ejercido por el Estado (nacional
o provincial) de donde la cosa, en este caso el recurso, se encuentre. Esta idea de dominio es distinta
al concepto clásico de dominio como derecho real de propiedad; ya que está relacionada con la
teoría política de los Estados, más precisamente con los conceptos de dominio eminente y dominio
originario, que son derivaciones del concepto de soberanía.
Dominio eminente es aquel que extiende un Estado por sobre todo su territorio, excluyendo
así el poder de decisión de otros Estados. Este dominio se mantiene siempre y se ejerce sobre las
personas y cosas del territorio, aunque las cosas tengan un dueño según el carácter del Derecho
Civil. Este poder se traduce en la facultad de legislación, jurisdicción, imposición, intervención,
regulación, disposición, etc. En nuestro esquema federal, algunas competencias legislativas,
jurisdiccionales o impositivas, originariamente en cabeza de las provincias, fueron traspasadas a la
Nación.
A su vez, el Estado es el dueño originario de las cosas de su territorio, como primer dueño
originario de éste. En nuestro país, los terrenos se fueron privatizando y transmitiendo así de
generación en generación, también vendiéndose, cambiando la titularidad de los inmuebles, ya sea
por actos entre vivos como una compraventa o mortis causa como una sucesión. Por ejemplo, en el
caso de una herencia vacante, el bien vuelve al poder del dueño originario, que es el Estado. Se
entiende que este dominio existe antes y después del dominio privado, pero jamás durante.
Derecho Agrario y Derecho de los Recursos Naturales. Los recursos naturales han sido y
son la base de sustentación de la economía agraria nacional, por lo que muchos autores han tratado,
como se vio en la primer bolilla, de evolucionar desde el derecho agrario hacia una nueva
disciplina: la del Régimen de los Recursos Naturales.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
El Derecho Alimentario es aquella rama del Derecho que estudia y regula la industria
alimentaria, surgiendo como defensa contra las adulteraciones y fraudes alimenticios. Existen
anteceden históricos muy remotos de intervención de la autoridad con el objeto de proteger a los
ciudadanos en materia de alimentación, salubridad e higiene, pudiendo encontrar disposiciones en el
Código de Hammurabi (Babilonia) o en las Leyes de Manú (India) que ya sancionaban las
adulteraciones alimentarias.
El Código Alimentario Argentino rige a partir de 1969 por la ley 18.284 que sustituyó uno
anterior que databa de 1953. Se aplicará y hará cumplir por las autoridades sanitarias nacionales,
provinciales o de la Ciudad de Buenos Aires, en su respectiva jurisdicción (art. 2). Contiene normas
higiénico-sanitarias, bromatológicas y de identificación comercial, como así también disposiciones
referidas a las condiciones generales de las fábricas y comercios, la conservación y el tratamiento de
los alimentos, normas para la rotulación y publicidad de los alimentos. La autoridad de aplicación
es el Ministerio de Salud.
Se trata de establecer una especie de “historia clínica” del producto, en forma conjunta con
el productor, pudiendo identificar y monitorear todas las operaciones y actores a lo largo de la
cadena productiva. Se pretende hacer un seguimiento del animal, los lugares de cría, los productores
a quienes pudo haber pertenecido, frigoríficos, sujetos que actuaron en la comercialización, etc. La
finalidad de la trazabilidad es mejorar la eficacia del sistema de control de la inocuidad de los
alimentos a lo largo de la cadena alimentaria.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Se puede lograr a través de distintos medios y con distintos grados de eficacia y costos:
sistemas electrónicos incorporados a los animales, registros domésticos, sistemas informáticos, etc.
Un papel importante cumple el rotulado de los alimentos, adherido al envase del producto,
el cual suministra o debería suministrar al consumidor las características del alimento, sus
contenidos, aportes nutricionales, su fecha de vencimiento, el origen del producto, individualización
del importador, etc.
BOLILLA III
(La más fea del programa. Puede generar aneurismas)
Conforme Vivanco, la política agraria es “la acción propia del poder público (el Estado) o
de los factores de poder, consistente en la elección de los medios adecuados para influir en la
estructura y en la actividad agraria, a los fines de alcanzar un ordenamiento satisfactorio de la
conducta de quienes participan o se vinculan con ella, con el propósito de lograr el desarrollo
económico y el bienestar social de la comunidad”.
La política agraria no es más que una manifestación de la política general, que se traduce en
instrumentos o planes de acción orientados a un sector en particular, el sector agrario y la
comunidad agraria, que indirectamente terminan influyendo en toda la comunidad en su conjunto.
Política agraria estatal y sectorial. En la práctica, esta política va a estar impuesta por el
Estado. Comúnmente, o por lo menos así debería ser, debería proyectarse a través del Poder
Legislativo, siendo el Congreso el ámbito de debate donde se encuentran las distintas posiciones y
expresiones políticas, partidarias, ideológicas, filosóficas, etc., como así también la representación
de los distintos sectores que realizan la actividad, que serán en definitiva los destinatarios –ya sean
beneficiarios o perjudicados- de ésta.
A su vez, estos sectores tendrán su propia política agraria: una política más sectorial,
generalmente mucho más definida que la estatal, que representa los intereses de un grupo más
parcial y reducido que termina influyendo en las decisiones gubernamentales.
También entra aquí el rol del Poder Ejecutivo que deberá, a la par de su función de
reglamentación, afinar los instrumentos puntuales para cada situación específica, como también
coordinar junto con los actores de la cadena de producción distintos ajustes, propuestas,
seguimiento de planes y negociaciones intersectoriales donde el Estado no puede dejar de lado su
función esencial de mediador hacia el bien común.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
a) una actividad ideológica (supone la adopción de ideas que se llevan a la práctica mediante una
acción determinada tendiente a lograr el bienestar de la comunidad);
d) es de manifiesta tendencia teleológica (aspira siempre a alcanzar un fin y siempre adopta una
dirección determinada);
e) es de modalidades cambiantes;
El fin último y esencial de la política agraria siempre debe ser alcanzar el bien común, el
bienestar de la comunidad.
Cuando hablamos de elementos de la política agraria nos referimos tanto a los sujetos que
intervienen en ella, como a los objetos y los vínculos ideológicos.
Sujetos. Se trata del hombre, del conjunto de hombres en la sociedad, de sus relaciones de
diversa índole y de su actuación permanente dentro de un grupo comunitario (Vivanco).
Pastorino, en un capítulo específico de su libro (págs. 337-347) ordena los sujetos agrarios
en entidades privadas y en órganos públicos. A simple modo de enunciación, entre los órganos
públicos se encuentran órganos de decisión y ejecución (en el ámbito nacional, la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos); órganos de control (por ejemplo, el SENASA);
órganos de asesoramiento (el INTA –Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria- y el Consejo
Federal Agropecuario); y órganos de promoción (Instituto de Promoción de Carne Vacuna). Otros
organismos específicos son, a modo de ejemplo, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) o el
Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Sociedad Rural Argentina (SRA). Fundada en 1866, tiene como fin “velar por el
patrimonio agropecuario del país y fomentar su desarrollo tanto en sus riquezas naturales como las
incorporadas por el esfuerzo de sus pobladores; promover el arraigo y estabilidad del hombre en el
campo y el mejoramiento de la vida rural en todos sus aspectos; coadyuvar o cooperar el
perfeccionamiento de las técnicas, métodos y procedimientos aplicables a las tareas rurales y al
desarrollo y adelanto de las industrias complementarias y derivadas, y asumir la más férrea defensa
de los intereses agropecuarios”.
Tiene sede en Rosario y sus ideas fueron plasmadas y difundidas a través del periódico “La
Tierra”. Uno de sus lemas es “Por la agricultura con agricultores”, rechazando las políticas que
dejan de lado el modelo empresarial familiar para favorecer a aquellas grandes empresas de
concentración de capitales.
Su origen se remonta a las grandes luchas sindicales de finales del siglo XIX y principios
del siglo XX, siento uno de los principales hitos históricos las grandes luchas de peones rurales en
la Patagonia, en los inicios de la década de 1920, que constituyera la llamada “Patagonia Rebelde”.
Como dato de color, el actual hotel de UATRE lleva el nombre "Facón Grande", en memoria de uno
de aquellos líderes sindicales.
También sirve para redireccionar conductas e inducir la mecánica del agro en el país: por un
sistema de tributación agraria se puede limitar y restringir el uso abusivo de la propiedad, puede
incentivar a la producción y condenar la baja productividad, permitir el descanso de suelos y su uso
más adecuado, limitar la especulación, etc.
Sigue existiendo, pese a las distintas reformas de nuestro código agrario (provincia de Bs.
As.) una sección acerca de la “Transformación Agraria”, habiendo un título específico referido a la
colonización (Sección Segunda – Título I – Capítulos 1-8- a partir del art. 58).
ARTICULO 58°: El Poder Ejecutivo afectará al régimen de colonización regulado por este
código las tierras fiscales que considere aptas para tal fin y las privadas que por cualquier título se
incorporan a este régimen, a cuyo efecto desarrollará su cometido con sujeción a las presentes
normas y a las que concordantemente establezca por vía reglamentaria.
ARTICULO 59°: Las tierras para colonizar serán divididas en lotes que constituyan
unidades económicas de explotación. Se organizarán colonias de adjudicatarios acordes con los
dictados de la economía, de la convivencia social y de la técnica y ciencia agrícola.
ARTICULO 60°: En cada colonia podrán reservarse las superficies que se consideren
necesarios para instalación de escuelas, centros cívicos, institutos de investigaciones, chacras
experimentales puestos camineros, cooperativas, comercios o cualquier otra unidad conveniente
para el interés común.
ARTICULO 64°: Sólo podrán expropiarse con fines de colonización, previa declaración de
utilidad pública, por ley especial en cada caso, aquellos inmuebles que sean insuficientemente
explotados. Se consideran como tales cuando la inversión realizada en ellos no alcanzara al 50 % de
su valuación fiscal actualizada, comprendiéndose como inversión toda mejora, cultivo, plantación o
cualquier clase de gasto de explotación, incluyendo el valor de las maquinarias y de los animales
que allí se mantengan.
Vivanco formula una definición amplia y general de qué se entiende por reforma agraria:
“consiste en una acción pública tendiente a modificar el régimen legal e institucional agrario, a fin
de lograr con ello el cambio de la estructura agraria, eliminando los latifundios y parvifundios,
perfeccionando los regímenes de tenencia de la tierra y la organización administrativa agrícola en
todo lo referente a la construcción de obras y prestación de servicios, a fin de lograr mejores
condiciones de vida y de trabajo de la comunidad rural”.
Jurídicamente, esta reforma agraria se puede definir, conforme también Vivanco, como “la
modificación de las instituciones jurídicas mediante leyes y reglamentos y la implantación de una
organización administrativa y judicial agraria que permita crear una estructura jurídica capaz de
regular y garantizar de manera adecuada la división racional de la tierra, las mejores formas de
tenencia de la misma y asegurar la asistencia técnica, social y económica a los agricultores por
medio de los servicios públicos correspondientes, a fin de lograr la protección jurídica de los
recursos naturales, de la producción agropecuaria y del bienestar de la comunidad rural”.
Formas de realización de la reforma agraria. Se puede realizar tanto por vías de hecho
como por vías de derecho. Las vías de hecho suponen una verdadera ruptura del orden jurídico, se
manifiesta a través de levantamientos o verdaderas revoluciones, de las cuales surge necesariamente
a posteriori un ordenamiento ad hoc, ya que sin ordenamiento jurídico desaparece el Estado
entendido como la sociedad políticamente organizada. Un ejemplo es la reforma agraria mexicana,
con la revolución de Emiliano Zapata en 1910.
La reforma agraria también puede realizarse por vías de derecho; por la aplicación de
reformas a la normativa jurídica vigente, por ley, por los medios legales normales, por ejemplo a
través de la reforma de la Constitución de un determinado Estado y así la readecuación gradual y
progresiva de todo el ordenamiento jurídico del mismo.
TITULO I
Objeto
TITULO II
a) Deberá reunirse al menos una vez por año para examinar: planes, informes de
monitoreo y evaluación, y cualquier otro asunto que le sea sometido por su
presidencia, quedando facultado para ello, a requerir información sobre los
balances y aplicaciones del Fondo creado por la presente ley;
las entidades del sector agropecuario con personería jurídica nacional, las que
serán determinadas por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos
y un (1) representante de las provincias afectadas.
Para gozar de los beneficios de la presente ley los gobiernos provinciales deberán
adoptar en sus respectivas jurisdicciones medidas similares a las aquí establecidas.
a) Asignar y/o reasignar los recursos humanos, financieros y otros que el estado de
situación demande;
b) Control y monitoreo del sistema de asistencia para que los recursos asignados
sean destinados a los fines propuestos por la presente ley;
TITULO III
TITULO IV
c) Unificación previo análisis de cada caso de las deudas que mantengan los
productores con cada institución bancaria interviniente, en las condiciones que
establezcan estas últimas;
a) Prórroga del vencimiento del pago de los impuestos existentes o a crearse, que
graven el patrimonio, los capitales, o las ganancias de las explotaciones afectadas,
cuyos vencimientos se operen durante el período de vigencia del estado de
emergencia agropecuaria o zona de desastre.
d) Liberación en las zonas de desastre, del pago arancelario del Mercado Nacional
de Hacienda, a las haciendas que ingresen en dicho mercado procedentes de zonas
de desastre;
Los juicios que estuvieran en trámite para el cobro de impuestos comprendidos por
la franquicia deberán paralizarse hasta el vencimiento del plazo fijado en el párrafo
anterior.
TITULO V
De las penalidades
TITULO VI
De la aplicación
Fue creado en 1933 bajo la presidencia del gobierno conservador de Agustín P. Justo, con el
nombre de Junta Reguladora de Granos. Compraba el trigo, el maíz y el lino que se le ofreciera a
precios establecidos por el Gobierno para venderlos a los exportadores. Si las operaciones dieran
lugar a quebrantos, se cubrirían con recursos del Fondo de Cambios del Banco de la Nación. El
propósito consistía en que los agricultores tuvieran precios compensatorios sin finalidades estatistas
y monopólicas.
Fue luego reorganizado en 1963, bajo la presidencia de José María Guido, como Junta
Nacional de Granos y entonces compraba granos en competencia con cooperativas, acopiadores y
otras organizaciones privadas a condición de pagar precios mínimos. A partir de entonces, pasaron a
tener gran relevancia los elevadores y silos de donde nacieron la Comisión Nacional de Granos y
Autor: Juan Francisco Gaimaro
La idea de su restablecimiento fue propuesta en el año 2014 por Jorge Capitanich, jefe de
gabinete en este momento de Cristina Fernández de Kirchner, la cual fue apoyada en parte por
pequeños y medianos productores, muchos pertenecientes a la Federación Agraria Argentina, como
así también resistida por sectores más ligados a la Sociedad Rural Argentina.
La Bolsa de Cereales es una asociación civil sin fines de lucro, típica entidad intermedia
prestataria de servicios. Sus principales objetivos son:
- Ofrecer un lugar de reunión a sus asociados y facilitarles las condiciones generales de seguridad y
legalidad en la concertación de las operaciones que se inscriban en la entidad.
3. Carnes […]
La Junta Nacional de Carnes (JNC) fue un organismo público de regulación del mercado
de carnes en la Argentina, creado por ley en 1933 bajo el gobierno conservador del presidente
Agustín P. Justo. De la Junta Nacional de Carnes dependía la CAP (Corporación Argentina de
Productores de Carne), creada en 1934. Tenía como funciones intervenir en el mercado de la carne,
establecer "precios sostén", reglamentar los cortes y clasificaciones, y regular las exportaciones.
mercados y niveles de ganancia de los ganaderos, como el conocido Pacto Roca-Runciman entre
la Argentina y Gran Bretaña.
En el marco de esa política, el gobierno del presidente Agustín P. Justo envió al Congreso
en 1932 dos proyectos de ley para crear una Junta Nacional de Carnes que regulara el mercado, y un
frigorífico estatal. Los dos proyectos fueron unificados y sancionados en septiembre de 1933 como
Ley Nº 11.747, conocida con el nombre de "Ley de Carnes".
La dirección de la Junta Nacional de Carnes fue atribuida a una mesa directiva de nueve
miembros integrada del siguiente modo: a) Dos miembros elegidos por la Sociedad Rural
Argentina; b) Dos miembros elegidos entre las demás sociedades rurales; c) Un miembro elegido
por los frigoríficos privados; d) Un miembro que no tuviera intereses en la producción y comercio
de la carne; e) Tres miembros elegidos por los industriales y comerciantes de carne del interior del
país y por los transportistas marítimos y terrestres.
La JNC establecía las normas de clasificación de las carnes y los cortes, y podía intervenir
en los mercados para regular precios, mediante el establecimiento de "precios sostén" y otras
medidas. En 1934 fue creada la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP), dirigido
por la Junta y financiado por los ganaderos. La CAP otorgaba los cupos de exportación.
En 1991, como parte de la reforma económica dispuesta por el presidente Carlos Menem y
llevada a cabo por el ministro Domingo Cavallo, siguiendo los lineamientos desreguladores del
Consenso de Washington, por el decreto Nº 2284/91 se disolvió la Junta Nacional de Carnes, junto
con otras entidades similares, como la Junta Nacional de Granos, el Instituto Nacional de
Vitivinicultura (I.N.V.) y el Instituto Nacional del Algodón.
Unido), ya que sólo compraría carnes a sus colonias y ex-colonias; a cambio de la disminución de
impuestos para productos importados desde el Reino Unido. Fue firmado por el vicepresidente de la
Argentina, Julio Argentino Roca (hijo) —a instancias del presidente Agustín Pedro Justo— y el
encargado de negocios británico Walter Runciman.
En 1935, Lisandro de la Torre, senador por Santa Fe, denunciaba en la Cámara las
consecuencias del pacto Roca-Runciman. Los ministros de Agricultura, Luis Duhau, y de Hacienda,
Federico Pinedo, concurrieron durante trece días consecutivos al Senado para contestar los cargos.
Los remates se anuncian con una campana y se realizan, a un promedio de 14 por día,
previa exhibición de la mercadería, terminados los cuales los animales pasan por las básculas para
establecer su peso definitivo, hasta su carga en los camiones para su destino final.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Los mataderos deben reunir los requisitos mínimos que fijan las reglamentaciones: poseer
certificado de habilitación sanitaria, contar con cámaras frigoríficas habilitadas, llevar el libro de
movimiento de haciendas y carnes rubricado por la ONCCA (Oficina Nacional Control Comercial
Agropecuario), comunicar la lista de matarifes, carniceros y demás usuarios que faenan en el
establecimiento, etc.
También los abastecedores de carne para el suministro a los comercios deben presentar una
solicitud de inscripción con los antecedentes de la firma y la opinión de la cámara respectiva. Las
cámaras frigoríficas, de despostaderos, fábricas de chacinados, de carnes y de productos
conservados deben inscribirse en el Registro de Matriculados. Del mismo modo son controlados los
consignatarios de carnes, los comisionistas de ganados, los matarifes abastecedores, etc.
Todas estas inscripciones deben solicitarse ante la Oficina Nacional de Contralor Comercial
Agroalimentario, dependiente de la Secretaría de Agricultura, y lo son sin perjuicio de la
habilitación higiénico-sanitaria que requiera el establecimiento, la que debe cumplimentarse
previamente ante el SENASA.
Cuota Hilton. Concepto. La Cuota Hilton es un cupo de exportación de carne vacuna sin
hueso de alta calidad y valor que la Unión Europea (UE) otorga a países productores y exportadores
de carnes.
Los cortes que integran la cuota son: Cortes enfriados deshuesados de Bife Angosto, Bife
Ancho, Cuadril, Lomo, Nalga, Bola de Lomo, Cuadrada y Peceto.
Fondo de Promoción. El Instituto funciona con fondos privados que aportan de manera
conjunta productores ganaderos y frigoríficos de todo el país. La ley establece que los productores
efectúen una contribución equivalente a 20 céntimos por ciento del valor índice de res vacuna en
plaza de faena ($1,25), y la industria 9 céntimos por ciento de dicho valor ($ 0,55), totalizando hoy
$ 1.80 por animal destinado a faena.
BOLILLA IV
1. Recurso suelo: concepto. Importancia. Regulación del uso del suelo. Diferentes dimensiones
de la propiedad de la tierra.
Según Pastorino, correspondería hablar de la tierra como un recurso natural, ya que ésta
puede utilizarse en muchísimos sentidos, y al suelo como como una parte infinitamente menor de
aquella. Sin perjuicio de esto, en Derecho Agrario y en relación con la actividad agraria, suele
hablarse mucho más del suelo por ser la parte más aprovechable.
El suelo constituye un recurso finito, escaso, ya que si bien para la pedología (rama de la
geología que estudia el suelo) está en una constante evolución cíclica, este ciclo es lo suficiente
largo en relación con la vida humana como para llevarnos a pensar que debería manejarse más
como un recurso no renovable (Hurtado, Martín; “El recurso suelo: su degradación”). A su vez, no
todos los suelos tienen la misma calidad, siendo pocas las regiones reconocidas, como la Pampa
Húmeda, por sus condiciones excepcionales; también las actividades que se realicen sobre él
(urbanizaciones, asentamientos industriales, la calidad de los cultivos y ganados que se practiquen o
críen) influirán en su calidad.
Importancia del suelo. Siguiendo a Hurtado, se puede inferir la importancia del suelo
considerando los múltiples usos que se le dan a éste, de los cuales se pueden distinguir cuatro
funciones:
Desde que el hombre se hizo sedentario, para sobrevivir ha trabajado la tierra a través de la
agricultura, la ganadería y otras actividades productivas, estableciéndose en ella con su familia
agraria a fin de procurarle un desenvolvimiento armónico.
En la medida en que la población fue creciendo, se hizo necesario encontrar una dimensión
del terreno que pudiera ser asignada a cada uno de esos productores, a fin de que éstos puedan
explotarla y asegurar sus principales necesidades. Así, en el derecho argentino, la unidad económica
nace en las leyes de tierras públicas, donde en un primer momento, con la ley de Avellaneda (Ley
de Inmigración y Colonización, en el año 1876), se determina con una cantidad de hectáreas, sin
tomar ningún criterio. Esta ley dividía los territorios en lotes de 100 hectáreas; luego, en 1882, pasó
a dividirse en lotes cuyas medidas iban entre las 25 y las 400 hectáreas. Ya en 1940 con la ley
Autor: Juan Francisco Gaimaro
12.636 de Colonización, pasó a dividirse teniendo en cuenta las características del terreno y la
técnica de explotación.
Con la reforma se plasma legislativamente por primera vez la noción de unidad económica
como una limitación al derecho de propiedad, tal como quedó ilustrado en el segundo párrafo del
art. 2326 del Código de Vélez, referido a cuándo una cosa es divisible: “no podrán dividirse las
cosas cuando ello convierta en antieconómico su uso y aprovechamiento. Las autoridades locales
podrán reglamentar, en materia de inmuebles, la superficie mínima de la unidad económica”.
Concepto de unidad económica. Está relacionado íntimamente con la propiedad del fundo
agrario. Es la dimensión que puede tener un fundo agrario o rural, para que la explotación que se
realiza en el mismo no resulte antieconómica. Se toman en cuenta las características del predio y de
la zona en la cual se halla (ubicación, dimensiones, precipitaciones, tipo de actividad, etc.), para
optimizar los recursos y, en definitiva, realizar una actividad sustentable. Se concibe a la superficie
que debe poseer un fundo rural en vinculación directa a que éste resulte productivo, en relación con
las técnicas agrícolas de cada región.
ARTICULO 44°: A los efectos del artículo anterior toda subdivisión de inmuebles que se
realice, con destino a la actividad agropecuaria, deberá ser aprobada por el organismo competente,
sin cuyo requisito previo no procederán las inscripciones correspondientes en las dependencias
provinciales ni su protocolización en los registros notariales. Los titulares del dominio que deseen
obtener la aprobación a que se refiere este artículo, deberán acompañar al plano que
Autor: Juan Francisco Gaimaro
ARTICULO 46°: Los particulares que demuestren mediante el estudio citado que las
dimensiones de unidad económica del inmueble que procuran dividir son diferentes de las
establecidas por el Poder Ejecutivo, podrán deducir recurso administrativo contra la decisión
denegatoria que pueda dictar el organismo competente, pudiendo entablar en su oportunidad
demanda contencioso administrativa.
Las distintas actividades sobre el suelo, así como también ciertos fenómenos naturales,
pueden llevar a diferentes “patologías”, es decir, las enfermedades del suelo y sus distintas
Autor: Juan Francisco Gaimaro
exteriorizaciones o síntomas, como así también las alteraciones o cambios de condiciones que lo
pueden tornar simplemente distinto. El Código Rural bonaerense establece cuáles son estas
patologías (arts. 48 y 50).
Erosión: remoción y transporte notorio de las partículas del suelo por acción del viento y/o
del agua en movimiento, que determinan la pérdida de su integridad.
Degradación: ruptura del equilibrio de las fuerzas físico-químicas del suelo, la cual va a
condicionar su productividad. Se origina por su explotación inadecuada, el abuso o mal empleo de
fertilizantes o agroquímicos, el mismo régimen o ciclo hidrológico. Hay subtipos: la salinización (a
veces se produce por el aporte salino que puede acompañar el riego artificial), la alcalinización y la
acidificación (exceso o disminución del nivel de Ph –potencial de hidrógeno- respectivamente).
Decapitación: eliminación de la capa del suelo cultivable, que anula sus condiciones
naturales para la producción agrícola. Se produce normalmente por la acción del hombre:
extracciones con maquinarias para uso de la tierra en carreteras y fábricas de ladrillo, las canteras a
cielo abierto, etc. “El Poder Ejecutivo puede prohibir o limitar temporariamente la decapitación del
suelo agrícola para fines industriales cuando ello implique riesgo para el mantenimiento de reservas
hortícolas vecinas a centros urbanos”.
ARTICULO 51°: Podrán declararse de utilidad pública y sujeta a expropiación las tierras de
propiedad privada erosionadas, agotadas o degradadas o que en ellas se hallen dunas, médanos,
lagunas permanentes o estén ubicadas en las nacientes de los ríos. La disponibilidad de las mismas
queda circunscripta única y exclusivamente a la aplicación de planes de recuperación y su
explotación deberá efectuarse bajo regímenes conservacionistas. El Poder Ejecutivo concretará la
expropiación mediante el régimen legal vigente.
salinización; soportar, en caso de incumplimiento de los trabajos anteriores, que sea el Estado el que
los realice.
Fomento. Existe una ley nacional de conservación de suelos (ley 22.428), con el objetivo
de concientizar y responsabilizar a las provincias respecto del manejo del suelo, obligando a
aquellas que se adhieran al régimen de la ley a crear un organismo técnico especializado en el
manejo de suelos; a cambio de beneficios o estímulos de carácter impositivo, subsidios, créditos,
etc.
Agroquímicos. Toda sustancia química de síntesis de uso agrario. Es una fórmula genérica
para abarcar insecticidas, fertilizantes y herbicidas, sin perjuicio de que la lista de especialidades es
más amplia, tal como lo prescribe el artículo 2 de la Ley Provincial 10.699 de Buenos Aires, que
cita además bactericidas, antibióticos, repelentes, atractivos, etc., y a todos aquellos productos de
acción química y/o biológica no contemplados por tal clasificación, pero utilizados para la
protección y desarrollo de la producción vegetal.
Se trata de sustancias peligrosas que deben ser autorizadas, manipuladas, y tratadas con
especial cuidado, inclusive respecto de sus residuos, pues ocasionan daños a la salud, al suelo, aire y
agua, y a las propias plantaciones. De allí que se sostenga que son generadoras de riesgos, los cuales
pueden ser “administrados”.
La legislación nacional los contempla en las leyes 18.073, 18.796 y 20.418, que se titulan a
sí mismas como de plaguicidas, y que datan de los gobiernos de facto. En general, prohíben ciertas
sustancias, regulan el uso de otras, y establecen límites de tolerabilidad; pero en general no tuvieron
en cuenta la división de competencias federales y locales, pretendiendo una aplicación global en
todo el territorio.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
En 1958, aparece el Primer Decreto Ley (3489/58), que regula la venta de éstos productos,
estipulando que deben comercializarse en envases cerrados e identificados, y previamente
registrados. Al año siguiente, se efectiviza un Listado de Productos, por decreto.
LEY 18.073 (Año 1969) -> Prohíbe el uso de ciertas sustancias que menciona,
distinguiendo sí son para el tratamiento de praderas artificiales o naturales; o para aplicación en
especies bovina, ovina, caprina, porcina y equina. Estas sustancias también se prohíben (su uso y su
tenencia) en establecimientos que elaboren o tengan en depósito productos de origen animal o
vegetal destinados a la alimentación. En igual sentido, los cultivos tratados con ellas no pueden
utilizarse como alimentos de las personas y/o animales, sino después de un lapso de tiempo que
debe fijar la reglamentación. Habilita al SENASA a autorizar el empleo de las sustancias
mencionadas cuando su uso no supere los máximos de tolerancia residual determinados, y su uso
resulte imprescindible.
LEY 18.796 -> Modifica a la anterior, y lleva un cuadro anexo de productos y subproductos
agropecuarios con el máximo de plaguicidas tolerados, permitiendo a la autoridad de aplicación a
actualizarlos, pudiendo también incluir nuevos productos.
Asimismo, establece la clausura como infracción, e impone a los laboratorios (los cuales
son registrados), la obligación de denunciar en 24 horas la existencia de algún residuo en cantidad
superior a la permitida.
LEY 20.418 -> (De tolerancia y límites administrativos de residuos de plaguicidas). Regula
la máxima concentración de residuos de plaguicidas legalmente permitida, la “tolerancia cero”, es
decir, la que deriva de la prohibición de la aplicación de un plaguicida, y los límites administrativos,
es decir, los niveles máximos de concentración de residuos con el que pueden,
EXCEPCIONALMENTE, comercializarse ciertos productos y subproductos agropecuarios.
En el ámbito provincial, Buenos Aires se rige por la ley 10.699, que gira en torno a una
RECETA LLAMADA “AGRONÓMICA”, que, avalada por un profesional, garantiza la licitud
Autor: Juan Francisco Gaimaro
de la compra o de cualquier otro sistema de acceso al agroquímico, pero que no logra garantizar la
licitud del uso de éstos ya que nadie sigue el modo en que el productor hace las aplicaciones.
Además, obliga a contar con un Asesor Técnico a estas mismas personas, salvo los
transportistas, locadores de aplicación y depósitos o empresas de almacenamientos.
a) De uso y venta libre: son aquellos cuyo uso de acuerdo a las instrucciones, prevenciones y modo
de aplicación aconsejado, no sean riesgosos para la salud humana, los animales domésticos y el
medio ambiente.
b) De uso y venta profesional: son aquellos que por sus características, su uso resultare riesgoso
para los aplicadores, terceros, otros seres vivos y el medio ambiente. Requiere la RAO.
c) De venta y uso registrado: son los no encuadrados en las categorías anteriores, cuya venta será
necesario registrar a los fines de permitir la identificación de los usuarios. Requiere la RAO.
La ley contiene especificaciones relativas al ejercicio del poder de policía en todas las
etapas que trata, y sobre los productos agrícolas en general, los que no pueden contener más de los
límites de sustancias permitidas por la reglamentación de la ley. Asimismo, establece el
procedimiento de la ley de faltas agrarias.
El “Uso Racional” -> La racionalidad tiene que ver con el paso por un proceso de entendimiento,
ha sido analizado y logró arribarse a una conclusión. El uso racional en materia agroquímica, tiene
que ver con la problemática de los residuos.
El “Período de Carencia” -> Es el tiempo entre que se aplicó el producto, y el efectivo consumo.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
El “Uso Sostenible” -> Se vincula con la posibilidad del ambiente de valerse por sí mismo, con lo
que su entorno genera.
ARTÍCULO 14°: Toda persona física o jurídica, cuya actividad quede comprendida en el objeto de
esta ley, está obligada a PERMITIR Y FACILITAR LA INSPECCIÓN de las instalaciones,
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Los fondos provenientes de la aplicación de multas, retención de recetas o por cualquier otro
concepto derivado de la aplicación de la presente ley, ingresarán a una cuenta especial a crearse.
Dichos fondos estarán destinados fundamentalmente al apoyo de las tareas de fiscalización, como
así también a la creación y mantenimiento de Centros de Toxología, Análisis de Residuos y al
Desarrollo de Programas de Capacitación e Investigación.
Además, dispone que toda persona física o jurídica que fabrique, formule, fraccione,
distribuya, expenda y tenga en depósito productos agroquímicos y/o plaguicidas, deberá solicitar su
habilitación ante Dirección de Sanidad Vegetal y Fiscalización Agrícola del Ministerio de Asuntos
Agrarios, acompañando la siguiente documentación:
a) Solicitud de habilitación.
b) Título de propiedad del local, contrato de locación o cualquier otro título que acredite la legítima
tenencia del mismo.
Las empresas aplicadoras deberán inscribirse como tales en el Registro que a tal fin se
habilitará en la Dirección de Sanidad Vegetal y Fiscalización Agrícola, debiendo actualizar tal
inscripción anualmente. Es obligación de la empresa aplicadora contar con el seguro
correspondiente a la responsabilidad civil hacia terceros vigente en el momento de aplicación.
Dichas empresas, como así también los productos con equipos propios, están obligadas a
suministrar el personal dedicado a tareas de aplicación, el siguiente equipo de protección. A fin de
preservar la salud de los mismos: mamelucos impermeables a sustancias tóxicas, máscaras con
filtros adecuados al producto a utilizar, y guantes y botas de goma.
Las empresas establecerán las condiciones técnicas bajo las cuales se realizarán los trabajos
fitosanitarios en formularios especiales o actas de trabajo, que a tal efecto proveerá la Dirección de
Sanidad Vegetal y Fiscalización Agrícola.
Los equipos de aplicación terrestre no podrán circular por centros poblados. En caso de
extrema necesidad, podrán hacerlo sin carga, limpios y sin picos pulverizadores. La realización de
los tratamientos de control de plagas en el radio urbano deberán contar con autorización del
Organismo Municipal competente y con la Receta Agronómica correspondiente.
Las empresas aplicadoras deberán operar a una distancia no menor de 2 Km. de centros
poblados, no pudiendo sobrevolarlos aun después de haber agotado su carga.
De la receta agronómica. Este decreto también reglamenta la RAO que instituye la Ley
10.699. Dispone que el Organismo de Aplicación, por intermedio de la Dirección de Sanidad
Vegetal y Fiscalización Agrícola, tendrá a su cargo la confección, distribución y venta de los
formularios de la Receta Agronómica obligatoria como así también su fiscalización.
- Resolución del MAA de 2006 -> Permite el “A REMITO”, firmado por el profesional. Hizo que
se perdiera todo atisbo de control.
- DECRETO 161/14 -> Implementa la Receta Agronómica Digital. Entre sus considerando, señala
que esta normativa permitirá no sólo actualizar el instrumento acorde a los cambios tecnológicos del
sector agropecuario, sino también viabilizar una herramienta ágil para el profesional en ciencias
agronómicas, y permitir al Estado disponer de información acerca de las aplicaciones en tiempo
real para el control de un adecuado desarrollo de la actividad, suministrando la información a
quienes la soliciten con mayor celeridad y precisión.
- DECRETO 596/2002 -> Incorpora los productos domi-sanitarios, que deben ser autorizados.
- DECRETO 40/2014 del Organismo Provincial del Desarrollo Sostenible (OPDS) -> Dispone
el triple lavado, el aplastamiento y el embolsado de los residuos agroquímicos. Establece que toda
persona física y/o jurídica que utilice y manipule agroquímicos en predios y establecimientos
agroindustriales deberá cumplir con el procedimiento de triple lavado o lavado a presión de los
envases vacíos de agroquímicos que se generen como consecuencia de dicha actividad.
BOLILLA V
1. Mensura. Deslinde. Amojonamiento. Confusión de los predios. Medianería y cercos rurales.
Régimen legal. Jurisprudencia.
El amojonamiento es otra obligación del propietario del inmueble rural, consecuencia del
deslinde, y consiste en plasmar físicamente los límites de la propiedad a través del uso de mojones o
hitos fronterizos, que son señales de tipo permanente (tradicionalmente de piedra, aunque se pueden
utilizar otros materiales). Conforme al art. 10 del Código Rural, es el P.E. quien tiene la facultad de
Autor: Juan Francisco Gaimaro
reglamentar las distancias y modo de colocación de los mojones, como así también sus materiales y
demás condiciones exteriores (forma, altura, etc.).
ARTICULO 13°: El propietario que encuentre removido uno o más mojones podrá requerir
que se practique una inspección ocular con la presencia de dos testigos. Cumplida la diligencia se
labrará un acta, entregándose una copia al propietario, a los efectos de la reposición.
ARTICULO 14°: Quien no diere cumplimiento a las disposiciones de deslinde sin causa
justificada, será sancionado con una multa, sin perjuicio de ser emplazado para que realice los
trabajos bajo apercibimiento de ser efectuados a su costa.
Cercos rurales. Todo establecimiento rural debe cercarse por su límite y frente a caminos
públicos, siempre que el gasto del cerco no sea superior al 10 % de la valuación fiscal del inmueble
(art. 15). Los colindantes están obligados a mantener los cercos en buen estado, repararlos en caso
de deterioro o destrucción, y soportar los gastos en la proporción lineal en que se aproveche el
cerco. Quien cerque su establecimiento deberá además soportar y respetar las servidumbres que se
hayan constituido a favor de los otros predios.
Es el P.E. el que debe determinar el plazo para cercar los predios y los elementos o
materiales a emplearse y tipos de tranqueras.
Un camino es una vía que se construye con una finalidad de tránsito. Conforme al art. 31,
todos los caminos de la Provincia son públicos, salvo que comiencen y terminen dentro de una
misma heredad. No obstante, un camino será considerado público si de hecho ha estado pública o
notoriamente entregado al uso común. La naturaleza jurídica de los caminos públicos es la de
bienes públicos del Estado.
El camino de sirga y su naturaleza jurídica. Es aquel que deben dejar los propietarios
ribereños a orillas de los ríos y canales, para uso público y con fines navegables.
La denominación “camino de sirga”, proviene de las cuerdas conocidas como sirgas, con las
que se remolcaban los barcos desde la orilla, contra la corriente, por lo cual se necesitaba un espacio
en la orilla para efectuar esa tarea. Actualmente casi no se utilizan las sirgas o cuerdas pues existen
remolcadores.
Antiguamente la extensión de este camino era de 35 metros; con la sanción del C.C.C.N.
pasó a 15 metros, y está receptado en el art. 1974: “Camino de sirga. El dueño de un inmueble
colindante con cualquiera de las orillas de los cauces o sus riberas, aptos para el transporte por agua,
debe dejar libre una franja de terreno de quince metros de ancho en toda la extensión del curso, en
la que no puede hacer ningún acto que menoscabe aquella actividad. Todo perjudicado puede pedir
que se remuevan los efectos de los actos violatorios de este artículo”.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Las servidumbres son derechos reales que constituyen restricciones al fundo rural,
encontrándose reguladas en el Código de Vélez y actualmente en el Código Civil y Comercial,
aunque en el primero se encontraban tipificadas las servidumbres especiales y actualmente se
establece que pueden adquirir cualquier modalidad.
La servidumbre de sacar agua estaba regulada entre los arts. 3104 y 3107 del C.C. Se
consideraba personal en caso de duda y consiste en sacar agua de la fuente, aljibe o pozo de un
inmueble ajeno.
Otros derechos reales de interés agrario regulados en el Código Civil son, a modo de
ejemplo, el usufructo de monte y el usufructo de ganado. El usufructo de monte es un derecho real
por el cual el usufructuario de un monte disfruta de todos los provechos que pueda producir según
su naturaleza. El usufructo puede consistir también en ganados, en cuyo caso el usufructuario tiene
obligaciones como la reemplazar con las crías que vayan naciendo, los animales que mueran
ordinariamente o falten por cualquier causa.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
BOLILLA VI
1. Fauna Silvestre: Concepto. Clases. Interés Público. Animales comprendidos y excluidos.
Dominio de la fauna. Régimen Legal. Caza: concepto, clases, regulación. Cotos. Especies
depredadoras, perjudiciales y dañinas. Régimen legal nacional y provincial. Pesca: concepto,
dominio, criaderos. Régimen legal. Fauna ictícola.
El concepto de fauna silvestre está dado por la ley nacional 22.421 (Protección y
Conservación de la Fauna Silvestre y Caza) al establecer su ámbito de aplicación, e incluye:
1. Los animales que viven libres e independientes del hombre, en ambientes naturales o
artificiales;
2. Los bravíos o salvajes que vivan bajo el control del hombre, en cautividad o
semicautividad;
3. Los originalmente domésticos que, por cualquier circunstancia, vuelven a la vida
salvaje, convirtiéndose en cimarrones.
Por su parte, el Código Rural de la provincia de Bs. As, al regular la caza, establece en el
art. 264: “Declárase de interés público la fauna silvestre, que incluye a todas las especies animales
que viven fuera del contralor del hombre, en ambientes naturales o artificiales con exclusión de los
peces, moluscos y crustáceos”.
Con la ley 22.241 sobre “Protección y Conservación de la Fauna Silvestre y Caza” se trató
de cambiar la perspectiva, declarándose en su art. 1 a la fauna silvestre como de interés público e
imponiéndole una obligación a todos los habitantes de protegerla (Aspectos importantes de esta ley
en la Guía de Estudio de Recursos Naturales, Ed. Estudio, 2da Edición, año 2008, págs. 44-47).
Caza. Dado que la provincia de Bs. As no adhirió a la ley 22.241, las disposiciones
referidas a la caza son las provinciales. Será el Código Rural, a partir del art. 264 al 291, donde se
encuentre la principal regulación acerca de ésta.
ARTICULO 265: Se entiende por acto de caza todo arte o técnica que tiende a buscar,
perseguir, acosar, apresar o matar los animales silvestres, así como la recolección de productos
derivados de aquéllos, tales como plumas, huevos, guano, nidos o cualesquiera productos o sub-
productos de dichos animales.
ARTICULO 276: Se entiende por caza deportiva el arte lícito de cazar animales silvestres
con elementos permitidos y sin fines de lucro.
ARTICULO 278: Se entiende por caza comercial aquella que se practique sobre animales
silvestres, con fines de lucro y por lo medios permitidos.
ARTICULO 279: Se entiende por caza plaguicida aquélla que se practica con el propósito
de controlar especies declaradas plagas o circunstancialmente perjudiciales o dañinas.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
ARTICULO 283: Se califica como caza científica por este código a toda aquélla que
efectúa con fines de investigación o para la exhibición zoológica de las piezas cobradas y sin fines
de lucro. Para el ejercicio de esta caza se requerirá un permiso otorgado por el organismo
competente
Requisitos para ejercer la caza. Para que la caza sea lícita debe partirse del principio de
que sólo puede realizarse de acuerdo a sus reglamentaciones; e incluso es de destacar que estas
disposiciones deben ser cumplidas también por el propietario que practique la caza en su propio
fundo. En forma sintética, entre sus requisitos se encuentran:
- Contar con licencia, específica según el tipo de caza (deportiva, comercial, plaguicida o
científica), la cual será personal e intransferible y debe portarse al momento de la caza.
- Contar con autorización del ocupante legal en caso de practicarse en un terreno privado.
- Cumplir con las reglamentaciones referidas a las especies permitidas (todavía rige un
decreto del año 1981) y la veda (territorios y períodos donde la caza está prohibida; el
P.E. deberá fijar las zonas y períodos de caza. Los períodos tienen como finalidad la
posibilidad de reproducción de los animales).
- Usar armas, calibres y artes permitidos por el P.E.
Prohibiciones: están receptadas en el art. 273, entre las que se encuentran, entre otras, las
siguientes:
Cotos de caza. El art. 285 del Código Rural prevé la posibilidad de autorizar los cotos de
caza. Es “todo predio o lugar debidamente delimitado, cercado y señalizado, con poblaciones
suficientes de animales de valor cinegético, apto para el ejercicio de la caza deportiva controlada”.
Se trata de campos cerrados, gestionados, generalmente utilizados como una actividad rentable,
ofreciendo una variada gama de servicios como el de guía o acompañante, hospedaje, capacitación,
etc.
Pesca. Su regulación dentro del Código Rural fue derogada en 1994 por la ley provincial
11.477.
Art. 5º: Entiéndase por Pesca a los efectos de la presente Ley a todo acto, procedimiento de
apropiación o aprehensión por cualquier medio o sistema de los recursos vivos que habitan
permanentemente en el agua o transitoriamente fuera de ella durante el reflujo.
Art. 1º: La Provincia de Buenos Aires ejercerá jurisdicción y dominio en sus aguas
interiores y en el mar territorial adyacente a sus costas y hasta la máxima distancia que la
Legislación Nacional atribuya como Soberanía Argentina, sin perjuicio de la competencia atribuida
a la Nación para las materias específicamente delegadas e insertadas en la Constitución Nacional.
En el ámbito federal, en el año 1998 se sancionó la ley 24.922 sobre el “Régimen Federal
de Pesca”:
ARTICULO 3°- Son del dominio de las provincias con litoral marítimo y ejercerán esta
jurisdicción para los fines de su exploración, explotación, conservación y administración, a través
del marco federal que se establece en la presente ley, los recursos vivos que poblaren las aguas
interiores y mar territorial argentino adyacente a sus costas, hasta las doce (12) millas marinas
medidas desde las líneas de base que sean reconocidas por la legislación nacional pertinente.
arroyos y lagunas de propiedad privada está prohibida (bajo pena de secuestro de lo pescado y
multa). Si no hay cercos ni carteles a la vista alertando de la prohibición, la pesca es libre. En el
caso de ríos y arroyos de uso público no navegables, es permitida sólo a los dueños ribereños, hasta
la mitad de las aguas. Está prohibida la utilización de dinamita, explosivos o sustancias químicas.
Debe entenderse por flora silvestre al conjunto de especies o individuos vegetales que
crecen en una región, no por acción u obrar del hombre, sino por la acción espontánea de la
naturaleza. En cuanto a su dominio, al igual que la fauna silvestre, es considerada res nullius o cosa
sin dueño.
ARTICULO 206°: Se entiende por bosque a toda formación leñosa natural o artificial con
los distintos estratos vegetales que lo integran incluyendo el herbáceo que, por su contenido o
función, sea declarado por el Poder Ejecutivo sujeta a las normas contenidas en este título.
ARTICULO 210°: Bosque protector es aquél que por su ubicación fuere necesario para
proteger el suelo, caminos, riberas fluviales, orillas de lagos, lagunas, islas, canales, acequias y
embalses; prevenir la erosión de las planicies y terrenos en declive, regular el régimen de las aguas,
fijar médanos y dunas; contrarrestar la acción del viento, agua y otros elementos; asegurar
condiciones de salubridad pública y proteger a determinadas especies de la flora y fauna, cuya
conservación se declare necesaria.
ARTICULO 214°: Bosque de producciones aquél natural o artificial del cuál sea pasible
extraer periódicamente, productos o sub-productos forestales de valor económico mediante su
aprovechamiento raciona
Prevención y lucha contra incendios. En el año 2012 se sancionó una ley nacional
(26.815) de presupuestos mínimos de protección ambiental en caso de incendios forestales y
rurales.
En el marco de esta ley se prevé la creación de un Sistema Federal de Manejo del Fuego
conformado por un Sistema Nacional de Manejo del Fuego y la Administración de Parques
Nacionales, siendo la Autoridad Nacional de Aplicación de esta ley la Secretaría de Ambiente y
Desarrollo Sustentable de la Nación o el organismo que la reemplace.
Se señalan también las obligaciones de los particulares, como por ejemplo la de denunciar
inmediatamente ante la autoridad más cercana el conocimiento de un incendio, como así también
enumera una serie de infracciones y de sanciones (éstas de aplicación supletoria, ya que
corresponde a cada provincia fijar las sanciones en virtud del poder de policía).
Se trata del derecho real que sólo pueden constituir los titulares de dominio (o los
condóminos, de común acuerdo) sobre un inmueble susceptible de forestación o silvicultura, con el
exclusivo y efectivo destino a estas actividades. Es un derecho real temporario, con un máximo de
cincuenta años, sobre cosa propia (lo plantado) y sobre el uso, goce y disposición sobre la superficie
de un inmueble ajeno.
Se adquiere por contrato, el cual puede ser oneroso o gratuito, instrumentado por escritura
pública y tradición de posesión. Deberá ser inscripto, a efectos de su oponibilidad frente a terceros,
en el Registro de la Propiedad Inmueble de la jurisdicción correspondiente.
Se extingue por vencimiento del plazo, renuncia expresa, cumplimiento de una condición
resolutoria pactada, confusión o su no uso por tres años. Producida la extinción, el propietario del
Autor: Juan Francisco Gaimaro
inmueble afectado extiende su dominio a aquellas plantaciones que subsistan, por lo que deberá –
salvo pacto en contrario- indemnizar al superficiario en medida de su enriquecimiento. No se
extingue este derecho real por la destrucción total o parcial de lo plantado, cualquiera fuese su
causa, siempre que el superficiario realice nuevas plantaciones en el plazo de tres años.
Para ampliar este punto del programa, recomiendo la lectura del capítulo II del Séptimo
Módulo de “Derecho Agrario” de Leonardo Fabio Pastorino.
En nuestro país, los parques nacionales surgen en 1903, cuando el perito Francisco P.
Moreno dona una porción de tierra que el Estado Argentino le había cedido por su actuación en la
Patagonia durante la delimitación de la frontera con Chile. De allí nació, en 1922 y bajo el gobierno
de Hipólito Yrigoyen, el parque nacional “Del Sud” (actual “Nahuel Huapi”) que abarca territorio
de las provincias de Neuquén y Río Negro, primer parque nacional de América Latina.
En el año 1934 se sanciona la ley 12.103, primera ley destinada a administrar los parques,
por la cual se creó la Dirección de Parques Nacionales primer como autoridad de aplicación (hoy
Administración Nacional de Parques) y el Parque Nacional Iguazú (Misiones). En 1970 se sanciona
la ley de Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales (ley 18.594). En 1980
se sanciona la ley 22.351, creándose formalmente el Sistema de Áreas Protegidas, buscando mejorar
y afianzar la relación con las provincias y buscando estrategias de conservación conjunta.
Para crear un área protegida se necesita la completa cesión de dominio y jurisdicción por
parte de las provincias a la Nación, sobre todo la jurisdicción (necesaria para que la Administración
Nacional de Parques pueda ejercer libre y plenamente el poder de policía y control dentro del
parque), ya que para el dominio hay otros medios (ej: la expropiación o la compra si es de un
privado). Si la tierra es fiscal se necesita la cesión por parte de la provincia a través de una ley
provincial, pudiéndose pactar previamente esas cuestiones en un convenio bilateral.
Artículo 4: Serán Parques Nacionales las áreas a conservar en su estado natural, que sean
representativas de una región fitozoogeográfica y tengan gran atractivo en bellezas escénicas o
interés científico, las que serán mantenidas sin otras alteraciones que las necesarias para asegurar su
control, la atención del visitante y aquellas que correspondan a medidas de Defensa Nacional
adoptadas para satisfacer necesidades de Seguridad Nacional. En ellos está prohibida toda
explotación económica con excepción de la vinculada al turismo.
Artículo 8: Serán Monumentos Naturales las áreas, cosas, especies vivas de animales o
plantas, de interés estético, valor histórico o científico, a los cuales se les acuerda protección
absoluta. Serán inviolables, no pudiendo realizarse en ellos o respecto a ellos actividad alguna, con
excepción de las inspecciones oficiales e investigaciones científicas permitidas por la autoridad de
aplicación, y la necesaria para su cuidado y atención de los visitantes.
Artículo 9: Serán Reservas Nacionales las áreas que interesan para: la conservación de
sistemas ecológicos, el mantenimiento de zonas protectoras del Parque Nacional contiguo, o la
creación de zonas de conservación independientes, cuando la situación existente no requiera o
admita el régimen de un Parque Nacional. La promoción y desarrollo de asentamientos humanos se
hará en la medida que resulte compatible con los fines específicos y prioritarios
enunciados. Artículo 10: En las Reservas Nacionales recibirán prioridad la conservación de la
fauna y de la flora autóctonas, de las principales características fisiográficas, de las bellezas
escénicas, de las asociaciones bióticas y del equilibrio ecológico.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
BOLILLA VII
1. Aguas. Dominio y jurisdicción sobre las aguas. Aguas públicas y privadas. Régimen legal.
Código de Aguas de la Provincia de Bs. As. Uso pecuario. Aguas subterráneas, régimen.
Con respecto al régimen dominial de las aguas, el Código Civil de Vélez y el actual
C.C.C.N nos permiten clasificar a las aguas según sean de dominio público o de dominio privado.
- Mar territorial
- Aguas interiores
- Bahías, ensenadas, golfos
- Ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que corran por cauces naturales
- Lagos y lagunas navegables.
- Aguas subterráneas, sin perjuicio del derecho del propietario del fundo a extraer
aguas subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a las disposiciones
locales.
- Glaciares.
Los bienes públicos del estado son inajenables, inembargables e imprescriptibles. Las
personas tienen su uso y goce, sujeto a las disposiciones locales . El carácter nacional, provincial o
municipal de los bienes públicos estarán determinados por la Constitución Nacional, las leyes
federales y el derecho público local.
Son de dominio privado de los particulares: las aguas que surgen en los terrenos de los
particulares. Los dueños del terreno pueden usar libremente de ellas, siempre que no formen cauce
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Son de dominio privado del Estado: los lagos no navegables que carecen de dueño (conf.
Art. 236 C.C.C.N).
Aguas para uso pecuario. La Autoridad del Agua es la que regula su cantidad de uso a
través de resoluciones administrativas, conforme lo establece el Código:
Artículo 65: Será objeto de permiso de uso el agua destinada a abrevar (darles de beber) y
bañar ganado propio o ajeno en la cantidad que indique la Autoridad del Agua, la cual establecerá
asimismo la obligación o no de inscribirse en los registros respectivos.
Aguas subterráneas.
Artículo 83: Todos pueden por sí o autorizando a terceros explorar aguas subterráneas en
suelo propio, salvo prohibición expresa y fundada de la Autoridad del Agua. La exploración en
suelo ajeno o del dominio público o privado sólo podrá realizarse previa autorización expresa de la
Autoridad del Agua, quien notificará en forma fehaciente al titular del terreno la autorización
otorgada.
Cursos de aguas. Se denominan los caudales de agua, como son los ríos, arroyos y canales.
Pueden ser navegables o no. Son bienes de dominio público del Estado (naturaleza jurídica).
Cauce. Es el lecho del río, la superficie de tierra cubierta por las aguas, cuando esta circula
con su mayor caudal. El cauce de las corrientes naturales pertenece al dominio público.
Artículo 18: La Autoridad del Agua fijará y demarcará la línea de ribera sobre el terreno, de
oficio o a instancia de cualquier propietario de inmuebles contiguos o de concesionario amparados
por el Código de Aguas.
Se considerará crecida media ordinaria a aquella que surja de promediar los máximos
registrados en cada año durante los últimos cinco años.
Cauce abandonado. Es el que queda cuando las aguas desvían su curso por cualquier
causa, es el cauce que ha quedado en seco. Quedan, en principio, de propiedad de los dueños de los
terrenos ribereños.
La denominación “camino de sirga”, proviene de las cuerdas conocidas como sirgas, con las
que se remolcaban los barcos desde la orilla, contra la corriente, por lo cual se necesitaba un espacio
en la orilla para efectuar esa tarea. Actualmente casi no se utilizan las sirgas o cuerdas pues existen
remolcadores.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Antiguamente la extensión de este camino era de 35 metros; con la sanción del C.C.C.N.
pasó a 15 metros, y está receptado en el art. 1974: “Camino de sirga. El dueño de un inmueble
colindante con cualquiera de las orillas de los cauces o sus riberas, aptos para el transporte por agua,
debe dejar libre una franja de terreno de quince metros de ancho en toda la extensión del curso, en
la que no puede hacer ningún acto que menoscabe aquella actividad. Todo perjudicado puede pedir
que se remuevan los efectos de los actos violatorios de este artículo”.
3. Canales. Concepto. Naturaleza jurídica. Dominio. Uso y goce. Deslinde con predios
colindantes. Mantenimiento y limpieza.
El término canal se utiliza para designar a aquellos conductos de agua estrechos por los
cuales se puede navegar o que pueden servir para redireccionar el curso de agua de otros espacios
naturales como el mar o el río.
Son siempre artificiales, ya que son creados por el hombre a partir de reglas de la hidrología
y de la ingeniería. Son bienes públicos del Estado.
BOLILLA VIII
1. Propiedad inmueble: propiedad de la tierra. Evolución histórica. La propiedad privada como
derecho natural. Posición de Santo Tomás de Aquino. Doctrina social de la iglesia.
Otra acepción que tiene el término es como aquella que se refiera al derecho real de
dominio. Así se puede hablar de propiedad en sentido fundiario (inmueble), dominio mueble,
propiedad intelectual, etc.
El Código Rural nos dice que es establecimiento rural “toda forma de explotación derivada
directa o indirectamente de la actividad rural, esté ubicado o no dentro de los ejidos urbanos y tenga
o no domicilio rural”.
Para que la propiedad privada sea considerada derecho natural debe cumplir una función
social. No basta con la sola acumulación de propiedades por el hecho de tener propiedades, sino que
debe ser puesta al servicio de la comunidad.
Santo Tomás de Aquino no defendió sólo con argumentos bíblicos la posesión privada de
Bienes. Él, y la Escolástica en general, también la defendió desde un punto de vista económico: los
Bienes propios se usan mejor que aquéllos que se tienen en Propiedad común. Planteó que la
correcta interpretación cristiana de la actividad privada consiste -en pocas palabras- en no valorar
las riquezas más de lo que se valora a Dios. En este sentido, propuso que desde un punto de vista
moral, los cristianos no deben preocuparse de la existencia o inexistencia de bienes propios, sino de
cómo usarlos. Señaló que los Bienes privados son más productivos, ya que las personas cuidan más
lo propio.
La labor intelectual no sería, stricto sensu, actividad agraria, ya que no guarda relación con
el ciclo biológico; sin perjuicio de esto, a ciertos casos particulares de propiedad intelectual los
vamos a considerar agrarios en virtud de estar intrínsecamente vinculados con los llamados bienes
agrarios, los cuales son incluidos en la definición de Vivanco de Derecho Agrario.
Pastorino considera que no todo bien o invención agraria debe incluirse dentro del estudio
del derecho agrario (sin perjuicio de que éste luego se utilice en dicha actividad), sino que serán
incluidos cuando la particularidad del bien haga que sea necesario un régimen jurídico especial. Por
ejemplo, una cosechadora es un invento del hombre y queda protegido por las normas de
invenciones; es un bien agrícola, pero no fue necesario crear un régimen especial para proteger a su
creador, estamos en el campo del derecho comercial. Por el contrario, el régimen más conocido de
propiedad agraria por el momento es el de las obtenciones vegetales (la creación de nuevas
variedades de plantas a través de innovaciones en la misma planta) que por la particularidad de su
naturaleza viviente hizo que se genere un régimen distinto.
Esta ley tiene tres objetivos: la tutela de la propiedad intelectual, la tutela al agricultor-
consumidor y el fomento al desarrollo de nuevas tecnologías bajo un criterio de interés común e
incluso a veces de orden público (por ejemplo cuando los descubrimientos pueden tener una
aplicación en el campo de la salud o para garantizar la suficiencia alimentaria).
Excepción del agricultor. Es un derecho del agricultor, previsto en el art. 27. Por este, el
agricultor no está lesionando el derecho de propiedad del inventor, cuando reserva y siembra
semilla para su propio uso, o usa o vende como materia prima o alimento obtenido del cultivo de tal
creación fitogenética.
Las semillas (conf. Art. 9) deben estar debidamente identificadas, donde cumple una
importante función el rotulado de las mismas, indicando una serie de requisitos previstos en dicho
artículo. Así se cumple la tutela de los agricultores, en cuantos usuarios de la semilla.
BOLILLA IX
1. Dominio agrario mueble: propiedad, enajenación y tránsito de semovientes. Disposiciones
del código civil y códigos rurales. Cuestión constitucional. Régimen actual. Registros.
Registración de más de una marca: efectos, importancia. Fuerza probatoria. Adquisición,
pérdida y transferencia de marcas y señales. Marcación y señalada. Requisitos. Organismos
de aplicación. Régimen legal. Equinos. Régimen legal (documento único equino). Equinos
pura sangre de carrera.
El caso de la propiedad del ganado es particular. Tanto por su calidad de cosa mueble
semoviente (según la clasificación del Código Civil), la cual hace que tengan autonomía tal de
poder liberarse del control y posesión de su propietario; como así también tener capacidad
reproductiva y dar lo que se comprende en nuestro derecho como “frutos”; también el hecho de
estar vivos, poder contraer y transmitir enfermedades y otros vicios que el derecho llama
“redhibitorios”; por estas cosas es que el ganado ha forzado un régimen especial.
En el caso del usufructo de ganado, el usufructuario debe compensar los animales que
perecieren con las crías que naciesen, tomando el ganado como una universalidad. Distinta solución
se toma en el caso de que los animales se entreguen individualmente considerados. Tampoco está
previsto expresamente una solución para el caso de los ganados aportados como propios al
matrimonio. La jurisprudencia se basa en la naturaleza particular del ganado y lo sigue
considerando mayoritariamente como una “universalidad de hecho” (naturaleza jurídica).
Para contrarrestar esto, es que los Códigos Rurales comenzaron a contemplar una
institución de la época de la Conquista en la zona del virreinato del Río de La Plata: el sistema de
marcas como medio de identificación del ganado y forma de acreditar la propiedad del ganado. Acá
hay un choque de competencias y de gradación de las normas, ya que las disposiciones provinciales
no podrían ir en contra del Código de Fondo, materia exclusiva del Congreso de la Nación.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
La marca es una impresión que se realiza sobre el animal; es un dibujo o diseño aplicado
por medio de hierro candente, de marcación en frío o cualquier otro medio autorizado por la
Secretaría de Agricultura y Ganadería que asegure su permanencia clara e indeleble. Este sistema es
aplicable al ganado considerado mayor: bovino (vacas, toros, bueyes) y el equino. Se debe marcar el
ganado mayor durante el primer año de vida del animal.
La ley presume, salvo prueba en contrario, que quien tiene registrado a su nombre el diseño
de la marca o señal aplicado al animal es el propietario del mismo. La titularidad sobre una marca o
señal se prueba con el título que expide la autoridad provincial o con las constancias registrales.
También contempla otra presunción: las crías no marcadas o señaladas que se encuentren al pie de
la madre, salvo prueba en contrario, pertenecen al propietario de la misma. Si un animal está sin
marcar o ésta no es lo suficientemente clara, se aplica el régimen de las cosas muebles.
Las provincias son las que establecen los propios requisitos y formalidades para la
registración de las marcas, lo referido al tiempo de duración y condiciones para la prórroga o
pérdida. Algunos requisitos son que no pueden existir dos marcas iguales o que se puedan confundir
en una misma zona de la provincia o del territorio nacional.
¿Cómo se obtiene una marca? Se presenta una solicitud de marca nueva o renovación ante
la Dirección de Ganadería, junto con el pago de una tasa y constancia de CUIT. Una vez iniciado el
trámite, ese constatará de que no exista una marca igual (si existe, deberá modificarse para poder
registrarla). Si se aprueba, se entrega un boleto de marca, título que sirve como medio de prueba, el
cual durará 10 años, siendo renovable y transmisible por actos entre vivos.
Otros medios de identificación y prueba. La ley 26.478 del año 2009 introdujo la
posibilidad de reemplazar, en el caso del ganado porcino, la señal por otros medios alternativos,
como por ejemplo: la caravana (es un dispositivo que se coloca en la oreja), el tatuaje (impresión
hecha sobre la piel del animal de números y/o letras mediante el uso de puntas aguzadas, con o sin
tinta) y el implante (dispositivo electrónico de radiofrecuencia que se coloca en el interior del
animal). También se corrió el plazo de señalar a los porcinos, debiendo realizarse dentro de los
Autor: Juan Francisco Gaimaro
primeros 45 días (y no seis meses como el resto del ganado menor). Todas estas modificaciones
fueron impulsadas tras la denominada “gripe porcina”, por cuestiones sanitarias y para favorecer la
trazabilidad, permitiendo el seguimiento más detallado no sólo de la propiedad del ganado sino
también de otros datos como la vacunación. Se prevé que con el tiempo, y en forma gradual (por
cuestión de costos y adaptación de los productores), se introduzcan estos sistemas alternativos al
resto del ganado menor y mayor.
La ley nacional establece en su art. 11 que “la propiedad de los ejemplares de raza se
probará por el respectivo certificado de inscripción en los registros genealógicos y selectivos
reconocidos […]”. La mayoría de los principales registros genealógicos son propiedad, desde hace
más de un siglo, de la Sociedad Rural Argentina. Sin perjuicio de esto, el art. 6 dispone que en los
ejemplares de pura raza la marca y señal pueda ser reemplazada por tatuajes o reseñas. Pastorino
entiende que el sistema de registros genealógicos es facultativo, pudiendo optar el propietario por
uno u otro sistema.
La ley crea el Registro de Identificación Equino (art. 3), al cual delega en la reglamentación
la confección y uso del Documento Único Equino, del cual sólo indica que debe ser “individual,
único, inviolable y auditable” (art.4), manteniéndose necesario el certificado de adquisición.
También se prevé la promoción de algún tipo de acuerdo con el SENASA para poder certificar, a
través de este documento, el cumplimiento de las normas sanitarias, buscando que sea el único
documento necesario donde se concentren todas las constancias para la circulación del animal.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
La ley incluye a todos los caballos, sean de raza o no, sin hacer ningún tipo de distinciones,
tratando de lograr que su identificación sea a través de un sistema informático-electrónico. El DUE
debe ser una cartilla, la cual contará con las páginas y formato que establezca la autoridad de
aplicación (Ministerio de Asuntos Agrarios – Subsecretaría de Control Alimentario y Uso de los
Recursos Naturales; u organismo que lo reemplace), sin perjuicio de que un anexo de la ley se
incluye un modelo.
Esta cartilla o DUE debe contener: datos identificatorios del equino, sus características
físicas (tanto por escrito como dibujadas), fotos del equino en ambos perfiles, lugar para colocar el
troquel con el código del microchip que se les debe colocar, espacio para los datos del propietario y
médico veterinario, registro de bajas por muerte o faena, espacio para anotar las intervenciones
veterinarias, entre otros requisitos.
Los códigos rurales a su vez reglaron la obligación de del enajenante de dar al adquirente un
certificado que acredite la operación, debiendo expresar datos como el nombre del comprador, el
número, la marca y señal, etc. Su naturaleza jurídica es la de un instrumento público, ya que debe
estar firmado y sellado por un oficial público competente, el cual “autenticará” el documento.
- Nombre y apellido de las partes, junto con otros datos como el DNI
La Ley de Marcas y Señales regula también el instrumento de las guías de tránsito, el cual
sirve para acreditar la licitud del transporte. Es necesaria para la licitud del tránsito de ganado y
tratar de evitar el crecimiento cada vez mayor de delitos vinculados con el hurto y robo de ganado
(como por ejemplo el abigeato).
Según el art. 16 de la ley, para que el tránsito de ganado sea lícito, se deben usar
obligatoriamente estas guías, las cuales cumplen la función similar a la de un “pasarte del animal”,
en la forma que establezcan las disposiciones locales de cada provincia.
En la provincia de Buenos Aires están reguladas por una ley provincial del año 1990, la ley
10.891 de “Guía Única para el Tránsito de Ganado”. Entre algunos requisitos y obligaciones para
los transportistas, se establecen:
- Tener las puertas del camión precintadas con precintos numerados y de colores
determinados, los cuales van a ser otorgados por la autoridad municipal.
- Los camiones deben tener en ambos lados visible el nombre del partido donde
están ubicados, como así también llevar en el techo de la cabina el número de
catastro del partido donde esté radicado, a fines de poder controlarlo por aire.
Animales perdidos y orejanos. Todo aquel que encontrase en su campo animales ajenos,
que no sean de sus colindantes, está obligado a dar aviso a la autoridad local, dentro del término de
ocho días.
Animales invasores. El dueño de una propiedad rural, aunque no estuviese cercada, que
encontrase animales sueltos, debe dar parte a la autoridad administrativa más inmediata. El
procedimiento es similar al de los animales perdidos.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
BOLILLA X
1. Sanidad. Facultades nacionales y provinciales en cuanto al poder de policía sanitario.
Régimen legal. Debate. Jurisprudencia. Antecedentes normativos. Códigos Rurales. Sanidad
Animal. Enfermedades comprendidas. Obligaciones y derechos. Procedimiento.
Responsabilidad. Importación y exportación. Sanciones. Régimen de indemnizaciones.
Reclamo. Trámite procesal. Prescripción. Recursos. Autoridad de aplicación.
El Código Rural de la provincia de Buenos Aires en 1865 regló en el Título Tercero las
medidas a adoptarse ante enfermedades contagiosas, estableciendo que todo estanciero, labrador y
dueño de ganado, particularmente ovejuno, que vea o sospeche haber en él alguna peste o
enfermedad que sea o pueda ser contagiosa, debía rigurosamente comunicar el hecho a la autoridad
local, separar y conservar los animales sospechosos en corrales o potreros, y sepultar los animales
muertos.
Las normativas de los códigos provinciales fueron insuficientes y tras un arduo debate
parlamentario (el cual continúa hasta la actualidad, referido a a si es competente o no el Congreso
Nacional en materia sanitaria o si es facultad de las provincias por no ser una materia delegada) ,se
sanciona en 1900 la ley 3959 por la cual se encomendaba al P.E. Nacional la acción de defensa de
los ganados ante enfermedades contagiosas exóticas ya existentes en el país, las cuales debían ser
atacadas por el administrador central (hoy hablamos del SENASA) de conformidad a una
nomenclatura que debía realizar el P.E.
Obligaciones del productor. Las más fundamentales son aislar a los animales enfermos
(art. 6), destruir los despojos de los que murieran (art.5) y dar aviso a la autoridad (art. 4).
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Esta indemnización se puede perder por no cumplir otras obligaciones de la ley como la
vacunación de los animales u otras reglamentaciones sanitarias, o en el caso de que el animal
igualmente hubiese muerto por la enfermedad.
(Ver 10° Módulo, Capítulo I, pag. 661 de Pastorino, Leonardo Fabio, Derecho Agrario Argentino).
Actualmente, su régimen legal es el dec. Ley 6704/1963, aunque los antecedentes respecto
a la toma de medidas frente a plagas nos remonta a 1878 con la ley 2384 (lucha contra la filoxera en
el sector vitivinícola) y a 1898 con la sanción de la ley 3708 (lucha contra la langosta).
La ley delega en el P.E., al igual que en materia de sanidad animal, la facultad de establecer
cuáles son las plagas, es decir, microorganismos (infectación) u organismos (infestación) capaces de
invadir un cultivo y multiplicarse en él, y que son perjudiciales para la producción agrícola, y,
consecuentemente, qué métodos son los aconsejados para erradicarlas o controlarlas.
Las indemnizaciones que pueden solicitar los propietarios de los animales, objetos o
construcciones que se hubiere ordenado destruir, están previstas en el código, cuyo monto será
establecido por el P.E. provincial en la suma que a su juicio considere como justa compensación,
Autor: Juan Francisco Gaimaro
sin perjuicio de los recursos judiciales que pudieran corresponderles. Si alguna parte del animal
fuese aprovechable, se descontará del valor.
La indemnización no procederá cuando no se hubiese cumplido las normas del código rural
o reglamentos sanitarios dictados o cuando la enfermedad fuese mortal.
En cuanto a materia de sanidad vegetal, también las normas están contenidas en el Código
Rural de la provincia de Buenos Aires. El P.E., a través de un organismo técnico competente,
enumerará las principales causas adversas a la vegetación y de estas sólo podrá declarar plagas
aquellos para cuyo control se determinen procedimientos técnicos, económicos y de eficacia
reconocida, a la par que excluye aquellas materias regladas por leyes nacionales en las que deberá
actuarse de conformidad a lo en ellas establecido.
El P.E. podrá disponer la destrucción total o parcial de la vegetación y de sus partes, aun sin
previa declaración de plaga, cuando verifique la existencia de causas adversas y medien motivos de
interés general.
También quedan sujetas a control sanitario las personas que se dediquen a la cría, venta de
plantas o sus partes con fines de propagación, las que realicen trabajos de lucha contra las plagas
con fines de lucro y las que desarrollen actividades vinculadas con la sanidad vegetal cuya
autorización y registro considere el P.E., debiendo inscribirse en un registro especial.
indemnización, la cual debe reclamarse en un plazo de 60 días (no se cobrará si hubiese sido
inevitable su destrucción por la plaga o si no se cumplieron las órdenes de lucha impartidas).
BOLILLA XI
1. Los contratos agrarios: Noción. Especialidad. Clasificación. A). Contratos Nominados:
Arrendamientos: Concepto. Destino. Plazos. Cesión, subarriendo y muerte del arrendatario.
Derechos y obligaciones de las partes. El orden público. Precio: su reajuste, cláusulas
prohibidas y cláusula mercancía. Causales de extinción. Aparcerías: Concepto. Plazos.
Derechos y obligaciones de las partes. Muerte, incapacidad o imposibilidad física del
aparcero. Distribución de los frutos: utilidades y pérdidas. Prescripción. Causales de
extinción. Clases: a). Aparcería agrícola. Concepto. Régimen legal; b). Medierías agrícolas y
pecuarias: Concepto. Régimen legal; c). Aparcería pecuaria: Concepto. Modalidades.
Distribución de utilidades. Plazo. Obligaciones y derechos. Disposición de los frutos y
productos. Causales de extinción.
Los contratos agrarios son aquellos cuya función es constituir y ejercer una empresa
agraria. Hasta la sanción del Código Civil de Vélez, el sector agropecuario regía sus relaciones a
través de los Usos y Costumbres, fuente importante en la materia, casi sin formalismos, forma de
vida de la gente de campo. Sin perjuicio de esto, con la sanción del Código no se soluciona la
cuestión de los contratos rurales, ya que Vélez consideró que la aplicación de los principios de la
locación civil sería suficiente.
Posteriormente se dictó en 1921 una ley de arrendamientos agrícolas, la ley 11.170, la cual
es derogada en 1932 por la ley 11.627. La ley que rige actualmente, con sus respectivas
modificaciones, es la ley 13.246 de 1948 de “Arrendamientos y Aparcerías Rurales”. Esta ley se
aplica a “todo contrato, cualquiera sea la denominación que las partes le hayan asignado y sus
distintas modalidades, siempre que conserve el carácter substancial de las prestaciones correlativas,
conforme a sus preceptos, y su finalidad agroeconómica” (art.1).
Contrato de arrendamiento.
Plazo mínimo.
contrato sucesivo entre las mismas partes con respecto a la misma superficie, en el
caso de que no se establezca plazo o estipule uno inferior al indicado.
Del arrendatario:
c) Conservar los edificios y demás mejoras del predio, los que deberán entregar al
retirarse en las mismas condiciones en que los recibiera, salvo los deterioros
ocasionados por el uso y la acción del tiempo.
Del arrendador:
d) Contribuir con el cincuenta por ciento (50 %) de los gastos que demande la lucha
contra las malezas y plagas si el predio las tuviera al contratar.
ARTICULO 20. —Vencido el término legal o el término pactado, si este último fuera
mayor, el arrendatario deberá restituir el predio sin derecho a ningún plazo
suplementario para el desalojo y entrega libre de ocupantes.
Aparcerías.
ARTICULO 21. — Habrá aparcería cuando una de las partes se obligue a entregar a
otra animales, o un predio rural con o sin plantaciones, sembrados, animales, enseres o
elementos de trabajo, para la explotación agropecuaria en cualesquiera de sus
especializaciones, con el objeto de repartirse los frutos.
Los contratos de mediería se regirán por las normas relativas a las aparcerías, con
excepción de los que se hallaren sometidos a leyes o estatutos especiales, en cuyo caso
les serán, asimismo, aplicables las disposiciones de esta ley, siempre que no sean
incompatibles con aquéllos.
Contratos de mediería. Es el contrato por el cual una parte (dador) se obliga a darle a la
otra (mediero) un predio rural, un conjunto de aninales, semillas o elementos de trabajo, ya sea en
forma independiente o en conjunto, para que realice la explotación agropecuaria, haciéndose cargo
los dos, en forma equivalente, de los gastos y dirección del negocio y repartiéndose por igual los
frutos y utilidades. Esto último es el rasgo distintivo que distingue estos contratos del de aparcería.
Del aparcero:
c) Conservar los edificios, mejoras, enseres y elementos de trabajo que deberá restituir
al hacer entrega del predio en las mismas condiciones en que los recibiera, salvo los
deterioros ocasionados por el uso y la acción del tiempo;
f) Garantizar el uso y goce de las cosas dadas en aparcería y responder por los vicios o
defectos graves de las mismas;
ARTICULO 24. — La pérdida de los frutos por caso fortuito o de fuerza mayor será
soportada por las partes en la misma proporción convenida para el reparto de aquéllos.
ARTICULO 25. — Cualquiera de las partes podrá pedir la rescisión del contrato y el
desalojo y/o entrega de las cosas dadas en aparcería si la otra no cumpliese las
obligaciones a su cargo.
ARTICULO 32. — Prohíbase convenir como retribución el pago de una cantidad fija
de frutos o su equivalente en dinero.
ARTICULO 33. — El aparcero tendrá derecho para destinar sin cargo una parte del
predio para el asiento de la vivienda, pastoreo y huerta, en las proporciones que
determine la reglamentación según las necesidades en las distintas zonas
agroecológicas del país.
ARTICULO 34. — Cuando la cosa dada en aparcería fuese solamente animales, los
frutos y productos o utilidades se repartirán por mitades entre las partes, salvo
estipulación o uso contrario.
ARTICULO 35. — El dador de animales que sean objeto del contrato estará obligado
a mantener al aparcero en la posesión de los mismos y en caso de evicción a
substituirlos por otros.
ARTICULO 38. — Salvo estipulación o uso contrario, los gastos de cuidado u cría de
los animales correrán por cuenta del aparcero.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Explotación irracional.
ARTICULO 8° — Queda prohibida toda explotación irracional del suelo que origine
su erosión o agotamiento, no obstante cualquier cláusula en contrario que contengan
los contratos respectivos. En caso de violarse esta prohibición por parte del
arrendatario, el arrendador podrá rescindir el contrato o solicitar judicialmente el cese
de la actividad prohibida, pudiendo reclamar en ambos casos los daños y perjuicios
ocasionados. Si la erosión o agotamiento sobrevinieren por caso fortuito o fuerza
mayor, cualquiera de las partes podrá declarar rescindido el contrato.
Los beneficios que acuerda este artículo no afectarán el crédito del vendedor de los
bienes declarados inembargables e inejecutables y no comprenderán a los
arrendatarios que sean sociedades de capital.
Cláusulas nulas.
ARTICULO 17. — Son insanablemente nulas y carecerán de todo valor y efecto las
cláusulas que obliguen a:
Quedan excluidas de las precedentes prohibiciones los contratos en que sean parte
criaderos, semilleros o establecimientos multiplicadores de semillas selecta, sometidos
a fiscalización del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación.
Estipulaciones prohibidas.
ARTICULO 40. — Los contratos a que se refiere la presente ley deberán redactarse
por escrito. — Si se hubiese omitido tal formalidad, y se pudiere probar su existencia
de acuerdo con las disposiciones generales, se lo considerará encuadrado en los
preceptos de esta ley y amparado por todos los beneficios que ella acuerda. —
Cualquiera de las partes podrá emplazar a la otra a que le otorgue contrato escrito. —
El contrato podrá ser inscripto por cualquiera de las partes en los registros
inmobiliarios a cuyo efecto bastará que el instrumento tenga sus firmas certificadas
por escribano, juez de paz u otro oficial público competente.
El orden público. Los preceptos de esta ley son de orden público, sus beneficios son
irrenunciables, y son insanablemente nulos y carentes de todo valor cualesquiera cláusulas o pactos
en contrario o actos realizados en fraude a la misma.
a) Los contratos en los que se convenga, por su carácter accidental, la realización de hasta
dos (2) cosechas, como máximo, ya sea a razón una (1) por año o dentro de un mismo año agrícola,
cuando fuera posible realizarla sobre la misma superficie, en cuyo caso el contrato no podrá exceder
el plazo necesario para levantar la cosecha del último cultivo.
b) Los contratos en virtud de los cuales se concede el uso y goce de un predio con destino
exclusivo para pastoreo, celebrados por un plazo no mayor de un (1) año.
“En caso de prórroga o renovación entre las mismas partes y sobre la misma superficie,
mediante la cual se totalicen plazos mayores que los establecidos en el presente artículo, o cuando
no haya transcurrido por lo menos el término de un (1) año entre el nuevo contrato y el vencimiento
del anterior, se considerará incluido el contrato en las disposiciones de esta ley.”
“La calificación y homologación del contrato será efectuada a pedido de parte por la
autoridad judicial competente, debiendo expedirse simultáneamente el correspondiente testimonio.
— Al vencimiento del contrato la presentación de dicho testimonio ante la autoridad judicial
competente será título suficiente para que se ordene la inmediata desocupación del inmueble por el
procedimiento de ejecución de sentencia vigente en la jurisdicción respectiva. — Además de
ordenar la desocupación, dicha autoridad a pedido de parte impondrá al contratista que no haya
desocupado el predio una multa equivalente al cinco por ciento (5 %) diario del precio del
arrendamiento a favor del propietario, por cada día de demora en la restitución del inmueble hasta
su recepción libre de ocupantes por parte del propietario. — En caso de que el contrato se presente
para su calificación hasta quince (15) días antes de la entrega del predio al contratista y la autoridad
Autor: Juan Francisco Gaimaro
judicial que intervenga no efectuare en ese lapso la calificación y homologación, se presumirá que
el contrato ha quedado calificado como accidental”.
El contrato de cosecha única es aquel por el cual una de las partes entrega a la otra
un predio rural o porción de campo, para que la otra realice un cultivo agrícola, a cambio de
un precio en dinero o una participación en los frutos o utilidades al realizar la cosecha de
dicho cultivo.
Este contrato puede realizarse una sola vez, ya que de reiterarse entre las mismas partes y
por el mismo predio, se toma como una aparcería agrícola, cuyo plazo mínimo es de tres años.
El contrato por dos cosechas es aquel por el cual una de las partes le entrega a la otra un
predio o fracción de campo para que realice en él dos cosechas, a cambio de un precio en dinero o
en especies (frutos o utilidades), según lo pactado.
El plazo suele ser de uno o dos años, y esas dos cosechas pueden ser del mismo cultivo o de
diferentes (por ejemplo, trigo y maíz). Generalmente quien cultiva es la que se hace responsable de
sus maquinarias y demás equipos de trabajo.
CONTRATO DE PASTOREO. Es aquel por el cual una de las partes entrega a la otra un
predio rural o parte de un campo para que ésta lo use en forma exclusiva para alimentar a sus
animales, a cambio de un precio cierto en dinero y con plazo de no más de un año (sino se
consideraría arrendamiento rural, con plazo mínimo de tres años).
Suele usarse cuando el ganadero tiene una gran cantidad de animales y desea que coman en
otro campo. En cuanto al precio existe libertad en cuanto la forma de pago.
En caso de vencimiento del contrato, el dueño del inmueble puede pedir el desalojo
inmediato, más una multa del 5% del alquiler por cada día de demora.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Es el contrato por medio del cual una de las partes (dador de pastaje) recibe animales de la
otra (tomador de pastaje) para alimentarlos con pasto de su campo, a cambio de un precio en dinero
por dicha alimentación (o sea, por cabeza de ganado alimentado) en el tiempo que dure dicho
contrato.
BOLILLA XII
1. Contrato laboral agrario. Ámbito de aplicación. Concepto. Disposiciones generales de la ley
laboral agraria. Actividades incluidas y excluidas. Contratistas, subcontratistas y cesionarios.
Solidaridad. Modalidades contractuales del Trabajo Agrario. Jornadas. Descanso semanal.
Vacaciones. Remuneración. Horas extraordinarias. Estabilidad. Suspensión por graves
contingencias. Poder disciplinario. Extinción del contrato: Causales. Preaviso. Ocupación de
vivienda. Seguridad. Riesgos, Seguridad Social. Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales. Órganos. Prescripción. Privilegios: Irrenunciabilidad. Autoridad de Aplicación
y otras.
Todo lo que se pide en los dos primeros puntos de la bolilla está en la ley 26.727 de Trabajo
Agrario del año 2011.
TRABAJO AGRARIO
Ley 26.727
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza
de Ley:
TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
ARTICULO 1º — Ley aplicable. La presente ley regirá el contrato de trabajo agrario y los derechos y
obligaciones de las partes, aun cuando se hubiere celebrado fuera del país, siempre que se ejecutare en el
territorio nacional.
ARTICULO 2º — Fuentes de regulación. El contrato de trabajo agrario y la relación emergente del mismo se
regirán:
b) Por la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976), sus modificatorias y/o complementarias, la que será
de aplicación en todo lo que resulte compatible y no se oponga al régimen jurídico específico establecido en
la presente ley;
Autor: Juan Francisco Gaimaro
c) Por los convenios y acuerdos colectivos, celebrados de conformidad con lo previsto por las leyes 14.250
(t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004), y por los laudos con fuerza de tales;
d) Por las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) y de la Comisión Nacional de
Trabajo Rural aún vigentes;
b) A los trabajadores que fueren contratados para realizar tareas ajenas a la actividad agraria;
c) Al trabajador del servicio doméstico regulado por el decreto 326/56, o el que en un futuro lo reemplace,
en cuanto no se ocupare para atender al personal que realizare tareas agrarias;
e) Al personal dependiente del Estado nacional, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provincial o
municipal;
f) Al trabajador ocupado en tareas de cosecha y/o empaque de frutas, el que se regirá por la ley 20.744 (t.o.
1976), sus modificatorias y/o complementarias, salvo el caso contemplado en el artículo 7°, inciso c) de esta
ley; y
g) A los trabajadores comprendidos en convenciones colectivas de trabajo con relación a las actividades
agrarias incluidas en el régimen de negociación colectiva previsto por la ley 14.250 (t.o. 2004) con
anterioridad a la entrada en vigencia del Régimen Nacional de Trabajo Agrario, aprobado por la ley de facto
22.248.
ARTICULO 4º — Condiciones pactadas en los convenios y acuerdos colectivos de trabajo. Los convenios y
acuerdos colectivos que se celebren en el marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004),
establecerán su ámbito de aplicación tanto personal como territorial y su modo de articulación, teniendo en
consideración las características propias de los distintos sectores, ramas y áreas geográficas que comprende
la actividad agraria.
ARTICULO 5º — Actividad agraria. Concepto. A los fines de la presente ley se entenderá por actividad
agraria a toda aquella dirigida a la obtención de frutos o productos primarios a través de la realización de
tareas pecuarias, agrícolas, forestales, hortícolas, avícolas, apícolas u otras semejantes, siempre que éstos
no hayan sido sometidos a ningún tipo de proceso industrial, en tanto se desarrollen en ámbitos rurales.
ARTICULO 6º — Ambito rural. Definición. A los fines de la presente ley, se entenderá por ámbito rural aquel
que no contare con asentamiento edilicio intensivo, ni estuviere efectivamente dividido en manzanas, solares
o lotes destinados preferentemente a residencia y en el que no se desarrollaren en forma predominante
actividades vinculadas a la industria, el comercio, los servicios y la administración pública. Sólo a los efectos
de esta ley, se prescindirá de la calificación que efectuara la respectiva autoridad comunal.
ARTICULO 7º — Actividades incluidas. Estarán incluidas en el presente régimen siempre que no se realicen
en establecimientos industriales y aun cuando se desarrollen en centros urbanos, las siguientes tareas:
ARTICULO 8º — Orden público. Alcance. Nulidad. Todas las disposiciones que se establecen en la presente
ley, en los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y
23.546 (t.o. 2004), y en las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) y de la
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Comisión Nacional de Trabajo Rural vigentes, integran el orden público laboral y constituyen mínimos
indisponibles por las partes.
En ningún caso podrán pactarse condiciones o modalidades de trabajo menos favorables para el trabajador
que las contenidas en la presente ley, en los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el marco de
las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004), y en las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA) y de la Comisión Nacional de Trabajo Rural vigentes. Esas estipulaciones serán nulas y
quedarán sustituidas de pleno derecho por las disposiciones de esta ley y las demás normas que
correspondieren conforme lo establecido en el presente artículo.
El presente régimen prevalece de pleno derecho sobre todas las normas nacionales o provinciales cuyo
contenido se opusiere a sus disposiciones.
ARTICULO 9º — Condiciones más favorables. Los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el
marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004) y las resoluciones de la Comisión Nacional de
Trabajo Agrario (CNTA), que contengan normas más favorables para los trabajadores serán válidos y de
aplicación.
La normativa referida en el párrafo anterior, que reúna los requisitos formales exigidos por la ley y que
hubiera sido debidamente individualizada, no estará sujeta a prueba en juicio.
ARTICULO 10. — Aplicación analógica de las convenciones y acuerdos colectivos de trabajo y resoluciones
de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario. Su exclusión. Las convenciones colectivas de trabajo y las
resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) no son susceptibles de aplicación extensiva
o analógica, pero podrán ser tenidas en consideración para la resolución de casos concretos según la
actividad o tarea del trabajador.
TITULO II
ARTICULO 11. — Contrato de trabajo agrario. Definición. Habrá contrato de trabajo agrario, cualquiera sea
su forma o denominación, siempre que una persona física se obligue a realizar actos, ejecutar obras o
prestar servicios en el ámbito rural, mediante el pago de una remuneración en favor de otra y bajo su
dependencia, persiguiera ésta o no fines de lucro, para la realización de tareas propias de la actividad
agraria en cualquiera de sus especializaciones, tales como la agrícola, pecuaria, forestal, avícola, apícola,
hortícola u otras semejantes.
Cuando se contraten o subcontraten, cualquiera sea el acto que le dé origen, obras, trabajo o servicios
correspondientes a la actividad normal y específica propia del establecimiento, y dentro de su ámbito, se
considerará en todos los casos que la relación de trabajo del personal afectado a tal contratación o
subcontratación está constituida con el principal.
La solidaridad establecida en el primer párrafo tendrá efecto aun cuando el trabajador demande
directamente al principal sin accionar contra el contratista, subcontratista o cesionario.
No resultará de aplicación el presente artículo a aquellos propietarios que den en arrendamiento tierras de su
titularidad que no constituyan establecimientos o explotaciones productivas, en los términos del artículo 5º
de la presente ley.
ARTICULO 13. — Empresas subordinadas o relacionadas. Solidaridad. Siempre que una o más empresas,
aunque tuviesen cada una de ellas personalidad jurídica propia, estuviesen bajo la dirección, control o
administración de otras, o de tal modo relacionadas que constituyan un grupo económico de cualquier
índole, de carácter permanente o transitorio, o para la realización de cualquiera de las actividades previstas
en los artículos 5º y 7º de la presente ley, serán, a los fines de las obligaciones contraídas por cada una de
ellas con sus trabajadores y con los organismos de seguridad social, solidariamente responsables.
ARTICULO 14. — Cooperativas de trabajo. Sin perjuicio de las facultades propias de la autoridad de
Autor: Juan Francisco Gaimaro
fiscalización pública en materia cooperativa, el servicio nacional de inspección de trabajo estará habilitado
para ejercer el contralor de las cooperativas de trabajo a los efectos de verificar el cumplimiento de las
normas laborales y de la seguridad social en relación con los trabajadores dependientes a su servicio, así
como a los socios de ella que se desempeñaren en fraude a la ley laboral.
Estos últimos serán considerados trabajadores dependientes de quienes contraten, subcontraten o cedieren
total o parcialmente trabajos o servicios que integren el proceso productivo normal y propio del
establecimiento a los efectos de la aplicación de la legislación laboral y de la seguridad social y serán
responsables con sus contratistas, subcontratistas o cesionarios del cumplimiento de las normas relativas al
trabajo y a la seguridad social.
Si en el ejercicio de sus funciones los servicios de inspección de trabajo comprobaren que se ha incurrido en
una desnaturalización de la figura cooperativa con el propósito de sustraerse, total o parcialmente, a la
aplicación de la legislación del trabajo, sin perjuicio del ejercicio de su facultad de constatar las infracciones
a las normas laborales y proceder a su juzgamiento y sanción, deberán denunciar esa circunstancia a la
autoridad específica de fiscalización pública a los efectos del artículo 101 y concordantes de la Ley de
Cooperativas 20.337, y sus modificatorias.
Las cooperativas de trabajo no podrán actuar en el ámbito de la presente ley como empresas de provisión de
trabajadores para servicios temporarios, ni de cualquier otro modo brindar servicios propios de las agencias
de colocación.
TITULO III
ARTICULO 16. — Contrato de trabajo agrario permanente de prestación continua. El contrato de trabajo
agrario se entenderá celebrado con carácter permanente y como de prestación continua, salvo los casos
previstos expresamente por esta ley. No podrá ser celebrado a prueba por período alguno y su extinción se
regirá por lo dispuesto en el Título XII de la ley 20.744 (t.o 1976) y sus modificatorias.
ARTICULO 17. — Contrato de trabajo temporario. Habrá contrato de trabajo temporario cuando la relación
laboral se origine en necesidades de la explotación de carácter cíclico o estacional, o por procesos
temporales propios de la actividad agrícola, pecuaria, forestal o de las restantes actividades comprendidas
dentro del ámbito de aplicación de la presente ley, así como también, las que se realizaren en ferias y
remates de hacienda.
Se encuentran también comprendidos en esta categoría los trabajadores contratados para la realización de
tareas ocasionales, accidentales o supletorias.
ARTICULO 18. — Trabajador permanente discontinuo. Cuando un trabajador temporario es contratado por
un mismo empleador en más de una ocasión de manera consecutiva, para la realización de tareas de
carácter cíclico o estacional o demás supuestos previstos en el primer párrafo del artículo 17, será
considerado a todos sus efectos como un trabajador permanente discontinuo. Este tendrá iguales derechos
que los trabajadores permanentes ajustados a las características discontinuas de sus prestaciones, salvo
aquellos expresamente excluidos en la presente ley.
El trabajador adquirirá los derechos que otorgue la antigüedad en esta ley a los trabajadores permanentes
de prestación continua, a partir de su primera contratación, si ello respondiera a necesidades también
permanentes de la empresa o explotación.
ARTICULO 19. — Trabajo por equipo o cuadrilla familiar. El empleador o su representante y sus respectivas
familias podrán tomar parte en las tareas que se desarrollaren en las explotaciones e integrar total o
parcialmente los equipos o cuadrillas.
Igual derecho asistirá al personal permanente sin perjuicio de las restricciones legales relativas al trabajo de
menores, encontrándose en tal supuesto sus familiares comprendidos en las disposiciones de la presente ley.
Cuando las tareas fueren realizadas exclusivamente por las personas indicadas en el primer párrafo del
presente artículo, no regirán las disposiciones relativas a formación de equipos mínimos o composición de
cuadrillas.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
En ningún caso podrán formar parte de los equipos, o las cuadrillas que se conformen, personas menores de
dieciséis (16) años.
ARTICULO 21. — Trabajador permanente discontinuo. Indemnización. Daños y perjuicios. El despido sin
justa causa del trabajador permanente discontinuo, pendientes los plazos previstos o previsibles del ciclo o
temporada en los que estuviere prestando servicios, dará derecho al trabajador, además de las
indemnizaciones previstas en el Título XII de la ley 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias o las que en el
futuro las reemplacen, a la de daños y perjuicios provenientes del derecho común, la que se fijará en función
directa con los que justifique haber sufrido quien los alegue o los que, a falta de demostración, fije el juez o
tribunal prudencialmente, por la sola ruptura anticipada del contrato. La antigüedad se computará en función
de los períodos efectivamente trabajados.
En los casos del párrafo primero de este artículo, si el tiempo que faltare para cumplir el plazo del contrato
fuese igual o superior al que corresponda al de preaviso, el reconocimiento de la indemnización por daño
suplirá al que corresponde por omisión de éste, si el monto reconocido fuese también igual o superior a los
salarios del mismo.
ARTICULO 22. — Trabajador permanente. Indemnización mínima por antigüedad o despido. El trabajador
permanente en ningún caso podrá percibir como indemnización por antigüedad o despido un importe inferior
a dos (2) meses de sueldo, tomando como base la mejor remuneración mensual, normal y habitual
devengada durante el último año o durante el tiempo de prestación de servicios si éste fuera menor.
ARTICULO 23. — Modalidades especiales. La Comisión Nacional de Trabajo Agrario fijará las condiciones
generales de las modalidades contractuales previstas en la presente ley, en los convenios colectivos de
trabajo o en las resoluciones dictadas por aquélla.
TITULO IV
ARTICULO 24. — Vivienda. Requisitos mínimos. La vivienda que se provea al trabajador deberá ser sólida,
construida con materiales adecuados que garanticen un adecuado estándar de confort y habitabilidad,
debiendo reunir los siguientes requisitos mínimos:
a) Condiciones de seguridad, higiene, abrigo y luz natural, debiendo garantizarse medidas de prevención y
saneamiento relativas a los riesgos sanitarios, epidémicos o endémicos según la zona de que se trate;
b) Ambientes con características específicas que consideren el tipo y el número de integrantes del núcleo
familiar, con separación para los hijos de distinto sexo mayores de ocho (8) años;
c) Cocina-comedor;
e) Baño para cada grupo familiar, dotado de todos los elementos para atender las necesidades de higiene
básica de la familia y que deberá como mínimo contener: inodoro, bidet, ducha y lavabo; y
f) Separación completa de los lugares de crianza, guarda o acceso de animales, y de aquellos en que se
almacenaren productos de cualquier especie.
ARTICULO 25. — Infraestructura. La Comisión Nacional de Trabajo Agrario determinará las condiciones de
infraestructura que deberán respetar las viviendas que se provean a los trabajadores, observando los
requisitos previstos en el artículo anterior.
ARTICULO 26. — Empleador. Deberes específicos. El empleador deberá instrumentar las acciones
necesarias a fin de que la vivienda del trabajador se mantenga libre de malezas a su alrededor y se
encuentren controladas las fuentes de riesgos eléctricos y de incendios, así como la posibilidad de
derrumbes.
ARTICULO 27. — Alimentación. La alimentación de los trabajadores rurales deberá ser sana, suficiente,
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Cuando a los trabajadores no les sea posible adquirir sus alimentos por la distancia o las dificultades del
transporte, el empleador deberá proporcionárselos en las condiciones establecidas en el artículo 39 de la
presente ley.
ARTICULO 28. — Agua potable. El empleador deberá suministrar agua apta para consumo y uso humano,
en cantidad y calidad suficiente, alcanzando esta obligación a su provisión en las viviendas de los
trabajadores y lugares previstos para el desarrollo de las tareas.
Todo establecimiento dispondrá de servicios sanitarios adecuados e independientes para cada sexo, en
cantidad suficiente y proporcional al número de personas que allí trabajen.
ARTICULO 29. — Penalidades. El incumplimiento por el empleador de los deberes previstos en los artículos
24, 26, 27 y 28 de la presente, lo hará pasible de las penalidades previstas en las normas vigentes que
sancionan las infracciones a la legislación laboral. Las obligaciones a cargo del empleador establecidas en las
disposiciones referidas precedentemente no serán compensables en dinero ni constituirán, en ningún caso,
remuneración.
ARTICULO 30. — Traslados. Gastos. Si el trabajador fuere contratado para residir en el establecimiento, el
empleador tendrá a su cargo el traslado de aquél, el de su grupo familiar y las pertenencias de todos ellos,
desde el lugar de contratación al de ejecución del contrato cuando se iniciare la relación y de regreso al
extinguirse el vínculo.
ARTICULO 31. — Obligación de proporcionar traslado. Supuesto. Cuando entre el lugar de prestación de las
tareas y el de alojamiento del trabajador mediare una distancia igual o superior a tres (3) kilómetros y no
existieren medios de transporte público, el empleador deberá proporcionar los medios de movilización
necesarios, los cuales deberán reunir los requisitos de seguridad que determinen las normas vigentes.
Los trabajadores rurales no podrán ser trasladados en camiones. Los vehículos a utilizarse deberán haber
sido construidos con destino al transporte de personas.
En caso de ser trasladados en vehículos de carga o en utilitarios, solamente podrán viajar en los lugares
diseñados para el traslado de personas.
La cantidad máxima de trabajadores que podrán viajar en cada vehículo estará determinada por la cantidad
de asientos fijos provistos, sea cual fuere la distancia a recorrer.
TITULO V
CAPITULO I
De la remuneración y su pago
ARTICULO 32. — Remuneraciones mínimas. Las remuneraciones mínimas serán fijadas por la Comisión
Nacional de Trabajo Agrario, las que no podrán ser inferiores al salario mínimo vital y móvil vigente. Su
monto se determinará por mes, por día y por hora.
ARTICULO 33. — Formas de su determinación. El salario será fijado por tiempo o por rendimiento del
trabajo, y en este último caso por unidad de obra, comisión individual o colectiva, habilitación, gratificación o
participación en las utilidades e integrarse con premios en cualquiera de sus formas o modalidades,
correspondiendo en todos los casos abonar al trabajador el sueldo anual complementario.
El empleador podrá convenir con el trabajador otra forma de remuneración, respetando la mínima fijada.
Cuando el salario se determine por rendimiento del trabajo, el empleador estará obligado a garantizar la
dación de trabajo en cantidad adecuada, de modo de permitir la percepción de salarios en tales condiciones,
respondiendo por la supresión o reducción injustificada de trabajo.
ARTICULO 34. — Remuneración mínima por rendimiento del trabajo. Salario mínimo garantizado. La
remuneración por rendimiento del trabajo se determinará en la medida del trabajo que se haya efectuado,
pero en ningún caso podrá ser inferior, para una jornada de labor y a ritmo normal de trabajo, a la
remuneración mínima que la Comisión Nacional de Trabajo Agrario fije para la actividad y para esa unidad de
Autor: Juan Francisco Gaimaro
tiempo.
En los casos de actividades cuyas remuneraciones no hayan sido fijadas o actualizadas conforme lo previsto
en la presente ley, se aplicarán las dispuestas con carácter general.
La remuneración mínima sustituirá a la que por aplicación del sistema de rendimiento del trabajo pudiere
corresponder cuando el trabajador, estando a disposición del empleador y por razones no imputables al
primero, no alcanzare a obtener ese mínimo y aun cuando ello ocurriere a causa de fenómenos
meteorológicos que impidieren la realización de las tareas en la forma prevista o habitual.
ARTICULO 35. — Períodos de pago. El pago de las remuneraciones deberá realizarse en uno de los
siguientes períodos:
c) Al trabajador remunerado por rendimiento del trabajo, cada semana o quincena, respecto de los trabajos
concluidos en los referidos períodos, y una suma proporcional al valor del resto del trabajo realizado,
pudiéndose retener como garantía una cantidad que no podrá ser mayor a la tercera parte de aquella.
ARTICULO 36. — Lugar de pago. Los empleadores comprendidos en el presente régimen deberán abonar
las remuneraciones mediante depósitos en cuentas abiertas a nombre de cada trabajador en entidades
bancarias habilitadas por el Banco Central de la República Argentina en un radio de influencia no superior a
dos (2) kilómetros en zonas urbanas y a diez (10) kilómetros en zonas rurales, debiendo asegurar el
beneficio de la gratuidad del servicio para el trabajador y la no imposición de límites en los montos de las
extracciones. El trabajador podrá exigir que su remuneración le sea abonada en dinero efectivo en lugar de
hacerlo conforme al sistema previsto en el primer párrafo.
La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) podrá, mediante resolución fundada, establecer excepciones
al sistema de pago de haberes previsto cuando, por las características del lugar de trabajo y las condiciones
particulares de contratación, el mismo resulte gravoso para el trabajador o de imposible cumplimiento para
el empleador.
ARTICULO 37. — Prohibición. Prohíbese el pago de remuneraciones mediante bonos, vales, fichas o
cualquier tipo de papel o moneda distinta a la de curso legal y corriente en el país.
ARTICULO 38. — Bonificación por antigüedad. Además de la remuneración fijada para la categoría, los
trabajadores permanentes percibirán una bonificación por antigüedad equivalente al:
a) Uno por ciento (1%) de la remuneración básica de su categoría, por cada año de servicio, cuando el
trabajador tenga una antigüedad de hasta diez (10) años; y
b) Del uno y medio por ciento (1,5%) de la remuneración básica de su categoría por cada año de servicio,
cuando el trabajador tenga una antigüedad mayor a los diez (10) años de servicios.
El trabajador que acredite haber completado los cursos de capacitación con relación a las tareas en las que
se desempeña, deberá ser retribuido con una bonificación especial acorde con el nivel obtenido, que será
determinada por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).
CAPITULO II
b) Que el precio de las mercaderías producidas en el establecimiento fuere igual o inferior al corriente en la
zona y que sobre el mismo se acordare una bonificación especial al trabajador; y
c) Que el precio del resto de las mercaderías guarde razonable relación, a criterio de la autoridad de
Autor: Juan Francisco Gaimaro
aplicación de la presente ley, con los precios de mercado de la localidad más próxima.
TITULO VI
CAPITULO I
De la jornada
ARTICULO 40. — Determinación. Límites. La jornada de trabajo para todo el personal comprendido en el
presente régimen no podrá exceder de ocho (8) horas diarias y de cuarenta y cuatro (44) semanales desde
el día lunes hasta el sábado a las trece (13) horas.
La distribución de las horas de trabajo diarias y su diagramación serán facultad privativa del empleador,
debiendo respetar las correspondientes pausas para la alimentación y descanso de los trabajadores, según la
naturaleza de la explotación, los usos y costumbres locales; sin perjuicio de lo que pueda establecer al
respecto la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).
La distribución semanal desigual de las horas de trabajo no podrá importar el establecimiento de una
jornada ordinaria diurna superior a nueve (9) horas.
ARTICULO 41. — Jornada nocturna. Jornada mixta. La jornada ordinaria de trabajo integralmente nocturna
no podrá exceder de siete (7) horas diarias ni de cuarenta y dos (42) horas semanales, entendiéndose por
tal la que se cumple entre las veinte (20) horas de un día y las cinco (5) horas del día siguiente.
Cuando se alternen horas diurnas con nocturnas se reducirá proporcionalmente la jornada en ocho (8)
minutos por cada hora nocturna trabajada o se pagarán los ocho (8) minutos en exceso como tiempo
extraordinario.
ARTICULO 42. — Horas extraordinarias. Límite. El número máximo de horas extraordinarias queda
establecido en treinta (30) horas mensuales y doscientas (200) horas anuales, sin necesidad de autorización
administrativa previa y sin perjuicio del debido respeto de las previsiones normativas relativas a jornada,
pausas y descansos.
CAPITULO II
ARTICULO 43. — Prohibición de trabajar. Queda prohibida la ocupación del trabajador desde las trece (13)
horas del día sábado hasta las veinticuatro (24) del día siguiente, salvo cuando necesidades objetivas
impostergables de la producción o de mantenimiento lo exigieren. En tales supuestos, el trabajador gozará
de un descanso compensatorio dentro de los siete (7) días siguientes.
Estarán, asimismo, exceptuadas de la prohibición establecida en el primer párrafo del presente artículo,
aquellas tareas que habitualmente deban realizarse también en días domingo por la naturaleza de la
actividad o por tratarse de guardias rotativas entre el personal del establecimiento. En estos casos, el
empleador deberá otorgar al trabajador un descanso compensatorio de un (1) día en el curso de la semana
siguiente.
ARTICULO 44. — Mejores condiciones establecidas. Lo dispuesto en la presente ley en materia de jornada
laboral no afectará las mejores condiciones horarias pactadas por las partes o establecidas en resoluciones
de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) o de la Comisión Nacional de Trabajo Rural que se
mantuvieren vigentes.
TITULO VII
ARTICULO 45. — Higiene y seguridad. El trabajo agrario deberá realizarse en adecuadas condiciones de
higiene y seguridad a fin de evitar enfermedades profesionales o accidentes de trabajo.
El empleador deberá hacer observar las pausas y limitaciones a la duración del trabajo establecidas en esta
ley y demás normas reglamentarias o complementarias, y adoptar las medidas que según el tipo de trabajo,
la experiencia y la técnica sean necesarias para tutelar la integridad psicofísica y la dignidad de los
trabajadores, debiendo evitar los efectos perniciosos de las tareas penosas, riesgosas o determinantes de
vejez o agotamiento prematuro, así como también, los derivados de ambientes insalubres o ruidosos.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Asimismo, estará obligado a observar las disposiciones legales y reglamentarias pertinentes sobre higiene y
seguridad en el trabajo.
El trabajador podrá rehusarse a la prestación de trabajo, sin que ello le ocasione pérdida o disminución de la
remuneración, si el mismo le fuera exigido en transgresión a tales condiciones, siempre que exista peligro
inminente de daño o se hubiera configurado el incumplimiento de la obligación mediante constitución en
mora o si, habiendo el organismo competente declarado la insalubridad del lugar, el empleador no realizara
los trabajos o no proporcionara los elementos que dicha autoridad establezca.
ARTICULO 46. — Elementos de seguridad. Suministro por el empleador. Será obligación del empleador la
provisión de elementos de seguridad y protectores personales cuando por razones derivadas de las formas
operativas propias del trabajo, fuere necesario su uso.
Igual obligación le corresponde respecto de los elementos de protección individual cuando, el trabajador
realizare tareas a la intemperie, en caso de lluvia, terrenos anegados u otras situaciones similares, de
acuerdo a lo que dispusiere la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).
Cuando el trabajador debiere realizar tareas peligrosas para su salud, el empleador deberá instruirlo sobre
las adecuadas formas de trabajo y suministrar los elementos de protección personal que fueren necesarios.
ARTICULO 47. — Limpieza de ropa de trabajo. Obligación del empleador. En aquellas tareas que impliquen
la realización de procesos o manipulación de sustancias tóxicas, irritantes o agresivas en cualquiera de sus
formas, la limpieza de la ropa contaminada estará a cargo del empleador.
ARTICULO 48. — Envases de sustancias tóxicas. Almacenamiento. Los envases que contengan o hubieran
contenido sustancias químicas o biológicas deberán ser almacenados en lugares especialmente señalizados.
El tratamiento de residuos peligrosos deberá efectuarse de conformidad con la normativa vigente y las
resoluciones que a tal efecto dicte la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) en consulta con los
organismos competentes.
ARTICULO 49. — Condiciones. La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) establecerá las condiciones
de higiene y seguridad que deberán reunir los lugares de trabajo, las maquinarias, las herramientas y demás
elementos de trabajo, sin perjuicio de lo previsto en la ley 24.557 y sus normas modificatorias y
complementarias, o las que en el futuro la reemplacen, y de la consulta que en esta materia deba realizar a
la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, en el marco de sus atribuciones.
TITULO VIII
DE LAS LICENCIAS
CAPITULO I
ARTICULO 50. — Aplicación de las licencias de la ley 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias. Resultan de
aplicación a los trabajadores comprendidos en la presente ley las licencias previstas por la ley 20.744 (t.o.
1976) y sus modificatorias, sin perjuicio de las establecidas en el presente título y lo prescripto para los
trabajadores temporarios con relación a las vacaciones.
CAPITULO II
Licencias especiales
ARTICULO 51. — Licencia por maternidad. Personal temporario. El personal femenino temporario también
tendrá derecho a la licencia por maternidad, cuando esa licencia debiere comenzar durante el tiempo de
efectiva prestación de servicios y hubiere, en forma fehaciente, hecho la correspondiente denuncia al
empleador.
La trabajadora tendrá estabilidad en su empleo durante la gestación y hasta el vencimiento de la licencia por
maternidad, y gozará de las asignaciones que le confieren los sistemas de seguridad social, que garantizarán
a la misma la percepción de una suma igual a la retribución que corresponda al período de licencia legal y
del que exceda el tiempo de trabajo efectivo correspondiente a las labores para las que fuera contratada,
conforme lo determine la reglamentación que en consecuencia se dicte.
La violación de estos derechos obligará al empleador al pago de una indemnización, cuyo importe será
equivalente al que hubiere percibido la trabajadora hasta la finalización de dicha licencia.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
ARTICULO 52. — Licencia parental. Establécese para el personal permanente de prestación continua una
licencia con goce de haberes de treinta (30) días corridos por paternidad, la que podrá ser utilizada por el
trabajador de manera ininterrumpida entre los cuarenta y cinco (45) días anteriores a la fecha presunta de
parto y los doce (12) meses posteriores al nacimiento.
CAPITULO III
ARTICULO 53. — Enfermedad y/o accidente. Aviso. En los casos de accidente o enfermedad inculpable,
salvo casos de fuerza mayor, el trabajador deberá dar aviso al empleador de la enfermedad o accidente y del
lugar en que se encontrare, en el transcurso de la primeras dos (2) jornadas de trabajo respecto de la cual
estuviere imposibilitado de concurrir por alguna de esas causas. Mientras no lo hiciere, perderá el derecho a
percibir la remuneración correspondiente, salvo que la enfermedad o accidente y la imposibilidad de avisar
resultaren inequívocamente acreditadas. Si el trabajador accidentado o enfermo permaneciere en el
establecimiento, se presumirá la existencia del aviso.
TITULO IX
CAPITULO I
ARTICULO 54. — Prohibición del trabajo infantil. Queda prohibido el trabajo de las personas menores de
dieciséis (16) años en todas sus formas, exista o no relación de empleo, y sea aquél remunerado o no. La
inspección del trabajo deberá ejercer las funciones conducentes al cumplimiento de dicha prohibición.
CAPITULO II
ARTICULO 55. — Trabajo adolescente. Las personas desde los dieciséis (16) años y hasta los dieciocho (18)
años pueden celebrar contrato de trabajo con autorización de sus padres, responsables o tutores, conforme
lo determine la reglamentación que en consecuencia se dicte.
ARTICULO 56. — Certificado de aptitud física. El empleador, al contratar trabajadores adolescentes, deberá
exigir de los mismos o de sus representantes legales, un certificado médico extendido por un servicio de
salud pública que acredite su aptitud para el trabajo, y someterlos a los reconocimientos médicos periódicos
que prevean las reglamentaciones respectivas.
ARTICULO 58. — Trabajo en empresa de familia. Las personas mayores de catorce (14) años y menores de
dieciséis (16) años de edad podrán ser ocupados en explotaciones cuyo titular sea su padre, madre o tutor,
en jornadas que no podrán superar las tres (3) horas diarias, y las quince (15) horas semanales, siempre
que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar. La
explotación cuyo titular sea el padre, la madre o el tutor del trabajador menor que pretenda acogerse a esta
excepción a la edad mínima de admisión al empleo, deberá obtener autorización de la autoridad
administrativa laboral de cada jurisdicción. Cuando, por cualquier vínculo o acto, o mediante cualquiera de
las formas de descentralización productiva, la explotación cuya titularidad sea del padre, la madre o del tutor
se encuentre subordinada económicamente o fuere contratista o proveedora de otra empresa, no podrá
obtener la autorización establecida en esta norma.
ARTICULO 59. — Jornada. Trabajo nocturno. La jornada de trabajo prevista para el trabajo adolescente
deberá realizarse exclusivamente en horario matutino o vespertino y no podrá ser superior a seis (6) horas
diarias y a treinta y dos (32) horas semanales. La distribución desigual de las horas laborales no podrá
superar las siete (7) horas diarias. La autoridad administrativa laboral de cada jurisdicción podrá extender la
duración de la jornada de tareas hasta ocho (8) horas diarias y hasta cuarenta y cuatro (44) horas
semanales cuando razones excepcionales lo justifiquen, debiendo considerar en cada caso que la eventual
extensión horaria no afecte el derecho a la educación del trabajador adolescente.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
No se podrá ocupar a personas menores de dieciocho (18) años en trabajos nocturnos entendiéndose como
tal el comprendido entre las veinte (20) horas y las cinco (5) horas del día siguiente.
ARTICULO 60. — Prohibición de abonar salarios inferiores. Por ninguna causa podrán abonarse al
trabajador adolescente salarios inferiores a los que se fijen para el resto de los trabajadores agrarios, con
excepción de las reducciones que correspondan en razón de la duración de la jornada.
ARTICULO 61. — Licencias. Los trabajadores menores de dieciocho (18) años tendrán derecho al goce de
todas las licencias previstas en el Título VIII de la presente ley, en las condiciones allí establecidas.
ARTICULO 62. — Prohibición de trabajos peligrosos, penosos e insalubres. Queda prohibido ocupar
menores de dieciocho (18) años en los trabajos que revistieren carácter penoso, peligroso o insalubre,
conforme lo determinado por la reglamentación y las normas específicas en materia de trabajo infantil y
adolescente peligroso.
CAPITULO III
ARTICULO 64. — Espacios de cuidado y contención. En las explotaciones agrarias, cualquiera sea la
modalidad de contratación, el empleador deberá habilitar espacios de cuidado y contención adecuados a fin
de atender a los niños y niñas a cargo del trabajador, durante todo el tiempo que dure la jornada laboral y
poner al frente de los mismos a personal calificado y/o con experiencia en el cuidado de la infancia.
Este servicio deberá atender a los niños y niñas que aún no han cumplido la edad escolar y también, en
contra turno, a los que asisten a la escuela hasta cubrir la jornada laboral de los adultos a cuyo cargo se
encuentren.
La reglamentación establecerá los requisitos mínimos que deberán cumplir los espacios de contención para
niños y niñas, así como la cantidad de trabajadores a partir de la cual se exigirá a los empleadores la
obligación establecida en el párrafo primero, teniendo en cuenta las particularidades locales y regionales y
las peculiaridades de la actividad agraria respectiva.
TITULO X
CAPITULO I
ARTICULO 65. — Creación del servicio de empleo para trabajadores temporarios de la actividad
agraria. Créase el Servicio Público de Empleo para Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria, que
comprenderá a todos los trabajadores temporarios que desarrollen tareas en actividades de carácter cíclico o
estacional o aquéllas que por procesos temporales propios lo demanden.
ARTICULO 66. — Uso obligatorio del Servicio de Empleo para Trabajadores Temporarios de la Actividad
Agraria. El Servicio Público de Empleo para Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria será de
utilización obligatoria para los empleadores y funcionará en las gerencias de empleo y capacitación laboral
de la Dirección Nacional del Servicio Federal de Empleo de la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social. La reglamentación podrá establecer excepciones a la utilización obligatoria de
este servicio, sustituirlo o disponer mecanismos de promoción a favor de aquellos que lo utilicen.
ARTICULO 67. — Celebración de convenios. Autorízase a la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo,
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Empleo y Seguridad Social a celebrar convenios con los municipios a fin de implementar el Servicio Público
de Empleo para Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria en las respectivas jurisdicciones.
ARTICULO 68. — Facultades del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Facúltase al Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social para dictar las normas complementarias y aclaratorias que resulten
pertinentes.
CAPITULO II
ARTICULO 69. — Bolsas de trabajo. Las bolsas de trabajo a cargo de las asociaciones sindicales de
trabajadores con personería gremial proveerán a los empleadores del personal necesario para la realización
de las tareas temporarias en las actividades contempladas en la presente ley, conforme las resoluciones que
a tal efecto dicte la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).
Ello, sin perjuicio de la vigencia de las normas que actualmente prevén la obligatoriedad del uso de las
bolsas de trabajo para el ámbito rural en determinadas actividades y jurisdicciones.
ARTICULO 70. — Funcionamiento de las bolsas de trabajo. El funcionamiento de las bolsas de trabajo
referidas en el artículo anterior se ajustará a lo dispuesto por el presente régimen, sus normas
reglamentarias y las resoluciones dictadas por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).
ARTICULO 71. — Designación de veedores. Las entidades que agrupan a empleadores del sector rural, con
representación en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), quedan facultadas a designar veedores
ante las bolsas de trabajo a cargo de las asociaciones sindicales de trabajadores con personería gremial.
La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) establecerá la forma de designación y las funciones de los
mencionados veedores.
TITULO XI
CAPITULO I
ARTICULO 72. — Derecho a la capacitación. Los trabajadores tendrán derecho a capacitarse con los
programas que se implementen, para un mayor desarrollo de sus aptitudes y conocimientos que atiendan a
una progresiva mejora de las condiciones y del medio ambiente de trabajo de la actividad productiva en la
que laboran.
ARTICULO 74. — Formación. Acceso equitativo. Deberá garantizarse a todos los trabajadores el acceso
equitativo a la formación y/o certificación de competencias laborales, con independencia de su género,
categoría profesional, ubicación geográfica o cualquier otro parámetro. Las acciones formativas y/o de
evaluación de competencias se llevarán a cabo dentro o fuera del horario de trabajo, según las
características e implementación de aquéllas. En el caso de serlo dentro del horario de trabajo, el tiempo
durante el cual los trabajadores asistan a actividades formativas determinadas por la empresa, será
considerado como tiempo de trabajo a todos los efectos.
ARTICULO 75. — Calificación profesional. Certificación. En el certificado de trabajo previsto por el artículo
80 de la ley 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias, que el empleador está obligado a entregar al momento
de extinguirse la relación laboral deberá constar la calificación profesional obtenida en el o los puestos de
trabajo desempeñados, hubiere o no realizado el trabajador actividades regulares de capacitación.
CAPITULO II
ARTICULO 76. — Formación profesional. Capacitación. El Poder Ejecutivo Nacional, por intermedio del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, arbitrará las medidas y recursos necesarios para concretar
Autor: Juan Francisco Gaimaro
una política nacional de capacitación técnica intensiva de los trabajadores agrarios, contemplando la
naturaleza de las actividades, las zonas en que éstas se realizaren, los intereses de la producción y el
desarrollo del país. A este efecto, el mencionado ministerio deberá impulsar la programación de cursos de
capacitación y de perfeccionamiento técnico.
ARTICULO 77. — Convenios. Facúltase al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social para concertar
con el Ministerio de Educación, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y organismos educacionales
técnicos, estatales o privados, convenios que aseguren el eficaz cumplimiento de los objetivos enunciados en
este capítulo.
TITULO XII
ARTICULO 78. — Beneficio jubilatorio. Los trabajadores incluidos en el ámbito de aplicación de la presente
ley tendrán derecho a la jubilación ordinaria con cincuenta y siete (57) años de edad, sin distinción de sexo,
en tanto acrediten veinticinco (25) años de servicios, con aportes.
ARTICULO 79. — Cómputo de los años de servicios. Cuando se hubieren desempeñado tareas en el ámbito
rural y alternadamente otras de cualquier naturaleza, a los fines de determinar los requisitos para el
otorgamiento de la jubilación ordinaria, se efectuará un prorrateo en función de los límites de edad y de
servicios requeridos para cada clase de tareas o actividades.
ARTICULO 80. — Contribución patronal. La contribución patronal respecto de las tareas a que se refiere la
presente ley será la que rija en el régimen común —Sistema Integrado Previsional Argentino—,
incrementada en dos puntos porcentuales (2%), a partir de la vigencia de la misma.
ARTICULO 81. — Reducción de aportes patronales. El empleador que contrate trabajadores temporarios y
permanentes discontinuos, gozará por el término de veinticuatro (24) meses, de una reducción del cincuenta
por ciento (50%) de sus contribuciones vigentes con destino al sistema de seguridad social.
Las condiciones que deberán cumplirse para el goce de este beneficio, así como los subsistemas objeto de la
reducción, serán fijadas por la reglamentación.
La reducción citada no podrá afectar el financiamiento de la seguridad social, ni los derechos conferidos a los
trabajadores por los regímenes de la seguridad social.
El Poder Ejecutivo Nacional, en base a las previsiones que efectuará el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social, adoptará los recaudos presupuestarios necesarios para compensar o equilibrar la reducción
de que se trata, quedando facultado para prorrogar por única vez su vigencia por un lapso igual.
ARTICULO 82. — Aplicación ley 24.241. Para los supuestos no contemplados en el presente Título,
supletoriamente rige la ley 24.241, sus complementarias y modificatorias.
ARTICULO 83. — Acreditación de servicios rurales. Por vía reglamentaria se podrán reconocer los servicios
rurales contemplados en la presente ley, prestados con anterioridad a su vigencia, a través del
establecimiento de nuevos medios probatorios y sujeto a un cargo por los aportes omitidos, el que será
descontado en cuotas mensuales del haber obtenido al amparo de este régimen previsional.
TITULO XIII
CAPITULO I
ARTICULO 84. — Comisión Nacional de Trabajo Agrario. Integración. La Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA) será el órgano normativo propio de este régimen legal, la cual estará integrada por dos (2)
representantes titulares y dos (2) suplentes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; uno (1)
representante titular y uno (1) suplente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; uno (1)
representante titular y uno (1) suplente del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas; dos (2)
representantes de los empleadores y dos (2) representantes de los trabajadores, cada uno de ellos con sus
respectivos suplentes.
La Presidencia de la Comisión se encontrará a cargo de uno (1) de los representantes del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social. En caso de empate en las respectivas votaciones, el presidente tendrá
Autor: Juan Francisco Gaimaro
doble voto.
ARTICULO 85. — Sede. Asistencia. El organismo actuará y funcionará en sede del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social, pudiendo constituirse en cualquier lugar del país cuando las circunstancias que
sus funciones específicas así lo requieran.
ARTICULO 86. — Designaciones. Los integrantes de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) serán
designados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Los representantes de los empleadores y trabajadores serán designados a propuesta de las entidades más
representativas de cada uno de ellos.
Los representantes de los organismos estatales serán designados a propuesta de la máxima autoridad de
cada ministerio.
ARTICULO 87. — Duración en las funciones. Los integrantes de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario
(CNTA) durarán dos (2) años en sus funciones, pudiendo ser renovados sus mandatos a propuesta de cada
sector.
ARTICULO 88. — Asistencia legal y técnico administrativa. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
social tendrá a su cargo la asistencia legal y técnico administrativa necesaria para el funcionamiento de la
Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) para lo cual lo dotará de un presupuesto anual propio e
incluirá dentro de la estructura orgánica estable del ministerio las funciones de coordinación y asistencia que
le corresponden.
ARTICULO 89. — Atribuciones y deberes. Serán atribuciones y deberes de la Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA):
c) Establecer las categorías de los trabajadores permanentes que se desempeñen en cada tipo de tarea,
determinando sus características, modalidades especiales, condiciones generales de trabajo y fijando sus
remuneraciones mínimas;
d) Establecer, observando las pautas de la presente ley, las modalidades especiales y las condiciones de
trabajo generales de las distintas actividades cíclicas, estacionales u ocasionales y sus respectivas
remuneraciones, con antelación suficiente al comienzo de las tareas, teniendo especialmente en cuenta las
propuestas remitidas por las comisiones asesoras regionales. Cuando correspondiere, determinará la
inclusión en las remuneraciones del sueldo anual complementario y vacaciones;
e) Tratar las remuneraciones mínimas de aquellas actividades regionales, cuando, vencido el plazo
establecido en el calendario de actividades cíclicas, las comisiones asesoras regionales no las hayan
acordado;
f) Determinar la forma de integración de los equipos mínimos o composición de cuadrillas para las tareas que
fueren reglamentadas, cuando resultare necesario;
g) Dictar normas sobre las condiciones mínimas a las que deberán ajustarse las prestaciones de alimentación
y vivienda a cargo del empleador teniendo en consideración las pautas de la presente ley y las
características de cada región;
j) Asesorar a los organismos nacionales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provinciales, municipales o
autárquicos que lo solicitaren;
l) Intervenir en los conflictos colectivos de trabajo que se susciten entre las partes y actuar como árbitro
cuando de común acuerdo lo soliciten las mismas;
m) Celebrar acuerdos de cooperación con entidades públicas y privadas, tanto nacionales como
internacionales; y
n) Encarar acciones de capacitación de los actores sociales que negocian en las comisiones asesoras
regionales dependientes de la misma y de difusión de la normativa aplicable a los trabajadores
comprendidos en el ámbito de aplicación de la presente ley.
ARTICULO 90. — Composición de conflictos. Sin perjuicio de la competencia del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social, la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) promoverá la aplicación de
mecanismos de composición de conflictos colectivos, instando a negociar conforme el principio de buena fe.
Este principio importa para las partes los siguientes derechos y obligaciones:
b) La realización de las reuniones que sean necesarias, en los lugares y con la frecuencia y periodicidad que
sean adecuadas;
c) La designación de negociadores con idoneidad y representatividad suficientes para la discusión del tema
que se trata;
d) El intercambio de la información necesaria a los fines del examen de las cuestiones en debate;
e) La realización de los esfuerzos conducentes a lograr acuerdos que tengan en cuenta las diversas
circunstancias del caso;
f) La obligación de abstenerse de realizar durante el transcurso del proceso de negociación del conflicto,
cualquier acción por medio de la cual se pretenda desconocer u obstruir los consensos alcanzados hasta ese
momento; y
g) La obligación de abstenerse de introducir nuevos temas de debate que no hubieran sido planteados al
iniciarse la instancia de negociación de conflicto.
ARTICULO 91. — Proceso sumarísimo. Cuando alguna de las partes presentare una conducta que no se
ajuste a los deberes y obligaciones establecidos en el artículo precedente, se considerará que la misma ha
vulnerado el principio de buena fe negocial, quedando la parte afectada por el incumplimiento habilitada a
promover una acción judicial ante el tribunal laboral competente, mediante el proceso sumarísimo
establecido en el Art. 498 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, o equivalente de los Códigos
Procesales Civiles provinciales.
El tribunal competente dispondrá el cese inmediato del comportamiento violatorio del deber de negociar de
buena fe y podrá, además, sancionar a la parte incumplidora con una multa de hasta un máximo equivalente
al veinte por ciento (20%) del total de la masa salarial del mes en que se produzca el hecho,
correspondiente a los trabajadores comprendidos en el ámbito personal de la negociación. Si la parte
infractora mantuviera su actitud, el importe de la sanción se incrementará en un diez por ciento (10%) por
cada cinco (5) días de mora en acatar la decisión judicial. En el supuesto de reincidencia, el máximo previsto
en el presente inciso podrá elevarse hasta el equivalente al cien por ciento (100%) de esos montos.
Sin perjuicio de ello, el juez, a petición de parte, podrá también aplicar lo dispuesto por el artículo 666 bis
del Código Civil.
Cuando cesaren los actos que dieron origen a la acción entablada, dentro del plazo que al efecto establezca
la decisión judicial, el monto de la sanción podrá ser reducido por el juez hasta el cincuenta por ciento
(50%).
Todos los importes que así se devenguen tendrán como exclusivo destino el Servicio Público de Empleo para
Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria creado por la presente ley y los programas de capacitación
y difusión de normativa que lleve adelante la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), conforme las
facultades conferidas en el inciso n) del artículo 89 del presente régimen.
CAPITULO II
ARTICULO 92. — Comisiones asesoras regionales. Determinación. En las zonas que determine la Comisión
Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) se integrarán comisiones asesoras regionales. A tal fin podrá requerirse
dictamen del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca u otro organismo público vinculado a la materia.
ARTICULO 94. — Integración. Las comisiones asesoras regionales se integrarán de la siguiente manera:
a) Por el Estado nacional: dos (2) representantes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, de
los cuales uno ejercerá la presidencia;
b) Por el sector empleador: cuatro (4) representantes de la o las entidades empresarias más representativas
de la producción o actividad para la cual ésta se constituya;
c) Por el sector trabajador: cuatro (4) representantes de la asociación sindical más representativa de la
producción o actividad para la cual ésta se constituya.
ARTICULO 95. — Representantes ante las comisiones asesoras regionales. Los representantes de los
sectores trabajador y empleador serán designados por el Presidente de la Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA) a propuesta de cada uno de los sectores.
ARTICULO 98. — Atribuciones y deberes. Serán atribuciones y deberes de las comisiones asesoras
regionales:
a) Elevar a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), por cada producción, actividad o ciclo agrícola y
en tiempo oportuno, un dictamen por cada uno de los acuerdos alcanzados o propuestas formuladas
relativas a los incisos d), e), f), g) y h) del artículo 89 de la presente ley;
b) Remitir anualmente a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) el calendario de actividades cíclicas
de cada producción o actividad;
c) Informar a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) sobre el estado de las negociaciones;
d) Realizar los estudios que le fueran encomendados por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) y
aquellos que por sí dispusiere efectuar en su zona, fueran ellos referentes a tareas ya regladas u otras que
estimare necesario incorporar, elevando los informes pertinentes;
e) Asesorar a la autoridad de aplicación o a los organismos públicos que lo requirieran mediante informes,
remitiendo copia de los mismos a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA); y
f) Proporcionar la información y realizar las acciones conducentes conforme la forma y mecanismos que se
establezcan para acreditar la representatividad en cada producción o actividad regional específica.
TITULO XIV
CAPITULO I
De la autoridad de aplicación.
ARTICULO 99. — Autoridad de aplicación. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social será la
Autor: Juan Francisco Gaimaro
CAPITULO II
Disposiciones complementarias
ARTICULO 100. — Ley de contrato de trabajo. Su aplicación. Las disposiciones de esta ley son de orden
público y excluyen las contenidas en la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias
en cuanto se refieran a aspectos de la relación laboral contempladas en la presente ley, conforme lo
establecido en el artículo 2º.
ARTICULO 101. — Disposiciones complementarias. Vigencia. Las estipulaciones contenidas en los convenios
y acuerdos colectivos de trabajo que se encuentren vigentes a la fecha de promulgación de la presente,
mantendrán su plena vigencia en todo aquello que no vulnere lo establecido en los artículos 8º y 9º de esta
ley.
ARTICULO 102. — Vigencia de las resoluciones. Las disposiciones dictadas por la Comisión Nacional de
Trabajo Agrario (CNTA), la Comisión Nacional de Trabajo Rural, o por el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social, mantendrán su vigencia en todo en cuanto no fuere modificado por la presente ley.
ARTICULO 103. — Antigüedad. Reconocimiento. La antigüedad que tuvieren los trabajadores agrarios al
tiempo de la promulgación de esta ley se les computará a todos sus efectos.
ARTICULO 104. — Modificación régimen de contrato de trabajo. Alcances. Sustitúyese el texto del inciso c)
artículo 2° de la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias, por el siguiente:
c) A los trabajadores agrarios, sin perjuicio que las disposiciones de la presente ley serán de aplicación
supletoria en todo lo que resulte compatible y no se oponga a la naturaleza y modalidades propias del
Régimen de Trabajo Agrario.
ARTICULO 105. — Modificación de la ley 24.013. Incorporación. Sustitúyese el texto del artículo 140 de la
ley 24.013, por el siguiente:
Artículo 140: Todos los trabajadores comprendidos en la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y
sus modificatorios, en el Régimen de Trabajo Agrario, de la Administración Pública Nacional y de todas las
entidades y organismos en que el Estado Nacional actúe como empleador, tendrán derecho a percibir una
remuneración no inferior al salario mínimo, vital y móvil que se establezca de conformidad a lo preceptuado
en esta ley.
ARTICULO 106. — Modificación de la ley 25.191. Sustitúyense e incorpóranse los artículos de la ley 25.191
que a continuación se detallan:
a) Sustitúyense los artículos 1º, 4º y 7º de la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:
Artículo 1º: Declárase obligatorio el uso de la Libreta del Trabajador Agrario o del documento que haga sus
Autor: Juan Francisco Gaimaro
veces en todo el territorio de la República Argentina para todos los trabajadores que desarrollen tareas
correspondientes a la actividad agraria en cualquiera de sus especializaciones, comprendidas en el ámbito de
aplicación del Régimen de Trabajo Agrario. Tendrá el carácter de documento personal, intransferible y
probatorio de la relación laboral.
En caso de duda sobre la inclusión o no en el ámbito del Régimen de Trabajo Agrario de una tarea o
actividad, corresponderá al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social resolverlo y determinarlo.
Artículo 4º: A los efectos de esta ley, será considerado trabajador agrario todo aquél que desempeñe labores
propias de la actividad agraria, dirigidas a la obtención de frutos o productos primarios a través de la
realización de tareas pecuarias, agrícolas, forestales, hortícolas, avícolas, apícolas u otras semejantes,
siempre que éstos no hayan sido sometidos a ningún tipo de proceso industrial, y en tanto se desarrollen en
ámbitos rurales, con las excepciones y conforme lo establecido por el Estatuto especial que consagra el
Régimen de Trabajo Agrario.
Artículo 7º: Créase el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA), como entidad
autárquica en jurisdicción del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. El RENATEA absorberá las
funciones y atribuciones que actualmente desempeña el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y
Empleadores (RENATRE), a partir de la vigencia de la ley que aprueba el Régimen de Trabajo Agrario.
b) Incorpórase el artículo 7º bis a la ley 25.191, el que quedará redactado de la siguiente manera:
Artículo 7º bis: El personal del RENATEA se regirá por la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y sus
modificatorias, y la situación de quienes se desempeñaban para el RENATRE hasta la entrada en vigencia de
la ley que aprueba el Régimen de Trabajo Agrario, será determinada por la reglamentación, garantizándose
la continuidad laboral del personal no jerárquico en las condiciones que se establezca en la misma.
Artículo 8º: El gobierno y la administración del RENATEA estarán a cargo de un director general y de un
subdirector general que reemplazará a aquél en caso de ausencia o impedimento temporarios.
Ambos funcionarios serán designados por el Poder Ejecutivo nacional, a propuesta del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social y sus cargos serán rentados.
d) Incorpóranse los artículos 8º bis y 8º ter a la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:
Artículo 8º bis: El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social designará un síndico titular y un suplente
que tendrán por función fiscalizar y vigilar todas las operaciones contables, financieras y patrimoniales del
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Artículo 8º ter: El RENATEA propenderá a reflejar en su estructura la representación de los distintos sectores
sociales, productivos y gubernamentales que integran y/o se relacionan con la actividad agraria en
cualquiera de sus especializaciones en todo el territorio nacional. Para el cumplimiento de sus fines contará
con una red de oficinas regionales dependientes técnica y funcionalmente del mismo, constituyendo sus
cabeceras en el ámbito de las delegaciones regionales y/o gerencias de empleo y capacitación laboral u otras
dependencias del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y la cantidad de subsedes que considere
necesarias a efectos de lograr el fiel cumplimiento de sus funciones, para lo cual podrá celebrar acuerdos con
las autoridades de las jurisdicciones provinciales y/o municipales.
Artículo 9º: El Registro contará con un Consejo Asesor integrado por igual número de representantes de los
empleadores y de los trabajadores de la actividad agraria, por representantes del Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva, así como por representantes de otros sectores sociales vinculados a la actividad
agraria en cualquiera de sus especializaciones, conforme lo determine el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social.
f) Incorpóranse los artículos 9º bis y 9º ter a la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:
Artículo 9º bis: Los miembros del consejo asesor serán designados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social a propuesta de las organizaciones o entidades representativas de los trabajadores,
empleadores y sectores sociales y a propuesta de la máxima autoridad de las carteras de Estado que lo
integran, en los supuestos de los representantes gubernamentales.
El número de miembros del consejo y el término de duración de sus funciones, serán establecidos en la
reglamentación.
Artículo 9º ter: El consejo asesor será presidido por el Subdirector General del Registro. En caso de ausencia
del mismo será presidido por un presidente suplente designado a esos efectos por el director general.
El consejo sesionará con la presencia de la mitad más uno de sus miembros y cada uno de ellos tendrá uno
(1) voto. Las decisiones se adoptarán por simple mayoría de votos. En caso de empate el presidente tendrá
doble voto.
Dentro de los primeros treinta (30) días de funcionamiento, el consejo asesor deberá dictar su reglamento
interno.
g) Sustitúyense los artículos 10, 11 y 12 de la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Artículo 10: Para ocupar los cargos de director general y de subdirector general e integrar el consejo asesor
regirán los requisitos establecidos por la Ley Marco de Regulación de Empleo Público Nacional 25.164.
Artículo 11: El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) tendrá por objeto:
a) Expedir la Libreta de Trabajo Agrario y/o documento que haga sus veces, sin cargo alguno para el
trabajador, procediendo a la distribución y contralor del instrumento y asegurando su autenticidad;
b) Centralizar la información y coordinar las acciones necesarias para facilitar la contratación de los
trabajadores agrarios;
c) Conformar las estadísticas de todas las categorías, modalidades y especializaciones del trabajo agrario en
el ámbito de todo el país;
d) Proveer la coordinación y cooperación de la Nación con las provincias y los municipios en la actividad
laboral agraria;
f) Dictar la reglamentación interna por la cual se integrará y regirán los distintos estamentos constitutivos
del RENATEA;
g) Controlar el cumplimiento por parte de los trabajadores y empleadores de las obligaciones que les impone
la presente ley. El RENATEA podrá además desarrollar otras funciones de policía de trabajo que le sean
delegadas por los organismos nacionales o provinciales competentes.
Artículo 12: El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) tiene las siguientes
atribuciones:
a) Atender todas las erogaciones que demande su funcionamiento con los recursos establecidos en la
presente ley, así como administrar los recursos establecidos en la misma de acuerdo con el objeto previsto
en el artículo 11 y su funcionamiento. Asimismo podrá fijar aranceles por la prestación de servicios
administrativos ajenos al objeto de esta ley. El gasto administrativo no podrá exceder el diez por ciento
(10%) de los recursos;
b) Abrir y usar a los fines de la gestión encomendada, una cuenta especial denominada “Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios” (RENATEA), a la cual ingresan los fondos provenientes en virtud de la
presente;
c) Invertir sus disponibilidades de dinero en títulos emitidos por la Nación o en colocaciones a plazo fijo en
instituciones financieras oficiales;
e) Inscribir y llevar el registro de todas las personas comprendidas en la presente norma de acuerdo a lo
establecido en el capítulo I, otorgando constancias fehacientes de las presentaciones que efectúen los
obligados;
f) Exigir a todo empleador la exhibición de sus libros y demás documentación requerida por la legislación
laboral aplicable a la actividad al solo efecto de verificación del cumplimiento de lo establecido por la
presente, de acuerdo con las normas reglamentarias previstas en el inciso g) del artículo 11.
h) Incorpóranse los artículos 13 bis y 13 ter a la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:
Artículo 13 bis: Los bienes muebles, inmuebles, créditos y fondos que sean de titularidad del RENATRE,
quedan transferidos de pleno derecho, en propiedad y sin cargo alguno al RENATEA a partir de la vigencia de
la ley que aprueba el Régimen de Trabajo Agrario. El patrimonio inicial del RENATEA queda constituido por el
patrimonio del RENATRE transformado conforme lo dispuesto en esta norma.
La totalidad de los fondos y bienes de terceros que administre el RENATRE se transferirán, a partir de la
instancia indicada en el párrafo precedente, a una cuenta especial denominada “Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios” (RENATEA), que se abrirá en el Banco de la Nación Argentina.
Artículo 13 ter: Créase un comité auditor integrado por funcionarios del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social y de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), el que en un plazo de sesenta (60) días,
contados a partir de la promulgación de la presente ley, deberá emitir un informe técnico contable del estado
patrimonial y financiero del RENATRE.
Artículo 16: Institúyese el Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo, el que se regirá por las
disposiciones establecidas en este capítulo.
b) Prestaciones médico-asistenciales de acuerdo a lo dispuesto por las leyes 23.660 y sus modificatorias y
23.661;
d) Cómputo del período de las prestaciones a los efectos previsionales, con los alcances de los incisos a) y b)
del artículo 12 de la ley 24.013.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
j) Incorpóranse los artículos 16 bis, 16 ter y 16 quater a la ley 25.191, los que quedarán redactados de la
siguiente manera:
Artículo 16 bis: Créase con carácter obligatorio el Seguro por Servicios de Sepelio, para todos los
trabajadores agrarios comprendidos en el ámbito de aplicación de la presente ley.
Artículo 16 ter: Los empleadores deberán retener un importe equivalente al uno y medio por ciento (1,5%)
del total de las remuneraciones que se devenguen a partir de la vigencia de la ley que aprueba el Régimen
de Trabajo Agrario, depositando los importes resultantes en una cuenta especial que a tal efecto abrirá el
RENATEA.
Artículo 16 quater: El Seguro por Servicios de Sepelio establecido por la presente ley absorberá de pleno
derecho y hasta su concurrencia cualquier otro beneficio de igual o similar naturaleza que se encuentre
vigente y aplicable a los trabajadores agrarios, provenientes de cualquier fuente normativa.
ARTICULO 107. — Establécese que el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE)
y el Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo, serán denominados en adelante Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) y Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo y
Servicio de Sepelio, respectivamente.
ARTICULO 108. — Aplicación de otras leyes. Serán de aplicación supletoria al presente régimen las
disposiciones establecidas en las leyes 24.013, 25.013, 25.323 y 25.345 o las que en el futuro las
reemplacen.
ARTICULO 109. — El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley en el plazo de sesenta (60) días desde
su promulgación.
Ley 25.113
c) Lugar de procesamiento;
Se registrarán ante la misma autoridad todas las medidas cautelares que afecten
los productos de propiedad de los productores agropecuarios elaborados con
motivo de los contratos mencionados en el artículo 1º de la presente ley.
BOLILLA XIII
1. Contrato asociativo de explotación tambera: Naturaleza jurídica. Sujetos. Objetos.
Duración. Derecho y obligaciones. Entrega y restitución de vivienda. Resolución y rescisión
del contrato. Retribución. Disposiciones en materia de obligaciones laborales, previsional,
fiscal y de seguridad social. Homologación. Derogación de normas anteriores. Derechos
adquiridos. Jurisprudencia. Fuero. Régimen legal y jurisprudencia. Régimen especial para la
elaboración de la masa para mozzarella.
Concepto. Contrato por medio del cual una parte propietaria, poseedora, arrendataria o
tenedora por título legítimo de un predio rural y de sus instalaciones, bienes o hacienda (vacas
lecheras) afectada a la explotación tambera, lo entrega a la otra (tambero-asociado) para que éste
ejecute las tareas necesarias destinadas a la explotación del tambo (desde ordeñar y contribuir con
equipos, maquinarias, tecnología o personal a su cargo), a cambio de un porcentaje del producido de
la explotación de dicho tambo (pactado libremente entre las partes, al igual que el tiempo de
duración).
Ley 25.169
Dentro del objeto se incluye como actividad anexa la cría y recría de hembras con
destino a reposición o venta.
b) Será responsable del cuidado de todos los bienes que integren la explotación
tambera;
b) En los casos en que cualquiera de las partes contratara personal para afectarlo
en la explotación tambera, que funciona con sujeción a la presente ley, está
obligada, en forma individual cumplimiento de las obligaciones laborales,
previsionales y fiscales vigentes, sin que exista solidaridad entre las partes o ante
terceros;
b) Los derechos del tambero-asociado a los que se refiere el inciso anterior, cesan
automáticamente al concluir el contrato o producirse rescisión, con o sin causa. En
ningún caso la desocupación de la vivienda, podrá extenderse por más de 15 días
corridos desde la notificación rescisión, y no más de 10 días de vencido plazo de
vencimiento del contrato. Cumplidos los plazos señalados el empresario-titular
podrá solicitar el lanzamiento judicial.
a) Cualquiera de las partes puede pedir la rescisión del contrato cuando la otra
parte no cumpliere con las obligaciones a su cargo, violase las disposiciones de esta
ley, o de normas reglamentarias a las que estuviera sujeta la actividad, o lo
pactado entre ellas, en cuyo caso considerará rescindido por culpa de la parte
incumplidora.
3. Mala conducta reiterada para con la otra parte o con terceros que perjudiquen el
normal desarrollo de la empresa;
ARTICULO 15. — La presente ley entrará vigencia a partir del primer día del mes
siguiente de su publicación.
Esto trajo como consecuencia o reacción política la sanción de una ley especial, la 11.089,
donde se establecen los requisitos necesarios para la habilitación de explotaciones tamberas, las
condiciones que deben tener las salas de ordeñe, elaboración, y de almacenaje y/o empaque, etc.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
LEY 11089
CAPITULO I
REGIMEN ESPECIAL
ARTICULO 1°: Establécese un régimen especial para aquellas explotaciones tamberas que deseen
realizar una semi-elaboración de su leche, bajo la forma de masa para Mozzarella, antes de
entregarla a las fábricas que elaboran el producto denominado queso mozzarella, argentino, u otras
formas como queso Calcio Cavallo (de mozzarella), o trenzas, lenguas o bolitas.
ARTICULO 2°: El cumplimiento y la fiscalización de la presente ley, estarán a cargo del Ministerio
de Asuntos Agrarios y Pesca, quienes a tal efecto recibirán, de ser necesario, la colaboración de la
Fuerza Pública en el ámbito provincial.
ARTICULO 3°: El Ministerio de Asuntos Agrarios y Pesca, estará facultado para resolver los
aspectos técnicos derivados del cumplimiento de la presente ley.
CAPITULO II
ARTICULO 4°: Las explotaciones lecheras incluidas dentro de la presente ley, son todos aquellos
tambos mecánicos, espina de pescado, tándem o brete a la par, etc., que por una línea de leche
perfectamente higienizable, puedan llevar la leche de las ubres de las vacas a una Sala de
Elaboración adjunta, ó muy cercana a la Sala de Ordeñe.
ARTICULO 5°: Las explotaciones citadas en el artículo 4°, deberán solicitar la inscripción y
habilitación en el Registro de Establecimientos de la Dirección de Calidad y Producción de Leche,
del Ministerio de Asuntos Agrarios y Pesca, el número de inscripción deberá constar en el envase.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
ARTICULO 6°: En la solicitud a que se hace mención en el artículo 5°, los productores deberán
hacer constar la superficie de la explotación, número de vacas de ordeñe, secas y categorías
menores, razas, número de ordeñes, plano del tambo, Sala adjunta en escala de 1:100, fuente de
calor, tina y "destino exclusivo del suero para crianza de animales" y descripción de la máquina de
ordeñe.
CAPITULO III
DE LA UNIDAD TAMBO
ARTICULO 8°: Las construcciones de unidad tambo, deberán satisfacer las siguientes condiciones
en la Sala de Ordeñe, de elaboración y de almacenaje y/o de empaque:
e- Las Salas de elaboración y de empaque, deben poseer cielorrasos lavables, las paredes unidas
del piso al techo, y además de las puertas y ventanas comunes, puertas y ventanas de alambre
denominado mosquitero.
f- La casilla para tubo de gas o sala de calderas, deberá poseer, como mínimo, revoque fino.
g- Se acepta como fuente indirecta de calor, la caldera, debiéndose en este caso, cumplimentarse
con lo dispuesto para industrias por la Ley 7.229 y su Decreto- Reglamentario 7.488/72. Para el
caso de que la fuente de calor fuere directa, se aceptará un quemador industrial exclusivamente a
gas, para lo que deberá proveer de la correspondiente casilla externa para los tubos, y cañería fija de
gas hasta el quemador.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
j- La leche ingresará a la Sala de elaboración indefectiblemente por cañerías de las provistas por
las máquinas de ordeñe actuales.
ARTICULO 9°: El rodeo de vacas deberá tener reacción negativa de tuberculosis y brucelosis, y
cumplir todas las vacunaciones oficiales de S.E.L.S.A.
ARTICULO 10°: La fiscalización de la presente norma legal, será realizada por personal de la
Dirección de Calidad y Producción de Leche, al que se le permitirá el libre acceso al tambo para
revisar leche, producto intermedio, envases, instalaciones y la cumplimentación de las reglas de
higiene y sanidad.
ARTICULO 11°: El no cumplimiento de lo especificado en la presente ley, será penado con las
disposiciones legales vigentes: Código Alimentario Nacional, Resoluciones del Ministerio de
Asuntos Agrarios y Pesca, y Decretos del Poder Ejecutivo.
2. Compraventas: a). Inmuebles rurales. Requisitos. Régimen legal; b). Muebles: semovientes,
maquinarias agrícolas, insumos, etc.; c). Cosas y frutos futuros. Concepto. Régimen legal.
BOLILLA XIV
1. Contratos innominados: Pastaje y Pasturaje. Concepto. Modalidades. Jurisprudencia.
Capitalización de hacienda. Concepto. Clases. Distinción con otros contratos. Juicio crítico.
Jurisprudencia. Feed-lot: Concepto. Modalidades. Aspectos ambientales y alimentarios.
Importancia actual en la actividad ganadera. Normativas. Jurisprudencia. Pools de siembra.
Concepto. Modalidades. Aspectos financieros.
El contrato de capitalización de hacienda es aquel en virtud del cual una parte se obliga a
entregar ganado a otra, que se obliga a recibirlo en un predio rural, para cuidarlo y atenderlo, con el
objeto de lograr su reproducción, o ponerlo en condiciones para su favorable colocación en el
mercado, haciéndose cargo una de las partes de determinados gastos, con el propósito de repartirse
las crías o las utilidades.
Las partes son el capitalizador (es quien se obliga a entregar el ganado o hacienda) y el
propietario (quien recibe en su campo el ganado; no necesariamente tiene que ser el dueño del
predio rural).
Hay distintas clases: 1) Capitalización de Crías: cuando tiene por finalidad la reproducción
del ganado objeto del contrato; 2) Capitalización de invernada o de desarrollo: cuando lo que se
pretende es engordar el ganado ara que llegue al mercado en óptimas condiciones.
Contrato de Feed – lot. Este contrato es también conocido como contrato de engorde a
corral. Es aquel por el cual una persona se compromete a engordar a los animales de otra,
teniéndolos encerrados en corrales con instalaciones apropiadas para alimentarlos con una dieta
especial.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Ocupan pocas hectáreas que albergan muchos animales y corrales provistos de comederos y
bebederos. El terreno en el que pernoctan los animales deben disponer de una estructura de suelo
necesaria para un buen drenaje, con terrazas y canales de escurrimientos adecuados para ese fin.
Deben además contar con programas preventivos que garanticen el control de enfermedades y una
mayor eficiencia en la conversión alimento/carne.
Los alimentos que se suministran son preparado diversos, muchos en base de maíz, soja,
afrechillo de trigo, pellets de soja y girasol, se le suman núcleos vitamínicos y minerales.
El responsable de la producción debe ser, un médico veterinario, quien recorre los corrales
relevando el estado de los animales y las normas de manejo del sistema.
El feed- lot ha acelerado todos los procesos y ha puesto en juego un factor que nunca se
había tenido en cuenta que es el tiempo; no es lo mismo hacer las cosas en tres meses que en dos
años. Si Argentina tuviera que sacar toda la hacienda que sale por feed-lot necesitaríamos miles de
hectáreas y se tardaría mucho más, la terminación del animal a corral permite una mayor
disponibilidad de espacios para la ganadería extensiva o la práctica de la agricultura.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Desde el punto de vista del consumidor, la carne de feed-lot es más tierna y tiene mayor
concentración de grasa intersticial (marmóreo) que hace que el producto sea más tierno. También
puede tener mejor color.
Como se trata de sistemas muy intensificados suelen tener limitaciones de tipo ambiental.
Cuando se intensifica, y aumenta la densidad de animales en un lugar relativamente chico se puede
contaminar el ambiente. La concentración de heces, y sobre todo de orina, provocan un impacto
ambiental severo. La cantidad de nitrógeno y fósforo que los animales producen y eliminan por
orinas y heces pueden percollar a los acuíferos y producir contaminación de suelos y napas
freáticas. El "engorde intensivo de ganado bovino también provoca contaminación del aire y malos
olores, presencia de insectos como moscas, deterioro del paisaje y poblaciones afectadas por esos
emprendimientos.
Los pool de siembra. Contratos por los cuales una de las partes denominada “la
administradora”, contrata por un lado la utilización de la tierra a propietarios o titulares legales del
uso del suelo; y por el otro los servicios de contratistas agrícolas, para efectuar cosechas; por medio
de gestores o promotores; y a su vez obteniendo financiación para el proyecto común que se lleva a
cabo por las cinco partes intervinientes, de las cuales sólo dos, administradora y financistas, asumen
el “álea agraria” o riesgo propio de la agricultura.
Es una moderna forma de explotación agrícola mediante la intervención de las cinco partes
referenciadas. Una administradora aporta la tecnología y las semillas contratando mediante gestores
o promotores el uso de la tierra y la maquinaria necesaria para llevar adelante siembras extensas que
son financiadas por inversores que aportan los fondos necesarios para la movilización de equipos,
combustibles, repuestos, semillas, herbicidas, personal y seguros, recibiendo por ello un porcentaje
o interés variable conforme le rendimiento final de los cultivos implantados en la forma descripta.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
Contrato de utilización de tranquera. Contrato por medio del cual una parte dueña de un
predio se pone de acuerdo con la otra parte, dueña del predio vecino, para instalar una tranquera en
el alambrado medianero de ambos predios, para ser usada por ambas partes, ya sea para el acceso de
personas, rodados, animales, etc., de un predio al otro.
También puede asociarse o realizar la actividad comercial vendiendo los productos que
elabora con la leche. Así, la empresa láctea adquiere un supermercado, procederá a la venta de sus
productos directamente al consumidor. En este caso, está realizando un proceso posterior al de la
elaboración de la leche.
En todo el proceso, que se inicia con la materia prima (cría de vaca, ordeñe) y que finaliza
cuando ese producto elaborado es adquirido por el consumidor final (compra de un helado o leche),
cualquier productor intermedio (productor tambero, industrial, comerciante, transportista, etc.) que
lleve a cabo una fase anterior o posterior al objeto de su empresa está realizando una integración
vertical.
BOLILLA XV
1. Fuero agrario: importancia del fuero propio. El fuero agrario en la provincia de Bs. As.
Antecedentes. Régimen actual. Tribunal competente. Materias que le competen.
Procedimiento. Consignaciones. Recursos.
Se entiende por “fuero” a una particular forma de administración de justicia que, además de
contemplar la división de trabajo en razón de la materia que la rige en el ámbito judicial,
comprende:
- Una materia propia que recoge una particular situación social que debe ser
tratada con la especialidad del caso
El fuero agrario está destinado a entender aquellas relaciones que surgen de la actividad
agraria, ya sea que involucren a sujetos particulares entre sí, a éstos con el Estado, o a los sujetos
con las cosas (por ejemplo, la conservación de los recursos naturales). Este último supuesto da la
posibilidad de analizar la inclusión en el fuero agrario de las cuestiones ambientales y la
preservación de los recursos naturales, en interés colectivo.
En la provincia de Buenos Aires se creó unos años antes, en 1957, el fuero agrario, con los
denominados “tribunales rurales”, con organización, competencia y procedimiento propios.
En 1997 se sanciona la ley 11.911, la cual quitó la competencia a los tribunales laborales,
pasando la competencia en algunos casos a la justicia civil y comercial, y en otros, a los juzgados de
paz. Esta ley hizo modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial, más precisamente su art. 50,
quedando redactado de la siguiente manera: “Los juzgados de Primera Instancia en lo Civil y
Comercial ejercerán su jurisdicción en todas las causas de las materias Civil, Comercial y Rural de
orden voluntario o contradictorio, con excepción de la que corresponde a los Juzgados de Familia y
de Paz”.
La materia agraria. Está determinada en el art. 13 del decreto ley 21.209/1957, donde se
establece la competencia del fuero agrario:
1. Aquellas cuestiones que versen sobre materia legislada en el Código Rural, leyes que lo
complementan o que legislan sobre materia rural, entre las que se encuentran (carácter enunciativo):
- Conflictos por obras nuevas y/o modificación del curso natural o artificial de las aguas en zonas
rurales
2. Juicios de expropiación que entable la provincia, de tierras destinadas a los fines de la Ley
Orgánica de Colonización.
4. Conflictos suscitados entre arrendadores y arrendatarios y/o aparceros, con motivo de los
respectivos contratos de arrendamiento y/o aparcería.
También entiende como alzada o apelación acerca de las infracciones regidas por el dec-
ley 8785/1977 sobre Faltas Agrarias.
3. Régimen legal provincia de Bs.As. sobre Faltas Agrarias: ámbito de aplicación, autoridad
de aplicación; penas, prescripción, actuaciones sumariales, defensa y prueba, procedimientos,
recursos.
Concepto de falta agraria. La falta alude a una infracción a una norma legal que acarrea
una sanción, y a la facultad de establecerlas como un complemento natural e inseparable del
ejercicio de poder de policía. Su similitud con los delitos ha llevado a usarlos como términos
sinónimos, pero existen evidentes diferencias:
FALTAS DELITOS
Su legislación incumbe a las provincias. Sólo legislará la Nación Su legislación incumbe a la
en relación a territorios nacionales Nación
Tienen en mira transgresiones relacionadas con el ambiente Trasunta sobre un hecho de
particular de cada localidad o provincia posible realización en todo el
país
Según su estructura, participan de la constitución de los tipos Existen delitos dolosos y
penales pero sin configurarse alusiones a la intencionalidad culposos
(dolosa – culposa)
Faltas agrarias -> Tutelan bienes y persiguen objetivos propios de la actividad agraria.
Supletoriamente, se aplicará:
a) Se extraerán TRES (3) MUESTRAS REPRESENTATIVAS DEL LOTE, las que serán
precintadas por medio de sellos o lacros que eviten cambios o sustituciones;
b) De estas tres (3) muestras, una considerada ORIGINAL, se empleará para el análisis en primera
instancia, la segunda, considerada DUPLICADO, se reservará por la autoridad de aplicación, para
una eventual pericia de control, y la tercera, TRIPLICADO, quedará en poder del interesado, para
que se analice con el duplicado en la pericia de control;
d) La autoridad de aplicación en la aludida acta fijará el día y hora en que se dará a conocer el
resultado del análisis, sirviendo de suficiente notificación. El responsable, en dicho día y hora
fijados para conocer el resultado del análisis podrá solicitar la pericia de control, la que se llevará a
cabo dentro de los cinco (5) días, con la presencia del o de los técnicos que designe, quienes
suscriban el protocolo de análisis con el funcionario técnico oficial a cargo de la pericia;
e) El resultado de la pericia de control se agregará a las actuaciones para la iniciación del sumario,
si correspondiere;
f) El resultado del análisis se tendrá por válido y se considerará plena prueba de la responsabilidad
del imputado si el día y hora fijados para la notificación del resultado del análisis no compareciera a
solicitar la pericia de control, o si producida la pericia de control su resultado fuera infracción al
igual que el análisis de la muestra originaria.
1. Ante una eventual falta, la ACCIÓN de la Administración puede ser promovida por una
denuncia verbal o escrita ante la autoridad administrativa competente (la legitimación es
amplísima, pudiendo presentarla directamente un particular, sin necesidad de ser
damnificado por el hecho, o cualquier sujeto privado o público que haya tenido contacto
con ésta); o de oficio por la autoridad administrativa (el hecho que constituye una
pretendida falta debe resultar documentado por un funcionario competente)
4. Situado el funcionario ante una posible infracción, debe documentar la falta a los fines de
iniciar el procedimiento correspondiente, asentando el hecho en un ACTA, las cuales hacen PLENA
FE de su contenido, elevándolas a la categoría de instrumento público sólo controvertibles por el
proceso especifico (redargución de falsedad)
Triplicado.
Conocimiento del presunto infractor del derecho que le asiste de presentar descargos y
ofrecer pruebas dentro de los cinco (5) días de notificado y de la normativa que ha
transgredido.
El funcionario actuante procederá en todos los casos al secuestro preventivo de las artes y/o
elementos utilizados para cometer la infracción, pudiendo designar depositario al propio infractor si
las circunstancias del caso así lo aconsejaren.
7. Respecto al DOMICILIO del infractor, consignado en él acta, servirá a todos los efectos legales
como constituidos. Si el domicilio denunciado en el acta se encontrare fuera de la provincia de
Buenos Aires, el presunto infractor deberá constituirlo en jurisdicción de ésta; en caso de no
cumplir con tal carga quedará automáticamente constituido en la sede del organismo competente.
10. SANCIONES:
11. GRADUACION DE LAS PENAS: Según las circunstancias del caso, la naturaleza y la
gravedad de la falta cometida, las condiciones personales y cualquier otro hecho que contribuya a
formar juicio acerca de la mayor o menor responsabilidad del imputado.
12. REINCIDENCIA: Podrá incrementarse el monto fijado hasta un cien por cien, si habiendo sido
condenados por una falta incurran en otra dentro de un año contado desde la fecha en que quedó
firme la resolución condenatoria anterior.
13. Luego de notificado, el infractor deberá abonar la multa dentro de los CINCO DÍAS desde que
la resolución quedo firme. Si no se hace, la multa podrá ejecutarse por el PROCESO DE
APREMIO. Se puede solicitar al Juez Penal la conversión de la multa en arresto, a razón de un día
por el equivalente al diez por ciento de la multa, sin exceder de treinta días.
Autor: Juan Francisco Gaimaro
14. PRESCRIPCION: La acción y la pena prescriben a los TRES AÑOS, contados a partir de la
fecha en que se cometió la falta o en que quedó firme la resolución condenatoria, respectivamente.
La prescripción de la acción se interrumpe por la sustanciación de las actuaciones administrativas o
por la comisión de una nueva falta (en el caso de la acción); y por la ejecución judicial (en el caso
de la pena).
¿Cuál es ese órgano judicial? Pastorino entiende que en cabeza de los Juzgados de Paz y
supletoriamente en los Juzgados Civiles y Comerciales donde estos no existieren.