Prov. 6:19. "El testigo falso que habla mentira, y el que siembra la discordia entre los
hermanos".
1. Gál. 5:19-20. "Y manifiestas son las obras de la carne que son: enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones herejías".
2. Rom. 2:8. "Pero ira y enojo a los que son facciosos y no obedecen a la verdad".
3. Sant. 3:13, 18. Los celos y contenciones pertenecen a la sabiduría terrenal y son
seguidas de toda obra perversa.
4. 2 Pedro 2:1,2. Los falsos maestros con sus herejías destructivas traen una rápida
destrucción y son causa de que la verdad sea blasfemada.
5. 1 Cor. 11:17,18, "no os congregáis para lo mejor sino para lo peor ... porque
cuando os reunís como iglesia hay entre vosotros divisiones".
III. La iglesia instruida para "marcar" y "evitar" a los que causan división:
2. 2 Juan 9-11. Saludar y recibir a una persona así, es compartir de sus malas obras.
2. Tito 1:9. Por ser los ancianos retenedores de la palabra fiel tal como ha sido
enseñada, exhortando con doctrina pura y convenciendo a los que contradicen.
3. Tito 3:9,11. Por evitar cuestiones necias y desechando a los que causen divisiones.
4. 2 Tim. 2:14-18. Por usar bien la palabra de Dios, rehusando contender sobre
palabras, lo cual para nada aprovecha, y evitando profanas y vanas palabrerías.
5. 2 Tim. 2:23-25. Por rehusar cuestiones necias e insensatas, pero tratando con
mansedumbre y resignación con todos.
6. 1 Pedro 2:4,7,11. Por mostrar el amor y la hospitalidad hacia todos, pero hablando
como hablan las palabras de Dios.
7. 2 Pedro 1:16 al 2:2. Por rehusar enseñar las "profecías" que vienen de la mente
humana.
Todos nosotros necesitamos estar interesados acerca del pecado en las vidas de
los miembros de la iglesia. ¿Qué dice la Biblia acerca de estas personas? ¿Cuál
es su condición y que consejo deberíamos darles?
Pero también debemos considerar a las personas que están tan interesadas por
los pecados de otros que ellos mismos llegan a ser culpables de pecado. ¿Qué
dice la Biblia acerca de estas personas? ¿Cuál es su condición, y que consejo
deberíamos darles?
1 Juan 2:3-6 - Si afirmamos que tenemos una correcta relación con Dios, pero
no guardamos Sus mandamientos, somos mentirosos (nótese el destino de los
mentirosos - Ap. 21:8). Para conocerle verdaderamente y estar con El,
debemos guardar Sus mandamientos y andar como El anduvo.
1 Juan 3:6-8,10 - No dejarnos engañar. Si queremos morar con Jesús, no
debemos pecar, pero sí debemos practicar lo que es justo. Aquellos que pecan,
son del Diablo, no de Dios. Así es como se conoce un hijo de Dios de uno del
Diablo -- por sus prácticas, no por sus afirmaciones.
[Véase también Mat. 7:21-28; 16:24; 6:33; 28.20; 22:37-40; Jn. 14:15; Ec.
12:12; Rom. 12:1-2; 6:1-18; 2:6-10; Col. 3:5-10; Ap. 3:14-16; Hch. 3:22-23].
Mateo 15:7-8 - Las personas que dicen con sus labios que honran a Dios, pero
no tienen esa intención en sus corazones, son hipócritas. ¿Está usted incluido
en este número?
Mateo 6:1-2,5,16 - Hipócritas son las personas que pasan a través de rituales
de adoración y servicio, pero su propósito no es dar honor a Dios, sino recibir
el honor para sí mismos y satisfacer los deseos de otros. ¿Describe esto su
servicio a Dios?
Cuando la gente declara ser hijo de Dios, se les requiere que obedezcan a Dios
sinceramente cada instante del día. Algo menos es hipocresía, y ninguna
persona recibirá reprensiones más fuertes de Jesús que las que hizo a los
hipócritas. ¿Está dando a Dios el servicio genuino que El requiere?
Tito 2:7-8 - Debemos ser buenos ejemplos en todas las áreas de la vida.
Algunas veces rechazamos acusaciones contra nosotros porque las personas
que las hacen no son Cristianos. Pero ni aún debemos dar a estas personas base
para hablar mal de nosotros.
Debemos estar interesados acerca del efecto que nuestras vidas tienen en los
demás. Nuestra vida debe resplandecer con buenas obras para que otros las
vean y sean llevados a glorificar a Dios -- no a rechazarle (Mat. 5:16). ¿Habrán
personas que rehúsen convertirse en Cristianos o que apostaten de Dios porque
fueron rechazados por sus pecados? ¿Hay miembros cuyo trabajo por el Señor
es estorbado porque su indiferencia pecaminosa los ha desanimado? Si es así,
esté seguro que Dios no lo tendrá libre de culpa.
[Véase también 1 Tim. 4:12; 1 Ped. 2:11-12; 3:15-16; Mat. 18:6-7; Pr. 28:10;
22:1; Fil. 2:15-16; Heb. 12:15; 1 Tim. 5:14; 6:1; Tito 2:5; 2 Cor. 6:3].
Cuando usted se da cuenta de las personas que pecan, esto le da sentido para
decir no adorar y servir a los pecadores, obedeciendo sus reglas y
mandamientos. Pero en religión, no estamos supuestos a adorar a los hombres
en ninguna forma. Es a Dios a quien adoramos (Jn. 4:24; Mat. 4:10; Hch.
10:25-26).
Pero ¿por qué rehúsa servir a Dios sólo porque hay gente malvada? ¿Es Dios
el culpable de los pecados de los hombres? ¿El hecho de que los hombres
pequen prueba de alguna manera que Dios no ha sido amoroso,
misericordioso, poderoso y sabio? ¿Hay algo acerca de los pecados de los
hombres que haga a Dios indigno de nuestra adoración y servicio? ¡Claro que
no! Suponga que tuvo un ser amado muy cercano que lo trató con bondad,
decencia y respeto en todas las formas. ¿Sería correcto rechazar la amistad y
cuidado de este amor simplemente porque sabe de alguien mas que sea áspero
y falso?
¿Cree usted que hay gente buena en la iglesia? Dios dice que la hay (Ap. 3:1-
5). ¿Será usted mejor juez de justicia que Dios? Elías pensó que era la única
persona justa viva en sus días, pero Dios le reveló que habían 7000 (1 Rey.
19:10,18).
En realidad, Dios dice que las personas justas se encuentran únicamente en
la iglesia -- ¡no están afuera! Jesús murió para salvar a la iglesia (Ef. 5:23,25;
Hch. 20.28). El añade los salvos a ella (Hch. 2:47). Cierto, algunos en la
iglesia apostatarán y se perderán. Pero algunos en la iglesia son justos y se
salvarán. ¡Y no hay esperanza para todos aquellos que están fuera de la iglesia!
[Véase también 1 Cor. 12:13; Hch. 2:38; 22:16; etc.].
Ahora, ¿qué sucedería si todas estas personas buenas fueran a actuar como
la gente que desiste de servir a Dios porque los demás eran pecadores? Dios
no hace acepción de personas (Hch. 10:34-35; Rom. 2:11). Si usted puede
correctamente rehusar obedecer a Dios a causa de los pecadores en la iglesia,
entonces, por la misma razón, toda la gente buena en la iglesia puede desistir.
Entonces, las únicas personas que quedarían en la iglesia serían los pecadores
y los hipócritas - ¡debe haber alguno de todos que sea fiel a Dios!
(Nota: No estamos diciendo que usted debe ser parte de una iglesia que esté
practicando el error como un cuerpo, porque entonces estará teniendo
comunión con el error. Pero mientras la iglesia sea Bíblica en sus prácticas,
usted puede adorar y agradar a Dios aún cuando pudiera haber pecado en la
vidas personales de otros miembros individuales).
El punto es, si no quiere estar con los pecadores, entonces necesita estar en la
iglesia porque fuera de la iglesia no hay nada sino pecadores -- ¡al menos
hay alguna gente justa en la iglesia! Si no quiere estar con los pecadores,
entonces necesita servir a Dios fielmente porque de otra manera estará con un
pecador las 24 horas del día de toda su vida --¡usted será un pecador!
¡Dios quiere que todos los pecadores se arrepientan y entren a la iglesia! Pero
no deben continuar en el pecado; deben esforzarse para vencerlo. Y las demás
personas no deben resentirse del pasado pecaminoso de estos miembros, sino
que deben apreciarlos y animarlos en sus esfuerzos ¡de vencer su pasado!
¿Está buscando una iglesia donde los miembros no sean siempre pecadores?
¿Cuál sería nuestra condición si Jesús hubiera toma la misma actitud que
algunas personas toman hoy día hacia los pecadores? Suponga que hubiera
pensado que en vista de que las personas alrededor de El eran pecadores, que
¿El podría pecar también, o que podría rehusar servir a Dios? ¡Nosotros
estaríamos perdidos porque El nunca se habría ofrecido como sacrificio por
nuestros pecados! O supongamos que Jesús, quien ciertamente nunca hizo
pecado, ¿hubiera rehusado estar con los pecadores? Nunca habría dejado el
cielo para vivir en la tierra -- y ¡todos nosotros nos hubiéramos perdido
eternamente! Pero El vino para salvar a los pecadores (Luc. 5:31-32; Fil. 2:5-
8). ¿Somos nosotros mejores que El? Si El, quien realmente no tenía pecado y
quien estuvo en un lugar donde no había pecado -- Si pudo venir a vivir entre
los pecadores por amor a nosotros, entonces nosotros -- quienes somos
culpables de pecado y que no tenemos elección sino vivir en alguna parte entre
los pecadores -- ¡ciertamente podemos estar entre los pecadores en la iglesia
por Su amor!
¿Los pecadores que hay en la iglesia son realmente la razón por la cual usted
no sirve a Dios, o son simplemente una excusa para buscar explicación al
hecho de que usted nunca QUISO realmente servir a Dios? Uno de los
métodos más comunes de excusarse uno mismo es el de encontrar faltas en las
personas que están tratando de hacer lo correcto. Hacemos esto para sentir
menos culpa acerca de nuestros propios pecados, o al menos para probar que
ellos están tan mal como nosotros.
*Gén. 3:6,9-13 -- Adán culpó a Eva, y Eva culpó a la serpiente. Pero Dios los
castigó a todos.
*1 Sam. 15:3,9,13-15 -- Saúl culpó al pueblo por su pecado. ¡Pero Dios
castigó a Saúl!
*1 Rey. 18:17-18 -- Acab acusó a Elías de causar problemas. ¡Pero Dios culpó
a Acab!
*Mat. 11:18-19 -- La gente aún criticaba y encontraba faltas en Jesús. Pero era
inocente y ellos eran los pecadores. (Mat. 12:22-25; 26:59-65; Jn. 7:7; Luc.
6:22-23; Gál. 4:16; Jn. 9:16,24,34).
¿Por qué la gente que vive en el pecado quiere hablar acerca de todos los
pecadores e hipócritas en la iglesia? ¿Por qué no quieren hablar acerca de las
personas justas en la iglesia? ¡La única respuesta posible es que simplemente
están buscando una excusa para justificar sus propios pecados!
*Mat. 23:3-4 -- ¡Esperar que los demás hagan lo que es correcto mientras
nosotros mismos no queremos hacer lo que es correcto es simplemente otra
forma de hipocresía!
Conclusión
Los fariseos eran legalistas religiosos que habían logrado desarrollar un método de
interpretación de los libros de la ley, la cual requería prácticas minuciosas y
detallistas para llegar a la santidad. Los fariseos confiaban en su conocimiento
meramente intelectual, en su interpretacion tradicional de las leyes de Dios y se
consideraban a sí mismos justos, exáltandose por creerse más buenos, o más
santos o más religiosos o más sabios que los demás.
Jesús les llamó hipócritas porque “aparentaban” ser justos, pero su corazón estaba
lleno de maldad. Los legalistas creen que poseen la verdad, y atacan a todo aquel
que disienta de sus interpretaciones, o defienden su verdad a capa y espada.
Nosotros sabemos que la Palabra de Dios no necesita que nadie la defienda, la
Palabra de Dios se defiende sola. La Biblia es un libro que esta vivo y que habla a
cada cual según sus necesidades personales, y habla además a diferentes grupos
de personas, gentiles, cristianos, y judíos en lo general. La Biblia va mucho más alla
de interpretaciones religiosas. No se puede encajonar, porque la verdad no se
puede encerrar. La Palabra de Dios va hasta donde Dios quiere y hace lo que Dios
quiere que haga, sin tomar en cuenta nuestra volición.
“Cuando vió esto el fariseo que le habia convidado, dijo para sí: Este, si fuera
profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora...
Y a ella [Jesús] le dijo, tus pecados te son perdoandos. Y los que estaban
juntamente sentados a la mesa [fariseos], comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es
éste que también perdona pecados? ” Lucas 7:39 y 49
Los fariseos se caracterizan por criticar y después juzgar todo lo que los rodea,
creyendo que son mejores que los demás. Ven la paja en el ojo ajeno, pero no ven
la viga en el propio.
Murmuran entre sí e inyectan dudas a los que los rodean respecto a determinada
persona. Pueden perjudicar grandemente a una persona creyendo firmemente que
estan sriviendo a Dios, creen que los motiva la justicia, cuando en realidad Satanás
está detrás de cada una de sus murmuraciones, contiendas y dudas. Los fariseos
son como "aves de mal agüero", su presencia presagia peligro.
“Pero algunos de ellos decían: Por beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera
los demonios. Otros para tentarle, le pedían señal del cielo.” Lucas 11:15-16
Aparte de creer que saben todo, que son justos, sabios y santos, los fariseos no son
capaces de reconocer cuándo Dios está actuando con poder en la vida de alguien,
sino que, sin empacho alguno, emiten su juicio: Está endemoniado. También y por
la misma naturaleza corrupta de sus corazones son personas que pueden ser
usadas por el diablo para tratar de tentar a los hijos de Dios. El legalista trabaja
sutilmente, sabe usar las palabras con los acentos adecuados para provocar las
reacciones deseadas, y actúa creyendo sinceramente que lo que hace lo hace para
servir a Dios. También autojustifican diciendo que son buenos porque nunca han
matado a nadie, porque van a la iglesia, ayunan, oran, pero no se dan cuenta que
sus lenguas se mueven con la velocidad de la serpiente, para fluminar a otros. Los
fariseos levantan el dedo acusador para desviar la atención de los demás, para que
nadie se de cuenta de sus propios pecados, de la triste condición de su pobre
corazón entenebrecido.
“Ahora bien, vosotros los fariseos, limpian lo de fuera del vaso y del plato, pero por
dentro estan llenos de rapacidad y de maldad. Necios, el que hizo lo de afuera, no
hizo también lo de adentro? Lucas 11:39
“Más ¡ay de ustedes, fariseos! Que diezmas la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y
pasan por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer sin dejar de
hacer aquello.” Lucas 11:42
Los legalistas cuidan mucho las apariencias, pero se olvidan facilimente del amor y
la justicia de Dios. Si Dios fuera legalista, desde cuando todos nosotros
estuviéramos muertos. Pues la palabra de Dios dice que POR CUANTO TODOS
pecaron están destituidos de la gracia de Dios. Y que aquél que se dice libre de
pecado, aparte de estar mintiendo, hace a Dios mentiroso. Ese es el primer paso
para NO SER legalista. Tener compasión por los pecadores, y reconocer que
nosotros estamos o estuvimos ahí, y por LA GRACIA DE DIOS, y no por nuestras
obras, fuimos salvos. Y si Dios lo hizo conmigo, y contigo, lo puede hacer con todos
los pecadores que se arrepientan. Por lo tanto, tenemos que amarlos como Cristo
amó a su iglesia, y dio su vida por ella. Nosotros debemos predicar arrepentimiento
en amor, y la justicia debemos dejársela a Dios.
¡Ay de ustedes, fariseos! Que aman las primeras sillas en las sinagogas, y las
salutaciones en las plazas! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócristas! Que son
como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben. Lucas
11: 43-44
¡Ay de ustedes también, intérpretes de la ley! Porque cargas a los hombres con
cargas que no pueden llevar, pero ustedes ni aún con un dedo las tocas! Lucas
11:46
¿Te es Familiar? A mí si. Los fariseos legalistas te critican como haces tu servicio
al Señor, pero no son capaces de comprometerse ellos mismos en ningun servicio
al Señor. Envidian el ministerio que tienes, pero no le piden a Dios que los use en
Su servicio. Imponen cargas que uno apenas puede llevar mientras ellos de lejos
miran sin intentar ayudar. Si alguno se atreve a crecer en el Señor, de inmediato lo
bajan. Ponen trampas y esperan con la paciencia de cazadores a que los incautos
o simples caigan en ella, para luego acusarles a gran voz. Los fariseos odiaban a
Jesus porque Él era libre, y hablaba con libertad y denuedo la VERDAD. Porque no
se sometía a la religion ni vino a imponer una religion nueva, SINO QUE VINO A
MOSTRARNOS EL CAMINO AL CIELO por Gracia, no por obras, por eso lo
mataron. ¡Demonio tiene, dijeron!
Ponerse al tu por tu con una persona que vive bajo el yugo del legalismo, además
de ser peligroso, es desgastante y futil. Nosotros no somos el espíritu Santo para
convencer a nadie de sus pecados. Pero sí podemos pedir al Espíritu Santo en
nosotros que les convenza. Debemos orar cada día pidiéndole a Dios que toda obra
oculta dentro de la iglesia se manifieste, y que todo lo que se hable en tinieblas se
proclame en las azoteas. El cuerpo de Cristo no puede cargar con el peso de los
fariseos a cuestas, los fariseos tienen que ser expuestos y removidos, por el propio
peso de sus hipocresías, por la justicia de Dios, y porque Él lo prometió. Si tu has
sido víctima de estas aves rapaces dentro de tu iglesia, lo primero que debes hacer
es PERDONARLOS porque no saben lo que hacen, nunca lo han sabido, y si Jesús
perdonó a los fariseos de su tiempo que a gritos proclamaban ¡Crucificadle!
Nosotros tenemos que perdonarles para que LA SALVACION verdadera llegue a
ellos. Tenemos que liberarlos de la ofensa y entregarlos en las manos de Dios.
Nosotros sabemos, porque la Biblia dice que ¡Terrible cosa es caer en las manos
del Dios vivo! Por lo tanto, y por amor a Cristo, ora pidiéndole a Dios que esos
fariseos puedan ver el amor de Cristo en ti, y se arrepientan y se conviertan a Él. Si
tu has participado de legalismo en contra de mis hermanos en Cristo, y tienes el
espíritu de fariseo en ti, arrepiéntete de tu pecado pues el Señor Jesucristo viene
pronto, y separará la cizaña del trigo, pónte a cuentas con todos aquellos que hayas
ofendido, y pídeles perdón por haber hablado contra ellos. Dios te perdonará y
cambiará tu vida, si tu reconoces que habia orgullo, legalismo e hipocresía en ti. Y
Satanás no se enseñoreará de ti, no más. Te lo digo en el nombre de Jesús, mi
Señor y Salvador. Así sea, amén
"En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Y si
hubiere ahí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a
vosotros." Lucas 10:5-6