El carbón consta de muchos compuestos de carbono de masa molar alta que también
contienen oxígeno, hidrógeno, y pequeñas cantidades de nitrógeno y azufre. El carbón
constituye casi 90% de las reservas mundiales de combustible fósil. No obstante, la
extracción subterránea de carbón es costosa y supone muchos riesgos, la explotación por
franjas (es decir, la extracción en una cantera abierta después de desprender la tierra y las
rocas superficiales) es muy dañina para el ambiente. Otro problema, asociado a la
combustión del carbón, es la formación de dióxido de azufre (SO2) a partir de compuestos
con contenido de azufre. [1]
Colombia se caracteriza por la producción de Café, por su música, por la literatura y por su
gente; pero no se puede hablar de Colombia sin mencionar al carbón, que representa una
fuente económica y desarrollo para la población Colombiana representando empleo para
muchas generaciones y que es fuente de ingresos para educación, vivienda, salud e
infraestructura de muchas familias. El Carbón colombiano representa el 10 por ciento del
comercio mundial y somos el principal productor de Carbón en América Latina ocupando
así el undécimo lugar en el mundo y el quinto mayor exportador En el 2016 Colombia
llegó a los 90,5 millones de toneladas (86,1 de carbón térmico y 4,4 de metalúrgico) que
aportaron 1,35 billones de pesos en regalías al país el 80% recaudado por el sector minero y
contribuyendo con 130000 empleos directos formales a los colombianos El carbón lleva
nuestra bandera por el mundo: es un símbolo de nuestro potencial y riqueza. Basta ver los
principales destinos del carbón térmico, entre los que están Turquía, Holanda, Estados
Unidos, España, Israel, Brasil, Chile, Portugal, Corea, Italia, Guatemala, India y el Reino
Unido. Por su parte, nuestro carbón metalúrgico (somos el cuarto exportador mundial),
insigne embajador de regiones como Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander, va
principalmente para Brasil, Turquía y Japón. [2]
De acuerdo con los estudios de caracterización adelantados en las zonas carboníferas del
país (Ingeominas, 2004), en la cordillera Oriental se encuentran los mejores carbones
bituminosos para uso térmico y metalúrgico junto con carbones antracíticos, tanto para el
consumo interno como de exportación; en la cordillera Occidental se hallan carbones
bituminosos y sub-bituminosos en Córdoba, norte de Antioquia, Valle del Cauca y Cauca;
en la cordillera Central existen carbones bituminosos en las zonas carboníferas de
Antioquia y Antiguo Caldas y, menos conocidos, en Huila y Tolima. [3]
Bibliografía