MAZATENANGO, SUCHITEPEQUEZ
SEDE 025
SEMESTRE: QUINTO
PRCIMER AVANCE
TEXTO PARALELO DE
DERECHO CIVIL IV
En base a lo visto en clase y al programa, se realiza el presente trabajo sobre el tema de las
OBLIGACIONES en el Derecho Civil, donde nos permitirá ampliar los conocimientos
relacionados a este curso mismo donde estudiaremos algunos aspectos importantes
relacionados, tales como concepto de obligaciones, la clasificación y los elementos de
Negocios Jurídicos, la nulidad, las clases y el cumplimiento de las obligaciones; por ello es
de suma importancia estudiar a profundidad este tema, para así comprenderlo y ponerlo en
práctica en la vida, ya que este curso es una base fundamental en el desarrollo de nuestra
carrera.
1ra. SEMANA.
1. OBLIGACIONES
Conjunto de normas, y principios e instituciones que disciplinan las relaciones jurídicas
en las que una persona se compromete a determinadas conducta de dar hacer o no hacer
(deudor) frente a otra persona (acreedor) que tiene la potestad de exigencia en caso de
incumplimiento del obligado.
2. EL NEGOCIO JURIDICO.
Puede definirse el negocio jurídico como toda manifestación de voluntad humana, que se
encamine a conseguir un fin práctico y legal, protegido por el Derecho.
El concepto de negocio jurídico, construido sobre una voluntad necesaria y suficiente para
producir efectos jurídicos, satisface simultáneamente y realiza, con esa simultaneidad, la
igualdad formal del derecho, el interés del comerciante comprador y el interés del
propietario vendedor. Sin embargo, es evidente que esta filosofía que exalta la voluntad
individual, la fuerza creadora de la voluntad, es en alguna medida, una filosofía simulada,
no sincera. La Voluntad creadora, que la filosofía del negocio jurídico exalta, es la voluntad
de la clase social que dirige el proceso histórico: La exaltación de la voluntad, como la sola
causa suficiente del cambio jurídico, apoya a la burguesía comerciante en su proyecto de
apropiación de los recursos.
Bilateral: El creado por las voluntades de dos sujetos en sentido contrapuesto, en cuanto
venidas a concierto, es decir, a acuerdo consensus, como la compraventa, la adopción, el
matrimonio.
Negocios causales y abstractos: En los negocios causales, el fin práctico que, de modo
inmediato, persiguen las partes, se unimisma con el negocio, dotando a éste de una
estructura y de una función uniforme. El negocio causal, no produce efecto alguno cuanto
resulte probada la ilicitud del fin o su propia falta; El negocio abstracto, en iguales
circunstancias, es llevado a sus últimas consecuencias, si bien sea dable neutralizar o
paralizar con remedios particulares sus efectos.
3. PRINCIPIOS DE CONTRATACIÓN
Es aquel acuerdo de voluntades divergentes anteriormente por medio del cual las partes
crean, modifican o extinguen una relación jurídica de carácter patrimonial. El C.C. en el
Art. 1517 norma lo relativo al contrato. Hay que tomar en consideración que el C.C. no
diferencia al contrato de convención.
Trascendental para la vida social y económica, hasta tal punto que contratación y progreso
siguen en la historia una curva ascendente paralela, habiendo llegado a sostener Suimmer
Maine que la sociedad moderna se distingue principalmente de las que le precedieron por el
gran puesto que en ella ha obtenido del contrato, importantísima, por último, para los
profesionales jurídicos y, sobre todo, para el notario, una de las características con más
funciones es presidir y autorizar la celebración de los contratos.
3.1. CONSENSUALISMO
En el derecho moderno rige el principio según el cual basta el acuerdo de voluntad entre
dos o más personas para que nazcan las obligaciones y derechos, sin que tenga ya vigencia
aquella distinción, propia del derecho romano, entre el pacto o convención y el contrato.
Art. 1261 y 1280 C.C. Además este principio se fundamenta en el derecho canónico.
3.2. FORMALISMO
Este principio básicamente nos indica que no basta sólo con el consentimiento de las
partes para que exista un contrato; se debe de tener ciertas características de tipo formal
(esenciales) que lo hagan válido. Que se adecue a las formas válidas.
4. AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD
Este principio subsiste hasta la fecha, aunque más limitado día tras día pues la libertad
de acción del individuo se encuentra restringida por los intereses comunes, por los intereses
de la sociedad. Art. 1575 C.C. Posición del Código Civil Guatemalteco: Nuestra legislación
adopta un sistema de tipo Ecléctico.
El Artículo 1274 del Código Civil regula lo siguiente: “El negocio jurídico sujeto a la
condición de que se verifique un acontecimiento dentro de un término, caduca si pasa el
término sin realizarse la condición, o antes si hay certidumbre de que no puede cumplirse”.
El Artículo citado señala que el negocio jurídico que se encuentre bajo la sujeción de que se
tenga que verificar un acontecimiento dentro de un tiempo estipulado, caduca cuando dicho
término transcurre sin llevarse a cabo la condición.
3. Cuando por acto propio hubiese disminuido las garantías y cuando por caso fortuito
desaparecieran, a menos que sean inmediatamente sustituidas por otras, a satisfacción del
acreedor.
El Artículo citado señala los casos en los cuales el deudor pierde su derecho de poder
utilizar el plazo. El plazo es presumido como convenido en beneficio del deudor, a
excepción que el mismo resulte del tenor del instrumento o bien de otras distintas
circunstancias.
2da. SEMANA.
7. ELEMENTOS DEL NEGOCIO JURIDICO
Son esenciales, naturales y accidentales. Los primeros son aquellos sin los cuales el
negocio jurídico no puede ocurrir. Los segundos son los que normalmente llevan consigo
cada negocio jurídico, a no ser que sus autores los eliminen. Los terceros son aquéllos que
solamente existen cuando las partes los determinan y agregan de forma expresa al negocio
jurídico.
Entre los elementos accidentales del negocio jurídico es de importancia anotar y explicar
los siguientes:
b) Plazo: Es el tiempo que se fija para el cumplimiento de una obligación o el hecho futuro
y cierto del cual depende la exigibilidad o extinción de una obligación y el derecho que le
es correlativo.
c) Modo: es la forma de ejercicio de un derecho ya adquirido.
7.1. CONSENTIMIENTO
Es el acuerdo o concurso de voluntades que tiene por objeto la creación o transmisión
de derechos y obligaciones. Elementos: Capacidad y voluntad. Oferta y Aceptación: El
consentimiento dado su naturaleza, se forma por una oferta y por la aceptación de la misma.
Como es el acuerdo de dos o más voluntades, necesariamente una voluntad deben
manifestarse primero y es la oferta; es decir, que una parte propone algo a la otra respecto a
un asunto de interés jurídico. La aceptación implica la conformidad con la oferta.
7.4. CAUSA
En el Derecho de obligaciones la causa constituye la finalidad directa e inmediata que
se persigue con la celebración de un contrato. Tradicionalmente, se ha distinguido la causa
o motivo personal que induce a una persona a comprometerse, pues es un móvil puramente
subjetivo, de la causa propia del negocio, que es objetiva y es la misma para
cada categoría de actos; ej.: en los contratos sinalagmáticos la causa para una de las parte es
contraprestación de la otra.
En el derecho de las obligaciones la causa de obligación del deudor es el fin inmediato y
directo que lo induce a comprometerse. Se opone a la causa, así definida, el motivo, que es
un móvil personal, subjetivo y lejano. La causa, por el contrario, es objetiva; necesaria para
la validez de los actos jurídicos, es siempre la misma para cada categoría de actos (por
ejemplo, en un contrato sinalagmático, la causa de la obligación de una de las partes es
la obligación de la otra; en un acto de título gratuito, la causa es la intención generosa),
La disciplina de los vicios de la voluntad está regulada en el Código Civil en los Artículos
1257 al 1268, en los que se fijan los requisitos que deben concurrir para su relevancia, y su
ineficacia. Respecto a la relevancia de los vicios, cabría entender desde una perspectiva
estrictamente dogmática, que, en la medida que el contrato debe responder a una voluntad
libre y consciente del sujeto, de cualquier vicio que abarcara esa voluntad, debería
trascender al contrato para proclamar su ineficacia pues sería una contradicción que alguien
contra de su deseo quedara vinculado por un contrato, que por esencia es expresión de la
autonomía de la voluntad.
Tales vicios están mencionados en el Artículo 1257 del Código Civil. Si la premisa es que
el contrato exige un puntual conocimiento de lo que se estatuye y la necesaria libertad de
decisión, a la vista del Artículo 1257, es legítimo cuestionar si es posible algún otro vicio
distinto.
8.1. ERROR
El error es una equivocada o inexacta creencia o representación mental que sirve de
presupuesto para la realización de un acto jurídico.
El error de motivo surge en la formación de la voluntad, antes de que ésta sea manifestada
al exterior y consiste en una falta de representación de la realidad presente que induce al
sujeto a declarar una voluntad que en otro caso, no habría declarado. “Es una falsa
representación de la realidad presente porque el error sobre la realidad futura, es decir el
error de previsión, no es un error en sentido técnico y no da lugar a la anulabilidad del
contrato”.
Y es esa naturaleza del error la que dificulta la búsqueda de una solución general a todos
los problemas que se derivan del mismo, que ha hecho afirmar que es un punto no aclarado
en la ciencia jurídica, porque en esta figura repercuten varias dificultades que plantean los
problemas centrales del negocio jurídico.
La esencialidad del error reside en su importancia para la formación de la voluntad
negociar, de tal manera que debiendo recaer sobre la substancia o condiciones del objeto
del contrato, e incluso sobre la otra persona, ha de ser determinante, lo cual lleva a tener a
precisar este carácter determinante del error padecido.
8.2. DOLO
Este vicio, parte de una conducta ilícita o antijurídica que reúne sobre una persona a la
que se induce a contratar, pero aquí no se actúa sobre la libertad, sino sobre el
conocimiento, ya que con el mismo se produce un engaño.
La doctrina distingue entre el dolos malus y dolos bonus, entendiendo por este último el
engaño que es admitido en el tráfico, como por ejemplo la exagerada ponderación de las
excelencias de un producto, que sería irrelevante desde el punto de vista jurídico, no
produciendo, en consecuencia la anulación del contrato”.
Para que el dolo sea invalidante se requiere, además que dicho comportamiento produzca
un engaño o error en el otro contratante, lo que lleva a diferenciar esta figura del error vicio
analizada con anterioridad. Para el engaño que da lugar al dolo, no es necesario que
concurran los mismos requisitos exigidos para el error.
Ello no impide que puedan concurrir en un mismo supuesto los dos vicios, el dolo y el error
con lo que el contratante que los ha padecido puede impugnar el contrato por uno u otro.
Asimismo, el dolo ha de ser determinante para la celebración del contrato, como lo estipula
el Artículo 1262. El dolo de una de las partes y el dolo que proviene de un tercero,
sabiéndolo aquélla, produce la nulidad si ha sido la causa determinante del negocio
jurídico.
El Código Civil en el Artículo 1266 establece que para calificar la violencia o intimidación
debe atenderse a la edad, al sexo a la condición de la persona y demás circunstancias que
pueden influir sobre su gravedad.
8.4. SIMULACION
Representa ésta una divergencia entre la voluntad interna y la declarada, pero a
diferencia de otros vicios de la declaración de voluntad, viene provocada por un acuerdo de
ambas partes contratantes, que se denomina acuerdo simulatorio, por el que deciden emitir
su consentimiento que no corresponde a lo realmente querido.
Dicho acuerdo no se manifiesta al exterior, creándose con ello una apariencia de contrato.
Existen, así pues dos declaraciones: la simulada que es la que se exterioriza y la disimulada
que puede consistir en el acuerdo en el cual no se celebra ningún contrato o en celebrar otro
diferente al manifestado o con otras condiciones.
Aquí hay dos contratos, siendo los mismos el contrato simulado que es el destinado a
aparecer solo exteriormente y el contrato simulado que es el realmente querido por las
partes.
El primero puede ser distinto del segundo por el tipo contractual que se simula, por
ejemplo, una compraventa, cuando en realidad se otorga una donación. El Artículo 1284 del
Código Civil regula: “La simulación tiene lugar:
1. Cuando se encubre el carácter jurídico del negocio que se declara, dándose la apariencia
de otro de distinta naturaleza;
El Artículo citado señala los casos en los cuales tiene lugar la simulación, siendo los
mismos: al encubrir el carácter jurídico del negocio que se declara, cuando las partes
declaran falsamente lo que realmente no ha ocurrido y cuando se constituyen o transmiten
derechos a personas interpuestas.
El Artículo 1285 regula que: “La simulación es absoluta cuando la declaración de voluntad
nada tiene de real y es relativa cuando a un negocio jurídico se le da una falsa apariencia
que oculta su verdadero carácter”.
Por su parte el Artículo 1286 regula: “La simulación absoluta, no produce ningún efecto
Jurídico. La simulación relativa una vez demostrada producirá los efectos del negocio
jurídico encubierto siempre que su objeto sea licito”.
3ra. SEMANA.
9. INEFICACIA DE NEGOCIO JURIDICO
Se califica de “eficaz” el negocio cuando, por reunir todos los requisitos exigidos por la
ley, es apto para producir los efectos que le correspondan según la regla negocial, formada
ésta por la declaración de voluntad y complementada por las reglas jurídicas aplicables.
Debido a la diversidad de terminología para explicar este tema, resulta difícil definir la
ineficacia, la cual indica que las diferentes modalidades o casos enumerados por la doctrina
y el Código Civil guatemalteco, las obligaciones provenientes de los contratos no llegan a
nacer o no obstante luego de nacidas son eliminadas por la voluntad de los contratantes o
por la ley, por no cumplir con las exigencias de todo negocio jurídico o contrato. El negocio
jurídico es ineficaz cuando carece totalmente de efectos o consecuencias que normalmente
deberían haberse producido en virtud de la celebración del negocio, la ineficacia es una
sanción que se impone como consecuencia de la infracción de los preceptos contenidos en
la norma jurídica.
9.1. LA NULIDAD.
Se trata del supuesto más grave de ineficacia. Por ello, suele ser adjetivado como
nulidad absoluta o nulidad de pleno derecho. Los negocios jurídicos nulos, pues, no
merecen para el Derecho más que rechazo; no puede reconocer el Ordenamiento jurídico
ningún efecto del negocio jurídico nulo, ni siquiera su admisibilidad como tal negocio
jurídico.
La nulidad parcial: Frente a la relativa escasez práctica de casos de nulidad negocial (que
conllevan, además, problemas de prueba muy difíciles de superar y, por tanto, en
numerosas ocasiones no llegan a plantearse judicialmente), son cada día más frecuente los
casos de nulidad parcial.
Se habla de nulidad parcial cuando el negocio jurídico contiene una o varias cláusulas o
determinaciones ilegales, pese a la validez y adecuación al ordenamiento jurídico del
conjunto esencial del mismo. Esto es, el consentimiento, la causa, el objeto (en el caso de
contratos) y en su caso, la forma, son intachables, pero algunos aspectos del negocio
jurídico son contrarios a una norma imperativa (por ejemplo se concede un préstamo
superando el tipo de interés el máximo fijado por el Banco de España).
La coexistencia de cláusulas nulas, por ilegales, con los restantes pactos válidos del negocio
jurídico plantea el problema de determinar si la invalidez de la cláusula debe afectar a todo
el conjunto negocial.
9.2. RESCICION
Es la forma de ineficacia de un contrato válidamente celebrado, pendiente total o
parcialmente de cumplimiento, originada de la decisión de uno de los contratantes a quien
la ley faculta expresamente, del acuerdo de los contratantes, de la declaración de juez
competente fundada en un motivo específico previsto en la ley o de la imposibilidad de
ejecución por causas fortuitas o motivos insuperables no imputables al incumplido.
Puede ejercitar la acción de rescisión, la parte que sufre el perjuicio patrimonial y esta
acción para pedirla dura un año, contado desde la fecha de la celebración del contrato, salvo
que la ley fije otro término en casos especiales, tal y como lo regula el artículo 1585 del
Código Civil.
d) Depósito, de conformidad con el artículo 1974. “Por el contrato de depósito una persona
recibe de otra alguna cosa para su guarda y conservación, con la obligación de devolverla
cuando la pida el depositante, o la persona a cuyo favor se hizo o cuando lo ordene el juez”.
En tal sentido la facultad de revocar es personal del depositante y el depositario no puede
oponerse tal y como lo indica el artículo 1995.
La acción Paulina se regula en el artículo 1290 del Código Civil, indica que “Todo acreedor
puede pedir la revocación de los negocios celebrados por el deudor en perjuicio o fraude de
sus derechos. Sólo los acreedores cuyos créditos sean anteriores al negocio impugnado,
pueden ejercitar la acción revocatoria”.
Los requisitos exigibles para que sea ejercida la revocación por parte del acreedor, se
regulan en los artículos 1290, 1291, 1293, 1294, 1297 del Código Civil, de donde se
enumeran los siguientes:
1. Existencia de un contrato válido sin la constitución de una garantía real a favor del
acreedor,
2. Que ese contrato este pendiente de cumplimiento,
4ta. SEMANA.
10. CLASES DE LAS OBLIGACIONES
Obligaciones civiles: Las obligaciones civiles son aquellas que derivan de las relaciones de
las personas entre sí, aquellas que se originan de las contraprestaciones entre dos o más
personas, pero dentro del ámbito del derecho civil, lo que antiguamente los romanos los
denominaban "jus civile". Las obligaciones derivadas del derecho civil son imperativas, es
decir, se puede exigir su cumplimiento coercitivamente. -
Obligaciones naturales: Son aquellas que emanan de la naturaleza misma del hombre, las
que provienen de la divina naturaleza, el acreedor puede solicitar su cumplimiento pero el
deudor puede cumplir o no, depende de su voluntad para hacerlo, pero si lo realiza, la
prestación inviste el carácter de legítimo y el deudor no puede acogerse el derecho de
repetir lo que hizo o lo que había dado. Se lo conocía como el "jus gentium
Las obligaciones imperfectas: Nuestro código civil legisla en forma aislada en algunos
pasajes sobre los derechos naturales, no las enumera ni se ocupa en forma especial sobre la
materia. Únicamente podemos encontrar vestigios de derechos naturales, en el art. 1820 del
Codigo Civil, el cual dispone: "no procede la repetición de lo pagado espontáneamente
cumpliendo deberes morales o sociales, salvo caso de incapacidad del que pagó". La
cátedra entiende que nuestras leyes civiles, laborales, etc. Se hallan basadas en el derecho
positivo y por ende sus disposiciones se hallan basadas en leyes de carácter civiles, empero
existen algunas normas de características naturales como la que hemos visto anteriormente.
10.1. DAR
La obligación de dar cosa determinada comprende su entrega y la de sus accesorios
y pertenencias, así como los frutos que produzca desde que se perfecciona el convenio. El
deudor es responsable asimismo, de su conservación, hasta que verifique la entrega.
10.2. HACER
En las obligaciones de hacer el incumplimiento del obligado da derecho al acreedor para
hacer por sí o por medio de tercero, a costa del deudor, lo que se hubiere convenido, si la
calidad del ejecutante fuere indiferente.
Si la obligación de hacer resultare imposible sin culpa del deudor, la obligación queda
extinguida. El deudor debe devolver en este caso al acreedor lo que por razón de la
obligación hubiese recibido.
10.3. NO HACER
Si la obligación es de no hacer, el obligado incurre en daños y perjuicios por el solo hecho
de la contravención.
El acreedor tiene derecho para exigir que se obligue al deudor a destruir lo que se hubiere
hecho contraviniendo lo pactado, o a que se le autorice la destrucción por cuenta del
deudor.
El acreedor tendrá derecho a la indemnización de daños y perjuicios cuando, por culpa del
deudor hubieren desaparecido todas las cosas que alternativamente fueron objeto de la
obligación, o se hubiera hecho imposible el cumplimiento de ésta. La indemnización se
fijará tomando por base el valor de la última cosa desaparecida o el del servicio que
últimamente se hubiere hecho imposible.
Cuando la elección corresponde al acreedor, la obligación cesará de ser alternativa desde el
día en que haya sido notificada al deudor. Mientras no se hubiere hecho la notificación, las
responsabilidades del deudor se regirán por las reglas siguientes:
1. Si alguna de las cosas se perdió sin culpa del deudor, cumplirá entregando la que el
acreedor elija entre las restantes o la que haya quedado sin una sola subsistiera;
2. Si la pérdida de alguna de las cosas sobrevino por culpa del deudor, el acreedor podrá
reclamar cualquiera de las que subsistan, o el precio de la que, por culpa de aquél, hubiera
desaparecido; y
3. Si todas las cosas se hubieren perdido por culpa del deudor, la elección del acreedor
recaerá sobre su precio.
Las mismas reglas se aplicarán a las obligaciones de hacer o de no hacer, en el caso de que
algunas o todas las prestaciones resultaren imposibles.
Cuando la elección debe ser hecha por varias personas, el juez concederá un plazo para que
se pongan de acuerdo. Si no hubiere acuerdo decidirá la mayoría, y si no hicieren la
elección o no hubiere mayoría, elegirá el juez.
Si el deudor es omiso en hacer la elección, el juez le señalará un plazo para que cumpla,
con hacerla, y si vencido este plazo el deudor se mantuviera en la omisión, la elección
corresponderá al acreedor.
La obligación facultativa será nula por un vicio inherente a la prestación principal, aunque
la prestación accesoria no tenga vicio alguno.
La obligación facultativa se extingue cuando la cosa que forma el objeto de la prestación
principal perece sin culpa del deudor, antes que éste se haya constituido en mora, o porque
se hubiere hecho imposible su cumplimiento, aunque el objeto de la prestación accesoria no
hubiese perecido y fuese posible su entrega.
10.6. SIMPLES
Es una relación jurídica. Pueden existir varios acreedores o varios deudores a la vez, o
de igual manera cuantos deudores posea un acreedor y cuantos acreedores tenga un
deudor. Cada pago establece un objeto autónomo.
En este tipo de obligaciones existe la pluralidad, funcionando de una manera
muy independiente una de otras.
No hay garantía para el acreedor, por el motivo de que cada porción es independiente y
separada. En caso de insolvencia de un codeudor simple no puede obligar a los demás.
Cada uno de los acreedores sólo puede exigir o reclamar del deudor la parte que le
corresponde en el crédito (mancomunidad activa)
Cada uno de los deudores sólo está obligado a cumplir la parte de la deuda que le
corresponde. Si uno de ellos es insolvente, los demás estarán obligados a suplir su falta
(mancomunidad pasiva)
10.7. MANCOMUNADAS
Hablamos de obligación mancomunada como aquella obligación en la que están
implicados una pluralidad de sujetos y que los une un acto jurídico el cual les va a asignar
una obligatoriedad/responsabilidad sobre ella. En este caso de obligaciones mancomunadas
existe la relación de acreedor-deudor, no obstante, en las mancomunadas al
ser características por su pluralidad, pueden existir más de dos acreedores y un solo deudor,
o más de dos deudores y un solo acreedor.
ARTICULO 1347. Hay mancomunidad cuando en la misma obligación son varios los
acreedores o varios los deudores.
10.8. DIVISIBLES
En el derecho romano el carácter divisible o indivisible de la obligación tenía especial
importancia por cuanto que con ello se determinaba el régimen especial en el dado caso de
que en la obligación haber varios deudores o varios acreedores. De tal suerte, que si la
obligación era divisible cada uno de los codeudores debía pagar en la medida de su cuota.
Por el contrario si se trataba de una Art. 1373 a 1379 c.c.
Obligación indivisible cada uno de los acreedores tenía derecho a pretender la prestación
completa y cada uno de los codeudores tenía el deber de ejecutarla por entero.
Por otro lado, la obligación es Divisible O Indivisible según sea susceptible o no, de ser
cumplida por partes lo cual no solo depende de la naturaleza de la prestación que constituye
el objeto, sino también la intención de las partes, de tal suerte que la Divisibilidad O No de
la prestación no constituye un concepto meramente económico en sí mismo más bien,
obedece a un sentido jurídico. ART. 1374 C.C. Por cuanto que la referencia fundamental de
la división no está dada en relación del bien o del servicio que constituye la prestación, sino
más bien a lo que se haya pactado entre las partes, obviamente atendiendo a la naturaleza
de la prestación.
10.9. INVIDUALES
Es la obligación que cada una de los acreedores que debe de realizar conscientemente lo
puede extrajudicial y judicial.
5ta. SEMANA.
11. CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES
Es la plena y absoluta realización en la vida de lo convenido por las partes al contraer la
obligación. El cumplimiento dependerá en su configuración material de la naturaleza de la
obligación, según consista ésta en un dar, hacer o no hacer. La esencia propia del
cumplimiento consiste en una actitud. El deudor debe realizar el acto principal en que
consista la obligación. Este acto principal se realice según el tenor de la obligación, en el
tiempo, lugar y modo convenidos.
El que pague por cuenta de otro puede repetir lo que pagó, a no ser que lo hubiere hecho
contra la voluntad expresa del deudor.
ARTICULO 1385. No es válido el pago que se haga directamente al menor o incapaz. Sin
embargo, si lo pagado se invirtió en su beneficio personal o en la conservación de su
patrimonio, se extingue la obligación en la parte invertida en esos fines.
No se puede obligar al acreedor a aceptar cosa distinta de la que se le debe, aunque el valor
de la ofrecida sea igual o mayor, salvo disposición especial de la ley.
ARTICULO 1387. El pago deberá hacerse del modo que se hubiere pactado, y no podrá
efectuarse parcialmente sino por convenio expreso o por disposición de la ley. Sin
embargo, cuando la deuda tuviere una parte líquida y otra ilíquida, podrá el acreedor exigir
el pago de la primera sin esperar a que se liquide la segunda.
La culpa consiste en una acción u omisión, perjudicial a otro, en que se incurre por
ignorancia, impericia o negligencia pero sin propósito de dañar.
ARTICULO 1425. La responsabilidad por culpa debe graduarse atendiendo a la naturaleza
de la obligación y a las circunstancias de las personas, de tiempo y de lugar.
ARTICULO 1429. El acreedor también incurre en mora cuando sin motivo legal no acepta
la prestación que se le ofrece, o rehúsa realizar los actos preparatorios que le incumben para
que el deudor pueda cumplir su obligación.
El acreedor puede ceder sus derechos sin el consentimiento del deudor, salvo que haya
convenio en contrario o que no lo permita la ley o la naturaleza del derecho. En la cesión se
observarán las disposiciones relativas al negocio jurídico que les dé origen, en lo que no
estuvieren modificadas en este capítulo.
ARTICULO 1444. La cesión comprende todos los derechos accesorios cuando no se pacte
lo contrario. Cuando la cesión hubiere sido por menor valor del monto del crédito, el
deudor podrá extinguir su obligación reembolsando al cesionario.
Es importante resaltar que las Obligaciones son una potestad en el Derecho Civil, ya que es
un vínculo Jurídico entre dos partes determinas en virtud del cual una de ellas se denomina
acreedor y está facultada para exigir de la otra, denominada deudor, el cumplimiento de una
prestación, la que puede consistir en dar, hacer o no hacer una cosa, por ello encontramos