Lectura
13 6A 15
Te apuesto la cabeza
(Un despacho con puertas laterales.) FEDERICO. (Leyendo.) «Total: cincuenta y cinco pesos.»
FEDERICO. (Entrando por la derecha.) ¿Molesto? Jamás he visto nada tan extraordinario. ¿Y crees
que seguirá abonándote el alquiler toda su vida?
CARLOS. (Mientras escribe.) ¡Adelante! ¡Adelante!
CARLOS. Que te lo diga él; aquí llega. ¡Hola, Edmundo!
FEDERICO. ¿Qué escribes?
EDMUNDO. (Entrando por la derecha.) Buenos días.
CARLOS. La factura semanal para Edmundo, por el al-
FEDERICO. Buenos días, querido Edmundo.
quiler de una cabeza.
CARLOS. ¿Traes el dinero?
FEDERICO. ¿Qué dices? ¿Por el alquiler de qué?
EDMUNDO. Discúlpame, pero esta semana…
CARLOS. ¡Ah!, ¿pero no sabes que ahora alquilo ca-
bezas? CARLOS. ¿Qué ocurre esta semana?
FEDERICO. ¡Vamos, déjate de bromas! EDMUNDO. Esta semana yo también tengo que pre-
sentarte una factura.
CARLOS. Escucha: como Edmundo tiene la manía de
hacer apuestas, me propuse curarlo de una vez CARLOS. ¡Ah, sí!, y ¿de qué?
por todas cobrándole una especie de alquiler por EDMUNDO. (Entregándosela.) Entérate.
el uso de su propia cabeza.
CARLOS. (Leyendo.) «Don Carlos Márquez debe al
FEDERICO. Perdóname, pero no te entiendo… señor Edmundo Valenzuela, por un sombrero pa-
CARLOS. Hace un mes, Edmundo y yo tuvimos una ra la cabeza que le alquila, treinta pesos; por ser-
acalorada discusión, y él, sin saber ya qué decir- vicios de peluquería durante cuatro semanas,
me, salió con su consabido «¡Te apuesto la cabe- veinte pesos; por una consulta al oculista, veinte
za!». Yo hubiera podido responderle, como otras pesos; por un diente de oro, cincuenta pesos.
veces, «¡claro, tú apuestas la cabeza porque… Total: ciento veinte pesos.»
para lo que te sirve!». Pero decidí curarlo, y le FEDERICO. ¡Jua! ¡Jua! ¡Jua! ¡Se acabó el negocio!
acepté su disparatada apuesta. ¡Y se la gané! CARLOS. Sí, sí; confieso que negocios de esta clase
Desde hace un mes, soy el legítimo propietario no me convienen. ¡Liquido y cierro!
de la cabeza de Edmundo.
EDMUNDO. Pero, antes, págame lo que me debes.
FEDERICO. ¡Eso sí que no me lo hubiera imaginado
nunca! CARLOS. Toma los ciento veinte pesos. Y toma tam-
bién estos cien. Así te devuelvo todo lo que me
CARLOS. Edmundo, como hombre honrado que es, pagaste por el alquiler de tu cabeza.
quiso entregármela inmediatamente, pero ¿para
qué iba a aceptársela? ¡No la iba a guisar! ¡Ni a EDMUNDO. ¡Ah, gracias, gracias! ¿Cómo podré de-
exponerla en una vitrina! Entonces, resolví permi- mostrarte mi agradecimiento?
tirle que siguiera utilizándola, mediante el pago, CARLOS. No haciendo más apuestas.
eso sí, de una cuota semanal que él me satisface EDMUNDO. Te lo prometo.
puntualmente.
FEDERICO. Discúlpame, pero no te creo capaz de
FEDERICO. ¿Y cuánto le cobras? cumplir esa promesa.
CARLOS. (Entregándole la factura.) Lee. EDMUNDO. ¿Por qué no he de ser capaz?
FEDERICO. (Leyendo.) «Don Edmundo Valenzuela de- CARLOS y FEDERICO. Porque no tienes voluntad.
be al señor Carlos Márquez, por una semana de
EDMUNDO. ¡Cómo que no!
servicios de un par de ojos, diez pesos; de una
boca, veinticinco pesos; de dos oídos, quince pe- CARLOS y FEDERICO. ¿Qué apuestas?
sos; de una cabellera, cinco pesos; y de un cere- EDMUNDO. ¡Apuesto la cabeza!
bro, cero pesos.» ¿Cómo? ¿Nada por el cerebro? GERMÁN BERDIALES
CARLOS. Y le sale caro… Te apuesto la cabeza (Adaptación)
13
COMPRENDO LO QUE LEO
1. Realiza un resumen de la lectura.
Puedes empezar así Federico le dijo a Edmundo que no le creía capaz de cumplir
la promesa y este…
POLISEMIA
4. Lee y observa.
쮿 Escribe seis oraciones utilizando la palabra cabeza en sus distintos significados e indica
en cada caso el número que corresponde a su significado.
Ejemplo 5. Mi pueblo es cabeza de partido.
FAMILIAS DE PALABRAS
5. Agrupa en familias estas palabras:
COMPRENSIÓN LECTORA
• discurrir • discutir • discurso • discutible • discursivo • discusión
EXPRESIONES
6. La expresión apostar la cabeza significa «apostar algo con mucha firmeza».
Relaciona cada una de estas expresiones con su significado:
Expresiones Significados