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Premio nobel de física 1963

Maria Goeppert-Mayer

María Goeppert-Mayer (Katowice, 28 de junio de 1906-San Diego, California, 20 de febrero de


1972), fue una física teórica estadounidense de origen alemán, ganadora del Premio Nobel de
Física en 1963 por proponer el modelo de capas nuclear. Fue la segunda mujer galardonada
con el Premio Nobel de Física después de Marie Curie.

Carrera

Maria Goeppert nació en Kattowitz (ahora Katowice, Polonia), por entonces parte de la
provincia de Silesia del Imperio alemán. Su familia se trasladó a Gotinga en 1910, cuando su
padre Friedrich Goeppert fue nombrado profesor de Pediatría de la universidad de dicha
ciudad.

Por el lado de su padre, Goeppert-Mayer pertenecía a una familia de larga tradición


académica. Desde temprana edad, se vio rodeada por los estudiantes y profesores de la
universidad, intelectuales eminentes incluyendo científicos como Enrico Fermi, Werner
Heisenberg, Paul Dirac y Wolfgang Pauli.

En 1924, Goeppert se matriculó en la Universidad de Gotinga. Entre sus profesores estuvieron


tres los futuros premios Nobel: Max Born, James Franck y Adolf Otto Reinhold Windaus.

Goeppert completó su título de doctor en filosofía (Ph.D.) en la Universidad de Gotinga en


1930, y en ese mismo año, se casó con el Joseph Edward Mayer, por entonces un asistente de
James Franck. La nueva pareja se mudó a Estados Unidos, país de origen de Mayer, en
concreto a Baltimore donde tenía su plaza como profesor en la Universidad Johns Hopkins.

En su tesis doctoral calculó la probabilidad de que un átomo sea capaz de absorver dos fotones
simultaneamente y exitar al átomo tal como lo haría un solo fotón con energía igual a la suma
de energía de ambos fotones. Sus aventurada teoría fue confirmada experimentalmente en la
década de 1960 con el advenimiento del laser.

En aquella Universidad (1931-39), como posteriormente en la Universidad de Columbia (1940-


46) y en la de Chicago, en las que su marido fue contratado, a María Goeppert-Mayer se le
permitió trabajar como investigadora voluntaria pero sin tener derecho a remuneración, en
gran parte por sexismo aunque también debido a las estrictas normas contra el nepotismo.

De hecho, a pesar de su valía y capacidad casi la totalidad de su carrera la desarrolló como


profesora e investigadora voluntaria no-remunerada, no alcanzando un puesto remunerado a
tiempo completo hasta cumplir los 53 años.

A pesar de ello, fue capaz de desarrollar un trabajo investigador brillante y encontrar otras
oportunidades laborales, incluyendo un puesto de profesora en el Sarah Lawrence College.

También pudo colaborar, si bien en una línea de investigación más bien secundaria, en el
Proyecto Manhattan para el desarrollo de la bomba atómica en Los Álamos (Nuevo México).
Durante el tiempo que su marido fue profesor en la Universidad de Chicago, Goeppert-Mayer
fue profesora voluntaria asociada de Física (sin derecho a sueldo). Además, cuando se fundó el
cercano Laboratorio Nacional Argonne en 1946, Goeppert-Mayer se ofreció para trabajar allí a
tiempo parcial en la División de Física Teórica. Fue durante su tiempo en Chicago y Argonne
cuando desarrolló el cálculo matemático que demostraba el modelo de capas nuclear, trabajo
por el que fue galardonada con el Premio Nobel de Física en 1963, compartido con los
investigadores alemanes J. Hans D. Jensen y Eugene Paul Wigner.

Los científicos alemanes con los que compartió el premio trabajaron en paralelo exactamente
la misma teoría. Después de haber publicado sus resultados, Goeppert-Mayer colaboró con
ellos. Un miembro del equipo alemán, J. Hans D. Jensen, se desplazó a Estados Unidos y
trabajó con ella para editar un libro en 1950 titulado Teoría elemental de la estructura de
capas nuclear.

En 1963, ambos fueron galardonados conjuntamente con el Premio Nobel de Física «por sus
descubrimientos sobre la estructura de las capas nuclear». En su discurso de aceptación
Goeppert-Mayer dijo: «Ganar el premio ha sido la mitad de apasionante que hacer el trabajo».

Cuando la Real Academia de las Ciencias de Suecia anunció que había ganado el premio Nobel,
un periódico local de San Diego encabezó la noticia con la frase ««Madre de San Diego gana el
premio Nobel».

Desde 1960, Goeppert-Mayer fue nombrada para un puesto como profesora (a tiempo
completo) de Física en la Universidad de California en San Diego y se trasladaron a vivir a la
vecina localidad de La Jolla. A pesar de que sufrió un derrame cerebral poco después de llegar
allí, continuó enseñando e investigando durante varios años.

Eugene Paul Wigner (húngaro Wigner Pál Jenő) (Budapest, Hungría; 17 de noviembre de 1902-
Princeton, Estados Unidos; 1 de enero de 1995) fue un físico y matemático húngaro que
recibió el Premio Nobel de Física en 1963 (junto a J. Hans D. Jensen y Maria Goeppert-Mayer)
"por su contribución a la teoría del núcleo atómico y de las partículas elementales, en especial
por el descubrimiento y aplicación de los importantes principios de simetría".1

Estudió en la Universidad de Princeton y adquirió la nacionalidad estadounidense en 1937. Fue


uno de los cinco científicos que informaron al presidente Franklin D. Roosevelt en 1939 sobre
el posible uso militar de la energía atómica, y durante la Segunda Guerra Mundial contribuyó al
diseño de reactores de plutonio como parte del proyecto Manhattan.
Su principal contribución fue aplicar la teoría de grupos a la mecánica cuántica. En 1927,
Wigner llegó a la conclusión que en una reacción nuclear se conserva la paridad. O sea las
leyes de la física no deben distinguir entre la derecha y la izquierda; o entre el tiempo positivo
o negativo. Ello permaneció como un postulado básico de la física hasta 1958, cuando Yang y
Lee demostraron que ciertos tipos de reacciones relacionadas con la fuerza débil, tal como el
decaimiento beta no conservan la paridad. Wigner también realizó investigaciones sobre las
interacciones fuertes que aglutinan a los neutrones y protones en el núcleo de los átomos, y
demostró que dicha fuerza posee un radio de acción muy corto.

Biografía

Wigner provenía de una familia de clase media alta, de ascendencia judía. Su padre era
gerente de una manufactura de cuero, y esperaba que su hijo le sucediera en ese puesto.
Tenía dos hermanas. La familia provenía de Austria y Hungría. Dos acontecimientos perturban
sus años de formación: la Primera Guerra Mundial y el régimen comunista de Bela Kun. Dado
que su padre era de la clase dirigente, la familia huyó de Hungría a Austria durante el período
comunista y regresó varios meses más tarde, después de que el régimen de Bela Kun fuera
depuesto.

Cursó estudios secundarios en Budapest en el Fasori Gimnázium luterano. Wigner fue


considerado un excelente estudiante, pero no brillante. A lo largo de su vida, se refirió a su
deuda con dos hombres que conoció en esa escuela. El primero fue su profesor de
matemáticas, Laslo Ratz,2 quien reconoció que el joven Wigner tenia una excepcional
habilidad en matemáticas. El segundo era un estudiante un año más joven, John von
Neumann, que provenía de una familia de banqueros ricos y que fue reconocido por Ratz
como un genio de las matemáticas y a quien también le brindaba clases particulares. Wigner
formó una estrecha amistad con von Neumann que duró toda su vida. Cuando eran
estudiantes, a menudo caminaban juntos a casa, mientras von Neumann ponía al tanto a
Wigner de las maravillas de las matemáticas avanzadas.

Technische Hochschule, Berlín

Wigner se sentía muy atraído por la física, pero su padre, insistió en que en la prestigiosa
Technische Hochschule de Berlín se centrase en la ingeniería química, para estar en una mejor
posición para procurarse el sustento en Hungría. Wigner siguió el consejo de su padre y en
1920 se encontraba estudiando en Berlín. Allí estudió ingeniería química, que le fue muy útil
durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, su interés por la física se mantuvo. Pasó prácticamente la totalidad de su tiempo
libre en la Universidad de Berlín, asistiendo a seminarios y coloquios, donde con frecuencia
presencia los debates de las grandes figuras de la época. Su interés creció.

Wigner pronto se relacionó los miembros, la comunidad húngara en los círculos académicos de
Berlín, con los que mantuvo una amistad de por vida. Mantuvo una amistad especial con el
profesor Michael Polanyi. También estableció contacto con Leo Szilard, a quien llama "el
general", ya que Szilard disfrutaba de la toma de decisiones. Otros húngaros a quienes Wigner
conoció en Berlín fueron Dennis Gabor y Orowan Egon. También renovó su amistad con
Edward Teller, a quien había conocido como estudiante en Budapest, y que trabajaba con
Heisenberg en Leipzig.

Sus investigaciones antes de la guerra

Wigner inició sus trabajos en física en los años previos a la guerra, primero en Princeton (1930
a 1936), y luego durante sus dos años en Wisconsin (1936-38), y después nuevamente en
Princeton. Wigner ayudó a desarrollar una parte importante de la física del estado sólido
mediante uso de formalismos de la mecánica cuántica. Wigner fue un pionero de la física
nuclear, para el uso práctico de las representaciones unitarias irreducibles de la matriz del
grupo continua asociada a la transformación de Lorentz. Su trabajo abrió las puertas a áreas
que se desarrollarán durante a segunda mitad del siglo XX.

En el campo de la física del estado sólido, Wigner y Seitz, desarrollaron una función de onda
aceptable para el estado base de metal de sodio. Cuando los resultados obtenidos mediante
esta función de onda se unieron con los cálculos del intercambio y correlación de las energías
de un gas de electrones libres llevados a cabo por Wigner, se pudo derivar utilizando mecánica
cuántica la energía de enlace o la energía de sublimación del metal. Wigner contribuyó a
expandir el campo de conocimiento en cooperación con sus estudiantes, sobre todo John
Bardeen, quien luego alcanzó fama por su contribución a la invención del transistor y la
explicación de la superconductividad a bajas temperaturas. En esta área Wigner trabajó con
Conyers Herring, quien se convierte en líder generalista de este campo durante medio siglo.

Inmediatamente después del descubrimiento del neutrón en 1932, Wigner realizó las primeras
mediciones de: dispersión de neutrones y protones, las propiedades del deuterón, la conexión
entre la propiedad de saturación de la energía nuclear y las energías de enlace de corto
alcance de la fuerza entre nucleones, y las propiedades de simetría de la fuerza.

En la década de 1930, cuando comenzó a emerger información sobre la desintegración beta y


los niveles de energía de los núcleos livianos, Wigner, junto con Gregory Breit, Eugene
Feenberg, y otros, desarrollaron la teoría supermultiplete en la cual la simetría espacial juega
un papel clave en la descripción de los estados nucleares.

Poco después que Fermi encontró las resonancias fuertes y angostas mediante el bombardeo
de los núcleos con neutrones, Breit y Wigner desarrollaron la distribución de Breit-Wigner para
describir las secciones eficaces en términos de los parámetros nucleares. Detrás de la fórmula
se encuentra el concepto de un estado de transición de corta duración, algo análogo al "núcleo
compuesto" de Bohr y el estado de transición que aparecen en la concepción de Wigner de
una reacción química.

En un trabajo publicado en 1939, Wigner dirigió su atención al grupo inhomogéneo de Lorentz.


Este grupo incluye simetrías dependientes del tiempo, o grupos de simetría que incluyen
invariancias en la traslación temporal. El tema no habían recibido atención de los matemáticos
o físicos. Wigner proporcionó una respuesta completa a las dos preguntas principales que
plantea: (1) ¿Cuáles son las representaciones unitarias del grupo inhomogéneo de Lorentz, y
(2) ¿cuál es su significado físico? En este caso, un análisis de sus representaciones irreductibles
proporciona una clasificación completa de todas las partículas elementales conocidas
entonces. Este documento proporcionó una plataforma para el desarrollo de la mecánica
cuántica relativista por parte de Wigner y otros en el período posterior a la Segunda Guerra
Mundial.

En 1940 Wigner desarrolló el álgebra del reacoplamiento de momento angular, utilizando


métodos de grupo teóricos previos al análisis algebraico de Racah en 1942. El documento, muy
adelantado para su tiempo, tenía un título un tanto esotérico: "Sobre las matrices que reducen
los Productos de Kronecker de grupos simplemente reducibles". Los amigos de Wigner le
aconsejaron que el trabajo era demasiado esotérico como para ser publicado, por lo que
recién fue impreso veinticinco años después.

Dirac se convirtió en un visitante frecuente de Princeton a partir de la década de 1930. Wigner


le había conocido en Göttingen y desarrollado un gusto fuerte para los más reservados inglés.
Los dos solteros se convirtieron en buenos amigos, respetando sus cualidades e idiosincrasias
mutuas. Dirac finalmente se enamoró de la hermana menor de Wigner, como resultado de
esta amistad. Se casaron en 1937.

Universidad de Wisconsin, 1936-38

La estadía de Wigner en Princeton se extendió por cinco años, y si bien fue ascendido a
profesor visitante, ello no era la posición de profesor titular que él pretendía. Por lo que
interpretó que estaba siendo rechazado. Por ello decide buscar otra posición durante la Gran
Depresión. Afortunadamente, tuvo éxito y consigue un nombramiento en la Universidad de
Wisconsin con la ayuda de un colega de allí, Gregory Breit. La calidez de la acogida le hizo
sentir muy a gusto y se dedicó de lleno a su nuevo trabajo. En estrecha colaboración con Breit,
siguió dedicado a la física nuclear. Entre otras cosas, propusieron un modelo del estado de
transición de las reacciones nucleares y la fórmula Breit-Wigner para la dispersión y absorción
de partículas tales como neutrones y rayos gamma de los núcleos. En años posteriores, Wigner
fortalece los fundamentos matemáticos en que se basa la relación, que pasa a llamar la teoría
de matriz-R.

También conoce a Amelia Frank, uno de los miembros jóvenes de la facultad, con quien se
casó en diciembre de 1936. Por desgracia, pronto ella desarrolló un cáncer y murió pocos
meses después de su matrimonio, lo que le provocó una profunda depresión.

Mientras tanto, en Princeton se arrepienten de la partida de Wigner. Por ello en 1938 fue
invitado a regresar con un cargo de profesor titular. Se podría haber negado en otras
circunstancias, ya que en ese momento se sintió algo más que un sentimiento de gratitud a sus
muchos amigos en la Universidad de Wisconsin. Sin embargo, Wigner decide que era muy
importante para su propia salud mental dejar el entorno asociado a tanto dolor, y aceptó el
nombramiento.

Fisión Nuclear

A su regreso a Princeton dos grandes acontecimientos rápidamente atrajeron a Wigner hacia la


investigación aplicada. Era obvio para él y Von Neumann, que como resultado del pacto de paz
de Múnich en el otoño de 1938, era inminente el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y
que Inglaterra, Francia y los Estados Unidos estaban mal preparados para hacerle frente. Para
proteger a sus padres ante el aumento del poder de Hitler, Wigner les convenció de mudarse a
Estados Unidos.

Unos meses más tarde llegó el anuncio del descubrimiento de la fisión nuclear por parte de
Hahn y Strassmann en Berlín, junto con la evidencia de la gran cantidad de energía liberada en
el proceso.

Mientras tanto, Enrico Fermi, que había llevado a cabo gran parte del trabajo pionero sobre
reacciones inducidas por neutrones, había dejado Italia y aceptado una cita en la Universidad
de Columbia en Nueva York. Por otra parte, Leo Szilard, que se había trasladado de Berlín a
Inglaterra cuando Hitler tomó el poder, decidió unirse a Fermi en Nueva York, ya que él
también temía que la guerra era inminente.
Leo Szilard, desde la década de 1920 estaba convencido que no pasaría mucho tiempo antes
de que se desarrollara la tecnología para extraer una enorme cantidad de energía del núcleo
atómico. Pronto comenzó a trabajar con Fermi y Wigner para determinar si era posible realizar
una reacción en cadena de fisión inducida. A finales del invierno de 1938-39, concluyeron que
la probabilidad de éxito era alta, siempre y cuando pudieran contar con los recursos
económicos necesarios. Einstein, Szilard y Wigner envían una carta al presidente Roosevelt en
julio de 1939 donde describen las potencialidades de una bomba nuclear y la advertencia de
que, dado que los alemanes descubrieron la fisión, lo más probable es que los alemanes fueran
los primeros en desarrollarse. Se necesitaron dos años y medio, el inicio de la Segunda Guerra
Mundial, y el bombardeo de Pearl Harbor, para que el gobierno de Estados Unidos finalmente,
decidiera lanzar un programa amplio para investigar la fisión y sus aplicaciones militares.

En el ínterin, Fermi su pequeño grupo de trabajo en Columbia, junto con la cooperación de


Szilard y Wigner, midieron distintos parámetros importantes relacionados con el proceso de
fisión, tales como el número de neutrones producidos por fisión, importante para determinar
si era posible obtener una reacción en cadena.

En junio de 1941 Wigner se casó con la física María Wheeler, a quien había conocido a través
de encuentros profesionales. Las cuatro décadas siguientes fueron felices hasta que María
murió de cáncer en 1977. Dos años más tarde se casó con Eileen Hamilton.

Sus últimos años académicos

A su regreso a la Universidad de Princeton de los laboratorios de Clinton, Wigner se embarcó


en una larga y fructífera temporada de investigación y docencia de postgrado. Continuó con su
consulta sobre los reactores y la participación de apasionados con la defensa civil. Sin
embargo, su actividad principal era la investigación, con sus estudiantes de posgrado e
investigadores asociados. De más de cuarenta estudiantes de doctorado de Wigner, la gran
mayoría obtuvieron sus títulos durante este periodo de la posguerra. Aunque no tenía el
mismo espíritu atrevido de antes de la guerra, su estilo siguió siendo el mismo y continuó su
interés por la física nuclear, los fundamentos de la mecánica cuántica, y las ecuaciones de onda
relativista. Inició y desarrolló por completo la teoría de matrices R de las reacciones nucleares
y fue uno de los fundadores de la teoría cuántica del caos. Durante este período dedicó tiempo
a la reflexión filosófica y la redacción de trabajos relacionados con el tema.

El profundo interés de Wigner por los fundamentos de la mecánica cuántica, en particular la


teoría cuántica de la medición, continuó por encima de otros intereses. El tema ya estuvo
presente en su "monólogo" en la década de 1920, así como en sus contribuciones al famoso
libro de von Neumann de 1932 sobre los fundamentos matemáticos de la mecánica cuántica.
El tema continuó en sus pensamientos y trabajos publicados hasta el final de su vida. La obra
monumental de Wigner sobre las representaciones del grupo nohomogéneo de Lorentz (1939)
condujo después de la Segunda Guerra Mundial a su trabajo con Newton sobre las ecuaciones
de onda relativistas. Aunque esta obra tuvo un éxito considerable, algunos problemas
importantes subsistían. De hecho, Wigner se mantuvo pesimista hasta el final de su vida sobre
la reconciliación plena de la formulación de la mecánica cuántica con la relatividad especial y
general. Las limitaciones sobre la medición en general fueron señaladas en un importante
trabajo de G.S. Wick y A.S. Wightman.

En los años de posguerra los intereses de Wigner por la estructura nuclear se desvanecieron
poco a poco, pero su interés por el estudio de las reacciones nucleares creció, y lo motivó a
publicar más que sobre cualquier otro tema. Los distintos modelos colectivos de la estructura
nuclear que ganaron popularidad no le gustaban a Wigner. Sin embargo, estaba muy
interesado en el estudio del movimiento de las partículas individuales en los núcleos y, con
Vogt utilizaron un método muy similar al método de Wigner-Seitz para las correlaciones de
electrones en sólidos para mostrar cómo el principio de exclusión de Pauli permite la
persistencia de dicho movimiento a pesar de la ausencia de un campo central y, a pesar de las
fuerzas nucleares de corto alcance.

La teoría de la matriz-R de las reacciones nucleares surgió del trabajo antes de la guerra de
Wigner en la fórmula de Breit-Wigner y por más de medio siglo ha permanecido como el
método más exitoso y ampliamente utilizado para la descripción de los fenómenos de
resonancia en los núcleos. Fue desarrollado inicialmente con Leonard Eisenbud, pero muchos
otros estudiantes y colegas también intervinieron en su elaboración.

Las matemáticas asociadas con las matrices-R y las funciones-R fascinaban a Wigner más allá
de su aplicación directa a las reacciones de resonancia. A pesar de que a lo largo de su vida fue
un físico profundamente comprometido con la comprensión de la naturaleza, también lo
seducían las matemáticas. Al contemplar la naturaleza de los elementos de matriz pequeños
aleatorios involucrados en la gran cantidad de compuestos encontrados de los niveles
nucleares, por ejemplo, en la absorción de neutrones lentos por el uranio para producir la
fisión lenta, Wigner introduce una matriz infinita hermitiano que poseía elementos aleatorios
en la matriz. En este caso los elementos de matriz al azar estaban relacionados con los anchos
de nivel involucrados en el problema. Utilizó ideas que había obtenido de von Neumann, que
fue capaz de demostrar que una distribución estadística de niveles espaciados aún persisten
en medio de la aleatoriedad absoluta. Esta "distribución de Wigner" de separación de niveles
se convirtió en una piedra angular de la teoría cuántica del caos.
Tal vez porque fue la persona que introdujo el concepto de simetría en la mecánica cuántica y
había desarrollado conceptos bien arraigados de cómo debe comportarse la naturaleza,
Wigner quedó muy sorprendido cuando mediciones experimentales realizadas a mediados de
1950, de los detalles de la desintegración nuclear beta permitieron concluir que vivimos en
una parte del universo donde la simetría de inversión no es válida para las llamadas
interacciones débiles que participan en el decaimiento beta.

Jubilación

Aunque se retiró como profesor de física en la Universidad de Princeton en 1971, las


actividades de Wigner no disminuyeron. De hecho, se incrementaron, ya que se sentía liberado
de la rutina de la vida académica. Por otra parte, con su vigor intacto, se centró en aspectos de
la física, la filosofía y tecnología que eran de su interés personal. Continuó interesado por los
fundamentos matemáticos de la mecánica cuántica, en especial por las conclusiones que
pueden extraerse mediante las técnicas de la teoría de grupos. Por otra parte, la reducción
gradual de sus responsabilidades mientras se acercaba a la jubilación le permitió preparar la
primera edición de su colección de ensayos filosóficos "Reflexiones filosóficas y síntesis". Se
involucró en mayor medida en reuniones científicas internacionales. Esto incluye, por ejemplo,
las reuniones anuales de premios Nobel en una finca privada en el lago Constanza. También se
convirtió en líder de los grupos de discusión filosófica que se congregaban bajo los auspicios de
la Iglesia de la Unificación.

Para mantener un vínculo con la enseñanza de la vida académica, aceptó nombramientos


como profesor visitante y conferenciante en diversas instituciones. Entre los más destacados
fueron una serie de nombramientos en el Departamento de Física de la Universidad Estatal de
Luisiana en Baton Rouge y en la escuela de verano en Erice, en Sicilia.

Continuó realizando tareas de consultoría con sus ex colegas en el Laboratorio Nacional Oak
Ridge, con énfasis en la investigación de medios para brindar protección a los civiles en caso de
guerra nuclear. Vinculado a esto, dedicó mucha atención a la labor de la Agencia Federal de
Emergencias, que se encarga de la prevención y el proveer ayuda de emergencia para
catástrofes nacionales.

Una vez que comenzaron a aparece signos de una mayor libertad personal y política en su
Hungría natal, reanudó las relaciones con los líderes culturales y científicos húngaros, y
fomentó la expansión de las libertades. En este proceso, se convirtió en una suerte de héroe
nacional de Hungría.

Legado
Wigner sentó las bases para la aplicación de los principios de simetría a la mecánica cuántica,
un logro que le valió el Premio Nobel. Sobre la base de estos fundamentos, la simetría ha
llegado a desempeñar un papel central en el desarrollo de la física durante la segunda mitad
del siglo XX, mucho más allá de los trabajos del propio Wigner. Le gustaban las simetrías, como
las rotaciones en las cuales las observaciones no cambian cuando la transformación de
simetría se aplica de manera uniforme a todo. Por lo general trabajamos con sistemas de
mecánica cuántica que poseen un número finito de grados de libertad. En contraste, el estado
del suelo puede ser asimétrica en los sistemas con un número infinito de grados de libertad (es
decir, la simetría se rompe espontáneamente). Las teorías que involucran simetrías
espontáneamente rotas son hoy la base de la descripción del magnetismo,
superconductividad, la interacción electrodébil unificada, y muchos de los conceptos
empleados en el intento de desarrollar teorías que proporcionan una mayor comprensión
unificada de las fuerzas entre las partículas fundamentales. La posteridad recordará por mucho
tiempo a Wigner por proveer nuevas herramientas poderosas para el físico teórico, así como
por su trabajo comparativamente básicos en el desarrollo de los reactores nucleares.

Lived 1907 – 1973.

Famous for his work on the German nuclear energy project, which is more popularly known as
the Uranium Club, J. Hans D. Jensen was responsible for making contributions to the
separation of uranium isotopes. He was a German nuclear physicist who was one of the
notable names during World War II.

He was also a Nobel Prize for Physics winner in 1963 where he shared the award with Maria
Goeppert-Mayer, when they proposed the model for the nuclear shell which he devised in
1949. Together with the American scientist Goeppert-Mayer, they wrote the book “Elementary
Theory of Nuclear Shell Structure”, which explained their findings.

Early Life and Educational Background

J. Hans D. Jensen was born Johannes Hans Daniel Jensen on the 25th of June in 1907. He was
the son of Karl Jensen, a gardener and Helene Ohm Jensen.

His earliest academic interests lay in philosophy, physical chemistry, and mathematics. He
studied these courses starting in 1926 at the Universities of Hamburg and Freiburg. He
obtained his doctorate in physics in 1932 from the University of Hamburg.
He was coached by Wilhem Lenz, a German physicist who was known for his introduction of a
lattice model for ferromagnetism. Jensen completed his Habilitation at the University of
Hamburg in 1936.

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Career and Academic Involvements

Jensen initially worked as a scientific assistant at the Institute of Theoretical Physics in the
University of Hamburg. In 1936, obtained his D. Sc. from Hamburg and he became a
Privatdozent (unpaid teacher) at the same university. He then began working with the director
of the physical chemistry department, Paul Harteck who was also advisor to the
Heereswaffenamt or HWA, Army Ordinance Office for explosives.

Harteck contacted the Reich Ministry of War or Reichskriegsministerium on the 24th of April in
1939 to explain to the authorities how nuclear chain reactions may be of use for military
applications. Harteck enrolled Jensen into the Uranverein (Uranium Club) which was founded
on the first of September in 1939—the same day the Nazis invaded Poland and initiated The
Second World War. This gave the military control of the German nuclear energy project.
Together with Harteck, Jensen developed the double centrifuge which was based on a rocking
process that facilitated the necessary separation effect.

In 1941, Jensen became Professor of Theoretical Physics in Hannover’s Technische Hochschule


(now known as the University of Hanover), becoming extraordinarius professor there in 1946.
He had a notable academic career, and in 1949 he was appointed professor at the University of
Heidelberg, presenting his shell model for the nucleus of an atom the same year.

In 1950 he co-authored “About gas centrifuges: Enrichment of the xenon, krypton and
selenium isotopes by the centrifuge method”.

In 1963 Jensen shared half of the Nobel Prize in Physics with Maria Goeppert-Mayer for their
independent proposals of the nuclear shell model. This model proposes that an atomic nucleus
has a structure of shells or spherical layers which contain the neutrons and protons of an
atom.
Together with the American scientist Goeppert-Mayer, they wrote the book “Elementary
Theory of Nuclear Shell Structure” in 1955, which explained their findings. The book mainly
concerned the ground-state properties of nuclei and the study of reactions with the removal of
nucleons from occupied shells.

Jensen became a member of the Heidelberg Academy of Sciences in 1947 and he was one of
the corresponding members of the Max Planck Gesellschaft in 1960.

Jensen was also a member of the Sacri Romani Imperii Academia Naturae Coriosorum, which
he joined in 1964.

Other academic involvements included being a visiting professor at the University of Wisconsin
in 1951, in Princeton’s Institute of Advanced Study and the University of California at Berkeley
both in 1952, the California Institute of Technology and the Indiana University in 1953, the
University of Minnesota in 1956, and he also visited the University of California in La Jolla in
1961.

Political Involvement

Jensen was a scientist when Hitler was rising in power, and choosing sides was necessary for
people in Germany, especially for those who were able to make scientific contributions for the
movement. Membership for the Nationalsozialistischer Deutscher Dozentenbund, (National
Socialist German University Lecturers League or NSDDB), was advantageous for those looking
to further their career in academics. Although all of the German universities were under the
influence of politics, some were not as strict when it came to enforcing the needed
membership to the NSDDB, and fortunately this was the case in the University of Hamburg.
Jensen was still, however, a member of the NSDDB for three years.

When the Second World War ended, the denazification process began and when it was time
for Jensen to face proceedings, he asked Werner Heisenberg for help. Heisenberg was one of
the most prominent members of the Uranium Club, and Heisenberg testified in favor of
Jensen’s character. This testimony was necessary for the acquisition of his whitewash
certificate or Persilschein. Heisenberg had been a powerful man to approach when there is a
need for this document, since he was never a member of the National Socialist German
Workers Party or the NSDAP. For Jensen, Heisenberg wrote the needed documentation and
stated that Jensen did indeed join the party organizations so that he would be able to avoid
the difficulties posed by political affiliations or lack thereof for someone in the academia.

Death
Jensen remained a bachelor, and he died on February 11 in 1973 at Heidelberg, Germany.

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