ITURBIDE GALINDO
EL RÉGIMEN DE
CAPITAL VARIABLE
EN LAS
SOCIEDADES ANÓNIMAS
BIBLIOTECA
Derechos reservados.
ISBN: 968-452-007-7.
IMPRESO EN MÉXICO
PRINTED IN MEXICO
CONTENIDO
Pág.
Prefacio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .137
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
Entre los estudiosos del derecho en México, por fortuna en la actualidad
se siente un renacimiento de inquietudes que se han visto plasmadas
en obras monográficas y en tratados. Este impulso era necesario en la
doctrina mexicana, pues desde los años cuarenta, no se había sentido
la renovación y actualización, no obstante la continua modificación
legislativa.
11
12 ADRIÁN R. ITURBIDE GALINDO
17
18 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
25
26 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
La cifra que la Ley señala como capital mínimo para las Sociedades
Anónimas $25,000.00 es, especialmente ahora, con la devaluación
monetaria que sufrimos y con la pérdida constante del poder adquisitivo
de nuestra moneda, ridículamente baja. Ya el proyecto de nuevo Código
de Comercio de 1960 señalaba como capital mínimo para las
sociedades anónimas la cantidad de $200,000.00 cifra que se repite en
el proyecto de 1977.
Ahora bien el capital social está regido también por otros principios
que ya mencionamos y que tradicionalmente ha señalado la doctrina
(Herrera Mario, Acciones de Sociedades Industriales y Comerciales,
México, D.F., 1965, Edición Cultura, S. A., Joaquín Rodríguez
Rodríguez, Tratado de Sociedades Mercantiles, México, 1971, Editorial
Porrúa, S. A.).
una unidad de garantía frente a los terceros, con los que la sociedad
entra en relación.
37
38 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
(Artículo 116)
a.-Aumentos por capitalización de reservas.
b.-Aumentos por capitalización de dividendos.
c.-Aumentos por capitalización de superávit derivado de revaluación
de bienes del activo fijo.
d.-Aumentos por capitalización de pasivos, con su variante cuando
se trate de conversión de obligaciones en acciones.
43
44 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
primer párrafo, no deja lugar a dudas, al decir que en los aumentos del
capital social se observaran las mismas reglas de la constitución de la
sociedad. Ya en el proyecto de Código de Comercio de 1947 se
establece expresamente de Código de Comercio de 1947 se establece
expresamente la misma exigencia para las anónimas. Igualmente el
proyecto de Ley General de Sociedades Mercantiles, señala que en los
casos de aumento de capital se aplicarán respecto de las aportaciones
las disposiciones establecidas para la constitución de una sociedad; y
los proyectos del Código de Comercio tanto el de 1977 como el de 1981,
exigen que para proceder a la inscripción en el Registro Público de
Comercio de la ejecución del aumento del capital social, los
administradores declararán en escritura pública el monto de las
acciones suscritas y que ha exhibido el tanto por ciento de su importe
que se haya fijado al acordarse la emisión o que han quedado cubiertas
íntegramente si han de pagarse en especie. Parece ser que en el
supuesto de este proyecto, se deja al acuerdo de la Asamblea la
posibilidad de fijas un porcentaje de exhibición en numerario diferente
al mínimo legal, no así en tratándose de las aportaciones en especie en
que sigue las mismas reglas. Se observa claramente la tendencia de
consagrar en el momento de los aumentos de capital los mismos
principios protectores que ese capital debe tener en el momento de la
constitución de la sociedad.
Con estas ideas, resulta claro que el patrimonio estará sujeto a una
constante variabilidad desde el momento en que se eche a andar la
sociedad y con eso se explicará también porque determinados
procedimientos para aumentar el capital social traerán aparejado un
aumento real del patrimonio, en tanto que otros representarán
simplemente una operación jurídica y contable.
Las razones para establecer una norma de este tipo son evidentes,
la necesidad de mantener la situación del socio y la de impedir que se
le prive parcialmente de su participación en las reservas. El accionista
puede o no ejercer este derecho pero no puede renunciarlo
anticipadamente, sino una vez que se ha perfeccionado en virtud del
acuerdo de aumentar el capital social; creemos que ni los estatutos, ni
la Asamblea de acuerdo con nuestro sistema vigente podría
válidamente privar al accionista de este derecho.
aumento del capital que difícilmente podrá reunirse o sea que se trata
de no crear un capital ficticio. La doctrina generalmente ha interpretado
este precepto con cierta amplitud, por ejemplo (ver Rodríguez y
Rodríguez, obra citada. Tomo II. Pág. 171) se consideraría válido el
acuerdo de aumentar el capital condicionando su ejecución hasta que
el primitivo sea pagado íntegramente. Aquí el acuerdo de emitir
acciones se habrá tomado válidamente en un momento en que aún no
han sido cubiertas las anteriores, pero la ejecución del acuerdo se hará
hasta el momento posterior de pago de las primitivas acciones con lo
que se daría perfecto cumplimiento al precepto legal.
Existen otras reservas que pueden estar previstas por los Estatutos
Sociales o bien acordadas por la Asamblea de Accionistas que puedan
destinarse a la amortización de pérdidas, para cubrir determinados
gastos o para finalidades más o menos generales o especiales.
Por otra parte el aumento del capital en este supuesto podrá llevarse
a cabo también por el aumento del valor nominal de las acciones
existentes o por la emisión de nuevas acciones. Por las mismas razones
que dijimos existen en la capitalización de reservas, en este supuesto,
tampoco será necesario ejercitar el derecho de preferencia.
73
74 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
Por esto, al igual que en el caso del aumento del capital social, pero
en el sentido inverso, podemos distinguir las reducciones reales y las
reducciones puramente contables del capital.
Los Artículos 28, 29 y 30, 205 y 206 del proyecto de Ley General de
Sociedades Mercantiles repite en términos generales las disposiciones
del Artículo 9° de nuestra Ley vigente, aunque amplía el plazo para que
los acreedores puedan oponerse a la reducción.
91
92 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
Por otro lado, el Articulo 227 de la misma Ley dispone: “que las
sociedades constituidas en algunas de las formas que establecen las
fracciones una a cinco del Artículo Primero, podrán adoptar cualquier
otro tipo legal. Asimismo podrán transformarse en sociedades del
capital variable”.
Por otro lado, el Articulo 14, establece que el socio que se separe
queda responsable para con los terceros de todas las operaciones
pendientes en el momento de la separación, sin que el pacto en
96 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
Claro está que el socio queda responsable para con los terceros
de las operaciones pendientes en el momento de su separación, y esta
era la razón por la cual antes de la reforma de 30 de diciembre de 1982,
la Ley exigía que las acciones de las sociedades anónimas de capital
variable fueran siempre nominativas (ahora ya todas lo son), facilitando
así, en un momento dado la posterior localización de sus titulares, a
través de su libro de registro (Articulo 128 y 219).
textos legales, único caso por cierto que hemos encontrado que suceda
esto en la Exposición de Motivos de la Ley General de Sociedades
Mercantiles.
No hay que olvidar que las sociedades de capital variable no son un tipo
específico de sociedad regulado por cualquier tipo social. Pues bien,
para cualquier tipo social que adopte este régimen, le seguirán
EL RÉGIMEN DE CAPITAL VARIABLE 105
Este primer párrafo del artículo 216 es aplicable como todo el resto del
capítulo a cualquier tipo de sociedad que adopte este régimen.
Constituye así la regla general para cualquier tipo social y establece una
libertad absoluta para que el contrato constitutivo se establezcan las
condiciones para el aumento y la disminución del capital social, que
106 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
Por otro lado, el Artículo26 del Código de Comercio señala que los
documentos que conforme a este Código deban registrarse y no se
registren, solo producirán efecto entre los que los otorguen, pero no
podrán producir perjuicio a tercero el cual sí podrá aprovecharlos en lo
que le fueren favorables; y tampoco debe olvidarse la disposición del
Artículo 27 del propio Código que establece que la falta de registro de
documentos hará que en caso de quiebra, ésta se tenga como
fraudulenta, salvo prueba en contrario; disposición que no quedó
derogada por la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos de 1953.
(Artículo 3° de Disposiciones Generales de dicho ordenamiento).
137
138 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
145
146 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
151
152 ADRÍAN R. ITURBIDE GALINDO
157