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APRENDIZAJE Y DESARROLLO DE LA

PERSONALIDAD

1. PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO.


Def.: Estudia, desde una perspectiva multidimensional y multidireccional, las constantes y
los cambios normativos y no normativos, cualitativos y cuantitativos, evolutivos e
involutivos, que va experimentando el comportamiento humano desde la concepción
hasta la muerte, como resultado de la interacción de los factores biológicos o madurativos
y de factores ambientales pasados y presentes.

La psicología del desarrollo se ocupa de estudiar los procesos evolutivos o cambios del ser
humano desde su concepción hasta su muerte, especialmente de todos aquellos procesos
evolutivos o cambios que se consideran más normativos que idiosincrásicos, esto es,
procesos aplicables a todos los seres humanos o a grandes grupos.

La psicología del desarrollo nos permitirá obtener una compresión profunda y completa de
cómo el ser humano llega a ser lo que es y hacia dónde se dirige en cada etapa vital.

Una de las principales fuentes que influye en los cambios normativos es la edad. En los
ámbitos sociales la edad es una herramienta muy útil mediante la cual delimitamos
muchas convenciones sociales, por ejemplo es necesario tener 18 años para conducir. Esta
edad es conocida como edad cronológica, la cual es diferente en cada cultura, contexto
histórico y sociedad. La clasificación siguiente del desarrollo en función de la edad
responde a nuestro contexto histórico y social:

Ciclo Vital

Etapas Edades
Prenatal Concepción al nacimiento
Infancia Nacimiento a los 18-24 meses
Periodo preescolar 2 a 6 años
Niñez media 6 a 12 años
Adolescencia 12 a 18-21 años
Juventud o adultez temprana 18-21 años a los 40 años
Madurez o Adultez media 40 a 60-65 años
Vejez 60-65 años hasta la muerte

En cuanto a los dominios o dimensiones del desarrollo, siguiendo el modelo de Santrock


(2010), podemos distinguir tres grandes tipo de procesos, que se relacionan de forma
compleja entre ellos:
Físicos Implica cambios en la naturaleza física del ser humano. (peso,
talla, altura, hormonsas, habilidades psicomotoras…)
Cognitivos y Implica un desarrollo en los procesos de pensamiento, inteligencia
lingüísticos y lenguaje.
Socioemocionales Implica cambios en la personalidad, en las emociones y en las
relaciones con otras personas. (autoestima, conocimiento de la
emociones, vinculaciones afectivas…)

-¿Qué estudia la psicología del desarrollo? ¿Qué relación existe entre educación y
desarrollo?

 El conocimiento de las características cognitivas y afectivas de cada edad y los


mecanismos de cambios evolutivo son necesarios para programar y diseñar la
instrucción y para explicar el aprendizaje que tiene lugar.
 No es posible enseñar por encima de las capacidades de comprensión del
alumnado.
 Los procesos educativos optimizan y potencian el desarrollo de la persona a lo
largo de su ciclo vital, empobreciéndose el desarrollo si no incide sobre él la acción
educativa.

PRINCIPIOS BÁSICOS DEL DESARROLLO HUMANO

Para el estudio del desarrollo es necesario conocer los principios básicos en los que se
fundamenta:

1. La Maduración.
Es un proceso ligado a la edad, ya que, el desarrollo humano es relativamente
ordenado y los cambios que ocurren afectan a todas las personas en torno a un mismo
momento evolutivo, por lo que, todos los seres humanos pasan por las mismas etapas
desde la concepción hasta la muerte (calendario madurativo). Estos procesos de
maduración están regulados por el control hormonal y neurológico (hipotálamo) que
se encarga de traducir a fenotipo la carga genética, compartida por toda la especie
(canalización del desarrollo). Estos son los factores conocidos como endógenos (son
los factores biológicos que controlan el crecimiento desde dentro del organismo).
Los logros más importantes (andar, hablar, …) aparecen pronto y casi a la misma edad
en la mayor parte de la especie, depende estrechamente del componente genético,
que es común para toda la especie, y necesitan muy poca influencia ambiental.

La maduración lo que determina es la posibilidad de estas capacidades: como se


manifiesten en cada persona dependerá de las relaciones de cada individuo con su
ambiente. La maduración no tiene la misma importancia a lo largo de todo el ciclo
vital, es más fácil predecir los primeros momentos del desarrollo que los más tardíos,
ya que en estos el calendario madurativo pierde importancia a favor de otros
componentes individuales. Por tanto, el desarrollo en los primeros años esta más
canalizado.

Existen los conocidos procesos de recuperación que actúan cuando el desarrollo se


desvía de la trayectoria prevista. Estos son mecanismos correctores hacen que pasadas
las circunstancias que produjeron la desviación, haya una tendencia a recuperar la
trayectoria perdida.

2. Cambio gradual.
El proceso del desarrollo humano desde el momento de su concepción hasta la muerte
experimenta un cambio lento, gradual y progresivo, aunque no se produzca con el
mismo ritmo en todas las etapas del ciclo vital.
Es importante destacar que es GRADUAL porque no solo consiste en la aparición
progresiva de nuevas habilidades, sino en la sofisticación y mejora de las ya existentes.
Así, parte importante de desarrollo consiste en la integración, diversificación y
especialización de las capacidades. Las habilidades se hacen cada vez más sofisticadas,
variadas y especializadas.

3. Multidireccional y multidimensional.
Con desarrollo multidireccional hacemos referencia a que no hay una sola dirección
que guie el desarrollo humano, a pesar de haber un calendario madurativo
responsable de la aparición de unos logros fundamentales. Esta se relaciona con la
multidimensionalidad: que no haya una única dirección se debe, en parte, a que las
distintas dimensiones del desarrollo (física, cognitivo-lingüistiva y socioemocional)
puedan tener distinta relevancia o estar originadas de distinta manera en diferentes
etapas de la vida.

4. De la regulación externa a la autorregulación.


La capacidad de autorregulación de las propias conductas, pensamientos y emociones
se adquiere gracias a la maduración cerebral y a la estimulación ajustada del entorno a
la creciente necesidad de autonomía de los niños y niñas. Si tenemos en cuenta esta
progresión desde la regulación externa de parte de los padres o heterorregulación a la
regulación interna o autorregulación, podremos predecir y comprender muchas
secuencias del desarrollo humano en los distintos dominios.

5. Ritmos diferentes.
Aunque siguiendo una misma secuencia de logros generales, cada niño o niña madura
según su propio ritmo, es por ello que los hitos evolutivos ofrecen un margen de edad
sensible a las diferencias normativas. Por lo cual, en todas las edades hay logros más
susceptibles a la diversidad individual debido a la mayor permeabilidad de la influencia
ambientales.
Dada esta diversidad, cuando evaluamos el desarrollo humano consideramos más
relevante la secuencia de logros y la coherencia con el propio ritmo individual de
desarrollo que el ajuste a las edades concretas.
El conocimiento del desarrollo humano nos debe de servir para discernir qué aspectos
de la diversidad son normativos y, por tanto, no necesitan mas atención que el respeto
al ritmo individual, y cuáles indican un problema en el desarrollo y requieren una
intervención.

6. Multifactorial.
 Canalización del desarrollo o maduración.
 Cultura.
 Momento histórico.
 Grupo o subgrupos sociales.
 Contextos de socialización próximos.
 Rasgos individuales heredados genéticamente.
 Rasgos individuales derivados de la interacción con el entorno.

Además de estos factores se ha de atender a las experiencias que ha vivido el niño


desde su nacimiento.

7. Contexto.
Por contexto de desarrollo entendemos la conexión de esferas de influencia que
ejercen su acción sobre el desarrollo de forma conjunta.
Las relaciones de las personas con su contexto de desarrollo son bidireccionales el
contexto influye sobre las personas, pero también las peculiaridades características de
cada persona hacen que las relaciones establecidas con su contexto sean particulares.
Es importante tener en cuenta que los contextos con el desarrollo se intensifican con
la edad, es decir, a mayor edad, mayor numero de contextos, y, por tanto, mayor
numero de interacciones.

8. Plasticidad (Continuidad vs cambio).


El desarrollo asume habitualmente una apariencia de continuidad porque las
influencias sobre el desarrollo y los contextos donde se producen también lo son (Un
padre autoritario en la infancia también suele serlo en la adolescencia o el barrio
donde pasamos la infancia suele mantenerse igual en la adolescencia). Pero si se
producen cambios de relevancia, el desarrollo humano es lo suficientemente plástico
para adaptarse, con mayor o menor facilidad, a las nuevas circunstancias.

9. Interaccionistas.
Ser interaccionista significa atender a las relaciones entre los rasgos genéticos
heredados y la experiencias y aprendizajes vividos en los ambientes en que nos hemos
desarrollado, e implica entender que esta interacción entre ambo elementos es
compleja y ocurre durante todo el desarrollo.
Para ningún aspecto del desarrollo la herencia prevé un valor fijo y cerrado, sino un
cierto margen cuya concreción final está abierta a la influencia de factores externos,
esto es lo que conocemos como margen de reacción. Por tanto, nuestro desarrollo no
está determinado de un modo cerrado en nuestro código genético.
10. Somos únicos.
Esto no significa que no podamos establecer secuencias de logros, ni que debamos
subestimar el papel de las acciones intencionales de los contextos educativos para
orientar y estimular el desarrollo, pero si nos previene del peligro de hacer
interpretaciones simplistas de las conexiones entre características contextuales y
desarrollo personal.

2. ADOLESCENCIA.
El término adolescencia, es un concepto nacido del consenso de la sociedad para nombrar
a un periodo del ciclo vital, es por ello que al ser un acuerdo social, dicho termino
dependiendo de la cultura, el momento histórico o la sociedad en la que nos encontremos
cambie o sea inexistente (en ciertas tribus pasas de ser un niño a hombre con tu primer
éxito como cazador, por lo tanto sin existir el “periodo de la adolescencia”). La
adolescencia es una categoría social, dotada de significado para una cultura y sociedad
particular. Por lo tanto, más que la preocupación de la presencia o no de la categoría, nos
debería preocupar las representaciones actuales sobre esta, en el sentido de que influyen
en nuestra conducta como futuros docentes.

Todo ello nos lleva al desarrollamos estereotipos que influyen en las características que
definen cada periodo de la vida y los comportamientos predecibles en cada uno de los
mismos. El estudio de estas teorías ingenuas (sobre la adolescencia) resulta relevante, ya
que influirán en nuestra actuación como futuros docentes.

3. DESARROLLO DE LA IDENTIDAD Y LA PERSONALIDAD.

La personalidad no nace, se hace. En ella encontramos elementos que vienen dados,


factores genéticos, que cabe colocar bajo la noción de “temperamento”. Pero mucho de
la personalidad es adquirido, aprendido: constituye el resultado de la experiencia y dentro
de esta la experiencia educativa.

A la personalidad la configuran experiencia desde el primer momento, desde la infancia.


La construcción de la persona es realmente un proceso largo como la vida misma, que
nunca cabe dar por culminado.
La adolescencia constituye un momento especialmente destacado. Es un periodo de
acelerado ritmo de cambios de la persona y, además, enmarcado en transformaciones
biológicas y demandas sociales.
 Cambios en todos los sentidos.
 Llena de tópicos.
 Tiene valor por si misma.
 “Juventud divino tesoro”.
 Construcción social y cultural.
 Formación de la identidad personal.
¿De qué trata la adolescencia? ¿Qué rasgos le son propios?

Cabe tomar el asunto por dos cabos distintos: las propias exigencias (motivaciones,
necesidades…) y las exigencias del medio (demandas sociales). Ambos cabos se anudan y
dependiendo de cómo se anuden la vida del adolescente y el modo en que eso suceda va a
redundar no solo en el bienestar y satisfacción personal, sino en la adaptación, e incorporación
funcional o disfuncional al mundo en que en adelante van a vivir como adultos.

Entendemos, según Murray, las propias exigencias o necesidad como una fuerza que en la
persona organiza la organización, percepción, comprensión, la voluntad y la acción en orden a
modificar la situación insatisfactoria en una determinada dirección.

Las exigencias del medio o presión, como el conjunto de los poderes efectivos o significativos,
de los determinantes externos, ambientales, del entorno.

Los temas, según Murray, como la unidad o patrón de las interacciones entre las necesidades
actuantes y las presiones instigadoras interrelacionadas con ellas. Los temas que por orden de
importancia afectan a los adolescentes son:

 El cuerpo y la imagen corporal.


 El comportamiento sexual.
 Los roles sociales y la adaptación.
 El juicio y razonamiento moral.

1. EL CUERPO Y LA IMAGEN CORPORAL.


Este es el principal tema durante la adolescencia antes, incluso, que el el sexo, es un tema
básico que preocupa a todos los adolescentes. El periodo definido como la adolescencia
viene a iniciarse con los cambios físicos derivados de la pubertad, pero es importante
conocer las diferencias:
 Pubertad: conjunto de cambios físicos a lo largo de la segunda década de la vida
que transforman el cuerpo infantil en un cuerpo adulto para la reproducción.
Además es un concepto universal. Durante ella aparecen cambios como,
crecimiento del tamaño del cuerpo, cambio de voz, nueva fuerza física, aparición de
vello, mayor prominencia de los caracteres sexuales…
 Adolescencia: es un periodo psicosociológico que se prolonga varios años más y
que se caracteriza por la transición entre la infancia y la adultez. Este no es un
concepto universal, ya que está vinculado a la cultura y momento histórico.

Aunque todos pasamos por la pubertad existen unas serie de variantes de carácter
individual relacionadas con:

 El inicio y la progresión de la pubertad


 Desarrollo de la características sexuales (chicas entre los 10 a 11 años y los chicos
entre los 11 y 12 años)
 Edad: adolescentes precoces y tardíos
 Factores ambientales (alimentación) y psicológicos (privación de afecto)
Todo ello hacen que se encuentren seriamente preocupados por el físico y su
apariencia corporal. Los dos principales aspectos de la representación del cuerpo
propio en el adolescente son la eficiencia física y el atractivo corporal. Ambos
estrechamente relacionados con el autoconcepto y autoestima global. Cuanto más
atractivo o eficiente cree que es su cuerpo, tanto más positiva y mayor será su nivel de
autoestima.

Ellas por lo general se preocupan más del atractivo y la apariencia corporal (como le
ven los demás) y ellos por la eficiencia física, como funciona en cuanto a capaz de
hacer cosas. Llevar estos conceptos al extremo puede llevar a problemas tales como
trastornos alimenticios que puedan derivar en la anorexia, o, el afán de demostrar la
fuerza física ejerciendo acciones violentas o problemas de vigorexia. No obstante, las
repercusiones de los cambios físicos en las chicas suelen ser más fuertes que en los
chicos, en los cuales puede tener hasta un efecto positivo, ya que el cambio físico les
permite hacer cosas que antes no podía.

En general, la falta del desarrollo de las características sexuales primarias o


secundarias o el retraso en él constituye una fuente de preocupación seria,
mencionada con frecuencia por los adolescentes. La diferencia en el ritmo de
crecimiento físico les ocasiona problemas de autoconcepto y autoestima, así como de
relaciones con los otros. Por lo general, un desarrollo rápido suele ser más ventajoso
que uno tardío.

2. EL COMPORTAMIENTO SEXUAL.
La adolescencia es una etapa vital asociada a la capacidad sexual, de generar y gozar del
sexo. Ligado al tema del sexo esta, también, el del género: del rol social sexual t de lo que
uno/a hace psicológica y comportamentalmente con su sexo. En la adolescencia cobra
importancia y significado nuevos comportamientos y relaciones sexuales. Es en esta etapa
donde se da la eclosión de la libido en su fase ya adulta, genital, coincidiendo con el hecho
biológico de la pubertad.

La genitalidad hace que los juegos de niño, sobre todo varón, con su propio sexo, adquiera
otro sentido como igualmente lo adquiere con la persona de otro sexo, y se mudan en las
primeras experiencias de genitalidad adulta. Esas primeras experiencias aparecen muy
variadas en una gama bien amplia, que va desde la “perversiones” sexuales hasta el
enamoramiento. Este último, puede y suele surgir en la adolescencia, y suele ser de índole
romántica, platónica o física.

La sociedad ha condenado unas conductas y experiencias sexuales que, en cambio, juzgan


normal en la edad adulta. Las relaciones sexuales en la adolescencia marcan hitos de
transición a la adultez. Como en otras experiencias, el adolescente esta satisfaciendo una
necesidad de experimentación vital, de experimentar y experimentarse, de manera
tentativa como adulto. Una mayor tolerancia por parte de los adultos, de los padres,
permite incluso que algunos adolescentes lleven una intensa y variada vida sexual, por otro
lado compatible con seguir viviendo en el hogar familiar. El ritual sexual típico, comienza
con una “cita” o el “encuentro” donde llega a nacer una serie de sentimientos o
comportamientos, desde la simple simpatía y amistad cargada de tracción erótica,
expresada con besos y contactos físicos (incluyendo hacer el amor), hasta el
emparejamiento permanente, donde las relaciones sexuales pasan a un primer plano.

La iniciación sexual y la educación sentimental ahora se da mayormente entre los propios


adolescentes; y la gran mayoría de las mujeres llegan al matrimonio con tanta experiencia
sexual como los hombres. Es por ello y por la evolución de la sociedad (la mayor libertad,
pluralidad, tolerancia y orientaciones sexuales), que hoy día muchos adolescentes son harto
plurales en cuestión de sexo, cambiando de pareja con facilidad. Aunque no dejan de existir
ciertas restricciones, sobre todo en relación a la disposición de los padres (ya que viven en
el domicilio familiar), los cuales pueden tener varias posturas: a veces prohíben, rara vez
facilitan, por lo general, consienten o más bien cierran los ojos, y aun en el peor de los
casos los adolescentes suelen apañárselas (en casas o apartamentos de amigos, coches,
horas que esta la casa sola…) Cuanto más severo sea el enjuiciamiento y el trato, tanto más
vivirá el sexo como un gesto de autoafirmación, de independencia respecto a la sociedad de
los mayores, de rebeldía frente a los agentes del orden y a la normas imperantes.

Los adolescentes necesitan información, instrucción y educación acerca de la sexualidad. El


adolescente a menudo no sabe qué hacer con sus sentimientos, no sabe manejarlos, en
particular, como manejar los fracasos o sencillamente los problemas y dificultades en las
relaciones sentimentales: sufren y hacen sufrir con ello. La educación sexual ha de incluir
un aprendizaje de los sentimientos y del modo de comportarse con ellos. Enamorarse, el
primer coito o conseguir la intimidad de un compañero/a apetecible puede ser motivado
más por la presión social que por el hecho erótico. Para muchos adolescentes, además, la
intimidad sexual es una experiencia generadora de autonomía, de sentimientos de
identidad, autovaloración propia como persona activa y de toma de conciencia de su
capacidad de relación con los demás. La educación sexual es también educación en el
manejo de la orientación del adolescente con respecto al sexo y su identidad sexual.

3. ROLES SOCIALES Y ADAPTACIÓN.


La adolescencia es el momento en que la persona comienza a tener una existencia
propiamente social, publica, en que se incorpora a la cultura de la sociedad en que ha
nacido. Es entonces cuando tiene lugar una ampliación del espacio de intercambios o
interrelaciones sociales, que se extiende a toda la sociedad, aunque por mediación de
grupos de amigo y de la subcultura o rol juvenil, mientras que se debilita la referencia
familiar, debido a la paulatina emancipación respecto a los padres (hoy retardad por las
dificultades de trabajo), adquiriendo autonomía e independencia social.
En otras sociedades todo esto acontece mediante un rito de transición, en la sociedad
occidental no existen ritos propiamente de transición y lo más similar puede ser
considerado el alcanzar la mayoría de edad, jurídica y penal, aunque esta se produce en el
final de la adolescencia y señala el inicio de una edad juvenil, que a veces es una
prolongación de la adolescencia.
Es en la adolescencia donde se tiene lugar los primeros encuentros con las instituciones
públicas, como los partidos políticos, la policía… es la edad de la “vocación”; de la
orientación hacia una actividad, un rol dentro de la sociedad. Es por ello que deben
establecerse modos de adaptación y ajuste a la sociedad, modo que no son definitivos,
pero seguramente duraderos a lo largo de la vida.
En esta nueva relación con la sociedad y la cultura que se produce durante la adolescencia
concluye el proceso de internalización de pautas culturales y de valores. La elección
vocacional, el proyecto de vida, la adopción de creencias y actitudes, el compromiso con los
valores, todo ello es vertebrado por el afianzamiento de un yo capaz de autorregularse, de
autodeterminarse. En la adolescencia se define la orientación duradera que, por lo general,
seguirá manteniendo de adulto respecto a metas, fines y proyectos social o personalmente
valiosos. Por tanto, estos valores elegidos en la etapa juvenil van a determinar aspectos del
estatus, del rol, de identidad psicosocial; en general, la biografía y el curso vital de la
persona durante el resto de su existencia.

El paso al espacio social público requiere de la adaptación. La adaptación no es solo la


acción pasiva de encajarse en las normas y demandas de la sociedad, esta adaptación
también engloba la rebeldía, el rechazo de normas y valores, la crítica, tomar distancia
entre con la generación adulta, en general, lo establecido por la sociedad. Todo ello puede
ser síntoma de madurez, o mejor, de hallarse en proceso de maduración; y es una forma de
adaptación en un entrono social adverso y al que se quiere cambiar. En resumen, la unión
de la posición pasiva ante lo que no nos “molesta” de la sociedad y la rebeldía y crítica hacia
lo que se debe cambiar, da lugar a un proceso de maduración que busca la adaptación de la
persona a la sociedad. Consideramos, pues, que una persona adaptada es la que posee
capacidad de acción ordenada a manejar sus propias condiciones de vida.

En cuanto a la acción educativa, se debe de favorecer un comportamiento adaptativo no


pasivo, sino activo, eficaz, en enseñar a adaptar el entorno a ellos mismos tanto como
enseñarles a adaptarse al entorno. Es por ello que los profesores han de prestar atención a
los problemas no solo cuando sucedan, sino que debe anticiparse a ellos con una acción
positiva que se resume en educar para la convivencia, en enseñar a convivir. El aula y el
centro ha de ser una escuela de convivencia: en la que los intereses y puntos de vista
divergentes se solucionen mediante del dialogo racional, donde no se excluya ninguna voz.

4. JUICIO Y RAZONAMIENTO MORAL.


LA orientación a valores y adopción de los mismos es un elemento esencial del desarrollo
moral en el más amplio sentido. Dentro de la moral van vinculados diferentes aspectos,
relacionados entre sí, mas no idénticos; lo bueno y lo malo, lo justo e injusto, lo permitido y
lo prohibido, pero también, junto con todo ello, lo que conduce a la felicidad o la desgracia.
El hecho moral no es solo propio de la adolescencia, en la infancia hay elementos que se
pueden considerar juicios y conciencia moral. Piaget fue uno de los primeros en estudiar el
desarrollo del juicio moral en la infancia, poniendo de manifiesto como el niño pasa de un
enfoque heterónomo a uno autónomo. El investigador y teórico más influyente en el
desarrollo del razonamiento mora a lo largo de la vida, con un énfasis especial en la
adolescencia y juventud, ha sido Lawrence Kohlberg. Según este el desarrollo moral se
cumple en tres niveles:

Común a todos los autores es considerar el desarrollo moral y social a lo largo de sus varios
estadios y no solo en la adolescencia. Pero eso mismo redobla el interés de sus
investigaciones y sus análisis para quienes tratan con adolescentes: en ellos, la adolescencia
aparece como una etapa aislada, sino como la culminación del desarrollo de la infancia y
como puesta a punto de patrones de conocimiento y comportamiento propios ya de los
adultos.

4. DESARROLLO DE LA IDENTIDAD Y LA PERSONALIDAD.


Un concepto idóneo para resumir el perfil o patrón de comportamiento de una persona es
el de identidad; y una forma de concebir lo que psicológicamente y comportamentalmente
sucede en la adolescencia es mostrar el desarrollo de tal identidad en esta etapa. El
desarrollo de la identidad se caracteriza por:
 Dura toda la vida (desde la infancia hasta la muerte)
 Está influenciada por el entorno
 Presenta crisis de identidad
 Implica hacer elecciones (valores y creencias, metas educativas y profesionales,
orientación de género…)

El modelo de desarrollo de la identidad más conocido y popular es el que se debe a Erikson,


quien hizo los primeros análisis y descripciones de la identidad personal, a lo largo del ciclo
vital. Para Erikson, la adolescencia, constituye el estadio clave y también critico de
formación de la identidad; y aunque, tanto antes como después de esta hay etapas
evolutivas diferenciadoras de la identidad personal, es en ella donde el proceso, según
Erikson, alcanza ese punto de sazón que permite vivir en sociedad como mujer u hombre
psicosocialmente “sano” o “maduro”.

Identidad es, en Erikson, diferenciación personal inconfundible; es la autodefinición de la


persona ante otras personas, ante la sociedad, la realidad y los valores. Erikson distingue
cuatro niveles o elementos:

a) El sentimiento consciente de la identidad individual


b) El esfuerzo inconsciente por la continuidad del carácter personal
c) La síntesis del yo y sus correspondientes actos
d) La interior solidaridad con la identidad e ideales del grupo

El elemento nuclear es, por tanto, la imagen psicológica que el individuo tiene de sí mismo:
la autoconciencia o conciencia de la propia identidad, la cual es de naturaleza psicosocial e
incluye elementos cognitivos. El individuo se juzga a si mismo a la luz de cómo advierte que
le juzgan los demás, en comparación con otras personas y baremos valorativos dominantes.

Erikson estableció una serie de estadios, según el desarrollo de la identidad en cada


momento del ciclo vital:
Todas las etapas de la vida pueden conocer crisis de identidad. La crisis, se entiende en el
marco más general de circunstancias de estrés. Las situaciones estresantes son las que
llaman al afrontamiento, bajo circunstancias en la cuales el sujeto careze de los medios
suficientes para atenderlas. Las crisis constituyen una variedad vital, y existencial, del estrés
durante un tiempo relativamente largo. Corresponde a acontecimientos que generan una
situación permanente, irreversible o apenas reversible; que cambian drásticamente el
entorno de una persona, su experiencia de vida; que constituyen o pueden constituir
rupturas en el crecimiento bisocial o bien en el ajuste a condiciones nuevas. Es el caso,
desde luego, de la pubertad, en cuanto a estresor vital de cierta duración, que suele
conllevar una crisis de ese género. Se caracteriza esta crisis adolescente por:

a) El inicio abrupto de los cambios puberales.


b) La prolongación de la duración de la adolescencia
c) La falta de sincronización en los varios procesos de desarrollo
d) Las presiones de la sociedad para que el adolescente se esfuerce por adquirí la
madurez, posición y responsabilidad de adulto.
e) La naturaleza poco realista de las expectativas forjadas en la fase preadolescente.

La crisis de identidad de jóvenes y adolescentes el evolutivamente necesaria, forma parte


integrante del proceso de génesis de la identidad, y no necesariamente tiene que ser
dramática. No obstante, también se da esta crisis con carácter dramático, provocando la
difusión de la identidad, que es la no consecución de formar un concepto de sí mismos que
encaje de manera realista con sus características personales y con su medio, y esto acarrea
consecuencias como:

a) Un sentimiento de aislamiento, no se relaciona por temer la perdida de su


identidad.
b) Perdida de la perspectiva temporal, teme el cambio y no realiza un plan de futuro.
c) Identidad negativa, rechaza los valores trasmitidos por su entorno.
d) Factores de riesgo para el desarrollo de trastornos de la personalidad.
En la misma línea que Erikson, otros autores han profundizado y pormenorizado en sus
análisis, así Loevinger a investigado y elaborado el concepto de “estatus” de identidad,
concepto en el que se reúnen tanto el logro de la identidad cuanto las diversas formas de
fracaso y aplazamiento.

El elemento vertebrador de la identidad personal es el autoconcepto que se define como la


idea que tiene una persona de si misma y el carácter valorativo de este autoconcepto es la
autoestima, es decir, la valoración que hago de mi autoconcepto. El autoconcepto y la
autoestima son concomitantes y están entre los indicadores sensibles del modo en que los
adolescentes van construyendo su identidad personal.

En la adolescencia hay una gran necesidad de reconocimiento por parte de otros, necesita
ver reconocida y aceptada su identidad por las personas que son significativas para el. Sin
tal reconocimiento y aceptación no puede alcanzar un buen reconocimiento de si mismo,
una positiva autoestima. El autoconcepto del adolescente evoluciona de forma que
aumenta su introspección, crea una definición de si mismo más centrada en el interior, se
toma conciencia de la multiplicidad de nuestro yo y la posibilidad de conflicto, lo que
genera una proyección personal de distintas posibilidades de formas de ser.

La autoestima en los adolescentes es irregular ya que se ve influenciada mucho por el


pensamiento que los demás tienen de él. Es en la pubertad cuando esta autoestima puede
sufrir más variaciones debido a los cambios físicos, el iniciao de las relaciones y la
búsqueda de pareja y el contexto escolar, la duda sobre su valia en estos ámbitos puede
generar una disminución de la autoestima.

La adolescencia es un periodo en el que se comienza a tomar una conciencia autobiográfica


es decir, se comienza a tener conciencia de nuestro pasado con forma de historia, de
vivencias y experiencias que han llevado a ser lo que es en ese momento y en base a esto,
es en la adolescencia, donde se proyecta y construye un futuro.

Un favor que favorece a la autoestima son las relaciones de amistad, los beneficios de la
integración con los iguales son:
1. Desarrollo personal: la adopción de la perspectiva del otro y la necesidad de
solucionar los conflictos, contribuyen al conocimiento de uno mismo y los demás, al
aprendizaje de estrategias de interacción social y a la autonomía moral.
2. Desarrollo social: la interacción estimula la autorregulación de la propia conducta,
socializa la agresividad y coopera en la transmisión de normas culturales.

La vida en grupo no solo implica aportaciones positivas. Los adolescentes también sufren
presiones por parte de sus iguales.

5. DESARROLLO COGNITIVO.
El paso de la niñez a la edad adulta supone un cambio fundamental en la manera de pensar.
Las nuevas capacidades cognitivas que adquirien los adolescentes son una nueva visión,
más amplia, más abstracta y más consciente sobre el mundo y sobre ellos mismos, es por
ello que aparecen nuevos intereses y a la vez les permite reflexionar de forma mucho más
profunda sobre sí mismos, así como, resolver una serie de problemas que les permite
afrontar, de forma satisfactoria, retos que años antes eran incapaces de abordar.

Estos cambios antes mencionados presentan una secuencia invariable de estadios del
desarrollo cognitivo, que son:

1. Estadio sensoriomotor (0-2 años): la exploración para la comprensión del entorno.


2. Estadio preoperatorio (2-7 años): el desarrollo de las funciones simbólicas.
3. Estadio de las operaciones concretas (7-12 años): la posibilidad de realizar
operaciones mentales pero sobre objetos visibles y tangibles, no sobre un
razonamiento abstracto.
4. Estadio de las operaciones formales (>12 años): pensamiento de resolución de
problemas y de comprobación de hipótesis, racional y sistemático.

Este desarrollo que nos lleva de las operaciones concretas a las formales se produce por la
aparición de unas nuevas capacidades en el razonamiento. En un retrato del pensamiento
adolescente existen cinco características diferenciales:

1. La capacidad que tienen los adolescentes para pensar sobre el mundo de lo posible
en lugar de limitarse al mundo de lo real, pensar en alternativas no presentes en su
entorno perceptible.
2. Pueden pensar sobre los hechos con antelación; tienen capacidad de planificar de
antemano lo que pueden hacer, contrastándolo con lo que deberían hacer,
pudiendo analizar las consecuencias de sus decisiones.
3. Generar hipótesis y contrastarlas y actuar acorde con los resultados o bien
cambiando de opinión.
4. Capacidad para pensar sobre el pensamiento (“pensamiento metacognitivo”)
reflexionar sobre los puntos de vista de los demás en relación al propio.
5. Capacidad de los adolescentes para replantearse aspectos ideológicos de la vida
social; son capaces de detectar y juzgar las incoherencias entre los ideales que
propugna la sociedad y las conductas particulares de las personas pudiendo llegar a
ser extremadamente críticos en sus juicios, llegando a niveles elevados de
razonamiento moral.

Este retrato es corroborado y precisado por un gran número de estudios. En términos


psicológicos, éstas son las tendencias evolutivas principales:

a) Transición hacia un pensamiento formal.


b) Mayor capacidad de procesamiento de la información.
c) Adquisición de conocimientos específicos.
d) Adquisición de capacidades metacognitivas.

A. TRANSICION HACIA EL PENSAMIENTO FORMAL


Los distintos aspectos del pensamiento adolescente vienen determinados por una causa
común: el desarrollo de un nuevo tipo de razonamiento deductivo fundamentado en la
lógica, conocido como «razonamiento formal». Según Piaget, hay que separar el proceso
de deducción de la realidad y llevarlo al mundo de lo posible, al mundo de las hipótesis. El
cambio hacia el pensamiento formal se debe a tres puntos fundamentales:
 Trabajar con el concepto de lo real como un subconjunto de lo posible.
 Utilizar el método hipotético deductivo.
 Establecer relaciones lógicas entre distintas posiciones.

Teniendo en cuenta esto podemos ver las diferencias entre la infancia y la adolescencia:

INFANCIA ADOLESCENCIA

Lo real y lo posible Los niños están limitados a pensar sobre Los adolescentes pueden
lo que es. pensar en hechos que no han
ocurrido nunca.
Abordan un problema fijándose en la Pueden partir de la
realidad perceptible e incluso inferible posibilidad y a través de ella,
que está delante suyo, pero sin llegar a la realidad como una
abandonar los límites de la realidad más de las posibilidades.
perceptible. Pueden abordar los
problemas analizando
Los niños parten de la realidad, y sólo en sistemáticamente todas las
raras excepciones utilizan la posibilidad posibles soluciones.
como herramienta para solucionar un Consideran la realidad como
problema. una parte específica del
mundo de las posibilidades.
La posibilidad se subordina a la realidad. La realidad se subordina a la
posibilidad
El método Ante una tarea experimental de verificar Puede aplicar el método
hipotético- hipótesis, los niños no contemplan otras científico: formulan hipótesis,
deductivo alternativas que las suyas. Muestran, por diseñan experimentos válidos
tanto, un sesgo hacia la confirmación para contrastarlas, y refutan
que les lleva inconscientemente a lógicamente sus propias
distorsionar los datos para que se hipótesis a partir de los
ajusten a sus teorías. Diseñan resultados.
experimentos al azar, sin controlar las Pueden utilizar las
variables. combinatorias para ser
sistemáticos.

Pueden controlar variables


para el diseño de
experimentos válidos.

Pueden razonar sobre las


El análisis Los niños antes de la adolescencia
relaciones lógicas que se
interproposicional pueden llegar a analizar lógicamente
establecen entre varias
proposiciones de forma aislada; sin
proposiciones.
embargo, se encuentran con la dificultad
Pueden razonar de modo que
de conectar lógicamente varias
una proposición “implica
proposiciones a la vez.
lógicamente” otra,
Se fijan sólo en la relación factual entre
estableciendo así la relación
una proposición y la realidad empírica a
entre un par de enunciados.
la que esa proposición se refiere.
Es un pensamiento abstracto
Es un pensamiento concreto.

B. PROCESAR MEJOR LA INFORMACIÓN.


La segunda tendencia evolutiva del pensamiento adolescente se refiere al aumento de la
capacidad para procesar información. Los humanos, al igual que los ordenadores,
presentan unas capacidades de procesar información limitadas. Las limitaciones se
presentan como capacidad insuficiente de atención y memoria, y estrategias deficientes
para adquirir y manipular información. Estas limitaciones disminuyen con la edad, es decir,
la capacidad de procesamiento aumenta con la edad. La exigencia de prestar atención a
múltiples estímulos e interrelacionar más piezas de información de las que su memoria
puede manipular de forma simultánea hace que los sujetos más jóvenes no puedan ni
adquirir conceptos ni resolver problemas de una determinada complejidad.
Existen dos tipos de limitaciones:
 Limitaciones estructurales: se definen en función de la cantidad de energía
atencional de que dispone el individuo para procesar información.
 Limitaciones funcionales: corresponden a las estrategias para optimizar dicho
proceso. Existe consenso en cuanto a la mejora de la capacidad funcional con la
edad. Ésta se manifiesta tanto a través de una mayor rapidez en las operaciones
cognitivas (se consume menos capacidad atencional con la práctica, la experiencia y
la acumulación de conocimientos, ejemplo: aprendizaje de la conducción del
coche.) como mediante la adquisición de estrategias para optimizar las
capacidades.

Es por esto que los adolescente presentan cambios en las habilidades cognitivas debido a que
han aumentado las capacidad de memoria, presentan una mayor velocidad en el
procesamiento de la información y un cambio en los uso de las estrategias, favoreciendo todo
ello, a una mayor capacidad de procesamiento de la información.

C. ADQUIRIR MÁS CONOCIMIENTO.

Es legítimo considerar el desarrollo cognitivo humano como el resultado de la acumulación de


experiencias y conocimientos específicos. Se sabe, por ejemplo, que la acumulación de
conocimientos mejora las habilidades de razonamiento; en este sentido, los niños deben
considerarse como nova-tos universales. Es por esto que presentan dificultades en resolver
determinadas tareas y/o dar explicaciones coherentes. Se ha mostrado también que la
acumulación de conocimientos mejora la capacidad de procesar información, aunque saber
mucho de algo, aunque esencial, no parece ser el único factor que puede explicar la forma
diferente de razonar de los adolescentes.

D. PENSAR SOBRE EL PENSAMIENTO.

Si preguntamos a los alumnos cómo han resuelto un problema determinado, los más jóvenes
no suelen saber qué decir o apuntan razones poco convincentes, los mayores, sin embargo,
podrán referirse a las actividades mentales y a la lógica subyacente a sus procesos de
resolución. Esta capacidad es lo que se denomina metaconocimiento, que se define como
«aquel conocimiento o actividad cognitiva que tiene como objeto, o regula, cualquier aspecto
de cualquier empresa cognitiva».

Entendiendo el metaconocimiento como el conocimiento sobre la propia cognición, distintos


trabajos muestran que empieza a desarrollarse durante la infancia; su desarrollo continúa
como mínimo durante la adolescencia, la comprensión metacognitiva es un aspecto
fundamental de los procesos cognitivos avanzados. El conocimiento reflexivo y el control de-
liberado son procesos psicológicos superiores que empiezan a desarrollarse durante los años
previos a la adolescencia.

El desarrollo metacognitivo señalan que lo importante es comprender cómo, cuándo y por qué
se debe usar una estrategia y no otra, que se suele denominar «competencia metaestratégica»
lo que con lleva, también, la propia comprensión de la tarea o el problema.

Otro de los aspectos interesantes sobre metaconocimiento es la importancia del conocimiento


acerca de la naturaleza y los límites del propio conocimiento, estableciendo una secuencia
evolutiva de tres concepciones cognitivas que va desde la preadolescencia a la adultez:

 Sujeto objetivista: considera el conocimiento como algo absoluto y exento de dudas.


La justificación es simplemente un proceso de apelación a la autoridad o a la
observación más directa.
 Sujeto subjetivista: considera el conocimiento como algo incierto, ambiguo,
idiosincrásico, contextual y/o subjetivo, por lo que la justificación tienden a repartir la
razón entre los dos lados de la discusión. «Yo no diría que una persona tiene la razón y
la otra está equivocada, sino que es dueña de su propia verdad»
 Sujeto racionalistas: consideran que existen ciertas normas de investigación que
hacen posible que ciertas creencias puedan ser mejor justificables que otras.

Limón y Carretero destacan cuatro tipos de habilidades que deben marcar el papel de la
escuela en el desarrollo cognitivo:

1. Las habilidades de razonamiento (el razonamiento inductivo, deductivo y analógico) y


la capacidad de argumentación.
2. Las habilidades de resolución de problemas (selección de información relevante, la
identificación de objetivos, la planificación y elección de la estrategia óptima, la toma
de decisiones, la ejecución de la estrategia y la evaluación de la solución).
3. Las estrategias de aprendizaje (las técnicas y hábitos de estudio).
4. Las habilidades metacognitivas (la planificación, evaluación, organización,
monitorización y autorregulación).

6. DESARROLLO SOCIOAFECTIVO Y MORAL.


A lo largo de nuestra evolución no solo progresamos en el conocimiento de los demás, los
grupos y la sociedad en su conjunto, sino también en relación con los criterios que adoptamos
para decidir qué es bueno o malo, qué es justo o injusto, o qué principios generales creemos
que deben guiar nuestra propia conducta y la ajena. Es decir, realizamos una orientación hacia
valores y adopción de los mismos.

Existen dos tipos de moral, según se suceden evolutivamente, Piaget define:

 La moral heterónoma: está basada en un tipo de interrelación social coercitiva: la


persona adulta impone desde el exterior un sistema de reglas y prescripciones
mediante órdenes y consignas.
 La moral autónoma: se basa en la interrelación social cooperativa: las relaciones en las
que se basa con de igualdad, de reciprocidad y de cooperación.

Según Kohlberg existen tres niveles en los que diferenciar la evolución de la moral, los
cuales, a su vez, están divididos en estadios:

NIVELES ESTADIOS

Preconvencional  Orientación hacia el castigo y la obediencia.


 Orientación hedonística ingenua.

Convencional  Orientación hacia “el/a buen chico/a” o la moralidad de la


concordancia.
 Orientación hacia el mantenimiento del orden social.
Posconvencional  Orientación hacia “el contrato social” la orientación legalista
 Orientación hacia el principio ético universal

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