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Art. 174°.

- Procedimiento de designación y obligaciones del perito

1. El perito designado conforme al numeral 1) del artículo 173° tiene la


obligación de ejercer el cargo, salvo qué esté incurso en alguna causal de
impedimento. Prestará juramento o promesa de honor de desempeñar el
cargo con verdad y diligencia, oportunidad en que expresará si le asiste algún
impedimento. Será advertido de que incurre en responsabilidad penal, si falta
a la verdad.
2. La disposición o resolución de nombramiento precisará el punto o problema
sobre el que incidirá la pericia, y fijará el plazo para la entrega del informe
pericial, escuchando al perito y a las partes. Los honorarios de los peritos,
fuera de los supuestos de gratuidad, se fijarán con arreglo a la Tabla de
Honorarios aprobada por Decreto Supremo y a propuesta de una Comisión
interinstitucional presidida y nombrada por el Ministerio de Justicia.
COMENTARIO

1. Este numeral se refiere a aquellos Peritos nombrados por el Fiscal o el Juez


de la Investigación Preparatoria en los casos de Prueba Anticipada
(especialistas donde los hubiere y entre éstos a quienes se hallen sirviendo
para el Estado; o los nombrados según las normas de la Ley Orgánica del
Poder Judicial), quienes se ven obligados para ejercer el cargo, salvo
impedimento que será puesto de manifiesto al momento en que preste
juramento o promesa de honor para su desempeño (las causales de
impedimento se tienen consignadas en el Artículo siguiente). El juramento
obliga al perito nombrado a actuar dice la norma: “con veracidad” y
“diligencia”, lo primero compromete al perito, para poner en conocimiento vía
su pronunciamiento pericial, de aquello que su saber le haya permitido
identificar durante su examen y llegar a conclusiones válidas resultantes de
una verdad científica comprobada; y, lo segundo estriba en que para el
cumplimiento de esta labor se haga con gran disposición y oportunidad,
evitando dilaciones injustificadas.
Lo singular de la parte final de éste numeral cuando se expresa que: “…Será
advertido de que incurre en responsabilidad penal, si falta a la verdad.”

Estaría dado por el convencimiento del Perito Criminalístico, de haber


logrado un resultado determinado; sin embargo, éste traiciona su
entendimiento, adaptando su resultado a una situación totalmente ajena a la
verdad criminalística encontrada con ocasión de su estudio pericial,
justamente “manipulando” los datos a favor de su posición (estamos
hablando ahora de un perito “mercenario”). Es de entenderse entonces que
es en éste caso, en el que esperamos se responsabilice al perito por “faltar
a la verdad”.

2. Como toda investigación científica, que de hecho viene a ser la práctica de


un estudio pericial criminalístico, se parte de un “Problema”, al que para el
presente caso se señala como el “Objeto de Estudio Pericial”; es lo que al
final de cuentas, debe de quedar demostrado o no, luego de la investigación
pericial. Suele suceder en una gran cantidad de casos, que para algunos
tipos de pronunciamientos, bien las Partes, el Fiscal, el Juez o la propia
Policía, no tienen en claro la formulación de éste punto. Lo recomendable es
que el Perito, al aceptar el cargo; y, ver que el citado “Objeto de Estudio
Pericial”, no está bien definido, pues debe de solicitar su aclaración y de ser
el caso, ayudar con su saber, para que éste se ajuste a la correcta necesidad
de información. Quedan proscritas las “Interpretaciones personales” de
algunos peritos, lo que a la larga conduce a un quiebre de lo que el probatorio
exige, según la parte que lo plantee. Otro asunto es el “señalamiento del
plazo para la entrega del informe pericial”; no todos los estudios forenses
pueden ajustarse a un tiempo arbitrario determinado por el Fiscal o las
Partes, sino el Juez; esto lo decide la realidad fáctica en cuanto al logro de
los datos a consecuencia de la investigación particular:
Art. 175°.- impedimento y subrogación del perito

1. No podrá ser nombrado perito, el que se encuentra incurso en las mis-


mas causales previstas en los numerales 1) y 2) ‘a’ del artículo 165°.
Tampoco lo será quien haya sido nombrado perito de parte en el
mismo proceso o en proceso conexo, quien está suspendido o
inhabilitado en el ejercicio de su profesión, y quien haya sido testigo
del hecho objeto de la causa.
2. El perito se excusará en los casos previstos en el numeral anterior.
Las partes pueden tacharlo por esos motivos. En tales casos,
acreditado el motivo del impedimento, será subrogado. La tacha no
impide la presentación del informe pericial.
3. El perito será subrogado, previo apercibimiento, si demostrase negli-
gencia en el desempeño de la función.

COMENTARIO

1. La primera parte del numeral hace referencia la imposibilidad de que alguien


pueda ser nombrado perito, en tanto se encuentre comprendido dentro las
siguientes causales: “Art. 165° Abstención para rendir testimonio. 1. Podrán
abstenerse de rendir testimonio el cónyugue del imputado, los parientes
dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, y aquel
que tuviera relación de convivencia con él. Se extiende esta facultad, en la
misma medida, a los parientes por adopción, y respecto de los cónyugues o
convivientes aún cuando haya cesado el vínculo conyugal o convivencial.
Todos ellos serán advertidos, antes de la diligencia, del derecho que les
asiste para rehusar a prestar testimonio en todo o en parte. 2. Deberán
abstenerse de declarar, con las precisiones que se detallarán, quienes según
la Ley deban guardar secreto profesional o de Estado: a) Los vinculados por
el secreto profesional no podrán ser obligados a declarar sobre lo conocido
por razón del ejercicio de su profesión, salvo los casos en los cuales tengan
la obligación de relatarlo a la autoridad judicial. Entre ellos se encuentran los
abogados, ministros de cultos religiosos, notarios, médicos y personal
sanitario, periodistas u otros profesionales dispensados por Ley expresa. Sin
embargo, estas personas, con excepción de ministros de cultos religiosos,
no podrán negar su testimonio cuando sean liberadas por el interesado del
deber de guardar secreto.

Una segunda parte, evita el nombramiento de aquel que ya intervino como


“Perito de Parte” (aquel propuesto además de los Peritos Oficiales, como
Perito de su Parte, para emitir pronunciamiento sobre tema sujeto a pericia),
bien en el mismo proceso como en un proceso conexo; igualmente aquellos
Peritos que se encuentren en calidad de “suspendido” o “inhabilitado” en el
ejercicio de su profesión; evidentemente en éste caso, queda en claro que se
tratarían de aquellos “Profesionales Colegiados”, que han sido sancionados
por alguna “Falta” prevista en los Estatutos del Colegio Profesional particular;
como también al no encontrarse “al día” en sus aportaciones, ha quedado
“inhabilitado” para el ejercicio profesional; sin embargo, debemos de tener
también en cuenta a todo aquel “Perito” que habiendo sido incorporado al
Registro de Peritos Judiciales (REPEJ) del Distrito Judicial respectivo; y, que
por Resolución Administrativa de la Presidencia del indicado Distrito Judicial,
haya sido “sancionado” (particularmente en el caso de la Suspensión
Temporal o la Cancelación Definitiva), con lo que quedaría apartado de
intervenir como tal, según sea el caso.

El último caso está dado por la imposibilidad de quien habiendo sido testigo
de un hecho que es materia de la propia investigación, funja como Perito; que
bien podría aplicarse en el siguiente ejemplo; que un Perito Balístico Forense,
presencie un Robo a una casa comercial, en la que uno de los agentes haga
uso de su arma de fuego y hiera al vigilante particular de dicha empresa; en
éste caso, no es admisible nombrársele como Perito Balístico en tal
investigación para emitir pronunciamiento pericial de su especialidad.
2. Al momento de ser notificado para la aceptación del cargo de Perito; y, si
sabe que tiene causal de impedimento, lo hará conocer por escrito al Fiscal
o al Juez, según corresponda, solicitando ser subrogado, evitando así
proceder a la correspondiente juramentación; sin embargo, de no estar en
claro tal impedimento; y, ha procedido a la diligencia de juramentación y
aceptación del cargo, entonces está y durante el término en que debe de
presentar su pronunciamiento pericial, llega a identificar plenamente que si
existe causal de excusa, así debe de hacerlo saber, solicitando además la
correspondiente subrogación y nombramiento del reemplazante. Ello no
impide que el perito cumpla con la presentación del pronunciamiento pericial
para el que fuera nombrado.

3. En principio, analicemos el término “negligente”: “El que incurre en


negligencia. El responsable de la misma. Descuidado, omiso.
Despreocupado en sus obligaciones. Quien no presta la atención debida en
trabajos o servicios. Desidioso, abandonado, flojo, indolente. Imprudente.
Quien no adopta las precauciones del caso”. ello conduciría necesariamente
una vez comprobado el hecho y establecido que no ha mediado “dolo”
alguno, entonces el Fiscal o el Juez, con conocimiento del hecho procederán
a subrogarlo del cargo y apercibirlo.

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