HUAMANGA
FACULTAD DE INGENIERIA DE MINAS, GEOLOGIA Y CIVIL
AUTOPISTAS INFORMATICAS
SIGLA: IS-345
AYACUCHO – PERU
2018
PRESENTACION
Nunca antes ha habido tanta información tan fácilmente disponible para tantas personas. Internet
ha transformado todos los aspectos de nuestra vida, abriendo nuevas fronteras del conocimiento
y nuevas oportunidades para la innovación y la creatividad. Sin embargo, garantizar el acceso
universal a la información técnica contenida en los documentos de patente y las publicaciones
científicas para llegar a una amplia participación en la innovación plantea importantes retos que
ponen de relieve la necesidad de una cooperación internacional eficaz.
En esta parte hablaremos de las autopistas de la información desde su origen hasta su evolución
parte de sus conceptos.
AUTOPISTAS DE LA INFORMACION
ANTECEDENTES Y EVOLUCION
El antecedente más directo, sobre el que se trabajó para su mejora y extensión en el desarrollo de
esta iniciativa, fue NSFNET, sucesor de ARPANET, y sus antecesores DARPA y ARPA. De
alguna forma, sea a través de la continuidad de sus decisiones o de la participación de sus actores,
el conjunto de propuestas y planes de la "supercarretera", estuvieron basadas en estas instituciones
previas, y sus investigaciones. Este crecimiento de las posibilidades de la unión de
telecomunicaciones y ordenadores fue percibido tempranamente. En una fecha tan remota como
agosto de 1962, J. C. R. Licklider, poco después directivo de ARPA, formuló las primeras ideas
de una red informática mundial en una serie de notas para BBN que discuten el concepto de una
"Red Intergaláctica de ordenadores" (Intergalactic Computer Network). Andrew Targowski,
científico polaco, luego radicado como refugiado en Estados Unidos, desarrolló en su país el
prototipo de un sistema semejante denominado INFOSTRADA, entre los años 1971 y 1974, que
no sobrevivió debido a la censura predominante en su época. También para la misma época, un
artista, Nam June Paik, utilizó el término "supercarretera" (Electronic Super Highway) aplicado
a las telecomunicaciones, en un papel preparado para la Fundación Rockefeller.16 De hecho, el
entonces senador Al Gore comenzó a elaborar el High Performance Computing and
Communictions Act de 1991 (comúnmente conocido como "The Gore Bill -la ley Gore") después
de escuchar el informe de 1988 a la Red Nacional de Investigación presentado al Congreso por
un grupo presidido por Leonard Kleinrock, profesor de ciencias informáticas en la Universidad
de California. La ley fue aprobada el 9 de diciembre de 1991, preparando el terreno a la
Infraestructura Nacional de Información (NII).
En julio de 1994 en Nápoles el G7 recomendó la organización de una cumbre "para dar a los
ministros la oportunidad de discutir los medios para "estimular y fomentar la innovación y
desarrollo de nuevas tecnologías, incluyendo, en particular, la aplicación de infraestructuras de
información abiertas, competitivas y globales". Ésta se realizó en febrero de 1995 en Bruselas,
estructurando once áreas de desarrollo de actividades de estímulo y promoción en áreas tales
como el comercio, la cultura, la educación, el medio ambiente, la salud y la administración
pública. Participaron también de esta cumbre Al Gore, y Robert E. Allen de AT&T, junto a
autoridades y hombres de negocios de Europa y Japón.
Algo más adelante, en noviembre de 1995, Bill Gates publicó un libro, (The Road Ahead,
Vicking, Camino al Futuro en su edición en castellano ) que recibió mucha atención en su
momento, proyectando su visión de negocios acerca de la autopista. A pesar de predecir una
explosión del uso de ordenadores y comunicaciones, sus referencias explícitas a la superautopista
ocupan poco espacio en el conjunto de su libro. Gates ve Internet como un comienzo de la
supercarretera, pero todavía prematuro.
Algunos intelectuales han criticado la evolución del concepto, o este en sí mismo, apuntando que
la autopista de la información y el conocimiento se fue reduciendo a un motor de negocios: "Hace
cinco años existía un tremendo entusiasmo por la emergente World Wide Web. El comentario
general sobre la "autopista de la información" evocaba imágenes de infinita exploración, libre y
espontánea. El término sugería que la Red era principalmente una fuente de educación y
comunicación. Hoy, de acuerdo con la actitud vigente, la Red se entiende más bien como un
instrumento para hacer dinero y para gastarlo" (Norman Solomon, de ZCom, febrero de 2000,
traducido por Eneko Sanz). Solomon estimaba entonces que el concepto se fue degradando
durante la década de los 90, pasando de medio de conocimiento y democratización, a generador
de negocios en manos de grandes corporaciones.
CONCEPTOS
En tercer lugar, las autopistas de la información pueden ser o no de peaje. Su financiación puede
ser pública, privada o mixta. Esto último parece más probable. En cuarto lugar, una autopista se
caracteriza por tener pocas entradas y salidas. Esto resulta mucho menos preocupante, porque, si
la información es poder, como suele decirse, entonces el poder se concentrará en los puntos o
nodos de acceso. Si pretendemos que la futura sociedad de la información sea democrática y
seguimos aceptando la expresión autopistas de la información, habrá que reclamar, como mínimo,
el control social de todos esos puntos de acceso. Esto parece muy difícil de lograr. Las proyectadas
autopistas, por su naturaleza transnacional, superan el ámbito de jurisdicción de los estados.
No se trata de construir únicamente las autopistas de la información, y por eso es mejor no pensar
en términos de autopistas. Lo que se está construyendo mediante las innovaciones tecnológicas
antes mencionadas es una nueva ciudad que está en plena expansión y tiende a ser planetaria.
Dicha ciudad se superpone a los estados, naciones y ciudades existentes. Llamemos Telépolis, la
ciudad a distancia, a la nueva forma de organización social que está surgiendo a finales del siglo
XX y que se desarrollará en el siglo que viene. Vistas, así las cosas, las autopistas de la
información no son más que una de las infraestructuras urbanas de la futura Telépolis. Pero no la
única, ni la fundamental.
Hay que luchar por democratizar Telépolis. La nueva ciudad sigue impulsada por las grandes
empresas transnacionales y por algunos estados. Se trata de que los ciudadanos de Telépolis, hoy
pasivos y fascinados por las innovaciones telepolistas, vayan siendo cada vez más activos.
Si bien mencionamos a los fundadores y pioneros del mundo de la informática vieron a las
autopistas informáticas como una forma de desarrollo para todo el mundo, hoy este concepto
sigue el mismo rumbo, pero todo esto como una forma de lucrar.
Nosotros tomamos en cuenta a la Fibra Óptica y empresas de telefonía móvil e internet como
CLARO y MOVISTAR son las principales en fomentar su uso, consecuencia de la gran demanda
de personas que buscan saciar más su apetito de información.