Escuela Secundaria
El Gauchito Gil
Desarrollo
La cultura
Los colores bien definidos. Por un lado el rojo que caracteriza al Partido
Autonomista en la provincia de Corrientes. La figura contrasta con el fondo
1
Equipo Especialización (2017). Modulo Teoría y Crítica cultural. Clase 6: Ciudad, provincia, región, mundo.
Especialización en Enseñanza de Escritura y Literatura para la escuela secundaria. Ministerio de Educación y Deportes
de la Nación (Pág. 1)
desolado, con algunos arbustos salvajes, donde aparece otro símbolo: La cruz,
el camino y el alambrado.
La identidad
“La vida del Gauchito Gil nos relata un momento clave de la historia argentina:
el proceso de organización del Estado Nación y la consolidación de las
relaciones capitalistas”, puntualiza el dibujante, Facundo Teyo3. “El papel de la
cultura en la construcción de identidades se encuentra asociado,
principalmente, a la idea de nación, que será una de las proveedoras centrales
de insumos para la construcción de la identidad cultural. La nación, junto al
pueblo y al territorio con los que se encuentra asociada, cumplió un rol clave,
particularmente en América latina, para definir identidades: es en torno a la
formación de la nación...”4
“La identidad, antes que una esencia es una posición: de clase, género, familia
y de negociación con los contextos culturales por los que el sujeto se encuentra
determinado.”5
2
Idem Referencia 1
3
El Gauchito Gil hecho historieta. ANDigital. 12 de Noviembre 2015.
4
Equipo Especialización (2017). Modulo Teoría y Crítica cultural. Clase 3: Identidad, cultura, subjetividad.
Especialización en Enseñanza de Escritura y Literatura para la escuela secundaria. Ministerio de Educación y Deportes
de la Nación.
5
Idem referencia 4
Las identidades son construcciones culturales. La apropiación de la del la
leyenda gauchito gil, la adherencia, al ritual, a conservar sus imágenes, a
construir altares, nos conduce a ese formar parte de una identidad cultural
regional.
También, si bien por un lado, la imagen del Gauchito Gil tiene un potencial
emancipador de otros ícono religiosos, por el otro fortalece la hegemonía
heterosexual dado que puede constituir un estereotipo masculino o machista.
La hegemonía heterosexual claramente aparece en este ícono cultural. La
fotografía lo muestra claramente en su mirada, postura, vestimenta y
accesorios, ya nombrados.
Religión
“Para mucha gente el cura no es el mediador oficial con dios por excelencia,
sino los antepasados de las personas […] En la población campesina de
Corrientes a finales del siglo XVIII, se expresaba de manera ambigua una
fuerte creencia en el culto a las ánimas y el más allá. El muerto era entonces la
figura más próxima capaz de intermediar con el misterio, y aún hoy mucha
gente va al cementerio a hablar con ellos. La masificación de estos cultos tiene
un origen muy singular. Era la época en que Argentina comienza a exportar
carne y los campos correntinos estaban muy poblados. Y la incorporación de
los alambrados en esos campos trajo como consecuencia la aparición de los
caminos. ”.
“ […] Ocurre que los caminos se van poblando de cruces, porque surgen los
encuentros violentos típicos de las zonas rurales, que se tornan la manera de
saldar las cuestiones personales […] en la más absoluta soledad. […] Transitan
hombres “de cuchillo” en la cintura, no para pelear sino como una herramienta
básica en el campo. Ese hombre, cuando se reencuentra con alguien con quien
tenía una cuestión pendiente, de la conversación más superficial podía pasar a
la vía de los hechos y a la muerte de uno de ellos o de los dos. Así se fueron
poblando de cruces los caminos. Todas esas cruces, llamadas “curuzú” en
guaraní, se convirtieron en lugares de veneración donde se dejaba una
ofrenda, se decía una oración o se solicitaba algún favor. Y para pagar el favor
se dejaba algo en solidaridad con alguien desconocido. Era un mecanismo
también de funcionamiento social; es decir que esa devoción por la cruz
expresaba una forma de solidaridad en un ámbito de lejanías y soledad, donde
dejar unas monedas, unas galletas o un botella de agua, era pensar también en
el otro al que podía hacerle falta. La costumbre era llegar a la cruz, rezar y
retirar lo que había: esto podía implicar saciar la sed, comer algo o llevarse
unas monedas para tomarse una copa. Era obligación dejar algo en esa u otra
cruz, incluso había que reponer el doble de lo que se sacaba como una forma
de expresar el agradecimiento […]”
Conclusión
6
Vaqrsavsky, Julián Otras formas de creer: del Gauchito Gil y San La Muerte al santo negro Baltasar.Editoralia. 24
Febrero, 2011.
Anexo
Bibliografía