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Evolución de la Salud Pública Venezuela

Por: Alexander Suarez | Lunes, 24/03/2014 07:57 AM | Versión


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Para introducirnos en el tema de la salud pública en nuestro país es
necesario interpretarlo y entenderlo Tal como está plasmada en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para
garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría
y gestionará un Sistema Público Nacional de Salud, de carácter
intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema
de seguridad social, regido por los principios de gratuidad,
universalidad, integralidad, equidad, integración social y
solidaridad.
La rectoría y formulación de políticas de salud la tiene el Ministerio
del Poder Popular para la Salud, sin embargo, la atención en salud se
encuentra fragmentada, dependientes del Ministerio del Poder
Popular para la Salud y las Gobernaciones, las instituciones
dependientes del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales
(IVSS), Instituto de Prevención Social de las Fuerzas Armadas,
Petróleos de Venezuela (PDVSA), Instituto Nacional de Geriatría, la
Corporación Venezolana de Guayana, Alcaldía de Miranda, Policía
Estadal del Caracas y el sector privado o Clínicas privadas.
La estructuración del nuevo Sistema Público Nacional de Salud, está
organizado en un sistema de redes de servicios de salud y niveles de
atención, con una visión que confiere la rectoría y normativa al
Ministerio del Poder Popular para la Salud, creándose un sistema
único Publico Nacional de salud capaz de cumplir con lo establecido
en la constitución de la República, con calidad eficacia y eficiencia
que finalmente permita brindar a la población Venezolana un
servicio Optimo.
Para profundizar sobre la salud pública en Venezuela primeramente
analizaremos un poco la evolución histórica de la salud en
Venezuela.

Desde 1.936, la salud no estaba vinculada con el estado sino mas bien
se asociaba a una cultura popular; como la medicina tradicional, que
facilito el desarrollo de diferentes conceptos que los sectores
populares tenían respecto al problema de la salud y la enfermedad,
ya que entre 1.936 y 1.961 nació y se desarrollo la historia del sistema
de salud en Venezuela.

Este período se distingue por la precariedad del Estado en la


definición de las políticas de salud. El Estado no tenía participación
del proceso de salud en Venezuela. Dentro de sus características
destaca una escasez de personal profesional en salud, incluyendo
limitado e insuficiente número de médicos; poco desarrollo nacional
en escuelas de formación de personal de salud; precariedad en el
abordaje y atención de las epidemias y las endemoepidemias que
afectaban al país. Debilidad en la formación médica y en el
desarrollo de las Escuelas de Medicina a nivel nacional. Venezuela
PRE petrolera llega hasta finales del Siglo XIX, se trataba de un país
poco poblado. Población Dispersa, atrasado, fundamentalmente
rural, pobre, abundante analfabetismo, predominio de la agricultura,
latifundio etc. Se integraba al sistema económico Internacional a
través de la exportación del café-cacao, añil, cueros, etc. Prevalecían
las prácticas de salud empíricas; creencias, tradiciones.

La Mortalidad se relacionaba con el Paludismo (Malaria),


Tuberculosis, anquilostomiasis, Bilharzia, Enfermedades Infecto-
contagiosas y epidémicas. Inexistencia de un sistema de Salud
organizado; la asistencia se prestaba en asilos, centros de caridad,
Hospicios atendidos fundamentalmente por Religiosas. La esperanza
de vida al nacer era de aproximadamente 40 años de edad. En 1.936
nace el Ministerio de Salud y Asistencia Social, siendo una necesidad
económica para darle una respuesta al desarrollo de la industria
petrolera que imponía arrancar de raíz un conjunto de instrumentos
que azotaban la salud de los venezolanos, para así recibir a las
compañías extranjeras. En esa época tuvimos que librar grandes
batallas contra muchos problemas epidémicos y endémicos de gran
magnitud, de ahí en adelante se construyeron infraestructuras
hospitalarias en toda la geografía nacional, y también se desarrollo
un sentido de pertenencia entre los trabajadores del equipo de salud.
Después de 1945, prevalece una visión de postguerra que orienta las
acciones en salud hacia la construcción de una amplia red sanitaria
que se extiende por todo el país. Para mediados de los años cuarenta,
surge el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) que
respondería a las demandas de atención sanitaria de los trabajadores
de las industrias.

A partir de 1.961 la salud en nuestro país comenzó el periodo que


marco el pacto de punto fijo; este fue un periodo de gobernabilidad
entre Acción Democrática (A.D), el partido Social Cristiano
(C.O.P.E.I), y la Unión Republicana Democrática (U.R.D), los cuales
hicieron que los componentes políticos se impusieran
progresivamente dentro de las instituciones, desarrollándose una
conducta clientelar que fue determinando las decisiones del
ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Fue una época en la que se
efectuaba un modelo individual curativo, se comenzaron a deteriorar
los programas preventivos. Empezaron a multiplicar los entes
públicos de dispensadores de salud, siguiendo las normas del
ministerio de Salud y Asistencia Social. Unas universidades que
formaban médicos exclusivamente para el ejercicio privado de la
profesión, de ahí empezó a aumentar un desequilibrio entre las
políticas de la salud pública y la construcción de un aparato privado
de salud, que para esa época tenía más capacidad resolutiva. Este
proceso se llevo a cabo con el neoliberalismo el cual apoyo con
fuerza la privatización del sistema de salud, acabando con el ya
existente sin importar la salud de la inmensa mayoría de los
venezolanos que en los últimos 40 años fueron empujados a la
pobreza y obligados a concentrarse en las grandes ciudades donde se
produjeron distancias inmensas entre los distintos sectores de la
población. En 1.998, un 80% de la población era pobre (gran parte de
ellos en la más absoluta pobreza) y estaba privada de educación,
Salud, Empleo, Vivienda, Una población pobre e inculta era un caldo
de cultivo para los gobernantes más ambiciosos, que no tenían la
más mínima intención de cambiar el panorama para no encontrarse
con un pueblo preparado que decidiera su propia y justa
administración. Un bien básico como la alimentación, apenas
contaba con algunas tiendas mal repartidas por el país de precios
solidarios, con productos de mala calidad y normalmente ausentes
en las escasas estanterías, en lugar de ello se repartía alguna que otra
bolsa de comida por los barrios más desfavorecidos cuando se
acercaba la campaña electoral o había una celebración importante,
por lo que los fondos destinados a alimentación se perdían de mano
en mano y de bolsillo en bolsillo entre unos pocos burócratas sin
escrúpulos. Los productos alimenticios de primera necesidad como
la leche, los huevos o la carne no tenían sus precios regulados por el
Estado. Una población pobre y desnutrida tenía en consecuencia otro
enemigo mayor, si cabe, que acentuaría aún más la injusticia social
en el pueblo venezolano: la nulidad del sistema sanitario. En
Venezuela la red hospitalaria era muy deficiente, sin un mínimo de
personal y sin medios para tratar la mayoría de los males. Ése 80%
de la población pobre, no encontraba en sus barrios ningún tipo de
ambulatorio o asistencia sanitaria, teniendo que desplazarse a las
grandes ciudades para buscar una posibilidad de ser atendido con
un mínimo de dignidad, siempre que tuviera la suerte de llegar
cuando aún quedaban recursos medicinales.

El proceso constituyente Venezolano en Materia de Salud

Se resalta el carácter participativo del proceso de redacción de los


artículos de salud de la Constitución de 1999, así como las
diferencias existentes en materia de salud, entre la nueva
Constitución y la anterior, de 1961. La principal diferencia es el
reconocimiento de la salud como derecho social fundamental y el
deber del Estado de garantizarla, saliendo al paso a las propuestas
privatizadoras que caracterizan el contexto internacional, al
considerar que la salud debe ser colocada en el mercado, dejando al
Estado solo la responsabilidad de ofrecer atención a los más pobres.
Por último, se comentan los artículos de la Constitución Bolivariana
resaltando los mecanismos que permitirían garantizar el derecho a la
salud, estableciendo las características y principios que deben estar
presentes en el nuevo Sistema Público Nacional de Salud,
caracterizado como intersectorial, descentralizado y participativo.

La Constitución del 61 (artículo 76) planteaba:

Todos tienen derecho a la protección de la salud. Las autoridades


velarán por el mantenimiento de la salud pública y proveerán los
medios de prevención y asistencia a quienes carezcan de ellos. Todos
están obligados a someterse a las medidas sanitarias que establezca
la ley, dentro de los límites impuestos por el respeto a la persona
humana. Este artículo expresa una concepción limitada de la acción
del Estado en salud, asignándole responsabilidades solamente para
la asistencia social a aquellos sectores de población que no pueden
satisfacer sus necesidades por sus propios medios, restringiendo, de
esta manera, su acción a los pobres e indigentes. En esta concepción,
priva el criterio hoy expresado con claridad por el pensamiento
neoliberal, que las personas tienen la responsabilidad de satisfacer
sus necesidades de salud por sus propios medios, en el mundo de la
oferta y demanda de servicios, permitiendo la intervención del
Estado sólo cuando el individuo no puede resolverlos en una
relación de mercado.

En 1998, antes de la convocatoria a la Asamblea Nacional


Constituyente, el Sistema de Salud estaba sufriendo los intentos de
reforma promovidos por los entes financieros multilaterales, cuya
finalidad fundamental era colocar a la salud en los circuitos de
acumulación del capital, promoviendo privatizaciones, por lo que,
durante ese año, fueron aprobadas dos leyes de claro contenido
privatizador: una Ley Orgánica de Salud, que regía para el
Ministerio de Salud, concebido para prestar atención a los
indigentes, y una Ley para el Subsistema de Salud de la Seguridad
Social, en la cual se abría el sistema a la creación de Administradoras
Privadas de Fondos de Salud.

La característica central de ese sistema de salud era la existencia de


un sistema fragmentado, con múltiples subsistemas, uno de ellos
bajo la rectoría del Ministerio de Sanidad, teóricamente para toda la
población, otro subsistema para los afiliados y beneficiarios de la
Seguridad Social, básicamente conformado por la población laboral
activa, y muchos otros sistemas que cubrían distintos grupos de
población dependiendo de su condición socioeconómica y laboral,
por ejemplo, maestros, empleados petroleros, militares, funcionarios
del poder legislativo, etc.

Sin embargo, estas leyes a pesar de haber sido aprobadas nunca


entraron en vigencia debido al profundo cambio político que se
inició en el país a partir de las elecciones de diciembre de 1998 con el
triunfo del hoy Presidente Chávez y que se concretó con la
aprobación de una nueva Constitución y se establece en los artículos
83, 84, 85 de la presente constitución.

Se acordó que la nueva Constitución incluyera como mecanismo


básico para garantizar el derecho a la salud, la creación de un
Sistema Público Nacional de Salud (SPNS), intersectorial,
descentralizado y participativo, regido por los principios de
universalidad, integralidad, equidad y solidaridad que incluye la
participación de la comunidad para lo que se tiene como
instrumento legal la ley de los Consejos Comunales, La Ley de Las
comunas, y la ley del poder público municipal, y como principal
componente complementario el plan de la patria en su segundo
Objetivo histórico con sus numerales 2.2, 2.2.2, 2.2.2.16 al 2.2.24,
2.2.2.28 con estos elementos aplicados y desarrollados en nuestra
patria se lograría consolidar el mejor sistema público de salud del
mundo, el cual nos permitiría superar lo planteado por las metas del
milenio.

En tal sentido el estado se platea para lograr desarrollar este modelo


de salud los siguientes objetivos.

Financiamiento: Se analizó detalladamente el hecho de que el


financiamiento del sector salud en Venezuela se encontraba afectado
por tres grandes problemas: fragmentación, desfinanciamiento e
ineficiencia.

La propuesta del gobierno anterior era un modelo de financiamiento


basado parcialmente en pagos directos del usuario de los servicios y
aportes vía cotizaciones. Además, entregaba la administración de los
fondos al sector privado (propuesta privatizadora). La visión de los
Constituyentes apuntaba hacia la integración del financiamiento en
un Fondo Único, con recursos provenientes básicamente del fisco
nacional, con la posibilidad de aportes y cotizaciones especiales,
progresivamente integrados a dicho Fondo.

Participación de la comunidad: La participación de la comunidad fue


un aspecto presente en la mayoría de las propuestas y en muchas de
las sesiones de la Subcomisión de Salud. Existió consenso en el hecho
de que la participación tuviese rango constitucional y fuese uno de
los principios que calificara al sistema de salud que se estaba
diseñando.

Integralidad. Promoción de la salud y prevención de la enfermedad: Se


enfatizó el carácter integral que deben tener las acciones de salud, en
un espectro que va desde la promoción de la salud hasta la
rehabilitación de los efectos de la enfermedad.

Descentralización: En relación con la descentralización de la salud,


siempre hubo resistencias en algunos sectores debido al peso de la
cultura centralista, sin embargo, ello fue resuelto por el carácter
claramente descentralizador de la Constitución. Quedando
establecido el carácter descentralizado del sistema de salud, en el
marco de un sistema intergubernamental, con tres niveles
independientes, el nacional, el regional y el municipal, en los cuales,
la descentralización no es solo un proceso administrativo de
transferencia de competencias, sino un proceso político de
redistribución del poder.

Gratuidad: Se analizó el incremento de los costos de la salud


vinculados al desarrollo de nuevas tecnologías diagnósticas y
terapéuticas, y la tendencia de los Estados a transferir estos costos a
los ciudadanos, por medio de cobros directos. Se planteó una severa
crítica a estas modalidades de recuperación de costos, que
ocasionaron un desplazamiento del financiamiento de los servicios
del Estado a las comunidades, generando inequidades y obstáculos
para el acceso a los servicios.

Hoy en día, el país cuenta con una serie de medidas que se están
haciendo efectivas pero que no llegan aún a alcanzar el nivel mínimo
deseado en materias de sanidad. Es un largo proceso que requiere de
mucho tiempo pero del cual debemos exigir y esperar resultados
provisionales que se vayan estabilizando y que muestren un claro
camino hacia un gran sistema de seguridad social sanitaria. A
continuación procedemos a analizar esos puntos positivos y
negativos por los que, hasta el día de hoy, ha pasado y pasará a corto
plazo el proceso.

Como medidas de de carácter urgente, aplicación inmediata y eficaz


para atender a la población desde el mayor al menor grado de des
favorecimiento, surgen una serie de misiones llamadas Barrio
Adentro 1, 2, 3 y 4 (hasta la actualidad), Misión Sonrisa (asistencia
dental), Misión Milagro (asistencia de oftalmología) y en el área de
ayuda psicológica cabe destacar a la Misión Negra Hipólita,
formación del recurso humano, creación de una red de producción
de insumos para abastecer la red de farmacias populares.

EL NUEVO SISTEMA PUBLICO NACIONAL DE SALUD SE


PLANTEA DE LA SIGUIENTE MANERA

BARRIÓ ADENTRO I

• Consultorios Populares

• Puntos de consulta y Clínicas Odontológicas

• Ópticas Populares

BARRIÓ ADENTRO II

• Centros Médicos de Diagnostico Integral ( C.D.I)

• Salas de Rehabilitación Integral (S.R.I)

• Centros Medios de Alta Tecnología (C.A.T)

BARRIÓ ADENTRO III

• Clínicas Populares

• Hospitales

BARRIÓ ADENTRO IV

• Centros de Investigación. Como ejemplo: El Hospital Cardiólogo


Infantil

COMO ELEMENTOS PENDIENTES PARA LOGRAR LA


CONSOLIDACION DEL SISTEMA PÚBLICO NACIONAL DE
SALUD TENEMOS LOS SIGUIENTES.

1. Fortalecer el papel del Estado como rector del sistema de salud y


responsable del diseño de políticas intersectoriales, para
intervenir sobre los diversos factores que determinan la salud de
la población.
2. Construir el Sistema Público Nacional de Salud integrando los
diversos organismos estatales existentes, particularmente los
componentes de salud de la seguridad social, garantizando la
universalidad y unicidad del sistema. Ello implica vencer las
resistencias al cambio. Este es un punto de elevadísima
complejidad, ya que existen muchas resistencias gremiales,
corporativas y políticas a esa integración, que como lo establece el
plan de la patria debe emerger el nuevo sistema público de salud
teniendo como base el sistema barrio adentro y que a este se
sumen todos los sistemas existentes logrando así consolidar un
sistema único nacional de salud.

3. Integrar las múltiples fuentes de financiamiento dispersas, e


impulsar una fuerte inversión del estado para romper el
desfinanciamiento. Introducir mecanismos de presupuestos que
incluyan la evaluación de desempeño e impulsen la búsqueda de
mayores niveles de eficiencia en la prestación de servicios y
manejo de los recursos.

4. Promover el desarrollo de un modelo conceptual que rescate la


integralidad de la salud, enfatizando la necesidad de coherencia y
armonización entre lo biológico Psicologico y lo social; lo
individual y lo colectivo.

5. Permitir y promover la participación real de la comunidad


organizada en el diseño de las políticas de salud y en el control de
los servicios, construyendo mecanismos que permitan su real
participación.

6. Construir una transición progresiva, programada, con viabilidad


política y financiera, hacia un sistema de salud totalmente
diferente al que tenemos hoy.

7. Aplicar auditoria y contraloría a todos los sistemas de salud


existentes a fin de buscar el buen manejo y utilización de los
recursos asignados.
8. Revisar las leyes existentes sobre el sistema de salud a fin de
legislar sobre la creación de nuevas leyes que permitan derogar
esas viejas leyes existentes desde la cuarta república y que no
logran calar con el proyecto planteado por nuestra actual
Constitución y el plan de la Patria.

Los próximos pasos son decisivos, requerimos compromiso político,


ético, moral y mucha entrega compromiso y fortaleza acompañado
de una buena viabilidad financiera, consenso social, alrededor de
una propuesta nacional de salud para el cumplimiento de los
principios consagrados en la Constitución y en el plan de la patria.

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