Análisis de la lectura: LOS CRISTIANOS EN EL MUNDO

El cristiano es una persona que no puede escapar al aspecto cultural, económico, social
de este mundo, pero se puede distinguir de todos los demás hombres en la forma en
cómo vive en medio de todo lo que lo rodea. Como dice el autor “vive en la carne, pero
no según la carne”. Este tipo de hombre no se deja atrapar por cualquier forma de vida,
lo que distingue al cristiana es el pagar bien por el mal que recibe, es estar consciente de
que su fin (propósito) está mucho más allá de la vida presente, por lo tanto eta dispuesto
a enfrentar las diferentes dificultades que implica habitar este mundo.

El autor propone una analogía entre cristiano-mundo y alma-cuerpo, así como el alma
habita dentro del cuerpo pero no procede del cuerpo. El cristiano se encuentra habitando
en el mundo, pero no procede de él. Esto hace inferir que el cristiano tiene la posibilidad
de escapar de un sistema que genera placer desenfrenado, agravios y deshonra.

El cristiano tiene la responsabilidad de amar al mundo en el sentido en que habita en

él y por lo tanto, debe tratar todos los días de que le mundo sea un mejor lugar para
habitar, así el mundo aborrezca al cristiano. El cristiano deber ser consciente de que su
perfección se genera en medio de las tribulaciones y dificultades, esta tarea que le dio
Dios a sus seguidores y sus seguidores no deberían procurar huir de ella.

Análisis de la lectura: LA FE SE VIVE EN COMUNIDAD.

El autor de este artículo nos plantea que la vida de una persona tiene dos dimensiones:
una vida pública y una vida privada y, la madurez de la persona radica en el equilibrio que
tenga en estas dos esferas de su vida.

El autor nos invita a vivir una experiencia de fe comunitaria. Es en la comunidad donde

escuchamos la palabra de Dios y atendemos a su guía. La fe en comunidad crece y se
nutre, ya que hay diferentes tipos de personas con experiencias distintas con Dios
distintas y únicas, de esta manera la comunidad crece con un conocimiento más diverso
de Dios, esto genera un crecimiento de fe en la comunidad.

Una comunidad de fe lleva irremediablemente a crear confesiones o símbolos que

caractericen dicha comunidad. En los primeros siglos de la iglesia aparecieron credos que
identificaron la fe de un determinado grupo. En el día de hoy el desafío es, dentro de
nuestras comunidades ser creativos y formar una confesión o credo que encierre todo lo
que pensamos y creemos acerca de Dios y de su obra. Creo que esa es la meta, encontrar
en la fe comunitaria la razón (propósito) de ser de dicha comunidad.