Los huesos de las aves mejor adaptadas para el vuelo son huecos, pero tienen muchos
refuerzos internos, que les permite resistir la tensión de los músculos y la resistencia del
aire. También fue necesario que muchos de los huesos se fusionaran, especialmente los
del cráneo. En el caso del cráneo de los polluelos se pueden ver claramente los huesos
individualizados, pero en la mayor parte de los adultos, estan fusionados.
Además, el esqueleto se modificó para soportar el peso del cuerpo de dos maneras:
Locomoción bípeda
Los humanos somos plantígrados; apoyamos la planta del pie, compuesta por los dedos
y los tarsos y metatarsos.Las aves son digitígradas, apoyan solo los dedos del pie. Los
tarsos y metatarsos se fusionan en un solo hueso (tarsometatarso o simplemente
metatarso) y sale hacia arriba. Esto lo asemeja más aún a la pierna humana. Recién en
el extremo superior del metatarso termina el pie de las aves y allí se encuentra la
articulación del tobillo. Es decir el pie de las aves queda “quebrado” en dos partes.
L a evolución de las mandíbulas en los animales vertebrados fue una larga y compleja
odisea evolutiva que duró millones de años. A lo largo de este proceso, una serie de
arcos huesudos alrededor de la cabeza en las especies más primitivas se fueron
adaptando hasta formar esta estructura. El descubrimiento, que publico la revista
Nature, supone un hito importante para conocer a los animales predecesores de los
primeros vertebrados con mandíbulas.
«Nuestro hallazgo apoya la teoría de que estos peces primitivos tenían unas
estructuras con forma de barras que precedieron a las mandíbulas. Estos arcos son
ligeramente más gruesos y, por lo tanto, pudieron tener una función distinta antes de
su transformación hacia una verdadera mandíbula», explica a EL MUNDO Simon
Conway, autor principal de la investigación, que trabaja en el departamento de
Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
El hallazgo del pez Metaspriggina, por lo tanto, es una pieza clave para completar el
puzle de la evolución de los vertebrados, ya que puede considerarse el punto de partida
que dio origen a la mandíbula a los peces y posteriormente a los dinosaurios,
mamíferos y demás especies de vertebrados que fueron poblando la Tierra, incluyendo
al ser humano.
- Barrientos Llosa, Z. (2003). Zoología general (1st ed., pp. 460-462). San José, Costa
Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.