Cuando las drogas entran en el organismo, encuentran su camino al torrente sanguíneo y desde
allí son transportadas a otras partes del cuerpo, como el cerebro. En el cerebro, las drogas pueden
intensificar o entorpecer los sentidos, alterar el sentido de alerta y a veces disminuir el dolor físico.
Una droga puede ser beneficiosa o nociva. Los efectos de las drogas pueden variar según la clase
de droga administrada, la cantidad que se toma, con cuánta frecuencia se utiliza, con cuánta
rapidez llega al cerebro y qué otras drogas, alimentos o sustancias se toman a la vez.
Algunas drogas alteran seriamente la capacidad de la persona para tomar decisiones y elegir
cosas saludables.
Las drogas producen cambios en el sistema nervioso. Estas sustancias actúan sobre las células
nerviosas, llamadas neuronas alterando su funcionamiento. En general estos cambios se
traducen en una serie de sensaciones placenteras en el organismo que son, en la mayoría de las
ocasiones, las que inciden a repetir el consumo de estos productos.
Hay que tener en cuenta que los efectos de las drogas en el cuerpo no son siempre iguales y
cambian según la clase de droga y según la propia persona. Así, los efectos de la marihuana no
son los mismos que los de la cocaína, las anfetaminas, el éxtasis, el hachís, etc.
Efectos en el cerebro
Sin duda alguna, una de las partes más afectadas del cuerpo humano por el consumo de drogas
es el cerebro, y es un daño irreparable. Este es el órgano más delicado y complejo del ser humano,
y es el primero en verse afectado. Estas sustancias narcóticas penetran en el sistema de
comunicación de las neuronas, interfiriendo en que éstas envían, reciben y procesan la
información. Algunas, como la marihuana o la heroína, pueden activar las neuronas ya que su
estructura química imita la de un neurotransmisor natural.
Pero no sólo eso, sino que la gran mayoría de drogas atacan al sistema de recompensas del
cerebro, inundando el circuito de dopamina, que es un neurotransmisor que regula la motivación, la
emoción y los sentimientos de placer. Su sobreestimulación produce euforia, por lo que la persona
vuelva a consumir una y otra vez para volver a sentirse ”bien”, a pesar de que ese estado de ánimo
no sea natural. Además, cuando se han pasado sus efectos la dopamina vuelve a sus niveles
normales, haciendo que la persona se sienta mal, con ganas de repetir.
Estimulantes (cocaína, anfetaminas, nicotina etc.): producen una activación general del sistema
nervioso central, lo que da lugar a un incremento de las funciones corporales.
Además de todo esto, el consumo continuado altera la memoria, la compresión del lenguaje, y la
capacidad de analizar los estímulos espaciales.
Clasificación de las drogas
Son numerosas las clasificaciones que se han realizado de las sustancias psicoactivas, ya que son
diversas las perspectivas desde las que se evalúan. Además del ya nombrado diverso estatus
legal, anotamos algunos de los criterios bajo los que a menudo se han intentado ordenar:
-Por su origen: Esto se debe a que las drogas devienen de orígenes distintos, esto se
corresponde con la forma de fabricación u obtención de las mismas.
-Naturales: Se denotan de esta forma porque no han pasado por ningún proceso de intervención
química, de modo tal que su obtención deviene de la propia naturaleza.
El proceso químico también se justifica, cuando es necesario extraer de estas un componente para
la formación de un fármaco.
-Industriales: Esta categoría corresponde a una inclusión social, ya que son drogas formadas por
los residuos industriales, cuya alta composición química al ser inhalada genera efectos
alucinógenos en los individuos. Ejemplo de estas son la pega industrial.
Como veras con total independencia de la clasificación toda droga es dañina para el organismo,
una vez absorbida por el mismo, lo muta de su estado natural.
-Clasificación según su estado legal: Las drogas pueden clasificarse en función de las restricciones
legales establecidas en cada estado particular respecto al consumo, producción y venta de las
diferentes sustancias.
Así, en la mayor parte de los países occidentales las drogas se clasifican según la normativa legal.
Clasificación en "duras" y "blandas”: La diferencia entre una droga dura y una droga blanda
es que la dura causa adicción o dependencia tanto física como psíquica, mientras que la blanda
causa adicción o dependencia a nivel solo físico, o solo psíquico.
En su origen esta distinción pretendió servir para distinguir las drogas altamente adictivas que
comportan serios daños a la salud (duras), de las poco adictivas, que no presentan un riesgo grave
para quien las consume (blandas).
-. Drogas duras: la cocaína, los opioides (morfina, heroína, etc.), el alcohol, o las anfetaminas son
comúnmente descritas como drogas duras.
-. Drogas blandas: el término es aplicado generalmente a los derivados del cannabis (marihuana,
hachís, etc.), a la cafeína, etc. Por lo general el término se aplica a sustancias cuyo consumo no
conlleva patrones de comportamiento social desadaptativos.
Drogas ilegales: son todas las que no forman parte del apartado anterior y a las que se accede a
través del mercado negro (se incluiría aquí, por ejemplo, la metadona obtenida subrepticiamente
aunque inicialmente haya sido dispensada a partir de vías legales): Derivados del cannabis,
heroína, cocaína, etc. Son aquellas sustancias cuyo consumo está prohibido por ley
Definición de drogas
Es toda sustancia que introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce de
algún modo una alteración del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y
además es susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas.
son sustancias que al ser tomadas pueden modificar la conciencia, el estado de ánimo o los
procesos de pensamiento de un individuo. Los avances en la neurociencia nos han permitido
conocer mucho mejor los procesos físicos mediante los que actúan estas sustancias.
Son estimulantes las anfetaminas, la cocaína, el éxtasis y las metilxantinas (cafeína, teofilina,
mateína y otros). Estas drogas alteran el estado mental y estimulan el cerebro y el sistema
nervioso central. El efecto que producen es el de aumentar y acelerar la actividad funcional. La
forma de administración es variada: puede ser mediante ingestión, inyectada por vía intravenosa o
aspirada por mucosas nasales.
Los depresivas son los tranquilizantes (benzodiacepinas), los hipnóticos (barbitúricos y alcoholes),
los analgésicos narcóticos (codeína, morfina, heroína, metadona y otros), los anestésicos (éter,
cloroformo y otros) y los disolventes inhalantes (acetona, tolueno y otros). Estas sustancias
inducen al sueño y a relajar el sistema nervioso y deprimen o disminuyen la actividad corporal. La
administración puede realizarse por vía intravenosa, oral o fumándolas.
Dentro del grupo de los alucinógenos podemos incluir al LSD (dietilamida del ácido lisérgico), el
peyote, la mezcalina, el PCP, y los cannabis: hachís, aceite de hash y marihuana. Estas drogas
provocan en el individuo una alienación pasajera de la actividad psíquica, con distorsiones
perceptuales y desplazamiento de la imaginación. Producen delirios, alucinaciones y estados de
confusión y despersonalización.
El consumo de drogas puede ser perjudicial para la persona que se droga y TAMBIÉN para
quienes la rodean: familiares, hijos y bebés por nacer.
Las drogas pueden dañar el cuerpo y el cerebro y a veces ese daño puede durar toda la vida.
El consumo de drogas también puede llevar a la adicción, una enfermedad del cerebro de larga
duración que hace que la persona no pueda dejar de consumir drogas por su propia voluntad, aun
cuando sepa que si continúa drogándose ocurrirán cosas malas.
-Problemas de dinero
-Problemas en la escuela
-Accidentes de auto
-Arrestos y encarcelamiento
Definición de estupefaciente
Es aquel que se utiliza para designar a aquellas sustancias que cuando son consumidas de algún
modo determinado generan un estado de narcosis o estupor, sueño, adormecimiento en la
persona. El término es similar a los de estúpido o estupefacto, todos términos que suponen un
estado de quietud o de falta de reacción ante determinada situación. Los estupefacientes son en su
mayoría considerados ilegales por gran parte de los Estados del mundo debido a los efectos
nocivos que su consumo puede provocar en la salud. Al ser justamente consideradas ilegales, el
comercio de las mismas, conocido como narcotráfico, se maneja clandestinamente.
Las siguiente son algunas de las señales y síntomas de consumo de una droga específica:
-Metanfetaminas: “Electrizado”, sin dormir durante días, por días y semanas a la vez, pérdida total
del apetito, pérdida extrema de peso, pupilas dilatadas, excitado, hablador, sentido iluso de poder,
paranoia, depresión, pérdida de control, nerviosidad, sudor inusual, temblores, ansiedad,
alucinaciones, agresión, violencia, mareo, cambio de humor, visión borrosa, confusión mental,
agitación. El consumo de drogas como la metanfetamina es extremadamente pernicioso.
-LSD (Acido): Pupilas dilatadas, descolocación de la piel, pérdida de coordinación, falso sentido
de poder, euforia, distorsión del tiempo y del espacio, alucinaciones, confusión, paranoia, náusea,
vomito, pérdida de control, ansiedad, pánico, desamparado, y comportamiento auto destructivo.
-PCP: Algunas veces comportamiento violento o extraño, a menudo ha ocurrido suicidio, paranoia,
temor, ansiedad, agresivo o retraído, enrojecimiento de la piel, sudor, mareo, entumecimiento total,
afección de las percepciones.
-Inhalantes: Euforia de corta duración, risa nerviosa, actuar tonto, mareo. Luego vienen los dolores
de cabeza y desmayos total o inconciencia. Uso a largo plazo, pérdida de memoria a corto plazo,
inestabilidad emocional, afección del razonamiento, lengua pesada, caminado tambaleante tosco,
parpadeo rápido, temblor, pérdida auditiva, pérdida del olfato, y pasos escalonados de atrofia
cerebral. Algunas veces estos efectos serios a largo plazo con desintoxicación del cuerpo y terapia
nutricional, algunas veces el daño cerebral es irreversible o reversible solo parcialmente.
-Marihuana: Compulsión para comer, ojos rojos con estrabismo (puede tener problemas para
mantenerlos abiertos), boca reseca, risa excesiva y fuera de control, olvidadizo, pérdida de
memoria a corto plazo, letargo extremo, habilidades motrices retrazadas, ocasional paranoia,
alucinaciones, pereza, falta de motivación, estupidez, olor de cuerpo, del cabello y de la ropa,
empalagoso, y fuertes cambios de comportamiento y de humor cuando la persona está “trabada”.