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Van 117 municipios en alerta por sequías

Algunos lugares están en riesgo por abastecimiento de agua.


Temperaturas llegan a 41 grados.
Por: EL TIEMPO
9:45 a.m. | 22 de julio de 2014

Foto: Eliana Mejía


La Guajira es una de las zonas más golpeadas por sequía.
Hace dos días, en Valledupar –la capital del Cesar–, se sintió la temperatura más alta
registrada en todo el país en este mes: 41 grados centígrados a la sombra.
En otros sitios como Codazzi, también en Cesar, el termómetro marcó 40 grados. En
Corozal (Sucre), 38 grados, y en Arjona (Bolívar), casi 37 grados. Pero el calor no ha sido
exclusivo del Caribe. En Puerto Salgar (Cundinamarca) se sintieron 39 grados el fin de
semana, y en Mercaderes (Cauca), 36 grados. (Vea imágenes de la terrible sequía que azota
al país)
La sensación de intenso calor, unida a lluvias escasas, ya se consolidó como una amenaza
en las regiones Caribe y Andina del país.

Además de Santa Marta (Magdalena), en donde el racionamiento de agua se ha instalado


por la ausencia de lluvias, al menos otros 117 municipios son vulnerables a sufrir una
permanente escasez de agua potable por un clima cada vez más seco, acaba de advertir la
Defensoría del Pueblo.
Otros departamentos en crisis son Santander, Boyacá, Huila y La Guajira. En este último
departamento han muerto cerca de 15.000 cabezas de ganado, y 10.000 hectáreas de
terrenos aptas para los cultivos están hoy inservibles. Y ya son 20 los departamentos en
alerta roja por incendios forestales, como Antioquia, donde se han presentado 56
conflagraciones en el último mes.
Se mueren cultivos
El agro es uno de los grandes damnificados. Por la sequía, el sector arrocero registra 5.000
millones de pesos en pérdidas en el Cesar (en Valledupar se han perdido más de 1.000
hectáreas).
En Sucre, en la región de los Montes de María, cerca del 80 por ciento de la cosecha de
tabaco se perdió. Así lo aseguran cultivadores de la hoja en cinco municipios, que se
declaran en ruina y precisan que, de las 1.700 hectáreas sembradas, solo recuperarán cerca
del 20 por ciento.
“Hay partes donde en los cultivos –no solo de tabaco sino de otros productos– no hay nada,
solo lotes asolados, y esto es desastroso”, indicó Javier Villalba, presidente de la
Asociación de Cultivadores de Ovejas.

A esto se suma que en el Atlántico, de una producción diaria de 30.000 litros de leche se ha
caído a 10.000, según el reporte de Asoganorte.
El panorama tiene dos causas, identificadas por meteorólogos del Ideam. La primera es la
sequía usual e histórica que se presenta en gran parte del país en esta época del año, pero
agravada, para el caso del Caribe, por una disminución en las precipitaciones, de al menos
un 20 por ciento, entre abril y mayo, lo que redujo los niveles de algunos ríos que surten
acueductos, como los caudales Piedras y Manzanares, de los que depende Santa Marta.

Aunque para otros la problemática va más allá y se refiere a un tema de degradación de los
suelos y la deforestación, tal y como lo explican Ricardo Lozano, geólogo y experto en
asuntos ambientales, así como el ex ministro de Medio Ambiente Manuel Rodríguez
Becerra, para quienes esos daños a los ecosistemas, agravados por el avance agrícola y
ganadero en sitios clave, han ocasionado que las cuencas, páramos y humedales (muchos de
los cuales han sido desecados) ya no estén regulando como se debería el recurso hídrico.
Ómar Franco, director del Ideam, dice que estas dificultades para el abastecimiento se están
presentando sin que se haya consolidado el fenómeno del Niño, que “está dando sus
primeros latidos”, explica, pero se desarrollará y se sentirá definitivamente entre octubre y
noviembre. “Hay un 82 por ciento de posibilidades de que el fenómeno se consolide”,
sostiene Franco.

Contrariamente a lo que ocurre con algunos acueductos, los embalses del país están en
niveles aceptables, principalmente los situados en la Sabana de Bogotá, los cuales tienen
niveles de agua superiores al 80 por ciento. Solo Miel I, Playas, Porce II, Punchiná y
Troneras, en Antioquia, están por debajo del 50 por ciento.
Paradójicamente, en la Orinoquia hay alerta roja porque los ríos Guaviare, Inírida, Orinoco
y el Meta amenazan con desbordarse, mientras que en Yopal, Aguazul, Chámeza y
Nunchía, en Casanare, hay alerta por deslizamientos.
Seguros, opción ante los cambios climáticos
El Ministerio de Agricultura anunció que seguirá impulsando los seguros agropecuarios que
permitan a los productores protegerse de los riesgos causados por los fenómenos
climáticos.
El viceministro de Asuntos Agropecuarios, Hernán Román, señaló que esta es la
herramienta que tienen los productores para hacer frente a las afectaciones por sequía,
como la que viene azotando varias zonas del país, sobre todo a la costa Atlántica.

Recordó que el ministerio ha hecho jornadas masivas para la colocación de seguros


climáticos, que subsidian hasta el 80 por ciento de las pólizas.
Según el funcionario, se llevan a cabo acciones para aumentar las áreas aseguradas,
fomentar el ingreso de nuevas compañías para lograr mayor oferta y mejores pólizas y
optimizar el conocimiento y uso de este seguro.

Además de la promoción y los subsidios, se cuenta también con la aprobación de más


recursos para otorgar el incentivo y la ampliación del uso de los recursos del Fondo
Nacional de Riesgos Agropecuarios.

Francisco Solano, director de Financiamiento, explicó que “estos cambios implican un


avance significativo y representan los principales retos para la masificación de su uso entre
los productores”.

“Tenemos que encontrar una solución que nos ayude a centralizar la información en una
fuente idónea, pues hay mucha pero muy dispersa y en muchas fuentes”, dijo Solano.

También se revisan las pólizas para evaluar que cubran las necesidades y sean efectivas
ante un siniestro.

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