Según relatos que aún perduran, Hitler era un soldado valiente: fue ascendido al rango
de cabo, resultó herido dos veces (en 1916 y 1918) y recibió varias medallas. Aunque, según
trascendió, no se brindaba a extensos discursos políticos en esta época, Hitler parecía ser
arrastrado por un antisemitismo político cada vez más despiadado promulgado por la
extrema derecha y que se filtró en la jerarquía militar durante los dos últimos años de la
guerra.
En octubre de 1918, Hitler quedó parcialmente ciego en un ataque de gas mostaza cerca de
Ypres, Bélgica. Lo enviaron al hospital militar, donde recibió la noticia del armisticio del 11
de noviembre de 1918, cuando estaba recuperándose.
El fin de la guerra fue un desastre emocional para Hitler también. Provocó la amenaza de la
desmovilización, lo cual lo separó de la única comunidad en la que se había sentido
cómodo y lo devolvió a una vida civil en la que no tenía rumbo ni perspectivas
profesionales.
Adolf Hitler ascendió a un lugar prominente en los primeros años de existencia del
partido. Siendo uno de los mejores oradores del partido, exigió a los otros
miembros que lo hicieran líder, con la amenaza de abandonarlo. En parte se ayudó
de su deseo de utilizar la violencia para avanzar en sus objetivos políticos y para
reclutar miembros que compartieran este deseo.
Adolf Hitler, el Führer (líder) del partido Nazi, formuló y articuló las ideas que llegaron a
conocerse como la ideología nazi. Se consideraba a sí mismo un pensador profundo y
riguroso y estaba convencido de que había encontrado la clave para comprender un mundo
extraordinariamente complejo. Creía que las características, actitudes, habilidades y
comportamientos de una persona estaban determinados por su presunta constitución
racial. Desde el punto de vista de Hitler, todos los grupos, razas o pueblos (usaba esos
términos indistintamente) poseían rasgos inherentes e inmutables que se transmitían de
generación en generación. Ningún individuo podía superar las cualidades innatas de la
raza. Toda la historia humana podía explicarse en términos de la lucha de razas.
Para formular su ideología de la raza, Hitler y los nazis tomaron ideas de los darwinistas
sociales alemanes de fines del siglo XIX. Al igual que los darwinistas sociales que los
precedieron, los nazis creían que los seres humanos se podían clasificar colectivamente en
“razas” y que cada una de esas razas tenía características distintivas que se habían
transmitido genéticamente desde la primera aparición de los humanos en tiempos
prehistóricos. Estas características heredadas no solo se relacionaban con la apariencia
externa y con la estructura física, sino que también influían en la vida mental, los modos de
pensar, las habilidades creativas y organizativas, la inteligencia, el gusto y la valoración de
la cultura, la fortaleza física y la destreza militar.
Mi lucha (en alemán: Mein Kampf) es el primer libro escrito por Adolf Hitler,
combinando elementos autobiográficos con una exposición de ideas propias de
la ideología política del nacionalsocialismo. La primera edición fue lanzada el 18 de
julio de 1925.
El libro perfila las ideas principales que el régimen alemán llevaría a término
durante su gobierno. Especialmente prominente es el amor al pueblo alemán
de Adolf Hitler, aceptando entre otras teorías Los protocolos de los sabios de Sion.
Por ejemplo, denunciaba que el esperanto era parte de un complot judío, y
argumenta sobre la idea nacionalista alemana de Drang nach Osten: («Incentiva
hacia el este») la necesidad de ganar Lebensraum («espacio vital») hacia el este,
especialmente en Rusia.
En este libro, se pueden ver una vez más los desequilibrios mentales del hombre
que es considerado hoy en día como uno de los más grandes genocidas de la
historia de la humanidad.
genocidio judío de la historia fue ordenado por un judío. Sin embargo, como ya se
dicho supuesto. No obstante, como consuelo para quienes gustan del morbo, está
el hecho de que el Führer Adolf Hitler nunca podría, de tener que hacerlo, probar
“prueba aria” (Ariernachweis), que sí regía para el resto de súbditos nazis, una
gran parte de los cuales debió someterse a la misma. Y no podría hacerlo (aun
cuando teóricamente estaba obligado a ello) por la sencilla razón de que se
desconocía (y se desconoce) quién era su abuelo paterno, de tal forma que esa
probar, como debían hacerlo todos los altos líderes del NSDAP, la carencia de una
enero de 1800.
2) Hitler era vegetariano: pese a ser un gran defensor de los derechos de los
animales (algo muy controversial tratándose de uno de los mayores genocidas de
esto es así, y parece que sí, tendríamos que aceptar como otro mito más lo de
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Adolf_Hitler ,
https://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007791,
http://www.lanacion.com.ar/73782-en-1914-un-ingles-le-salvo-la-vida-a-hitler ,
http://adolfhitlerenlasegundaguerramundial.blogspot.com.ar/2008/12/conclusin
.html , http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=15340 ,
http://www.guerratotal.com/resumen-de-la-segunda-guerra-mundial/ .