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SIN / Con / FIANZA

H. IVÁN ARIZMENDI GALENO


CD DE MÉXICO 5609
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SIN / Con / FIANZA


Se estrenó el 16 de marzo de 2011 en el Centro Cultural de la Diversidad
con el siguiente elenco:

Tijuana: Laura Muñoz


Sinaloa: David Serrano
Golfa. Brenda Pliego
Mozo: Alejandro Acosta
Policía: Adam Castillo
Gordo: Lázaro Aguayo
Doña Equyz: Iván Arizmendi

Voz Güero: Javier Márquez

Para el montaje se incluyeron dos personajes que hicieron las veces de


tramoya:
Evidencia: Liset Vargas
Pista: Sandra Poo

Dirección: H. Iván Arizmendi Galeno

Diseño de Iluminación: Francisco Nuño


Realización de Vestuario: Martha Galeno
Asistente General: Mónica Perea

Producción: Demego07 Artes escénicas


Publicidad: Satage one México
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SIN / Con / FIANZA

Personajes:

Tijuana: Es corpulenta y canta muy mal. Sinaloa: Es pequeña y debilucha.


Golfa: Delgada, torpe, falsa y anémica.
Doña Equyz: Es vieja y también es Aries. El Mozo: Es un mozo en potencia.

Policía: Típico policía que es nadie en su casa.


El Gordo: No es gordo y tampoco es tan importante.

Cántame mucho.

-Tijuana canta con torpeza. Está acostada en un sillón. Sólo se ve su espalda.


Tijuana acostada sobre el sillón y de espaldas, canta. Sólo miramos su parte trasera y
la respiración de ella cantando.
-Se oye un disparo.
-Tijuana canta ahora con más fuerza y con más torpeza.
-Otro disparo.
-Tijuana deja de cantar.
-Obscuro.

Las Noticias.
-El subcomandante de la policía estatal…
-El sub comandante de la…
- … apodado El gordo…
-…mejor conocido como…
-El gordo, sub comandante de la policía del…
-…Gordo, ha desaparecido.
-…del estado, apodado el gordo…
-…que se encontraba en plena guerra contra…
-…Crimen organizado…
-…se sospecha del NARCOT…
-Ha desaparecido esta madrugada…
4

Tijuana apartada del


tiempo.

Tijuana (Desde la frontera de su norte con el sur de otra persona.): (Señala.) Tú.

(Oscuro.)Tú que estás mirando. (Luz.)


Mira. Mírame. Tú.
Mírame, tú.
Tú.
Mira.
A mí.
Aquí nadie te ve. Nadie mira para abajo. Nadie.
Tú. Mírame ahora.
Mira ahora, tú.
Compra algo. Del montón.
Nadie mira y todos pasan.
Tu mirada en mí. Sobre mí. Desde ti. Para mí. Mirando en tus ojos a mí.
Siendo mirada por ti.
Mirada por ti en tus ojos.
Por ti en tus ojos mi mirada… en tus ojos mi mirada que mira como… me miras.
Como me miras a mí. Tú.
Ése día me di cuenta que hay cosas mejores qué vender.
Que hay dinero que nadie cuenta.
Que hay oficios en los que se cae
y que no es necesario hacer fila ni dejar solicitud.
Miras, mirando a mí desde ti.
Tu mirada en mi mirada.
Para mí. Desde mí. Por mí.
Para ti. Desde ti.
Tú me miras.
Yo recibo.
Tú quemando. Yo mirando. Y me volví una transacción adicta.
-Semiobscuro.
5

Confesión sin chicle.

-Aparece una silla de madera tallada, de esas que venden en las carreteras desoladas.

Tijuana: (Sentada en la silla. Habla hacia el frente y evade hacia los lados. Tiene
hinchada la boca por tanto mordisquearse los labios.) Ya te digo que no sé nada…
¿Cómo?... No… ¿No tienes un chicle?...
¿Cómo?... No.
Ya te digo que no sé nada.
No tenemos.
Es comunal.
¿Ya buscaste si traes un chicle?
¿Cómo?... Sí.
Pues depende de los clientes.
De la quincena.
En fin de quincena nos va mal.
Principios de mes, excelente.
Esa pregunta no se pregunta.
Pues empecé a trabajar a los 15.
En esto.
En la calle.
No. Te digo que hasta después pusimos el negocio.
¿La tarde de qué día?... No. No recuerdo.
Entre todas, por así decirlo.
Que entre todas lo pusimos.
No. No recuerdo ese día, ¿qué pasó?
No. Nada.
Bueno, sí. ¿Qué pasó ese día?
No pues yo menos. ¿No deberías de saber las respuestas de las preguntas que me
haces?

¿Ya tendrás mi chicle?
Perdón, papi, pero pues me tienes aquí perdiendo el tiempo y…
6

Ya te dije que NO sé nada.


¿Cómo?... No. No te me pongas grosero.
¿Para qué? No me vas a revisar nada.
No me la voy a subir, ¿cómo la ves? (Se sujeta la falda.)
¡No se acerque! (Se pone a la defensiva.)
¿Cómo que desde el principio?
(Se sienta con pesadez.)
Ya le digo que no sé nada.
¿Cómo dijo?
(Musita.) Pendejo. (Se levanta.)
¡No me empuje! (Se sienta de golpe.)
¡No sé nada de esa pinche fecha! Cogiendo, supongo.
¿Qué dice?
Ah, no, a mí no me va a…
¡Cállese!
-Recibe una cachetada.
¡Mierda! (Escupe.)

(Conteniéndose.)
De ESA fecha no SÉ nada.
(Molesta.) A ver, ¿qué es lo que quiere saber?
De eso no sé.
Le digo que esa fecha no la recuerdo.
Ya le contesté eso… entre las cuatro lo pusimos.
Sacamos lo suficiente para comer.
Esa noche… ¿Cuál?... Ah, no… no recuerdo.



¿No tiene un chicle? En serio, me urge.
Esa noche estaba en la casa.
No.
¿Cómo?
No. No HAY, ya le conté que es comunal.
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No sé. Hay un reloj en la sala pero no le checo la hora a cada cliente que llega.
Papi.
En la cama les decimos papis si son jóvenes, guapos si son viejos, flacos si son
gordos y gordos si son flacos… (Coqueta.) ¿A poco no sabes?
-Se mete un dedo en la boca.
(Desesperada.) Ya, consígame mi chicle. Tengo como… nervios.
¡¿Cómo?!
No. (Asustada.) No voy a ir...
¿Cómo se le OCURRE?
-La jalan del brazo.
¡NO! Déjeme. No voy a ir, me dan miedo los muertos.
Además no lo conozco, me va a poner enfrente a cualquiera.
-La sueltan.
Ya, ya (Agitada.)… creo recordar algo…
¿Hombre y gordo, dice?
Ah… claro.
Sí, mediorecuerdo algo…

-Nebulosa de un recuerdo.
8

Sinaloa en otro instante.

Sinaloa (Desde su orilla que para ella es un fin y para el otro es el principio): No.
No me toco.
Si me toca grito…
Sí. Toca. Toco. Tocar. Tocándome.
¿Tocarme?
No. No. No. ¡NO!
Tocando. Tomando.
Si me toma.
No. No me toco.
Tanta mierda se puede volver costumbre.
La costumbre con cigarros es menos peor.
Los cigarros con alcohol saben mejor.
Con alcohol uno se acostumbra a la costumbre.
Tocando, tócame, tómame.
Úsame. Bésame. Písame. Escúpeme.
Toca. Toca. Tú. Toca.
Me toca. Sí.
Que me toque.
Si me toca que me pague.
Si no paga ya no hay toque.
Si ya no hay ni paga ni toque se cambia de comprador.
Como se cambia de droga.
Como se cambia de distribuidor.
-Semiobscuro.

Confesión bajo sospecha.

-Aparece la misma silla de madera.


-Sinaloa, parada atrás de la silla.
-El Policía, parado frente a ella, de espaldas a todo.
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Sinaloa: Ya le dije.
Yo no sé nada.
Sí. Sí trabajo ahí.
-El Policía, sin voltear a verla comienza a caminar de lado a lado.
No hay… Todas.
Pues como cooperativa.
¿Quiere que le explique? (Se pasa la lengua por los labios.)
También a veces, entre todas atendemos al cliente.

-El Policía sigue caminando.
Sí.
A veces bien, otras de la jodida.
No se crea que una da el culo y ya se vuelve millonaria.
34.
Ay, ni me acuerdo.
Mi papá me hacía que le “atendiera” a sus amigos… Y ya de ahí…
Pues el negocio éste no es tan grande, re fácil se conoce a las demás.
Ya después nos pusimos en la casa.
¿De qué día?
No. No me acuerdo.
-El Policía se detiene, la sujeta del cabello.
(Grita.) ¡No! No me acuerdo bien, creo que estábamos en la casa. Un día de trabajo
normal. Además, tiene como dos días y usted me habla como si ya hubiera pasado
mucho. Me confunde.
Yo qué sé.
¡Déjeme!
-La arroja a la silla.

¿Ya me puedo ir?
No sé.
No me acuerdo.
Vivo al día y todos los días son iguales.
-La sujeta por atrás.
(Comienza a llorar.) Le digo que no.
10

No le voy a tocar nada, idiota. (Se zafa y se cruza de brazos.)


Ándele, pégueme y todos los madrazos que traigo se los adjudico a usted.
-Él retrocede.
(Nerviosa.) Por… Porque me caí.
Me resbalé.
En el baño…
Por pendeja, ¿por qué más va a ser?

¿Desde el principio?
Pero no sé nada.
No le voy a enseñar.
Eso lo tiene que revisar otro, ¿no?
¿En serio?
(Se levanta el vestido hasta la cintura.) Mire.
¿Ya ve cómo es un resbalón?
No.
Fue otro día.
(Se baja el vestido.)
¿Qué le enseñe qué?
No.
-Él la acecha. La sujeta del brazo.
Déjeme.
-La empuja.
Le digo que no me acuerdo de nada. (Se sienta.)
Ya le dije, entre todas.
Juntamos un dinerito y lo pusimos.
Nunca nos imaginamos que… (Se calla abruptamente.)
-La voltea a ver.
(Nerviosa.) Que fuera a… prosperar…
El cliente… No, no. El negocio.
-Se le acerca.
No. No lo conozco.
Tampoco.
Si no me acuerdo del día, menos de la hora.
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Además ni me acuerdo del tipo ése.
No.
No. No quiero ir.
(Grita.) ¡Le digo que no quiero!
-La levanta.
¡Nunca pensamos encontrar un muerto en ese cuarto!
Es eso. Ya. Ya lo dije. (Respira agitada.)
Ahora me siento. (Lo hace.) Y no… voy. No voy. Ya le dije.
-La levanta de nuevo.
¡No! Déjeme. Sí, era 21 de Enero, hace dos días…
Eran las ocho de la noche…
Hacía un calor de mierda. Ya. (Se jalonea.) Ahora suélteme.
-La jala hacia él y empuña la mano.
Ya recuerdo más, pero déjeme…

-Neblina recordatoria.
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Golfa en otro momento.

Golfa (Desde su letargo que es como un gatillo esperando disparar.):


B… É… S… A… M… EEEEEEEEEEE…
(Obscuro.) Vamos, papi. (Luz.)
Bésame aquí.
Besa. Beso. Bésame.
A mí. A… a…
MÍ.
Bésame ahí.
A mí.
Aquí.
Bésame. Besarme. Besada. Besa.
Chupa.
Jala.
Y luego de tanto desgaste
hay que polvearse la cara para no pensar en eso.
En mí. De ti, por ti.
Vamos, papi.
Jala. Jala. Jala. ASPIRA.
Primero con una uña.
Luego con una línea.
Después ni un camión cargado de polvo blanco
te quita la sensación de cosquillas en la cara.
Ah. Ah. AH. ¡AH!
Más fuerte.
Más fuerte.
Luego que descubre la efectividad del producto.
Le limpias los bolsillos.
Te limpias la carita.
Y a vender más alegría.

-Semiobscuro.
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Confesión para normal.

-Aparece la misma silla de madera tallada.


-Golfa está sentada, en la mencionada silla tallada.
-El Policía, en otro tiempo, parado frente a ella.

Policía: ¿Qué es lo que recuerda?


Golfa: … (En otro momento, quizá 30 segundos antes.)
Policía: ¿Cuánto tiempo trabajó ahí?
Golfa: Ya le dije que no recuerdo nada.
Policía: ¿Quién es la dueña del lugar?
Golfa: Yo qué sé, como dos años antes de hoy.
Policía: (Comienza a caminar de lado a lado.) ¿Cuánto gana en una noche?
Golfa: No hay, todas somos las dueñas.
Policía: ¿En un mes, aproximadamente?
Golfa: Depende del día de la quincena.
Policía: (Sigue caminando.) ¿Qué edad tiene?
Golfa: Pues como somos varias… no sé… varía… porque hay días en que ni abrimos.
Policía: ¿A qué edad empezó a prostituirse?
Golfa: 28 cumpliditos.
Policía: ¿Cómo conoció a las otras implicadas?
Golfa: Se oye muy feo “prostituirse”… pero estaba jovencita… como 16.
Policía: ¿Qué hizo el (Revisa en su libretita que trae en la bolsa.) 21 de Enero de éste
año a las 19:30 horas?
Golfa: Implicadas también se oye feo… Las conocí por casualidad… un cliente al que
le gustaba fantasear y podía pagarlo muy bien.
Policía: ¿Y a las 20:00 horas?
Golfa: ¿De qué día?
No me acuerdo.

Menos me acuerdo.

-El Policía se detiene.


14

Golfa: Déjeme.
Policía: (La sujeta del cabello.)
Golfa: Le digo que no… ¿Me va a soltar?... Si me da un infarto por la presión o un paro
respiratorio…
Policía: (La sujeta del cabello.) ¿Se va a acordar o que?
Golfa: (Se sacude.) ¡Me ---ahogo!
Policía: (La sujeta del cabello.) ¿Se va a acordar o que? Le estoy hablando.
Golfa: ¡Me ahogo!
Policía: ¿Cómo le va a dar un infarto?
Golfa: Estoy perdiendo el… se me… estoy perdiendo la visión… (Se sujeta el pecho.)
Me sofoco…
Policía: ¿Cuál respiración?
Golfa: Suélteme. (Se jalonea con fuerza.)
Policía: ¿Cuál visión, cuál garganta? ¡Ya me hartaron!
Golfa: (Cae en la silla.)
Policía: (La empuja.) ¡Hijas de la chingada!
Golfa: ¡Ya me quiero ir!
Policía: (Se acerca a la silla.)
Golfa: No sé.
Policía: ¿A dónde estabas la noche… (Busca su libretita que se le ha caído. La busca.)
la que ya te dije?
Golfa: No me acuerdo.
Policía: Tiene que acordarse.
Golfa: Estaba en otro estado.
Policía: ¿Estaba en la casa esa?
Golfa: Tuve un dolor horrible en el estómago.
Policía: No se haga tonta, ¿en qué estado estaba?
Golfa: Le digo que no sé, no recuerdo.
Policía: ¿21 de Enero?
Golfa: …
Policía: Esa es la fecha, ¿no?
Golfa: ¡Ya no me toque!
Policía: (La sujeta del brazo.) No me quieras ver la cara…
Golfa: ¡Que me ahogo cuando me jala!
15

Policía: (Se la repega ahorcándola.) Habla.


Golfa: (Cae. Se asfixia.) Idiota.
Policía: (La empuja.) ¡Puta madre!

Vamos a empezar desde el principio.
Golfa: (Deja de retorcerse.) ¿Desde el principio?
Policía: ¡21 de Enero!
Golfa: ...
Policía: ¡Le digo que 21 de Enero!
Golfa: No sé.
Policía: ¿Quién administra el negocio?
Golfa: No sé. Me duele la cabeza.
Policía: ¿Quién les puso el dinero para empezar?
Golfa: No sé. Me duele la cabeza y el pecho.
Policía: ¡Puta madre! ¿Contestas o qué?
Golfa: ¡NO sé NADA! Nada… (Parece que se va a desmayar.)
Policía: (La intenta levantar.)
Golfa: Yo puedo sola.
Policía: ¿Y? (Desesperado, la amenaza.)
Golfa: (Temerosa.) ¿21 de Enero, dice?

-Negrura mentirosa

.
16

Confesión ante su miedo.

-Doña Equyz entra tomada del brazo del Mozo. Se paran junto a la silla.
-El Policía luce desesperado, cansado y harto.

Policía: No puede entrar con él…


Doña Equyz: (Voltea a ver al Policía con enojo.) ¿Qué?
Policía: Al rato le toca a él… Son las reglas… (La mira.) Seño…ra.
Doña Equyz: (Le acaricia la cara al Mozo.) Espérame afuera, criatura. Esto no tiene
que demorar más.

-El Mozo que sólo vio a uno y a otro, se va.

Policía: (Ya que se fue el Mozo.) Perfecto…


Doña Equyz: Pues no… pero… (Suspira.) A ver, ¿qué quiere que le diga?... Ya pasó a
mis muchachas y yo le voy a decir, seguramente, lo mismo.
Policía: Necesitamos corroborar datos.
Doña Equyz: ¿Necesitamos?
Policía: Necesito. Necesito corroborar datos… el señor era el SUBCOMANDANTE de
la policía…
Doña Equyz: Del estado… Eso ya lo sé…
Policía: Bueno, pues entonces entiende la relevancia del caso… y pues yo estoy a cargo
en esta tarea tan… importante.
Doña Equyz: Yo no lo creo… para mí que usted iba a lo mismo, a pasar un buen rato
con alguna de… (Se señala.) nosotras.
Policía: No. ¿Qué pasó, Doña?
Doña Equyz: Ah, ya veo… Pues fíjese que el muchachito ése todavía no le entra al
negocio, pero cuando acepte le aviso.
Policía: Tampoco. ¡Siéntese! Yo le diré cuándo irse.
Doña Equyz: (Se sienta.)
Policía: Además, yo soy un hombre casado.
Doña Equyz: (Seduciéndolo.) Casado pero no… (Se empieza a subir la falda.)
Policía: (Se voltea.) ¡El Gordo!
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Doña Equyz: ¿Qué? (Se revisa la pierna.)


Policía: Hablemos del Gordo, como también se le conocía al SUBCOMANDANTE.
Doña Equyz: (Contenta.) El Gordo… Mi Gordo…Tan amigos que éramos. Siempre
con sus cachetotes, su panzota, sus cosotas… Hasta me da nostalgia…
Policía: Bueno, el señor no era gordo, era más bien flaco.
Doña Equyz: ¡Mi flaco! (Se levanta.) Claro. Mi flaco de oro. Tan íntimos que éramos.
Con sus quijaditas… flacas. Su esternón con forma de guacal de pollo,
(Complaciente.) flaco. Sus cositas tan flaquitas. Mi flaco, le decía.
Policía: Le decían el Gordo.
Doña Equyz: (Confundida.) El Gordo, le decía. Tan gordo él… No… Espere… ¿Era
flaco, verdad?
Policía: Sí.
Doña Equyz: Bueno, pues entonces no tengo nada qué decir. Como pudo ver, no
recuerdo nada. (Avanza para irse.)
Policía: ¿Cómo?
Doña Equyz: (Señalándolo con su bastón.) Mira, pendejo. ¿No te queda claro que no lo
conozco? ¡Conocía! No sé nada de él… un cliente más. Pero a cambio de no conocer
al idiota ése, corres a mi Mozo, humillas a mis muchachas, ya llevamos dos días
aquí, eres al único pendejo que le interesa la muerte de ése infeliz, el negocio está
cerrado, nos estás dando mala fama y todavía me preguntas como idiota: ¿Cómo?
¿Cómo? ¡Te digo que no lo conocía, carajo!
Policía: (Baja el bastón que casi estaba en su boca.) ¡Siéntese!
Doña Equyz: ¡NO me grites!... (Se sienta.) A ver, saca tu pinche libreta.
Policía: No. ¿Qué recuerda de la noche del…? (Saca su libretita.)
Doña Equyz: (Sonríe.) No pues nos vamos a ir de aquí en un año… De la noche de
hace dos días, imbécil.
Policía: (Lee.) ¿De la noche del 21 de Enero?
Doña Equyz: Nada.
Policía: (Conteniéndose.) ¿Cuánto tiempo ha trabajado en la casa?
Doña Equyz: Mucho.
Policía: (Apunta.) ¿Quién es la dueña?
Doña Equyz: No hay. ¿No te lo explicaron?
Policía: ¡Sí!
Doña Equyz: Somos una comunidad… Coge una, comen todas. Siguiente.
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Policía: ¿Quién administra?


Doña Equyz: Yo. La que sigue.
Policía: ¿Quién puso el dinero para Emp….?
Doña Equyz: Todas. Yo puse más de la mitad. (Truena los dedos.)
Policía: ¿Cuánto ganan en una noche?
Doña Equyz: Una normal: $3754.50 entre acostones, bebidas y las uñas del Mozo.
Policía: ¿En una semana?
Doña Equyz: Una normal… Ay, saca tus cuentas. (Tronando los dedos.) Siguiente.
Policía: ¿Qué edad tiene?
Doña Equyz: Qué te importa. Siguiente.
Policía: ¿A qué edad empezó a prostituirs…?
Doña Equyz: A los 15.
Policía: ¿Y tiene?
Doña Equyz: QUE te importa.
Policía: (La mira.) A ver, ¿a qué edad dejó de prostituirse?
Doña Equyz: (Lo mira directamente.) No seas pendejo. ¡La que sigue!
Policía: ¿Cómo conoció a las otras?
Doña Equyz: El estado es pequeño… Hasta he de conocer a tu padre y a tus tíos.
(Sonríe.)
Policía: ¿Qué hizo el 21 de … (Revisa.) Enero? (La mira de reojo.) Es decir, ¿Hace dos
días?
Doña Equyz: (Reflexiva.) ¿A qué hora?
Policía: (Emocionado.) A las… (Revisa.) 20:00 o 19:30…
Doña Equyz: …No me acuerdo.
Policía: (Empieza a hartarse.) ¿Qué recuerda?
Doña Equyz: (Indiferente.) Nada.
Policía: (Enfadado. Se le cae la libretita.)

-Se agacha para recogerla, pero se le vuelve a caer con torpeza.

Doña Equyz: ¡Ya!... (Se levanta.) ¿Ya acabaste? (Se le acerca.) A ver… ¡El que sigue!

-Se sale.
-Entra el Mozo.
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Doña Equyz: (Desde afuera.) ¡Te apuras! (Entra.) Quiero irme a cambiar a mi casa…
(Al Policía.) Sí. A mi casa, pendejo. La que pusimos entre todas. (Se sale.)
Policía: …
Mozo: ¿Ya?
Policía: Siéntese.
Mozo: (Asustado se sienta.) Sí.

Confesión sospechosa.

Tijuana: Creo recordar Sinaloa: Sí. Era 21 de Enero. Golfa: ¿El 21 de


algo. ¿Hombre gordo, Eran como las ocho de la Enero, dice?
dice? Ah, claro, sí lo noche. Hacía un calor de
recuerdo. mierda.

21 de Enero de este año.


20:10 hrs. Norte

-Golfa en un sillón. Tijuana y Sinaloa tomadas del brazo. Doña Equyz y el


Mozo de pie frente al Gordo que yace en medio de todos.

Tijuana: ¿Y éste qué hace Sinaloa: ¿Quién es? Golfa: ¿Y ahora?


aquí?

Doña Equyz: ¿Quién hizo esto? (Al Mozo.) Trae unos trapos para limpiar la sangre.
Mozo: ¿Ya no está vivo?

Tijuana: No. Ya estaba Sinaloa: Ya había muerto. Golfa: Había muerto.


muerto.

Doña Equyz: A ver, tócalo.


Mozo: Pero…
20

Doña Equyz: Para ver si está vivo.

Tijuana: Se acercó. Sinaloa: Se agachó. Golfa: Y le tocó el


cuello.

-El Mozo hace lo anterior.

Mozo: No.
Doña Equyz: ¿Qué tiene en la rodilla?
Mozo: Sangre.
Doña Equyz: ¿Por qué?
Mozo: (La mira.) ¿Limpio?
Doña Equyz: Sí. Y ahí también. (Le señala con el bastón la cabeza del Gordo.)

Tijuana: En la rodilla Sinaloa: Eso causaba tanta Golfa: En la cara


tenía un balazo. sangre. El balazo. también tenía un balazo.

Mozo: Ya se desangró todo. (Mientras limpia.)


Doña Equyz: No creo, todavía se ve tibio. ¿O cómo está?
Mozo: (Lo toca de nuevo.) Tibio.

Tijuana: Todavía estaba Sinaloa: Pero ya estaba Golfa: Suelto, suelto,


tibio. muerto. suelto.

Mozo: (Le toma la mano.) Tibio pero muerto.


Doña Equyz: Pues vete por los trapos que ya me llené las botas de sangre.

-El Mozo sale.

Tijuana: Pensé que Sinaloa: Creí que era bueno Golfa: Yo creí que
debíamos llamar a la llamar a la policía. teníamos que llamar a la
policía. policía.

Doña Equyz: ¿Y ustedes qué? ¿No vieron nada?


Tijuana: No oí nada. Sinaloa: Ni vi nada. Golfa: Ni el disparo.

-El Mozo, aparte.


Mozo: ¿Bueno?
Policía: ¿Sí?
Mozo: Llamo del Vistalegre. Hay un muerto en la casa.
Policía: ¿Qué?

Doña Equyz: ¡Apúrate con esos trapos!... ¿Y esa pala?

Tijuana: Ahí estaba. Sola. Sinaloa: ¿Pala? No. No Golfa: Yo no recuerdo


La pala tenía sangre. recuerdo ninguna pala. ninguna pala. ¿Cómo iba a
haber una pala ahí?

-El Mozo, aparte.


Mozo: Sí… Con sangre dos balazos y… ¿sí sabe en dónde es?
Policía: Sí, claro. No tardo.

Doña Equyz: ¿Qué chingados hace esa pala aquí?

Tijuana: Pues no sé. Ahí Sinaloa: Que no había pala. Golfa: No pudo haber una
estaba. pala junto al muerto.

Doña Equyz: (Hacia donde se fue el Mozo.) ¿Y los jodidos trapos?... (A las
muchachas.) Pues entonces con los vestidos que se sigue desangrando y me va a
manchar la alfombra.

Tijuana: Por eso, por la Sinaloa: Y fue cuando Golfa: Pero que conste
pala tengo sangre en el limpié con esto. que yo me ofrecí, nadie me
vestido. mandó.

Doña Equyz: ¿Y ustedes qué? ¿No vieron nada?


22

-El Mozo, aparte.


Mozo: ¿Está llamada es anónima, verdad? Es que…
Policía: TÚUuuu…TÚUuuu…TÚUuuu…
Mozo: (Asustado.) ¡¿YO?!... No… (Cuelga.) Ay no…

Doña Equyz: (Gritando.) ¡Los trapos!

-Tijuana, Sinaloa y Golfa limpian con sus vestidos. Doña Equyz les va diciendo en
dónde.
-El Mozo llega con los trapos.

Doña Equyz: Ya era hora. (Le jala los trapos.) Dame.


Mozo: Es que… es que…
Doña Equyz: Mira, límpiale ahí.

-Cuando el Mozo va a limpiar, llega el Policía.


-Lo voltean a ver con las manos en la sangre.

Tijuana: Fue cuando llegó Sinaloa: Y llegó usted. Golfa: Y usted entró.
usted.

Policía: (Se prepara para decirlo.) ¿Qué es esto?

-Dejan de limpiar.

Policía: Quedan todos detenidos por el asesinato de… (Se acerca y queda pasmado.)
¡EL GORDO!

-Obscuro.
23

Autoconfesión.

-Entra el Mozo.

Policía: …
Mozo: ¿Ya?
Policía: Siéntese.
Mozo: (Asustado se sienta.) Sí.
Policía: (Cansado.) ¿Qué recuerda?
Mozo: …
Policía: Lo tienen amenazado.
Mozo: Es que…
Policía: Puede confiar en mí. Si me dice todo lo que pasó no le va a pasar nada.
Mozo: Pues… Bueno…
Policía: (Al escuchar la voz del Mozo, recuerda.)

Mozo: ¿Bueno?
Policía: ¿Sí?
Mozo: Llamo de Vistalegre. Hay un muerto en la casa...
Policía: ¿Qué?

-El Policía se queda mudo.

Mozo: Bueno… Yo…


Policía: Fuiste tú…
Mozo: ¿Qué?... ¡No!
Policía: ¡Sí!
Mozo: Yo no mate a nadie… fue…
Policía: ¡Tú llamaste! (Anota en la libreta.)
Mozo: Sí.
Policía: ¿Si mataste?
Mozo: Sí, llamé.
Policía: Soy bien hábil. (Anota.)
24

Mozo: (Lo mira.) No.


Policía: ¿No? ¿Dices que no? Pero te acabo de reconocer.
Mozo: Bueno, sí. Pero yo no…
Policía: Sí. Tú llamaste, yo te reconocí. Soy tan bueno.
Mozo: Bueno, sí, fui yo.
Policía: ¿Lo ves? Y en mi casa dicen que soy un idiota. (En secreto.) Por acá también…
Mozo: (Asustado. En secreto.) Yo quiero confesar que…
Policía: (Consternado.) Fíjese… bueno, fíjate que un día…
Mozo: (Mira hacia donde entró.) Tengo miedo.
Policía: …un día iba saliendo y afuera que me jalan de los pies…
Mozo: Es que quiero decir quién fue el que…
Policía: …con un lazo, cuando desperté ya estaba tirado…
Mozo: Quieren que usted crea que no, pero…
Policía: … los pendejos de mis compañeros me jalaron por los establos que están en el
monte…
Mozo: Que en verdad fue…
Policía: (Apenado.) Olí a mierda como semana y media.
Mozo: ¡Escúcheme!
Policía: ¡No! ¡Escucha tú! ¡Estoy abriendo mi corazón y tú me sales con tus
pendejadas!... Te decía que apesté por una semana y no me dejaron dormir en mi
cama, que digo mi cama, mi casa, durante dos semanas; mi mujer me sacó porque
olía a mierda de… de cuanto animal te imagines… Pero ahora, ahora ya descubrí que
tú llamaste… justo ahora que a todos les dan vacaciones menos a mí, pero que se
chinguen los pendejos porque en este rancio pueblo pasó algo y sólo yo estoy para
resolverlo… ¿Y sabes qué?
Mozo: … ¿Qué?
Policía: Eso me hace bueno.
Mozo: Pues si me escucha…
Policía: Ya no tienes nada que decir… Eres el principal testigo, (Lo anota. Luego se
asoma a la puerta.) ¿Ellas saben que llamaste?
Mozo: No. Sí… Es decir…
Policía: Perfecto. Ahora, si tú no fuiste… ¿Quién fue?
Mozo: ¿En serio no puedo hablar con alguien más?
25

Policía: No. Te digo que están de vacaciones. ¿Pero te das cuenta? Ahora voy a ser un
héroe…
Mozo: Es que me dejaron que llamara.
Policía: (Sorprendido.) ¿Quién?
Mozo: (Le hace señas para que se acerque.)
Policía: (Se acerca.)
Mozo: (Le dice al oído.)
Policía: ¡Doña…!
Mozo: (Lo calla.)

Doña Equyz: (Desde afuera.) ¿Qué pasó? (Entra.)

Mozo: Nada.
Policía: Usted no puede…
Doña Equyz: (Al Mozo.) ¿Qué estás haciendo?
Policía: No puede entrar así…
Doña Equyz: Eso lo decido yo… ¿Quiere que le llame al Gobernador? Somos muy
buenos amigos…
Policía: No. Usted no me va a arruinar mi oportunidad de ser un héroe.
Mozo: Pero… Yo…
Doña Equyz: (Le da un bastonazo.) ¡Tú cállate!
Policía: Señora, por favor, salga.
Doña Equyz: ¿Qué quiere? ¿Dinero? Tome dinero. (Le arroja un puño de dinero que se
saca del pecho.) Y tú. (Al Mozo.) Vámonos.
Mozo: Pero… (Al Policía.) Es que…
Doña Equyz: (Lo amenaza con el bastón.) Te digo que…
Mozo: Sí. Sí. Sí.
Policía: (La toma del brazo.) Le digo que se salga.
Doña Equyz: Yo te digo que te calles. (Trata de darle un bastonazo.)
Policía: No tiene por qué ponerse así, Señora.
Doña Equyz: ¿Quiere la verdad? (Al Mozo.) ¡Salte!
Mozo: Es que yo… (Al Policía.) Pero usted…
Policía: (Sacando al Mozo.) ¡Sí, salte!
26

Doña Equyz: Mire, (Lo barre con la mirada.) señor. Me arruina el “negocio”, me
asusta a los clientes… (Lo mira con lástima.) No me haga hablarle al Gobernador.
Policía: Hable, a ver.
Doña Equyz: (Balbucea.) El gordo éste, me hacía relajos a cada rato… En resumen: oí
un balazo, la música se detuvo, porque ya le dije que hay música en vivo; ponemos
de todo, ten una tarjeta, luego de esto deberías de ir. Ponemos de todo: regional,
inglés, regional inglés… cancán, ése, fíjate, es el que más gusta…
Policía: (Revisa la tarjeta.) Entonces la música se detuvo. (Se guarda la tarjeta.)
Doña Equyz: Ajá… Me quedé pasmada. Se oían gritos, sillas, la pianola… no, no, la
pianola no tocaba en ese momento, porque sí tenemos pianola; pero sonaba cada que
algo le caía encima. Luego se oyó otro tiro.
Policía: (Checa en su libreta.) Sí, dos balazos.
Doña Equyz: Pues bajé. Mis muchachas llorando… el que se acaba de ir, aterrado.
Llegando al lugar, casi choco con un hombre que creo que hasta llevaba un arma.
Policía: (Interesado.) ¿Cómo era?
Doña Equyz: Pues yo creo que acá, (Se sienta.) con tu perdón, se parecen; bueno, el
otro tenía más pantorrillas y… pues, más cuerpo.
Policía: (Apunta.) Más cuer…po.
Doña Equyz: Y eso es lo que recuerdo.
Policía: (Sigue escribiendo.) ¿Él la molestaba entonces?
Doña Equyz: A todas. Iba a molestarnos, a ocasionar problemas. Sobre todo el día al
que hemos llamado “variedades” que es cuando las chicas bailan, deberías ir te
digo…

-Penumbra.

-Luego se iluminan diferentes áreas en donde están Tijuana, Sinaloa, Golfa y quizá
algunas otras chicas para las que alcance el presupuesto.

-Bailan, ríen, coquetean.

-Doña Equyz deambula por el lugar mientras se abanica.


27

-El Mozo pasa de lado a lado con una charola en la que lleva cigarros, copas, vasos,
botellas, y demás pequeñeces que sólo un buen ojo verá.

21 de Enero de este año.


19:30 hrs. Norte

-El Gordo sentado les aplaude.

Doña Equyz: Bailan bien, ¿no? Gordo.


El Gordo: Sí. (Fuma.) Quiero una sesión privada con todas.
Doña Equyz: Huy, eso cuesta caro.
El Gordo: ¿La de verde si es vieja?
Doña Equyz: ¿Qué pasó? Aquí hay pura mercancía original.
El Gordo: Como que le vi algo, ¿no será tu hija?
Doña Equyz: No te me pases de pendejo, ¿eh?
El Gordo: ¿Es o no es?
Doña Equyz: ¿Te importa?
El Gordo: No.
Doña Equyz: ¿Enton’s?
El Gordo: ¿Pero, es?
Doña Equyz: Sí, es.
El Gordo: … ¿Si es hombre o vieja?

-Las muchachas bailan mientras se pasan droga que les recibe el Mozo, desde
la entrada hasta donde hay una especie de bodega.

Doña Equyz: Hombre… pero no le digas que se enoja, es bien sensible.


El Gordo: No, pues aunque no le diga, a fuerzas me voy a dar cuenta. (Ríe a
carcajadas.)
Doña Equyz: Ay, Gordo, ¿y yo qué?
El Gordo: No, pues tú ya eres otra cosa.
Doña Equyz: ¿Ah, sí?
28

El Gordo: Sí, contigo ya no me funciona. (Ríe.)


Doña Equyz: Ah.
El Gordo: Además, con las dos mamitas y el pamito ése, hasta voy a necesitar valor,
¿qué no? ¡A ver, tú! (Al Mozo.) Tráeme una botella de tequila.
Doña Equyz: Te me vas a endeudar más, Gordo.
El Gordo: ¿Ah, sí?
Doña Equyz: Y esas tres te van a salir caras, son las estrellas de acá.
El Gordo: No, Doña.
Doña Equyz: ¿Qué?
El Gordo: ¿Quieres que el negocio siga abierto, no?
Doña Equyz: No, no me salgas con estas chingaderas. (Se levanta.)
El Gordo: (La jala.) Siéntate.
Doña Equyz: ¿Qué quieres, cabrón?
El Gordo: ¿Quieres esto abierto, no?
Doña Equyz: Que sí.
El Gordo: Pues hay cuotas que se deben de cubrir, mamacita.
Doña Equyz: Pero yo y el Gobernador…
El Gordo: Pero aquí no está el pinche Gobernador. Además me lo debes.
Doña Equyz: ¿P… por?
El Gordo: Me dijeron que vino el Güero a tu casa. (La agarra del cabello.) Y no me
dijiste nada, cabrona.
Doña Equyz: (Al Policía.) Sí, fue una vez.
Policía: ¿Y por qué no dijo nada?
Doña Equyz: Lo olvidé…
El Gordo: No te hagas pendeja, cómo se te va a olvidar. Pero un día voy a encontrar a
ese pendejo y le voy a desmantelar todo.
Doña Equyz: Ay, Gordo, si tú estás en las mismas.
El Gordo: Pero yo soy la ley. Y a mí me respeta el negocio.
Doña Equyz: Como quieras. (Se levanta.)

-Llega el Mozo con la botella.

Mozo: Aquí está, señor.


29

Doña Equyz: (Se acomoda el cabello.) No le cobres al señor. (Toma directo de la


botella. Luego les dice a las muchachas.) ¡A ver, ustedes, vamos a los cuartos!

-Dejan de bailar y cantar.

El Gordo: Así me gusta, que entiendas. (Le toma a su botella.)


Doña Equyz: (Al Mozo.) Vámonos.

-El Mozo la sigue. Doña Equyz se da la vuelta. El Gordo se levanta, se faja y


cuando ella avanza le da una nalgada. Ella se detiene del hombro del Mozo, está
enojada. Salen.

Confesión en masa.

Policía: Entonces…
Doña Equyz: Después de eso lo llamé al cuarto porque ya estaban listas las muchachas
y pasó lo que ya te dije. Por supuesto que no lo quería ni ver en ese momento.
Policía: Lo creía, más… honorable… respetable, pues…
Doña Equyz: Todos aparentamos otras cosas… ¿Ya me puedo ir?
Policía: (Busca en su libreta.) ¿Había una pala cuando llegó?
Doña Equyz: ¿Pala?
Policía: ¡Sí! ¡Pala! ¡Pala! Para enterrar, para desenterrar, cuchara gigante… ¡Pala!
¡Pala!
Doña Equyz: No. De eso no me acuerdo. Oí dos balazos.
Policía: Pero encontré una pala… ¡Ahí había una pala! ¿Cómo es posible? (Se asoma
por la puerta.) ¡Pasen todos!
Doña Equyz: (Harta se agarra la cara.)

-Pasan casi todos.

Policía: (Al Mozo.) ¡Dije todos!

-Entra el Mozo.
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Policía: A ver, ¿Todos estaban en la escena del crimen? Digo, todos estaban en la
escena del crimen…
Doña Equyz: (Rápida.) Sí.
Policía: (A Tijuana.)… y sólo usted vio la pala.

-Voltean a ver todos a Tijuana.

Tijuana: ¿Pala?
Policía: ¡No puede ser! (La señala.) No me quiera ver la cara… Cuando llegué había
una pala… ¡alguien usó esa pala y fue uno de ustedes!
Doña Equyz: Ya te dije que había muchos clientes, era noche de “Variedades”, te la
recomiendo…
Policía: (Al Mozo.) A ver tú… ¿Para qué llamaste? ¿Qué viste?
Mozo: Yo… este, ¿yo?

-Lo voltean a ver.

Policía: Todos vieron, ¿no?


Doña Equyz: Pero lo que todos vimos fue al muerto…
Tijuana: Se veía horrible.
Golfa: Y estaba tibio, pero muerto… con los ojos muertos… muertos, muertos…
Tijuana: Es que eso es lo que se muere primero…
Golfa: Creí que era el corazón…
Tijuana: No. Son los ojos… siguen tibios porque el corazón sigue latiendo…
Golfa: Pero el pulso ¿Qué?
Tijuana: Dejan de tener pulso porque las manos están lejos del corazón, se van
muriendo poco a poco…
Golfa: Los ojos están lejos también…
Policía: (Al Mozo.) ¿Cómo llegaste a la habitación?
Mozo: ¿A cuál, a la del teléfono o a la del muerto?
Policía: A la del muerto.
Mozo: El muerto me pidió una botella… cuando no estaba muerto…

-Todos le dan la razón.


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Policía: ¿Ya se había acabado la otra?


Mozo: ¿La otra?
Doña Equyz: Sí, la que le llevaste, ¿no te acuerdas?... Antes de que se metiera al
cuarto…
Mozo: No…
Tijuana: Yo sí me acuerdo…
Golfa: Ya estaba borracho, nos insultaba…
Doña Equyz: Fue cuando…
Mozo: (No puede con la presión.) ¡Ella nos mandó! (Se esconde entre sus brazos.)

-Todos se alteran.

Policía: ¿Quién?
Mozo: (Escondido entre sus piernas.) ¡La idea fue de ella!...

-Tijuana y Golfa se voltean a ver. Doña Equyz empuña con odio su bastón. El
Mozo prepara su dedo para señalar al autor intelectual. El Policía forcejea con su
libreta de notas. Claro que para ver estos detalles, todo se ha vuelto muy lento.

Mozo: Fue… (Se quita los brazos de enfrente.) fue…


Sinaloa: Fui yo.
Tijuana: ¿Qué?
Golfa: ¡Lo sabía!
Doña Equyz: (Aliviada.) ¿Por qué no lo dijiste antes?
Mozo: (Decepcionado.) Nooo. (Doña Equyz le apunta con el bastón.)
Policía: ¿Usted?
Sinaloa: Sí. Fui yo.

-El Policía salta sobre Sinaloa. Tijuana y Golfa saltan sobre el Mozo para callarlo.

Policía: ¡Está detenida! (Aún sobre ella, le pone unas esposas.) Repita lo que dijo. (La
levanta.)
Sinaloa: Fui yo. Pero no lo quería decir… mire mi falda.
Policía: Tiene sangre como la de las demás.
32

Sinaloa: Pero esta sangre fue de cuando disparé.


Policía: ¿Y el arma?
Sinaloa: (Voltea asustada a ver a Doña Equyz.)
Doña Equyz: ¿Que no la buscó?... Estaba junto a la pala.
Policía: ¿La pala?
Sinaloa: Sí, la pala. Ahí la dejé.
Policía: Entonces… Tú lo mataste… él llamó… ¿Pero… por qué…?
Sinaloa: Quería robarme… llevarme con él… le disparé, luego llegaron todas.
Tijuana: (Asustada.) Sí, ahí estaba la asesina cuando llegué…
Doña Equyz: Limpiando las huellas de su pecado…
Golfa: (Destrozada.) No puedo creer que hayas hecho eso…
Sinaloa: (Se acerca a Doña Equyz.) No tenía opción…
Doña Equyz: (Le da una cachetada.) ¡Siemprehayopciones!
Policía: (Sacando conclusiones con su libreta.) ¿Pero la pala?
Mozo: ¡Joder con la pala! ¿No está claro que al final le dieron de palazos? ¡¿Por qué
otra cosa iba a estar una pala ahí?!
Doña Equyz: Cállate.
Mozo: (La enfrenta.) NO. No me vuelvas a callar…
Doña Equyz: No me tutees (De un bastonazo le revienta la boca.) … (Lo amenaza.) En
la casa…
Golfa: (Llora más.) ¿Y además le diste de palazos?, no puedo creer que dormíamos en
el mismo cuarto…
Tijuana: ¡Yo la vi! Yo vi cuando le daba de palazos.
Policía: (Feliz, anota en la libreta.) Entonces fue un crimen pasional… Él te quería
llevar, tú le disparaste una vez…
Sinaloa: Sí.
Policía: (Checa en la libreta.) Dos.
Sinaloa: Dos.
Doña Equyz: Y luego que no se murió…
Tijuana: Con la pala...
Sinaloa: En la cabeza. (Triste.) Yo lo maté…
Policía: Entonces…
Golfa: Fue ella, yo la vi.
Policía: No. Entonces resolví un caso ¡yo solo! Cómo en esos programas de policías…
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Mozo: (Con la mano en la boca llena de sangre. Suspira.) Ay no.


Policía: Ahora sí, ¡que me vuelvan a revolcar en la mierda si quieren! ¡Acabo de
resolver el asesinato del subcomandante de la policía estatal! ¡Yo solo! (Para sí.)
Soy un chingón…

-Lo miran. Guardan silencio un rato.

Doña Equyz: (Agarra del cuello al Mozo.) Entonces nos vamos.


Policía: Sí, claro. Sólo que se quede la asesina.

-Doña Equyz, el Mozo, Tijuana y Golfa se disponen a salir. Golfa regresa con Sinaloa.

Golfa: (La abraza.) Nos vemos.


Tijuana: (Mira a Doña Equyz.)
Doña Equyz: (Asiente.)
Tijuana: (Va con Sinaloa. La abraza. Le da una pistola.) Te vamos a… sesina… (Golfa
le da un codazo.)
Doña Equyz: (Aplaudiendo.) Bueno, ya, ya, ya… Dejen a esa asesina y vámonos.

-Todos se van. Queda el Policía con Sinaloa.

Policía: (Se asoma para ver si ya están lejos. Regresa.) ¿Algo más que quieras decir?
Sinaloa: Que fue por mi cuenta… ellas no sabían nada…

21 de Enero de este año.


19:20 hrs. Norte.

-Sinaloa, Golfa y Tijuana están sentadas en un sillón jugando cartas. El Mozo


guarda en una bodega unos paquetes de droga y de vez en vez se asoma hacia la calle.

Golfa-Tijuana-Sinaloa: ¡Poker de Ases! (Las tres muestran sus cartas.)


Mozo: ¡Ahí viene! (Sale corriendo.)
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-Las chicas se acomodan. Guardan las cartas y se ponen a platicar.


-Entra Doña Equyz con el Mozo.

Doña Equyz: (Al Mozo.) Pon música. Ustedes acomódense esas faldas.
Mozo: (Se asoma.) Está afuera.
Doña Equyz: Nadie quita la música, ¿Entendido?

-Asienten todos.
-Tocan la puerta.

Mozo: (Abre.) Buenas…


El Gordo: (Se pasa.) ¿Qué tal? ¿Qué tal?... ¿Por qué tan largas las caras?
Doña Equyz: Por nada. Pásate, Gordo.
El Gordo: Esa música es para que se baile, muchachas.
Doña Equyz: Tijuana, vete a cambiar la música. (Al Mozo.) Tú trae una botella.
Ustedes, bailen. (Al Gordo.) Siéntate, Gordo.
El Gordo: (Se va a sentar en una silla, pero al lado de ella hay un paquete de droga.)
Doña Equyz: Mejor vente para acá. (Le señala con el bastón el paquete de droga a
Golfa.)
Golfa: (Se esconde el paquete.) Ahorita regreso.
El Gordo: Están locas tus muchachas. (Le agarra la pierna.)
Doña Equyz: No tientes o me respondes. (Se sienta al lado del Gordo.)
El Gordo: (Le aprieta con fuerza.) Eso es lo que digo… Responder. Hay muchos
rumores, Doña. Muchos.
Doña Equyz: ¿De qué?

-Empieza otra canción.

Doña Equyz: ¡Baila, Sinaloa!

-Sinaloa empieza a bailar. Llega el Mozo con una botella.

El Gordo: (Al ver al Mozo.) ¡Tú también baila!


Mozo: No.
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El Gordo: (Saca su pistola.) ¡Te digo que bailes, chingá!


Mozo: (Hace que baila.)
Doña Equyz: No. Deja en paz a mi muchacho.
El Gordo: ¡Tú también baila! (Se levanta y va hacia Sinaloa.)
Doña Equyz: (Se levanta.) ¡Ya basta!
El Gordo: Así, mira. (Jala a Sinaloa.) Así se baila. (La abraza.)
Sinaloa ¡Suélteme!
Doña Equyz: ¡Dije que ya!
-Todas ya están presentes.

El Gordo: Pues que me bailen, chingá. (Avienta a Sinaloa.)


Doña Equyz: Ellas lo hacen solas.
El Gordo: Pues quiero ver. (Toma de la botella.)
Doña Equyz: (Discreta le dice al Mozo.) Ve por otra botella.

-El Mozo sale.

Doña Equyz: A ver, pues bailen como pide aquí el… el señor. (Se sienta.)

-Se acomodan Golfa, Tijuana y Sinaloa, se preparan para bailar.

El Gordo: (Se sienta.) ¡Qué cambio!

Confesiones simultáneas.

-Sinaloa en su celda.

Policía: (Empuja a Sinaloa.) Aquí tienes que esperar a que… A que


lleguen de vacaciones... Los… Los que te van a tomar declaración.
(La mira rápidamente. Se le acerca.) ¿Tienes cómplices, verdad?
Sinaloa: No. Ya le dije que lo hice sola.
Policía: Por eso… ¡Soy un pendejo!
Sinaloa: No. Le digo que fui yo sola… Ellas no tienen nada que ver.
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Policía: Pues vas a hablar… y tiene que ser antes de que lleguen todos,
para que yo… (Suena el teléfono.) ¿Sí?... No… No, mi comandante.
Nadie sabe. Así como me dijo… Agarré a las que estaban. No. En el
rancho nadie sabe todavía… ¿Usted tampoco le ha dicho a nadie?... A
una. (Voltea a ver a Sinaloa.) ¡Confesó todo! (Discreto.) Pero para mí
que tiene cómplices. Sí. ¿Sí me oye?... Ahorita la estoy viendo…
(Asustado.) ¿Cómo dice?

-Tijuana, Golfa, el Mozo y Doña Equyz llegan a la casa.

Doña Equyz: Vayan a limpiar bien donde quedó el


Gordo.

-El Mozo a punto de irse.

Doña Equyz: Tú te quedas. (Lo jala.)


Mozo: Cómo diga… ¿No quiere que limpie?
Doña Equyz: Es lo que voy a hacer.
Mozo: ¿De qué me habla?
Doña Equyz: No te hagas pendejo… ¿De qué lado estás,
cabrón?
Mozo: No sé de qué me…
Doña Equyz: (Le da una cachetada. Luego con una voz
ronca, varonil y agresiva, le dice.)
¡¿Te estoy preguntando para quién trabajas,
PENDEJO?!

-En el teléfono de la comisaría.

Policía: No le entiendo, mi comandante. ¿Pues que no


estamos del lado de las institu…? Ah… ya… Ya
entendí. (Triste.) Entonces… ¿Que yo las haya
atrapado… estaba planeado?... Ya… Estaba
planeado… claro, mi comandante…
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Sinaloa: Todo está planeado, siempre desde antes. No hay nada que no
esté planeado por alguien más. A todos nos toca servir de algo… pero
casi nadie es leal en estos días.

Doña Equyz: Te advertí lo que te esperaba si te cachaba


con estas pendejadas.
Mozo: (Se limpia la boca.) ¿Cuáles?

Policía: ¿Quiénes?... (Decepcionado.) Entonces… a mí


me dejaron solo porque soy el más… no iba a decir
eso, pero pues… sí, señor. Cómo diga. Aquí no pasó
nada.

Sinaloa: Cuando uno acepta ser leal, ya no se puede dormir, se siente


una piedra en la espalda. Una piedra que te va a aplastar si te
equivocas… en estos lados, no te aplasta; te agarra a balazos, o te tira
en un canal, o de plano te desaparecen y nadie supo siquiera que
exististe.

Doña Equyz: Casi nos descubren por tu culpa, idiota.


Mozo: Le digo que no sé de qué me…
Doña Equyz: (Se le va encima. Con la misma voz ronca y
áspera.) ¡No me contradigas! Si lo digo es porque lo
es. ¿De qué lado estás? (Lo empieza a estrangular.)
¿Para quién trabajas, hijo de puta?

Policía: Para nada. No, señor. No, mi comandante. De


esto nadie se va a enterar. ¡¿Qué lo desaparezca?!...
Sí. Sigue en la morgue del pueblo. Sí. Desapareció,
entonces, señor. No se preocupe mi comandante.
Aquí no pasó nada.

Sinaloa: Cuando se ha oído tanto, es muy fácil soltar la lengua… en los


interrogatorios, dicen, que ni cuenta te das cuando sueltas todo… Pero
38

yo no me quiero llevar entre las patas a nadie. Si se me encargó esto,


es porque confiaron en mí… (Ríe.) Confianza… Pero hay reglas que
se deben de seguir y una de esas es no abrir de más la boca.

Doña Equyz: ¡Sabías que esa era la única regla! (Lo


suelta.)
Mozo: (Ahogándose.) ¡Nunca había hecho esto! ¡Tenía
miedo!

Sinaloa: Pero yo no voy a decir nada. Doña Equyz: Pues ya no tienes por qué
(Se saca del liguero un revólver.) tener miedo. (Saca su pistola.)

Policía: Entonces… ¿Al cuerpo?


(Discreto.) ¿Qué le hago para que no lo encuentren?

Sinaloa: La lealtad es tan perra como la traición. (Se pone el revólver en


la cabeza.) Si traicionas a tu gente, ya te cargó la chingada. Si les eres
legal, en algún momento los traicionarás y ya te chingaste. Aquí no se
puede salir de esto… pero sí se puede conservar la dignidad y respetar
nuestra palabra. (Cierra los ojos.)

Policía: Entonces… a la que confesó…


¿La suelto? Digo, sí, sí la voy a soltar…
que no diga nada. Usted confíe, mi comandante. Entendido mi…

Sinaloa: Pero yo no voy a decir nada. Doña Equyz: Ya no tienes por qué tener miedo.
(SE Dispara.) (LE Dispara.)
-Obscuro en los dos lugares.

Policía: (Reacciona asustado.) ¿Señor?... ¿Bueno?... (Voltea a la celda.) ¿Señorita? (Se


asoma. Suspira.) ¡Chingada madre! (Saca su libreta, checa su hora. Busca algo para
escribir. Mira la libreta. Mira el teléfono.) ¿Para qué? (Tira la libreta y se sienta
poniendo la cabeza entre sus manos.) Sí, sigo oliendo a mierda… (Obscuro.)
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Doña Equyz: (Mientras limpia su arma.) No te puedo contradecir. El miedo se te veía.


(Al Mozomuerto que yace en un charco de sangre.) Se te sigue viendo. No eras gente
de confiar. (Cambio a la voz femenina.) ¡A ver, muchachas! Vengan a limpiar esta
porquería. (Se guarda el arma en el liguero.) Y me consiguen otro criado…

-Entran Tijuana y Golfa. Traen la nariz, la boca y las manos llenas de polvo
blanco. Miran asustadas al cadáver, luego a Doña Equyz y comienzan a jalar al
Mozomuerto de los pies y las manos.

Tijuana: (Nerviosa.) ¿Ya viste cómo lo que se muere primero son los ojos?
Golfa: (Mirando de reojo y con miedo a Doña Equyz.) No. Son los pies, si no, no se
cayeran…

-Se lo llevan. Luego de un rato, Doña Equyz se acerca a la sangre, se agacha y


con un dedo toca el charco.

-Suena el Teléfono.

Doña Equyz: (Se levanta.) ¿Bueno?


Güero Mal Blanco: (Se oye música Norteña, de la que en el norte es Sureña, y que en
las costas es del cerro y que en los cerros es de los puertos.) ¿Qué pasó, mi Doña?
Doña Equyz: Ya está, mi Güero. Ése día se lo llevaron a la morgue del panteón pero
nadie se dio cuenta. Creo que lo van a desaparecer.
Güero Mal Blanco: ¿No has visto las noticias?
Doña Equyz: No, no las he visto.
Güero Mal Blanco: Dicen que desapareció. Quesque ya no lo van a hallar.
Doña Equyz: ¿Ah sí? (Sonríe.)
Güero Mal Blanco: Lo que son las cosas, ¿No?
Doña Equyz: Pues que te cuento que a nosotras igual nos llevaron, pero a declarar. No.
No. No te apures, mi Güero, mis muchachas saben callar. Primero muertas.
Güero Mal Blanco: ¿Pero nadie cantó?
Doña Equyz: Yo me las arreglé. No te preocupes. Lo que sí, es que el Gordo ya fue, es
más, nunca existió, mi Güero.
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Güero Mal Blanco: Eso está muy bien, mi Doña. Eso le pasa por andar metiéndose al
negocio, el pendejo… ¿Nadie va a rajar, verdad?
Doña Equyz: Nadie. Ya te dije.
Güero Mal Blanco: La felicito, mi Doña, es usted una cabrona.
Doña Equyz: Mientras pueda seguir acá, te ayudo… Todo con tal de no regresar al
Norte.
Güero Mal Blanco: Ya te dejaron de buscar, bato. Pero luego me emparejo con usted.
Doña Equyz: Eso espero. Pero por lo pronto, manda a tu gente por el cargamento, por
si llegan de nuevo los federales… O si no me la acabo. (Ríe.)
Güero Mal Blanco: (Ríe.) El martes.
Doña Equyz: El martes.
Güero Mal Blanco: Nos estamos viendo, Doña.
Doña Equyz: (Cuelga. Se sienta.)

21 de Enero de este año.


20:00 hrs. Norte.

-Suena el teléfono.

Doña Equyz: (Inmediatamente levanta la bocina.)


¿Bueno?
Güero Mal Blanco: (Se oye música Norteña, de la que en el norte es country, y que en
las costas es de la sierra y que en sierras ya no la escuchan.) ¿Ya llegó?
Doña Equyz: (Voltea hacia atrás.)

-En otra pieza que se alcanza a ver desde ahí, está el Gordo sentado en una
silla. Tijuana, Golfa y Sinaloa le bailan.

Güero Mal Blanco: ¿Ahí está el cabrón, verdad?


Doña Equyz: Sí. Ya tiene rato.
Güero Mal Blanco: Pues en lo que quedamos.
41

-Llega hasta Doña Equyz el Mozo. Trae una botella y una funda.

Doña Equyz: Sí.


Güero Mal Blanco: No me falle, mi Doña.
Doña Equyz: No. (Cuelga.) ¿Listo? (Al Mozo.)
Mozo: (Nervioso.) Sí.
Doña Equyz: ¿Ya tienes el número de la policía municipal y sabes cuándo marcar,
verdad?
Mozo: (Más nervioso.) Sí.

-Pasan a donde está el Gordo.

Doña Equyz: (A Tijuana.) ¿A gusto?


El Gordo: (Divertido y ebrio.) Pues para qué te miento… (Al Mozo.) Pásame otra
botella.

-El Mozo voltea a ver a Doña Equyz, ella asiente. El Mozo Avanza.

Doña Equyz: (Tronando los dedos.) Tijuana, canta algo.


Tijuana: ¿Qué canto?
Doña Equyz: Lo que sea, para que no nos aburramos.

-Tijuana comienza a cantar.

El Gordo: ¡Tú si sabes, Doña!


Doña Equyz: Sí. (Mira a Tijuana.) Yo sí sé. (Mira a Sinaloa.)

-Tijuana sigue cantando. Se sube la falda.


-Sinaloa avanza hacia el Gordo.

El Gordo: (Mira la pierna de Tijuana.) ¡Esto se va a poner bueno!

-Sinaloa y el Mozo le ponen la funda en la cara al Gordo. Lo empiezan a ahogar.


-El Gordo forcejea y grita.
42

-Tijuana saca un revólver de su liguero. Le apunta al Gordo. Deja de cantar.

Doña Equyz: ¡Sigue cantando!


Tijuana: ¡Se mueve mucho! (Le apunta con ambas manos.)
Mozo: ¡YA! Golfa: ¡Dispara!
Doña Equyz: (La voltea a ver.)
Tijuana: (Dispara torpemente.)

-Le da en la pierna. El Gordo grita más. Empuja a Sinaloa y al Mozo que caen por la
violencia y fuerza del Gordo.
-El Gordo se intenta levantar. Se queja. Trata de quitarse la funda de la cabeza.
-Golfa corre y saca de algún lugar una pala. Sí, una pala.
-Tijuana sigue pasmada con el arma en ambas manos, pero sigue cantando.
-Doña Equyz corre hasta Tijuana y le quita el revólver.

Doña Equyz: ¡PENDEJA! (Apunta.)

-El Gordo sin poderse levantar por completo, se busca su pistola.

El Gordo: ¡Jijas de la chingada!

-El Mozo y Sinaloa se comienzan a levantar.


-Golfa empuña la pala, sí, la pala, y antes de que el Gordo encuentre su arma, le asesta
un palazo en la nuca. Sí, con la pala.
-El Gordo cae fulminado por el golpe.
-Doña Equyz le apunta a la cabeza. Dispara.

Doña Equyz: Se acaBÓ.

-Todos quedan rodeándolo, con la adrenalina de quien acaba de cumplir una venganza.

-Doña Equyz llena de odio se apoya en su bastón. Se guarda el arma. No se mueve.


-Tijuana llena de miedo sigue pasmada con las manos hacia el frente como si aún
tuviera el arma.
43

-Sinaloa llena de espasmos se incorpora por completo y empieza a tallar las manos en
su vestido.
-Golfa llena de sangre empuña con fuerza la pala y respira agitada sin perder de vista
la cabeza del Gordo.
-El Mozo vacío de todo no puede ni ponerse de pie.

-Empieza a hacerse el obscuro.

Más Noticias.

-El Subcomandante de la policía estatal, mejor conocido como "El gordo" ha


desaparecido.

- El Subcomandante de la policía del Estado, apodado "El gordo"


ha desaparecido ésta madrugada.

- "El gordo", Subcomandante de la policía estatal, que se encontraba en plena


lucha contra el crimen organizado, ha desaparecido.

-Ha desaparecido, ésta madrugada, el subcomandante de la policía del Estado. Se


sospecha del narcotraficante...

-El Gobernador del Estado envía el pésame a los familiares.

- El Gobernador ha declarado por concluida la búsqueda "sin éxito" del Gordo.

-Obscuro y los más sinceros obituarios.

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