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ACCIÓN COLECTIVA.

ESTADO
Y ETNICIDAD
en el Pacífico colombiano
MAURICID PARDO
ACCIÓN COLECTIVA,
ESTADO Y ETNICIDAD
EN EL PACÍFICO
COLOMBIANO

MAURICIO PARDO
Editor

INSTITUTO COLOMBIANO DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA


COLCIENCIAS
@ ACCIÓN COLECTIVA, ESTADO y ETNJCIDAD EN EL PACÍI-<ICO COLOMBIANO Contenido
Página
© CoLCIENCIAS Introducción ........................................................................... 7
@ }NSTlTUTO COLOMBIANO DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

PRIMERA EDICIÓN
l.
BoGOTÁ, MARZO 2001 Temporalidades e identidades
en la etnicidad
ISBN 958-96930-8-3 l. Tras las huellas de los renacientes. Por el laberinto
de la etnicidad e identidad de los grupos negros o
11
INSTITUTO COLOMBIANO DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA afrocolombianos 11 del Pacífico sur.
OseAR ALMARIO................................................................... 15

MARiA VIcTORIA UrunE 2. Imaginando comunidad negra: Etnografía


DIRECTORA de la etnización de las poblaciones negras
en el Pacífico sur colombiano.
MAURICIO PARDO
CooRDINADOR ANTROPOLOGÍA SoCIAL
EDUARDO RESTREPO ...•...•.. ......•..••.............•...•...•......... , . . . •• . . • 41

NicoLÁs MoRALF..S
3. Usos de la historia y la historiografía por parte
CooRDINADOR PUBLICACIONES de las ONG y OB de las comunidades
negras en el Chocó.
SrEI·~N R.RKHm'EL ............................................................ 71
ASISTENTE EDITORIAL
ELIZABETH NAVARRO 11.
CoLLAGE DE PORTADA
Región, espacio y organización
MARiA VICTORIA URIDE étnica
CORRECCIÓN DE ESTILO 4. La protesta social en el norte del Cauca
EDISON DOUGLAS NIÑo y el surgimiento de la movilización
étnica afrocolombiana
DIAGRAMACIÓN E IMPRESIÓN
IMPRENTA NACIONAL DE CoLOMBIA TEODORA HURTADO.............................................................. 95
Página

S. La lógica del río: Estructur~s espaciale¡' del proceso


organizativo de los movnmentos socia es .
de comunidades negras en el Pacífico colombmno
ULRICH OsLENDER .............................................................. . 123

6 . Ley 70 y medio ambient~:. El cas?_del Consejo


Comunitario Acapa, Pac1ftco nannense Introducción
NELLY YvussA RIVAS .......................................................... . 149
Este libro ofrece artículos varios en los que se presenta una muestra
de las investigaciones agrupadas bajo el proyecto "Poblaciones Negras
7 . Del tiempo cambiado a la tituladción colectiva;
movimiento social y comumda es negras y Modernidad. Movimientos Sociales, Sociedad Civil y Estado en el
del Alto San Juan Pacífico Colombiano", cofinanciado por el Icanh y Colciencias. Los
ORLANDO ]ARAMILLO ........................................................... . 171 artículos aquí compilados son versiones corregidas de las ponencias
presentadas en el seminario denominado con el mismo nombre del
proyecto llevado a cabo en Bogotá, en el Icanh, el 11 de agosto del
III. 2000. Los textos y aportes que aquí se compilan hacen parte de
Estado, política y movimiento social. investigaciones de más largo aliento, la mayoría de ellas correspon-
dientes a tesis doctorales.
Del bipartidismo a la guerra Los documentos presentados en este volumen aportan reflexiones
sobre los procesos de construcción cultural a nivel local, regional,
8. La sociedad negra del Chocó: al nacional e internacional, que le dan su acento particular a las
. Identidad y movimientos soci es
207 experiencias territoriales, políticas e identitarias de las poblaciones
WILL/AM VILLA ................................................................... .
negras que residen en el Pacífico colombiano y algunas regiones
vecinas. Estas reflexiones se suman a la pregunta sobre el cómo se
9 . Estado y movimiento negro reconstruye el pensamiento antropológico en una nación que se define
en el Pacífico colombiano como multiétnica y pluricultural en un contexto de modernidad y
MAVRJC/0 PARDO y MANUELA ALVAREZ ................................ . 229
globalización. Este interrogante delimita parte de las políticas de
investigación del Icanh, desde mediados de la década de 1990, y su
10. Derechos étnicos bajo fuego: el ~ovimiento fruto se encuentra representado en varios textos de la serie ''antropología
campesino negro frente a la pres1ón en la modernidad" y otros dedicados particularmente a poblaciones
de grupos annados en el Chocó. negras, que reúnen las propuestas y experiencias de autores de diversas
El caso de la ACIA instituciones, disciplinas y nacionalidades, así como la voz de nativos
MIEKE WOW'ERS" ..•.... " .. " .. " ....•... " .. " ... " ... " ... " .. " ... " ........ . 259
y organizaciones de base que alimentan esta construcción de una
antropología contemporánea e interdisciplinaria.
En los artículos, se da por sobreentendido que la región donde se
concentra la mayor cantidad de población negra, el litoral Pacífico, es
una región construida desde diversas percepciones culturales -
6 imaginarios o discursos- revestidas de politicas de desarrollo, intereses
conservacionsitas o reivindicaciones sociales.
AcCIÓN COLECTIVA Y ElNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
INTRODUCCIÓN

A nivel estatal, podemos recordar el Plaidecop impulsado por el se trata de responder a las encrucijadas que se presentan en una región
gobierno de Belisario Betancur (1982-1986), que fue relevado por el disputada por distintas racionalidades y proyectos políticos donde lo
Plan Pacífico durante la administración de Virgilio Barco (1986-1990), cultural adquiere un lugar relevante: de ahí lo que se ha denominado
y luego por el Proyecto Biopacífico, en el periodo de Cesar Gaviria como "políticas de la cultura" (Alvarez et al., 1998). En este contexto,
(1990-1994), que pusieron su acento en la combinación de intereses más que dar una definición positiva y concluyente sobre la etnicidad
de crecimiento económico (infraestructura) y conservacionistas en las. poblaciones n~gras, desde el Icanh se ha tratado de observar y
(biodiversidad) a la luz del llamado "desarrollo sostenible". Estos planes debatu su construccton en contextos particulares y frente a problemas
de desarrollo regional y local se definieron desde intereses no siempre específico~: Más que proponer fórmulas esencialistas, o soluciones para
compatibles entre sí (producir excedentes, conservar ecosistemas), con las encruciJadas producto de este cruce de intereses, la institución trata
lo cual los mapas para ver la distribución y necesidades de los de alentar las reflexiones que saquen a la luz los problemas e
pobladores (en función del desarrollo o la conservación de la incertidumbres que no concluyen con la expedición de decretos, leyes
o definiciones positivas y estáticas sobre "la identidad" de uno u otro
biodiversidad) también cambiaron.
grupo humano.
Paralelo a este proceso local, nacional e internacional se presentó
la definición y puesta en marcha de la ley 70 de 1993, relativa a los A tono con este reto, el contenido de este volumen da cuenta de los
derechos étnicos de las poblaciones negras. Y, de modo paulatino, han movimientos sociales, actores no gubernamentales, y del Estado que
comenzado a ser notorias las disputas territoriales entre los grupos redefin~n el s~ntido y forma de ejercer la política, definir territorios y
armados (legales e ilegales) que se han terminado por extender a esta construir Identidades de las poblaciones negras del Pacífico colombiano.
zona del territorio nacional e implican una tensa convivencia o,llegado Es preciso advertir que, al inscribirse este tipo de estudio en una
el caso, llevan al desplazamiento de la población local. Todo esto hace "antropología de la modernidad", resulta necesario trascender ciertas
que, conceptual y políticamente, se presenten visiones e interpretaciones categorías y metodologías que dificultan el análisis de las dinámicas
divergentes sobre el contenido y articulación del Pacífico como región culturales de las sociedades e individuos contemporáneos. Ello significa
(Escobar y Pedrosa, 1996). Parte de esas interpretaciones son afirmadas la construcción de una mirada antropológica que se planteé otro tipo
por las poblaciones locales a través de los movimientos sociales de problemas de investigación, no sólo en torno a las poblaciones
organizados en torno a reivindicaciones de tipo étnico que empiezan a negras, sino también con respecto al Estado, actores políticos, y agentes
darle un respaldo político a la premisa cultural de que una región va del desarrollo. En este sentido, se pretende dar un nuevo contenido a
más allá del río, de referencias locales (costa/cordillera) o de límites categorías del análisis antropológico (como las de cultura), o sus
departamentales, para empezar a ser pensados como unidad regional, metodologías (como la experiencia etnográfica).
como "territorio-región" (Villa, 1998). El análisis de la organización de los movimientos sociales en los
El tipo de pensamiento social, en general, y antropológico, en grupos negros es de capital importancia para entender las analogías y
particular, que se presenta en este texto, intenta distanciarse de la esp?cifictdades de la Instrumentación política de la etnicidad en el plano
experiencia organizativa de las poblaciones negras desde el punto de nacwnal, regwnal y local. En este sentido, el Pacífico ofrece un ámbito
vista culturista; no enfatiza la concepción y definición de estas privilegiado para entender los múltiples efectos sobre los grupos étnicos
poblaciones desde la retención de ciertas tradiciones ancestrale.s o la del nuevo marco jurídico-político introducido por la nueva Constitución
práctica de ritos o normas sociales singulares. Estas y otras recientes Política y la legislación que de ahí se desprende. Así, en el Pacífico se
investigaciones se han propuesto dar cuenta de las particularidades pueden vislumbrar los cruces que se presentan entre las políticas de
locales y regionales de las movilizaciones sociales de carácter étnico Estado en torno a la etnicidad, y los procesos organizativos de
en el Pacífico y sus articulaciones específicas, con las prácticas poblaciones negras. Otro aspecto relevante se refiere a la articulación
institucionales de distinto tipo y con los múltiples agentes de la sociedad de las dinámicas de modernización y de modernidad del Estado y otros
8 civil que difunden discursos y prácticas del desarrollo desde los agentes como las Ongs y la Iglesia en relación con la emergencia y 9
diferentes planes gubernamentales y con la presencia del capital local consolidación del movimiento organizativo étnico en comunidades
y transnacional en el Pacífico (Escobar y Pedrosa, 1996). De esta manera negras de la región del Pacífico.
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
INTRODUCCIÓN
• • • • • • e • • • • o •

Las disímiles políticas del Estado alrededor del "desarrollo", de lo La segunda parte agrupa los artículos de Teodora Hurtado, Ulrich
ambiental, de las minorías étnicas o del ordenamiento tenitorial, han Oslender, Nelly Yulissa Rivas y Orlando Jaramillo, que reflexionan
sobre la expresión regional o espacial particular de los procesos
tenido un impacto significativo en estas dinámicas de configuración
organizativos. Los capítulos de Hurtado, Rivas y Jararnillo, tratan sobre
de los territotios del Pacífico colombiano. En este sentido, los procesos
el avatar y los desarrollos de algunas de las organizaciones
de titulación colectiva de comunidades negras contemplados en la Ley
subregionales o de cuenca fluvial que han surgido como protagonistas
70 de 1993 requieren de una particular atención en la medida que los
de los movimientos sociales de poblaciones negras, donde juega un
movimientos organizativos étnicos de la región orientan sus esfuerzos
papel clave el referente como "grupo étnico". Estos rutículos toman
en las luchas por sus territorios en el contexto de la titulación (Villa,
como objeto central las expresiones organizativas mismas que se han
1998), en el marco de la intensa actividad y crecimiento de las agencias
desarrollado en áreas del Cauca, N aliño y el alto río San Juan en el
ambientales estatales así como de los conflictos con agentes externos Chocó y Risaralda. Hurtado presenta los desarrollos del movimiento
ante la entrega por parte del Estado de concesiones o títulos sobre en el norte del Cauca, una zona que no se encuentra dentro del litoral
tierras, bosques y suelos a empresas capitalistas para su explotación y Pacífico delimitado en la ley 70, sino en un área contigua al área urbana
más grave aún, ante la irrupción de los grupos armados enfrentados en y capitalista de Cali; pero eso más que un problema del movimiento
el conflicto político-militar colombiano. social de la población negra, denota un vacío en la legislación, de la
Las contribuciones presentes en este libro abordan estos diferentes cual no depende necesariamente la vitalidad de un proceso organizativo
temas en mayor o menor medida. Las tres secciones en que se han que ha tenido gran importancia en tanto escenario de movilización
agrupado los artículos tratan de señalar unos ciertos énfasis pero no social de la poblaciones negras en el presente siglo. Rivas se ocupa de
dejan de tener algo de arbitrario, pues cada texto abarca temáticas la organización campesina negra en el Patía y analiza sus particulares
variadas. La primera sección comprende los artículos de Osear Almario, desarrollos que la colocan como la organización de área fluvial más
Eduardo Restrepo y Stefan Khittel, que apuntan especialmente a las dinámica en el Pacífico sur. Subraya el aporte de sectores aliados y la
represen-taciones identitarias de las poblaciones negras, o a los progresiva importancia de la agenda ambiental en la orientación del
contenidos discursivos o ideológicos que las alimentan. Almario, en movimiento y en las relaciones institucionales. Jaramillo, por su parte
su capítulo, explora los orígenes y significados de algunas estudia el desenvolvimiento de la organización en el alto San Juan
autodenominaciones entre los habitantes de las selvas del Pacífico sur como una dinámica colectiva contemporánea antecedida por formas
en Nariño, y a través de este ejercicio señala las avenidas y accidentes cooperativas comunitarias. Este capítulo presenta también las relaciones
por las cuales transitan las identidades de estas gentes hasta llegar a las de la organización étnico territorial con los movimientos políticos
organizaciones étnicas de hoy en día. Restrepo y Khittel, abordan otros negros de agendas más amplias en los centros urbanos aledaños. Por
último, el estudio de Oslender trata sobre la organización étnica en la
aspectos del transcurso de las organizaciones étnicas en tanto
costa caucana, en lo referente al examen de las dimensiones espaciales
construcciones conceptuales contemporáneas sobre las sociedades
del movimiento social y a la forma en que geografías vernáculas son el
negras del Pacífico. Restrepo expone los diferentes niveles del debate
contexto desde el cual se construyen las recientes dinámicas sociales -
en el medio académico, y revela parte de las repercusiones de esas
las cuales también son espaciales- de los movimientos étnicos
conceptualizaciones sobre los movimientos de poblaciones negras, que
tenitoriales.
han llegado incluso a quedar plasmadas en la legislación. Muestra que
un concepto como el de "comunidad negra" no es fijo y predeterminado En la tercera sección se incluyen los artículos de William Villa,
sino que es el resultado de complejos procesos de construcción de Mauticio Pardo y Manuela Alvarez, y Mieke Wouters, que acentúan la
sentido ubicados en situaciones concretas. A su tumo, Khittel estudia importancia de los contextos políticos en los desarrollos de las
la forma en que la organización étnica y la red de actores y aliados que organizaciones que hacen parte del movimiento étnico negro actual.
la acompañan, utilizan las fuentes históricas y narraciones precedentes Villa muestra la historia del movimiento civilista y republicano de parte 11
para avanzar en la generación de argumentos e imaginarios que de las elites negras en el Chocó en el presente siglo y su entronque con
conformaciones específicas del Estado para constrastarla luego con el
sustenten el proceso de la acción colectiva.
INTRODUCCIÓN

movimiento rural contemporáneo y sus ejes discursivos de lo tenitorial


y lo étnico. En el artículo elaborado por Pardo y Alvarez, se discuten
las mutuas influencias entre el desarrollo del proceso organizativo negro
y la particular conformación y transformación de las instituciones
estatales con las que se relacionan. Wouters expone las circunstancias
en las que la ACIA -la organización pionera y de mayor trayectoria en
el Chocó y el Pacífico en general- ha visto su territorio envuelto en las
disputas entre organizaciones políticas armadas rivales ajenas a los
intereses de la población local, con graves consecuencias de violencia,
desplazamiento y muerte en la región, particularmente en el seno de la
membrecía de la asociación. Estas circunstancias tienen nefastos
impactos en las dinámicas de la organización, dificultando agendas

1~
específicas y entrabando el avance organizativo y político.
En resumen, estos capítulos exploran diferentes dimensiones de
los movimientos sociales de algunas poblaciones negras, principalmente
de la región del Pacífico colombiano, mostrando la complejidad de los
enfoques y la necesidad de seguir profundizando en las facetas políticas
de la movilización étnica. Esto implica tornar distancia y posición frente
al debate ideológico y a los esfuerzos de los actores por ganar su lugar
T1m n
en el plano del conflicto por la hegemonía, como en el de los progresos
organizativos y del desenvolvimiento en el concierto de diversos
factores políticos. La importancia en todo este panorama de las
11 1 11
1!1

1nla
111
construcciones de sentido de pertenencia en torno a lo étnico, y la
dialéctica discursiva en torno a tópicos como los del territorio, la 111
historia, la naturaleza, así como la reconfiguración de los lazos políticos
de las localidades y su inscripción en planos regionales, nacionales e
incluso globales, hacen de este conjunto de artículos un material
privilegiado para la reflexión antropológica.

MAURJCIO PARDO
Coordinador Area de Antropología Social
Instituto Colombiano de Antropología e Historia
Noviembre 2000, Bogotá
Tras l11s huellas de los Renacientes.
P11r ellaberint11 de la etnicidad e identidad
de los grupos negros o "afrocolombianos"
del Pacífico sur1
OseAR ALMARIO G. 2
Historiador
Universidad Nacional de Colombia, Sede Medell(n
•••
Formularnos esas tareas y cumplirlas es vital para que nuevamente
podamos proclamar el advenimiento del otro Siglo, y para que en estos
años venideros los renacientes puedan estar aquí, celebrando el Festival
de la Resistencia y de la Dignidad, de la Integración y el Respeto de la
Diversidad, dispuestos a defender su tierra contra los huracanes de la
depredación y el desalojo, contra el capital insensible al rumor marino y
fluvial de las marimbas, contra el nuevo becerro de oro indiferente ante
los relatos y los versos de los pescadores, surgidos de las noches cuajadas
de pdjaros lluviosos en los que transmigraron los dioses delAfrica y de la
América india para que perseveráramos en los encantamientos de la vida.
ALFREDO VANIN RoMERo, Tumaco.
Diciembre 13 de 1991, V Festival del Currnlao.

Introducción
Este ensayo tiene como objetivo, presentar una aproximación
a los posibles significados y el sentido de renacientes, un etnónimo
coloquial utilizado por los grupos negros del Pacífico sur para

1
Mi reconocimiento al antropólogo Mauricio Pardo, director del proyecto, a Peter
Wade y William Villa del comité académico y a todos los miembros del equipo de
investigación, por las sesiones de trab<Uo en las que discutimos experiencias, enfoques
y contrastamos material bibliográfico diverso. El antropólogo Eduardo Rcstrepo,
con su proverbial generosidad personal e intelectual, compartió conmigo ideas,
inquietudes y entusiasmos. Quiero expresm· mi gratitud a varias entidades y personas
que, en Tumaco, me ayudaron de distintas maneras: al escritor y etnógrafo Alfredo
Vanín, que me regaló con varias e inteligentes conversaciones acerca de esta región y
sus gentes; a la Escuela de Liderazgo del Pacít1co y a su gestor, Pedro Fenín, por su
colaboración permanente y por su amistad; a los dirigentes étnicos María Angula,
Jesús María Vallecilla, Florencia Paz y Porfirio Becerra y demás miembros de este
proceso que me ayudaron con sus comentarios, entrevistas y aportes.
2
Historiador, Magíster en Historia Andina, candidato a doctorado por el Departamento
de Antropología Social, Universidad de Sevilla, España. Miembro de la Red
Iberoamericana de Estudios Interculturales y Relaciones Interétnicas y del Comité
Asesor de ASOCOETNAR, que agrupa a los consejos comunitarios y organizaciones
étnico territoriales de comunidades negras de las zonas norte y centro de Nariño.
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNJCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES
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denominarse a sí mismos. La sospecha que nos motivó a empren- Lo que contrasta con el total olvido o muy fragmentario re-
der esta tarea su trasfondo histórico antropológico y potencialidad cuerdo de ese pasado, que es lo que predomina ampliamente en la
política en el,camino de la etnicidad de estos gruros, se ha confir- tradición oral y la memoria colectiva de dichos grupos, como lo
mado a grandes rasgos. No hay duda sobre su 1rnportan~1a p"!a constata su propia observación etnográfica inicial y confirma la de
comprender mejor las dinámicas actuales del proceso socJal y et- los estudios más recientes (Restrepo, 1996a, 1997; Ahnario, 1999,
nico de los gmpos negros de esta parte del litoral Pacífico. La 2000).
exploración nos condujo también a interrogamos por las caracte- Una opinión surgida del activismo étnico de Carlos Rosero,
rísticas de la memoria colectiva y su proceso de formación que, al volvió sobre el tema: "El concepto de renacientes no aclara el
parecer, se relacionan con dos fenómenos significativos. Por ~~a ancestro africano porque lo supone". Su conclusión después de
parte, con retenciones y olvidos de aspectos del pasad~, cuya log¡- reflexionar sobre lo que le dijo un joven participante del proceso:
ca de voces y silencios tomamos como registros 1gualm~nte "Que corno renacientes los negros habían tenido muchos fracasos
dicientes. Por otra, con una cierta diferenciación con referencia a o desvíos". Carlos le preguntó, entonces: "Cómo cuáles?" Y el
las distintas experiencias en la apropia&ión del territorio por estos
joven le contestó: "Como la esclavitud, la esclavitud fue un fraca-
colectivos, que condujeron a la formación de unos "circuitos" de
so, un desvío para nosotros". La idea de la existencia de un
la memoria. Igualmente, nos cuestionamos por la vigencia de unas
continuum entre los grupos étnicos africanos y los que se forma-
clasificaciones étnicas muy particulares y significativas para las
ron en el territorio de la actual Colombia quedó, pues, flotando en
relaciones étnicas e interétnicas y las cuales constituyen todo un
el ambiente. 3
mosaico de denominaciones de unos hacia otros y hacia sí mis-
mos, que funciona cotidiana y efectivamente. En la tarea que se propone este artículo de ir tras sus huellas,
Fue la antropóloga Nina S. de Friedemann la primera en regis- renacientes ha sido el "hilo de Ariadua" para penetrar en el labe-
trar su existencia y las formas de descendencia y parentesco a las rinto de su identidad.
cuales los adscribió: 1. Consideraciones metodológicas
Somos ramas de troncos de árboles que crecen sobre las núnas de Antes de avanzar en las siguientes páginas de este ensayo, es
los ríos. Cada mina tiene un árbol y cada árbol se arraiga en una imprescindible dejar en claro unos mínimos criterios conceptuales
mina. Los troncos de cada árbol son hermanos y hermanos fueron que nos han servido de guías en su desarrollo. Inscribirnos la pers-
los fundadores de las descendencias de nuestras minas. Nosotros pectiva de este ensayo dentro de los estudios de la etnicidad y,
somos las ramas, somos los descendientes. Somos los renacientes
específicamente, en la vertiente política de la identidad. Para el efecto,
(1974a: 11).
hemos utilizado con cierta libertad parte del enfoque propuesto y
Lo anterior se sonsigna justamente, cuando en la autora se pro- desarrollado por el antropólogo andaluz Isidoro Moreno Navarro y
dujo un desplazamiento conceptual, desde las posiciones su equipo de investigación en la Universidad de Sevilla, España4
afroameriwnistas de primera generación, por así decirlo, centra- Seguidamente, contrastarnos estos conceptos con el enfoque básico
das en el grado de integración (1969, 1966-69), hacia nn enfoque del proyecto ICAN-Colciencias (Pardo, 1997, 1998) y con las evi-
cuyo eje es la adaptación (1974a, 1974b), de acuerdo con el ba- dencias halladas durante el desarrollo de nuestra parte en él.
lance de Restrepo (1996-1997: 250-251). Tiempo después,
indicando el nuevo cambio de paradigma que se había operado en Moreno y su equipo han formulado un modelo complejo para
su trayecto intelectual, en el sentido afro genético, la investigadora comprender y explicar el intrincado fenómeno de la identidad en
remitió el concepto de renacientes de estos gmpos negros hasta su los individuos y los colectivos humanos, que parte de la premisa
ancestralidad africana: de que son varios los principios que la estructuran y no uno sólo
Habían vivido en esas tierras más de cien años. Eran los renacientes 3
Comunicación personal con Carlos Rasero, dirigente del proceso nacional de 17
16 de los antiguos negros traídos del África para extraer el oro que se comunidades negras. Tumaco, noviembre 29 de 1999.
llevarían los españoles. Y ahora se decía que eran colonos en tierras 4
Para un panorama de la obra de l. Moreno, véase el anexo bibliográfico en uno de sus
baldías (Friedemann y Arocha, 1986: 288). libros (1993:147-150).
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLO.MBIANO
ooooooQioooeoo

(el grupo étnico, la clase o el género), como sostienen la mayoría Sin embargo, para que se produzca el paso desde un sentimien-
de los enfoques. En esa ctirecci6n, el modelo propuesto identifica to de pertenencia a una colectividad a la conciencia de etnicidad,
tres principios fundamentales estructurantes de la identidad - la las condiciones no resultan espontáneamente o como simple pro-
identidad étnica, la identidad de género y la identidad de clase y yección de los contenidos de los elementos culturales
profesional- que a través de sus distintos sistemas de valores y diferenciadores, sino del acto o de los actos por los cuales ellos
lealtades (cultura étnica, cultura de género y cultura del trabajo), son elevados a nivel de percepción consciente de la distinción, al
al interactuar, conforman lo que denomina matriz cultural: Hun ser valorados positivamente por el grupo y al ser cargados de sen-
sistema no armónico, con contradicciones y desajustes, que fun- tido, sean estos reales en sí mismos o asignados, "convirtiéndolos
ciona en cada individuo humano como base de sus percepciones, en símbolos que actúan como instrumentos estratégicos para el
su interpretación de las experiencias y sus comportamientos; en logro de sus objetivos" (Moreno, 1993: 20).
definitiva, como matriz de su identidad" (Moreno, 1991: 603). 5 Si admitimos que las etnicidades en América Latina quedaron
He aquí una propuesta interesante de este investigador respec- doblemente enmarcadas, por una parte, debido a la experiencia
to de la etnicidad como expresión de identidad, en la medida que dramática del contacto con los ibéricos y su dominación y, por
se reconoce su naturaleza histórica: otra, por la experiencia del Estado-Nación, como expresión politica
Para delimitar conceptos, comenzaré diciendo, en una primera de la expansión capitalista, sin olvidar sns respectivos cortejos de
aproximación, que existe etnicidad cuando un colectivo humano, explotación, discriminación y negación; se impone ahora también
por haber cristalizado como grupo étnico en el transcurso de un una cierta clarificación conceptual que rescate la presencia e
proceso histórico en el que sus miembros han participado de una historicidad de la etnicidad en condiciones de dominación y
experiencia colectiva básicamente común, posee una serie de ele- hegemonía, que le restituya el protagonismo hasta ahora negado o
mentos culturales específicos que actúan como marcadores de su desconocido, así como su potencialidad política para que los grupos
diferenciación objetiva respecto a otros grupos, es decir, como étnicos puedan ser artífices de su propio destino presente y futuro.
marcadores de su específica identidad (Moreno, 1993:19).
La antropología y la historia están ahora en mejores condicio-
Igualmente, considerarnos pertinentes sus opiniones acerca de nes para asumir esta perspectiva y potenciar nna colaboración más
la necesidad de diferenciar en el análisis dos dinámicas distintas, estrecha entre ambas. Efectivamente, la aparición del enfoque
la de la etnicidad y la de la conciencia de la misma: barthiano (Barth, 1976), obligó a desplazar la mirada de las carac-
La etnicidad es un hecho objetivo del que pueden tener o no con- terísticas culturales internas de los grupos étnicos, hacia sus límites
ciencia los sujetos concretos que participan de ella. Por el hecho de y la reproducción de los mismos que definen al grupo y, en conse-
existir una etnicidad determinada, lo que se refleja en una serie de cuencia, a preguntarse por lo situacional y relacional, con lo cual
especificidades y diferencias, principalmente culturales, respecto el enfoque interétnico se entronizó en la etnografía contemporá-
de otros grupos, no debemos esperar que exista necesariamente nea, así como de una perspectiva histórica en los estudios de la
autoconciencia de etnicidad por parte de los miembros del grupo.
En ciertos casos, como ha ocunido en Andalucía, no ha habido tal
etnicidad. Como apunta un lúcido trabajo:
autoconciencia durante mucho tiempo, sino, a lo más, un senti- La corriente iniciada por F. Barth de dar prioridad al estudio de la
miento más o menos difuso o implícito de pertenecer a una cierta y frontera étnica por encima de las características internas del grupo,
muy poco definida colectividad. Y ello, por la existencia de una abre nuevas posibilidades para estudiar la etnicidad desde una pers-
serie de interferencias y/o alienaciones que han bloqueado o defor- pectiva histórica. John A. Armstrong (1982) observa que las
mado la percepción de la etnicidad a sus propios miembros (Moreno, fronteras étnicas son señalizadas por ciertos elementos culturales
1993: 19). que actóan de centinelas simbólicos (symbolic border guards). Estos
símbolos son transmitidos de generación en generación de modo
5 El autor aclara en nota a pie de página que: "Este concepto de matriz cultural está que la comunicación etnosimbólica se caracteriza por su dimen-
cercano, aunque no es equivalente, al concepto de habitus formulado por Pierre sión histórica profunda. Hoy día se acepta generalmente que la 19
Bordieu, el cual tiene como principal problema que no establece con claridad cuales
son los principios básicos sobre los que se construye ni cual es la articulación entre etnogénesis, definida como el proceso que a lo largo del tiempo
estos" (Moreno, 1991: 603). "produce, reproduce y modifica una etnia" (Jenkins, 1986: 184),
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
o o • • • • e • " • • • •

es siempre un proceso lento para el q?e no cabe ~a _teoría de~ big nacionalista se desarrollará en la medida en que una clase social, o
bang (Horowitz, 1985: 70). El estudw ?e la et?.1c1dad reqm~r~, bloque de clases y/o sectores sociales, se constituya en motor del
pues, la adopción de una perspectiva histonca de larga duracwn , movimiento y plantee un proyecto político de autogobierno, que
de acuerdo con el método historiográfico de la escuela francesa de será presentado corno objetivo nacional. Aunque también es posi-
los Annales. En su obra, Nations befare Nationalism, Armstrong ble que se planteen varios proyectos políticos nacionalistas de
pretende adoptando tal perspectiva, sintetizar y esquematizar las distinto carácter de clase, sobre todo si el movimiento nacionalista
complej~s pautas históricas de la identificación étnica en su persis- es amplio y está consolidado (Moreno, 1991: 612).
tencia más bien que en su génesis (1982: 4). (StaJlaert, 1998: 15).
2. Hacia una hipótesis de trabajo sobu•e la elnicidad de los grupos
Por su parte, desde la historia y el pensamiento social, los .nue-
negros
vos enfoques se orientan en la dirección de superar el p~ad1gma
nacionalista y la necesaria construcción de otro que perm1ta mte- Con base en las anteriores consideraciones metodológicas y su
contrastación con la documentación consultada, estamos en con-
grar el conflicto, la tensión, la diversidad y la alteridad, e.s decir, el
diciones de arriesgar una hipótesis de trabajo sobre el tema.
conjunto de los sujetos históricos, dominantes y subordin~d?s, al
análisis del Estado Nacional. Esto es, una hlstona objel!va e Para finales el siglo XVIII ya había una clara distinción entre
inclusiva (Appleby, Hunt y Jacob, 1998), cuyos avatares Y desa- las siguientes categorías etnosociales en la provincia de Barba-
rrollos no vamos a detallar, por obvias razones.' coas y sus anexos, pertenecientes a la antigua Gobernación de
Popayán: "esclavos" (adscritos a reales de minas), "negros escla-
De nuevo, la perspectiva de I. Moreno en un esfuerzo concep- vos fugitivos" (a partir de la experiencia del Palenque de El Castigo,
tual para superar el paradigma nacionalista en el tema de la en el valle del Patía, fundamentalmente) y "negros y mulatos li-
identidad, resulta fundamental: bres" (población creciente de esclavos que habían alcanzado su
En el caso del Estado Español, varias etnicidades territoriales po- libertad por compra de la misma), "pueblos de indios" y "nacio-
seen una indudable profundidad histórica, por lo que la etnicidad nes" que designaban a los indigenas, sometidos o semisometidos.
suele asimilarse a la identidad nacional. Pero, para despeJar peh- Es importante subrayar la categoría de "libres" para referirse a
grosas confusiones, conviene ~~lizar la distinci~~· prop~~gnada por negros y mulatos, porque su acepción corriente para la época en la
Joan F. Mira (1984), entre nacwn cultural y nacwn palmea. Ex1ste América española y en el Virreinato de la Nueva Granada, es que
la primera cuando además de etnicidad e.xiste continuidad h~stórica "libre" quería decir "mestizo" (Morner, 1969, Jaramillo, 1989).
en la percepción del territorio corno propiO, por tanto como smgular Pero en el caso del Pacífico sur, los "libres" son negros y mulatos,
-con lo que el territorio no es ya un hecho fundamentalmente geo-
lo que apunta a una realidad sociodemográfica: para finales del
gráfico, de espacio, sino histórico.. y .sim~ólico-. Si, a~em~s, la
siglo XVIII los negros (esclavos y libres) predominaban amplia-
globalidad o un sector del grupo. e~mco ttene ~utoconCienct~ ~e
etnicidad y afirma el derecho a dectdrr sobre sus n:tereses econorm- mente sobre los otros grupos étnicos.
cos, políticos y culturales, estamos ante una etma que es no sólo Al parecer, de todos los elementos de la dominación, fue el
nación cultural sino también nación política, se halle o no estructurada sistema social de castas el que actnó como matriz de la misma, en
en forma de estado y posea o no ámbitos de autogobiemo más o el sentido desarrollado por J. Seminski (1983: 15-45), con referen-
menos amplios. En este caso, la etnia afinnará su carácter de na- cia al caso andino. En efecto, durante el siglo XVIII en la América
ción y existirán movimientos políticos, sociales y culturales de española se vivió una autentica "manía clasificatoria" que condu-
carácter etnonacionalista, que cuestionaran la pretensión del Esta- jo a un léxico abigarrado de las clasificaciones etnosociales, en las
do de presentarse como una única nación, negando. el c~ácte;. de que intervenían cuatro tipos de jerarquías superpuestas: la
tal a los pueblos-naciones en él integrados. La conc1enc1a pohtica estnmental, la de castas, la cultural y la jerarquía de clases y estra-
tos socio-económicos. Pero fue la jerarquía de castas quien ofició
6 En América Latina en particular, desde el trabajo de Anderson (1983, 1993),, la de matriz estructurante en estas complejas relaciones sociales y
20 discusión adquirió nuevos matices, como se puede seguir, entre otros, en los estudt?s simbólicas (Rivera y Barrios, 1992: 66). 21
de Guerra (1988, 1992, 1993), Demelas (1992), Barragán (1999), Rivera YBarragan
(1997). Para el caso colombiano la bibliografía empieza a ser abundante, pero dos Por otra parte, el acto de identificar, definir y clasificar para
trabajos de Colmenares marcaron un hito (1985, 1989). diferenciar y discriminar, como una necesidad de los poderes do-
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES
..............
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

minantes, "es paralela a la necesidad de los individuos y los gru- a) Una primera fase, que se puede caracterizar como "ascen-
pos de poseer una identidad referencial-también construida sobre dente", entre finales del siglo XVIII y la mitad del siglo XIX,
elementos objetivos y/o subjetivos, lo que complejiza el tema" (Mo- cuando la crisis de la dominación colonial dio paso a la formación
reno, 1991: 602). En consecuencia, para el caso que nos ocupa, del nuevo modelo político republicano y durante la cual los blo-
con la crisis de la dominación española y formación temprana del queos e interferencias de los sectores dominantes sobre la etnicidad
Estado republicano, el sistema social de castas continuó actuando de negros, indígenas y blancos pobres, también entraron en crisis,
como un centro de referencia fundamental en la construcción de permitiendo la expresión de su alteridad en forma más expedita.
las identidades. b) Una segunda fase de "meseta", entre mediados el siglo XIX
Así parece confirmarlo la persistencia de estas clasificaciones y las primeras décadas del siglo XX, durante la cual se estableció
hasta el presente. Porque "libres" es la expresión con la que los un equilibrio de fuerzas entre los logros de las identidades étnicas
indígenas se refieren a los negros. Éstos, por su parte, denominan y el nacionalismo de Estado, cada vez más radicalizado, a raíz de
a los indígenas como "naturales", "cholos", "compae" o "compae la aprobación de la Constitución Política autoritaria y centralista
cholo". "Culimochos" es el término con el cual los negros desig- de 1886. En esta fase, la cultura negra en particular hizo el tránsito
nan a los mestizos-blancos raizales que habitan en los frentes de de su etnicidad para constituirse como nación cultural, en la medi-
playa y éstos, a su vez, se consideran como "blancos", descen- da que se puede constatar la continuidad histórica en la percepción
dientes de españoles y hasta de vikingos. Los grupos negros se del territorio como propio.
autoidentifican como renacientes y los indígenas eperaras e) Una tercera fase de decaimiento, entre los años 1930 y 1970,
siaapidaras, se definen como los descendientes de los "verdaderos en que las expresiones de la nación cultural negra perdieron fuerza
ancestros". Aliado de estas denominaciones de los otros o de sí relativamente, ante los avances integracionistas del Estado Nacional.
mismos que, sólo con fines descriptivos, podemos llamar "mayo- d) Por último, una nueva fase de ascenso, que empieza hacia la
res", en la región existen otras denominaciones "menores". década de 1970 y se consolida en el marco de la aprobación de la
Nuestra hipótesis de trabajo a ese respecto propone que, mien- Constitución Política de 1991, que consagra los principios que defi-
tras en el territorio de la futura Colombia se producía el proceso de nen a la nación colombiana como multiétnica y pluricultural, legiti-
"mestizaje" probablemente más amplio e integral de la América ma la presencia histórica de las "comunidades afrocolombianas" y
española (Melo, 1992: 25), en una región suya, el Pacífico sur, las reconoce sus derechos a la propiedad colectiva de los territorios
fronteras socioraciales permanecieron prácticamente inalteradas, ribereños que han venido ocupando ancestralmente en el Pacífico
no sólo en el orden simbólico sino en el geográfico y demográfico. (Art. Transitorio 55, Ley 70 de 1993 y su reglamentación y desarro-
Además, tanto las identidades étnicas como el proyecto republica- llos posteriores). En esta fase está planteada la posibilidad de que la
no debieron partir de esta herencia cultural en sus respectivos nación cultural transite hacia la nación política, en cuyo desarrollo
trayectos. Con el tiempo, el proceso de etnogénesis de las prime- será fundamental el papel del movimiento étnico y social.
ras, de los grupos negros e indígenas, las configurarían como A lo largo del tiempo, pues, se definió el conjunto de los rasgos
"naciones culturales" y, en forma paralela, se desarrollaría tam- identificadores de la etnicidad negra que, con base en sus fuertes
bién el nacionalismo de Estado. referentes hacia el territorio, se puede resumir en tres componen-
tes sustanciales: cosmovisión (visión del mundo y de la vida),
3. Fases de la etnicidad e identidad de los grupos negros religiosidad y reciprocidad, que definimos como la tríada identitaria
La adopción de una perspectiva de "larga duración" para el de la etnicidad negra.
estudio de la etnicidad, recomienda contar con una periodización,
así sea sólo con fines provisionales. 7
11. La abolición de la esclavitud y la etnicidad negra: de esclavos
22 negros a renacientefff 23
7
Para una periodización global sobre el proceso de la identidad y la etnicidad en A mediados del siglo XIX, los liberales radicales acentuaron
Colombia, véase Wade, 1996a. algunas medidas que consideraban que conducirían al país por la
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBTANO
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senda del progreso y la civilización. Dos de estas políticas estata- del 10% respecto del total de la población de la provincia,
les resultan especialmente interesantes para nuestro propósito: la mayoritariamente conformada por gentes negras descendientes de
abolición de la esclavitud (Ley de 1851) y el reconocimiento del antiguos esclavizados o que tenían la condición de tales en ese
territorio nacional (Comisión Corográfica, dirigida por el Coronel momento (Gaceta Oficial, Bogotá, miércoles 4 de febrero de 1852,
de Ingenieros Agustín Codazzi) y la preocupación por el hecho No. 1.3ll, Pág. 74).
geográfico en general. En relación con las políticas mencionadas, Estas dinámicas paralelas pero diferentes, entre lo proyectado
la contrastación de las dos dinámicas, la de la etnicidad y la del por el Estado Central y la etnicidad negra en busca de su plenitud,
nacionalismo de Estado, ofrece un cuadro caracterizado por la ra- posiblemente expliquen por qué la memoria colectiva de los gru-
dical divergencia en sus respectivos sentidos. pos negros del Pacífico sur no retuvo ningún recuerdo, relato o
Entre la Ley del21 de julio de 1821 aprobada por el Congreso leyenda conocidos, acerca de la abolición de la esclavitud. Es como
de Cúcuta, que decretó la libertad de vientres y la Ley del 21 de si la parafernalia del Estado a ese respecto y el ritualismo que se
mayo de 1851, sancionada por el presidente José Hilario López, trató de establecer en todo el tenitorio nacional -juntas de manu-
que decretó la absoluta libertad de los esclavos, a partir del 1o de misión, recursos para el efecto, lectura pública de bandos de libertad
enero de 1852, se impuso en líneas generales el rumbo fijado por y entrega de las cartas de ciudadanía, ambientadas por celebracio-
los sectores dominantes en esta materia, esto es, el desmonte gra- nes oficiales y religiosas y marchas hacia el "Templo de la Libertad"
dual de la esclavitud. En el trayecto hubo, por supuesto, marchas y (Rniz, 1998)- no hubieran ejercido ninguna influencia en sus con-
contramarchas (cuyos detalles omitimos) y se presentó la guerra ciencias. Tampoco hemos encontrado testimonios, crónicas u otros
civil del 51, desatada sobre todo por los grandes esclavistas materiales notables que aludan a vivencias y testimonios de los
caucanos contrarios a la abolición, cuyos efectos consideraban últimos manumitidos. Mas allá de esquemas y periodizaciones
nefastos para sus intereses, que estaban fincados en sus haciendas convencionales entronizadas por la historia oficial y avaladas aún
de los valles interandinos del Canea y el Patía y minas de oro loca- por los nuevos historiadores, lo cierto es que los grupos negros no
lizadas en los distritos mineros del Pacífico, que dependían por hicieron lugar en su memoria para la abolición oficial de la escla-
completo de la mano de obra esclava. vitud en 1851-52. Posiblemente, como cree un avezado estudioso
Ahora bien, contrariando tanto el desmonte gradual de la es- de la región, porque: "No tenian porqué recordar lo que ya no existía
clavitud como su eventual prolongación y no obstante estar inscritos (la esclavitud) y lo que, por tanto, no se dio (la manumisión)".'
en unas relaciones de poder y sociales muy adversas, los grupos Cabe peguntarnos, entonces: ¿Existe algún puente entre estos
negros del Pacífico sur lograron sostener el ritroo relativamente distintos momentos de la memoria colectiva y de la conciencia
rápido hacia la libertad que traían desde finales del dominio colo- étnica? En otras palabras, qué tan absolutamente contemporáneo
nial. En efecto, ellos continuaron erosionando el sistema con la es el nivel de conciencia que se expresa detrás del etuónimo de
automanumisión ya conocida, que reforzaron con estrategias acor- renacientes. Sólo pistas se pueden ofrecer por abara en torno a
des con el contexto republicano para alcanzar la libertad, tales como estos interrogantes. La Ley del 21 de julio de 1821 del Congreso
su participación en los ejércitos republicanos, el uso de las dispo- de Cúcuta, entre otras disposiciones, por el artículo 12 dispuso
siciones de las juntas de manumisión, las solicitudes de cambio de que "en los días 25 a 27 de diciembre de cada año se reuniesen las
amos, entre otras. Esto se puede constatar con una lectura crítica juntas de manumisión por ella decretadas para atender en cada
de las fuentes demográficas de la época. En efecto, el censo gene- Cantón al cumplimiento del objeto principal, según el monto de
ral de la población de la República de la Nueva Granada, levantado las rentas recaudadas" (Ulloa, 1915:5). Es muy posible que sin
entre febrero y marzo de 1851, arrojó que en la provincia de Bar- proponérselo, en un contexto de negaciones y silencios de estas
bacoas (conformada por los cantones de Barbacoas, Iscuandé, identidades colectivas como el que se ha descrito, esta disposición
24 Micay y Tumaco ), el total de la población era de 26.519 habitan- estatal haya propiciado un vinculo más directo entre los sentimien- 25
tes, de los cuales 2.520 (1.183 hombres y 1.337 mujeres), eran
esclavos a manumitir en 1852. Esta última cifra representa menos 8
Comunicación personal con Alfredo Vanín, Tumaco, diciembre 8 de 1999.
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES ACCIÓN COLECTIVA Y ETNJCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
o • • • • • @ o • • • • •

tos colectivos de estos grupos y su limitada conciencia de etnicidad. construir una definición propia y es casi seguro que no la hubo,
Sobre todo, porque al hacerse efectivos los actos de manumisión como lo confirmaría su ausencia en la documentación consultada
en la época de las fiestas de Navidad, mediante la religiosidad hasta ahora. En cambio, lo que sí debió aumentar en forma cre-
popular, seguramente pudieron resignificarlos para sí, rescatándo- ciente fue el sentimiento de pertenencia a algo que iba más allá de
los de la discursividad republicana para fortalecer su propia las sociedades locales, el sentido de la distinción y de la diferen-
identidad. Sobra recordar lo significativas que son para la cultura cia. La religiosidad popular debió ser el instrumento o medio
regional del Pacífico sur las festividades de fin de año y el naci- fundamental para dotar a estos grupos negros de un sentido de
miento de Jesús de Nazaret. Esta es la época de las canciones de identidad más amplio que el de río, de lugar y de familias funda-
cuna, canciones de arrullo que, de su "universalidad" en la cultura doras. En este contexto, año tras año, los ciclos de la vida cotidiana
hispánica, se trocaron en la cultura negra en ocasión de reafirmar -la formación de familia (la nuclear y la extendida), los nacimien-
y renovar los lazos colectivos y la esperanza. Momentos en los tos y la muerte-, eran ritualizados con las celebraciones religiosas
que el "nosotros" étnico adquiría una especial expresividad senti- como las fiestas patronales, las de Navidad y la Semana Santa, con
mental y teatral, a través de cantos, representaciones, velorios y la finalidad de reafirmar la etnicidad y la identidad. La difusa
festividades.' Estas prácticas, aprendidas durante la evangeliza- ancestralidad africana debió ser ritualizada también, perviviendo
ción colonial, alcanzaron con la etnicidad negra otros significados en distintos saberes y prácticas cada vez más selectivas, pero so-
que iban más allá de una simple reproducción pasiva de dicho mis- bre todo en la música y los cantos, esos sí colectivamente
terio para el cristianismo y adquirieron enorme fuerza con la compartidos, en los cuales la emblemática marimba y sus
religiosidad popular, teniendo en cuenta la virtual ausencia de Igle- evocadores tonos, oficiaba de resonancia de la memoria. En estas
sia en la costa durante prácticamente todo el siglo XIX. condiciones, ya que no podían definirse como "descendientes de
Así creemos constatarlo con algunas de las primeras pesquisas africanos", por el temor de ser excluidos, por lo menos pudieron
sentirse como renacientes de sí mismos, reproduciendo a escala
sobre el particular, en las cuales nos hemos encontrado con el he-
humana, el ciclo sobrenatural de nacimiento, muerte y resurrec-
cho de que para el horizonte cultural hispánico, la expresión
ción de Jesucristo. Aunque para ser plenamente conscientes de su
"nacimiento" se encuentra directamente asociada a la de "nación"
verdadero significado tuvieran que esperar otras etapas de su tra-
(muy diferente de lo que significan hoy para nosotros) y que, se-
yecto étnico.
gún el Diccionario de Lengua Castellana compuesto por la Real
Academia Española, de 1791, significan exactamente lo mismo: 5. Geografía de Estado y territorios étnicos
"El acto de nacer" (p. 584). En esta misma línea etimológica se Según los geógrafos decimonónicos, determinadas clasifica-
encuentran los significados de las palabras "nacer', ''renacer" y ciones raciales se correspondían con unas formas de vida social y
"renacido, da" (p. 723), lo que sugiere que renacientes pueda ser unos espacios geográficos diferenciados de poblamiento, que con-
un arcaísmo lingüístico. figuran una suerte de "topografía racial" en esta parte del Pacífico,
Por otra parte, el discurso político republicano y particularmente en el sentido que Wade (1997b) le ha dado a este concepto en sus
el geográfico, identificaron y definieron a los grupos negros como investigaciones y que retoma de Taussig (1987).
"raza africana" o como "descendientes" de ella, con el fin de ex- Al respecto, Santiago Pérez, otro de los miembros de la Comi-
cluirlos del proyecto nacional o, como rrúnimo, condicionarlos. 10 sión Corográfica que en 1853 recorrió la Provincia de Barbacoas,
La limitada conciencia de su etnicidad por parte de estos grupos, dice que:
cómo consecuencia de los obstáculos que para la misma represen-
Basta fijar la vista en el mapa de este prolongado territorio, para
taba el discurso hegemónico, se expresa en las dificultades para reconocerlo dividido en tres zonas tendidas de sur a norte, en el
sentido de su longitud, zonas notablemente marcadas con caracte-
26 9 El estudio de estas relaciones entre cultura negra y religiosidad, configura la línea de
res inequívocos. Forma la primera, o la de la parte del este, la gran 27
trabajo más notable del sacerdote carmelita José :Miguel Garrido (1981, 1984).
10 V éanse los informes de Codazzi sobre las provincias del Chocó y Barbacoas ([1853], cordillera cubierta de una vegetación poderosa: de ésta se despren-
1959: 323-330; 330-348). den largos y multiplicados ramales. Al pie de la serranía, y por
AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES

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entre sus valles, cone la segunda zona por tenenos llanos, por don- de acuerdo con la experiencia colectiva y los sustratos étnicos y
de van las veredas frecuentadas, y en los que se encuentran las culturales compartidos por los distintos grupos; mientras que el
chozas o barbacoas de sus habitadores. Grandes ciénagas y segundo concebía el territorio corno una expresión del modelo
anegadizos en toda la orilla del mar, que hacen imposible a exis- político de Estado Nacional, según el cual, lo fundamental era su
tencia en sus inmediaciones, forman la tercera faja (Pérez, [1853], control y soberanía. Por eso la necesidad de conocerlo, medirlo,
septiembre 1917:1-2). renombrarlo y reapropiarlo, para el Estado y los propietarios. 12 En
La provincia estaba, pues, "habitada por pocos blancos, por este contexto es que debe situarse el conflicto secular por tierras
algunos restos de las razas indígenas y por gran número, relativa- en el Pacífico, es decir, entre los llamados "baldíos nacionales"
mente a las otras castas, de negros recién liberados"[ ... ] (Pérez, (propiedad de la nación) y su apropiación por pobladores negros, D
[1853], agosto 1917:168) y en sus Apuntamientos de Viaje, coinci- cuya verdadera dimensión no aparece en los registros históricos
dió con Codazzi, acerca de la relación qne existía entre oficiales y no oficiales, en virtud de la precariedad de la presencia
diferenciación étnica y ocupación de las tres zonas geográficas del Estado, la ausencia de migraciones de colonos del interior
descritas. De acuerdo con ello, los indígenas, alejados de contac- andino del país, la adaptación selectiva de los grupos étnicos re-
tos permanentes, se ubican en las cabeceras de los ríos, los negros gionales a estos entornos y su expresión no violenta.
en las riberas de sus cursos medios y los "blancos" en las "playas" Desde el horizonte liberal, el "proceso de ciudadanización"
frente al mar. implicaba imponer el jus solí (la comunidad territorial basada en
Según Alfredo Vanín 11 , las retenciones y olvidos en la memo- el derecho de tierra), que se corresponde con el Estado Nacional
ria colectiva de las gentes negras del Pacífico sur, se relacionan moderno, sobre el jus sanguinis (la comunidad de parentesco ba-
con estos espacios y experiencias diversas. De tal manera que exis- sada en el derecho de sangre), que se corresponde con sociedades
tirían unos "circuitos" que están presentes en su memoria y que tradicionales, con una situación de pre-Estado Nacional (Rivera y
tienen que ver con la organización y representación del espacio: Barrios, 1992: 75).
Reales de Minas que se relacionan con "esclavos" y "libres", don- Se pude entender, entonces, que lo observado por S. Pérez, fuera
de la memoria del pasado esclavizado es más fuerte; los lugares una dicotomia de tierras habitadas y territorios "baldíos":
donde se desplegó inicialmente el poblamiento disperso y ribere- Pr~lóngase esta provincia de norte a sur por 59 leguas granadinas,
ño, y que se combinó después con el modelo de poblamiento temendo una anchura de este a oeste de 27, con un contorno de
concentrado, donde tuvieron lugar tanto la identidad étnica corno 198, y comprende un territorio de 1.087 leguas cuadradas, de las
el parcial rnestizaje/rnulataje y la movilidad social posibles, donde que se hallan 630 baldías; de modo que los 26.519 habitantes que
tienden a difuminarse aspectos importantes del pasado; los frentes tiene, según el último censo, ocupan las 457 restantes, en una pro-
de playa, donde viven las gentes de las "mareas", en las cuales la porción casi de 58 individuos por cada legua cuadrada (Pérez,
influencia de las relaciones sociales esclavistas o la memoria de su [1853], agosto 1917:168).
pasado no son tan marcadas. Según esta hegemonía discursiva decimonónica, las tierras "bal-
Por otra parte, sabernos que los miembros de la Comisión esta- días" lo eran en tanto no existía en ellas una población
ban seriamente preocupados por el desequilibrio que se observaba permanentemente establecida. Pero, precisamente, el caso del
en toda la República, con algunas excepciones, entre territorio y poblamiento en el Pacífico representó un modelo distinto al que se
población, de acuerdo con los paradigmas de la geografía de la impuso en el interior andino del país. Este último dependió prime-
época. Este es otro aspecto en el que podernos constatar las diver- ro de pautas de cuño lúspánicas, trocadas por francesas durante la
gencias sustanciales que se presentaron entre estos imaginarios
contrastados, de las etnicidades y el nacionalismo de Estado. Las
28 primeras venían ocupando y significando el territorio de hecho y
12
Para un análisis pertinente y reciente de la Comisión Corográfica, véase Sánchez 29
(1998) y para un acercamiento al modelo de manejo territorial en la República, Morelli
(1991).
13
Se puede consultar Botero (1994) y Valdivia (1993).
11 Comunicación personal con Alfredo Vanín. Tumaco, julio 2 de 1999.
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLO:MBIANO
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República, que suponían unas condiciones claras y precisas en la Salahonda, entre otros, el cambio en las antiguas jerarquías urba-
propiedad, posesión, donúnio y uso de la tierra; en los ordenes nas coloniales y de la República temprana que privilegiaron a
jurídicos, de explotación, delinútación y sucesión de los derechos. Barbacoas e Iscuandé sobre Tumaco y que este último, la más pre-
También aquí, como en el modelo de mestizaje que negaba los caria y marginal de estas tres "ciudades" costeñas, se erigiera en la
grupos étnicos, la posibilidad de diversidad fue negada y se pre- práctica en el nuevo centro comercial, político, adnúnistrativo y
tendió extender a las tierras del Pacífico y sus gentes dicho modelo eclesiástico del Pacífico (Almario y Castillo, 1996). Estas políti-
de aplicación imposible a sus condiciones y tradiciones. Porque lo cas mantuvieron su tono y orientación hasta las décadas del veinte
cierto es que sobre esos llamados "baldíos" los grupos étnicos ejer- y treinta del siglo XX, aproximadamente.
cieron un dominio permanente, mediante los aprovechamientos El proyecto moderrtizante e integracionista fue en parte com-
cíclicos que impone el medio; esos laberintos de tierras firmes y plementado y en parte matizado, por una tendencia de identidad
anegadizas fueron surcados por rutas y canúnos formales e infor- regional, que Merizalde (1921) y Yacup (1934) expresan intelec-
males, por los cuales fluyeron los circuitos de la reciprocidad, la tualmente, en sus respectivas versiones, clerical y civilista. De todas
redistribución e incluso la distribución de los recursos hallados e, formas, este incipiente regionalismo no derivó hacia una vertiente
igualmente, realizaron una apropiación simbólica (nútos, cuentos, étnica e identitaria.
leyendas, tradición oral). Se rompió así, en los hechos, la perversa
En esos años, las primeras generaciones de profesionales libe-
dicotonúa de los geógrafos y estadistas del decimonono, de distin-
rales (médicos, ingenieros, abogados, maestros) se formaron en
guir entre tierras pobladas y tierras deshabitadas. Estrategia definitiva
los centros educativos del interior andino del país, se publicaron
para expresar la etnicidad, la identidad y la nación cultural.
revistas y periódicos (en Tumaco, Barbacoas y Guapi), se forma-
6. Etnicidad negra y nacionalismo de Estado a finales del siglo 11111 ron círculos intelectuales y corrientes literarias. Además, los
y principios del KH colegios fueron exaltados a la condición de crisol de las nuevas
Entre la nútad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo generaciones, se discutieron y/o ejecutaron proyectos viales (ca-
XX, el impulso logrado durante la fase ascendente de la cultura nal interoceánico del Chocó, Ferrocarril del Pacífico y el trazado
negra se mantuvo, pero en permanente tensión con el nacionalis- de la carretera al mar Cali-Buenaventura, la carretera Guapi-
mo de Estado, fortalecido con la adopción de la centralista, Iscuandé-Popayán, el FF.CC. Tumaco-El Diviso hasta completar
autoritaria y clerical Constitución Política de 1886. En efecto, ha- el trayecto por carretera hasta Pasto) y se presentó el caso de la
cia finales del siglo XIX, la Iglesia católica, a través de los agustinos propiedad de la Isla Gorgona, entre otros.
recoletos, inició una fase de evangelización tardía en el Pacífico La respuesta de la etnicidad negra se puede resunúr en que
sur, que fue orientada desde la diócesis de Pasto por el obispo trató de adaptarse a estas nuevas condiciones y tendencias, preser-
fundamentalista Fray Ezequiel Moreno Díaz. Con el tiempo, estas vando lo más profundo de ella, con un movinúento de retracción
acciones dieron origen a la Prefectura Apostólica de Tumaco, el 1 hacia las zonas rurales. Frente al núto "fundacional' de las nuevas
de mayo de 1927. cabeceras municipales, construyeron sus propios nútos, los de la
Para el Pacífico sur, parte sustancial del mencionado proyecto fundación de las "veredas", como en el caso de las del río Tapaje y
de control social e integración consistió en tratar de imponer un la población de El Charco. Los relatos populares florecieron, como
modelo de poblamiento sustitutivo del practicado por la cultura lo registra la tradición oral y la observación etnográfica sobre la
negra y popular, caracterizado por la concentración de la pobla- leyenda de Olaya, la de Ola Visita, la leyenda del padre Mera, para
ción en cabeceras municipales o grandes poblados, por lo general mencionar solamente las que tienen un significado regional. Algo
localizados cerca de las bocanas de los ríos en el mar, que debían similar ocurrió con algunas devociones, como las de la Virgen de
contar con Iglesia parroquial y cura permanente y con el cual bus- Atocha y el Nazareno de Payán, que adquirieron mayor populari-
30 caron darle "orden" al poblamiento disperso y ribereño de los dad y entusiasmo, movilizando un sentinúento de regionalidad con
negros. Este modelo explica el surginúento, "fundación" o forta- sus fiestas respectivas. Ante la inexistencia de un gran núto
lecinúento de poblados como El Charco, La Tola, Mosquera, fundacional de la etnicidad negra, los pequeños mitos, las leyen-
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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das y relatos y todo el acervo de la tradición oral, al parecer, actua- No obstante, en estos grupos quedó tendido un puente entre su
ron a manera de fragmentos narrativos que permiten comprender memoria "corta" y la "profunda", por el sentimiento común de
los grandes trazos de su camino hacia la identidad. Aunque los pertenencia, distinción y diferencia y por los múltiples relatos que
intensos ciclos extractivos de productos vegetales con destino al daban cuenta de los orígenes de las familias y los poblamientos,
mercado mundial y nacional, como la tagua, el caucho, la balata, que acrecentaron su relación con el territorio sentido de como pro-
el cacao etc., integraron a los grupos negros en relaciones sociales pio.
y productivas propias de la economía mundial, estas no actuaron
7. Significados y sentido de renacientes
de manera disolvente sobre ellos, como sí lo hacen en la actuali-
dad, porque dichas relaciones no implicaron una modificación La presentación de algunos de los distintos significados que
drástica ni del medio natural ni de las condiciones sociales tradicio- hemos encontrado para este etnónimo y una primera reflexión so-
nales. A todo esto hay que sumar algunos conflictos y rechazos bre el sentido general de renacientes, es un ejercicio complejo en
populares contra la presencia de compañías mineras extranjeras que, sí mismo y mucho más, en tanto se trata de una primera aproxima-
instaladas en varios ríos (como el Tapaje y el Timbiquí), en los años ción. En esta tarea nos guía el criterio de que sus distintos
treinta, iniciaron explotaciones intensivas con maquinaria moderna. significados apuntan, de una u otra forma, a un sentido sustancial
Todo ello da cuenta, del equilibrio de fuerzas que se presentó y comprehensivo. Para el efecto utilizamos varias entrevistas rea-
en el período entre la etnicidad negra y el proyecto nacional y sus lizadas con ese propósito básico. En las páginas siguientes las frases
agentes, el Estado y la Iglesia: centros urbanos frente a veredas; entre comillas corresponden a las declaraciones y testimonios de
curas y misioneros rivalizando con "síndicos" o "mayordomos",
los entrevistados.
la religiosidad institucional versus la religiosidad popular; cultura Uno de estos significados fue el que captó en su momento N.
escrita o cultura oral; vida cotidiana autárquica o integración a S. de Friedemann, según el cual, los mineros negros del Güelmambí
mercados más amplios, nacional e internacional; superposición de se percibían como descendientes de troncos fundadores sobre las
identidades étnicas (de río, de lugar, de familias fundadoras) fren- antiguas minas y, en ese sentido, como renacientes. Interpretamos
te a las nuevas identidades (de municipios, de departamento, de estas denominaciones como ingeniosas construcciones de estos
partidos políticos); la gran historia nacional enfrentada a la grupos, ~omo unas primeras significaciones sobre sí mismos que
microhistoria y la leyenda. En síntesis, lo étnico-nacional o la iden- respondían en lo fundamental a su experiencia colectiva. Esto es,
tidad negra frente al nacionalismo de Estado. ser descendientes de los antiguos esclavizados, haber formado so-
Toda esta situación de equilibrio de fuerzas, a mi juicio, tuvo ~ied~des e identidades con referencia a las minas, en aquellos
un efecto en la memoria colectiva, en tanto en ella se solidificaron ambJtos donde alguna vez prosperó la riqueza y el dominio de Jos
estas experiencias y se proyectaron hacia el futuro, pero se debili- blancos, en los entornos de Barbacoas. La metáfora de los árboles
tó el recuerdo sobre el pasado profundo. Esta suerte de memoria que crecen sobre el territorio de las minas y de los cuales salen sus
"corta" de estos grupos pennitiría explicar por qué sus referencias ramas, que son los renacientes, la analizamos como asociada a
más claras parten de la Guerra de los Mil Días, el gobierno liberal una modalidad de poblamiento fijo y no extensivo.
de Enrique Olaya Herrera (Guerra con el Perú) y el caudillo liberal Significativamente revelador de uno de los tantos momentos
Jorge Eliécer Gaitán hacia adelante. Después, la memoria y la con- fundacionales, que no el único, de estas sociedades negras.
ciencia étnica parecen diluirse, mimetizarse o refugiarse en las Sin embargo, la metáfora sobre renacientes parece cambiar al
luchas sociales y antirracistas de los años sesenta, setenta y si- hilo de l~s distintas ~xperiencias del poblamiento desplegado por
guientes (Sindicatos como el de Puertos de Colombia, la ANUC, estas socwdades. Ast creemos entenderlo a partir de declaraciones
el reconocimiento de la figura de monseñor Gerardo Valencia Cano, como la siguiente, que pertenece a un dirigente étuico y comunita-
32 la pastoral social de la Iglesia católica, algunos grupos del partido ~o, sobre lo que para él significa renacientes: "Por ejemplo, un 33
liberal más sensibles a la problemática étnica y social y algunas arbol bota unos brotes sobre el mástil del árbol, por las raíces, les
expresiones de izquierda) y cierto antiimperialismo. llamamos renacientes; los padres nos dicen que los hijos son
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES ACCIÓN COLECTIVA Y E1NlC!DAD EN EL PACíFICO COLOMBIANO

renacientes; renacer es renacer otros personajes. Así utilizamos En ocasiones, renacientes aparece en el vocabulruio de la gente
ese término". 14 Apenas si es necesario llamar la atención sobre el negra como reflejo o expresión del ritmo normal de la vida, como
cambio, ya que de la metáfora de troncos y ramas de los árboles se una manera de registrar su fluir natural: "[ ... ] unos desaparecen y
ha pasado a la de los "brotes", cuyo sentido apunta a una imagen otros renacen". Pero en un sentido que va más allá de lo simplemen-
un tanto más autónoma y móvil de los descendientes, a la de un te biológico y que implica la idea de sucesión en términos sociales o
poblamiento en expansión, a la diáspora que desde los reales de culturales, con el acto de continuar con algo que les es común (la
minas se orientó en múltiples direcciones hacia la llanura aluvial. familia, la sangre, la comurúdad). Por eso preocupa pensar que este
Según María Angula, el sentido que en el río Patía el Viejo le sentido de la sucesión o de la continuidad, se pueda romper por
dan a renacientes es: "[ ... ]como descendientes", porque, "en vez causas incontrolables en la actualidad, como la incomprensión de
de generaciones, nosotros decimos renacientes". María sostiene los jóvenes o por la incapacidad de los mayores para transmitirlo.''
que en el río Patía el Viejo, "no hay una conciencia de lo que fue la También es posible establecer en algunos casos que, aunque no
esclavitud", refiriéndose, obviamente, a una conciencia plena y se lo utilice explícitamente, el etnónimo de renacientes está en la
clara. En cambio, el origen barbacoano, que tiende un puente con base de anécdotas, relatos e historias. Como en el relato de don
esa zona oscura del recuerdo, sí es muy claro. Sin embargo, ella Porfirio Becerra, veterano dirigente étnico y social, sobre los des-
alcanza a recordar que en el río Patía se usaban algunas expresio- plazamientos de pobladores negros desde la zona de Barbacoas y
nes, tales como: "Habiendo negros (o esclavos) para qué burros", Maguí hasta la costa baja cerca de Tumaco, por donde se construía
que evocan ese pasado. Sobre los ancestros africanos, igualmente la línea del ferrocarril Tumaco-El Diviso, en las primeras décadas
dice que había sólo unos recuerdos muy lejanos. Por ejemplo, ella del siglo XX. 17 La narración tiene el formato de un viaje épico hacia
recuerda que su mamá le decía: "Los Carramplo (apellido africano la libertad, no en tanto escaparan de la esclavitud inexistente hacía
según María y que es el original de su familia) son mala gente, tu varias décadas pero si de la minería, actividad que consideraban
bisabuelo era Carramplo, no Angula, rú Quiñónez". Pero que otros como difícil e inconverúente para la salud. El éxito en la búsqueda
hablaban de esos ancestros africanos con orgullo: "Por ejemplo, de tierras para la agricultura, el surgimiento de los nuevos poblados
algunos decían, yo soy un Carabalí, ustedes en cambio tienen es y su prosperidad, "porque no faltaba nada", es atribuido a que "todo
apellidos es de amos". Ella recuerda muy bien que la expresión estaba basado en la solidaridad y la convivencia", en una suerte de
renacientes era de uso diario, que la usaba desde niña y que la destino colectivo. La cuestión del pasado esclavizado y de la
aprendió de los mayores, que los viejos solían decir: "Es que estos ancestralidad africana constata que se reduce a muy fragmentarios
renacientes de ahora si no ... ", repitiendo con su cabeza el movi- recuerdos de sus abuelos, pero no hay duda que se hace más fuerte
miento negativo en señal de desaprobación. al referirse a ciertas prácticas, como las musicales y festivas. "La
En otra entrevista con un joven dirigente étrúco, la idea de marimba no podía faltar, los mayores las fabricaban y tocaban" en
renacientes es directamente genealógica, generacional: "Mi bis- las ocasiones especiales. La práctica de "asentar la casa", la casa
abuelo tuvo a mi abuela, mi abuela a mi mamá. Yo soy un renaciente nueva, de un miembro del grupo que se hacía adulto y formaba fa-
de mi abuelo". También el recuerdo difuso del pasado esclavizado milia, la cual era construida por todos, se convertía en motivo de
emerge de inmediato con la evocación de los "tiempos del látigo", festejo, que se refrendaba con un "baile de marimba". Sin duda el
de los cuales les hablaban sus mayores y de las luchas por hacerse acto constituía un ritual renovador para el grupo."
a la propiedad de las minas que antiguamente pertenecieron a la
16
familia Monzón, originaria del interior del país. 15 Entrevista con Críspulo Montaña, dirigente étnico del río Sanquianga. Tumaco,
Diciembre de 1999.
17
Entrevista con don Porfirio Becerra, dirigente étnico. Tumaco, diciembre de 1999.
14 Entrevista con Sr. Lucas Prado Ortiz, dirigente del Consejo Comunitario de la vereda 13
Que en la base de este relato se encuentran los renacientes, aunque no se utilice
Mercedes-Chimbuza, río Patía, municipio de Roberto Payán. Tumaco, noviembre 23 explícitamente el etnónimo, es una sospecha que se refuerza al complementar Jo del
de 1999. acto de "asentar la casa" con una definición que hace parte del glosario, anexo de un
15 Entrevista con Javier Londoño,joven dirigente étnico del río Albí, cerca al Ingualbí, libro reciente del antropólogo Jaime Arocha: "asiento: en el litoral Pacífico, lugar
Municipio de Barbacoas. Tumaco, diciembre 13 de 1999. donde comienza a crecer algo" (1999b: 195).
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RENACIENTES ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMI3JANO
....... ®•·····
En otros significados, renacientes va asociado a una dar~ con- fundar familia a título propio, así sea en otro sitio". Igualmente,
ciencia de Ja relación qne existe entre la perll_l~nenc1a. del esta categoría parece indicar que ya existe una conciencia sobre el
asentamiento de que se trate y el prestigio de la fannh~ o fannhas pasado como algo memorable (Ong, 1999), que se debe retener
fundadoras. Lo que le asigna unas tareas o responsab1hdades a los como algo grande y significativo para el gmpo que, en el contexto
descendientes, a "los que están, los que estamos ahora, que per- de este ensayo corresponde a lo que he denominado la gesta de Jos
tenecemos a ]a familia fundadora", a quienes les corresponde negros de poblar y formar territorio. Es a la conciencia de esa gran-
"defender el buen nombre y lo de renacientes", la "defensa del deza que se remite la memoria colectiva de los gmpos negros del
apellido" y ser cuidadosos en "no regar 1a sangre".' "respet ar e1 Pacífico sur y lo que expresa el término renacientes, como algo
matrimonio" y a la "primera mujer". Una muy p~cul}~ mues~a de menor frente a ese pasado memorable. Porque, no hay duda que,
cómo se han entremezclado valores blancos (hlspamcos) aJUSta- "(renaciente) es un ténnino humilde frente a un hecho cumplido
dos a la cultura negra y al mulataje, mestizaje y zambaje que [... ]ser renaciente es ser menor[ ... ] ser renaciente de mi padre (o
caracteriza, demográfica y culturalmente vista, la zona que se re- de mi abuelo), quiere decir que mi papá (o mi abuelo) fue un pa-
fleja en la entrevista, es decir, la de las "mares", o "playa~" de los triarca que sí fundó fantilia [... ] Que ser renaciente es ser inferior,
municipios de La Tola, Mosquera, El Charco, Iscuande, Olaya pero el orgullo me viene de ese tronco [... ] Ahora, yo no sé ese
Herrera. 19 orgullo hasta donde es africano, porque la memoria nuestra no se
En la entrevista con Alfredo Vanín,20 el concepto de renacien;~s remonta al África ... Hay un hiato histórico entre él y África". Por
se asocia con la idea de movilidad espacial del hombre del PaCifi- eso mismo: "Ser negro es tan incómodo, porque recuerda el pasa-
co y, por tanto, a lo que aquí hemos llamado la gesta negra de do esclavo, por eso trata de romper con el pasado minero esclavo y
poblar y formar el territorio: "Yo soy un renacwnte pero porque de ocupar extensivamente el espacio, hacia las costas y, en ese
estoy lejos [... ] los rebrotes se pueden dar casi ahí ~1 pie, p~ro trayecto, África no cuenta mucho".
también se pueden dar muy lejos, porque la sem1lla volo para alla ... 11 modo de conclusiones
Yo soy un renaciente aquí, cuando se diCe r~naczente ~st~y dicten- En los comienzos del proceso étnico contemporáneo en Nariño,
do aquí. Mi familia es guapireña, por decrr. ~lgo, nn hlJ~ puede cuando surgió la organización regional sus miembros la llamaron
decir soy renaciente de los Vanín, pero tamb1en en la m~d1?a q~~ Palenque Territorio N egro y asumieron con entusiasmo la deno-
está lejos [... ] Que también el brote va a fundar su prop~o mbol . minación de "afrocolombianos", aunque históricamente la práctica
Es posible que esta relación entre poblamiento y espac1al1d~d en de los palenques no haya sido la principal en la búsqueda de la
el Pacífico sur, sea la acepción más significativa de renaczentes libertad, la ancestralidad africana fuera muy difusa en su memoria
que hemos encontrado, como venimos indicando. De~de esa pers- y existiera el término de renacientes para identificarse
pectiva, el asunto del pasado ~sclavizado ~la ancestralidad afncana cotidianamente en esta parte del Pacífico. En la etapa de gestación
también se hace cada vez mas comprensible, en tanto las eviden- del movimiento étnico, más allá de precisiones de ese orden, lo
cias dan cuenta de hechos de sentido que más que apuntar a sus importante era resiguificarse y renombrarse.
orígenes, subrayan la condición procesual de la etnicidad negra.
Transcurrida esta última década de luchas étnicas, no cabe duda
Pero, por otro lado, renaciente ta:nbién va configurándose como que el hiJo conductor de las mismas ha sido la defensa del territo-
una categoría que entraña un sentido del twmpo 0 de la histona. rio como propio. Así lo evidencian experiencias como las
"Pero también es una categoría histórica, generac10nalmente his- movilizaciones contra la presencia de las retroexcavadoras en los
tórica y yo creo que tiene los componentes com~ .relevo ríos, la conciencia sobre las fatales consecuencias que trajo la cons-
generacionalmente histórico, pero también como pos1b1hdad de tmcción del Canal Naranjo, las denuncias contra las prácticas de
explotación intensivas de los recursos naturales que atentan contra
36 I9 Entrevista con Florencia Paz, presidente de ASOCOETN AR y dirigente étnico de La
sus ciclos y ambientes, las acciones contra los derrames de crudo 37
Tola. Tumaco, diciembre de 1999. en sus costas, la exigencia de incluir a Jos manglares como parte
20 Entrevista con Alfredo Vanín. Tumaco, diciembre 8 de 1999. del territorio étnico, la resistencia a las fumigaciones recientes, la
TRAS LAS HUELLAS DE LOS RF.NACIENTES AcCIÓN COLECTIVA Y ElNICIDAD EN ill. PACÍFICO COLOMBIANO
• • • o • • e • • • • • •

titulación colectiva de los territorios y la amplia organización de condiciones de extrema debilidad y pérdida real de soberanía; el
consejos comunitarios para ejercer su control y manejo. Capital, arrogante, globalizado y transnacionalizado y, una pro-
Frente a múltiples encrucijadas, internas y externas, el movi- funda crisis nacional, institucional y social, que expresa
miento étnico debe reflexionar de nuevo sobre sus fundamentos patéticamente el agotamiento de un modelo político de doscientos
políticos y sociohistóricos. La memoria colectiva, la constmcción años de exclusiones.
de la etnicidad e identidad y la continuidad en la percepción del No obstante, es la hora de los renacientes, de la resignificación
tenitorio como propio, son parte sustancial de esos fundamentos de unos y otros, de constmir un nuevo sentido de las relaciones
y, por eso, lo que hemos querido aportar con este ensayo, son algu- sociales que, por razón o por fuerza, tendrá que ser complejo e
nas claves para penetrar en ese laberinto de la experiencia colectiva. inclusivo.
El télTnino renacientes, superado su nivel coloquial, constituye
un referente importante y un hito significativo en la constmcción
de identidad de los gmpos negros de esta parte del Pacífico, en
tanto condensa lo fundamental de su historia, al hacer memorables
los distintos momentos fundacionales del poblamiento y conver-
tirlos, de conjunto, en gesta colectiva. Como etnónimo
autoidentificador constituye una mptura activa con las clasifica-
ciones etnoraciales que prevalecieron largo tiempo. Su sentido
genealógico e histórico ha contribuido a reafirmar la conciencia y
continuidad étnica sobre el territorio. Más allá de la metáfora de
"troncos y ramas" creciendo sobre las minas que nos dejó su pri-
mer registro etnográfico, según lo observado por Friedemann, el
etnónimo de renacientes es lo suficientemente versátil como para
expresar toda la densidad y complejidad de la gesta negra de po-
blar y formar territorio.
Ahora bien, renacientes es un etnónimo que, además de ser
más o menos contemporáneo en su uso cotidiano, expresa un nivel
de conciencia étnica básicamente cultural, en la medida que sus
significados y sentidos remiten sobre todo a la historia, al devenir
y a los rasgos culturales de los gmpos negros. Pero, según cree-
mos, también tiene la virtud, visto en el contexto de la actual
dinámica social de lo' étnico negro, de establecer un puente con el
etnónimo más reciente de "afrocolombianos", cuyo sentido apun-
ta a una conciencia básicamente política de la etnicidad negra.
En esa perspectiva, nuestra conclusión es que la dinámica del
movimiento étnico y social "afrocolombiano", de sus organiza-
ciones, dirigentes y colaboradores, debe concentrar sus esfuerzos
para tratar de producir un salto en la conciencia étnica, partiendo
del hecho de que la nación cultural o etnonación negra es una rea-
38 lidad sociohistórica, pero que debe ahora hacer su tránsito hacia la
nación política. Reto para nada fácil, con mayor razón si se tiene
en cuenta el panorama de la interlocución: el Estado Nacional, en
Imaginando comunidad negra:
Etnografía de la etnización de las poblaciones
negras en 11!1 Pacifico sur colombiano
EDUi\RDO RESTREPO
Antropólogo
Department of Anthropology
University of North Carolina at Chape! Hill
.. '
Introducción
The point is not lo declara/e ethnicity invented and stop there,
but lo show in historical perspective how it was invented and
with what consequences. (Alonso, 1994: 392).
[... ] the construction of difference is [... ] an effect of structural
relations of power and inequality. (Gupta & Ferguson, 1997:
14).
Pocos son los ríos, poblados y esteros del Pacífico sur colom-
biano en los cuales no se han consolidado organizaciones de
comunidad negra que apelen a sus derechos, en tanto grupo étni-
co, para reclamar el reconocimiento de su territorio e identidad
cultural. Orisa (Organización del río Satinga), Acapa (Asociación
Campesina del río Patía), Universan (Unión Vereda! del río
Sanquianga), son unos nombres tomados al azar entre las muchas
organizaciones étnico-territoriales que ahora existen en el Pacífi-
co sur. Sin lugar a dudas, los años noventa significaron una irrupción
organizativa de carácter étnico de comunidad negra. Pero este
movimiento fue mucho más allá. Estas organizaciones locales se
articularon entre sí y, a su vez, con otras regiones dentro del mis-
mo Pacífico y fuera de él para confluir en lo que ha constituido
hasta ahora el mayor movimiento de reclamo de los derechos
étnicos y culturales de comunidad negra en el país (Agudelo, 2000;
Grueso et al., 1998; Villa, 1998; Wade, 1996a). Por otro lado, es
en esta misma década que instituciones estatales, Ongs, la iglesia
y proyectos de cooperación técnica internacional, con asiento en
la región, empiezan a tomar cada vez más en consideración los
derechos étnicos de las comunidades negras que tienen un recono-
cimiento legal en la Constitución Política de 1991 y, en particular, 41
en la reglamentación de la Ley 70 de 1993 (Agier & Hoffmann,
1999; Rivas, 1999a).
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
" • • • • • o • • • • • •

Así, en el Pacífico sur asistimos actualmente a un proceso de cuentan con henamientas jurídicas concretas para defender sus
definición política de nn sujeto organizativo y de derecho de la derechos territoriales, culturales y de identidad.
comunidad negra en tanto grupo étnico. Ahora bien, para el caso No obstante, el examen detenido de casos específicos corno el
específico de esta región ¿por qué en los años noventa se da esta del Pacífico sur, problernatiza en ciertos puntos esta narrativa.
movilización en torno a los derechos étnicos de comunidades ne- Basados en el análisis de este caso en concreto, podernos argu-
gras?, ¿cómo interpretar la relevancia que en términos políticos mentar que la comunidad negra como grupo étnico es una manera
adquiere la etnicidad de dichas comunidades no sólo para las or- novedosa de imaginar las poblaciones del Pacífico sur colombia-
ganizaciones, sino también para otros agentes corno el estado, la no, posibilitado por la instrurnentalización de una serie de
iglesia o los proyectos de cooperación técnica internacional? En mediaciones y de técnicas que constituyen inusitadas modalida-
un plano más general: ¿cuáles son las articulaciones entre etnicidad, des de memoria, tradición y comunidad. Antes que el despertar de
identidad étnica y procesos organizativos?, ¿son estas organiza- una etuicidad que siempre había estado allí en silencio en la con-
ciones expresiones de resistencia de las poblaciones locales, basadas ciencia de las poblaciones locales, agazapada, esperando el
en su diferencia cultural a los modelos hegemónicos de la política momento oportuno para hacerse escuchar, asistimos a una ardua
y lo político, agenciados por el estado y el capital? labor desplegada en múltiples niveles para la producción de dicha
Frente a estas preguntas, no son pocos quienes consideran que etnicidad. ¡
es evidente que las comunidades negras han constituido desde siem- El propósito de este artículo es, entonces, realizar una etuogra- 1
pre un grupo étnico y que en los años noventa lo que se agrega es, fía de la producción de comunidad negra corno grupo étuico en el 1
por fin, el justo reconocimiento jurídico de ese hecho. Desde su Pacífico sur colombiano. Con fines expositivos, se ha considerado :¡
perspectiva, las actuales movilizaciones por los derechos a la dife- relevante dividir dicho proceso en tres grandes fases. 1 La primera,
rencia cultural, al territorio y a la identidad, son consideradas corno denominada pedagogía de la alteridad, cubre el período entre la
un capítulo más en la ya larga lucha de dicho grupo étnico en Co- difusión del AT-55 hasta la constitución del Palenque regional de
lombia. Desde aquellas expresiones de rebelión más evidentes corno Nariño en 1994. La segunda, signada por los procesos de
las innumerables sublevaciones de esclavos y las decenas de pa- concertación y contradicción con diversos actores regionales y lo- 1

lenques encontrados por doquier, hasta aquellas que algunos cales, es la fase de ernpoderamiento de la comunidad negra corno !

expertos han querido ver como "cimarronismo simbólico" donde sujeto étuico desde un proyecto de coordinación regional orienta-
se incluyen prácticas de resistencia cotidiana, lo que subyace es la do por lo que significó la reglamentación de varios de sus más
misma conciencia e identidad étnica que se expresaría en la déca- importantes capítulos. Esta fase empieza con las dinámicas gene-
da del noventa en un movimiento social que, contra viento y marea, radas en el Pacífico sur una vez sancionada la Ley 70 hasta que
logra que el estado la reconozca corno tal. adquieren relevancia dinámicas más locales, los consejos comuni-
Algunos pueden contemplar en sus interpretaciones que lo su- tarios y la fragmentación del proyecto organizativo representado
cedido con las comunidades negras es parte de un fenómeno más en Palenque regional Nariño. La tercera fase, por su parte, se co-
amplio donde habría que incluir los logros de las movilizaciones nesponde con el replanteamiento de las estructuras organizativas
indígenas en el país, así corno toda una serie de cambios en el en el plano regional y la tendencia cada vez más fuerte hacia lo
mundo que han llevado a que el modelo de estado-nación fuera local, en la escenificación y ejercicio de la etuicidad de cornuni-
puesto en cuestión, permitiendo cada vez más la adopción de polí-
ticas rnulticulturales. Desde su perspectiva, estos factores externos 1
Estas fases son planteadas para el conjunto del Pacífico sur. Nelly Rivas (2000a) ha
constituyeron un contexto favorable donde las organizaciones ne- propuesto un modelo basado en tres momentos para su análisis de una organización
gras pudieron articular sus demandas que son la clara expresión de específica. Leyendo su informe modifiqué mi inicial planteamiento de solo dos fases
42 las comunidades que representan y, en consecuencia, son necesa- e introduje una tercera que en el plano regional se corresponde con la emergencia de 43
los consejos comunitarios y la fragmentación de Palenque como coordinadora
riamente contrahegernónicas. Por eso, a través del proceso departamental. Así que en mucho debo a su trabajo el formato de tres fases en el
organizativo, las comunidades negras se han ernpoderado y ahora modelo de análisis que a continuación presento.
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

dad negra. El presente artículo sólo cubre, sin embargo, la primera literatura existente y, en particular, a aquellos recientes cuestiona-
fase. En efecto, ante la disyuntiva de una escueta exposición de las mientos de las concepciones esencialistas e instrumentalistas no
tres fases para no sobrepasar los estrechos límites de un artículo o sólo sobre etnicidad, sino también sobre raza, memoria, identidad,
hacer una descripción más detenida así sólo sea de una parte del género y cultura. La otra posibilidad es examinar un caso particu-
proceso, opté por la segunda opción ya que con ella se pueden lar en aras de evidenciar en qué radica el carácter de invención de
ilustrar mis hipótesis de trabajo. la etnicidad. Este último es el camino escogido en este artículo.
Sin embargo, existen por lo menos tres riesgos metodológicos
Hacia una etnografía de la elnización
(y políticos, por supuesto) de este planteamiento que deben ser
Nada más grotesco al pensamiento de algunos militantes y aca- evitados desde el principio. Uno es apresurarse a suponer que exa-
démicos que plantear que la etnicidad es una construcción. Desde minar la reciente etnización de comunidad negra significaría
su perspectiva, considerar la etnicidad de esta manera es un craso considerar como simplemente falso o tendencioso este discurso de
desconocimiento no sólo de la historia, sino también de las más la etnicidad de las poblaciones negras del Pacífico sur colombia-
elementales enseñanzas de la antropología. Para ellos es absoluta- no. Esto es precisamente lo que han hecho algunos académicos
mente evidente que los grupos étnicos han estado allí desde siempre, que, atrincherados en el cómodo imaginario de la objetividad y en
o por lo menos desde hace siglos, y que la diversidad cultrual de la empirista apelación a los "datos", han comenzado a plantear
las comunidades indígenas y negras del país son un hecho que erróneamente que dicha etnización obedece simplemente a una
nadie pnede desconocer de un trazo, al pretender sustentar la des- voluntad de manipulación de activistas, asesores o funcionarios
cabellada idea que su identidad étnica es una reciente construcción. que, desde afuera y desde arriba, han impuesto a las "verdaderas
Para ellos, la etnicidad es inmanente a la naturaleza humana y, en comunidades" ese lenguaje de la etnicidad con intenciones exclu-
cuanto tal, las denominadas "minorías étnicas" o "grupos étnicos" sivamente políticas.' Obviamente, también encontramos el caso
son evidentes en su diferencia cultrual y somática con respecto a opuesto. Esto es, aquellos que apuntalados en una nostalgia del
"la cultrua hegemónica" o de la "sociedad mayor". Por tanto, des- buen salvaje o en la desilusión de la sociedad moderna y del capi-
de su posición, cualquier problematización de esta verdad de a tal, deifican cualquier tipo de esencialización etnicista por el mero
puño, no es más que un perverso ejercicio retórico que quiere des- hecho de que sea enunciado por los activistas de las organizacio-
conocer los justos derechos logrados por las comunidades negras nes. En este último caso, es este origen del enunciado lo que
e indígenas, con la intención confesa o no de apuntalar posiciones garantiza su verdad y hace "políticamente incorrecto" (cuando no
neo-conservadoras y homogenizantes que buscan invisibilizar la abiertamente reaccionario) cualquier intento de problematización.
presencia y legitimidad de dichas etnias. En este sentido podríamos acertadamente denominar esta tenden-
El meollo de la discusión va mucho más allá de una simple cia como una "antropología moral" en tanto introduce una
disputa terminológica y, en efecto, tiene claras implicaciones polí- confusión entre lo que "debería ser" y lo que "sucede".
ticas, aunque no son precisamente las que algunos indignados Más que una simple ilusión para la manipulación o que una
militantes y académicos suponen. Existen al menos dos posibili- verdad incuestionable por el hecho de que los activistas la enun-
dades de encarar esta discusión. Una es recurrir al plano teórico y cian, la etnicidad de comunidad negra en el Pacífico sur debe ser
cuestionar los presupuestos sobre la "naturaleza" de la etnicidad entendida como un proceso de construcción política que supone
que subyacen a quienes choca el planteamiento de la etnicidad una econonúa de visibilidades, esto es, un régimen de verdad que
como invención. 2 Esta vía nos conduce necesariamente a la vasta constituye un sujeto étnico y unas especificas subjetividades que,
por supuesto, no son simples delirios ni son resultado del capricho

44 2
Esta vía fue esbozada en el informe de investigación (Restrepo, 2000). Ahora bien, 45
3 Algunos funcionarios, incluso, han retomado de forma oportunista este planteamiento
para tener una imagen general del estado de la discusión puede consultarse, entre
otros, _Banks (1996); Brioncs (1998); Baud et al (1996); Olson & Worsham (1999); y para cuestionar la legitimidad de las demandas de ciertas organizaciones que les resultan
Radchffe & Westwood (1996). incomodas desde su perspectiva burocrática y clientelista.
l1

IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD TIN EL PACÍFICO COLOMBIANO


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de individuos iluminados. Por tanto, en el nivel de análisis pro- que sea necesario repetir acá todas las criticas a las diferentes
puesto el conjunto de los discursos, relaciones y prácticas de los modalidades de positivismo, para que se considere seriamente la
activistas, funcionarios, asesores y académicos sobre la etnicidad posicionalidad epistémica y política del conocimiento, inclu~en~o
de comunidad negra deben ser examinados no desde la lógica de el de los acadérmcos. 5 En cualqmer caso, como se expondra mas
la verdad/engaño, sino como componentes de unas políticas de la adelante, es interesante tener presente que es precisamente desde el
etnicidad que no sólo establecen el orden de lo dicho, de las accio- discurso experto de dentistas sociales (donde activistas, asesores y
nes y de la reflexividad, sino también el de los silencios, las funcionarios han ocupado un lugar destacado) que se ha producido
omisiones y de lo pensable. la objetivación de la cultnra, territorio y tradición de comunidad
El segundo riesgo de examinar esta producción de la etnicidad negra, que han constituido piezas claves en su etnización.
de comunidad negra es suponer que ello implica plantear que las Pedagogía de la alteridad
poblaciones locales son entes pasivos que se limitan a ser leídas
Para el Pacífico sur, se pueden distinguir analíticamente tres
ahora desde la perspectiva étnica, que se circunscriben a reprodu-
grandes fases de las políticas de la etnicidad. La prin;tera puede ser
cir al pie de la letra el papel que de antemano les han asignado. Por
denominada pedagogía de la alteridad, en la medida de que es
el contrario, las poblaciones locales han tomado diferentes posi-
durante la misma que se imagina a la comunidad negra como gru-
ciones con respecto a este proceso de etnización, lo han interpretado
po étnico. Es a través de esta pedagogía de la alteridad que las
y agenciado de múltiples maneras. Algunas se han contrapuesto a
experiencias locales se articulan en términos de territorio, de prác-
sus implicaciones más concretas como es la titulación colectiva,
ticas tradicionales de producción, de ancestralidad, de ascendencia
mientras que otras han participado abiertamente en el proceso. Esto
africana, de cultnra y de comunidad negra. Asesores, activistas y
es sólo la punta del iceberg de la polifonía local del imaginario
funcionarios recorrieron los numerosos ríos, esteros y playas del
étnico de comunidad negra. Aunque no nos detendremos en este
Pacifico sur, yendo por muchas veredas y poblados, y a través de
aspecto, es importante señalar desde el comienzo que una etnogra-
centenares de reuniones, talleres y conversaciones informales, des-
fía de dicha polifonía permitiría apreciar de qué maneras se encarna
plegaron en un diálogo con la gente esta pedagogía de la alteridad.
y moldea localmente el sujeto de la etnicidad. 4
No sólo empezaron a circular con un lenguaje para leer lo que
Por último, el tercer riesgo es contraponer al nivel de análisis había pasado, ocurría y podía ocurrir con el Pacífico sur y sus po-
propuesto de la invención de la comunidad negra como grupo ét- blaciones que para muchos era inusitado -y que aún sigue siéndolo
nico otro nivel que sería, ese sí, pura realidad y auténtica descripción para muchos- sino que, más allá de este hecho aparentemente tri-
objetiva de lo que son las comunidades negras (en plural, incluso) vial, empezaron a consolidar en la recurrente interacción con las
del Pacífico sur. Cualquier ejercicio de descripción se instaura en poblaciones locales un orden de visibilidades que introducía for-
el orden de la representación (Clifford, 1988; Dyer, 1997; hooks, mas organizativas, de constitución de subjetividades, de
1992; Poole, 1997). En este sentido, la etnización de comunidad representación y de interlocución que, en su conjunto, posibilitó la
negra debe ser entendida como un particular ejercicio de represen- emergencia de la cuestión étnica de comunidad negra.
tación dentro de lo que podríamos denominar las políticas de la
La idea, hoy relativamente extendida, y que parece natural a
alteridad. Esto cuestiona aquellos enfoques que pretenden presen-
los ojos de muchos, de que las poblaciones negras del Pacífico sur
tarla como una falsa ideología a la cual se le podría cuestionar
colombiano constituyen un grupo étnico, con una cultura, una his-
desde una ciencia neutral y objetiva que sí estaría en una posición
toria, un territorio, una conciencia de identidad étnica y unos
epistémica privilegiada para dar cuenta de los "datos" y de los
"hechos", que nos evidenciaría cómo son realmente las "comuni-
dades negras" más allá de cualquier distorsión subjetiva. No creo 5
Para esta discusión en la antropología véase Comaroff & Comaro±I (1992) y Rosaldo
(1991). Un interesante desarrollo de esta discusión constituye uno de los aspectos 47
claves de lo que se ha llamado "teoría postcolonial", al respecto véase Loomba ( 1998),
4 Williams 1Chrisman (1993). Desde una perspectiva más filosófica puede consultarse
Rivas (2000a) se acerca a dichas polifonías analizando la constitución de la Acapa y
de su Consejo Comunitario. a Foucault (1978, 1992).
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNJCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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derechos en cuanto tales, es el resultado esta pedagogía de la Identidad, memoria y olvido


alteridad. Y con ella no estamos pensando que los asesores, fun- En las primeras semanas después de mi llegada al río Satinga,
cionarios y activistas tenían claro desde el comienzo de este proceso a principios de los años noventa, recuerdo cuánto me impresionó
de etnización el conjunto de los contenidos que iban a ser "enseña- escuchar la palabra libre para referirse a los pobladores negros.
dos" a unas poblaciones locales pasivas que se limitarían a copiar, Asocié inmediatamente dicha palabra a la literatura sobre la escla-
con mayor o menor éxito, dicho discurso. Por el contrario, es en la vitnd y al hecho de que durante la Colonia "libre" era una categoría
misma dinámica de difusión e interacción, es en el mismo proceso jurídica, objeto de registro en los censos de población. En aquel
de negociación entre los funcionarios y representantes de las orga- entonces era "evidente", para mí, que dicha noción indicaba la
nizaciones (que en aquel momento se daba en el plano nacional y presencia de una memoria colectiva sobre esa experiencia históri-
departamental), es en el mismo devenir de apuntalar las organiza- ca compartida de sólo unas generaciones atrás. Abrigando la
ciones, que se da esta pedagogía de la alteridad. 6 esperanza de encontrar fragmentos sustantivos en la tradición oral
Así, al contrario de lo que parecen plantear algunos investiga- de la época esclavista y, con un poco más de suerte, del mismo
dores, querernos argumentar que esta pedagogía no fue un ejercicio origen africano, me dediqué durante meses a indagar por los con-
estrictamente vertical de unos personajes que llegaron a indicarle tenidos locales de la noción de libre. No obstante, las primeras
lo que debía hacerse a las poblaciones locales, las cuales se limita- semanas fueron estériles en ese sentido, nada parecía ofrecer las
rían a seguir el camino señalado. Pero tampoco, corno desde la mínimas pistas sobre esa tradición oral; de la cual, sin embargo,
misma narrativa organizativa se pretende presentar, lo que ellos estaba convencido de su existencia. La esclavitud había sido abo-
denominan difusión de los derechos de comunidades negras no se lida jurídicamente no hacía demasiado tiempo, y sin duda había
limitó a una relación exclusiva entre líderes y "comunidades" con significado una pieza importante de la cotidianidad de las gentes
la intención de informar y de tomar nota de las demandas de las del Pacífico, corno para que la tradición oral no la registrara. Pro-
"comunidades" para luego llevarlas a la mesa de negociación con bablemente, los bisabuelos de muchas de las personas con las que
el gobierno. En ambas perspectivas extremas, se descuida precisa- estaba viviendo habían sido esclavos en los reales de minas de
mente el hecho sobre el cual queremos llamar la atención, a saber: Barbacoas o de Iscuandé.
cómo a propósito de unas coyuntnras jurídicas particulares (la Ante la dificultad de encontrar pistas que condujeran a dicha
Constitución del91 y, más específicamente, su artículo transitorio tradición, mi hipótesis de trabajo fue que, por razones que tendría
55), se consolidaron en el Pacífico· sur una serie de acciones desde que explorar luego, los contenidos de la misma eran ocultados ce-
diferentes instancias, se pusieron en juego un conjunto de mediacio- losamente a los forasteros. Me aventuré a pensar, incluso, que de
nes y de tecnologías que confluyeron en lo que hemos denomiuado alguna manera, ella hacía parte de un preciado bien que era con-
pedagogía de la alteridad, cuyo resultado más evidente es la irrup- fiado sólo en determinadas situaciones socialmente prescritas y
ción orgauizativa de carácter étnico, pero que más allá de la misma, únicamente a unos individuos específicos. En contra de mis ex-
implicó la instauración de una inusitada economía de visibilidades pectativas, tuve que abandonar dicha hipótesis. El paulatino
que permitió la emergencia de la etnicidad de comunidad negra, la conocimiento etnográfico me evidenció diferentes esferas que, en
objetivación de una cultura, memoria, tradición y territorio, así como efecto, se mantienen ocultas ante los extraños, sin que ninguna de
el despliegue de novedosas subjetividades.' ellas sugiriera siquiera tangencialmente la existencia de esta tradi-
ción oral sobre la esclavitud. ¿Se podía concluir, entonces, que la
6
Sin lugar a dudas, la posicionalidad diferencial en las interlocuciones de los experiencia de la esclavitnd y, más allá de ella, el recuerdo de África,
representantes a las instancias de negociación nacional o de ser asignado como un
funcionario de la naciente burocracia estatal de la etnicidad, sin duda significaron (y había sido objeto de una suerte de un "olvido colectivo" en lo que
significan aún, incluso) disímiles apropiaciones y Jugares en la pedagogía de la a la tradición oral se refiere? ¿cómo interpretar ese escandaloso
alteridad. "silencio"? 49
7
No sobra indicar que este proceso no es igual en todo el Pacífico. En el caso del
Chocó, por ejemplo, el AT 55 es posterior a la destilación discursiva y organizativa Ahora bien, siguiendo en este punto el análisis de Losonczy
de la comunidad negra (Villa, 1998). (1999), libre es una categoría identitaria que nos indica la presen-
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLO:tviBIANO
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA
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cia de regímenes de memoria dispersos y discontinuos. En efecto, negras y que el estado estaba muy interesado en el territorio y que
la memoria de los pobladores negros se constituye en diferentes nos podían quitar las tierras. Y que en la nueva constituyente se
registros, y el silenciamiento de la experiencia de la esclavitud y habían lanzado personas para la defensa de las comunidades ne-
del origen africano en el registro de la tradición oral (ya sea en el gras y no habían salido porque había faltado el apoyo, y que acá ni
orden mítico o en las narrativas de los fundadores), se articula con siquiera se dio cuenta de eso. Y que invitaba a que iba a venir un
otros registros como el corporal 8 donde esta memoria se mantiene, señor que se llama Carlos Ramos, un señor de Buenaventura, él
independientemente de que escape a los modelos de reflexividad y vino y estuvo allá en Las Marías [ ... ]Entonces cuando ya llegó
a las gramáticas de temporalidad lineal propias de la historiografía Carlos Ramos y ya empezamos el taller y él empezó a explicar,
moderna. primero empezó conyn vídeo presentando la forma en que la gen-
Libre es una palabra que no sólo puede ser escuchada en el río
te vivía allá en el Africa, luego el trasteo que se le hizo a las
Satinga. Al contrario, en la literatura etnográfica no es difícil en- comurudades negras, la forma en que la gente venía amarrada, que
contrar referencias a la existencia local de esta noción para referirse los ]aligaban, que le hacían esto, que los torturaban, todo el cuen-
a las poblaciones negras, y no sólo del Pacífico sur (Camacho, to. Lastimosamente había gente que soltaba lagrimas al escuchar
1999; Galeano, 1996; Hoffmann, 1999; Serrano, 1994; West, 1957). eso porque no sabían. Yo fui uno hermano que yo lloré cuando vi
Ahora bien, no es mi intención en este artículo afirmar que para el esa vaina[ ... ]""
conjunto de las poblaciones del Pacífico colombiano nos encon- Si este silenciamiento en el registro de la tradición oral del
tramos frente a esta suerte de "silencio" de la esclavitud y de África origen y de la esclavitud responden a una modalidad de memoria
en la tradición oral.' No obstante, tampoco parece ser un caso ais- dispersa y discontinua, en el proceso de etnización de comunidad
lado como se constata con el trabajo citado de Arme Marie Losonczy negra, nos enfrentamos a una reacomodación de las identidades,
(1999) en el Chocó. memorias y olvidos. No es que ahora sí las comunidades negras
En el Pacífico sur no era extraordinario encontrarse con ese conocen su verdadero pasado, que por extrañas razones (quizás
silenciamiento en la tradición oral de la esclavitud y de la por Jo doloroso del mismo) habían arrojado al silencio colectivo
proveniencia africana. Esto incluso, entre los que ahora son algu- en lo que a su tradición oral se refiere. No es que ahora la real
nos de los activistas más destacados de las organizaciones étnico historia perdida haya sido recuperada definitivamente por la toma
territoriales. Nelson Montaño, por ejemplo, uno de los fundadores de conciencia de las comunidades resultado del proceso
de la Organización del río Sanquianga y uno de los tres represen- organizativo. Tampoco, es que unos personajes de afuera vienen a
tantes por Nariño a la Comisión Especial para Comunidades imponer a las poblaciones locales una historia que no es la de ellas.
Negras, 10 anotaba al respecto: Menos aún, que las modalidades de memoria dispersas y
discontinuas desaparecen como por arte de magia, de la noche a la
"En mi mente sí sabía que era negro, pero no tenía como ex-
mañana, porque por fin recibieron la buena nueva que había sido
pectativas de dónde había venido la raza negra ni nada de esas
cosas. La primera vez que escuche yo hablar de comunidades ne- escurridiza hasta entonces.
gras fue en una misa que hizo el padre Antonio, en Satinga. Eso Incluso en aquellos casos donde se puede establecer la existen-
fue un 25 de diciembre [de 1991]. Alú mencionó las comunidades cia de tradición oral sobre el origen africano y/o la esclavitud antes
del proceso de etnización, allí también se suceden
reacomodarnientos entre las identidades, memorias y silencios. Así,
8 En lo corporal, las prácticas funerarias evidencian los trazos de esta memoria (Price,
1955). Ahora bien, el lingüístico no es la excepción (De Granda, 1978).
por ejemplo, en el municipio de El Charco, donde la tradición oral
9 Una interesante excepción de referencias orales a la esclavitud en Pacífico sur podemos retiene fragmentos del último gran esclavista local (Almario, 1999),
encontrarla en el río Tapaje, municipio de El Charco (Almario, 1999).
10 Esta Comisión fue la encargada de elaborar el texto de ley que fue presentado al

Congreso y sancionado, con algunas modificaciones, por el presidente en 1993 como


Ley 70. Dicha Comisión estuvo integrada por representantes de las organizaciones, ll Entrevista de Osear Almario y el autor a Nelson Montaña, presidente de Orisa, Bocas
de Satinga, 24 de noviembre de 1998.
por funcionarios y algunos académicos.
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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nos relataba el padre Al ex, qnien no sólo perteneció a la organiza-


vistas Yfuncionados.'' Una comunidad de odgen y de pasado que
ción étnico territorial del municipio (Organichar), sino que fue uno
hermana, que defme un nosotros, más allá de las identidades loca-
de sus pdncipales impulsores y uno de los tres coordinadores de
les ancladas al río o al estero, a la vereda o a la parentela.
Palenque (instancia organizativa que llegó a agrupar todas las or-
C~tegorías identitarias locales como libres o renacientes son
ganizaciones del departamento de N aliño):
rearücul~das. Originalmente ligadas a una filigrana de
"Con Reinelda, con Alejandro Tolosa, con la directiva de
pos1~1onalidades e imaginados locales que se encontraban lejos de
Organichar aquí, íbamos a las veredas a contar lo del territorio, se
un Simple modelo ,de blanco/negro/indio (Restrepo, 1997a), se
les llevaba un casete, por ejemplo, ese casete de los quinientos resema_nnzan acercandose a este modelo. Por su odgen y pasado,
años que habla del pecado mortal de Europa, cómo se trajo al es-
cornurudad negra ernp1eza .a o~erar localmente corno una categoría
clavo. Se le hacia escuchar el casete ese, se le hablaba del derecho opuesta a la de cornumdad rndígena y a la de blancos o mestizos La
polifonía de identidades reflejada en las nociones de cholo/i~dio
al territodo [... ]Los que habían estudiado, los maestros sí [sabían
sobre el odgen africano], y algunos que habían recibido capacita- bravo/ md10/ naturales/ paisa/ serrano/ gdngo/ culirnocho/ libre/
ción del interior, pero en general el campesino analfabeta, que es moreno/ negro se simplifica en esta construcción de comunidad de
bastante, no [... ] Empezábamos comentando que acá en Amédca origen y de pasado. Libre, renaciente, moreno, negro y comunidad
no había negros, eso se les comentaba y llamaba la atención por- ~egra empiezan fácilmente a superponerse, así corno las de cholo/
que no conocían esa parte de la historia. Se trabajó mucho esa mdw bravo/ indio/ naturales o las de paisal de color/ gringo/
parte de la historia, claro. Para mucha gente eso era nuevo, algu- culimocho/ serrano. En este sentido, el odgeu y pasado compartidos
nos tenían una noción, pero corno ahí estaba el casete donde narran qu~ defineu la .cornurudad negra entran a operar en la filigrana de
crudamente como vetúan en los barcos, cómo era que los tiraban ~r~cl1cas, rela~10nes e nnaginados que constituyen novedosas sub-
al agua, cómo los metían, eso les llamó la atención, les pareció JetlVldades. As1, las gentes del Pacífico sur han tenido indudablemente
horrible y más cuando uno les decía, por ejemplo, les mencionaba 1denüdades más _móviles y flnidas que las tendencias a la fijación de
apellido. Por ejemplo, ustedes los Carabali: Carabali es un grupo las nnsrnas propias del proceso de etnización de comunidad negra.
étnico de allá, es una tlibu de allá de Áfdca. Los Lucurni son des-
Ahora bien, las modalidades de olvido, rnernoda e identidad
cendientes de los Lucurni, esos son apellidos amcanos. Eso a la
propias de la etuización de comunidad negra se instauran en una
gente le llamaba la atención." 12 narrativa historiográfica moderna. Lo que nos sitúa ante la aparen-
Cualquiera sea el caso, el proceso de ernización en el Pacífico te paradoJa de la construcción étnica y de tradicionalismos corno
sur ha implicado un tipo de producción y de relación con el pasa- efecto de la modernidad. 14 A diferencia de los regímenes de me-
do, una forma de imaginar comunidad sobre la base del origen y
expedencias históricas compartidas, una relocalización de subje- 13
Labo~· ~u~, por lo demás, no ha sido sencilla y que se encuentra lejos de haber sido
tividades e identidades. ¿Cuál es el sentido de presentar videos culmina?a: M~:has so~ l~s ~onas d~n~e es.~ labor ~a sido menos intensiva que en
otras, mu1t1ples son las dmamtcas de hibndacton y confrontación con los conocimientos
que hablan sobre África, la trata y la esclavitud, sino la pretensión locales p~ra que nos encontremos ante un imaginario homogéneo y absolutamente
de fundar una comunidad? Una comunidad que, además, ha sido hegemóm~?· Por eso, c~a!l-do hablamos de pedagogía de la alteridad como una fase
siempre objeto de la opresión y de la injusticia, y que sólo ahora, a de l~s poh~cas ~e la etmctdad, no consideramos que esta fase ha sido llevada a cabo
~on tgual ~ntenstdad Y con los mismos efectos en todos los niveles. En aras de una
los descendientes de aquellos esclavizados, a los descendientes de 1magen I?as acorde con lo que ha pasado en el Pacífico sur, diríamos que dependiendo
los reinos africanos, les correspondía enfrentar conjuntamente ?e los. dtferentes lugares y niveles esta fase se ha desplegado con mayor 0 menor
mtenst?ad, logrando de manera desigual instaurar esta economía de visibilidades de
mediante la constitución de organizaciones. hnaginar comunidad, comumdad negra como grupo étnico.
una que vaya más allá de la parentela, de la vereda o del río, he ahí 14
A prop?sito ~e la producción de particularismos culturalistas por el proyecto
una de las pdncipales labores desplegadas por los asesores, acti- modcrmsta, vease Coronel (2000) y Figueroa (2000). En el mismo sentido Peter
Wade argumenta com? el capital se ha basado y ha configurado la diferenci~ en su
proyecto de producctón y dominación: "Capitalism works from difference and 53
12 Entrevista de Osear Almario y el autor al padre Alex Jiménez del Castillo, miembro ~¡odu~e .di~erence -the dif~eren~es it works on include thosc of gender, race, class
de Organichar. El Charco, 21 de noviembre de 1998. .ethmctty, as w~ll as locahty. Dtfference, as well as sameness, is at the heart of the
proJects ofproduct1on and domination" (1999: 83).
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNJCTDAD EN EL PACÍFICO COLO!vllHANO
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA

maria discontinuos y dispersos, la pedagogía de la alteridad supo- los recursos naturales para la subsistencia y para venderlos en los
mercados de Tumaco y Barbacoas.
ne imaginar una comunidad de origen en Africa y de pasado en la
esclavitud y cimarronaje basados en la historicidad lineal y explí- Como el negro llegaba por el río, lo primero que hacía era abtir un
cita propia del discurso de Jos expertos." Para ilustrar este punto, claro en la orilla para levantar el rancho[ ... ] Poco a poco, se fueron
es pertinente reproducir uno de Jos tantos textos que empiezan a organ!-zando los !?rimeros caseríos, donde la gente se reunia para
solucwnar colectivamente sus necesidades, como la escuela y lo-
circular desde las organizaciones mismas sobre la historia de las grar así mejores condiciones de vida. Así empezaron a organizarse
comunidades negras: y formaron las comunidades que hoy en día habitan las orillas del
"Los primeros habitantes del río Patía Viejo fueron tribus indíge- río Patía Viejo. (Angula & Llano, 1995: 5)."
nas como Jos Sindaguas, Barbacoas, Chipanchicas, Jscuandé. Ellos Escrito por una ca-investigadora de la comunidad y una inves-
defendieron hasta Jo posible sus territorios de los españoles que
tigadora contratada por el estado, es evidente que el discurso
empezaron a llegar y fundaron de minas y poblados para sacar el
oro de los ríos Telembí y Patía; durante varios siglos, los Sindaguas historiográfico lineal establece una genealogía de las comunida-
asolaron la región y se organizaron expediciones para perseguir- des negras de este río del Patía en su origen y experiencia
Jos. comprutidas (de esclavitud, pero sobre todo, de la resistencia y
huida de los esclavizados del yugo esclavista para empezar a orga-
En 1610 don Francisco Sarmiento Sotomayor fundó el pueblo de
Santa María del Puerto de Barbacoas. En 1637 terminan el camino nizar las comunidades). El manejo de fechas, por ejemplo, responde
que llegaba hasta el puerto de Santa Bárbara -que después se lla- a la más convencional modalidad de secuencia de "hechos históri-
mó Tumaco- y por allí llegaron toda clase de mercancías y hombres cos" propia de las narrativas historiográficas y evidencia una
a la región. representación de la temporalidad que, como exponíamos ante-
Los españoles trajeron esclavos negros para trabajar en las minas riormente, ha sido ajena a las formas locales de la misma. Igual
de oro. Con el trabajo de los esclavos los amos de Popayán, Quito podría decirse de una serie de conceptos que empiezan a articular
y Barbacoas se enriquecieron mucho y Barbacoas se convirtió en dicha narrativa: antepasados, territorio, condiciones de vida, re-
un pueblo importante de mucho movimiento comercial. cursos naturales, subsistencia y bosque, entre otros. Podría
Al municipio de Magüí Payán empezó a llegar gente por abí en el argmuentarse que esta modalidad de historicidad es el resultado
año 1743 a trabajar en las minas. El amo de esas minas se llamaba de la mediación de Jos académicos, que en aquellos casos en los
Pedro Quiñones, por eso ese apellido es tan común en nuestro te- cuales los textos e historias son contadas por las mismas organiza-
rritorio, porque él le daba su apellido a Jos esclavos que trabajaban ciones encontraríamos otro tipo de narrativas. No obstante, cuando
en sus minas. Muchos negros se escaparon para liberarse del yugo se escucha a Jos activistas o se leen Jos documentos producidos
de la esclavitud y viajaron por los ríos Patía y Patía Viejo buscando por ellos, lo que encontramos es precisamente Jo contrario. Es la
tierras buenas para la agricultura y empezar una nueva vida como modalidad historiográfica lineal propia del discurso experto, que
hombres libres. apela a una continuidad anclada en los remotos orígenes en el con-
Para poder sobrevivir en los nuevos territorios, los negros aprendi- tinente africano y a las vivencias de la esclavitud y de libertad, el
mos de los indios a manejar el bosque, porque ellos conocían que permite fundar comunidad:
perfectamente las tierras donde habían vivido durante siglos. Así "Los procesos de construcción y reconstrucción de los africanos lle-
fue como los antepasados de las comunidades negras que hoy ha- gados a América, en territorios nuevos y en condiciones de esclavos
bitamos el río Patía Viejo levantaron sus fincas con la esperanza de en un primer momento y de libres en un segundo, han dado como
constmir un mejor futuro para sus familias, y se dedicaron a culti- resultado una apropiación de los territorios y la construcción de ele-
var la tierra, cazar y pescar, recoger frutos del bosque y aprovechar mentos culturales diferenciados de una cultura propia, que a través
de la historia de este país se ha consolidado y fortalecido de una
54 15 En palabras de Losonczy: "Tomando la dirección contraria al régimen de memoria manera autónoma, de tal forma que ha logrado cohesionar ahededor 55
disperso y discontinuo de los gmpos 'negros', se construye una linealidad identitaria de una cosmovisión y unas practicas de vida comunes y colectivas, a
continua, basándose en el modelo cronológico de la historia erudita y en el paso de lo las Comunidades Negras. (Cortés & Montaña, 1996: 57-58)"
implícito mnemónico a lo explícito histórico." (1999: 23).
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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La etnización de comunidad negra pasa por la producción de -¿Hace cuánto que estarnos cortando madera y no se ha acabado?
su pasado; lo que, desde la perspectiva de las poblaciones locales, Respondió preguntando un señor de la comunidad." 17
permite imaginar una comunidad más allá de las experiencias con- No todos los participantes estuvieron en contra de la posición
cretas de la vereda, del río o de la parentela, en las que se habían de Miguel. Pero no es extraño que hayan diferencias de interpreta-
fundado otro tipo de subjetividades e identidades. Desde nn punto ción en un ejercicio como estos donde confluye un asesor venido
de vista más general, la emización de comunidad negra supone de afuera de la región y algunos de los pobladores. Estas diferen-
una rearticulación de dichas subjetividades e identidades, la cias no son nada extraordinarias, aunque sí lo es más que hayan
redefinición de las memorias y olvidos, la subordinación de las llevado a una discusión porque muchas veces quienes reciben el
temporalidades y narrativas locales a una modalidad historiográfica taller prefieren guardar silencio ante las relaciones de poder que le
donde operan predominantemente los significantes de África, la subyacen, incluso en estas modalidades "participativas". Ahora
esclavitud y elleit motiv de la libe1tad. 16 bien, aquella discusión se hace más interesante cuando como uno
Naturalizando comunidad negra de los tantos frutos de estas asesorías que involucraron no sólo a la
organización local, sino también al vicariato de Tnmaco, al Insti-
''¡Hay dios mío! esta gente se volvió bruja'', exclamaba incré-
tuto Colombiano de Antropología y al Pnr, se publicó un libro
dulo Miguel V ásqnez. En el río Patía, en una de las innumerables
colectivo entre investigadores (expertos contratados por el estado)
reuniones convocadas por la organización local, algunos de los
y ca-investigadores (la "comunidad") en el cual Parmeuio escribe:
asistentes insistían testarudamente en afirmar que tumbar palos
para vender la madera no acababa el monte. Miguel, que había "Creo que el hombre negro en general tiene una intima relación
llegado como asesor para colaborar en la sistematización de la con la naturaleza porque sin ella no existe: no respira, no come, no
trabaja, no se viste, no vive en casa, no pisa la tierra, no va a las
información necesaria para la solicitud del título colectivo desde lagunas, no utiliza el río, ni tampoco extrae el oro, ni la madera.
una perspectiva de la ca-investigación, no era la primera vez que
pisaba el Pacífico colombiano, ni tampoco era nuevo para él el Desde 1960 en adelante, a pesar de las oportunidades que le ha
trabajo con "grupos étnicos". Desde años atrás había venido acom- dado al hombre negro relacionarse con la naturaleza boscosa para
sacarla al comercio, también lo ha llevado a la infamia mental pues
pañando a las organizaciones indígenas en el Chocó asesorándolas por un árbol que no ha sembrado, llega a matar; siendo que antes
legalmente y había jugado un papel clave no sólo en el grupo de de llegar las industrias madereras no había estos conflictos.
personas que trabajaron en tomo a la Ley 70 de 1993, sino tam-
bién en la posterior campaña electoral que llevo por vez primera a Esta relación del hombre con la naturaleza se ha venido deterio-
rando cada vez más, al punto de que el hombre actual no esta
una mujer negra al Congreso elegida por comunidades negras. respetando la naturaleza, porque por talar el bosque buscando sus-
Parmenio, uno de los asistentes argumentaba: "La brujería es tentarse. lo está acabando indiscriminadamente. Sabe que la vida
esta Miguel, yo quisiera que fuéramos donde yo vivo y donde es- la da la madre naturaleza, pero por buscar para vestirse y conseguir
tán cortando madera, no demora tres cuatro años que el sajo [la un desarrollo más digno en términos monetarios, no solo ha termi-
especie más utilizada en la región para sacar madera] vuelve a nado con la vida de árboles y animales sino también con la vida de
crecer [... ]"La disensión, sin embargo, no quedo allí: otros seres que tienen vida, porque esta relación no ha tenido re-
glamento de conservación." (Quiñones, 1998: 88-89, énfasis
"-Póngase la mano en el corazón y digan si la madera está igual de agregado).
cerquita ahorita que hace diez años. Y me han a decir ahorita yo la
corto y esa sale. ¿Hace diez años donde estaba la madera y donde En este texto parecen haberse diluido aquellas posiciones que
está ahora?- preguntó nuevamente el abogado. argumentaban en contra de la idea de Miguel de que es "obvio"

56 16
Las dinámicas analizadas entre las identidades, memorias y olvidos en la etnización 17
Estos datos se encuentran en uno de los documentos de la Organización Junta, titulado 57
de comunidad negra nos enfrentan ante varios importantes problemas de orden teórico "Tenencia de la tierra, prácticas tradicionales de producción y otros documentos, No
que trascienden el caso especifico del Pacífico colombiano y de las poblaciones negras. S", donde se elaboran las conclusiones y transcribe algunas de las discusiones de los
Para un interesante análisis véase Zambrano & Gnecco (2000). talleres realizados en el río Patía.
...............
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICTDAD EN EL PACÍPICO COLOMBIANO
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que la extracción maderera acabe con el bosque, incluyendo al imposible separar la etnización de comunidad negra (e indígena,
mismo autor del artículo. Esto podría ser interpretado como la ex- por supuesto) de la emergencia de lo ambiental como hecho social
presión de un fenómeno más general: las categorías y conocimientos global (Escobar, 1999). Ambas están estrechamente entrelazadas,
locales sobre el entorno son apocados o subordinados, por así de- más incluso de lo que activistas de Ongs y de las organizaciones
cirlo, a otro régimen discursivo que, para no ir más lejos, en esta étnicas presuponen.
cita se expresa en la ineductible dicotomía naturaleza/hombre (sic.) El hecho de que el discurso de las organizaciones, del estado,
o en categorías como las de bosque, árbol, de madre naturaleza, y de la iglesia o de la academia tienda a configurar una retórica de
en toda la lectura moral de una relación entre seres humanos y no las comunidades negras en armónica e íntima relación con la natu-
humanos tendiente a la conservación, que remite a un idílico pasa- raleza presupone ciertas maneras de ver/se e instaura modalidades
do quebrado por la intervención de un actor externo. Antes que de representación que no necesariamente circulan de esa forma en
sugerir una rápida conclusión de que la visión exógena se impuso las poblaciones locales. Así, por ejemplo, para volver al caso del
simple y llanamente sobre la de las "comunidades", que un discur- Satinga y Saquianga, nada más alejado de las gramáticas locales
so ajeno vino a ocupar el lugar del verdadero conocimiento de la del entorno que la dicotomía naturaleza/hombre y, más todavía,
"comunidad", esta situación es sólo una entre muchas que nos in- una estrategia de conservación de la primera implícita en las "prác-
dica las profundas interacciones y transformaciones ocurridas en ticas tradicionales de producción" (Restrepo, 1996). La noción
los últimos años a raíz de la etnización de comunidad negra. Esto misma de "naturaleza" no tiene correlato desde el conocimiento
no significa, sin embargo, que hayan dejado de operar los conoci- local. Pero más allá de la palabra en cuanto tal, lo que evidencia
mientos locales. Tampoco queremos sugerir que dichas modalidades este hecho es la existencia de una taxonomía del entorno que no se
de representación sean simples falacias. construye en la dicotomía naturaleza/hombre. Más aún, la idea
En este caso concreto, no es sólo que nuevas palabras empie- misma de que el monte o los animales 18 se extinguiera, es absurda
zan a circular entre las poblaciones locales para definir su relación desde este modelo. El monte es una entidad móvil que se aleja o
con el entorno. Tampoco es el caso de que un discurso exógeno acerca de acuerdo con la presencia del ser humano, al igual que lo
viene a ocupar el lugar de los conocimientos locales. Mas bien, hacían los animales o las visiones (para mencionar sólo dos enti-
esta anécdota nos confronta con otro de los componentes de la dades entre las muchas que son identificadas por las poblaciones
pedagogía de la alteridad: el de representar a las comunidades ne- locales). Este modelo de un flujo constante desde la fundación del
gras como "ecólogos por naturaleza". Al respecto, en uno de los mundo -que garantiza que en cada generación de renacientes nin-
documentos antes citados, se consigna: guna entidad desaparece como tal- se contrapone a la noción
"Tradicionalmente las comunidades negras han mantenido una re- propia del análisis económico o ambiental de "recurso", que se
lación annónica con la naturaleza, siendo parte integral de la misma. basa sobre el supuesto de la escasez.
Es así como ésta se funda en una comunión permanente con la Pero no es únicamente una forma particular de pensar y clasifi-
tierra, el mar los ríos y los demás elementos de la naturaleza [... ] car en las poblaciones locales, sino que ello también se expresa en
En las zonas rurales además, la relación Hombre/Naturaleza es la sus prácticas. Estando en el monte no es extraño que alguien tum-
que ha permitido la conservación de medio ambiente. (Cortés y be un arbusto o una palma silvestre para coger uno de sus frutos o,
Montaño, 1996: 58)" incluso, para cerciorarse si realmente están maduros. La cacería
La economía de visibilidades del proceso de etnización ha he- no responde a una intencionalidad de conservar las hembras o las
cho un énfasis en esa relación intrínsecamente armónica y sostenible crías, ni mucho menos de obtener solo una pieza para la comida.
entre la comunidad negra y la naturaleza. Desde lugares tan Al contrario, si alguien podía matar de una vez un grupo entero de
disímiles como el estado o las organizaciones, se ha invocado esta tatabros, lo hace sin consideraciones que ello pueda conducir a su
58 armonía ambiental para explicar la conservación del Pacífico como 59
una zona de gran "biodiversidad" o para argumentar los derechos 18
La categoria de animal no es igual a la que se utiliza en la taxonomía linneana, pues
de las comunidades negras como grupo étnico. Esto hace que sea las aves, por ejemplo, no son animales.
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNlCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA • • • o o .. e • • • • o •
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los árboles pequeños i en seguida los grandes. Es en medio de este


extinción. Otro tanto podríamos decir de actividades como la ex- bosque abatido que prosperan, crecen i maduran las plantas de maiz,
tracción forestal, la minería o la pesca (donde es frecuente el uso apiñadas como si fuesen de trigo. El maiz, sinembargo, se da pe-
de explosivos). queño i en pequeñas mazorcas, como tiene que ser con semejante
El punto para ilustrar acá con este ejemplo no es que, entonces, sistema, solo pecualiar de esta rejion.
las poblaciones del Satinga y el Sanquianga son unos depredadores Más no es solo la ocupación de los sembrados lo que constituye el
ambientales. Ni, mucho menos, cuestionar la veracidad de quie- trabajo del negro, pues éstos son insignificantes: el principal es la
nes ven en las particulares condiciones de producción de estas esplotacion de los rios i quebradas, para sacar de en medio de la
poblaciones la razón por la cual se ha conservado la cobertura arena i las piedras las particulas de oro i platina que arrastran casi
boscosa y la diversidad biológica de la zona. Es un hecho que has- todos, i que darian un gran producto si la voluntad correspondiese
ta hace algunas décadas, cuando menos, la correlación favorable a la fuerza del trabajador. Nacido i creado éste en la soledad de las
entre oferta ambiental, las tecnologías artesanales para su explota- selvas, no conocia otra voluntad que la del amo o mayordomo que
lo hacia trabajar; mas desde que éste faltó, no conoció ya ninguna
ción y una racionalidad económica no centrada en la acumulación
otra, i no es perverseverante en la fatiga. Empero, la verdad es que
de estas poblaciones llevaron a que la deforestación y pérdida de no tiene por qué trabajar. El plátano le da profusamente pan, los
la biodiversidad no alcanzara los niveles del interior del país don- rios pescado i las selvas tatabros i saínos; acosado por el hambre,
de se suprimió casi la totalidad de los bosques y la fauna y flora se contenta con una mazorca de maiz o un par de plátanos, i sola-
asociadas (del Valle, 1996). mente por gusto o diversión se dedica a la cacería i a la pesca."
Más bien, lo que se pretende es resaltar cuán ajena puede ser (Perez, 1862: 291-293)
para las prácticas y modelos locales de conocimiento esa repre- Durante el siglo XX, reiterativamente encontramos este tipo
sentación de la comunidad negra en armónica relación con la de representaciones sobre las poblaciones negras hasta que, bajo
naturaleza. Y, en consecuencia, cuantas transformaciones, la influencia del análisis económico y la planificación, en la se-
hibridaciones y confrontaciones cabe suponer en dichos modelos gunda mitad de siglo se configura el discurso del desarrollo
el hecho de que hayan empezado a circular y a posicionarse esa (Escobar, 1998). Es desde la lógica propia de este régimen
narrativa de las comunidades negras como "ecólogos por natura- discursivo donde se rearticulan las imágenes de unas poblaciones
leza" .19 Pero esta representación no sólo puede llegar a ser ajena locales al borde de la miseria, inanición, ignorancia y mortalidad
para las poblaciones locales. De una manera muy diferente, dicha que, dado su bajo nivel de condiciones de vida, están mucho más
representación redefine un imaginario de vieja data que las elites cerca de la naturaleza que quienes han emprendido ya, en el inte-
de la región y fuera de ella han construido sobre las poblaciones rior andino del país, el emancipatorio camino hacia el desarrollo.
negras del Pacífico. En efecto, a los ojos del discurso hegemónico, Sustentados en indicadores económicos (que se muestran neutra-
dichas poblaciones han aparecido en el lugar del "salvaje" que, les y objetivos, simples constrastaciones empíricas de "hechos"),
alejado de los "beneficios de la civilización", ha mantenido una hacen carrera los imaginarios de unas poblaciones definidas en
estrecha relación con unas "ásperas" pero prodigiosas selvas. Un negativo, por la falta y la carencia, donde las difíciles condiciones
relato del siglo XIX, ilustra este punto: ambientales, la ausencia de un espíritu empresarial y el escaso
"El negro desnudo, o con solo una paruma o gayuco, es el habitador desarrollo de sus tecnologías atrasadas se han conjugado para con-
de esas tienas feraces, las que no conoce mas que en el corto tre- denarlas a estancarse en unas selvas abandonadas a su suerte. Este
cho marjinal de los rios, en donde tiene su choza. Sus cultivos se orden de (in)visibilidades del régimen desarrollista, se cuestiona
reducen a unas pocas matas de plátano, caña, yuca, cacao i algo de en el plano mundial con el posicionamiento en las ultimas décadas
maiz, el cual riega en el monte, para luego que esté nacido cortar
de lo ambiental como hecho social global (Oslender, 2000). En el
Pacífico sur, esto se encuentra de la mano con la formulación del
19
Es un nivel de análisis que escapa a los alcances de este artículo. Sin embargo, como Plan Pacífico donde se inserta la noción de desarrollo sostenible y,
decíamos antes, es ahí donde puede explorarse una interesante veta: la de las polifonías más radicahnente aún, con el Proyecto Biopacífico que, como resul-
locales del sujeto étnico.
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACíFICO COLOMBIANO
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tado de un largo proceso de concertación con las organizaciones naturaleza. Estrechamente relacionada con dicha imagen, esta pe-
negras e indígenas ya constituidas, se termina etnizando la dagogía articuló una objetivación de la cultura de comunidad negra.
biologización de la representación del desarrollo, de la región y Más aún, esa íntima relación entre comunidad negra y naturaleza
sus gentes, es vista precisamente como expresión de su cultura, como su es-
La naturalización de comunidad negra implícita en esta fase de trategia de apropiación del territorio. Para definir la comunidad
la pedagogía de la alteridad amerita ser analizada en otra direc- negra, cultura y tradición son dos nociones que empezaron a cir-
ción. Esto es, cómo la comunidad negra se naturaliza en sí misma. cular en las reuniones, talleres, encuentros, documentos, actas,
En efecto, más allá de la representación de la cercanía entre comu- nombres de las organizaciones, conversaciones, etc. Es decir, ade-
nidad negra y naturaleza, la comunidad negra se imagina como más del origen y pasado en común, una cultura y una tradición
una entidad dada que se mantiene como unidad desde los albores compartidas empiezan a ser esgrimidos para construir comunidad,
del arribo de los primeros esclavizados al Pacífico sur. Es impor- para imaginar la comunidad negra.
tante tener presente que naturalización se entiende acá no en el La cultura de comunidad negra comienza a ser definida con
sentido de racialización de la etnicidad de comunidad negra,"' sino base en una selección de prácticas que los localizan como Otro,
en el de suponerla como un otro dado que es empíricamente evi- como portadora de una particularidad cultural, de unas caracterís-
dente tanto en su pasado como en su presente y futuro sin considerar ticas especificas que la reclamaría como diferente. Y ello, dentro
que más bien es una producción históricamente localizada y contin- de un movimiento de valoración y de búsqueda de lo verdadera-
gente. Por tanto, dicha naturalización es, por así decirlo, el otro lado mente propio de la comunidad negra. Ahora bien, es precisamente
de la moneda de la ausencia de la historización de las representacio- en este énfasis en la diferencia, en dicha valoración y búsqueda de
nes de comunidad negra como grupo étnico. Así, entonces, la lo propio, donde la pedagogía de la alteridad implica una inven-
naturalización de comunidad negra es expresión de lo que puede ción de tradición, una objetivación de la cultura y, en últimas, una
denominarse un "presentismo" en el análisis histórico que consiste imaginación de comunidad. En este sentido, la descripción de la
en proyectar el sentido presente de un fenómeno al pasado." cultura de comunidad negra no es un inocente ejercicio de trans-
lnvisibilidades de las visibilidades: cultura y tradición de comuni- cripción de la realidad de las poblaciones del Pacífico colombiano.
dad negra Antes que un hecho ahi a la espera de ser registrado, la cultura de
comunidad negra es un arduo proceso de objetivación, de selec-
Pero la pedagogía de la alteridad no se limitó a introducir la ción y de representación. En este proceso, operan dispositivos de
imagen de una comunidad negra en una armonía intrínseca con la construcción de normatividades, de reducción de la multiplicidad
de observaciones a lo que constituye o no "la cultura" de comuni-
20
Lo cual escapa a los propósitos del presente artículo ya que nos llevaría a explorar las
dad negra.
relaciones entre las políticas de la alteridad más allá de su última expresión en la En la práctica, esto ha significado hacer un énfasis en lo ances-
etnización de comunidad negra para analizar las transformaciones, superposiciones,
antagonismos e hibridaciones con anteriores regímenes de visualización donde emergen
tral, comunal y aislados de los asentamientos; en lo tradicional de
objetos esbozados en categoría'i como las de "raza", "casta" y "nación" (esta última las prácticas de producción que son expresión de una exitosa adap-
en el sentido del siglo XVI y XVII). Para un análisis de racialización de la cultura y tación a los diferentes ecosistemas; en los extensos ramajes o
culturalización de la raza en Latino América, véase De la Cadena (2000) así como el
trabajo de Pctcr Wade (1997) para las articulaciones entre raza/cultura/etnicidad en el troncos familiares que definen no sólo el acceso a los recursos,
caso Latinoamericano. sino también que constituyen la red por la cual se mueven los bie-
21 Este fenómeno es el que Bourdieu considera como un "anacronismo" en el análisis
nes y las personas; en una racionalidad económica propia que se
historiografico: "[ ... ] los historiadores a menudo se autocondenan al anacronismo,
por su uso antihistórico o deshistorizado de los conceptos que emplean para describir
opone a la "occidental"; en la existencia de unas formas de
las sociedades del pasado [... ] Un sinnúmero de historiadores olvidan que estos autogobiemo basadas en el respeto generacional; y en un sistema
62 conceptos y las realidades conespondientes son, en sí mismos, producto de una de representaciones específico que se expresa claramente en las 63
construcción histórica: la propia historia a la cual aplican estos conceptos los ha
inventado, creado, con frecuencia al costo de un enorme trabajo histórico esencialmente prácticas funerarias o curativas, así como en una rica tradición
olvidado" (1995: 59). oral.
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA
AcCIÓN COLECTIVA Y ElNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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En aras de producir esto que podríamos denominar un "efecto


"Yo creo que ese término de etnia es más bien un término de los
de alterización" se ha apelado a una "invención de tradición" blancos para marcar una diferencia porque cuando se habla de et-
(Hobsbawn & Ranger, 1990). Es decir, el hecho que la representa- nia no se dice de etnia blanca, sino etnia indígena, etnia negra,
ción académica y política de comunidad negra en el Pacífico sur hasta ahí llega, de ahí las otras son razas. Yo pienso que esa es una
haya realizado un énfasis en los aspectos antes enumerados, im- separata que se hace ahí. Que por ser negros o ser indígenas ya no
plica una "invención de tradición" en la medida en que se presenta somos raza sino etnia [... ]" 26
como característico y definitorio de la comunidad negra en gene- Y para ello, para ser un Otro, uno que se reconozca como gru-
ral unas prácticas, relaciones y representaciones que, desde su po étnico (o, unas décadas antes, que fuera pertinente al escrutinio
misma natTativa, se encuentran doblemente circunscritas en el es- antropológico), es la imagen de lo indígena la que proyecta su
pacio y en el tiempo. En el espacio, porque se supone que se hayan sombra en tanto ocupa el lugar del otro por antonomasia." Peter
en las "zonas rurales (ribereñas)" más apartadas" y en el tiempo Wade (1996) anotaba cómo en la Ley 70 había una mientación
dado que se asume que "así vivían antes los viejos". 23 Lo que se hacia el modelo de la etnicidad indígena en la representación jurí-
encuentra en juego es, entonces, una definición y homogeneización dica de la comunidad negra. En este sentido, Rivas concluye en su
de lo auténtico, de lo verdaderamente constitutivo de la cultura de análisis de una organización concreta: "Conceptos como autono-
comunidad negra. 24 De ahí que, en su conjunto, dichos énfasis in- mía, ancestralidad, control territorial, muestran que mucho del
troducen lo que Villa (1998: 447) ha denominado "sociologismo proceso de la Acapa está relacionado e influenciado por el proceso
ilusorio" ya que establecen su propio orden de invisibilidades. indígena." (2000: 11). Más diciente es aún que en aquellos casos
En suma, mediante este "efecto de alterización" la comunidad donde se cuestiona que las poblaciones negras constituyan un gru-
negra aparece como un Otro, uno distinto de un Nosotros (al del po étnico, se hace comparándolas con los indígenas. 28 Este
antropólogo o el funcionario que no son comunidad negra) implí- cuestionamiento se observa fácihnente entre ciertos funcionarios
cito en dicha narrativa. La comunidad negra constituye un grupo del estado local que, directa o indirectamente, tienen que ver con
étnico en la medida en que se diferencia de un nosotros que no está la cuestión étnica de comunidad negra (Alvarez, 2000).
marcado como tal. 25 Acceder a las credenciales de la etnicidad, he Conclusiones
ahí un leit motiv que ha signado durante las ultimas dos décadas
Toda lectura del presente, es también una lectura del pasado y, al
no sólo el discurso de los activistas y asesores, sino también el de mismo tiempo, una enunciación del futuro.
la academia:
CARws RosERo29
Es tiempo de retomar las preguntas con las que abrimos este
22
Un punto importante para tener en cuenta en esta objetivación de la cultura de artículo. Para ello es pertinente reproducir un fragmento de una
comunidad negra, es que está profundamente anclada a lo ribereño. En efecto, entre
otras razones, este "río-cenll1smo" es expresión de la historia misma de configuración
26
de la categoría de cultura de comunidades negras que encuentra su antecedente más Entrevista de Manuela Alvarez con don Porftrio Becerra, noviembre 26 de 1998.
importante en la experiencia de la Acia hacia mediados de la década del ochenta Tumaco. Don Porfirio Becerr-a es uno de los activistas con mayor experiencia en el
(Villa, 1998). Pacífico sur. Fue un destacado dirigente de la Anuc, miembro fundador de Coopalmaco
23
A riesgo de ser reiterativo, quiero insistir nuevamente que no estoy haciendo un juicio (actual Consejo Comunitario Cortina Verde Nelson Mandela) y uno de los iniciadores
sobre la "veracidad" o no de dichas representaciones, sino un análisis de las políticas de lo que luego llego a ser Palenque regional Nariño.
27
de la etnicidad como régimen de visualización. Este lugar no es nada gratuito, sino que expresa las disimiles locaciones que en la
24
Existen dos investigaciones de cómo ha operado este proceso de invención de tradición estructura de la alteridad han ocupado lo indigena y lo negro (Wade, 1997).
28
en el caso del Festival del Cmrulao realizado en Tumaco (Agier, 1999; Aristizabal, La ctnicidad indígena es igualmente resultado de un proceso de producción de la
1998). diferencia, de una imaginación de comunidad como Otro, en el cual han intervenido
25
Aquí se abre una interesante veta de análisis de lo étnico como lo otro, que ha sido activamente desde activistas, asesores, académicos y funcionarios hasta las
objeto de tecnologías de descripción y administración desde un lugar configurado organizaciones, ong's y el estado (Gros, en prensa). Ese imaginario de la indianidad
como un no-étnico (incluyendo, obviamente, a los mismos antropólogos). Para ello, como paradigma de la ctnicidad amerita ser examinado para problematizar la
habría que investigar la filigrana de las políticas de la "blancura" (whitness) o, quizás naturalización de la comunidad indígena como grupo étnico. 65
29
más precisamente, de la "mcstizura", como un no marcado otro, como lo "natural" y Activista del Proceso de Comunidades Negras (PCN), miembro de la Cordinación
lo "normalmente" colombiano. Nacional del PCN y uno de los representantes por parte de las organizaciones a la
Comisión Especial para las Comunidades Negras.
lrvlAGINANDO COMUNIDAD NEGRA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICTDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

entrevista a un funcionario del estado local de la región que se maquiavélicamente han introducido el estado y las elites del inte-
reconoce a sí mismo como "negro", pero que considera el discurso rior del país para continuar manipulando las poblaciones del
de la comunidad negra como mera expresión e imposición del Es- Pacífico y garantizar la explotación de sus riquezas. En suma, para
tado central y de los intereses ajenos al Pacífico colombiano y a dicho funcionario, nada de contra-hegemónico puede ser hallado
las poblaciones negras: en la etnización de comunidad negra ya que, por el contrario, no es
"Yo soy contrario a todo eso de la Ley 70 porque pienso que esos más que una nueva forma de hegemonía, una más poderosa y per-
son procesos orientados. Yo creo que todos esos procesos no son el versa ya que es reproducida por la misma gente del Pacífico que
resultado de una orientación y una visión que puede tener e] negro está "adoctrinada".
en Colombia, sino que eso obedece a una visión de lo que es el Nada más erróneo que interpretar la Ley 70 y el proceso de
negro en Colombia. Entonces la Ley 70 lo que es un marco para etnización de esta manera extrema. 31 Al hacerlo se desconoce la
decimos que el negro debe estar en ese marco y ahí no debe salirse.
agentividad de los activistas y poblaciones locales, se caricaturiza
[ ... ] Uno de los grandes problemas de la Ley 70 es que siempre
estamos trabajando con modelos importados. Los modelos hay que el proceso que posibilitó la Ley 70 que para nada fue un regalo del
adecuarlos a cada circunstancia. Al negro siempre nos ponen mo- gobierno de tomo, se introduce una representación de un estado
delos de desarrollo ajenos y por eso nunca las acciones que se hacen monolítico, maquiavélico, omnisciente y omnipotente, así como
en el Pacífico causan impacto. Porque nunca se hace lo que noso- se borran de un tajo las experiencias de empoderarniento de las
tros estamos pensando hacer sino que lo que otros creen que debe organizaciones que no en pocas ocasiones han entrado en contra-
ser el negro. En la Ley 70 dijeron el negro debe ser eso, y entonces dicción directa con los intereses de actores locales como los
trabajemos para que el negro sea eso. La Ley 70 más que un ser es empresarios locales (palmeros, palmicheros o madereros) o de las
un deber ser. Nosotros decimos que las leyes nacen para interpretar expresiones locales del estado (como la corporación regional, los
una realidad, y la Ley 70 quiere interpretar una realidad que no es proyectos o programas de diferentes instancias estatales).
la nuestra. La Ley 70 quiere forjar una realidad inexistente, por eso
cogen y llevan la gente a talleres y las adoctrinan. Por eso uno ve Como hemos expuesto a lo largo de este artículo, es evidente
que todos los que han estado en ese proceso hablan igual a como que la etnización de comunidad negra ha sido un arduo proceso
hablan en Planeación Nacional. Tu vas a la más recóndita vereda que no es patrimonio exclusivo de las organizaciones étnico teiTi-
del Pacífico y allá te encontras a un señor que anda con el cuento toriales, aunque ellas sin duda han sido uno de los agentes de su
de Ley 70 y te hablan igual a esos señores que andan con ese cuen- configuración. Aunque hemos explorado sólo el nivel de su confi-
to en Bogotá. es un proceso totalmente dirigido." 30 guración de lo que hemos denominado pedagogía de la alteridad,
Es claro que dicho funcionario ante las preguntas que abrieron han quedado indicadas las transformaciones que hacen posible di-
este artículo respondería que el movimiento organizativo en tomo cha etnización por lo menos en un plano en el que se articulan y
a los derechos étnicos de comunidad negra surgieron en los no- confrontan organizaciones y el estado a través de una serie de
venta como respuesta al capricho del estado colombiano y a las mediaciones y mediadores que instauran esa economía de visibili-
políticas multiculturales que incorporó en la Constitución de 1991. dades que permiten imaginar la comunidad negra como grupo
Igualmente, diría que las organizaciones son simples "testaferros" étnico. También hemos señalado que estamos refiriéndonos a un
de una visión que le es ajena y que eso explica porque no sólo el plano, pero que quedan muchos otros niveles por explorar que,
estado, sino también la iglesia, las Ongs o los proyectos de coope- como en el caso de las poblaciones locales, arrojarían otro tipo de
ración técnica internacional manejan y no en pocas ocasiones avalan resultados ya que allí nos encontrarnos con un ámbito donde el
dicho discurso. De ahí que para él las posibles articulaciones entre sujeto de la etnicidad adquiere múltiples y acaso contradictorias
etnicidad, identidad étnica y procesos organizativos son simple- operativizaciones.
mente la expresión de una "falsa consciencia" que
31
Sin embargo, como se planteó en la introducción, tampoco es muy útil para entender
el proceso de et:nización de comunidad negra asumir una visión fundamentalista o
30
Entrevista de Manuela Alvarcz con un funcionario del Plan Pacífico, Tumaco. romántica que fácilmente puede ser hallada en el discurso de algunos militantes y
Diciembre de 1998. Enfasis agregado. asesores.
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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Basados en los resultados provisionales de este artículo, trate- ción de la dimensión del estado y de su intervención, en pocas
mos de abordar desde nuestra perspectiva dichas preguntas. Varios palabras, toda esa serie de transformaciones en lo que
autores han llamado la atención sobre las articulaciones entre las eufernisticamente se ha denominado "modernización del estado".
políticas multiculturales del estado, el neoliberalismo, y la eclo- ¿Mera coincidencia temporal que en esta misma década hayan
sión de lo étnico y lo ambiental (Alvarez, 2000; Escobar, 1999; confluido la irrupción de lo étnico y lo ambiental con las
Gros, en prensa; Wade, 1999). Ahora bien, la etnización de co- implementaciones de las políticas neoliberales? Siguiendo en esto
munidad negra en el Pacífico sur se encuentra estrechamente ligada el análisis de Gros (en prensa) para el caso indígena, se hace evi-
a la itrupción de lo ambiental. Imaginar comunidad negra, como dente que dichas confluencias no son nada gratuitas. Así, en el
vimos, pasa por su naturalización, en la nanativa de los "ecólogos contexto de la descentralización administrativa y de las políticas
por naturaleza". Igualmente expusimos cómo la noción de territo- de redefinición del sujeto político en el orden de lo local articula-
rio y la objetivación de la cultura encuentran como referentes el das a las políticas neoliberales, en el Pacífico sur las organizaciones
discurso de las prácticas tradicionales de producción como y consejos comunitarios constituyen un interlocutor que le permi-
ambientalmente armónicas y, por ende, la comunidad negra como te al nuevo modelo de estado una legitimidad y operatividad directa
garante y razón de la conservación de la biodiversidad en la re- de sus programas y proyectos.
gión. Así, podemos concluir que para los años noventa en el Pacífico Frente a las dos primeras preguntas podemos afirmar que en la
sur colombiano las políticas de la etnicidad de comunidad negra medida en que la etnización de comunidad negra en el Pacífico sur
convergen con las políticas de naturaleza que en la región se ex- se despliega en el marco de la irrupción de lo ambiental, de la
presan en los proyectos de "desarrollo sostenible" o conservación institucionalización de la multiculturalidad y de la consolidación
de la biodiversidad. del modelo neoliberal, dicha etnización es producto de transfor-
Por su parte, como ya ha sido trabajado por diversos autores maciones de orden global y nacional, así como regional y local.
(Hoffmann, 1999; Pardo, 1998; Villa, 1998), el discurso del Esto explicaría dos cosas: una por qué actores tan disímiles locali-
multiculturalismo encuentra su más inmediato referente en la Cons- zados y con intereses aparentemente contradictorios participan
titución de 1991. El anterior modelo de estado-nación, se transforma activamente en la producción de la comunidad negra como grupo
para dar cabida a un modelo de una definición de la nación y de la étnico y, la otra, por qué una vez que empieza a circular por dife-
ciudadanía incluyendo la diversidad cultural y étnica. La rentes canales esta imagen de comunidad negra produce un efecto
colombianidad ya no es más, en términos de las políticas de verdad que cada vez menos es objeto de contestación.
multiculturales del estado, sinónimo de homogeneidad cultural, Las dos últimas preguntas nos remiten a un plano más general.
religiosa y lingüística propias del proyecto de hispanidad y mesti- De un lado las articulaciones entre etnicidad, identidad étnica y
zaje. Sin lugar a dudas, es en el marco de la institucionalización de procesos organizativos amerita ser examinada desde una perspec-
dichas políticas de la multiculturalidad en el que se consolida la tiva que podriamos denominar políticas de la etnicidad. Por políticas
etnización de comunidad negra. Si bien es cierto esta etnización de la etnicidad no entendemos únicamente las acciones o planes
no es una simple imposición de dicha institucionalización, tampo- explícitos de las diferentes instancias estatales o gubernamentales
co se puede desconocer que es en una interlocución con esta última hacia las poblaciones negras en tanto grupo étnico. Tampoco, esta
que se ha troquelado la primera. Esto es un importante elemento categoría se agota en lo que las organizaciones étnico territoriales
para entender por qué, en el caso del Pacífico sur colombiano, se hacen o enuncian en cuanto tales. De ninguna manera, políticas de
da la eclosión de la comunidad negra como grupo étnico en los la etnicidad constituye la expresión política de una etnicidad que
años noventa. estaría dada de antemano como una suerte de esencia en las pobla-
En Colombia, la implementación del modelo neoliberal como ciones locales y que esperaría a ser exorcizada por el auge del
68 política estatal se asocia a la década del noventa. Es durante esta movimiento organizativo, por las condiciones favorables desple- 69
década que se consolidan la apertura económica, el desmonte del gadas por la legislación o por la labor desplegada por asesores y
estado de bienestar, la descentralización administrativa, la reduc- funcionarios.
IMAGINANDO COMUNIDAD NEGRA
• o • • o o 1!1 • • o • • •

Más bien, con políticas de la etnicidad se indica una sutil fili- Usos de la historia y la historiografía por parte
grana de mediaciones y tecnologías que han hecho pensable a la
comunidad negra como grupo étnico, que han significado no sólo de las ONG y OB de las comunidades
la legitimidad de este tipo de organizaciones, sino también de las negras en el Chocó •
intervenciones del estado y otros actores a nombre de dicha comu-
nidad. Como exploramos en este artículo, en un nivel aún más R. F. KHFITEL
STEF!\N
profundo, dichas políticas han producido mediante su objetivación Antropólogo
modalidades de memoria, de tradición, de identidad y de cultura
donde emerge la comunidad negra como sujeto étnico. Las políti-
cas de la etnicidad deben ser entendidas como un nivel de análisis
...
Universidad de Viena, Austria

particular de un proceso mucho más general que podríamos deno- Introducción


minar las políticas de la diferencia, dentro de las cuales se A partir de la década de los ochenta en el Chocó, y en especial
encuentran igualmente la nación y la raza. Cómo se instaura, dis- en la parte del Medio Atrato (con una franja aliado antioqueño),
puta, despliega e interpela en disímiles niveles y a través de se formaron unas organizaciones de .campesinos que impulsaron
múltiples relaciones un principio de diferenciación corno la el proceso organizativo de las comunidades negras que había co-
etnicidad de comunidad negra: he ahí como se deben examinar las menzado en los setenta por intelectuales en las urbes del país. Lo
articulaciones entre etnicidad, identidad y movimiento organizativo. particnlar de este proceso ha sido el hecho de que condujo a la
Desde esta perspectiva nos es posible, entonces, abordar la úl- legalización de ciertos derechos de las comunidades negras, pri-
tima pregunta, esto es, si la etnización de comunidad negra responde mero en la Constitución Política y luego en la Ley 70/93 y sus
a una tensión en la que se expresaría una resistencia de orden cul- decretos reglamentarios.
tural de unas poblaciones locales a modelos hegemónicos de la Ahora no voy a fijarme en el interesante proceso (Khittel, 1999
política y lo político agenciados por el estado y el capital. Más que y Sánchez et al., 1993) de cómo se forjó esa ley, sino que voy a
la resistencia de unas poblaciones locales con base en su diferen- enfocarme en un solo aspecto importante, el cual es la legitima-
cia cultural, la etnicidad de comunidad negra es una forma de ción por medio de la historia o la historiografía. Partiendo de unas
imaginar dicha diferencia a partir de tecnologías de invención y suposiciones de Gramsci se puede asumir que en el campo de ba-
formas de visualización por lo que, como se expuso en el artículo, talla por la hegemonía, la legitimación ideológica es una cosa muy
establece necesariamente un orden de normalización. Pero dicha reñida. Buena parte de la legitimidad en este país se deriva de la
normalización de comunidad no es la simple imposición mediante Historia -con H mayúscula- que sirve de fundamento para el mis-
coerción o seducción por parte del estado o el capital, sino que se mo Estado. Entonces siempre se ha ejercido cierto control sobre la
configuró en una interlocución en varios planos y en la que activa- producción historiográfica, dejando abierto un espacio para las
mente han tomado parte múltiples mediadores. mismas elites para pelear el mejor puesto dentro de la Historia. La
gran mayoría del pueblo, ágrafo, no podía meterse en esas "pe-
leas". Con esa ventaja la hegemonía en el campo de la historiografía
siempre ha sido clara del lado de la frecuentemente referenciada
oligarquía del país. Por este mismo hecho no es milagroso que
ciertos grupos, si no físicamente, sí desaparecen de las hojas de las
los manuales de historia o de otras obras de mayor difusión nacio-

70 * Este a~tículo es producto de dos ponencias: en Manchester (1999) y en Bogotá (2000) 71


y algunos cortes y añadiduras. La participación en esas conferencias ha sido posible
gracias a las invitaciones de Peter Wade y Leonardo Montenegro y Mauricio Pardo.
Agradezco al ICANH el apoyo brindado en el evento de Bogotá.
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na!. La diferencia entre las dos "razas", la indígena y la negra, que Yo me propongo la tarea de elucidar un poco algunos procesos
se encuentran alejadas del poder económico o político también de construcción de historia e historiografía tomando los ejemplos
está marcada. Se nota tempranamente el intento de crear de forma desde el Medio Atrato, que por varias razones ha sido el foco de
paternalista un lugar específico -y apartado- para los indígenas, vatios estudios sobre comunidades negras a partir de los años ochen-
mientras el sitio para los negros está dentro de la sociedad mayori- ta por parte no sólo de la academia (no sería nada nuevo), sino
taria, donde deberían ocupar los últimos escalafones (Wade, 1986). también por parte de organizaciones no académicas, en sentido
A partir de los años setenta empieza la lucha de varias organi- estricto, como las organizaciones campesinas o las ramas de la
zaciones indígenas por sus derechos ancestrales, los cuales han iglesia como son los equipos misioneros.
sido reconocidos, hasta cierto punto, por leyes de la república (véase El terreno académico
v.g. Vásquez, 1997) en el siglo pasado y por regulaciones de res-
guardos, y en los años sesenta, hasta por la misma guerrilla. Uno La investigación antropológica de los/as negros/as o
de los enfoques de la lucha, sobre todo después de alguna afrocolornbianos/as arranca con cierta lentitud y los primeros estudios
depolitización, era la legitimidad de la posesión de tierras por la son de índole más histórica que antropológica. La influencia de
misma ancestralidad. En esto los indígenas contaron con la ayuda Melville Herskovits y sus estudiantes sobre el terreno en Colombia,
de profesionales antropólogos, sociólogos, historiadores y aun Aquiles Escalante, Rafael Arboleda y Thornas Price llevan esos
arqueólogos. Se reescribió la historia de los indígenas partiendo estudios a un primer pequeño auge cuyo ápice es el libro sintético
de otros axiomas historiográficos. De ahí se desarrolló un de Aquiles Escalante "El Negro en Colombia" (1964). Corno la
"indigenismo" de estirpe colombiano que aún hoy persiste en al- escuela de Herskovits enfatiza la cultura de los negros en las
gunos campos de investigación. Américas, la dimensión histórica es parte necesaria de cualquier
investigación antropológica, aunque en grados desiguales. La
Un poco más tarde se desarrolla una conciencia "negra" en las
elites urbanas de la población afrocolornbiana - término en sí mis- investigación comparativa es preferida y los vínculos históricos más
mo cargado de significado histórico- (Wade, 1986 y 1991). Existen bien inferidos desde el presente antropológico. Naturalmente hay
diversos grados de elaboración histórica. Los estudios históricos
ejemplos norteamericanos del Movimiento por los Derechos Civi-
les y la obra de Frantz Fanon y algunos otros autores de la corriente trabajan sobre todo el terna de la esclavitud y son, de cierta manera,
de la Negritud. Esta corriente tiene sus adeptos en Colombia. En- una cornplernentación de los primeros estudios de los antropólogos.
tre ellos, varios chocoanos viviendo en otras partes del país o incluso Por eso aquí me centro más en los estudios antropológicos.
en países extranjeros por un rato. Se fundan revistas!, círculos de A partir de los años sesenta se trabaja el terna y aparecen dos
estudiantes' y también organizaciones de otra índole, por ejemplo figuras grandes de la antropología colombiana sobre las comuni-
de investigaciones científicas o de Derechos Humanos (Smith, 1986 dades negras en Colombia. Por un lado Nina Sánchez de
y Mosquera, 1986). En los años setenta y a principios de los ochenta Friedernann y por el otro (en los 60 en lado ecuatoriano) Norrnan
tienen su auge esas organizaciones. Al mismo tiempo, o unos po- Whitten Jr. Ellos dos se encargan de rescatar por primera vez en el
cos años más tarde en la década de los ochenta, se juntan en el ámbito nacional e internacional las idiosincrasias de las culturas
Chocó varias circunstancias favorables para un nuevo intento de negras. Antes de ellos hubo unos pocos intentos por parte de algu-
reescribir la historia afrocolornbiana y la de las comunidades asen- nos antropólogos extranjeros (Restrepo, 1997b) y el notable
tadas en las riberas de los ríos del Pacífico biogeográfico, corno se folclorista y antropólogo chocoano Rogerio Velázquez, quienes
denominará desde entonces. no tenían un impacto grande o fueron a su vez una consecuencia
de otra lucha por el control cultural y político en el Chocó a partir
de la década de los treinta en el caso de Velázquez.
72 1 La obra de los dos arriba mencionados antropólogos torna for- 73
Amir Smith Córdoba funda en 1977 una revista de nombre "Negritud" en la que
retoma las luchas contemporáneas de la gente negra en Colombia y en el mundo. mas concretas (para el caso colombiano) en el año 1974, cuando
2
SOWETO fundado en Pereira es el ejemplo más famoso y la cuna de CIMARRON. se publica "Black Frontiersmen" de Norman Whitten Jr. y dos artí-
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culos de Nina Friedemann sobre Guelmambí - obra que más tarde también las experiencias traumáticas de la trata tienen su lugar fijo
alcanzaría una importancia excepcional'. Sobre todo Nina en ese recuento, que por ejemplo inspiraban ciertos estudios sobre
Friedemann se encarga de estudiar los afrocolombianos a lo largo los problemas psíquicos de la población negra en Colombia. El
y ancho del país, en Palenque, en varias zonas del Pacífico- Guapi, pasado postcolonial en la era de las nuevas repúblicas es estudiado
Quibdó, varios ríos- en Barranquilla. Sobre todo a partir de 1984 en pocas oportunidades, sobre todo después de la abolición de la
defiende la gente negra con el concepto de la invisibilización por esclavitud6 Obviamente existen excepciones, pero son contadas.
parte de los antropólogos (Restrepo 1996d, 1997b) y en general. Entonces se liga el presente con un pasado que tiene más de 150
Esta campaña tiene mucho éxito, ya que en 1997 un libro en inglés años con la consecuencia de postularse una importancia relativa
sobre las comunidades negras en América Latina se llama "No para ciertos fenómenos de la época de Africa precolonial, de la
longer invisible"'. También ca-funda en 1991 la revista América colonia en América Latina y de pre-abolición.
Negra que sirve como plataforma contra el olvido, hasta la muerte Sobre todo a partir de los años noventa se puede casi hablar de
de su creadora en 1998. Todo ello conduce a una mayor atención un auge de estudios sobre las comunidades negras en Colombia,
de los profesionales y académicos hacia el tema de las comunida- de los mismos antropólogos/as colombianos/as, pero igual se des-
des negras en Colombia. pertó el interés del extranjero. Ciertos hechos como la promulgación
De esa corriente es interesante notar que no se trata de una de la nueva Constitución Política y de la Ley 70/93 estimularon
corriente unitaria, sino más bien, de al menos dos aspectos distin- una ola de trabajos sobre todo de tipo antropológico-sociológico.
tos unidos por el común denominador del interés por los Surgen diversas facciones de científicos que rivalizan dentro del
afroamericanos. Nina Friedemann trabaja los aspectos históricos tema de los afrocolombianos.
y antropológicos más clásicos como rituales o parentesco. Más Organizaciones de base y la Iglesia en el Chocó
tarde su interés por el continente africano le abre una perspectiva
cultural comparativa'. También representan un papel importante Para entender mejor el ambiente en el cual se libró la lucha por
los procesos cognitivos en su análisis para poder erigir el puente la Historia en el Chocó hay que entender las interactuaciones de la
entre los dos continentes. El interés de Norman Whitten queda Iglesia con las OB y ONG. Como conozco sobre todo el caso de la
más enfocado en la adaptación a un medio ambiente. Hasta cierto ACIA', voy entonces a ilustrar mis tesis con casos tomados de esa
pnnto son compatibles los dos tipos de estudios, pero a la larga los organización o al menos del Medio Atrato. Sobre la experiencia
caminos se separaron. de la OBAPO se publicó además un trabajo recientemente (Vargas,
1999b).
Un punto que para nosotros es importante destacar es la
De mediados hasta finales de los setenta unos "verbitas" (de
bipolaridad de los conceptos que se desarrolla en los conceptos
los misioneros del Verbo de Dios), sobre todo alemanes, se asenta-
históricos de los "afrocolombianistas". Desde la escuela
ron en el área de la diócesis de Santa Fe de Antioquia en la margen
antropológica temprana hubo dos enfoques: las historias colonia-
derecha del río A trato Medio. A principios de los años ochenta los
les de la trata y de las culturas anteriores en Africa y el presente
misioneros claretianos hicieron otro tanto en la diócesis de Quibdó
donde se puede encontrar, según el concepto teórico, un rastro o
a la orilla izquierda del Atrato Medio. Allí se experimentó con
una huella de una cultura africana, o hasta culturas casi intactas;
CEB, comunidades eclesiales de base, y con pequeñas cooperati-
3
vas con fines económicos. Primero se trabajaba estrictamente por
Ambos antropólogos habían trabajado antes sobre casos de poblaciones separado, pero pronto se unieron las fuerzas. Con las bases en las
afroamericanas. Friedemann elabora en los años sesenta algunos estudios sobre san
Andrés y Providencia y a finales de la década empieza el proyecto sobre el Pacífico CEB se fundó una Organización Campesina del Medio Atrato (al-
(cf. Friedemann, 1966-1969). Whitten había estudiado desde su doctorado la zona rededor de 1983/1984) para mejorar las condiciones de vida en la
del litoral ecuatoriano.
74 '1 Traduce libremente: "No más invisibles" 75
5
Para la misma Colombia es importante la creación de una "escuela" de "huellas de 6 En Colombia tuvo lugar por ley en 1851.
africanía" por Friedemann y Arocha, que pesa en el ambiente académico de Colombia. 7 OB: Organización de Base; ACIA: Asociación Campesina Integral del Atrato;
Una versión actualizada y resumida de esa "escuela" se encuentra en Arocha, 1999b. OBAPO: Organización de Barrios Populares del Chocó.
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regwn. Todo esto sucedió al mismo tiempo que un proyecto ayudó también la famosa y muy recordada toma de varias institu-
Neerlandés-Colombiano (comúmnente denominado Holandés) in- ciones de Quibdó (la catedral, la alcaldía, el Incora) y de la embajada
tentó introducir cambios en los sistemas tradicionales de producción de Haití en Bogotá. Todo esto fue organizado por las OB (Organi-
agrícola. Este DIAR (Desarrollo Integral Agrícola Rural) intentó zaciones de Base) como Obapo, ACIA y la Orewa y también por
también mejorar las condiciones de los campesinos de la zona del los mismos equipos misioneros del Medio Atrato que apoyaron
Medio A trato. Hubo cierta competencia entre ambos proyectos, el logísticamente estas acciones.
proyecto de vida -como se quería llamar el proyecto de la Iglesia- El proceso de la concertación por la Ley 70/93 también fue
y el otro proyecto enfocado en la producción. También hubo algu- ayudado en cierta medida por los equipos misioneros, pero ya en
nas sinergias, como por ejemplo el caso de descubrir e impedir un el ámbito nacional hubo cierto reconocimiento de las comunida-
proyecto de unas licencias madereras en el Medio Atrato que hu- des negras que se "pusieron de moda". Al fin y al cabo se llegó a
biera amenazado las formas de vida en la zona. He ahí también la incluir a las comunidades negras, aunque con algunas restriccio-
necesidad de encontrar una forma de legitimar los derechos ante nes, en las minorías legítimas de este país, dotadas de ancestralidad
tan poderosos entes como empresas madereras de importancia na- africana. A pesar de que el Estado y sus representantes nunca ad-
cional e incluso internacional. mitieron los mismos derechos para con las comunidades negras
Uno de los problemas particulares de la región se presentó a que para con las comunidades indígen-as, al menos reconocieron la
partir de la Ley 2a de 1959 que establece que la zona del andén legitimidad de la historia propia de esas comunidades. De ahí en
Pacífico queda como reserva forestal sin titulación de predios in- adelante miraremos más de cerca los procesos involucrados en
dividuales. Mientras los indígenas de la zona se valieron de la forma transformar y finalmente reescribir esa Historia que dota de legiti-
legal de una reserva indígena y su ancestralidad en la zona, a las midad a sus "usuarios".
comunidades negras se les obstaculizó ese procedimiento por falta Los lugares de la memoria
de figuras legales para la protección de sus tierras. Entonces em-
Algunas personas sienten aun en estos tiempos la sacralidad
pezó la pelea por el territorio y la lucha por encontrar una base de
emanada por las bibliotecas grandes y los archivos nacionales donde
legitimación. Un primer intento era valerse del convenio 107 de la
se guarda la Historia de un País. Parece ser muy marcado este
OIT, el cual ha sido aprobado por el Estado, diciendo que las co-
fenómeno en Colombia si una de las noticias sobre la biblioteca
munidades negras de Colombia eran unas tribus africanas
"Luis Angel Arango" fue la de que no se habían robado ni un solo
desplazadas contra su voluntad. Esa argumentación fue rechazada libro en 1997 ni en 1998. Ahí se encuentran también las
enérgicamente por el propio Estado a través de sus ministros y historiografias que nutren la memoria nacional o regional, hasta
portavoces. De todas maneras se quedaron como hechos perma- local a veces. Esas historias tienen sus propósitos por los cuales se
nentes la fundación oficial de la ACIA en 1987 y el Acuerdo de escriben, pero la legitimación del poder ciertamente está entre ellos.
Buchadó del mismo año. En ese acuerdo se destinó un área de Para el caso del Chocó se puede nombrar la "Geografía económi-
unas 800.000 hectáreas al manejo conjunto de la ACIA y ca del Chocó", primera edición de 1943, en plena guerra mundial.
Codechocó'. A pesar de ser mal delineado y no cumplido a N o sólo hay que recordar que la intendencia del Chocó se creó en
cabalidad, ese acuerdo fue la base para lo que hoy es el territorio 1907, a escasos cuatro años de la separación de Panamá (González,
titulado de la ACIA. 1997), sino que también se tenía que llenar un vacío en la Historia
En 1991 tuvo lugar la asamblea constituyente en la cual se lo- (Abadía, 1943). Ahí está la versión oficialista de la Historia. Hay
gró a incluir a última hora el artículo transitorio 55 donde se dibujan otras versiones escritas por miembros de la elite de aquél entonces
los derechos de las comunidades negras en Colombia. Allí ya se del Chocó, que en su gran mayoría era blanca, mulata o sirio-
habla de ancestralidad de los asentamientos de las comunidades libanesa (González, 1998). A partir de los años treinta hubo una
negras en las riberas de los ríos de la cuenca del Pacífico. Allí fuerte reivindicación histórica hasta los años cincuenta, cuando la
vieja elite tuvo que ceder definitivamente ante la política de "los 77
8 Codechocó: Corporación Regional para el Desarrollo del Chocó. Entidad guberna- negros" (política racialista según González, 1998) liderados por
mental encargada de velar por los recursos naturales. Diego Luis Córdoba y sus compañeros. En 1966 finalmente se
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quema la famosa Carrera primera de Quibdó y una buena parte de de verificación por la diócesis, ACIA y OREWA por todo el Me-
los archivos. Los lugares de la Histoda se quemaron - al pie de la dio Atrato desde Vigía del Fuerte hasta Quibdó y al final como
letra. Hasta hoy, aquella época de antes se recuerda muy poco y lo tercer instancia se toma un evento pueblerino en una de las zonas
poco que se recuerda no tiene mucha concordancia con los mate- de influencia de la ACIA.
riales históricos que tenemos a nuestro alcance. Un olvido selectivo Antes de comenzar la descripción de cada una de los eventos me
tuvo lugar. Hay una extraña concordancia con lo que Anna-Marie valgo de una diferenciación técnica entre la histolia para la Histoda
Losonczy (1997) describe como el olvido del pasado esclavista. y la histoda para la "Histoda de la organización". Ello para aclarar
Los lugares oficiales que quedan para investigar el pasado son una diferencia, que al final se eliminará, pero es indispensable para
pocos y no son siempre de acceso público como por ejemplo la hacer transparente los mecanismos de la memoria colectiva dentro
Notaría Primera (antes única del Circuito de Atrato) de Quibdó o de la organización y la historiografía que parte de ella.
la Registraduría. También existen algunos archivos privados y el El primer evento, la asamblea, es anual, o sea que es repetitivo.
archivo de más alcance sobre esa época de los misioneros Es entonces el lugar para hacer cambios necesarios, controlar lo
claretianos, que tienen su propio centro documental llamado que está sucediendo en el mundo y en la misma organización. Voy
Mama'u desde 1999, donde están almacenando información no a enfocarme en la construcción de la memolia. Primero está el
solo correspondiente a la empresa misionera, sino también, la re- evento mismo que sirve para delimitar épocas, por ejemplo la du-
levante para estudios antropológicos o folclóricos. Casi todos están ración de una junta, de un presidente de la junta, etc. El conjunto
en un estado lamentable. Fuera del Chocó hay unos pocos sitios de eventos hace memoria también, los sucesos extraordinarios. Hay
donde se encuentra una información dispersa. Obviamente, por ciertas programaciones especiales para conmemorar o para me-
ser Colombia un país de tradición centralista, la mayoría de ella se morizar. Hay un minuto de silencio para los que han muerto a lo
encuentra en los archivos de Bogotá como la Biblioteca Nacional, largo del año, y más importante, se hacen coplas sobre los eventos
el Archivo General de la Nación o algunos centros de documenta-
más importantes y se cuentan y se repiten esas coplas o poemas en
ción en las universidades (Los Andes, Javeriana especialmente).
cada asamblea. No siempre son todas las coplas, pero siempre se
Con todo lo antedor, quiero manifestar que no es fácil cual- repite lo suficiente para que quede ahí en el oído de los presentes y
quier investigación seria sobre el Chocó y su pasado histórico. A que se pueda formar una memoria de esos eventos. Pueden ser
pesar de esas dificultades tiene que haber un interés por el pasado, eventos a escala nacional como el proceso que condujo a la Ley
sobre todo si el pasado es considerado fuente de legitimidad para 70/93 o más simples que tienen que ver con alguna gira de la orga-
ocupar un territorio. Si existe una versión oficial del pasado, de la nización (que también son de la categoría de lugares donde se puede
Histoda, que impide la apropiación de un pasado adecuado, hay hacer historia, véase abajo). Otra categoría para la histolia son las
que luchar contra esa versión y reescribir las páginas de la Histo- coplas y danzas tradicionales que se presentan, a veces en formas
ria. Como arriba hemos aludido, la tierra del Chocó ha sido objeto recién creadas para el evento importante que es la asamblea. En
de vadas apropiaciones históricas en este siglo (sin mencionar las esta asamblea entonces hubo una presentación al principio y al
de los siglos pasados). Con el cambio del grupo hegemónico se final de la asamblea (por las mujeres del pueblo) y cada vez que no
cambiaron también las ideologías, más concretamente los lugares hubo claddad suficiente en la programación de la asamblea, o cuan-
de la memoria. do era para arrancar o para animar se presentaban las décimas,
Tres lugares concretos donde se hace historia popular coplas y poemas.
Aquí voy a describir tres episodios de la vida del Chocó actual, La segunda categoría son las giras con fines especiales, como
hoy en día, y lo que tiene que ver con la Historia o con la lucha fue también la gira de verificación. Entonces el lugar se vuelve
ideológica que ella implica. Los tres ejemplos son tomados de mi aun más abstracto por lo dinámico y evasivo de una gira por barco.
experiencia en Medio Atrato en el año 1999. Son experiencias con De todas formas no es menos importante. Tiene sus componentes
la ACIA en vados de sus aspectos. El primer ejemplo será la asam- temporales-espaciales. Allí también se celebra la memoria con
blea de la organización en Bebaramá Llano, el segundo es la gira coplas, con otras presentaciones culturales, casi siempre propias
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para la clase de evento, como también pequeñas obras de teatro, y que a veces cuentan con lustros de experiencia en el campo. Ellos
se enfoca en la categoría de evento. Quiere esto decir que si el conocen muy bien a la organización, a las personas, tienen con
evento es sobre la problemática de derechos humanos y la paz, frecuencia más experiencia viajando que la gente de la organiza-
entonces se prepara para eso, no sólo preparando lo anteriormente ción, y sobre todo, tienen nexos nacionales e internacionales y un
mencionado, sino un tanto más elaborando sobre esa temática en buen manejo del castellano escrito. También tienen una experien-
los pueblos para difundir los conceptos que están detrás de la gira. cia organizativa mayor por haber pasado por muchas más
En este caso se preparaba ya desde la misma asamblea anual de la organizaciones (en la mayoría de los casos) y por la capacitación
ACIA con la gente que representaba a su comunidad. Más tarde ya que tuvieron.
se bajó por el mismo río Atrato con la lancha y en los pueblos También saben de la importancia de hacer historia para la misma
donde se iba a arrimar se preparaba alguna cosita más que la mis- organización, ya sea para la propia organización o para las institu-
ma comida. Así una gira es para recordar pero también se vuelve ciones públicas del Estado. De ahí también la insistencia en un
memorable ella misma. Se puede destacar acá que uno de los contra-discurso por parte de ellos, sabiendo qué se tiene que presen-
"cantautores" populares cantó un poema que él rrúsmo compuso y tar, para entablar un discurso con las entidades gubernamentales,
el cual trataba un suceso de la región, que luego fue interpretado por ejemplo. También prestan los espacios literarios en sus revistas
por un compañero que explicó lo que en forma de canción podía para hacer públicas de fmma impresa las ideas que surgen de la
parecer inverosímil. misma organización. Así que dos de las revistas se juntaron (la de
El tercer ejemplo lo tomo de la misma región de influencia de los Claretianos y la de los Verbitas) para formar el Atrateño, para
la ACIA. Es un evento particular, de una noche en uno de los afluen- después ser entregado a la ACIA como herramienta. Aún se conser-
tes del río Atrato donde se desarrolla un pequeño proyecto de finca vó la impresora y la financiación de algunos de los números fue por
integral impulsado por la misma organización. Fuera de mi propia parte de la diócesis o del eqnipo misionero. Ellos también resaltaron
persona estaban presentes el pueblo (los que no han ido a la nove- la misma importancia del vínculo de los derechos propios de las
na en un pueblo vecino), los promotores de la finca y una persona comunidades negras -la Ley 70/93- y el hecho histórico que signifi-
del cuerpo diplomático. Ahí mismo también se puede decir que el caba eso. El número especial del Atrateño (el número 24 de 1994)
evento es algo para ser recordado por bastante tiempo, ya que no hace constatar ese nexo. En el presente año (2000), salió la primera
sucede con tanta frecuencia que representantes de otras naciones entrega de una nueva revista con un enfoque cultural: Mama-u. Está
vengan a ese pueblo. Pero allí se hicieron otras cosas para formar en veremos cómo se desarrollará esa revista que explícitamente se
la memoria del mismo pueblo. El mismo viaje y la gira anterior dedica a rescatar la memoria y los saberes tradicionales.
hicieron posible que un representante de otra zona volviera a su Otros agentes externos son los profesionales que asesoran la
zona de origen. Eso le causó cierta nostalgia y muchos recuerdos organización directamente. Pueden ser agrónomos, juristas o
surgieron a la superficie de lo consciente. Pero no se quedó allí, antropólogos. Ellos tienen cierta influencia por su manejo profe-
sino contando todos los sucesos de otras zonas, sobre todo de aque- sional y en muchas instancias por el tiempo que llevan con la
lla en donde vive ahora, lo cual causó una dispersión de la memoria organización, y por ende, por cierta confianza que tienen en ellos
individual y resultó en algo que está más allá de la memoria parti- los miembros (muchas veces de la junta). Su manejo pulido del
cular. No se hicieron actos culturales ni se dijeron coplas, pero por español hace sonar más bonito las frases, al igual que sucede con
la sola presencia de buena parte de los moradores del pueblo se los misioneros. Los juristas además tienen cierta proximidad con
compuso un foro para intercambiar recuerdos, personales o gené- la dicción oficialista que manejan los burócratas que defienden los
ricos, principalmente alrededor de la organización. intereses del Estado. Los antropólogos pueden prestar cierta fun-
Agentes de memoria en los tres casos ción legitimadora para las comunidades negras, porque muchos de
Añado un pequeño análisis de los agentes de la memoria y los ellos también han tenido cierta experiencia con indígenas. 81
que hacen la historia en los casos arriba mencionados. Uno de los Los agentes internos son los poetas, copleros, músicos, los bai-
factores externos son los integrantes de los equipos misioneros larines o los actores en una obra de teatro. La misma junta directiva
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leyendo un texto importante puede ser un actor en este juego de que a su vez sirve para la autoestima de los moradores defendien-
memoria. Por supuesto, los agentes internos tienen sus vínculos do su versión de la Historia. En la crónica oficial se ignoró aquel
con el mundo exterior, es decir, con los agentes externos arriba hecho totalmente y ni siquiera apareció en el más insignificante
mencionados, pero también con los agentes del Estado y de la bu- periódico de la región y mucho menos en cualquier noticiero.
rocracia en general.
Las visiones históricas de los grupos misione¡•os en el Me~io lllralo
En las instancias arriba mencionadas, los mismos líderes y di-
rectivos de la ACIA a veces hacen de copleros o cuentan chistes El actor denominado "grupos misioneros" merece nuestra es-
(más bien: historias pequeñas) en la asamblea para resucitar el pecial atención. Los grupos misioneros han tenido a lo largo del
ánimo; ahí están además los equipos misioneros (casi diez por ciento proceso de la formación de la ACIA un papel destacado. Desde
de los presentes en la asamblea) destacando ciertas cosas impor- una perspectiva de praxis evangélica defendían los derechos de
tantes, que a veces también tienen que ver con la historia que se los pobres (véase abajo). En este caso no voy a detallar tanto los
iba a escribir, por ejemplo ca-redactando documentos públicos de aspectos prácticos de la difusión de su trabajo evangelizador, sino
la organización ("puliendo palabras"), Además, están presentes en que quiero únicamente dibujar la formación del discurso que han
la prestación de infraestructura que facilita la organización del manejado a lo largo del proceso organizativo en el Medio Atrato
evento. De los asesores estuvieron únicamente los asesores jurídi- con respecto a la Historia o Historiografía. Creo que vale la pena
cos (tres en total) que presentaron algunos proyectos futuros, pero este ejercicio para poder elucidar algunos puntos en el debate so-
también redactaron los documentos públicos o elaboraron unos bre la injerencia de lo escrito en lo oral. Estos apartes no pueden
proyectos, los cuales tenían que ver con la memoria, historia y con solucionar todo el problema, pero sí pueden dar algunas pistas so-
la legitimación de las comunidades negras ante el mismo Estado. bre la génesis de algunas versiones "populares" de la historia y
ojalá poner en relieve los aportes de uno de los actores de mayor
En la gira de verificación estuvieron presente nuevamente los
importancia de ese proceso en las luchas por la hegemonía
equipos misioneros, algunos asesores (otra vez sobre todo los jurí-
discursiva y política.
dicos), mi persona, muchos representantes de diversas ONG
trabajando en el campo de derechos humanos de Colombia pero Voy a plantear detalladamente el hacer y deshacer de la narra-
también del exterior, un representante de la ONU y representantes ción de la Historia por parte de algunos grupos de misioneros que
del cuerpo diplomático de varios países. Esa gira sirvió para reme- estuvieron (y aún están) presentes en los procesos del las comuni-
morar los hechos violentos ocurridos en los últimos años, una dades en la cuenca media del río Atrato. Comenzaron con un
historia no contada por las fuentes oficiales, ni los medios de difu- modelo reconocido por la teología de la liberación, partiendo de
sión (con la notable excepción de RCN que participó casi a nombre una dialéctica entre los opresores y los oprimidos y la liberación
personal de uno de sus periodistas). A partir de esa gira se escriben de los oprimidos por ellos mismos, pero también con la ayuda de
informes diplomáticos y de las ONG y de la oficina de la ONU en la iglesia, que según la hermenéutica de los teólogos de la libera-
Bogotá donde queda plasmada la versión no oficial de la historia ción debe estar aliado de los oprimidos. Durante la guerra fría la
de la violencia de esa región. Desde allí se puede empezar otra acusación más frecuente era la de ser comunistas encubiertos y la
versión de la Historia que está en contradicción con las versiones deserción de algunos sacerdotes hacia la subversión parecía corro-
oficiales. borarlo.
El tercer evento es comparativamente menor y tal vez más in- Para dar un ejemplo temprano de la interpretación de la Histo-
significante, pero también quedó en el informe a su gobierno del ria como un proceso dialéctico entre ambos bandos quiero citar
representante diplomático cuyo país pertenece a la vez a la UE. "Con Ustedes- Fé y Acción", número uno, sobre el cursillo de
Fuera de eso, queda en las memorias de la gente lo que sucedió y San Antonio del Buey en octubre y noviembre de 1983. Esa
82 las histmias que se contaron sobre la violencia en otras zonas de la rev:istica era "la forma de comunicación del Equipo Misionero 83
ACIA. También quedó algo de la importancia del proyecto, por el Claretiano del Medio Atrato con el campesinado de esta Zona "(Con
mismo hecho de la participación de un embajador en ese evento, Ustedes No 1, p.2, subrayado en original). El primer día del semi-
Usos DE LA HISTORIA Y LA ffiSTORIOGRAFÍA
ACCIÓN COLECTlVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍPICO COLOMBIANO
oo~oeo@oooooo

nario se dedicó al tema "el pobre debe organizarse con el pobre" y cuatro se reproduce el cursillo dictado en la Playa. El segundo día
uno de los temas fue "El pobre con su historia (Historia del negro se llarua "NUESTRA HISTORIA Y REALIDAD" (Despertar N' 4,
chocoano )". Siguen los puntos resumidos tal como está en la re- pp 10-18) y allí se analiza la historia y la realidad según un esque-
vista: ma tripartito: los aspectos económicos, los organizativos e
"El pobre y sus divisiones, -En Africa hay una división entre los ideológicos. Mientras lo económico y lo organizativo representan
negros pobres, pelean entre ellos. el lado de la realidad, el aspecto ideológico representa lo que co-
El poderoso se aprovecha de la división del pobre.- En Africa el múnmente se conoce como historia.
negro poderoso que obtiene prisioneros los vende al comprador "IDEOLOGIA:
europeo blanco. En América e] poderoso blanco se aprovecha
del pobre y esclaviza al negro. · Los p1imeros negros que poblan;m el Atrato vinieron del Africa
como esclavos.
• El poderoso impone sus no1mas al pobre.- En América el blanco
le impone al negro su religión, su lengua y su cultura. El negro Se presenta la división en el Afric~ entre los mismos negros y es
pierde sus raíces. No conoce su historia. así como en las guerras tribales los ¡mismos jefes venden sus tribus
a los blancos. Eran cazados como fieras y se les amontonaba en
1

• El pobre siempre ha luchado por su libertad.- El negro africano barcos destinados a América, donde eran comprados como cual-
se opuso a ser esclavo: Intentó suicidarse en los barcos negreros, quier objeto y entraban a pertenecer a sus dueños, quienes los
estuvo desmotivado para tener hijos, trabajó sin interés, huyó y obligaban a trabajar para ellos comp bestias de carga y a laborar en
se organizó en palenques. Durante los 350 años que duró la es- las minas y cultivos. (Trabajo de la caña en Sautatá y laboreo de las
clavitud luchó sin cesar contra los sucesivos dueños" (Con minas de Bebará y San Juan). 1

Ustedes, N' 1, p.5-6).


Los negros nunca estuvieron de ac~erdo con la esclavitud y desde
Ahi la lucha es el motivo central de toda la historia que queda el primer día lucharon por la libert~d, tanto individualmente como
curiosamente suspendida en el tiempo. Parece difícil distinguir entre en grupo, llegando a formar palenques, territorios donde no podía
los negros de Africa, los aruos blancos de la esclavitud en Améri- entrar el blanco y que eran goberncl.dos por los mismos negros.
ca y los poderosos de la época de la pos-esclavitud, sean blancos, Contra esta acción inhumana tra~ajaron Fray Bartolomé de las
mestizos, sirios (léase "turcos") o de cualquier otra nacionalidad, Casas, San Pedro Claver y el libertador Simón Bolívar. Más tarde
color de piel, etc. Lo fundamental es el esquema de poderoso-rico- el general José Hilario López dictó la ley anti-esclavista en 1851 y
opresor ante el pobre-oprimido (cada uno en singular gramatical) la Constitución de 1886 dispuso que no habrá esclavos en Colom-
quien debe luchar contra ese estado de cosas. La receta ofrecida es bia" (Despertar N'4, p. 16).
la organización de los pobres para que los ricos tengan que reco- Al comparar este texto con el anterior se puede notar cierta
nocer su historia, sus normas (?) y su cultura7 constancia y contingencia en el uso de la historia. Tarubién está
Al mismo tiempo los verbitas editaban su revista "Despertar" Africa y los negros divididos, están los aruos blancos confundién-
que tarubién venía en algunos números. Es menester decir aquí dose entre ellos -lo más interesante es la mención de Sautatá, el
que la mayoría de las revistas fueron cursillos dictados oralmente ingenio azucarero del siglo XX que fue dominio de sirios comer-
y después recogidos en forma escrita'- En el "Despertar" número ciantes de Quibdó y Cartagena que en el texto son insertos en un
contexto y una época esclavista. Parece que se intenta trazar un
7
Los pocos datos concretos no se toman del contexto de la comunidad o del pasado hilo de conexión entre memoria e historigrafía- para hacer más
inmediato, sino desde el mismo pasado de donde tomaron las corrientes antropológicas plausible la última.
(e históricas) sus datos fundamentales en Colombia hasta aquel tiempo.
8
Los ponentes de las charlas no siempre fueron los mismos misioneros. A principios y Más tarde se unieron oficialmente arubos equipos para hacer
hasta mediados de los años ochenta fueron también invitados personajes reconocidos un Encuentro bajo la tutela del entonces Vicariato de Quibdó9 , sien-
84 en el campo de la lucha por los derechos de las personas negras o afrocolombianas
como Juan de Dios Mosquera y Carlos Arturo Caicedo Licona. En estos casos tenían do Jorge Iván Castaño Rubio el Vicario Apostólico, quien asistía a 85
también su propia agenda, aparte de las intenciones de los misioneros (información
personal de Gonzalo de la Torre, 1997 y 2000) 9
El lado antioqueño del Atrato pertenecía a la Diócesis de Santafé de Antioquia.
USOS DE LA HISTORIA Y LA HISTORIOGRAFÍA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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ese encuentro en San Antonio de Padua del 25 al 28 de julio de ferencia hacia cuál actitud es la anhelada (al menos por los equi-
1986. A pesar de que lo organizativo estuvo en el primer plano, se pos misioneros). La lucha está mudando de una estructura ahistórica
empieza con el análisis histórico bajo el lema "Nuestra vida forma a un proceso de concientización que al final tiene la lucha por una
parte de la historia": historia propia.
"La historia es como un río que nadie puede detener. Frente a la De la historia "eclesiástica" a la historia de la organizacióm cam-
historia hay distintas actitudes: pesina
actitud regresiva (querer volver al pasado) De ahi en adelante desaparece "Despertar con Ustedes" con un
actitud ahistórica (dejar que otros hagan las cosas y salir fuera) solo número editado (en 2 ediciones) y es sustituido por el
actitud conformista (dejarse llevar donde lo lleven) "Atrateño" cuyo subtítulo al comienzo es "Boletín Informativo de
los Equipos Misioneros del Atrato" (el número uno), a parlir del
actitud histórica (manejar las decisiones y conducir la historia)" número dos el subtítulo es "Boletín Informativo de las Orgarúza-
(Despertar con Ustedes, p.3).
ciones Campesinas" y más tarde sería "Boletín de la Asociación
Este análisis es corroborado y ejemplificado por medio de un Campesina Integral del A trato" (del número once al veinticuatro)
dibujo mostrando una canoa con un motor fuera de borda de 15C y y finalmente para los últimos dos números queda en "Boletín de la
el motorista encarna la actitud histórica, el de la orilla la actitud Asociación Campesina Integral del Atrato, ACIA". En esa revista
ahistórica y dos figuritas en la canoa la actitud conformista (dice: ("El Atrateño") de vez en cuando aparecen unos artículos sobre la
"Nosotros nos vamos adonde nos lleven. Estarnos de acuerdo con historia de algunos aspectos de la vida-memoria de la gente de la
lo que digan") y regresiva (dice así: "Pare, yo me regreso"). Lo región. En el Atrateño número 23, de diciembre 1991, aparece un
que sigue es el anuncio: "La historia puede cambiar": artículo con la acción de Manuela Beltrán, "arrancando el edicto
"Así como el río está cambiando continuamente comiendo aquí y que proclamaba nuevos impuestos". Dice "para Galán, el comu-
dando allá, así mismo la historia va cambiando de cauce. nero era simplemente 'unión de los oprimidos contra los
Los cambios en la historia siempre se dan así: opresores'" (El Atrateño, No 23, 12/1991, p. 14- negrilla en ori-
ginal) y así añade un argumento al análisis histórico-materialista
- Aparecen nuevas ideas.
que encaja en el esquema opresor-oprimido; a la vez se puede leer
- Estas ideas van ganando personas. como una ligera crítica a una supuesta simplificación del proceso
- La fuerza de estas nuevas ideas cambian [sic]la historia" (Des- histórico. Sigue el texto:
pertar con Ustedes, p. 4) "Para el pueblo negro de los siglos XVI y XVII fueron los cabildos
Para trabajar este análisis se propuso por ejemplo: "quién lo- sitios de reunión en dónde se celebraban las fiestas tradicionales y
gró la independencia de Colombia?" (idem.). Infortunadamente se trataban de conservar los ritos religiosos, encubriéndolos bajo
no se ha transmitido en la revista el resultado, o sea la respuesta a una capa de catolicismo. 'Fueron los sitios, el medio y el lugar
donde se debía preparar el futuro por todos deseado' De esas
esta pregunta. De todas formas hay claridad sobre algunos aspec- reuniones de cabildos salieron proyectos, ideas y hombres que años
tos. El maniqueísmo entre los pobres y blancos/negros poderosos más tarde crearon los palenques que minaron el poderío español
ha dado lugar a algo más complejo y la metáfora es algo más cer- liberando amplias zonas de la Nueva Granada. La historia nos
cano a la experiencia de los campesinos: el río 10 • Tampoco es un recuerda nombres de cabildos: Arará, Angola, Mandinga,
hecho que todos los negros hayan siempre luchado por su libertad, Carabalí, que no eran otra cosa que los recuerdos de la lejana
pero se complica el panorama y se presentan cuatro actitudes que Africa. La música, bailes, mascaras, escudos de piel y de madera
todas son respuestas viables, a pesar de que existe una clara pre- eran la consolidación de un mundo utópico y el comienzo del
proyecto tantas veces deseado de la libertad y la independencia
86 definitiva." (ibid., p. 14 negrillas en original). 87
10 Es interesante anotar aquí el comentario de Gonzalo de Tone que el éxito de esa
estrategia fue muy limitada en la praxis misionera y la cercanía de la metáfora no Después de un llamado a la nueva fundación de cabildos por
impresionaba a los campesinos de la zona (comunicación personal, 2000). parte de las organizaciones populares sigue el texto:
USOS DE LA HISTORIA Y LA HISTORIOGRAFÍA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNJCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
••••••&<>~····
~~00~~·······

"Deben ser los cabildos de ahora de participación y decisión po- El texto se ha llenado de negrillas y de mayúsculas para escla-
pular. [sic] En el que se levanten pliegos y se creen alternativas recer la importancia de lo que viene en la revista. También la edición
que reclamen al estado, a las autoridades nacionales, departam especial es mejor editada e impresa con un tiraje más alto numéri-
mentales, municipales, etc., soluciones prontas eficaces. Que camente. La Histmia no es más la Historia mundial, global y se
asistamos todos sin excepción: hombres mujeres, jóvenes, vie- necesita especificar que es la de Colombia la que se va a analizar,
jos, campesinos, obreros, habitantes de barrios, mineros mientras Nuestra Histmia es la del globo "negro" y sus héroes son
pescadores, vendedores ambulantes, madereros, etc."' (ibid., pl5, (en orden de ubicación): Benkos Bioho, Alonso de Illescas, Zumbi,
negrilla en original). El rey Yanga, El rey Bayano, Barule, Manuel Saturio Valencia,
En este párrafo finalmente se combina intrínsecamente, la lu- Martin Luther King y Nelson Mandelan.
cha actual con la historia, ya que la lucha actual es historia, no Lo primero que se nota en lo arriba citado es el cambio en el
necesita ser escrita, las peticiones de los cabildos -siempre iguales modo de análisis que integra muchísimos elementos de otras
desde los principios de la colonia, los "500 años de invasión y historiografías de "lo negro" en Colombia. El concepto de
saqueo" (ídem., p. 15)- son ese mundo utópico, el proyecto de la invisibilidad, concretado en lo jurídico, viene del concepto de
libertad y la independencia definitiva. Ese mundo utópico es nada invisibilidad que habían desarrollado para Colombia antropólogos
menos que la misma historia que se debe "conducir". En esa vi- destacados como Nina Friedemann (p.e. 1984) y Jaime Arocha,
sión se unen los aspectos de los oprimidos/opresores y la del actor mientras la "heroificación" de la lucha viene de otras ONG como
"histórico" que conduce su destino -entre otras cosas, porque sabe Cimarrón y publicaciones cercanas a esa organización como "Pa-
que siempre ha sido así. lenque" (a parlir de 1988 en Medellín) o también la misma elite
política local que siempre buscaba la creación de sus héroes 12 • La
"El Atrateño" número 25 de Abril-Mayo 1994 con la edición
lucha del pueblo queda entre dos guiones y se invisibiliza a su vez:
especial "Nuestra Historia... Nuestra Legislación", trae a la con-
es el alba de los héroes del pueblo negro. Al mismo tiempo se
ciencia del lector la importancia de la organización para la historia
apropia toda la historia para la( s) organización(es) cuando comienza
que se divide entonces en dos campos: la historia general-inclu-
el articulo sobre la historia del proceso del AT 55 y la Ley 70 de
yendo a los negros del país: "Los Negros en la Historia de
1993:
Colombia" y "Algunos Héroes Negros en nuestra Historia" y con-
"Con el surgimiento de Organizaciones Campesinas, Urbanas, y
trastando con esa Historia (con mayúscula) la Historia (también
culturales [sic], LOS PUEBLOS NEGROS continuamos el proceso
con mayúscula) del Proceso del AT 55 y la Ley 70 de 1993. En la de la lucha que adelantaron nuestros ancestros con el fin de defender
presentación "El Atrateño vuelve nuevamente a viajar por nues- nuestra libertad. Es así como las comunidades negras analizamos
tros ríos, llevando la voz campesina y popular de nuestra nuestra situación." (ídem., p.20, mayúsculas en original).
Organización". Y sigue: Las mayúsculas no pueden deflectar del todo que el pueblo
" ... El Atrateño reaparece en un momento importante de la histo- negro se despide lentamente de su actuación: Son los ancestros,
ria de nuestro pueblo afrocolombiano, afropacífico y afrochocoano.
Luego de siglo y medio de invisibilidad jurídica, ha sido promul- 11 Aquí es importante la comparación de esa lista con la serie: "La Historia del Negro en
gada -como fmto de nuestra lucha-la Ley 70 de 1993, mediante la Latinoamérica" de VERBO COMUNICACIONES. El panfleto número dos se llama
cual se reconocen nuestros derechos étnicos, culturales, sociales, "Lo que no nos han dicho sobre: Líderes Negros en América Latina". Contrario a su
económicos y políticos. título contiene una lista de héroes como Nclson Mandela, Martin Luther King,
ToussaintL'Ouverture, Zumbi, Alonso de Illescas, Bayano, Cudjoe, Domingo Bioho,
Por lo mismo esta Edición Especial de El Atrateño tiene como etc. Los editores de VERBO COMUNICACIONES (anónimos) dan las gracias al
temas centrales nuestra Historia como pueblo negro, destacando Centro de Cultura Afro-Ecuatoriana de cuyo calendario para el año 1992 tomaron los
algunos de los héroes que han dado su vida por nuestra dignidad. textos.
88 Lo mismo que una interpretación y análisis de los alcances de la
12 Ahí se puede destacar el culto a Diego Luis Córdoba en el Chocó. El culto a él ha 89
tomado formas cercanas al culto a los liberadores de la patria. No solamente se han
Ley 70 de 1993." (El Atrateño, N"25 abril-mayo 1994, p.3., negrilla escrito elogios innumerables a su persona y a su vida y se erigió una estatua apenas
en original). falleció, sino que también se conserva su corazón en la alcaldía de Quibdó.
Usos DE LA HISTORIA Y LA HISTORIOGRAFÍA AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICJDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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ejemplificados por los héroes y ahora -que no hay tantos héroes (o


poder Ol·ganizativo y económico y también·
por la presencia cons-
d'd ~
que están geográficamente lejos como Nelson Mandela)- son las Las ONG pueden ayudar en Cierta
tante. , ·me 1 a por tr v¡as
Organizaciones Campesinas, etc., las que se meten en la lucha. árnicas o prestando un "know-how a parlicu1ares u o as or-
Las comunidades que no son representadas en versiones históricas eco~ cJ·ones · Las OB dependen en gran medida
gamza . de . las ONG
.
anteriores, ahora con el texto de la ley se vuelven el átomo de la ~nu·camente pero tienen como referencia su propia eXIsten-
econo ' · d 1 ACIA
Historia Nuestra que a su vez pueden ser representadas por los cia qne a veces ya está bien consohd~~da. En el c~so e ~
héroes históricos. El pueblo Negro lucha y siempre ha luchado, · n también su arraigo en la poblac10n.
¡¡ene . . La propia. h1stona -o sea
empujado por sus líderes, para alcanzar el reconocimiento de la tr yectoria- de esas OB sirve para legJtnnar sns accwnes y no pue-
Historia universal. Todo esto indica que este momento de la Ley d: ser una sorpresa si en el número 25 del Atrateño ap:;re?e la
70 de 1993 es el momento con que se ha logrado eso. Olvidados gestión de la ACIA en pro de la Ley 70/93 como un acto histonco
son los oprimidos -de "mala leche"-, se sienten esas imágenes de que proyecta hacia el futuro.
los esclavos y se puede volver a olvidarlos, contabilizando única- Aquí no quiero profundizar más la "arena d~ lucha" de la so-
mente los que siempre han estado en lucha. . dad civil pero voy a destacar una vez más la importanCia de la
eJe
herramienta' que es la Historia en la regwn "lCh~El
de oco. n a no-
¿Qué tiene que ver la sociedad civil con todo esto?
Cl'ón oficialista el área del Chocó siempre servía
. de frontera
. para
~
Basándome sobre todo en las versiones tardías de la sociedad
ser colonizado por gente con espíritu empresarial como ~tioquenos
civil a partir de Gramsci, miro los conflictos por la hegemonía
0 extranjeros. La presencia de las comunidades negras s1mple~ente
ideológica dentro de una estructura política que es el Estado co-
no se contaba como hecho histórico, como tan:-poco ~parecieron
lombiano. Ahí hay una región específica con habitantes con
en las leyes después de la abolición de la esclavitud. S1 se ha?.laba
intereses propios. Esos intereses no se formulan como de indivi-
de negros únicamente como una de las tres fuentes de una raza
duo a institución, sino que se reivindican los "derechos" ante el
Estado en forma corporativa. Esas formas organizadas se pueden c" o
mica" tal vez; pero no como personas con cultura, temtono o
s' .. 'al
historia propia. Eran elementos para la H1stona nacwn , pe~o no
mirar como expresión de la sociedad civil. Los actores al nivel de más -y según personas de la misma elite como Laureano Gomez
corporaciones u organizaciones emprenden la lucha por su visión
aun elementos nocivos.
de vida. Ello implica que las visiones distintas de la Historia por
parte de las organizaciones y por parte de los representantes del Ahora bien, he ahí la necesidad de la construcción de un~ His-
Estado chocan, porque sirven a su vez para legitimaciones de dis- toria propia para las comunidades negras para consegmr sus
tintos proyectos ideológicos. En el caso de las ONG, la Iglesia en intereses ante el Estado. El trabajo conjunto de ONG y OB en el
el Chocó, las OB de allá, es la lucha por la vida propia, por el Chocó dio ciertos resultados que también se dieron eu los campos
territorio que es contrapuesto a los intereses de una elite que ma- de los académicos, como arriba mencioné. Ahí confluye el trabaJO
neja los intereses del Estado en general y en particular sus propios de esas organizaciones en pro de la propia historia co~ ~esfuerz.os
intereses en la región. intelectuales desde la academia de donde surgen tamb1en lo~ his-
toriadores que van a escribir los nuevos libros de H1stona en
Una de las herramientas fundamentales para esa confrontación Colombia. Se cierra el círculo y nuevas luchas por otros mtereses
ideológica es el manejo de la Historia que a su vez sirve para la se pueden emprender.
inculturación a partir de la escuela donde se cuentan y leen las
historias que hacen Historia. La indoctrinación por parte del Esta- Conclusiones
do y sus agentes en las escuelas y los colegios no sigue sin ser Las ONG y las OB junto con la Iglesia produc.en su propio
contestada por parte de las arriba enumeradas organizaciones. El discurso histórico que se encuentra en los folletos, lib~os o reVIs-
papel de las organizaciones es muy desigual y en el caso del Cho- tas publicados por ellos. No sólo esta allí, sino que es igualmente
có la organización de más peso en esa lucha contra la ideología importante la (re)conversión de éste a la cultura, sobre todo oral,
oficialista es la Iglesia con sus contactos internacionales, con su en las comunidades del Medio Atrato. Para eso srrven los lugares
Usos DE LA HISTORIA Y IA HISTORIOGRAFÍA
o • • • • • @ • • • • • •

de memoria donde se produce la historia adecuada para los miem-


bros de las organizaciones. Los actores en lo organizativo
interactúan de forma permanente y también a nivel individual corno
acabo de demostrar. He ahí la importancia de mirar no solamente
las ONG o las OB o la Iglesia (si se observa por separado), sino
todo el conjunto. Los cruces de la interactuación forman el espa-
cio donde se construye esa Historia que sirve para contrariar las
versiones oficialistas muchas veces no muy adecuadas para las
comunidades.
Las intercalaciones entre los diversos profesionales, incluso los
antropólogos, hace posible un nuevo intercambio a nivel informal
entre las OB (donde están presentes camuflados de asesores), las
ONG (donde se desempeñan como profesionales empleados) o la
iglesia (donde o son parte de ella o son expertos invitados), pero
también son funcionarios del mismo Estado (otra palabra con ma-
yúscula). Ese intercambio "reticular" y "soterrado" en las
publicaciones oficiales hace que las versiones populares de histo-
ria y las versiones contrahegemónicas de ciertos intelectuales
tengan mucho en común. Al otro lado están los funcionarios esta-
tales quienes tienen que defender los intereses hegemónicos.
Las negociaciones con el Estado por parte de los actores de la
sociedad civil en este caso particular se hace por eventos públicos
que son organizados por las OB, las ONG o la Iglesia o también
V
por el Estado y sus expresiones. En esas arenas se lucha ostensi-
blemente por el poder de definición, pero también existe el trabajo
detrás de las puertas, donde las fronteras se escurren. Los mismos
asesores muchas veces trabajan para entes estatales y a la vez o
temporalmente después con las OB, las ONG y la Iglesia. El poder
se muestra escurridizo y la cara de la hegemonía borrosa, pero eso
hace más interesante y menos predecible el resultado final de la
lucha.

92
protesta social en el norte del Cauca
el surgimiento de la movilización
étnica afrocolombi;ma 1
TEODORA HURTADO SAA
SocióLOGA
Proyecto IRD - Universidad del Valle

•••
El surgimiento del movimiento social de "comunidades negras"
en Colombia
Junto con la revolución tecnológica, la transfmmación del ca-
pitalismo y la desaparición del estatismo, en los últimos treinta
años se ha experimentado la evolución enérgica y firme de expre-
siones de identidad colectiva, que desafían la globalización, en
nombre de la singularidad cultural y del control de la gente sobre
sus vidas y entornos. Estas expresiones, que son múltiples y
diversificadas; incluyen a los movimientos que pretenden trans-
formar las relaciones en su nivel más fundamental, como lo son el
fenúrúsmo y el ecologismo; pero también a todo un conjunto de
movimientos que construyen trincheras de resistencia en nombre
de Dios, la nación, la etnicidad, la fanúlia, la localidad, etc., po-
niendo en entredicho al Estado-nación, quien arrastra en su crisis
a la noción núsma de democracia política, fundamentada en la
noción histórica de un Estado-nación soberano y representativo
(Castells, 1999).
Siguiendo una antigua Ley de la evolución social, en la cual la
resistencia se enfrenta a la dominación, la movilización reacciona
contra la impotencia y los proyectos alternativos desafían la lógi-
ca inculcada por cada nuevo orden global. Estas acciones se

1 Este documento hace parte de la investigación desarrollada en el marco del proyecto


Poblaciones negras y modernidad: Acción colectiva, sociedad civil y Estado en el
Pac(fico colombiano, del ICANH (Instituto Colombiano de Antropología e Historia),
cofinanciado por COLCIENCIAS y dirigido por el antropólogo Mauricio Pardo, y el
proyecto Movilidad, urbanización e identidades de las poblaciones afrocolombianas,
Convenio CIDSE-IRD, Universidad del Valle, dirigido por Michel Agier (antropólogo,
IRD) y Fernando Urrea (sociólogo, profesor de la Universidad del Valle).
Agradezco la colaboración y participación de las organizaciones, instituciones y
personas de la comarca nortecaucana que me ayudaron en la recolección de Jos datos
para la elaboración del presente documento.
LA PROTESTA SOCTAL AcCIÓN COLECTIVA Y ElNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
• • • ~ • e • • • • •

presentan en forma inusual y avanzan por vías inesperadas, como que se ~ncuentran segmentos d~ _la población. Este es el caso del
el levantamiento y movilización creativa de múltiples y diversas movinuento soctal de la poblacwn afrocolombtana3 .
voces o agentes, que intervienen de manera activa y simultánea en Para Wade (1993b) las formas ambiguas de exclusión e inclu-
la resistencia sociaL No obstante, estos son signos significativos sión a las que ha sido subordinada la población negra, tanto en
del surgimiento de nuevos conflictos y embriones de resistencia, y Colombia corno en América Latina, afectaron considerablemente
en algunos casos, de cambio social, hacia el surgimiento de una el desarrollo de su proceso orgarúzativo haciéndolo débil y tardío.
nueva sociedad pluriétnica, rnulticultural, democrática, participativa El movimiento social de la población negra sólo se reconoce corno
y equilibrada (Castells, 1999). tal a partir de la década de los 70, cuando en Colombia aparecen
En este contexto, el movimiento de las minorías étnicas es un las primeras organizaciones, que se formaron con el objeto de de-
movimiento constmido y defendido tras las murallas de la inven- fender los derechos y la cultura de la gente negra. Se destacan en
ción de identidades "étnicas"' e identidades culturales, de esta época El Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura
Negra, CIDCUN, (fundado en 1975) y el círculo de estudios Soweto
poblaciones en conflicto con el sistema de dominación. No obs-
(fundado en el año de 1976), que luego se convirtió en el movi-
tante, la irmpción y presencia de estos sectores pone de manifiesto
miento Cimarrón' (en 1982).
que no todas las contradicciones, expresadas en la sociedad, tie-
El despertar de la población negra según Gutiérrez Azopardo
nen origen o se agotan en las estructuras de producción social del
ha dependido de factores corno:
modelo capitalista. Estos grupos no necesariamente nacen de las
contradicciones entre capital y trabajo o del antagonismo entre las 1o. El movimiento negro norteamericano y su lucha por la igual-
dad racial. Además, del rápido proceso de descolonización que
clases sociales, algnnos proceden de las marcadas incompatibili-
tuvo lugar en África entre 1950 y 1965, que destacó la fuerza del
dades sociales, de las diferencias y de las condiciones de
nacionalismo en este continente.
marginalidad, de la exclusión e inclusión y de la invisibilidad en
2°. Un número creciente de afroamericanos en Colombia acce-
día a la educación universitaria y comienzan a conocer más a fondo
el contexto internacional.
2
Al tomar como muestra a una región que posee una alta presencia de población negra 3°. El impulso dado a los estudios afrocolornbianos por nna
(como lo es el Norte del Cauca), en este análisis se hace necesario definir y puntualizar corriente de antropólogos que desafiaron la "invisibilidad" de la
el concepto de "ctnicidad" o de cultura "étnica"; ya que es, en este argumento, que se
apoya el proceso de movilización social de la población afrocolombiana; sin entrar a
gente negra en el mundo académico, recalcando la presencia de la
considerar, de mi parte, la "etnicidad" como algo que existe enraizado en una serie de gente negra en Colombia' y la historia de sn resistencia, estable-
prácticas, que se conciben esenciales y constitutivas de una población, "ser negro" ciéndose así la ideología del cirnarronisrno (Wade, 1993b).
implicaóa ser "esto" o "aquello", resultado de una experiencia histórica compartida
que ineludiblemente marca a cada individuo con su nacimiento. Para este caso me
apoyo en la propuesta de Hall, quien manifiesta que, no se "es negro" por poseer tales 3
Para propósitos de este documento, el Movimiento Social de "Comunidades Negras"
o cuales rasgos, sino que se deviene "negro" mediante un proceso de ubicación política (en el Norte del Cauca) es aquel que se origina y desarrolla desde los espacios donde
y cultural (Restrepo, 1998: 344). Así mismo, la emergencia y constmcción del factor la población implicada es la población afrocolombiana (agremiaciones campesinas,
"étnico" y las expresiones organizativas que se apoyan en él son construcciones movimientos políticos, organizaciones sindicales, asociaciones de vecindario entre
modernas, resultado de la instrumentalización política de las identidades culturales otros), que se movilizan para exigir por parte del Estado, representado en el gobierno
de algunos sectores de la población, con el propósito de lograr transformar jurídica y municipal, departamental y nacional, el cumplimiento de objetivos concretos,
políticamente su realidad, y las representaciones sociales que de ellos se constmyen encaminados a mejorar sus condiciones materiales y de bienestar social, recurriendo
en el marco del Estado-nación. No obstante, como instmmento político la "etnicidad" a la protesta política y la movilización social, como mecanismo de presión.
es una "estrategia" a la cual se recurre en un momento determinado, de manera 1
' Este movimiento, en cabeza de Juan de Dios Mosquera, tuvo gran importancia en la
manifiesta o latente, para definir "comunidades" políticas y orientar su acción social formación de líderes intelectuales afrocolombianos en diferentes ciudades del país
en el plano institucional, del capital y del Estado. Esta estrategia, que se despliega como Cali, Pcreira, Buenaventura, entre otras. Al interior de esta organización se
tanto en el ámbito nacional como en el local, implica diferentes niveles y alcances de formaron algunos de los líderes y se crearon los cimientos de los grupos que hoy en
las acciones políticas desanolladas por los agentes involucrados en el proceso de día forman pmte de las organizaciones de "Comunidades Negras" a nivel nacional.
reivindicación de derechos particulares para estas "comunidades", al igual que la 5
Antropólogos entre los cuales se cuentan Nina S. de Friedemann, Jaime Arocha, Carlos
conformación de movimientos sociales sustentados en la oratoria del discurso "étnico" Patiño Rosselli y Michael Taussig, los cuales contribuyeron al proceso que Gutiénez
(Restrepo, 1998). Azopardo denomina "el despertar de la gente negra" (Wade, 1993)
LA PROTESTA SOCIAL AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMI3IANO

El cuadro que presenta el movimiento afrocolombiano en sns organizativa y de movilización. En, las diferentes localidades del
inicios, entre 1970 y 1980, es el de pequeñas organizaciones de país, en particul'?' las de Costa Pac1;ka, se orgamzaron las mesas
personas negras educadas y de élite, localizadas en las grandes de trabajo para d1scullr los puntos bas1cos del A.T. 55 y para gene-
ciudades, quienes desempeñan actividades de investigación, di- rar propuestas locales de apoyo a la formulación de la Ley 70
vulgación y auto-conocimiento histórico de la presencia de la (Wade, 1993b; Escobar, 1997).
población negra en Colombia. Igualmente, estas personas abonan Por otro lado, el hecho de que la nueva constitución otorgó
el camino hacia la consolidación e institucionalización de la iden- vadas curules en el Senado de la República a las minorías "étnicas",
tidad de la población afrocolombiana como "comunidad negra" motivó la aparición "oportunista" de "líderes negros", quienes se
(Wade, 1993b). Sin embargo, el proceso de reforma constitucio- asociaban con los partidos políticos tradicionales y la naciente élite
nal, de la Asamblea Nacional Constituyente, que generó el impulso negra, de clase media, para lanzarse a la contienda pública. Para el
necesario para que el "movimiento negro" tomara una dinámica período electoral de 1994 a 1998las "Comunidades Negras" obtu-
organizativa a escala nacional, requería líderes afrocolombianos vieron dos curules en la Cámara de Representantes, Zulia Mena y
decididos a impulsar el proceso de reivindicación de la "identidad Agustín Valencia; sin embargo, para el período siguiente, luego
negra". que la Corte Constitucional declarará insubsistente la circunscrip-
Para elegir candidatos y participar de la Asamblea Nacional ción especial para la población negra, estos dos líderes no
Constituyente, se realiza el Primer Encuentro de Organizaciones alcanzaron los votos necesarios para representar a la población
Negras colombianas en Cali, enjulio de 1990; de él nació la Coor- ante el Parlamento de la República. Adicionalmente, la gestión
dinadora Nacional de "Comunidades Negras" (que posteriormente política de estos dirigentes en el período que concluía dejó
se dividiría y un sector adoptaría el nombre de Proceso de "Comu- inconformes a algunos sectores y a quienes los apoyaron inicial-
nidades Negras" -PCN-), con sede en Buenaventura. La mente. A pesar de estas dificultades y de las crecientes divisiones
Coordinadora pretendia combinar y centralizar los proyectos y internas, en especial entre las organizaciones del norte y las del
propuestas de las organizaciones y de la población en un sólo equi- sur de la región Pacífica, siguió el crecimiento articulado de este
po. No obstante, ninguno de los candidatos negros logró un escaño. movimiento social durante la primera mitad de la década (Esco-
No había dinero para financiar las campañas, y ninguno de los bar; 1997: 190).
aspirantes se destacaba lo suficiente para unir en tomo a él a los Como lo describe Escobar (1997), el impulso organizativo pro-
electores negros. La posibilidad de participar en la constituyente movido por el Artículo Transitorio 55 y la Ley 70, pone de
se presento de manera indirecta, a través del constituyente indíge- manifiesto a la nación la presencia de los grupos negros, muy acti-
na Francisco Rojas Birry, quien representaba los intereses de las vos a lo largo de los ríos y veredas del Litoral Pacífico, y en los
poblaciones negras e indígenas del Chocó (Wade, 1993b). centros urbanos con considerable participación de población ne-
A pesar de los resultados, el proceso de organización de lapo- gra- por ejemplo el norte del Cauca, Cali y algunas poblaciones
blación negra en Colombia se hizo más intenso y complejo con la de la Costa Atlántica. Pero a pesar de la aprobación de la Ley 70,
movilización de los líderes afrocolombianos, de los defensores y de la popularidad alcanzada por el movimiento afrocolombiano,
de los representantes de los intereses de la población negra, para del nivel organizativo conseguido en dicho momento y de la crea-
que fuera redactado y sancionado el Artículo Transitorio 55 (A.T. ción de un sinnúmero de organizaciones por todo el territorio
55), ratificado por la Constituyente en el último minuto. Posterior- nacional, diez años después de la Constituyente, el proceso
mente, entre los años 1991 y 1993 (tiempo durante el cual se debían organizativo y de movilización de las "Comunidades Negras" está
cumplir los requisitos necesarios para que el A.T. 55 se convirtiera apaciguado y sectorizado.
en Ley de la Nación -Ley 70 o "Ley de Negritudes"-), surgieron a El proceso de divulgación de la Ley 70 se realiza principal-
lo largo y ancho del tenitorio nacional nuevas organizaciones de mente en los tenitorios ocupados por poblaciones negras rurales
personas negras, incrementándose de manera notable la actividad de la Costa Pacífica, región a la cual se dirige específicamente la
LA PROTESTA SOCIAL
ACCIÓN COLEC11VA Y EINICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
o o o e o o @ • • ., • ., •

Ley; mientras, para otros sectores, ubicados esencialmente en los mayor agitación social (segunda etapa). Posteriormente encontra-
centros urbanos, la Ley resulta ser algo desconocido, en parte por- mos la protesta sindical, que se presenta en pleno proceso de
que la infmmación llega de manera desigual o porque para otras industrialización y proletarización de la población (entre la segun-
zonas no tiene mayor interés. Los grupos que mayoritariamente se da y tercera etapa). Seguidamente se desarrolla el movimiento
encargan de la divulgación de Ley 70 y de la instauración de la cívico pro-defensa de los derechos civiles; y por último encontra-
"identidad negra" son los grupos de intelectuales y universitarios, mos el movimiento "étnico", que lucha por la reivindicación
peiienecientes a una clase media en ascenso, las organizaciones política, económica y social de los derechos de las "Comunidades
"étnicas" y las poblaciones rurales de la Costa Pacífica, que lu- Negras". Estas dos últimas fases, corresponden a la tercera y cuar-
chan por la titulación de territorios. ta etapa histórica.
El Movimiento Social de "Comunidades Negras" en el Norte del Se pueden observar dos aspectos importantes: a) que el actual
Cauca proceso de movilización social, la movilización "étnica", en el norte
del Cauca tiene sus cimientos, más cercanos, en las protestas po-
La historia de los poblados nortecaucanos a lo largo de sus pulares que se adelantaron en los años 70 y 80, por los movimientos
fundaciones ha estado ligada a la historia de sus tierras y a las cívicos y; b) que está mediada por el deseo de recuperar el domi-
sucesivas contiendas sociales en torno a su apropiación y tenen- nio y posesión del territorio.
cia. En estos procesos se pueden diferenciar cuatro etapas; la
primera de ellas a partir de 1851 hasta 1910, caracterizada por la Panorámica de la protesta v la movilización cívica en la comarca
liberación de los esclavos y el nacimiento de la econonúa campe- El escenario de los movimientos sociales en el norte del Canea
sina; la segunda, desde 1910 a 1950, descrita como la "época de había sido representado por los partidos tradicionales, con una re-
gloria" de los pueblos nortecaucanos, representada en la prosperi- lativa presencia de la izquierda, sobre todo en el movimiento
dad de la econonúa campesina y la consolidación de la zona como sindical. Hacia la década de los años 70, surgieron diversas e inde-
una región con liderazgo político y autononúa económica; la ter- pendientes iniciativas populares, de carácter no partidista, que se
cera, desde 1950 a 1985, determinada por la industrialización basaron en la lucha por reivindicaciones sociales y de derechos
azucarera, la disminución de la tenencia de la tierra y, la pérdida civiles. En la comarca nortecaucana este fenómeno tuvo como prin-
de autononúa y del liderazgo regional; se presenta además, la lle- cipal núcleo de movilización popular al municipio de Puerto Tejada.
gada masiva de inmigrantes de la Costa Pacífica y de algunos Así mismo, los orígenes de la protesta civil en la región se
pertenecientes a la región Andina, como mano de obra para los relacionan con la conformación de organizaciones de diversos ti-
ingenios azucareros. La cuarta y última, desde 1985 a la actuali- pos, con el trabajo realizado por sectores de la Iglesia Católica,
dad, está caracterizada por la sucesiva proletarización de la simpatizantes de la izqrúerda y orgarúzaciones universitarias que
población y la conversión de la región en parte integral del área apoyaban los movimientos cívicos, expresados en jornadas de pro-
metropolitana de la ciudad de Cali, a través del municipio de Puer- testas populares que exigían del Estado, de los gobiernos regionales
to Tejada, puerta de entrada y salida hacia y desde el norte del y locales el cumplimiento de reclamaciones concretas: mejorarrúen-
departamento del Cauca a la ciudad de Cali y el sur del Valle. to de la prestación de servicios públicos, la reivindicación de
derechos vulnerados por el mismo Estado y sus instituciones, así
El movimiento social ha estado presente en cada una de las
como el restablecimiento de los derechos atropellados por empre-
etapas descrita. Las más significativas han sido las luchas campe-
sas particulares.
sinas por la defensa de la tierra (correspondiente a la primera y
segunda etapa); el movimiento político, en el que la población El perfil de los activistas y dirigentes cívicos es entonces hete-
1 00 nortecaucana, representada por sus dirigentes, adquiere reconoci- rogéneo, va desde pobladores rurales y urbanos con alguna
experiencia en movilización sindical, agraria, campesina o coope- 101
miento en el ámbito nacional e independencia política frente a la
rativa, hasta estudiantes y profesores universitarios, que dinarrúzan
ciudad de Popayán. Sin embargo, en este período no se manifiesta
la labor de las organizaciones, promueven la conciencia dudada-
r
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na y fortalecen la movilización social; generándose, segón De Roux piedad del ingenio La Cabaña. La movilización fue liderada por
(1991: 14-15), una situación de amplia agitación social6 a causa de dirigentes populares de Puerto Tejada, en coordinación con otras
los problemas socioecouómicos de una población empobrecida. protestas populares que paralelamente ocurrían en diferentes loca-
Una de las luchas populares más importantes (consecuencia de lidades de la región. Su trascendencia se debió en gran medida a
los resultados obtenidos por los habitantes del municipio de que los problemas comunitarios pudieron salirse de los límites lo-
Puerto Tejada) fue la realizada por las organizaciones pro vivien- cales hacia las dimensiones regionales, permitiendo la agremiación
da, que catalizó la movilización social alrededor del problema y asociación de los vecinos de la comarca en una serie de organi-
habitacional generado por la arremetida de la producción zaciones de corte cultural, cívicos y políticos.
agroindustrial de la caña de azúcar y su requerimiento masivo de Paulatinamente la población del norte del Canea comenzó a
grandes extensiones de tierra, encerrando a los pobladores de la aglutinarse alrededor de problemas comunes, que no sólo afianza-
localidad en un océano de caña y sin áreas de expansión territorial ron la unificación de la comarca, sino que también integraron a las
o residencial. Por otro lado, la actividad agroindustrial requería diferentes propuestas organizativas hacia una sola dirección'. El
del abastecimiento de mano de obra que se dedicara al desarrollo resultado de este y otros procesos similares fue su contribución al
de las labores de campo (corte, recolección y siembra de los culti- fortalecimiento de la sociedad civil y la ampliación de la democra-
vos), atrayendo masivamente a imnigrantes de otras zonas del país, cia de base. Hacia 1984, con el surgimiento y desarrollo de
en particular desde la Costa Pacífica, y desde otros municipios del diferentes organizaciones populares se creó la Red de Organiza-
departamento del Canea y de Nariño. ciones de Base; con el objetivo de coordinar bajo una sola estructura
Hacia los años 80, los mencionados problemas locales de haci- el trabajo que se venía realizando en los diferentes espacios, a fin
namiento' provocan el surgimiento de la Asociación de de presionar, aun más, el logro de reivindicaciones comunes a los
Destechados, haciendo relucir el problema habitacional y de aglo- moradores de la comarca nortecaucana: servicios públicos, educa-
meración poblacional que sólo podía ser resuelto adquiriendo ción, salud, tierra, créditos, etc.
terrenos poseídos por los ingenios azucareros. Y el21 de marzo de Pese al nivel organizativo alcanzado, los dirigentes cívicos for-
1981, cerca de 1.500 familias, que representaban alrededor del20% mados políticamente entre 1980 y 1990, tuvieron dificultades para
de la población total de Puerto Tejada, invadieron un lote8 de pro- lograr consolidarse como alternativas políticas de tipo partidista.
Sus intentos de consolidarse como candidatos cívicos con propues-
tas independientes para aspirar a los cargos públicos, no recibieron
6
Como ejemplo de ello, hacia finales de la década de los años 60, la población de la acogida esperada, luego del poder y capacidad de movilización
Puetto Tejada obligó a los ciclistas que cumplían una etapa de la "Vuelta a Colombia",
a pasar por el municipio y recorrer el tramo hasta Cali por carretera destapada; este
popular que habían generado. De Roux (1991) plantea que el fra-
fue un mecanismo de presión tan efectivo que culminó con la pavimentación de ese caso de los movimientos sociales de corte cívico para expresarse
trayecto. En la década de los años 70 se realizaron varias jornadas cívicas, promovidas en el escenario de la política formal, estaba ligado a la fuerte ads-
por un comité de amplia representación, para buscar soluciones a los problemas de
los servicios públicos, especialmente de acueducto y energía. cripción de la población nortecaucana al partido liberal. El problema
7
Mosquera (1991: 109), sostiene que en Puerto Tejada, a raíz de los fenómenos
registrados en los años 50 y 60 (la masiva inmigración a la ciudad y la mayor demanda
9 Paulatinamente la población del Norte del Canea comenzó a aglutinarse alrededor de
de tierras agrícolas suburbanas, para los cañaduzales de los ingenios en pleno
desarrollo) se generan procesos paulatinos de crecimiento y aglomeración poblacional problemas comunes, que no sólo afianzó la unificación de la comarca, sino que también
registrándose un hacinamiento progresivo a causa del déficit de viviendas, mientras integró a las diferentes propuestas organizativas hacia una sola dirección. Por ejemplo,
que la supe1ficie del perímetro urbano no registra mayores cambios o ha permanecido en la década de los años 80, a la oposición que inicialmente realizó el municipio de
igual. El municipio de Puerto Tejada tenía una tasa promedio de crecimiento anual Caloto al proyecto de constmcción de una fábrica de ácido sulfúrico, en la vereda de
del orden del4% y una densidad urbana de 172 personas por ha. San Nicolás, se le unieron los municipios vecinos. Las condiciones de pobreza y las
3
Sólo en el año de 1980, con la crisis de la comercialización del azúcar, aflojó esperanzas de empleo promovieron que en un preámbulo los pobladores vieran con
parcialmente la dictadura de la caña y los moradores de Puerto Tejada pudieron buenos ojos la instalación de la fábrica. Posteriormente, asesorados por grupos 1 03
organizar un movimiento de ocupación de tierras agroindustriales, mediante la ecológicos de los pueblos aledaños, los moradores de la vereda tomaron conciencia
expropiación popular espontánea e ilegal promovida por los destechados (De Roux, sobre la situación del deterioro ambiental que de allí podría derivarse, y se organizaron
1991; Mosquera, 1991). para obstaculizar el montaje da la fábrica en la localidad (De Roux, 1991 ).
LA PROTESTA SOCIAL ACCTÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMI3IANO
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no radicaba en "lo político", sino en la decisión de los nortecaucanos este intervalo de tiempo, además de desarrollarse la lucba social
de apoyar a los dirigentes del movimiento cívico o permanecer de manera más activa, se da la consolidación organizativa de la
firmes a sus sentimientos de lealtad al liberalismo comarca como una unidad. A la par, que se desarrolla el proceso
Otro factor que explica el fracaso electoral de los dirigentes de surgimiento de líderes cívicos y comunitarios, quienes se inte-
cívicos estarfa en la imposibilidad para éstos de dar soluciones grarían a las organizaciones étnicas locales.
concretas e inmediatas a los problemas socioeconómicos, entre El despertar de la lucha étnica en la región, igualmente obtiene
ellos el desempleo. Mientras que las prácticas clientelistas, de los su impulso inicial de las redes institucionales formada por algunas
partidos tradicionales, mantienen atadas las expectativas de lapo- personas e instituciones que se asientan en la zona, con ánimo de
blación y al electorado a las posibilidades de dar soluciones a estas promover la participación política de la población, la conciencia
dificultades. Prueba de ello es que cuando algunos dirigentes cívi- ciudadana y las luchas civiles; esta red se hallaba compuesta por
cos, que en elecciones anteriores habían registrado escasa votación, profesores y alumnos universitarios, investigadores sociales y or-
al realizar sus campañas en asocio con los grupos políticos de cor- ganizaciones no gubernamentales, entre otros, quienes llegan a
te liberal, en el período siguiente obtuvieron mayor apoyo electoral. realizar sus proyectos sociales e investigativos en la localidad.
Un elemento que agravó el problema fue el iroportante papel Por otro lado, Puerto Tejada es el eje alrededor del cual se
que los ingenios azucareros empezaron a jugar en el fortalecimiento dinarnizan y lideran los movimientos sociales en la comarca, par-
de los caciques locales, ante todo por conveniencia económica. ticularmente el movimiento étnico; esta es una "función" o
Por ejemplo, la posibilidad de mantener los iropuestos prediales y particularidad que la población y algunos autores (entre los que
de industria y comercio a niveles traducibles en ahorros sustancia- podemos mencionar a Urrea, Hurtado y Taussig, entre otros) le
les. Luego, por conveniencia política, fortalecer a los partidos otorgan a este poblado desde el momento en que se registran los
tradicionales representaba la mejor posibilidad para disolver y di- primeros períodos históricos de la lucha y movilización social,
rimir favorablemente el conflicto social, manteniendo por fuera política y económica. Desde éste lugar estratégico y su área de
de la administración municipal a las organizaciones de base y a influencia -la comarca nortecaucana- se coordina y dinamiza el
sus líderes. El monopolio de disposición de recursos por parte de proceso organizativo de la población y se localizan los principales
los ingenios los situaba en una posición de negociación ventajosa, grupos y líderes del movimiento étnico; el cual se fundó con la
frente al cumplimiento de sus obligaciones tributarias con munici- organización afrocolombiana Sinecio Mina. Varios de sus funda-
pios empobrecidos 10 y, a la participación en el juego político, dores venían trabajando en otras organizaciones, como Cimarrón,
patrocinando, para su propio beneficio, las campañas de algunos en la temática de la discriminación racial y la marginalidad socio-
candidatos a las corporaciones públicas. económica y política en la que se hallaba la población negra
colombiana, e involucrando a la zona del norte del Cauca como
El escenario de la "nueva" experiencia social: la movilización parte de ella; cuya problemática particular está asociada tanto a la
étnica.
pérdida de la tenencia de la tierra y del liderazgo político, como a
El movimiento étnico en el norte del Cauca tiene sus antece- la proletarización de la población y la conversión de la región en
dentes más cercamos en el ciclo de los movimientos cívicos, en una zona industrial.
Cuando se planteó la posibilidad de una Constituyente Nacio-
10
Los municipios nortccaucanos, como entidades político-administrativas, padecen de nal, durante el gobierno del presidente Virgilio Barco (para los
carencia de recursos. Tal fenómeno se debe en buena medida a una política años de 1988 a 1990 y previo a la Asamblea Nacional Constitu-
complaciente para con los complejos agroindustriales, que ha provocado que en el
Nmte del Canea los ingenios estén prácticamente exentos de pago de impuestos directos yente), se captó la atención de algunas personas, líderes negros y
a los municipios. Los capitales azucareros tienen como epicentro a la ciudad de Cali, organizaciones, entre las que se encontraba el grupo Sinecio Mina
104 donde pagan mayoritaria~ente los impuestos; mientras que en los municipios y La Asociación Cultural Casa del Niño, quienes se dan a la tarea 105
nortecaucanos, como lo exphca De Roux, se ahorran sustanciales cantidades de dinero
que podían beneficiar a los municipios en pro de dar soluciones a los problemas de de comenzar a desarrollar un trabajo organizativo en asocio con
desempleo, de hacinamiento, de prestación de servicios públicos, etc. dirigentes de otras regiones del país, tendiente a unificar, median-
LA PROTESTA SOCIAL ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOlviBIANO
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te la promoción de una sola propuesta, a las diferentes dinámicas Las organizaciones en el nmte del Canea igualmente se ven
organizativas que, a nivel nacional, estaban funcionando de mane~ involucradas en los hechos y toman partido. Algunas de las orga-
ra aislada, por organizaciones como Cimarrón y las asociaciones nizaciones se asociaron al Proceso de "Comunidades Negras"
campesinas del Chocó, (Wade, 1993b). Esta propuesta igualmente -PCN-, mientras que otras mantuvieron su autonomía, creándose
tuvo como objetivo abonar el camino rumbo a la Asamblea Nacio- diferentes frentes: los denominados independientes, los del PCN y
nal Constituyente, con la distinción y designación de líderes que los que no están directamente asociados a ninguna de las dos pro-
representaran, durante las elecciones de los constituyentes nacio- puestas anteriores, pero que fluctúan de manera espontánea entre
nales y con posterioridad a ella, los intereses de la población una y otra según la conveniencia, haciendo posible que en un de-
afrocolombiana. terminado momento puedan ser absorbidas por uno de los bandos.
Desde 1990 empezaron a trabajar las comisiones regionales y Un resultado importante en este proceso fue que las organizaciones
nacionales preparatorias para la Constituyente. Algunos sectores con sede en Cali entran a participar con más peso (organizaciones
de la población negra hicieron aportes al trabajo de las diferentes como Fundafro liderado por Jhair Valencia y Kumahana liderada
comisiones sobre igualdad y derechos de la población por Gabino Hemández), consolidándose un triángulo organizativo
afrocolombiana, y del carácter multiétnico de la nación. Las me- entre norte del Cauca, Cali y BuenaveQtura.
sas de trabajo, en el norte del Canea, incluyeron dentro de sus En septiembre de 1993, se realiza la Tercera Convención Na-
propuestas el tema del territorio, el medioambiente, la cional de "Comunidades Negras" en Puerto Tejada. En este evento,
etuoeducación, la participación política y económica de la pobla- al que asistieron más de 300 activistas de todo el país, se acordó
ción en los programas de desarrollo implementados por el Estado que la meta de su estrategia debía ser la consolidación de un movi-
y los particulares, en las zonas habitadas por la población negra. miento social de "Comunidades Negras" de alcance nacional, capaz
De los resultados obtenidos a partir de las mesas de trabajo y de la de desarrollar la reconstrucción y la afirmación de la "identidad
convocatoria realizada a las diferentes organizaciones, se coordi- cultural negra"; propósito que, a su vez, se basa en "la construc-
nó, en julio de este mismo año (1990), el primer encuentro de ción de un proceso organizativo autónomo enfocado hacia la lucha
organizaciones negras en Cali, encuentro a partir del cual surgió la de los negros por sus derechos culturales, sociales, económicos y
Coordinadora de "Comunidades Negras" que, en un inicio agrupó territoriales, y por la defensa los recursos naturales y del ambien-
a la mayoría de las organizaciones de "Comunidades Negras" de te" (Escobar, 1997: 190).
la Costa Pacífica, norte del Cauca y otras de la región Atlántica. En la misma declaración se identifican y explican los princi-
No obstante, por poseer un nombre parecido a la Coordinadora pios básicos para la organización política de la población negra.
Guerrillera, la Coordinadora de "Comunidades Negras" tuvo que Primero, el derecho a la identidad, es decir, el derecho a ser "ne-
cambiar su nombre al de Proceso de "Comunidades Negras". Las gro". Segundo, el derecho al territorio como un espacio para hacer
cabezas más visibles de este movimiento se encontraban represen- y como elemento indispensable para el desarrollo de la cultura.
tadas por dos franjas: las organizaciones de Pacífico sur, lideradas Tercero, el derecho a la autonomía política en tanto prerreqnisito
por los grupos de Buenaventura, y las organizaciones del Pacífico para poder ser, con la posibilidad de apoyar la autonomía social y
norte, representadas por las organizaciones del Chocó. Las dife- económica. Cuarto, el derecho a su propia visión del futuro, su desa-
rencias internas y divisiones entre las franjas condujo a una rrollo y su práctica social. Quinto, el principio de solidatidad con la
separación y al rompimiento de la dinámica organizativa del mo- lucha de la gente negra en todo el mundo (Escobar, 1997: 191).
vimiento social de la población afrocolombiana, encauzándola hacia Bajo estos cinco principios se agrupa el pensamiento ideológi-
la constitución de islas, en las cuales se agmparon de manera inde- co de algunas organizaciones nortecaucanas, como Sinecio Mina
pendientes diferentes organizaciones que fluctúan desde entonces y Fundafro, las cuales habían nacido bajo la consigna de la lucha
alrededor de dos grandes grupos: el Proceso de "Comunidades afrocolombiana. Por otra parte, tales principios se convirtieron en 107
Negras" con sede en Buenaventura y las organizaciones del Cho- estandarte e insignia de las propuestas organizativas del PCN; en
có (Wade, 1993b; Escobar, 1997). la comarca nortecaucana el Sinecio Mina se convirtió en su princi-
LA PROTESTA SOCIAL AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

pal promotor, mientras que Fundafro al parecer se constituyó como Í)característic:•s exigidas por la Ley 70 para poder acceder a la titu-
una fundación "fantasma", cuya acción organizativa se dinamiza ,~,101,,., colectiva. No obstante, tal posibilidad se ve afectada por los
únicamente en épocas preelectorales y electorales, Otras asocia- procesos de industrialización capitalista y de generación de empo-
ciones que comparten tales principios no se apoyan rigurosamente rios empresariales, que se efectúan en la comarca desde los años
en ellos; sobre todo porque se percibe que las organizaciones ads- 30 y que vienen siendo intensificados con la aparición de las em-
cntas al PCN ?an tomado una actitud mesiánica frente al proceso presas de la Ley Páez de 1996.
de mov1hzacwn socwl afrocolombiano. Un argumento que cada vez más toma mayor fuerza en el tra-
. En la comarca nortecaucana el grupo Sinecio Mina asume, como bajo organizativo es el tema del medioambiente y la preservación
pwnero, la lucha afrocolombiana, y en asocio con otras agrupacio- de los recursos naturales, lo que es un resultado obvio de la aplica-
nes de la zona tuvo como propósito inicial participar en las mesas ción de la Ley 70, en los espacios de "Comunidades Negras" -la
de dJscus1ón del Articulo Transitorio 55, e incluir en la propuesta región Pacífica-; mucho más en el norte del Cauca, cuyos habitan-
de Ley al norte del Canea, como una zona especial de asentamien- tes se consideran una "comunidad negra", urbana y andina, donde
to de "Comunidades Negras"; tarea que implicaba una movilización la población se ha visto afectada por problemas de contaminación
permanente de los mi~mbros de las organizaciones y un trabajo ambiental generados por las empresas que tienen asiento en la zona.
coordinado, e~~re los lideres locales y nacionales, a fin de impul- Tomando en consideración que la reglamentación de la Ley Páez
sar la aprobacwn del AT 55 como una Ley de la nación dirigida a agrava los problemas ambientales, la aplicación de la Ley 70 (en
la población negra. lo relacionado con la titulación colectiva, la formación de los Con-
Durante dos años (1991-1993), el quehacer de las organizacio- sejos Comunitarios y la preservación del medioambiente y de los
nes en el norte del Canea fue de apoyo al proceso que se desarrollaba recursos naturales) se percibe como una herramienta que a largo
en Bogotá, con la esperanza de que la comarca nortecaucana fuera plazo podría ser una solución a los problemas de la región
incluida en la Ley 70 como zona o territorio de "Comunidades nortecaucana.
Negras", fuera del Pacífico y en un distrito urbano que, igualmen- En la actualidad con la implantación de las industrias de la Ley
te -en comparación con la Costa Pacífica-, posee una alta Páez, en el territorio nortecaucano, el interés de las organizacio-
concentrac1ón de población negra localizada en el área rural a la nes se centró particularmente en el punto relacionado con los aportes
que habría ~ue brindade la posibilidad de la titulación colectiva y que dichas empresas deben suministrar a los municipios, para ser
de proteccwn del medwambJente; es decir, las mismas garantías y invertidos en proyectos comunitarios y encaminados a reducir la
acce~o a los recursos que la nación habría de destinar para las po- contaminación generada por los desechos de las empresas.
blacwnes rurales de la Costa Pacífica. Pero ello no fue así El propósito de las organizaciones es el de manejar directa-
generánd~se cierta inconformidad y desolación entre los líderes ; mente los recursos sin la intermediación de la CRC-Corporación
orgamzac1ones de la comarca nortecaucana interesados en esta Autónoma Regional del Cauca 11 - , de la Gobernación o de cual-
posibilidad. quier otra institución y/o mecanismo que pueda ser utilizado por
El Articulo 1o, Párrafo dos de la Ley 70 plantea que: De acuer- las empresas o por las entidades gubernamentales para manejar
do con lo previsto en el Parágrafo r del Artículo Transitorio 55 estos dineros. Para tal propósito, las organizaciones del norte del
de la Comisión Política, esta Ley se aplicará también en las zonas Cauca están formulando un proyecto conjunto con el cual preten-
~aldías, rurales y ribereñas que han venido siendo ocupadas por den conformar una fundación o institución no gubernamental,
Comumdades Negras" que tengan prácticas tradicionales de similar a la organización indígena CRIC, que se encargaría de re-
producc~ón en otras zonas del país y cumplan con los requisitos cibir y manejar los recursos y partidas presupuestales que sean
estableCidos en esta Ley. Planteamiento que, según los miembros destinadas por la nación y por los empresarios para la zona. Evi-
108 109
d~ las organizaciones nortecaucanas, en particular las organiza-
CIOnes ca~pesmas, ~uede ser aplicada en la región. En opinión de 11 Institución encargada del cuidado de los recursos naturales y de expedir las licencias
la poblacwn, en su area rural la comarca posee territorios con las ambientales para las empresas que se asienten en el Departamento del Canea.
ACCIÓN COLECTlVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
LA PROTESTA SOCIAL
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tomada como una ley importante pero secundaria, porque básica-


tand? así, por una lado la intermediación de la CRC y de la gober-
mente fue concebida para la Costa Pacífica, dejando por fuera a
n~cion, y por el otro la competencia de los empresarios de Ley
otras poblaciones. Otras organizaciones tienen una visión contra-
Paez, qmenes aspiran a formar una fundación y manejar personal- ria; para ellas la Ley 70 puede ser una henarnienta poderosa para
mente los ~ecursos que ellos están obligados por ley a destinarles a
las poblaciOnes de la comarca". la defensa de sus derechos y del tenitorio.
3°. En el tercer grupo clasificarnos a las organizaciones de ca-
La~ a~rupaciones "étnicas" nortecaucanas y sus modelos rácter cultural, que manejando un discurso pedagógico identitario o
orgamzalmos cultural, de divulgación de la Ley 70, con énfasis en la capacitación
Al analizarlas individualmente se observa que algunas organi- de la población y en la formación o creación de una conciencia
z~cwnes nortecaucanas presentan patrones de funcionamiento identitm1a de lo "negro" como un elemento positivo de la identidad.
difer~ntes. Unas funcionan como ONGs a las cuales se vinculan 0 4o. El cuarto bloque lo representan las organizaciones menores
aso~1an grupos menores -organizaciones de base-, otras son agru- y las bases del movimiento "étnico" nortecaucano, entre ellas las
paci~nes. mdependientes que interactúan entre sí y con agremiaciones de campesinos, asociaciones de maestros o docen-
orgam~a~wnes mayo~es; nuentras otras organizaciones se consti- tes, grupos de microempresarios y :t;nadres comunitarias que
tuyen u~camente en epoca preelectoral. Clasificándolas según sus incluyen dentro de sus actividades programáticas el tema de la
caractenst1cas Internas, las organizaciones se puede agrupar en cua- identidad "étnica", la etnoeducación y la divulgación de la Ley 70.
tro bloques, diferenciados así:
La Asociación Cultural Casa del Niño
1o. L~~ organizaciones que funcionan como ONGs dedicadas a
Con sede principal en la vereda Aguazul, municipio de
1~ eJecucion d~ programas sociales de carácter productivo, educa-
Villarrica, sus fundadores iniciaron el trabajo organizativo hacia
tivo e mformativo, recreación, deportes, vivienda y fondo rotatorio. 13
los años 1982--1985 por intermedio de la fundación EMCOES
2o. Un segundo bloque lo componen las organizaciones dedi- A partir de los cursos dictados por esta fundación se formaron los
cadas a la prest~ción de a~esorías legales, administrativas y dirigentes y las agrupaciones, que dieron origen a la Asociación
prograrn.as encan;mados a onentar a la población, en la resolución Cultural y a otras asociaciones similares, denominadas Casas del
de conflictos socrales, políticos, económicos y ambientales por la Niño, ubicadas en diferentes veredas de los municipios de Villarrica,
defensa y reconocimiento de sus derechos constitucionales y los Santander de Quilichao, Puerto Tejada. Ellas tenían como objeti-
contemdos de la Ley Páez, Ley 70 y la Ley de Reforma Agraria. vo proteger al menor abandonado.
En ese sentido, las leyes mencionadas son las propuestas que En el transcurso de los años el trabajo organizativo de la Aso-
generan mayor mqmetud p~a la yoblación y trabajo organizado ciación Cultural se ha extendido hacia otras áreas, entre las que se
por parte de los grupos, debido al rmpacto que su aplicación puede encuentra el área de salud, recreación, ecología y medioarnbiente.
t~ner o g~nerar eu la zona; no obstante, el énfasis dedicado a la También se creó el fondo rotatorio, por medio del cual los asocia-
divulgaci?n Y pro_moción de cada uua de estas leyes depende del dos tienen la posibilidad de disponer de créditos blandos e
grado de IMiuencra y de los efectos secundarios para los habitan- inmediatos, con los que se apoya la producción agrícola campesi-
tes; por eJemplo, para algunas organizaciones es más relevante na y la construcción de viviendas. Para adquirir recursos
enfocar el trabajo organizativo y el esfuerzo de la población en la económicos y financiar sus actividades la Asociación recurre a la
Ley Páez, porque los afecta directamente a ellos. La Ley Páez se elaboración y realización de proyectos, los cuales pueden ser cos-
hizo exclusivamente para esta región, mientras que la Ley 70 es teados con partidas presupuestales provenientes de los municipios
y/o de las ONG nacionales e internacionales
12 Los empres~os cst~n obliga?os a destinar un porcentaje del costo total de la inversión
a_las_ poblac:o~es ctrcunvecmas al proyecto empresarial. Se espera que el total de 13 Fundación no gubernamental liderada por profesores universitarios quienes a finales
dmew, sunnmstrado por estas empresas, supere los cinco mil millone d de los 70' dictaban cursos de convivencia ciudadana, para facilitar y promover la
Recu·s s t' · d ¡ d s e pesos.
1 o que es an st~n ? pe ea os por las empresas, la CRC, la Gobernación del formación de líderes y agrupaciones comunitarias en el norte del Cauea.
Cauca y por las orgamzac10nes para encargarse de su manejo.
AcCIÓN COLECTIVA Y ETNIClDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
LA PROTESTA SOCIAL
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Movimiento h!Uesligalivo Histórico Cultural "!iinecio Mina"


Por ser una organización rur 1 1 b . Fundado en 1989 por jóvenes universitarios, ex-militantes del
se efectúa en las veredas aunqua , e tra aJodde esta organización
. ' e su campo e acció t b·~
~llend; ~ las cabeceras municipales de Puerto Tej:d:mB:e: se
yimiento cívico y de la organización Cimarrón; quienes,
rres, ~arez, Caloto, Santander de Quilichao Corinto ,M' os
1110
influenciados por las consignas políticas del movimiento

Ia~~;;~~:~J~~!~c~~~:s:~~:sc~::srrn~e;cu~ntran .~stabl~:~~
afroarnericano y panafricano, se asocian para conformar un orga-
se nismo de carácter nacional, que se apoya en la formación académica
dación Red de M u. eres a agrupacwn: La Fun- y política de sus militantes. Es así como el Sinecio Mina se pro-
Sindicato Agrícola ~e vill~~aorpl oracw~ Colombia Joven, El yecta como un organismo que busca darle salida al problema de la
. . , as asocmcwnes de mae tr
1as orgamza:wnes campesinas, denominadas Veredas y Uni~asos discriminación "étnica" o racial (lo que para ellos es lo mismo) de
la población afrocolombiana en la comarca nortecaucana y a esca-
"étnica" and ladorg1amza~I.
anos 90
En lospartici · 'ón se compromete con la lucha
la nacional.
Asamblea NacionaloC~n~~t~ct~:~~~des, pr~vias Y po~t~ri~res a la En sus inicios, como primera y única organización "étnica" en
mesas de trabajo y discusión del ;~I mismo, participo en las
A'f el norte del Cauca, una de las tareas que emprendió el Sinecio
región. Aunque la Ley 70 se apr b, que se establecieron en la Mina fue la de participar del proceso pre y post Constituyente,
d d o o como una Ley para "Co . posteriormente se dedicaron a la elaboración y discusión del AT
a es Negras", existe inconformidad porque los . . . rndum-
comarca nortecaucana no f mumctpws e la 55. De la zona, Sinecio Mina fue la organización que tuvo a su
del articulado de 1 L ueran tornados en consideración dentro cargo la obligación de participar en la Comisión Especial, debido
a ey. a que uno de sus miembros hacia parte de ella, tarea que no fue
i u~ese a lo ocurrid?, 1~ Asociación Cultural Casa del Niño al fácil, en particular lo relacionado con el terna del territorio. Tanto
g0' s que otral~dorgamzacwnes en el norte del Canea a partir de 'los la región Pacífica, como el norte del Cauca y otras zonas del país
· ·~ de carácter
habitado or ,~na org~mzacwn
econsotacomo
9territorio ' "étnico"' en fueron incluidas dentro de la propuesta de titulación de territorios
Oficina de Asunto~ par;?,~umdad;sdNegras", registrada ante la para "Comunidades Negras"; no obstante, estas zonas fueron ex-
del Interio ornum a es Negras" del Ministerio cluidas de la propuesta final
cercanas c~n~~:: o:nto~ces~ la Asoci~ción establece relaciones Sinecio Mina hizo parte de las organizaciones que conforma-
divulgación de la Le;a;¿zapc~;~~~ Y s~ ~pledrn~nta un trabajo de ron la desaparecida Coordinadora Nacional de "Comunidades
gru o Así . ; . a e area e mfluencm de este Negras". Al finalizar ésta, paso a integrar el equipo de organizacio-

~~1~~~~;~~~Fi~i~:p;J:~~~:d:e ;~:;:~~~ ~~~:ul~:a~:i ~o"::~


e orgamzacwnes de población negra de la zona
nes pertenecientes al PCN. Entre las actividades a desarrollar por
esta organización se encuentra la recuperación de terrenos agrícolas
y el apoyo institucional y jurídico a los pobladores de la región.
ció Aunquebla Asociación Cultural funciona corno una organiza: Siendo una organización "étnico-territorial", como se auto-de-
par~~~t;:y ~~~~n~~g~~~;~~~í~~~:i~:~~~~~:.~rganiz~ciones finen sus miembros, el territorio se concibe corno parte fundamental
del ser y del hacer del trabajo político; por consiguiente, hay que
pacta acuerdos preelectoral . a, con os que
y garantías políticas qu:sj~arp~~bt~nerpartlidas presupuestales darse a la tarea de recuperarlo para lograr forjar una identidad
organizativo d' . mi an pro ongar su trabajo "étnica", la cual no la conciben ni puede darse por fuera de un
abrirse e . y ~u~, a ICiona[rne~te, le brinde la posibilidad de
territorio propio y autónomo.
acuerdos"::~o acm la movilización política. Sin embargo, estos Sobre la base de esta premisa de lo "émico-territorial", el Sinecio
cios que se obte~;::,.turales, dependen de los resultados y benefi- Mina se ha dedicado a promover la creación de Consejos Comuni-
tarios, como figuras políticas organizativas y corno estrategia
simbólica de promoción de la Ley 70, en territorios que se encuen-
tran por fuera de la Costa Pacífica y sobre todo en áreas de
Relacionada,
los problemasentre qu~ con
otras cosas se 1a ldmplantac!On
· . , de las empresas de la Ley Páez y
14
ambientales
· pue en generar en la región.
LA PROTESTA SOCIAL AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICTDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

producción capitalistas. Uno de los recursos empleados por lapo- reciente y está muy ligada a su vinculación académica con univer-
blación ha sido la vía de hecho, invadiendo terrenos que sidades como la del Valle y la Libre, y al entusiasmo que género
anteriormente le pertenecían y que pasaron a manos de particula- en ellos, en la década de los 90, la lucha y movilización "étnica"
res; ejemplo de ello es la hacienda El Pilamo, "recuperada" por por la institucionalización política y jurídica de la identidad
campesinos de Guachene, en el municipio de Caloto, a quienes afrocolombiana.
luego de 15 años de disputas el gobierno nacional a través del
Masai se ocupa de patrocinar e impulsar grupos musicales,
INCORA les titula colectivamente los terrenos donde hoy se asienta
eventos sociales y culturales: danzas y música folcló1ica afrocolom-
uno de los primeros Consejos Comunitarios, instaurados en el co-
razón del norte del Cauca. Otros consejos son los de Alzacia, La biana; también coordinan eventos educativos, informativos y ~e
defensa de los intereses de la población. De los programas patroCI-
Teta y Dominguillo en el norte del Cauca; en la Costa Pacífica
caucana se encuentra el de La Uña de Gato. nados por este grupo se puede destacar la realización de la
denominada "misa afrocolombiana", durante la Semana Santa de
En cuanto a la acción política, la propuesta "étnica" les ha dado 1999, como un acto alterno a la ceremonia católica, en donde la
la opción de proyectarse en el escenario de la política partidista. población participó de un acontecimiento e~ el que se ejecutaron
Sus planteamientos, su forma de pensar, y su capacidad de nego- ritos religiosos, de la tradición cultural afncana del Brasli y de
ciación con los líderes políticos tradicionales, pertenecientes al
África, llevados hasta el norte del Cauca con el apoyo económico
Partido Liberal, han inyectado un nuevo aire al ejercicio de lapo- y organizativo de grupos como Fundafro, con sede en Cali.
lítica local, promocionando candidatos del movimiento "étnico"
para competir por las posiciones de mando en las alcaldías y Con- Anteriormente, hacia 1996, se habían realizado otros progra-
cejos municipales, la Gobernación y la Asamblea Departamental. mas encaminados a despertar la conciencia de la población afroco-
lombiana de la comarca y generar una mirada positiva de lo negro.
Los miembros de esta organización no son novatos en la con-
tienda electoral y su trabajo organizativo cada vez más se enfoca Nosotros creamos lo que por primera vez se hizo aquí en Puerto
en el quehacer político. Durante los últimos tres gobiernos muni- Tejada y que se denominó "la semana afrocolombiana". Es una
semana sólo de actividades afro, donde nosotros nos meternos a
cipales los dirigentes de este grupo han participado de la los colegios a realizar una sede de trabajos de reivindicación "étnica.
administración pública en el municipio de Puerto Tejada, ocupan- Por primera vez se hizo una marcha "étnica" aquí en Puerto Tejada,
do los puestos de Planeación Municipal y Secretaría de Desarrollo con aproximadamente 80 personas entre niños, estudiantes, profe-
Comunitario. Así mismo, tienen partidarios que han representado sores y los miembros del grupo. Todo el mundo llevaba su pancarta,
a las "Comunidades Negras" del norte del Cauca ante la CRC y la las cuales decían frases como "100% negro", "lo negro es bello",
gobernación, Gabino Hernández entre otros. "negro compra únicamente donde atiendan negros", "negro por
naturaleza, orgulloso por elección". Había otras pancartas que de-
La Fundación Cultural llfrocolombiana "Masai": "Comunidades cían "Sábados felices discrimina", "Colombia es un país racista".
Negras" "Por la reivindicación de la lucha negra, poder negro".
Instituida en el año de 1995, Masai nace como una organiza- Esa marcha la hicimos el 21 de marzo, cuando se celebra el día
ción "étnica" dedicada a impulsar la movilización social de los mundial de la no-discriminación racial. (Linder Chara, portejadeño,
pobladores de la localidad; constituyéndose como una organiza- edad 24 años, estudiante de derecho en la Universidad Libre, pre-
ción de carácter cultural encargada de promover la lucha sidente de la Asociación Cultural Afrocolombiana Masai).
afrocolombiana por el reconocimiento y respeto de la diferencia, Como organización, los miembros de Masai no se conciben
la institucionalización social y cultural de la "identidad negra", y como un grupo político, ni quieren ser identificados como tal, su
la divulgación y aplicación de la Ley 70 en la comarca participación en este escenario se dio fundamentalmente para la
114 nortecaucana. Sus líderes son jóvenes afrocolombianos en proce- elección popular de alcaldes, en el período de 1998-2001, lanzán- 115
so de formación profesional en las universidades de la localidad y
dose al espacio público con un candidato afrocolombiano y con
de la ciudad de Cali. La formación política de estos jóvenes es una propuesta política independiente de carácter "étnico".
LA PROTESTA SOCIAL
AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOM131ANO
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Al interior del movimiento "étnico", Masai se concibe como fuera de la región Pacífica y por no encontrarse en territorios bal-
un grupo independiente que coordina actividades con organiza- díos o en área susceptibles de ser tituladas 15 Dejando así a los
ciones de Cali, Buenaventura y la costa Atlántica (específicamente lugareños sin piso jurídico sobre el cual sustentar sus protestas y
con la ciudad de Cartagena y el Palenque de San Basilio). sin bases en que apoyarse para impedir el montaje de proyectos
Otras propuestas organizaliuas y las diferencias ideológicas en- industriales que vayan a ejecutarse en la región.
tre las agrupaciones Pese a esta labor conjunta, hay quejas frente al desempeño de
Algunas organizaciones se asocian para coordinar y realizar algunas organizaciones, las cuales aparentemente están engañan-
programas en conjunto. Un caso particular se presenta desde 1998, do a la población. Según los comentarios realizados por los
frente a la implementación de una planta procesadora de produc- pobladores, al parecer algunos grupos vienen siendo contratados
tos químicos, como el glifosfato, en uno de los parques industriales por los capitales financieros para que los represente ante la pobla-
ubicados entre los municipios de Puerto Tejada, Villarrica y Caloto. ción y abonen el camino hacia la implantación de las industrias de
Inicialmente, la población se mostró interesada por los supuestos la Ley Páez. Su tarea consiste en interceder ante los aldeanos para
beneficios que obtendría: empleo, valorización de los terrenos; convencerlos de supuestas bondades, ventajas y utilidades que se
posteriormente cambió de opinión al comparar los beneficios con generan en la región con la implantación de tales compañías; de
los perjuicios: lluvias ácidas, deterioro de los suelos; además de tal forma que los industriales no encuentren mayores obstáculos a
las graves consecuencias para la salud e integridad física de los la hora de presentar y realizar sus proyectos.
habitantes de la zona. Las organizaciones de la comarca nortecaucana centran su tra-
Con la asesoría de organizaciones como Sinecio Mina, Masai, bajo en el área rural de los municipios, mientras que las sedes de
la Asociación cultural y de otros grupos pertendcientes a la Sub-- sus oficinas (como es el caso de las agrupaciones Sinecio Mina y
consultiva del norte del Canea, se dieron a la labor de defender los Masai) se encuentren ubicadas en las cabeceras municipales, don-
intereses de la población. Apoyados en las opiniones de un grupo de las organizaciones pueden interactuar con las agrupaciones
interdisciplinario, compuesto por químicos, ingenieros ambienta- locales, ONGs, organismos gubernamentales. Las actividades en
les y abogados, presionan, en beneficio de los moradores del sector, la zona rural están orientadas a trabajar con las organizaciones de
ante la CRC y la empresa implicada. Las organizaciones se apo- base, ubicadas en las diferentes veredas. Alrededor de estas orga-
yan en la Ley 70, en particular el artículo relacionado con la mzacwnes los grupos convergen, porque al igual que ocurre en la
ejecución de proyectos de gran envergadura en' territorios ocupa- Costa Pacífica, en el norte del Cauca el área rural es el núcleo del
dos por "Comunidades Negras". trabajo organizativo.
La Ley 70, en el Capítulo IV sobre uso de la tierra, protección Por otra parte, las organizaciones requieren de un continuo su-
de los recursos naturales y ambientales en territorios ocupados por ministro de recursos que garanticen su funcionamiento; recursos
"Comunidades Negras", contempla como alternativa la consulta que proceden de diferentes áreas, entre ellas la financiación de
popular previa a la implantación de industrias, la conformación de proyectos y la destinación de auxilios presupuestales, materiales y
empresas y la realización de proyectos de gran envergadura. La humanos por cuenta de organismos estatales y ONGs nacionales,
Ley Páez propone algo distinto: a la población involucrada no se
15
le consulta, se le informa, a través de unas convocatorias públicas, Hecho que c~l??a a lo~ mor~~ores del No.rte del Ca uca, población negra en su mayoría,
en una. ?ondiCmn de mclus10n y exclusrón; por una parte ellos son y se consideran
de las características de los proyectos y de los supuestos aportes o poblacton negras y por la otra la Ley los excluye, al no estar ubicados en la región
beneficios para la población, pero ésta no tiene ningún poder de Pacífica. Lo que. genera un s~ntimiento de inconformidad frente a la Ley 70. Por otra
decisión. parte, par~ evrtar confusiOnes sobre las áreas habitadas por poblaciones
afrocolombmnas, los líderes de las organizaciones solicitaron al gobierno realizar
No obstante, las acciones no surten efecto, cuando la CRC afrr- mapas que d~n c.uenta .de la ubicación de las "comunidades negras", a lo largo y 11 7
ma que en el norte del Cauca no existen tierras ni asentamientos ancho del ~erntono .nactonal, y que las instituciones puedan acceder a él para no caer
en afmnacrones eqmvocas que afecten el proceso de movilización social de la población
de "Comunidades Negras", por ser un territorio urbano, por estar negra.
LA PROTESTA SOCIAL ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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pero sobre todo extranjeras (particularmente orgartizacio?"es euro- participación de algunos militantes del movimiento, los cuales
peas). Así mismo, estas instituciones ponen al serVICIO de las aparentemente han solicitado la presencia de la guerrilla o han
organizaciones y de la población, a una serie de profesionales en- afirmado que sus compañeros son miembros de grupos subversi-
cargados de brindar cursos de capacitación, ejecución de proyectos vos.
y asesorías legales; no obstante, la disposición de tales ayudas de- Presencia armada y grupos al margen de la ley en la comarca
penderá básicamente de la capacidad de gestión de los grupos. nortecaucana 16
En este contexto no dejan de existir conflictos de intereses por
Un último asunto que destacar, en relación con la movilización
el acceso a las fuentes de los recursos, al punto que algunas orga-
social, lo compone la presencia de grupos armados, que tienen
nizaciones ocultan el origen de los mismos o niegan haberlos asiento en el departamento del Cauca; aunque al parecer las orga-
recibido, entre otras razones para protegerse de la competencia nizaciones de la comarca nortecaucana no se encuentran
Igualmente, las divisiones y pugnas que se p~esentan entrelas or- fuertemente vinculadas con ellos, sí se han visto afectadas.
ganizaciones están relacionadas con la conqmsta de las posiCIOnes
Mientras se reconoce una fuerte actividad en el ejercicio de la
de mando, la disposición de cargos y prebendas burocrátiCas, y la
acción social y la lucha armada en las poblaciones indígenas, ve-
representación de la población negra en el escenatio político na-
cinas o residentes del norte del Cauca y habitantes del Macizo
cional e incluso internacional.
colombiano, para la población negra no se presenta este tipo de
Para algunos sectores de la población, los problemas mencio- registro 17 •
nados han afectado los procesos de movilización, tanto en el norte
Por otra parte, la presencia de organizaciones armadas en la
del Cauca como en el ámbito nacional. En su opinión, a ello han
región, ha ido en aumento en la última década, tanto eu el número
contribuido las condiciones de marginalidad socio-económica en como en la diversidad de los actores que participan: la guerrilla, el
las que viven algunos miembros de las organizaciones,. quienes narcotráfico, las Fuerzas Armadas del Estado y los grupos
aparentemente ven en el movimiento "étnico" una oportumdad ~ara paramilitares.
beneficiarse. Así como también la ausencia de líderes reconoc1dos
e identificados por la gente, entre otras causas, por la falta de cre- La inestabilidad y el estado de inseguridad reinante en la re-
dibilidad de la población en los dirigentes negros que la han gión nortecaucana generan preocupación entre la población y en
aquellos que desarrollan actividades o prácticas de movilización
representado y quienes, supuestamente, se han burocratizado: han
social. Los militantes de las organizaciones se consideran objeti-
solucionado su problema particular o han vendido al movlllllento
vos visibles y fácilmente identificables, tanto por los organismos
social afrocolombiano.
del Estado como por los grupos al margen de la ley, principalmen-
Otras esferas de las agrupaciones lo califican como un proble-
ma de carácter político e ideológico entre dirigentes y organiza- 16
El tema de los actores armados es un tema complicado de abordar, por las implicaciones
ciones con tendencia políticas diferentes: los considerados de "iz- que puede tener en le proceso organizativo del Norte del Canea; por tanto, si bien fue
quierda" y los que se per~~ben como de la_"derecha" .. Los pri~?r~s una idea planteada y discutida, las repuestas fueron muy evasivas. Por otra parte, en
la zona plana, lugar en donde predominante se realizó el trabajo, la presencia de los
calificados como la porcwn revolucwnana del movmuento etru- grupos armados y de las organizaciones indígenas aparentemente no es considerable.
co" afrocolombiano, y los segundos como los que con mayor No obstante, se requiere de una investigación más profunda y detallada frente al tema
de la lucha armada, al trabajo conjunto que pueden realizar los grupos armados con la
facilidad pueden ser absorbidos por los partidos políticos. población y la manera cómo sectores de la población indígena y negra, que habitan
Las diferencias ideológicas entre líderes y agrupaciones ha pro- en la comarca, pueden trabajar simultáneamente. Estos temas no eran qbjeto de estudio
en la presente investigación.
piciado que algunos líderes sean amenazados y pers~g~idos por 17
Llaman la atención las diferencias en la manera de actuar entre poblaciones que, al
agentes aparentemente ajenos y extenores al movmuento. Se parecer, además del territorio en que habitan, compartían los mismos problemas
11 8 rumora que algunos dirigentes han sido asesinados y a otros les ha sociales y sin embargo no se unen para resolverlos conjuntamente. También llama la 11 9
atención el hecho de que la población negra nortecaucana no tomó como altemativa
tocado salir del país, por amenazas contra su vida o la de sus farru- de movilización el enfrentamiento armado, mientras que las poblaciones indígenas sí
liares. También se murmura que en ello posiblemente ha existido lo hicieron.
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te desde el momento en que se inscriben ante el Ministerio del otorga debido a varios elementos, primero: el hecho que política-
Interior como una organización de "Comunidades Negras". Sus mente este municipio presente los mayores niveles de agitación y
temores proceden de la inquietud por no saber realmente que otros movilización social, con un liderazgo político reconocido local y
destinos pueden tener los datos suministrados, por los grupos, a la nacionahnente; segundo: por su posición y ubicación espacial como
Oficina de Asuntos para "Comunidades Negras". Información que puerta de entrada y salida desde y hacia el norte del Canea; terce-
por su carácter público cualquiera puede acceder y que puede ser I:Q;. por su cercanía y conurbación con la ciudad de Cali; y cuarto:
utilizada en su contra. porque en lo referente a los movimientos "étnicos" en el norte del
Para algunos líderes este hecho impide el quehacer político y Canea, es en Puerto Tejada donde se da por primera vez la apari-
la protesta social convirtiéndola en algo peligroso. ción de estos grupos, hacia el año 1988.
En la actualidad, con las políticas de paz impulsados por el La lucha "étnica" en la comarca del norte Cauca genera cam-
Estado, se plantea la posibilidad de que las minorías "étnicas", en bios en el accionar político y organizativo, tanto en los grupos
este caso la población negra, participe como sector independiente existentes como en los nuevos, quienes se integran al movimiento
en las mesas de discusión, sobre los tratados y compromisos na- afrocolombiano. Para la década de los años 90 se registran los
cionales por alcanzar la paz 18 • El interés de algunos grupos y líderes mayores niveles de crecimiento de las organizaciones de "Comu-
en la comarca nortecaucana (y de otros líderes en todo el país) es nidades Negras", alrededor de la Asamblea Nacional Constituyente
el de participar, hacer presencia y defender los intereses de la po- y las discusiones del A.T. 55 y su posterior reglamentación con la
blación afrocolombiana, de lo contrario las "Comunidades Negras" Ley 70. Luego de 10 años, este movimiento no tiene la fuerza que
estarían aislándose de los sucesos y del acontecer político nacio- adquirió en sus inicios y en la actualidad se encuentra dividido en
nal, ya que parte de las zonas de conflicto son territorios ocupados diferentes bloques.
por poblaciones negras, que quedarían a merced de las decisiones En la comarca nortecaucana la aplicación de la Ley ha servido
que otros tomen por ellas. sobre todo para la ejecución de programas y proyectos ambienta-
Algunas conclusiones les, con los que se busca contrarrestar los problemas de
La lucha social en el norte del Canea, hasta la década de los contaminación creados por las empresas asentadas en la zona; pero
años 80, eran manifestaciones populares aisladas y realizadas por cuando se enfrentan al capital financiero y a las políticas de im-
pequeños grupos; posteriormente se presentan cambios estructu- pulso al libre mercado apelando a la Ley 70, se encuentran con el
rales en el quehacer del movimiento social, entre ellos la integración obstáculo de que aún el norte del Canea no es considerado por la
de la comarca, por medio de la alianza y la lucha solidaria entre las ley como territorio de "Comunidades Negras", inutilizando a la
diferentes organizaciones, que promueven la protesta social local. población para que batalle con ello a favor de la defensa de sus
Un proceso que se logra a través del movimiento cívico, coordina- derechos. Sin embargo, los pobladores recurren a medidas alter-
do y motivado por instituciones o personas particulares. nas, de carácter legal y de hecho, como la Ley de reforma agraria
Como había ocurrido a lo largo de la historia de la comarca y la invasión de terrenos, que se encuentran en poder de los parti-
nortecaucana, Puerto Tejada asume la posición de mando, liderazgo culares y de los ingenios azucareros.
y control del movimiento "étnico" en la región; posición que se En el ejercicio de la actividad política, las organizaciones
"étnicas" del norte del Canea combinan diferentes estrategias que
van desde la divulgación de la Ley 70, especialmente en las zonas
18 El pasado 16 de Junio de 2000 se realizó en Villanueva Colombia la audiencia pública rurales, y el trabajo comunitario por la defensa en medio ambien-
especial No. 14 dedicada a las "Comunidades Negras", Asistieron a este evento lideres
de organizaciones afrocolombianas de todo el país a excepción de San Andres y te, y hasta la recuperación de territorios en los cuales se pretende
1 20 Providencia. Los 52 pmticipantes propusieron al Comité Temático ejecutar un modelo aplicar, simbólicamente, la figura política de los Consejos Comu- 1 21
de desarrollo para las "Comunidades Negras", apoyar la biodiversidad, desanollar
proyectos de sustitución de cultivos ilicitos, fortalecer la pequeña microemprcsa y
nitarios, aún en zonas que se encuentran por fuera del territorio de
capacitar a los líderes negros (El Tiempo; Junio 17 de 2000). "Comunidades Negras" -la Costa Pacífica- y que no correspon-
LA PROTESTA SOCIAL

den con la imagen de tenenos baldíos. Si no que, por el contrario,


se trata de territorios de expansión industrial.
"La 16gici.i del rio":
Contrario a lo que paso con los movimientos cívicos en el nor- Estructuri.ls espi.!Cii.iles del proceso org¡¡nizi.itillo
te del Cauca, el movimiento "étnico" ha logrado entrar a participar de los m1111imientos soci11les de comunid11des
de la contienda político electoral de manera activa, inyectado una
corriente renovadora y nuevos argumentos al quehacer político local
negr¡¡s en el Pi.icífico colombiano 1
y nacional. No obstante, ello ha requerido de alianzas estratégicas
con los políticos tradicionales, pertenecientes sobre todo al parti- ULR.!CH 0SLENDER

do liberal, y de la instrnmentalización del elemento "étnico", para Geógrafo


Departamento de Geografía, Universidad de Glasgow, Escocia
conseguir beneficios políticos y de acceso a los recursos.
Los grupos "étnicos" participan en la contienda electoral con- •••
siderando que es un espacio en el cual se debe actuar, no sólo para R(o Guapi
hacerse conocer en el ámbito público, sino también con el objetivo
Desde las cumbres viajas a,ltanero,
de generar procesos de participación social y crear militancia. Las
pero esclavo en el riel de tus orillas,
orgarúzaciones requieren de niveles crecientes y permanentes de
desciendes hasta el mar de ondas sencillas
prácticas organizativas que generen o garanticen su continuidad y
a tributar tu arroyo placentero.
la consolidación de espacios de participación social. Sí el "movi-
miento étnico" en el norte del Cauca desea conseguirlo debe Cuando estoy lejos, tierno yo te quiero,
participar del escenario político. con todo el potosí de aguas tranquilas;
Sin embargo, el proceso de movilización social se puede ver con tu fauna de sábalos y anguilas
afectado por la presencia de agentes externos al movimiento, como y con tus noches plenas de luceros.
lo son los grupos armados, tanto del Estado como de los que se (1957)
encuentran al margen de la Ley, por las supuestas amenazas y per-
GUILLERMO PORTOCARRERO (1995:70).
secuciones que estos agentes pueden ejercer sobre los líderes del
movimiento "étuico" y político. A ello se suman los problemas Introducción
internos del movimiento afrocolombiano, los cuales se encuentran Es hoy ampliamente reconocido que los procesos de construc-
en pugna a causa de las diferencias ideológicas, a la lucha por la ción de identidades son dinámicos, fluidos y cambiantes en el
representatividad política de la población negra y por el acceso a tiempo y el espacio (Hall, 1992a; Wade, 1993; Restrepo, 1998).
los recursos, lo que ha quebrantado la protesta social. Además se ha resaltado la naturaleza política de cualquier proceso
de construcción de identidades (Laclau, 1994; Mouffe, 1995). Por
estas razones se ha prestado mucha atención a la emergencia, cons-
titución y desarrollo de movimientos sociales en todo el planeta
como forma de construcción y articulación de nuevas identidades
políticas (Melucci, 1989; Castells, 1997), y como espacios privi-
legiados para observar el funcionamiento y las relaciones de estas
identidades en el espacio intermediario entre lo individual, lo fa-
miliar, lo habitual, y los procesos socio-políticos del estado y sus
122 123
1
Este trabajo va dedicado a todos los dueños y practicantes de memoria colectiva en el
Pacífico colombiano, y en especial a doña Celia Lucumí Caicedo de Guapi, portadora
orgullosa de múltiples sabidurías y fuente inagotable de historia local.
LA LÓGICA DEL RÍO AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

instituciones (Jelin, 1987). O, en otras palabras, los movimientos , e<oos""'"""o frágiles, como lo son los bosques tropicales, y otor-
sociales son expresiones de múltiples espacios en cuales se entre, gándoles el papel de 'g~ardia~es' a estas comunidades. loc~les,
lazan las relaciones cotidianas locales y lo macro-político global. responsabilizándoles al m1smo t1ernpo de conservar la bmdJversJdad
y e] ecosistema con que conviven (O' Connor, 1993; Escobar, 1996).
En este ensayo voy a mostrar cómo las configuraciones espa·
Al resaltar las condiciones espaciales específicas de comunidades
ciales de la vida cotidiana de poblaciones negras en el Pacífico
negras en el Pacífico colombiano pongo énfasis, de acuerdo con
colombiano han impactado sobre los procesos organizativos de
Hobsbawm (1990:18), en la necesidad de "esbozar, por así decir-
los movimientos sociales en la región. En particular voy a explo-
lo el paisaje en el que ha de situarse el estudio histórico de las
rar cómo el concepto de 'espacio acuático' (Oslender, 1999) como
re~oluciones" (léase aquí, 'de los movimientos sociales').
conjunto particular de relaciones sociales espacializadas, ha sido
fundamental en la adaptación de estructuras organizativas especí- El análisis presentado aquí es el resultado de varias estadías de
ficas de comunidades negras rurales que han conformado consejos campo en el Pacífico colombiano en que he trabajado desde 1995.~
comunitarios a lo largo de las cuencas fluviales en el Pacífico. Sin Referencias particulares se hacen a la parte de la costa caucana. S1
embargo, en algunos casos estas formas de representación espa- bien las experiencias organizativas específicas en otras zonas del
cial de los consejos comunitarios han sido mediadas fuertemente Pacífico puedan variar, las tendencias descritas y analizadas aquí
por el estado y/o por el capital, ambos con sus respectivos intere- tienen vigencia también en estas áreas.
ses en estos procesos organizativos en términos de control territorial El mar por delante, los ríos atrás, y la lluvia desde arriba: el
y acceso a recursos naturales. Voy a examinar en detalle las conse- Pacífico acuático
cuencias que estas mediaciones traen con ellas para el proceso de La costa del Pacífico colombiano está cubierta de bosque tro-
representación comunitaria.
pical que pese a las actuales tazas de deforestación de 53.000
La emergencia de los movimientos sociales de comunidades hectáreas por año (DNP, 1998b) deja aún la impresión de 'un mar
negras en el Pacífico tiene que ser analizada dentro de contextos de paraguas verdes, roto sólo por centenares de ríos y quebradas y
políticos y socio-económicos cambiantes de una legislación gene- claros ocasionales' corno lo observó el geógrafo norteamericano
ralmente favorable a partir de la nueva constitución colombiana Robert West en su trabajo pionero sobre el Pacífico colombiano en
del 1991 y la Ley 70 para comunidades negras del 1993;2 ésta 1957. La costa Pacífica se extiende desde la frontera con Panamá
última preparando el camino para la expedición de títulos colecti- hasta Ecuador por unos 1300 kilómetros, y desde la franja costera
vos de las tierras para comunidades negras rurales en el Pacífico entre 80 y 160 kilómetros hacia el piedemonte de la cordillera oc-
colombiano. Al mismo tiempo, la región ha adquirido un nuevo cidental. Cubre un área de alrededor de 10 milliones de hectáreas
interés para el capital externo y ha sido penetrada cada día más por lo que constituye el 6,2% del territorio colombiano. El Pacífico
agentes de la modernidad y un capital global en pleno proceso de colombiano contiene uno de los niveles mundiales más altos de
reestructuración. Por eso, aun siendo de carácter local, los proce- biodiversidad, es decir, que tiene una de las más altas concentra-
sos organizativos en los ríos del Pacífico colombiano tienen un ciones de especies por área. Se han identificado unas 5.474 especies
significado en el nivel internacional, en cuanto corresponden a ten- de plantas que pe1tenecen a 1.406 diferentes géneros (IIAP, 1997).
dencias globales de empoderar a comunidades locales en Sin embargo, se estima que sólo un 50% de todas las especies de
fauna y flora ha sido identificado hasta hoy.
2
Me refiero en este texto a las organizaciones 'étnico-territoriales' que surgieron a La región está situada en la Zona de Convergencia Intertropical,
partir de la nueva constitución del 1991 con un discurso étnico que relaciona la
afirmación de una etnicidad negra como estrechamente vinculado con el control sobre caracterizada por altos niveles de precipitación y humedad, que
sus territorios. Existían por supuesto dinámicas organizativas anteriores de gente negra, alcanza en algunas zonas como en Tutunendo en el departamento
sobre todo en el Chocó, como por ejemplo la Acia (Asociación Campesina Integral
124 del Atrato), la Acadesan (Asociación de Campesinos del río San Juan), o la Obapo 125
(Organización de Barrios Populares). Fue precisamente en la Acia donde se empezó 3
a formar un discurso que relacionaba la lucha campesina por acceso a las tierras con Quiero agradecer al Carnegie Trust for the Universities of Scotland por la beca que
la cuestión de la etnicidad negra. me facilitó la estadía de campo en 1998/1999.
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LA LÓGICA DEL RÍO
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AcCIÓN COLECTIVA Y ETNTCIDAD EN EL PACÍFICO COLGMBIANO
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del Chocó más de 10.000 milímetros por año, constituyéndose así país es descendknte de esclavo~ negros que fueron üaidos desde
en una de las regiones más pluviosas del mundo. El aire es muy Africa para trabaJar en su mayona, pnmero en las mmas de oro en
húmedo alcanzando niveles de humedad relativa de 90% (West, Zaragoza, Antioquia, y después, en el Pacífico colombiano, así
1957: 3; Del Valle, 1996c). La región está penetrada por una red corno en las grandes haciendas (Sharp, 1976; Colmenares, 1976;
extensa de ríos que tienen su origen en las vertientes occidentales Del Castillo, 1982; Maya, 1998). La resistencia formaba parte in-
de la Cordillera occidental y que serpentean en dirección occiden- tegral del sistema esclavista desde sus inicios. Ya en el traslado
tal hasta el océano Pacífico o se convierten en afluentes de otros forzado de Africa hasta las Arnericas "los negros aprendieron a
ríos, siendo la gran excepción el río Atrato que desemboca en el morir matando" (Zapata Olivella, 1992) en los motines de los bar-
Atlántico. cos, y más tarde, en las rebeliones en el 'nuevo mundo' (Galeano,
1994). La resistencia incesante se ha documentado en unos 20 pa-
Poblando 'tierras fluviales': de la esclavitud a la auto-liberación lenques, poblaciones de empalizadas de madera, pobladas por
Estos factores ambientales ponían ya en los tiempos de la colo- cimarrones, esclavos fugitivos, en el siglo XVII en el territorio
nización obstáculos considerables para el acceso a la región. La que hoy es Colombia (Friedernann 1998: 88). El fenómeno de los
constante rebeldía de los varios grupos indígenas en la zona con- palenques se dio sobre todo en la parte de la costa del Caribe y fue
tribuía a que durante más de 200 años los españoles no pudiesen menos común en el Pacífico. Allá los esclavos conseguían su li-
registrar un control efectivo en la zona, por lo que algunos han bertad al 'comprársela' con el oro que habían acumulado trabajando
calificado la conquista española corno "rotundo fracaso" (Valen- en su día 'libre', los domingos. Este proceso se conoce como
cia, 1991). La rnarginalidad del "litoral recóndito" (Yacup, 1934) automanumísión, y de acuerdo con Romero (1993: 28), "esta pa-
se traduce hasta hoy en dificultades para el acceso a la región y rece ser la forma más recurrente de la obtención de la libertad por
dentro de la misma. Por ejemplo, existen básicamente sólo tres parte de los esclavos del Pacífico. Allí la fuga fue relativamente
carreteras que conectan el interior del país con la costa. 4 escasa." El único palenque que se ha podido documentar en el
La región está poblada hoy por unos 1.31 millones de habitan- Pacífico es el Palenque de El Castigo en el río Patía (Zuluaga &
tes, o sea un 4% de la población total de Colombia (DNP, 1998b: Bermúdez, 1997:38-58). Sin embargo en la tradición oral se habla
4). De estos, unos 1.17 milliones (el 90%) son gente negra, alrede- de dos palenques más, como es el de Zanahoria en el departamen-
dor de 5% pertenecen a diversos grupos étuicos de indígenas, y to de Nariño y el de Tadó en el departamento del Chocó. Sea corno
unos 5% son mestizos del interior del país. 5 La gente negra en el fuera la forma de auto-liberación de los esclavos negros, se supo-
ne que los cimarrones buscaban las partes más alejadas de los
4
innumerables ríos del Pacífico, donde se asentaban; mientras que
Hay una carretera en el departamento de Nariño que comunica Pasto e Ipiales con
Tumaco en la costa Pacífica. Una segunda carretera conecta Cali con Buenaventura
la mayoría de los 'libres' autornanumisionados seguían a las cua-
en el departamento del Valle, y una tercera vincula Medellín con Quibdó en el drillas mineras practicando rnazarnorreo hasta el punto en que
departamento de Chocó. Desde 1930 existen planes de const:mir una carretera que dejaron de segnirles y se asentaron:
conectaría Popayán con Guapi en la costa caucana. De hecho, un número de posibles
alternativas ha sido propuesto. Sin embargo, problemas de ingeniería, la carencia de Algunos debieron dejar de moverse tras las cuadrillas para organi-
una voluntad política al nivel nacional, gastos elevados e impactos imprevisibles sobre zarse en núcleos familiares de 'mazamorreros' a lo largo de Jos
el medio ambiente han echado estos planes en el olvido colectivo, a pesar de que aun ríos (Friedemann & Espinosa 1993: 564).
reviven de vez en cuando, como sucedió durante la reciente visita del Presidente
Pastrana en Mayo 1999 a Guapi, cuando se volvió a hablar de la necesidad de una
carretera para Guapi. Sin emb<rrgo, dentro de la misma población existe una resistencia a las poblaciones negras en Colombia por primera vez. Sin embargo, debido a la
frente a estos planes en términos socio-culturales: "Pensemos en la carretera. Para ambigüedad de la pregunta censal, "Pertenece Usted a alguna etnia, grupo indígena o
algunos que vienen, es que, 'pero no, Ustedes están malos sin carretera'. Para otros comunidad negra?", se dio un resultado enóneo y no pertinente, según lo cual502.343
de aquí dicen, 'nos falta la carretera'. Pero muchos decimos, 'no necesitamos carretera. personas pe1tenecen a las comunidades negras en Colombia, o sea un 1,5% de la
Porque nos vienen los vicios del interior, nos vienen los ladrones, nos viene eso, nos población total (Ruiz & Bodnar 1995: 28). Por otro lado, un informe del Grupo de
1 26 viene lo otro" (entrevista con Raquel Portocarrera, Guapi, Cauca, 27 de abril 1996). Derechos de Minorías (Minority Rights Group 1995:xiii) muestra oscilaciones en las 12 7
5
Los datos raciales que empleo aquí para la región del Pacífico colombiano son cálculos estimaciones de la población negra en Colombia entre 4.9 milliones como mínimo
generalmente aceptados, No hay información racial confiable en los datos hasta 15 milliones como máximo, equivalente al14% o 43% respectivamente de la
demográficos de Colombia. En el último censo de 1993 el DANE consideró cuantificar población nacional.
LA LÓGICA DEL RÍO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

Los libres continuaron el trabajo en las minas, ahora por su maternal. De allí me iba subiendo por este lado derecho, por este
propia cuenta, y también practicaban agricultura y pesca para el lado derecho, y a cuando ya llegaba bastante an·iba, pum, y me
autoabastecimiento. Esto llevó en ocasiones a conflictos con los acostaba aliado de los pies. Así hasta que llegaba a Balsitas. Lle-
propietarios esclavistas de las minas, en cuanto los libres existían gaba a Balsitas andel finado Joaquín Ledesma, que era muy de
hombro a hombro con el sistema esclavista: amigo con mi papá y mi mamá. Cogía mi mamá, y en un pañuelo,
amarraba alguna cosa. Ahora sí, le mandaba el papelito al finado
Pero quizás lo más difícil para el grupo de libres, fue enfrentar la
Joaquín conmigo. Y él pouía allí tal cosa y tal cosa. Y ahora sí, lo
agresión del minero blanco, que le veía como una competencia, no
echaba en mi talega y me decía, 'Tenga, mija, llévale a Misia Lu-
sólo del espacio, sino también porque le atraía a sus grupos de
cha. Y dígale a Misia Lucha que no la mande, que Usted no sabe
esclavos para que le emularan. La esclavitud había entrado en otra
bañar. Siéntese, oyó, mija!' Allí comodita y bien mandadita llega-
fase; tenía como vecino e] referente de construcción de la territo~
ba yo, ponía mis cosas en 1a proa del potro, y ahora sí, cogía mi
rialidad libre del negro. (Romero, 1993: 28; énfasis mío).
canaletico y prum, me sentaba al plan del potro. [... ] Y ahora sí,
Sin embargo fue solamente a partir de la abolición de la escla- póngalo cuidado, hasta que llegaba a la casa, más rápido que hacía
vitud en 1851 que se dio un poblamíento disperso significativo a Jos mandados. Cuando mi mamá creía que yo iba Jlegando a
lo largo de los ríos, típicamente en forma longitudinaria y Balsitas, era cuando iba llegando allí a la casa. Ahora sí, llegaba y
discontinua como "aldea lineal en hilera sobre la ribera" (Aprile, le entregaba. Llegaba y le decía, 'Maniá, a Don Joaquín, que el día
1993: 95). Como West ya mostró (1957: 87), había razones muy que suba pa' Balsitas, que se vean, oyó.' Porque yo le avisaba la
prácticas para esta forma de poblamiento en que las orillas brinda- razón que él le mandaba. 'A Don Joaco, que el día que suba pa'
ron los mejores suelos para el cultivo de plátauo, maíz y arroz en Balsitas que se vean'. 8
el Pacífico. Además, los libres encontraron una provisión abun- El río como arteria principal de comunicación se ha constitui-
daute de peces y camarones en los ríos para su alimentación. Los do a lo largo de los años en el espacio social per se, alrededor del
ríos también erau efectivamente las carreteras en el Pacífico. cual se desarrollan todas las interacciones sociales, económicas y
Navegando por las 'carreteras' del Pacífico: de 'mensajeros flu- culturales. Así que las identidades de gente negra en el Pacífico
viales' y concheras están íntimamente ligadas a las experiencias concretas con lo 'acuá-
tico', con una convivencia constante e íntima del 'espacio acuático'
En este sentido no ha cambiado mucho en el Pacífico. Los ríos
(Oslender, 1999). Con este término me refiero a las formas especí-
siguen siendo las principales vías de comunicación y transporte;'
ficas en que elementos 'acuáticos' como los altos niveles de
utilizados también, como cuenta doña Celia de Guapi, por los ni-
pluviosidad, los impactos de las mareas, las redes laberínticas de
ños como 'mensajeros fluviales':
ríos y manglares, y las inundaciones frecuentes, entre otros, han
Nací en Balsitas, Guapi Aniba, tres calles abajo del pueblo de fuertemente influenciado las formas de vida cotidiana. Estas for-
Balsitas, en un punto que se llama La Corriente. Estaba yo mucha-
mas están visibles, por ejemplo, en la construcción de las casas
cha cuando mi mamá me mandaba a Balsitas a hacer mandados. Y
sin saber bañar. No sabía bañar, no. Cuando llegaba la corriente,
cogía mi potrillo, y chi, chi, chi, a pie, así lo subía al cabezón de la con un sin número de ríos y quebradas. Este medio es supremamente inapropiado
corriente. Así me embarcaba, y chim, chim, chim, así me subía para la construcción de carreteras o calles. Cuando afrocolombianos hablan de calles
en el contexto rural aplican de hecho parámetros urbanos a un paisaje rural, y
todas las tres corrientes. Porque tres no más eran. La de aHí, que efectivamente están urbanizándoles a sus ríos. Lo que ellos miden con la categoría
uno cogía de la casa era allí calle, calle, calle, hasta que llegaba a calle es la distancia entre dos puntos sobre linea recta cuando uno mira desde una
otra ca11e. 7 Y que tenía después un regaderito, pero no corriente curva de un río hasta otra. Así que cuando doña Celia habla de .mbir tres calles eso
significa que ella navega por tres curvas subiendo el río antes de llegar a su destino.
La medida calle entonces es una medida flexible, porque la distancia métrica 'real'
6
En la parte costera del Pacífico Centro Sur los esteros forman adicionalmente parte entre dos curvas de un río cambia y depende del contexto geográfico específico.
de estas configuraciones que vengo desarrollando en este artículo sobre los ríos. Si Midiendo distancias en calles entonces es una referencia local que asume conocimiento
128 me refiero en este artículo sólo a los ríos, no Jo hago por 'riberocentrismo', sino por del río en cuestión. Esta lógica es otra característica de las epistemologías locales de 1 29
la universalidad del río como figura analítica en toda la región del Pacífico. comunidades negras en el Pacífico colombiano (Friedemann, 1989; Arocha,
7
El concepto de calle necesita una explicación aquí. En el Pacífico colombiano casi no l999b: 148).
hay calles, debido a un medio ambiente super húmedo y frecuentemente inundado 8
Entrevista con doña Celia Lucunú Caicedo, 13 de julio 1999, Guapi, Canea.
LA LÓGICA DEL RÍO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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sobre pilotes de madera para prevenir inundaciones de la vivien- [... ] determinará no sólo la hora adecuada para ir a trabajar, sino
da. Por otro lado, el ciclo de las mareas y los cambios en el nivel también la de la salida, con lo cual se acortan o alargan, según el
de agua asociados con él, tienen un impacto considerable en casi caso, las jornadas de trabajo. Este factor, entre otros, hace que la
todas las manifestaciones de la vida diaria en las partes bajas y jornada de trabajo en el Pacífico posea tiempos efectivos diferen-
medias de los ríos. Por ejemplo, las concheras que recogen con- ciales (Restrepo, 1996c: 366; énfasis mío)
chas y pianguas enterradas en el lodo de los esteros, salen de sus Las mareas también están tomadas en cuenta en las formas de
hogares en sus canoas con la marea baja. Así, el agua saliendo de transporte de la madera del sitio de la tumba hasta los aseníos,
la vaciante les facilita bajar bastante rápido hasta el manglar en distancias que pueden alcanzar hasta 15 kilómetros. 10 En esta acti-
sus canoas, aunque ellas vivan más arriba en los ríos. Las concheras vidad frecuentemente las mujeres trabajan junto con sus maridos,
calculan el horario de su viaje de tal manera que al llegar al man- como explica doña Celia que iba cortando madera con su marido
glar la marea baja ha retirado las aguas y el lodo está expuesto en los bosques de la quebrada de Temuey cerca de Guapi en la
para que ellas puedan sacar las pianguas con más facilidad. Des- costa caucana:
pués de haber recogido los moluscos, las concheras esperan la marea La madera que cortamos era pa'donde Nicolás. De Temuey saca-
alta que les ayuda subir el río hasta llegar a su hogar. Se ha argu- mos toda la madera. Con la vaciante la -sacamos a la boca de Temuey.
mentado que es precisamente esta característica de poder Y cuando subía el agua la sacamos desde la boca de Temuey
desplazarse bastante rápido y sin la necesidad de utilizar equipos p' arriba. De la boca de Temuey en una balsa unas dos horas o tres
altamente especializados y tecnificados lo que les permite a las horas. Cuando la madera era grande nosotros nos sentamos allá
mujeres concheras asumir un protagonismo económico en la ex- encima. Uno va como dentro de una canoa. Y uno con su canalete
plotación de recursos marinos, fenómeno bastante inusual en el le va ayudando al agua, le va ayudando. Porque a mí no me gusta-
nivel mundial (Arocha, 1986). ba estar sentadita, tranquilita en la balsa, sino que dale, dale, dale.
Y el otro [su marido] también. Desde que nos montamos encima
'Palo bastante, coge bueno con vaciante': esperando la marea de la balsa era ayúdale al agua. Al aserrín de Nicolás Martán. Una
La marea afecta no solamente a las concheras sino a toda clase vez bajamos 75 trozas de Temuey hasta el aserrío aquí. Primera-
de transporte hasta su zona de influencia en las partes bajas y me- mente la bajamos en una vaciante ala boca de Temuey, una vaciante
dias de los ríos.' Con una variación en el nivel de agua hasta de 4,5 que era chiquita. Apenas nos dio el agua para bajar a la boca de
metros, la marea alta facilita la navegación subiendo los ríos, y es Temuey. De allí, plarn, plarn, de allí por aquí. Y ya Usted sabe, que
palo bastante coge bueno con vaciante. 11
el recurso imprescindible en los esteros para cualquier embarca-
ción, dado que los caños se secan con la marea baja, y entonces ni
10
las embarcaciones pequeñas pueden pasar. Así, los horarios de via- Los tuqueros del bosque de guandal en Nariño, por ejemplo, utilizan dos formas
distintas y complementmias de transportar los tucos o palos. La primera es por vía
jes tienen que ser adaptados al ritmo de las mareas, lo que puede terrestre e implica la construcción temporal de una especie de carretera al colocar en
significar salidas muy tempranas a las tres o cuatro de la mañana. el trayecto requerido unos troncos delgados paralelamente sobre los cuales se va a
Estas características incluso determinan los horarios de trabajo rodm·el tuco cortado hasta llegar a un caño o una quebrada por donde se deja llevar la
madera hasta el aseuío. Si se busca acceso a unas poblaciones densas de palos,
como en el caso de los toqueros que cortan árboles en el bosque de frecuentemente se construyen unas cunetas, excavaciones de aproximadamente un
guandal en Nariño. Allí el ritmo de las mareas metro de ancho y dos metros de profundidad que se llenan de agua con la lluvia o la
marea alta. Estas 'carreteras' y cunetas efectivamente constituyen la ":infraestmctura
fundamental en la producción del tuco" (Restrepo 1996b:253). Al llegar los tucos de
9
En las partes altas de los ríos no es la marea sino el régimen de lluvias el que facilita esta manera a una quebrada o un río se juntan varios palos o tucos para formar una
o impide el transporte por el río. En periodos de invierno o fuertes lluvias se aumenta balsa utilizando tibras naturales para sostenerla. Los cmteros normalmente viajan
el nivel del río y se facilita así la navegación. En épocas de pocas lluvias no hay sobre estas balsas, las protegen y las dirigen hasta llegar a los aserraderos. Se aprovecha
suficiente agua para subir el río y uno tiene que empujar la canoa o dejarla atrás. la mm~a baja para navegar río abajo, y la marea alta para subir el río sentados sobre
Refiriéndose al contexto del río Güelmambí en Nariño dice Nina Friedemann (1974a: las balsas. Los carteros están bien preparados pm·a estos viajes que pueden durar
19) al respecto: "El tío es la calle principal de esta selva. Su recorrido en canoa es muchas horas y hasta días enteros. Ellos llevan pailas y alimentos pm·a cocinar o 1 31
difícil a medida que se remonta hacia el pie de la montaña, cuando es necesario arrastrar consumen comidas ya preparadas como el tapao, el tradicional guiso de pescado,
la embarcación o dejarla, para seguir caminando por las playas y senderos que plátano y hierbas.
comunican un caserío con el otro". u Entrevista con doña Celia Lucumí Caicedo, 13 de julio 1999, Guapi, Canea.
LA LÓGICA DEL RÍO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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'Mi río no lo olvido': construyendo 'identidades fluviales' En las palabras de don Agapito uno siente, por ejemplo, una cierta
annonía con el espacio acuático cuando nos habla de sus numero-
El río es además el espacio social de interacción cotidiana para
sos viajes, al embarcarse como hombre joven a viajar en su canoa
poblaciones negras rurales en la costa Pacífica. Es en el río que la
entre los ríos Guapi y Guajuí, un viaje que le puede haber durado
gente viene a bañarse, las mujeres lavan la ropa y los niños juegan.
unas 10 horas:
Estas actividades son de una naturaleza casi ritual y están acompa-
ñadas por carcajadas, juegos y el famoso bochinche, los chismes No, pues, nosotros charlamos muy sabrosos cuando veníamos via-
que hacen reír a unos y desesperar a otros. Este escenario, de ex- jando. Entonces, le decía uno 'ay, amigo, ¿cuándo usted va a
viajar?', porque en esos tiempos no había motor, fue todo por
presión diaria aun, es tal vez lo más evidente en los días de mercado,
canalete. 'Ay, que yo voy a salir a tal hora de la noche, yo voy a
cuando llegan embarcaciones grandes y pequeñas de cerca y de salir a las 12 de la noche'. 'Pues me habla, nos vamos juntos'. Así
lejos al mercado, no sólo para comprar productos, sino también es que, el uno iba hablando al otro, el otro al otro y así íbamos esa
para intercambiar información y 'echar cuentos'. El mercado es, parvada pues, es decir, salíamos de Guajuí pa' Guapi. Y veníamos
especialmente para habitantes de comunidades más alejadas y re- charluando, decimeando, conversando, y es decir de la vida, así. 13
motas, frecuentemente la única fuente de información y medio de En los imaginarios geográficos locales las diferentes partes de
comunicación. Más importante, entonces, que en el estricto senti- un río están mutuamente interconectadas y se tiene que conside-
do práctico, el río se vuelve el espacio social per se de interacciones rarles como partes integrales de un mismo sistema socio-cultural y
humanas cotidianas y se le puede considerar entonces como refe- económico. Las interacciones entre las diferentes poblaciones a lo
rente simbólico de la identidad de la gente y de los grupos que se largo de un río son de tal manera que las comunidades en la parte
han asentado a sus orillas. media o en la cabecera de un río dependen en parte de las activida-
Sin embargo, la importancia del espacio acuático no sólo se des productivas de las comurúdades en la desembocadura del mismo
manifiesta en estas formas visibles. Además corre por las imagi- río, especialmente en cuanto a la provisión de pescado. Además
naciones de las comunidades negras y se ve reflejado en las mucha gente que vive eu las partes altas de un río también posee
múltiples formas en que ellas se refieren a su entorno y su mundo. territorios en las partes bajas del mismo. Así que la interconección
En estas formas discursivas el río asume un papel central en el a lo largo de una cuenca fluvial uo sólo se articula eu términos de
proceso de identificación (Restrepo, 1996b; Oslender, 1999; Vanín, intercambio de alimentos, sino también en términos de distribu-
1999a). Como West (1957:88) ya notó en 1957: ción y relaciones de propiedad de tierras, dando paso a una
La gente de un determinado río se considera como comunidad. [... ] territorialidad espacial que toma como eje central la cuenca de un
Los negros[ ...] hablan de 'nuestro río', o mencionan, por ejemplo, río. Estas relaciones sociales específicas espacializadas, que los
que 'somos del río Guapi', o 'somos guapiseños' [sic], indicando grupos negros han establecido a lo largo de las cuencas de ríos,
su apego social a un río específico. son uua expresión de lo que activistas de movimientos sociales de
La identificación ribereña y el espacio acuático están de esta comunidades negras hau denominado 'la lógica del río':
manera profundamente inscritos en el 'sentido de lugar' en el Pa- En la lógica del río las propiedades del uso del territorio están de-
cífico colombiano y han construido lo que yo denominaré una tenninadas por la ubicación: en la parte alta del rio se da énfasis a
'estructura local acuática de sentimiento' . 12 Estas estructuras acuá- la producción minera artesanal, se desarrollan actividades de cace-
ticas de sentimiento también se ven reflejadas cuando la gente se ría y recolección en el monte de montaña, hacia la parte media el
refiere a su río o habla de sus viajes que han realizado en sus ríos. énfasis se da en la producción agrícola y el tumbe selectivo de
árboles maderables, también se desarrollan las actividades de ca-
cería y recolección en el monte de respaldo; hacia la parte baja el
12
Recojo aquí el concepto de 'estructura de sentimiento' de Raymond Williams (1977),
énfasis se da en la pesca y recolección de conchas, moluscos y
132 insertándole la dimensión 'acuática'. Para una discusión de la noción de 'sentido de
133
13 Entrevista con don Agapito Montaña (q.e.p.d.), Guapi, barrio El Pueblito, 23 de abril
lugar' como elemento constitutivo del concepto de 'lugar', vease Agnew (1987), Y
para una adaptación de este concepto dentro de una 'perspectiva de lugar' sobre 1996. Reproduzco en esta cita el vocablo local de "charluar" (charlar), que se encuentra
movimientos sociales, vease Oslcnder (2000a). frecuentemente en la región, especialmente entre ancianos.
LA LÓGICA DEL RÍO AcCIÓN COLECTIVA Y ETNTCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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cangrejos compartidas con la actividad agrícola. Entre todas las como Ley 70, finalmente pasó en agosto 1993, y especifica en
partes existe una relación continua del arriba con el abajo y vice- capítulo ITI, artículo 5, que "para recibir en propiedad colectiva las
versa y del medio con ambas, caracterizado por una movilidad que tierras adjudicables, cada comunidad formará un consejo comuni-
sigue el curso natural del río y la naturaleza, cuyas dinámicas for-
tario como forma de administración interna".
talecen y posibilitan las relaciones de parentesco e intercambio de
productos siendo en esta dinámica la unidad productiva la familia Como resultado inmediato de la nueva legislación se dio una
dispersa a lo largo del río. (PCN, 1999: 1; énfasis mío) verdadera explosión del proceso organizativo y en 1994 ya esta-
ban inscritas unas 350 organizaciones de comunidades negras en
Formando consejos comunitarios: el espacio acuático en un nue- el registro de la Dirección de Asuntos para Comunidades Negras
vo contexto político en el Ministerio del Interior." Esta verdadera explosión de organi-
La identificación ribereña y las relaciones sociales específicas zaciones se deja explicar parcialmente con el modelo de 'estructuras
espacializadas de comunidades negras rurales a lo largo de las cuen- de oportunidades políticas' (Tarrow, 1994; McAdam et al., 1996)
cas fluviales, como he descrito arriba, también han jugado un papel en que la legislación abrió espacios políticos de participación para
importante en los nuevos contextos políticos de organización y comunidades negras y el gobierno nacional además facilitó recur-
movilización de comunidades negras en el Pacífico. sos apoyando así los procesos organizativos. Por supuesto esto no
En el Pacífico colombiano las poblaciones negras se han orga- fue un simple acto filantrópico por parte del gobierno. Más bien,
nizado desde la segunda mítad de los años 80, primero en algunas las comunidades negras rurales de la costa Pacífica están conside-
areas como luchas 'típicas' de campesinos por el acceso y control radas junto con las comunidades indígenas de esta regióu como
sobre sus tierras, 14 y después con una legislación generalmente fa- los 'guardianes' de los bosques tropicales, responsables por la
vorable a partir de la nueva constitución colombiana de 1991 y la protección del medio ambiente y de la ya casi legendaria
resultante Ley 70 de 1993 como organizaciones 'étnico-territoria- 'megabiodiversidad' de la costa Pacífica (ITAP, 1997; DNP l998b). 17
les' que defienden sus derechos a una diferencia cultural, como Reglamentando la Ley 70, el decreto 1745 de 1995 prescribe
directamente vinculados al control sobre sus territorios. La nueva los pasos que una comunidad rural debe seguir para establecerse
constitución de 1991 declaró la nación colombiana como en consejo comunitario "como máxima autoridad de administra-
multicultural y pluriétnica reconociendo por primera vez a las po- ción interna dentro de las tierras de comunidades negras" (capítulo
blaciones negras como grupo étuico. 15 En el artículo transitorio 55
(AT 55) se abrió paso a una ley que otorgaría derechos colectivos 16
La Dirección de Asuntos para Comunidades Negras fue creada por la Ley 70 (capítulo
sobre las tierras del Pacífico colombiano a las comunidades ne- VIII, artículo 67) bajo jurisdicción del Ministerio del Interior. Una de sus tareas yace
gras rurales "que han venido ocupando tierras baldías en las zonas en establecer un registro de organizaciones negras en Colombia (decreto 2313 del 13
de octubre 1994, artículo 2). Sin embargo, muchas de estas organizaciones son más
rurales ribereñas de los ríos de la Cuenca del Pacífico, de acuerdo bien experiencias cortas o existen solamente en el papel sin tener compromisos más
con sus prácticas tradicionales de producción". Esta ley, conocida serios con las múltiples luchas de gente negra en Colombia.
17
Esta tendencia de empoderar a los grupos étnicos que conviven con ecosistemas
frágiles, como por ejemplo, los bosques tropicales, otorgándoles derechos colectivos
1'1 Estas
a sus tierras y al mismo tiempo responsabilidades por la protección del medio ambiente,
organizaciones eran particularmente fuertes en el departamento del Chocó donde como está prescrito en la Ley 70, es una tendencia global (O'Connor, 1993). En el
recibían importante apoyo de la Iglesia católica. Incluían, por ejemplo, la Asociación mismo contexto Escobar (1996: 48) se refiere a 'dos lógicas del capital ecológico'.
Campesina Integral del río Atrato (Acia), formada en 1987 y hasta hoy la organización Por un lado, está el potencial que tiene la biodiversidad para un capitalismO global en
campesina de gente negra más fuerte y visible en el país. Para un análisis de las vía de reestructurarse, por ejemplo, para la industria farmacéutica. Estas formas de
diferentes organizaciones de gente negra en Colombia al nivel nacional y explotar la biodiversidad de una región o un país se dejan conceptualizarcomo 'formas
particularmente los movimientos de intelectuales urbanos, vease Wade (1995). posmodernas de la capitalización de la naturaleza'. Así se manifiesta la fase ecológica
15
No se trata aquí de exagerar las posibilidades reales de un cambio social en Colombia de conservación y desarrollo sostenible como, por ejemplo, expresada en Colombia
a partir de la nueva constitución. Pueda que ésta también se quede en lo retórico, en el Proyecto Biopacífico (GEF-PNUD 1993). Por otro lado, siguen existiendo formas
dando así continuidad a los "regímenes caricaturescos típicos de gran parte de 'modernas' de explotación de la naturaleza como, por ejemplo, la industria maderera 13 5
Sudamérica durante el siglo XIX, caracterizados por una innovación constitucional y minera a escala grande en el Pacífico colombiano. Es importante resaltar en este
formal, retórica, por unos escasos cambios sociales y económicos y una inestabilidad contexto que ambas formas de capitalización de la naturaleza coexisten en el mismo
política endémica" (Hobsbawm, 1990: 42). espacio geográfico y al mismo tiempo.
LA LÓGICA DEL RÍO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLO:MBIANO

II, artículo 3) y para tramitar la aplicación para el título colectivo del río y un sinnúmero de rápidos y saltos en los últimos cinco
frente al Instituto de Reforma Agraria (Incora) para las tierras que kilómetros hacen imposible su navegación aun para canoas pe-
ellos mismos identifican, delimitan y describen (capítulo IV, artí- queñas. La ruta principal de comunicación y transporte para la
culo 20). gente de este caserío es a través de un camino que conecta La
La mayoría de las comunidades negras se ha decidido por la Soledad con Belén, una aldea en la cabecera del vecino río Napi a
cuenca del río a cuyas orillas viven, corno unidad espacial de su la que se llega en unas dos a tres horas a pie. Todo se mueve por
consejo comunitario. lB Podemos imaginamos la estructura espa- este camino. De hecho, los habitantes de La Soledad están física,
cial de una cuenca fluvial con un río y sus afluentes como una económica y espiritualmente más conectados con el río Napi que
'espina de pescado' con el río Guajuí cuyas orillas habitan. Por ejemplo, toda clase de
[...] en la que se ordenan los aspectos fundamentales de la vida de mercancía destinada para La Soledad se mueve a través de los ríos
las comunidades afrocolombianas del Pacífico Centro y Sur. Es Guapi y Napi, desde la cabecera municipal de Guapi hasta Belén y
desde esta lógica como se define el sentido de pertenencia y de después sobre el ya mencionado camino hasta La Soledad. La lo-
territorialidad (PCN, 1999:1). cación física de La Soledad en este contexto parece más bien
El conjunto específico de relaciones sociales espacializadas y accidental y carece de importancia en el imaginario geográfico
articuladas dentro y alrededor del espacio acuático encuentra aho- local. Más bien se puede decir que los habitantes de La Soledad
ra expresión en un nuevo contexto, el de organización política. han desarrollado un fuerte sentido de pertenencia al río Napi.
Entendiendo la naturaleza del 'espacio acuático' y de la 'lógica En el proceso de formación de consejos comunitarios los habi-
del río' corno precondiciones espaciales para la organización polí- tantes de La Soledad dejaron en claro que querían formar parte del
tica, el establecimiento de consejos comunitarios a lo largo de las consejo comunitario del río Napi y no del río Guajuí. Estas ambi-
cuencas fluviales refleja estos referentes culturales e identitarios ciones fueron rechazadas al principio por los líderes de la
específicos de comunidades negras. Esta conceptualización es evi- organización 'Asodergna' del río Guajuí que argumentaron, ba-
dente, por ejemplo en la constitución y el nombramiento de consejos sándose en la ubicación física del caserío La Soledad, que sus
comunitarios como el del 'Río Napi' o del 'Río San Francisco' en habitantes deberían pertenecer a su consejo comunitario. Sin em-
la costa caucana. En ambos casos, el área que delimita el territorio bargo, después de varias reuniones con líderes comunitarios de La
de los consejos comprende las tierras alrededor de la cuenca flu- Soledad, ellos tenían que aceptar la voluntad de los últimos de
vial e incluye la cabecera y la desembocadura del respectivo río. pertenecer administrativamente (al igual que cultural y socialmente)
Sin embargo, más allá de la simple locación geográfica, la cuenca al consejo comunitario del río Napi. De hecho, hoy en día el repre-
fluvial se debe entender en su significado socio-cultural para las sentante legal del consejo comunitario del río Napi vive en La
comunidades locales, y de percepción y sentido de pertenencia Soledad. Evidentemente, entonces, las percepciones locales y re-
que genera. ferencias socio-culturales han sido más importantes en la
Por ejemplo, en el caso de la comunidad de La Soledad en la conformación de estructuras organizativas espaciales de estos dos
cabecera del río Guajuí, es evidente cómo un sentido de lugar es- consejos comunitarios, que la mera ubicación geográfica. En su
pecífico, más que la ubicación inmediatamente visible de la 'imaginación espacializada' los habitantes de La Soledad han crea-
comunidad, ha informado la estructura organizativa espacial del do sus propias 'geografías imaginarias', su propia 'cuenca fluvial
consejo comunitario. La Soledad es un pueblo de 575 habitantes imaginaria' a la cual sienten que pertenecen.
(DANE, 1993) en la cabecera del río Guajuí en el departamento
del Cauca, ubicado a unos 25 kilómetros de la desembocadura de Entrando en conflicto: las nuevas identidades políticas !rente al
dicho río en el océano Pacífico. Sin embargo, la poca profundidad capital y la 'politiquería' tradicional
136 Evidentemente los procesos organizativos de comunidades ne- 137
18
Hay unas excepciones a este modelo de organización espacial, las cuales voy a explorar gras no tienen lugar dentro de un vacío político y económico sino
más tarde. más bien dentro de un campo de relaciones de poder cambiantes.
LA LÓGICA DEL RÍO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNJCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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Por ejemplo, la misma constitución de consejos comunitarios, ha raJes, pone en peligro la posibilidad de los sujetos para afirmarse
afectado o se la percibe como afectando a una amplia gama de en medio de referentes contradictorios.
intereses en la región del Pacífico colombiano. Afirmar territorialidades de manera no-violenta como lo hacen
No cabe duda alguna que la guerra civil en Colombia (oficial y las comunidades negras en el Pacífico colombiano puede ser fatal
eufemísticamente conocida como 'conflicto interno') se ha en este contexto. De hecho, podemos observar geografías cam-
agudizado en los últimos meses en la costa Pacífica. Atentados y biantes de paisajes donde los lugares adquieren un nuevo 'sentido
masacres se han extendido a regiones que anteriormente eran con~ de lugar' dentro de específicas 'geografías del miedo'. En el caso
sideradas 'tranquilas' o como 'refugio de paz'. En mayo de 2000, del río Anchicayá, el sentido de lugar parece haber cambiado des-
los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) de la poesía y la belleza como expresadas en el poema de don
entraron a la comunidad de Zabaletas ubicada a orillas del río Agapito Montaña, 19 hacia un paisaje de miedo y terror después del
Anchicayá en el departamento del Valle del Cauca. Mataron a 12 ataque y masacre paramilitar. Mientras el imaginario de don
personas, secuestraron a cuatro más y quemaron numerosas vi- Agapito nos habla de las muchachas bonitas que bajan del río
viendas. El Proceso de Comunidades Negras (PCN) divulgó ell2 Anchicayá hacia Buenaventura, las noticias de la masacre nos ha-
de mayo el siguiente mensaje por correo electrónico, llamando la blan de matanza, gente desaparecida y desplazada.
atención sobre esta dolorosa (y por cierto quijotesca) situación, Me tengo que detener aquí, aunque la lista de estos dolorosos y
que enfrentan las comunidades negras, al articular territorialidades casi incomprensibles sucesos no tiene límites siendo ésta tal vez la
dentro de un contexto de desterritorialización y desplazamiento: característica más patética de la 'condición colombiana' a princi-
Las Comunidades Negras del Pacífico colombiano han estado lu- pios del nuevo milenio. Sin embargo, examinar las geografías del
chando por el derecho a legalizar sus tierras colectivas conjunto miedo en Colombia es otro proyecto.
con el derecho a administrarlas de manera autónoma y de acuerdo En el campo político local, algunos representantes comunita-
a sus prácticas y valores tradicionales. La Constitución colombia- rios se han quejado de la falta de apoyo que reciben de parte de los
na les reconoce este derecho por medio de la Ley 70 de 1993. Las
alcaldes y las administraciones municipales, las figuras políticas
organizaciones de base del río Anchicayá llevan un proceso avan~
zado de titulación de sus tierras. La apropiación colectiva por parte más poderosas en la región. Como explica el representante legal
de las Comunidades Negras del Pacífico colombiano es visto como del consejo comunitario Guapi Abajo:
una amenaza por aquellos que mantienen un interés en capitalizar Los politicos no han querido que la Ley 70 se expandiera como se
sobre la enorme riqueza natural de la zona, la cual incluye: precio- ve ahora, los politicos locales. Ellos, como que sienten que la Ley
sas maderas tropicales altamente comerciables, oro y el potencial 70, a ellos, como les estorba. No los va a seguir dejando manejar a
de establecer cultivos comerciales de manera intensiva. [... ] Los la gente como ellos quieren. Y eso es el problema con los políticos.
derechos ancestrales de las Comunidades Negras e Indígenas, re- Inclusive lo vemos ahorita con el alcalde. No quiere conocer que el
flejados en la Carta Constitucional, son vistos como un obstáculo a consejo comunitario es la máxima autoridad de gente de su territo-
esta explotación y desarrollo. Bajo el falso pretexto de que estas rio. No quiere entender eso. Mire, yo como representante legal del
comunidades son colaboradores de la guerrilla, se utilizan la vio- consejo, para el alcalde antes de que él se sentaba, era uno de los
lencia y la intimidación para desplazarlos forzosamente y debilitar
sus organizaciones de base. 19 El puerto de Buenaventura,
Este no es el espacio para examinar en detalle cómo los proce- un puerto bien venturoso,
sos organizativos están afectados por la violencia que vive el país. donde apegan los nav{os
Sin embargo, parece ésta una de las preguntas más urgentes que y los hombres de reposo.
resolver. Como anota el sociólogo francés Daniel Pécaut (1999a: El puerto de Buenaventura,
¿cuándo estaremos allá?
13) al respecto: 139
viendo muchachas bonitas
Me parece que el terror induce de manera progresiva efectos de que bajan del Anchicayá.
fragilización de los territorios, hace estallar los referentes tempo- (Registrado con don Agapito Montaño, Guapi, 23 de abril 1996).
LA LÓGICA DEL RÍO AcetÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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mejores amigos. Y yo pensé que montando este alcalde iba a tener previsible, los territorios en el Pacífico colombiano pueden vol-
un consejo comunitario de mayor beneficiencia. Cuando es al con- verse un espacio privilegiado para la articulación de procesos
trario. Y a todos los consejos nos tiene así. [... ] La Ley 70 es una políticos de democracia radical en los cuales los consejos comuni-
ley para negros. Y siendo los alcaldes negros, ¿por qué no tienen tarios de comunidades negras igual que los resguardos indígenas
orgullo a la Ley 70? A mí me duele mucho eso. Yo quisiera tener jueguen un papel central. Necesariamente se van a dar conflictos
un espacio, un medio como publicarle eso para el mundo, pues,
con la clase política tradicional en estos ámbitos, y nada tiene que
para el mundo se dar cuenta por qué. Porque ellos algún día tuvie-
ran decir a las comunidades, por qué ellos odian a la Ley 70, por ver el hecho que 'los alcaldes también son negros', como lo afir-
qué no quieren entender que en la realidad la Ley 70 es del negro. 20 ma el líder de Guapi Abajo, sorprendiéndose tal vez de la hostilidad
con que muchos alcaldes se enfrentan a los consejos comunitarios.
Aunque otros representantes legales han tenido experiencias
'Raza' como categoría, no actúa necesariamente como fuerza
más positivas con sus respectivos alcaldes, evidentemente no se
unificante en la lucha de comunidades negras en Colombia, para
trata necesariamente de una relación armonio~a. Y tal vez no nos
obtener reconocimientos a su diferencia cultural y derechos terri-
debería sorprender eso tampoco. Con la Ley 70 y la constitución
de territorios colectivos administrados por consejos comunitarios toriales. Las categorías de 'clase', 'género', y las complejas
es fácil imaginarse que algunos alcaldes puedan considerar estos relaciones de poder en la región, tie"?-en que ser examinadas en
procesos como reduciendo su propio poder político sobre estas mucho más detalle para poder explicar las relaciones entre 'vie-
áreas. Los partidos políticos tradicionales y su politiquería de jas' y 'nuevas' identidades políticas, o sea entre la politiquería
clientelismo y favoritismo están tan profundamente inscritos en tradicional y los consejos comunitarios, así como los múltiples
las estructuras políticas y sociales en la costa Pacífica (Agudelo, entrelazamientos y hasta ca-opción y co-erción que se dan dentro
1998; 1999), que la emergencia de consejos comunitarios como de estas relaciones.
nuevos actores políticos evidentemente está preocupando a algu- Los procesos de representación comunitaria, articulados a tra-
nos alcaldes y otros políticos locales, que temen ver desvanecerse vés de los consejos comunitarios, tampoco se dan de manera pura.
con el tiempo, su influencia política en el aire húmedo de los ríos. Siempre están mediados por los intereses de actores políticos y
Por otro lado, es importante anotar que no necesariamente se con- económicos en la región. Para ejemplificar este debate voy a ex-
traponen las prácticas políticas en los consejos comunitarios y la
politiquería tradicional. De hecho, en algunos casos hay ciertas discursos etnificantcs iniciados por el AT55 y la Ley 70, que esencializan las 'prácticas
indicaciones que la política tradicional se está reproduciendo den- productivas tradicionales' de poblaciones negras rurales como caracterizadas por el
respeto y la conservación de la naturaleza, in visibilizando así la heterogeneidad de
tro de los mismos consejos comunitarios. De tal manera que las las prácticas y lógicas existentes (Restrepo 1996d, 1998). Es cierto que los discursos
así llamadas 'nuevas identidades políticas' de los consejos comu- sobre 'comunidades negras' se están dando de manera casi acrítica por pa1te de (a)
nitarios no son necesariamente tan nuevas y puedan muy al contrario académicos, muchos de ellos que han encontrado un 'nuevo campo' de intervención
intelectual en este debate; (b) los 'nuevos líderes' de gente negra, que han surgido a
reproducir viejas formas de hacer política en la región, es decir, partir del AT55 y que ven unas posibilidades y oportunidades en la nueva legislación
establecer estructuras de clientelismo y amiguismo dentro de sus y en la categorización 'comunidad negra' para afrocolombianos en este país (y para
mismos espacios. Sin embargo, en mi opinión, es precisamente el ellos mismos!); y (e) el gobiemo, que busca definir y categorizar a los 'nuevos sujetos
étnicos' quienes serán afectados por una legislación que cubre el espacio geográfico
conflicto entre consejos comunitarios y politiquería tradicional lo del Pacífico colombiano, región que se pretende 'desanollar' y que por ende se tiene
que se tiene que dar si lo que se está buscando en el Pacífico co- que conocer, ordenar y reglamentar. Lo que está articulado con la noción 'comunidad
lombiano es la construcción de una democracia más participativa, negra' es entonces un proceso de construcción de nuevas identidades étnicas y políticas.
Sin embargo, referirse a tales procesos como invención, aunque siendo eso un intento
o en términos de Laclau & Mouffe (1985) una 'democracia radi- válido en el debate teórico-sociológico del ténnino, corremos el riesgo de debilitru· en
cal' .21 Aunque sea un proceso largo y todavía nada claramente la vida práctica el proyecto político de los movimientos sociales de comunidades
negras, quitándoles la base sobre la cual están construyendo su lucha. Al respecto
dice hooks (1991: 28), "¿no deberíamos desconfiar de los críticos posmodernos del
140 20
Entrevista realizada en Guapi, 5 de febrero 1999. 'sujeto' si aparecen justo en el momento histórico cuando mucha gente oprimida 141
21
Esta afirmación no será comprutida por todos. El concepto de 'democracia radical' ha siente por primera vez la posibilidad de alzar sus voces?". Una antropología que no
sido criticado, inclusive por nú (Oslender, 2000), por su eurocentrismo. También se se plantea cuestiones sobre la ética y moral de sus intervenciones, francamente no
ha criticado la misma noción de 'comunidad negra' como una 'invención' a partir de nos sirve.
LA LÓGICA DEL RÍO ACCIÓN COLECTIVA Y E1NlCTDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
ooeoGoooe

pi orar ahora el caso del consejo comunitario Unicosta en el depar- región que iba a contener las tierras de las cuales la compañía esta-
tamento de N ariño y mostrar cómo los procesos de representación ba extrayendo el cogollo de naidí. Este señor dio recursos para la
comunitaria en este caso han sido mediados por el capital por un organización de talleres en ocho comunidades sobre la Ley 70,
lado, y por instituciones gubernamentales por el otro. Después voy produjo folletos de información y brind~ ap~yo _operacional y
a examinar en más detalle las estrategias adoptadas por el Incora logístico para orgamzar encuentros. Tamb1en bnndo todo el apoyo
para influenciar y mediar los procesos de organización de comuni- necesario para elaborar la aplicación para un territorio colectivo
dades negras en varios casos. frente al Incora. No resulta sorprendente entonces que el actual
presidente y el co-ordinador del consejo comunitario Unicosta sean
El naidí y la ley 711: mediación de procesos organizaliuos locales
contratistas de la compañía. Finalmente, una vez que los trámites
por el capital
legales habían sido llevados a cabo, el consejo comunitario firmó
El consejo comunitario Unicosta está ubicado en la municipa- un contrato exclusivo con Alenpac para la explotación de la palma
lidad de Iscuandé en la parte noroeste del departamento de Nariño de naidí en sus territorios.
y tiene una población de 156lhabitantes.22 El Incora le otorgó en
Evidentemente, entonces, el consejo comunitario Unicosta sur-
resolución 158 de 9 febrero de 1998 un área de 16.063 hectáreas
gió dentro de un contexto de co-optación de la gente local por
como territorio colectivo al consejo comunitario Unicosta (IGAC,
parte del capital externo. Su formación siguió menos el modelo de
1999: 99). Con eso Unicosta se convirtió en el primer consejo co-
la cuenca fluvial como estructura orgaruzatlva espacial, que las
munitario que había recibido su territorio en calidad de tierras
exigencias específicas del capital externo. Con el fin de legitimar
colectivas en el departamento de Nariño. Y eso tiene sus razones.
su intervención en los procesos organizativos, Alenpac seguida-
El consejo comunitario fue activamente promovido y financiado
mente ha resaltado la supuesta sostenibilidad del proceso extractivo
por la compañía Alenpac (Alimentos enlatados del Pacífico), que
del cogollo de naidí. Como afirma el administrador de la planta de
ha explotado el cogollo de la palma de naidí en la región durante
procesamiento del cogollo de naidí en Guapi, Alenpac escogió
más de 17 años. 23
como estrategia de reproducción natural de la pahna de naidí el
Antes de la Ley 70 de 1993 Alenpac necesitaba un permiso de manejo sostenible de los bosques. Rechazaron la estrategia alter-
explotación que conseguía de la corporación autónoma de desa- nativa de re-forestación y plantaciones de naidí por el supuesto
rrollo regional en Nariño, Corponariño. Con la nueva legislación peligro de atraer plagas de esta manera. 24 Podemos agregar aquí
estos procedimientos cambiaron. Ahora Corponariño expide un que la implementación de la última estrategia también sería más
permiso de explotación al consejo comunitario que entonces firma costosa para la compañía. Este argumento refleja nítidamente los
un contrato con la compañía. Consciente de este hecho, el director discursos sobre sostenibilidad que han entrado a la región entera
de Alenpac apoyó la formación de un consejo comunitario en la del Pacífico colombiano en los últimos diez años (Escobar &
Pedrosa, 1996). 25
22
Los datos demográficos están derivados del censo realizado por las mismas
comunidades, como prescrito por el decreto 1745, capítulo rv, artículo 20(4). La
24 Entrevista realizada en Guapi, 11 de febrero 1999.
visita técnica del Jncora, realizada entre el 26 y 30 de Abrill997, como prescrito en
decreto 1745, capítulo IV, artículo 22, resultó en un censo oficial de 1352 habitantes, 25 Aunque a primera vista el proyecto de Alenpac parece prometer un 'desarro~lo
o sea 209 menos que el censo de las comunidades. Estas diferencias se dejan explicar sostenible', puesto que con un buen manejo sólo se corta la palma madura del natdí
por los altos niveles de movilidad espacial (Whitten, 1974; Taussig, 1979) y las varias que crece en grupos de hasta 20 estirpes, la realidad es otra. Debido al bajo precio que
formas de migración por rutas cortas y largas (Vanin, 1999a), una característica de la compañía paga por los cogollos (130 pesos colombianos en febrero 1999), l?s
poblaciones negras en la costa Pacífica colombiana. carteros se ven obligados de cortar también las palmas más jóvenes para que su trabaJo
23
En este proceso el corte ro tumba la palma y corta el cogollo que mide hasta un metro. valga la pena. Además, la planta de procesamiento en Guapi no sólo recibe cog~llos
Los cogollos son transportados en bultos hacia uno de los centros de acopio que la extraídos de los lugares oficiales en Nariño por los cuales la empresa Alenpac 11ene
compañia ha establecido en la región. De allí se llevan los cogollos a una planta de un permiso de explotación, sino también de los alrededores de Guapi mismo, lo que
142 procesamiento en Guapi en el vecino departamento de Canea. Allí, los cogollos son es estrictamente ilegal. Estos factores han conu·ibuido a una disminuición considerable 143
pelados, cocidos en un baño de vapor, cortados en pedazos y colocados en latas o de la palma de naidí en la zona entera. Por otra prute, el u·abajo en la planta de
envases de vidrio. El producto final, el palmiche, está transportado en cajas a procesamiento en Guapi es por temporada, y el proceso entero depende de mercados
Buenaventura y de allá a Francia, que en 1999 era el único cliente de Alenpac. externos. En Marzo 1999 la planta de procesamiento de naidí fue cerrada durante
LA LÓGICA DEL RÍO AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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La 'orientación' del lncora: mediación de procesos organizatiuos para el Incora es la realización rápida y eficaz de la constitución
locales por el estado de consejos comunitarios, para cumplir con la meta que le ha dado
El caso de Unicosta muestra cómo los intereses específicos del la legislación. Más allá de esto, el estado ha sido acusado de una
capital para retener o adquirir control territorial para la explota- 'completa carencia de voluntad' en estos procesos (Arocha, 1999b).
ción de recursos naturales en el Pacífico han sido legitimados por Así se dejan entender ciertas acciones y actitudes de oficiales
discursos de sostenibilidad medio ambiental y humana. En el caso en el Incora, que han empujado a que se diera un camino rápido y
concreto, estos factores han sido utilizados en el proceso de me- eficiente para la constitución de consejos comunitarios, sin tener
diación de fmmas de organización comunitaria de las poblaciones en cuenta necesariamente las dinámicas locales ya existentes. En
rurales en el consejo comunitario Unicosta. Además, este no es un 1997 la entonces directora del Incora era una señora de Guapi.
caso aislado sino una tendencia que incluso ha sido bien recibida Con el fin de establecer consejos comunitarios en esa región se
por las instituciones gubernamentales. La oficina regional del Incora contrató a un señor guapireño que también vivía en Bogotá. Sin
en el Canea ha evaluado la experiencia de Unicosta en las siguien- embargo cuando esa persona llegó a Guapi, se dio cuenta de que la
tes palabras: gente ya se había organizado y estaba por establecerse en un con-
El consejo comunitario Unicosta es el primero en su género en el sejo comunitario en la parte baja del río Guapi. Los líderes de este
municipio de Iscuandé, razón por la cual debe convettirse en mo- proceso se negaron a que el señor representante del Incora deBo-
delo para los próximos consejos que se constituyan. Razón por la gotá conformara un consejo pequeño como él lo había previsto. El
cual sus comunidades y líderes deben asumir un papel de líderes representante legal del consejo comunitario de Guapi Abajo expli-
para apoyar y orientar a las comunidades vecinas en todo el proce- ca al respecto:
so organizativo. (Incora, 1997, punto 10; énfasis mío). Cuando el señor Carlos Ledesrna vino aquí a conformar el consejo
Esta 'orientación' fue dada de hecho a las comunidades que comunitario, nosotros ya habíamos conformado este consejo. Él
habitan en otra gran zona de aprovechamiento de naidí en la parte llegó después. Los muchachos de Cococauca, 26 ellos solicitan la
media del río Patía. Aquí también Alenpac brindó todo el apoyo confmmación del consejo a Bogotá. Corno al mes aparece Carlos
logístico y financiero necesario para que se estableciera el consejo Ledt;sma con una conformación de un consejo comunitario peque-
comunitario El Progreso, como segundo consejo en el departa- ño. El venía a conformar un consejo comunitruio entre Temuey y
Sansón. Entonces se quedaba volando el resto del territorio. En-
mento de Nariño (resolución del Incora no.l178, 12 Mayo 1998).
tonces nosotros ya habíamos conformado el consejo desde Boca
La cita arriba revela el interés del Incora en estos asuntos. Como de Napi hasta Playa de Obregones. Entonces la comunidad le diji-
institución gubernamental tiene que cumplir con los requisitos le- mos, 'no, nosotros ya tenemos consejo conformado'. Entonces el
gales de la ley 70, en particular el capítulo III, y el decreto 1745 de tipo dice que a él le habían dado una plata en Bogotá, y que tiene
1995, y no le interesan necesariamente los procesos de representa- que justificar su trabajo. 27
ción de las comunidades. Estos procesos necesitan tiempo, sobre Las comunidades del río Napi tenían una experiencia muy si-
todo cuando uno considera que estas formas de representación milar con la intervención del Incora en sus procesos organizativos.
política, a través de consejos comunitarios, son formas nuevas an- En las palabras del actual representante legal del consejo comuni-
teriormente desconocidas entre las comunidades rurales, quienes tario del río Napi:
tienen que aprender a manejarlas primero. Este es un proceso que
requiere tiempo, paciencia y dedicación. Sin embargo, lo que cuenta
26
cuatro meses porque el cliente único de la compañía, Francia, había empezado a Cococauca (Coordinación costa caucana de comunidades negras) se fundó como la
importar cogollos más baratos de chontaduro de Ecuador. Esta coyuntura no solamente p1imera organización de comunidades negras en Guapi, que busca co-ordinar la lucha
afectó a los trabajadores de la planta en Guapi que se quedaron sin trabajo, sino de comunidades negras en la costa caucana. Posteriormente, y en desacuerdo con
144 también a los corteros de naidí en Nariño, quienes ya no podían vender los cogollos. Cococauca, se fundaron dos organizaciones más: la Red de organizaciones femeninas 1 45
Las opiniones locales de la gente sobre el director de Alenpac han cambiado desde del Pacífico caucano 'Matamba y Guasá', y la 'Federación costa caucana de
denominarlo 'el rolo [persona de Bogotá] que vino a traer empleo y dinero' hacia 'el comunidades negras'.
27
tipo que no cumplió con su palabra y abandonó a los trabajadores'. Entrevista realizada en Guapi, 5 de febrero 1999.
LA LÓGICA DEL RÍO
AcCIÓN COLECTIVA Y EINICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
~ • " ~ 0 • " " •

Nosotros nos constituimos en consejo comunitario con unos recur- Proyecciones finales: saliendo de pañales en el conliict® del
sos del Incora, los cuales pedí del señor Carlos Ledesma que fue el
contratista de esos recursos. Él quiso, pues, tratar de organizar en
manglar
cada pueblo un consejo comunitario. Como ya nosotros traíamos Resistencias y movimientos sociales surgen en lugares y tiem-
una dillámica de la Ley 70, ya habíamos asistido a una cantidad de pos específicos. Sus prácticas están informadas por expedencias
reuniones, miramos pues de que no era rentab1e, en cada pueblito o espaciales e históricas específicas. En el Pacífico colornbmno los
vereda constituir un consejo comunitario. Sino que dijimos que al procesos organizativos de com~ni~ades negr~s y s~s formac1~nes
nivel del río ibamos a hacer un so1o consejo comunitario. Y así espaciales en consejos comumtanos son arhcu]actones relat1v~­
iniciamos. 28
rnente recientes. Corno lo expresa el representante legal del consejo
La lógica del río y percepciones locales del espacio acuático y comunitario Unicosta:
sus implicaciones para los procesos organizativos se resistían a la En cuanto a los consejos comunitarios, estamos apenas en pa-
intervención institucionalizada gubernamental como la intentada ñales. Es un proceso que no se da de la noche a la mañana. Eso es
por el Incora. Sin embargo, en otros casos, como por ejemplo, en pa'largo. Pero tenernos que seguir gestionando. 30
el río Micay, en la parte norte de la costa caucana, se dio otro
resultado. Allí el proceso local de organización había apenas co- Estos procesos son formas nuevas de organización para la gen-
menzado cuando apareció el representante del Incora en la zona. te negra en esta región de Colombia dentro de contextos políticos
Y consecuentemente no encontró mucha resistencia cuando pro- y socio-económicos cambiantes. Queda por ver y ~bservar ha~ta
puso la formación de cinco consejos comunitarios dentro de un qué punto los consejos comunitarios puedan desafiar y carnb:ar
corto tiempo. Sin embargo, en 1999 las mismas comunidades pi- las estructuras políticas tradicionales de clientelisrno en la reg10n,
dieron que se reformaran los consejos comunitarios ya establecidos, o inclusive hasta qué punto se deja construir una 'democracia ra-
puesto que los mismos miembros de las juntas directivas de los dical al nivel regional', o si al contrario los consejos comunitarios
consejos no tenían muy claro los objetivos de su función y de sus reproducen las mismas estructuras de politiquerí~ dentro de su or-
responsabilidades dentro de los consejos. ganización. Además corno he mostrado en este caprtulo los proces~s
organizativos locales están frecuentern~nte medrados po~ el capi-
La actitud del Incora en el proceso de titulación colectiva de
tal e instituciones gubernamentales que trenen sus propros mtereses
las tierras de comunidades negras también ha sido criticada fuer-
en la región.
temente por las comunidades locales. Líderes del movimiento negro
acusan a algunos funcionarios del gobierno de demorar a propósi- En todo caso, es evidente que las aspiraciones de los consejos
to este proceso. En el caso de tres consejos comunitarios en la comunitarios van más allá de las funciones administrativas de te-
costa caucana (río Alto Guapi, río San Francisco y río Napi), pasó rritorios colectivos corno es previsto en el decreto 1745. De hecho
un año entero entre la decisión del Incora de otorgar títulos colec- ellos continúan desafiando al gobierno nacional sobre la misma
tivos a los respectivos consejos comunitarios y el publicarlo en un definición de lo que es o debe ser un 'territorio colectivo' y sobre
periódico local, requisito éste para legalizar la titulación. 29 Esto la cuestión de qué áreas deben estar incluidas dentro de los ternto-
sucedió finalmente sólo cuando los consejos comunitarios después rios colectivos. Esta confrontación se ha articulado sobre todo en
de repetidas peticiones amenazaron proceder contra el Incora con la temática, aún sin resolver del todo, de las zonas de manglar que
una acción judicial. el gobierno nacional se había negado a incluir en las tierras colec-
tivas de comunidades negras. El gobierno consideraba las zonas
28
Entrevista realizada en Guapi, 24 de abril1999. extensas de manglares en la parte sur de la costa Pacífica corno
2
9 Las resoluciones del Incora número 1081, 1082, y 1083 de 1998 otorgan derechos 'áreas de interés público' y por eso no calificaban para ser eligibles
colectivos sobre las tierras baldías a los consejos comunitarios del río San Francisco
(26.232 hectáreas), río Napi (47.007 hectáreas), y río Alto Guapi (103.742 hectáreas)
bajo las regulaciones establecidas por la Ley 70 a ser consideradas
respectivamente. Fueron firmados el 29 de abril 1998 por la entonces directora del en los títulos colectivos (capítulo III, artículo 6,a.). Sin embargo,
Incora Alba Otilia Dueñas. Sin embargo, sólo se volvieron derecho legal cuando 147
finalmente fueron publicadas el 20 de abrill999, un año después, en un periódico
local de Guapi, Costa Caucana (INCORA, 1999: 3-8). 30
Entrevista realizada en Madrid, Nariño, 8 de mayo 1999.
LA LÓGICA DEL RÍO

la posición de muchas poblaciones negras es que efectivamente


viven en áreas de manglar y la mayoría de sus actividades cotidia- Lev 70 11 medio ambiente:
nas son asociadas de una manera u otra con el uso de los manglares. El caso del Consejo Comunitmrio Acmpm,
Las comunidades negras han insistido entonces en que las áreas Pacífico nmriiíense 1
del manglar estén incluidas en sus títulos colectivos. Como el go-
bierno ha~ta hace P?co. se había negado a incluirlas, ninguno de
los conseJOS comumtarws cuyo territorio incluye una parte de la NmLY YuussA RIVAs
Socióloga
franJa costera (y por ende, zonas de manglar), había recibido su
Proyecto IRD - Universidad del Valle
título colectivo. Por el contrario, el Incora ofreció otorgar títulos
colectivos e~cluyendo las zonas del manglar, mientras que se si-
gmera negocmndo con las comunidades. Sin embargo, esta 'oferta'
.. '
fue rechazada por los consejos comunitarios existentes que argu- La nueva Constitución Política de 1991 ha propiciado el surgi-
mentaban que querían 'todo o nada' . En los últimos meses (mediados miento de un nuevo movimiento negro, diferente del anterior que
de 2000) se ha llegado a un 'compromiso' en algunos casos según se basaba en la lucha contra la discriminación (Escobar, 1997). Lo
el cual se incluyen las zonas del manglar en el título colectivo cierto es que, la "singularidad negra" no ha sido siempre la misma,
aunque sólo en forma de concesión que el Estado puede enajen~ sino que se ha condicionado a las diferentes circunstancias políti-
en cualquier momento 31 Es claro que la lucha por el manglar no cas nacionales e internacionales. Por ejemplo, los movimientos
ha termmado aún. Y la unidad espacial de la cuenca fluvial como sociales negros de la década de los 60, 70 y 80, conformados por
estructura organizativa ha sido importante en esta confrontación. profesionales, y alimentados con el discurso de los derechos civi-
De acuerdo cm~ la noción de la lógica del río y la interconexión e les en Estados Unidos, tendían más a reclamos basados en la
mterdependencia de las varias partes de los ríos en el Pacífico discriminación racial, y por ende, se reivindicaba la necesidad de
como he explicado aniba, las zonas de manglar forman parte fun~ una integración a la sociedad mayor con mejores oportunidades
damental del Sistema socio-cultural, económico y reproductivo de para las personas negras. Este discurso se fundamentaba en la ló-
comumdades negras en la costa Pacífica y por eso no pueden ser gica del marginarniento social, en donde se configura el ser negro
separadas. Es aquí también donde se muestra la importancia de
trabajos académicos y analíticos como instrmnento en la defensa de
los derechos de minorías étuicas como en el caso de las comunida- 1 Este documento hace parte de la investigación desanollada en el marco del proyecto
des negras en el Pacífico colombiano. Activistas del movimiento Poblaciones negras y modernidad: Acción colectiva, sociedad civil y Estado en el
Pacifico colombiano, deliCANH (Instituto Colombiano de Antropología e Historia),
social de comunidades negras se pueden o se deberían valer de estos cofinanciado por Colciencias y dirigido por el antropólogo Mauricio Pardo; y el
trabajos ~alíticos en .su lucha. Si podemos definir 'cultura política' proyecto Movilidad, urbanización e identidades de las poblaciones afrocolombianas,
como el proceso articulado cuando un conjunto de actores socia- Convenio CIDSE-IRD, Universidad del Valle, dirigido por Michel Agier (antropólogo,
IRD) y Fernando Urrea (sociólogo, profesor de la Universidad del Valle).
les, formados por y encarnando significados y prácticas culturales Esta investigación se realizó a pmtir de un trabajo de campo de dos meses en el cual
diferentes entran en coullicto el uno con el otro" (Alvarez et al. se siguieron las siguiente dinámicas; 1- entrevistas, formales e informales, con los
1998: 7; traducción mía), 32 entonces la 'lógica del río' y el conjunt~ miembros de la junta del Consejo Comunitario Acapa y la Asesoría; 2- revisión de
sus principales documentos (actas, conespondencias y demás); y 3- visita a las veredas
particular de relaciOnes sociales espacializadas a lo largo de las cuen- del telTitorio Acapa. Para la realización de este trabajo fue imprescindible y significativa
cas fluviales son henarnientas importantes en las políticas culturales la colaboración prestada por cada uno de los miembros de Acapa, los líderes y la
de comumdades negras en la costa Pacífica de Colombia. Asesoría. Este hecho se manifestó, ante todo, en el acceso sin restricciones a sus
principales documentos y en la pmticipación en algunas de sus actividades, al igual
que en las entrevistas concedidas. Por esto quiero agradecer a Ana Granja, Pedro
31
Véase el artículo ~e Rivas en este volumen sobre el logro del consejo comunitario Cuero, Angel Estado, Celestino Estacio, Va!eria Mina, Isaac Arboleda, Quintiliano
Acapa en este sentido. Vázquez, Benjamín Tones (todos ellos miembros de !ajunta del Consejo Comunitario 149
Aeapa); a Yolanda Cerón (Coordinadora de la Pastoral Social ) y Jacqucs Merac
"Process ena~ted when sct~ of social actors shaped by, and embodying, different
32
(Funcionario de la Pastoral Social), ambos asesores, representantes de la Iglesia, del
cultural meamngs and practtces come into conflict with each other".
Consejo Comunitario Acapa.
r
LEY 70 Y MEDIO AMBIENTE AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOJ'vffi!ANO

a partir de la forma en qne la esclavitud y el prejuicio que se ha en Consejos Comunitarios' (partiéndose de la premisa de que ésta
desprendido de ello componen sus rasgos históricos fundamenta- es la forma en que "ancestralmente" se han manejado los recursos
les; es la resistencia la que adquiere el sentido político excepcional, en esta zona del país).
y se reivindica, entonces, la figura del cimarrón "como mito por El naciruiento de la Ley 70 es ubicable a partir de dos lógicas:
excelencia de esa resistencia". Aquí poco importa la diferencia por un lado, por cuestiones internas al país, y por el otro lado, por
cultural o étnica. Ahora son el referente étnico y la alteridad cultu- la globalización y las relaciones internacionales. En la lógica in-
ral los que se constituyen como principales vertientes de la tema se trataba de solucionar los problemas de violencia por los
construcción del discurso político de los ruiembros de comunida- cuales atravesaba el país y lograr un proceso de democratización y
des negras. (Restrepo, 1997a; Wade, 1997a; Agudelo, 1999). Hoy, mayor participación de la sociedad civil en las dináruicas estata-
"la comunidad negra de Colombia es definida por su singularidad les. En la lógica internacional se trataba de que la nación
cultural, resultado, por un lado, de un origen y una ancestralidad respondiese al llamado de los organismos internacionales por el
común en el continente africano, y por el otro, de unas prácticas reclamo que se la hacía por la violación de los derechos humanos,
culturales tradicionales compartidas, configuradas en la experien- el olvido de las ruinarías étnicas y la defensa del medio ambiente
cia histórica de una estrategia de aislamiento y construcción (Agudelo, 1999; Hoffmann, 1998a, 1998b). Agregamos una terce-
territorial" (Restrepo, 1997a: 300). Esta nueva dinánúca del movi- ra lógica, parcialmente contenida en la segunda, que representa
ruiento negro, el discurso y el activismo político de los líderes de para nosotros uno de los ítems más importantes para comprender
"comunidades negras", se nutre de los espacios generados en la el por qué de la aceptación de la Ley 70 desde el ámbito estatal, la
nueva constitución; Artículo Transitorio 55, Ley 70 de 1993 (o ley cual es que, la Ley 70 no necesariamente surge en el contexto de lo
de negritud), titulación colectiva; también se nutre de las tradicio- pluriétnico y multicultural, aunque se sustenta y se legitima a par-
nes culturales y del discurso de la biodiversidad y el desarrollo tir de esta preruisa. Es más, como ha sido referenciado por varios
sostenible (Escobar, 1997). autores (Arocha, 1992; Friedemann, 1992; Wade, 1996b; Restrepo
La Ley 70 concierne al reconociruiento específico de derechos 1997a; Agudelo 1999), los "negros" no eran considerados como
actores étuicos sino parte de la sociedad colombiana "mestiza".
para las comunidades negras. En términos generales, los objetivos
La Ley se consolida en el marco de las relaciones internacionales
de la Ley para las organizaciones negras son los de reivindicar las
que se encuentran vinculadas al manejo ambiental, y sobre todo en
culturas negras, propender por la participación, la organización y
la conservación de la biodiversidad. Así, varios autores ya hau
el desarrollo de los Afrocolombianos que habitan el Pacífico, y,
planteado que la Ley 70 más que una ley para los negros es una ley
uno de sus objetivos más importantes, o el principal, lograr el re-
para el Pacífico (Hoffmann, 1998a; Wade, 1996b). Lo anterior se
conociruiento de la propiedad de las tierras bajas del Pacífico
presenta porque se ha caracterizado al Pacífico como una zona de
colombiano para las comunidades que las han venido ocupando:
alta biodiversidad4 • Esta biodiversidad es importante en la medida
los afrocolombianos. Este reconocimiento no se da en forma indivi-
dual sino colectivo (titulación colectiva') a partir de la conformación
3 El Consejo Comunitario es la nueva figura legislativa que se instaura para dar
cumplimiento a la titulación colectiva. Esta es una figura que se expresa como gobierno
de la comunidad y se encuentra normatizada en el artículo 5 de la Ley 70 y en el
2 El problema de la tierra y de la titulación colectiva se encuentra contenido en el decreto reglamentario 1745. El Consejo Comunitario está conformado por la Asamblea,
Capítulo III, Artículo 4 de dicha ley: "Capítulo III. Reconocimiento del derecho a la que es el órgano máximo del gobierno, integrada por los representantes de cada vereda,
propiedad colectiva. al igual que por los miembros de derecho: junta directiva, principales y suplentes; y
Artículo 4: El Estado adjudicara a las comunidades negras de que trata esta ley la por la Junta del Consejo Comunitario, conformada por personas elegidas por la
propiedad colectiva sobre las áreas que, de conformidad con las definiciones contenidas asamblea
en el artículo segundo, comprenden las tierras baldías de las zonas rurales ribereñas 4 "El Chocó biogeográfico (que corresponde a toda la Costa Pacífica) es reconocido
1 50 de los ríos de la Cuenca del Pacífico ( ... ) que vienen ocupando de acuerdo con sus como la región del planeta con más alta diversidad por unidad de área reportada: 400 1 51
prácticas tradicionales de producción. especies de árboles y 800 especies de invertebrados, cifra superior a la que ha sido
Los terrenos respecto de los cuales se determine el derecho a la propiedad colectiva reportada en el Amazonas. Existen más de 8000 especies de plantas de las 45000 que
se denominarán para todos los efectos legales "tienas de comunidades negras". pueden haber en Colombia. Más de 2.000 especies de plantas y 100 especies de aves
LEY 70 Y MEDIO AMBIENTE ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
oooooo@oooooo ~•••••e••~~··

en que nuevas tecnologías permitan su mejor aprovechamiento co- propiciando la regeneración de la vegetación protectora de aguas y
mercial; se dice que sus bosques pueden llegar a ser en mediano y garantizando mediante un uso adecuado la persistencia de
largo plazo insumos para las industrias del futuro (Ulibe, 1993). ecosistemas especialmente frágiles, como los manglares y
Se argumenta que la conservación de la biodiversidad debe basar- humedales, y protegiendo y conservando las especies de fauna y
se en una utilización sostenible de la naturaleza a partir de la flora silvestre amenazadas o en peligro de extinción".
continuación de prácticas tradicionales de producción y de rela- Todos estos artículos relacionados con la cuestión ambiental se
ción con la naturaleza, a lo que se le llama desarrollo sostenible. encuentran sintetizados en la resolución de los títulos colectivos
La forma en que son integradas las comunidades negras del Pací- entregada a los Consejos Comunitalios. Por ejemplo en la Resolu-
fico al proceso de la conservación es a partir de la obligatoriedad ción No. 01119 del Incora, por la cual se entrega el título colectivo
de conservar el medio ambiente, insclita en la titulación colectiva. al Consejo Comunitario Acapa (el cual analizaremos más adelan-
Lo que se observa es que para el Estado ese temtolio, del cual te), en su capítulo sobre "consideraciones ambientales" versa lo
no queda mucho en manos de estas poblaciones, según Hoffmann siguiente:
& Pissoat (1999), no les pertenece, pero otorgarles la propiedad es "El área donde se ubica el temtolio objeto de titulación es la re-
una forma de garantizar lo que queda de biodiversidad -y de cono- gión del Chocó Biogeográfico, específicamente la cuenca de Río
cimiento-, para tener con qué negociar el ingreso del país a la Patía Grande, en la Costa Pacífica Nariñense, considerada dentro
geopolítica mundial, dado que los grupos económicos extractivos de la Política Ambiental Nacional como un ecosistema estratégico
no lo están garantizando. que debe ser conservado, porque los valiosos recursos genéticos y
Por otro lado, el alto componente conservacionista de la Ley de biodiversidad que hoy existen en la región se constituyen como
70, pues en cada nno de los capítulos de la Ley, independiente- bienes públicos propiedad de toda la Nación, vitales para el mejo-
mente de que el objeto sea reglamentar la cultura, la educación, o ramiento de la calidad de vida de las comunidades negras allí
lo territorial, está metido, casi que a la fuerza a veces, el tema asentadas, para el desarrollo del país y para el futuro de la humani-
medio ambiental. Así por ejemplo, las nociones más específicas y dad .... Visto así, la política de titulación colectiva es una estrategia
explícitas sobre lo ambiental se encuentran en el capítulo 4 de la de conservación y aprovechamiento sostenible de los valiosos re-
Ley, en sus artículos 20 y 21: cursos naturales que existen en la cuenca del Pacífico Colombiano,
( ... ) De allí que el artículo 21 de la ley 70 de 1993, impone a los
"Capítulo 4, Uso de la tierra y protección de los recursos naturales beneficiarios de los títulos colectivos un conjunto de obligaciones
y del ambiente" en materia ambiental( ... )".
Artículo 20: la propiedad colectiva sobre las áreas a que se refiere En ese sentido, si bien en la Ley se reconocen ciertos derechos,
esta ley, debe ser ejercida de conformidad con la función social y también se implementan muchas obligaciones. Al reconocimiento
ecológica que le es inherente. En consecuencia, los titulares debe- de los derechos temtoliales, culturales e identitalios, se le suma la
rán cumplir las obligaciones de protección del ambiente y de los
obligación de conservar el medio ambiente, a partir del desarrollo
recursos naturales renovables y contribuir con las autoridades en la
defensa de ese patrimonio". sostenible. Sólo así no sólo se legaliza, sino que se legitima esta
Ley ante el Estado, pero ante todo, frente a los organismos inter-
Artículo 21: "De conformidad con lo dispuesto en el artículo ante- nacionales. Lo paradójico es que, además de que el Estado trata de
rior, los integrantes de las comunidades negras, titulares del derecho
asegurarse un manejo ambiental, también trata de asegurarse que
de propiedad colectiva, continuarán conservando, manteniendo o
las comunidades, o la misma Ley (artículos 63 y 65, Ley 70) no
limiten las intervenciones de tipo desarrollista, como son la cons-
son exclusivas de esta región. La mayor riqueza de especies se encuentra en el extremo trucción de megaproyectos. Lo que se ve es que el Estado, en su
152 norte y noroeste de la región, en las cuencas de los ríos Sinú y San Jorge, el Parque necesidad de entrar en un futuro geopolítico globalizado y en la 1 53
Natural Paramillo y hacia la frontera con Panamá entre el Atrato y la Senanía del
Darién, en el parque de los Katios. Este último, por ejemplo, sobrepasa las 600 especies modernidad, ha creado una sede de políticas disímiles y contra-
de aves, más de las existentes en toda Norteamérica." (Doc. Biopacífico, 1996: 15). dictolias en lo referente al Pacífico colombiano (Pardo, 1998b).
LEY 70 Y MEDIO AMBIENTE ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
~···········~

No obstante los objetivos y obligaciones explícitas de la Ley denominada entonces "Asociación Campesina del Patía Acapa"
70: titulación colectiva, sostenimiento ambiental, etc., esto no im- (acta de constitución). Se transforma en el "Consejo Comunitario
plica que las personas a las cuales va dirigida la Ley se limiten a Acapa" en 1997, cuando presenta la solicitud de titulación colecti-
las determinaciones establecidas por el Estado. Más bien se pre- va; el proceso previo fue hacer trabajo de base para recoger la
sentan casos en que los Consejos transcienden estos objetivos y se información sobre los habitantes y el territorio, con el fin de, por
plantean otras prerrogativas, conducentes a erigirse como movi- un lado, cumplir con los requisitos para la solicitud del título co-
mientos sociales de su área de influencia. En ese sentido, descrita lectivo, y por el otro, lograr que los campesinos de su área
la relación existente entre Ley 70 y medio ambiente, el paso si- conocieran y se apropiaran del proceso de Ley 70. Cuenta en estos
guiente es analizar cómo los actores locales involucrados (los momentos con 32 veredas6 (8.106 habitantes), distribuidas en un
movimientos negros, las comunidades de base, las personas del área territorial de 94.388 ha.-4.425 m 2, ubicadas en tres munici-
común), se apropian de la Ley 70 y del discurso medio ambiental. pios de Nariño: Tumaco, Francisco Pizarra y Mosquera (Resolución
Para ello vamos a estudiar un caso específico: El Consejo Comu- de Titulación). Su principal radio de acción, por ser su mayor área
nitario Acapa, localizado en el Pacífico nariñense5 • de influencia, está en el municipio de Francisco Pizarro7 y es allí
Los caminos del Consejo Comunitario llcapa: desde su configura- donde se han realizado las principales negociaciones, y se ha bus-
ción como organización campesina, hasta su reivindicación como cado tener una incidencia institucional a partir de la reivindicación
autoridad ambiental de su papel como autoridad territorial.
El Transitorio 55 es el catalizador del proceso de comunidades Tres actores sustentan al Consejo Comunitario Acapa: la Pas-
negras en el Pacífico nariñense, a diferencia de lo sucedido en el toral Social (Asesoría), los líderes (miembros de la Junta del
Chocó, donde antes del AT 55 ya existía un proceso de reivindica- Consejo Comunitario Acapa) y los miembros de la comunidad o
ción del territorio (Restrepo, 1999a; Pardo, 1998b). Las habitantes de las veredas a las cuales pertenece Acapa (la Asam-
organizaciones campesinas que van naciendo, como consecuencia blea General Acapa). Cada uno de ellos se integra al proceso de
de este artículo, van siendo creadas, asesoradas y guiadas por el comunidades negras respondiendo, a veces, a diversas expectati-
personal de la Iglesia, hermanas y/o padres, que se encuentran en vas, las cuales pueden ir cambiando o irse encontrando en el
la zona, al igual que por los grupos culturales existentes y por la transcurso del tiempo.
organización étnico territorial negra Palenque, que surge del pro- La incursión de la iglesia en temas relacionados con una rei-
ceso (Hoffmann, 1999; Restrepo, 1999a). vindicación territorial de la gente negra del Pacífico nariñense
Este Consejo nace en 1992 como organización popular de base
de los campesinos negros de las veredas del río Patía Grande, 6
La Acapa, en su primera acta, cuando se constituye como asociación, empieza con 14
veredas. Poco a poco, con la realización de trabajo de base, llega al número de veredas
con las que hoy cuenta.
7
5
Lo hacemos advirtiendo de antemano que con el análisis de este Consejo no Acapa cubre todos los habitantes de la parte rural del municipio de Francisco Pizarra:
pretendemos generalizar una forma de apropiación de la ley 70 para todas las de los 7.075 habitantes del municipio de Francisco Pizarra, 3731 están asentados en
organizaciones de base del Pacífico nariñense. De todos formas, ya hay autores que la cabecera municipal, y 3344 están asentados en la parte rural (Censo 1993), es
nos advietten de las diferentes modalidades en que las comunidades de Nariño se decir, el 50% está en la parte rural. Lo que le da una gran fuerza al Consejo como
adscriben al proceso; por ejemplo, Agier y Hoffmann (1999) nos presentan tres autmidad territorial. No ocurre lo mismo con los otros municipios que cubre Acapa
modelos de adscripción de la comunidad al proceso de Ley 70: l- "la iniciativa popular", (Mosquera y Tumaco) donde la población que comprende no llega ni siquiera al O.S
que está más relacionada con la conformación de organizaciones étnico territoriales, %del total del municipio en el caso de Mosquera, y ni siquiera al 5% en el caso del
lideradas por personas negras antes adscritas a otros tipos de liderazgo; 2- "el municipio de Tumaco (datos aproximativos).
clientelismo del Estado", donde el Incora, la institución encargada de reglamentar la Aunque el Consejo Comunitario maneja datos diferentes al Dane en lo referente a los
titulación, coopta a los líderes sin permitir la organización comunitaria; y 3- el datos de población del municipio de Francisco Pizarra pues, según el censo hecho
"neoliberalismo económico", en donde son las empresas las que conforman Consejos por ellos, en la parte rural de Francisco Pizarra habría más o menos 4.500 habitantes.
Comunitarios. Igualmente, estas adscripciones también determinan los discursos a Lo impmtante aquí es que toda la parte rural de Francisco Pizarra pe1tenece a la
seguir: algunas organizaciones responden más al discurso de la biodiversidad, mientras Acapa, lo que no siempre ocurre en otros sitios, donde en un mismo municipio hay
otras lo hacen al discurso netamente empresarial (ibid), (Oslcnder 2.000 también nos varios consejos comunitarios, por ejemplo, en el Municipio de Tumaco convergen S
ejemplifica lo anterior). consejos comunitarios.

i
! !

11-
LEY 70 Y MEDIO A!vfBIENTE AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLO!vfBIANO

empieza a principios de la década del 90, cuando se está en pro- Lo anterior no significa que Acapa no hiciera parte del Palen-
yecto de crear la Pastoral Afrocolombiana8 • Aunque la Pastoral que Nariño, más bien Acapa se constituye en una organización
Afrocolombiana se constituye antes del A. T. 55, ella se apoya en privilegiada que tiene el acompañamiento casi exclusivo de la Igle-
él para seguir su marcha y lograr su consolidación como asesora y sia (precisamente ella se encuentra instalada en la oficina de la
acompañante en los procesos que se generan a partir de la apari- Pastoral Social), y también hace parte de Palenque, y por ende
ción del artículo y luego de la Ley 70. La necesidad de goza de los beneficios que esta logra obtener desde su
conformación de la Pastoral Afro está atravesada por la preocupa- intermediación 11 •• Pero, si bien Acapa se circunscribe al radio de
ción que generan los mega-proyectos que vienen hacia la costa acción de Palenque, también es cierto que con el acompañamiento
Pacífica; tres cuestiones: intemacionalización, protección territo- de la Iglesia este Consejo se convierte en un ente más autónomo
rial y etnicidad (en estos momentos "comunidades negras"), de la organización, tendiente a ejercer su propia representación e
detenninan su proyecto (que está influenciado por los lineamientos intermediación, o en su defecto, la Iglesia ejerce su intermediación.
de la Pastoral Indigenista) Entre los actores del interior del Consejo Comunitario, campe-
Luego de que en el transitorio 55 esta entidad es la principal sinos (líderes o no), también se presentan adscripciones,
gestora de organizaciones, poco a poco va quedando relegada. Esto transformaciones, y muchas veces rupturas con el proceso étnico-
se presenta debido a que el proceso es asumido por Palenque Nariño, territorial, según las dinámicas del movimiento negro en general,
que es en este caso la instancia regional que reúne (representa) a y del proceso Acapa en particular. Esto se puede notar en diversas
los Consejos Comunitarios, la cual logra su consolidación en 19949 , circunstancias: a)- la llegada del transitorio 55 (1991) y la emer-
convirtiéndose así en la interlocutora privilegiada de las comuni- gencia de una defensa territorial, principio al cual responden todas
dades negras de N ariño de cara a las instancias nacionales, como las veredas, y que se ve reflejado en la adscripción a la organiza-
el Igac, el Mininterior, etc. (Hoffmann, 1999). En esta limitación ción; b)- la llegada de la Ley 70 (1993) y su titulación colectiva,
de funciones, y hasta a veces exclusión del proceso, la Iglesia em- forma de propiedad que en un primer momento no es bien vista
pieza a focalizar organizaciones para seguir acompañando el por los habitantes de las veredas, pues le encuentran varios proble-
proceso'", y es la Acapa la elegida. Esto genera inicialmente roces mas al asunto: la imposibilidad de crédito; el miedo a una
entre la Pastoral Social y Palenque, pues ellos están convencidos redistribución igualitaria de la tierra; la no comprensión de una
de que la Iglesia no debe asesorar organizaciones campesinas ne- propiedad común, confundiéndose propiedad con manejo; la im-
gras, sino que ellas tienen que subscribirse a la nueva instancia posibilidad de vender las tierras; la idea de una segregación hacia
étnico territorial regional. Sin embargo, los miembros del Consejo (desde) los negros, etcl 2 , estos son miedos que logran
Comunitario solicitan que la Pastoral siga el acompañamiento, y transcenderse; e)- llegada del Decreto reglamentario 1745 (1995)
el proceso sigue adelante. y sus consideraciones explícitas a la obligatoriedad de la conser-
vación ambiental (hecho que nos referiremos en particular de aquí
8
La Pastoral afro se viene gestando desde los años 80s desde Buenaventura y Guapi
en adelante); y d)- en términos de los líderes también se presentan
(Hoffman , 1999).
9 Aunque hoy está en progresiva decadencia. Para más información sobre el proceso
11
de consolidación de Palenque, ver Restrepo en este libro. Por ejemplo, la "concertación del Proyecto Naidí, en el cual el Palenque Regional
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En estos momentos la Pastoral Social se encuentra creando organizaciones étnico- Nariño logra no sólo participar con algunos miembros y representantes en el diseño
territoriales en sitios de Nariño que de alguna manera se habían quedado por fuera del de un nuevo plan operativo (incluyendo que el nuevo coordinador sea alguien
proceso: por ejemplo, está formando un Consejo Comunitario en la carretera Tumaco- identificado con El Proceso), sino que también orientan el proyecto hacia la
Pasto, que cubre específicamente al municipio de Barbacoas. Este Consejo, llamado consolidación de los consejos comunitarios de "comunidad negra" y el proceso de
Asociación Campesina Nueva Reserva Acanure, es conformado por 7 veredas con titulación colectiva como condición necesaria para las actividades de orden productivo,
distintas adscripciones "étnicas": mestizos, negros e indígenas. las personas negras esta vez entendidas como potenciación de las "prácticas tradicionales de producción"
se adscriben a la Ley 70 por derecho propio, los indígenas por el abandono al que se de las comunidades locales" (Restrepo en este documento).
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sienten sometidos por sus organizaciones, y los mestizos porque consideran que con A excepción del último, éstas son las mismas inquietudes que se plantean comunidades
la Ley 70 ganan más derechos (ellos escogen tácticamente entre la Ley 70 de negritud de otras zonas; por ejemplo del río Mira (Hoffmann, 1998) o del río Mejicano (Rivas,
y la Ley 160 sobre cuestiones agrarias). 1999). Ambos sitios se encuentran dentro del municipio de Tumaco.
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rupturas, ya que, si bien en un primer momento todos los líderes hecho se encuentra reflejado en dos acciones, 1- las confrontacio-
comunales de las veredas son ganados por A capa como miembros nes del Consejo con el ente municipal en pro de velar por los
fundadores, muchos de ellos no continuaron en el proceso étnico. derechos sociales de sus comunidades; y 2- la confrontación con
Los que desertan se convierten en los opositores más importantes empresas de la zona, y con los mismos campesinos, en pro de ve-
del proceso a nivel vereda! y responden a las demandas de la auto- lar por la conservación ambiental.
ridad municipal y a la de los "gamonales" políticos locales Desde el punto de vista comunilalio, el Consejo empieza a asistir
(opositores por excelencia del proceso). Esta división se presentó en calidad de intermediario ante la Alcaldia, por petición de las
porque, desde el A. T. 55, se da un rompimiento con la política comunidades, por problemas como: reubicación de veredas que
proselitista o tradicionaP 3 • Para los líderes significó la puesta en están desapareciendo por la acción del mar; pérdida de cosechas
cuestión de las ganancias en el proceso, y de los réditos en otro debido a la fumigación para el control del cultivo de la coca; la
tipo de liderazgo más relacionado con la política local necesidad de construcción de acueductos, etc. Desde el punto de
Uno de los cambios más importantes y significativos es el vista del proceso, tiene que resolver conflictos inter-étnicos que se
relacionado con los derroteros discursivos y prácticos de la orga- generan por la constitución de resguardos indígenas fantasmas, o
nización, la cual empieza siendo netamente campesina y luego va las trabas al trámite del título colectivo pqr "politiqueros" que pien-
adquiriendo un alto contenido conservacionista y medio ambien- san que se vería entorpecido su dominio en el lugar si se llega a
tal (en términos de sus reivindicaciones y acciones). Estas nuevas dar el título colectivo.
prerrogativas se observan en sus normatizaciones internas: en los En lo ambiental, estos hechos se reflejan en términos
primeros estatutos, cuando se crea en 1992 la "Asociación Cam- discursivos, prácticos y formales. En términos formales, en los
pesina del Patía Grande Acapa" se plantea como objetivo principal reglamentos que establecen las características que deben tener las
la protección de la tierra-territorio, igualmente, en los estatutos se personas pertenecientes a la junta, entre los doce requisitos que
expresa una relación directa entre reconocimiento étnico, que se existen para nombrar a los miembros de la junta, hay dos que tra-
traduce en ser considerados los negros como una etnia, y la posibi- tan sobre el asunto "[el 8] que sean capaces de velar por la
lidad de reivindicación del derecho a la tierra bajo esta premisa. protección de los recursos naturales y [el 9] Que no sean empre-
Con la expedición del decreto 1745 se empiezan a perfilar nuevas sarios ni contratistas de los recursos naturales"; y entre las ocho
acciones y caminos a seguir por el Consejo, tanto por las obligato- causas para destituir miembros de la junta, hay dos que tienen que
riedades ambientales contenidas en el decreto, como por las ver con la problemática ambiental, "[la 2] por negocio de los re-
exigencias de la comunidad sobre la búsqueda de una verdadera cursos naturales a espalda de las comunidades y sin autorización
incidencia del proceso en la resolución de los problemas que la de la asamblea general; y [la 6] por aprovecharse de los recursos
aquejan; está, además, la misma necesidad del Consejo de conver- naturales de las comunidades en beneficio propio". En términos
prácticos, hay cinco hechos concretos que ejemplifican la puesta
tirse en una verdadera autoridad de cara no sólo hacia sus
en marcha del componente ambiental: 1- las confrontaciones que
comunidades, sino también hacia las instituciones locales. Este
tiene con la alcaldía de su área de influencia (Francisco Pizarro)
por la realización del Esquema de Ordenamiento Territorial; 2- el
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coto que pone el Consejo, tanto a los empresarios como a los cam-
Aunque hoy (2000) esta es una nueva prerrogativa del Consejo Comunitario Aeapa,
la de participar en las contiendas políticas previstas para el segundo semestre de este pesinos para que no se siga explotando la palma de naidi; 3- las
año (alcaldes, concejales, gobernadores, etc.). Se ha h'anscendido así la anterior premisa limitaciones que impone a los asemos respecto al corte de lama-
(ya superada desde 1998 por el PCN con no muy buenos resultados, Agndelo, 1999) dera; 4- el inicio de proyectos productivos; y 5-la lucha que lideró
de no participar en política proselitista. La participación política se mira ahora como
una estrategia de consolidación de poder, o una toma de poder desde el ámbito local la Acapa para que se incluyera dentro del título colectivo el man-
por el Consejo. Esta es una acción que se piensa seguir en el municipio de Francisco glar, todos llevados de forma exitosa por el Consejo Comunitario".
Pizarra. Las conversaciones han girado alrededor de presentar un candidato a la 159
alcaldía, opción que se descartó por considerar que aún no es el momento (se espera
Alguno~ s~n hechos.lidcrad~s P?~· Acapa y que después acojen los demás Consejos
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asumir esto en las próximas elecciones), y de buscar que por lo menos la mitad de los
concejales del municipio salgan en representación de Acapa Comurutanos (por eJ. la reahzac10n del Esquema, y la lucha por el manglar).
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En todas estas dinámicas se presentan confrontaciones con distin- las instituciones en el proceso étnico; lo que se observa es la idea
tos actores: desde las instituciones, pasando por los empresarios y de conservación de un poder, la Alcaldía, y la continuación de
tenninando con las mismas comunidades de su fu·ea de influencia. unas relaciones de poder que desde siempre han estado signadas
Observemos: por la política (las alcaldías y el Plan Pacífico). De todas formas,
En la realización del esquema, los principales conflictos se pre- no obstante las limitaciones impuestas por las instituciones, la
sentan con la Alcaldía, institución que según la norrnatividad Acapa logra salir avante del enfrentamiento y consigue erigirse
nacional es la encargada de realizar el esquema, y con Plan Pacífi- corno la aplicadora de este esquema territorial, hecho que encuen-
co, institución que para el caso del Pacífico era la encargada de tra su sustento en la asesoría de la Iglesia, la Pastoral Social.
entregar los recursos para la realización del ordenamiento territo- En cuanto a la limitación y/o impedimento de explotación de
rial": la Acapa reivindica a la alcaldía de Francisco Pizarro su los recursos, los principales conflictos se presentan con
actuación como protagonista en la realización del esquema tetTito- Corponariño, con los empresarios pahnicheros y madereros, y con
rial, a partir de tres argumentos: 1- propiedad del territorio, 2- los campesinos que viven de la extracción de la madera y del corte
conocimiento del territorio, y 3- autoridad sobre el territorio. En de la pahua de naidí, veamos: amparados en el decreto 1745, que
vista de las negativas de los municipios de otorgar un lugar pre- fija límites a la explotación de los recursos por parte de los empre-
ponderante a los Consejos para la realización de este requisito de sarios, la Acapa restringe el acceso a los recursos a las empresas
ley, los Consejos Comunitarios del departamento de Nariño, madereras que ejercen explotación en la zona; para esto se asesora
liderados por la Iglesia, empiezan a exigirle a Plan Pacífico su con la autoridad institucional de la zona encargada de regular los
participación como autoridades del territorio, y la limitación de recursos naturales, Corponariño; además, también le plantea a la
las funciones de las alcaldias en la realización del esquema territo- Corporación la necesidad de trabajar en conjunto para la regula-
rial. Corno respuesta a esto, la institución realiza un documento en ción de la explotación de los recursos. Por otro lado, en cuanto a la
el cual se hace manifiesto que para Plan Pacífico son las alcaldías limitación del corte de la palma de naidí, el Consejo exige la para-
las que tienen que asumir la realización del Ordenamiento, y que da del corte debido a la escasez del recurso por la explotación
las comunidades sólo pueden participar mediante los mecanismos desmedida. Esto hace que se presenten problemas entre Acapa y
de participación dictados por el Estado, los cuales son: el derecho los empresarios del palmito (foráneos mestizos), y que las perso-
de petición, la celebración de audiencias públicas, el ejercicio de nas del río, cuando se les limita el corte, empiecen a ver como un
la acción de cumplimiento y la intervención en la formulación, enemigo a su Consejo Comunitario. El Consejo logra "impedir"
discusión y ejecución de los planes de ordenamiento. Además, no que se siga cortando la palma del naidí en su zona de influencia
se le da un papel preponderante en el Plan a los Consejos Comuni-
debido a que ya han caducado los permisos de concesión de estas
tarios como figuras territoriales; de hecho, en el documento
empresas sobre la zona (y ellos no permiten su renovación) y, ade-
realizado por Plan Pacífico aparecía la palabra comunidad, o en su
más, ejerce una vigilancia continua a los campesinos para que no
defecto la frase "participación ciudadana", todo ello agrupado en
corten la palma de naidí. Esto determina que tres veredas (Pita!,
el ítem de "participación democrática". En ningún momento apa-
Guacha! y Firme de los Coirnes) 16 deserten del Consejo Comuni-
recía la expresión "Consejo Comunitario", hecho que dejó
tario Acapa y hagan su propio Consejo Comunitario ("Veredas
descontentos y hasta desconcertados a todos los miembros de los
Consejos Comunitarios que fueron partícipes del documento. En Unidas por un Bien Común") bajo la asesoría de un ingeniero con-
este hecho se observan las contradicciones del proceso étnico, en tratado por una de las empresas de palmas. Esto también ocasiona
tanto su campo de acción y en tanto los límites para el ejercicio de que la Asesoría sea amenazada de muerte por personas o grupos
la autoridad; además. aquí se plantea la pregunta a qué le juegan que se ven perjudicados por las limitaciones que les está impo-
niendo el Consejo Comunitario a sus prácticas.
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ts Aunque al final, en el caso del Municipio de Francisco Pizarra, quien entrega los
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recursos a las alcaldías, en concepto de préstamo, es Findeter. Ya tienen el título colectivo de propiedad.
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En cuanto a la lucha por el manglar, las principales confronta-


Por último, el Consejo Acapa está realizando dos proyectos
ciones se plantean con el Ministerio de Medio ambiente: Acapa es productivos: -1- impulso a los campesinos para el cultivo de arroz
quien inicia la pelea por el manglar, por iniciativa de sus líderes,
, y 2- mejoramiento del proceso de producción del alcohol. La
cuando advierten que, si se cumple esta normatividad, les queda
financiación de estos proyectos la han conseguido, o bien con fon-
por fuera la mitad del tenitorio. Esta es una lucha que luego van dos que provee la Asesoría, o bien con fondos que gestiona la
tomando todos los Consejos Comunitarios de Nariño, y que tam- Asesoría con instituciones como la Misión Cuaresmal Suiza,
bién es asumida por el Palenque Regional Nariño. La Acapa y Ecofondo, y la misma Iglesia en Tumaco. Estos proyectos cum-
demás Consejos aducen una idea de conservación basada en las plen tres funciones: 1- resolver el problema de "la seguridad
prácticas culturales propias y en la necesidad que tiene la gente alimentaria"; 2- lograr la constitución de proyectos alternativos
del uso del manglar para conservar su cultura y poder mantenerse para la gente; y 3- hacer que por medio de estos proyectos los
socialmente. También hacen evidente que son precisamente los campesinos se apropien de su organización. Para los que lideran el
malos manejos del Estado, con sus concesiones arbitrarias, las que proyecto hay una cuarta función: conseguir comercializar estos
han condicionado que vengan foráueos a terminar con el recurso y cultivos bajo la categoría de productos orgánicos (sin uso de quí-
que, por tanto, las comunidades son las más indicadas para cuidar micos). En efecto, El Consejo Acapa ha potencializado la
y mantener el recurso (carta del Ministerio Público Defensoría del posibilidad de una agricultura orgánica con el cultivo del an·oz
Pueblo al Ministerio del Medio Ambiente 1999, doc. Proceso de orgánico, y espera comercializarlo a partir de esta premisa. Ade-
Comunidades Negras de Nariño 1999, cartas Acapa al Ministerio más, en estos momentos están empezando un proyecto, bajo la
del Medio Ambiente 1999). financiación de Ecofondo, que tiene que ver con el cultivo del
Lo interesante aquí es que, en respuesta a la presión de los cacao orgánico. En ese sentido, la cuestión ambiental también se
Consejos Comunitarios, el Ministerio del Medio Ambiente (1999) convierte en una potencialización, acción, empresarial, agrario ba-
presenta un concepto negativo sobre la posibilidad de titulación sado en el "rescate" de las formas tradicionales de producción,
del manglar. La restricción que pone el Ministerio del Medio Am- algunas veces en desuso por la implementación de políticas
biente a la titulación del manglar no necesariamente tiene que ver instauradas por los organismos internacionales con la aquiescen-
con la cuestión ambiental, para ellos, la principal limitación a la cia estatal 17 •
no titulación del manglar es su naturaleza jurídica de "uso públi- En cuanto a lo ambiental hay diferencias de actitudes y con-
co", que se traduce en que un bien de uso público no puede ser cepciones entre los distintos actores de Acapa: algunos parecen
entregado por el Estado en forma privativa, ya que estaría violan- tomarse muy en serio lo de la cuestión ambiental; esto estaría re-
do los derechos del resto de los colombianos. De todas formas, los presentado por una línea de la Asesoría. Otros lo miran con algo
Consejos Comunitarios, liderados por la Iglesia, que actúa sobre de indiferencia, como un artículo de la Ley que hay que hacer
todo como la Asesoría de Acapa, movilizan todos los recursos ju- cumplir pero que tiene sus matices; ellos serían algunos miembros
rídicos para hacer viable el reconocimiento del manglar; desde de la junta directiva. Para otros, es un gran problema en cuanto
derechos de petición, hasta cartas al Ministerio Público de interfiere con sus actividades productivas o con sus estilos de vida
Defensoría del Pueblo (del cual logran que haga una carta, dirigi- y sus formas de manutención; este caso estaría representado por
da al Ministerio del Medio Ambiente, resaltando las prácticas algunos pequeños empresarios y por campesinos que viven de la
tradicionales de las comunidades negras), además de las múltiples explotación de algunos recursos como la madera y el palmito. En
correspondencias que sostienen con el Ministerio del Interior y el concreto, por ejemplo, para los de la junta, si bien el sostenimiento
Incora. Es decir, se hace acopio de todos los recursos jurídicos ambiental es importante, para ellos también es claro que el medio
disponibles, para enfrentar la lucha por el manglar; y si bien Acapa,
y los demás Consejos, no logran todo lo que querían, sí logran que 163
17
el manglar quede dentro del título colectivo, aunque puede ser Ejemplo, la llegada del convenio CVC-Holanda a la zona, el cual también incursionó
enajenado por el Estado. con el cultivo de arroz, basado en el uso de elementos químicos. (conversaciones con
líder de Acapa).
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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ambiente no puede sostenerse en condición de pobreza. Para la sociales, desde la perspectiva étnico-territorial. Aunque también
Asesoría, el manejo ambiental es aquello que sostendría la super- es manifiesta la dependencia de los líderes del Consejo hacia la
vivencia de las personas del río, y sólo bajo esta premisa se podría Asesoría. Esto es reconocido tanto por los líderes como por la
lograr un desarrollo, que en este caso sería un desarrollo sosteni- Asesoría. Y aunque el objeto último de la Pastoral Social, hacia
ble. Y por último, para el resto de Jos habitantes, la idea de donde lleva su asesoría, es el de "construir capacidad", es decir,
conservación ambiental es problemática, y sólo deja de serlo en el "facilitar la cualificación de los grupos de base para que puedan
momento en que se les demuestra que mediante esta alternativa lidiar de manera efectiva con el Estado y otros agentes" (Pardo,
van a resolver sus problemas de supervivencia. 1997: 216), este es un proceso que no se ha logrado satisfactoria-
A pesar de que los hechos descritos sobre la cuestión ambien- mente. La dependencia que tienen los del Consejo Comunitario de
tal a primera vista dan a entender un seguimiento al pie de la letra la Pastoral Social es tan significativa, que podría preveerse que
de la normatividad de la ley 70, y sobre todo, el acogimiento lite- aún es prematuro pensar en que la Iglesia deje de prestar su aseso-
ral del espíritu de la ley, según lo que nosotros llamamos la ría, pues podría debilitarse el Consejo Comunitario, en términos
concepción estatal, esto hay que tomarlo con mucha cautela, pues del real empoderarniento de la comunidad hacia sus problemas
allí juegan muchos elementos: por ejemplo, la evidencia de que en sociales y hacia la reivindicación de su territorio. Según Pardo
los reglamentos internos se da un seguimiento literal a las partes (1997), los movimientos sociales (especialmente los de base) no
ambientales de la ley un hecho que no podía ser pasado por alto pueden existir o sobrevivir sin aliados, llámese Ong, Iglesia, u otros,
dado el mismo significado de la ley. Por otro lado, en términos de pues son ellos los que proveen a las organizaciones de informa-
las prácticas, sus continuas luchas ambientales más bien eviden- ción, de recursos políticos y económicos, de orientación jurídica,
cian una apropiación de la Ley; aligual que su instrumentalización 18 • y de puente para llegar a otras instancias más altas, sean naciona-
Lo que se observa es que ellos reinterpretan sustancialmente las les o internacionales. Estas son precisamente las funciones que ha
obligaciones ambientales determinadas por el Estado, pues para realizado la Pastoral Social corno asesora de Acapa.
este último la regulación ambiental pareciera deber darse a nivel Consideraciones generales finales
interno, entre las personas que habitan el lugar. Sin embargo, los
de Acapa toman como uno de sus grandes objetivos de lucha hacer La globalización ha permitido diversos cambios en las socie-
este control en términos de negociación y en relaciones de igual- dades latinoamericanas. Ella con sus discursos de multietnicidad,
dad entre ellos y la autoridad competente, que sería la corporación pluriculturalidad, medio ambiente, derechos humanos, además de
de Nariño, Corponariño. Ellos aspiran a convertirse en una autori- todo el trasfondo económico que hay detrás, apertura económica,
dad ambiental real con todo lo que ello implica. En este caso, la recursos genéticos, etc., ha permitido la vislurnbración de un nue-
adscripción al discurso medio ambiental está sustentada en lo que vo "orden" de lo social, si no mediático en tanto a las prácticas, sí
Castells (1999) ha llamado el "movimiento ecológico", que tiene mediático en tanto a los discursos que conllevan al cambio (y o
que ver con el modo en que la gente reivindica sus espacios vita- desarrollo) de dichas prácticas.
les, y en la forma en que esta reivindicación se convierte en fuente Tomando como partida la legislación colombiana que ha insti-
de poder y en formas contestatarias hacia un exterior dominador. tuido el carácter pluriétnico y multicultural de la nación, y sobre
Hay que resaltar que el gran aliado de este Consejo Comunita- todo en la Constitución en su articulo transitorio 55, lo que luego
rio es la Iglesia, que como hemos dicho es su Asesora; actúa aquí, sería Ley 70 de 1993 , se puede observar el desarrollo o principio
de manera específica, como constructora de un pensamiento polí- de estos (posibles) cambios en estas comunidades, ello basado en
tico de empoderarniento de las comunidades sobre sus problemas tres principios que instituye la ley: titulación colectiva, conforma-
ción de comunidades rurales en Consejos Comunitarios (como
164 figuras legislativas), y la obligatoriedad de conservación ambien-
18 Aunque para algunos autores el acogimiento de las leyes por los movimientos es tal a partir de continuación (o rescate) de prácticas tradicionales
problemático en tanto no les permite ampliar sus agendas de trabajo, y los deja en un
alto grado de dependencia ante el Estado (Alvarez, 2000). de producción; además de lo que supone la resaltación de las perso-
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ACCIÓN COLECTIVA Y ETNJCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

nas negras como comunidades étnicas y por ende actores políticos ver también Oslender 1999 y en este documento), esta unidad te-
con posibilidad de participar, desde esta premisa, en calidad de rritorial, en algunos espacios, como el Río Mejicano, no se concreta
sujetos de derecho, con voz y voto, en varias instituciones del Es- en una unidad político-administrativa, no existe una autoridad per
tado (por ejemplo, las Corporaciones Regionales).
se correspondiente al río, ninguna persona o vereda se puede endil-
Decimos que los anteriores hechos descritos permiten vislum- gar la representatividad del río, cada vereda o cada persona es su
brar cambios porque, contrario a lo que se pensarla, la Ley 70 es propia representante y vocera dependiendo de las circunstancias
una normatividad novedosa amparada en la idea de que es el refle- (Rivas, 1999b). Los Consejos Comunitarios por lo general están
jo de la realidad. Esto lo observamos a partir de los siguientes conformados por una cuenca, o en su defecto por varias veredas,
hechos: hecho que cambia los sistemas de autoridad, o que, por el contra-
l. El establecimiento de la titulación colectiva se encuentra rio, puede volver inconsistente o inocua la autoridad del Consejo
amparado en la concepción de que las personas del Pacífico, en su en términos de resolución interna de conflictos (esto es algo a es-
mayoría ocupando los llamados terrenos baldíos del Estado, sin tudiar): por ejemplo, lo que se encontró en Acapa es que, si bien la
títulos de propiedad, han manejado de una forma colectiva y/o figura de los Consejos Comunitarios era eficaz en la representa-
comunitaria sus recursos y sus espacios (?). No obstante lo ante- ción como intermediaria de las comunidades veredales ante las
rior, en un estudio realizado en el río Mejicano, municipio de instituciones (nacionales, departamentales, y municipales), siem-
Tumaco-Pacífico nariñense, se observó que existía un sistema pre y cuando tuviera un buen acompañante o asesoría, esta era una
complejo de manejo de los espacios que implicaba que en algunos representación que estaba fundamentada sobre todo en aspectos
se estableciera un acceso individual-familiar (los lotes o parcelas), políticos, pero no era muy clara su intermediación en problemáti-
en otros comunitario (el monte no apropiado aún por nadie), algu- cas cotidianas presentadas a niveles veredales. Más bien se daban
nos se definian como públicos veredales (los pozos), mientras que una serie de antagonismos con empresarios foráneos, el ente mu-
otros eran considerados privados veredales (las canchas de fútbol) nicipal, instituciones del orden nacional, al igual que con las
(Rivas, 1999b). Aunque, el mismo hecho de que los espacios, a veredas, como medida para el logro de sus reivindicaciones; ade-
pesar de no estar legalizados, hayan sido manejado por los indivi- más, sus principales acciones estaban más al nivel de gestionar
duos de una manera "coherente", controlando internamente los proyectos para las comunidades; de alguna manera estas figuras
conflictos concernientes a la tenencia de la tierra y el acceso a los estaban cumpliendo el papel usualmente desempeñado por los en-
espacios, es lo que finalmente garantizaría el funcionamiento de la tes territoriales municipales o por ONGs.
titulación colectiva.
3. La relación entre ley 70 y medio ambiente se basa en la idea
2. La figura de los Consejos Comunitarios se basa en la idea de de que las comunidades rurales ribereñas han ejercido
que ella responde o se asemeja a un sistema consuetudinario de consuetudinariamente unas prácticas tradicionales de producción,
ejercicio de la autoridad por parte de las comunidades negras rura- que ha permitido la conservación de la biodiversidad. Sin embar-
les del Pacífico: la autoridad por cuenca, aunque en la realidad los go, la historia productiva del Pacífico ha sido la historia de la
Consejos comunitarios pueden estar conformados por 1, 5, 30 ve- convivencia de dos formas de producción contradictorias (y com-
redas, o más, y en una cuenca pueden haber varios Consejos plementarias) entre si: la de la extracción desaforada de los recursos
comunitarios, según distintas circunstancias (ver Oslender 2000). naturales, tanto por grandes capitalistas nacionales o extranjeros,
Pero, si bien en el río se concretan todos los espacios sociales y como por los mismos campesinos que ven como única posibilidad
se convierte en un solo lugar de representación, no sólo porque se de sobrevivencia la tala de los bosques, y la permanencia de unas
concreta como una unidad desde el punto de vista geográfico y practicas productivas "sustentables" basadas en el mantenimiento
social (sus veredas, sus esteros, sus quebradas, todos los indivi- de parcelas o fincas con pluricultivos.
166 duos que lo pueblan), y también se concreta en una unidad desde No obstante, dado que es lo ambiental lo que da salida, desde
el punto de vista histórico en lo que tiene que ver con la conforma- el ámbito estatal, a la Ley 70 lo ambiental pareciera ser la carta a
ción de las poblaciones y asentamientos allí ubicados (Rivas, 1999b, jugar por los consejos para poder darle un quehacer político y prácti-
LEY 70 Y MEDIO A!viBIENI'E ACCIÓN COLECTIVA Y ETNIClDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

co al territorio titulado. Un ejemplo fehaciente de esto es el accionar la potencialización de la Ley 70 y de los títulos colectivos, puesto
de la Acapa; además, los pocos proyectos productivos financiados que, está cuestionando las existentes relaciones de poder basadas
por organismos nacionales e internacionales a este Consejo son en lo socioeconómico (aserradores, palmicheros, camaroneros,
eminentemente ambientalistas, ellos exigen la instauración de unas frente a campesinos, obreros, nativos); está respondiendo a la de-
prácticas productivas sustentables, el minimo o poco uso de quími- manda de seguridad alimentaria; y ha generado procesos de mayor
cos, la no destrucción de los bosques, etc. En ese sentido, todos democratización y reelaboración del concepto de ciudadano, todo
estos discursos y prácticas, relacionados con el medio ambiente, están ello basado en la noción de territorio, cultura y medio ambiente.
modificando las relaciones de las personas con las autoridades loca- Sin embargo, esta visión positiva que hemos presentado del
les, los entes municipales, los empresarios que hacen presencia en Consejo Comunitario Acapa, en tanto a sus gestiones y logros
la zona, al igual que sus relaciones con la naturaleza. institucionales y reivindicativos, desafortunadamente, más que ser
Lo ambiental se convierte, entonces, en medio o en fin, según la regla es la excepción a la regla. En estos momentos, el proceso
el punto de vista. Lo ambiental como un fin para el Estado, lo étnico en Nariño está en progresiva decadencia, hecho que se re-
ambiental como un medio para las comunidades negras. Pero, ¿para fleja desde la casi desaparición de su organización principal
todos?. Los líderes del PCN (Proceso de Comunidades Negras) Palenque (Hoy denominada Secretaria Operativa para la Zona Sur),
tomaron la bandera de lo ambiental; ellos acogieron aquellos dis- hasta el gran debilitamiento de las organizaciones de base, los
cursos ambientales relacionados con las grandes negociaciones: Consejos Comunitarios. Muchas de estas problemáticas tienen que
genética, derechos de autor, germoplasma, etc. (Escobar, 1999). ver con mal manejo de fondos, monopolización del poder y encu-
Por otro lado, en las comunidades rurales, en las organizaciones brimiento de la información.
llamadas de base, el discurso por antonomasia debe darse desde
Un hecho indiscutible es que el fortalecimiento de este Conse-
los ámbitos más cercanos, desde aquellos espacios que en últimas
jo en particular está directamente relacionado con el
son los que contienen las grandes luchas y que sintetizan los obje-
acompañamiento de la Iglesia, no sólo por los recursos que ella
tivos de los negociadores de biodiversidad: los discursos por ende
dispone, información, recursos políticos, económicos, conocimien-
tienen que girar en tomo a la tierra, el territmio, a los espacios
tos jurídicos, sino también por la misma vigilancia que ella hace
vitales y a las formas de producción.
sobre la forma en que se están manejando los recursos. Otra cosa a
En últimas, lo ambiental tiende a convertirse en medio para tomar en cuenta es que, si bien el Consejo Comunitario ha logrado
una legitimación política y territorial a nivel local. No obstante lo erigirse como una institución legitimada a los ojos de los habitan-
anterior, al interior de las organizaciones de base no todos los ac- tes de su área de influencia, esta es un arma de doble filo, pues, el
tores toman el discurso desde una misma linealidad, pues lo que Consejo Comunitario también empieza a ser visto, por los campe-
está de por medio es la sobrevivencia y ella se consigue por el lado sinos, como un ente benefactor más, el cual tiene la obligación de
de la extracción de los recursos, o por el lado de la conservación, resolverle sus problemas; pero eso implica que ellos no se consi-
ambas relacionadas directamente con el medio ambiente, con la deran creadores, constructores y mantenedores de ese ente. De todas
naturaleza, lo que se trata es de sobrevivir. formas, este es un interesante ejemplo sobre la potencialización de
Pero, ¿puede la conservación ambiental hacia el futuro conver- la Ley 70 y los títulos colectivos.
tirse en una alternativa de lucha y de sobrevivencia para los
campesinos negros de la Costa Pacífica Colombiana?; sobre todo
tomando en cuenta que en los territorios del Pacífico hay muchos
intereses de por medio para y sobre la naturaleza que en nada se
acercan a estos paradigmas: guerrilla, narcotráfico, paramilitares,
1 68 agroindustrias, mega proyectos internacionales, etc. 169
Más allá de la relación entre Ley 70 y medio ambiente, hay que
rescatar la importancia de este Consejo como ejemplificación de
Del tiempo cambiado a la titulación colectiva:
Movimiento social y comunidades negras
del alto San Juan
ORlANDO lARAMILW GóMEZ
Antropólogo
Profesor Universidad de Caldas,
Departamento de Antropología y Sociología

•••
Introducción
Es un común decir que si hablarnos de territorio y de población
negra nos tengamos que referir al Chocó. Es posible que así sea
pues el Chocó constituyó durante muchos años, quizá varios si-
glos, una región del país llamada "marginada", es decir por fuera
de la circulación de ciudadanos nacionales y sus mercancías. Por
eso podernos considerar a esa región corno un área cultural por
excelencia de la cultura negra e indígena, las cuales interactuaron
formando un espacio de intercambios y préstamos.
En ocasiones se discute si la cultura "negra" corresponde a una
tradición africana y en tal caso a cuál o cuáles de tantas, hasta el
punto de pretender señalar algunas de ellas corno las antecesoras
directas de los "afrocolombianos" con una tendencia a resolver el
problema de una manera fundamentalista (Wade, 1997b).
Hoy la población chocoana registra algunos rasgos corno pro-
pios de su cultura entre los cuales se destaca su adaptación al medio
ambiente que le ha permitido una óptima conservación de los re-
cursos naturales, una forma de asociación para el trabajo agrícola
y minero, y para la apropiación del territorio, ritos funerarios pro-
pios, expresiones lingüísticas, folklóricas y de alimentación.
Los actuales movimientos sociales giran, ante todo, alrededor
de la titulación del territorio corno consecuencia de la Ley 70 de
1993, aplicación del articulo transitorio 55 de la nueva Constitu-
ción. Podríamos establecer corno punto de referencia dos momen-
tos importantes de la vida social de las comunidades negras del
Chocó en general o del alto San Juan en particular. De la forma
tradicional de organización social, especialmente aquella que se 1 71
da alrededor del trabajo en minga denominado también de la mano
cambiada o del tiempo cambiado a la que se desarrolla hoy a partir
DEL TIEMPO CAMBIADO A LA TITULAOÓN COLECTIVA AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLO:MBJANO

de la titulación colectiva. Obviamente entre las dos media una his- En el presente escrito mostraremos el proceso social y político
toria de cambios y sobresaltos en las condiciones tradicionales de desarrollado en las comunidades del alto San Juan, correspondien-
vida. Quizá el más importante de todos por lo menos para el alto tes al depmtamento del Chocó en el municipio de Tadó y en el
San Juan sea la construcción de la carretera Pereira- Tadó, la cual departamento de Risaralda en el corregimiento de Santa Cecilia,
se abrió finalmente al paso vehicular en 1982, pues tras ella ingre- municipio de Pueblo Rico y en las organizaciones urbanas de
saron todo tipo de buscadores de fortuna como mineros, madereros Pereira y la Virginia. Veremos la ebullición que surge en comuni-
y colonos ambiciosos de grandes haciendas y también cazadores dades rurales y urbanas, así como el diverso estilo en sus propósitos
de fauna silvestre. Junto con ellos vinieron los tenderos y nego- y propuestas de organización que representan el movimiento de
ciantes del amor y la diversión para entretener la "nueva" sociedad. comunidades negras del alto San Juan y el centrooccidente del
La intervención más catastrófica fue sin duda la invasión de minería país. Presentaremos la información agrupada en tres zonas: lo. La
de retroescavadora sus irreparables daños ambientales. Esta abrupta correspondiente a Tadó, seguida por la de Santa Cecilia, para ter-
transformación dejó muchas consecuencias en las comunidades, minar en las organizaciones urbanas de Pereira y la Virginia.
ocasionó desintegración social que condujo además a la ruina a sus
pobladores ante los desastrosos cambios ocurridos, ya sea por las
El Alto San Juan
dificultades ocasionadas para lograr el oro, otrora fruto del sencillo Colombia está bañada por caudalosos y extensos ríos que la
baharequeo, sino también en la desaparición de la pesca por el alto cruzan en todas las direcciones. Uno de ellos es el río San Juan,
grado de contaminación fluvial ocasionada por el mercurio y los que nace en el flanco occidental de la cordillera occidental y des-
efectos negativos sobre la salud por el manejo de aguas detenidas en emboca en las Bocas del San Juan en el océano Pacífico. Sus fuentes
pozos dejados por la remoción sin contemplación de suelos, propi- que le dan origen provienen al norte de las estribaciones del cerro
cios para criaderos de zancudos favorecederos del paludismo. Po- Caramanta (3.900 mts sobre el nivel del mar) y del cerro Tatamá al
dríamos sintetizar las nuevas condiciones de la vida social como sur (4.200 mts s.n.m.), cubiertos de bosques nativos y de abundan-
resultado de la metalización del intercambio económico. La intro- te flora y fauna silvestres.
ducción del jornal minero conllevó la desintegración de la minga y El alto San Juan está poblado por los embera chamí y embera
con ella del "tiempo cambiado" y de la seguridad alimentaria. catíos y por pobladores negros, principalmente. En la parte alta de
El pueblo chocoano ha sido arrastrado por el capitalismo sal- sus afluentes se ubican los municipios de Pueblo Rico y Mistrató
vaje a una condición de humillación y desintegración ante la mirada con sus correspondientes cabeceras municipales y los
inerme de un agente externo que ha impuesto su "ley" con el res- corregimientos de Santa Cecilia, Villa Claret y San Antonio del
paldo de la única y válida Ley de un Estado "colonialista". El Chamí, resultado de la colonización "paisa" pues no es sólo
movimiento social que condujo a la redacción de una nueva cons- antioqueña sino también caldense y risaraldense.
titución política para la nación, milagrosamente, le otorgó nuevas En la parte correspondiente al departamento de Risaralda, la
condiciones jurídicas a la realidad multicultural y pluriétnica del cuenca del alto San Juan tiene una extensión de 1.200 kms2 y una
país, propiciando la redención del tratamiento de inferioridad dado población de 22.000 habitantes distribuidos en un 40% de emberas,
a los grupos étnicos de indígenas y negros, reconociendo sus ca- un 10% de negros y un 50% de mestizos. La zona hace parte del
racterísticas culturales y '1egalizando" su apropiación del territorio. Chocó biogeográfico caracterizado por su "altísimo valor biológi-
Las nuevas normas (Artículo 55 transitorio, Ley 70 de 1993, De- co debido a la gran cantidad de especies propias de esta región, las
creto 2284 de 1995, Decreto 1745 de 1995, entre otras) han condiciones de pluviosidad, temperatura, pendientes, suelos, alta
impulsado por parte de líderes que venían actuando en juntas de diversidad biológica y a su vez una altí~ima fragilidad" (Giralda et
acción comunal y asociaciones campesinas la creación de conse- al., s/f.a: 3)
172 jos comunitarios para gestar la titulación del territorio tradicional La población mestiza se ubica principalmente en la margen iz-
que permita el control de sus recursos y favorezca el desarrollo quierda del alto río San Juan. Las etnias indígenas y negra ocupan
social y económico. la margen derecha del río San Juan. En las primeras décadas del
AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
DEL 11EMPO CAMBIADO A LA TITULACIÓN COLECTIVA

siglo XX ya se habían constituido los poblados de Pueblo Rico El arribo de la población negra al alto San Juan risaraldense es
Mistrató y san Antonio del Chamí desde donde se promovían la~ relativamente reciente, se remonta a las dos últimas décadas del
avanzadas de la colonización. La construcción del camino nacio- siglo diecinueve y se produjo aguas arriba "abriendo montaña".
nal del Chocó con el trabajo de los presos de la cárcel ubicada Los asentamientos negros en el alto San Juan responden al es-
unos kilómetros de Pueblo Rico, atrajo trabajadores y migrantes. tilo de poblamiento de las comunidades negras del Chocó, de
La mayor oleada se presentó desde los años cincuenta a lado y permanente movilidad en una cadena migratoria, "vienen de un
lado de la carretera que comunica con Tadó la cual terminó de ser lugar y parten a otro" (García, 1996: 142), ya sean playas, pueblos
abierta en forma de trocha rudimentaria hacia 197 5. o ciudades, siguiendo el modelo creado para el Chocó por Jacques
Hoy, el Diagnóstico Ambiental de comunidades negras de la Aprile-Gniset, "la colonización no se da de forma masiva sino por
Carder (Corporación Autónoma Regional de Risaralda) señala que migraciones de bajo volumen" (1992: 259), y cuyas característi-
el área de población mestiza es de 60.000 hectáreas subdividas en cas, dice Lina M. García se ajustan para el análisis del proceso
un 34% cubiertas de bosques con alto grado de intervención, el ocurrido en el alto San Juan (1996: 139-141).
31% está dedicado al monocultivo de la caña panelera y el 35% "El sistema de aprovechamiento del medio y de distribución
restante a pastos (Giraldo et al., sif.a.: 6) de la tierra regido por las reglas de parentesco con filiación de tipo
. La población negra se desplazó aguas arriba del río San Juan, bilateral, es un sistema que se adapta a las condiciones de territo-
qmzá desde la insurrección de los negros esclavos de las minas de rios restringidos, por ser la tierra un recurso que se agota a cierto
Tadó en 1728. Los españoles siguiendo a los fugados fundaron plazo, dependiendo del crecimiento demográfico y de las limitantes
asentamientos inestables corno Burubatá, el Carrnelo, Murnbú, del espacio que pueden ser de tipo físico (agotamiento de los sue-
Jamarraya. Posteriormente hubo otras fundaciones corno San Juan los) que crean el crecimiento y expansión al encontrarse con los
(en 1854), más al occidente se fundó Cinto, favorecido por su ubi- límites de territorios de otros grupos corno sucede en este caso"
cación en el canrino nacional del Chocó, al cual rebautizaron como (García, 1996: 142-143).
Santa Cecilia en 1924. Las comunidades indígenas ocupan en el alto San Juan
En el corregimiento de Santa Cecilia viven unas 2.500 perso- risaraldense un área de unas 38.000 has. En 1995 el Incora unificó
nas de la etnia negra, de los cuales 1.100 corresponden a la cabecera los dos resguardos de la zona, el uno ubicado en la margen dere-
El territorio tiene unas 1O. 000 hectáreas de las cuales el 40% está cha del río San Juan, con una extensión de 17.700 has. y el segundo
cubierto de bosques; el 28% de policultivos tradicionales de en la margen izquierda del mismo río con 7.596 ha. (Giraldo et al.,
chontaduro, primitivo, cacao, yuca y borojó; el 12% en pastos; el sif.a.: 6).
17% en rastrojo y el3% en cultivos tecnificados (Giraldo et al., si Por eso la apropiación del territorio y el patrón de poblamiento
f.a.: 6). ha sido de gran movilidad respondiendo a las características del
El proceso de poblamiento del alto San Juan y del río Agüita se suelo, principios de organización social, las modificaciones que
realizó reproduciendo el modelo cultural de los pobladores sufren a causa del cerco que mestizos y en alguna medida también
chocoanos, siguiendo las terrazas aluviales auríferas en especial los negros, así corno a programas de entidades oficiales y curas,
de los ríos San Juan y Agüita, ajustando con técnicas agrícolas que afectan a su vez los recursos naturales y sus formas de organi-
aprendidas de los indígenas. "Es importante ver la relación del zación. Así frente al poblamiento disperso se promueve su
negro con el río corno referente para su patrón de poblamiento nuclearización lo cual afecta al medio ambiente y el acceso a los
teniendo en cuenta que tradicionalmente se han ubicado desde el recursos naturales (Giraldo et al., 1995: 73). Los cambios ocurri-
río hasta el filo, implicando diferentes formas de uso. El río eco- dos conducen a una restricción de su movilidad y a una presión
174 territorial que afecta la organización social y política, así corno a 175
nómicamente es importante porque allí se pesca y además se
práctica el babarequeo durante casi todo el año" (Giraldo et al., si la apropiación del territorio y sus recursos. Es importante tener en
f.a.: 20). cuenta esta situación para entender los roces y dificultades que
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
ÜEL TIEMPO CAMBIADO A LA TITULACIÓN COLECTIVA .. ~~00&1)1000000

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chos se dan no sólo con quienes se vive cotidianamente sino tam-


ocurren en relación especialmente con las comunidades negras y bién con aquellos con quienes se da algún tipo de intercambio ritual
su dinámica derivada de la Ley 70. económico, aunque no residan en el mismo lugar, quienes se
0
La similitud en la relación con el territorio por parte de ambas deben hacer presente en el caso de muerte o en temporadas de fin
etnias genera posibles disputas en la titulación del mismo, en es- de año o semana santa.
pecial cuando se trata de bosques o de tierras de bosques y cultivos La unidad social máxima es el grupo de parientes o parentela,
o porque ocasiona mayor presión sobre los recursos, o largos des- en el que hay que incluir a las personas aún no presentes pero que
plazamientos en su búsqueda, por lo que se producen una constante hacen parte de la red de parientes, cosa que cuenta a la hora de
segme~t~ción de los grupos en busca de nuevos suelos y bosques hacer censos, o de asistir al novenario del fallecido, y de esto modo
para aliv1ar las nvahdades de su estructura social y política y para demostrar algún vínculo de consanguinidad o afinidad con el di-
garantizar la sobrevivencia. funto. No interesa que la red se establezca alrededor del fundador
Contiguo al Alto San Juan risaraldense está el municipio del asentamiento, sino los lazos de consanguinidad o afinidad, la
chocoano de Tadó, en el que se encuentra la mayoría del territorio vecindad y la movilidad espacial de quienes activan sus relacio-
de las organizaciones negras, sujetos de este artículo cuyas carac- nes. De aquí que sea tan significativo el número de personas que
terísticas geográficas y sociales son muy similares al área se han ido a establecer a otros ríos y playas como el número de
risaraldense descrita anteriormente. personas que procedentes de otros ríos se han unido en matrimo-
Ubicado en el centro oriente del Chocó, su fundación se atribu- nio con personas del lugar. En principio el padre o dueño de la
ye a una comunidad de religiosos franciscanos y también a tierra la hereda a todos los hijos por igual, pero no todos permane-
Francisco de Perea y López en el año de 1715. Su área municipal cen, algunos se van a la tierra de su cónyuge o como asalariados a
es de unos 1.013 kms2 y su cabecera está ubicada a una distancia pueblos o ciudades. En este caso los hermanos que se quedan acti-
de 66 kms de Quibdó. Según el censo de 1993 tiene una población van sus derechos sobre la totalidad de la propiedad.
de 6.932 habitantes en la cabecera y 12.124 en el sector rural. De este modo, la parentela se divide en dos segmentos: los
Hacen parte del m~nicipio los corregimientos de Cértegui, localizados y los dispersos, los primeros conforman grupos do-
Guarato, Ibordo, Tadoclto, La Ye y las inspecciones de policía de mésticos que comparten una vecindad, ya sea una playa de un río
Altochato, Betania, Carmelo, Corcovado, El Tabor, El Tapón, Las o sectores de una ciudad como La Virginia o Pereira; los dispersos
A~imas, Manungará, Mumbú, Playa de Oro, Profundó y Quiadó, se mantienen en contacto por el intercambio económico. En este
as1ento de los consejos comunitarios locales correspondiente al marco de relaciones se dio el poblamiento del alto San Juan, siem-
área de influencia de Asocasan la cual se divide en cuatro zonas. pre a partir de la ocupación de tierras despobladas a donde iban
Tiene tres resguardos indígenas, Tarena con un área de 4.888 has y llegando, desde sus sitios de origen, familiares o conocidos.
una población de 207 indígenas emberá, Mondó Mondocito con Un asentamiento está constituido desde el río hacia la monta-
un área de 1.232 ha. y una población de 169 indígenas Emberá y el ña, por lo que las playas sin "abrir" pueden ser ocupadas por los
de Bochoromá Bochoromacito con un área de 526 ha. y una pobla- nuevos pobladores. La preocupación por establecer límites legales
ción de 78 indígenas emberá se da cuando aparece la presión sobre la tierra o con la llegada de
colonos "paisas" quienes se proponen comprar tierras imponiendo
Organización social y territorialidad en las comunidades negras una nueva relación con el territorio. De lo contrario puede decirse
Si se toma como base la tesis de Lina García, "Pobladores Ne- que los límites se establecen cuando la expansión de los descen-
gros del Agüita y el alto San Juan; relaciones sociales y territorio" dientes de un fundador se encuentran con la expansión de los
(Universidad Nacional, 1996: 44-65), los pobladores negros cuen- descendientes del vecino, en el cual los ríos vienen a ser el refe-
tan con un sistema de filiación cognático, se reconoce tanto la red rente territorial básico. Los tratos se hacen "de boca" y los negocios 177
176 de parientes del padre como de la madre, lo que permite distintas se le comunican a los vecinos y parientes, por lo que todo el mun-
posibilidades de acceso a la tierra tanto en un entorno restringido do está enterado de la trayectoria de los predios familiares, así se
como de migrar a otros lugares. Además los vínculos más estre-
DEL TIEMPO CAMBIADO A LA TITULACIÓN COLECTIVA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
ooooooeoooooo

trate de ?egocios.entre hermanos. La mayoría de los predios care- igual entre todos, reconociéndole una parte adici?nal ~1 dueño del
cen de tltnlos y s1 los hay son sobre baldíos de la nación. terreno. A esta tradición se enfrenta la explotacwn nnnera capi!a-
La importancia de las relaciones de parentesco corno eje sobre lista de quien ha recibido del Estado el "don" de explotar el "baldío"
las que se artiCula~ todos los demás aspectos son la base para en- nacional a cambio de nada. La nueva forma de contratación intro-
tender la temtonahdad y la fuerza de las relaciones de parentesco dujo una relación comercial en el trabajo que fue rnata~do la
que. transnnte la cultura y que dan un sentido de pertenencia al práctica del tiempo o mano cambiada con sus consecuencias de
conJunto social. La territorialidad es una construcción cultnral que desintegración en la organización social.
se compone de realidades espaciales tangibles y de los significa- Los procesos de cambio
dos que e.stas unidades _adquieren, involucrando espacios que son William Villa señala corno causas fundamentales de la trans-
desconoCidos pero posibles. Es así corno la "mentalidad territo-
formación de la vida social en el Pacífico la Ley 2 de 1959 que
rial" es ~esultado ~e.una co~struc.~ión compleja en la que se integra declara baldíos las tierras de uso consuetudinario de los negros, y
la conciencia histonca, la s1tuacwn actual con respecto a la tierra
"de este modo, abre las puertas para que los empresarios de la
Y la eventnal necesidad de migrar hacia sitios que son desconoci-
madera apropien los territorios, expulsen a sus ancestrales mora-
dos pero que resultan "posibles" en tanto que han sido incorporados
dores y se inicie la historia de la destrucción de los bosques
por los parientes.
inundables" (1998: 436-437). Posteriormente alas motosierras lle-
Otras investigaciones anteriores de la costa pacífica, corno las gan los campesinos que instalan plantaciones de banano y ganado,
de Norrnan Whitten (1992) y Nina de Friedernann y Norrnan le siguen los mineros con sus dragas, factores todos que v1enen a
Wbitten (1974) muestran esta compleja realidad. incidir negativamente en las comunidades negras e indígenas del
El Tiempo Cambiado alto San Juan .
. , La organizació~ social se ve reflejada no sólo en la apropia- Los mineros llegaron con sus licencias a explotar cualquier área
cwn del temtono srno ~n la organización del trabajo en lo que se que cayera bajo los baldíos, así fueran pueblos, calles o viviendas
ha llam~do convites o nnngas. Estos funcionan especialmente para y a imponer sus intereses a las buenas o a las malas, ya sea adqUI-
el trabaJo agrícola, pero también tienen lugar, a su modo, en el riendo las tierras o demás elementos al precio que quisieran pagar
mmero o en tareas comunitarias como caminos, etc. Estos convi- o de lo contrario azuzando a sus asesinos a sueldo. La contratación
tes o mingas dad? el carácter que tiene la participación en el trabajo de peones con un jornal diario rompió la tradición minera; el pa-
colectivo, tamb1en se les llama de la mano cambiada o del tiempo trón ahora recoge la producción aurífera en su totalidad para sí y
cambmdo. En efecto la persona que recibe la colaboración de otra no tiene que distribuir absolutamente nada, sólo pagar jornales.
debe, a su vez, entregar la suya a aquélla. Entre las ventajas de est~ De esta manera se mercantiliza el trabajo y las condiciones de la
s1sterna está el d~ asegurar la .suficiente producción agrícola que vida económica, desapareciendo el trueque y acentuando las difi-
garantice la subs1stencm fannhar. Estos convites pueden darse en- cultades de la subsistencia, pues el negro minero "derrocha" el
tre familiares, vecinos o amigos y garantizan "mano de obra" en dinero que recibe, habituado corno está al sustento diario, no tiene
una zona donde la circulación del dinero es tan escasa. Por eso ningún interés en hacer ahorros o en programar gastos semanales,
mismo la extinción de esta práctica ha empobrecido más a los carn- quincenales o mensuales, pues su vida económica ha estado deter-
?esinos pu~s no. cuentan con recursos monetarios para pagar minada por la autosubsistencia y su idea de riqueza no trasciende
]~males, ex¡gencm que se ha ido extendiendo lo que aumenta las la del fruto diario del pancoger, o, a lo mejor, su riqueza ha estado
dificultades de producción agrícola y, por ende, de alimentación. en la sabiduría que le ha permitido el manejo de los recursos
En el trabajo minero el convite demostraba más la bondad del naturales.
mismo. Quien considera que posee una mina en su tierra invita a Las labores culturales utilizadas por los negros en sus parcelas 179
un número determinado de personas a explotarla, los ~astos se o chagras, son muy diferentes a las practicadas por los mestizos,
descuentan del producto final y las ganancias se distribuyen por quienes aplican la tala total, quema, desyerbe con azadón y rno-
ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFTCO COLOMBIANO
DEL TIEMPO CAMBIADO A LA TITULACIÓN COLECTIVA o • o • • • 0 • o • • o •

(pólvora, rifas, comida) atraían a los vecinos ofreciéndoles esta


nocultivo, mientras los negros utilizan la entresaca y mezcla de va-
vida y la otra, distrayéndolos de las metas y de los procesos de
rios cultivos, limpia con machete o rosería. (Giralda et al., s/f.b: 30)
organización comunitaria.
Formas de asociación En 1987 se inicia la Unión Campesina del alto San Juan en la
En cuanto a organizaciones de comunidades negras~ tradicio- vereda del Tapón y contó con representantes de las veredas de
nalmente se conforman las mingas o convites. Otras formas son Angostura, Corcovado, Guarato, Playa de Oro, Carmelo, Tabor,
las juntas de acción comunal creadas desde la década de los sesen- Mumbú y Santa Cecilia, destacándose como líder Baldovino Ma-
ta que respondían más al sistema político clientelista y gamonalista. chado, vecino de Mumbú y quien con apoyo del entonces naciente
Actualmente funcionan en todas las veredas y tienen una directiva movimiento Cimarrón con cuadros de Pereira y Tadó dio comien-
conformada por siete miembros. Esta fonna de organización deja zo a la organización constituyéndose en la cuarta en la historia de
de funcwnar o se desintegra fácilmente por falta de liderazgo, de este tipo en el Pacífico. La prinaera había sido la Asociación Cam-
unión, de participación o por falta de recursos y apoyo de las insti- pesina Integral del Medio Atrato, Acia, fundada el 20 de enero de
tucwnes. Otras formas son la asociación de padres de faroilia, de 1983, promovida por el equipo pastoral y cuyos objetivos son el
madres comunitarias, de cacaoteros, etc . desarrollo campesino y el derecho a la qplotación de los recursos
Las primeras formas de asociación de carácter político surgie- naturales. Le siguió la Organización campesina del Bajo Atrato,
ron con las juntas de acción comunal que por lo general se formaban fundada en 1984 promovida por el pánoco y un médico cuyo ob-
e!' todas las veredas. Esta práctica explica en parte el origen de jetivo principal es el desarrollo campesino. En tercer lugar fue
lideres campesmos que le otorgaron especial impulso a las formas fundada la Federación de productores agropecuarios del bajo Atrato,
de organización, por medio de la movilización de sus comunida- Fepria, promovida por el convenio Diar/Codechocó/Holanda para
des en la búsqueda de recursos para solucionar sus principales el desarrollo productivo campesino. Este proceso se da porque
necesidades materiales. "hacia 1985 las comunidades del medio Atrato realizan la tarea de
Estos líderes se pueden caracterizar de dos tipos, unos más in- delimitar sus territorios, de regular al interior de ellos la explota-
tegr~dos a los políticos tradicionales, especialmente liberales, que ción de los recursos y de poner diques a la presencia de personas y
veman a ser parte de la maquinaria electoral y clientelista empresas( ... ) Este proceso es la afirmación de la propiedad colec-
tiva a la vez que es poner límites, mojones, marcas que no habían
"do~de las clientelas políticas se articulan con los múltiples lazos sido necesarias hacia el pasado. Una nueva forma de propiedad se
faunhares y la pertenencia a espacios geográficos detenninados. inaugura en el Pacífico, donde lo colectivo como territorio sin
El chentelismo capta los elementos de autoridad y poder prove- límites transita hacia el territorio que se define en un mapa y
mentes de la .frumha extensa y los troncos familiares que caracterizan en el que se puede hacer un censo de propietarios" (Villa, 1998:
a las comumdades negras del Pacífico asegurando un cierto víncu-
lo er;tre las zonas de la región y los centros de decisión del país. A 438-439).
traves de e~tas aTticulacwnes crrculan y se cambian votos y favores Posteriormente a las organizaciones del Chocó siguieron las
y se negocmn los presupuestos para los programas sociales y esta- del Pacífico sur, la Junta prodefensa del río Patía (1988), la Coo-
tale_..s: En el Pacífico como en muchas otras partes del país, el grupo perativa multiactiva agropecuaria del Pacífico, Coagropacífico
pohtlco e~ de un jefe local quien impone internamente· decisiones (Nov 5 de 1989), el Movimiento de agricultores progresistas de
de todo ttpo y a todos los niveles. Los gamonales locales hacen Tumaco (Die 9/89), la Organización del río Mira (Marzo 10/90).
parte a su vez de redes mayores donde existen jefes superiores"
(Escobar, 1999: 190) El propósito de la Unión Campesina del alto San Juan, era el de
luchar por el bienestar y desarrollo de las comunidades pues el
A otros líderes la experiencia política no les había dejado más
gobierno no hacía nada por ellas. La organización permitía recla-
que engaños y desengaños de los politiqueros de turno que ya de 181
mar por sus derechos y necesidades de manera colectiva en las
180 manera más que suficiente habían demostrado que ante todo les
instancias oficiales locales (alcaldes), regionales o departamenta-
pr,eocupaba ,el interés personal y de sus más próximos allegados. les. Muchas veces para obtener sus objetivos como escuelas, puestos
Solo aparec1an en momentos electorales cuando de manera festiva
DEL TIEMPO CAMBIADO A LA TITULACIÓN COLECTIVA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICJDAD EN EL PACÍFTCO COLOMBIANO
o • • • • • (il • • • • • é

de salud, toda la comunidad adquiría compromisos en campañas do principalmente a raíz de la construcción de la carretera en los
electorales, decididos por mayoría simple en asamblea general para años 80 ante la debilidad de las comumdades para enfrentar esta
estudiar el caso y conocer la opinión de toda la comunidad una situación.
vez conocidos todos los candidatos, con la esperanza de acert~ en La Ley 70 viene a darle peso jurídico a la lucha de la organiza-
la obtención del objetivo propuesto. ción que en ese momento era una simple Ong. con p~rs<:nería
. Esta primera experiencia organizativa entusiasmó a los líderes ·urídica transformándose en una organización etmcotemtonal. El
j ' . d
qUienes en 1990 buscaron extender la cobertura de la asociación territorio es la base de sus reclamos culturales que veman swn o
con el objetivo de beneficiar las comunidades vecinas, ampliando rotos con la colonización.
su ac_c!onar a Tad~cito, Chato, esto es, las zonas 3 y 4 de la actual En estas condiciones Asocasan se convierte de hecho en un
diviSion orgamzatlva. Baldovino fue reemplazado por Aristarco consejo comunitario mayor dejando el carácter de asociación can:-
Mosquera, y se pasó a llamar Asociación campesina del alto San pesina. Esta modalidad de consejo comumtan~ mayor se vema
Juan, Asocasan. En Asocasan había iniciahnente juntas de acción dando en otras organizaciones del Chocó, el pnmero en hacerlo
comunal, juntas de padres de familia, hogares de bienestar y unos fue el de Acia, luego siguió el de Baudó y posteriormente Acadesan.
eqUipos que llamaban comités operativos, que después serían los Vino la discusión ante la normatividad.del decreto 1745 dell2 de
co?sejos comunitarios. De esta manera "la familia y el parentesco octubre de 1995, el cual habla de consejos comunitarios locales,
dqan de ser el referente determinante en la interacción" (Villa no de los mayores, sin embargo éstos adquieren vigencia por cuanto
1998: 439) de la vida social. ' el mismo decreto admite que los consejos locales se pueden dar su
La Ley 711 y la titulación colectiva propio reglamento, el cual se puede hacer en cada comumdad o
Como consecuencia del articulo 55 transitorio de la Constitu- uniendo varias, en igual forma como lo establece la Ley 388 del
ción política y de la Ley 70 de 1993 se le da una nueva dinámica al Plan de Ordenamiento Territorial.
proceso organizativo de las comunidades negras, más aún cuando Una vez creados los 17 consejos comunitarios en asamblea
las nusmas, como Asocasan, participaron en la discusión. En pri- general se aceptó la constitución del Consejo Mayor par~ mante-
mer lugar se ve la necesidad de constituir consejos comunitarios ner y continuar el trabajo de diez años y para, avalar la sohc1tud de
locales, Asocasan se convierte en el motor de la creación de Jos titulación colectiva pues resultaba antlecononuc~ para el nusm?
mismos en todas las comunidades, sin contar con recursos exter- gobierno atender la solicitud de titulación colectiva por comum-
nos, sólo con las pequeñas contribuciones de las pocas personas dad. Además la experiencia de Acia había demostrado las bondades
de buena voluntad y del bolsillo de los mismos activistas, traba- de realizar un proceso de titulación cobijando la soliCitud de va-
Jando sin horario ni día libre. En total se forman 17 consejos rios consejos comuuitarios pues además de la economía del proceso
comumtanos. Este proceso estuvo encaminado a desarrollar la pro- facilitaba el manejo del mismo territorio.
puesta de titulación colectiva y poder presentar una sola para todo Para lograr la aprobación de una propuesta de reglamento in-
el territorio de unas 112.000 has que conforma el área fUlal del temo se requirió la realización de diez talleres para conocer la
municipio de Tadó y el corregimiento de Santa Cecilia. Esta tarea voluntad de la gente. Con este fin se organizaron grupos de trabajo
les exigió recorrer toda el área durante ocho meses, realizando para determinar aspectos como número de integrantes del con~ej?
ta~leres y c~nsando a todos sus pobladores. Este proceso le perrni- mayor, forma de elección y normas de funcwnanuento. Se dec1d10
tlo a los nuembros de Asocasan lograr aceptación y credibilidad que el número apropiado de miembros era de nueve los cuales
por p~ute de las comunidades visitadas y un gran poder de convo- debían ser elegidos de la siguiente manera, uno por ~ona esto es
catona en la zona que les ha dado crédito ante las autoridades cuatro y los restantes cinco los elige la asamblea sm Importar de
municipales que se proponen cumplir tareas con la población rural que zona provengan por períodos de tres años con una sola reelec-
182 como la carnetización para el sistema de salud u otras. 183
ción y se acordó la elección de un solo represent:mte legal para
El principal propósito de Asocasan es luchar por un territorio que el mismo se apersonara del proceso de tltulacwn del temtono
frente a la colonización y el saqueo de los recursos naturales ocurri- de Jos consejos locales. Aristarco Mosquera fue eleg1do en esta
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función el 28 de febrero de 1999 en una asamblea de delegatarios Para adelantar este proceso organizati vo y de titulación
de todas las juntas de los consejos locales ante funcionarios del Asocasan contó especialmente con el apoyo del movimiento Ci-
Incora, el Ministerio del Medio Ambiente, la Personería y Conce- marrón de Tadó y con otras organizaciones del Chocó como
jales municipales, por un periodo de tres años para que represente Acadesan, Opoca, Acia y la Ong Cerpa; y con Cecab elaborando
a todos los consejos locales en la gestión de políticas de desarrollo una propuesta conjunta entre Asocasan y el consejo de Santa Ce-
ajustadas al reglamento intemo. El acta respectiva fue llevada a la cilia.
alcaldía para obtener la resolución de elección del representante La movilización de los consejos mayores por la titulación co-
legal, en la que además se reconoce al consejo comunitario mayor lectiva obedeció al hecho de que de las 4.100.000 ha. que es la
como aglutinador de los consejos locales. extensión del departamento del Chocó, 1.500.000 se le habían ti-
La ejecución de los proyectos que gestione el consejo mayor y tulado desde los años setenta a unos 30.000 indígenas, además que
su representante legal requiere del aval y la aprobación de cada se prevén por ejemplo en el Decreto 1745 la asignación de nuevos
consejo comunitario y sólo aquéllos que lo aprueben podrán desa- territorios destinados a actividades nómadas o seminómadas ya
rrollar en sus comunidades las tareas acordadas. La gestión uo sea para la recolección o para el simple tránsito. Esta situación
requiere de la aprobación colectiva, pero en cambio si lo exige la creada por la extensión de los resguardos y la previsión de nuevas
ejecución pues el Decreto 1745 consagra que los consejos son au- áreas para su ampliación, aunque es una política que responde a la
tónomos en sus territorios. El respeto de esta norma no impide la definición del territorio cultural del que hablamos antes, lesiona la
independencia en la gestión y así, a pesar de las diferencias en la condición territorial de las comunidades negras Y como define
investigación de la realidad de las diversas comunidades, no se Villa vienen a ser reducidos a "colonos" en su propia y ancestral
pierden oportunidades por igual al presentarse propuestas conjun- tierra, generando una situación de conflicto en donde "los grupos
tas. Claro está que también se pueden gestionar proyectos pequeños negros que habían compartido el territmio con las poblaciones in-
de ejecución intema, en este sentido el consejo local tiene autono- dígenas, que habían descubierto formas de interacción no violenta,
mía de hacer lo que quiera sin intervenir el consejo mayor -aunque y que habían trazado fronteras imaginarias y móviles en el uso del
vigilante- siempre y cuando no vaya en contra del reglamento. territorio" (1998: 439), se encuentran constreñidos y limitados en
De esta manera las organizaciones pioneras no se han liquida- su dinámica poblacional.
do sino que por el contrario su accionar se ve reforzado por la Ley, A lo cual es necesario añadir la política de Parques Nacionales
fortaleciendo el reconocimiento de que han gozado. Mientras este que busca mantener el dominio territorial por parte del Estado
texto se escribe, se está a la espera de que en la asamblea general ampliando el mismo con las áreas de amortiguación, lo que limita
de febrero del 2000, se liquide la asociación campesina y sus esta- la movilidad de las comunidades negras, como si fueran las princi-
tutos y Asocasan sea asimilada al consejo mayor el cual deberá pales causantes del ecocidio y no hábiles usuarias que siempre han
regirse por el reglamento intemo. La nueva personería jurídica anula sido de los recursos naturales. En vez de ver el problema de mane-
la antigua resolución y el representante legal se reconoce como ra integral en el cual la titulación sea considerada como un
persona jurídica. mecanismo de conservación que garantiza el adecuado manejo de
En el caso de comunidades locales que decidan quedar por fue- los recursos por parte de las comunidades y no promoviendo su
ra de la titulación colectiva, como ocurre en Santa Cecilia, estas desplazamiento como ocurrió en el caso del Parque de los Catíos.
tampoco harán parte del consejo mayor, sino que dependerán de El Incora ha adelantado una política que ha desfavorecido los
su propio consejo local, vereda! o de subcuenca. Para que el con- territorios de comunidades negras titulando fincas de éstos a los
sejo mayor tenga poder de decisión sobre el territorio global se indígenas o cometiendo "el error de "intercalar a indio con negro",
184 requiere de la asamblea general de los consejos locales. En este por lo que se han creado rupturas en el territorio para unos y otros" 185
sentido se puede señalar que el Decreto 1745 se quedó corto en como en Santa Cecilia (García, 1996: 168). Esta situación se pro-
reglamentar la interrelación de los consejos locales. dujo de dos maneras: en la parte baja del alto San Juan porque hay
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comunidades indígenas que se autodenominan de desplazados en Je permitió dar a conocer la smiedad de su organización. Por eso
busca de tierra, así se creó el resguardo de Peñas del Olvido. o mismo el actual alcalde de Tadó, los ha llamado a participar en
también por resultado del interés personal de algún indígena en una tareas sociales y en los planes de desarrollo municipal y ordena-
fÜICa de su agrado por su estado productivo, quien solicita a su pro- miento territorial.
pietano se le ofrezca al Incora para que éste la adquiera y le sea La Agenda Pacífico 21, proyecto de planeación socio-ambien-
entregada posteriormente. De esta manera obtiene el beneficio de tal coordinado por el Instituto de Investigaciones Ambientales del
una finca "levantada" generando conflictos y rupturas entre aruigos. Pacífico (IIAP), busca crear su propio modelo de desarrollo para
También con el Incora ha existido contrariedad sobre el crite- los próximos veinte años con la participación de universidades,
rio de posesión de la tierra, pues mientras los negros consideran Ongs, instituciones, corporaciones y comunidades negras e indí-
que a pesar de que emigren por muchos años (20 o 30), cuando genas. La socialización con comunidades negras e indígenas le
regresan pueden recuperar sus terrenos, no piensa lo mismo el dará un peso específico a éstas, optando por el modelo del
Incora para quien después de 2 o 3 años se pierden los derechos. etnodesarrollo, a partir del conocimiento que de los recursos de la
Esperan que con la titulación colectiva se delimite definitivamen- región logró la investigación de Biopacífico. También se tendrán
te los territorios y no continúen siendo constreñidos por las en cuenta los planes de desarrollo elabor~dos por los consejos co-
demandas de los indígenas. En zonas donde el intercambio es ma- munitarios a los cuales siempre se les deberá consultar, así sea por
yor, como en Santa Cecilia se pueden presentar fuertes diferencias parte del gobierno nacional o departamental para que avalen cual-
en la relación indígenas-negros. Así muchas veces en los poblados quier agenda de desarrollo, los cuales deben ser coherentes con los
se pueden advertir actitudes peyorativas de éstos hacia aquéllos, planes de desarrollo de los municipios y los de éstos con las orga-
por ejemplo el cura párroco de Santa Cecilia se refiere a raciona- nizaciones.
les hablando de los negros. Asocasan se define como lllla organización campesina de base;
La relación de Asocasan y la diócesis de Istmina-Tadó ha sido su ideología se caracteriza no tanto por criticar la acción del Esta-
buena aunque aquí la iglesia no tuvo la influencia como motor de do sino que tiene el propósito de integrarse con las instituciones y
la organización que si tuvo en el Atrato con Acia, o en la costa de proceso de muchas organizaciones. Les interesa la sociabilidad
Nariño con Acapa. La iniciativa en Asocasan ha sido de las pro- respetando su autonomía y dinámica sin ir en uingún momento en
pias comumdades aunque la diócesis les ha ofrecido apoyo y les detrimento de la comunidad, les mteresa trabajar sin generar con-
ha dado un lugar en el consejo dírectivo de política social de la flictos, antes bien evitándolos. No quiere compartir la idea de
díócesis, así como cursos de capacitación. Asocasan ha aceptado mantener un constante enfrentamiento institución vs. organización
la participación en dicho consejo pero reclama el respeto por la sino que busca una interrelación apuntando al mejoramiento de
autonomía de la organización para impedir que se inmiscuyan en sus condiciones por medio de la investigación, la capacitación y la
sus decisiones internas. producción. De esta manera definieron en conjunto con el IIAP un
Santa Cecilia, en cambio, ha sufrido una mayor agresión por cronograma de actividades entre 1999 y el 2003 en el cual se pro-
parte del papel aculturador de la iglesia, aquí el proceso organizativo ponen caracterizar los sistemas productivos en el alto San Juan,
se fue dando en la medida que los negros se liberaban del control definir alternativas de alimentación de cerdos y aves criollas; esta-
parroquial y su política "antidíabólica". blecer un paquete agroecológico para el cultivo de plátano, ñame
Asocasan se declara neutral en política. Aristarco Mosquera, y chontaduro en terrazas y lomas; realizar una propuesta de mane-
su representante legal, fue concejal mdependíente en Tadó elegido jo sostenible de especies nativas de peces y un inventario
por 350 votos de los miembros de la organización. Su experiencia hidrobiológico de algunas especies en quebradas del alto San Juan.
en el concejo estuvo enmarcada en una lucha con politiqueros que Finalniente se proponen elaborar un documento sobre experien-
no tienen más que intereses personales y para quienes lo comuni- cias de cultivos de azoteas. 187
tario no cuenta por lo que no quiso repetir la experiencia. El Pero como el lema de Asocasan es TIERRA, IDENTIDAD Y
resultado de su permanencia en el Concejo fue muy positivo pues CULTURA, no descuidan los demás aspectos que permitan apo-
DEL TIEIVlPO CAMBIADO A LA TITUlACIÓN COLECTIVA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNTCTDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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yar su cultura como son la investigación en folklore, en plantas necesidad de una identidad, es decir, que el problema del negro es
medicinales y en prácticas culturales de producción. Han organi- un problema de Cimanón, no de los demás. Sin embargo hoy día
zado su trabajo en secretarías; las que se ocupan de las anteriores por lo menos se ha conseguido que el tema de la identidad sea un
tareas son la secretaría de educación, cultura y deporte y la de tema que le concieme a toda la población.
recursos naturales y medio ambiente y la de mujer e infancia. El paro fue organizado en 10 días y dejó más resultados que
A pesar de que la relación con los miembros de las comunida- 400 años de politiquería. La idiosincrasia pacífica del chocoano
des es muy aceptable, en Asocasan existen algunos temores. A no le había pennitido conseguir mayor cosa a pesar de sus aportes
veces la gente muestra desconfianza con sus líderes o se muestra a la nación, por eso la necesidad de aprender a reclamar sus dere-
en desacuerdo. Frente a la titulación colectiva se generaron mu- chos. La negociación del paro contó con el apoyo de Istmina,
chas dudas por parte de aquéllos que tienen títulos individuales Condoto, Sipí, Nóvita y la región del medio San Juan. Se firmó el
frente a la posibilidad del colectivo, a pesar de contar con la aseso- pacto "Colombia sin heridas, Chocó San Juan" con el logro de
ría de Acia y del movimiento Cimarrón-Tadó. algunas reivindicaciones como incluir la carretera en el plan na-
Otra amenaza proviene de las políticas del gobierno frente a la cional de vías, construir la interconexión Playa de Oro-Guarato,
titulación colectiva. Temen que cambie de opinión y quiera variar pavimentar 16 kmts en los alrededores de Tadó, establecer cuerpo
de política frente a las tierras sobre las que puede ejercer control. de bomberos, dotar de ambulancia a Tadó, elevar el centro de sa-
Tal es el pensamiento de Juan de Dios Mosquera en Cimarrón para lud a hospital, nombrar nuevos maestros.
quien la titulación colectiva no es más que una cesión o concesión Cimarrón-Tadó contribuyó también a la formación de la Orga-
del Estado de sus baldíos que puede llegar a ser transitoria. nización de mujeres animeñas OMA, en las Animas y a la
Otra posible amenaza proviene de la politiquería. Se sabe que organización de los mineros de las Animas. La minería en las Ani-
la gente ha vivido engañada, pero existe el temor de separarlos de mas había logrado sobrevivir por encontrarse a mayor profundidad
esas prácticas pues los líderes consideran que pueden exponer sus y requerir de "hoyaderos" donde hacen guaches o socavones de 30
vidas. Las personas con afanes políticos pueden ver en la capaci- o 40 metros de profundo con un diámetro de 10 metros; la tiena es
tación de las comunidades un reto o una amenaza a sus políticas extraída con barras y bateas durante 4 o 5 meses, hasta bajar a la
tradicionales por lo que se recomienda actuar con cautela dejando roca madre donde está la veta. Este tipo de trabajo resultó imposi-
la iniciativa de sus demandas a las mismas comunidades sin dar ble para las retroexcavadoras por lo que sobrevivió la posibilidad
nombre personales como responsables de las mismas. Existen ene- de esta minería de hoyaderos.
migos, en este sentido, de las organizaciones y no quieren líderes
que intervengan pues conocen que las cosas no les resultan tan Cimarrón-Tadó realiza además un trabajo con énfasis en las
fáciles cuando la gente toma conciencia de su realidad. Sin duda criticas a todas las formas de discriminación racial, especialmente
en este proceso ha sido fundamental los cambios en el sistema aquellas que se producen con expresiones del lenguaje. Así mis-
educativo. Anterimmente el carácter formal de la educación era mo colaboró ampliamente en la divulgación de la Ley 70 tanto en
ante todo de aculturación y "blanqueamiento". Es muy importante el sector rural como urbano del municipio haciendo talleres en
la participación de los maestros en la organización, la mitad de la escuelas, colegios, caseríos y veredas, explicando los alcances,
directiva de Asocasan son maestros, militantes del movimiento objetivos y principios de la Ley. Consideran que la población ha
Cimarrón quienes tienen una propuesta etnoeducativa. asimilado el mensaje y que la Ley les es favorable aunque no todo
El movimiento Cimarrón-Tadó tuvo la iniciativa en el paro cí- lo escrito sea una realidad, sí permitirá la reivindicación de las
vico realizado en Tadó en 1993 durante 14 días; el paro dejó la comunidades negras.
sensación en el municipio de que los líderes del movimiento Ci- Participaron en las tareas de Asocasan para socializar la pro-
marrón eran subversivos, o de que la causa "afrocolombiana" es puesta de titulación colectiva, han realizado talleres de 189
de su exclusividad, lo que equivale a pensar que no existe ningún etnoeducación y en etnocunículo, ofrece algtmos resultados en las
problema negro o que son los cuadros de Cimarrón los que tienen asignaturas de historia, geografía y etnolingüística.
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Los cuadros de Cimanón-Tadó no optan por una línea revolu- Además se hizo la investigación sobre sistemas agronómicos
cionaria violenta sino pacífica, aunque por su papel en el paro los con la Universidad Tecnológica de Pereira, en el cual se puede
hubiesen considerado subversivos. Su trabajo se considera como reconocer como el uso que se le ha dado al suelo por parte de las
etuopolítico pues no tienen intereses electorales sino que luchan comunidades negras no es resultado de su pereza sino de un siste-
por su 1dentJdad y por los derechos de las comunidades ma agronómico que aporta a la conservación de la naturaleza y el
afrocolombianas ante el Estado. Así colaboran en trabajos comu- cual con el "boom" de lo ambiental resulta de mucho interés.
mt"?os y son consultados en períodos electorales para optar por El consejo comunitmio de Santa Cecilia comprende nueve co-
algnn candidato y favorecerlo con el voto. Aunque no se suscriben munidades, esta integración les permite buscar recursos para todos,
a ningún partido político, estudian sus programas para recomen- favorecida por el papel electoral que ha cumplido Santa Cecilia,
dar cuál le conviene más al municipio. pues son sus votos los que vienen a decidir la mayoría en el muni-
!le la titulación colectiva a la comunidad urbana cipio de Pueblo Rico para poder señalar quien sea el alcalde.
También han contado con concejales, la participación política, sin
Si bien el proceso organizativo de Asocasan ha respondido a la embargo, ha estado enmarcada dentro de los partidos políticos tra-
Ley 70, la inclusión en ella del consejo comunitario de Santa Ce- dicionales lo que los ha llevado a ser contrincantes entre sí y por lo
cilia ha generado discrepancias en la interpretación de la norma mismo no persiguen el interés de la etnia negra. Más aún cuando
por las características del movimiento de comunidades negras en en Pueblo Rico o en Risaralda mismo muchas veces no se sabe
el departamento de Risaralda.
que existen comunidades negras, se les toma como chocoanos, a
A pesar de pertenecer a un municipio diferente, así como a otro lo mejor resultado de haber pertenecido territorialmente al Chocó
departamento, el consejo comunitario de Santa Cecilia se integró y conservar mucho de su cultura, pues la creación del Departa-
a Asocasan para hacer ante el Incora la solicitud de titulación co- mento de Caldas cercenó este territorio favorecido por el proceso
lectiva, lo cual, como se ha dicho, facilita el proceso. El proceso de colonización "paisa".
organizativo de Santa Cecilia ha estado integrado desde su co- La pérdida de identidad ante los procesos de integración y
mienzo a la del alto San Juan chocoano. mercantilización de productos y mano de obra, ha llevado no solo
Si bien el consejo comunitario es el que ha tenido mayor conti- a la desaparición de formas colectivas de trabajo (minga o convi-
nuidad, además de él se han dado muchas otras formas organizati vas te) sino a perder el interés por el mismo territorio ocupado
como la asociación campesina del alto San Juan, o la Asociación ancestralmente para irse a las ciudades a engrosar los cinturones
colombiana del agro, Asocolagro. Se han dado otros intentos abor- de miseria. Los que se encuentran en las organizaciones lo hacen
tados que terminan siendo más nominales, se puede llegar a pensar porque aman su tierra, quieren permanecer en ella y le dan un va-
q~e hay 70 u 80 personerías jurídicas de asociaciones que no fun- lor, la organización quiere que se eduque al niño en formarle la
cionan. conciencia de su pertenencia. Dado el carácter triétnico de Santa
. En 1993 llegó la Carder (Corporación autónoma regional de Cecilia es interesante observar cómo mestizos de origen paisa in-
Risaralda) y desde entonces ha existido colaboración conjunta a tegran también la organización y habitan "tierras de negros".
través de una mesa de trabajo. Fue así como entre 1993 y 1997 se Muchos mestizos se han adaptado a la comunidad negra y han
realizó el Diagnóstico socioambiental que les permitió detectar sido aceptados en el desarrollo de tareas colectivas, sin embargo
problemas de salud, de educación, les facilitó para presentar la ven una ventaja en "enfrentar" al Estado como culturas separadas
prop~~sta de titulación pues permite desarrollar proyectos de pro- aunque tengan muchas cosas en común con indígenas y negros.
duccwn o establecer zonas de protección 0 de El trabajo con mujeres les ha dejado muchas experiencias, en
protección-producción. En el campo de la investigación del medio primer lugar debieron luchar contra la oposición de los hombres a
a?;-btente y co~o resultado de la mesa de trabajo de la investiga- su participación en las formas asociativas pues debido a su posi-
cton socwambtental de la Carder, nace la Pichindé, como una Ong ción dominante en el interior de la familia las mismas mujeres
que puede proponer proyectos y atraer recursos. consideraban que ésta era una tarea de hombres. Esta situación
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también ha cambiado porque hay muchas mujeres cabeza de ho- u otras establecimientos educativos en Pereira, fue generando la
gar que deben responder por sus hijos, para lo cual requieren del existencia de "colonias" de gentes de color en Risaralda, quienes
apoyo de sus padres o hermanos pues comparten la finca familiar por su sentido colectivo fueron creando las primeras asociaciones
de lo contrario deberán esperar el favor de sus parientes. El núme: con carácter étnico. Así surgió el Círculo de Estudios de la Proble-
ro de hijos de diverso padre es alto pues el hombre solicita como mática de las Comunidades Negras de Colombia, Soweto, cuyo
prueba de su amor un nuevo hijo el cual les dan generosamente, nombre denunciaba el apartheid surafricano, se solidarizaban con
Hoy día las mujeres consideran tarea primordial que sus hijos pue- los patriotas sudafricanos y rendían homenaje a "las heroicas ge-
dan recibir educación formal para hacerlos competentes en tareas neraciones de lucha de la amada patria de Bambata, Biko, Winnie
mejor pagadas que las labores del campo, sin embargo la deser- y Mandela". Su principal objetivo fue "formar conferencistas ca-
ción escolar ~esulta ser una constante. Esta mentalidad, sin embargo, paces de denunciar la problemática de los pueblos negros y las
favorece la Idea de que el porvenir está en otras tienas, lo cual consecuencias del racismo estatal en Colombia y el mundo". Estu-
motiva la emigración especialmente de los hombres. diaron los libros de Malcom x, Martin Luther King, Angela Davis,
las Panteras Negras, S. Carmichael, Frank Fanon, Amilcar Cabra!
En Santa Cecilia existen organizaciones de mujeres y tienen el
y otros luchadores contra el racismo y el colonialismo en Africa y
apoyo de la alcaldía de Pueblo Rico donde funciona una oficina
América. Su mayor simpatía fue hacia' el pensamiento y metodo-
para la mujer. Planean talleres para lograr la superación de los
logía del pueblo negro de los Estados Unidos.
conflictos familiares pues ocurren con frecuencia eventos de vio-
lencia. Otros talleres se programan para aprender el manejo de El primer grupo de Soweto se inició en 1976 con 25 estudian-
semillas y viveros forestales, de rastrojos, de bosques leñeros los tes universitarios, entre los cuales se encontraba Juan de Dios
cuales son ofrecidos por la Carder, también se preparan en la ins- Mosquera. De él surgió un segundo grupo en 1982 y fue fundado
talación de cocinas sin humo. Estos grupos de mujeres funcionan en Buenaventura por Eusebio Camacho y Humberto Celorio
en casi todas las veredas en donde se han preparado para ser líde- Benitez. Más tarde se propusieron trascender su primer propósito
res y forman asociaciones con nombres de mujeres luchadoras como intelectual y ocuparse de tareas organizativas, así fue como ell5
el de Felicita Campos, en la vereda del Silencio, violada por su de diciembre de 1982 en la sede de la Unión de Marinos de Co-
amo, a quien demandó sin éxito pues no le creyeron. Esta mujer lombia en Buenaventura nació el Movimiento Nacional por los
cimarrona es el ejemplo de la mujer que debe ser seguido para Derechos Humanos de las Comunidades Negras de Colombia, Ci-
superar la condición por la que hoy atraviesan. marrón, con dos directivas filiales, Pereira y Buenaventura. Allí
Lo que se puede advertir en los procesos organizativos de co- mismo se adoptó el Comité Ejecutivo Nacional o Asamblea Na-
munidades negras es el afán por la búsqueda de soluciones a sus cional de Delegados como estructura de dirección y coordinación,
problemas fundamentales. En este proceso de alguna manera está encargado de la planificación y elaboración del plan anual, y una
presente la conciencia de una etnicidad segregada que ellos mis- Junta Directiva Nacional ejecutora de los programas y políticas
mos identifican en su interrelación personal y que en casos extremos aprobadas por la Asamblea. El primer ejecutivo nacional se reali-
algunos advierten acune con la misma Ley 70, a la que consideran zó en Pereira el14 y 15 de julio de 1983 donde se reunieron las
discriminatoria, a la que hay que entender no porque trate de ha- dos directivas filiales. La primera Junta directiva nacional estuvo
cerlos superiores o inferiores sino la oportunidad de lograr con integrada por Juan de Dios Mosquera, presidente nacional; Eusebio
esos derechos el desarrollo que les habían sido negado. Camacho, vicepresidente; Humberto Celorio Benitez, secretario.
Las directivas filiales fueron Wilson Padilla en Pereira y Rosa Salís
las organizaciones urbanas en Buenaventura, como presidentes. Posteriormente surgieron di-
En Pereira y La Virginia existe un buen número de organiza- rectivas filiales en Cali, Bogotá, Condoto, Tadó, Quibdó, Andagoya,
192 ciones que se consideran resultado de la Ley 70, sin embargo Medellín, Puerto Tejada, Barranquilla y Cartagena. La difusión de 193
algunas surgieron antes. El desplazamiento de la gente del Chocó, sus objetivos se hizo por emisoras, altoparlantes de iglesias y se
de la Costa Pacífica y de Santa Cecilia en busca de universidades editó el boletín nacional Voz de Cimanón así como boletines loca-
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ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

les corno Pensamiento Cimarrón en Condoto, Negritud en extranjeras apoyadas por el Estado, exploten los recursos
Barranquilla, el Cimarrón en Qnibdó, Oiga Sangre y la Revista indiscriminadamente afectando el medio y suprimiendo fuentes
Palenques en Medellín, además de Cuadernos de Cimarrón de la tradicionales de trabajo y desarrollo social.
Directiva Nacional. De esta manera se buscaba hacer un trabajo
educativo que favoreciera la creación de una identidad Cimarrón considera la etnoeducación corno un vehículo estatal
"afrocolombiana". para desarrollar el derecho de las etnias negra e indígena a la dif~­
renciación en cumplimiento de los mandatos de la Constltucwn
En 1989, en el VII comité ejecutivo nacional se decidió corno nacional, la Ley general de educación, el plan decena! educativo y
tarea capacitar a los cimarrones para asumir compromisos el Decreto 804 de 1995 para de esta manera elevar el bienestar y la
reivindicativos ante los problemas y necesidades concretas de las dignidad de la persona negra en el marco de su propia identidad
comunidades para lo cual se debían crear sus propias organizacio- étnica, histórica y cultural.
nes de base, En poco tiempo surgieron la Cooperativa de
Vendedores de Alegrías en Barranquilla, la Asociación Campesi- También requiere que se constituyan procesos autónomos e
independientes que les permitan crear sus propias formas de po-
na del Alto San Juan, la Asociación de Mujeres Unidas por la
der, identidad política, representación adecuada y participación en
Vivienda "La Hermandad" y la Empresa Asociativa Mauiceros
condiciones de igualdad en la torna de decisiones sobre los desti-
Unidos del Risaralda en Pereira, y el Comité Juvenil Campesino
nos de la sociedad, así señala entre sus obj~tivos elaborar un
Prodefensa de las Comunidades del río Anchicayá, Posteriormen-
programa de reivindicaciones para que sean acogidos en los pla-
te se ban creado nuevas directivas regionales en Sincelejo, el
nes de desarrollo gubernamentales. Plante~ la necesidad de
Palenque de San Basilio, San Onofre, San Martín de Loba, convir-
estimular la protección y conservación del medio ambiente, la ex-
tiéndose de esta manera en un movimiento nacional, único con
plotación racional de los recursos hídricos, forestales, minerales e
sede en Santafé de Bogotá, Su inexperiencia electoral no le permi-
ictiológicos. El movimiento nacional Cimarrón está asociado a la
tió tener representante en la Asamblea Nacional Constituyente de
Unión Nacional de Organizaciones Afrocolo111bianas, red confor-
1991, Sin embargo Juan de Dios Mosquera se inscribió en la lista
mada por más de cien formas organizativas jque promueven el
48 de organizaciones populares, en alianza con la Unión Patriótica
fortalecimiento, la identidad y la unidad de l~s organizaciones y
(Wade, 1993b).
comunidades afrocolornbianas. '
Los principios del movimiento Cimarrón están basados en los En Pereira también se formó en 1975 la Asociación para el
derechos humanos, la eliminación de las formas de discriminación progreso de Santa Cecilia, integrada por estudiantes que se habían
racial y la lucha contra el racismo y la segregación, y las condicio- desplazado desde Santa Cecilia a estudiar en la Universidad Tec-
nes de opresión, explotación y exclusión política por lo que propone nológica o en la Universidad Libre o en institutos de educación
hacer de América entera un gran palenque y de cada afroarnericano media y cuya primera junta estuvo integrada por Juan de Dws
un cimarrón. Considera que las condiciones materiales que afron- Mosquera de donde es oriundo, Aristides Pino, Felipe Palomino,
tan las comunidades negras son resultado histórico de la explotación Atilano CÓrdoba, Carmen Palomino y Aurora Mosquera. Publica-
económica y consecuencias sociales del desarrollo del sistema eco- ron el boletín la Voz de Santa Cecilia cuyo primer número apareció
nómico, social y político del capitalismo y del trato recibido por el23 de septiembre de 1979, obtuvieron su personería jurídica en
las clases dirigentes de la nación blanca y mestiza quienes contro- 1982 y es su lema LUCHAMOS POR LA UNIDAD, ORGANI-
lan la economia, la educación, los partidos políticos, el Estado y ZACIÓN Y EDUCACIÓN DE LA COMUNIDAD. En uno de estos
los medios de comunicación. En estas condiciones Cimarrón se boletines (Año II No.l4 de Septiembre 28/90) hacen el siguiente
propone luchar contra el trato injusto y desigual, la desigualdad de llamado:
oportunidades para que tengan acceso a condiciones de educación,
"Santacecilianos: no vendamos nuestras tierras, es lo único que nos
trabajo y vida dignas. Además considera que los territorios y 195
queda, ellas nos dan abrigo, alimento y trabajo. Si las vendemos
recursos naturales son condiciones indispensables para las comu- pasaremos a depender de los compradores q"?i~n~s nos explotaran
nidades por lo que es injusto que grandes compañías nacionales y como peones y jornaleros. Ya no podremos VIVIr libres; dependere-
DEL TIEMPO CAlviBIADO A LA nnn.ACIÓN COLECTIVA ACCIÓN COLECTNA Y ETNICIDAD EN EL PACÍPICO COLOMBIANO
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rnos de un jornal, seremos esclavos de un salario y de un patrón que des negras no se destinó presupuesto ya que no existe la voluntad
se enriquecerá con nuestro sudor, con nuestro trabajo" (p.3) política necesaria ni a nivel nacional, departamental o municipal,
En estos boletines se hacían diversos comentarios sobre un sin- a pesar de que la Ley 70 permite la participación en los consejos
número de hechos que ocurrían en el corregimiento, los cuales de planeación, municipal o departamental. Por estos motivos se
tenían que ver con la buena marcha de la vida aldeana en todos sus requiere que la comunidad se organice y reclame presencia en los
aspectos desde institucionales hasta en los distintos aspectos de respectivos presupuestos. Su exclusión de ellos demuestra caren-
las condiciones de vida, lo cual demostraba el permanente contac- cia de fortaleza política para hacer cumplir las leyes.
to y conocimiento que los miembros de la Asociación tenían de su En Risaralda se cumplió este mandato en la propuesta "El futu-
terruño gracias a cierto sentido de identidad que les autoriza a to- ro empieza ahora", plan de desarrollo de la comunidad
mar la vocería de las comunidades negras de Risaralda. afrorisaraldense, de octubre de 1998 y algo se incluyó en el plan
A partir de los años 85, 86 empezó a llegar a Pereira población departamental pero falta fuerza política que vaya a pelear en asam-
negra proveniente de Buenaventura, del Cauca, Tu maco, Quibdó, bleas y concejos los recursos necesarios para ejecutar los proyectos
Tadó, Istmina, Condoto, Andagoya y de Antioquia. Quisieron se- de vivienda, salud, educación, organización comunitaria, cultura,
guir el ejemplo de los de Santa Cecilia y sus tradicionales pautas microempresa, procesos laborales qu<; las comunidades necesitan
de solidaridad agrupándose en organizaciones según su origen, así estratégicamente.
por ejemplo los oriundos del Chocó integraron la Asociación de En estos planes no sólo se contemplan las zonas urbanas sino
chocoanos residentes en Risaralda, Asochor, conformada por es- también las rurales como Santa Cecilia y las urbanas como Pereira
tudiantes y profesionales ya residentes en Pereira en donde habían y la Virginia. Lo que quiere decir que la Ley 70 es amplia en la
constituido sus familias. Fue fundada en 1991 por Zacarías formulación de estos planes que le permiten a las organizaciones
Mosquera, José Abdel Perea, Francisco Hinestroza, Hildebrando asumir la responsabilidad del desarrollo de las zonas rurales y ur-
Mosquera y Simón Eladio Palacio, quienes habían censado la po- banas en que habitan las comunidades negras.
blación chocoana residente en Pereira. Obtuvieron personería A nivel departamental existe la Consultiva de Alto Nivel de las
jurídica en 1994. Comunidades Negras, en el cual existe un representante por
Otras organizaciones en Pereira son la Corporación del Desa- Risaralda, el cual es elegido por parte de todas las organizaciones
rrollo Social Diego Luis Córdoba, fundada ell '. de Diciembre de debidamente inscritas en la oficina de asuntos étuicos de la gober-
1988, que dirige Mario Córdoba; la Asociación Deportiva y Cul- nación. El representante ante el Consultivo Nacional lleva la vocería
tural Camerum, iniciada con apoyo de Cimarrón, dirigida por Alexis según las decisiones de la mayoría pues se reúnen todos los repre-
Escarpeta Mosquera; la Asociación Amigos Bonaverenses en sentantes de todas las organizaciones buscando acuerdos pues se
Risaralda para el Desarrollo del Litoral Pacífico, presidida por Fanor deben resolver al interior todas las diferencias, sobre todo cuando
Valencia y la Asociación el Cóndor que dirige Nelly Consuelo se trata de tomar decisiones trascendentales. Entre las organiza-
Gómez. En la Virginia se encuentran la Asociación de Comunida- ciones siempre se presentan diferencias pues también se da lugar a
des Negras de la Virginia AMAVIC, que preside Abigail Hinestrosa diversidad de intereses, pero tienen un punto central, todos hacen
y la Asociación de Mujeres Negras de la Virginia, dirigida por su parte de una población negra y en este sentido lo que afecta a uno
hija María Soledad Hinestrosa. afecta también al otro.
¿Qué papel cumplen estas asociaciones con respecto a la Ley El representante departamental en La Consultiva Nacional debe
70? Si bien la Constitución le da más peso a las comunidades ne- ser el interlocutor entre las organizaciones de base y las institucio-
gras de la región del Pacífico ubicadas en sus cuencas y subcuencas, nes departamentales o nacionales como ministerios y otros institutos
así como a la titulación colectiva, la Ley 70 también establece la para trazar las políticas que tienen que ver con el desarrollo y las
1 96 necesidad de elaborar planes de desarrollo por parte de la comuni- perspectivas de las comunidades negras a nivel nacional para lle- 197
dad negra a nivel nacional, departamental y municipal. Sin embargo, varias a las regiones. Además se requiere permeabilizar los mandos
a pesar de incluir en estos planes las propuestas de las comunida- medios de las instancias oficiales que no conocen la Ley 70 y por
ÜEL TlliMPO CAMBIADO A LA TITIJLAClÓN COLECTIVA ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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lo mismo entraban los proyectos para qne se pueda dinamizar la cultnra, producción, a las cuales se les asignaron un presupuesto,
aplicación de la legislación sobre las negritndes. Esta tarea debe aunque la crisis fiscal y las limitaciones políticas de las comunida-
ser de los miembros negros y sus amigos comprometidos con la des negras afectan su ejecución. El gran número de profesionales
lucha de las minorías étnicas para poder desarrollarlas pues de lo negros (más de doscientos) residentes en Pereira permite ganar
contrario la Ley es letra muerta. espacios laborales y políticos, ya sea en el magisterio o en la go-
De aquí surgen dos campos de acción, uno en el legislativo, bernación como secretmios de educación o en el Concejo de Pereira,
que les de mayor presencia y peso jurídico para moverse dentro lo cual ha permitido hacerse conocer y establecer una constante
del Estado y, otro en el campo operativo, para lograr perrnear los interrelación con los grupos de la política y el gobierno.
órganos del sistema de gobierno se logre su reconocimiento al de- Su conocimiento de la zona del alto San Juan, sus necesidades
sarrollo del país y hacer visibles sus luchas y sus necesidades para y pobladores con quienes están emparentados y con quienes
el desarrollo de su cultura. Los obstáculos para lograr este desa- interactúan en los ritos fúnebres o en los periodos de Semana San-
rrollo son principalmente la falta de compromiso político del mismo ta y fin de año, les perruíte estar "autorizados" a representar el
Estado con la causa de las negritudes y, peor aún, la discrimina- territorio de comunidades negras ante los organismos asentados
ción que el Estado ejerce. Es necesario que los mandos medios en la capital departamental o realizar gestiones en las distintas ins-
sean conscientes de esta realidad para superar la condición tituciones.
paquidérruíca del Estado. De todas manera el posicionamiento No obstante, no todo ha sido fácil, existen muchas dificultades
político de las organizaciones afrocolombianas en Pereira ha fa- para la organización, a veces falta interés y conciencia, hay que
vorecido su condición en todo el departamento y también en Santa entender que "nos tenemos que unir no por obligación sino por la
Cecilia. En efecto, en primer lugar se ha logrado el reconocimien- fuerza de las circunstancias, la solidaridad es el resultado de la
to a nivel oficial, de su condición ttiétnica; en segundo lugar se ha identidad, hay que concientizar a la gente de que el problema del
logrado la titnlación como tierras colectivas de unas 10.000 hectá- otro es mi problema, el problema de todos y todos unidos pode-
reas en el corregimiento de Santa Cecilia y, en tercer lugar, se ha mos salir adelante".
admitido su existencia como interlocutores en las diferentes insti- A nivel oficial con la Gobernación de Rism·alda las comunida-
tnciones y que se acepte su capacidad de diálogo y negociación
des negras adelantan en el campo de la educación el proyecto de la
como lo demuestra el plan de desarrollo de las comunidades ne- "transversalidad" de la cultnra afrorrisaraldense en todas las insti-
gras. Todo esto equivale a decir que existe un campo de acción en tnciones educativas del departamento. Se trata de reconocer en
el que se han planteado sus necesidades y los mecanismos de solu- todos los niveles del sistema educativo los valores históricos,
ción con base en un territorio propio, en el respeto de la relación etnológicos, culturales, productivos, ecológicos de los pueblos
con la naturaleza y de la autononúa cultnral.
"afrocolombianos y afrorrisaraldenses", con el fin de dar vía al
Por los anteriores motivos los "afrorrisaraldenses" se conside- derecho a un proceso educativo acorde con las necesidades y aspi-
ran pioneros en la organización étnica, La Consultiva raciones etnoculturales en la construcción y desarrollo de la
Departamental la juzgan como la más ordenada y organizada a nacionalidad.
nivel nacional, además han logrado espacios en los consejos di- El proyecto etnoeducativo que se adelanta en Santa Cecilia
rectivos de las corporaciones autónomas como la Carder, en busca reconstruir la historia de esa comunidad y tiene por objeto
planeación, en educación, en los consejos de cultura. Tienen una reconstruir los elementos que identifican al sujeto negro en el de-
oficina que atiende los asuntos de la comunidad negra a nivel de la partamento de Risaralda y de que manera ha ayudado a construir
gobernación y de la alcaldía municipal de Pereira. El plan de desa- la identidad del mismo. Posteriormente se deben investigar las prác-
rrollo de las comunidades negras se elaboró con un proceso de ticas pedagógicas de la comunidad negra para poder emprender un
1 98 participación; Planeación departamental convocó a distintas orga- proceso educativo desde la comunidad negra y que influya los 199
nizaciones y a sus bases para hacer un trabajo en equipo, se crearon curriculos del departamento de tal manera que los maestros blan-
mesas de trabajo orientadas a deterruínadas áreas como educación, cos, negros o indígenas sepan como actuar y desenvolverse en
DEL TIEMPO CAMBIADO A LA TITULACIÓN COLECTIVA AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

comunidades de indígenas, negros o hispanomestizos. De esta ma- Eduardo Restrepo ha llamado "los discursos y la política de la
nera se elimina el racismo pues permite ver al "otro" como aportante etuicidad" (1998: 351), es decir hasta qué punto la caracterización
a la construcción de la nación y su identidad, por otra parte facilita que hace la jurisprudencia formal e institucional (Art.t.55 y Ley
el conocimiento científico y tecnológico a las comunidades negras 70) corresponde a la identidad y etnicidad de las comunidades ne-
y contribuye a su autoestima. gras, es decir si se considera "la etnicidad como cuestión política
Conclusiones en las relaciones del Estado con un agente que existe como tal por
su alteridad étnica y cultural" o sólo está referida a "aquellas co-
El proceso vivido por las organizaciones de comunidades ne- munidades que como en el caso de la cuenca del Pacífico venían
gras en el alto san Juan (Chocó y Risaralda) nos permite señalar a ocupando de acuerdo con unas prácticas tradicionales de produc-
modo de conclusión los siguientes aspectos: ción, las tierras baldías, rurales y ribereñas" (Restrepo, 1998: 352),
l. Se ubica en la periodización que de los mismos ha hecho quizá por ocuparse sólo del territorio o mejor de su titulación y, si
Wade,_ y se pueden situar perfectamente en el segundo período mucho, de la "armonía ambiental" sostenida por sus prácticas
~ost~nor a 1950 que "reivindica la cultura e identidad negras y se ancestrales de producción.
t1p1fica en la Ideología del cimarronismo" (1996 :283). En sumo- De tal manera que podemos concluir que hoy día las comunida-
mento, se señaló la contribución del grupo Soweto al proceso de des negras del alto san Juan adelantan un proceso organizativo en
~reacwn del movmnento Cimarrón y el papel que cumplieron en
respuesta a la legislación derivada de la Constitución de 1991. Este
el las pnmeras asoc1acwnes de negros de Pereira. No hay duda
interés puede radicar básicamente en el beneficio que la misma les
que ~ste movimiento influyó en los inicios del proceso de organi-
ha traído al permitirles el acceso a la titulación colectiva y en las
zacwn campesma de Santa Cecilia y de la Unión Campesina del
posibilidades que la misma tiene hacia el futuro como mecanismo
al~o san Juan. Estos hechos favorecieron los procesos de organiza-
de desarrollo de proyectos colectivos o de beneficio comunitario.
cwn con antenondad a la Constitución del 91. Si bien el motor de
Hay que subrayar la importancia del territorio como espacio físico,
Soweto y Cimarrón fue la lucha contra el racismo y la discrimina-
ción en pro de la identidad negra, las organizaciones del alto San cultural y político básico para el desarrollo de su etnicidad.
Juan estuvieron mucho más preocupadas por problemas menos 2. No ha ocurrido lo mismo con las organizaciones urbanas.
esenc1ahstas, como son la lucha por los intereses colectivos deri- Wade señala como la Ley 70 limita el criterio de identidad étnica
vados de las necesidades de bienestar y de desarrollo de su negra a la región del Pacífico pues es al fin y al cabo el objetivo
comunidades. principal de la Ley, "se supone que es aplicable a otras comunida-
En estas condiciones se presenta la coyuntura de la Constitu- des negras del país que presenten iguales condiciones pero es difícil
~ión de 1991 y del Artículo Transitorio 55. En la preparación de
imaginar cuáles podrían llenar estos requisitos. Así quedan ex-
este Y la conformación de la Comisión Especial que el mismo or- cluidas las comunidades negras del país y se socava por completo
denara para preparar la Ley 70/93 participaron miembros de las la idea del grupo étnico como entidad nacional o diáspora" (1996:
organizaciones del alto san Juan. Esta experiencia les permitió 291). Seguramente como señala el mismo Wade, en el artículo 2"
conocer muy bien la nueva legislación étnica, acogerse a ella y de la misma Ley que define como comunidad negra "el conjunto
buscar en la zona su desarrollo por medido de la creación de las de familias de ascendencia afiocolombiana que poseen una cultu-
nuevas i~stancias de organización como son el consejo mayor y ra propia, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones
los conseJOS locales, como lo determina la Ley 70 de 1993, el De- y costumbres dentro de la relación campo-poblado, que revelan y
creto 1745 y el2248 de 1995. Podremos considerarlas como las conservan conciencia de identidad que las distingue de otros gru-
pri?'eras fo~n:as de in,stitucionaliza~ión d~ la identidad negra des- pos étnicos". Es con seguridad esta concepción el óbice para que
pues de la vil mstltucwn de la esclavitud. Sm embargo, es necesario la Ley 70 sea el motor de desarrollo de las organizaciones urbanas.
200 estudiar el efecto que esta norrnatividad formal causará en las for- Estas, no obstante han entendido que el texto del Artículo 1" en 201
mas tradicionales de organización, tal como se han planteado en donde proclama después de mencionar la titulación de las riberas
este estudio. Así mismo es de interés evaluar en la práctica lo que de los ríos de la cuenca del Pacífico, "así mismo tiene como pro-
DEL TIEMPO CAMBIADO A LA TITULACIÓN COLECTIVA AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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pósito establecer mecanismos para la protección de la identidad cas tauto a nivel nacional como local. Aunque ambos criterios es-
cultural y de los derechos de las comunidades negras de Colombia tán presentes frente a las comunidades negras, es seguramente el
como grupo étnico, y el fomento de su desarrollo económico y segundo el que orienta los actuales procesos de etnogénesis de
social, con el fin de garantizar que estas comunidades obtengan estas comunidades y el cual, en las actuales circunstancias del de-
condiciones reales de igualdad de oportunidades frente al resto de sarrollo político en Colombia configura el movimiento social de
la sociedad colombiana". Así también los principios que señala en las negritudes. Restrepo considera que la identidad y etnicidad negra
el Capítulo II, como las disposiciones de los Capítulos VI, Artícu- es un proceso en construcción (1998: 341).
los 32 a 46 y el Capítulo VII, artículos 47 a 52, especialmente en Este sin duda obedece no sólo a la nueva Constitución, sino a
los aspectos referidos a los mecanismos para la protección de la la búsqueda de una salida política resultado de la modernidad, pues
identidad cultural por medio de la etnoeducación, y el apoyo a después de la guerra fría nuevos actores fueron reclamando su in-
procesos orgauizativos con el fin de recuperar, preservar y desa- clusión en la arena política, así como nuevos movimientos sociales
rrollar su identidad, así como la planeación y el fomento al que se centran en procesos de identidad en contraposición al prin-
desarrollo económico y social, se entiende que le dau un espaldarazo cipio ortodoxo de la lucha de clases, por parte de grupos
a las organizaciones urbanas para continuar en la búsqueda del menospreciados o minimizados como, minorías étnicas, defenso-
reconocimiento estatal a sus propósitos y de respaldo a sus de- res del medio ambiente, de los derechos humanos, feministas, etc.
mandas presupuestales presentadas en los planes de desarrollo (Pardo, 1996: 219). Así mismo comenta Mauricio Pardo como
municipal, departamental o nacional, para que dichas comunida- "hace dos décadas el fenómeno de la movilización social por fuera
des obtengan condiciones de igualdad de oportunidades con de los canales gubernamentales o partidos tradicionales era prácti-
respecto al resto de la sociedad colombiana. camente inexistente en el Pacífico colombiano ( ... ) las
En este sentido el interés por participar en los procesos admi- comunidades estaban dominadas por los políticos locales y la Iglesia
nistrativos de tipo gubernamental por parte de las organizaciones diseminaba una actitud de sumisión" (1997: 207).
de comunidades negras, es mayor que la voluntad política del Es- En la Tercera Convención Nacional de Comunidades Negras
tado por cumplir las disposiciones que él mismo ha dispuesto. Ya realizada en Puerto Tejada en Septiembre de 1993 se acordó que la
lo preveía Wade cuaudo tratándose de las dificultades de la comi- meta de su estrategia debía ser la
sión especial para cumplir sus tareas, decía: "Mi impresión personal "consolidación de un movimiento social de comunidades negras de
es que al gobierno no le disgustaría que el artículo 55 no se regla- alcance nacional capaz de asumir la reconstrucción y la afirmación
mentara. Al máximo se reducirá a la titulación de unas tierras de la identidad cultrual negra, basado en la construcción de un pro-
colectivas para algunas comunidades del Pacífico: para lo demás ceso organizativo autónomo enfocado hacia la lucha de los derechos
-la identidad cultural, los derechos, el fomento del desarrollo- va culturales, sociales, económicos y territoriales y por la defensa de
a ser difícil que los delegados de las comunidades negras abrau un los recursos natruales y del ambiente" (Escobar, 1997:191)
espacio significativo. Los pasos tambaleantes que está dando el en términos de la defensa de las diferencias culturales y de cons-
Estado hacia una nación plural en el sentido amplio no convencen trucción de una identidad más que un listado de necesidades y
mucho a falta de cambios en las estructuras fundamentales del po- exigencias para el desarrollo. La biodiversidad de su territorio hace
der" (1995:185). He ahí el talón de Aquiles para el logro de una que éste exija estrategias alternativas, en las que se evite la destruc-
nación pluriétnica y multicultural el cual se advierte en la lucha ción de la naturaleza y de las culturas locales, lo que les permite su
diaria que librau las organizaciones a todo nivel en la sociedad negociación como una política cultural. Estos elementos están pre-
colombiana. sentes de manera clara en la dirección de las organizaciones locales
Este proceso nos acerca también a la concepción de Hall (1992b: que tienen presente las prácticas culturales de la comunidades ne-
392) sobre identidades culturales de las cuales ofrece dos interpre- gras, aunque seau débiles a la hora de negociar aute con las industrias 203
taciones: ya sea como prácticas culturales tradicionales o como un externas que explotan sus recursos y que actúau en complicidad con
proyecto en construcción que permite defmir comunidades políti- las autoridades gubernamentales (Escobar, 1997: 192-198).
DEL TIEMPO CAMBIADO A LA TITULACIÓN COLECTIVA
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Podemos conclillr, citando a Escobar, que en Colombia se hace


imposible la articulación de demandas particulares étnicas y el re-
conocimiento específico de derechos de las comunidades negras
si se acepta que no hay discriminación, por lo que el ejercicio al
"derecho a la diferencia se constituye en un medio para avanzar en
la eliminación de las desigualdades socioeconómicas y políticas, a
partir de una redefinición de las relaciones entre las comunidades
negras y el conjunto de la sociedad colombiana" (1999:187), la
cual se plantea desde las tendencias integracionistas que buscan la
plena incorporación de las comunidades negras a la vida nacional,
o las étnico culturales que configuran proyectos de sociedad dife-
renciados y encarnan cierta resistencia al capitalismo y la
modernidad. Es posible afirmar que el movimiento social de co-
munidades negras ha empezado el proceso de transformar la cultura
política convencional no solo en el Pacífico, sino también más allá
IU.
de esta región (1999:188-192)

111

204
La sociedad negra del Chocó.
Identidad 1J movimientos sociales
WILLIAM VIUA
Antropólogo
Investigador Independiente
•••
Introducción
Dos hechos definen la historia del siglo XX para la sociedad
negra chocoana. El primero se ordena alrededor de los eventos
que en la primera mitad del siglo conducen al ascenso del negro y
la conformación de una elite local que .administra el estado a partir
de su inserción en el bipartidismo tradicional. El segundo es la
ruptura producida por el movimiento campesino hacia finales del
siglo, que lleva a perfilar una noción de identidad a partir de un
referente étnico. A pesar de la diferencia en las construcciones
políticas a las que cada proceso lleva, el análisis de la lógica que
ordena la representación de la identidad permite advertir ciertas
continuidades, las cuales deben verse como la estrategia que la
sociedad negra ha mantenido para ordenar y reproducir su expe-
riencia cultural. 1
Para la sociedad negra del Chocó la identidad es artificio de
fina filigrana, es tejido donde los materiales se acopian en distin-
tas fuentes, no importa su procedencia, tampoco el producto final.
Así, a lo largo de la primera mitad del siglo XX se forja una perso-
nalidad cultural, donde el negro chocoano tiene en el conocimiento
del espacio normativo del estado la gran aventura, que al final, le
permitirá encontrar su lugar en el entramado institucional que, en
adelante figurará como propio. Es después de décadas, luego de
haberse estructurado una elite negra administradora del estado en
lo local, cuando es posible para el campesinado negro hacer una
nueva lectura de su propia historia. Para ello necesita haber cono-
cido el estado, asumirse en el modelo que se le propone e integrarse
1 El análisis realizado en el presente artículo asume que para la sociedad negra, de acuerdo
con Losonczy, "Se trataría, pues de una identidad intersticial, resultado de violentas
discontinuidades históricas. Dicha identidad, lejos de centrarse en un referente étnico
pasado o presente, y reivindicando muchas veces la historia común de la esclavitud, se 20 7
construiría precisamente, con territorio compartido o sin él, alrededor de una estrategia
sistemática y reorganizadora de materiales culturales exógenos, cuyos resultados son
las identidades en crisol con fronteras abiertas y móviles". (Losonczy: 1999).
LA SOCIEDAD NEGRA DEL CHOCÓ ACCIÓN COLECTIVA Y E1NICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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en el biprutidisrno tradicional, para luego retornar y redescubrir su de una elite prefigure un proyecto político propio. 2 Esta situación
identidad en articulación con la historia forjada en la extensa red comienza a cambiar hacia los años finales del siglo XIX y el co-
de ríos donde se estableció desde los días de la esclavitud. mienzo del XX. Es durante éste período cuando se experimentan
Al final del siglo, hacia la década de los ochenta, la sociedad transfmmaciones en la economía regional por la importancia que
campesina negra retorna para descubrir la etnicidad, se reconoce adquieren algunos productos del bosque en el mercado internacio-
mediatizada por el discurso elaborado en la ciencia social, se mira nal. Así mismo, es el momento donde se hace tránsito a la
en el espejo del campesino, en la indianización encuentra una opor- conformación de centros urbanos hacia donde fluyen los produc-
tunidad, el Africa es demasiado lejana pero útil como elemento tos que se extraen de los bosques y en donde se asientan la clase de
contextua!, En su nueva lectura toma los fragmentos, los amalga- los comerciantes, asociada a esta nueva modalidad de economía.
ma para rehacer su identidad. Claro está, no olvida el referente El nacimiento del asentamiento propiamente urbano para el
estatal, y no lo puede olvidar porque es en función del estado corno Pacífico, corno hecho que se inaugura con el siglo XX (Mosquera
orgarúza y genera el significado de los materiales. De este proceso & Aprile-Gniset ,1999), no es más que la apertura a un nuevo or-
emerge el reconocimiento que la Constitución Política de 1991 den del que la sociedad negra había permanecido aislada, del que
hace del negro como cultura diferente, como grupo étnico, reco- aparentemente se había resistido al optar por alejarse hacia los
nocimiento que se contextualiza en una visión rural de esta sociedad confines de los ríos, pero que igualmente le era ajeno al haberse
y que se explica por ser el movimiento campesino negro quien impuesto la exclusión racial corno norma que regulaba la forma-
lidera esa lucha y quien ha elaborado el discurso identitario que la ción del estado (Wade,l997b). Con el nacimiento de la urbe, la
Constitución expresa. sociedad negra se escinde, queda abierto el camino para que la
comunidad de parientes se libere del cerco que le imponía su iden-
La Sociedad Chocoana: el ascenso del negro y el estado moderno tidad en el ancestro fundador y el segmento como unidad productiva
En la región del Chocó, corno en el resto del Pacífico, con la se fragmente, para dar paso a las formas de estratificación que
crisis del modelo económico que caracterizó los siglos XVII y llevan a la conformación de las clases sociales.
XVIII, se genera una dinámica de poblamiento y ocupación terri- Quibdó, corno Tumaco y Buenaventura,' evoluciona desde las
torial en la que las poblaciones indígenas y negras históricrunente dos últimas décadas del siglo XIX como el centro donde se asien-
integradas en la órbita de la economía minera, ya sean corno fuer-
za de trabajo cautiva o como población libre asociada a actividades
complementarias a la minería, asumen corno estrategia el disper- 2
La ocupación del Pacífico, como el modelo económico que desde el siglo XVIT allí se
sarse a lo largo de la inmensa red hidrográfica que configura la instaura, tiene como elemento característico el ausentismo de !os propietarios de
región. Es así como en el siglo XIX decrecen significativamente cuadrillas de esclavos (Colmenares,l979; Romero, 1992 ), factor que explica la
margina!idad de los centros urbanos de la época, los cuales no lleg1m a ser m'icleos
los aportes regionales por la minería del oro (Restrepo,1979). Mien- culturales de alguna importancia o centros políticos y económicos en los que se asiente
tras la población indígena se retira a sus tradicionales centros de una elite que ejerza dominio regional. Estos lugares eran simples satélites de Jos centros
poblamiento, las frunilias negras se inscriben en un modelo de crun- andinos donde se residenciaban los propietarios de minas y cuadrillas de esclavos.
Los lugares de alguna importancia demográfica y política se ubicaron al sur: Barbacoas,
pesinado libre, autárquico y que como pauta se resiste a formar Iscuandé y Tumaco (Almario & Castillo, 1996), mientras en el Chocó lo fueron Novita,
núcleos de naturaleza urbana. Tadó y Quibdó, sitioS entre los que no existió comunicación alguna, permaneciendo
el nmte aislado del sur, sin que existiese articulación en el plano regional (Villa,
La dispersión de la población, como tendencia que se reprodu- 1998).
ce hasta bien entrado el siglo XX, es elemento importante para 3
Se asocia la formación de los centros urbanos del Pacífico en el inicio del siglo XX,
entender la forma como la sociedad negra se integra y participa con el comercio de productos como la tagua y el caucho; actividad económica que le
da identidad espacial a estos poblados y que les determina en su evolución, siendo la
del estado en su expresión local, pero igual es necesario identifi- calle donde se realiza el comercio de tales productos el centro desde donde se expande
208 carcomo antecedente relevante el tipo de ordenamiento propio de el universo urbano. Es así como Tumaco tiene en la calle taguerade la Isla su referente 209
fundacional, lo mismo que el asentamiento de playa en Cascajal lo es para
la vida colonial, donde los centros de poder político y económico Buenaventura o la carrera primera en la orilla del río en Quibdó (Mosquera & Apdle-
hispano en la región no llegan a convertirse en núcleos desde don- Gniset, 1999) Una descripción de Tumaco de inicios del siglo, bien pudiera hacerse
LA SOCIEDAD NEGRA DEL CHOCÓ AcciÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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tan las casas comerciales extranjeras, el lugar de residencia de sujeto. Es Manuel Saturio Valencia' en quien se puede conocer del
migrantes de distintas nacionalidades, espacio donde las elites blan- modelo identitario que el negro elabora en el nuevo contexto urba-
cas asumen el control económico y político, y el lugar donde la no y que se constituye en referente en la disputa por el control de
mayoría negra se integra en actividades marginales. La carrera lo público. Este personaje, que bien pudiera ser el héroe romántico
primera de Quibdó, que corre paralela al río Atrato, como centro de una novela de folletín, no importa tanto por los hechos fácticos
político y cultural de la ciudad, es el lugar de residencia de la po- que se puedan derivar de la reconstrucción de su biografía, como
blación blanca y el espacio donde se sucede la actividad comercial. sí, de la elaboración mito-poética que se ha tejido alrededor de su
Desde allí, la ciudad se extiende hacia el interior del plano aluvial vida y que no es más que la representación que el negro elabora
que tiene como límite sur la Quebrada la Yesca y al norte la Que- sobre su lugar en la sociedad de la época, que funciona como le-
brada el Caraño, en la periferia de la can·era primera viven las yenda liberadora o como drama donde todas las pasiones se
familias negras, sus viviendas contrastan con el mundo de opulen- escenifican.
cia que se vive en la orilla del río. Manuel Saturio enuncia el camino que el negro asume durante
La ciudad floreciente de inicios del siglo mira hacia las Anti- el siglo XX en el Chocó, él no es hombre de empresa o comercian-
llas, a través del río Atrato se integra con Cartagena que funciona te, es hombre de estado: como a lo largo· del siglo lo serían todos
como epicentro cultural y político, desde allí la colonización sirio- los que ascienden socialmente. Saturio en su relación temprana
libanesa fluye hacia el interior del Chocó, penetra por el río, controla con los misioneros capuchinos aprende los libros y su formación
el comercio de la tagua y el caucho, abastece a la región de pro- autodidacta le permite ser el primer negro que asume funciones
ductos directamente importados desde Europa y Estados Unidos. públicas como las de Personero de Quibdó, Juez de Rentas y Eje-
Quibdó, como puerto fluvial, no difiere de otros localizados en el cuciones Fiscales y Juez Penal del Circuito de Quibdó (Caicedo,
río Magdalena, el Cauca o el Sinú hasta donde los emigrantes de 1992). Su papel de hombre público estaria desprovisto de signifi-
origen árabe han llegado y se integran activamente en el comer- cado si a ello no se agregan los hechos que giran alrededor de su
cio. Así, la carrera primera identificada como el espacio de la muerte, como son el juicio que se le sigue por intentar incendiar la
población blanca, es el escenario de encuentro de la tradicional ciudad, vale decir la carrera primera, con el consiguiente fusila-
elite cartagenera, los viejos poderes asociados a la minería esclavista miento ocurrido en 1907.5
y las familias de ascendencia sirio-libanesa. El fusilamiento de Saturio Valencia no se ejerce como castigo
Es este el escenario, una ciudad polarizada espacial y social' al hombre que lidera un movimiento y que representa la sociedad
mente, en donde irrumpe el negro e inicia el camino por generar negra, no encama él la lucha consciente por los derechos de los
espacios de participación en el dominio de lo público e integrarse negros y su muerte no suscita movilización colectiva. Pero Saturio
en la gestión estatal. Las relaciones entre la elite blanca y la mayo- se debe entender como la apertura o la ruta donde el negro encuen-
ría negra están marcadas por la tensión, y en la memoria de la
sociedad negra esos hechos adquieren el tinte de drama, de histo- 4
Manuel Saturio Valencia como personaje inaugura la vida del negro en el contexto
ria de gesta donde un personaje liberador, en qnien se encarna la urbano del Chocó y los hechos de su vida, reales o imaginarios, se constituyen en
fuente para una primera novela publicada por el antropólogo Rogerio Vclásquez en
aspiración del negro, paga con su vida la transgresión de la que es 1953 con el título de Las memorias del odio, luego, en 1985 Manuel Zapata Olivella
lo recrea en El Fusilamiento del diablo. En el mismo año, Teresa Martínez de Varela
publica Mi cristo negro, y en 1992 Miguel Caicedo explora un ejercicio biográfico en
la obra Manuel Saturio-El hombre.
5
La vida de Saturio expresa bien la tensión racial de la época que se manifiesta en la
del mismo modo para Quibdó: "En síntesis, durante esta fase el espacio urbano estaba conducta de incendiario que se le asigna, pero que igual, es fuente que alimenta el
constituido, de un lado, por un centro comercial, religioso y político en el cual drama afectivo que sirve de trasfondo a la historia, donde el héroe romántico no
predominaba una elite blanca que estaba localizada en la isla de Tumaco y, del otro, puede realizar su amor por la mujer blanca, amor que lo convierte en rechazado entre 211
por zonas donde la población negra mayoritaria había construido sus casas que estaban su propia gente y en mayor grado en la elite blanca. Es evidente que la vida del
ubicadas entorno a aquel núcleo y que se extendía ya hasta la isla Visiosa" (Triana, personaje no importa por los hechos fácticos, igual el drama lo constituye en ser
[1907]. 1950:18). desgraciado, que enamorado de la mujer negra descubre que ésta es su hermana.
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LA SOCIEDAD NEGRA DEL CHOCÓ
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tra en la solución individual, o individualizada, el camino de as- El chocoanismo se debe entender como la primera expresión
censo social, y que a la vez tiene en la escuela y el estado, los organizada de la población negra, en el contexto del Pacífico, que
instrumentos para su materialización. Esta lectura del negro en la se mtegra en procura de encontrar su lugar en el estado nacional y
temprana formación de lo urbano, permite deducir que a la rompe con la condición de subordinación a la que históricamente
marginalidad y discriminación racial, no se le opone la configura- había sido sometida. Esta p1imera construcción identitaria, con fre-
ción del discurso identitario fundado en la autonomía y se privilegia cuencia desestimada por su articulación con los partidos políticos
la integración a la red institucional del estado, cuestión que se ex- hegemónicos, contemporiza con el lenguaje que el estado de la
presará en todo su significado, a partir de los años veinte; momento época constmye respecto al papel de la escuela, 7 y con relación a
en el que se comienza a estmcturar una elite negra que, con el paso los mecanismos de participación ciudadana', pero además integra
de los años, llega a asumir el poder en lo local, integra su propia la aspiración territorial. De este modo, los ejes del discurso políti-
red política en el marco de los partidos políticos hegemónicos en co que identifican al negro son la escuela, el partido y el territorio,
el nivel nacional y oficia como intermediaria entre el poder central sin que la cultura sea el condicionante tradicional que legitime el
proyecto y más bien sea la comunidad de sangre, lo racial, el fun-
y la población negra.
damento de su especificidad.
El conocimiento de los elementos que, en la génesis del estado
moderno para el caso del Chocó, definen el modelo de participa- Con la conformación del Movimiento de Acción Democrática
ción del negro, permiten explicar el fracaso de las elites locales en o Movimiento chocoanista, el reducido número de intelectuales
la constmcción de un proyecto propio, dada su acentuada depen- negros de la época comienzan a asumir papeles de dirección en la
dencia de los poderes centrales como factor determinante a lo largo Intendencia del Chocó, espacios desde donde se alienta la necesi-
del siglo XX y su incapacidad de leer su realidad económica y dad de formar profesionales para que asuman papeles de dirección,
cultural. Así, la articulación de la elite negra en la gestión del esta- y en cmTespondencia, se estmctura la política Por nuestra gente,
do les convierte en administradores de un proyecto, que a la vez, que no es más que la formación de talentos (Caicedo, 1994) de
se erige en su propia negación. jóvenes, que becados salen hacia las Universidades del interior
con el compromiso de retornar al Chocó. La escuela es entonces el
Escuela, partidos políticos y estado pilar de la política, la vía expedita para acceder al control del esta-
La inserción del negro en la escuela, como fenómeno que mar- do en lo local y el camino seguro en el ascenso social.
ca el inicio del siglo XX, es asumida como práctica liberadora. Es Importa entender el contexto donde se sucede el tránsito a una
romper las cadenas que conducen a la esclavitud y es el camino nueva forma de ejercicio del poder y los factores que posibilitan la
para que el negro encuentre un lugar en la sociedad 6 Para la pri- conformación de una elite negra. La disputa por el poder entabla-
mera generación de intelectuales negros, que a partir de la década da entre la naciente elite negra y la burguesía comercial se
del veinte se convocan en el movimiento político chocoanista, in- desenvuelve en un escenario marginal a las grandes confrontacio-
tegrar a la pohlación en la escuela es la base de un proyecto donde
el negro pueda afirmar su papel en la sociedad, entendido éste
como la capacidad de controlar el estado en lo local y ejercer la 7
L~ ~odernizaci~n de la escuela es preocupación que desde el centro aparece como
pnondad en la decada de los treinta, la formación de maestros es actividad subsidiada
dirección en los partidos políticos. El chocoanismo como movi- por el estado y desde distintas regiones del país se llevan maestros a formar en las
miento político, con Diego Luís Córdoha y Adáo Arriaga como ~ormales ub~cadas .e~ distinto~ J?Untos estra.tégicos. Esta formación de maestros que
líderes de primer orden, se constituye en oposición y en disputa tiene como fm cuahfJCar la actlvtdad educativa y además asegurar la ampliación de la
cobertura, es un programa que permite formar una primera generación de maestros
por el control del estado que hasta ese momento era asumido por chocoanos.
la elite blanca. 8
Las r~striccioncs respecto al grupo de personas con derecho a votar, que excluía a
amphos sectores de la población negra por no ser alfabetizados o por no tener 21 3
21 propi~d~d, se liber~n igualme~te h~cia los treinta, factor que permite al negro
const1tmrse en dellberante al mtenor de los partidos y en la definición de la
6 Para Diego Luís Córdoba "Por el camino de la educación se asciende a la liberación representación
y permanecer en la ignorancia es mantener las cadenas y la esclavitud."
. . . . ... . . . . .
LA SOCIEDAD NEGRA DEL CHOCÓ
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AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

nes nacionales. Allí la guerra. que en la lógica de la confrontación Es así como en 1947, luego de una reforma constitucional, se crea
bipartidista era el espacio de resolución del conflicto político, no el Departamento del Chocó y allí se satisface la aspiración territo-
aparece como instrumento en la lucha por el poder. La región, a lo rial del movimiento político que integra a la población negra.
largo del siglo XIX había estado ausente del debate nacional, di- Si la escuela se vislumbra como el camino para ejercer el papel
sueltas las relaciones sociales que sustentaban la economía minera de gobierno en el estado, igual la integración a los partidos es el
esclavista, los poderes coloniales asentados en la zona andina mi- modo de movilizar la población, y es así como se estructuran for-
ran hacia el centro y sus ejércitos tienen los grandes valles mas organizativas, en las que a pesar de estar inscritas en los
interandinos como campo de batalla, igual que los territorios don- esquemas tradicionales al bipartidismo, es posible descubrir cier-
de florece la gran hacienda y los centros políticos donde se debate tas facetas que de modo específico encuentran sentido en la cultura
el proyecto nacional. La hegemonía de la minoría blanca asociada negra. Las relaciones señoriales que identifican a los partidos des-
al comercio es frágil, no se sustenta en la producción agrícola ni de el siglo XIX y que sustentan el tipo de comunicación que
en la labor manufacturera, 9 su vocación es la de intermediar cier- establece el gamonal con su clientela, no tienen significado en el
tos productos del bosque con valor en los mercados internacionales. tipo de relaciones sociales que la sociedad negra asume en este
Poder que enquistado en el centro de la selva, florece de modo período, su estrategia de poblamiento y su vida independiente les
artificial, y pronto, una vez los mercados dejan de demandar esos aleja de esas formas de dominación. Es así como los partidos, en
productos, estalla la burbuja y sobreviene la disolución del univer- su fase de conformación e integración de la población negra, to-
so allí creado. 10 man como base la estructura que ordenaba la vida en la comunidad
El ascenso de la elite negra es factible porque las relaciones rural, donde las cabezas de la parentela o de la unidad productiva,
económicas que sustentaban la antigua casta entran en crisis. Así que como autoridad en el grupo siempre habían oficiado como
como hacia finales del siglo XVIII la economia esclavista deja de intermediarios, se constituyen en la red que integra la clientela.
ser empresa y se abre como alternativa la conformación de un cam- La adscripción de la población negra a los partidos políticos,
pesinado negro y la colonización de las tierras bajas, de igual modo, como fenómeno que caracteriza la primera mitad del siglo XX, es
la crisis internacional del comercio de la tagua y el caucho cierra proceso que corre camino paralelo a otros cambios que se experi-
otro período de auge extractivista para el Pacífico. Se clausura un mentan en el universo cultural. Uno de los más significativos es el
modelo de relaciones sociales y queda abierto el camino para que relacionado con la conformación de los asentamientos y la adop-
el negro asuma la intermediación política y económica realizada ción de nuevas instituciones. La dispersión de la población como
históricamente por agentes externos o de otros grupos "raciales". dinámica del siglo XIX se transforma y se da paso a la conforma-
ción de pequeños núcleos o de aldeas (Mosquera &
9 El gmpo de comerciantes o la elite blanca que tiene dominio en el Chocó vislumb~a Aprile-Gniset,l987; Valencia, 1985), caseríos en los que la vida
un proyecto económico que supere la lógica extractivista. Es así como la familia comienza a ordenarse alrededor de la naciente escuela, de las ins-
Meluk plantea el establecimiento de plantaciones del caucho en la cuenca del Baudó,
lo mismo que el proyecto agroindustrial alrededor del Ingenio de Sautatá que durante pecciones de policía como expresión primaria de la articulación
algunas décadas funcionó en el bajo Atrato. De igual modo los registros de minas de de la población con el ordenamiento jurídico del estado y de la
la época enseñan una preocupación de estas familias .por integrase en esta activid~d. actividad del misionero en su tarea de integrar la población al pro-
Varios factores inciden para que el proyecto hegemómco de esta burguesía comercml
no sea viable, El primero, es la pérdida de significado de productos como la tagua y el yecto nacional. 11
caucho para el mercado internacional; el segundo, es la gran crisis de los años treinta
y el tercero lo constituye la minería como altemativa que sólo podía tener rentabilidad
a partir de innovaciones tecnológicas como las que había introducido la Chocó Pacífico. H En el Chocó, y en general en el Pacífico, el misionero se com,tituye desde finales del
10
El fugenio de Sautatá, ubicado donde actualmente está el Parque Natural de los Katíos, siglo XIX y la primera mitad del veinte en el principal agente estatal. En él descansa
con cerca de 4.000 hectáreas de caña y 600 obreros en época de máximo empleo el proyecto cultural y político de integrar la población al modelo nacional, La escuela
(Contraloría General de la Nación, 1942), se constituye en la máxima expresión del como principal innovación institucional es asumida por el misionero en la modalidad 21 5
proyecto económico de esta elite regional, para la cual el enclave como modelo de educación contratada y esta transformación tiene implicaciones en las pautas de
económico era el ideal, visión universal a las elites que controlaban el Pacífico en la poblamiento, como es la constitución de núcleos desde donde se facilite la prestación
época. de este servicio.
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En este contexto de integración de la población a la red Sólo faltaba un incendio para que la historia se cerrara, para que
institucional estatal, son los Inspectores de Policía quienes como los vestigios de un universo donde el negro era discriminado des-
agentes de los partidos políticos asumen la tarea de controlar la aparecieran y para que la sociedad chocoana experimentara la
clientela y en el universo rural son ellos los primeros en acceder a pmificación del fuego.
la condición de funcionario estatal. Así, la primera red que los En la memoria colectiva de las gentes de Quibdó el incendio
partidos constituyen descansa en los Inspectores; más tarde se fun- ocurrido en el año de 1966 es el cierre de un ciclo de la historia, es
damentaría en los maestros y sólo en la segunda mitad del siglo se la abolición del espacio donde se residenciaba la elite blanca de
diversificaría en funcionarios adscritos a distintas instituciones y inicios de siglo. Las llamas consumen la calle del comercio, la
programas. Importa entender que ser funcionario de una institu- carrera primera y la zona central que integra la segunda 12 • El in-
ción estatal se convierte, para éste período, en la única oportunidad cendio en el imaginario de ciudad elaborado por el negro, le libera
de movilidad social, cuestión que explica la importancia de los de la arquitectura, de la distribución espacial y de los escenarios
partidos políticos en la vida social del negro. que le remiten a un poder que históricamente le había subordinado
Ya se señalaba que para el negro de la primera mitad del siglo (Vargas,.1999a); en el imaginario político es la abolición de un
XX la participación en los partidos no se alimenta de la tradición tiempo en el que prima la dominación, para transitar hacia un es-
señorial y no se explica en el tipo de relaciones propias al pacio donde la sociedad negra encuentra su lugar en la ciudad.
gamonalismo; más bien se debe entender corno experiencia cultu- Esto no quiere decir que así se ordenen los hechos históricos, ya
ral donde se revela, la construcción del estado en lo local, a partir desde los años cuarenta había declinado el poder de los comer-
de integrar en el esquema partidista relaciones sociales donde la ciantes blancos, la tagua y el caucho habían dejado de ser empresa;
parentela es el mecanismo identitario primario, además de un nuevo ciclo extractivo empezaba a cobrar sentido, nuevas mo-
substraerse al debate partidista nacional y constituir lo racial corno dalidades de comercio asociadas a los productos maderables
factor aglutinante en oposición a la elite tradicional definida corno empezaban a estructurar la economía regional y otros poderes lo-
blanca, y finalmente, en constituir al estado en el espacio para la cales empezaban a hacerse visibles.
resolución de las expectativas económicas individuales. Estos ele- La construcción de la vía carreteable que une al Chocó con
mentos que identifican la génesis de la articulación del negro al Medellín, inaugurada en 1936, representa un cambio fundamental
estado y los partidos, corno discurso identitario en el que lo políti- en la vida de la región y el universo que miraba hacia las Antillas
co y lo racial permiten forjar un proyecto que alienta la formación deja de tener su centro en Cartagena y en el transcurso del siglo la
y desarrollo de una elite negra, tiene cierta eficacia por la ausencia vida se ordenará en función de las zonas andinas. A pesar de la
de crítica a la estructura del estado, por no poner en cuestión las integración económica y cultural con el centro del país, los gran-
relaciones de poder que marginan al negro, por convertir al estado des conflictos que estremecieron la nación en la mitad del siglo no
en simple oportunidad de acceder a los cargos de gobierno y por
reducir la lucha a crear una clientela identificada en el color o en 12 En el imaginario urbano del negro de Quibdó el incendio ocurrido en J 966 obedece a
el chocoanismo corno universo simbólico y afectivo. un hecho sobrenatural. Éste sucede como castigo del Santo Patrono San Francisco De
Asís, quien ante la trasgresión ocurrida durante las celebraciones en su honor desata
llserríos, doctores y funcionarios su furia. Se cuenta que en la noche que precede al4 de Octubre, cuando la población
sale a cantar en honor al Santo, un grupo de paisas borrachos iba en la parte final de
La segunda mitad del siglo es el desplegarse del proyecto cul- la procesión gritando "buñuelos". Este acto desencadena la ira del Santo que castiga
tural y político que la elite negra había delineado desde los años con el incendio, pero las llamas se extienden en la zona de residencia de los blancos y
veinte. La escuela tras varias décadas de labor, ya había cumplido a la vez protege las casas de habitación de las familias negras. El imaginario sobre el
incendio es rico en variaciones respecto al papel del Santo (Villa, 1987) En la literatura,
su designio; los partidos políticos habían disciplinado al negro hasta igual el incendio se recrea, en la novela La glosa paseada se constituye en evento que
216 el último rincón de la selva y el Departamento del Chocó se erigfa cierra el ciclo de dispersión del pueblo negro, y el brujo, el héroe cultural negro 217
en el símbolo de una generación de intelectuales que así lo consti- culmina en el incendio de la carrera primera su viaje para sellar el proceso de unidad
de las gentes que hasta el momento permanecían aisladas en distintas cuencas
tuyeron y que lo delimitaron corno el territorio de la sociedad negra. hidrográficas. (Caicedo, 1982).
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................ AcCIÓN COLECTIVA Y ETNIClDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

involucran a la población chocoana. La violencia como guerra La segunda mitad del siglo se caracteriza, como en el resto del
partidista y su posterior evolución a insurrección clasista, sólo de país, por la creciente urbanización de la región (Rueda, 1993) y
modo periférico involucra a la población. Históricamente el negro por un nuevo auge extractivo que le da identidad económica a lo
se identifica con el partido liberal y ante la persecución realizada largo del siglo. Los pequeños poblados y ciudades en formación
sobre algunos poblados en busca de líderes liberales, la estrategia son el espacio donde la sociedad negra se estratifica y lentamente
asumida por la población fue abandonar transitoriamente los po- se ven surgir las clases sociales. Allí, a diferencia de otros contex-
blados, internarse en los lios y asentarse hacia las zonas de las tos, el nacimiento de las clases no se asocia al control del capital y
cabeceras. Es decir, marginarse del conflicto y asumir la disper- los medios de producción, es el dominio del estado en lo local el
sión como estrategia, cuestión que se presentaba como opción ante que instaura como posibilidad la diferenciación social y su reali-
la baja presión demográfica sobre el territorio. 13 zación tiene como mediación el haber realizado estudios
Es así como desde los años cincuenta hasta los ochenta, lapo- universitarios o simplemente ser Doctor. Ser Doctor en la lógica
blación chocoana permanece marginada de la confrontación de las relaciones sociales propias a la sociedad negra del Chocó no
bipartidista, del nacimiento de los grupos que desde una visión hace referencia a la capacidad de ejercer un oficio en el ámbito
clasista asumen el socialismo como alternativa, de las grandes racional y técnico, es ante todo un rm¡go, una investidura que co-
movilizaciones campesinas y obreras, y de la integración de un loca al individuo en disposición para ejercer gobierno y que le
movimiento social y popular que descubre como opción la cons- habilita para integrarse en el estado. 15 Si bien no puede verse en
trucción de una alternativa de poder diferente. Para la sociedad ello la formación de clases sociales de forma plena, sí se debe
negra el universo donde el conflicto nacional encuentra su sentido entender como una vía de desarrollo del estado, y de reproducción
es demasiado lejano y para la sociedad chocoana la confrontación de relaciones sociales que sin ser capitalistas, se representan como
por la tierra no aparece como imperativo de la comunidad rural; la tal y se constituyen en el escenario previo para su consolidación.
lucha obrera le es ajena porque el capital y el trabajo en el plano Las teorías clásicas sobre la formación del estado, en el caso de
regional no llegan a constituir ese tipo de relación en su plenitud y la sociedad chocoana, parecen ser simple literatura, allí el estado
el proyecto de estado se reduce a la lucha por el control de los no se asume como la mediación donde concurren las expectativas
cargos que éste provee en el espacio loca!.l4 de los distintos actores sociales o el instrumento al servicio de
sectores económicos dominantes. Para la sociedad chocoana el
estado no es el medio, es el fin mismo; no es el sujeto que ordena
13
Durante el período conocido como La Violencia desatado en la mitad del siglo, aunque lo económico y lo social, es la misma economía. De tal modo que
se presentaron hechos que conmovieron la sociedad chocoana, éstos, sin embargo, no la sociedad estratificada a través del estado tiene en primer rango
tuvieron la trascendencia de otras regiones y la población no se integró a ninguno de la clase de los doctores, en un segundo el grupo de los maestros 16 y
los bandos ni se organizó en grupos annados. En el río Atrato ante la entrada de botes
de la armada, y ante hechos ocurridos en el río Munguidó donde fueron asesinadas un
grupo de personas, la población que para la época ya se había nucleado en algunos
15
poblados, los deja abandonados, se interna en los afluentes y se va a vivir en sus Como tendencia, la formación de intelectuales de la primera mitad del siglo XX
tradicionales tierras de cultivo. encuentra en la profesión de abogado el perfil de su realización, cuestión que no sólo
14
Como hecho relevante en la movilización social de las gentes del Chocó, durante el se advierte en el Chocó, igual se descubre en el Pacífico en general y en otros contextos
período del cincuenta a los ochenta, aparece el paro cívico que en 1953 se lleva a como el norte del Canea (Unea, 1998). Con la multiplicación de oportunidades de
cabo con motivo del intento de desmembración del Departamento; durante la dictadura formación profesional como consecuencia de la creciente urbanización y de una mayor
de Rojas Pinilla se llega a proponer integrar la región a los Departamentos integración de la región en la órbita estatal, en correspondencia se diversifica el espectro
circunvecinos, iniciativa que motiva un paro cívico y la movilización de la población profesional sin que ello signifique la saturación del mercado regional. Por lo menos
hasta echar atrás la medida (Garcia Márquez, 1970). En este evento, como en muchos hasta los años noventa todos los profesionales, una vez retornaban a la región, tenían
de esa naturaleza, se actualiza el imaginario independentista y la decisión de anexar asegurado un lugar en el gobierno local. El papel de los intelectuales en el nivel de los
la región a Panamá. Otra movilización de significado es la de la población del río San pa.~tidos será vivido de distinto modo en el Chocó y en el resto del Pacífico. En el
Juan contra la Chocó Pacífico, contemporiza éste movimiento con los vientos Chocó como departamento se presenta un nivel de autonomía en la representación 21 9
antiimperialistas que en la década de los setenta identifican a obreros, campesinos y que no es posible en el resto de la región, donde los partidos e intelectuales dependen
estudiantes. La lucha contra la empresa minera es de carácter coyuntural, y resuelto de otros elementos
16
aparentemente el problema con la nacionalización, la población se desmoviliza. De los poderes hegemónicos de centros como Cali, Popayán y Pasto.
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en el tercer nivel al de los inspectores con dominio en lo ruraL Pero el aserrío con el modelo económico que provee, coin() el
Este es el modelo de estado que se consolida entre los años cin-
esa t d o en la dimensión local, no conduce a la configuración
.
de las
ó'
cuenta y setenta, y que en su génesis no llega a descubrir el dominio sociales en el sentido capitalista, y las re1acwnes econ rm-
c1ases . . l' · 1
de lo público, por ser éste reductible a un conjunto de bienes a y sociales siguen reproduciendo las v.e¡as og1eas con as que
distribuir en el universo de los partidos políticos, que igual se or- ~:tóricamente se había identificado la región. Moderna esclavi-
denan según la estratificación ya descrita y que en su origen tienen tud es la que allí ocurre (Del Valle,.l996b ), y los corteros, qmen~s
en la red de parientes su modelo último. entregan las trozas al aserrío, se integran en el esqnema p~oductJ-
La especificidad que se describe en la apropiación que se hace 0 en tanto desde el comisariato se les ha avanzado en viVeres Y
del estado en lo local, no significa que la región escape al proyecto ;r~ductos básicos, se les ha condenado a permanecer,endendados
nacional y que igualmente los partidos políticos no se articulen en y a repetir año tras año el mismo ciclo. 18 La econorrua que se es-
las redes de poder que definen la política en los centros económi- tructura alrededor del aserrío declina una vez los bosques se agotan.
cos. Pero los representantes de la elite negra que oficiaban en el En algunos pnntos se ven crecer pequeños poblados qne de~~pare­
centro, los senadores y representantes a la cámara, reducidos en su cen en el momento el que el ase~o es trasl~dado, en ?tros s1hos se
proyecto al manejo de los recursos económicos del estado en lo constituyen efimeros centros de lmpo,tancJa comercml Y en gene-
local, sin otra gestión que tramitar las partidas del presupuesto ralla cadena comercial es frágil en extremo.
nacional, se convierten en simples intermediarios, en voceros de En el transcurso de la segunda mitad del siglo ::<X, con el
los grandes poderes y en el instrumento que profundiza la acrecentarse la competencia por los cargos y bienes pubhcos, con
marginalidad de la sociedad negra. una mayor afluencia de población hacia los centros urbanos ~.con
Con la consolidación de una elite negra que participa en la ges- la ampliación del grupo de personas letrad~s, los part1dos políllcos
tión estatal, igual se desarrolla una economía centrada en la dejan de ser el viejo sistema de adscnpcwn por perten.enci~ a ~n
producción de maderas, proceso que determina cambios en las re- tronco común y el parentesco se abandona co~o marca ~deni:ItarJa.
laciones económicas y sociales de la población, de tal modo que el La clientela se integra bajo la modalidad de mtercambw, de tran-
aserrío se convierte en la unidad productiva y en el referente de sacciones donde se obtienen cargos o contratos y ~e .entregan voto~,
poblamiento (Villa,l994). La explotación de los bosques se reali- y el mecanismo identitario del que se había parllcipado en b pn-
za bajo dos modalidades, una es la que se asocia a grandes capitales mera mitad del siglo se olvida, se asumen los parlldos en el rmsmo
externos a la región, y otra, es la que tiene en el pequeño aserrío el esquema que como tendencia se experimenta ~notros puntos d~ la
modelo productivo. Ambas modalidades implican una red de abas- nación y se profundiza en la visión de lo púbhco como a~tematJva
tecimiento de víveres y de personas de la región en función de de obtener beneficios individuales o de grupo, entendido este como
administración e intermediación. 17 La extracción de maderas se
el partido político.
convierte así en otra de las rutas de movilidad social del negro,
esta actividad permite el fortalecimiento de una red de comercian-
tes negros en las aldeas y el surgimiento de un reducido número de
propietarios de aserríos, sector de la población que se constituye ts El sistema de endeudamiento, como fórmula clásica pm:a man!e~er cauti.va la, ~erza
en el precario poder económico regional. de traba'o, tanto en el Chocó como en el Pacífico, ?a std~ praettca qu~ tdenttftca la
activida~ comercial en distintas épocas y que se aphca a dtversas acttv 1dade~. r~s~~
17
1
el siglo XIX permitía controlar a recolectores de tagua Y c~ucho, a lo argo e s~g la
Con frecuencia se asume que la explotación de los bosques en el Pacífico se asocia a XX es mecanismo para asegurar el control en el comerc10 de produ;tos col? as
los grandes capitales o empresas dedicadas a la transformación de los maderables, madera ' las actividades de pesca· y la, producción· agrícola
d
como el plabtanob. Ctertl s
· 'n de moto om as o a
pero así como se presenta esta modalidad, caso Triplex Pizano en el norte del Chocó, innovaciones tecnológicas en mmena como 1a mtro uccto d d d dami'ento
del mismo modo aparecen empresarios negros que se insertan en esta actividad, motosierras para la tumba de ma derables, se ms · criben en re es e en eu . t
fundamentalmente a través del comercio, y llegan a constituir sus propios aseníos. El ara de este modo asegurar la producción final por parte de .los comerctant~!
aserrío como unidad productiva lo constituye la planta de transformación, el barco fvma 1987) En el río Baudó, zona por excelencia del comere10 de plátan?,
para transporte de maderas y víveres, y el comisariato que provee de alimentos y comp;~dores. que llevan el producto a Buenaventura pagan al productor en vtvere8
otros productos básicos al gmpo de familias asociadas a la unidad productiva. (Valencia,.l989).
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OG~OGGIJIGGG~GO

Utopía campesina y el descubrimiento de lo étnico cuestiona el libre acceso de los poderes locales o de los interme-
. El fr~caso del proyecto político que identifica a ¡ diatios de los capitales externos a la explotación de los recursos
mte~ectuahdad negra des.~e el inicio del siglo, que simplement:
forestales y mineros en las tierras de las comunidades.
h~bm llevado a la poblacwn a mtegrarse en el bipartidismo tradi- La defensa del territorio tradicional del Pacífico, no es más que
cwn_al y en el estado, lleva a que hacia finales del siglo, a partir de la construcción del discurso local en un escenatio globalizante. Es
la de~ada de lo~ ochenta sectores de la población que critican esa durante la década de los 80s cuando en un esfuerzo por generar
~xpenencm se mtegren en modalidades organizativas diferentes e políticas de estado respecto a la región del Pacífico, los gobiernos
mtenten estructurar un discurso alterno. El movimiento social qu de Belisatio Betancur y el de Virgilio Barco trazan los grandes pro-
allí se inaugura no tiene los referentes nacionales es demasiad~ yectos que en el dominio de la infraestructura permitan constituir la
tarde para que a~í suceda. Los grandes proyectos ~opulares, que faja costera en escenatio abierto a los mercados internacionales y en
d~rante vanas decadas convocaron a campesinos, obreros, estu- el punto de encuentro de mercados hasta ahora integrados al Atlán-
dmntes y sectores ?;banos, ya han entrado en crisis y la violencia tico como Brasil y Venezuela. 21 En desarrollo de la alianza
como lenguaJe poht1eo es el escenatio dominante en la vida nacio- indígena-negra se convocan foros por la defensa del territorio tradi-
nal. 19 Si b_ie.n los pobladores urbanos del Chocó participan de la cional del Pacífico, los cuales realizados en Quibdó, se constituyen
protesta CIV1C~2 ~, no se.descubre en esta expresión el discurso que en eventos donde se pone en cuestión la política que no consulta en
mtegre Y movilice hacia. d futuro. Serán los campesinos en quie- su construcción las aspiraciones de los pobladores y que les subor-
nes recae la tarea de movilizar a la población y confrontar al estado dina a los poderes hegemónicos del centro del país. La defensa del
tanto en el orden de lo local como de lo nacional. ' territorio tradicional del Pacífico, como alianza entre indígenas y
No es posible explicar la conformación de un movimiento cam- negros del Chocó, tiene para el momento un valor enunciativo y
pesmo negro en el Chocó sin la organización indígena que de cierto funciona como referente identitatio en el plano histórico por ser la
región el espacio de asentamiento de éstas sociedades, pero la reali-
mo?o le antece~e. Los años ochenta ven nacer la Organización
Indíg~na Ember~ Wounann (OREWA) y posteriormente la Aso-
dad es que no existe un movimiento social que en la década de los
ciacwn ~ampesma futegral De Atrato (ACIA); la primera como ochenta pueda movilizarse en el nivel regional.
proyecc10~ de la experiencia del Consejo Regional Indígena del Para el indígena es claro el proyecto territorial y político, el
Cauca rec~be el a~umulado de las luchas indígenas y campesinas cabildo en la esfera de lo político y el resguardo en lo territorial
de la nacwn. La alianza entre campesinado negro y pueblo indíge- tienen su tradición institucional y el estado les reconoce cierto ni-
n~ en procura del reconoc~iento de sus derechos, opera en dos vel de autonomía, y en el caso de la región del Chocó, desde los
m veles, uno en,~! plano nac;o~al, ante lo cual se erige como ele- años setenta se inicia la delimitación de algunos territorios de res-
mento de la poht1ea del movmuento social la defensa del territorio guardo, proceso que se dinamiza con la conformación de la
tradicional dd Pacífico, y el otro en el universo local, en el que se OREWA en los ochenta. 22 El indígena en su tradición de resisten-

19
Para Lcopoldo Múnera ~1 pro~ecto de construc::ión de una alt.emativa de poder popular 21 Durante el gobierno de Virgilio Barco se publica el texto La dimensión Pacífico, como
en 1~ que du~a~te van~s d~cadas se emperran los campesinos, los obreros y el política de estado, en el que se analizan las ventajas comparativas de la región respecto
mov1mtento CIVICO, es h1~~ona que se clausura en la década de los ochenta para dar a los polos de desanollo de la cuenca del Pacífico, especialmente la región asiática, y
paso a las ~~rmas coerc1'7~as, armadas y violentas en las que participan agentes con relación a las necesidades de integración comercial de países como Venezuela y
estatale~, ~lttares y para~atares, guerrilleros y agentes del narcotráfico. El proyecto Brasil. De este estudio se deduce el imperativo de impulsar cie1tos macroproyectos en
democ~t1co que desde l?s anos sesenta se expresa en diversas modalidades encuentra el ámbito de las vías, los puertos y la producción de energía. Como antecedente de esta
su canu_no cerrado y se ~pone la reprcsi~n como fórmula. (Múnera,. 1998). obra se publica en Antioquia, el ejercicio prospcctivo Antioquiafrente al Pacífico, en el
20 que se sientan las bases del documento de Virgilio Barco.
En el ano de 1987 se realiza un paro cív1co que moviliza la mayoría de los centros
urbanos del Dep~amento, la protesta sin antecedentes históricos para la región, como 22 Los primeros resguardos que se constituyen en el Chocó, en el marco de la política de

en el resto del pats ~e co~voca alrededor de la satisfacción de ciertos servicios básicos reforma agraria, se localizan hacia el río San Juan, zona tradicional de poblamiento 223
Yen ella concu~re divers1dad de expresiones políticas de la población. La organización Wounan y en donde como antecedente de la OREWA se constituye la UNDICH,
generada para nnpulsar el paro no trasciende y desaparece por disputas internas en organización que en los años setenta nace con el impulso del Vicariato de Istmina e
torno a lo electoral. inicia la gestión por el reconocimiento de su territorio.
"~~ ... .........
LA SOCIEDAD NEGRA DEL CHOCÓ
~ ~
ACCIÓN COLECTIVA Y TilNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOM131ANO
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cia se representa a sí mismo como pueblo y el estado tiene un modelo productivo depende de las áreas contiguas a los lotes de
acervo grande de ordenamientos jurídicos respecto a sus derechos. cultivo, pero además se siente amenazado ante la creciente degra-
Para la comunidad campesina negra, su histotia cultural no provee dación de esas áreas. Queda entonces como alternativa asegurar el
esas fortalezas, en el orden de lo jurídico las áreas boscosas que dominio sobre esos espacios, como la sociedad indígena lo había
rodean sus tierras de cultivo son representadas como tienas bal- logrado por medio del resguardo.
días23 y en el plano organizativo no existían antecedentes que
afirmaran un proyecto político autónomo. Aunque en el espacio Se le impone al campesino negro crear un discurso cultural,
consuetudinario al negro existiese una serie de ordenamientos ju- enunciar sus derechos fundamentados desde la lectura de su histo-
rídicos respecto al uso de las tierras y una institucionalidad propia ria particular y describir un universo institucional como proyección
que regulaba sus relaciones sociales, él mismo, en su articulación de su forma específica de establecer la relación con la naturaleza.
con el estado, asurnia como natural la definición de las áreas de Ser comunidad era fórmula de fácil asimilación y por distintas vías
bosque como baldías y aceptaba con facilidad que el estado otor- se llegaba a ella, ya el estado así lo había instituido por medio de
gara pennisos de aprovechamiento forestal en esas tienas a gentes los programas de desanollo. Las pequeñas aldeas nacidas aírede-
extrañas. El campesinado negro del Chocó, a diferencia del movi- dor de la escuela le habían dado vida, las juntas de acción comunal
miento social campesino del resto del país, no se plantea como y los partidos políticos la convertían en su sustancia, y sobre todo,
reivindicación el problema de la tiena, la tiena allí no se ha cons- la actividad del misionero modernamente las integraba en comu-
tituido en mercancía, en objeto acumulado de unos pocos nidades de base. El nuevo evangelio pregona la inculturación como
propietarios, no es la tenencia de la tiena el conflicto que motiva ideología". En el contacto del campesinado con esa forma de
la organización. 24 En la larga tradición de una economia extractiva activismo emerge la organización campesina y los elementos que
es el acceso a los recursos naturales, la lucha por el control de los la identifican es el ser comunidad negra, tener una cultura que la
bienes susceptibles de monetizar, los factores que mediatizan las diferencia y que, por tanto, debe ser sujeto del reconocimiento de
relaciones entre los distintos actores. derechos especiales, y además, disponer de un territorio en el que
La expetiencia cultural del campesinado negro le enseña que históricamente ha vivido sin participar de las lógicas destructivas
la agricultura por sí misma no le asegura su reproducción, que su del capitalismo. El descubrimiento de lo étnico como alternativa
política para la comunidad campesina abre un nuevo capítulo en la
23
La Ley segunda de 1959 había determinado que el Pacífico, desde Panamá hasta
historia de la sociedad negra del Chocó, construcción identitatia
Ecuador y hasta la divisaría de aguas de la cordillera occidental, era reserva forestal que rompe con el modelo inaugurado por los negros en el inicio
y todas las tierras se consideraban baldíos o tierras de la nación. Hacia los años ochenta del siglo, verdadera ruptura que incluso pone en cuestión la legiti-
de ésta reserva se habían substraído áreas para la titulación en zonas de colonización
realizada por campesinos andinos, otras para la conformación de Parques Naturales y midad de la elite negra que en el escenario local oficia como
para la delimitación de resguardos indígenas. En las zonas de asentamientos negros representante del estado.
excepcionalmente se habían entregado títulos de propiedad.
24
El modelo productivo tradicional al campesinado negro, ante el !imitante de tierras
fértiles para la agricultura y ante las pocas innovaciones tecnológicas adoptadas durante 25
Los activistas más impmtantes en la consolidación del movimiento campesino negro
varios siglos tendientes a elevar la productividad o a integrar nuevos espacios a esta son los misioneros, que en ejercicio de la acción pastoral y en su compromiso teológico
actividad; en la segunda mitad del siglo ya comienza a experimentar dificultades para de corte liberacionista, asumen la inculturación como la lectura del evangelio en la
su reproducción: la frontera agrícola se ha cerrado, las tieJTas de agricultura reducidas lógica de comunicación del pueblo, desde su propio universo simbólico y sus formas
a pequeñas áreas no sujetas a inundación están plenamente ocupadas, las unidades de representación específicas. Este ejercicio implica un acercamiento a la realidad de
productivas se fragmentan en pequeños lotes, el microfundio es la forma de tenencia la sociedad negra para leer a la manera del antropólogo o para contrastar las lecturas
de la tiena y es precaria la seguridad alimentaria que el sistema productivo provee. que desde la academia se han elaborado. En el proceso de formación de AClA,
En este contexto el problema para el campesinado no es la tierra, son otros bienes, acompañado por los equipos misioneros, se realizaban talleres comunitarios donde a
que para la época se definen como recursos naturales, y que se identifican con el partir de la investigación-acción se lograba acceder a la representación sobre el uso
bosque como productor de maderas, las fuentes de agua asociadas a los peces y los del teiTitorio y el manejo de los recursos naturales, delimitar diversas unidades del
metales b_.adicionalmente defmidos como oro y platino. Así, para comprender la génesis paisaje a nivel del uso, identificar los conflictos y enunciar regulaciones. Estos mapas 225
de la organización campesina en el Chocó debe tenerse como referencia el contexto sociales, a la vez que permitían la reflexión sobre un problema, igual significaron la
económico donde está la lucha por el control de los recursos naturales la motivación base para la construcción de un discurso político en el que el territorio y la cultura se
principal.
erigen en ejes fundamentales para la movilización.
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LA SOCIEDAD NEGRA DEL 0-JOCÓ ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLO:MBIANO
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La síntesis o representación del negro que elabora la comuni- traducción literal de la representación identitaria elaborada por el
dad campesina, que en la segunda mitad de los ochenta se fragua movimiento campesino. 28 Con el aliento del reconocimiento de los
como discurso con proyección hacia toda la región del Pacífico", derechos étnicos en la Constitución de 1991 el movimiento cam-
fundamenta la etnicidad en los fragmentos de construcciones ela- pesino negro se convierte en abanderado del proyecto regional: En
boradas en diversos contextos como son el universo académico, el los núcleos urbanos, en los escenarios creados para la concertación
ámbito de las luchas indígenas y el discurso crítico al modelo ca- de la reglamentación de la Ley 70 llegan activistas de distintas
pitalista desde la óptica ambiental. Emerge la comunidad negra procedencias: jóvenes venidos de la militancia cultural propia de
como depositaria de una tradición en la que un gobierno propio, los grupos cimanones, activistas de los partidos tradicionales en
una autoridad, es la que regula la vida de los pobladores y ordena busca de oportunidades, representantes de ONGs locales, los dele-
el uso de los distintos espacios en un tenitorio determinado por la gados de las organizaciones de río, las representantes de las
apropiación colectiva, en el que prima el uso de tecnologías no organizaciones de mujeres y hasta personas que impostaban el ejer-
destructivas. Esta comunidad imaginada donde hombre y natura- cicio de la representación.
leza viven en armotúa, donde la regulación de las relaciones sociales Los distintos espacios de encuentro donde se resumían las as-
se realiza según la tradición, o como lo enseñaron los antepasados, piraciones de la población negra, que ctenían ocurrencia hacia el
remite a los orígenes, a una edad de oro, a un universo que se debe año de 1992 y 1993, 29 presagiaban la conformación de un movi-
preservar en oposición al avance destructivo del capitalismo. 27 La miento social de comunidades negras que, trascendiendo el universo
verdad es que esta visión del mundo elaborada por el campesinado campesino, integrara un proyecto regional y pusiera en el centro
olvida que los poderes tradicionales ya se habían disuelto en la del debate los enunciados de pluriculturalidad de la Constitución
moderna institucionalidad estatal, a través de los maestros e ins- o los de la construcción de democracia y participación. Este pro-
pectores de policía, pero sobre todo por la movilidad social generada yecto parece haber declinado en el transcurso de la década, sin
por los partidos políticos y la economia ligada a los aserríos. poder haber trascendido las organizaciones hacia la conformación
El nuevo orden territorial, la guerra y olras burocracias de espacios comunes en lo regional y nacional, el avance de los
actores armados se convierte en el lenguaje de la política regional.
Lo étnico como opción política encuentra concreción en la
Asamblea Nacional Constituyente, allí la alianza indígena-negra Para el departamento del Chocó durante la década de los no-
que había alimentado esta iniciativa toma a expresarse, el indíge- venta es perceptible como fenómeno, paralelo a la cristalización
naEmberá del Chocó Francisco Rojas se convierte en el abanderado
del proyecto campesino y la Constitución Política de 1991 plasma 28 El análisis realizado por Eduardo Restrepo sobre la literatura antropológica producida
una visión de la sociedad negra. El Artículo Transitorio 55 es la ah·ededor del negro enseña que, desde las primeras investigaciones en los cincuenta
hasta los ochenta, prima una visión ruralizada y el negro se reduce al universo de la
comunidad donde la cultura es percibida en el marco de los estudios clásicos aplicados
a los pueblos indígenas (Restrepo,1996d). Una lectura más allá de la literatura
26 antropológica, para observar el modo como el negro es identificado en el universo
La iniciativa organizativa que se cristaliza en AClA como experiencia con cobertura
en el medio Atrato, pronto se convierte en proceso que moviliza gentes de otros ríos pluricultural del ordenamiento que propicia la Constitución de 1991, de nuevo tendrá
y regiones del Chocó. Y entre 1985 y 1990 surgen Asociaciones campesinas en el que llegar a la conclusión de la reducción del negro a la comunidad rural, y el A..T. 55
bajo Atrato (OCABA), en el Baudó (ACABA), en el San Juan se presenta una de las como la ulterior Ley 70 de 1993, así lo hacen explícito.
propuestas donde lo indígena y negro se asumen como unidad y se plantea el gran 29 Para la reglamentación del A.T. 55 se crearon las Consultivas como el espacio donde

territorio Wounann-Negro. En el contexto urbano aparece la OBAPO, que como en el nivel depmiamental se debatían las iniciativas de la comunidad y de las
organización barrial se adscribe a un proyecto campesino al fundamentar su gestión instituciones estatales. Allí llegaban gentes de distintos orígenes politicos, a pesar de
en la integración de lo rural y lo urbano como proceso social específico al Pacífico. ello estos encuentros permitían potenciar formas de organización de un nivel superior.
(Villa,1998; Pardo, 1996; Roldan etal., 1994) Las Asambleas nacionales de representantes de organizaciones negras apm·ecen como
27
La organización campesina nace realmente como respuesta a la ausencia de el intento de superar lo local, estos eventos realizados en Tumaco, Bogotá y Puerto
regulaciones sobre el uso de los recursos naturales, como alternativa <m te la degradación Tejada, llegaron hasta crear espacios de dirección al conjunto de organizaciones, 227
ambiental y cultural, como un esfuerzo por contener las fuerzas desbocadas del ejercicio más formal que real, sin que después de 1995 se presenten iniciativas de este
capitalismo salvaje. La organización es opción de reconstituir un orden interno ante tipo. El inicio del nuevo siglo presenta las organizaciones fragmentadas, por
el fracaso del modelo de estado. departamentos y zonas, con incidencia en lo local y poca proyección nacional.
LA SOCIEDAD NEGRA DEL CHOCÓ

de la aspiración territorial campesina, el control territorial por par- Estado y movimiento negro
te de grupos armados, cuestión que explica en pmte el poco impacto
del movimiento social y la vez enseña sobre el verdadero límite de en el Pacífico colombiano
ésta construcción identitaria. Al final del siglo la sociedad negra
del Chocó deja de ser marginal a la guerra, y por primera vez en su MAURICJO PAR/JO
historia, se experimenta totalmente integrada al proyecto nacio- Antropólogo
nal. Los actores armados se constituyen en el principal obstáculo Instituto Colombiano de Antropología e Historia
para la conformación de un gobierno en lo local o el desarrollo de
MANUElA ALVAREZ
una institucionalidad adecuada a los territorios colectivos que son
Antropóloga
titulados a las comunidades, 30 Department of Anthropology,
A lo largo de la década de los noventa el movimiento campesi- Duke University
no negro, a pesar de lograr la titulación de amplias áreas, no
trasciende hacia la conformación de un movimiento social de tipo •••
regional donde la diversidad de actores urbanos puedan participar Diferentes aproximaciones recientes (de unas dos décadas para
de una construcción identitaria más compleja y donde lo étnico no acá) al estudio del estado han venido insistiendo en la necesidad
sea pensado en el universo restringido de lo territorial o las tecno- de aproximarse a él con gran prevención sobre la consistente rea-
logías tradicionales al mundo campesino. Se impone así la guerra lidad que éste ostenta. Estas tendencias se apartan de una larga
como resolución de lo político. Al final del siglo, el movimiento
tradición de la sociología primero y de la naciente ciencia política
campesino queda reducido a organizaciones étnico territoriales y
después de considerar al estado como una entidad discreta, un obje-
a asociaciones de Consejos Comunitarios.
to de estudio en sí mismo. El estado aparece a la percepción ordinaria,
la cual es tomada sin beneficio de inventario por la investigación
sociológica, como un todo estructurado y coherente. Por más que la
cotidiana evidencia nos muestra sus fisuras y contradicciones, en el
siguiente pensamiento estamos otra vez preparándonos para hablar
del estado como una unidad, como una entidad consistente. Al decir
de Bourdieu (1999) tendemos más a ser pensados por el estado que
a pensar el estado por nosotros mismos.
Abrams (1988) sugirió en su artículo seminal sobre las dificul-
Jo Es en la zona del bajo Atrato donde se titulan las primeras tierras cole.c~iv~s de tades para estudiar al estado que éste en sí es una máscara, una
comunidades negras, este procedimiento coincide con la entrada. del paranulitans~o máscara de consistencia detrás de la cuál no hay tal todo estructu-
al municipio de Riosucio y el desplazamiento forzado de la totahdad de la poblacmn rado y que una de las características del estado es entonces el poder
de éstas áreas, familias que se concentran en los campamen!os de desplazados
establecidos en Pavarandó.(Giraldo et a/.,1997) El desplazanuento forzado de la de tal careta para sustentar las prácticas concretas heterogéneas y
población campesina es la ~xp~esión de ?tra modalidad de ?rdenamiento ter:itorial, dispersas de los agentes y órganos estatales, prácticas que conti-
que se superpone a los terntonos colectlvos y que s.e convwrte en l.a a7tu~hdad en
determinante de la forma como se asume el poblanucnto. En el terntono tttulado a
nuamente están al decir de Abrams "legitimando lo ilegítimo",
ACIA en el medio Atrato, con cerca de 600.000 hectáreas, en algunas zonas. la presentándose ilusoriamente como el interés general. Según esta
población se ha visto obligada a abandonar sus tierras y a concentrarse en los espa~JOS línea de pensamiento el estudio del estado debe ser entonces el de
urbanos es claramente perceptible el acelerado crecimiento en el área urbana de V1gía
del FuerÍ:e o la conformación de barrios marginales en Quibdo donde se alojan familias las acciones específicas de los funcionarios y las instituciones en
228 desplazadas. El proyecto territorial del campesinado negro, co~ su ideal d~ ej~rcicio determinados contextos de poder, de dominación, de legitimación. 229
de autonomía en lo local, queda entonces aplazado y los ConseJOS Comumtanos son
reducidos a ser el paliativo de la violencia, el mediador entre los gmpos armados para Dentro de tendencias relativamente nuevas de estudios de lo
impedir el desplazamiento de la totalidad de la población. cultural y lo político se ha señalado (desarrollando en buena parte
ESTADO Y MOVIMIENTO NEGRO EN EL PACÍFICO COLOMBII\NO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍPJCO COLOMBIANO

ideas de E.P Thompson) la importancia de estudiar las percepcio- rente (Gupta, 1995; Mitchel, 1991); detrás de la cual se encuentra,
nes de entes como «la política» o «el estado» a nivel local por un por lo demás, una narrativa antropomorfizante del mismo. A partir
lado, y de analizar al estado en tanto «fmma(s) cultural mas que de este enfoque, entonces, se diluye el abismo entre el estado y la
como una institución o un aparato. Estas nuevas vertientes de re~ "sociedad civil", tornándose dicha separación en objeto de análi-
flexión sobre lo político cultural se sitúan en un plano de considerar sis en tanto un elemento nada! de la arquitectura discursiva que
a estas realidades como dialécticas, heterogéneas y contradicto- permite determinados ejercicios de poder, de diferenciación, de
rias. Es decir que los procesos locales interactuan recíprocamente administración, de destinación de cuerpos y recmsos propios del
con las dinámicas de formación del estado y de la «Política>>. En orden político moderno (Mitchel, 1991: 78). Así, el estado (como
este sentido es necesario reproblematizar acepciones de catego- aparato separado de la sociedad y como una entidad coherente
rías un tanto generalizadas como hegemonía, sociedad civil, antropologizada) es un efecto estructural externo de las tecnolo-
resistencia o cultura popular. gías políticas específicas de la sociedad disciplinaria, al igual que
Joseph y Nugent (1994) editaron una compilación de varios el cuerpo dócil (como condición para la explotación capitalista) es
autores en los que se presentan aspectos de la formación estatal en uno interno (Mitchel, 1991: 93) l
tanto procesos cotidianos y culturales en el México revoluciona- Una aproximación al estado como hecho cultural evidencia la
rio. Mallan, quien hizo parte de la anterior compilación, publica existencia de un denso entramado de representaciones, prácticas y
también un libro (Mallan 1995) en el que propone construir una relaciones de poder tejidas en torno a las instituciones estatales y
historia política desde abajo mediante una "arqueología de la cul- los funcionarios que las encarnan y que varían significativamente
tura política popular" para entender la formación del estado en de acuerdo con los diferentes posiciones de los actores (Gupta,
México y Pe1ú. 1995: 392). Y es precisamente al interior de esta polifonía de con-
Desde la antropología algunos autores como Taussig (1992), versaciones y experiencias en las que opera el estado, en donde
Herzfeld (1993), y Coronil (1997) se han concentrado en los pode- circulan, se apropian y se transforman sus programas y represen-
rosos aspectos simbólicos del estado análogos a los de la magia, o tantes. Por tanto, dichas interacciones cotidianas no sólo
el fetichismo. Gupta (1995) propone una etnografía del estado a re-presentan al "estado", sino que también lo corporalizan (Herron,
través de las prácticas e interacciones cotidianas de los funciona- 1998: 242). Es eu este punto donde se hace pensable
rios y otros ciudadanos desde la presuposición que al nivel local es conceptualmente y metodológicamente posible una antropología
muy difícil establecer la separación clásica entre estado y socie- del estado.
dad civil. El estado con sus particularidades culturales, es de todas for-
La enseñanza de las anteriores tendencias es la de que en los mas la encarnación del poder político, la expresión de un orden
estudios sobre la cultura no se puede pasar por alto el papel del establecido, la corporización de formas de autoridad y
estado, o dicho de otra forma, la cultura de las sociedades ya sean normatividades que sustentan unas situaciones de poder político y
vistas desde la escala local, regional o nacional, tiene ineludibles económico por parte de unos sectores privilegiados a expensas de
aspectos políticos generados por las prácticas del estado. Pero de la exclusión y explotación de unas mayorías subordinadas. Estas
manera análoga también es cierto que las realidades del estado, así situaciones de poder no son estáticas. Cambian y se reconfiguran
mismo en sus concreciones locales, regionales y nacionales deri- constantemente debido a las acciones de los distintos actores polí-
van de las constituciones culturales en esas escalas de la sociedad. ticos. Uno de los principales factores de cambio son los
El estado es pues una realidad cultural en constante construcción movimientos sociales en los que grupos o sectores sociales plan-
en relación recíproca de mutuas influencias con la sociedad. tean sus intereses y los presionan a través de variadas formas de
En este sentido se hace necesario reflexionar sobre las ataduras acción colectiva.
230 profundas qne constituyen al estado como un hecho cultural, tor- 231
nando problemática la distinción entre sociedad y el estado, al igual 1
Como es evidente, en este punto Mitchel se basa explicitamente en el análisis de
que los supuestos del estado como una entidad monolítica y cohe- Foucault, pero contemplando una consecuencia que no fue trabajada por él.
ESTADO Y MOVIMIENTO NEGRO EN EL PACÍFICO COLOMBIANO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBTANO
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Aunque con diferentes énfasis, los estudiosos de los movimien- organizativas tienen mucho de ~<cultural». Las dinámicas y con-
tos sociales en su mayoría reconocen contemporáneamente que el flictos de constitución de significados son un tópico de vital
desarrollo de la acción colectiva depende tanto de las fmmas de importancia en cuanto a los contextos y resultados de la acción
organización, de los planteamientos ideológicos corno de los con- política. Recientemente se ha destacado una dimensión
textos políticos. En cuanto a este último aspecto, la tendencia investigativa que nuevamente ha subrayado el carácter cultural de
denominada del "proceso político", especialmente en los trabajos las acciones y discursos de los movimientos y enmarcarlos dentro
de Tilly y de Tarrow, ha subrayado que los movimientos sociales de una política cultural (Álvarez, Dagnino y Escobar 1998). Tal
varían de acuerdo a las características de los regímenes políticos a como había sido señalado ya por Melucci y por seguidores de las
los que ellos se enfrentan. El estado y los movimientos sociales ideas de Gramsci, los movimientos parten de significados engen-
son fenómenos concurrentes de aparición histórica coetánea. Los drados por prácticas y realidades diferentes, a veces opuestas, a
movimientos sociales son ante todo movilizaciones de reclama- los parámetros culturales dominantes o hegemónicos. No se trata
ción o de desafío al estado para lograr reivindicaciones para sus solamente de elementos tradicionales. Frecuentemente partiendo
protagonistas. de la tradición, sí, los movimientos plantean visiones originales
Los procesos de formación o transformación nacional, ya sean sobre la sociedad y la naturaleza que r~tan las concepciones vi-
de integración terrítorial, de expansión de los medios de comuni- gentes y defendidas por los sectores que disponen del poder
cación, de reforma política, de protagonismo de determinados económico y político.
actores o sectores sociales, de presencia de conflictos, son el me- Al considerar en conjunto las anteriores tendencias analíticas
dio o vehículo a través del cual los movimientos sociales aparecen, sobre el estado, los movimientos sociales y la relación entre éstos,
se desarrollan o languidecen. El repertorio de tácticas, y formas de se tiene que existe un panorama conceptual heurístico y dinámico
acción colectiva, el cual nace de forma paralela al estado contem- para aproximarse a las realidades surgidas de la interacción entre
poráneo, es difundido y trasmitido por medio de esos procesos de éstos. Más aún, en ténninos generales, nuestra investigación pre-
dimensión nacional, los cuales a su vez se inscriben en tendencias tende contribuir a un análisis que trasciende los movimientos
internacionales (Tilly 1984, Tarrow 1994: 7). mismos, que circula, se intercambia, negocia y emerge en múlti-
Una de las grandes líneas de investigación contemporáneas ples espacios sociales, así corno es decantado y agenciado por
sobre los movimientos sociales es precisamente aquella que se ha disímiles actores. En este punto, entonces, si hemos de examinar
denominado como de "oportunidades políticas" la cual en buena los puntos de quiebre que operan como resistencias a un orden
parte examina las relaciones de los movimientos con el estado. El hegemónico, no partimos de un modelo dicotómico que define por
progreso, estancamiento o fracaso de los movimientos sociales un lado movimientos sociales (encarnando resistencias a lo hege-
depende de manera importante de la receptividad o rechazo de las mónico e inscritos en el orden de la subaltemidad) y por el otro un
instituciones estatales, de las instancias de diálogo o represión que conjunto conformado por el estado, iglesia, capital, etc. (que esta-
se generen, de la existencia de parámetros ideológicos o jurídicos blecerían lo hegemónico a secas y corno bloque homogéneo).
que permitan avanzar las reclamaciones, de los niveles de Para trascender estos modelos dicotómicos, nos es útil pensar
institucionalización de las acciones de los movimientos, del nivel desde lo que algunos autores han denominado la "red del movi-
de los recursos cedidos por el estado a los movimientos, entre otros miento" (Escobar 1999: 154), esto es, la filigrana de relaciones
tópicos de la relación estado-movimientos. (McAdarn, McCarthy, que constituye el espacio social, institucional y discursivo en el
Zald 1996: 10). cual se define un movimiento social mismo. 2 Porque, como se
Hace ya algún tiempo que los estudiosos de los movimientos
sociales están coincidiendo en que la movilización social entraña 2
"El término "red del movimiento social" implica lo intrincado y lo precario de las
232 la combinación de procesos de consolidación de identidades y de imbricaciones y de los lazos establecidos entre organizaciones del movimiento, 233
instrumentación estratégica. Pero aún dentro de este segundo participantes individuales y otros actores del estado y de la sociedad civil y política.
La metáfora de la red también nos posibilita imaginar más vívidamente las
aspecto, desarrollos de ideologías políticas o de estrategias imbricaciones de los actores de los movimientos y los respectivos ámbitos natural-
ESTADO Y MOVIMIENTO NEGRO EN EL PACÍFICO COLOMBIANO ACCIÓN COLECTIVA Y E'INICIDAD EN EL PACÍFICO COT.OlVIlHANO
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anotaba en un trabajo anterior para el caso de la emergencia de las De mediados de los 80s a principios de los 90s en el río Atrato,
organizaciones étnicas de comunidad negra: grupos de campesinos negros con el acompañamiento y asesoría
"La idea de las redes sociales merece un atento examen. Los movi- de misioneros católicos reclaman al gobierno en contra de la adju-
mientos no pueden ser entendidos aislados de otros actores sociales dicación de extensas superficies de bosques a compañías madereras
e instituciones. La existencia de instituciones y organizaciones que y papeleras. Los bosques del Pacífico habían sido declarados re-
pennitan un diálogo enriquecedor a los individuos o a los movi- serva forestal nacional desde 1959 y la expedición de licencias
mientos en ciernes, es un factor importante en la dinámica de la para la explotación económica de estos territorios estaba a cargo
movilización" (Pardo: 1997:222) de las corporaciones regionales de desauollo departamentales, en
este caso Codechocó. El movimiento, organizado en la Asocia-
Estado y movimiento negro en Colombia ción Campesinafutegral del Atrato, en este lustro logra consolidarse
La situación de los movimientos negros en Colombia ofrece en una extensa zona con decenas de localidades y obtiene tras unos
una interesante oportunidad para explorar estas relaciones. El mo- pocos años de lucha que el gobierno revise su política de otorga-
vimiento negro surge en los años 70 en la forma de grupos que se miento de licencias a las compañías y que los campesinos obtengan
preocupan por la discriminación racial, la deprivación económica una zona de manejo ambiental y productivo especial de carácter
y la falta de representación política. Estos movimientos tienen su colectivo para acceder a los recursos de!' bosque requeridos para la
base principalmente entre sectores estudiantiles y profesionales subsistencia y exenta de actividades extrae- tivas (madereras, mi-
urbanos y en menor medida entre algunos gmpos de trabajadores neras, pesqueras) en gran escala (Pardo 1997)
de oficios específicos en el sector informal. El contexto político Estos primeros logros de los campesinos negros del Cbocó en
dominante en aquella época tanto del establecimiento liberal-con- el Atrato, que van a marcar la trayectoria de futuras acciones de
servador como de los gmpos de izquierda no tiene mayor cabida campesinos negros en todo el Pacífico, se dan en medio de una
para este tipo de reclamaciones. Los movimientos negros, espe- atmósfera político e institucional poco favorable. Las compañías
ciahnente el Movimiento Cimarrón, permanecen circunscritos a madereras, las más grandes del país en su tipo manejan poderosas
sus propios núcleos de estudios sin lograr mayor impacto en la influencias y son apoyadas por intermediarios locales los cuales a
opinión pública o sin lograr generar movimiento de masas signifi- su vez influencian la política local. Las reivindicaciones de los
cativos pero logran la conformación de una red en las principales campesinos están por fuera de los debates de la política departa-
ciudades y un reconocimiento de su liderazgo entre los simpati- mental enfrascada finisecularmente en el reparto burocrático. Antes
zantes del movimiento negro (Wade 1993, 1995). bien, entre las elites de la región se mira con sospecha a los movi-
mientos que controviertan a las empresas que tratan de traer
"desarrollo" a estas olvidadas regiones. Los reclamos de ACIA
permanecen en el comienzo circunscritos al plano local sin que
ambiental, político-institucional y cultural-discursivo en que se encuentran inmersos.
En otras palabras, las redes de los movimientos abarcan más que a las organizaciones
tengan divulgación alguna en Jos medios de comunicación de al-
del movimiento y sus miembros activos; incluye igualmente a los participantes cance nacional o se constituyan en motivo de debate en los
ocasionales en eventos y acciones del movimiento, simpatizantes y colaboradores de escenarios de la política nacional. La institución oficial con juris-
las Ong's, partidos poHticos, universidades, otras instituciones culturales y
convencionalmente políticas, la Iglesia y el estado que, por lo menos parcialmente,
dicción sobre el problema es Codechocó cuya burocracia local tiene
apoyan las metas de un determinado movimiento y ayudan a desplegar discursos y una cómoda alianza con las madereras pues además de los intere-
demandas en contra de instituciones y culturas políticas dominantes. "Entonces, cuando ses económicos en juego privilegia ante todo actividades
estudiamos el impacto de los movimientos, debemos evaluar el nivel en el que circulan
sus demandas, discursos y prácticas en forma capilar -desplegadas, adaptadas,
económicas de cierta escala en los bosques y ríos ya que la misión
apropiadas, co-optadas o reconstruidas según el caso-- en ámbitos institucionales y de las Corporaciones Regionales en aquella época era la de pro-
culturales más amplios [ ... ] También debemos considerar cómo los discursos y las mover el "desarrollo" en sus formas más convencionales con el
234 dinámicas de los movimientos sociales están moldeadas por instituciones sociales,
desgraciado agravante de que en las selvas del Pacífico ese "desa- 235
culturales y políticas importantes que atraviesan las "redes" y, a su vez, cómo los
movimientos moldean los discursos y las dinámicas de dichas instituciones." (Escobar, rrollo" no es más que la actividad extractiva que expolia los recursos
1999). y sólo deja atrás degradación ambiental y pobreza.
EsTADO Y MOVIMIENTO NEGRO EN EL PACÍFICO COLOMBIANO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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Es posible ver entonces que los logros de las reclamaciones de En mayo de 1987 se desarrolla el paro cívico en el Chocó ante
estas comunidades negras organizadas se debieron en buena parte el flagrante abandono de la región por parte del gobierno en cuan-
a dos factores: la solidez de la organización y el avance de cierta to a servicios públicos y sociales. El paro cuenta con un apoyo
conciencia medio ambiental en el sector institucional. El primer mayoritario de la población y desemboca en grandes disturbios en
factor resultó de la coincidencia de una orientación hacia la defen- Quibdó lo cual motiva el envió de una delegación del gobierno
sa del campesinado pobre por parte de los equipos misioneros nacional y la firma de compromisos para solucionar algunos de
católicos en la zona. Sacerdotes y monjas europeos y colombianos los graves problemas sociales. La atmósfera creada por el paro
venían desarrollando desde hacía algunos años una paciente labor coloca coyunturalrnente a las instituciones estatales a la defensiva
de concientización y organización de los campesinos negros pri- y da segmidad a los activistas del movimiento campesino a la hora
mero corno grupos cristianos de base y más adelante corno juntas de plantear sus exigencias
comunales campesinas. La extensión de la zona y el número de Este mismo año después de múltiples tentativas para frenar las
localidades involucradas fue un ingrediente importante en la fuer- licencias a las madereras por vía de solicitudes a la corporación
za que logró tener la organización campesina en sus negociaciones regional Codechocó encargada del control de explotación de la
con el sector institucional. En 1987 la ACIA ya contaba con 35 reserva forestal del Pacífico, y ante. la situación adversa con la
comunidades de dos municipios chocoanos (Quibdó y Bellavista) burocracia en Quibdó, ACIA torna medidas para tratar de influir
y uno antioqueño (Vigía del Fuerte). No se trataba pues de algunas en el plano nacional. En mayo obtiene la personería jurídica, ese
comunidades campesinas aisladas sino de la población organizada mismo mes se vincula a la organización del paro cívico departa-
de una zona de varios cientos de miles de hectáreas una circuns- mental por servicios sociales y envía una delegación a Bogotá a
tancia sin precedentes en la historia de las comunidades rurales exponer ante Planeación Nacional, el Ministerio de Agricultura, el
chocoanas. Incora y el Inderena el deterioro ambiental y social causado por la
El otro factor que ayuda a explicar el avance del movimiento explotación maderera. En estas instituciones los reclamos de los
campesino negro en el Atrato es el de la existencia de ideas campesinos tuvieron receptividad dado que eran planteados bási-
ecologistas en algunos sectores institucionales. En esta misma área camente corno una defensa de los recursos naturales. Esta
del medio Atrato se venía desarrollando el proyecto Desarrollo delegación presionó para la realización de una reunión en el Atrato
Integral Agrario Rural de cooperación internacional con Holanda. de los representantes de las comunidades campesinas con funcio-
Este programa había hecho rigurosas prospecciones de la situa- narios de Codechocó y de Planeación Nacional. También con
ción de los recursos naturales en el área y había podido constatar directivos del proyecto de cooperación holandés, representantes
la destrucción ambiental y las desoladoras perspectivas para el bien- de los equipos misioneros y de organizaciones populares y cívicas
estar de los campesinos ocasionada por la explotación maderera corno la organización indígena OREWA, la organización Cima-
por lo que simpatiza y colabora con los reclamos de los misione- rrón y el movimiento del paro cívico en Quibdó.
ros y de ACIA. La actitud del Proyecto Holandés más enfocado a De esta forma la ACIA provoca la realización de un evento con
favorecer las poblaciones campesinas y el medio ambiente amor- sectores institucionales de innegable dimensión regional y nacio-
tigua en parte la actitud de Codechocó que privilegia las actividades nal que mostraban receptividad a sus reclamos y con organizaciones
extractivas y las compañías comerciales. En el nivel nacional, al- populares de importancia que respaldan a la organización campe-
gunos funcionarios en instituciones del sector central están más sina. Acude a las instituciones nacionales relacionadas con la
sensibilizados hacia la conservación ecológica y hacia los proble- cuestión territorial antes de que las madereras puedan movilizar
mas de las poblaciones más pobres que en las seccionales en sus influencias. Los recientes sucesos del paro departamental ha-
Qnibdó. Las contradicciones entre instituciones locales y entre el bían atraído cierta atención nacional hacia los reclamos de los
236 nivel central y el regional evidencian fisuras o áreas frágiles en el chocoanos, situación ésta que favorece coyunturalrnente la pre-
régimen político-institucional que favorecen el avance del movi- sentación de las quejas de la A CIA. La reunión se celebra del19 al
miento social. 21 de junio de 1987en Buchadó, en el medio Atrato y de allí sale,
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firmado por todas las partes, el histórico acuerdo que habría de hacia la calidad de la vida social y ambiental y no hacia el lucro
cambiar la historia de las selvas del Pacífico colombiano y de sus comercial y la acumulación capitalista.
habitantes. En este acuerdo se reconoce el derecho de las comuni- Todas estas propuestas de ACIA colocan a los grupos rurales
dades campesinas a sus tenitorios ancestrales y se acuerda designar negros del Pacífico en el centro de una serie de discusiones con-
un área de la reserva forestal del Pacífico para ser manejada por temporáneas que están abriéndose paso también al intedor de las
las comunidades. agencias del estado. Discusiones éstas y tópicos que no pueden ser
La firma de este acuerdo muestra como ACIA logró aprove- leídos dicotómicamente de manera fácil. Al promover estas ideas,
char los recursos de la ley existentes en ese entonces para la ACIA actúa en concordancia con tendencias inte1nacionales, las
protección del medio ambiente y así lograr la salvaguarda de sus cuales en parte han tenido eco en el país, sobre la impmtancia de
territorios. Así mismo al acudir a la instancias nacionales pudo la defensa y apoyo de las particularidades culturales y del medio
neutralizar la burocracia local de Codechocó fácilmente ambiente. Estas ideas tienen recepción tanto en los movimientos
influenciable por las compañías madereras. En términos de la tenc sociales y en las ONGs como en los estados y el capital.
dencia de oportunidades políticas puede decirse que A CIA tomó El ascenso de la etnicidad, la constitución de regímenes espe-
ventaja de aperturas favorables en el aparataje espacial tanto en el ciales con variables grados de autonomía, el crecimiento del
nivel de la legislación como en el de la estructura burocrática. activismo ambiental tiene mucho de libertario y de favorable a la
ACIA por medio de sus reclamos comienza a abdr espacio a situación de grupos marginados pero también puede estar acorde
una serie de propuestas novedosas respecto de los grupos negros con la consolidación del carácter neoliberal de las políticas de es-
sin antecedentes en el panorama político colombiano. Por un lado tado que se retira de responsabilidades sobre la garantía de los
comienza a cuestionar la doctrina de que los resguardos indígenas derechos básicos a todos los ciudadanos y que arroja sobre la ini-
son la única excepción posible a que la privada o la estatal son las ciativa individual o de grupos específicos, en el contexto de un
únicas formas de propiedad de la tierra al proponer el reconoci- mercado abierto, las posibilidades de mejoramiento de sus condi-
miento de unos temtodos negros colectivos. De otro lado y con ciones (c.f. Gros 1997). En estos escenarios se facilita la actividad
una Última ligazón con lo anterior comienzan a esgrimir el argu- de movimientos sociales heterogéneos y poco coordinados que no
mento de que los grupos negros rurales son poblaciones étuicas desarrollan articulaciones políticas extensas en tamaño y prolon-
sujetas a derechos culturales y temtoriales especiales consideran- gadas en el tiempo. De otro lado el capital ha entendido que la
conservación de la naturaleza puede ser una buena inversión en
do la resolución 169 de la OIT sobre sociedades indígenas firmada
futuras áreas de actividad tecnológica y financiera (Escobar 1999:
por Colombia y en camino de convertirse en Ley de la República.
286-290)
De esta forma dan un viraje al razonamiento central que venían
expresando las organizaciones negras: del reclamo basado en la Es este un punto importante para explorar las articulaciones
igualdad -derechos civiles-se pasa al reclamo basado en la dife- paradójicas y contradictodas entre los discursos y las prácticas
rencia -derechos étnicos. concretas del estado y las de los movimientos sociales, pmticular-
mente los de carácter étnico. Pero el desarrollo del movimiento
Las reivindicaciones planteadas por ACIA contribuyen tam- campesino del Atrato es también un caso paradigmático de cómo
bién a la transformación de las visiones sobre la conservación los replanteamientos de aspectos culturales vernáculos al ser pre-
ecológica de un énfasis biológico a uno más social al proponer que sentados como partes de reivindicaciones contemporáneas son
la protección del medio ambiente en sus terlitodos debe pasar por también componentes e influencias, aliado de otros elementos que
el manejo de ellos por pmte de los grupos campesinos negros quie- pueden tener origen más o menos hegemónico, de configuracio-
nes ostentan unas formas productivas sostenibles. Son éstas, nes en curso de instituciones y discursos del estado. Así, no es
238 tangibles expresiones de las políticas culturales que ha propuesto difícil calcular la importancia que tuvo el incipiente movimiento 239
el movimiento campesino chocoano orientadas hacia una relación negro en la incepción y postedor difusión de la aceptación consti-
sostenible de las comunidades y la naturaleza con unos énfasis tucional de la realidad pluliétnica y multicultural de la nación
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colombiana y de haberse los pobladores negros colocado como colectivamente territorios a las comunidades riverinas del Pacífi-
unos protagonistas clave de esa diversidad. co o comunidades similares así como proteger su idiosincrasia
La implementación efectiva de los acuerdos de Bucbadó, no se cultural o propender por su bienestar, o sea básicamente dar curso
dio nunca plenamente. El estatus de la posesión y propiedad terri- a las reclamaciones de las organizaciones campesinas chocoanas.
torial se tomó cada vez más difícil pues el Incora argumentaba que Desde el principio, entonces, el futuro de la futura ley para las
no existían las herramientas legales para titular territorios colecti- comunidades negras quedó atado geográficamente al Pacífico por
vos negros y Codechocó fallaba en el cumplimiento de aspectos un lado, y de otro a estar centrada en la titulación colectiva territo-
puntuales de atención a las comunidades campesinas. Se muestra riaL Aunque el transitmio mencionaba de manera muy general a
de esta manera una de las facetas recurrentes de las instituciones los otros gmpos negros del país, no se mencionaron otras reclama-
estatales frente a los movimientos sociales: la de catalizadoras de ciones específicas como las de los raizales sanandresanos, o las
desmovilización política o parafraseando a Fergusson (1990) de diferentes formas de discriminación racial, o el abismal
máquinas antipolíticas. Una de las funciones de las instituciones marg:inamiento económico y político de la mayoría de los grupos
es la de no hacer lo que se suponen que deben hacer. En efecto negros en Colombia.
ante la protesta social algunos representantes del estado llegan a Algunos analistas han señalado que el principal razonamiento
acuerdo con los movimientos y luego despliegan variadas tácticas entre los agentes del estado tanto para la aprobación de la ley de
burocráticas de dilación y de cooptación que debilitan y desmora- comunidades negras como en sus desarrollos y aplicaciones es el
lizan los movimientos. de la conservación de un área considerada importante en términos
Ante la negligencia estatal, la ACIA entonces en coordinación de su diversidad biológica (Villa 1988, Rivas 2000). Los poblado-
con otra organización campesina negra que se había formado en el res a quienes se les adjudicarían territorios colectivos son de esta
río San Juan, ACADESAN, con la organización de barrios popu- forma vistos más como guardabosques que como grupos humanos
lares OBAPO y con la organización indígena OREWA, se toman cuyo manejo sociocultural de los recursos naturales se contrapone
la alcaldía, el Incora y la catedral en Quibdó. Tras la presencia de a un mercado libre del suelo. La ambigüedad de ciertos puntos de
los delegados gubernamentales logran la conformación de una las agendas tanto de los agentes del estado como de los movimien-
Comisión de Tierras conformada por la gobernación del Chocó, el tos étnicos permiten la aceptación de ciertos reclamos pero pueden
Incora, el Inderena y Codechocó, para trabajar en una propuesta implicar distintos grados de institucionalización o la pérdida de
de Ley para la titulación colectiva en 1990. Poco antes había so- iniciativa de los movimientos. O como ha sido subrayado frecuen-
brevenido la convocatoria para la Asamblea Constituyente. La temente, los cambios contemporáneos en la estructura del estado
ACIA comenzó a participar entonces en discusiones con otros gru- llevan algunas de sus agencias a transferir funciones y capacida-
pos negros en el nivel nacional para plantear propuestas a la futura des a nuevas instancias de agencia política en el nivel local o
constituyente y para explorar candidatos a la Asamblea. regional (Jessop 1999: 387-88)
Sin embargo su ya establecida alianza con la Orewa la llevó a La discusión dentro de la comisión especial para la propuesta
apoyar el candidato indígena de esta organización el cual salió de ley, a pesar de contar entre sus miembros representantes negros
elegido mientras que otros candidatos negros no lo lograron. El de otras partes del país, va a seguir la misma tendencia centrada en
constituyente indígena lleva entonces una agenda ya bastante es- las selvas del Pacífico, reforzada por el hecho de que las organiza-
tudiada por las organizaciones chocoanas. Grupos negros de otras ciones chocoanas se proponen desde un principio llevar a la
zonas del país y las organizaciones chocoanas confluyen y se mo- propuesta de ley sus aspiraciones a la titulación colectiva las cua-
vilizan con tomas y manifestaciones en Bogotá para presionar la les ya han sido planteadas de manera bastante acabada en la arriba
inclusión de las reivindicaciones negras en la constituyente. A úl- citada comisión de tierras entre las agencias del estado y dichas
240 tima hora el constituyente indígena logra que se apruebe en la nueva organizaciones étnicas chocoanas. 241
constitución un artículo transitorio en el que básicamente se orde- Por fuera del Chocó la situación del movimiento social negro
na al gobierno crear una comisión para redactar una ley que titule era la de algunos grupos de activistas asentados en los pocos cen-
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tros urbanos de la región -Buenaventura, Guapi, Turnaco- tra- jos comunitarios y conservación de la biodiversidad llegaron como
tando de impulsar espacios organizativos de algún alcance regional, una noticia "oficial", corno algo que era agenciado y financiado
algunas incipientes asociaciones campesinas de río y de unas po- por el gobierno. El del movimiento negro rural en el Pacífico co-
cas organizaciones culturales y asociaciones de productores pobres lombiano después de la constitución de 1991 presenta la especial
en Tumaco. Sin tener alguna organización consolidada de masas situación de ser un movimiento iniciado por unas organizaciones
los líderes más activos de estos grupos plantean la necesidad de campesinas en reclamo de protección de su territorio tradicional,
implementar y consolidar una organización nacional de negritudes apoyado luego por distintos grupos de activistas negros en nombre
con sus respectivos componentes regionales y departamentales. de los problemas de los negros colombianos y finalmente incorpo-
Ya en 1990 estas asociaciones de los tres departamentos del. Pací- radas sus aspiraciones a la legislación a partir de un mandato
fico sur se reúnen junto con diversos grupos incluyendo misioneros, constitucional.
funcionarios oficiales, políticos de los partidos tradicionales y Esta circunstancia muestra que a partir de la Constitución de
ONGs en Tumaco para estudiar la participación en la Constitu- 1991 el movimiento étnico negro entra en un proceso de progresi-
yente, reunión de la que no pudieron sacar un candidato unitario va institucionalización al basar su libreto político mayormente en
pero en la que se origina la Coordinadora Nacional de Comunida- lo que las sucesivas piezas legislativas van estableciendo. Primero
des Negras, CNCN, integrada por los gmpos más orientados hacia el artículo transitorio 55, luego la ley 70 de 1993, más reciente-
un movimiento de tipo étnico alejado de la política tradicional. mente el decreto reglamentario 1745 de 1995 sobre los consejos
(Cassiani 1999). comunitarios y el2248 sobre las Comisiones Consultivas nacional
Hasta la expedición de la Constitución de 1991 y la inclusión y departamentales y el registro de organizaciones negras. Esta
del Artículo Transitorio 55, la movilización de activistas y organi- institucionalización va a estar marcada por el alternativo protago-
zaciones negras había dependido de sus propios esfuerzos y nismo de distintas agencias estatales a través de las etapas en que
recursos. Pero a partir de este momento y dado el hecho de que la los movimientos se desenvuelven. Una primera etapa del movi-
nueva constitución en dicho artículo transitorio ordena al gobier- miento por la inclusión y el reconocimiento en la que la
no la conformación de una Comisión Especial que proponga el interlocución con el estado oscila entre las entidades encargadas
texto de una ley de comunidades negras, los representantes de las de la política de tierras hasta las altas esferas gubernamentales en
organizaciones comienzan a exigirle al gobierno todos los recur- general, o como se dio el caso, de obtener la atención del legislati-
sos para las actividades de la Comisión Especial. No fueron sólo vo constituyente mediante la movilización callejera. Luego viene
los costos de la participación de los delegados en la comisión en una etapa de mutua pedagogía durante la vigencia del transitorio
Bogotá sino la realización de talleres informativos en las regiones. 55 y las discusiones para proponer la ley. En este período muchos
Es así corno con recursos oficiales se llevó a los distintos lugares asentamientos y vecindarios mrales del Pacífico aprenden a verse
del Pacífico la noticia de que la nueva constitución reconocía a los a sí mismas como "comunidades negras" que tienen unas "prácti-
campesinos negros como "comunidades negras" y que se haría cas tradicionales de producción" en tmos "territorios tradicionales"
una ley para reconocerle las tierras a esas "comunidades". o "ancestrales".
Para la mayoría del campesinado negro del Pacífico éstas eran Al mismo tiempo los funcionarios de las corporaciones, del
unas ideas completamente nuevas. A pesar de que a la difusión de Incora, del Plan Pacífico, de la Red de Solidaridad (PNR en ese
estas nociones contribuyeron misioneros católicos, ONGs y algu- entonces) divulgan sus propias visiones sobre esos conceptos y
nos funcionarios gubernamentales, el gmeso de la tarea divulgativa aprenden ellos mismo a usar una nueva discursividad institucional.
fue emprendido por activistas bien informados dentro del movi- Bien pronto algunos de estos funcionarios adquieren, respecto de
miento negro. Lo cierto es que a diferencia de lo ocurrido con las la norrnatividad derivada de la ley 70, la recurrente actitud buro-
242 organizaciones en el Chocó, para la mayoría de los habitantes ne- crática de ostentar un conocimiento semi-hermético al que los
gros de los ríos del Pacífico sur, las ideas sobre defensa del territorio ciudadanos deben acceder por sí mismos como en una difícil tarea
ancestral, creación de territorios colectivos, designación de canse- escolar. Con la burocracia municipal o departamental las relacio-
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ESTADO Y MOVIMIENTO NEGRO EN EL PACÍFICO COLOMBIANO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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nes suelen ser aún más diñciles pues éstos funcionarios frecuente- las discusiones y que van a tener las conclusiones. Así aunque el
mente ven al movimiento negro o la institucionalidad y actividades Artículo Transitodo 55 hacía especial énfasis en las comunidades
derivadas de la ley 70 como competidores por los recursos y la ribereñas del Pacífico, perrrútía una interpretación amplia para haber
jurisdicción municipal. Los alcaldes por ejemplo no suelen consi- dado cabida a otras previsiones que considerar·an de manera efec-
derar a las organizaciones y a los consejos comunitarios como tiva a otros sectores de población negra distintos de la rural del
partícipes en el diseño de los Planes de Desarrollo y de Ordena- Pacífico, tal como los isleños sanandresanos, los pobladores ne-
miento Territorial. (Rivas 2000) gros de la región caribe, los de los valles interandinos o aquellos
Tal como se anota más arriba, cuando la ACIA comienza a asentados en las grandes ciudades, el texto de la ley volvió a con-
plantear sus reclamos se dirige a Planeación Nacional, al Incora, centrase mayormente en las comunidades rurales del Pacífico, en
al Inderena y al Ministerio de Agricultura en Bogotá al no obtener la adjudicación de territorios colectivos a éstas y una serie de me-
ninguna receptividad a sus reclamos por parte de Codechocó la, en canismos para la conservación de dichos territorios 3 •
ese entonces, corporación de desarrollo regional encargada de ad- Durante la etapa posterior a la Constituyente, de desarrollo del
ministrar la reserva forestal o sea los bosques chocoanos. Esta artículo transitorio, los activistas del Pacífico sur continúan con
última mucho más susceptible a la influencia y presiones de las sus intentos de conformar una organización de alcance nacional
compañía madereras que a los reclamos de los campesinos pobres. después de los resultados ambivalentes del encuentro preconsti-
Esta táctica de ACIA de recurrir a un nivel superior en la es- tuyente de 1990. En julio de 1992 realizan la Pdmera Asamblea
tructura estatal perrrúte postular la idea de que al acudir a niveles Nacional de Comunidades Negras en Tumaco en la que participan
institucionales de mayor cubrimiento, de lo local a lo nacional y a delegados de organizaciones de los cuatro departamentos inclu-
lo transnacional, en contextos de paradigmas políticos ascenden- yendo la ACIA del Chocó, la Organización de Comunidades
tes, el movimiento social puede encontrar respuestas más receptivas Negras, OCN, que agrupaba a los sectores independientes que es-
y menos represivas. En efecto, en temas como los derechos de tuvieron en la CNCN y unas diez orgattizaciones de ríos de los
grupos étnicos o la conservación ambiental es mucho más proba- departamentos del sur, además de organizaciones de mujeres, cul-
ble encontrar aliados en el nivel nacional que en el local, y en los turales y gremiales. Siendo los territorios del Pacífico el objeto del
escenarios internacionales que en los nacionales. Transitorio 55, no fueron convocadas a este evento organizaciones
En esta primera tentativa de acudir a instituciones del nivel de la costa Atlántica. Los activiftas negros de ésta última región,
nacional, ACIA ensaya con todas las instituciones que tienen que así como de las grandes ciudadps reclaman ser incluidos en este
ver con la administración de los bosques nacionales y con el régi- proceso y fue así como en la segunda Asamblea realizada en Bo-
men territorial y con el superior jerárquico de Codechocó: Planea- gotá, en mayo de 1993, partiCiparon junto con delegados de
ción Nacional así como con la embajada holandesa que patrocina diferentes partes del país. En estas Asambleas se sigue discutien-
el proyecto institucional mas grande en las áreas rurales en las que do la creación de una organización nacional de comunidades negras
ACIA está operando. Sin embargo, una vez que los reclamos de y es así como se realiza en agosto de 1993 una tercera asamblea en
los campesinos chocoanos alcanzaron el nivel de política pública Puerto Tejada y después de haber sido firmada la Ley 70 en julio
nacional a través de su inclusión en la Constitución Política de de este mismo año (Cassiani 1999).
1991, el manejo del estado es mucho más localizado y distribuido
en instituciones específicas y en fases específicas. Así, una vez 3 La Ley 70 consta de 68 artículos divididos en ocho capítulos. La Ley 70 establece los
alcanzados ciertos logros en el máxiruo escenario político nacio- procedimientos para reconocerle territorios colectivos a las comunidades negras que
nal -la constituyente- y se impone dar curso a lo ordenado por el ocupen y usufructen territorios selváticos, se organicen en Consejos Comunitarios y
artículo transitorio es el Ministerio del Interior el encargado de las soliciten la titulación. La Ley ordena un manejo concertado y sostenible de dichos
territorios, otorga derechos especiales a las comunidades negras en la actividad minera,
244 interlocución institucional y de la financiación de las actividades. e instaura medidas para la protección cultural y la promoción social y económica de la 245
Ya durante las discusiones de la comisión especial en 1992 y población negra colombiana. Crea la Dirección de Comunidades Negras en el Ministerio
del Interior y las Comisiones Consultiva~ departamentales y nacional para concertar
1993 es notoria la constdcción institucional que toman el curso de politicas entre los representantes de las comunidades negras y las instituciones estatales.
AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICTDAD EN EL PACÍFICO COLO:MBTANO
ESTADO Y MOVIMIENTO NEGRO EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

La conformación de la comisión especial se constituyó así en gico que dicha divergencia haya tenido, constituye una herida de
el primer escenario nacional al que concurrían representantes de la que una perspectiva de unidad del movimiento negro no se ha
prácticamente todas las expresiones de las negritudes organizadas recuperado ni se recuperará en un tiempo previsible.
en Colombia y de representaciones regionales procedentes de todo Fue así como las organizaciones chocoanas no asistieron en
el país. Sin embargo las expectativas entre los diferentes partici- noviembre de 1993 en Puerto Tejada a la tercera Asamblea eu la
pantes eran muy disimiles. A pesar de que no habían impedimentos que se conforma una organización de carácter nacional la cual se
legales para que la futura ley de negritudes incluyera, mientras no va a conocer en adelante corno Proceso de Comunidades Negras ,
fueran inconstitucionales, con mayor contundencia previsiones para PCN, con la participación de prácticamente todas las organizacio-
establecer otras medidas sociales y favorecer a los pobladores ne- nes, con excepción de las chocoanas, que habían venido
gros de otras áreas del país, el peso organizativo y la mayor participando en las Comisiones Consultivas departamentales y en
consolidación discursiva del movimiento pionero, es decir de las la Comisión Especial establecidas por el gobierno para el estudio
organizaciones de cuenca fluvial del Chocó, llevaron a que la Ley y redacción del proyecto de ley de comunidades negras incluyen-
propuesta fuera básicamente la del reconocimiento de los territo- do de manera importante a las organizaciones y activistas de la
rios colectivos para los moradores rurales del Pacífico. costa atlántica. El PCN impulsa entonces qna organización nacio-
Las organizaciones del Chocó en especial ACIA y ACADESAN, nal compuesta por seccionales departamentales o regionales
las más consolidadas del Pacífico en términos de reclamos territo- llamadas Palenques, uno para cada uno de los tres departamentos
riales y de número de localidades afiliadas ven en ese momento del sur y otro para la costa atlántica, los cuales a su vez federan las
con desconfianza a una posible organización nacional en la que organizaciones subregionales o locales sean organizaciones cam-
numerosas organizaciones sin respaldo de base, se sientan en igual- pesinas, gremiales urbanas o culturales incluyendo aquellas del
dad de capacidad decisoria frente a ellas que representan la masa valle del río Cauca en proximidades de Cali (Cassiani 1999, Hur-
campesina negra más importante del Pacífico. Esta posición de las tado 2000). Los Palenques del Pacífico en su sentido más
organizaciones de base campesina y territorial chocoanas va a eli- pragmático son espacios de convergencia de activistas urbanos con
minar de plano la consolidación de un movimiento negro de carácter escolaridad superior a la promedio quienes residen en Tumaco,
nacional en el plano organizacional y va a anticipar la progresiva Guapi o Buenaventura, quienes asumen la representación de las
desagregación de las organizaciones de río de las organizaciones comunidades negras, las cuales hacia esta época han sido restrin-
regionales de los departamentos del sur del Pacífico. Las tres prin- gidas a los grupos campesinos riverinos (Restrepo 2000),
cipales organizaciones de base territorial en el Chocó, ACIA, desarrollan la interlocución con las instituciones y canalizan algu-
ACADESAN y OBAPO no sólo se abstienen de articularse con nos de los recursos gubernamentales destinados a la difusión de la
organizaciones de escasa mernbrecía por fuera del Chocó sino que ley, al establecimiento de consejos comunitarios y a la formula-
dentro del departamento para actuar dentro de la Consultiva De- ción de solicitudes de titulación para los territorios colectivos.
partamental e interlocutar con las instituciones se aglutinan ellas Estos Palenques actúan durante unos cinco años como las ins-
mismas en una Mesa de Trabajo mientras que el resto de numero- tancias de coordinación del movimiento negro, sin embargo su
sas organizaciones menores tienen que agruparse en su propia predominancia empieza a disminuir en la medida en que avanza el
federación. proceso de conformación de consejos comunitarios y de titulación
En la Ley de Comunidades Negras se establece la vigencia tem- de territorios cokctivos. En efecto en los tres departamentos se
poral de una circunscripción para dos representantes a la Cámara conforman asociaciones de consejos comunitarios o de grupos de
por las comunidades negras. La discusión sobre los posibles can- mujeres, como en el caso de Guapi, que no se sienten representa-
didatos añadía tensiones extras al panorama nacional de dos en la estructura centralizada del Palenque y que demandan su
246 organizaciones negras pues las organizaciones chocoanas querían propio reconocimiento de liderazgo y representación (Oslender 24 7
presentar sus propios candidatos y no someterlos a la consulta con 2000, Rivas 2000). De esta manera se empieza a replicar en el
el resto de organizaciones. Aparte del trasfondo político e ideoló- Pacífico sur el tipo organizativo que se había dado en el Chocó
ESTADO Y MOVTMIENTO NEGRO EN EL PACÍFICO COLOMBIANO AcCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍPlCO COLOMBIANO

desde el comienzo del movimiento campesino negro más de diez consejos comunitarios de mayor jurisdicción para solicitar exten-
años atrás y que había sido plasmado implícitamente en la ley 70 sas áreas, conteniendo varios asentamientos, para la titulación.
como el modelo a seguir para todo el Pacífico. Podría decirse que la tendencia de las agencias estatales operaba
Esta situación plantea un caso en el que el propio movimiento más en una tradición clientelista de relacionarse a partir del favor
social ha logrado que en altas instancias del estado se fmmalice con individuos o pequeños sectores de población, mientras que
legalmente un "formulario de reivindicaciones"" al decir de Esping- para muchos activistas lo procedente era impulsar asociaciones
Andersen citado por Neveu (2000: 152) a través del cual se trazan rurales con considerable cobertura poblacional y territorial.
los procedimientos para los movimientos. La prolijidad de la Ley 70 La expedición de la ley 70 desencadena la proliferación de es-
la convierte en una matriz en la que no sólo se establecen parámetros pacios institucionales en los que participan miembros de las
procedimentales para los movimientos sino que funda y fija un con- comunidades negras. Se genera entonces una situación en la que
junto de categorizaciones que luego son retomadas como verdades en numerosas ocasiones la diferencia entre la actividad o la conso-
naturalizadas por funcionarios y activistas. La Ley 70 por ejemplo lidación institucional y el avance del proceso organizativo del
formaliza con límites geográficos precisos su ámbito de aplicación movimiento social de campesinos negros se hace muy difusa. La
preferencial, la región del Pacífico, define una serie de característi- participación en los espacios que abre el estado implican otros
cas para las "comunidades negras", define las prácticas tradicionales factores pragmáticos además de llevar la voz de las organizacio-
de producción, establece unos patrones de conservación y nes y de deliberar e influir en la toma de decisiones institucionales.
sostenibilidad ambiental, factores éstos que aunque puedan no ser Varias de esas posiciones son empleos remunerados y algunos de
muy debatibles individualmente, en conjunto constituyen un ámbito éstos penniten la canalización de recursos hacia las actividades de
discursivo y de acción que limita la iniciativa de los movimientos e los movimientos. Las organizaciones negras tienen por reglamen-
impide la incorporación de nuevos argumentos para la acción del to participación en las juntas directivas de las corporaciones
movimiento negro. La variedad de tópicos que toca la Ley 70 en regionales y del Instituto de Investigaciones Ambientales del Pa-
cuanto al manejo de los tenitorios colectivos negros y que están aún cífico. En las distintas entidades encargadas de los asuntos políticos,
sin reglamentar hacen prever que todavía durante un tiempo prolon- tenitoriales, ambientales, de políticas públicas relacionadas con la
gado el movimiento rural negro en el Pacífico seguirá el libreto población negra se abren empleos para miembros de la población
trazado por la ley de comunidades negras. negra. Estos empleos son frecuentemente adjudicados a recomen-
En la etapa subsiguiente a la expedición de la ley se desarrolló dados de las organizaciones que tienen mayor visibilidad e
una etapa de divulgación entre los asentamientos rurales del Pací- interlocución con el sector gubernamental. En ocasiones se llega a
fico. Se trataba de dar a conocer el articulado de la ley y los derechos reproducir en su integridad el modelo clientelista de acceso a los
derivados de ésta para los pobladores locales. Frecuentemente las recursos públicos. La circunscripción especial temporal derivada
sesiones de divulgación o talleres culminaban en la elección de de la Constitución de 1991 de dos representantes a la cámara por
consejos comunitarios, requisito inicial para dar comienzo al pro- las comunidades negras ocasionó procedimientos de este tipo. En
ceso de solicitud y titulación de los tenitorios colectivos que efecto, el gobierno hizo varios nombramientos de acuerdo a las
establece la ley 70. Las personas y entidades contratadas, princi- sugerencias de estos parlamentarios. Por ejemplo la integración
palmente por el Incora, para hacer esta divulgación fueron muy de la primera Comisión del Plan de Desarrollo para las Comunida-
disímiles, desde activistas, organizaciones y ONGs con experien- des Negras prevista por la Ley 70 se efectuó con allegados a los
cia en el área y en el contenido de la ley hasta allegados políticos dos parlamentarios negros.
de los directivos institucionales (Oslender 2000). Inicialmente des- Luego de un período de divulgación de los contenidos de la ley
de la óptica de algunos sectores de la burocracia se iba a tratar de 70, de 'pedagogía de la alteridad' al decir de Restrepo (2000), el
248 innumerables territorios colectivos titulados a los vecindarios centro de la actividad institucional en relación con el movimiento
ribereños una vez organizados en consejos comunitarios pero des- y las organizaciones negras va a estar en los procesos de titula-
de los activistas del movimiento se impulsa la constitución de ción. La ley 70 establece que las "comunidades" interesadas en
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titulación colectiva deben elegir un Consejo Comunitario el cual a como movimiento es completamente el producto de la acción
su vez debe documentar la solicitud con los datos poblacionales y institucional. La calidad de organismos públicos en que la ley con-
geográficos pertinentes. Esto último puede ser una tarea dispendiosa vierte a los consejos comunitarios plantea una especial atención par·a
especialmente cuando se reúnen varios asentamientos o cuando establecer si un consejo comunitario -como podría ser el caso de las
los contornos del territorio a solicitar no aparecen claros o están juntas de acción comunal~ es realmente parte del movimiento so-
en disputa. Para "el estudio de la solicitud" entonces, algunas enti- cial o es simplemente una figura implementada por mandato legal.
dades del gobierno, principalmente el Incora, la Red de Solidaridad A su vez las instituciones del estado han también incorporado a su
y en menor medida el Plan Pacífico, proveen dineros para elaborar ideario y bajo su propio registro los conceptos de territorios colecti-
una propuesta junto con los habitantes de los territorios solicita- vos, comunidades negras, desarrollo sostenible, prácticas
dos. Estos estudios son entonces contratados con alguna entidad, tradicionales de producción, etc. Conceptos éstos que fueron intro-
ONG u organización. El desarrollo de esta actividad junto con los ducidos en el ámbito institucional debido a la presión del movimiento
fondos derivados del contrato la hacen muy atractiva para los va- campesino negro y que ahora son regurgitados y llevados a otros
rios actores con intereses en el movimiento étnico territorial del campesinos por las instituciones.
Pacífico. El estudio implica una estrecha relación con los pobla- La ley 70 también establece que los territorios colectivos y sus
dores solicitantes y un intensivo análisis del territorio a titular. Esta recursos serán objeto de reglamentaciones concertadas entre la
actividad puede entonces ser de un gran valor en el sentido estraté- autoridad ambiental y los pobladores negros para lograr formas
gico organizativo ya que, como han sido varios los casos, quien productivas sosteuibles y socialmente viables. Como lo ha anota-
hace el estudio puede avanzar bastante en lograr la futura alinea- do muy bien Rivas (2000) en el simposio que originó los artículos
ción de algunos miembros de los consejos comunitarios con de este libro, una vez efectuados los estudios y expedida la titula-
tendencias del movimiento, en acercarlos a algunas organizacio- ción, el campo por excelencia de la acción institucional se sitúa en
nes o a alejarlos de otras. lo ambiental. Los territorios colectivos aparecen como áreas de
Los Palenques que habían logrado predominancia en el nivel conservación ambiental y de prácticas sosteuibles por excelencia,
departamental en el Pacífico Sur en cuanto a coordinación y repre- y los consejos comunitarios se van consolidando como autorida-
sentación del movimiento étnico territorial, comienzan a ver una des ambientales administradoras de esos recursos.
disminución de su protagonismo cnando los contratos de los estu- Siguiendo el libreto que establece la Ley 70, una vez estableci-
dios le son adjudicados a otras personas y organizaciones. El caso dos los territorios colectivos, el paso siguiente es el del diseño de
extremo es el de los empresarios de la extracción de palmito de un plan de manejo de los recursos naturales comprendidos en el
naidí, quienes financiaron y desarrollaron el estudio para algunos territorio en el marco de un proyecto de desarrollo sostenible. Las
territorios colectivos con el fin de continuar con la explotación del tar·eas que se plantean de ahora en adelante para los consejos co-
recurso natural y no ser cuestionados por consejos comunitarios munitarios son las de la laboriosa actividad de planificación sobre
que pudieran actuar en defensa del territorio y sus recursos. (Rivas el tenitorio en diálogo continuo con las Corporaciones Regionales
2000, Oslender 2000). en tanto autoridades ambientales y en disputa jurisdiccional con
Durante el período de estudios para la titulación, son el Incora y las alcaldías municipales que tratarán de hacer valer sus prenoga-
la Red de Solidaridad las entidades que concentran el protagonismo tivas como ordenadores del tenitorio y el desanollo argumentando
de la acción institucional, de una forma que no había tenido antece- el mandato legal del ordenamiento municipal. El hecho de que los
dentes en el Pacífico, con visitas, talleres y actividades en numerosos territorios colectivas no sean entidades territoriales en el sentido
asentamientos y poblados. En esta interacción se van consolidando constitucional, es decir sujetos a transferencias presupuestales obli-
las mutuas influencias entre los movimientos y las instituciones, en gará a los Consejos Comunitarios a intensificar sus actividades
los que ideas de unos y otros son intercambiadas. Los movimientos negociadoras con las alcaldías y los consejos municipales. La iner- 251
se ven afectados por una creciente institucionalización y dependen- cia de la mencionada carga institucional concentrará la actividad
cia de los recursos del estado e incluso algunas veces lo que aparece de la acción colectiva en el Pacífico en marcos cada vez más loca-
ESTADO Y MOVINIIENTO NEGRO EN EL PACÍPICO COLOMBIANO AcciÓN COLECTIVA Y ETNTCIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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les, ya sea en el procesos de solicitud y titulación o en los de ma- localización de los espacios estatales en los cuales se dan las
nejo de los territorios colectivos, mientras que escenarios de mayor interacciones con dichas organizaciones. Ahora bien, ahora pode-
envergadura, de coordinación regional o incluso nacional perde- mos preguntamos ¿por qué es en estos espacios estatales y no en
rán cada vez más su protagonismo político habiendo ya quedado otros? o, en otras palabras, ¿qué hace que sean en esos ámbitos esta-
reducido a un contexto mayormente institucional como es el de las tales y no otros donde se localiza las narrativas y prácticas sobre/de
Comisiones Consultivas Departamentales y Nacional. las organizaciones étnico tenitoriales de comunidad negra?
Mientras tanto otras expresiones del movimiento negro de la re- Una pdmera observación nos conduce a plantear la importan-
gión como las agmpaciones culturales o de otro tipo han regresado a cia de la Ley 70 del 93. En efecto, que sean estos los espacios
actividades también muy circunscritas localmente y a invertir buena estatales en los cuales se hayan concentrado las interacciones con
parte de sus esfuerzos en la gestión de recursos oficiales para sus las organizaciones étnico territoriales puede ser explicado por la
actividades. Diez años después de las movilizaciones en pro de la centralidad que ha ocupado el particular desarrollo y reglamenta-
inclusión de las reivindicaciones de la población negra en el nuevo ción de la Ley 70 del93. Se puede sustentar, incluso, que el proceso
orden constitucional que permitió fugazmente la concertación de un de la Ley 70 ha constituido la columna vertebral de las
interlocuciones e interpelaciones entre el E;Stado y las organizacio-
movimiento de alcance nacional, el resultado es el logro inmenso de
nes étnico territoriales.
la creación legal de los territorios colectivos pero estableciéndole al
movimiento negro una agenda institucional muy específica que éste Pero la Ley 70 del 93 responde, ella misma, a un fenómeno
no ha podido trascender. La fragmentación del movimiento es cre- mucho más profundo y extendido. A grandes rasgos, las diferentes
ciente, las organizaciones de alcance regional han decaído, al sur articulaciones de las organizaciones étnico territoriales en las ex-
del Chocó no logró surgir sino una sola federación de asentamientos presiones estatales locales o regionales dependen de dos factores
rurales de alguna magnitud -la Acapa en Nariño- (Rivas 2000) y que se encuentran estrechamente relacionados entre sí: de un lado,
toda una generación de líderes que se hicieron visibles durante la las transformaciones del modelo de estado colombiano donde lo
movilización por la inclusión constitucional y por la aprobación de étnico y la participación redefinen el concepto de ciudadanía y,
del otro, la emergencia de "lo biológico" como hecho social glo-
la ley 70 han sido incorporados al campo institucional en los diver-
bal (Escobar, 1999).
sos espacios que el mismo movimiento generó.
Con respecto al primero, enmarcado en la consolidación del
Son las distintas instituciones ambientales las que a partir del
neoliberalismo y de reducción del aparato estatal, las políticas de
reconocimiento de los territorios colectivos van a tener una gran
descentralización y participación demandan sujetos locales de ges-
actividad en la región. Las Corporaciones Regionales, el Ministerio tión y de interlocución organizados. En este contexto, las
del Medio Ambiente, el Instituto de Investigaciones Ambientales organizaciones étnico territoriales de comunidad negra devienen
del Pacífico, el Plan de Manejo de los Recursos Naturales financia- en un sujeto de intervención-concertación. Más aún, se puede afir-
do por el Banco Mundial y al que ahora se suman los aportes del mar que dichas organizaciones son expresión, entre otros factores,
Plan Pacífico hacen presencia reiterada y desarrollan diversos pro- de dichas transformaciones del modelo de estado y, hasta cierto
yectos. En esta tercera etapa de la actividad combinada entre punto, son necesarias para la operativización del mismo 4 Dichas
instituciones estatales y moyjmiento étnico territorial la actividad organizaciones son interpeladas en múltiples niveles por un esta-
resultante, más que una avanzada para las reivindicaciones de la do que apela a otros mecanismos para legitimar su existencia una
población negra colombiana, parece haberse convertido en la políti- vez abandonado el modelo de estado de bienestar (Pardo, 1997).
ca ambiental oficial para las selvas del Pacífico colombiano y en la El segundo factor se refiere a "lo biológico" como hecho social
que esas reivindicaciones tienen cada vez menor protagonismo. global que teje novedosas relaciones entre lo global y el lugar (Esco-
La irrupción de la instilucionalidad de lo étnico y lo ambiental 253
Hasta acá hemos presentado una cartografía estatal de las orga- 4 Esta hipótesis es desarrollada, para el caso de las organizaciones indígenas, por Gros
nizaciones étnico territoriales de comunidad negra. Esto es, una (1997).
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bar, 1999). Es en este sentido en el que se consolidan, en diferen- y su población en términos logísticos y geopolíticos y en el que un
tes partes del planeta, un sinnúmero de movimientos y frecuente resultado es el de la erradicación de los pobladores loca-
organizaciones no gubernamentales ambientales, al mismo tiem- les. La aparición de un movimiento social en un país caracterizado
po que "lo ambiental" entra a ocupar un sitio privilegiado en por su inveterada tendencia a la exclusión política y especialmen-
múltiples agendas de Jos gobiernos y de las entidades internacio- te en una región paradigmática por el marginamiento de sus
nales. Para Colombia, además de la irrupción de múltiples Ong's, habitantes vernáculos es un hecho de una significación incalcula-
"lo biológico" como hecho social global se incorpora en términos ble. La arremetida de la guerra, además de su carácter catastrófico
de la burocracia estatal en la creación de un Ministerio del Medio intrínseco adquiere unas dimensiones destructivas intensificadas
Ambiente, las Corporaciones Regionales y los institutos de inves- por lo que entraña el aniquilamiento de unas poblaciones con unas
tigación ambiental, así como en el diseño y ejecución de proyectos formas sociales y culturales únicas que han iniciado un proceso de
de cooperación técnica internacional tendientes al manejo sosteni- protagonismo en pro de la inclusión de particularidades en contex-
ble o conservación de los "recursos naturales". En el Pacífico, es tos contemporáneos diferentes a los de las empresas expoliadoras
precisamente de esta vertiente ambiental desde la cual se interpela anteriores. El conflicto armado ha atacado con particular intensi-
a las organizaciones étnico tenitoriales de comunidad negra. dad en el medio Atrato en la zona de la ~cia como lo denuncia
En otros términos, la cartografía estatal de las organizaciones Wouters (2000), ocasionando cientos de desplazados pero también
de comunidad negra se superpone, para el caso del Pacífico, con ha traído sus efectos devastadores al bajo Atrato, en donde su apa-
aquellas instituciones, proyectos o programas estatales en los que rición temprana a comienzos de los 90s obligó a exilarse
confluyen los discursos de la biodiversidad, el desarrollo sosteni- prácticamente a toda la dirigencia del movimiento rural negro y a
ble, la participación y el multiculturalismo. Esta confluencia perfila, buena parte de la población. También la guerra ha incursionado en
y hasta cierto punto implica, las organizaciones étnicas regiona- la frontera con Panamá, en la zona de Barbacoas en Nariño, en el
les. Aunque, como se ha venido viendo, éstas tienden a ser área de Buenaventura y en el norte del Cauca (Hurtado 2000).
desplazadas en ciertos contextos por los consejos comunitarios Habiendo hecho estas advertencias sobre las consecuencias del
creados por la Ley 70; unas y otros encarnan localmente y conflicto armado en el Pacífico se puede proceder a esbozar algu-
regionalmente el ejercicio ciudadano que apela a la diversidad nas conclusiones. Las previsiones de la ley 70 sobre participación
cultural para interactuar en detenninadas esferas estatales, y como de las organizaciones y personas negras en la planificación y la
un actor local en cuanto a las políticas de la naturaleza. A esto es a gestión concernientes a la población negra y sus tenitorios ha acen-
lo que podemos denominar el eco-etno boom localizado a deter- tuado el faccionalismo y una disminución del dinamismo
minadas instancias estatales en las cuales emerge el orden de organizativo al entrar las organizaciones tanto Obs como ONGs
posibles y efectivas interacciones con las organizaciones étnico en competencia por el protagonismo y reconocimiento oficial y
tenitoriales de comunidad negra en el Pacífico colombiano. haberse debilitado los escenarios de coordinación entre los actores
Conclusiones del movimiento negro a nivel subregional, departamental y nacio-
Deliberadamente se ha omitido hasta ahora mencionar la irrup- nal. Dentro de este panorama se han consolidado de una forma
ción del conflicto armado en la región del Pacífico. En buena parte fragmentada las organizaciones de base territorial en proceso de
por no disponer de información de campo que permitiera estimar titulación o manejo de tenitorios colectivos pero otro tipo de orga-
su impacto en los movimientos sociales y en la actividad nizaciones han visto disminuir notablemente su dinamismo y
institucional. Pero estos son hechos que no pueden ser pasados por protagonismo y las reivindicaciones de otras poblaciones negras
alto si se quiere tener un entendimiento de las dinámicas sociales fuera del Pacífico han sido opacadas.
en la región. El carácter reciente de la movilización colectiva ne- Ante la bonanza de la oferta Estatal para el estudio, estableci-
254 gra en el Pacífico, así como lo incipiente de sus configuraciones miento y manejo de tenitorios colectivos, muchas ONGs enfocadas 255
ideológicas Jo hacen particularmente frágil frente a la arremetida al Pacífico y a comunidades negras, que anteriormente derivaban
de actores armados que sólo miran instrumentalmente a la región recursos de variadas fuentes principahnente internacionales, se han
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volcado también tras los recursos estatales. El resultado general organizaciones de movimientos sociales negras y por otro lado de
de la dependencia tanto de Obs como de ONGs de los recursos la institucionalización de un modo de asignar recursos por parte
gubernamentales ha derivado ostensiblemente en un reblandeci- del estado a organizaciones de rango local y a pequeñas ONGs
miento e institucionalización del accionar político del movimiento (c.f. Gamson y Meyer 1996: 283-90). El hecho de haber logrado
negro, en una acentuación de su fraccionamiento y en la devalua- un amplio espectro de concesiones en tiempo relativamente corto
ción de otros aspectos de las reivindicaciones negras diferentes de a través de la ley 70 se interpuso en la posibilidad para los grupos
las territoriales del Pacífico. y organizaciones negras de haber consolidado redes de dimensión
Los espacios participativos que ablian la constitución de 1991 nacional y provocó un viraje hacia un cmiz más insttumental que
y la ley 70 de 1993 originaron la creación de un sinnúmero de subcultural del conjunto del movimiento (c.f. Kriesi 1996:158).
organizaciones de distinto tipo que aspiraban a tener algún grado Aunque en el nivel de lo local se estén dando interesantes pro-
de representatividad para acceder a escenarios de interlocución cesos de organización y gestión que no hubieran sido posibles sin
con el gobierno y a la adjudicación de recursos. La explosión de la ley 70 y que algunos grupos culturales han intensificado su acti-
pequeñas organizaciones fue descomunal entre 1990 y 1993 en vidad. La diversidad de reclamos y de expresiones identitarias del
todo el país, pero fue especialmente notoria en el Pacífico y en la movimiento negro colombiano no ha hallado un camino de
Costa Atlántica en dónde surgieron centenares de ellas en donde concertación de estrategias que conduzca a un mutuo enriqueci-
eran prácticamente inexistentes (Cassiani 1999, Pardo 1997). miento y reforzamiento. En detrimento de esta perspectiva, sin que
La aparición de una oferta estatal de recursos y empleos para sea una estrategia instrumentalmente consciente, el estado ha lo-
"asuntos negros" va a ocasionar que comience a darse una tensión grado fragmentar al movimiento negro, tras el fugaz momento de
entre dos polos de posibilidades de inserción en el espacio político encuentro en los tiempos de la constituyente y de estudio de la Ley
por parte de activistas y organizaciones negras. Por un lado seguir 70, Yconcentrar gran parte de los esfuerzos de las diferentes mani-
profundizando en procesos de afirmación de la identidad, la cultu- festaciones del movimiento negro colombiano en la competencia
ra o la historia propias, en la consolidación de reclamos por el por el acceso a posiciones, empleos y recursos institucionales. Tal
mejoramiento de la situación económica y de la participación po- como ha sido señalado por un politólogo británico, en
lítica, y por otro lado el de obtener participación burocrática o en Latmoamérica, la participación democrática de los movimientos
la alocación de recursos de instituciones colocadas de alguna ma- sociales muchas veces ha tomado el camino más de un contrapunteo
nera enla órbita de la Ley 70 como las dos curules a la Cámara de por recursos con los poderes ejecutivos que un verdadero accionar
Representantes que por un período se reservaron a las comunida- en los escenarios políticos nacionales en pro de derechos políti-
des negras, las Corporaciones Ambientales Regionales, el Proyecto cos, sociales y culturales (Fowereker 1995).
Bio-Pacífico, el Plan Pacífico, el Instituto de Investigaciones Am- La respuesta de las agencias estatales a las presiones y
bientales del Pacífico, el Incora o la Dirección de Comunidades movilizaciones de las organizaciones negras, se ha dado
Negras del Ministerio del Interior. La mayolia de las recién crea- diferenciadamente en el tiempo en la medida en que el campo
das organizaciones, muchas de ellas con unos pocos miembros institucional también va siendo trasformado. De la intensa activi-
activos, privilegian sus objetivos hacia la obtención de recursos dad del Ministerio del Interior a partir de los mandatos del Transitorio
del estado para sus proyectos o para obtener cuotas en empleos o 55 se dio paso a las entidades de prospección y registro territorial
contratos de las arriba mencionadas instituciones entrando en con- como el Incora y el IGAC. Más recientemente han sido las agencias
tradicción con las organizaciones territoriales que tienen la ambientales las que hacen activa presencia ya que la problemática
representación de comunidades locales. de los territorios parece haber pasado a ser sobre todo parte impor-
Esta dificultad para articular acciones y propuestas de alcance tante de la problemática ambiental del estado.
256 nacional puede verse como consecuencia de la combinación de La actividad de las distintas instituciones del estado en el país 257
dos factores: de un lado la carencia de un manejo hacia conver- y en Pacífico respecto de la población negra han estado intensa-
gencias minimas a partir de la heterogeneidad ideológica de las mente marcadas por los resultados de la movilización de los
ESTADO Y MOVllvOENTO NEGRO EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
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activistas negros y sus organizaciones. Toda una nueva


discursividad y parámetros de referencia han surgido a partir de la Derechos étnicos bajo fuego:
Ley 70 y de la interacción con los actores del movimiento negro. El m1111imiento campe!lino negro frente
Las visiones sobre la población y sobre el tenitorio se han trans-
formado sensiblemente creando todo un campo de especialización a la presión de grupos armad111s en el Chod.
experta para la burocracia estatal. Aunque hay muchos funciona- El !:liSo de J¡¡ ACIA1
rios que simplemente caen dentro de la inercia institucional así
adopten la nueva tetminología y estilos de argumentación, otros
MJEKE WOUTERS
se constituyen en aliados de los intereses de los pobladores negros Antropóloga
y aportan a la dinámica general del movimiento negro en tanto Universidad de Utrecht, Holanda
participantes del campo amplio de la red del movimiento.
• ••
Introducción
Es bien conocido que desde la nueva 'Constitución colombiana
de 1991, y con más fuerza aún, con la llamada ley de comunidades
negras (Ley 70 de 1993), el número de estudios sobre poblaciones
negras en el país ha crecido explosivamente. Los procesos de mo-
vilización y de organización socio-política que precedieron y en
gran parte llevaron a la Ley 70 y los desarrollos, tanto en papel
como en la práctica, desde entonces han sido y son objeto de nu-
merosas investigaciones. Sin embargo, son pocos los estudios que
se dedican a estimar el efecto y las consecuencias que tiene la
presencia de actores armados en las diferentes zonas donde se está
dando el proceso de la Ley 70, y más específicamente la titulación
colectiva. 2 Esto llama aún más la atención; tomando en cuenta de
que cuando se dieron los primeros títulos colectivos en 1997, los
supuestos beneficiarios ya no estaban allí para recibirlos personal-
mente, porque habían tenido que dejar sus tienas por los actos

1
Quiero agradecer a la ACIA por su colaboración que me hizo posible realizar esta
investigación. De igual forma a mucha otra gente que vive diariamente la situación
agudizada de violencia en esta parte del país y que ha querido compartir sus
experiencias. Gran parte de la información expuesta en este artículo se basa en vm·ios
periodos de trabajo de campo en el Chocó en los años 1998, 1999 y 2000. Una versión
preliminar de este artículo fue presentada en el Congreso Internacional de LASA
(Asociación de Estudios Latinoamericanos) en Miami dcl16-18 de marzo de 2000,
dentro del panel "Actores armados: fuerzas de seguridad, milicias y guerrillas en
América Latina en los años 90", organizado por la sección de antropología de la
Universidad de Utrecht, Holanda. Una versión actualizada fue presentada en el foro
258 "Poblaciones Negras y Modernidad. Acción colectiva, sociedad civil y Estado en el
2
Pacífico colombiano", organizado por el ICANH el 11 de agosto de 2000 en Bogotá. 259
O donde ya se han establecido territorios colectivos, como es, por ejemplo, el caso de
la ACIA, la Asociación Campesina Integral del Atrato, sobre la que hago énfasis más
adelante.
DERECHOS ÉTNICOS BAJO FUEGO ACCIÓN COLECTIVA Y ETNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

violentos de los diferentes grupos armados presentes. 3 En reali- tantes de la organización. 6 La primera concientización en un nivel
dad, desde un principio el conflicto armado ha sido y sigue siendo más amplio sobre este tema fue hecha por misioneros claretianos,
parte del contexto en que se empeña la lab?r y la luch~ por un que vinieron a las comunidades para hablar sobre las grandes ame-
verdadero reconocimiento de los derechos etmcos y temtonales nazas de una explotación irracional por diferentes compañías
de las comunidades negras. Una de las organizaciones que vive madereras, 7 que llevaría a la ruina de los recursos naturales, parte
esta experiencia diariamente es la Asociación Campesina Integral esencial de la subsistencia de las comunidades. No resultó difícil
del Atrato, la ACIA. Su territorio, que siempre ha sido elemento convencer a la población de la importancia de la defensa de su
crucial en su lucha histórica y sigue siéndolo en sus actividades tenitorio y especialmente de sus bosques contra las actividades
actuales, es hoy en día el objeto central del conflicto mmado que destructoras de estas empresas, cuyos resultados desastrosos ya se
se viene desanollando en la cuenca del Medio Atrato en el depar- habían manifestado claramente en la parte norte del Chocó y Urabá,
tamento del Chocó.' donde estas compañías habían acabado casi totalmente con los
bosques naturales.
La IICIII y la titulación colectiva: pionera en la lucha territorial
Aunque en un principio, la defensa del territorio no fue puesta
Desde los principios de la ACIA, 5 generalmente reconocida dentro de un discurso étnico como tal, se puso claro a través de
como la primera organización de base afrocolombiana (Pardo, talleres culturales, organizados por los misioneros, y por una in-
1997), el tenitorio, o mejor dicho, la defensa, propiedad y el con- vestigación amplia dentro del proyecto DIAR (Leesberg &
trol real sobre éste, incluidos automáticamente los recursos Valencia, 1987), que el territorio es de importancia fundamental
naturales, siempre ha sido una de las 'banderas de lucha' más impor- para la supervivencia física y cultural de las comunidades negras
en el Medio Atrato. Se describió cómo la población campesina
tiene un manejo especial de los diferentes espacios y maneja dife-
3 Los primeros títulos se dieron en el Bajo Atrato en marzo de 1_997 a, algunas rentes formas de tenencia, tanto individual-familiar, como colectiva,
comunidades en el curso medio del río Truandó sobre cerca de 70 nul hectareas. En aunque no oficializadas.
ese tiempo, los supuestos beneficiarios ya se encontraban en ot:a.s partes como
consecuencia de los fuettes enfrentamientos que se dieron entre d1c1embre 1996 Y Fue a finales de los años ochenta, cuando en el ámbito interna-
febrero 1997 entre la guerrilla y el ejército, que acudió a varios ??mbardeos ~el ár_e_a.
?e
Fueron seguidos por varias incursiones por part~ grupos p~ramthtares. ~sta :1tuac1on
cional el aspecto étnico y la protección del medio ambiente cada
general de violencia llevó a la total parahzacmn y el ases mato de var:os l_Ideres de vez ganaron más peso; 8 que la organización, con la ayuda de ase-
OCABA, la Organización Campesina del Bajo Atrat?, una. ~e las or~amzac10nes que sores, empezó a elaborar un discurso étuico basado fundamen-
en ese tiempo estaba llevando a cabo el proceso de t1tulac10n colectiva en la zona.
4 La organización representa a casi 120 comunidades, ubicadas en la cu~nca media del
6
río Atrato. Su área de influencia, que mide apróximadamente 800 nul hectáreas, se De hecho, la ACIA se define como organización étnico-territorial. Este ténnino fue
sitúa entre la capital chocoana Quibdó, donde la organización tiene su sede principal, introducido como reacción al crecimiento explosivo del número de organizaciones
y el municipio de Ríosucio en el Baj~ Atr~1to. Además ocupa también una par.~e en el autodcnominadas 'afrocolombianas' en el Chocó a partir de la nueva Constitución,
extremo oeste del departamento Anhoqma, donde el Atrato forma la fronteta entre que tuvo como consecuencia la apertura de un espacio de participación político-
los dos departamentos. económico con organizaciones que en algunos casos no constaban de más de dos o
s Tanto los misioneros claretianos, como los sacerdotes alemanes del Verbo Divino Y tres personas. Según la ACIA, el término se refiere a que "tt·abajamos por la defensa
las monjas Ursulinas han jugado un papel el? ve en la ~undación de 1~ A<_:IA. Los de los derechos territoriales y culturales de las comunidades negras" (ACIA,
claretianos empezaron en 1982 con un tt·abaJO evangeli~a~or y ~r~aruzat1vo en ~a 1998a:.l6).
7
comunidad atrateña de Beté, mientras los otros gmpos rehgmsos hiCieron un tt·abaJO En especial las empresas madereras Triplex Pizano S.A. y Maderas del Darién.
semejante en la parte más baja del Atrato. Má~ tarde unieron las fuerzas Y se _fue 8
En la última década, tanto en América Latina como en otras partes del mundo, el
ampliando por toda la cuenca del Atrato Medio. Formaron los llamados. C?~mtés concepto de etnicidad, en vez de perder importancia como se había esperado, volvió
Eclesiásticos de Base, que al poco tiempo empezaron a llamarse Asoctacmn de a demostrar ser una dimensión cmcial de las relaciones sociales, sobre todo en la
Campesinos. En 1987, esta Asociación se convirtió ofic_i~lmente en ACI_A, con lucha por recursos esenciales, autononúa y autodeterminación de grupos sociales
personería jurídica (resolución 0238 de 18 de mayo). Tambten ~ay que mencmnar ~1 específicos. Este desarr-ollo vino acompañado de 'discursos ecológicos' en los que
apmte (aunque indirecto) que hizo el proyecto colombo-holandes DIAR en el Choco, conceptos como desarrollo sostenible y biodiversidad empezaron a tener una 261
en los años ochenta a la constitución de la ACIA. Dentro de este proyecto se hablaba, importancia central. Sobre todo en las políticas de organizaciones internacionales,
entre otras cosas, también de un programa de bosques colectivos. Comunicación como las de las Naciones Unidas, etnicidad, los derechos de minorías étnicas y la
personal de directivos de Codechocó y dirigentes de ANUC. preservación del medio ambiente han venido dominando los escenarios.
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oooooo@oooooo

talmente en la importancia del territorio y los recursos naturales grupo étnico con derechos culturales, territoriales, políticos y eco-
como parte integral de éste. Además se empezó a subrayar que la nómicos específicos. A pesar de que gran parte del Acuerdo quedó
conservación del medio ambiente había sido posible por las prác- en el aire por, entre otras cosas, falta de voluntad política, era evi-
ticas tradicionales de producción de estas comunidades y los dente que la ACIA había creado un precedente en la articulación
modelos específicos de naturaleza que aplican. Así, según la orga- de su lucha a partir de reclamos por el derecho a los territorios
nización, para las comunidades negras el territorio forma parte de étnicos colectivos (Pardo, 1997).
su vivencia social y cultural. No es un concepto catastral o un bien Estos reclamos étnico-territoriales finahnente se plasmaron a
inmueble para intercambio comercial. El territorio es un espacio través de un proceso amplio de movilización en que participaron
que acoge la vida de las comunidades en una forma integral, con tanto la población campesina, como asesores, ONGs, académicos
pueblos con cultura y organización social propi~, que les propor- y políticos, primero en el AT55 de la nueva Constitución y defini-
ciona los recursos naturales para la reproduccton de la vtda y la tivamente en la consiguiente Ley 70 de 1993. En esta última se
cultura. El territorio hace parte de la cosmovisión de la gente y es estableció, entre otras cosas, el derecho de las comunidades ne-
percibido a través de relaciones simbólicas atravesadas por una gras en el Pacífico a la titulación colectiva de sus territorios
concepción ecológica de armonía y equilibrio. Además, el territo- ancestrales. Este derecho y su consiguiente reglamentación, 10 sig-
rio es un elemento fundamental en la consolidación de la identidad nificaron un fuerte ímpetu para el proceso orgauizativo de la ACIA,
de estas comunidades y permite que los lazos familiares se extien- dotándole con las herramientas para empezar a conseguir el título
dan entre generaciones, familias, comunidades y personas. La de su zona de influencia. 11 La organización hizo un amplio trabajo
territorialidad abarca todos los recursos renovables y no-renova- de movilización y concientización de las comunidades, formando
bles, las aguas, el aire, la fauna, la flora, los minerales, las fuerzas consejos comunitarios como exigidos por la ley, 12 y recogiendo
sobrenaturales que rigen el conjunto de la naturaleza y viven en su todos los datos necesarios para hacer la solicitud del título colecti-
interior, o sea todo lo que el hombre necesita para su vida. Por eso, vo. 13 Después de haber sido aprobada por las comunidades en una
la lucha se fundamenta en la defensa y la conservación de este asamblea general, 14 la ACIA entregó su solicitud a INCORA na-
territorio, "ya que en él se desarrolla nuestra cultura, nuestro ser cional en abril 1997. 15 Casi un año más tarde, elll de febrero de
como pueblo de una manera comunitaria y en relación armónica 1998, el presidente de la ACIA de aquella época, Raúl Rentería,
con la naturaleza" (ACIA/OPOCA, 1999: 12). recibió en Quibdó de las manos del presidente de entonces, Emes-
En cuanto a la defensa y conservación del territorio, la ACIA
obtuvo su primer triunfo en junio de 1987, cuando la organización 10
El Decreto 1745 de octubre de 1995.
convocó en la comunidad atrateña de Buchadó el Primer Foro por 11
La zona de influencia de la ACIA comprende precisamente la cuenca media del río
la Defensa de los Recursos Naturales, al que asistieron varios re- Atrato y sus afluentes desde el río Tanandó en el municipio de Quibdó, Chocó, hasta
presentantes gubernamentales. Aunque en ese momento el gobierno el río Murindó, Antioquia, en su margen derecha y desde el río Munguidó hasta la
comunidad de Pueblo Nuevo en el brazo de Montaña; cubriendo territorio de los
todavía se negaba a reconocer el aspecto étnico, las negociaciones municipios de Quibdó, Medio Atrato, Bojayá, Murindó, Vigía del Fuerte y Urrao
resultaron en el llamado Acuerdo 20 de Buchadó, en que se esta- (ACIA, 1998a; ACIA/OPOCA, 1999).
12
bleció un territorio de más o menos 600 mil hectáreas para ser Estos consejos comunitarios y más concretamente, sus juntas, tienen que funcionar
manejado por la ACIA, en conjunto con Codechocó y Planeación como las nuevas autoridades al nivel de las comunidades, encargadas del control
territorial y el manejo racional de los recursos naturales.
Nacional. Un año más tarde, al no cumplirse el acuerdo por parte n Los datos concernían entre otras cosas: una descripción física del territorio,
del gobierno, la ACIA convocó otro foro, en el que la organiza- antecedentes etnohistóricos, descripción sociocultural, un censo, aspectos
ción introdujo por primera vez el concepto de minoría émica para sociocconómicos y prácticas tradicionales de producción, tenencia de la tierra y mapas
del territorio solicitado en titulación.
sustentar sus reclamos 9 Argumentó que por la ascendencia africa- 14
En esta Asamblea también se estableció el Consejo Comunitario Mayor, máxima
262 na se deberían considerar las comunidades del Atrato como un instancia del futuro territorio colectivo, siguiendo las pautas de los Consejos 263
Comunitarios Locales. El Consejo Comunitario Mayor -Cocomacia- consta de las
mismas personas de la Junta Directiva de la ACIA.
9 Basándose en los tratados de Colombia con la OIT sobre minorías culturales 15
Resultó en la resolucion 4566 del29/12/99.
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to Samper, un título colectivo de casi 700 mil hectáreas. 16 Aunque Mundo (PTM), un motorista de la ACIA y varios campesinos de la
el título no fue el primero dentro del cuadro de la Ley 70, 17 se región, en el río Atrato. Se expulsaron fuera de la misma a Iñigo
considera que este es el más significativo hasta ahora, en tanto a Eguiluz, delegado de PTM, y al padre Jorge Luis Mazo Palacio,
su participación de la población concerniente, extensión, recono- párroco de Bellavista, Bojayá. Al día siguiente, los cuerpos sin
cimiento, procedimiento e impacto. 18 vida del joven español y del sacerdote fueron encontrados a varios
Sin embargo, a pesar de su larga trayectoria de lucha por su kilómetros río Atrato abajo."'
territorio y de ser dueño de éste por casi tres años, la ACIA y las A los siete días, en un acto casi único, la Policía en una acción
comunidades negras en el Medio Atrato se ven enfrentadas cada combinada con el Ejército, la Sijin y el DAS, capturó a nueve
día que pasa con menos control territorial en vista de la presión de paramilitares en la desembocadura del río Neguá, frente a la co-
los diferentes grupos armados, un desarrollo que amenaza directa- munidad de Las Mercedes 21 Entre los capturados se encontraron
mente el proceso organizativo y la subsistencia física y cultnral de los dos presuntos causantes de la mue¡te del cooperante español y
estas comunidades. el sacerdote colombiano. En una supuesta venganza por el arresto
de sus miembros, un grupo paramilitar amenazó a los 500 habitan-
Derechos étnico-territoriales amenazados: la liCIA y el conlliclo tes de Las Mercedes con matarlos y "quemar el pueblo totalmente"
armado si no abandonaban el pueblo el mismo día. La gente de Las Merce-
"Frente a la paz, nuestro pueblo ya no habla. Más bien grita. Esta- des huyó el día siguiente a Quibdó, donde parte de ellos se refugió
mos ya cansados de hablar de paz. Por eso lanzamos un grito, no en la sede de la ACIA. En febrero de 2000 la población desplazada
sólo porque no se nos oye, sino porque la situación de nuestro pue- decidió volver a su comunidad. 22
blo es tal, que sólo gritando puede expresar su angustia" 19
En otro acontecimiento, a finales de marzo de 2000 se dio el
Un año después de este acto público de la organización, la si- ataque guerrillero a Vigía del Fuerte y Bellavista, dos comunida-
tuación no había cambiado mucho, o mejor dicho, las cosas se des ubicadas en la orilla del río Atrato. 23 El ataque de los frentes 5,
veían peor. El 18 de noviembre de 1999, paramilitares atacaron 34 y 57 de las FARC, con cilindros de gas, morteros, bombas y
una embarcación de ayuda humanitaria, con miembros de la Dió- granadas, dejó 21 policías y 8 civiles muertos, incluyendo dos be-
cesis de Quibdó, un delegado de la ONG española Paz y Tercer bés y el alcalde de Vigía. El pueblo de unos 1.200 habitantes es
considerado como el segundo municipio más pobre del país. Des-
16 Del área de influencia de la ACTA se tituló 695.245 hectáreas, para una población en pués de 16 horas, cuando medio pueblo quedó destruido, la guerrilla
ese momento de 39.360 personas, repartida en 119 Consejos Comunitarios, sin tener huyó en cinco lanchas con motor. Dos horas más tarde entraron las
en cuenta las cabeceras municipales (ACTA, 1998a; 1998b; ACIA/OPOCA 1999).
Sin embargo, desde entonces la población ha disminuido. Según los datos más recientes,
tropas de contraguerrilla de la Cmnta Brigada del Ejército. "El
recogidos en el Proyecto de Ordenamiento TeJTitorial, se habla de 37.342 personas rumor de una toma está desde hace tres años, pero nunca esperá-
(abril2000). bamos esto", dijo una comerciante de 40 años. Los habitantes han
17 Véase nota 4.

18 En realidad, en el Chocó hasta el momento de redactar este artículo, no se ha dado


atribuido el ataque a una venganza de las FARC por el destierro al
otro título semejante. Sin embargo, varias organizaciones han entregado su solicitud
y se prevé la entrega de varios títulos, aunque en todos los casos los trámites h<m 20 Tnfmmación de Equipo Nizkor, a través del servidor Colnodo; comunicación personal
sufrido mucha demora. Así, la OPOCA (región Alto Atrato) ya tiene la resolución.
ACIA, noviembre 1999.
ACADESAN (región San Juan), ACABA (región Baudó) y OBAPO (Costa 21 Esta localidad está a unos 20-25 kilometros de Quibdó; El Tiempo y El Espectador,
Chocoana), entre otras, están a la espera de ésta. La demora se explica tanto por
razones internas de las organizaciones mismas, como por ülita de voluntad del gobierno 28/11/99.
21 Comunicación personal ACIA, 29/11/9. El 30/11/99, en una carta pública, Carlos
actual, que no asigna presupuestos para las giras técnicas de!TNCORA para verificar
la solicitud hecha por la organización. También parecen incidir influencias politiqueras Castaño, máximo jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, declaró que se
en contra de los procesos organizativos. Sin embargo, sí están entregando títulos había tratado de un "doloroso y lamentable accidente". También negó las amenazas
colectivos al nivel de comunidades individuales. Comunicación personal ACIA, 29/ contra los habitantes de Las Mercedes (Equipo Nizkor).
264 23 Los hechos de lo descrito en adelante se han tomado de varios periódicos, como El
8/2000.
19 Citado de "Nuestro grito de paz a la comunidad nacional e internacional y a los Tiempo, El Colombiano, El País, El Mundo y Colprcnsa de 27 y 28/3/2000; además,
actores generadores de violencia", ACIA, noviembre 10 de 1998. comunicación personal de ACIA.
...............
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que los obligaron los paramilitares en esa zona del Medio Atrato Esta observación, hecha por el académico Daniel Pécaut, es
desde hace tres años. 24 una realidad innegable hoy en día en Colombia. Ya desde hace
Los casos descritos anteriormente son sólo dos ejemplos de la varios años viene argumentando que la violencia es una situación
situación de violencia que se está viviendo en la zona del Medio generalizada en que "todos los fenómenos están en resonancia unos
A trato. Es decir, son dos ejemplos en cierto sentido excepcionales, con otros" (Pécaut, 1997). Además, "resulta totalmente inapropia-
porque las noticias de violencia no se escucharon solamente en el do continuar trazando límites claros entre la violencia política y
campo y en Quibdó. Salieron del departamento, y en el caso del aquella que no lo es." dice Pécaut (citado en Echandía, 1998: 65).
ataque paramilitar ocuparon algunas líneas en los periódicos del Así es que el conflicto armado se ha amplificado, agudizado y
país y causaron hasta protesta internacional. 25 Se supone que la degradado de una manera impresionante, en la que la violencia se
nacionalidad extranjera de una de las víctimas, y la vocación reli- ha descentralizado, privatizado y desideologizado. 26 Esta situación,
giosa de la otra han tenido un peso importante en la indignación en que se ha perdido la credibilidad política y que se caracteriza
general. En el caso del ataque guerrillero, ocuparon páginas en los cada vez más por métodos de terror de los que la principal víctima
periódicos y espacio amplio en diferentes noticieros nacionales. es la población civil desarmada, desafortunadamente también ha
La gran cantidad de víctimas de la Policía Nacional parece haber llegado al Chocó, aun considerado hasta, hace algunos años como
n:otivado d gran impacto que tuvo. Porque los numerosos campe- una de las partes más tranquilas de Colombia. 27 Mientras que en
smos asesmados en los últimos años, víctimas inocentes de los otras partes del país, el conflicto armado ya desde hace mucho
diferentes grupos armados, nunca han causado tal indignación. La tiempo formaba parte de la vida cotidiana, el Pacífico colombiano
única prueba de sus muertes fueron sus cadáveres flotando en el aún honraba su nombre. Sin embargo, la 'convivencia pacífica', a
río Atrato los que nadie se atrevió a recoger, porque los actores que se referían orgullosamente las diferentes organizaciones étnicas
armados niegan a los familiares hasta el derecho de enterrar a sus en la región, es ahora algo del pasado." El 'refugio de paz' se ha
muertos. convertido en un campo de batalla más. Es la integración del de-
partamento, objeto de lucha por muchos años, pero de una manera
La llegada de la violencia armada al Chocó
amarga, al resto del país.
"En los últimos afias en Colombia, el conjunto de los actores ile- La región del A trato ha sido y sigue siendo el mayor aportante
gales ha llegado a definir el contexto fundamental de la violencia. a este conflicto. En los municipios del Carmen del A trato, Quibdó,
Mientras las fuerzas militares perdieron el control de la situación; Bojayá y Ríosucio, que representan una tercera parte del territorio
las guerrillas y los paramilitares se volvieron al lado de los
del departamento y cerca del 46% de la población, se presentan,
narcotraficantes los actores centrales. Los recursos de poder de
que disponen han cambiado bastante, como se comprueba a tra- aproximadamente, más de 45 homicidios anuales por cada cien
vés de su capacidad de llevar a cabo acciones militares de una mil habitantes. Hace seis años esta cifra no llegaba a 10. (ACIA,
envergadura inédita. Sin embargo el conflicto sigue dándose más 1998c). En efecto, en los últimos tres años se han registrado 417
que todo por medio del control que ejercen sobre la población asesinatos en el Medio Atrato. 29 A raíz de esto, cada día más se ve
civil, acudiendo cada vez más a métodos de terror. " (Pécaut, 1999c). creciendo el desplazamiento forzado de los habitantes de las pe-

26
Como ilustración de estos desarrollos: en 1985, en 173 municipios de los 1.005 que
21 tiene el país había algún tipo de actividad guenillera. En 1995, esta cifra llegó a 622
' Aunque algunos periódicos nacionales mencionan la presencia de paramilitares, sólo
El País de España (28/3/2000) es más explícito sobre esta presencia: "La zona donde de un total de 1071 municipios, un crecimiento explosivo que representa 59,8% de
se pro~1~jeron los ataques, conocida como Medio A trato, ha estado bajo control de los todos los municipios (Chernick, 1999:.17).
27 Por ejemplo, en 1993, Arocha se refirió al Chocó como 'refugio de paz' en la
paranuhtares de las AUC desdel997. Vigía era precisamente donde se situaba uno de
los puestos de control más importantes del tráfico fluvial de los paramilitares [... ]." publicación Contribución africana a la cultura de las Américas del ICAN, Colcultura
266 25
Comunicado público al Sr. Lipponen, presidente del Consejo de Ministros de la Unión y el Proyecto Biopacífico.
267
Europea, a.l~ ~ra, Fontaine, presidenta del parlamento europeo y al Sr. Prodi, presidente 28
Aunque esta convivencia también se ha visto afectada por la nueva legislación,
de la Comtston Europea, eniJ_.e otras personas, firmado por más de 50 organizaciones causando conflictos serios de territorio, tanto interétnico como intraétnico.
de derechos humanos europeos y colombianos. 29
Comisión de Vida, Justicia y Paz de la Diócesis de Quibdó, 15/9/00.
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queñas comunidades rurales, que en la segunda mitad de 199911e- mente en las comunidades y en general sus actos se limitaban a
gaba aproximadamente a unos 8 mil desplazados solamente en organizar reuniones 'revolucionarias' y al castigo de acusados de
Quibdó. "' ' actos delincuenciales, en vista de la ausencia virtual de la Policía
En general se torna diciembre de 1996 corno el momento en y el Ejército. 33
que la situación de orden público, corno se suele hablar "En nuestras comunidades no se veía la guerrilla permanecer si-
eufemisticarnent~ del_ conflicto armado y la violencia, empezó a
quiera un día. Llegaba al pueblo y verlos allá armar cosas, hacían
reunión de momento y enseguida se iban... demoraba varios años
ernpeorars~ sigrnfJCalivamente en el Chocó. El 20 de aquel mes,
para uno ver un grupo guerrillero, sólo se oía hablar de la guerri-
lo_s paramilitares tornaron sorpresivarnente la comunidad de lla. Pero sí llevan muchos años estar transitando". 34
Ríosuc10, con el pretexto de acabar con la influencia guerrillera en
El ELN lleva más de 10 años en la región. Sobre todo en los
la zona. E? los signientes meses de enero y febrero, el ejército
últimos dos años ha venido creciendo de manera significativa, y
bombardeo los afluentes Salaquí y Cacarica. Las acciones causa-
más aún desde su accionario en el río Neguá, a finales de abril de
ron d desplazamiento -~e entre 14 y 17 mil habitantes. El objetivo
2000. De tal manera ha establecido dominio territorial en la zona
oficial de la mtervencwn nnhtar era la expulsión de la guerrilla.
del Medio Atrato entre Buchadó y Quibdó, o sea, la parte alta del
Sm embargo, la presencia de la guerrilla en la parte baja del Atrato
Atrato. La parte más baja está controlada por las FARC, que con-
no era algo reciente. Ya desde hace 20 años estaban haciendo pre-
solidó su control territorial después del ataque a Vigía. 35
sencia, sm que eso hubiera causado alguna acción militar. El Estado
era soci,al y milit:;rrnente a~sente durante todo este tiempo y la Es sólo hasta finales del 96 y principios del 97 que entran las
poblacwn carnpesma no tema otra opción que conformarse con la Autodefensas Campesinas Córdoba-Urabá, ACCU36 a la región,
presencia guerrillera. Las acciones (para)militares a finales de 1996 una llegada relativamente tarde en comparación con otras partes
Yprincipio de 1997 tuvieron ~?rno resultado no tanto la expulsión del país. Sin embargo, por los recientes cambios de poder territo-
de la guemlla, smo la expulswn de la población campesina desar- rial, los paramilitares se han desplazado a la capital Quibdó, donde
mada. 31 están controlando cada vez más el comercio. Incluso existían fuer-
tes sospechas de que tuvieron incidencia en las últimas elecciones
También en el Medio Atrato, la población no era desconocida municipales de octubre de 2000. 37
por la guerrilla. Sobre todo los frentes 34 y 57 de las FARC están
Sin embargo, con el crecimiento y la marcha inicial de los
presentes en la región desde hace más de quince años, lo que cons-
paramilitares sobre el Atrato, la pérdida del control territorial de
lituye una guerrilla bien establecida.(Echandía, 1998: 36; 1999:
Urabá por parte de la guerrilla y el cambio a nivel nacional de sus
109, 112) 32 Sin embargo, nunca estaban presentes permanente-
estrategias (diversificación de las finanzas, ampliación del poder
al nivel local, y más acento en lo militar al costo de lo político),38
la guerrilla empezó a adaptar sus métodos a la 'guerra sucia' que
3
°Co~sión de Vida, Justicia y ~az, 14/9/99. Ad~más, prute de los desplazados de la
re~10n d~l Atrato :a a otras cmdades o comurndades rurales vecinas, en las que no
existen ctfras conflables sobre la cantidad de gente refugiada.
En el área de influencia de la ACIA, se estimó que el escenario de guena conllevó 33 En la región se conoce la institución del inspector de policía. Esta persona, sin embargo,
hasta marzo de 1999 a_un desplazamiento del20% de la población. En los siguientes tiene una autoridad limitada.
mes~~ de marzo y abnl, se desplazaron en el río Arquía, Mutri y Bebará otras 150 34 Por razones de seguridad, los siguientes testimonios de miembros de la ACIA se
fanuh~s; En efecto, el río Arquía es uno de los ríos más afectados, con 70% de su
hacen anónimamente. Datan de la segunda mitad dell999.
poblacton desplazada. A ,fn;tales de 1999 la cifra del desplazamiento llegó a un 30%
35 Según Echandía, la expansión noroccidental del ELN se dió más o menos en el año
con 70% de la gente reststlendo en sus tielTas, mientras a finales de abril de 2000
huyeron todas las comunidades del río Neguá a raíz del ataque del ELN a la mina de 1987, con un frente en el suroricnte del Chocó; comunicación Comisión de Vida,
oro en este afluente del Atrato, controlado por los paramilitares. Justicia y Paz, 15/9/00.
268 31
Con:u.nicación pers~nal de los coordinadores de la Comisión intercongregacional
36 En el transcurso del 97 empiezan a llamarseAutodefensas Unidas de Colombia, AUC 269
Justteta y Paz en Qmbdó, 9/8/99 y 2/10/99. 37 Comisión de Vida, Justicia y Paz., 15/9/00
32
Sepún Echandía, l~s f<f\RC están presentes en el Chocó con los frentes 5, 34 y 57 desde 38 Chernick(l999) p.14-15); Echandía (1998, p.36); Pécaut (1999, p.l98); comunicación

mas o menos la nutad de los años ochenta. Véase también El Espectador, 4/12/99, 6-A. personal Carlos Efrén Agudelo, 3/12/99.
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se estaba dando, métodos cada vez más terroristas y en contra de consigue a uno allá por el monte, en un río, lo confunde con guerri-
la población campesina. llero y entonces ... allí lo matan, lo torturan. Y de pronto si la
guerrilla lo consigue a uno se imaginan que también anda ponien-
"La id~ología, hoy no sabemos de qué lado está la guerrilla, ni lo
do cuidado a ver si ellos están para irlo a contar a los paramilitares
que qutere. Porque antes podríamos decir y conociendo la historia
[... ] Un 70% ha abandonado las parcelas, ha dejado de cultivar.
de Colombia que la guerrilla estaría al lado del pueblo pobre
Entonces, la gente prefieren ahí aguantar y quien no se aguanta
porque asífue como se fonnó, por toda la injusticia de los gobier:
tiene que desplazarse ... "
nos{. .. ] Ya hoy vemos que la guerrilla no está atacando realmente
a los paramilitares, sino a los pobres, si? Porque en el Atrato por En cuanto a las Fuerzas Atmadas del Estado, se puede decir
todos lados andanZa guerrilla y los paramilitares a diario y nunca que son virtualmente ausentes en el campo. Esporádicamente eje-
se consigue. Cuando pasa el uno, el otro grupo se esconde, des~ cutan operaciones en el río, que inc1uso no generan una mayor
pués de ese pasó, regrese el otro! " seguridad para la gente campesina, corno fue demostrado, por ejem-
Son numerosos estos tipos de testimonios en qne los miembros plo, en los acontecimientos de Ríosucio. Además, hasta finales de
de la ACIA dicen qne hasta ahora casi no se han dado 1999, la cúpula militar negó fuertemente las denuncias hechas por
enfrentamientos directos entre los grupos armados. Sólo en dos 0 diferentes organizaciones, entre ellas también la ACIA, en con-
tres ocasiones hubo ataques entre los dos, sin mayores daños ni junto con el obispo de Quibdó, sobre la• presencia de paramilitares
~íctirnas por parte de los grupos armados. De resto parece qne la en el río. No obstante resultó un punto de vista difícil de seguir
umca estrateg¡a es aterronzar a la población campesina. defendiendo cuando a raíz del ataque paramilitar cerca de Quibdó,
en que murieron el religioso colombiano y el joven español, el jefe
"Quienes están en medio de/fuego es la población desamzada y de las autodefensas Carlos Castaño insistió que se había tratado de
pobre, no? Donde ahora en el Atrato la gente vive con temor. terror. un accidente, confirmando así la presencia paranúlitar en el Atrato. 39
porque aún ambos grupos amenazan gente, torturan gent~ asesi:
nan, montan retenes. Si llegan los paramilitares en la mañana en Los actos de violencia, sus consecuencias y una exploración de
una comunidad se van y por ahí a la una resultan los otros. Enton- los posibles motivos
ces, eso es una tensión terrible porque la gente dice: bueno, si ellos En varios talleres representantes de las commúdades dentro del
~icen que andan buscando y de pronto allí se encuentran, pues, ellos
territorio colectivo de la ACIA han hecho un inventario de los
ttenen su arma y se van a defender, pero si el enfrentamiento es en un
pueblo, la gente que está desamzada es la que sufre, si?
actos de violencia, cometidos tanto por los guerrilleros como los
paramilitares de los que está sufriendo la población campesina. Se
Frente. ~ eso también hay el bloqueo económico, porque tos pueden resumir corno los actos que atentan contra (ACIA, 1998b,
paramzlztares con sus retenes no dejan entrar alimentos a los ríos, 1998c; ACWOPOCA, 1999):
porque supuestamente en los afluentes está la guerrilla y como no
e la integridad física, como es la muerte, violación, tortura y
les entra comida a los afluentes. entonces salen al Atrato, a las des-
embocaduras y la comida que la gente baja para los pueblos, ellos desaparición de miembros de las comunidades
se lo quitan y lo meten a los afluentes para ellos subsistir, me imagi- •la integridad social y cultural, por lo que se pierde la posibili-
no no? dad de desarrollar las prácticas tradicionales de producción así como
las costumbres y tradiciones de tipo familiar y comunitario, y como
Por el bloqueo alimentario ya no se consigue nada en las comuni-
dades delAtrato, no hay dulce, no hay manteca, no hay jabón para las diferentes formas de trabajo, las fiestas, velorios y novenas.
lavar la ropa, no hay nada [... ] Y ese miedo hoy ya nadie se atreve • integridad territorial, ya que se dificulta ejercer un verdadero
a m~ter un bote porque está arriesgando perder lo que tiene, el control en los territorios, porque tienen total o parciahnente a la
capztal, el motor y hasta su propia vida. Porque ya el sólo hecho
de bajar comida, si no le acusa un grupo, lo acusa el otro de 39 Véase la nota 24. La investigadora Teodora Hurtado también observa en su 271
colabora~o': .. Y en la misma medida eso también afecta el bloqueo contribución a esta publicación que "la preocupación del Estado y de las autoridades
~n las act~vtdades, porque por el miedo la gente prefiere mejor no no está dirigida a la protección total, si no que [en este caso, MW] se hace evidente su
zr a trabaJar al campo. Porque lo que se teme es si los paramilitares interés por defender a los grupos económicos y financieros".
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o o • • • • e • • • • • •

población en desplazamiento forzado o atemorizada por la sitna- nen que ver con los problemas de las poblaciones [... ] el objetivo
ción. Además, se refiere a la restricción del libre tránsito por los es el dominio del tenitorio y el desplazamiento de las fronteras
ríos por los diferentes retenes montados en el río. que fija la polarización militar" (Pécaut, l999b:.201).
los servicios básicos, que IJeva a que los servicios de salud y
0
Sin embargo, en el Chocó la llegada de la violencia no es vista
educación se agudizan aún más, porque no hay maestros y cada como algo fortnito y como si sólo fuese el resultado de una simple
vez se presta menos atención en salud. extensión del conflicto armado al nivel nacional. En efecto, exis-
e los recursos naturales, porque son los actores armados los que ten diferentes razones específicas por las cuales los actores mmados
vienen ejerciendo control sobre la explotación, sin respetar los re- han puesto su mirada y su accionar en el departamento. La más
glamentos internos de las comunidades. De tal manera están cobrando obvia es la abundancia de recursos naturales aún no explotados
vacunas y monopolizando la compra y venta de madera"'· ampliamente. En los últimos diez a quince años el departamento
• el proceso organizativo, porque los grupos armados a veces vivió una transición de un abandono estatal permanente a una si-
hacen presencia en las reuniones, encuentros y talleres que se orga- tuación en que tanto el gobierno nacional como empresas nacionales
nizan, por lo que la gente, junto con el temor en general, prefiere no e internacionales han (re)descubierto las riquezas y oportunidades
asistir. Además, por el reclutamiento de la gente, sobre todo jóve- económicas que tiene el Chocó. Es dentm de este contexto que
nes, aumenta la desconfianza y se pierde la conciencia colectiva. mucha gente, sean campesinos, miembros de las organizaciones
Estos actos de violencia en contra de la población llevan a étnico-territoriales y de ONGs, personal de la Diócesis, políticos y
(ACIA 1998c, 1999b): algunos funcionarios estatales, está convencida de que se trata más
bien de una estrategia premeditada. Una estrategia que tiene que
• el desalojo de los territorios ancestrales de las comunidades ver, primero, con los intereses económicos entorno de la apropia-
negras
ción y explotación de los recursos natnrales y segundo, con los
• la eliminación sistemática de los procesos organizativos planes de desarrollo, los llamados megaproyectos, que existen para
• el incumplimiento del Estado frente a la Ley 70 de 1993 la región. Además, el Chocó es una región con alta biodiversidad a
• la destrucción irreversible de la biodiversidad y los recursos escala mundial, una fuente de mayor explotación de este nuevo
naturales siglo. Así: "la guerra que hoy se vive en el Pacífico [... ] no es más
• la posible desaparición de las etnias y culturas del Pacífico y que la confrontación por el control de una región que ha pasado a
sus organizaciones ser estratégica para el resto del país por su situación geográfica,
por el petróleo y la minería, por los recursos de la biodiversidad,
Por una parte, ya mencionada anteriormente, se entiende la por las tierras disponibles para integrar al mercado, por los recur-
extensión de la violencia hacia el Chocó dentro de los desarrollos sos hídricos, en fin, porque allí todavía se figura un mundo por
a nivel nacional, en que el conflicto armado se ha amplificado y colonizar. Es la guerra contra la diversidad en lo cultural y en lo
degradado. El motivo más importante parece ser ahora el control biológico" (Botero, 2000: 29).
territorial y la competencia sobre porciones pequeñas de geografía
política entre los diversos actores armados: "[ ... ] una finca, un ba- De los proyectos y obras de infraestructnra proyectados, el más
rrio, un municipio o una región[ ... ] un choque de múltiples actores conocido es la construcción de un canal interoceánico o seco,
que rivalizan por el control estratégico de territorios locales." Atrato-Truandó. Para muchos no ha sido coincidencia el que la
(Chernick,l999:.7). O como afirma Pécaut: "Las guerrillas y los violencia en la región de Riosucio se suscitara poco después del
paramilitares obran en función de cálculos militares que poco tie- anuncio del ex-presidente Samper de volver a estudiar la posibili-
dad de una conexión alternativa para el Canal de Panamá. 41 En
40
2 72 En este contexto es interesante una observación de un miembro de la Comisión Vida 41
Véase también Arocha (1999, p.l38-139). Pero este proyecto, que por ahora parece 273
Justicia y Paz, quien tiene la impresión que cuando hay más actividad paramilitar e~ estar congelado otra vez, no es el único. Ya hay varias obras que se iniciaron y que
el río, el malecón de la capital chocoana parece estar más lleno con madera (esta tuvieron su primera etapa con el montaje de la base naval en Bahía Málaga, Valle.
observación fue hecha cuando la madera aún llegaba al malecón). Además existen intereses en cuanto a la const:mcción de dos puertos marítimos, uno
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• • • o • • e • • • • o "

cuanto a los recursos naturales, y sobre todo, a la biodiversidad, ses en que nosotros seamos desplazados de esta rica región. Los
no solamente se trata de cosas materiales, sino también de conoci~ actores armados que actualmente están provocando este desplaza-
mientos tradicionales. En este contexto se suelen criticar dos miento, tal vez ni siquiera son conscientes a qué intereses en últimas
proyectos que supuestamente se han aprovechado de esta riqueza. están sirviendo" (ACIA, 1999a). 46
Primero el proyecto colombo-holaudés DIAR42 y segundo, el pro- Como también indica el citado texto, los intereses no son sólo
yecto Biopacífico. 43 "Han sido como los proyectos de investigación de índole económico. El Chocó también es atractivo estratégica-
que en últimas, frente a las comunidades es muy poco lo que que- mente en té1minos militares. Es el corredor entre el departamento
da. Ha sido más rentable en función de conocimiento que se extrae de Antioquía y el Océauo Pacífico, donde entra, entre otras cosas,
de lo que retoma a las comunidades [... ] Son intereses de ese tipo el contrabando de armas 47 Además, hay muchos indicios que mues-
de conocimiento y de apropiarse del saber de la gente."44 tran que las FARC no han renunciado a retomar ciertas zonas de
Son justamente estos planes de explotación, de infraestructura, Urabá,48 donde el control fue retomado por los paramilitares," pre-
de un supuesto desarrollo, los que se han venido denunciando por parándose en la zona del Medio A trato.
las diferentes organizaciones de base, tanto afrocolombianas como Sin embargo, todo lo anterior no explica satisfactoriamente por
indígenas, como perspectiva del futuro." Para las organizaciones qué el conflicto armado se amplió e intensificó en esta región del
no existe duda entonces, de que la implementación de esas obras y país a principios de 1997, y por qué se dirigió casi inmediatamente
proyectos contribuyen necesariamente al desalojo del territorio de en contra de la población civil. Gran parte de los megaproyectos
parte de los pobladores negros e indígenas: "Nuestro territorio ya existen desde hace muchos años y el interés por los recursos
chocoauo y antioqueño es un lugar muy estratégico geo-política- naturales tampoco es de fecha reciente. Es abí donde hay que mi-
mente [ ... ] y con altas posibilidades de grandes obras de rar cuales han sido los efectos de la titulación colectiva: "[la
infraestructura y de aprovechamiento de recursos naturales [ ... ] violencia] surge de una mauera fuerte por cambios que se dan en-
Por todo esto estamos convencidos de que existen fuertes intere- tomo a la propiedad del territorio."50 Aunque la Ley 70 de 1993 ha
dado, por una parte y en papel, más seguridad territorial; por otro
sobre la Bahía de Cupica, la conexión de la carretera Panamericana y una línea férrea lado, también llevó a que grupos económicos interesados en las
que conecte los puertos, un oleoducto y una línea de residuos de carbón, la carretera
Medellín-Urrao-Bahía Solano, la formación de industrias y agroindustrias, el trazo riquezas de la región pensasen que las tierras del Chocó irían a ser
de la carretera panamericana ramal Nuquí-Bahía Solano, y microcentrales propiedad legal y permanente de las comunidades locales. O sea,
hidroeléctricas de Boroboro, Calima y Cumbatá-Urrao, pa1te alta del río Murrí, entre además de ser una herramienta de empoderamiento étnico, la le-
otros.
42 Proyecto que se realizó en los años ochenta en el Chocó y específicamente en la
cuenca del Medio Atrato. Se trataba de un proyecto de "Desarrollo Integral Agrícola
46
Rural". Sin embargo, en el transcurso del tiempo, se concentró sobre todo en la Sin embargo, en una entrevista de Carlos Castaño con la revista Cambio 16, él deja en
producción y comercialización de un tipo de arroz importado, acompañado por una claro que por lo menos los paramilitares están muy conscientes de la intencionalidad
federación de productores agropecuarios (Fepría). Además, se hicieron una gran de sus actos. Dice que ellos como ejército, van delante y los tractores vienen detrás.
cantidad de investigaciones e inventarios de la riqueza natural de la región y es, sobre Además, hablando de intereses, es inevitable pensar aquí también en los intereses del
todo, esta parte la que ha llevado a muchas especulaciones en cuanto a las verdaderas narcotráfico. Aunque se ha afirmado que en el territorio colectivo de la ACIA los
razones del proyecto. Sin embargo, uno de los embajadores holandeses de aq~ella cultivos ilícitos no juegan un papel significativo, he decidido no profundizar este
época, Gijsbert Bos, sostiene que el único motivo del proyecto ha sido combatir la aspecto en este espacio por falta de información confiable.
pobreza, comunicación personal 22/2/2000. 47
Por ejemplo, se supone que la razón por la que se ha concentrado la violencia que
4 3 El proyecto Bíopacífico recibió apoyo y financiación internacional del Fondo Mundial lleva al desplazamiento forzado en los ríos Arquía y Murrí (véase nota 32), tiene que
para el Medio Ambiente (FM1v1A). Este proyecto sido uno de los últimos mecanismos ver con su localización estratégica. Son los únicos ríos que tienen acceso por tierra al
de intervención estatal dirigido a cuatro áreas principales: conocer la riqueza biótica departamento de Antioquia. O sea, sirven como corredor y vías de abastecimiento,
de la región, valorar los recursos naturales y genéticos, movilizar con las organizaciones refugio, etc. Además, en esta zona se plantea la construcción de la carretera linao-
sociales conciencias y voluntades en favor de la conservación y uso sostenible de la Bahía Solano.
biodiversidad, y por último, formular las bases de una legislación que legitime los 48
Pécaut (1999b: 199), comunicación personal con misioneros del medio Atrato. 275
objetivos de conservación. Tomado de Oslender (1999: .26, nota 2). 49
El inventario de posibles motivos no es en ningún sentido completo. Falta investigar
44
Comisión de Vida, Justicia y Paz, 14/9/99. más las razones por las cuales los diferentes grupos armados han venido al Chocó.
4 5 Comunicación personal ACIA (varias), Esperanza Pachcco 23/9/99; Oslcnder (1999) °
5
Comisión de Vida, Justicia y Paz, 15/9/00.
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gislación generó al mismo momento nuevos conflictos, fomenta- en la incomunicación. Con estas características es imposible cons-
dos también por un contexto de falta de voluntad por parte del truir comunidad y propiciar el desarrollo" (Echandía, 1998: 58).
Estado para hacer valer los derechos territoriales de las comunida- En ciertas zonas, estos desarrollos implican una polarización
des étnicas. 51 innegable. Como indica Pécaut, el conflicto tiende a tornar, local-
La IICIII y el proceso organizalivo en medio de la violencia mente, la forma de una guerra civil en las zonas que se disputan
las guerrillas y los paramilitares. La población es tomada en cierta
Sin dudas, la ACIA ha tenido que enfrentar un debilitamiento condición de rehén y no importa que tal población no se alinee con
fuerte de su proceso organizativo por causa de la presencia de los uno u otro campo. Simplemente se encuentra entre dos fuegos y se
grupos armados. El terror que siembran tanto la guerrilla como los le impide hacer su voluntad, que es la de mantenerse al margen del
paramilitares, cada día alimenta más la desconfianza en y entre las conflicto (Pécaut, 1999b: 200).
comunidades, y de las comunidades frente a la Junta Directiva de Sin embargo, cada día más, la violencia deja de ser un factor
la ACIA, o el Consejo Comunitario Mayor. 52 'externo' a las comunidades. De hecho, hay cada vez más gente, y
"El proceso también se ha debilitado. Porque la gente está atemo- sobre todo jóvenes, que entran en las filas de los grupos armados.
rizada, vive con miedo o se ha desplazado[ ... ] La verdad es que las "No podemos negar que en algunas personas, como que les gusta,
labores de la organización en el campo han disminuido bastante. yo no sé si es el uniforme, o en si las armas... pero antes nadie de
Se están haciendo eventos, pero son cosas puntuales. Antes las por aqu( estaba metido. Ahorita, yo no sé si es la misma tensión, la
reuniones eran permanentes, porque si no había un taller de capa- misma persecución, la política de los paramilitares es involucrar
citación, había un encuentro zonal o una asamblea o una gira de los gente, sobre todo la población juvenil. Entonces, los jóvenes están
comisionados [... ] En muchas comunidades las juntas de los con- parando bastante bola a eso de los grupos, porque no podemos
sejos comunitarios se han desintegrado porque han muerto algunas negar que en este momento en la fila de los paramilitares ya se
personas ... han matado a algunos, otros se han desplazado." consigue mucha gente de la región[. .. ], en ambas filas. Dicen que
Es por la misma desconfianza que solamente en forma discreta los paramilitares están en ese momento ofreciendo a manera de
sueldo de trabajo a lapoblaciónjuvenil y la gente pues con la falta
se hacen conversaciones sobre el tema de la violencia y en reali- de oportunidad de trabajo y por la misma situación de hambre y
dad mucha gente no está dispuesta a opinar claramente sobre ésta. miseria. Y también la única oportunidad para ellos vestir bien, el
Sin duda, la desconfianza, en combinación con conflictos internos lujo, pues, sentirse muy macho, teniendo el poder."
que siempre existen en organizaciones, lleva a una mezcla explo-
Además, los integrantes de los grupos armados se vinculan cada
siva y peligrosa, que no sólo dificulta el desarrollo del proceso, vez más a las comunidades por relaciones amorosas. Son sobre
sino también pone en peligro la vida de la misma gente. 53 todo las muchachas jóvenes que caen en la tentación de tales vin-
"A nivel local, estas organizaciones [grupos armados] actúan como culaciones. En este contexto llama la atención que el grupo que
redes de poder que manejan instrumentos de fuerza y que son ca- menos resiste a la influencia de los grupos armados, la juventud,
paces de imponer control sobre la población a través de la es justamente el grupo que dentro del trabajo concientizador de la
intimidación, reemplazando así los lazos de solidaridad colectiva ACIA nunca ha sido priorizado. A pesar de que algunos jóvenes,
por la desconfianza mutua que se manifiesta en la ley del silencio y cuyos padres estaban metidos en el proceso organizativo, hicieron
varios eventos para integrar más a la juventud, la ACIA nunca
hizo un gran esfuerzo de involucrarlos más a ellos. Sin embargo,
51
Además falta ver el efecto que va a tener el Plan Colombia pru;a la situación de violencia últimamente la Junta Directiva ha expresado la necesidad de in-
en el Atrato, que es considerado a nivel nacional-estratégico como uno de los ríos corporar más a los jóvenes, a través de eventos como campeonatos
para recuperar.
52
Véase nota 15. de fótbol o celebraciones culturales.
2 76 53
Esto, sobre todo, pasa cuando la gente señala a otro habitante de la misma comunidad De cualquier fdrma, "los actores armados renunciaron a buscar 277
como colaborador de uno de los dos grupos. El artículo de Echandía sólo trata de los
grupos guerrilleros. Sin embargo, la observación vale también para los grupos el asentimiento de las poblaciones sometidas a ellos en función de
paramilitares. su presencia territorial" (Pecaut, 1999b:200). Al nivel local, sin
..............
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embargo, razones de simpatía o de interés pueden conducir a que Por último, la violencia ocupa cada vez más fondos ot!e·•~xisP•·'
la población acepte el orden impuesto por los actores armados ten para las actividades de la organización y quita cada ve•z ,t¡i\s:>
(Pécaut, 1999b: 200). Esto inevitablemente lleva a un debilitamien- tiempo a sus líderes. Lleva a una estrategia y visión a corto
to peligroso: por lo que las necesidades a largo plazo, como son la reflexié\n
"Las organizaciones también van a ser permeadas por estos gru- continua sobre el discurso étnico y la necesidad permanente del
pos, que es lo más posible y que ya uno empieza a notar. Es una fortalecimiento de la identidad étnica, quedan atrás. 58
cosa muy seria, en el sentido de que las bases empiezan a partici- ¿Cómo ha sido la reacción de la ACIA frente a los efectos de la
par y a tener cierta complacencia con los grupos[. .. ] Y eso qué violencia armada y qué es lo que hace la organización para
implica? Eso implica que más en adelante, a la hora que las orga- enfrentarlos?
nizaciones tienen sus asambleas, la elección de una nueva junta,
es muy posible que estos grupos ya tienen gente de ellos quienes A pesar de los acontecimientos en el Bajo Atrato ~ finales de
van a tener incidencia a la elección[. .. ] Y a diferencia de otro tipo 1996 y a principios de 1997, la llegada de la vwlencm al Med10
de organizaciones, por ejemplo, sindicales, sectoriales, que pue- Atrato cogió la ACIA como de sorpresa. Cuando sucedieron las
den ser, digamos, eliminadas sin que sufran mayores traumatismos, primeras acciones violentas, la organización no sabía qué hacer.
acá jurídicamente ese tipo de organizaciones son necesarias, por- "Al comienzo, cuando la situación comenzó a ponerse muy críti-
que son las autoridades de todo el territorio, o sea, así elimine a ca, no sabíamos qué hacer[... ] Después de la muerte de Domingo
todos los líderes de laACIA se necesita que ACIA sigue existiendo, Santos, 59 líder de nuestra organización, nos comenzamos a dar
porque es la autoridad". 54 cuenta de que debíamos hacer gestiones y ponernos al frente de la
Otra consecuencia grave de la violencia es el desalojo de la situación. "
gente de sus tierras, elemento esencial del discurso étnico y base Entonces, en un principio se trataba de ignorar las consecuen-
inconfundible de su identidad étnica. Es este territorio el que ha cias de la violencia en el campo, en parte con la esperanza de que
sido siempre el foco de la lucha étnico-territorial. Con la pérdida fuera algo temporal y pasajero. Incluso, la gente que llegó a Quibdó,
del territorio ancestral se afectan directamente los sentimientos de después de haber dejado sus tierras pertenecientes al temtono co-
pertenencia y arraigo, y consecuentemente la construcción de iden- lectivo de la ACIA, no fueron reconocidos como miembros de la
tidad y la vivencia étnica (Meertens,(l999; Arango, 1999:.483). organización, porque, como se argumentaba, ya no estaban en el
La unidad territorial es un componente clave de una organización campo y por eso dejaron de ser campesinos. 60 Esta argumentación
étnico-territorial como la ACIA, porque "es el territorio y la co- ya no se maneja. La violencia se ha convertido en el tema de traba-
munidad que dan legitimidad al individuo."" jo más importante de la organización. La sede de la ACIA es ahora
Además, la violencia dificulta la ejecución de proyectos pro- uno de los primeros puntos a donde llegan los desplazados y don-
ductivos, elemento fundamental de motivación para la gente para de se trata de coordinarlos para organizar la ayuda unidamente. Es
continuar con el proceso organizativo. De hecho, fue una de las en este espacio que la labor de la ACIA tiene una misión funda-
debilidades del proceso mencionadas enérgicamente en la última mental: mantener los sentimientos de pertenencia y de identidad, a
Asamblea General de la ACIA. 56 Es más, la violencia afecta los pesar de que la gente está fuera de su territ~rio, mant~ner c?n vi~a
proyectos ya en la fase de aprobación, porque muchas ONGs y la dignidad de la gente desplazada qmen v1ve una discnnunacwn
otras organizaciones no quieren invertir en proyectos cuya conti-
nuación y progreso se ven inciertos por la misma violencia. 57 los promotores de la ACIA. En un acto de solidari.dad se d~cidió aplazar te~poralmente
la ejecución del proyecto en todas las zonas de mfluencta de la ACIA. Sm e~b~rgo,
54
Comisión de Vida, justicia y Paz, 14/9/99 esta decisión también llevó incertidumbre a la gente, porque no había un segmmtento
55 continuo.
Comunicación personal ACIA
56
25-30 abril de 2000 en Puné, una comunidad en la orilla del Atrato. 58 Quiero subrayar que el inventario que se hace en este artículo está l~jos de ser completo.

278 57
Un ejemplo de cómo la violencia ha afectado los proyectos es el POT, el Plan de
Más bien hay que entenderlo como un primer intento que necesita ser profundtzado 27g
Ordenamiento Territorial. El desarrollo de este proyecto, que consistió entre otras mucho más.
cosas en varias ?iras por todas las 119 comunidades para recoger datos y opiniones 59 Julio de 1997 en Quibdó

de la gente, se VIO fuertemente afectado por amenazas de violencia contra algunos de 60 Comunicación personal ACIA, septiembre 1999
r
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feroz al llegar a Quibdó, donde es criminalizada por ser desplaza- denuncia los actos de violencia de los grupos armados. Además acu-
do. Es la de apoyarles con productos básicos donde las instancias san la actitud de las autoridades oficiales, que no están prestando el
gubernamentales fallan al cubrir las necesidades más urgentes. Es apoyo que deberían prestar según la ley. Por esa actitud también,
la de seguir fomentando la colectividad, porque con el desplaza- como argumenta la ACIA, se ha agudizado la violencia porque "los
miento se rompen en general las formas organizativas existentes.6I entes públicos a nivel nacional, departamental y local tienden a des-
Y de hecho, la población en desplazamiento ha construido nuevas conocer los procesos organizativos, negándoles la participación como
formas de participación para buscar soluciones a sus problemas. grupo étnico y comunidad organizada" (ACIA (1998c).
De esa forma existen, aunque a veces de manera muy precaria, Por consiguiente, la ACIA exige en sus denuncias que se ga-
diferentes comités de salud, educación, etc. Una consecuencia lla- rantice el respeto del derecho a la vida y que se establezcan
mativa de esta búsqueda de la ACIA de soluciones (temporales) y mecanismos de protección, que se garantice a quienes han sido
de ayuda humanitaria es que los contactos internacionales se vuel- objeto de desplazamiento forzado el retorno a su lugar de origen
ven cada vez más importantes en comparación con las relaciones en condiciones de seguridad y dignidad, que algunas de las autori-
con instituciones gubernamentales. dades civiles cesen en el señalamiento de los líderes, organizaciones
Otra gestión frecuente que hace la ACIA en Quibdó, además y comunidades y que se investiguen lo$ hechos de violación de los
de la ayuda a la gente desplazada, es hacer denuncias públicas derechos humanos.
correspondientes a los diferentes casos de violación de derechos Aparte de las denuncias, también se ha intentado tener diálo-
humanos que se presentan en las comunidades. gos directos con los diferentes grupos armados, aunque esto siempre
"La organización lo que ha podido hacer en conjunto, a veces ha sido liderado por la Diócesis de Quibdó. En algunas ocasiones
solo con la OREWA, 62 la OIA63 y la Diócesis de Quibdó es la de- se han firmado acuerdos en cuanto al respeto a las comunidades,
nuncia de los atropellos y los hechos cometidos. Y también, pues, tanto con los paramilitares como con el ELN, pero al poco tiempo
algunos diálogos, aunque no han sido muchos y las respuestas se vieron violados por los dos grupos armados.
tampoco, pues, ellos no lo han parado mucha bola." Sin embargo, la ayuda a las familias campesinas que aún están
Las denuncias consisten generalmente en que exigen que los gru- en el campo sigue siendo lo más importante. Porque al final, ¿qué
pos armados respeten los territorios, el derecho ancestral sobre significa tener un título colectivo si ya no hay gente viviendo ahí?
aquellos y que los territorios no se conviertan en campo de batalla. Por eso se está buscando activamente apoyo y garantías para
Además, que no se involucre a las comunidades, respetando su ca- que las comunidades que se han desplazado puedan regresar a sus
rácter de no combatientes, que no recluten forzosamente a la tierras. La gente que opta por volver, recibe en los primeros meses
población y que se respete el derecho a la libre movilización de productos básicos, hasta que pueda cosechar de nuevo. Sin embar-
personas, bienes y alirnentos. 64 Pero la organización no solamente go, el retomo de las comunidades es muy complicado. Mucha gente
tiene miedo de regresar si no hay suficientes garantías, otras per-
6
l Hay necesidad de investigar más a fondo las consecuencias que tiene el desplazamiento sonas prefieren quedarse en Quibdó, donde, por ejemplo, ya tienen
forzado, tanto para el carácter del campo, donde los pequeños poblados tienden a a sus hijos estudiando.
desaparecer (comunicación personal Juancho Vclazco 12/10/99), como para el proceso
organizativo que tiene que incorporar cada vez más un componente 'campesino urbano'. Otra línea de trabajo para que la gente siga resistiendo, es la
~>2 Organización Regional Embera-Waunana continuación de proyectos, muchas veces estrechamente ligados
63
Organización Indígena de Antioquia al tema de la violencia, y con acompañamiento de la Diócesis y
54
En cuanto a la posición que toman la ACIA y otras organizaciones en estas denuncias
de la violencia, sería interesante reflexionar sobre los conceptos de autononúa y de
algunos asesores. De esa forma hay proyectos de capacitación en
neutralidad que se manejan. Por ejemplo, la ACIA suele subrayar su posición neutra, autonomía y en derechos humanos. 65 Además se ha ejecutado el
diciendo que está lejana al conflicto, mientras por ejemplo la organización indígena
280 OREWA ha declarado explícitamente que las comunidades indígenas también son un 281
actor en el conflicto, aunque sin quererlo, pero un actor autónomo, que exige respeto. M Desde 1998, la organización, en cooperación con la Diócesis, ha empezado una serie
En este contexto también es interesante el comentario de Pécaut (1999: 204) quien de capacitaciones a sus líderes en torno al concepto de autononúa, del que el control
dice que "el rechazo a la violencia no constituye por sí solo una política." territorial forma uno de los ejes centrales. Se trata de "la apropiación del territorio y
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proyecto de ordenamiento territorial, que consistió, entre otras mira de los paramilitares, que sospechan que las tiendas abastecen
cosas, en hacer un plan de desarrollo para el futuro. Es una forma a la gnenilla.
de mostrar que la g~nte no se da por vencida y sigue pensando en
"La ACIA ha solicitado con la Diócesis de Quibdó, y han restau-
un. fu,t~ro en sus tierras. Y también está el proyecto Cambio rado unas tiendas comunitarias en algunas comunidades. Pues,
ChmatJco. La tdea de este proyecto, que aún está en una fase pre- de eso, porque la guerrilla dice que no está de acuerdo con la
hmmar, es que la ACIA, como dueño y administrador del territorio ayuda humanitaria, eso lo ha dicho textual, pero con lo de las
va a recibir anualmente un fondo para manejar el territorio de un~ tiendas comunitarias hasta ahora podemos decir que no se han
manera sostembh. El proyecto será financiado por varios países metido, porque ellos quitan la mercancía que bajan los particula-
europeos, una tmctatJva que nació en la Conferencia del Medio res, pero a las tiendas comunitarias siempre las han respetado[.. ]
Ambiente en Río de Janeiro y que fue elaborada en la de Kioto ahora, los paramilitares al parecer están de acuerdo con la ayuda
Significará un reconocimiento importante del carácter étnico-te~ humanitaria pero parece a otro nivel; no con las tiendas porque
mto~tal de la ACIA y de las comunidades negras ubicadas en el ellos dicen que las tiendas, o sea la comida es para ayudar a la
Medio Atrato, subrayando que las comunidades son los verdade- guerrilla, porque unas de sus políticas es no a la comida para que
ros y legítimos dueños del territorio. la guerrilla tenga problemas de hambre y que tenga que salir. .. "
. Aunque estos proyectos no son una defensa real contra las ac- Por último, la línea directriz que maheja la ACIA para toda la
cwnes de los grupos armados, no obstante, posibilita la presencia ayuda y proyectos es la resistencia pacífica por parte de las comu-
de los líderes, y en especial de los directivos de la organización en nidades. Esta estrategia ha llevado a la decisión de que se excluya
las comumdades, una presencia muy necesitada por la población del proceso organizativo hasta de la misma comunidad a toda per-
que ya se ha quejado de la relativa ausencia de sus líderes, algo sona que colabora directamente o se integra a uno de los grupos
que erróneamente se podría atribuir a indiferencia. 66 armados.
. Además, la organización ha establecido en el territorio en con- Para terminar falta observar que la violencia también tiene una
JUnto con la Diócesis, varias bodegas y tiendas comunitari~s, como consecuencia de otra índole y es la del 'nuevo' acercamiento entre
respuesta al bloqueo económico. Hasta altora, los grupos armados la ACIA y la Diócesis. Hay que subrayar que esta relación nunca
han respetado en gran medida estas tiendas, aunque están en la se vio terminada, pero la ACIA sí ha intentado independizarse y
alejarse un poco de la influencia de la Iglesia. Ahora, en el contex-
to de la violencia, se necesita más que nunca la presencia de aquélla
su p:edisposición para los fines y objetivos comunes trazados por las comunidades en en vista de que es la instancia que tiene aún la mayor autoridad
la ~usqueda de. su auton?~a y la re~firmación del ser Afro como principios para
a~c,mz~r ~na vtda con dtgrndad, teruendo en cuenta las prácticas ancestrales, las frente a los grupos armados, y mayor peso en y acceso a la opinión
dtsp.o~tclO~~s legales y sus componentes étnico-culturales." Además, "la pública ..
admmtstracton y el control del territorio deben estar enfocados desde nuestras
costumbres Y.cultura Y~ tra~és de nuestras autoridades legalmente constituidas como Conclusión
son los conseJOS comurntanos. Estos consejos deben tener el reconocimiento interno
Y externo para poder cumplir con la responsabilidad que la ley le asigna." (ACIAl Con el reconocimiento constimcional de la plurietnicidad de
OP?CA, 199~: 10,17). El.~royccto se puede entender como una reacción a dos Colombia, la población negra se visibilizó y su proceso de
fcnomeno~: pnmero, la prestan de los actores armados por la que el control territorial
se ve e.xpl~cttamente amena:ado y seg.undo, la falta de legitimidad de los consejos
empoderarniento étnico obtuvo su primera semilla. La timlación
com~~tanos lo~ales. En vanas comumdades los consejos no son reconocidos como colectiva dio a esta semilla la tierra para germinar. Sin embargo, la
la maxtma au.tondad sobre el tenitorio y la administración de los recursos naturales violencia parece impedir que aquel nuevo árbol pueda echar raíces.
lo. que complica profundamente su funcionamiento y dificulta el uso racional de lo~
m1smos recursos. Es la paradoja de Colombia, que por una parte se caracteriza
66
La presencia de los líderes en las comunidades ha bajado mucho en el último año por una de las Constimciones y legislaciones más progresivas y
Esto se debe en gran.r.a.~te a la crisis económica por la que está pasando la ACIA e~
este momento. Los vtaJes en 1~ zona de influencia son todos por vía fluvial e implican democráticas en el mundo, pero por otra parte, el Estado no es 283
un gasto alto. Los proyectos, sm embargo, prevén algunos encuentros zonales y locales capaz o le falta voluntad política de garantizar el minimo cumpli-
para la socialización de la información, hecha por los líderes.
miento de las mismas leyes y el respeto a los derechos más
DERECHOS ÉTNICOS BAJO FUEGO ACCIÓN COLECTIVA Y ElNICIDAD EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

fundamentales de la población colombiana. En este contexto en torio pueden ser un instrumento efectivo de resistencia y defensa.
el que ni siquiera hay garantías al derecho a la vida, la lucha p¿r el Pero tampoco quiero ser ilusa. Una cosa es tener un título, pero si
reconocimiento real de los derechos étnico-tenitoriales parece ser no hay apropiación del tenitorio, una solución del conflicto en el
una lucha perdida. A pesar de los intentos, como fue por ejemplo ámbito nacional y un apoyo internacional, el título no sirve para
la nueva Constitución, gran parte de las reformas fallaron. Sin nada. Este es el reto más importante de las comunidades locales,
embargo, al mismo tiempo han surgido nuevas iniciativas al nivel las organizaciones étnico-tenitoriales, la sociedad colombiana y
local, regional y nacional para buscar soluciones legales y políti- la comunidad internacional, si no se quiere que la tragedia colom-
cas, como se ha demostrado entre otras en el Pacífico colombiano. biana continúe y siga agravándose, y que los grupos étnicos se
La sociedad civil y los movimientos sociales buscan espacios pro- invisibilicen otra vez, arriesgando que esta vez sea para siempre.
pios no estatales para alcanzar objetivos de igualdad, solidaridad y
justicia, que ya no son alcanzables sólo por la vía del Estado
(Bejarano, 1999:.281-282).
La ACIA intenta a través de procesos de participación, cons-
truir alternativas de defensa frente al conflicto armado. Y de veras,
cada vez hay más gente que opta por resistir en su territorio a pesar
del miedo, la intimidación y el terror. 67 Si esto se da por conciencia
del título colectivo o por cierta apropiación ancestral, es algo que
aun queda por investigar. Porque también están las comunidades
que sí salieron y uno podría concluir que no han tenido una clari-
dad profunda de su arraigo con la tierra. Pero también es cierto
que no hay algo más lógico que, ante una guerra tan cruel, haya
que salir coniendo.
He mencionado que el título colectivo ha sido uno de los facto-
res que ha llevado a una intensificación del conflicto armado. En
ese sentido la gran victoria de la ACIA, al apreciar tanto sus miem-
bros tal título, se ha convertido desafortunadamente también en su
peor pesadilla. Sin embargo, quiero concluir que el título colecti-
vo de la ACIA llegó 'a tiempo'. Supongo que la gente, sin ser
dueña legítima de su tierra, había sido aún más vulnerable frente a
la situación de violencia, que de cualquier forma habría llegado
con mayor fuerza a la región. Por lo menos la población campesi-
na tiene algo de respaldo, a pesar de que sea muy precario.
En este articulo, sobre todo, he tratado de demostrar cómo la
violencia de los grupos armados debilita el proceso organizativo,
y por consiguiente, la construcción continua de identidad. N o obs-
tante, la identidad también puede ser una contra-fuerza, o diciéndolo
más concretamente: el título colectivo y las actividades
organizativas que se siguen desarrollando alrededor de este terri-
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