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“AÑO DEL DIÁLOGO Y RECONCILIACIÓN NACIONAL”

RÉGIMEN PATRIMONIAL

ALUMNOS :

González Rondón, Paola

Guevara Segura, Elizabeth

Gutiérrez Sulca, María Fernanda

Kuroiwa Kojachi, Saori Naomi

Vilca Zavala, Richard Brayan

DOCENTE :

Guzmán Sánchez, Daisy Mariluz

CICLO :

CAÑETE-PERÚ
2018
CAPÍTULO I

REGIMEN PATRIMONIAL EN EL MATRIMONIO

Conceptos generales

Patrimonio

Conjunto de bienes muebles e inmuebles susceptibles de valoración


económica, de utilidad primordial o superflua, sobre los cuales una persona
física o los representantes de una persona jurídica tienen la garantía estatal
de ejercer todos y cada uno de los derechos inherentes a la propiedad, sin
más limitaciones que las establecidas a favor de terceros por la ley, la
administración de justicia o la contratación, sean o no acreedores 1

Patrimonio conyugal

El patrimonio conyugal es indiviso, pudiendo determinarse la copropiedad


mediante sentencia judicial únicamente2. El patrimonio conyugal está
conformado por un conjunto de bienes y derechos, obligaciones y deudas,
que son valorables económicamente y que corresponde a los conyugues3.

Poder domestico

Es aquel poder por el cual cualquiera de los esposos podrá realizar los actos
encaminados a atender las necesidades ordinarias de la familia y a la
conservación de su patrimonio, conforme al uso del lugar y a las
circunstancias de la misma4

Antecedentes en el Perú:

El Régimen Patrimonial en el Código Civil de 1936:

En materia familiar, se estableció en el Código civil del 1936 el régimen


forzoso de gananciales rechazándose las capitulaciones matrimoniales.
Reguló la SOCIEDAD DE GANANCIALES CON BIENES PROPIOS DE CADA
CÓNYUGE. Introdujo de los BIENES RESERVADOS DE LA MUJER, los que
según el maestro José León Barandiarán “responde a necesidades de orden
sociológico dentro de la vida moderna”. El código civil de 1936 mantuvo el

1BRAMONT ARIAS TORRES. Manual de Derecho Penal. Lima. Editorial San Marcos. 1998. P.137
2
Cas. N° 963-96. En El Código Civil a través de la Jurisprudencia Casatoria. Ediciones Legales. Lima,
2002. P. 151
3
Varsi Rospigliosi, Enrique. Tratado de Derecho de Familia. Tomo III. Lima. Editorial El Búho E.I.R.L. 2012.
P.36
4
Plácido Vilcachagua, Alex. Los regímenes patrimoniales del matrimonio. Gaceta Jurídica, Lima,
2001, p.239
Régimen de Comunidad de Gananciales, básicamente contenido en el Titulo
de la sección Segunda del Libro de Familia, estableciendo:

Del régimen de los bienes en el Matrimonio.

 De los bienes Reservados.


 De las donaciones por razón de matrimonio.
 De la dote. De la separación de bienes durante el matrimonio.

Dentro de sus principales características tenemos:

 EL marido dirige la sociedad conyugal.


 El marido es el representante de la sociedad conyugal, solo para las
necesidades ordinarias de la sociedad conyugal era representado por
ambas.
 La mujer puede ejercer cualquier profesión o industria, así como
efectuar cualquier trabajo fuera de la casa común con el
consentimiento expreso o tácito del marido. Pero si el marido se
negase a dar su consentimiento podrá ser autorizados por el juez
siempre que pruebe o justifica al interés de la sociedad conyugal.
 La mujer no responde con sus bienes propios por las deudas
personales del marido.

Este régimen fue objeto de encontradas opiniones, primo la idea de


modificarlo si es que no de suprimirlos por otro. Sin embargo, no se puede
dejar de admitir que el sistema peruano de ese entonces adolecía de
inestabilidad y rigidez pues imponía a todos los matrimonios, ipso jure y sin
alternativa, un determinado régimen que en concepto de legislador era el
mas adecuado a la realidad del país, sin permitir a las partes la adopción
de ningún otro (salvo el de separación de bienes como excepción durante el
matrimonio) De otro lado se llama la atención hacia el hecho de no ser
idéntica la situación de todas las uniones conyugales en materia
patrimonial, de donde fluye que es el régimen de comunidad de gananciales
puede ser adecuado en unos casos pero inadecuados en potros. La ley
estaría tratando de la misma manera situaciones diferentes sin que haya
razón valedera.

El régimen, tal como estaba organizado constituía una de las áreas


mayormente se advierta un criterio de supremacía del varón y la
subordinación de la mujer. Se hacía en efecto que si bien la discriminación
en perjuicio de la mujer se comprobaba claramente en la esfera de las
relaciones personales que el código normaba bajo el epígrafe de Deberes y
Derechos que nacen del matrimonio y en la del ejercicio de la patria
potestad, ello también ocurría en el campo del régimen patrimonial que el
código legislaba bajo el nombre de sociedad de gananciales.

De otro punto de vista especialmente concerniente a la fluidez de las


relaciones patrimoniales del matrimonio y del interés de terceros, se
señalaba también que el régimen de gananciales había mostrado su falta
de eficacia para asegurar un ejercicio adecuado de la facultad de disposición
del patrimonio común, pues al amparo del texto original artículo 188 se
propiciaba o posibilitaba el abuso del marido y con la modificatoria
introducida por la ley N° 17838 se dificultaba en tal forma los actos de
disposición. Pero con la modificación introducida por la ley 17838, si bien
el varón se mantenía como administrador, pero se querrá la intervención de
la mujer cuando se trate de disponer, gravar bienes comunes a título
gratuito u oneroso.

Concepto de Régimen Patrimonial

Por régimen patrimonial debemos entender el conjunto de reglas que


regulan la relación patrimonial entre los cónyuges y frente a terceros, así
tenemos que el patrimonio generalmente está formado por un conjunto de
bienes y derechos, obligaciones y deudas, que son valorables
económicamente y que tiene toda persona. En el Perú los regímenes
patrimoniales en el matrimonio son la sociedad de gananciales y el de
separación de patrimonios.

CARACTERES JURIDICOS

A. Institución del Derecho Familiar.- El régimen patrimonial del


matrimonio es una constitución importante del derecho de familia
que trata de su organización económicas, en tal forma que para el
cumplimiento de sus fines, que son generalmente extrapatrimoniales,
requiere como se tiene dicho no solo de un buen propósito
matrimonia, de una estructura y organización adecuadas, sino
también de un sólido soporte económico o de medios materiales que
garanticen su subsistencia.

B. Contenido Patrimonial. - El patrimonio generalmente no está formado


solamente por un conjunto de bienes y derechos, sino por un
conjunto de obligaciones y deudas, apreciables pecuniariamente que
tienen todas las personas. De consiguiente cada individuo tiene un
patrimonio que es único e indivisible, inseparable y que está protegido
por la ley.

Este patrimonio personal o conyugal está formado por el activo y el


pasivo, por el haber y él debe, que al celebrase el matrimonio puede
fisionarse en una masa común o mantenerse separado el uno del otro,
o adoptar un régimen intermedio. Lo significativo es que no se concibe
una unión matrimonial sin patrimonio, lo que depende
del sistema adoptado.

C. Prevé la forma de resolver conflictos conyugales.- Si las relaciones


conyugales de los consortes no estuvieran determinados por la ley,
probablemente surgirían una serie de problemas conyugales de
carácter o patrimonial que llevaría a estos a engorrosas situaciones
de carácter patrimonial que no tendrían cuándo ni cómo solucionarse
o por lo menos colocarían a la unión conyugal al borde, mismo de
una crisis que terminaría con la disolución del nexo conyugal.

En ese entender, el régimen patrimonial prevé la forma de resolver los


conflictos conyugales que podrían surgir a consecuencia del egoísmo
inmoderado de uno de ellos o de la ambición del otro. De esta, el régimen
patrimonial del matrimonio viene a organizar y resolver una compleja gama
de problemas y redacciones de un modo más o menos completo, según el
régimen adoptado, sentando las pautas básicas sobre las que se organiza
la vida conyugal.

Desde este punto de vista el régimen patrimonial es el estatuto jurídico


familiar constituido por principios y normas jurídicas que rigen las
relaciones económicas de los cónyuges y de estos con terceros teniendo en
cuenta el activo y el pasivo para resolver los problemas y conflictos que
podrían surgir.

Régimen patrimonial en el código civil peruano

 Artículo 295º. - Elección y formalidades del régimen patrimonial:


Antes de la celebración del matrimonio, los futuros cónyuges pueden
optar libremente por el régimen de sociedad de gananciales o por el
de separación de patrimonios, el cual comenzara a regir al celebrarse
el casamiento.
Si los futuros cónyuges optan por el régimen de separación de
patrimonios, deben otorgar escritura pública, bajo sanción de
nulidad. Para que surta efecto debe inscribirse en el registro personal.
A falta de escritura pública se presume que los interesados han
optado por el régimen de sociedad de gananciales.
 Artículo 296º. - Representación de la sociedad conyugal: Durante el
matrimonio, los cónyuges pueden sustituir un régimen por el otro.
Para la validez del convenio son necesarios el otorgamiento de
escritura pública y la inscripción en el registro personal. El nuevo
régimen tiene vigencia desde la fecha de su inscripción.
 Artículo 297º.- Sustitución judicial del régimen por decisión judicial:
En el caso de hallarse en vigencia el régimen de sociedad de
gananciales, cualquiera de los cónyuges puede recurrir al juez para
que dicho régimen se sustituya por el de separación, en los casos a
que se refiere el artículo 329.
 Artículo 298º.- Liquidación del régimen patrimonial: Al terminar la
vigencia de un régimen patrimonial se procederá necesariamente a
su liquidación.
 Artículo 299º.- Bienes comprendidos en el régimen: El régimen
patrimonial comprende tanto los bienes que los cónyuges tenían
antes de entrar aquel en vigor como los adquiridos por cualquier
título durante su vigencia.
 Artículo 300°. - Obligación común de sostener el hogar conyugal:
Cualquiera que sea el régimen en vigor, ambos conyugues están
obligados a contribuir al sostenimiento del hogar según sus
respectivas posibilidades y rentas.
En caso necesario, el juez reglara la contribución de cada uno.
CAPITULO II

SOCIEDAD DE GANANCIALES

DEFINICION.

La Sociedad de Gananciales, es una de las modalidades que establece la ley


para regular la propiedad de los bienes y derechos que se adquieren durante
el matrimonio.

Estas modalidades son llamadas regímenes patrimoniales del matrimonio,


el otro régimen es el de Separación de Patrimonios.

Si una pareja se casa sin elegir expresamente el régimen patrimonial, se


entiende que tácitamente decidieron por el de Sociedad de Gananciales, en
virtud del cual todos los bienes adquiridos a título oneroso, es decir
pagando un precio por ellos, son de co-propiedad de los esposos en partes
iguales; independientemente si sólo uno de ellos realiza una actividad
remunerada.

Así, si Carmen y Darío se casan sin especificar el régimen patrimonial, se


constituye automáticamente una Sociedad de Gananciales. Si ellos
compran una casa, cada uno de ellos tendrá un 50% sobre los derechos y
acciones del inmueble, sin importar que el pago provenga sólo del trabajo
remunerado de Darío porque Carmen es ama de casa.

i. ¿Cuáles son los bienes sociales?

Los ingresos por el trabajo y los frutos que se obtienen de los bienes
propios, por ejemplo, las rentas de alquileres por una casa que se ha
heredado, los dividendos de acciones, entre otros.

ii. ¿Cuándo termina la Sociedad de Gananciales?

Por separación de cuerpos, por divorcio, por muerte o por cambio de


régimen.

Cuando la Sociedad de Gananciales se termina, lo que se debe hacer


es un inventario de los bienes, se deben pagar las deudas, y lo que
queda se distribuye en partes iguales, en lo que se llamaría el
ganancial de cada uno.

iii. ¿Pueden los convivientes constituir una sociedad de gananciales?

Los convivientes tienen el derecho a constituir una sociedad de


gananciales. Para que esto pueda darse, debe la pareja haber
convivido dos años, debe existir una relación voluntaria y que no
exista impedimento legal para casarse.

Régimen de sociedad de gananciales

El Régimen de Bienes de la SOCIEDAD DE GANANCIALES se encuentra


definido en el artículo 301° del Código Civil, el mismo establece que en el
régimen de sociedad de gananciales puede haber bienes propios de cada
cónyuge y bienes de la sociedad.

Éste se impone como un límite natural a la administración y disposición de


bienes propios y sociales, según el caso; se constituye, pues, en la medida
necesaria para afectar patrimonialmente a la familia y que, de hecho, los
cónyuges utilizan en un matrimonio normal. Por ello y ante su
inobservancia por uno de los cónyuges, el interés familiar es el argumento
para restringir o suprimir algún acto de gestión de los bienes que lo
perjudica o para verificar la realización de uno que demanda.

La sociedad de gananciales es un ente jurídico autónomo, titular del


derecho de propiedad sobre los bienes sociales, no constituyendo un
régimen de copropiedad. Por ello, para disponer de dichos bienes se requiere
el consentimiento de ambos cónyuges, no pudiendo haber disposición por
parte de uno de ellos de porcentajes de los bienes sociales, por cuanto no
existen alícuotas sobre las que cada cónyuge ejerza el derecho de propiedad

Bienes de la sociedad de gananciales en el Código Civil peruano

 Artículo 301º.- Bienes de la sociedad ganaciales: En el régimen de


sociedad de gananciales puede haber bienes propios de cada cónyuge
y bienes de la sociedad.
 Artículo 302º.- Bienes propios: Son bienes propios de cada cónyuge:
1. Los que aporte al iniciarse el régimen de sociedad de
gananciales.
2. Los que adquiera durante la vigencia de dicho régimen a título
oneroso, cuando la causa de adquisición ha precedido a
aquella.
3. Los que adquiera durante la vigencia del régimen a título
gratuito.
4. La indemnización por accidentes o por seguros de vida, de
daños personales o de enfermedades, deducidas las primas
pagadas con bienes de la sociedad.
5. Los derechos de autor e inventor.
6. Los libros, instrumentos y útiles para el ejercicio de la profesión
o trabajo, salvo que sean accesorios de una empresa que no
tenga la calidad de bien propio.
7. Las acciones y las participaciones de sociedades que se
distribuyan gratuitamente entre los socios por revaluación del
patrimonio social, cuando esas acciones o participaciones sean
bien propio.
8. La renta vitalicia a título gratuito y la convenida a título oneroso
cuando la contraprestación constituye bien propio.
9. Los vestidos y objetos de uso personal, así como los diplomas,
condecoraciones, correspondencia y recuerdos de familia.
 Artículo 303º.- Administración de bienes propios: Cada cónyuge
conserva la libre administración de sus bienes propios y puede
disponer de ellos o gravarlos.
 Artículo 305º.- Administración de bienes propios del otro cónyuge: Si
uno de los cónyuges no contribuye con los frutos o productos de sus
bienes propios al sostenimiento del hogar, el otro puede pedir que
pasen a su administración, en todo o en parte. En este caso, está
obligado a constituir hipoteca y, si carece de bienes propios, otra
garantía, si es posible, según el prudente arbitrio del juez, por el valor
de los bienes que reciba.
 Artículo 306º.- Atribución del cónyuge administrador: Cuando uno
de los cónyuges permite que sus bienes propios sean administrados
en todo o en parte por el otro, no tiene este sino las facultades
inherentes a la mera administración y queda obligado a devolverlos
en cualquier momento a requerimiento del propietario.
 Artículo 310º.- Bienes sociales: Son bienes sociales todos los no
comprendidos en el artículo 302°, incluso los que cualquiera de los
cónyuges adquiera por su trabajo, industria o profesión; así como los
frutos y productos de todos los bienes propios y de la sociedad y las
rentas de los derechos de autor e inventor.
También tienen la calidad de bienes sociales los edificios construidos
a costa del caudal social en suelo propio de uno de los cónyuges,
abonándose a este el valor del suelo al momento del reembolso.
 Artículo 311º.-Reglas para clasificación de los bienes: Para la
calificación de los bienes, rigen las reglas siguientes:
1. Todos los bienes se presumen sociales, salvo prueba en
contrario.
2. Los bienes sustituidos o subrogados a otros se reputan de la
misma condición de los sustituyeron o subrogaron.
3. Si vendidos algunos bienes, cuyo precio no consta haberse
invertido, se compran después otros equivalentes, se
presumen, mientras no se pruebe lo contrario, que la
adquisición posterior es hecha con el producto de la
enajenación anterior.

 Artículo 312º.- Prohibición de contratos entre cónyuges: Los


cónyuges no pueden celebrar contratos entre si respecto de los bienes
de la sociedad.
 Artículo 313°. – Administración de patrimonio social: Corresponde a
ambos cónyuges la administración del patrimonio social. Sin
embargo, cualquiera de ellos puede facultar al otro para que asuma
exclusivamente dicha administración respecto de todos o de algunos
de los bienes. En este caso, el cónyuge administrador indemnizará al
otro por los daños y perjuicios que sufra a consecuencia de actos
dolosos o culposos.
 Artículo 314°. - Administración de bienes sociales y propios por el
otro cónyuge: La administración de los bienes de la sociedad y de los
propios de uno de los cónyuges corresponde al otro en los casos del
artículo 294°, incisos 1 y 2. Si uno de los cónyuges ha abandonado el
hogar, corresponde al otro la administración de los bienes sociales.
 Artículo 315°. - Disposición de los bienes sociales: Para disponer de
los bienes sociales o gravarlos, se requiere la intervención del marido
y la mujer. Empero, cualquiera de ellos puede ejercitar tal facultad,
si tiene poder especial del otro. Lo dispuesto en el párrafo anterior no
rige para los actos de adquisición de bienes muebles, los cuales
pueden ser efectuados por cualquiera de los cónyuges. Tampoco rige
en los casos considerados en las leyes especiales.
 Artículo 316°. - Cargas de la sociedad conyugal: Son de cargo de la
sociedad:
1. El sostenimiento de la familia y la educación de los hijos
comunes.
2. Los alimentos que uno de los cónyuges esté obligado por ley a
dar a otras personas.
3. El importe de lo donado o prometido a los hijos comunes por
ambos cónyuges.
4. Las mejoras necesarias y las reparaciones de mera
conservación o mantenimiento hechas en los predios propios,
así como las retribuciones y tributos que los afecten.
5. Las mejoras útiles y de recreo que la sociedad decida introducir
en bienes propios de uno de los cónyuges con consentimiento
de éste.
6. Las mejoras y reparaciones realizadas en los bienes sociales,
así como los tributos y retribuciones que los afecten.
7. Los atrasos o réditos devengados de las obligaciones a que
estuviesen afectos tanto los bienes propios como los sociales,
cualquiera que sea la época a que correspondan.
8. Las cargas que pesan sobre los usufructuarios respecto de los
bienes propios de cada cónyuge.
9. Los gastos que cause la administración de la sociedad.
 Artículo 317°. - Responsabilidad por deudas de la sociedad: Los
bienes sociales y, a falta o por insuficiencia de éstos, los propios de
ambos cónyuges, responden a prorrata de las deudas que son de
cargo de la sociedad.
 Artículo 318.- Fin de la sociedad de gananciales: Fenece el régimen
de la sociedad de gananciales:
1. Por invalidación del matrimonio.
2. Por separación de cuerpos.
3. Por divorcio.
4. Por declaración de ausencia.
5. Por muerte de uno de los cónyuges.
6. Por cambio de régimen patrimonial.
 Artículo 319°.- Fecha de fenecimiento de la sociedad de gananciales:
Para las relaciones entre los cónyuges se considera que el
fenecimiento de la sociedad de gananciales se produce en la fecha de
la muerte o de la declaración de muerte presunta o de ausencia; en
la de notificación con la demanda de invalidez del matrimonio, de
divorcio, de separación de cuerpos o de separación judicial de bienes;
y en la fecha de la escritura pública, cuando la separación de bienes
se establece de común acuerdo. En los casos previstos en los incisos
5 y 12 del Artículo 333°, la sociedad de gananciales fenece desde el
momento en que se produce la separación de hecho.
Respecto a terceros, el régimen de sociedad de gananciales se
considera fenecido en la fecha de la inscripción correspondiente en el
registro personal.
 Artículo 320°. - Inventario valorizado de bienes sociales: Fenecida la
sociedad de gananciales, se procede de inmediato a la formación del
inventario valorizado de todos los bienes. El inventario puede
formularse en documento privado con firmas legalizadas, si ambos
cónyuges o sus herederos están de acuerdo. En caso contrario el
inventario se hace judicialmente. No se incluye en el inventario el
menaje ordinario del hogar en los casos del artículo 318, incisos 4 y
5, en que corresponde al cónyuge del ausente o al sobreviviente.
 Artículo 321°. - Bienes excluidos del menaje: El menaje ordinario del
hogar no comprende:
1. Los vestidos y objetos de uso personal.
2. El dinero.
3. Los títulos valores y otros documentos de carácter patrimonial.
4. Las joyas.
5. Las medallas, condecoraciones, diplomas y otras distinciones.
6. Las armas.
7. Los instrumentos de uso profesional u ocupacional.
8. Las colecciones científicas o artísticas.
9. Los bienes culturales-históricos.
10. Los libros, archivos y sus contenedores.
11. Los vehículos motorizados.
12. En general, los objetos que no son de uso doméstico.
 Artículo 322°. - Liquidación de la sociedad de gananciales: Realizado
el inventario, se pagan las obligaciones sociales y las cargas y después
se reintegra a cada cónyuge los bienes propios que quedaren.
 Artículo 323°. - Gananciales: Son gananciales los bienes remanentes
después de efectuados los actos indicados en el artículo 322°.
Los gananciales se dividen por mitad entre ambos cónyuges o sus
respectivos herederos.
Cuando la sociedad de gananciales ha fenecido por muerte o
declaración de ausencia de uno de los cónyuges, el otro tiene
preferencia para la adjudicación de la casa en que habita la familia y
del establecimiento agrícola, artesanal, industrial o comercial de
carácter familiar, con la obligación de reintegrar el exceso de valor, si
lo hubiera.
 Artículo 324°. - Pérdida de gananciales: En caso de separación de
hecho, el cónyuge culpable pierde el derecho a gananciales
proporcionalmente a la duración de la separación.
 Artículo 325°.- Liquidación de varias sociedades de gananciales:
Siempre que haya de ejecutarse simultáneamente la liquidación de
gananciales de dos o más matrimonios contraídos sucesivamente por
una misma persona, se admitirá, en defecto de inventarios previos a
cada matrimonio, toda clase de pruebas para determinar los bienes
de cada sociedad; y, en caso de duda, se dividirán los gananciales
entre las diferentes sociedades, teniendo en cuenta el tiempo de su
duración y las pruebas que se haya podido actuar acerca de los
bienes propios de los respectivos cónyuges.
 Artículo 326°. - Unión de hecho: La unión de hecho, voluntariamente
realizada y mantenida por un varón y una mujer, libres de
impedimento matrimonial, para alcanzar finalidades y cumplir
deberes semejantes a los del matrimonio, origina una sociedad de
bienes que se sujeta al régimen de sociedad de gananciales, en cuanto
le fuere aplicable, siempre que dicha unión haya durado por lo menos
dos años continuos.
La posesión constante de estado a partir de fecha aproximada puede
probarse con cualquiera de los medios admitidos por la ley procesal,
siempre que exista un principio de prueba escrita.
La unión de hecho termina por muerte, ausencia, mutuo acuerdo o
decisión unilateral. En este último caso, el juez puede conceder, a
elección del abandonado, una cantidad de dinero por concepto de
indemnización o una pensión de alimentos, además de los derechos
que le correspondan de conformidad con el régimen de sociedad de
gananciales.
Tratándose de la unión de hecho que no reúna las condiciones
señaladas en este artículo, el interesado tiene expedita, en su caso,
la acción de enriquecimiento indebido.
Las uniones de hecho que reúnan las condiciones señaladas en el
presente artículo producen, respecto de sus miembros, derechos y
deberes sucesorios, similares a los del matrimonio, por lo que las
disposiciones contenidas en los artículos 725°, 727°, 730°, 731°,
732°, 822°, 823°, 824° y 825° del Código Civil se aplican al integrante
sobreviviente de la unión de hecho en los términos en que se
aplicarían al cónyuge.
CAPITULO 3

SEPARACIÓN DE CUERPOS.

1.1. DEFINICIÓN.

La separación de cuerpos está estrechamente vinculado al ‘divorcio’ que


tiene dos acepciones para el derecho: la simple separación de cuerpos,
divortium ad thorum et mensam, que no disuelve el vínculo ni autoriza a
contraer nuevas nupcias; y el divorcio absoluto con efectiva disolución del
vínculo y la posibilidad de contraer nuevas nupcias y de engendrar hijos
matrimoniales.

En sentido lato, dice Diez-picazo y Gullon, se denomina separación ‘‘a


aquella situación del matrimonio, en la que, subsistiendo el vínculo
conyugal, se produce una cesación de la vida en común de los casados y se
trasforma el régimen jurídico de sus respectivos derechos y obligaciones,
obedeciendo la terminología al hecho de que determina un alejamiento o
distanciamiento personal’’. Aquí la separación puede ser puramente fáctica
(separación de hecho) o una situación fundada en la concurrencia de
presupuestos prevenidos por la ley y acordada en virtud de una decisión
judicial (separación de derecho).

Por otro lado, en sentido restringido –expresa jean carbonier –la separación
de cuerpos consiste en la relajación del vínculo matrimonial merceda una
resolución judicial que dispensa a los cónyuges del deber de convivencia la
noción es básicamente correcta, sin embargo, no es admisible por su
connotación adjetiva.

En sentido estricto y adecuándose a la ley, decimos que la separación de


cuerpos es una institución del Derecho de Familia que consiste en la
interrupción de la vida conyugal por decisión judicial que suspende los
deberes relativos al lecho y habitación y pone fin al régimen patrimonial de
la sociedad de gananciales, dejando subsistente el vínculo matrimonial, se
trata pues de una forma como se expresa el decaimiento matrimonial
(artículo 332°)

DOCTRINA JURÍDICA.

A. Institución autónoma. - En la doctrina tradicional, el divorcio tiene


dos modalidades: el divorcio absoluto y el relativo. La mayor parte de
los autores consideran a la ‘separación de cuerpos’ como una forma
de divorcio , por eso se la conoce también como divorcio relativo y, al
‘divorcio vincular’, como divorcio absoluto .La doctrina más
actualizada, sin embargo , aprecia considera que debe distinguirse
ambas situaciones, la primera, evidencia una crisis matrimonial aun
no disuelta, porque es posible todavía su renormalizacion por medio
de la reconciliación y , la segunda, como a la destrucción definitiva
del vínculo conyugal.

B. Sistemas legales de separación de cuerpos. - Los sistemas legislativos


que admiten la separación de cuerpos por voluntad unilateral
alegando una determinada causa admiten la existencia de causas
subjetivas o inculpatorias y de causa objetivas y no inculpatorias.

C. Posición del código. - En cuanto a su autonomía el Código Civil de


1936, como se tiene dicho, reconoció la separación de cuerpos como
una forma de divorcio. Precisamente el artículo 296 prescribía que el
divorcio podía limitarse a la separación de los casados y pedirse por
las causas enunciadas en el artículo 247 y también por mutuo
disenso, después de trascurrido dos años de celebración del
matrimonio.

Separación de patrimonios en el Código Civil peruano

 Articulo 327°. - Régimen de separación de patrimonio: En el régimen


de separación de patrimonios, cada cónyuge conserva a plenitud la
propiedad, administración y disposición de sus bienes presentes y
futuros y le corresponden los frutos y productos de dichos bienes.
 Artículo 328°. - Responsabilidad por deudas personales: Las
obligaciones que contraiga cada cónyuge por sí sólo serán atendidas
con sus propios bienes.
 Artículo 329°. - Cambio de régimen de gananciales por el de
separación de patrimonio: Además de los casos a que se refieren los
artículos 295 y 296, el régimen de separación es establecido por el
juez, a pedido del cónyuge agraviado, cuando el otro abusa de las
facultades que le corresponden o actúa con dolo o culpa.
Interpuesta la demanda, puede el juez dictar, a pedido del
demandante o de oficio, las providencias concernientes a la seguridad
de los intereses de aquél. Dichas medidas, así como la sentencia,
deben ser inscritas en el registro personal para que surtan efecto
Frente a terceros. La separación surte efecto entre los cónyuges desde
la fecha de la notificación con la demanda.
 Artículo 330°. - declaración de insolvencia de un cónyuge: La
declaración de inicio de Procedimiento Concursal Ordinario de uno
de los cónyuges determina de pleno derecho la sustitución del
régimen de sociedad de gananciales por el de separación de
patrimonios y, para que produzca efectos frente a terceros, se
inscribirá en el registro personal de oficio a solicitud de la Comisión
de Procedimientos Concursales competente, del deudor, de su
cónyuge o del administrador o liquidador, Presidente de la Junta de
Acreedores o cualquier acreedor interesado.
No obstante, lo anterior, en el supuesto de que al momento de
iniciarse el procedimiento concursal de una persona natural se
encontrase vigente otro procedimiento de la misma naturaleza
previamente difundido conforme a la ley de la materia respecto de la
sociedad conyugal que integra, no se producirá la consecuencia
prevista en el párrafo precedente en tanto se desarrolle el trámite de
tal procedimiento.
 Artículo 331°. - fin de la separación de patrimonio: El régimen de
separación de patrimonios fenece en los casos del artículo 318°,
incisos 1, 3, 5 y 6.
CAPÍTULO V
JURISPRUDENCIA

Casación N° CAS. N° 2893-2013 LIMA

PUBLICADO 30 DE MAYO 2014

SUMILLA: El acto jurídico de disposición de un


bien social celebrado por uno de los cónyuges sin
autorización del otro es ineficaz por ausencia de
facultades de representación respecto a la
sociedad de gananciales y por falta de legitimación
para contratar del cónyuge celebrante; por tanto,
la demanda de nulidad de dicho acto jurídico es
infundada.

Lima, veintinueve de noviembre de dos mil trece.

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE


LA REPÚBLICA; vista la causa número dos mil ochocientos noventa y tres
guion dos mil trece, en audiencia pública realizada en la fecha y producida
la votación correspondiente, emite la siguiente sentencia:

I. ASUNTO:

En el presente proceso de nulidad de acto jurídico, la parte demandante ha


interpuesto recurso de casación mediante escrito de fojas ochocientos ocho,
contra la sentencia de vista de fecha veinticinco de junio de dos mil trece,
expedida por la Tercera Sala Civil de La Corte Superior de Justicia de Lima
que revoca la sentencia que declaró fundada la demanda de nulidad de acto
jurídico interpuesta por Nora Victoria Mora Palacios de Arrieta y,
reformándola la declara infundada.

II. ANTECEDENTES:

DEMANDA: Según escrito de fojas diecinueve, Nora Victoria Mora Palacios


interpone demanda de nulidad de acto jurídico contra Enrique Arrieta
Flores, Clementes Blas Quenaya y Lucia Aquilina Curi Loayza de Blas, con
la finalidad que se declare judicialmente la nulidad del contrato de
compraventa de fecha veinticuatro de marzo de dos mil once, mediante el
cual el primero transfiere la propiedad del inmueble ubicado en la Manzana
L Lote 1-5 edifico Ñ. Departamento 402 de la Urbanización Pando Octava
Etapa -Cercado de Lima.

La demandante fundamenta su pretensión en que con fecha ocho de enero


de mil novecientos sesenta y seis contrajo matrimonio con Enrique Arrieta
Flores ante la Municipalidad de la Victoria, y que, dentro del régimen de
sociedad de gananciales adquirieron, con fecha dieciséis de febrero de mil
novecientos ochenta y siete, la propiedad del inmueble materia de litis, de
su anterior propietaria Cooperativa de Empleados Bancarios de Lima
Limitada Nú531. Señala además que por desavenencias se separó de hecho
de su cónyuge, el demandado Enrique Arrieta Flores, quien, aprovechando
esas circunstancias vendió, sin su autorización, el inmueble de propiedad
de la sociedad conyugal a favor de sus codemandados Clemente Blas
Quenaya y Lucía Aquilina Curi Loayza de Blas mediante el contrato de
compraventa de fecha veinticuatro de marzo de dos mil uno. Menciona que
recién tomó conocimiento de dicha venta el día dos de noviembre de dos mil
seis y que, dicho acto jurídico se encuentra viciado de nulidad porque no se
han observado las normas imperativas, y porque se ha incurrido en las
causales de nulidad de falta de manifestación de voluntad del agente, objeto
física o jurídicamente imposible y porque no reviste la forma prescrita bajo
sanción de nulidad, previstas en los incisos 1, 3 y 6 del artículo 219 del
Código Civil.

CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA:

Según escrito de fojas setenta y siete, los demandados Clemente Blas


Quenaya y Lucia Aquilina Curi de Blas contestan la demanda sosteniendo
que adquirieron el inmueble cuando el codemandado Enrique Arrieta Flores
se encontraba en posesión y que no sabían que el vendedor era casado
porque refirió ser soltero, lo que aparecía en su DNI, refiriendo que su
conviviente habla fallecido. Al enterarse de dicha situación, el vendedor se
comprometió a regularizar la situación solicitando la autorización de la
cónyuge y otorgar los documentos privados y públicos correspondientes; sin
embargo, no ha cumplido con lo ofrecido porque la Cooperativa no emite la
documentación pertinente debido a que la demandante no está de acuerdo
con transferencia.

Mediante resolución de fecha catorce de mayo de dos mil ocho, obrante a


fojas ciento treinta y uno, el demandado Enrique Arrieta Flores fue
declarado rebelde debido a que no cumplió con subsanar los defectos
advertidos en su contestación de demanda.

PUNTOS CONTROVERTIDOS:

Según consta de la resolución de fecha quince de julio de dos mil ocho de


fojas ciento treinta y siete se establecieron los siguientes puntos
controvertidos:
1. Determinar si procede se declare la nulidad del contrato de compraventa
del bien inmueble sito en la Manzana L 1-5 Edificio Ñ Departamento 402
de la Urbanización Pando Octava Etapa, suscrito por Enrique Arrieta
Flores y Clemente Blas Quenaya y Lucia Aquilina Curi Loayza de Blas de
fecha veinticuatro de marzo de dos mil uno.

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:

Luego del trámite procesal correspondiente, el señor Juez del Vigésimo


Noveno Juzgado Civil de Lima, mediante resolución de fecha veintidós de
abril de dos mil diez emitió sentencia declarando fundada la demanda y, en
consecuencia, declara la nulidad del contrato de compraventa respecto del
inmueble ubicado en la Manzana L. 1-5. edificio Ñ, departamento 402 de la
Urbanización Pando Octava Etapa – Cercado de Lima. El Juez de Primera
instancia argumenta que con la partida de matrimonio se llega a establecer
que el inmueble litigioso fue adquirido en propiedad por la sociedad
conyugal de Enrique Arrieta y Nora Mora Palacios, sin embargo, el
veinticuatro de marzo de dos mil uno el inmueble fue transferido en
compraventa a los demandados Clemente Blas y Lucia Aquilina Curo en un
acto jurídico donde participó como vendedor únicamente el codemandado
Enrique Arrieta, sin la participación de su cónyuge, la demandante, por lo
que se ha incurrido en causal de nulidad de falta de manifestación de
voluntad y contravención al orden público previstas en los incisos 1 y 8 del
artículo 219 del Código Civil.

Por otro lado, el A-Quo alega que se advierte que los compradores han
celebrado el acto jurídico con buena fe y en la creencia de la soltería de su
codemandado: pero, esta existencia de buena fe no es suficiente para
desestimar la pretensión.

SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA:

La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante


resolución de fecha diecinueve de abril de dos mil once, de fojas seiscientos
sesenta y cuatro, revocó la apelada y reformándola declaró improcedente la
demanda, argumentando que debió demandarse la ineficacia del acto
jurídico y no la nulidad. Empero, dicha sentencia de vista fue declarada
nula a través de la sentencia Casatoria de fecha treinta y uno de mayo de
dos mil doce, de fojas setecientos doce que, además, ordenó al Ad Quem la
emisión de una nueva resolución de vista.

En cumplimiento del mandato Supremo, el Ad-Quem emite la sentencia de


vista de fecha veinticinco de junio de dos mil trece, de fojas setecientos
ochenta, mediante la cual revoca la sentencia apelada que declaró fundada
la demanda, y, reformándola, la declararon infundada. El argumento de
dicha sentencia de vista se centra en que la falta de consentimiento de uno
de los cónyuges al momento de la celebración del acto jurídico, conforme a
lo dispuesto en el artículo 315 del Código Civil se orienta a denunciar la
ausencia de un requisito subjetivo del acto jurídico, es decir, la ausencia de
legitimidad para contratar del cónyuge interviniente en el negocio jurídico.
La presencia de ambos cónyuges en un acto de disposición no es un
requisito de validez del acto jurídico, sino que supone una adecuada
legitimidad para contratar, en tanto que la falta de este requisito subjetivo
que no constituye un defecto estructural del negocio, impide desplegar sus
efectos jurídicos. Consecuentemente, las causales de nulidad de acto
jurídico denunciadas no se han configurado, debiendo desestimar la
demanda.

RECURSO DE CASACIÓN:

Contra la mencionada sentencia de vista emitida por la Sala Superior, la


demandante interpuso recurso de casación, mediante escrito de fojas
ochocientos ocho.

Este Supremo Tribunal, mediante resolución de fecha cuatro de setiembre


del año dos mil trece, declaró la procedencia del referido recurso por la
causal de infracción normativa del artículo 315 del Código Civil.

III. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE:

Es necesario establecer que la materia jurídica en discusión se centra en


determinar si es que es posible declarar la nulidad del acto jurídico de
disposición de un bien de la sociedad de gananciales celebrado por uno de
los cónyuges, sin autorización del otro; o si por el contrario, dicho acto
jurídico deberla ser declarado ineficaz.

IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:

1. Corresponde mencionar, de manera preliminar, que la función


nomofiláctica del recurso de casación garantiza que los Tribunales
Supremos sean los encargados de salvaguardar el respeto del órgano
jurisdiccional al derecho objetivo, evitando así cualquier tipo de afectación
a normas jurídicas materiales y procesales, procurando, conforme
menciona el artículo 384 del Código Procesal Civil, la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto.

2. Según se advierte del auto clasificatorio de fecha cuatro de setiembre de


dos mil trece, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso de
casación por la causal de infracción normativa al artículo 315 del Código
Civil que, en su primer párrafo prescribe: ‘Para disponer de los bienes
sociales o gravarlos, se requiere la intervención del marido y la mujer.
Empero, cualquiera de ellos puede ejercitar tal facultad, si tiene poder
especial del otro”. Atendiendo a los fines del recurso de casación y teniendo
en cuenta que se denuncia la infracción de una norma material debe
señalarse que no se realizará una nueva valoración de medios de prueba,
sino que se procederá a dilucidar una cuestión netamente jurídica,
centrándonos en la interpretación del mencionado artículo 315 del Código
Sustantivo en cuanto a los efectos y consecuencias del acto jurídico de
disposición de bien social celebrado por uno de los cónyuges sin
autorización del otro, como ha acontecido en el presente caso pues, ha
quedado acreditado ya que, a través del contrato de compraventa de fecha
veinticuatro de marzo de dos mil uno, el codemandado Enrique Arrieta
Flores transfirió, sin autorización de su cónyuge (la demandante), la
propiedad del bien social consistente en el inmueble ubicado en la Manzana
L, 1-5, edificio Ñ, departamento 402 de la Urbanización Pando Octava Etapa
– Cercado de Lima.

3. El mandato legal requiere la intervención de ambos cónyuges en la


celebración de un acto jurídico de disposición, o de uno de ellos con poder
de su cónyuge. El tenor del citado artículo es claro; sin embargo, ha existido
ardua controversia doctrinaria y jurisprudencial respecto a las
consecuencias jurídicas del acto jurídico celebrado en violación de dicho
artículo, lo que ha generado opiniones dispares, pues un sector alega que
la sanción de dicho acto jurídico es la nulidad y otro sector considera que
la sanción es la ineficacia de dicho acto.

4. Cabe precisar que la nulidad y la ineficacia de un acto jurídico son


categorías jurídicas distintas en cuanto a sus efectos, toda vez que, la
nulidad absoluta implica la existencia de un defecto intrínseco en la etapa
de formación del acto jurídico, por lo que, ante un vicio de gran magnitud,
el acto jurídico viciado no es capaz de generar efecto jurídico alguno, ni
entre los intervinientes ni frente a terceros. En efecto, el acto nulo, no puede
ser opuesto ante ninguna persona, por tal motivo, cualquier persona con
interés puede solicitar la nulidad de un acto jurídico.

Empero, el acto jurídico ineficaz es aquel que cuenta con los elementos
esenciales y los presupuestos intrínsecos de validez, pero que no es eficaz
por una causa extrínseca, es decir ajena a la estructura del negocio jurídico.
Por tanto, el acto jurídico es perfecto en cuanto a su constitución al no
contener ningún vicio en la formación de la voluntad, sin embargo, existe
un defecto externo que impide que ese acto surta efectos, ante determinadas
personas.
5. En el caso del artículo 315 del Código Civil es evidente que el acto jurídico
cuenta con elementos constitutivos de validez, pues, ambas partes han
manifiestan su voluntad de celebrar el acto jurídico, son agentes capaces,
existe un fin lícito y un objeto jurídicamente posible porque se procura la
transferencia de la propiedad de un bien sobre el cual el vendedor también
ostenta derechos reales (como parte de la sociedad de gananciales que
conforma) aunque no exclusivos y, finalmente, tratándose de un contrato
de compraventa es netamente consensual, por lo que, no existe solemnidad
que deba ser respetada. Por tanto, el acto jurídico de disposición cuenta con
todos los elementos de constitución que lo hacen válido.

Sin embargo, el acto jurídico debidamente constituido presenta un defecto


extrínseco relevante, esto es, la ausencia de legitimación para contratar que
ostenta el cónyuge celebrante respecto al bien social, porque la legitimación
para disponer del bien es de la sociedad de gananciales como patrimonio
autónomo y no de determinado cónyuge. Al respecto cabe precisar que
según el artículo 292 del Código Civil, la sociedad de gananciales se
encuentra representada por ambos cónyuges (conjuntamente) y, de manera
excepcional, por uno de ellos cuando existe poder del otro cónyuge para que
aquel ejerza la representación total de la sociedad. Por tanto, es evidente
que si uno de los cónyuges celebra un acto de disposición sin autorización
del otro carecerá de facultades de representación expresas respecto al
titular del bien, que es la sociedad de gananciales. Ergo, al celebrar el acto,
el cónyuge culpable se atribuye una falsa representación.

Por tanto, al carecer el enajenante de estas facultades de representación


(respecto a la sociedad de gananciales) y de legitimidad para contratar, el
acto jurídico es ineficaz e inoponible respecto del cónyuge inocente, quien,
de creerlo conveniente podría confirmar el acto jurídico.

6. Al determinarse que el acto jurídico de disposición de bien social


celebrado por uno de los cónyuges es ineficaz y no nulo, es evidente que la
presente demanda de nulidad de acto jurídico deviene en infundada,
quedando a salvo el derecho de la actora de interponer la demanda
correspondiente en la vía pertinente. Se advierte así que la recurrida ha sido
emitida conforme a derecho, por lo que, de conformidad con lo prescrito por
el articulo 397″ del Código Procesal Civil corresponde declarar infundado el
recurso de casación interpuesto por la parte demandante.

V. DECISIÓN:

Estando a las consideraciones expuestas, esta Sala Suprema, en aplicación


de lo señalado en el artículo 397° del Código Procesal Civil; declara:
a) INFUNDADO el recurso de casación de fojas ochocientos ocho.
interpuesto por Nora Victoria Mora Palacios de Arrieta; en
consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas setecientos
ochenta, de fecha veinticinco de junio de dos mil trece,

b) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial


El Peruano, bajo responsabilidad y los devolvieron: en los seguidos por Nora
Victoria Mora Palacios de Arrieta con Enrique Arrieta Flores y otros, sobre
nulidad de acto jurídico; intervino como ponente, la Juez Supremo
señora Rodríguez Chávez. – SS. ALMENARA BRYSON, HUAMANI LLAMAS,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS
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 ECHECOPAR GARCIA, Luis. Régimen Legal de Bienes en el


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 Cabello, Carmen Julia Divorcio y Jurisprudencia en el Perú 2da.


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