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EL TESORO DE SAGRAJAS (PUEBLO NUEVO DE SAGRAJAS,


BADAJOZ): DESCUBRIMIENTO, LOCALIZACIÓN Y
CONTEXTUALIZACIÓN EN EL MARCO DE LOS
DEPÓSITOS ÁUREOS DEL BRONCE FINAL EN
EL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA1

Primitivo Javier SANABRIA MARCOS

RESUMEN

El presente artículo cuestiona la hipótesis tradicional de aparición del tesoro de Sagrajas en el interior de una
estructura interpretada como una cabaña. Se discuten los argumentos que apoyaron tal interpretación, recuperando la
documentación original del hallazgo conservada en los archivos del Museo Arqueológico Nacional (Madrid) y del
Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. La localización del depósito no se encuentra relacionada con un área de
habitación cercana, por lo que debe dejar de asociarse a unos materiales arqueológicos recuperados en una
excavación posterior al hallazgo que sirvieron de apoyo para sostener su vinculación a un poblado. Se plantea su
deposición aislada en el paisaje en relación con uno de los pocos puntos en los que el río Guadiana es vadeable.

RESUMO

O presente artigo põe em causa a tradicional hipótese formulada para o aparecimento do tesouro de Sagrajas no
interior de uma estrutura interpretada com sendo uma cabana. São discutidos os argumentos que apoiaram tal
interpretação, recuperando a documentação original do achado, conservada nos arquivos do Museo Arqueológico
Nacional (Madrid) e do Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. A localização do depósito não está relacionada
com uma área de habitação próxima, pelo que se deve deixar de associá-lo a uns materiais arqueológicos recuperados
numa escavação posterior ao achado e que serviram de base para sustentar a sua vinculação a um povoado. Por fim é
explicada a sua deposição isolada na paisagem em relação com um dos poucos pontos onde o rio Guadiana é vadeável.

ABSTRACT

This paper questions the traditional hypothesis for the appearance of the treasure of Sagrajas, located inland, of a
structure interpreted as a cabin. The arguments that support this interpretation are discussed, recovering the original
documentation of the finding kept in the archives of the National Archaeological Museum (Madrid) and the
Provincial Archaeological Museum of Badajoz. The location of the deposit is not related with a nearby area of
habitation. Therefore, it must stop being associated with archaeological materials recovered during a later excavation
to the finding, which served as a support to maintain its connection to a settlement. Its isolated placement in the
landscape, in relation with one of the few points at which the River Guadiana is fordable, is proposed.

1
El presente artículo es un resumen actualizado del trabajo de investigación de doctorado que con el título, El tesoro de Sagrajas
y el estudio del poblamiento de la Edad del Bronce en la cuenca media del río Guadiana, dirigido por la Dra. María Luisa Ruiz-
Gálvez Priego, defendí en el Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid el 11 de septiembre de 2002.
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INTRODUCCIÓN recoge de los documentos del expediente del


Museo Arqueológico Nacional4, «…vió brillar en
Uno de los ámbitos tecnológicos de la orfebre- superficie la pieza más pequeña del lote. Extrajo las
ría del Bronce Final peninsular lo representa un tipo otras, con un palo y las manos», lo que da idea de
muy característico de joyas de gran peso, princi- la poca profundidad a la que estas se encontraban y
palmente, grandes collares o torques anulares y bra- lo endeble del terreno ante la facilidad mostrada por
zaletes de sección circular, denominado tipo su descubridor para recuperar las piezas con sus
Sagrajas-Berzocana. Uno de estos hallazgos es el propias manos. Es interesante reseñar cómo, en este
depósito de oros descubierto en Sagrajas (Badajoz), primer momento, no se hace mención alguna a la
formado por un conjunto de seis piezas, un gran tor- aparición de materiales cerámicos o metálicos que
ques doble con una pieza de cierre machihembrado pudieran haber contenido en su interior las piezas
con decoración incisa, otro torques de sección lo- de oro.
sángica y extremos retorcidos con un cierre consti- Sabemos de la existencia del conjunto áureo
tuido por un alambre torsionado, sin decoración, y gracias a la rápida actuación del, por entonces, De-
cuatro brazaletes abiertos, también sin decorar (Fig. legado Local de Bellas Artes en la provincia de Ba-
1). Dados a conocer por el profesor Martín Alma- dajoz, Julio Cienfuegos Linares, a quien la noticia
gro-Gorbea2, pronto despertaron gran interés no del hallazgo le llega por mediación del joyero Car-
solo por el magnífico lote de piezas que constituían, los Castellanos, el cual le informa de que había sido
sino porque era la primera vez que este tipo de de- consultado sobre el valor de varias piezas arqueo-
pósitos podía contextualizarse con certeza al inter- lógicas de oro, concretamente uno de los brazaletes
pretarse que aparecieron en el interior de una y el collar doble. Cienfuegos será el encargado de
estructura explicada como una cabaña de forma cir- comunicar personalmente la noticia del hallazgo a
cular. José María Álvarez y Sáenz de Buruaga, Consejero
Años más tarde, se tiene conocimiento de una Provincial de Bellas Artes en Badajoz y Director
nueva intervención en Sagrajas en la que se recu- de los Museos de Mérida y Badajoz simultánea-
peran una serie de materiales cerámicos que rápi- mente. Esto sucedía el 20 de noviembre. Ese
damente se asocian a los oros. Esto, sin duda, mismo día, Cienfuegos y Álvarez y Sáenz de Bu-
confirmaba que verdaderamente nos encontrába- ruaga se trasladan a Sagrajas para, acompañados
mos ante una zona de ocupación habitacional, pero por un familiar del descubridor, visitar el lugar del
sobre todo, ofrecía una buena posibilidad para hallazgo. Ante la imposibilidad de reconocer el sitio
poder contextualizar cronológicamente un tipo de exacto del mismo deciden regresar al pueblo y des-
piezas de singular valor para las que siempre se re- pués a Badajoz, donde las piezas se pesan y que-
fería su aparición en zonas sin contexto arqueoló- dan custodiadas en la casa de Cienfuegos a la
gico aparente. De esta manera, el estudio de estos espera de ser depositadas a la mañana siguiente en
materiales arqueológicos constituyó el objetivo el Banco de Bilbao de la capital pacense. En este
principal de mi trabajo de doctorado de cara a poder momento, las únicas piezas de las que se tiene cons-
establecer la relación anteriormente expuesta, así tancia son, el collar doble, incompleto por la au-
como su integración más amplia en el estudio del sencia del cierre, uno de los brazaletes abiertos de
poblamiento del final de la Edad del Bronce en Ex-
tremadura.
3
De la repercusión que alcanzó por aquel entonces el
hallazgo son buena muestra los diversos artículos aparecidos
1. HISTORIA DEL HALLAZGO en la prensa: Diario Hoy Extremadura (3 de diciembre de
1969, nº 11550, año XXXVI y 5 de diciembre de 1969, nº
El 17 de noviembre de 1969 se producía el ha- 11552, año XXXVI); el periódico local Feria (9 de diciembre
de 1969, nº 11555) y el ABC (4 de diciembre de 1969, nº
llazgo casual de un importante lote de objetos de 19877 y 5 de diciembre de 1969, nº 19878).
oro en el Poblado de Colonización del Pueblo 4
Expediente 1970/30 del Museo Arqueológico Nacional
Nuevo de Sagrajas, Badajoz3. Se debe a Felipe Te- (en adelante, MAN). Considero oportuno, además, llamar la
jada Pérez, colono del poblado, su descubrimiento atención sobre la existencia de otro expediente conservado en
mientras pasaba con su ganado por la parcela nº 16, el Archivo del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz (en
adelante, MAPB) creado en paralelo al expediente del MAN,
propiedad de Florencio Serradilla Cruz. Según se que resultó ser extremadamente valioso por incluir
información inédita hasta el momento. La consulta de ambos
expedientes ha sido fundamental para la reconstrucción
2
Almagro-Gorbea 1974; 1977. fidedigna de los hechos.
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Fig. 1. Tesoro de Sagrajas, Badajoz (Archivo MAN).

sección circular y el «pasador» torsionado de sec- características: Número 1.- Brazalete abierto, sec-
ción circular (Figs. 2-3). ción circular, de 113 gramos. Número 2.- Brazale-
En un documento procedente del expediente del te abierto, sección circular, de 125 gramos.
MAPB firmado por el Delegado Local de Bellas Número 3.- Brazalete en espiral, con remates tor-
Artes de Badajoz, Julio Cienfuegos Linares, con cidos, sección prismática, de 190 gramos. Núme-
fecha de 20 de noviembre de 1969, se puede leer ro 4.- Brazalete abierto, sección circular, de 200
como este recibía de Felipe Tejada Pérez «…cuatro gramos. Que tales piezas fueron halladas por (…)
piezas arqueológicas de orfebrería, de oro, dos de formando parte de otro hallazgo entregado en el
las cuales constituyen los fragmentos de un pasa- día de ayer y que por inadvertencia no entregó, y
dor, con un peso conjunto de 6,90 gramos, otra que que el lugar del mismo fue en la parcela número
al parecer es un brazalete femenino, con un peso de 16 de Sagrajas…».
167,25 gramos y otra, de forma de torque, con un El brazalete número 3 en forma de espiral, con
peso de 1701 gramos, presentando en los remates la remates torcidos y sección prismática, hoy se iden-
implantación de unas piezas que no se han hallado. tifica como un tipo distinto de torques cuyas carac-
Que tales piezas fueron halladas por el citado (…) terísticas específicas, sección losángica, extremos
el pasado día 17 de los corrientes y que el lugar del acabados en gancho y cierre formado por una pieza
hallazgo es la parcela número 16 de Sagrajas, (…). de alambre o hilo torsionado, encontraría sus me-
De las citadas piezas se hace cargo el que suscribe jores paralelos en el ejemplar decorado de Bélmez
para depositarlas a disposición del Museo Arqueo- y los de reciente publicación de Baleizão5 y Bolho-
lógico Provincial de Badajoz en una entidad ban- Coimbra6. Como han señalado recientemente A.
caria, reservándose el descubridor los derechos que Perea y B. Armbruster7, tal vez, podrían hacerlos
la Ley le concede en la indemnización que corres- constituir un grupo independiente dentro del grupo
ponda con el hallazgo». de grandes torques Sagrajas-Berzocana, pero el
Al día siguiente el descubridor hace entrega hecho de compartir tecnología, espacio y tiempo,
del resto de piezas que formaban parte del hallaz- como subyace de la asociación de ambos tipos en el
go, tres brazaletes más de sección circular y for- depósito de Sagrajas, hace que, sin duda alguna, de-
ma abierta y otro brazalete en espiral y sección bamos considerarlos como pertenecientes a la
prismática (Figs. 4 y 5). De fecha 21 de noviem- misma esfera cronológica.
bre existe otro documento (Expediente MAPB) en
el cual se lee, «…he recibido de (…), cuatro pie-
zas arqueológicas de orfebrería, al parecer de oro, 5
Vilaça y Lopes 2005.
de forma de brazaletes abiertos, sin labor alguna y 6
Vilaça 2006.
7
que numeradas arrojan los siguientes pesos y Perea y Armbruster 2008: 513-514.
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El 22 de noviembre todas las piezas son depo-


sitadas provisionalmente en la sucursal bancaria
por Julio Cienfuegos, en espera de la entrega y
depósito definitivo en el MAPB8: «… D. [Julio]
Luis Cienfuegos Linares, Delegado Local de la
Dirección General de Bellas Artes, entrega en
depósito las siguientes piezas de oro: un pasador
fragmentado en dos trozos, con peso de aproxi-
madamente 6,9 gramos; un collar abierto o tor-
ques con 4 implantaciones de una pieza o piezas
Fig. 2. Alambre torsionado, brazalete y torques de aro de que carece, peso aproximado 1700 gramos; un
doble sin cierre (fotografía, Archivo MAPB).
brazalete en espiral, sección prismática, con peso
aproximado 190 gramos; un brazalete abierto,
sección circular o elíptica, peso aproximado 200
gramos; Idem, idem. Idem, peso aproximado 167
gramos; Idem, idem. Idem, peso aproximado 125
gramos; Idem, idem. Idem, peso aproximado 113
gramos; Peso total aproximado 2501,9 gramos. El
señor Cienfuegos, manifiesta que el tesoro no es
de su propiedad, sino aceptado en depósito, para
su entrega al Museo Arqueológico Provincial de
Badajoz» (Fig. 6). Finalmente, todo el lote de pie-
zas conocidas hasta ese momento, será depositado
en el MAN el 7 de enero de 1970.

2. «PROSPECCIONES» ARQUEOLÓGICAS EN
Fig. 3. Collar o torques doble macizo sin pieza de cierre LA PARCELA 16 DE SAGRAJAS
(Archivo MAPB).
El descubrimiento de tan importante conjunto
de piezas de oro motivó que a principios del mes
de febrero de 1970, más de dos meses y medio des-
pués del hallazgo, se realizara una intervención ar-
queológica en el lugar de aparición del tesoro. Las
razones fundamentales que llevaron a la Comisaría
General de Excavaciones Arqueológicas a realizar
dichos trabajos eran básicamente dos: localizar el
cierre del torques doble y recuperar la vasija que
debía haber servido de contenedor de los mismos,
sin olvidar la posibilidad de poder encontrar nue-
Fig. 4. Conjunto de tres brazaletes de sección circular y
vos objetos áureos9.
torques de sección losángica y extremos rematados en Los trabajos comenzaron el día 5 de febrero y
gancho (Archivo MAPB). fueron dirigidos por José María Álvarez y Sáenz
de Buruaga. En un primer momento, no aparece

8
Extraído del Certificado de Entrega en la sucursal del
Banco de Bilbao de Badajoz (Expediente 1970/30 MAN).
9
Creo oportuno volver a recalcar cómo nuevamente no se
hace alusión a que el recipiente que debía haber contenido el
tesoro pudiera haber estado fabricado en cerámica porque
seguramente se pensaba que podría tratarse de un recipiente
metálico como así había deparado el hallazgo de la pátera de
bronce del tesoro de Berzocana publicada pocos años antes
Fig. 5. Torques de sección losángica (Archivo MAPB). (Callejo y Blanco 1960).
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elemento del cierre del torques en el interior de


un «fondo de cabaña» probaba la asociación del
depósito áureo a una zona de hábitat.
A pesar de que los trabajos continuaron hasta el
día 9 de febrero éstos no depararon más sorpresas.
Resulta interesante comprobar cómo el único obje-
tivo real de las «prospecciones» era el de localizar
la pieza que faltaba del cierre del torques. Una vez
que esta se recuperó, los trabajos se abandonaron a
los pocos días: «Estos hallazgos se producen al me-
diodía. Por la tarde se siguen los trabajos sin resul-
Fig. 6. Tesoro de Sagrajas sin la pieza de cierre del tor- tado alguno. Al día siguiente no se pueden
ques doble (Archivo MAPB). continuar las excavaciones por llover toda la ma-
ñana copiosamente, decidiéndose seguirlos el lunes
9 en que se excava en un radio de 5 mts. siempre en
nada en el lugar que indicó el colono como el de el lugar, no del hallazgo del tesoro sino de este otro
la aparición del tesoro; es al ampliar la superficie donde ha aparecido la pieza que faltaba del torques,
de excavación cuando se localiza la pieza de cie- verdadero lugar de la cabaña y del escondite o de-
rre del torques (Figs. 7-8), así como algunos frag- pósito de todo el lote. Ahora se ve que el lugar del
mentos de cerámica que rápidamente se interpre- hallazgo fue artificioso por haberse acarreado las
tan como los pertenecientes al recipiente que tierras de 4 mts. de distancia»11.
debió contener el tesoro (Fig. 9): «… en el preci- Si hasta aquí he insistido tanto en la necesidad
so lugar del hallazgo no aparece nada, a pesar de de presentar la documentación original existente
una cava de 40 cm. de profundidad. Pero a distan- sobre el hallazgo es, fundamentalmente, por dos ra-
cia de 4 mts. dirección norte, donde el colono nos zones: la primera, el hecho de que se hayan acep-
había dicho que había sacado tierras para llevarlas tado sin una reflexión crítica al respecto, una serie
al señalado lugar, lo que hizo con arado arrastrado de evidencias arqueológicas, a mi juicio bastante
con tractor, al hacerse excavación de tan solo 20 precarias, que sirvieron de base para apoyar una in-
cm. se descubre una tierra apelmazada con 3 mts. terpretación en la que era innegable la asociación
de diámetro, cuya parte superior, de 8 cm. es una del tesoro a un espacio de hábitat. La segunda, la
mezcla de granito y arena, que recuerda otra com- intención de aclarar dos acciones distintas en el
posición análoga del dolmen del Prado de Lácara, tiempo y subsanar el error que se observa en la in-
y que, en la parte inferior es de tierra roja. Parece vestigación sobre ambas; me refiero por un lado, a
como un fondo de cabaña. Encima de esta tierra, la intervención que propició la recuperación del
torta o pavimento, se aprecia una pequeña cavi- cierre machihembrado del torques doble en la par-
dad correspondiente al vaso cerámico del tesoro, cela 16 del poblado de Sagrajas, y por otro lado a la
casi totalmente desintegrado, pero del que se pue- intervención que, con posterioridad, se llevó a cabo
den recuperar pequeños fragmentos. Al lado de la en la parcela 55 en la que se recuperó numeroso
cavidad de la olla, se descubre la pieza que falta- material cerámico que, erróneamente, ha sido
ba del torques sobre el pavimento igualmente. puesto en relación con la primera. Empezaré por
Esparcidas por este pavimento, pequeñas briznas este último punto.
de madera quemada, como del techo de la choza.
No se pueden coger puesto que se deshacen en las
manos. Es de mencionar que, hechas calicatas 3. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA EN
fuera de este círculo, la tierra es completamente LA PARCELA 55 DE SAGRAJAS
diferente a la que compone la del pavimento,
extraña por lo tanto, al lugar»10. Este es el docu- La primera noticia en el ámbito científico de la
mento original que, reproducido de manera literal, aparición del tesoro de Sagrajas se debe a Martín
ha servido para convertir el tesoro de Sagrajas en Almagro-Gorbea12, quien, a pesar de conocer de
un caso excepcional; la localización in situ del primera mano el expediente del hallazgo existente

10 11
Notas sobre las prospecciones en Sagrajas (Expediente Ibídem.
12
1970/30 MAN). Almagro-Gorbea 1974.
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Fig. 8. Hallazgo de la pieza de cierre machihembrado


del torques de aro doble (Archivo MAN).

esto, no le impedirá incluir a Sagrajas dentro de ese


Fig. 7. Trabajos de excavación en la parcela 16. De iz-
quierda a derecha, Antonio Macías Barroso, colono de grupo de poblados de carácter abierto asentados en
Sagrajas, Felipe Tejada Pérez, descubridor del tesoro, zonas llanas de enorme potencial agrícola muy pró-
Florencio Serradilla Cruz, propietario de la parcela 16 ximas al curso y puntos de vadeo del río Guadiana.
y Faustino Díaz Ponce, colono del poblado (Archivo Un par de años más tarde aparece un artículo
MAN). firmado por S. Celestino, J.J. Enríquez y A. Rodrí-
guez, origen de una confusión que ha llegado hasta
en el MAN, recoge unos datos sumamente genera- nuestros días. Es en este trabajo, donde aparecen
les e imprecisos sobre las circunstancias de apari- por primera vez asociados el lugar de hallazgo del
ción y localización del tesoro. tesoro con el de excavación de C. Rivero. De ser
Indicaba, de manera escueta, como se producía esto cierto, dicha excavación tendría que haberse
el hallazgo a mediados del mes de noviembre del llevado a cabo en la parcela 16 de Sagrajas, que es
año 1969 en una de las parcelas del poblado de co- la que se conoce con certeza como lugar del ha-
lonización de Sagrajas13, haciendo hincapié en las llazgo, pero como expondré más adelante, del re-
evidencias arqueológicas que le sirvieron para plan- lato de la excavadora se desprende que son parcelas
tear que el tesoro debió aparecer en el interior de la diferentes, incluso bastante distanciadas geográfi-
posible cabaña; para pasar, a continuación, al estu- camente (Fig. 10).
dio de las características técnicas y formales de las Asignando a los materiales recuperados en la
piezas halladas y a la búsqueda de paralelos crono- intervención, por entonces todavía inéditos, una
lógicos para las mismas. cronología del Bronce Final y asociando estos ma-
Posteriormente, en un trabajo publicado por J.J. teriales con el tesoro, se reforzaba la idea de que
Enríquez, en el que abordaba el estudio sobre el po- nos encontrábamos ante una verdadera zona de há-
blamiento del Bronce Final en la provincia de Ba- bitat. De manera que, tras este artículo, Sagrajas
dajoz, aparece por primera vez la noticia de la pasa a convertirse en un punto más en el mapa de
realización de una excavación arqueológica diri- hábitats del Bronce Final de la cuenca media del
gida por M.C. Rivero de la Higuera en el entorno de río Guadiana.
Sagrajas, cuyos resultados permanecían inéditos14. En la línea que vengo exponiendo, I. Pavón, va
Nada decía Enríquez Navascués sobre las fe- un poco más allá, y habla de la privilegiada posi-
chas en las que se produjo la intervención, ni tam- ción de Sagrajas que le confería el control de una
poco sobre el lugar y circunstancias que la importante vía de comunicación y de paso de vados
propiciaron, solamente reiteraba que al no estar pu- en la articulación del territorio16. Pero es, en el
blicados los materiales, no podía realizar ningún marco de su tesis doctoral, cuando este último
tipo de valoración sobre los mismos15. No obstante, autor, al repasar las evidencias de estructuras de ha-
bitación del final de la Edad del Bronce en el área
extremeña, sitúa el «fondo de cabaña» en el que
13
Almagro-Gorbea 1974: 269; 1977: 18.
14
Enríquez Navascués 1989-1990: 43.
15 16
Ibídem: 45. Pavón 1995: 48.
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confunde dos intervenciones realizadas en lugares y


momentos diferentes y, sobre todo, asocia los mate-
riales cerámicos de una de las intervenciones con los
escasos fragmentos que se recuperaron de la exca-
vación en la que se localizó el cierre machihembrado
del torques doble del tesoro. Esta confusión seguirá
apareciendo recogida en la bibliografía posterior21.
Pretendo subsanar este error, aportando los
datos inéditos de la tan renombrada intervención de
C. Rivero22. Según su relato, corroborado por el
dueño de la parcela D. Manuel Maya, la interven-
ción se produjo en el mes de noviembre de 1977 en
la parcela 55 del poblado de Sagrajas (Fig. 10),
donde los trabajos de instalación de la línea subte-
Fig. 9. Fragmentos de cerámica y pieza lítica recupera- rránea de teléfono habían sacado a la luz abundante
dos en el transcurso de los trabajos (Archivo MAN). material arqueológico. Debo señalar que entre los
distintos expedientes que pude consultar en el
MAPB no existe documentación alguna sobre la
aparecieron los oros en la parcela 2217. Si recorda- excavación, solamente los materiales recuperados
mos todo lo dicho hasta ahora, es el primer autor de la misma. En palabras de la propia excavadora la
que da una procedencia para el hallazgo, el pro- intervención duró pocos días, ya que hacía relati-
blema es que lo hace de manera errónea. vamente poco tiempo que se había producido el ha-
De la consulta de los expedientes depositados llazgo del tesoro y la expectación que esta nueva
en el MAN y el MAPB, se puede asegurar que el intervención había generado entre las gentes del po-
descubrimiento del tesoro tiene lugar en la parcela blado, convirtió la excavación en una mera recupe-
16 y no en la 22. Bien es cierto que, procedentes de ración de materiales arqueológicos alejada de la
la parcela 22, se conservan en el MAPB un pe- sistematización y rigurosidad que hoy demandamos
queño lote de materiales descontextualizados (Fig. de toda actuación arqueológica.
11), compuesto por un conjunto de tres hachas pu- Aún con todo ello, identificó una estructura de
limentadas, una piedra de molino y un cuenco de planta cuadrangular, interpretada como una posible
cerámica de pequeño tamaño18; la existencia de este alberca o edificio hidráulico de época romana23, y
conjunto es lo que, creo, pudo inducir a esta con- los restos de una estructura de habitación con dos
fusión a I. Pavón. estratos arqueológicos bien diferenciados que per-
Por otra parte, I. Pavón también se hace heredero tenecían a un «fondo de cabaña» con dos niveles o
de la confusión tradicional consistente en asociar el fases cronológicas distintas.
lugar de intervención de C. Rivero, con el de proce- Los materiales cerámicos más significativos
dencia de las piezas de oro; lo que le lleva a consi- procedentes del «fondo de cabaña», ya han sido
derar que la cerámica por él consultada y depositada dados a conocer24, por lo que considero oportuno
en el MAPB19, procede de la primera intervención
de 1969 que sirvió para documentar una estructura
interpretada como una posible cabaña20. Es decir, 21
Celestino y Blanco 2006: 112.
22
Estoy enormemente agradecido a Dª María Cleofé
Rivero de la Higuera por su inestimable ayuda a la hora de
17
relatarme las circunstancias de la excavación, así como por
Pavón 1998: 68-69. acompañarme al lugar exacto de la misma.
18
En el Libro de Registro de Entradas del MAPB aparece 23
Entre los materiales procedentes de la excavación de la
con fecha de 17 de Septiembre de 1972 procedentes de la parcela 55 pude corroborar que existía material romano,
parcela 22 de Sagrajas los siguientes materiales: un lote de destacaba sobre todo una flauta que trabajada en hueso
tres hachas pulimentadas (MAPB nº inv. 4367-4369), una (MAPB nº inv. 9711) entregó el propietario de la parcela a Dª
piedra de molino (MAPB nº inv. 4370) y un cuenco de Cleofé Rivero nada más empezar la intervención; esta era uno
cerámica de pequeño tamaño (MAPB nº inv. 13880). de los objetos en los que mayor énfasis puso la excavadora al
19
Este investigador es el primero que estudia y publica relatarme las circunstancias en las que se desarrollaron los
los materiales procedentes de la excavación de Cleofé Rivero trabajos. Así mismo, en el momento en el que realicé este
(Pavón 1995: 57, 62, fig. 4.1), pero incluso en este momento trabajo se podía seguir observando en superficie la ingente
no aporta un solo dato sobre las circunstancias que propiciaron cantidad de material cerámico, especialmente romano, que se
la excavación ni el lugar exacto en la que esta se llevó a cabo. extendía por la parcela.
20
Pavón 1998: 295. 24
Pavón 1998: 276-278.
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Fig. 10. Parcelario del Poblado de Colonización de Sagrajas: a) Parcela 55, excavación de Cleofé Rivero; b)
Parcela 22, hallazgo del lote de hachas pulimentadas; c) Parcela 16, aparición del tesoro.

que mi labor se centre principalmente en el estudio Dentro de los materiales analizados, se observa
del resto del conjunto de materiales que permane- que una parte de los mismos se pueden asignar a un
cen inéditos y en la revisión de aquellos. En térmi- momento anterior, tal vez esto tenga que ver con
nos absolutos, el número de fragmentos cerámicos aquella primera impresión que me manifestara C.
ascienden a 817, de éstos, 776 realizados a mano y Rivero sobre la estratigrafía de la estructura. A
41 a torno, de clara factura romana. pesar de constituir una mínima representación de
El alto grado de fragmentación de la muestra la muestra, son suficientemente elocuentes para
no permite reconstruir los perfiles de la gran plantear su adscripción a un momento de época cal-
mayoría de los materiales, solo en algunos casos colítica. Aparecen así las típicas formas de casquete
se pudo realizar y dieron los siguientes resulta- semiesférico de distinto tamaño acompañadas de
dos: los materiales mejor representados son las los característicos elementos de suspensión o ma-
típicas cazuelas y cuencos de suave perfil carena- melones que aparecen a lo largo de toda la cuenca
do, con un alto predomino de carenas bajas, de del Guadiana25, junto a algún fragmento de vasos
indudable origen en el Bronce Final. De gran cali- de paredes rectas (Figs. 13-14). Esto debe hacernos
dad técnica destacan, por encima de todo, los aca- pensar sobre la fiabilidad del supuesto «fondo de
bados bruñidos que presentan estas piezas y que cabaña»; el no contar con documentación alguna
les confieren un aspecto metálico. El otro gran debe cuanto menos generarnos dudas al respecto, y
grupo lo forman los materiales de uso cotidiano, así plantear la posibilidad de que, probablemente,
cerámicas de mesa o recipientes de almacenaje, estemos ante uno más de los muchos asentamientos
en los que se aprecian los característicos escobi- que se extienden por toda la zona de las vegas del
llados; son escasos los materiales con decoración,
tan solo alguna pieza presenta digitaciones o inci-
25
sión en el borde (Fig. 12). Enríquez 1990; recientemente, Murillo 2008.
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Anejos de AEspA XLII EL TESORO DE SAGRAJAS 483

Uno de los presupuestos básicos de mi trabajo


de doctorado giraba en torno a la relectura crítica de
las evidencias que permitieron al profesor Alma-
gro-Gorbea28 plantear la hipótesis de que el con-
junto de piezas de oro habían aparecido en el
interior de una posible cabaña. En este sentido, no
era el primero a quien estos argumentos no con-
vencían. Previamente I. Pavón29 ya calificaba de
precarias las evidencias del «fondo de cabaña»,
pero no iba más allá de ser un simple comentario
puesto que no entraba a analizarlas y confundía al-
gunos de los datos.
Creo conveniente recuperar aquí parte del texto
original en el que se presenta la descripción del
«fondo de cabaña», para a continuación plantear
toda una serie de cuestiones que considero básicas
en la percepción de los datos: «… a distancia de 4
mts. dirección norte, donde el colono nos había
dicho que había sacado tierras para llevarlas al se-
ñalado lugar, lo que hizo con arado arrastrado con
tractor, al hacerse excavación de tan solo 20 cm. se
descubre una tierra apelmazada con 3 mts. de diá-
metro, cuya parte superior, de 8 cm. es una mezcla
de granito y arena, que recuerda otra composición
análoga del dolmen del Prado de Lácara, y que, en
la parte inferior es de tierra roja».
En primer lugar, quiero señalar el elevado grado
Fig. 11. Lote de materiales procedentes de la parcela 22 de remoción al que había sido sometida la tierra
de Sagrajas (dibujos, Miguel Ángel Díaz Moreno). como consecuencia de los trabajos llevados a cabo
por el Instituto Nacional de Colonización (INC).
Las obras que desde antiguo se realizaron en toda la
río Guadiana que en distintas etapas culturales ocu- zona para la puesta en práctica de los proyectos de
pan de manera recurrente un espacio con buenas transformación de las Vegas Altas y Bajas del Gua-
condiciones para la subsistencia. diana en zonas de cultivo de regadío y las parcela-
ciones, destinadas al aprovechamiento más efectivo
del terreno, junto a la nivelación y obras de aterra-
4. EL «FONDO DE CABAÑA» DE LA zamiento, construcción de acequias, canales y
PARCELA 16 DE SAGRAJAS: DISCUSIÓN pozos para el reparto de agua destinado a los culti-
vos, explican los profundos cambios a los que fue
Llegados a este punto, trataré de retomar la pri- sometido el paisaje.
mera de las razones que me había llevado a pre- A esto hay que añadir las serias dudas que
sentar la documentación original sobre el hallazgo ofrece la anterior descripción, sobre todo, si pensa-
del tesoro: la crítica a la hipótesis que tradicional- mos que el terreno había sido arado y la tierra arras-
mente asocia el tesoro con un lugar de hábitat. A mi trada con tractor, lo que verdaderamente hace difícil
juicio es absolutamente relevante el hecho de la asegurar el lugar exacto del depósito de los oros,
aparición o no del tesoro en el interior de una zona aún más, cuesta trabajo asimilar cómo la pieza más
de hábitat, por más que para otros investigadores pequeña de todo el lote es la única que se encuen-
este sea un dato secundario26, ya que ello tiene tra in situ, y aquí quiero recordar cómo su hallazgo
mucho que ver con la interpretación que se viene se produce más de dos meses y medio después de
otorgando a este tipo de hallazgos27. la aparición inicial del tesoro. Del texto original se

26
Rodríguez Díaz y Enríquez 2001: 132.
27 28
Galán 1993; Ruiz-Gálvez y Galán 1991; Ruiz-Gálvez Vid. nota 2.
29
1988; 1992; 1995a; 1998. Pavón 1998: 69.
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484 Primitivo J. Sanabria Anejos de AEspA XLII

Fig. 12. Materiales pertenecientes al Bronce Final, parcela 55 de Sagrajas (dibujos, Miguel Ángel Díaz Moreno).
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Anejos de AEspA XLII EL TESORO DE SAGRAJAS 485

Figs. 13-14. Materiales de época calcolítica, parcela 55 de Sagrajas (dibujos, Miguel Ángel Díaz Moreno).

desprende la idea de que el lugar en la que el colono de cualquier otra zona de la parcela, dado el alto
descubrió el conjunto de piezas no era el sitio grado de rodadura que presentan muchas de ellas
donde fueron depositadas originariamente, sino que (Fig. 9). Por otro lado, si se tratara de un «fondo de
éstas habían sido desplazadas a consecuencia de la cabaña» entendido como un espacio de habitación,
remoción de tierra, hecho que inicialmente no ad- con todas las reservas funcionales e interpretativas
virtió a pesar de constituir un conjunto con un peso que queramos plantear sobre este tipo de estructu-
cercano a los 2,5 kg; sin embargo, una pieza menor ras así definidas, y por más que podamos argüir que
como la que representa la pequeña pieza del cierre los trabajos de INC hubieran desmontado aproxi-
del torques doble macizo sí se mantiene en su po- madamente cerca de medio metro de la superficie
sición original sobre el pavimento de la cabaña. Es de la parcela30, no parece lógico que no se recupe-
realmente arriesgado considerar el lugar de locali- rara el abundante material cerámico, junto a otros
zación del cierre como el de deposición original del elementos arqueológicos, ya sean líticos, faunísti-
conjunto de oros, sobre todo, cuando se observa la cos, […] que suelen recuperarse al excavar estas
profunda alteración a la que había sido sometida la estructuras, tampoco que no se definieran los lími-
superficie de la parcela, como así sugiere el empleo tes del rebaje de la fosa de la estructura, sino que
del arado con tractor. solamente se identificara un suelo irregular inter-
Igualmente, es interesante interrogarse ante la pretado a posteriori como el de una cabaña de
escasa aparición de material cerámico en el interior forma circular.
del «fondo de cabaña». Si recordamos, solo se re-
cogen algunos fragmentos bastante mal conserva- 30
dos que inmediatamente se interpretan como los «Los trabajos del Instituto Nacional de Colonización ex-
plican estos hallazgos tan someros. Por la observación de los
pertenecientes al recipiente contenedor del tesoro. bancales y niveles de tierra inmediatos, se puede calcular que
Este hecho también me genera alguna cuestión; por quitaron aquí unos 60 cm. de tierra». Notas sobre las prospec-
un lado, los fragmentos de cerámica podían derivar ciones en Sagrajas (Expediente 1970/30 MAN).
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486 Primitivo J. Sanabria Anejos de AEspA XLII

Pero vayamos un poco más allá, porque a mi atrevería a considerar que la estructura en cuyo in-
parecer, no solo la asociación del conjunto de oros terior se recuperaron los oros, ni tan siquiera parece
al supuesto «fondo de cabaña» ya genera dudas ra- el pretendido lugar de habitación que la bibliogra-
zonables con solo leer los informes de los expe- fía se ha encargado de presentar; si esto puede cues-
dientes, sino que también los aspectos que se han tionarse, quedaría definitivamente superada la
considerado como válidos para aceptar el «fondo hipótesis que sigue considerando el tesoro de Sa-
de cabaña» no se sostienen firmemente. grajas como el único depósito áureo recuperado en
Si observamos la foto del hallazgo del cierre del contexto arqueológico, lo que no priva a este tipo
torques de aro doble (Fig. 8), salvo un pequeño re- de conjuntos de poseerlo.
baje más profundo en la tierra que presumiblemente En trabajos ya clásicos E. Galán y M. Ruiz-Gál-
ocupaba el recipiente cerámico en el que fue depo- vez32 se encargaron de llamar la atención sobre la
sitado el tesoro, no se alcanza a apreciar el pavi- recurrente aparición de este tipo de hallazgos áu-
mento que conformaría el suelo del «fondo de reos en zonas relacionadas con puntos naturales de
cabaña». Este hecho, unido a la somera descripción paso obligado; y en el caso concreto que analiza-
que se realiza del pavimento, apoyan la idea de que mos este planteamiento parece confirmarse, ya que
esta estructura asimilada como un «fondo de ca- el lugar de aparición del tesoro se encuentra a pocos
baña» podría encontrar explicación en la formación metros de una de las tres calzadas romanas regis-
geológica de la zona, concretamente en el tipo de tradas en el Itinerario de Antonino, Iter Alio ab Oli-
suelos que caracteriza la franja comprendida entre sippone Emeritam33 que con inicio en Mérida,
las poblaciones de Sagrajas y Gévora del Caudillo. recorría todo el margen derecho de las Vegas Bajas
En esta zona se encuentran un tipo de suelos de- del Guadiana hasta llegar a Olissippo, la actual Lis-
nominados franco arcillosos rojos cuya caracterís- boa. Esto, sin duda, avala el que también fuera un
tica principal viene determinada por una capa importante camino transversal en época prehistó-
arcillosa de color rojo (greda roja) compacta de es- rica, convirtiendo así Sagrajas en un importante
pesor variable. En ocasiones, debajo de la capa ro- punto de paso y control de una de las rutas más fre-
jiza aparece una capa de piedras calizas, pero en cuentadas durante todo el Bronce Final a lo largo
otras ocasiones el caleño no existe y por debajo de del curso medio del río Guadiana.
la greda aparecen gravas cementadas con arcilla, Por otro lado, es necesario reseñar su relación
tan compactas que parece piedra31. Tal vez, lo que con respecto a una zona de confluencia de varios
se interpretó como un posible «fondo de cabaña» ríos; parece fuera de toda duda su cercanía al arroyo
sea solo una bolsada compactada de gravas, arci- de Quebrada de Sagrajas, y a la confluencia de este
llas, arena y limos de forma irregular y extensión en el arroyo de la Cabrera poco antes de que ambos
variable que se ocasionan en las terrazas aluviona- vayan a morir al río Guadiana; pero, sobre todo,
les de las zonas próximas de la cuenca sedimenta- destaca por su posición con respecto a la confluen-
ria del Guadiana, formadas por el arrastre de cia del río Guerrero en el Guadiana en una zona en
materiales finos que van quedando depositados a la que este es fácilmente vadeable. Situado sobre
ambos márgenes del curso fluvial. una suave loma en un territorio de extensas zonas
llanas que le confieren un amplio dominio visual
sobre el territorio circundante, el terreno desciende
5. CONSIDERACIONES FINALES progresivamente a través de fértiles zonas de vega
hacia el lugar en el que ambos ríos terminan por
La tesis tradicional, generalmente aceptada, confluir; se trata de una zona de continuas «que-
consistente en considerar que el tesoro de Sagrajas bradas» y cambios de orientación del río que ha
apareció en el interior de una cabaña de forma cir- propiciado la creación de amplias islas en ambos
cular con un suelo pavimentado, presenta tan débi- lados del mismo, facilitando así su paso. Por esta
les argumentos a favor que provoca que éstos sean razón, era necesario controlar el vado del río. Un
cuanto menos discutibles. vado, es un punto de cruce, un lugar de paso, de
¿A qué responde, entonces, la deposición in- transición, un sitio de carácter neutral34 (Fig. 15).
tencionada de un importante conjunto de objetos de
oro en una zona que, como vengo manteniendo, no
se encuentra asociada a un hábitat cercano? Me 32
Vid. nota 28.
33
Roldán 1975: 65-67; Fernández Corrales 1988: 40-41,
mapa 1, 58-59.
31
Hernando et al. 1962: 56. 34
Ruiz-Gálvez 1995b: 22-25, 30-31.
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Anejos de AEspA XLII EL TESORO DE SAGRAJAS 487

Fig. 15. Fotografía aérea actual de Sagrajas con la localización de los diferentes lugares mencionados en el texto:
Camino romano, Iter Alio ab Olisippone Emeritam; a) Parcela 55; b) Parcela 22; c) Parcela 16.

Esta misma relación con respecto a lugares des- del río Caya y el Guadiana. Algo similar podría
tacados en el paisaje es la que parece repetirse en apuntarse para el hallazgo de un collar de oro apa-
los sitios donde aparecen otros tesoros. recido en la dehesa de Esparragalejo36, localizado al
Uno de estos ejemplos, lo encontramos en el co- norte de la ciudad de Badajoz, posiblemente rela-
nocido como tesoro del Olivar del Melcón35. Com- cionado con el vado más al norte del río Gévora.
puesto por tres espirales, dos tobilleras y una pulsera
o brazalete de oro, su hallazgo se produjo en 1893
en un olivar río abajo de la ciudad de Badajoz en la 36
En el periódico local La Coalición, año III, nº 308 de 19
dehesa o cortijo de Benavides, lugar de confluencia de diciembre de 1893, junto a la noticia de la aparición del te-
soro del Olivar del Melcón, se cita el hallazgo de «… un collar
de oro, que se consideró céltico, en el propio término municipal
de Badajoz, en la Dehesa de Esparragalejo…» hoy desaparecido
35
Enríquez 1995. (Enríquez 1995: 130).
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488 Primitivo J. Sanabria Anejos de AEspA XLII

La misma interpretación se ha planteado para en época de dificultad, bien empleadas en determi-


los casos de Alange y Orellana la Vieja con res- nados actos ceremoniales por parte de algunos de
pecto a su aparición con lugares de vado de ríos; y sus miembros, el carácter reducido de su tamaño
con zonas de acceso a puertos de montaña los de hablaría en favor de los individuos más jóvenes de
Berzocana, Bodonal de la Sierra, Belmez, posible- la comunidad; por otro lado, sugieren la posibili-
mente Azuaga, y los de Portel, Sintra, Penela, Al- dad del uso de esta joyas para adornar el cuello de
moster y los brazaletes de Cantonha y Portalegre37. alguna escultura, representación de alguna deidad,
Es realmente variada la interpretación que se ha realizada en algún material perecedero. Así, plan-
dado para este tipo de ocultaciones. Parece gene- tean que ya sea en actos sociales o religiosos, las
ralmente aceptado el carácter femenino para este joyas encarnarían la fuerza divina aplicada a los
tipo de joyas, lo que unido a su reducido tamaño, se portadores de las mismas, fueran estos humanos o
ha puesto en relación con su uso por parte de gru- no, y serían portadoras de una fuerza de carácter
pos de corta edad de la comunidad, tal vez, en de- sagrado durante cierto tiempo, transcurrido el cual
terminadas ceremonias. Por otra parte, el excesivo quedarían desprovistas del mismo y volverían a
peso de algunas de las piezas confirmaría su em- considerarse objetos normales; habría entonces que
pleo como dote femenina, a modo de atesoramiento reemplazarlas por otras y deshacerse de aquéllas
o almacenamiento social que podría ser transfor- mediante un ritual que las privara de su carácter sa-
mado en momentos de inestabilidad o crisis38; de grado, para ello, en ocasiones la pieza sufre alguna
esta forma, las alianzas intergrupales quedarían se- alteración o rotura, por último, las joyas deben ser
lladas mediante matrimonios en los que las joyas amortizadas y enterradas para no ser utilizadas
jugarían el papel de regalo o dote para el estableci- jamás 41.
miento de fuertes lazos de intercambio comercial39. Para una serie de joyas de compleja realización
Para M. Ruiz-Gálvez, el lugar en el que apare- técnica compuestas por la superposición de dife-
cen estos tesoros no es ni caprichoso ni casual, todo rentes piezas, caso del torques doble de Sagrajas o
lo contrario, siempre aparecen en zonas próximas a triple de Sintra42, sugieren ser el resultado de pac-
lugares de paso y de cruce de caminos o vías flu- tos o alianzas inter-grupales. De esta manera, cada
viales; y sugerido en varias ocasiones por ella y por una de las distintas piezas que componen el objeto
E. Galán, el caso de Sagrajas parece confirmar esto. representaría un clan, familia, pueblo… que tras la
Para esta autora, precisamente la aparición de estos celebración del acto ritual por el que todos los ele-
tesoros en zonas de paso o de cruce podría expli- mentos quedan fusionados en uno solo, la pieza re-
carse como ajuares funerarios femeninos; de igual sultante insertada sobre una estatua o un individuo,
manera, con sentido funerario, deben interpretarse simbolizaría la alianza entre las distintas comuni-
las espadas arrojadas a las aguas o aparecidas en dades, posteriormente, los objetos se ocultan para
grietas de las rocas, los objetos propiedad del di- garantizar la inviolabilidad y durabilidad del
funto al considerarse impuros deben alejarse del pacto43.
grupo y ocultarse con el objetivo de protegerlo por Con todas las reservas que plantea esta última
su escasez y alto valor social. Se trataría, mediante hipótesis, y a modo de recapitulación final, man-
manifestaciones de carácter público de reclamar el tengo que, la tesis tradicional de admitir la asocia-
control de una zona de paso estratégica por parte ción del conjunto de oros a una estructura habita-
de un grupo, la manera de señalizar la vinculación cional carece de argumentos arqueológicos sólidos
de un grupo determinado con un territorio político para seguir defendiéndola. Por el contrario, creo
concreto40. haber demostrado que la localización del depósito
En un trabajo reciente S. Celestino y J.L. no se encuentra relacionada con un poblado o zona
Blanco presentan una nueva lectura para este tipo de hábitat cercana, es más, en adelante, debe dejar
de joyas; en primer lugar, cuestionan la pertenencia de asociarse el hallazgo del tesoro a unos materia-
exclusiva de las mismas a un solo individuo, toda les arqueológicos que sirvieron de apoyo para sos-
vez que podrían ser explicadas bien como fórmula tener su vinculación a un poblado. Si admitimos
de atesoramiento grupal destinada a ser utilizadas este planteamiento, debemos considerar aislada su
deposición en el paisaje, y ponerla en relación con

37
Galán 1993: 74; Ruiz-Gálvez 1992: 235; 1995b: 23.
41
38
Ruiz-Gálvez 1995b: 23. Celestino y Blanco 2006: 13-18.
42
39
Ruiz-Gálvez 1992: 235-236. Armbruster 1995; Perea 1991.
43
40
Ruiz-Gálvez 1995b: 23 y 32. Celestino y Blanco 2006: 20.
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Anejos de AEspA XLII EL TESORO DE SAGRAJAS 489

uno de los pocos puntos en los que el río Guadiana ALMAGRO-GORBEA, M. (1977): El Bronce Final y
es vadeable; en este sentido, mantiene una rela- el Período Orientalizante en Extremadura.
ción directa con una zona de paso o de cruce del Bibliotheca Praehistórica Hispana XIV.
río, de la misma manera que parece observarse Madrid.
para los casos del Olivar del Melcón y del desapa- ARMBRUSTER, B. (1995): «Sur la technologie et la
recido de la dehesa de Esparragalejo respecto a los typologie du collier de Sintra (Lisbonne, Por-
vados del Guadiana en el entorno de la ciudad de tugal). Un ouvre d´orfèvrerie du Bronze Final
Badajoz, o los de Alange y Orellana la Vieja en el Atlantique comoposé des types Sagrajas-
curso medio del mismo río. Parece pues intencio- Berzocana et Villena-Estremoz». Trabajos de
nada la deposición de estos tesoros asociados a Prehistoria 52: 157-162.
zonas de fácil paso de los ríos en relación con pun- CALLEJO, C. y BLANCO, A. (1960): «El tesoro de
tos estratégicos de primer orden para el control de Berzocana». Zephyrus XI: 250-255.
un territorio, un alto valor político y territorial que CELESTINO, S. y BLANCO, J.L. (2006): La joyería en
no debe separarse de su valoración social. Todo los orígenes de Extremadura: el espejo de los
ello, debe ponerse, a su vez, en relación con el dioses. Badajoz.
complejo proceso de territorialización de las socie- CELESTINO, S., ENRÍQUEZ, J.J. y RODRÍGUEZ DÍAZ,
dades de finales de la edad del Bronce en el suro- A. (1992): «Paleoetnología del área extre-
este de la Península Ibérica. meña». En M. Almagro-Gorbea y G. Ruiz Za-
patero (eds.): Paleoetnología de la Península
Ibérica. Complutum 2-3. Madrid: 311-327.
AGRADECIMIENTOS ENRÍQUEZ, J.J. (1989-1990): «Sobre algunos pobla-
dos del Bronce Final de la provincia de Bada-
Son muchas las personas a las que debo dar las joz». Norba. Revista de Historia 10: 41-57.
gracias por la colaboración y apoyo mostrado en la ENRÍQUEZ, J.J. (1990): El Calcolítico o Edad del
elaboración de este trabajo. Una parte importante Cobre de la cuenca extremeña del Guadiana.
de este, necesitó de la consulta de expedientes en Publicaciones del Museo Arqueológico Provin-
los archivos de distintas instituciones, en este sen- cial de Badajoz 2. Badajoz.
tido, mi agradecimiento a las siguientes personas: ENRÍQUEZ, J.J. (1995): «El tesoro de la Edad del
Carmen Cacho, conservadora jefe del Departa- Bronce del Olivar del Melcón (Badajoz)». Ho-
mento de Prehistoria del MAN, Pilar Martín Nieto, menaje a la Dra. Dª. Milagro Gil-Mascarell
responsable del Archivo del MAN, Juan Manuel Boscà. Extremadura Arqueológica V. Cáceres-
Valadés Sierra, director del Museo de Cáceres y es- Mérida: 129-136.
pecialmente, a William S. Kurtz, director del FERNÁNDEZ CORRALES, J.M. (1988): El trazado de
Museo Arqueológico Provincial de Badajoz du- las vías romanas en Extremadura. Cáceres.
rante el período en el que este trabajo se desarrolló, GALÁN, E. (1993): Estelas, Paisaje y Territorio en
por las facilidades y el trato que me dispensó du- el Bronce Final del Suroeste de la Península
rante mi estancia en el museo. Eduardo Galán y Ibérica. Complutum Extra 3. Madrid.
Marisa Ruíz-Gálvez realizaron la lectura crítica del HERNANDO, V., JIMENO, L., RODRÍGUEZ, J., GUERRA,
artículo, siempre recordaré su confianza y genero- A. y GARCÍA, J. (1962): Estudio de los suelos de
sidad conmigo. De una u otra manera, también me los nuevos regadíos de la margen derecha de
siento en deuda con Ana Cristina Rojo, José Ma- las Vegas Bajas del Guadiana. Badajoz.
nuel Illán, Miguel Ángel Díaz Moreno, Natalia de MURILLO, J.L. (2008): El asentamiento prehistórico
Isidoro y Carmen Cerro. Por último, agradecer a Ja- de Torre de San Francisco (Zafra, Badajoz) y
vier Jiménez Ávila la invitación a participar en esta su contextualización en la Cuenca Media del
publicación. Guadiana. MArqEx 8. Mérida.
PAVÓN, I. (1995): «La edad del Bronce». Extrema-
dura Arqueológica IV. Arqueología en Extre-
BIBLIOGRAFÍA madura: 10 años de descubrimientos. Madrid:
35-65.
ALMAGRO-GORBEA, M. (1974): «Los tesoros de Sa- PAVÓN, I. (1998): El tránsito del II al I milenio a.C.
grajas y Berzocana y los torques de oro macizo en las cuencas medias de los ríos Tajo y Gua-
del occidente peninsular». Actas del III Con- diana: la Edad del Bronce. Cáceres.
greso Nacional de Arqueología. Oporto: 259- PEREA, A. (1991): Orfebrería Prerromana. Ar-
282. queología del Oro. Madrid.
Sidereum Ana II pag. 417-572:M 25/5/12 10:07 Página 490

490 Primitivo J. Sanabria Anejos de AEspA XLII

PEREA, A. y ARMBRUSTER, B. (2008): «Tradición, RUIZ-GÁLVEZ, M.L. (ed.) (1995a): Ritos de paso y
cambio y ruptura generacional. La producción puntos de paso. La Ría de Huelva en el mundo
orfebre de la Fachada Atlántica durante la tran- del Bronce Final Europeo. Complutum Extra 5.
sición Bronce-Hierro de la Península Ibérica». Madrid.
En S. Celestino, N. Rafel y X.L. Armada (eds.): RUIZ-GÁLVEZ, M.L. (1995b): «Depósitos del
Contacto cultural entre el Mediterráneo y el Bronce Final: ¿sagrado o profano? ¿sagrado y,
Atlántico (siglos XII-VIII ane). La precoloniza- a la vez, profano?». En M. Ruiz-Gálvez (ed.):
ción a debate. Roma: 509-520. Ritos de paso y puntos de paso. La Ría de
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