Etiología
El virus respiratorio sincitial es el principal agente etiológico de la
bronquiolitis, especialmente durante las epidemias en pacientes
hospitalizados.
La bronquiolitis es típicamente producida por una infección viral y el virus
respiratorio sincitial (VRS) es la causa más frecuente (75% de los casos)(7),
especialmente durante las epidemias y en los pacientes hospitalizados, seguido
del rinovirus. Otros virus que se aíslan con menos frecuencia incluyen:
parainfluenza, metaneumovirus, influenza, adenovirus, coronavirus y bocavirus
humano, descubierto en el año 2005. La coinfección viral puede ocurrir en la
tercera parte de los lactantes pequeños hospitalizados con bronquiolitis.
Además, las infecciones del tracto respiratorio inferior y los episodios de
sibilantes en lactantes pueden estar asociados con infección por Mycoplasma
pneumoniae(8).
Alrededor del 70% de los lactantes serán infectados por el VRS durante su primer
año de vida y el 22% desarrollarán enfermedad sintomática(7).
Epidemiología
La bronquiolitis se presenta en epidemias durante el invierno y principios
de la primavera. Existen algunos factores de riesgo para el desarrollo de la
infección. La mortalidad, en general, es baja.
La bronquiolitis se presenta en epidemias durante el invierno y principio de la
primavera, generalmente durante los meses de noviembre a marzo, aunque
pueden aparecer casos esporádicos a lo largo de todo el año.
Afecta, sobre todo, a lactantes menores de 12 meses, con una incidencia
máxima entre 3 y 6 meses(7-11). El contagio del VRS se produce por el contacto
con partículas aéreas, secreciones y superficies contaminadas. El virus penetra
en el cuerpo a través de las mucosas de los ojos, la nariz o la boca.
Diagnóstico
El diagnóstico es eminentemente clínico, basado en una anamnesis y
exploración física, apoyado en un ambiente epidemiológico. Comienza
como un catarro de vías altas y puede empeorar en el curso de 2 ó 3 días.
El diagnóstico de la bronquiolitis se basa principalmente en los síntomas, que se
presentan en un lactante menor de 2 años, y que coinciden con una epidemia de
VRS en la comunidad. El cuadro clínico comienza como un catarro de vías altas,
con: estornudo, tos, rinorrea y, en ocasiones, febrícula o fiebre; y en el transcurso
de 2 ó 3 días, se intensifica la tos, aparecen los síntomas de obstrucción de la
vía respiratoria inferior con aumento del trabajo respiratorio, taquipnea e
irritabilidad. En los casos más graves, la dificultad respiratoria es marcada, y
presenta rechazo de las tomas de alimento y postración.
La presencia de una fiebre alta (=39,5° rectal) obliga a descartar otras causas
antes de hacer el diagnóstico de bronquiolitis de manera exclusiva(7).
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA,
Pruebas complementarias
No se recomienda realizar ningún tipo de prueba para el diagnóstico de la
bronquiolitis en el medio extrahospitalario, salvo la saturación de oxígeno por
pulsioximetría transcutánea.
Tratamiento
En Atención Primaria, el manejo terapéutico se basa en las medidas de
soporte y una dosis de prueba de un broncodilatador. El tratamiento
dependerá de la gravedad de la bronquiolitis.
En lactantes sanos, la bronquiolitis generalmente es una enfermedad
autolimitada. El tratamiento, en la mayoría de los casos, consistirá en medidas
de soporte para mantener unas adecuadas hidratación y oxigenación; los
broncodilatadores inhalados pueden resultar beneficiosos para un grupo de
pacientes.
Medidas generales
1. Mantener una correcta hidratación por vía oral, ofreciendo al lactante líquidos
en tomas pequeñas y frecuentes; en aquellos pacientes con bronquiolitis leve
que no tienen problemas para alimentarse. Los lactantes que presentan dificultad
respiratoria pueden precisar la administración de fluidos intravenosos.
5. Corregir la hipoxia administrando oxígeno con mascarilla facial, a 6-8 litros por
minuto de flujo, a los lactantes con una saturación <95%.
FARMACOTERAPIA
Broncodilatadores inhalados
Aunque se utilizan de manera generalizada, la eficacia de los broncodilatadores
inhalados (salbutamol, adrenalina) en el tratamiento de la bronquiolitis es
dudosa.
Uno de los mayores problemas es que en los ensayos clínicos que se realizan
para valorar la eficacia de estos fármacos, se incluyen pacientes con bronquiolitis
causada por una infección primaria por VRS, pacientes con sibilancias inducidas
por virus o pacientes con asma de manera indistinta. Muchos de los lactantes
incluidos en las dos últimas categorías van a responder al broncodilatador y, por
lo tanto, es muy difícil determinar los efectos de esta medicación en la verdadera
bronquiolitis(8).
Otros fármacos
Corticoides. No se recomiendan. Hay numerosos estudios que demuestran que
la administración de corticoides, por vía sistémica o inhalada, no proporciona
ningún beneficio, ni en la fase aguda ni en la evolución posterior (sibilancias
recurrentes) en los lactantes previamente sanos. Sin embargo, un curso corto de
corticoides sistémicos (prednisona o prednisolona) puede ser beneficioso en
lactantes hospitalizados con bronquiolitis y antecedentes de enfermedad
pulmonar crónica y en aquellos que presenten episodios recurrentes de
sibilancias que pudieran tener un componente asmático
.Prevención