S S T 2 £ & £ £ *
“ ¡s s r s n s s
deldia.
Arm onía Somers
el cuenco de plata
latinoamericana
Somiere, Armonia
S d /o los elefanti! encuetilran mandragora. - l a e d . - B u e n o s A ir e s :
fcl C u e n c o de P ia ta , 2 0 1 0 .
336 pags. ; 21x 13 cm. - (Jatinoam encana)
ISBN 97S-9B7-1772-05-6
C D D 'S ? UrU8Ua>ra' 2 * N o v e la ‘ 1
Diseño y producción: P a b lo H e rn á n d e z
Av. Rivadavi, 5 » k , .
b ra * p u b l l c l »1 » m p a r o d e l a r t íc u lo 6 " d e la le y 1 1 .7 2 3 .
t a c e re s e rv a .
H
íChü¿ S f ° queindicalaieyu -723-
P c s o E n n o v ie m b r e d e 2 0 1 0 .
esos chismes para saber que sólo George Sand sería una vidente al
adoptar sus pantalones y que todo lo demás ya no funciona, Pero
nadie piensa en eso cuando se lanza a innovar; por lo cual m uchas
veces convendría mirarse un poco en los espejos despiadados del
próximo futuro.
Su corazón, que en esos días había dado en querer escapársele
e cuerpo, y agárrelo en el aíre le dijo el doctor Nessi para poner
una nota de humor, no le permitía leer aquellos libros de la últi
ma orneada, los cuales se iban am ontonando y quedaban p ara
un potetico después que a ella misma le sonaba a hueco. La
n 56 cuando, luego de un desvanecimiento al preten
de™ y ,!ar j e k* 0111,3 el aséptico sanatorio, dijo
o e m noche como saliendo de una visión metafísica: Ya sé lo que
W > , m i m a d re h a b la b a d e la s n o v e la s d e u n ta l P é re z E sc ric h
S ¿ T nr SE-la BibUa ° T a lm u d - E " a h a b ía t e n i d o q n e
m em o ria v u n 8 u ™ VIe’a m a n ía c a q u e se las c o n o c ía d e
S ^ J " ° r T donabf s a ‘1' a d “ - A h í d e b e r a d i c a l
* /C U M tSü*
b o sq u e d e e u c a lip t o s . L a s e ñ o r a h a b í a p e r d i d o p o r e l m i s m o m a l
• « s s t c ^ recabados
S s ap a raí llenar
i x tala requú
a
EL MANUSCRITO DE UNA MADRE
E s e c r a m f o q u i ¿ it í s o b r e c o g e ..
16
" í t a “ d“ *0 ^
girofanS ie! S l S ÍtriC0S?: í ’ n' Conf>Kt° ¡deo16-
Spencer: Yo quería un ,c? nse™ador versus definición de
la mandragora e inrnn i minj? e gobierno... Búsqueda de
« a- D «ír¿ 2
largo de la vida.
r obsesivas
lr piezadyetres
un^incendios
« iaa lo
ahogos, dolor d ^ e s p a l ^ ^ i C° m ^ ‘naciófl b ru tal de tos,
fallecen 5 Palpitaciones y un sentirse des-
ABIGAIL
«Durante dos m inutos reinó en la habitación el más p ro
fundo silencio. El Conde, siempre con la cabeza inclinada en
ABIGAIL
«-Pero si ese cráneo ha pertenecido a un cuerpo humano,
si no es una obra de arte, ¿cómo se halla aquí en esta habita
ción y descansando sobre el mármol de la chimenea? -pregun
tó Daniel.
20
a ^ ~ « ¡ - S w r a a s r ' * erap
DOS
* ^ “ p erar al ,g u i.
menos urbanístico s i n ? Ue ^ 03^e’ no com o trazad o más 0
P3ra las caminadoras d e ? ? qUC Vale en símbolo? N o sien .
de lasarse a su cañameña i"0 0 ’ ^ ban de hab er intuido ant#
transmite, la caile es el de Posada abierta que allí se
para quienes la recohrí circulatorio aún no descripto. M as
lancia a toda máquina s e ? 1* Sf P^eno Senr'do desde una am bu'
que parecería querer d3r V ^ an rílla 611 ün ™rindo entreverado
[amiento. Y lo que nreH^rv.'0 Una so^a vez hasta pro v o car el af0
os ni aun la gente, son senríll n° ^ los, ^dificios, ni los vehíc^'
Que extraño; ese color íW paradójicam ente las naranM *
aromática del mundo ( W t/l" 1 Parece q u erer dom inar
a Slreaa abierta las convoca h S Ca,ones de exposición, y cU¿in oñ
Vas horizontales como piem a’ifquebas naranjas se ofrecían
lo cual, m S r a ^ ^ CnaS de >ueos “ * * * del ^
(ida? ° qUe d escaíabajo hum ^ ^ descubre que aú n estam
b í i l i ? 111,0 para « g u ir viend an° « m tu m az en su sen * * ,
una <*<=>™ i* * sde£
££■" “ «S5
“ como un príncipe en «“
¡era de Dt.i¡ ven;a del sanarais gnados con la misma sosP
¡o«o in ecá ^ ! se entró en d cf ^.on rterta vergüenza de pa
,,lsra° Para la ^ l t " Ub.,ajl° donde remaba el
«Ploracron ,„ e oyó nombrar
29
De las esfinges
abundancia de
35
H j* au f Íeiiso Provi™ se de un d e s e q u í h g
^ esperpento de hoia^'í'3, pectom ‘a que, a u n n o f i g ^
desperfecto es mecání1010*’ ¥ ^ b i e r a p racticad o (*■•)
«*cam co e, t¡tj ; r sobriam ente-
37
-Sea como sea, yo voy a las posibles causas que van quedando
a mano, no a los cojudos efectos devenidos o a devenir.
Y ante aquella adjetivación tan bien manejada, quien se lla
maba Sembrando Flores soltó el hilo de sus tensiones y dejó que
la com eta volara al diablo. El cielo debería estar color naranja
allá afuera, y no se tenía por qué andar husmeando mundo ab a
jo. De m odo que volvió a la tierra sólo cuando empezó a percibir
estas partes del conciliábulo:
-¿Y cuál va a ser tu temperamento en estos treinta días?
-Q u e basta ya de roracocentesis, son una verdadera expolia
ción. Primeramente las reduciré a siete días, luego a catorce, y al
fin a io que ella aguante. Pero si es lo que se me ha puesto en la
cabeza, voy a administrar varias endovenosas diarias de (...)
—¿Y en cuanto a las posibilidades de la intervención quirúrgi
ca que se están manejando a nivel de equipo?
- N i pensarlo, porque luego de eso ¿qué cuernos se haría con
una corriente de linfa interrum pida, mecerle el conducto en el
estómago para que se engulla sus proteínas como el camello la
grasa de la joroba? Vaya experimento m ánima vili. N o, al me
nos mientras yo comande esto, nunca.
Y ya parecía estar todo dicho. Ella sería indefinidamente el
conejo de Indias sin puertas de escape a la esperanza, ni siquiera
para zafar de aquellos pinchazos con los que iban a agredir sus
venas en adelante. Y entonces, por primera vez ante el nuevo que
la creía ajena al diálogo, hizo algo fuera de lugar como gritar un
jPobre mi hijo Escolástico! arrancado del fondo de su vida. Y
comenzó a llorar tal cual llueve en el trópico, de golpe y con
ruido sobre las chozas de hojas de palma que allí se levantan. El
agua debió inundar la pieza, el pabellón todo, pues se vio entrar
a una nurse como si remase contra la corriente de las prohibicio
nes y, tras desafiar a quien fuere, preguntar con desenfado:
-¿Q u é ha ocurrido, doctores? La paciente no invoca a su hijo
Escolástico sino en situaciones especiales. ¿Puedo ayudar en algo?
-¡N o , melodramas aquí no-vociferó el doctor Cósimo al borde
de la histeria- y psicoterapia advenediza tampoco, esto es medici
na pura, nadie va a interferir con pamplinas!
-Pam plina es también el nombre vulgar de una planta -dijo
entonces la enferma sonándose los m ocos-, nom bre científico
38
D e la noche de Pasifae
y el M agistrado de Sajonia
iba * r s ^
»-£¡sss 3 !s:*- pj
sí son Sesuirt ^*a‘ Dos encuenr hasta la visita fantasm á¡
a la de lo tran L S med'taciÓn ri°S Verbales frente a frente,}' [*
CÍ0S’ S b npt°- Y ^ 2 ^ nCn Üna ^ n s c u t r e n d a ^
das, con frabrass^ u Z r qU" a l o n a d o s coP
frrándnta evor P^°S’ VacílacionP° mut'^ s que luego serán ji
J?°do que quiénm^a que se viene Y °?^ °Cat0rias m entales_¿ J
P°r SigmimH !tJa 3 saber si P-, (Y el° s a m eter baza- ^ $
"d no «c h - b C f i S * / lües ° d " ^ ótic° 2 5 *
d*> la noche, pues u n a*113^
53
aéHabían í t
mimdo
t Mmbrey“ |Doís%J^
ndo sueño nadie que perte
q Ó Ó Ó e m d ! rgado lógic° cu an d o é[
0 peor- *k ^ 0 sin saber n ' aban rodos vivos aun, ) ^
WÍTtS” qué*^ ^°™daera10 L
^ " ¿ Í Í ? 5 5 S 1C CS " « contradicción
«■*. podría volver
4 ue solo fuera para eso, ¿v
55
Niágara para ser oídos del o tro lado. Pero lo suyo era vida,
cambio los demás qué muertos estaban. Los males los corroían
en silencio, a lo sumo con un ruido de diente canino royendo un
hueso. Con el M inotauro era distinto, llenaba tanto el mundo
que la enemiga común no querría portar su escándalo en el carro
e ía e despegue, prefería los que agón 1 2 an discretam ente. ^
con tiempo Pedro entró también a utilizar el ap o d o de F io rel^
y una tribu autóctona de la colina el com odín de Sembra. Y m*
r e s e r v a n° naCiera var°n , porque el Espartaco que le estaba
cuellnc al (o!™ -eSj evehtuaÜdad hubiese hecho volver todos 1<JS
un banco Fs en ^ ^ * le P °r el am igo, en la ventanilla de
gente dice n n íh ° .qiie ^em^ ran^ o Flores tam bién, pero al fio ^
la sonrisa m w ! 011" 0’ 1 ^ personas originales hasta para eso. V
^ ? lueS° COmo un h° ™ n a je cuando se
e v ^ r f s í n l 5^ ' 60 C° T P acentarnos arm as. Y cada cü J
qué flor pensó u ^ p H m / sería buen trabajo un test colectivo j
suyo, en cierto mod <^ m bio pobre Espartaco, qué destino e
cías, Providencia o ° ™UÍ1° eQ Cruz tam bién por nada. Y g ía
’ Sacias por el sexo, a pesar de todo.
CíNCO
Abiga il . .
Y es así que el Conde, que también calentaba e ron so re
el fuego qué ardía en el cráneo de M argarita, prosiguió e n . e
trago y cigarro contándole al ahijado cosas como esta,
Ha M argarita que iba de América a Europa con su pa
desem barcado en Cádiz, m ientras el ser amado sigu
M adrid, es claro que luego de jurarse ambos fide i a
incluyendo promesa de matrim onio, lo que es un .
especial de entender los juramentos* Pero como no
que proponem os será dispuesto a nuestro gusto, a
rrir dos cosas: que el padre de M argarita enferme >o
a causa de algún gaditano rapaz con quien ten i ^ a)
el negocio, pues éste ya de primera le quita to * ja pe
llegar, y que M argarita escriba al entonces izc ej
com pañero en Palestina de G odofredo de u ■ ^ j
Vizconde, que ya ha recibido la m rotunda « S * ™ J Los
á s
A
f i Dbigail
I V A iL
A bigail , ,
Entonces el Vizconde buscó al inglés y éste e e* P “-0' ™
jerga que M argarita ya no existía para d , pues^ a g
imprevisto a su casa la había encontrado en la cama-ooniun
apuesto caballerete, Capitán de Artiilleria,ambos o . 'oerta-
durmiendo y mí tomando té y fum ando.»Has q hombre
ron y ella dijo. ¡AH! y él dijo ¡Oh! Y el ingles ve como el hombre
no acierta con sus ropas y se las pone del rev , y
tom ando té y fumando. De modo que nueV° ^ e‘°n™
Ella se levanm, Le pide perdón, y él le da un
es decir lo que ustedes llaman un puñetazo, a ^ , 11
un ojo, y luego le mandé a mi asistente a Clut-P L‘ en ej
a aqudla señora». Al otro día el ingles ma
duelo. Y ahora que conoce al Vizconde le
encontrar a la dama le diga que no tiene me
darle dinero para que se ponga un ojo de vi
v - . . Hhro fue a dar al infecto suelo y
, Vinieron por la inyección, el boro rué a flaner:enrQ sin
^ la supo de nuevo lo que era entregarse a un r gr
I
61
* b ™ « r a salvacionista p a r e c í "
VKron « « - - ^ “ aics- $
para caer ? ! f a no dejarse emÍ.fw" rfíw desate el co n tra e5? 1^ ^
T t fr s í s ¡£ ¿ s se*^
aCl°neSCÓSm^ o ysíS e V
ai^ pPosible 6Uhabloitahció
detenerlo: abn
íad
neSpfs^
cefO»
65
nado tan a fondo que hubiera sido capaz de meterse fuego como
un bonzo antes de invertir los daros de su pensamiento, Y per
dón, Abigail, por haber hablado de vampiros delante suyo. Yo la
ve° como debió usted ser, alta, entrada en carnes, la forma más
delicada de entonces para decir algo, una trenza gruesa alrededor
de la frente, unos ojos de mirada ofídica, y aquellos vestidos an
tiguos llenos de encajes sobre telas duras que adelantaban el rui
do a la presencia, A todo ese conjunto podría atribuírsele el buen
gusto de la música barroca frente al dudoso de la folklórica, pero
qué otro remedio que soportar (a variedad y hasta ofrecerla, en el
descubrimiento de la zona erógena de cada cual radica el secreto
del amor y, at fin, de todo lo que sea un bien compartido, hasta
nuestro propio aspecto exterior. ¿Y qué si la mujer-cepillo se ha
ido para su casa llorando de ansiedad? N o importa: un día u otro
vendrá p o r el capítulo, podría asegurarlo. Lástima que su región
de acceso mental vaya a ser tan limitada, porque la vampirizarión
de un hom bre llamado Cantabrio de la Torre muerto en soledad
en medio de un bosque, fue un codidlo. El cuerpo testamentario
estaba en ciertas cartas de am or que escribiera, principalmente en
£ última que fue la que rescaté. Menos mal que los bacilos de
^och que contenía habrían quedado asfixiados entre las páginas
libro donde durm ieran tantos años.
La evocación de la carta descubierta el día de la subasta en Las
rete Ventanas, el diálogo incisivo con el hematófago actual, la
^ j e r que quería vampiros de verdad sin atreverse a confesar o,
i§ail y su retrato en el marco de la recreación conjetural, todo
f u e ll o debería pesar sobre sí, y sin embargo nadie lo advirtió en
'a silla de ruedas cam ino al gabinete de rayos Roentgen hacia
"Pnde la em p u jab an a h o ra com andados p o r el in fa m a b le
Quilotórax siempre am ontonando linfa en su deposito. Y ellos,
° s muy sabios, viendo que la táctica de no extraer tampoco diera
^suJtado, sino más ahogo, eso sí grávido en sus conciencias.
que empobrecerse en la infraestructura, pues, quizas ocurriera
aleo peoq que su hum anidad estallase de un momento a otro... y
* * a registrar m uy pronto tal explosión, dijo no bien h. devol-
,leron al cuarto, y ese día no lo haré por menos _e a v
l^. 1,0 Sanatorio. Pero nadie la oyó. La acom pañante parecía
er salido hacia una quinta recientemente descu ie a
66
flue el eatrt f
Can3 10(10 d« d e u ^ ^ t a m b i é n parte de ElIos’ y eS° '
e Vista com ún, q u e es sieio]
a
D e e llo s
M» r " *
^ 1® y eso nos d e t n? I 1? 1 no hablar aú n * ha reVC í a‘
*¡as uno bien vivo con T * p i t a d o s . Y claro q u e e x t ^ „
a COncehir sus uniV'Uien ^ escondiera u n a vez
bié sencdlamen r^iCr ° S y ^ Pn m ero de q uien en* ^
1 hubiera sido para f iraVa|les, pero q u é n o m b re e S ,;r¿i
Ss1? v^° te teP relCüadr<>> temade
j, do fija en ]0S v i. a*uiismo tiem po, p u es la m ira iiatifl
mientrTJ1ideino^ r SU c a ^ y m^S a^ a de esos valles, n lpW
por ^ Sfabado en* ^ iPuehlo, aquel p reca rio e ^ e¿
retiro fr eñ° s sin itUerirf ÜCC*bn q ue p arecía h ab er si ° j gi
■ S ! neS de <*uPa t te rre n o , d * d ° J S
>1111 docmnento p un muro. Y sí q u e e ra e x tra n ^ J o
rumbo hacia la etern id ad col«^
69
* - « ü £ 5 ig tts s s s s * ? * *
* * * '“ ■dede h Casa de la Colín-- ^
71
Marión
* « ¡ £ 2 ? estuviera
^ dinamia personas’uno
sierapre a 0
mism o- ^
desdeet^jP^ignándose JI ÜQas ameras, y son Ellof»
YOtroi^íeri10yexnlaS qUe, Penden la mecha del t*
ranas, De^° qtlesólo tení/^1-P‘erre_Joseph, Mijail, el Er
Pües|aca° eso se llamaba reglmen nocturno, el del arroy
^ Satenía Yel lamento de una
habitado en sus cercanías, el
75
^ ^ " d o n a d o ™ » 1 ° d ia .'a S í
Pata evitar que eua , oniai|dara el barco an clad o del Q ul i¿ $ü
aljibe como la p rim ^ arro)ase a la cara el balde de b arro ,
^ba, levemente huma VeZ’i ° porílüe en realidad era lo i0w
*» <tade el banqueo1Z f Ür del a^ o Poide, le confío
enfermedad extraña en efecto, tam bién padecía d ^
" “« a de focalizar a’l í r ^ qUC ni siquiera se h ab ía P re0Cl1^tja'
los ^ ales f r T * ^ 0n* cuyo m ism o caso, re@ \ ^
¡ P H * ^ o tro £ d P a ™ í d n a d e l p a ís , p e r o e x is te n te , & f
D e l o s a l j i b e s , e n c o n f i d e n c i a s a u n a ¿ la m a
SM Í'rPna
u 1va0l*düs^veces
S Er eZh ,IS ?a aüpe?samrdetod0' seUegóa
ad u ra « nietió en el O
an n a , Y d e sp u é s v in n p a £ üe° a Hí el a l m a p r e m o n i t o ?
- « - ^
Los Caña, sin em bargo, con cielo azul o sin él y también sin
sólo el arroyo para todo uso, eran más importantes que os
jtemás, incluyendo los de la colina. Y únicamente dos veces en los
largos años que fueron parte del lugar permitieron a los de alia
arriba tom ar la derecha, es decir ser más Caña que ellos sin sa er
,0’ ° 1e<episodio de un loco que marchaba preso, y el de un hom-
re de lacras escapado de algún lejano antro hospitalario- ^
* esos dos los auxilió M arianna Cosenza en una forma tan smte-
[ca que Sem brando Flores no podría ni alargar ni acortar as
R edoras, sólo que alguna vez éstas dieran su vuelta para co rar
^ simbólica. El primer hombre venía desde el cañaveral custo-
T á0' Por unos policías que llevaban un perro ^ e s t r a d o , Valt-
s de su anim al no se preocupaban mucho del sujeto, e
el reo cobraba cierta ventaja en el terreno. Ignorantes de todo^
af lari Fl°rella y su m adre acercarse el grupo cuando de pronto
j a m a r o n la situación: algmen que va interdicto, pero ^ b e que
nada le valdrá correr si no quiere morir despedaza o y
J menos de lo que dure su intento. Entonces, cuando e indrn-
ya rao próximo que hasra pudieron ver ácoteuro-
c o S ‘° ^ sus °¡os ™ “ * d ° s d' sa"*re’ “ o « “ te ta
éü j M ^ n o c ie ra y le dice: Sálveme, señora, y q ,
S a,r Y ^ da la m ano aprovechando e s o deslizar dentro
p a r a
as de i» « 2 5 ¿ * ¿ f e 0 - Y lue6° COTtinl‘1 á
usted po m isteriosa q u l I 1 ¿c^
COrtlo una tu rista aq ” 1v
87
Abigail
Y e n to n c e s , e m p e z ó a d e c i r s in c u b r i r s e s i q u i e r a e l s j
u lt r a ja d o e n la h o r r e n d a t r a v e s í a d e l a z u l , n u e s t r o C o n d e , / 1 ,
p u e s d e te n e r y a e l c r á n e o d e M a r g a r i t a e n s u p o d e r , s e s .g *
b a t ie n d o a d u e lo c o n P e d r o d e L o s t a n , q u i e n p o r l o s c a m » >
COntrafl8UraCÍ6n «JUC h u b ie ra
¡"gerir I paree " i T ° 3 l" ''1 <,ro‘5a Comi>la <lue
p e ro s i e m p r e «
" e r a n - n i e, cierre n i la reabsorción
Entonces -dijo el hombre aco rralad o - se llegaría a la
T inÍrglca’ hipnosis medíante, desde luego. Y
un del¡r H C- &pie.za ? de la conciencia describió con los
v e n í ™ 10 P i m i e n t o en las costillas para separarlas, y P°r ^
suizo c' e° í1-Ca que menos tendría pequeñas cortinas de ch
conuncah? ? P\ ^ lT T Una ligadura Como un m im 0 COSX0Í
que indudahlp * * 1° C3Íd° a una ñoL Y así Ia feroZ roraCOt° ^
sudi S i n r e s e r v a d a se transform ó
We d S e u ^ n hll° S,de p]ara- Y d b quedó aferrada a lo ¡ <
abjurar de n a d ^ k h a h ' ^ r ^ a raci0nale* Po r alSuien q¡£0 ¿
monstruo muerto l e ]'eVado a un m rvana intenor * *
V, casi sobre su e k n U C O s ta d o ’ V i o irse al hom bre b o r r o s a ^ ^
gitano y portando? ^ CnrrÓ Un seSUndo’ éste joven, con caí
-U s te d e s ^ 1 Pe<lueña botella,
to de lo que había Lü™’? C° m° borracha Po r eI iniTtinenreaV
móviles usados v antes Vendían caballos, ahora ^
antes de ponerle p rlS c?1™ que te Craes ahí íl ué eSi ’
p ro m e s a s 'ju n ís ° C u id a d o ^ ^ ^ n° ^ ^ t r ^
tienen aujer0S que a a cnt0nces ]a o tr a > <
bién pueden ser ñ» ?, s pájaros y hay güevos, p e - J
veneno as? aSue; , de Vlbora <!«* te saque la lengua y te ^
mejor hay nido cn^ meter Un pído ? si n° sa^e ^
tctóloEo su S “ " ] 11* ” " ' ^ Y " '« t ó el Pal° ' K A
parió, vamos lejos Fio i|° í ' " ^ 0, v í t o r a : dijo, la pu‘a ¡111¡l»’
todo Jo que pudiei4 ,ó a la lenSua p artid a del ^
Hos soplaban tan in<ÜTUCarSe al insuIro>Per° los I
hálito. Caminando ,> ntemenfe que le permitieron rec _ _(1í
fin hasta un raerán o ? nipre s°bre la cosa blanduzca, s. 9
fquí, dijo la Caña n o ? * árb° les rodeado por unas ^
los ángulos del claro v * í ° CLIrm pasar‘ Había cuatro ? s rf
roídas por ¡a herrumh íf iellos se sostenían unas / ¡L ed t
una chimenea, v centro del espacio quedab ^
ran osado destruir el Jlf ni el tiem P ° n ‘ m an o algún f
gros diseminado-: m ^ Ue^eto de un sillón c o n sus eIa ^
tastna en cuclillas pern/ necía junto al h o g ar con10 ,¡sp f
Pusieron esas cadéna^Ü ^11 ^ k a ñ a cu an d o él m urió y %¿i
0. Pero se puede ñas ^ nai^ en tra ra n u n ca maS’ ¿a K
J / a mitad por sus rl r P° r abai ° ’ dii ° Fiorella im pre^ b ^ 4
í°- c.°° ■»<£ mTtadf5ra?s íamUia**. o P°r a r T < d
61 “ «n» del cisiS v í f ntaf C
íca- N ° . no “ Pu«k Portí X
y rn los del m atadero d entran. Éstos d
$5
<lue son los hijos de los otros, dicen que los de antes venían a
Caerle sangre caliente, y que un dotor con una valijita llegaba a
meterle al cuerpo unas aújas con oro, y él lo mismo espichó igual
|jue el hermano Escolástico. Pero com o la madre lloró siempre
oroas que por Escolástico, Can tal icio se hizo vam piro cuando
^u;no aquí y )a chupó hasta m atarla. Salía del cementerio, venía
1Ion a ponerse el ánima y se iba a aujereark el pescuezo a la
ma^ ^ a l° s gansos que ella tenía. ¿Y dónde está el áni*
Pobre^ n<? veo nada. La Caña la miró con lástima, sólo era la
c°Sas / atl<^° Flores dem asiado limpia para entender ciertas
vía y |e regadera colgada de donde salía el agua com o llu-
seso ^ cuerpo y hasta la cabeza debería tenerle tam bién
^ an d o 1 s' ^1 ánim a sale del cuerpo com o un rollo e’cinta
eran rico ^ ^Ént,e m uere> aclaró, y se va por ahí, Pero com o ellos
y qUe ^ Y teiJian plata que les traía el sanguijuela del aminislrador,
quiere se ^a a Epifanía, bah, le alcanza lo que él
s'Hón. bJot.^nces el alm a de C antalicio se quedó sentada en el
ooh Pasarse en el suelo toda la vida com o si fuera la
Con e[rCl ° rpdando por el cam po igual que una luz mala,
la z a n i^ d V ^ 11 Cn ^ k ° Ca Eíorella fue encam inada luego ha-
^strncto * | Costa^ ° del monte. Estaba reseca, mas según la
durante ? aj=ua del pueblo corría por allí en dirección al arro
bársele el f ^ v*as y traia de todo. Por eso en cuanto volvía a
Zanja ? asaí a a ser propiedad de ella y sus
f 0tllpleto o UC erari *rece más. Y en realidad se notaba el rastreo
^ n ja , pe 65 00 ^ uedaba nada en el lecho. Yo no voy a robarte
^ d r e haCiI° j l me dejaras bajar a probarla com o mi abuelo y mi
^ r- Aquí ttaid ° Una ^ ° ^ ta 0011 saliva, te diría qué se puede plan-
“loció |a f s va a plantar nada porque es nuestro zanjón, esta-
tCca- (Pero en ^ ^ desagüe com o clavando una m arca de fra n
j é - - El S a n t(?.nces los gringos comen tierra, esas bolas con sali
d o s de ja CQ p ue^a >1°* C ana, los Gringos, ¿cuál sería el apodo
■R uarla d" a' atientas? N o, eso no es com er tierra, es
Juncia, Y ,Se1,° kFl0reLla exhibiendo ella tam bién su tipo de expe
l í nada ™ asi* s* da de rodo o sólo frutillas. O si n o sirve
{? s buscan eie nt° nces se Pue(k hacer un pozo m anantial.
cUernos anda bajo la tierra llevando un palo p o r
1 y 51 hay agua uno de los cuernos avisa. La C aña
96
mostró
^ ^ dientes cariados en toda su extensión y dijo: Eso ^
ser como
no “ s a i^íc™ T y Cl bicho «>8°tudo de tu aljibe, pen> 3 ®
« a [oz que me a h A r a ' ^ " mUMtr° “ Ci" t° ’ P° r ° °
b u ^ m S T , ! ^ 0tro '“S3' donde 13 vegetación era *■ J
no v [as moteác ° r nauseabnndo se había adueñado dd
floraban y aimal,1™ 5!,^ ? 0'*63 ^ Zahieran p o d id o imag111^
pero la o íra ™ ™ - a“ " 3 en d 3ire P a r id o Q uiso r e t r o ^
maleza. Y alb'FtareSatjol "3riz con los dcdos'
gato, algunas ya emn^ ~ ^ Vl° ’ un cerrienterio de cab
su tamaño y con e<lFrii ?(; as y en huesos y otras
la Caña Ib3 3 “ “ dc eSP3ldaS ^
Ahí en la punta de la lnformó com o cualquier
saber Como mi S i t e v T f U dtl
del pueblo, ése Íes narZ- - 15 nianos los traían del camP Jt
la güeya de algún otro -P ^ ^ habría venido de AÜ*}**(&&
viendo en los oíos dp p ‘ ero se mueve!, gritó la estúpida ¿
vida. La alg0 que le ™ " daba * 2 5 '
tirones le explicó el fennmrrar Caparra! y sacándola d ^
por adentro y salen diso ^°n l° s Susatios que se 105
estuvieron los ojos Doí , f resPirar por la nariz y el l* ñ f
- ..fs.z.au a renpJiL
empiezan rempujar A*,T 6 j*¡* °j°* saltan reoonuos
J =»*uan redondos cuand0 ,
chilló Fiorella al borde 9 üiero irme p a ra 0011 1
irm e para
vida, quiero irme ahora histeria recién inaugurad
el tesoro, le hizo saber su m atad ero Y &
k k a el matadero
pezaron a aparecer desdo T*3-T *3- en ese
en ese mmom
omento
ento cuaP
cuajV
Cana convergiendo en di«w.°-,pUíUos rnás estratégicos 7 *
tono gris, algunos canil]nri Cl° n a aoibas, E Eran
ran to
todos
d o s del
pos también
pos A»1 color
también del dru.lludos,
de I °otros u i-+ n s de
tros Petisos y cubierto:
ha sombrero de copa Z L Uno’ <1 « Pa^ ' a en¡
hasta el lugar donde eJ l J U m a d o c C u an d o eí peh
abrió en abanico y d quedad° de u n a soh
quiín es? y * ® alto preguntó con d ^ i ,
£■*> vota „„ tribunal.^? <f s® *1 aljibe, contestó su •
i c ^ nuestro* Y e , Clinudo, ;y qué d1
S ¿ T * P - •» i T * FP rc“3 * » 3 f
'« “mente eUa acababa^’ ? ',3P?d« babía sido oompl?1
la propiedad privada de
97
D e l d ía e n q u e fu e r o b a d a l a O c t a v a
« c h a z a b a y n o el v e rd a d e m q u e e l m é d ic o d e la c u r a a 'lCl^ p / lí
p a r a c d s ia n o q Ue pue[)e COn ■■ ™ b r t m e d ic a m e n t o . E l Lilium e ra urt V
m o d e rn o s . L u e g o ,
n a je .<}voíír de v:
^„4 m ej ^ e l m á s p o é tic o a n te c e d e n te d e lo * P slf _
I q»»e, por eH£nsiónT ,Ianiar UUum
a]
re ^ “ a d e t n o d e B it á c o r a d e S . F.)
103
El
f gusto caH zo«SííJ<n Farecia baber sido puesta en refrigerador
lascomiSuras , * ba laba com o aw n ru ad o , y al derram arse poi
derroche. biOS Provocaba una sensación de fastuosc
« n tu enferm a?
J^ ciót, del sanarorin ^ * d° ña Aristorelina todos los datos di
y hasta la D ’ " 7 " ' ! dd I” M- •* ‘'n ™ a a ó n do U
a L Poderes telérgicos d « ? CUI“ a d-5tJniJ a- ella endono
c¡ón P„a í e n te ]o s p o d e r e s v in ie SU P e ro C o m o e s t íl b a ¡u n t e
’W d l T P^fsona, y cu an d o 3 ^ P, ° r U” a desvia
que h a h 'Uí ° r f n o > la e n f e r m a t c m b l a ” d o >' e n u r
41 a Unzan su c a ^ i a ^ » ^ 0 lc
aiad a de victoria cu an d c
104
puede parir lo hace también por entre los suyos propios, y vivan los
a i utos e Marina? El cura, que era español y nuevo en la iglos*3»
omenzo a invocar a su santo patrono para que hubiera paz, per°
ia policía tendría su propio santoral y Pedro debió dar razón a Ia
sentenaa de su libreta pues marchó preso.
Maltrechos, cansados y humillados llegaron los dos restan**
a cohna y *e sen taro n [unto a la mesa bajo b
advocación del terrorífico grabado. Quien acom pañaba a U g ^ n
n- ™ rfi joven>de PeJo ^ v u elto , labios carnosos y
t i Pr°f«ndas. Ella lo llamaba Enrique com o a cualquier n101'
p ’ unque e pareciera más bien un heraldo de las torm enté'
u n hn k Pr0t"Star° n conEra la exagerada m edida de prender*
a ¿ v i / ,p apel ° llenarl° m o n i-
^ ^ ¿ S S S S ^ s
es S1n a c n e .
108
I
10“
o r d in a r io , y v a y a a s a b e r s e c o n c u á n t a s t r a n s g r e s i o n e s a l a o r t o
g rafía d e la l e n g u a m a d r e :
i í b Ó n ,S° b r c e l P e l ° - T e " ¡ a u n M a n o a m i g o
c o l * h a r ¡a e s c i a b í m T d e e s a s £' u e s ó l ° a ">' h » h a y . v q u e
e n ^ V la c o Z ^ a q U ‘ SC > * * * " P e r d i d ‘ > '< i d ™ ««
n \ " U n afa ia c o n M T mf- '° * w fu e ra - « « h a
P l u n , , ', ^ q u e h u b ic ri o . " “ r a m a r 8 ° ’ c s P c r a r s i" « '" ‘S o s
a 'U r d c a 1 c pequeñoy c h irrié reco m en d arle a lg o s o b re las
Ca HnmVa0 5 ? " 05 P ájaro s a „ , jC ? b u rc d e la l « « a n e x a , q u e
J ü r devor juncl°n a l d e lo s” d estru lrlo s. asi c o m o esa m úsi-
ar más I Y * le ib an „ T u ' 05, a d ° a d e u n o e n tra p a ra
mal que bien: S o ta n d o las tu erzas c u a n d o p u d o
Ge R* r d
d e l f r * * d C e a b u r é ’ c' u e h a n d * s e r t r e s
ar* iaSe u a n c |á r t e l a s e n a m .° r C n n u e s t r a s l a t i t u d e s n o s é
"*«■1
110
*" fc - X dde
Ka b u r, P eq u eñ o , p o d e ro s o , m is.
~ a ,a ^ f u- * -
n T ^ S a ' 5' 3^ « » n é ta : Y a s í D .
' ^ Z ehe- a^ r e „ o d é , ' P r t , P r ° te^ o
P ° r siem p re C a b u ré a k ° ‘n ,e K a b u re: M ¡r
D ie z
í h ’ u n m e m o r a b le d a n t i c id io
D octor c ó s im o ,
cm til adernas del nom bre invocado, fue para mí una revela-
era e Conc:ePtos que la lógica se resiste a aceptar. ¿De modo que
(j para morir juntos ella y la tribu que intentaba vivir a flote un
ajpj po ™aa? Y con mi nariz pegada al vidrio de la ventana la yi
d¡nr. se. )° Ia lluvia com o un ave zancuda, agrisándose con la
u n a s s a n d í a s a t a S e d v a ’’3 ' 3 S 3 8 U 3 S - V ¡ m 0 S d C p [ 0 n ‘r a
dir su c a p tu ra V I PGr? C° " ta n ta raPidez com ° fi $
p ie d r a n a u H h ■ UC^ ° Un *e c *1<^n a h o g a d o q u e e n c a l l o ,
dc qU ? e , b h a b í a q u e r i d o q u e h a b ! ^ /
el A c L c u t a v T e ? ^ 6 d PT ° 3 y co™ s e r v id o e n b a n ^ >
p á j a r o e m b a l s a m a d f* C 3? - Z e s a s c o s a s > e n v i a r p o r lo s • ^
q u e te n d ría ° ¿ ° y r e g a ,a r a ,8 ° lU a fi^ f
cuand o el h o m h r. i Po c ° s - Y h a c e a ñ o s , d i j o M * ¿o_
pasaba s u s T r n Z ‘T V m al° estaba todavía en este
algo como esto Y* ^ cam P ° en la casa de piedra, ^ fifi
a ún más u n í de ¡ac m.l entras un estam pido del cielo parec ,0sC’
una de las grietas verticales de la pared, n o s a b l e é
117
d e o íd o s .e r « o .
Y t o d o e l lo p u e d o c e r t i f i c a r l o c o n m i f i r m a , a q u í , en
s a n a to r io . A u n q u e y o n o c o n o c ía a ú n , m i q u e r id o d o *
M a n d o u t i, s u r e c e t a r io p a r a c é l s ic o q u e m e v i n o a l a s m a n o s tiem r
d e s p u é s , y fu e al l í d o n d e v i e s t o t a n g r a n d e c o m o f ó r m u la , P °r
a c a s o lle g a b a u n o a q u e d a r s o r d o l u e g o d e l o o t r o : S a c a r el r ,
d el h o r n o , c o r t a r l o , p o n e r lo e n t r e d o s p l a t o s b ie n c u b ie r t o s ,}
a g u a q u e e s o s u e lt a e c h a r la a l o í d o . . ^
L e c h e y p a n , o y ó d e c i r a Á n g e l e n t r e s u s s u e ñ o s Pr o , nA
c o s a s d e l a lm a c é n d e D io s . Y la v i o v o l v e r a q u e d a r d o r m id a *
sH lo n c o m o u n l o r o e n s u p e r c h a , a p e n a s s i p e r c i b i e n d o la a P S f
r a d e l h b r o d e A b i g a i l q u e e r a c o m o l a B i b l i a , u n a n o v e la do
o c u r r e n t a n t a s y e n o r m e s c o s a s q u e e l c o r a z ó n q u e d a r á con
o e n c u a n t o a la s p e q u e ñ a s y t r iv i a le s s u y a s .
a big a il 5„
E n t o n c e s e l C o n d e , y y a n o e l V i z x o n d e d e a n t e s , P u^ e(1-
p a d re h a m u e r to , el C o n d e c o n s ó lo tr e in ta a ñ o s , u n a i f %
s a ío r t u n a y u n o d i o a n t i g u o e n e l c o r a z ó n h a c i a e s e P e?
L o s ta n c o n q u ie n y a s e h a b a tid o a d u e lo d o s v e c e s , v a * ¿
a u n p u e b le c it o m is e r a b l e d o n d e p o r c o n t r a s t e s e
p a l a c i o v a y a a s a b e r s e c o n q u é h is t o r ia d e a m o s y v a s a 1' ¿¿
o t r o s n e n ,p o s Y a s í e s c ó m o , a s o m a d o u n d í a a l a v e n * * * ^
v e t u s t o c a s t i l l o , v e b a ja r h a c i a l a f u e n t e , u n a f u e n t e < ? * ,
t í d a 1 3g U a h ir v ic n d o Y P o r o t r a fr ía , a u n a n n iJ^ .,»
a a d e n e g r o y c o n u n n iñ o d e la m a n o . E s a m u je r c it a , P ^
e l, n o p a r e c e d e l v i l l o r r i o s in o m á s b ie n m a d r i l e ñ a ,
o t r o H ° r CS mS ' UgaJ e s ? Y h e ^ q u e la j o v e n v u e l v e a P f J
y e l s e ,ní? r a m c d i a i’ “ n o t i c i a s f r e s c a s t r a i $ J
n?ño o ’ q U e e " a h a lie g a d ° * “ >' * c a u s a d e la
” C ,r “ S e e s t á r c c u p e r a n d o c o n l a s a g u a s d e la
c a s n n tm q u e ,v i v a s o l a - e s v i s i t a d a p o r u n c a b a l l e r o 1 % ^
Í Z Í " PDedtr o - Y a s í’ e n l a c e r t i d u m b r e d e
P ara í l n T P, d r 0 <fu e le in t e r p o n g a c o m o » f ¿t»
fu e n t e v e " í " f a t a l - v a a a t a r s e a l b a n c o d e p * d r¡V
q u e s ó lo e n , t l ’ “ T r S a c ió n c o n ln m i s t e r i o s a d a n '
se h a n e c h a r lr / 0 0 0 m ñ o y lo s P e rro s d e c a z a I
° a s u s P ^ s , lo q u e e s a b r i r u n a p u e r ta a l d '
Á
121
^SSsS^'sSsífs
*“ < \* ¡ £
y la de mi me d e „ I1'-’ h.
hwa« * S 5 Ín '*«Ccl
? S. ..
122
? » ^ ^ ^ ,S & v u i‘ r Ì ; i , n Ì C S , a b a S ( ,l a .» q u e lla
n0 ,iC ari’° h l ' ) m b r c l e 'h a 'b S n t r C' J d ° * “ b , ' a l l a » ''a d a
? ' V' n a C o m iCSC s a c a J o d e l s r l i 8 a r •' 1 ,0 d q u o o l
« c j V.1
Pim.
O nce
D e l tru e q u e
1$s
c o m o ^ t r ? ? í 3 .3 re®a ^a r ^e 511 c o m p r im i d o m á g ic o , d o c to r
ren íin n p c ■ e ra Con el s u y o . P o r q u e q u e d a r d o rm id 05 l
Ortivo si se T d ^ C° m? ^ ° excitarse con un P °c0 ^
c a r o s o ''" con/ leuna brecha íntima cual es su
^ K W í “ d* im portantes com o alim entar
M andamientos Í T ™ 3 tan natural p o rq u e está en el NO f
sus alaridos d u r a n t e ^ ? V u * ^ 0 poskiva aq u d la
mente por si usteA | Pr° j bici° n no fueron vanos, y P ^
en un homhre d ’ Ueg° q u ed ar abstem io, no se tra ^
colilla en la calle d 1 ^ ° ’ ,Callatl0’ anónim o y sin fuego co ^
encima su c o m i ^ PT que la han P a t e a d o y le »>* (Leí
parte de lo suyo infürtunio irá a relatarle una
que llama lo m i’ mel° r ^ue encuentre en la rebusca- -r ¡¡
colisiones entre t J ° r ^ a<fu,e?l° in co n tam in ad o aún, eS s¡fl
Peste de la pobreza^ * eSpirifU’ sin guerra y paz de las o ’c¿
oculta por andrajos ° ncien,:LZada que es ansia de diner
Y^ .
sitodod ^,nseBu i ^*'1 quitó la página que hablaba de eso, ya
h.0 ! misterio1 ° Se P ? n/ a a *e e r tn le s COSas éstas perdían miste-
y sin
v'eTlt0* Corno ram T 3 ™ “ ™ nada, lo restante era un esqueleto al
^ o m i o de 1Cn ia a r r ancado o tra con el g rab ad o del
í? 1 ? ' de^ n^ r „ , r i m edbn,K el u"¡“ '™>, y nacida la espe-
Wacta. i - tagora, iba a continuar c u ltiv an d o » ; m ente
en .e l; « ' ° Ó - no tuviera algún cap ítu lo
& dl% » a C t c L i '3/ ' SUilrdar h o ¡as sólo que la
lutc2 , P ra ver la raíz v P Ij pL,es d esen terrab a to d a la
a k f * ^ milagrosa c i L t? 2 , hom brecillo. Y sucedió que
su' « 3 S S T 2 , * ° t ’ h ^ d - con
Hp pasat^°i y ella preguntó si su dolor se le
Sue ]g y pii’siemfyrr c ° ’ 3„Ue cuando la madre curaba lo
^ y ó ¿ ^ ridai hasta oue8? 1Q iaVenSüand° y a tü d o l,n n o
t0 ,Sü d üeñ lg0: quería a to l final™ e > co m « al descuido se
SSd° la intenc,ón d V U? i n^ uina de fal* ™ r vien
t o . Pero fiaiOSo Parto del d e Ü ? * ^ 3 e‘\ cl acto’ >r de n ingún
I 'Y o ^ v . ^ 1 0 la interesada m ‘ ° Parec‘ó p ro p o rc io n a d o al
*> o c eT P^ado PUS° p re c ia
S es^ C l aqüí' m mi h e r m i TU I3 andraBora, a u n q u e naides
fe ÍOrm"
t h° « f f i r * en p c rro la
! s " p?rro>'
aer formas al m ^ ,a Coi>sus deH° Cl\ Vl<^a ^a vuelra °An$
samarueilte a J * aíldo, y a ,Jf d ed o s o b s té tric o s a c o s tu m b ra d o
ieirT as crias' ^ 110 más a Una boíita en forma de Ia
ev,ta' • * »
1
129
" ^ ° c ío (II)
r edes q u e ,
W^ e s y Se había P ° r lo de r an t i ’ « b ^ a d a cu al se las
^ ^ l > t í sb b Perdo n ad ^ « a u n a n im a
^ S ^ o U t 1 am b as c a t ín m a,estad el h a m b re Y
* * i ? . 9 a e 7 i »» t &
la
te,v* M p o r aaií H h o ">brUna:
s s135red? Tl b™
t Á * te to * ' C S ^ m anzan¡-
^ 1? > y o ^ nté ayer í ? '? “• Porque S 5: M ls h erm an o s y ye
%< > S f f v ^ 2-í f i t s s í s r ^ ^
neu en tran en u n d ía
130
pero yo le digo que sí, que enrre m is h erm anos, >' yo >’ u r a|go?
vamos a rejuntar las mil, ¿pero alcanzaría eso para gorra
El loco me m iró con unos ojos largos que tiene, se saco ^ Qí[¿e\
de cuadros que se pone cu an to llega allí, se le vio un .s
pelado arrás de la cabeza y m e dijo: Está bien, senorY n |aSi**
cuenta que m e trató de señorita? Y siguió: Ustedes me • y j,aCer
riposas, yo las cuento en mi casa al pincharlas en las * • naieq1*’
lotes de a cien. ;Y la plata? Ah, esto es o tra cosa, P ? nianpoS3s >
si. ¿Y qué es trueque? Trueque es que yo recibo las mi *
ustedes me dicen qué an d an queriendo tener. Yo n o m ^ ^ n,eJo
soltarlo, cóm o podría saber lo que cuesta una g u ita r . * nj
salíamos perdiendo. Pero dispués pensé en lo que ? -jifia*® !
padre, si es para la señora, rom piéndose el alm a pue L y efl[0
pero si llega a ser para el renegao ni una chinche e ca> af¡pos**
ces le dije al hombre: N os rom pem os el alm a p o r mi jr¡¿ e >^
lo que querem os d e eso que usté nom bró, el truequ ^ |oC0 > j
una guitarra. Y en u n redepente el hom bre dejó d e se- ^ .'
hizo un cura. Su som brero d e alas anchas lo tem a e
sacarse la gorra y ponérselo q u ed ó un cura de los uc.
- N o m ientas. . pan1. , y
7 S1 tam bién se sacó la so tan a de a d e n tro d e , ° |]1 ed 3 |ll^ í ,
haciendo un ruido d e trapos, y en el bolsillo te n * ,,apio *
d,° , u1n a de ^ Virgen del H u e rto p o rq u e yo 1 l35
M ana del H uerto... r ar¡c«an V
Trueque, M aría del H u erto , repetía la escucha 0 & sJ f i
palabras. En su casa se oían algunas muy ex trañ as, í qUe 1' ,r
e ín á r a" sonado a ú n - La m ás rara era u n a. transfug
l i h r ^ COmra ,os am ‘S °s que según él d ejaban un * eSy ¿c
g e m e n t e y se convertían en rebaño. T am bién o tra ^
el n o T ; qUC lc h a b í a S r i t a d o a d a m a d e l, C .
2 1 T i -0nrestara el sa,ud« p o r el a su n to del glo*>’ fí
que todavía no.
Precio seguir con esto -d ijo de p ro n to con
una avispa-; si se llegara a en terar d e q u e la g ul •
o, com o él los llam a, nos m ataría. \A a fa
-Entonces -argüyó la recién conocida com o
o mejor es m entirle, que tu m adre lo haga.
-Ella no miente nunca.
« á S S S t a , '* * ' ° h« ä t ä
18S^
^âÿs§§§ft£:
Ä a - 4 s las « o r, IUiÍar' ‘ ''" -
y
de volviA « S l S r aunH n q “uc '/* o ¡ ^ 1¡h
rit los „ * a sentarse abriendo un ho
^ 0Bn,bién S “ *primera
negro. Por
&
■
" 6mvezpa
njc°rníos el cris se había m a n c h a d o a causa de los ojos, la
el libro del fm a Pero eso, doctor Ltlrum, so receptora de
í S ! Pnmidos l e n a t t e d oiré vino o saberlo mucho M mP ° des-
rl s>entonele ■
JL\in„
del período ceniza aun con tan-
mar- nces «o era consciente dei pe j pi r;Pmrir,
War posas sueltas Y esto será por la neblina del tiempo, ese
<*= los buenos caído en med.0 de tanto palabrero,
Va °> y no habría otra forma de decu: lo mi .
do i .? « «>bre d metüodía volvieron con el gran artefano protep-
Wes. f r b « fi„0 Uen0 de ¡as moveddas criaturas atrapadas por as
kta^H hombre los vio li^aq transpirando, con las rodillas y los
» ¿ ¿ í . ^ ^ o s per las zaSas y pagados por las piedras, d pelo
0 d' abrojos, pues las malditas mariposas se metían en los
134
El negocio (III)
"'Portjug CS Ün
-M e n ^ maS ^ ^S° S ^ *e tenS° miedo.
J
135
otro gu^ f,Ura ^ esPa ^°l> y sé más del tal Cancaclaro que tú y el
do ha,JL a? nom brado. Pero al menos tu madre habrá conseguí-
■TT udzar-
CS^ l0Co ° ^ ué le Pasa?
^ o s e a n 1^ 011^ ' m odo ciue d que manda en tu casa, aunque
-Sj V ez^a de vez en cuando con unos paquetes, es tu padre,
cuenta Üs parece saberlo todo, alguna beata puta que se lo
L
136
L
138 1 uè
últim o p ip í. Y en ton ces c o n la m an d ràgo ra nene ^
quiere y h asta sab e lo que va a su ced er es[upor gen*3 .*
El cu ra fue d único q u e p u d o salir j de visca,
co m o parecía co n tar m arip o sas de uni so ■ » ^ l6r
tente facu ltad del habla n o se frustiv.ha , j g|0bo, ^eDC
- Y tu p ad re , p o r lo que v o c ife ro e <• ^ ^ sóle
p lan tíos, ;e h ? , , . .
- N o , y o le q u ite la p ágin a d el In rc ’cnCO:irrar c * e
para m í, p ero to d avía no la In- p < * M » cnc ‘ ^¡c-n^
* -E l f i ut o d e la m a n d rà g o ra
e so ad em ás d e m a rip o sa s y C a n ta 1- ■ defendí* y |t>s ¡.
A q uello v o lv id a en fu recerla, -.ral - p |.m ta n’ jf L h á r 5'
a toda co sta, qué sab ría el b o n i >rc j - ■ ^ [iun[0 e ^ e\ ^ ¿ 0\tl
. c encuen tran m al o lo r a ro d o , |e to c o ^ |u- e s
m a , h asta a la m a n d ra g o ra . t " ron. sU boca >
M a ría del H u e rto a b r ió la un 5e
p o r el resto d e lo s tie m p o s c u a n d o ^ 3 ^ ^
q u itaran la s so ta n a s y v a y a <• ■ • j j a lo q , , , que p0i •
t i n o p o r a h í, y a v eces h asta * - ^ sCe d
d o cto r L iliu m , ral ve/, le o cu . Q Ara> pe <,11«
salién d o se a la c a lle . Y e n to n ces el >ó ¿ no .p
b o s la d o s, le g o lp e ó la m m ad r^ 5 tendíl a l‘lfJ > ‘
co m o la M u je r d el P ozo . P " ° > " sto , d e s p ^ |a &¡,e <cf a
veces le v o y a e n se ñ a r a m ane) ^ e a si <¡ g [j3 1 s f,í
desde a llá y repetir si n en e u n as, - ^ 11lC t nqU |pe» ,„r
D e ese m o d o s o n a r á so la h asta el ci.u ¿ ^
d e d eb e llegar, a q u e l d e q u ien b, h ^ ^ ¿
m u erto : p o rq u e la s g u ,carraS ” )ta r e d o l í 3 fjc f f
re c o rrie n d o el m u n d o en su a l,tu) [to ¡fl: ¿ ey ,
jo te s d e d o s, c o m o q u e «-•> h e^ lía f l o ^
c o m o la s o tra s. Y « . u e l l ^ s e ^ ^ ^ ^ >r p
a tra p a rn o s c o n s u 0 .0 1, , a dentr<» P ta " cla
día se le v a n ta rá la ta p a d esd e
m iró a su vecin a m ás. p r o » « * fa
alg ú n fu tu r o c o m ú n le.
Doce
D< u n a m u e r t e e n u n b o s q u e
R°zán d o las d e c a b o a
Sé <H * va a im l “ * “ *£* d e M ichael B o n , t e l o
ds’ Us eata>3tlm° « S u s to v asni-ad ^ í 7 C‘ am ' §° Palad ean d °
'"« u to * ‘¡'•■umhas v Cie'ido n I°M ° 8 5ÍBloS “ .'ueléticos
i
142
^ • S í í a í s í g w a t
^ ^ í g 'l 'i e d o n ] . .
anie1’ s‘n vea con disgu<to
" q “ e B su P ropio hito c o V u
L
144
ABICAIL
Pero a to d a s ésas C lotilde y D aniel, es c a. j0Ven ^.¡a, ?
que son herm an o s, se en cu e n tran en el salón? ^ co ^ 5a
fiesta ab o rrecer a cierto B arón fortunas
c a z a ¿e
Daniel en tra así de lleno en la vieja contie:n ¡í0 teV' piece
p ad rin o ju n to con el dinero, d ejan d o al pan»eí ^ fl0
espaldas en el suelo. Y será de ese m o d o co . j q pof ag¡^
a repetir los duelos del C o n d e, p ero, a c °J¡ A,«» q rif*
sin antes en fren tarse a C lotilde esa rT^®iri^v nrarro n £1 j est>? a
dece h ab er salid o en su defensa a n te las do *1 j
rón. A unque lo m ás im p o rta n te sea el m * s trarido ^ S ^ |
a consum irse P ed ro d e L o stan , q uien a r -¿o
juego a su m ujer, la M arq u esa del Radl<j ¡rÍ£íe una cf 0¿c¡
nes, la lleva a su casa, y allí, com o quien qUe n
corazón, le tra n sm ite la cru d a verd ad , ju c *0
entre los h erm a n o s D aniel y C lotilde, P ¿
satánica del C o n d e... sP ^f
J
145
Acudo cosas
N tV s° ** a u n a d o i r Ct° 3 s u ,atUendo' Y ¿1 no sabe por qué
cierta* j do Que acaba d e n e d ? ^ ^ ^ Lecbo üun m as paré rica,
bras í** 0 COn él sí vam os ser bien vestido nos lleva en
^ o r S ° ysu ^ h a c h r s o ^ d o ^ 0 ^ ^ casam ie,|ro de som*
ntrado ^ ^ te c a d a í t e, " Sümb? s/ ™ ^ que se h a n
Abigail SCra ldivoSÜ p ad ri,«>-
5
"■y
V5 5 ^
S
5 ^ ^
1" con'su“
3
£ r de
^ 1 ,^ n tie 0 r t0 n ces dof,a
llamada Blanca
S t nuad' P ? ° a lÍ<‘'’e n i ? d o f eS' ha diehq„UaUa ^C“enta
146
Abigail
A6lGAlL [anca
^ a d í r í 0 ’ quien conoce al Conserje de policía,
Con I* rnorrOi y además ha visto pasar J ^ ej
ya la C « a Blanca no es buena
bddoc y mC ün Polinche, es decir en el calo esp^ ^ ^
i ^ r . 0 rf 0 . ^ r. S ’„yí i aro da cuanta E
debe vcu que a^ [ W enterrado algún Pájf r?.. rtad sin abrir
^ P uenT mucb° ! Pero que él podría darle la una salida
J c r e t a ^ COn lo permite entender q u e ^ a secreta
da a Utl- ^ retira. Pero Leandro sabe que P ^ doctor
SatnUei t m 'Qa ^ está en el campo. Y S¿| i0 conoce- “PueS
uel Fuentes, más a su favoq ya q * « lo c -
L
m
\
151
L
Trece
De
anco cartas en tiem po de Eclesiastés
*fgo
% > qne
que mP J L íuecirie
ec(rle ahora p o r si no neg— c]}3n
el rítulo U S5 ra' pieza literaria del día sig^ie y lito 3
os Pobres de un CabaI]o de T tI° ¿^ ° nrefr¡e[1í
Ia escalera din * men°s al de los ojos azules que P ¿roM
f a hacerse ;la m üerte de un Mn d é «J¡!
e algo deslea I v a 5 Vltafles sufrim iento, aquel _yívi^ 3
^ ^ t r a s Jos nrr teíUa ^ alm a Uena de laS image>, deSp1
al ^lamerse m rS ,Staban en b abia. Pero bien se ^ ¿0
Secé a leer t T l ° S biSot« Z atico am arillosos, cita ^
^ exi el mejor h T ’ que to d o había íunCiO uJn ¿0 ¿ en
padte con aquei ^ 0s en¡gmas; o m e estaba rob |etfa.
Ct tla Sobre sus r traiP b? 1:e que yo repetí al p ‘e oílríiíg° E
u hitnro qUe USfílj nvi5 P oneis Para p ro b ar suerte
a b a desde su n ^ n o lb a m o s a c o m p a r tid P y afl
d.^.rouriendo com ° una flecha cosn 13 ^
¿O U v a, dudas m e corroen aún, d o » a l £
Prim‘j rtne C°H la <¡p/ 3 sacado f[lo, co n traíd o y P, y/ 0 ,
¡ 5 3 ? ° “ W c J f ? 0sc^ - Porque los o p r f > $ / * i
d iM i ■p 0 robra í ei^do aú n > P“ » el m u n d ° * d í ^ &
Justicia Para gFacia de unos em boscados 4
e,[os cuando sólo los arrojan a
157
* V n° “ hí™ m an° / e l í S
'-Fl0r- e la vuelta redonda de todas las había -c0'
* 0 « mS0^ 1,05* sálgame Dios, en muestra cas dga.
os las lavadoras- y mi tía abuela hacía co
Fara el 1
158
«CannMc’ P ^ n c ia.»
'‘Dipsaco^ten de arnori>
“Gardenia. ncS° ans‘as de usted.»
“Grosella ad ? ? 0 en seCrero.»
^ ¡ ¿ 7 k » besos.»
^ d* ^ o r . »
“bis roj0 á » r.„Str0s ° i° s me atorm entan.»
“hila blanca n nsumo de am or por usted.»
de
' t ó “ ío p o b r e ' *
^ ocal.» *> *
13 ** V. VDt, Seh.^
15?
íf cer ramos, pero sólo Dios diría cóm o sus padres !e iban a poner
«e nombre antes de saber nada de usted, y el nombre le viene
Pa£s como un traje a la m edida.
i a S t esmba ag arrad a p o r la fatiga a causa de lo que mantenía
desni ° ,urUo COn la linfa estancada, «hemitórax derec o
Jlazam iento m ediastinal c o la tera l,, y aquello era lo anticurs ,
S se n d l l ^ e n t e horrendo, pero agregó igualmente algu-
■Sniricados m ás al recordar la ñor anterior a la rosa:
I
Iél
i
163
^ ■ R b e riad í:
Vir“ "'0"“ 3’ y hablando de gloriosos espectros, anoche mismo
Ver »a Vls^ arrne el muchacho que me mostró el mar por
cqntó í^1Je babía m uerto, tan adolescente aún, de pulmonía,
dj- 0 5 años transcurridos porque eso trae mala suerte, P ^
tqVn i ^ j e me m03tró el mar, y que frente a aquello tan jnme
en u ^ da idea de darme un beso con una goma de moco
la u, riz’ agarró mi nueva pierna azul y empezó a nrone
esPütnaa Igualm ente d esco n o cid a com o la que lanza
•íecir a*lí cerca. En algún punto de este mar’ 5 0 Que
fto está desembocar una corriente que yo conozco- Pi
derw.1, en ciudad, pero que si siguiéramos caminan
UI1« d a n t o s días d sus noches quizás « .c o lá s e m o s
víaie
jes afüesta
¡ ? ° ciudad
^ j T adonde
Í 2 delyoboSqlle’
llegaba cada principio de & (
n os zapatos llenos de barro, quedando luego a dor|? rtente,
gratuito en el altillo de una panadería. De P £jl
, J? 0 de 0 5 besos se había pasado a unas insólitas ^ cci_arecía
l . e)d^ s_s caí en la cuenta de algo inesperado: el chico P ^
v a/fr ^f1UÍ cierto brote turgente en la parte media de: qüC
? j- era un fcuómeno con el que yo no c o n t a b a - ^ .üatl,
r^nr|C' ,amos en fa altura, y que mi huerto cerrado, sin
j,? 1 3 entrada vulnerable, porque me estuve unos en1. _ ^ría
la J - ^UCO sa’ más bien con ganas de saber al d n . l
posición entre el hombre y la mujer, ya que todas L:¿n iUe
j u p se referían a animales Pero d m uchacho, que la
3subiry M a r de los tranvías en m archa, ^
j> 1 a de besarme en plena boca y entonces el gu / j^ce
°qu[llo nte repugnó hasta la náusea. N o sabia ya joS ié*
P sr! .qu,irarmelo, de m odo que m irando hacia el suelo v ^
d?r?t,aíi°S 7 enronces’ rom o yo era de las tragahbros
os rojos que me quedó desde ese m om ento abue ’
a o d é a 'T 8 C^ a y c e Ja com o otra había a m a r g a d o a
* os conocimientos m ás frescos p ara retirar
saber í " ^ e COmo el conej° que despierta esa q
« ¿ c u l J ? ? SU ^ t u r a - , ia te** - enÉanCe^ i e t f 1 ¿e
va_ debido a la contracción de la m usculatura p
vasos linfáticos,..».
165
que nos ocupa, los Reyes debían ser elegidos libremente por el
pueblo. Recaredo no había llenado semejante requisito cons
titucional; había subido al t r ono aso ciad o p o r su padre
Leovigildo, rey despótico, cruel y avaricioso. Además, Recaredo
no contaba con grandes simpatías entre los godos, y se halla-
r ' , ' " 0 exPu<f ° como rey ilegal a un probable destro-
el anovó deQ|o!r' a , hmOSO rey visiSod° atraerse a toda costa
el apoyo de los católicos para que ellos a su vez agradecidos,
& = í¡a s ¿ i^ S S s s
q u e n o p o d i ^ c o r r ^ L n í ° S ! ' a b ía id o c ® * > r a n d o t a l veIo/ ‘^
^ t á e n la lectu ra v d o z l r ‘ ' ° J 8* 1* P e r d ó n a l a , F r a y G a llo ,
s e ve q u e ha sa lte a d o lín e a S0C,edad d e c o n s u m o , y a d e m a s bi
a b a ¡o y d e a h í a o t r a n á o I¡ aSÓ d e ^ s i a d o p r o n t o d e a r r ib a
es° , lo o m itid o . e Io r á p id o p u e d e ir s e ta m b ié n
n o s -c o m e n tó a l fh T h o c » !° SCL y m e ,o r d e ja r l o p a r a tu s C u a d e r
c u a n d o s e h a b la t ^ ^ * " é" ^ a ¡n ,^ f del
c e l o c o m o un ra y o en e l . n v e is « °n u n o c r e e e n a l g o c a íd o
tam b ién s e c o m n a a ,8 u ic n .
q u e d e jó a h í l a ^ la c a m e , i a e s i6 u a ' *
d e s e n m a s c a ra d o Va? a m á s V * c u a l q u i e r ¡ U « r e £
i
169
en r e s q u e b r a ja m ie n t o ó s e o , y e l e sq u e le to d esn u d o , sin m a s a n
sias d e P o d e r, s in m á s m ila g r o s d e c o n v e rsió n , q u ed o p a ra d o allí
c o m o u n c e n t in e la e n s u p u e s to c u a n d o s e d escu bre una fo rtaleza
O rn a d a h a c e m il a ñ o s y e l h o m b re h a b ía s id o d e ja d o en p ie p o r
Una h u m o r a d a d e l e n e m ig o . E l Q u ilo t ó r a x p ro f.n o .u n .g r it o >
e n to n c e s R e c a r e d o s e r e a b s o r b ió e n el a ire sin q u e » a d íe legase a
' " ¡ e r a r s e d e n a d a . U n o p o d ía m o r ir a llí y el m o n stru o Ile v a r la s
' " ' P a s , s ie n d o , a l f in a l d e c u e n ta s , u n a b u en a b e sn a q u e sa b ,a
A perar.
y h o la , I-Ia n s , n o s h a n d e ja d o s o lo s a h o r a , y y o *
^ m d o t a m b ié n t ú , f a l t a b a s en m is h isto ria s de viu dez r _ ^ ^
en la s d e lir a n t e s c a r t a s e n tie m p o d e E c l e s i a s » ^ perQ (o
c j / y r ,e m P ° d e h a b la r , tie m p o d e a m a r y a e m p ^ h abcrte
to e s q u e n u n c a s u p e s i h a b r ía s m u e rto ^ Señori-
^ o c i d o v e n d ie n d o g o lo s in a s e n la
.. ’ o s e a , a n o s d e s p u é s , a l q u e r e r y o m ata c a p ín ilo que
a n d o la c a s a e n q u e v i v ía s c o n e lla . P e ro e s ^ )a m ism a
.i
170
i
1,cgar el féretro a em pujones hasta el zaguán abiert° por primera
vcf desde la m uerte de Abigail, ya que Epifanía acosmmbraba^a
Sa t de tanto en tanto en su cabriole toda vestida e : ^
¡¡»o Por el portal del fondo, el cajón quedo en el suelo y y
J u*>o forma de izarlo en dirección a la carfoza' '= reaba’n los
J o m a del qué frío del palurdo, a! que ya le vastan ^
J lef)tes, los otros dos hom bres se pusieron a ‘-'onvers^ estaban
fn? a ,Un a rco de hierro que coronaba la puerta y <J colores
fiados los pétalos de m edia margarita con sus udno
por las pedreas. A continuación el Ad— do U* ^
S L ? su casa <1 ^ estaba allí cerca y viendo la
puJ Craf y una gruesa cuerda. A todas esas lo p ^ ^ cata_
. erta franca, habían salido como presidiarios g .¡a de sU
P,ero no a la libertad recuperada sino a ermjnaron
fo o detenida ,a acera- H asta que l0!, nnr 5 margaritó",
d que se habían propuesto, pasar la cuerda p ^ ^ féreiro.
V *¡n extrem° libre para la maniobra y o * altura de la
carr *’ Vaniando el bulto en los aires, lo situar • negras,
hah?23-j UC’ con ,os caba,,os empenachados y g ^ empujón
c0 * S,do estacionada de culata. Luego, me do se dice
¡mado
pL, ra!? ypelo rárbol
c ic r t o &r i t o c o n ' u n t o .Pj reCl d e b ía ha c e r ,0 ’ co m "
cae, Epifanía entro donde . a un ,nar
dCS(amcn,e dócil a aquel destino de paquebote
°nocido que ella estaba protagonizando. .Qr \\ (este
Sudo r m r an ° S ‘>ucdaron rodean-d 0 1 aíw . el zonzo insistiendo
en u e ba em papado ya dos pañuelos) > rcba r u m b o al
c e ' 0 suyo, y cuando la carroza iba a ponerse e n m m c l^
^udr j 1 0 los Pcrros estaban ya organizados ronos,
pref„ s de estupor y otros ensayando ladrid ^ coChero dio
,atÍR0rentemente ,os agudos y plañideros. Lnto sa|ieron los
C,°mo Cl enlierro cra rápid° V T d í r á s de la mujer ^
’■
‘Itini Caña y Fiorclla a toda carrera ferrocarril-
eCa J m° rada venía a quedar pasando las vi c ó m 0 co
rría,, de no olvidar el ver cómo corrían 1 ° « del curioseo,
cómn ?asas >' sus gcntes Paradas en [°u U l el'carro cargado a
Se iba para atrás mientras ellas y e ' C
^ fia, elementa
y sa,?a CmpuÍaban bac¡a adelante. Por supuesto K y por
a,,a ^ a l el propio nom bre endilgado, no lo rep
176
^ S u M a je s ta d .
^ t o r i a d ! T T áe U adrid‘
? o b re-
U Cn« M Ked*,tor
179
Juramentos de Amor.
Eos Manuscritos de tíña Madre {2 tomos).
Suplicio de una Madre.
, cwre de Aldea. ■ a i j._ a
Caridad Cristiana. (Segunda Parte de El cura e >
^m os).
y¡Hechicera del M onte Melton.
y Médico de tas Locas.
P, d e S a lu d d e A u te u il.
1acre N úm ero Trece.
Mana,
de Epistolario Amoroso.
£ • £ * * ^ " í a Rea. ^
^cetario del doctor Salvador MartdouU,
Ehu ^ aum entado. de 18 3 9 a
u ! f e° de ^ am¿üa o Revista Universal, 5 to
Lac r y encüadem ados en pasta e s p a ñ o l a . w Perla,
j^ " ^ ef d e la granja o Lecciones del padre.
i
ISO
L
184
V
186
" íY él entendió?
187
pulmones los que arrojaba allí en los accesos d e tos, siempre bajo
el secreto nocturno de los árboles o el griterío histérico del a
necer cuando éste lanzaba sus pájaros a los cu atro vientos. <1
se hizo con las eternas canas de Epifanía a su Leandro, y "
«■mires ya más, hijo, con lo de esas c a n a s, ella las veía salir > ^
« a lo que importaba a su insania. Pero o tro que y°, con0L de-
nds t j ' qulcra dc cso’ él m i s m 0 las iba acum ulando en 1
pos tos de su tristeza. Y basta va, vas a m atarm e con tus „
ches n, e„ |as novelas que me lee la niña h u b o tanta cruel.
w é has" ;i ' gUe hablando y yo "tu ero , y así te quedas ™ *
que has venido a hacer, pobre mi hijo Escolástico, Dios lo
no estíivl« P° rque hasta allí hubieras ido p o r su sangre
r n. CSC y? c°nfundida con la d c los ángeles. .^cof1
alarea? Señora n o falleció d e eso <fuc iba" 3 Aito a lfin
lloradora ,P lCaJVlviría hasta que el Señor quisiera -d 'l
a serenada por la tregua d e sus deducciones. q“e
Camahein ' m urió una noche d e viento "°. * „ P ^
guntar- -Y ° .° Po r l° s recuerdos del bosque, e¡¡ un
pieza anarrr*P° r qUe y° cnviado ada y n o p u esto a< nSoS-
Abigail aue ’ 3UnqUe ÍUCSC al fondo dcl )ard ín d °
clU e l e c o s t a r / | San- j 8 U a p r ir n e r ° y l u e g o d ic e e s t o ‘ ,-s c 0 | á s ^
pues si é l n o e s ? 1 P a r a q u c n o c o n r a S ia r a S a
do> podías 3 m uerto Para m í, si los d o ®scg .¡ra, h0>¡
uUurí,OSesPqosanmni,nr,e ^ m al’ hij° d d
h a b rá s s id o s « m ? tC CS0S c o , m i l l o s y e s a P * J \
Váa Y
ín W °
yo en una ma|a í ¿° ? ,smo’ algo que P^ ° 1 Y
Va°ipiro se le f ? 0 torm enta c o m o esta. . ¿po
qui2á no sieuil r0,m i,l° luc8 ° d ^ ranra correCJfva P¿se>
pr°metid0 a| m ? " Ep,íanía <iue estab a en la res no c /
?* e| Admin¡Lade’ P,°rque o tro P e o n a j e que u ^ In
du,rante |a agonfa ? F C° n quien A bigail SC C° - do *
0n y allí mkm ’ ° descubrió fresco y bien ve* 51 « .•>
i
189
D e l to d o y d e la n a d a
S
quefenf el
l sm ? a1hacerél“ lasvdescripcionesunde los^ p£c ^ b*r a30^
cotejaban
Elores qued "11 ° s*do, oh m anes de Fray buis-^ ^
«tirada, y iue^ ndo !a espalda del h o m b re n ^ 1* c0saS c%
do ^ v ie r o n v a fotografiable dejada p o t 0 cü* je
h* el agua de 1 lna a hacerse n ad a tan sim p
doña Arístn^f- 3 ^rUta>. n ‘ el m edium nism o, ni & v0 cad0 ^ (no
alguna eti a a n T * 0 1 d ’abón de descarga habían pf o j afio ^ 0
d^PtejuiciaS m°nstruo de Loch Nees, tan lef L ed ^ c ,ñlr
P0 sibiHdad _ nieníe « a l adentro suyo. Sólo parecía Jas :as
Ms del compleja intentar el juego al ^
6 11 busca de' n n T ^ ckpsídra, o recurrir a las ^ ^ ,, 0^
á b re la alfomh? °lvjdados. O decidir que 5 1 narCofí¿{
ttus, pero 1 también la alfom bra puede cam ¡ji
pie g históricas ^ 35 d d tiemP°> donde reaPareC
e sta b a e sp e rá n d o lo s b a jo e l s e v e r o r e t r a t o e n ó v a l o d e la
d o r a d el C o le g io . Y d e a l l í s a li e r o n ju s t a m e n t e c u a n d o H an 5 ^
b ia s u b id o la e s c a le r a d e m á r m o l c o n s u c a n a s t a a l c u e l -
q u e o c u r r ía , p u e s la s e c r e t a h o r a d e L u d w i g e s t a b a p a * f¡.
ro n ces e n tró e l b e d e l lla m a d o p o r u n t i m b r e , l u e g o s a l.o >'
bl° a 8 ° c " P iz a rr ó n d e l a g a l e r í a c o n s u a f i n a d a l e t r a i1 g
era e l n o m b re a m p u lo s o d e l a c o n t e n d o r a d e S e m b r a n d u„
ro c ia d o c o n a g u a b a u t is m a l d e l a b u e n a , d e s d e lu e g o . Pr* gp.
I u n t o ° a f n " eí a l’ d(; s p u é s >' r á p i d a m e n t e l a o p e r a c i o n r c ^
e a d o » qUí ,n° m b r e ’ > 'e n ,r c p a r é n t e s i s , u n g r a n \l)Oi ya
Sn2n C a lld a d d c ri't u i o h o n o r í f i c o f u e e l p r i m e r c,esVdoS,un
D? Ua,c l° n v in ie r o n la s c o s a s s a n g r i e n t a s : O b j e t o s pero -r.
m ol er" dC la^ a b o vieÍ ° - ¡ Y v i v a l a b e c a W a t e r C ^ \ ^ {oÓ0
a q u e llo X 3 3 m a r m o ,in a ir á s . F i o r c l l a s e a b a l a n z o a b ^ „y
b ro te m ? n lTla n o - ¿ Q u é e s t á s h a c i e n d o , d i j o u n a ¡ end o ¡,; T
c o n ¿ . ™ bMr 0 n la l5“ 3 y ™ a p r o t e s t a r ? N o lo « « • £ , *
do V ie jo d e i fe r r o c a r r il q u e r e s u g
saber; le d ijo c o n a m a r g u r a , s i s ó lo a l g u n o s p o d r á n e s p e ta r
de lo s d em á s o to d o s t e n d r á n d e r e c h o a lo m is m o . E s o ° ■
grandes tip o s h u m a n o s q u e a n d a n p o r a h í, m u r m u r ó e vúz
en dirección h a cia las e s t a n te r ía s . Y d e v u e lt a a s u h e r m .
norm al; P ero n o te e x tra ñ e q u e a l g u n o s h o m b r e s d e l m a n a n
p o , en vez d e re c tific a r lo s e r r o r e s d e D a r w i n lo t o m e n con ,tL cet?
do p a ra a v a s a lla r a lo s d é b ile s . ; Y e n t o n c e s q u é t e n g o q ? ■ &
Em pezar p o r la e x ig e n c ia d e a b a j o a a r r i b a , e s o e s u n P ^ p ieío>
igra ad h u m a n a c u a n d o a m e r it a r n o d io r e s u lt a d o , d i)0 ¿jetó
uno e intención d e c la m a t o r ia . Y m ie n t r a s b u s c a b a P f J\ V ¡
ne, a aire 0011 O*o r 1 a m a r ille c e s d e la s a la ; Y o , f u la n a algiú^1
r r , ? Í P K Seriro y d is ° ( - ) ■ Y a q u e l l o s e d ir ig ía a J o a « * ^
p o r e n c im a d e la m u je r f a c t ó t u m d e l C o le g í
P cia C0[no re le g a d a a u n p la n o d e o b e d ie n c ia .
y - ^
m e n o ^ k den?0rb e* artefacto en esta 11 ai, y Que c° ° ih a s d ec0!!Í
petenci b * aS*Una iustítución consagrada tal las Pr " * aeSl)io!
t a i í n d o l a s Su p r i m ¡r v s y s a s a b e r s e p o r
ruados d ¡?*i UnCole6K> de Señoriras donde camp ¡¿ p*>
^ al ti \ " * d o r > - - Ella era dnlce e o m o ^ , *£
bo[a b a el n b ra v a c o m o la s a b e ja s e n * 1 ? g\
P ° q ue u p a p e ,^a r e s o lu c ió n a b o l i c i o n i s t a d e a cqí0o
estuviera ° n c ^s ^ n g r a c i o s a d e u n a s e g u n d a b e i
-¿Y ñor - l ,a. bar,dera de la decencia, . , en(odaj, veZ
bo Dre&i u SÍdo’ en nom bre de qué cosa P y&
para cobrar^r* ^ desde la cima del af ° n[1 , s si'
"No sé J í ~i a r it 0 mientras la interrogada hablad • ¿jd
muladas- n -1*? ^ ntonces ella entrando tam bién c ^
^ - o X s u e l e s h a c ia
junto a l0s ^ e m o m a s in situ com o prueba- P ¿¡^
°Peración h a k ^ j 8’ ya ^ ue debía tener Jas m an° 1 ^ 5 4 ^
COtl toda su r J ^ fíado también sus cosas, y -Jo ^
tes de tibios t í * jacia arriija el cuaderno e*blbJ.ure. ¿jtfL
■ ^ modo a ma <?s en la biblioteca de El ^ ° ¿ e la
Verbal, a ’ ,m pezó 3 decir la m ujer al borde ^
1 mua recom endada hasta p o r N*
197
L
200
i
201
serlo todo. ¿Pero las del convento se conforman sólo con ha
blar?
Y EL CURA: -¿Y tú encontraste la mandragora?
ELLA: -N o era nuestro tema. .
Y EL CURA: -E s siem pre el mismo tema, a cada cua
mandragora. Pero un pueblo es también un pueblo.
Y ELLA; -C ó m o se puede llegar a odiarlos, el Recanat. de
^lacom o, la Florencia de Dante. Un día me .re de aquí y no
volveré jamás. . . hp
Y EL CURA: -E sas determinaciones adelantándose a los
v nS molestan a Dios, que es quien dispone.
ELlj\* _ . v . :
* EL CURA: -E ntonces Él puede manifestarse “s
,cto abandonado com o mis mariposas de co e . ¡
Porque si n o lo sabías, Dante siempresonocon^lorenc,a,
¿ 1 0 volvió fue por n o cumplir con un simpl 1
k
202
k
206
i
D IE C IS IE T E
h e m u T r , 0 COn la v i d a a n te s d e s e r V0 l ^ í m r d e la m ism a
m u jer, e n c a m b i o , a u n c o n p a 1 c o lo re a d a s,
e r a d « t i n t o . L o U e n a b a n im a g e 3Í
» " f i a n d o s u s r e t in a s s e h u b ie r a h a lla d o u n a m e z *
208
«í.hS?
El Vietó
U"idamps8ueo
mpulosa- Tendrían quizás u n
$
fU P V
ex h u m ¿ E ^ ° averíguarlo a cincuenta años d ^
empinar ■ momia para esclarecer su dinas
^ lado, y ustedes; ^ fg> h
? acas° me equivoco? El Viejo la ^
211
L
. . El y ue lo mató, ése sí que ya n o vuelve -vociferó como en ““
mitin olvidando las circunstancias, el sitio d o n d e estaba sen
-c i por qué no volvería ? ¡^ta-
dnc i °Slas.esmos dc entre las mismas filas mueren sicmpre ci
nos cíe algu,, modo, un día u o tro el hacha cae sobre sus peso»
mienrr u I110™ así’ ^ i é n sabe si primeramente P°¿ ^
presen?? I3 b Carrera desenfrenada cu an d o me vio d e ^
e por la calle como si mi cadáver se le cruzara de ^
hahía J* PT ° *a madeja com enzó a enredarse. Q ue * ¿fr
dcl átenrf? 3 -df 'as hucllas Ecológicas de Enrique, ^
la realidad ° -°ña a *)a al8 ° concreto y ya puesto en Pr,| bserVii['
lo aun d i ? 3 3 ? ? 8¡b,C a seSu‘r» era evidente y podía e f e * ,0s
Lampson ? í ° c ° i° de ,a to rm en ta de afu era y ™ j|oIó r ^
Perodni d cl,e botaban en el aire preso del ^ , | ejerO ^
homicida con°eí r ? ^ atentado>>' lucS ° csc enCUCniur°a la b e ^ ? ,'
-Cumr ' erto Permanecían en una penum bra reln
Schehera7 ? | C° ,no fue todo - d ') ° en to n ces-, en esta P fe,3[o _
de las M¡| v i! y m SC Sabe en qué form a el monStrp°ro lo cieí1J j
quesisr ¿ 2 *2 N °,chcs ha" form alizado el pacto. Pero % ^
co m o d a to a r y o m u e r o > lo ú n i c o s e g u r ° ^
fio e S to s 0 nfn° S Pocos versos de cierto P ° enia con; , irs u l ^ %o
,,cva >’a diez ? F| 3 gu,cn Para la n a rra d o ra de aq» ¡jen^dhí*
Si, y los so ltó con cierta v e r g ^ h * 1u"
oídu d e c ifrií
7 U° decir qM, U P
cierra H°esía
6 1 3 1fócü
3 0 , 1 en boca GC
cn Doca de la gentc,
& „ibiénL cco<»°
j,pt,r
desafío; «florn
«fío.,. Q. CzVen una
u,ia reunión cu lta, p ero ta > ^
ita. p«-*~ ** . -a ^
da>torcida tu n ir ^ tU CUerpo com o un pal° ’ 3zu
Cas’ tu pipi
Piel r ,„ „ fT *“2’’ tu
,u cabellera
caDellera com
co m o m acizo d— ', e cst-1'¡
e5ta sin
Samino, eu i ,t sca fue com o un albérchigo '’'Í_, c\ , e í ^ ' i¿
r nunca , f can'da <-)• Peto yo te co n tem p lo Sel*» „
Es,'a v « f,lc E|a "to se rom pa o s e deshaga »• „ d e n ^ isi *’
«l'dad. I, : .Vicl° quien n o entendió. Tales
» T S r z E S S
;Bba de relaté f 1“« e de alguien en sus p«>P ‘ u„a i “
,UVa y ¡oven al 1 P° r la ral Seheherazada reseca c o ^ ba < |a
nscct« moles ' mP ° cduid una po tran ca, él l a s e * g añO ' ¡£i ^
? noafi« y ¿ 3 & Había si un Pasadü m e m o rab k ^ ^ a c ^ t t -
,a Cacco,na de'|b' ^ y = echab a retoños cada vez v¡rable
cl neo, y eso acababa de suceder m*
213
L.
214
!S drieras d° ¡^veraaL
dÍSÍdente^ la F0RA”'
Entonces ■? C
se inicio lTf
una ^ < ei cafe,l3>
a S ltan ¿ a asencia> y P ° r la dudas T .ros... t * e ] p J r c
11 de ePte sonaron los primeros dlsP ,; vfeteniat“:afn
ae s* Kumbre de oro cómo funciono? M»
216
1
217
persistió hasta un * £ .
C y S iS C i S«r£S»‘ ‘p , S . f ‘ ; ;
4 2 ? t0das las hembras, por ser « f e . ^ ,as. * < * £ si
>r¡°nr' as a 'o Pérez Escrich: las * * * £ , « « V i g o r a
>, y , i a n o tendría ni un pelo, l a s ' ' jo ta s de ma uesa
cf e ° ,ro liPO intermedio d e ^ cuarta: Matq
0r«aban el m undo. Pero también
220
a llen ar e l m u n d o , y d e s d e lu e g o m i p a r r e d e é l q u e estaba
a lto . Y o te n ía a ú n e l a lm a o c u p a d a p o r u n 2 2 3 9 , lo s a r 0
c ierto p r a d o , lo s E s p a r t a c o s y s u s illa , c u a n d o l o s a l a r id o s sa
_____ J • •• / I _IU irriM-r°
e sto ú ltim o e ra a l re v é s , lo s v e r d a d e r o s c e r d o s a p e n a s si I j
g r ito s e ra n lo s d e e lla . ¿ Y q u e c ó m o l o h a b í a v i s t o todo-.
b a ja n d o y e n t r e a b r ie n d o la p u e r ta d e l in f e c t o c u a r t o . L a
ena e sta b a b o c a a r r i b a c o n u n o d e l o s h o m b r e s e n c im a , ' j 0|e
ja n d o s u s p ie r n a s a c a d a l a d o d e la c a m a y o t r o s d o s su| • sll
lo s b ra z o s . Y e l q u e s e m o v í a c o m o u n l o c o a l a p ,aS_ ^ V
c u e rp o a q u ie n e s t a b a d e b a j o s u y o , l a t e n ía a g a r r a d a p o r c ¿a
en to n ces y o , e n t r a n d o d e c u e r p o e n t e r o , t o m é una s il l a ) ^ ^ t-n
g o lp e a rla s o b r e e l l o m o r e s b a l a d iz o d e s u d o r e s . Y p a u e f 3 y#
acordarme de uno al que yo había llam ado el Tibenade, ój
L, r ° ’ y n° digo nada d c H a n s Porclue só,° me-,e me ^
!í!l j y tampoco hablaré de El H om bre pues con es e ^
a idea y |a contraidea dc todas las teorías, aunq
Gran o C° n mUÍCres’ no ^ t r a n en la Logia y
secrerr A****** PC’ r° V° SOy SC8ún dicc una eXcePCÍ° 11 V
f urC alg0' L
desde la P i h r , conversac<ones, principalmcntej> ^ co-
tono* i 3 Alcorán todo libro gordo tiene su • c|i.
vmnl SCmÍrSC » * * * * > , el cerdo bajó de encima de U * d'
L m n f ' a r ' COn ,a «as m anos llenas de +1
dirccciú t ° *os orros> viéndolo ya com o ^ hayu«1* i0)'
de lluviJ1’ SU,etaron y se lo llevaron a la letrina done ^
allí a ^ e cae sobre el amoníaco y dem ás in m u n d i^ n |in’P
a la míirKlr? n 3 reír micnrrí,s yo traía el agua del PnS j 0f
M ar haCha y reanimarla>pues se había desm ayad i z o *
colocar' 3,n ? 3 ?staba aHí com o tallad a en m arico« -
-Siprn CSIe cxrraño com entario. , s que ' \ 0. b
los c o m u n a !C COnfiere a la b b ¡do o tro s s i g n . f - c ^ ofár s d ^
acto sexnaf’ mer cs destruir el ob jeto p a ra m
Pobre ^ ' r aSres¡° " a Parenre p a ra la si
COn la boca ^ com o q uedó, n o co m p ren d o p o qi
P«lo as¡ a ? b,erta Para alim entarnos, al h.m cn f
'M os’irZ ,nt° Jm e|or sería q ue n o ^'Istiese. |a
todo comen" 5 e aq u í m añana luncs m ism ? h reve ' 3
"mentario ante la alarm an te cadena d e ^
223
^ V ' l ' Í C n c i o t e n g a n o v io .
Abicail
Y s e s a b e a h o r a c ó m o e l A lim a ñ e r o Ju liá n , a y u d a d o p o r
L e a n d ro q u e e s e l d u e ñ o d e l V e n to rr o d el C a n a l, efectúa la «com-
Pr a >- d e C h a m o r r o , u n o d e lo s c e la d o re s de la C a s a B lanca d o n
de tienen e n c e r r a d o a l v ie jo d o c t o r S am u e l e n m ed io d el caro-
P°< D e sd e lu e g o q u e h a v u n a c o n d ic ió n im p u esta p o r C h a m o rra
P i a r l e fu e g o a la C a s a B la n c a q u e a é l le m olesta p o r nizo
m u>' e s p e c ia le s , o s e a p o r q u e c a su a lm e n te la
" « c a lo s a s e s in o s , y C h a m o r r o y s u g e n te a lo s de ^
ley- Y e n to n c e s s e c o m p r e n d e a q u e lla co n d ició n p r e ' ■ •
taj c o m o lo s u b r a y o a q u í : - L a C a s a B la n c a es P « 1« “
P ^ iaro d e m a l a g ü e r o q u e le s a c e c h a , d i s p u e s t o a a p r ^ r l « ^
* * g a r r a s .,, d ic e J u l i á n a l d o c r o r M é n d e z e n M a d rid c u an d o lo
g 1 3 e n te r a r d e l p la n p a r a s a l v a r a l d o c to r
\-h a m o rro s e n e g a r a a c o l a b o r a r d e sp u é s d e haberl
* « ■ P a s o p o r la s c u e v a s d e lo s T o rile s , » : d ^ o n d n «
d e o p io p a r a m e z c la r a u n je rez, q u e día b uena
t e ° C n a r b o la d « P « * 5 a k a 3 ula T l a d d C o n d e de
|a r r|d y s e e n c a m in a s e c r e ta m e n te h a c ia I. e, in-
Co e d o n d e c o n v a le c e e l a m a d o D a n ie l. Y Sam u el, al
parr.P re n $Íb ,c o d i o d e s u p a d r e h a c ia c ierto |e d a a la jo ;
ven C(r c ° m p le t a m e n te in o fe n s iv o c o m o pe \ del p o rq ue
d e c " ! a ,a C S p Í n a * Y ^ u é i b a a s a b c r " O í a n l o q u e ¿ a b a n
V k J U¡ ' y m e n o s c u a n d o s u s o jo s n o 1- . ^ m alherido,
y d o , la d iv in a C lo t ild e e n s u p ieza d e lam en n in j idad de
ün a n 1 0 r d e la p a r e ja e s d e c la r a d o a l fin c o n h a b iracion
con T* (' u c « a b r i e r a e n u n b ú c a ro d en tro m efisr0feli-
c 0 r- ° r a v e n d a s e n s a n g r e n t a d a s . ^ a ro . p ern o d iálo g o se
^ a > e s c u c h a r tr a s la ^ r n o n o r l encendido,
un an8 a la s m a n o s ju n t o a l fu e g o d el *n í,e jo so n . Y el m uy
i
231
era algo no previsto. Pasaban por el aire con olor a cera una
a ltitu d de figurillas cósmicas que se encendían en la sombra y se
apagaban a la luz, nada por cierto terroríficas. Pero era de su
aiisterio que arrancaban los escalofríos. Ninguna capaz de decir
hacia ral lado, o permanece todavía aquí, o volverá, o no se
f bra Va nunca lo que ha sido de él, porque realmente no estamos
™ un punto del espacio sino en su infinito desplazareno y «1 «
P ^ n a comunicarse de un alma sola en ese convoy de “ " * 5
g * ' ’amos cautivos siempre viajando. Y ademas la » * * * “
nal T Uda >' cic8 a . ¿pero sería sorda? Y si no lo t o a , « o q u e
abras acercárseles sin ahondar la conciencia de esrar m
l * que tal vez n o lo han sabido ellos todavta por completo, v
bía l,t0\ y íusram ente cuando una de las ingrávidas ^
» ¿ e c h o sombra al pasar entre las velas, vteron a b r ír s e la p u ^
si» jCl/atro avanzaron hacia los otros cuatro, P* c0 ]0 quia-
f t * A lante y adoptaron una actitud de conferencstas colo,
rcnte a un público raleado por el mal n«"P °V hablar -<ü¡°
un0 t |° S tCnia amenazados de muerte si liegab n0
hay Í P * Tecer cl iu« improvisado tribunal- Pero an ^
• P elig ^ (|e m odo que hemos decidido de), r Sembran-
d° Florée , Prc8unlas apresuradas. Por un m ^ ^ reCUCrdo de
las ¡i,,,. v,° 'as sombras de los tipos en la par » > rranSformar
en bot, a,CÍOnes dc Doré q uc n 0 había alCaT vida v o l v i ó como
una re,,S e papel en una era mitologica de s » salido
con ^ 8 Urgitación del infierno desde donde ellos
Permiso provisorio. v in 0 a América de
chico o padres co n tin u ó un segundo- y cl>t,u ¡n;ldo a ser ma*
rin0 l an originarios dc Florencia. Hl f raba perolueg0*
Por nn Carrera allá en Buenos Aires donde se afi ¡de0 |ógicas, se
c,HiendreS,StÍr el régimen disciplinario, y por razón‘ la cerrada
° P o s S ’ « ó «a baja y fue a parar de obrero, ^ Buenos
A»res 10 il , *a Emilia. Esa gente tenia, cuan [o del aSun •
Por si^ df >919 , casi medio Barrio Norte. Y el me ^ poRA de| \
Congrí , saben>fue que las fogosas consig d¡ca| eran •
de 1905 realizado bajo el control < día ante la
lndignaci^Ula’ Los a n a r c o s i n d i c a l i s t a s del ’ ]0S s,n ‘¡ do
q^ 7 el ?adre- 0 sca nueS,r° " « c T s re X P°r yl mlL
de reforma en reforma como
k
232
por un momento que ella era la tortuga, pero cuyo alargado cue
lio hubiese llegado al borde del brocal. . do
-Cualquier cosa transparente, p o r q u e parecía d
V era también florentina Pero cuando le el había
d . |e r o n q u e
k
234
L
236
i
237
ancho y o s c u r o p a r a c r u z a r lo a n a d o V R u e l l o s indivi-
cias. N o p u d o p r e c is a r , p o r o t r a p a r te , si u ¡$ o v e n ía de
dúos h a b ía d ic h o q u e P e d r o C o s m e d e ‘ . i¡a ser de sus
F lo re n cia y m e d io B a r r io N o r t e d e B u e n o s ^ 5 P0 ^ d i e t a r i o
h 'io s, O s i m e d ia F lo r e n c ia le s p e r t e n e c e r ía } s a io m ónicaniente
del B a r r io N o r t e . D e m o d o q u e l o d e c id ió a p|0 rencia y
C e n t r a s c a ía n la s p r im e r a s p a la d a s d e tie rr • a ¡^ c d ic is
¡J^ d io B a r r i o N o r t e , q u é p o d ía im(P ° rta r/ . V . a b aio . Y que
hecha d e h u m o p o é t ic o d e s p u é s d e h a b e r c a | d e , uS secretos,
d esp u és d e t a n t o s a v a l a r e s y o te a m a r a y c u » a rro ja b a su
^ u z a d o d e l a s g r a n d e s u t o p ía s , p e n s ó a u i qu¿ m od elo
erro n , h o m b r e in f ie l, p e r o q u é Pa d r e ,C" b o rd a d a fan tasía. Adiós.
nico p a r a c r e a r m e c o n tu p r o p ia > d e .
L
240
una agencia de viajes aéreos, sólo que el vuelo era siempre abier
to,
w, no había preguntas so
uu nacía sobre
b re fechas
fe c h a s d e rreto
e t o rn
rno . ._ ja‘
Continuaba con los o íd o s e n u n a d ir e c c ió n y la s m iradas
otra, cuando de repente se a p a g ó la lu z a llá a r r i b a y los inieg j,e
tes de la pareja salieron. Y y a n o v io e lla n a d a m á s p o r esa "
sino los fogon azo s d e la m u je r a l a t r a v e s a r e l h a z lum I"
ro de la calle. L o s re sp la n d o re s d e su p e lo la c e g a r o n .g
enajenada de sí m ien tras la im a g e n d e c id ie r a p o s e e r la . I er
ese punto in a ya sin m a n d a n te e n b u s c a d e la s re v e la cio n e s. ^
quiza quedara a sa lv o en lo s m e a n d r o s d e su p e s q u isa - J *
de «.,* enl ? lJ,b ,° » debería p a g a r c u lp a s , sin d u d a h a b r ía ^
ran I P e? 8 m o s o q u e lo s b a r c o s a li a d o s o n e u t r a » fjCÍe
del TerrVlrt¿e . ° Cn presa d c la f lo t a s u b m a r in a o de [0do
en J r i Rf 'ch: una Pelirroja p u e d e h a c e r a b s o 'u ta m ^ * * *
el no rn ° regldo Po r *as señales dc lo s c o lo re s, c. e| »
quebraní10 ,n,terdicción P a ra q u e d e in m e d ia to a p a r |*
C o s Z ° r°8 s; Y cse color e ra to d o p o d e ro s o ,
so1el espíen?” ? Iaguna se secaba Po rq u e la rnu»er C ¡nundaCI° |
para c o m í ° r d? Su Pel° V había q u e esp erar o tra «m ^ *
arr°yo poPr r f • e' trago q i,e hacía h u ir a loS pn!;\ fond° ^
daba n S * al ,nfluÍ° del color tirad o al viento el »
Y aquella aSr C(i. Sm° rambién resquebrajado. ,,rCS fCíj¿
rió- Hasta oiic 2 3 d csd e , a c a s a d e P o m P a s ,-a c o la deC‘ jof
noche dc niebla en « ue ella
a n in ' 0 l a , q u e s e r a s i e m P r e a s í > q u e s e e m p r e n d a n ^ ^
i
242
3 4 2 1
F * d e s® ^
ln«/Jte n‘ímero convencional utilizado p ara cifrar y
tanH ?Pi 1 podrá cam biarse to d as las veces que la
la mw ° reíí.u^erant bastando una com unicación q , ¿^pa
cho a t 3 Cant.idai^‘ Debajo de cada u n a de las ^ ra^ m£ro c°í¡
vencin r^rL?midrse se coloca una de las cifras del
por ejemplo ^ ^ rep‘Te tan tas veces com o letras
v a p o r m o n t e v i d e o
^ 4 2 1 3 4 2 1 3 4 2 1 3 4 2
v a p o r m o n t e v i d e o
3 4 2 1 3 4 2 1 3 4 2 1 3 4 2
YD R P T P Q Ñ W I X J C I Q
y d r p t p q ñ w i x j g i Q , jj
d e sP « h o se h a r á la m is™ »
" ^ «id oU ,a debl¡°
«mas <»da
vKesd'como le[ras
'«ra renga
la aquel, ¿ r V"
¡
245
despacho recibido:
y d r p t p q ñ w i x j g i q
3 4 2 1 3 4 2 1 3 4 2 1 3 4 2
V A P O R M O N T E V I D E O
L
246
A qae uno le dirá todos los días hola qué ral creyéndolo nuevo,
^ rQ en realidad es la e n f e r m e d a d del vivir acumulando he
í 5 que se va internalizando. Mas yo, Hans, empezo enmnc«
2 ? * d«gm nar hacia adentro, y esto lo juro por Lud]Vlg' ^ 0
^ Se <)« me caerían tan bien servidas las n o u m se a lo sucki
conductos inverosímiles. Aplastar la cabeza de En q
£ ' a oyendo U Patética en tu cuarto . ^ um, 0 ^ üI ° uS p o r
k t^ ° Veman ias otras cosas que alguien habra i -s ei
C k en aquel teaíro del terror COn i ^ Y pntonces me
Pateca 1 ^Ig° te cuadrado>como simple uA er°c donde se esta
ble™Jí qüe provocar desequilibrios atmosférico , ^acer esCor.
’'udar COrr'enres de aire era una f ° rma ^ , nÉCtáCulo más
£ r r de manera molesta al que prolongaba el espectacui
^enta desde su palco celeste, el Ateo m^mónica
Cüand_ pns. habrá sentido vibrar algo en su re a ^ ^ pelo;
Vi a dijera una noche quitándose las h q ^ Sem-
brand J t^ himosa muchacha con el horri e ^, [ „j0pero
^ fa que « loCO en U pUe^ernmanm^ j
* de tanta bulla se ha vuelto comp pjjujas de
?.tv'*a ari.I2 í rdarf lo “T . habí í " ° .f ^ S .o m en aje y.5® ;
u hdo pi ro mientras H ans cifra el ulmn el otro alia®
J: dQn i s esrá imaginando al mítico LuV P ermánica m«!,
de*tle el nt0nio no encaja en su implantación g e[]a lo
m áJerdaderü nom bre en adelante- Lu * ^ InCa a quien
bridaba taf de aHuel superior jerárquico ficción p0*;11.
% delir,ltl iries periódicos a Berlín,■«^ aje. pero p«DCl'
deníra de la ne^ a tram a del e y * J g i t > qu
* la en « i fase de llena, cuando Y fije £
? tonces J!a ía ,se Pavonea desde un cielo j ^ ^ ñ o y tan re? ^
hN que d -c - 5 la empezara a tener un EUefl [ta con un aIia
hacer su Primera y H mrre t e * » * P° Z £
L ade Se ra’ ai parecer, una casa tipo y la lun3 ,^
^ ^ ° ; centraría la población e^ al pun*> * S
d ? se deten-e p,S[> a piso iluminándolos que ^ ^
jv. aUd0 „ en cada uno, que todo lo q . 0 0 s[blesa . j e la
E S ' < S ° <1« al llegar a su p ¡ » ^ 'X ^ T o S ■
5 V n o " ' f ó c u l o , pues ella esta1» “ ¿ g|0b» * »
k perspectiva externa- E
24«
levantarse,
.— siempre planeando,
■Ji^iiipic pianeanao, yy aesapaievi*
desaparecía ^de la* _vísu¡cíntüfl®
slpiina
alguna hiuTTA
nueva ;____ i j nocturna. Y to dio eso por
incursión AAf>>a
años,
e una perceptibilidad que term inó con la caída del P ^P j^spe:
u carta a Inca, desde luego que in terceptada, ilumino e
r Inca, decía, estamos frente al hecho consum a ■ ^
j ° í í™ meses (2 2 / 1 1 1 al 2 2 /VI. 4 4 ), en los cuales venúi a
e 4.000 palabras, el enem igo ha localizado, no Por
n^SerVaT^n’ S*no P °r medio 5 técnicos, dos de nuestr ^ fe
La carta era larga, desesperada, obsecuente y e ¿oíri'
^ an?a ba bienaventurado, y esto u n nofl1^
'a, la insidiosa luna estaba p ara él en el cielo y .g
a a?fe^te Secret0>pero no en los pisos de la to rre co ocUtíjí e
un mUlej >n?0 Etr3 nd0 le cada noche lo que acababa
u* mundo hecho pedazos. « fe* ??
v ^ caída de Luna, vio d u ran te un tiem p 0 p a í ^ L
finaIÍarC O in 0 /*otando en el vacío, Pero ellos ^ ? aSta sai? J
dedos n P°!i Pr*nc¡P¡°- Los esperó cierta noch . j e-
ííuehsh'^L ientra^ an Por separado, hizo lo q u v¡ejos(I\ eJa
S d S * hech° ’ rOC¡ar ¿ o l i n a la escalera d ^ *
ria.CaSa’ £nCender el ÍÓ£fo ro ’ ir a Utilí¿ar
i
Die c in u e v e
lo s c u a d e r n o s y s u s ú lt im a s d is p o s ic io n e s
I
V 1 SÓdlCO. 0 S£T
Panpí S^ ° d « i e n ° y e l S im ú n , ro m p e r ^ |a Amada
U
L a carta p a r a d e s t r u ir
J n Je jo s, y p o r q u é n o d e s d e e l lu g a r del g lo b o q u e busqué en el
“ a c c io n a r io e l i g i é n d o l o p o r la s o n o r i d a d d d ™ m b r e ’ la
te n a ic a , a u n q u e a a q u e l l a d e s o la d a c o m a rc a de A íric a no
se nadie.
L y e g o , c u a n d o m e d e s t in a r o n e n L a s Siete V e n t a n a s un cuar-
^ p a n m í, y m ie n t r a s o ía to s e r a E sco lá stico
pequeños pedazos tuyos que yo había largado a . lescen,
te recor^P°rierse durante mis primeros espasmos
d«r a^ ° era como entrar por la noche a un ta ^embros
(j¡s Uartl2 a5^ap y sorprenderlas buscando en entera pues
yo í ek-°S' únicam ente tú lograbas volver a la fo ^ ¿¿nde
tas h ^ esa Uriidad desde las siestas de 1los ganso _■ ^ se ^
taban3 2 0 5 Se red°ndeaban en hombro, d°n<^, Jef carmen, dón
de P a i ¡a ocultar algo de la n a t u r a l e z a cerrad & U[1
mu m lta b a s a s o n a r t e t a m b ié n p o r el la d o op u esto com
q u e e s c o n d ie s e ro s a s *
ba ¿n i|Ueg0 .a q u í} o s t r a c is m o v e rd e ! Ciertoi d ía , m c a r i l l a ,
Ule n , esp e ¡o d e l l a v a t o r i o c r e c e r m i b a rb a s e m cara y J3
mía nJ ec.1 0 v e rc e a s o m a r a llí fu g a z m e n te a l p u ]g v [sión »
cortó , a ra n a d h e rid a s c o m o p ara un s e c r e s¡ ql ]¡era en
íq uel’ c L 1 a r r o íé Ja ja r r a d e l a g u a c o n tra el ^ P . rse j a sustancia
ct)U U bo<í ue d e c r is t a l y p o r c e la n a Jo g ro q ^ q(je mi pad
^ í a b a , Ue r^ a P a r c c ía s , u n a v e z ju n to a l P e r o tra vez desn j
da tod a a b rig ° e a h d ia r i a tr a v e s ía del s a l v a d o de
^ cW i e n te r a ^ c u a d r o del Á n g e l de vienes h
ftaído 0 a la i n o c e n c i a , q u e la s e ñ o r a que q u
'C hÍ EstE « . a r t o p r e s i d i a r io e n * u ú n .c a « W .
257
V ' h dejado de
este miniJI:o crucial, p u e s ^ q u e ^ . ^ e|humo
^ d e l o ^ que has vuelto a la ™areri^ ¿ ü de
^ yo po ' Sa]ÍSte- Pero bien sé que luego de ta han
\u e*1UilílHerteneceré más a este desolado p a énrre mi P° ,
( j Ñ i Ú d J ° : m «U e fino era el cogollo de u , á ^Ivado d e m,
N i s £ 2 y SU alarSado exilio. Pero tú te
S > e Verigan Crf cldos de S01^ ’ 8 i ; > ; e ten
a t i n ^ a buscarme m añana en las cuellos.
nocl>e clavado en la sabrosa vena * s°s
1
258
<AU
Oe los cuadernos
III
fi! doctor Cóshno.
Retrospectiva descifrar
w * >** lap"
hada
o Caiv-L^ a especie de escritura alejando
latld° el tipo de letra: ^ dora-
A
261
t £ ° aparentem ente « W
Á
263
gro■muy
* p£l l£'j pre8untas
“ í ™ - ^no* podrían
= .. ^ ^
ser contesta . 5 is > s5
Á
269
i
270
S zar
«n S J lah Ef conmigo.
" y se rehízo- 10 im P ortante p ara ella estaba en
t ¿e V. vo11
íletnárl en ]QS textos origínales: V eflg^' ^
io s c u a d e r n o s
IV
Y a l E sp a rta co a lto
Para localizarlo: J u n t o al catnm ^^¡¡¡¡t
tr a n q u e r a . L a c a sa e s tá a u n a m e ! pe,
c a m p o y la g u a r d a n p e r r o s f e r o c e s ^ ^ ¡(£¿
qu ea r, p o r io t a n to , e s a e n tr a ’
in d ic a « S ó lo p a r a g a n a d e r o s
i g u a l m e n t e ta c a r t a , p u e d e lle g
p o r e rro r .
^ de a í 1 un™»
cu ad ' ° dicho
ban con kque y ñ0,
c * «abe,. n aí clon tal que enajena a cria j de reffa ^ Í3)
^ d i H dle cua‘ bay n 0 56
el mism o joven los reconozca, y
276
A ntes ¿ el í 3
1
279
ÁfirCAiL c(|
driif0^ tant0’ emPe^ó a sintetizar desde la c a ^ [0g a t í l
de ^ royat Pues el G eneral h ab ía descubie
ba , nL ,OS Clotiíde y D aniel, V ® la d esesp era ció n ^
lo \f *?n^e.s mas Que en llevar a su hija al ex tra
* decirle la verdad era im posible... ¿fJ *1
i
283
i
2S5
Á
2S7
B t o t a n e x t r a ñ o , q u e u u o s e v u e 1« ^ “^ « » ® ' “
de Sí, o sea el tiempo que habito e sepa ^
r t0llCes Pl. e s ta t lo . Y que n o bien se ^ ^ o s . U*1 r jaS
^ ^ r a s v T qUe pUede m oTk,C°? ?ue'escurren el bu »
qttiene, a voces, las caras de los qu Cian°stó’ ? p
n ts d « w tím id a m e n te m irá n d o le los
«o i a . C u a d e r n o s ,
L ta d ' ° ‘ 2 s L H u c s u d e ¡n re rp re c a rs , ^ r u c o ir ®1 . ^ ¡ j j i p i i®
* * 1? ^ C i COn de sus .cernios- P«° * » “ e(|ftero****
í r ó n jCa H ^ ^ i c i o d e l p e r ío d o c o lo r O b is p o
e Q ü i l o t ó r a x , ( N o r a d e V. v e n S c M
28 S
i
V e in t iu n o
Haría quizás años que ella había m u erto para los demas, y
ktal cubriría también su n om bre deján d o la sólo como
tradición oral, sin lápida siquiera, pues estan d o su cadáver ma ^
menos en pie no lo recibieron en ningún cem enterio. De m
que decidió aprovechar lo que le quedara, ojos, oídos y le11!g ’
no se diga boca para alim entarse porque lo v om itaba todo, _
as nociones de la cuarta dim ensión que eran echadas ] ^
mente desde el cerebro p o r la nariz al rom pérsele, a causa
tos, la calora craneana, .e pie
primero que vio a] entrar fue el ángel. Estaba s‘em^ rl nueña
en el mismo sitio donde lo había dejado: frente a una P*J
flirt na ^ °r. ^ quisiera reem prender el vueio. Posibilidad q
m w T COnsiderar inexistente, pues la ventana era de njeno ^
bieran ^flverSa^ura del arquetipo, y al salir p o r aquel lug & 13
transir las alas desm ontables, con lo que c o$z
así d a- 3 hecho un m ontón de yeso d o rad o , con su ^ 13
N ü l aíUf iaamiento <lue h a bía em pezado en las decisión^ gÉ,
el ser p, ^ el ia' ^m b ran d o Flores se le acercó, y hubiera ]u ^
1 , 0 Sin mover sus Purísimos labios ort ^
J a s o r a c io ^ lT ^ ^ i 3 hecatom be. Tiem po después ebm ‘ ¡v ^
S a n N i m I ' j C iSUS as S a n Jorge m a r t i r i z a d o e n e . Je s
f e » q » e e l r e c b o n o e s * !»
■ t e í EsP artaco- ese nom u en nombre- P0^ que ‘^ T a r
* SUe- Y o , L ib e r to . M a ld ito n y ^ ^
m osqueaban en los rema«s éh una ^ jj aSí
„ r L * ° m ás en los cartelones. de U * 3 Íriba í
292
X
¡“re* siempre que a lo mejor te habrías enriquecido
V^j6^05 ^P05 no te iban a afanar como a mí y a ^
4nUv j ,pués me enteré de la muerte de los Cosenza sin &
tw pJL°l campos y la isla porque las escrituras las ^
irreS?van°S y para ^ue todo pasara a sus bolsillos la aS y
■in iei ' sin Florencias, sin Barrios Nortes, sin -eí
L í ^ Y tu casa «I« Desembocadura no « « O f lk ,
S f e y
d" ? “ b«110 la "■ Y la gnita para «n to «
v habte
si h a s^ n i,^ CS la. p ac ió n de trem en tin a m ejor que i\o ^ ¿ o
^üe se t L ^ j o d i d a por eso que te pasó. El d o lo r aIi ,y l
otra Diem-,0™ j Cn Una Pierna era co m o si m e la a rr3 ° un
igual nnf, ataf,a a *a Pata de una cam a de fierro c pad 1 |
éramos Io /h 1 f r n o .ba bía ni L ibertos ni N a p o le ó n ^ aleí¡
Paleaque p * p ació n am arrados a u n p o ste com o q c0&
para calnín r° entre Stito y grito, b ro m u ro y b ro ept 3
es p o /b k ^ 0 0 1 1 1 1 1 1 1 0 ^S an re, yo em pecé a d a n "
uiio, Y enfr.J ^ ue Uno ^ vuelva loco si lo m eten en cUa ufa
Va Pude sa,¡rCl S? OCo a Pfco, n o sé cu án to tiem p o desp ’ £ j,a
^ ír e l0 5 ' r, . , ) 0 vigilancia a sen tarm e en u n banc n^ e ^
r°bóningún- l 5’ f^usé: M ejor m e llam o J u a n PereZ^ fácil f 3
ell°s, y pgr etencia. O el gaucho Pérez, eso e ra m &\\ ¡
f m a n s o ^ 1 ? üé b añ o > Pero n o d e a b o g o , un
f°udo. W ^ elo s se les ven las p iedras y j 0 ^ pad*
udrian que llamarse así, diferenciand
295
pata, que por allí cerca había un árbol que él m ism o había
tado y lo enterrara debajo. Y sucedió q u e u n a noche empezó
quejase del pecho. Yo prendí el candí) y lo vi levantándose como
podía. Sacó después su plata de o tro escondrijo, la dividió
mitades fue a mis hoyos y dijo: Ésta p ara Florencia y ésta Para
ri° Norte. ¿Y sabe dónde están? le pregunté. N o , m me
porta, el mundo jiede en cualquier lado. Y se m urió porque « 7
pn ^ lf y yo l' LimJ>^ con tío entregarlo. Y después dije: De a ^
f. e njte nada más que odio. P o r eso ¡a tran q u era no se a
I !e ^ deí° l°s perros sueltos, p o rq u e desde q u e me t ° , ej
Aerl-u tenS° casa, cam po y hacien d a, tam b ién m e cornP c 0
a 1111 büen « n d a d o . Así que p o r las dudas tú
a denen registrada en sus hocicos. Un día q .
lita dhn ° ?onse§Ul una cosa llam ada catalejo y eso
parar mí escopeta en cuanto alguien se acerca.
ixiente a l°s
Terminó de leer y volviendo a ,m^ r ej humano le ^ ^ ] s03
los5 ángeles, Sem brando Flores oyeiq Schccren To?0 . ^bía
lUe‘ yo me l|am o Victoria, Vict° riarn entreotras«bq su
¡acó
lC° ur¡a billetera y detrás del plástic , ¿e pie victo-
R etrato de una criatura sentada ^ uipido el nuf" ^ en d
la boca. Y en el banC0, A q u e l l o uTpadrí ^
a’ Todo a lo |a r g 0 del respaldo. Aq ^ wmdo un P
frontal de una casa, y h*bt*
tetones de eternidad, aunque Q Viendo ^ ¿e ^
r&e m odo que Von Scherrer, dijoia ^ e titUUr
f o , además de la carta y M . -
m ip re sa s, v ie ja s co m o e lista,q ^ ^ l o
Ur°Pocém rico de M i Artículo-
abuelo, que era ario p u r o y ^ ^ 50t
Pusieran este nom bre en p í e n * a|giín i0
^ a c a b a d o tan mal por de^ (oS secreto5 ^ ^ btís f ^ c0¡jXo
.á Y yo guardo unos docume f dlos ndo
J que ven W alkiria camisa Pa f a
l e sa Iva cuando alguien tira ^lVo s ^011
i s becho tú, si una vida o sos ^
J a l l o s documentos... stá en11* -yen^0
^ Q u é documentos ? , Luna quC ue f u ^ » paSaÍe'
"les por h°y> Pero la carCanlbres |oS L , el ro1 hoS vi*05’
í £ muy ^ “ n ‘1 S o V < r. ^
,s «n 1 aSi P0dría *nte 6 rai:. ^ ue quedafl
éSfl„ Laguna Estigia. Aunq _ _
s Pudren ]a tierra que
298
derritió cuando el
guardaban form ando montañas. Pero eso a decirte ahora,
incendio del bosque, y a los zorros viejos, J ffl0 un castigo
p u n a a H ° ’_ f “ biénporla
D e u n a m u je r v e r tic a l
a n ím ic o s , l o s b r o n c o s e c r e t o lm c o s , 1 _ ioS diuréncos,
*<« la síntesis proteínica, los P s ,c 0 , k Uis de buey pa«
ido tourocólico y las sales ferrosas c¡uda¿ ran erop
el todo, volaron cu;cn sabría adonde^ ^ **
Jada ya d e slogans, insultos y pro* onn¡ir h re d
ls<-‘ra pared dond e u n trasnochado P d¿ transfot ^
> estar h id ratan d o alguna porten ^ ^ te rn i^ P mor
undo reventándolo primero. ^ ?» el recuerdo o ^
* Je camas remanencias sin ^ ¿ ^ " f u e r o n
iai|do los nom bres artc-s signi- * d ba certas' ¡^nos,
>e vez en cuando caracteres ela* ^
gracias, libro ^
das, señora, o un liDro ve
De T^sis
* 0 ^ «>n sus
$uS
cóm o no lo nombro, ^ ^ Je la
d ya ve cómo |3 quii° cajcrdu-
° :a0er d«t-
>día ser la forma de ayunte n0 deb büe„a me
ros más delicados. Porque S' J "criminal con ^
a del Quilotórax como un él y l^ ^ e l^
hacia todo aquel ticmp< m}iriida) n eX<Ju
en la estrecha cama duran
>. Pero los libros y las flor dichOj* rio viOe¡¡ de
- el legendario m onstruo, ^ p 0 Scída- £ ba|cone s ¡ go,
en cada acceso de ros de p _ -l0S desd _ ^ 1 c11'
ho con riñas a calle abierta la c* a c0n cin ‘ a¿e-
as siempre en riesgo de ca . n¡stíls & . cl
también ochavas para Sa ^ llega pe i"-.. del
bispo, aquellos p r e s e n t e s ^ ^ ^ ^
“o pensar, y n o pensar e en
I eaía tam bién a cualquie
=CTOR MANDOim
Y todo esto, doctor M * ’ o ¡0, f 5
*> Porque sí, tie n e «■» del
u fiel libro sustraído el Oportu’’" vaW en a
t o a r el corazón ene un |a c . 3[ v , vi>' u3
* ? . 1 1 fin n o se p u d o » » " “ 2 * Y !? >
.de afuera, en a q u c lla esP ¡1 |iniín ' lC' 0 -.,di«,ie'
II solo la directa co rrf n“ na c o tr^ ’1’
ín c in rlp
corriendo algo de cierro color O bispo, y no p ara b o rrar sus
azules, sino como líquido d erram ad o . Y «Santa B árbara ben-
Jiira que en el cielo escás escrita con p alm as y ag u a ben d itas
najada del santoral y los altares, d o n d eq u iera que hayas ¡do a
d < * 0 decirte que (...).
Y NH'CHs
. a? irn3
r Tní domim0 5 al r&tiáo
a jugar un partido de í ^ ^ p u d o
y no sé bien hoy día co meniscos * *^
“Tuina com o siempre en sudo > o a la vi ¿At n*
secas, y mis com pañeros ya arte S ^ Y e s p ^ Y \
Preocupar p o r el judío, q f * £ £ 0 ! 1 * * S U ¡ (¿
;? ta de que he perdido 'I j* ^icer o » 1” « , & 16^
*as; Entonces, no sabiendo q los « 1 0 f ^
1(1 intuyo y no preguntes p ^ a jj o l, ^ - ¡ Y
« m anteniendo relaciones eso* ¡mplear ^ vi «
« hacia k iglesia y la vi « X ^ y * «c^ f > < ¡
“ «bajo. M e sentía solo, ca« tamP ^ d a s
Ste- En lo que me es
° r qué, suelen sucederme fc j¡£ c0n cl gfltiva- ^ a
tipo, de m odo que e r £ ^ y
de neutralizar alSunameten ^ ° i y W ^ i 1105
0 adornado p o r demás s s ó l o ^ ^ v í * 1 « en 1«
£ * 1« « , sus ¿,b r< * ^ j ^ o l
que aquello era como 0 bst3^*’bjcrt* 7
.^«osas piruetas casi siemP |,eza c« ese ifl
u« banco, todavía con , algO
3stUmL _f , _ T7i r-ura d ^ - 1
308
% \ d ° W° < W siempre a 1 « ^
^ l a n '^ ra id a en los hechos P °r ■"
que "adíe « c a p a .
310
■ i k r de algún modo.
j-so q u ie r e d e c i r q u e la lin fa e m p e z ó a o r e va a notar
fá je s e d e la c a m a e in t e n te c a m in a r h asta ^ ¿e ingravidez
, d is m in u c ió n d e la p e s a n te z inferior» im ¿m ám en te, sus
«n h a b e r c a m b i a d o d e p la n e t a E lla °b e d e c ^
P¡es d e s c a lz o s s o b r e la m a d e r a d el piso* n0 je p iso n e a ra
^ n i o e l b u e n b e b e d o r c u a n d o p a la d e a , q ^ ^ j^ b o que
oadie p o r q u é lo e s t a b a h a c ie n d o a s i, so q EOdo a lo 1**8
Ju it a r u n a t a b la y r e s u lt ó q u e e n su en ^ esto es j l 0^ ’
A h sk a . Y e s t o y p is a n d o a h o ra pm os c jeg0 de alia a ’
que im p o r t a r á n la s d is c u s io n e s ^ de los mUÍ° S * L a i í a
' 1Va A l a s k a ! E n t r e t a n t o s v iv a n y m c óm o me g - ,
i in d e p e n d ie n t e y a n á r q u ic o ¡V iv a ^ novela ^
^ a s í lo s C u a d e r n o s s i s u p ie r a escr ^ ^ ¿
S t-o in o s e d e b e r á h a c e r l o . O q ut to cai: el suelo» V ^
q Uel g i g a n t e q u e c o b r a b a fu e r z a s le v a n ta d o ^
> e o l o i d e f o S u d o d e H é r c u le s a p r e j ^
lo vayas tú a h o r a , c o n v e r s o d e! ^ ^ c r e ^ £ e repetir]0
e n tr e tus b r a z o s a !a c a m a , se q u f n ¡5 0 j0s y 0 y nada
de a ? 568’ ® 11 r e p e n t in a a l v e r el f u e g o clir3, es la v
^ s k a - A n t e o c u a n d o n o e s c o s a d e l o g ^ s; no g
HaH3 !4
^
la v e r d a d , lo ju r a r ía so b re b íe M ^ a ^ e te d o r
^ b r a n d o Flores s in o c o n e l 1 ta n V°c° ^ h a « ¿
qü m e h u b ie r a p u e s t o e l E s c u la p i ^ p u ls a r ! 0co ^ '
* m a rc h ó a sí c o m o a sí cuando ^ ca s3 tal c(*n
*fan a r®cíbirla allá, fue de los otros, dirá el g ran consejo inqum
doi; ¿qué hacer con ella ahora?, quizá se tra te de u n a espía,
monte la vigilancia hasta en su cu arto de b añ o . Y la conciencn\
apuros que no puede confesar su legítimo d erecho a la rnovi i
con todos los perros de] contraespionaje encim a.
-tQ u een qué campo, decías? , rtarect
o he dicho nada, sólo lo esraba p en san d o , usted p
tener antenas en las vértebras.
A d o n d e q u ie ra que las tenga, la palabra cam po m e h a c e p ^
« e n 1« tulipanes de Holanda, y ttLnWén en los girasoles. Y pono
á m en te en últ.mos: el girasol es un m on om an iaco
u adhesión a una verdad que es absoluta no h ab rá de ^
contini' ^ 0 1 0 sosf>echo.so se había in stau rad o en el aire CL,a^ qpe
[u n- 0 se8 uramente que ya para nadie: Pero a m í n ° _ p 0 f'
Que ln,e Cí£0' Me Sustan las películas del O este atTierjC^ efS3) í
sincera,lnetes saltan de la diligencia al cab a llo o vjc . n e de
udentm T SeJ ueSan huesos en una im posición que cárcd
del 3 na * ° as' ^as Carrerus de autom óviles, siem pre e 0 íCúríi^
que les adjudicaron a unas cuanras p o b r« **
Y no J defendeí la marca. Q e tn b ^
doFlnnao *1^ que v’ento había a m ain ad o c u a n d o vePta'
na espiándnfVi? 3 .Ver al mucbacho m inutos después P ° <eS
mados n., i^ cierta velera entre u n a d an za de pap
4 saha de una chimenea.
S«ÍTA b a r b a r a . tíi9 *
r e s t i t u ^ í SÍn d » Sama b árb ara, era un in fiern o , h a ^ fiíIr
P ^ ó a tepetiH0n° ' Pero füe desde ese n io m e n to q
inferiora experiencia ancestral de u tilizar n tfoP
e[ectus ThP ura e ret0rno a *a verticalidad del
a lugares HP í3 aquetlas Pequeñas aberturas d e la
Q ^lotórax dPT / ra fÍla del teatro de cerr° r f 3 a dvO¿ a C 1 *1 '
Santa Bárh» ^ ontev>deo. Y a q u í se c o rta la q ue
con rí ” ,t POrque C uade ^ o s sobre eso o tr o peío
agregar ni as ^ n a o el pulso m ás firm e los e s c ^ . .e
ese tollo d T ‘tar nada ta^ c° m o le gusta a C lio , jt3da 4
Va ya resulta nVsr? ° tam año en la m an o co n lo 0
0 I® historia de este m u n d o -
Ve in t it r é s
. ^ a s í f u e c ó m o S e m b r a n d o F lo r e s d e ^ ^ ^ j a b a n c o n tm
« s m i r a d a s d e c ie r t o s S e t e n t a V e c e s S ie te q u ^ ^ [[herm¿
elev a d o r m e c á n i c o a la r a s t r a . M e v u e *v ° . . e r o q u e c o n la
c° u d i c i o n a ! i |e s d i j o . Y e l lo s q u e e s t a b a b * es p a ^ ^
c ° n d i c i o n a l y t o d o s i d e a q u í s e s a le p o 0 b s e rv e a fu e ra .
^ a r o t r a v e z p o r m á s c o n d u c t a e je m p la r Q y a p e llid o s
lu a ju a - ju a , c o m o si la s tu m b a s c o n 1¡tfl0S d eja n la s
s o lid ific a d o s f u e r a n e s o s c a n t e r o s e n q u e ^ en fr ente trep o
G r a t u l a s d e l s o b r e d e la s s e m illa s . Y e n la direCCjó n a l Pu n "
le p e r m it ie r o n s u s h u e s o s a u n ni áq*?*
d e d o n d e h a b í a p a r t id o . E l reingreso s in p ^ cobró P ^ f ,
1 * d « t o r d in a r io , p u e s a l n o ser a d v e r a d . g e , la d ro n
* ° P c r ó f in a l m e n t e e n la A v e n id a V a " « m ucho m as
^ f e s o . E s c ia t o q u e c o n u n a P o b l^ d a rranseúnte^omo de
^ etlSa q u e la d e h o r a s a t r á s , y u n a n e e n c a ^ peqU en o s
^ e o n d e r a l g o e n l o s b o ls i llo s . A g l u t in j oS p a se a n te s
^ n t o s d e la g r a n m a s a a la q u e P f e ^ u ’ ta m b ié n e lla t o P
s in v e r l o s e s c a p a r a t e s , y e s o n
320
Do^ ° R N e s s i tQj
hubiera estann” 6' I^ h r a l de una tienda cerrada a ^ b<'fo lít£ 0
piso a fin de ^ aaos, quizás integrándom e aJ rn° ,e j
Slguieqte. pe f* ° Ser vista al barreq al lavar, al a n ^ ^ i s i ^
tt0 sólo para f i^ 0. no puede hacer de El H om b re
Cl° n , serem os siem pre el hom bre.
323
v is ib le s . Y e n t o n c e s fu e c u a n d o é l m e d e s c u b rió . ¿ Y q ué hace
a h í? Jpues n a d a . ¿ Y c ó m o n a d a , n o s a b e lo q u e h a su c e d id o . Y
s í q u e lo s é , y p o r e s o e s t o y a q u í m e d it a n d o , ; y u ste d . t i
h o m b r e t o c ó e l g a r r o t e c o lg a d o a la c in tu ra y d ijo : Y o h a g o o
q u e d e b o , d o y s i la c o s a e s d e d a r, c r u z o a lo s v ie jo s y a os
n iñ o s e n la s c a lle s p e lig r o s a s s in s e m á fo r o s , y a rre s to v a g o s st
e s o se p r e s e n t a ... Y o n o s o y u n a v a g a , d ije , y q u é e jítra n o m e
p a r e c ió lo d e l g é n e r o fe m e n in o d e la p a la b r a , d a b a m as i
v a g a n c ia la v a g a q u e e l v a g o , p a r e c ía q u e el s ig n o se'
n a s e e n p a n o r a m a s d ife r e n t e s d e l v a g a r. ¿ Y
a q u í? P u e s p ie n s o s o la m e n t e q u é se re m o s a l sa lir e p
n a , s i o t r a v e z r a íc e s d e m a n d r a g o r a o u n a n u e v a e sp re ,
e n to n c e s n e c e s a r ia m e n t e a c u á t ic a , p o r e je m p lo e
se e n c u e n t r a e n la s fu e n te s d e e sa p la z a ... Y q u e se y ^
p r e h is t o r ia s , s u s n e n ú fa r e s y e sa o t r a c o sa qu DareCe
J o , m e jo r la lle v o a s u d o m ic ilio , si e s q u e lo tien e,
ñ0 f i b e r q u e e s t á c o m o a g o n iz a n d o , ¡v a m o s , a r n . ¡n.
F u e e n t o n c e s c u a n d o , s im u ltá n e a m e n te a n a^va-
d en taba l e v a n t a r m e d e l u m b r a l, d i e n r e c o r d a r q ado]eS_
íle° i d a c r is is c o s m o g ó n i c a s e p u lta ju n to c o n en [a
^ n c i a c ie r t a m a d r u g a d a e n q u e a t r a v e s a r a u n ’ c o ltl0
^ e ' T o d o y la N a d a s e m e h a b ía n v e n i ^ ^ ^ incon-
H
° ^ s<h a m b r ie n t o s d e in t e r r o g a t o r io s . Y he q ro S (r0 i este sí
ib le n a d a d e o t r o r a r e t o r n a b a c o n u n n . a0 a q u e l
l ú e t e r r o r íf i c o , e l d e l e n c u e n t r o c o n el v a c io -0 ¿e Crea-
« j a f u e r a q u e p u d ie s e e s t a r h a b it a d o p o r u a b so lu to e
:i° n o u n e s q u e m a d e f u t u r o , s in o e l d e a » ema^
r e v e r s i b l e , Y d e s g r a c ia d a m e n t e p a r a n u « la m ^ ^ u t e y 3
í a ba d e esa n a d a » , L a m a Y o n d g en , n o e[1 e | ju e -
i a r a Ia m o lie n d a , e l g r a n o a ú n s in tr it u r a r q e s ¡n pre~
, V r e c o j a n , g r it é , le s a b a n d o n o t o “ ° , en n0 to d a la PaZ
•s d e n t e s , m is g r a n e r o s p o r u n p o c o e P ^ ve z se
le s q u it a r ía la o p o r t u n id a d d e a s u ,. m e tid o s, sin o
° m c i o n a r a e l f e r o z d e s a c u e r d o c o q u e se M i ^ la m ien-
f11 P e q u e ñ a p a z , la q u e c a b r ía e n e l p la t illo
0 ¡“ he, ™ la superficie de una N e K d,
, ya n o supe nada más de mi, o , 0 f a y de qu ,
odo, mire qué luear com ún, se repite como a
324
s a l i r Va p a r a cl u e la m a ld it a esC.UC f □ „ £ la p u e rta d e u n a
¿ ' * r a n q u e a r s e d e p a r e n p a r a l .g u a l q » “ p
'^ J i a c i a la f r a g u a . &\ so c a ire , sin despe
s a r ,í 0rn o e ra ? - s ig u ió p re g u n ta n d o co m
r espal da del suelo. , adel,tro de eso había
t a n t o ? Una cosa de m ujer y nada mas. P ¿ t ? ó ü t o S del afeo
s ó l o n U e e ° q u e u n d í a s e incendiaron ^ t a b a , y P°
corti rclue Pasara cerca. Es claro qu . jaba todo est0-
f]0r ” as en ías ventanas, hacía comida Y J ^ b a n como qu
das e t)üe se metía en el m oño del Pelo 9 y después Jim
* ent* las sábanas m ientras abría las p « m -s Y
328
I
¡yfédicis, producida
a m uerte de Sem brando Flores e ájen te automovi'
is ajenas al Q uilotórax, un inlCU° ? posesión de jos
'xceso de velocidad carretera, en «píritu rebelde
,si las novelas górícas que leía P01P' según e^f ’ . e
nuevas corrientes formales ya en > eí80na de las
ación, y las versiones orales en P y mejor qu
a se sabrá si fueron realidad o
* IT™
0 de lo an o tad o por Sem brandoFjjf ^ pído, 1 1 0
la al dictado o recreando de me ^ ^ [aS veces
n este libro. Integraba la nia/ ° ni¡ f qL1 jzá la autorapntras
1 filosofía de la composición ^ consdente mi^
^ Q u ilo tó ra x {y algo m a s ^ n o ^ decir que
330
permanecer. . $
h Jk° corresponde en absoluto e n tra r en co m en tario ^ a]
m¡ T3>,'ncluso en cuanto al título ta n d eca n tad o y t¡n úo
la If^ 1 0 como la propia resis del libro. Pero si c p eñ p f'
cía ,atenerme sólo a la persona co n quien co nvi pudo
m iJr ’ deí,° decír que ese O jo p oli faceta d o , ^ L a d ^ 0'
ria<¡ v j.n,necesidad de volver el cuello las cosas m as urá m lS'
J disimiles, supo hacerlo tam bién d e n tro de la hter eia el
mn 1 1 1 0 Producto exquisito de d estilació n m e n ta - 0On ^
a] S ? de entregar al cam illero n egro que iba a tra P.{ ¿e la
ToL e[ desenlace de la novela p r e f e r i d a d e A p u f¡fit:a
ción ñor .jasad o a su m áxim o resplandor, ^ neg*
au*??™ * de los seres y los hechos m ás Sin? e | ta ^ s° Cj0
trido reri Qr !nmediato, los lectores de novelas co
tjne lo sotT 0 m at*co de ios h erm an o s q u e se am a ^
II
A d u je n u é c u m e a l s a n t o p a d r e e n r o m a
11
U n o , D e ] a d e d ic a t o r ia e n s u p r im e r a lín e a - ............................. ............. *""*
23
C o s . D e la d e d i c a t o r i a e n s u s e g u n d a lín e a : e l á n g e l ............ .......... .
32
F r e s . D e la s e s f in g e s ................................ . . ........... *............................ .............*.....
47
C u a t r o . D e la n o c h e d e P a s íf a e y e l M a g i s t r a d o d e S a j o n i a ...........
C i n c o . D o n d e se c o m ie n z a a h a b la r d e v a m p ir o s , e l g a t o C a u t a c a r o
57
y lo s u n i c o r n i o s .............................. *........... ...................... ..
63
Sns, D e e l l o s ........................... *..... ■........................." "
79
D e lo s a lj ib e s , e u c o n f i d e n c i a s a u n a d a m a ............
90
C tto . D e lo s m e jo r e s c a b o s s u e l t o s ......... ........... .........
100
D e l d ía e n q u e f u e r o b a d a la O c t a v a ................. *........... “ ....... -jp
VíCIlOlUAVONSCHEKHEH..........
rr" r'end|olr? }rirnir e n e l m e s d e n o v ie m b re d e
Viol u , f I al,0 re s G râ,'c o s N u e vo O Hset
4 ‘ ' -iiidacJ A u tònom a d e B u e n o s A ire s
dirada: 1.2 0 0 e je m p fa re s
“Su obra ocupa un sitio m ás que marginal,
único. Sólo se la puede asociar, aun en ese
entorno tan poco preciso de la “literatura
femenina”, a islas o continentes orgullosamente
idiosincráticos: los relatos de Clarice Lispector o
de Djuna Barnes, o algunos de los textos de
Marguerite Duras.”
ELVIO G a n d o l f o
N ic a s io P e r h r a Sa n M a r t in
A. S.