Argentinos, ciudadamos, electores
Legisladores y publicistas en la busqueda de alternativas para
Ia construccién y representacién de wna comunidad politica
Una mirada exploratoria
Marra Bonavoo
Jas diferentes instancias de representacion a partir del pacto constitutive de 1853
on |a realidad argentina. Mirar los instrumentos creados para que el elector dele-
gue su porei6n de soberania, dirimir las calidades de electores y analizar las estrategias
elaboradas por los diferentes actores sociales para integrarse a la comunidad politica en
conformecién son algunos de los planos de nuestra reflexién con miras a lograr ciertas
comparaciones con otras reslidades latinoamericanas 0 curopess.’
‘Un primer intento en esta direceién s¢ centra en la observacion de fas herramientas
institucionales a las que las elites rioplatenses apelaron para dar forma a eva primera
comnunidad politica que debia comfigurarse Iuego del pacto constitutive. No es casual
que, ligadas a los debates sobre las leyes electorales que regirian la construeaidn de las
nuevas representaciones para la coaformacién del Bjecutive y Legislative Confederal
(luego Nacional}, se discutieran y sancionaran leyes de ciudadania. Antes de definir la
sondicién ciudadana y, por.ende, la de elector y elegible, el legislador s¢ vio enfren-
tado a ja nevesidad de dirimir la ¢alidad de argentino frente a la de extranjero a fin de
resolver cédigos de inclusign y exclusion en el interior de la comunidad politica en
construccion. Este es el punto de partidede un proceso cuyos lineamientos intentamos
seguir y que—inseripto entre las décadas de 1850 y de 1880—pareoe cerrer un primer
ciclo de debates electorales que se reabriria a la vuelta del siglo.
E l objetivo de este articulo es acercarnos al complejo proceso de consirucsion de
Argentinos simplemente...
Recorrer los debates parlamentarios de las décadas de lx Hamada “organizacién
nacional” nos enfrenta, por tm Indo, a las urgencias de uns construccién, & las difi
cultades de un poder constituyente y a las tensiones que imponia la preexistencia de
Estados-Provincia y la pervivencis de los particularismos. Es indudable que, entre
otros, plitntearon verdaderus dificultades los problemas ligados con el ambito espacial
en el que se ejerceria el poder y el de quienes sertin sufeias de derecho ¢ integrarian
‘Li propuesta forma parte-de un prayecte mayor titulndo Lar ilea de fa reprenenractén politica en Expaita y
Latinorinéries: modelos e intercembias (1340-1880) del Ministerio de Educucadn y Ciencia (HUIM2006—
(00819) de! que formo parte junto can Marin Sierra, Maris Antonia Pefin y Rate! Zurita Aldeaver.12 dustituciones, coufhetos.e fdentidadtes,..
Ja nueva comunidad politica, Mientras se iba definiendo con diferentes cstrategias y
con mayor claridad y preeisién Ia condiei én juridica y jurisdiceional de aquellas dreas
que, inicialmente bajo dominio indigens y eonsideradas como extension de los estados
provinciales existentes, st indorpordban & la RepOblica a través le sucesiWas camipatias
militares, intel ectuales y politicas se abocaron arduamente a la segunda cuéstion.
En un eseenarie signado per li caida de Rosas, la genfiguracion del poder Con~
federal, la secesion del Estado de Buenos Aires y la aueva rearticulacién politica luego
de Pavon, trataron de dirimir quiénes than a ser considerados: Aabitantes y quiénes
diindadanus-a través de le sancion de tres leyes.de ciudadania (1857: b&63: 1869), Si
bien era imprescindible y urgente establecer la diferencia entre quiénes pertenecerian al
“pueblo sobersino” y quiénes quedarian exclitidos de Ie ciudadania polities + tal debate
3¢ inseribia en otro mayor relacionnde con ¢] mode en que se imaginaba la soberaniadel
pliebld, las itistancias de delegacion del poder cuucladana, las calidades de esa viudadania
en accidn y las formas de represeniacién a qlte iban a dar lugar, Apelande x préstamos
intelectuales y «la experiencia vivida, comfrontando modelos evropeos con Ia tradicion
horeamericans y de algunos espacios latinoamericatios, politicos y publicistas fueron
pergeiiando diferentes miradas én toro # aquel actor portadar de sierechos civiles y
politicos a partir del cual se deslindaban a su vez los-dos campos, el de! “pueblo po-
litico" y el del “puebio civil” y se prutaban los criterios de la representacién pasiva y
acriva; el ciudadano, El camino que se transite partid de una concepeién amplia de la
“soberania de} puebio™ ya que siguiendo los criterios de universalidad del voto sélo
apelaron a légicns deexclusion etarias, de género y de macionalicad. Tal amplitud hacia
mas imperativa la necesidad de delimitar is condicién del argentino,
En junio de 1857. separade ts Confederacién del Estado de Buenos Aires, se
digcutié Ia primera ley de ciudadania de la etapa constituyente? La norma establecia
tina clam distincién entre quienes eran argentinos simplemente y aqueltos que iban a
ser cansiderades ciudacanes, disquisicién que llevaba implicita diferentes acepciones
juridieas: Como tq universalidad de ia condicién ciudadana solo requerin para acceder
9 ella ser vardn native o naturalizado mayor de veintidn afios* una primera definicién
clave para establecer pardmetros de in clusion/exclusion residia en la situacion de eesran-
Jeridesd. En el marco de una sociedad que habia apostado fuerteménte & la integracion
de inmmigrantes, It cuestién no constituia im dato menor ya que se intentaba reglar nada.
amis y nadn menos que el ejercicio de fos derechos politicos. En muchas de los diputados
= BOTANA, Natalio £f Onde Conserwador, Hyspamérica, Buenos Aires, 1977, p. 57.
* Dinrio de Scsiones, Cémuen de Diputados den adelnote, DS CDI, T. 1. Tde julio de 1857, p. 98.
+ Bie algiin midniento Seintiodufcron «lgunios inléroamibfus de opinioned en relacidu cor le eapucidad de
jovenes de veintiin fics pata reivindicar cit opeidn! privands él argument dé que en ease contrario, i
*\..88 rebitingia & estos el derecho de digponet de wt Condicién en una edad en que podrian hacer uso
racinna} dle sus derechos [ay estaba generando] uria especie ue despotisme de parte delos padres, puts que
padrisn imponerles #-sus hijos fa nncionolidad que quisiesen...". DS'CB, | de julio de 1857. p. 100,Anyentinas, cincdadanes, ofectares... 13,
y senadores primabe el criterio de consetvar Ja liberalidad constituctonal equipzrando
‘al native coi el extranjero que, tres dos abas continuos de residencia, obtuviera su carta
de uaturalizacién, La mayor dificultad se encontraba, siti embargo, en los hijos. Uts
frente de conflicio podis presentarse en aquellos hijos de padres argentinos nicidos en
él extranjero; otro, sin duda, lizado a los extranjeros nucidos en ¢l pais. En ef primer
caso, intentande mantener criterios de liberalidad, las wrgumentaciones se centraron
iniciatmente en torno a Ia sujecion de sangre o bien n ta vinewlacidin con el territorio.
Elle condujo a ciertos diputados a plantear la necesidad de hacer extensive el derecho
‘a 1a pacionalidad 9 16s hijos ‘de madres argentinas’ y a aceptar lw posibilidad de Ia
opcién entre (8 nacignalidad argentina o la del pais de nacimiento.’ Sin embargo, ‘un
buen niimero de legisladores pretendia no dejar lugar a Jn embigtiedad, determinando
Ia obligaci6n de solicitar una u otra nacionalidad”
E] segundo caso, el de los hijos de extranjetos, excedié indudablemente el am-
bite parlamentario. No se tritaba de unt debate nuevo y habla sido fruto de diversas
reflexiones en el tiempo. En la coyntura, siembargo, uelquirid alta significacion y fue
retomado provocando enfrentamientos € ineluse tensionés en el ambito institucional
‘Aqui nuevamente A lberdi y Smmiento polemizaron frente 4 la cuestion det extranjero.
Para cl segundo, entear en esta discusion era poner en juego todo el régimen politico
en construccién. Tal coma lo habia planteade ch sus Comensarios* en 1853 y como
Jo desiacz) Botana,’ Sarmiento intenté “.. aplicara la Argentina |a filosofla piibliea de
los Estados Unidos segin las lecciones de Story y del juez Marshall.” Pretendid, en
esta direccién, a través deun verdadero tranyplanie institucional —orientado no solo a
terminar con la herencia colonial sino desestructunar fa monarquizacidin allerdiane:
del mando ejecutivo y reducir el poder de las oligarquias provinciales— pateneiar las
cailidades ciudadanas al multiplicar lasexperiencias municipales dentro de les cuales
el inmigrante natutalizado era esenciel. Alberdi, en cambio, imbuido de une fuerte
concepcién centralisia para la repiblica, alimentada por el pensarniento doctrinario
de Guizoty Pellegrino Rossi, insistié en limitar el. acceso-y amptiacién de Ia libertad
politica, abriendo al exfranjero como al conjunte de jabjtuntey el amplic campo de
fas libertades y garnntias civiles, Consecuentemente, su propuesta reafirmaba el crite-
rio de unanacionalidad opcional. Con argumentaciones como {a siguiente: “Nuestra
Constitucién no impone la ciudadanis al extranjero que no la quiers [...] Nuestra
OS CD, 1 de julio de 1857, p. 99.
DS.CD, | de jullo de 1857, p. 99.
DS CD, | de julio de 1857, p, 100.
SARMIENTO, Doimingo F. Comeniariae dda eonstinicién de ta Canfederacici Argentina, Buenos Aire
1853, Obras Compietas, T. VIII citndo por BOTANA, Nataliv Li madicion rxpubltearia, Sudamesicinhs,
Buenos Aires, 194, 9.409,
" BOTANA, Natille Zo sadtcrén.
" BOTANA, Nutalio Lo iret
its p34
ity pe MS.I Lnstitiiciones, comictos v iidenitalvas..
Constitucién quiere poblacién, No le importa que clis sea de cindadanos'o extranjeros
(-..] Quitar al hijo del ¢xtranjero la nacionalidad de su padre, es echarle...”, finmd en
abril de 1857 el tratado con Espafia de reconoci miento de ta independenicia argentina.
Este, al conservir Ia naictonalilad espaitola a los hijos de aquélles nacides en el pais,
fue rechazado por ¢l gebiemo confederal."’
Pesea la decisién del Kjecutive Confederal, varies dé los dliputados compartian
el eriterio alberdiano. Ast, ¢! diputado Lucero sostenia que ¢n ¢] articulo 2° de la ley
se debia propoier
“Que cl objeto de esta ent hucer comprender al extranjero que
viniege ivestiblecerse en el territonioargentino, que sus hijos pottian
seguir la nacionslidad de-sus padres sin que la Nacién Argentina se
opusiese al efecto. Que el propdsite de este articulo era. quitar tada
Intba ala inmigracion y eviter wmbién que se mamtuviess Ia duda
respecto de algunas personas que por ser hijos de extranjeros, st
dudaba si cran argent
Kines: que A mas, esn disposicién impeleria 4
vestos 4-filar su condicién™,”
Reaparecia una y otra ver el fantasia de! futuro si la ley dejaba abierta la puerta para
la opcion al que naviera én estas Herras. Es por es0 que en 1863, ya unificada la Rept-
blica, algunos legisladores -mirando ciertas experiencias europeas como Ia inglesa,
jas Jatingamerican as ¢ las del propio Estado Unidos~ recuperaban la voz sarmientina
en los paginas de 2? Redactor:
ino se oblizars 4 los individuos nacidos en el tertitorio de
ln Repitblica @ aceptar forzosamente la ciudadania argentina,
vencirja si tener en el curso de-muy poco tiempo, que la Repiblics
Arjenting seria comptiesta de alemanes, de ingleses, de franceses,
de extranjeros que le vantarian su bandera pretendiendo que se les
dlendigse siemprecon prefere ncia’al citdadano, de extranjeros que
no tendrian verdaderamente patria, porque éstande lejos de aquelta
cuyaciudadania de orijen habfan aceptado, solamente reconocerian
si Gobierno para exijir en contra det Gobiemo de su pats nativo
preferencias y prerrogativas del pais de su nacimiento..."."
8 ALBERDI. fosn flauisto Bvertranpdstimos, Impt. Europes, luspe: A. Monkese Impr.3.B. Alben, Bue
nog Aes, 1895-100).T. XVI, pp, S80-55, citads en TERAN, Oscar lberdi paxmumio, PuntaSur, Buenos
‘Aucs, 1988, p. 277. En eum direccion Borana sefinla en Lo sraudiciow republicone (p, 361) que no fnbis
(ugar en | imaginario de Atberdi pura legislaciones cormideradas foudales como el codigo de Ins: Sieve
Portidas que hacla comcidir la cindadania com ef nacimiento y cl asrdige w lk (eres,
"DSC. f de jutiode 1857p. 101.
1 DS. CD, 1863, 3, Ew 'todas Ins citan tedtualles ie Hespeta Id antetirala welzinal.Alrgentinos, aadadeanos, electores... 15
Lanacién sin nacionales ~a le cual Sarmiento todavia haria referencia en sus editoriales.
de 1883- reaparecia una y otra vez en el imaginario. Bs por eso que, « diferenci« de las
ambigtiedades del 1857. las leyes de ciudadania de 1863 y 1869 ratificaron el criteria
del jue solis'ys que, como afirmara ef diputado Marmol, “...el hombre es de la tierra
en que nace [...] de la bandera bajo la cual nace...”.'* La devisién, por otra parte; no
afectaba en demusia « los hijos de argentinos nacides en el exterior, privando aqui, came
se mared én algunos debates, una cuestion de conveniencia ya que, numéricamente, €|
fiel de la balanza se inclinaba hacia la multitud de inmigrantes que anualmente llegaban
y podian incluirse potencialmente. Paradéjieamente ninguna de las dos nlormas hacia
referencia alguna: aquel actor cuyos. yinculos con fa tierra precedian largamente al
de las comunidades blancs: el mdigena. Sin embargo, ibaa ser el jus soli el que lo
‘anclara en el interior dé la nueva comunidad, con caracteristicas particulares,
La tradicion norteamericana, una vez més, les serviria de base pare establecer
Jog medios € instituciones destinados a la obtencién de fa carta de-ciududania'* y pare
poner coto a las presiones de algunos paises europeos, como Francia y Espafia, con
miras a obtener tratos preferenciales para sus connacionales,
Cuando ¢! debate parecia haber quedado atras en el tiempo, ia confurmacién
de ése hibrido juridico y jurisdiccional que comportaron los denominados Territories
Nacionales volvvié a poner sobre el tapete fa discusién entre habirantes y clutladanos. Si
el pacto constitutive de 1853 eolocd x egos espacis atin no controlados politicamente
‘como prolongactones de-ciertos estados provinciales, lu ley de 1884 les impusa la calidad
de divisiones geografico-administrativas dependientes diréctamente de la nacién.""
La ley que seglamentaba Is administeacién y gobierno de tales territories, ali-
meniada nuevamente por lay experiencias de la expansién norteamericana hacia el
deste," generd —para quienes los habitaban precedentemente o pretendian hacerlo—una
\ DSCD, 1865,p. 13.\Ver también Coleccién comilere de Leyes Nocinmabis, Libreria La Favulia, Buenos
Aires, 1912, Tomo Til, pp. 96 y 88.
Ver QUUADA, Ménica “indigenss: Violencia, Tieras y Ciudadania’’, ea Homogencicied » Nacida, CSIC,
Madrid, 2000, p. 70. La inclusion implicaba “.,.anular le organizacign tribal de los aborigcnes, borar
sus costumbres « incluso sus:lenguas, escolarizer « sus hijos y convertitles, en general en “trabajnsores
productivos’. como precio meludible parm concedentes derechos ie chudadani...”
DS CD, 1863, p.4: Parn su obtencion: jugarian w favor recomocimicnios precedentes yx que exiske wna
pretensidn de mantener una continuidad juridica deste In Revolucidn cle 1810 y « partir de las aeviones
tie fon Estados Provincia asl camo jas diferentts servicios prestades anten de {a clap republicann y
después.
1 DS CD, 1884, TL pp: 1063 y ss.
WS CD; 1884,7-1, p. 1068. Fue'et diputade Céreano el que planted con mayor elaridad tos nrgumentios
de Ln transferencia “...dictar 1s tey (...] quo consagre Los mismos derechos y garuntins de que gouan
{os iabitantes de tas provincias de In Repilblica, que, como {a ordenunen wrts-amecteana de 1787, x00
In imcubadora de nuevas estados, que mis ferde hat de invorporurse A In Union argentina, pani seq
Jas manifestaciones de su engmndecimiento {...] Ninguno de ellos, dice Story, tene (ilo aleuno para
‘eelamar un gobiemo individual, y no deben tumpoco estar dependientes de la Jurisdieeién particular de16 Eustitucéones, conflictos « identidades...
condicién asimétrica con fos habituntes de los estados provinciales. Esta situacién Fue
arduamente deféndida por ciertos diputades, entre ellos un salteflo —afectado por la
pérdida territorial de sy) provincia en el Chaco~ qué negaba al Congreso la autoridad
para producir tal rearliculacién en la Repiblica, remarcando el efecto que esasacciones
tendrian sobre sus pobladores:
“Peto [...] geémo, en Virtud de qué razon puede sostenere que
ellos, que tienen sus autoridades constituidas, que contribuyen con
su voto a nombrarel gobierto de Salta. come contribuyen tambign &
formar el de la Nucién, eligiendo diputados al Congreso, que ellos,
que gozun de todos esos derechos, han de pasar a ser habitamtes sin
derecho alguno. con garantias nulas, como son las que comesponden
4 los habitantes de los tervitorios federales?"
Indudablemente, ¢l diputado setialabs la paradoja de ciudadanos conyertidos por
e| cambio jurisdiccional en ameros huditantes. Se producia en este caso una pérdida
de ts calidad de ciudadano, no por cuestiones infamantes, sino por la modifiescién
jurisdiccional del espacio, [La idea resultaba compartida por voces que emergian de
otras provincias afectadits y los argumentos petenciaban In pérdida real de derechos
politicos y ls conversién de esos hombres-en parias en el interior de la comunidad.”
E} parteaguas de la configuracién de las nueve gobemaciones territoriales concluyd
por dai forma definitiva en el siglo XEX a fa trama de una comunidad politica en lo
que hacia al debate de habifarvas y cindadanos, con su fuerte carga de exclusion y In
pérdida de (a calidad ciudadana de un conjunto de actores.
El ciudadano que pergefia el debate de la leyes precedentes quedaba, en conse-
‘cuencia, configurado a través de una serie de rasgos distintives: en primer lugar, por su
pertenencia juridica a la nacidn en construceién én aquellos espacios jurisdiccionales a
los que se consideraba portaderes de atrfbutas de poder (los estados provinciales que
precedieron al pacto); en segundo lugar, por su integraciéna una colectividad concreta
pautada por la residencia y los servicios a la Patria en sentico amplio en el caso de fos
exinimjeros naturalizados; y, en tercer lugar. por su awronomia, concepto que se ligé
directamente con la capacidad civil del individuo como responsable de su persona y sus
bienes y, por ende, se plasmé en la imposicidn etaria de haber alcanzado los veintiin
afios.*” Sobre estas condiciones imiciales se sobreimprimié el otro debate, aquel en toro:
lan estado; debon colocaree bajo ta auioridad y juriediccién dela Unive, porque de otra manerand exarian
sometidos @ riingiin gobiemp, y la adiminiatrucidn de ellos, etd librada, enterainente, 2 fq voluntad del
Congress...", Ver lanibidn lis argumentaciones det dipiitadé Calvo, DS CD, 1884, 1, p. L133.
1 DSED, 1884, 7.1, p. 1125.
® Es evidente queen estos debites panecen una y otra we2 reflesiones vinculadis con Is truicién frances
ademiés de la notteamericana. Ver ROSANVALLON, Pierre Lo rivelucione eel’ Ugwaghlamza, Anwbasi,
Milan, 1999, pp. 77 HI1-121,