Para facilitar esta tarea, y acercar el criterio personal a lo que pretende lograr la
Asociación (tanto a nivel nacional como regional), les sugiero una serie de Pautas
que les pueden servir de referencia. Sin embargo, es importante destacar, y no nos
tenemos que olvidar en ningún momento, que la decisión final dependerá del
criterio personal de cada Dirigente, ya que son ustedes quienes acompañan y
conocen con claridad la realidad social, familiar y evolutiva del beneficiario y los
objetivos que considerarán logrados por el niño o aquellos que el niño o niña será
capaz de alcanzar (lo mejor es llegar a un consenso entre todos los Dirigentes de
la Unidad durante alguna reunión de Equipo de Rama y donde cada uno expondrá
los fundamentos por los cuales considera que el Lobato o la Lobezna debería estar
transcurriendo una Etapa de Progresión u otra).
PERÍODO INTRODUCTIORIO
Como primer paso, y al momento de ingreso del niño en la Unidad, tenemos que
comenzar con la tarea de observación y seguimiento del pequeño para determinar
cuál es la Etapa de Progresión con la cuál deberá trabajar, los objetivos que se irán
fijando para la misma y cuáles consideramos están alcanzados (los objetivos los
formularemos junto con él, y considerando además toda información que podamos
obtener de sus padres, maestros u otras personas involucradas en la educación del
niño o niña).
Este Período Introductorio suele tener una duración aproximada de tres meses (y
que tiene por finalidad establecer los Objetivos Educativos para el niño, y por ende
la Etapa de Progresión correspondiente), variará según las circunstancias y en
base a nuestra experiencia como Dirigentes y conforme al Lobato o Lobezna de
que se trate. Además, este tiempo sirve, también, a los efectos de que podamos
determinar si el nuevo Integrante se ha adaptado a la vida de la Manada y si tiene
interés por continuar o no en la Unidad.
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tanto para su reconocimiento, como para su posterior evaluación (el niño debe
saber en todo momento lo que se espera de él).
Esta insignia indicará, justamente, la Etapa de Progresión por la cual el niño está
transitando. Por este motivo se la deberemos entregar al comienzo de la misma.
No es símbolo de recompensa, y no es necesario que haya efectuado su Promesa
para hacerle entrega de esta insignia. Sirve para que el Lobato pueda identificarse
con sus pares y para que el resto de la Manada reconozca que parte del camino
está recorriendo.
Al igual que las Insignias, se ha elaborado (a nivel Regional) una Cartilla para cada
una de las Etapas de Progresión. En la elaboración de estas Cartillas participaron
Dirigentes Scouts de distintas Asociaciones (incluida Scouts Argentina).
Los Objetivos Educativos del Movimiento están formulados para el rango de edad
que va de los 7 a los 9 años de edad (Infancia Media) por un lado; y para el rango
de edad que va de los 9 a los 11 años de edad (Infancia Tardía) por otra parte. Por
esta razón, los Objetivos Educativos para la Etapa de Lobo Saltador son los mismos
que los establecidos para la Etapa de Lobo Pata Tierna. De igual forma, los
Objetivos Educativos para la Etapa de Lobo Cazador son los mismos que los
establecidos para la Etapa de Lobo Rastreador.
Para el caso que estemos utilizando las Cartillas y hallamos pegado los stickers,
siempre que el Lobato esté pasando de una Etapa de Progresión a otra dentro de
un mismo rango de edad (Infancia Media: de Lobo Pata Tierna a Lobo Salteador;
Infancia Tardía: de Lobo Rastreador a Lobo Cazador), deberemos hacer el cambio
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de Cartilla y pasar los stickers de la Cartilla vieja a la nueva, para todos los
Objetivos que el Lobato o Lobezna haya alcanzado hasta el momento.
Para el caso que el Lobato esté pasando de un rango de edad a otro (de Lobo
Saltador a Lobo Rastreador), haremos un cambio de Cartilla, considerando que
todavía no ha cumplido ninguno de los objetivos propuestos (corresponderá,
previamente a que hagamos el cambio de Etapa de Progresión, volver a fijar los
objetivos personales con el niño o niña, para saber cuáles están inicialmente
logrados y cuáles no).
Sin embargo, no alcanza con considerar la edad del Lobato o Lobezna, sino que
además, deberemos tener en cuenta los Objetivos Educativos propuestos por la
Asociación; cuántos de ellos han sido logrados; y cuáles será capaz de alcanzar.
Cuando el niño recién comienza a trabajar con los objetivos de la Infancia Media
(normalmente, de 7 a 9 años) la Etapa de Progresión que le corresponde es la de
Lobo Pata Tierna (es el momento en que el niño se empieza a dar a conocer al
mundo que lo rodea); si el Lobato o Lobezna ya ha alcanzado aproximadamente la
mitad de los Objetivos Intermedios correspondientes a la Infancia Media estará en
condiciones de ser reconocido como Lobo Saltador (en este momento, el niño ya
conoce el entorno que lo rodea); si ya ha alcanzado todos o casi todos los
objetivos de la Infancia Media y ya a comenzado a trabajar con los objetivos
propuestos para la Infancia Tardía (de 9 a 11 años), la Etapa de Progresión que le
corresponde será la de Lobo Rastreador (en este momento, el Lobato ya
desempeña bien las labores que se le encomiendan); y, por último, una vez que
haya alcanzado aproximadamente la mitad de los Objetivos Intermedios
correspondientes a la Infancia Tardía, el niño o niña estará en condiciones de
recorrer la Etapa de Lobo Cazador (es el momento en que el Lobato o Lobezna ya
puede guiar a otros en la Manada).
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OBJETIVOS EDUCATIVOS EN LA MANADA
Cada uno de estos Documentos nos indican, de diversas formas, cuáles son los
Objetivos Educativos y cómo podemos lograrlos.
La Asociación propone una educación más personalizada y que contemple, tanto las
necesidades particulares de los niños, así como los Objetivos Educativos
Intermedios, definidos para cada rango de edad en las diferentes Áreas de
Crecimiento, por igual.
CONCLUSIÓN
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Bibliografía consultada
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