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INTELIGENCIA EMOCIONAL COMO

PRÁCTICA DOCENTE
Domingo, 17 Febrero 2013

Rosa Mª Llorente García

Ed. Infantil y Primaria

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Existen investigaciones actuales en torno al papel de la inteligencia emocional sobre el funcionamiento


personal, social y académico de los alumnos. Un reciente estudio de meta-análisis de cerca de más de 300
investigadores ha mostrado que la educación socioemocional mejora el desarrollo integral pero también el
aprendizaje académico.

Estos últimos años hemos venido asistiendo a grandes cambios en el sistema educativo español en relación
al proceso de modificación de la escolaridad obligatoria (LOE, 2006) orientados al desarrollo integral
centrado en competencias. Ésta es la oportunidad para integrar “de verdad” la inteligencia emocional en
la práctica docente. En nuestras aulas trabajamos la competencia lingüística, matemática, digital…. pero
¿ponemos el mismo énfasis en relación a la competencia de aprender a aprender o a la social y ciudadana?
Ocurre que al considerarse estas últimas como transversales, en realidad permanecen en “tierra de nadie”
lo que lleva en muchos casos a contar con un menor peso específico en nuestro currículo práctico.

En otros países como EEUU o Gran Bretaña se ha impulsado el trabajo en esta línea. El grupo The
Collaborativive for Academic, Social, and Emotional Learning (CASEL) en Estados Unidos lleva
promocionando la inclusión socio-emocional en las escuelas desde hace más de dos décadas. Estos
programas añaden un plan para gestionar la vida: mejorar la autoconciencia y la confianza en uno mismo,
dominar las emociones y los impulsos perturbadores, y aumentar la empatía y la colaboración. En Gran
Bretaña se ha realizado un trabajo para implementar un programa de promoción de la inclusión, cohesión
social, aprendizaje y bienestar emocional infantil mediante la educación de estas competencias
emocionales en los niños llamado “Every Child Matters” (DfES, 2004).

Joseph LeDoux profesor del Centro de neurología de la Universidad de Nueva York, en su obra “El
cerebro emocional” presenta una visión general sobre los mecanismos cerebrales de las emociones. Existe
un procesamiento emocional precognitivo. De hecho este autor propuso el concepto de sistema de
evaluación amigdalino, y a la amígdala se le atribuyen funciones de valoración primaria sobre estímulos
emocionalmente relevantes para el organismo. La corteza prefrontal, el eje ejecutivo del cerebro, es un
área del cerebro que la experiencia moldea durante la infancia. Esta área alberga los circuitos para inhibir
los impulsos emocionales perjudiciales y para prestar atención, para relajarse y concentrarse. En la
actualidad los científicos creen que si se despeja la mente de la impulsividad y la angustia, la mente del
niño se sitúa en el mejor terreno para el aprendizaje, y esto lo consigue el aprendizaje social y emocional.

La ciencia ha demostrado así la falacia de la dicotomía razón y emoción. Contamos con estudios que han
demostrado cómo la emoción afecta no sólo a los contenidos del pensamiento sino también a los propios
procesos implicados en éste (Bless, 2000) y en la interacciones sociales (Lupton, 1998).

Otro argumento más a favor de la inteligencia emocional sería que las emociones y las habilidades
relacionadas con su manejo, afectan a los procesos de aprendizaje, a la salud mental y física, a la calidad
de las relaciones sociales y al rendimiento académico (Brackett y Carauso, 2007). La inteligencia
emocional se ha encontrado relacionada con un mayor comportamiento adaptado, comportamiento
prosocial, más satisfacción con la vida, utilización de estrategias de afrontamiento más adaptativas, mejor
salud mental y una mayor capacidad para interrumpir estados emocionales negativos y prolongar los
positivos.

Mayer y Salovey afirman que “Es muy importante enseñar a los niños y adolescentes programas de IE que
de forma explícita contengan habilidades para percibir, comprender y regular las emociones”. Y para ello se
requiere entrenamiento y práctica.

Pero cuáles serían las claves para diseñar estos programas:

1º.- Programas contextualizados en el centro educativo.

2º.- Programas basados en una evaluación de necesidades.

3º.- Programas de intervención que incluyan objetivos, contenidos, actividades y evaluación.

Sabemos cómo debe ser el programa pero ¿cómo y cuándo implementarlo? Considero que las bases
teóricas para este proceso deben recogerse en el Proyecto Educativo del centro como filosofía del mismo,
lo cual permite que pueda ser compartido por todo el profesorado además de llegar a todos los niveles
educativos. También es muy importante sistematizar, fijar una sesión semanal de tutoría cuyo contenido
sería programas de este tipo.

En mi centro desde hace diez cursos se viene implementando el programa “Aprender a ser personas”.
Entre sus bases teóricas se encuentra la definición de P. SALOVEY y J. MAYER (1990): Incluyen la
inteligencia intrapersonal e interpersonal en el concepto de “Inteligencia emocional”como “la capacidad
de percibir los sentimientos propios y de los demás, distinguir entre ellos y servirse de esa información para
guiar el pensamiento y la conducta de uno mismo”. Trabajamos las COMPETENCIAS
INTRAPERSONALES: Autoconciencia Emocional, Autonomía emocional y Bienestar personal y las
COMPETENCIAS INTREPERSONALESConciencia Socio-Emocional, Regulación Socio-emocional,
Convivencia y cuidado Emocional y Bienestar común. Este programa permite que alumno y profesor
aprendan mutuamente; que el profesor conozca mejor a sus alumnos y entienda el porqué de su
comportamiento; crear un vínculo afectivo que favorece la empatía además de formar ciudadanos del s.
INTELIGENCIA
XXI, EMOCIONAL
activos, seguros, confiados, reflexivos, pensantes yPARA EDUCADORES
responsables.

July 02, 2013

4 Comments
¡Que importante es la inteligencia emocional!
Hasta hace bien poco era desconocido el término inteligencia emocional, sin embargo en la
actualidad cada vez se realizan más investigaciones que nos ayudan a darle la verdadera
importancia que tiene.

Gracias a su creador, el psicólogo Daniel Goleman que en 1995 le dio forma a este concepto,
sabemos que las personas que tienen las habilidades emocionales desarrolladas tendrán más
herramientas para ser eficazmente productivas y conseguir ser felices con su vida; que
aquellas personas que no tienen desarrolladas esas habilidades emocionales.

Es por ello que la inteligencia emocional determina la manera en que nos relacionamos y
entendemos el mundo; teniendo en cuenta los sentimientos y actitudes, además de
habilidades como la autoconciencia, el control emocional, la motivación, la empatía y el
manejo de las relaciones; que nos ayudarán a conseguir mayores posibilidades de desarrollo
personal.
Pues bien, sabiendo esto Daniel Goleman quiere llegar todavía más lejos y cree que este
concepto debe incluirse en la educación, pues prepara a los estudiantes para la vida real
ayudándolos a desenvolverse de la mejor manera ante los conflictos afrontándolos para darle
solución, además de formarlos para ser mejores personas.

Es en este punto donde tiene gran importancia la labor docente, pues es trabajo de los
educadores el que tanto niños como adultos alcancen una mejor madurez emocional; siendo esta
en mi opinión, una labor que debe fundamentarse desde la infancia continuando durante todo el
proceso educativo. Sin embargo ¿cómo van a formar en inteligencia emocional aquellos
docentes que no hayan sido preparados para ello? Se aprecia entonces la importancia que
tiene la inteligencia emocional de los docentes que muchas veces es anulada por la inteligencia
cognitiva, pero que se debería reconsiderar, pues es la única que ayuda a afrontar las diferentes
situaciones en las que los docentes se enfrentan cada día. Por este motivo los docentes deben
estar preparados ya no solo intelectualmente sino también de forma afectiva para poder
transmitirlo de la mejor manera a sus alumnos. Es fundamental que los docentes se preparen
en ello.

"Aquí os dejo una serie de libros interesantes que ayudarán a los docentes a trabajar la inteligencia
emocional para mejorar su práctica educativa, ofreciéndole herramientas para que afronten
satisfactoriamente su día a día y sepan desenvolverse ante situaciones de estrés"

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