Diferentes modelos de integración de tecnologías han sido utilizados para
organizar la forma en que los recursos informáticos ingresan al aula. Rogers
(como aparece citado en Dias 1999) propone una teoría de difusión de las innovaciones, la cual explica el proceso de adopción de innovaciones. De acuerdo a esta definición se entiende difusión como el proceso por el cual una innovación es comunicada a través de ciertos canales entre miembros de un sistema social. Es un tipo especial de comunicación en la que los mensajes se relacionan con nuevas ideas.
Rogers establece cinco elementos de difusión, los cuales mientras mayor
presencia tenga en una innovación, facilitarán su adopción. Estos elementos son:
1. Ventaja relativa: Se refiere a si la innovación es mejor que la práctica docente
que reemplaza. 2. Visibilidad: Considera si los resultados de la innovación son visibles a otros. 3. Compatibilidad: Analiza la consistencia de la innovación con los valores y características de los potenciales adoptadores. 4. Complejidad: Analizar si la innovación es fácil de entender, utilizar, mantener y de explicar a otros. 5. Posibilidad de prueba: Considera elementos relacionados a la posibilidad de probar la innovación sin necesariamente tener que adoptarla.
En la realidad actual la tecnología ha alcanzado todos los ámbitos de la vida del
ser humano, en materia de educación son muchos los avances y técnicas desarrollados, entre ellos las TIC, las cuales en sus inicios se vieron limitadas al uso de profesionales e instruidos en el área de computación. Sin embargo y para el beneficio de toda la población, la utilización de estas herramientas se ha extendido a casi todos los niveles educativos por su diversidad de usos y la simplificación de procesos. Es hora de dar el siguiente paso en materia educativa y empezar a utilizar más ampliamente las TICS en conjunto con la pedagogía tradicional ya que esto supondría una manera eficaz y más realista de adquirir conocimientos.
Desde hace algunos años se ha venido trabajando en Colombia con la
posibilidad de integrar Tecnologías de la Información y la Comunicación en el aula de clase presencial, es decir, donde los estudiantes siempre reciben clases con la orientación de un profesor cara a cara. Es allí, donde uno de los elementos que más identifica el salón de clase, el tablero, abandona la tiza y los marcadores para convertirse en una pizarra digital. A la hora de pasar de la tiza a la pizarra digital debemos tener en cuenta que se tenga todos los elementos tecnológicos a la mano como computador y video beam, que se pueda acceder a ellos de manera fácil que siempre estén disponibles para ser utilizados, que no sea un inconveniente acceder a ellos diariamente o cuando se vayan a utilizar. Al iniciar el uso de pizarras digitales podemos mejorar las clases y captar más la atención de los estudiantes, las clases las podemos hacer más didácticas saliendo de la rutina y haciendo que loes estudiantes participen más en estas tomen la iniciativa. Las principales ventajas del cambio de la tiza a las pizarras digitales son:
Facilidad para que los estudiantes trabajen en la pizarra (escribir, dibujar,
combinar, subrayar y mover imágenes) desde su pupitre, sin necesidad de dirigirse al frente del salón; si cada uno de los estudiantes tiene un sistema de pizarra digital interactiva (tipo tableta móvil), todos los estudiantes podrían interactuar con el contenido de la pantalla simultáneamente desde los escritorios. Comodidad para el docente, al no tener que cargar consigo cajas de tiza o de marcadores. El docente explica y hace preguntas mediante una presentación interactiva. El estudiante elabora trabajos o presentaciones interactivas que incluyan cualquier tipo de recurso multimedia.