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TEMA

Mercado Laboral en el Perú


DOCENTE
Juan Bacilio Mamani
ESTUDIANTES

 Henry Sonco huanca


 José T Quispe Condori
 Cristian Cutipa Huarcaya
 Abdon Moroco Morocco
 Snayder Flores Canazas

CARRERA TECNICA
Computación e Informática
CURSO
Legislación e Insertacion Laboral
CICLO:
IV

Ilo, 02 de Abril del 2018


INTRODUCCIÓN
El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), a través de la
Dirección de Investigación Socio Económico Laboral (DISEL), que forma parte
de la Dirección General de Promoción del Empleo (DGPE), pone a disposición
del público en general el Informe Anual del Empleo Juvenil en el Perú 2016. Este
documento presenta información sobre la estructura y tendencias de la fuerza
laboral juvenil en el Perú al año 2016, a través de una serie de características,
que incluye su evolución durante los últimos diez años.
Se estudia el contexto económico y laboral a nivel internacional y nacional,
analizando los principales acontecimientos de la economía mundial y de América
Latina, así como las perspectivas de crecimiento económico y empleo de jóvenes
(tasa de desempleo, tasa de pobreza laboral y tasa de participación laboral) a
nivel mundial y regional para los próximos años.
Se realiza una descripción del panorama laboral juvenil en el Perú, considerando
los indicadores globales del mercado laboral (tasa de actividad o participación
laboral, empleo-población, subempleo, desempleo, empleo vulnerable, índice de
calidad del empleo, entre otros); y las principales características del empleo
(según categoría ocupacional, estructura de mercado, rama de actividad
económica, grupo ocupacional, nivel educativo, departamentos, protección
social de los trabajadores y modalidad contractual de los asalariados). Asimismo,
se incluye un análisis de los ingresos y jornada laboral. Además, se examinan
las principales características del desempleo y la inactividad.
Mercado Laboral
Se denomina mercado de trabajo o mercado laboral al mercado en donde
confluyen la oferta y la demanda de trabajo. La oferta de trabajo está formada
por el conjunto de trabajadores que están dispuestos a trabajar y la demanda de
trabajo por el conjunto de empresas o empleadores que contratan a los
trabajadores.

El mercado de trabajo tiene gran importancia para la sociedad. Su mal


funcionamiento puede afectar negativamente al crecimiento económico y al
empleo de un país. Además, el paro tiene importantes costes económicos y
sociales:

Económicos, ya que el desempleo supone una pérdida de producción potencial.


Sociales, por los efectos nocivos del desempleo sobre la distribución de la renta
y, de ahí, sobre la cohesión social.
De esta manera, el crecimiento, la optimización de los recursos y cohesión social
dependen, en buena medida, del correcto funcionamiento del mercado de
trabajo.

El salario es el precio del factor trabajo. Cuantos más bajos sean los salarios
reales más trabajo demandarán las empresas. Cuanto más elevados sean los
sueldos, más gente querrá trabajar.

La demanda de empleo está directamente vinculada a la actividad económica,


de modo que sólo un crecimiento sostenido de la renta puede garantizar el
crecimiento del empleo en cantidad suficiente para absorber la población
dispuesta a trabajar. En otras palabras, la demanda de trabajo es derivada de la
demanda de bienes y servicios, porque cuando una empresa vende quiere
producir más, para ello querrá contratar trabajadores. Por tanto, si no hay
producción no habrá más trabajadores que puedan ofertar su empleo.

El desempleo es un desequilibrio económico originado por la diferencia entre la


cantidad de trabajo ofrecida y la cantidad de trabajo demandada, en las
condiciones y niveles de salarios existentes en un momento dado en el mercado
de trabajo. En sentido estricto, por desempleo se entiende el conjunto de
personas en edad activa que, estando dispuestos a trabajar, no tienen empleo.

Funcionamiento del mercado laboral


El mercado de trabajo, además, tiene otras peculiaridades. A pesar de que como
cualquier otro mercado se rige por la ley de la oferta y la demanda. En él
intervienen, mucho más que en otros mercados, los Gobiernos a través de las
normas jurídicas, las instituciones sociales, las relaciones colectivas y las
valoraciones personales. En él se fija el salario y las condiciones laborales
mediante un proceso de negociación, determinándose así el nivel y la calidad de
vida de los trabajadores.

En los mercados competitivos el precio funciona como un mecanismo de ajuste, hasta que se
alcanza el equilibrio. El mercado de trabajo no funciona como un mercado perfectamente
competitivo, ya que tiene imperfecciones, rigideces e intervenciones desde el exterior.
Imperfecciones porque tanto las empresas como los trabajadores tienen poder de mercado para
influir en el salario. Rigidez porque el empleo supone una relación personal estable y tanto al
trabajador como a la empresa les interesan otras condiciones además del salario. E Intervención
de la legislación laboral en el mercado de trabajo donde se fijan las características de los
contratos laborales, las indemnizaciones por despido, la fijación de un salario mínimo.

¿Cómo va a cambiar el panorama del Perú?

Anualmente se crean 15 mil a 30 mil puestos laborales formales; sin embargo,


las personas que ingresan al mercado laboral durante ese año sobre pasan los
250 mil.
En una transición. El mercado laboral del Perú está cambiando, esperando
urgentes mejoras. Tras tres años de constante debilitamiento del empleo formal,
¿cuál es el panorama general de trabajo en el Perú? José Carlos Saavedra,
Director de Análisis Macroeconómico de Apoyo Consultoría, nos comenta al
respecto.

Para situar la problemática del Perú, porque si queremos ver el panorama


debemos conocer entender el problema que tenemos, situémonos con esta
estadística. En la actualidad, anualmente se crean 15 mil a 30 mil puestos
laborales formales; pese a esta gran cifra, las personas que ingresan al mercado
laboral durante ese año sobre pasan los 250 mil y bordean los 300 mil.

Entonces, ¿esto quiere decir que de 10 personas, solo una consigue un empleo
formal? Así es. Por lo que el resto no tiene otra opción más que auto emplearse
o conseguir un trabajo informal.
"La creación actual de empleo es insuficiente en el Perú para absorber a las
personas que ingresan al mercado laboral cada año. Por cada puesto hay una
cola de 9 a 10 personas, en promedio, detrás. Es por ello que el poder de
negociación sigue enfocado en el empleador", puntualizó Saavedra.

Entendiendo el problema que existe en el Perú, se entiende que se necesita un


cambio. Para los próximos años, se prevé que el ritmo del crecimiento sea
gradual. Al 2017, debemos crecer en un 2% mientras que al 2018, un 4%.

"Los empresarios esperan para el 2017 que el ritmo de las ventas mejore, que el
ritmo de la economía mejore y con ello contratar más", asevera el especialista.

Según un estudio realizado por Apoyo Consultoría, el principal incremento, en


términos de contrataciones laborales, se verá en trabajadores técnicos y obreros.
Por otro lado, las áreas más débiles serán las de manufactura y construcción,
las más vinculados a la inversión.

Sin embargo, según informó el especialista, todas estas proyecciones al próximo


año, dependerán de las inversiones de los empresarios.

José Carlos Saavedra, Director de Análisis Macroeconómico de APOYO


Consultoría presentará más sobre este estudio "Situación actual del sector en un
año de transición política y económica, las principales tendencias y cambios a
futuro" en el próximo 14° Congreso Peruano de Gestión de Personas, organizado
por Seminarium, el próximo 6 y 7 de octubre en el Westin.

¿En qué sectores del mercado laboral peruano hay mayor


demanda?
Según Zaragoza, director del Grupo Educación al Futuro, son cuatro sectores los
que tienen mejor perspectiva de trabajo.
Para el mercado laboral peruano, el avance de los sectores productivos ha sido
clave. En línea con ello, Justo Zaragoza, director del Grupo Educación al Futuro,
resaltó que se necesitan más profesionales y técnicos especializados en
distintos rubros que sepan de tecnología y que puedan aportar al desarrollo.
En conversación con El Comercio, el experto estableció -por orden de jerarquía-
las cuatro familias de carreras que tienen la mejor perspectiva laboral en el país;
esto, en base al crecimiento que han tenido durante los últimos 10 años.
1.- Servicios y finanzas. en dicha área, según Zaragoza, existe una gran
demanda laboral de profesionales. "Aquí vemos a los administradores,
especialistas en finanzas, marketing, ventas, logística y publicidad",
indicó.

Añadió que, en el caso particular de este sector, al ser transverso a otros


rubros y al dar servicio a otras áreas, absorbe la mayor cantidad de
trabajadores que pertenecen tanto al área profesional como para los
técnicos.

2. Ingeniería. Construcción, minería, agroindustria y energía son rubros


que necesitan mayor cantidad de profesionales, al mantenerse entre los
sectores que más crecen. Y los ingenieros, tanto profesionales como
técnicos, están directamente involucrados con estas áreas.
3. Tecnología. Zaragoza destacó que a este grupo pertenecen los
ingenieros de sistema y de telecomunicaciones; técnicos especializados
en toda la gama del desarrollo de software y del big data; expertos en
creación de aplicaciones, y creadores web. "Es un área muy grande,
reciente y con cada vez más demanda en todos los sectores", precisó.

4. Comercio internacional. Las exportaciones e importaciones en el


Perú se han multiplicado hasta por siete. Esto ha generado que crezca la
demanda de profesionales vinculados al área de negocios
internacionales, logística y toda la cadena productiva y de manejo de
almacenes que se requiere para el desarrollo de este sector. El experto
señaló que también ingresan en este sector los pilotos, los que están
vinculados al área de manejo de packaging y del manejo portuario.

► OTROS NICHOS DE MERCADO. Existen otros sectores no tan masivos, pero


igual de importantes, donde se requiere una mayor cantidad de profesionales.
"Uno interesante es el de salud. ahí tenemos una escasez enorme de médicos,
pero sobre todo médicos especializados en geriatría y pediatría, con bastante
especificidad. Tanto es así que cuando se crean nuevos hospitales o clínicas no
se tiene la cantidad suficiente de médicos, igual que los técnicos, entonces
muchos de tienen que trabajar en varios lugares. Y hay déficit, sobre todo, en
provincias", puntualizó Zaragoza.

Cinco competencias necesarias para ingresar al mercado


laboral
De acuerdo a la UTP, las empresas le dan cada vez más relevancia a las
habilidades blandas de los postulantes a un trabajo
En la actualidad un mayor número de empresas peruanas le da un gran peso a
las habilidades blandas de los candidatos al momento de realizar sus pruebas
de selección, de acuerdo a la Dirección de Empleabilidad de la Universidad
Tecnológica del Perú (UTP).
En ese sentido, es importante que desde la universidad los jóvenes desarrollen
competencias generales que los alineen a los requerimientos de las empresas,
además de las competencias específicas propias de cada carrera.
Según un análisis de la UTP, estas son las cinco competencias más solicitadas
por las empresas:

 Comunicación: se busca que el joven profesional tenga la capacidad de


comunicarse de manera adecuada a nivel oral y escrito. Ser capaz de
construir mensajes solventes con eficiencia y poder transmitirlos teniendo
en cuenta la audiencia y el contexto.
 Resolución de problemas: que sea capaz de proponer soluciones
satisfactorias, innovadoras y duraderas a problemas o necesidades de
mejora detectadas. Que tengan la capacidad de poder reaccionar frente
a una situación difícil y presenten iniciativas de solución.

 Trabajo en equipo: el profesional debe trabajar respetando las


necesidades y contribuciones de otros, así como ayudar al equipo a
centrarse en los objetivos para el cumplimiento de las metas comunes.

 Adaptación al cambio: en este mundo de constantes cambios esta


competencia es primordial ya que permite al profesional adecuarse
rápidamente, con efectividad y actitud positiva, a nuevas situaciones y
personas.

 Orientación al logro de resultados: cada día las empresas cuentan con


indicadores de gestión y el desempeño es medido en función al
cumplimiento de estos. Por este motivo, las capacidades de enfocar los
esfuerzos para lograr lo esperado de manera eficiente, establecer planes
claros priorizando acciones y superando obstáculos, son valorados en la
elección del candidato.

También hay otras actitudes valoradas por las empresas como el compromiso y
la actitud positiva. Se busca que los jóvenes profesionales tengan actitudes de
apoyo al equipo y entusiasmo para hacer las cosas incluso en situaciones de
mucho trabajo y posible estrés.

“No obstante, si bien se valoran otros conocimientos como el manejo de idiomas


o uso de programas tecnológicos, la tendencia de las empresas es buscar en el
candidato un balance entre las competencias, los conocimientos y la experiencia
en el puesto”, indica Rocío Yucra, coordinadora de la Dirección de Empleabilidad
de la UTP.

¿Por qué aún crecen los puestos de trabajo de baja calidad?


Para el INEI, una persona subempleada cumple una de dos condiciones: o
trabaja menos de 35 horas semanales por decisión de su empleador o gana
menos de S/961 mensuales
Una de las fortalezas del mercado laboral en Lima Metropolitana es que la
desocupación es baja. Desde hace varios años, la tasa de desempleo se ubica
por debajo de 8% de una creciente fuerza laboral. Sin embargo, en los últimos
tres años ha aumentado el número de trabajadores en condiciones inadecuadas,
según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
La población ocupada en la capital ha crecido sostenidamente en los últimos
años y, al cierre de febrero, unos 4,8 millones de personas tenían un empleo en
la capital. De este total, un 63% labora en la categoría que se denomina empleo
adecuado.
Se trata de alrededor de tres millones que trabajan jornadas completas (mayores
a 35 horas semanales) y perciben ingresos mensuales superiores al ingreso
mínimo referencial, que el INEI estima en S/961.
Esta cifra de tres millones está estancada desde hace más de tres años. En
enero del 2015 [ver infografía] se alcanzó tal cifra y, desde entonces, se ha
mantenido prácticamente inalterada. Más aun, en enero y febrero de este año se
han registrado contracciones en el empleo adecuado.
Mientras crece la ocupación y se estanca la creación de trabajo de calidad,
proliferan los puestos de trabajo más precarios, el también llamado subempleo.
Para el INEI, una persona subempleada cumple una de dos condiciones: o
trabaja menos de 35 horas semanales por decisión de su empleador o gana
menos de S/961 mensuales.
Las cifras de la agencia de estadísticas revelan que este empleo de baja calidad
crece desde enero del 2015, en línea con la parálisis del empleo adecuado. A
febrero, había casi 1,8 millones de trabajadores en estas condiciones.

Resumen
El presente informe realiza un análisis del panorama laboral juvenil del Perú
durante los últimos diez años (2007-2016). Previamente se realiza un análisis
conciso del panorama internacional económico y laboral. Entre los principales
resultados se pueden mencionar los siguientes:
 En el 2016 la economía mundial creció 3,2%, para el 2017 y 2018 se ha
proyectado un crecimiento de 3,6% y 3,7% respectivamente. En el grupo
de economías avanzadas, el crecimiento proyectado para el 2018 sería
menor (2,0%). En cambio, las economías de mercado emergente y en
desarrollo alcanzarían una cifra mayor (4,9%).

 La economía de la región de América Latina y el Caribe cayó en el 2016


(-0,9%) y registraría un crecimiento de 1,2% y 1,9% para el 2017 y 2018,
respectivamente. El Perú, en el 2017 crecería 2,8%, y un 4,0% en el 2018.

 Al 2016, la Población en Edad de Trabajar (PET) juvenil de 15 a 29 años


en Perú sumó un total de 8 millones 110 mil 184 personas, de las cuales
5 millones 15 mil 937 conformaron la Población Económicamente Activa
(PEA), donde 4 millones 596 mil 263 fueron parte de la PEA ocupada y
419 mil 674 la PEA desocupada. El segmento restante de la PET lo
conformó la Población Económicamente Inactiva (PEI), con un total de 3
millones 94 mil 247 jóvenes.

 La tasa de actividad juvenil fue de 61,8% en el 2016, ralentizándose la


tendencia decreciente que venía mostrando desde el 2007. Asimismo, se
apreció que existe una brecha de participación laboral entre jóvenes y
adultos en perjuicio de los primeros, independientemente del nivel
educativo que hayan alcanzado.

 La tasa de ocupación juvenil para el año 2016 fue 56,7%, registrando una
tendencia a la baja como en el caso de la tasa de actividad, disminuyendo
en 5,1 p.p.1 respecto al año 2007.

 La tasa de subempleo juvenil para Perú se redujo en 21,8 p.p. entre el


2007 y el 2016 al pasar de 70,2% a 48,4%, respectivamente. Si bien este
indicador ha decrecido de forma continua en los últimos diez años, esta
caída se ha ralentizado en el último quinquenio.

 La tasa de desempleo juvenil para el 2016 se situó en 8,4%, este indicador


alcanzó una cifra similar a la de hace diez años, apreciándose un
incremento significativo entre el 2015 y el 2016 de 1,5 p.p., explicado por
la menor presión que hacían los jóvenes al mercado laboral para dicho
año, ante las menores oportunidades de conseguir un empleo.

 La tasa de empleo vulnerable para los jóvenes fue 35,8% en el 2016,


manteniéndose relativamente inalterado desde el 2013, después de
mostrar una tendencia decreciente desde el 2007. Cabe mencionar que
la proporción de trabajadores jóvenes que se encontraban en situación de
pobreza para el 2016 fue 18,3%, el cual ha venido decreciendo
sostenidamente en la última década. Ambos indicadores coadyuvan a
evaluar el logro del pleno empleo y trabajo decente.

 La calidad del empleo juvenil en la totalidad de departamentos del país


fue considerada como de mala calidad. Así, el 74,2% de los jóvenes
laboraron en empleos que son de mala o muy mala calidad, es decir, con
bajos niveles remunerativos, sin estabilidad laboral, ni reconocimientos de
beneficios de protección social y jornada laboral excesiva.

 Según categoría ocupacional, para el 2016, la PEA ocupada juvenil se


concentró mayoritariamente en el grupo de empleados privados (27,6%)
y obreros privados (27,0%), seguidos en menor medida por los
independientes (19,2%) y los TFNR (16,6%).

 De acuerdo a la estructura de mercado, el 56,2% laboraba en el sector


privado al 2016, principalmente en empresas de 2 a 10 trabajadores;
seguida de los trabajadores independientes (19,2%), en su mayoría no
calificados, es decir no profesionales y no técnicos.
 Al 2016, la rama de actividad económica que absorbió al 41,9% de los
trabajadores jóvenes fue servicios, le siguieron las ramas extractiva
(22,7%), comercio (18,7%), industria (10,5%), y, finalmente construcción
(6,2%). Cabe resaltar que las subramas con la mayor presencia de
trabajadores jóvenes fueron, servicios comunitarios, sociales y
recreativos; transporte, almacenamiento y comunicaciones; restaurantes
y hoteles; y agricultura, ganadería, pesca y silvicultura.

 Por grupo ocupacional, en el 2016 del total de jóvenes ocupados, el


21,1% se desempeñaba como agricultor, ganadero y pescador; seguido
por los trabajadores de los servicios, grupo que absorbió al 16,6% de los
jóvenes, y los vendedores con un 14,5%.

 El nivel educativo que predominó en los jóvenes de 15 a 29 años de edad,


fue el de los que alcanzaron secundaria (51,2%), seguidos por los que
lograron alcanzar el nivel educativo superior (38,4%) entre los cuales la
mayoría culminó estudios universitarios y, en menor medida superior no
universitario.

 Para el caso específico de los trabajadores que culminaron la educación


superior, la tasa de inadecuación ocupacional fue de 61,7%, siendo mayor
para los trabajadores con educación superior no universitaria (68,3%) que
para los de educación superior universitaria (53,9%).

 La población ocupada juvenil se concentró mayormente en Lima, seguido


de La Libertad y Piura, donde cada uno de estos departamentos tuvieron
más de 250 mil trabajadores.

 Para el 2016, del total de trabajadores jóvenes el 74,0% contó con algún
beneficio de protección social (seguro de salud y pensión de jubilación).
En la última década el nivel de protección social de los jóvenes ha
aumentado significativamente, al pasar de 27,8% en el 2007 a 74,0% en
el 2016.

 El 46,4% del total de asalariados jóvenes contaron con un contrato laboral


en el 2016, de los cuales la mayor parte se encontraba principalmente con
un contrato a plazo fijo (33,9%). Además, el porcentaje de trabajadores
asalariados con tenencia de contrato laboral ha aumentado en 10,7 p.p.
respecto al 2007.

 En el 2016, los jóvenes ocupados percibieron un ingreso laboral de S/ 1


121 trabajando 180 horas en promedio al mes, el ingreso laboral mensual
se incrementó a una tasa promedio anual de 7,6% desde el año 2007.
Asimismo, existe una amplia diferencia entre los ingresos de los jóvenes
y adultos, pues en el 2007 la brecha de los ingresos entre ambos grupos
de edades fue 40,6%, la cual se redujo en el 2016 a 26,3%, lo que significó
una disminución de 14,3 p.p. en el periodo analizado.

 El mayor ingreso laboral, según categoría ocupacional, lo percibieron los


empleadores (S/ 2 346); según estructura de mercado se dio en las
empresas con 101 a más trabajadores (S/ 1 793); según rama de
actividad, fueron construcción (S/ 1 306) y servicios (S/ 1 239); según
grupo ocupacional se dio en los gerentes, administradores y funcionarios
(S/ 3 518); de acuerdo al nivel educativo, fue superior en los que contaban
con educación universitaria (S/ 1 615); y, en el caso específico de los
profesionales, fueron los jóvenes inadecuadamente ocupados los que
sufrieron una doble penalidad en sus ingresos debido a la falta de
experiencia laboral y por laborar en una ocupación que no se encontró
acorde a su nivel de instrucción.

 Al 2016, del total de la PEA desempleada juvenil, la mayoría fueron


cesantes (69,4%), es decir, trabajaron anteriormente. Asimismo, el
principal medio de búsqueda de empleo recae en las relaciones
personales con amigos o parientes (50,3%).

 La PEI juvenil del 2016 estuvo conformada principalmente por inactivos


plenos (97,1%), es decir, no tuvieron ningún interés en trabajar. Entre las
principales razones de la inactividad laboral se tuvo que fue por estudiar
(63,0%) y realizar los quehaceres del hogar (29,5%).

 En el 2016, el 78,0% de los trabajadores jóvenes tuvieron un empleo


informal, es decir, 8 de cada 10 personas que integraban la PEA ocupada
trabajaban de manera informal; cabe mencionar que cayó en 9,8 p.p.
respecto al 2007. En los últimos diez años alcanzó un promedio anual de
82,4%.

 A lo largo de los últimos diez años el empleo informal se ha concentrado


dentro del sector informal, donde alcanzó un promedio de 54,4% respecto
al total de la PEA ocupada juvenil. Mientras que el empleo informal fuera
del sector informal (sector formal) obtuvo un promedio de 28,0% en el
mismo periodo.

 Entre las principales características de la tasa de empleo informal juvenil


se encontró que fue más alta en las mujeres (79,3%) respecto a los
hombres (77,0%), lo que demuestra que las mujeres son más propensas
a tener un empleo informal. Fue mayor en el ámbito rural (96,2%) en
comparación con el urbano (72,3%). Los jóvenes que alcanzaron el nivel
educativo hasta primaria fueron los que registraron la tasa más alta
(95,7%), y la más baja se dio en aquellos con educación superior
universitaria (59,1%). Además, los inadecuadamente ocupados
presentaron una tasa superior (54,6%) respecto a los adecuados (39,0%).
 Por categoría ocupacional, la mayor parte de los trabajadores jóvenes
informales se han concentrado en la categoría de asalariados (alrededor
de 1 millón 920 mil de trabajadores). En este grupo, la tasa de empleo
informal fue 69,2%, lo que significó que 7 de cada 10 jóvenes asalariados
no contaron con un seguro de salud pagado por el empleador.

 Según grupo ocupacional, fueron los agricultores, ganaderos y


pescadores quienes conformaron el grupo más extenso (944 mil
trabajadores jóvenes), a su vez registraron la tasa de empleo informal más
alta (97,4%).

 Al considerar la estructura de mercado de los jóvenes, es el sector privado


que concentraría la mayor cantidad de empleo juvenil (1 millón 833 mil
331 jóvenes), principalmente en las empresas de 2 a 10 trabajadores,
donde la tasa de empleo 11informal llegó a 70,9%; seguida de los
trabajadores independientes (763 mil 675 jóvenes), donde en su mayoría
fueron no calificados y los TFNR con una tasa de 86,7% y 100,0%,
respectivamente.

 La mayor presencia del empleo informal juvenil por ramas de actividad


económica se dio en la rama servicios (1 millón 338 mil 91 jóvenes) que
presentó una tasa de empleo informal de 69,4% y en la que predominó la
subrama transporte, almacenamiento y comunicaciones, y restaurantes y
hoteles; seguido de la rama extractiva (930 mil 435 jóvenes) que presentó
la tasa de empleo informal más alta (94,8%) y en donde la subrama
agricultura, ganadería, silvicultura y pesca tuvo la mayor envergadura en
este sector.

 Un trabajador joven con empleo formal obtuvo un ingreso laboral


promedio mensual que alcanzó S/ 1 907, mientras que un trabajador con
empleo informal percibió S/ 838, lo que significa una diferencia relativa de
56,0%. En otras palabras, un joven con empleo informal no logró percibir
ni una RMV, mientras que un joven con empleo formal logró más
duplicarla. Cabe mencionar que la brecha de ingresos se incrementa
según los jóvenes alcancen un nivel de estudios superior.

 En el 2016, el 20,9% del total de jóvenes estuvo en condición de nini, es


decir ni estudio ni trabajo se encontró desligado tanto del estudio como
del trabajo, de los cuales el 17,5% ni si quiera buscaba activamente un
empleo (minino). Entre los jóvenes ninis predominan, principalmente, las
mujeres, lo más jóvenes de 15 a 19 años, los que residen en el área
urbana, con educación de secundaria, que se encuentran en condición de
no pobreza, además se concentraron mayormente en los departamentos
de Lima, Piura y La Libertad.
CONCLUCION

No hay duda que uno de los principales problemas en el Perú es la


ausencia de un empleo adecuado. A diario vemos a ciudadanos
buscando “chamba”. En general el aumento en el empleo suele estar
correlacionado con el crecimiento económico (medido por el aumento en
el PBI). ¿Se cumple en el Perú que cuando la economía crece, el empleo
aumenta?

Veamos primero el crecimiento económico. De acuerdo con las últimas


cifras presentadas por el INEI, la economía peruana creció 3.63% en
junio, comparada contra junio de 2015. Analizando el detalle de las cifras,
está claro que se trata de un crecimiento originado en los sectores
primarios, más específicamente en minería y dentro del sector
mencionado, la producción de cobre (explica más de la mitad del
crecimiento). Los sectores dirigidos a la demanda interna como
manufactura y construcción cayeron 0.94% y 3.78%, respectivamente.

Ahora vamos al empleo. Las últimas cifras para Lima metropolitana,


muestran que la tasa de desempleo fue de 7.1%, pero si la vemos por
rangos de edad, la tasa crece a 17.1% en el rango de 18 a 25 años de
edad. Por lo tanto, el aparato productivo no está empleando a la gente
joven. Peor aún, la mayoría de los jóvenes se emplea en el sector
informal.

Lo que ocurre es que los sectores ligados a la demanda interna, que son
los que están disminuyendo, son aquellos que más empleo generan. Esto
no quiere decir que la minería no sea importante. Lo es porque genera
una proporción alta de la recaudación tributaria y por ende financia buena
parte del gasto público. Uno de los grandes retos del nuevo gobierno es
mejorar la gestión pública, es decir, la capacidad de usar de manera
adecuada los recursos que recibe de la tributación.

Sin embargo, ello no será suficiente. La llave de salida está por el


crecimiento de la inversión privada. Pero aun así, no lo es todo. Cada vez
se necesitan trabajadores más y más calificados y preparados para
insertarse en el mercado productivo. Y eso pasa por un tema educativo,
pues lo que nos hace “empleables” es nuestra productividad, es decir,
hacer más con la misma cantidad de recursos. De lo contrario, el PBI
puede aumentar, pero el empleo no lo hará, al menos en la misma
proporción. En consecuencia, requerimos la siguiente ecuación: calidad
de crecimiento más aumento de la productividad = más empleo adecuado.
REFERENCIAS
https://gestion.pe/blog/economiaparatodos/2016/08/crecimiento-y-empleo-
en-el-peru.html?ref=gesr

http://www.monografias.com/trabajos105/situacion-actual-del-empleo-
peru/situacion-actual-del-empleo-peru.shtml

http://economipedia.com/definiciones/sindicato-de-trabajadores.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Mercado_de_trabajo
ACRÓNIMOS
BCRP : Banco Central de Reserva del Perú
BID : Banco Interamericano de Desarrollo
DISEL : Dirección de Investigación Socio Económico Laboral
ENAHO : Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza
FMI : Fondo Monetario Internacional
ICE : Índice de Calidad del Empleo
INEI : Instituto Nacional de Estadística e Informática
MEF : Ministerio de Economía y Finanzas
MTPE : Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo
NINI : Ni estudia ni trabaja
OIT : Organización Internacional del Trabajo
PBI : Producto Bruto Interno
PEA : Población Económicamente Activa
PEI : Población Económicamente Inactiva
PET : Población en Edad de Trabajar
RMV : Remuneración Mínima Vital
RUC : Registro Único de Contribuyentes
SUNAT : Superintendencia Nacional de Administración Tributaria
TFNR : Trabajadores Familiares No Remunerados

Un nicho de mercado es un término de mercadotecnia utilizado para referirse


a una porción de un segmento de mercado en la que los individuos poseen
características y necesidades homogéneas, y estas últimas no están del todo
cubiertas por la oferta general del mercado.

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