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Psicología y educación: aproximación a los objetivos y contenidos de la psicología de la

educación

La psicología de la educación implica la aplicación de los principios y explicaciones de la psicología


a la teoría y la práctica educativas, suponiendo que una aplicación coherente de los principios
psicológicos puede ser altamente beneficiosa para la educación y la enseñanza. A partir de allí, los
diferentes especialistas debaten sobre qué se trata dicha aplicación.

La Psicología de la Educación sirve para designar la amalgama de explicaciones y principios


psicológicos que son pertinentes y relevantes para la educación y la enseñanza. Es el resultado de
una especie de selección de los principios y explicaciones que proporcionan otras parcelas de la
psicología (del aprendizaje, del desarrollo, etc.). Sin embargo, no se limita a la aplicación, es una
disciplina con unos programas de investigación, unos objetivos y unos contenidos propios. Es un
ámbito de conocimiento con una entidad propia, como una disciplina que ocupa un espacio
definido.

Se puede entender a la Psicología de la Educación como una “disciplina puente”: esto supone el
compromiso de atender simultáneamente al hecho de que es una disciplina psicológica y
educativa de naturaleza aplicada.

Las relaciones entre psicología y educación

La cuestiónes psicológicas se han destacado en la elaboración de propuestas pedagógicas des de


siempre, incluso antes de la aparición de la psicología científica. Hacia finales del siglo XIX, con la
aparición de la psicología científica, las expectativas sobre el aporte de la psicología se
incrementaron: el desarrollo de dicha ciencia proporcionará a la teoría del educación un impulso
definitivo para abordar y solucionar sus problemas.

Estas expectativas se nutren fundamentalmente de los progresos realizados durante las primeras
décadas del siglo xx en tres areas: 1) las investigaciones experimentales del aprendizaje, 2) el
estudio y la medida de las diferencias individuales y 3) la psicología del niño. Hacia 1940, se cree
que la psicología del educación va a permitir que la pedagogía alcance definitivamente un estatuto
científico.

No obstante, hacia la década del 50, la no existencia de una definición conceptual claro y precisa,
contrastan con el reconocimiento oficial del que goza. Por ser considerada la ciencia de la
educación por excelencia, se ocupa progresivamente de todos los problemas y aspectos relevantes
del fenómeno educativo, razón por la cual sus límites se van desdibujando y su objeto de estudio
es por completo impreciso, a punto tal que pierde su identidad.

Hacia mediados de la década del 50 emergen diversas disciplinas que cuestionan el protagonismo
de la psicología en el ámbito de las ciencias de la educación. Sin embargo, en este contexto
(contexto de posguerra), se produce a finales de los años cincuenta una serie de acontecimientos
políticos y económicos eran trascendencia del campo de educación: el inicio de una época de
prosperidad económica redunda en la experimentación por parte de las disciplinas educativas de
un desarrollo sostenido de 20 años, siendo una de las más beneficiadas la psicología de la
educación.

Hacia los últimos años de la década del 60 se produce un desplazamiento hacia lo que podría
llamarse “enfoque instruccional”. Las áreas temáticas clásicas ceden terreno ante el tratamiento
del aprendizaje de las materias escolares y de los factores que inciden sobre mismo. Durante la
década del 70 se refuerza esta tendencia, coincidiendo con el auge creciente de la psicología
cognitiva en la explicación del aprendizaje, favoreciendo una aproximación entre la psicología del
aprendizaje y la psicología de la instrucción. Finalmente, ya en la década del 80, a partir de la
identificación entre psicología de la educación y psicología de la instrucción y por la confluencia de
esta última con la psicología cognitiva: la psicología cognitiva de la instrucción es uno de los
enfoques dominantes.

Las concepciones actuales de la psicología de la educación

Como se indicó más arriba, en un extremo del abanico se sitúan los autores que conciben a la
psicología de la educación como un mero campo de aplicación del conocimiento psicológico, es
decir: como una psicología aplicada a la educación. Si bien esta ha sido la concepción mayoritaria
de la psicología de la educación hasta los años 50 aproximadamente, en la actualidad sigue
contando con numerosos partidarios (esto puede comprobarse en la mayoría de los manuales de
psicología de la educación, los cuales parecen ser un listado sobre los procesos psicológicos
básicos y su incidencia en el aprendizaje escolar. En este sentido, lo que caracteriza a la psicología
de la educación no es la naturaleza del conocimiento que maneja, sino el hecho de aplicarlo a los
fenómenos educativos. Estamos más bien ante un campo de aplicación de la psicología que ante la
disciplina psicológica o rama de de la psicología científica.

Ante la dificultad por parte de la psicología para resolver de una manera científica y racional todos
los problemas educativos a partir de sus aportaciones, han surgido algunas voces que niegan a la
psicología de la educación como disciplina independiente. El concepciones proponen integrar los
contenidos tradicionales de la psicología de la educación en una disciplina más amplia que tendría
por objetivo la aprehensión global de los fenómenos educativos; por ejemplo: la “educología”.
Dicha propuesta impulsada por Biggs (1976), apunta a integrar el discurso de la educación con las
aportaciones de otras áreas de conocimiento (filosofía, sociología, historia, etc.), para elaborar una
ciencia integrada de la educación.

En el medio de los extremos presentados existen propuestas que conciben a la psicología de la


educación como una disciplina puente entre la psicología y la educación, con un objeto de estudio,
unos métodos y uno marcos teóricos y conceptuales propios. Uno de los principales referentes de
esta tendencia es Robert Glaser, para él esta disciplina puente tendría características similares a
las de otras disciplinas aplicadas (ingeniería, electrónica, etcétera). La psicología de la instrucción
producto, mía artista participa de las características de las llamadas ciencias del diseño o
disciplinas tecnológicas.
Según Ausubel, la psicología de la educación encuentra su ámbito de estudio en las leyes del
psiquismo del psiquismo humano que rigen el aprendizaje escolar. De modo tal que, la psicología
de la educación es inequívocamente una disciplina aplicada, pero no es la psicología general
aplicada a los problemas educativos. En este sentido, se plantea la cuestión de saber si esta
convergencia entre la psicología de la educación y los aspectos instruccionales de la escuela es una
necesidad lógica o epistemológica o es un rodeo para llegar a nuevas conceptualizaciones.

Más allá de las diversas posiciones parece epistemológicamente razonable definir la psicología de
la educación por su objeto de estudió, independientemente del marco institucional en el que
tienen lugar los fenómenos educativos analizados, de la edad de los sujetos y de la naturaleza del
contenido. En este sentido, Piolat propone como objeto de estudio de la disciplina los “procesos
de formación”. Estos procesos de formación son procesos de cambio sistemático en el
comportamiento humano que respetan los siguientes criterios:

a) Son procesos de adquisición, dan lugar a un aprendizaje.


b) Son intencionales y finalizados, responden a intenciones y objetivos educativos.
c) Tiene lugar durante un período de tiempo relativamente largo.
d) Provocar efectos durables en las personas.
e) Implican reestructuraciones importantes del comportamiento.

En suma, estas concepciones comparten el rechazo a considerar a la psicología de la educación


como un simple campo de aplicación de la psicología, insisten en la necesidad de atender
simultáneamente a los procesos psicológicos y a las características de las situaciones educativas y
subrayan el carácter aplicado de la disciplina.

La psicología de la educación: una disciplina psicológica y educativa de naturaleza aplicada

Afirman que la psicología del educación es una disciplina puente significa, en términos positivos,
que participan mismo tiempo de las características de la disciplinas psicológicas y educativas. La
psicología del educación participa de los mismos paradigmas explicativos que el resto de las
disciplinas psicológicas. Pero no puede ser entendido en ningún caso en términos de dependencia
o influencia unidireccional. Son más bien relaciones que merecen ser calificadas en sentido
estricto de interdependencia e interacción.

En tanto disciplina educativa, la psicología de la educación forma parte de los componentes


específicos de las ciencias de la educación, es decir, del núcleo de ciencias cuya finalidad específica
es estudiar los procesos educativos. Los estudia con una triple finalidad:

1) Contribuir a la elaboración de una teoría explicativa de estos procesos.


2) Elaborar modelos y programas de intervención dirigidos a actuar sobre los procesos
educativos con una finalidad determinada.
3) Dan lugar a una praxis educativa coherente con las propuestas teóricas formuladas.

Es decir, estudia los procesos educativos en una triple dimensión: teórica o explicativa, proyectiva
o tecnológica y práctica o aplicada.
A la vez, que podemos identificar tres componentes que aparecen siempre en todos los intentos
de aplicar la psicología a la educación: 1) un conjunto de conocimientos más o menos organizados
sobre los procesos psicológicos que conforma un templo teórico-conceptual; 2) un ámbito de
aplicación al que aplicar el núcleo teórico conceptual, es decir, prácticas educativas; y 3) es
necesario disponer de unos procedimientos que permitan ajustar al conocimiento teórico a las
características particulares del ámbito de aplicación, son procedimientos de ajuste.

En el contexto de comprensión de la psicología de la educación como disciplina puente, el núcleo


teórico-conceptual incluye conocimientos específicamente referidos al ámbito de aplicación que
es el de las prácticas educativas, además de los conceptos básicos de psicología. Asimismo, el
ámbito de aplicación refiere a un conjunto de técnicas de intervención propias de la disciplina.

En síntesis, como disciplina psicológica, la psicología de la educación mantiene relaciones de


interdependencia-interacción con las restantes disciplinas psicológicas; como disciplina educativa
contribución con sus aportaciones a una mejor comprensión, planificación y mejora de procesos
educativos en una perspectiva multidisciplinar; y como disciplina de naturaleza aplicada, inclusión
conocimientos de naturaleza teórico-conceptual, de planificación y diseño, y de intervención
práctica.

El objeto de estudio y los contenidos de la psicología de la educación

Podemos considerar como objeto de estudio de la Psicología de la Educación, los procesos de


cambio comportamental provocados o inducidos en las personas como resultado de su
participación en actividades educativas.

Una primera categorización se puede ordenar en dos grandes bloques: los relativos a los procesos
de cambio comportamental y los relativos a los factores o variables de las situaciones educativas.
Asimismo, dentro del bloque de variables pueden identificarse dos subgrupos: los factores
intrapersonales del alumno y los factores ambientales o propios de la situación.

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