Narra Gianna:
nada de lo que había vivido anteriormente, pero luego de unos minutos los
habitación oscura y cerrada, en la cual solo existía una leve luz que entraba por
auxiliarme.
mientras pensaba qué sería de mí, qué me iban a hacer y cómo acabaría todo
esto.
Cuando mis ojos ya no podían emitir ni una sola lágrima más, escuché el
ella aparecieron dos altas figuras masculinas, que seguramente casi doblarían
mi tamaño en ese momento. Sus ojos reflejaban maldad, sus pasos torpes no
sacado de mis propias pesadillas. Intenté desplazarme lejos de ellos, pero mis
Murmuraban entre ellos cosas que yo no podía entender; estaba segura de que
cuclillas delante de mí, para situarse a mi altura y retirarme los grilletes de las
-Tu familia pagará millones por ti. Eres un buen negocio, niña-dijo con un
-Tú, tus padres, empresarios más poderosos del país, dinero. Razona un poco,
avisar de que pasarás poco tiempo aquí… pero te advierto de que no intentes
estancia.
compañero.
‘’Ojalá me saquen pronto de aquí’’, me decía, deseando que los que estuviesen
inconveniente. Alguien nos ha ofrecido más dinero que tus padres por ti.
Narra Thomas:
para encontrar a nuestra hija. La ansiedad y tristeza eran enormes, pero por fin
parecía que nos reencontraríamos con ella si les entregaba una tasa bastante
malditos infelices que retenían a mi hija para que pudiesen liberarla, y tendría
estuviese conmigo.
Un hombre con rostro serio se acercó a mí, observando atentamente el lugar
nada más preguntarle por mi hija una sonrisa malvada apareció en su rostro.
ella.
-¿¡QUÉ!?
Detrás del ruido del coche al acelerar, solo pude apreciar una última frase del
-La he vendido.
sufriendo, estuviese siendo maltratada. Mi vida se había roto, pero mis ganas
En esos segundos en los que veía al coche alejarse y mis ojos se llenaban de
porque ella no era solo mi hija, sino también un pedacito de mí, y sus
acabar en la cárcel por ello, lo haré, no me importa’’, dijo una vocecita dentro
de mí.
Y aunque sonase un poco malvado, sí, estaba dispuesto a eso y a mucho más.
Por una vez, la frase principal de la canción favorita de mi hija cobró sentido
para mí:
CONTINUARÁ…