1. Las vacunas no han reducido la enfermedad. A pesar de que es fácil encontrar estadísticas que
hablan de la disminución de mortalidad por enfermedades, quienes están en contra afirman
que esto no tiene necesariamente que ver con la vacunación sino con los cambios en estilos de
vida y la muerte natural de los virus debido a lo mismo.
2. Las vacunas no son seguras. La peligrosidad de las vacunas radica en sus ingredientes, mismos
que no son expuestos al público. Todas las vacunas contienen sustancias químicas neurotóxicas
mortales como el aluminio, el mercurio y el formaldehído. Muchas vacunas también contienen
glutamato monosódico (MSG), antibióticos e incluso organismos modificados genéticamente
(OMG).
3. Las vacunas modifican los patrones de funcionamiento del sistema inmune. Ningún individuo
enferma al mismo tiempo de tétanos, difteria, tosferina, hepatitis, rubeola, etc. Por tanto, el
sistema inmune no está capacitado para producir anticuerpos para todas estas enfermedades
al mismo tiempo, sin fallar.
4. Las vacunas fallan. El hecho de que muchas personas enfermen a pesar de estar vacunadas
evidencia que las vacunas no siempre son efectivas. El ejemplo que más emplean es el de la
influenza. La mayoría de la gente no sabe que la primera vacuna que se produjo, para la viruela,
fue un completo desastre. Las consecuencias para la salud de los que la recibieron incluida la
sífilis y la muerte, realizando un esfuerzo concertado en el momento para encubrir estos
resultados y promocionar vacunas de todos modos, porque son altamente rentables. Una cosa
es tener hinchazón localizada o síntomas de fiebre temporales siguiendo a vacunas. Pero si su
hijo es uno de los desafortunados que desarrolle daño nervioso permanente en forma de
síndrome de Guillain-Barre, por ejemplo, él o ella podría requerir la atención y tratamiento de
por vida por los daños de la vacuna.
5. Los niños no vacunados son generalmente más sanos. Los estudios internacionales que buscan
en los resultados de salud de los niños no vacunados en comparación con sus pares vacunados
han demostrado repetidamente que los no vacunados son generalmente menos afectada con
alergias, autismo, trastornos del comportamiento, la disfunción autoinmune y enfermedades
respiratorias. En cuanto a la vacuna contra la gripe, por ejemplo, un estudio publicado en la
revista Clinical Infectious Diseases encontró que los individuos inyectados “contra” la gripe son
550 por ciento más propensos a tener problemas respiratorios.
6. Es un negocio farmacéutico de millones de dólares. De acuerdo con los detractores de la
vacunación, esta práctica beneficia a gobiernos y farmacéuticas y todo es un montaje para
generar miles de millones en ganancias. Las vacunas son muy rentables para las compañías
farmacéuticas, que no son considerados responsables por daños y perjuicios. No sólo están las
compañías de vacunas completamente protegidas de la responsabilidad cuando sus vacunas
lesionan o matan niños, incluso por lo general son "patrocinados" por las agencias
gubernamentales que obligan a las familias y a los niños a vacunarse, usando tácticas de miedo
escandalosas e infundadas.
1. Las mayoría de las enfermedades no desaparecen del todo por siempre. Ciertamente debido a
la mejora de condiciones higiénico-sanitarias, existen enfermedades cuya incidencia ha
disminuido. Sin embargo, siguen existiendo y algunas como la tuberculosis tienen brotes
importantes de regreso.
2. Gracias a las vacunas enfermedades antes mortales ahora son leves. Enfermedades clásicas
infantiles como el sarampión, paperas, varicela, tosferina o polio, que causaban daños
irreversibles o incluso la muerte, hoy solamente obligan al reposo por unos cuantos días –si se
está vacunado, pues la vacuna es una gran atenuante de la enfermedad-.
3. El que no haya epidemias no significa que las enfermedades no puedan volverse
mortales. Una enfermedad que como se mencionó anteriormente puede ser leve, por ejemplo
el sarampión, si ataca a un organismo no vacunado puede debilitar severamente el sistema
inmunológico, bajar las defensas y crear un estado de inmunosupresión que puede llevar al
paciente a una neumonía mortal. Esa es la diferencia entre un cuerpo vacunado y uno no.
4. No existe vinculación alguna entre la vacunación y el autismo. A pesar de que esto fue un mito
generalizado a finales de la década de los noventa y principios de dos mil, ahora se sabe que no
existe correlación alguna, así como tampoco la hay con la diabetes, asma crónica y muerte
súbita.
5. El mercurio contenido en las vacunas no es tóxico. Debido a la minúscula cantidad contenida
de tiomersal (mercurio) se ha dicho que este puede ser tóxico y causar afectaciones
neurológicas. A pesar de que esto ha sido descartado, actualmente se busca sustituirlo por otra
sustancia para eliminar posibilidades de ataques.
Durante el inicio de la presentación del debate, la medica habla sobre los siguientes puntos:
Se da lugar al que el grupo en contra presente sus argumentos, el grupo en contra está
formado por la ciudadanía.
Se hacen preguntas a cada uno, donde termino haciéndose un debate mas abierto debido a la
escasez de tiempo, donde se hablo de legislación, globalización, calendario de vacunaciones.
Al final del debate se muestra un video, donde se muestra la importancia de las vacunas en
contra de la poliomielitis.