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El etnotexto como concepto

Hugo Niño (Colombia)


Universidad Distrital de Bogotá "Francisco José de Caldas”

El etnotexto, ese texto de vínculos Para expresarlo en términos de recepción, la idea de


ancestrales, ha irrumpido como una textos procedentes de la oralidad mitológica circulando
producción literaria heterogénea, al al lado de las literaturas abiertas en condiciones de
correspondencia, es un hecho reciente. En realidad, hace
tiempo que las condiciones llamadas
solo treinta y cinco años Miguel León Portilla se
posmodemas reclaman una redefinición preguntaba acerca de su existencia como entidades
de identidades. Sus efectos estéticos vivas. Fue en un célebre ensayo de 1959: La visión de los
tocan espacios que se relacionan con vencidos, al que siguió en 1965 La otra cara de la
una terapéutica social, a más de conquista, que contenía el principio de certidumbre
contener una fuerte implicación en las sobre su continuidad.
tendencias actuales de deconstrucción Algunos hechos han contribuido a acentuar es-
de saberes, mapas culturales y espacios tas transformaciones de percepción y recepción re-
cientemente: cambios en la realidad de lo que has-
de comprensión de realidades. Su ta incluso la década pasada era para el vecino un
presencia creciente en los campos de mundo establecido, con sujeción a pequeños cam-
recepción es un síntoma de bios de realización paulatina. Como consecuencia
transformaciones culturales de América, de lo anterior, vino la desaparición del modelo de
la latina particularmente, constituyendo los tres mundos, sustituido por otro compuesto de Norte
y Sur. En el seno de cada uno de ellos también se han
una fuente de capital pragmático, operado cambios dramáticos en el orden político y
estético y ético de alcance polivalente. económico, así como en el de sus composiciones étnicas
y culturales. La crisis generada por estas
transformaciones ha producido su impacto en las
nociones epistemológicas, una de cuyas expresiones ha
sido la consideración apocalíptica de haber llegado al fin
de la historia. Otra, un cambio notorio de actitud hacia
las formas y fuentes de conocimiento y producción
cultural, lo que se deja ver en las transformaciones
curriculares del medio académico. Se trata de la
inclusión al nuevo currículo de textos marginales

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que comprenden relatos canónica y cultura popular; entre
testimoniales como los de etnografía y literatura, hablando
Rigoberta Menchú -maya- o Elena particularmente del etnotexto. Para
Valero -yanomami-, más otros decirlo en términos cotidianos, la
textos que se vienen incorporando al caída de las fronteras geopolíticas
lado de los clásicos canonizados. El ha ocasionado la propia caída de los
retenes en los contextos de la
cambio más importante, sin
cultura y sus instituciones.
embargo, no es el interés por esos Formando parte de la
textos, que siempre ha existido en programación de artes plásticas
círculos académicos de ejercicio universales contemporáneas, la
compartimentado, como son la Casa de las Culturas del Mundo de
etnología y la etnolingüística. Tal Berlín incluye una gran muestra de
vez lo más importante ha sido el tallas en madera de Tanzania; o la
descentramiento en la recepción: su Galería Nacional de allí mismo,
inclusión en los planes de literatura dentro del ciclo de escultura
sin adjetivos, tanto en Estados contemporánea, después de Rebeca
Unidos como en Europa, inclusión Horne presenta los nuevos modelos
registrada ya no como literatura de automóviles Ferrari. Todo, en
1994. Todo, también, sin la relación sometidos a censura por
exótica ni como conjunto de
presentación de discursos que sus inscriptores de momento. De
evidencias arquetípicas de la cultura
"justifiquen" lo que para receptores otro lado, se trataba de
universal, sino como textos
de tradición "culta" pudiera compilaciones donde más que de un
literarios en pie de diálogo. También
significar una extralimitación. No estado, se daba cuenta de un pasado
en América Latina aparecen los hay extralimitación, porque los de la literatura, en el que resultaba a
estudios etnoliterarios, en algunas límites resultan ahora rebasados. menudo difícil reconocerse.
universidades con mayor indecisión Son inidentificables. A partir de mediados de los se-
que otras. Claro, supone uno, En Latinoamérica e Indoamérica tenta se dieron en Colombia algu-
esperando a ver qué pautas se -para usar dos términos nos acontecimientos que marca-
marcan en los medios académicos convencionales-, los cambios más ron un nuevo punto de partida,
del norte. sensibles se han operado en los por cuanto daban cuenta del esta-
La implicación de estas últimos veinte años, en lo que
do de una literatura indoamerica-
transformaciones tiene un alcance respecta a la recepción del
etnotexto. Algunos de los más na viva, con evidencia de recono-
mayor que los hechos mismos:
importantes se han operado en el cimiento en un espacio determi-
significa el derrumbamiento de los
contexto amazónico, que es el nable y dentro de una sincronía.
cánones, de la oposición entre
escenario de referencia para estas Se trata de Primitivos relatos con-
literatura primitiva y literatura
reflexiones. Desde luego, tales tados otra vez, 1976, un conjunto
moderna; entre arquetipos y
cambios de recepción se han dado a intertextual donde es posible el
culturas mayores; entre cultura
lo largo del continente, con diálogo entre un yo de signo occi-
inclusión de Norteamérica, donde dental y un otro amerindio
la tendencia al diálogo con la amazónico. Vino luego Literatura
literatura indoamericana regional de Colombia aborigen, en 1978.
es significativa. De hecho, para No se trata de un trabajo de com-
volver sobre el estado de la pilación antológica de carácter bi-
situación antes de los cambios que bliográfico, como lo entendieron
menciono aquí, algunas antologías algunos lectores ligeros, sino de in-
como las de Alcina Franch, W.
vestigación fundada en el encuen-
Krieckeberg y E. Cardenal
intentaban dar cuenta de los tro sincrónico y directo. Es, por lo
registros bibliográficos y demás, un texto que da cuenta por
documentales de un arte verbal primera vez de la expresión viva
amerindio. Pero se trataba de amerindia de Colombia en la sin-
realizaciones donde los textos en cronía, salvo el capítulo correspon-
muchos casos estaban diente a Cundiboyacá. También se
neutralizados estéticamente por trata del primer libro orgánico "na-
proceder de documentos de cional" de la bibliografía latinoame-

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La implicación de estas transformaciones tiene un alcance ma- que es, además, portador de una
yor que los hechos mismos: significa el derrumbamiento de los gran cauda de propiedades
cánones, de la oposición entre literatura primitiva y literatura temáticas, materiales, técnicas
moderna; entre arquetipos y culturas mayores; entre cultura narrativas, estéticas y éticas que
canónica y cultura popular; entre etnografía y literatura, ha- constituyen una alternativa en el
blando particularmente del etnotexto. orden de la pragmática social y
cultural, a más del componente
relacional en lo que tiene que ver
ricana en ser negociado como tín Lienhard: La voz y su huella, con el medio ambiente. Por nuestra
literatura en relación de igualdad y 1992, y "etnoliteratura" por parte parte, creemos que hay algunos
correspondencia. Es, asimismo, la nuestra: Etnoliteratura, rasgos que caracterizan el etnotexto:
primera investigación de su tipo conocimiento y valores, 1989. Aún 1. Se trata, ante todo, de un rela-
donde lingüistas, antropólogos y antes, ya en 1975 empleamos la
literatos reúnen esfuerzos investi- to; y como relato es una per-
noción de etnoliteratura: Palabras e formance en cuya realización
gativos en torno a una expresión imágenes, Revista de la
heterogénea, pero ya no reducida a se opera una restitución de
Universidad Nacional de Colombia, procesos de conocimiento.
la condición excluyente del folclor n. 14. Etnoliteratura es hoy un
literario o mitología simplemente, También, como performance,
término extendido. En Estados el etnotexto implica un alto
que son denominaciones Unidos, Enrique y José Ballón-
excluyentes. Este libro cambiaría grado de ritualización, tanto en
Aguirre lo registran como una el plano de su adquisición-
las políticas de recolección y denominación referida a un
recepción en el país. transmisión, como en el de la
momento específico de la historia o interpretación. También, a di-
Comenzando la década si- la prehistoria (!), a expresiones
guiente, tres nuevos libros ferencia del texto letrado, este
circunscritas territorial o se enriquece, muta y negocia
procedentes del contexto étnicamente, así como a un objeto
amazónico amplio hicieron constantemente en un diálogo
de interés académico, límites que dinámico.
i m p a c t o : M o r o n - ellos ven necesario rebasar:
guetá, Brasil, 1980; Yuruparí, 2. Su autoridad depende de la
Comparative American Eth-
Colombia, 1982, y Tradiciones de comunidad. Ni siquiera del
noliterature: The "Challenge"
la gente del hacha, Colombia, 1986. relator chamán, que funge
M o t i f , 1 9 9 5 . Ta m b i é n a l l í ,
Se trata de textos que evidencian como portavoz e intérprete
recientemente ha comenzado a
estados de complejidad de la pero no como fuente de au-
elaborarse una tendencia crítica: la
construcción estética. Igualmente, toridad. Aquí también hay una
"etnocrítica", que asume de paso un
proponen caminos de diferencia con el texto letra
reconocimiento de parentesco con
autointerpretación y redefinición de do occidental, cuya autori-
la sociocrítica. Su representante es
identidades mediante el dad, las más de las veces, de
Arnold Krupat: Etnocriticism,
reconocimiento de una estética que pende del crítico y de estra-
1992. Desde África, a su vez, Yoro
desborda los cánones y que a la vez tegias de mercado.
Fall propone la denominación
es portadora de una ética en 3. Se aparta de la idea occidental
"oralitura", como oposición a
condición de diálogo axiológico. de literatura. No se muestra
literatura e historia. Oralitura se
En el terreno teórico, ante la como un texto de lo imaginado
asocia a un concepto fundado en una
incapacidad de la literaturística de como artificio, sino de lo
forma específica de comunicación.
cánones para formular respuestas conocido. Su estética no es
Para Fall, la oralitura constituye una
ante este tipo de arte verbal, han exclusivamente verbal, sino total:
estética igual a la literatura, pero con
aparecido en los últimos diez años he ahí el fracaso de los enfoques
conceptualizaciones que intentan mayor riqueza: Historiografía,
verbalistas con respecto a él. Se
dar cuenta de él, tratando de ajustar sociedades y conciencia histórica
trata de un texto útil y de función
las ideas a la realidad y no a la en África, 1992.
pragmática, con lo que se aparta
inversa, tendencia perniciosa que Aquí nos referimos al etnotex-
también de la tradición
hasta ahora había caracterizado a la to como expresión y no como dis-
occidental: el relato "sirve" y guía
crítica y a la teoría tradicional. Así, ciplina. No obstante el desacuerdo
las conductas, al poseer altos
en el contexto indoamericano se han en torno del nombre con qué
contenidos taxonómicos,
venido empleando las categorías abordarlo, las distintas aproxima-
pragmáticos y axiológicos. En
"etnopoesía" por parte de Hubert ciones contienen un acuerdo en
esta clase de texto no opera la
Fichte: Etnopoesía, 1987; cuanto al objeto de estudio, que es
oposición ficción/realidad tan
"etnoficción" por parte de Mar- irreductible a los cánones y
claramente como parece darse

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en la cultura occidental. histórico. Aquí está Cien
Igualmente, sus "performancias" En el campo de la años de soledad, Gran
son heterogéneas. En ellas radica
su eficacia, siendo la base de
historiografía literaria sertón: Veredas, A resistí-
vel ascensão do Boto
estilos narrativizantes. De un lado, el mito era colocado como Tucuxi, textos que podrían
se desarrolla una estilística de afiliarse también a lo que
conceptualización: un estilo de una etapa anterior Martín Lienhard ha
formalizar conceptos. De otro
lado, la acción de autoco- a la literatura "mayor", denominado etnoficción.
De este modo, el
nocimiento y de reconocimiento de expresión letrada etnotexto estaría afiliado en
por parte del auditorio, que se
encuentra a sí mismo en lo un sentido general por su
males e ideológicos de objeto, en tanto texto de
relatado en el texto, es fuente de intercambio, cuando en el performance oral y de origen
placer. proceso hay mediación de
4. Dispone de una estilística que comunitario; por su tema, en tanto
diálogo con un agente de
pasa por lo verbal, pero que se texto de orígenes, fundaciones,
trasmisión. Es el caso de Tabaco
configura realmente en su ordenación simbólica de conductas
frío coca dulce o Yuruparí.
performance y en su capacidad y, más ampliamente, texto de la
de procesar conceptos. No solo 2. Visión del indígena desde la orilla cosmovisión indo o afroamericana,
hay un estilo en el texto: el letrada, visión que a su vez se para el caso del etnotexto en
resultado estilístico final de cada presenta acompañada de los América; por su referente, en tanto
uno de los textos depende de la siguientes rasgos: texto de escenarios caracterizados
actuación del relator, guiada por - Como proceso de recolección por acentuados componentes
la recepción del auditorio. En ese con mediación del investigador naturales, no obstante su estado de
instante se constituye el estilo del en posición dialógica y de reconocimiento por vía de la
texto relatado y se reconoce su revaloración de modelos exclu- cultura. Aquí la expresión, es decir,
eficacia y la autoridad del relator. yentes. Tal el caso de Literatura la lengua en que se dé, es
No del texto, ya que la de este colombiana aborigen, Mo- significativa pero no excluyente.
depende de la comunidad ronguetá, Tradiciones de la gente
misma. De hecho, el etnotexto se expresa en
del hacha, o Entre la tierra y el
5. Desborda la idea de las literatu- cielo, trabajo de ruptura de límites lenguas indígenas originales: es la
ras nacionales. Por esto, por su en lo que se refiere al etnotexto narrativa ticuna en torno de Yoi, o la
múltiple estatuto sociocultural, afroamericano en Colombia. uitoto de Júttiñamui y Gitoma.
no cabe en los límites de las lite- -Como proceso de intertex- También se expresa en lenguas
raturas nacionales homogéneas, tualización y diálogo, con for- generales indígenas: Yuruparí; o en
que tampoco existen más que mas de narrativización que lenguas occidentales, como es el
como una ilusión hegemónica. incluyen intercambios, fusiones caso de gran parte de la literatura
Y para tranquilidad de los pre- cosmovisivas, asimilación de
ceptores literarios. modos narrativos y negociación
6. Se trata de un producto alta axiológica. Aquí caben: Los mitos
mente intertextualizado y ne- del sol, Memoria del fuego. Es
gociado. De hecho, el que más también forma de autovisión a
dinámicamente muestra estas través del otro.
propiedades dentro del arte 3.Visión intercultural, desde las dos
textual. orillas: acción de competencia y
De esta suerte, por sus procesos "performance" plenas. Su
paradigma es J.M. Arguedas.
formativos, el etnotexto se expresa
como: 4.Visión de un nosotros con
asimilación de las propiedades
1. Visión del indígena desde su narrativas de la oralidad, con
orilla y desde su lengua, de ori- sus carnavalizaciones y con
gen o lingua geral, con inclusión apropiación del mito como modo
o no de componentes for- congnositivo en relación de
equivalencia con el modo

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producida bajo situaciones de mito era colocado como una
mediación o exterminio ¿Cómo el etnólogo etapa anterior a la literatura
lingüístico, donde el texto ha
buscado permanecer
ha venido produciendo "mayor", de expresión letrada.
Esta era la consecuencia de
culturalmente, aunque al otro? pensar las historias nacionales de
expresándose mediante la literatura en términos
préstamo, apropiación o abre paso una transformación de totalizadores, aparentemente
intercambio lingüístico. En todos valoración y actitud, que lleva unitarios y convencionales. La
estos casos, la expresión inevitablemente al diálogo y, en búsqueda era de unidad,
considerada original es la de la algunos casos, a la fusión de homogeneidad y totalidad, dentro
lengua de circulación comunitaria recursos, visiones y formas de de estrictos límites de fronteras
oral, antes de su transferencia a una conocer y contar. políticas, con exclusión de la
lengua letrada común. culturalidad. Arguedas, Asturias y
De hecho, las manifestaciones del Guimarães nos llamaron la atención
etnotexto tejen una red compleja,
La irrupción de la sobre esto: al contrario de los
que rebasa no solo la idea de conciencia historiadores, demuestran que el
nacionalidad, sino la idea de lengua José María Arguedas (Andahuay- mito está vivo; que es dinámico y
propia. Ver las filiaciones literarias las, Perú, 1911/Lima, Perú, 1969), operacional culturalmente. Dos
ligadas a nociones de lengua y Miguel Ángel Asturias (Ciudad de hechos bibliográficos van a
nación ha sido el origen de muchos Guatemala, 1899/Madrid, 1974), irrumpir en este escenario con una
equívocos e inconsistencias João Guimarães (Minas Gerais, fuerza inesperada, en cada una de
teóricas. Los relatos del Gran Brasil, 1908-1967) ponen de las lenguas generales de América
Cumbal, en Nariño, son narrados, presente la existencia del mito y la Latina: por un lado, el
"performados", en español, sin que oralidad en la literatura de ficción. redescubrimiento por parte de la
por ello pierdan autenticidad. Gran Sin embargo, la recepción inicial del neovan-guardia brasileña de los
parte de la literatura afroamericana mito en la ficción dentro de sus concre-tistas, que reclaman como
está expresada en inglés, español o textos es registrada por la crítica con pieza clave a Macunaíma, rapsodia
criollo, sin perder sus razones de una visión arquetípica. Hay un hecha sobre los materiales del
identidad. Más bien, se corre el detalle relevante: los tres pasaron su etnólogo alemán Theodor Koch
riesgo de perderla cuando estos infancia con sociedades Grünberg a comienzos del siglo en
textos quieren definirse como tradicionales, por lo que sus textos Roraima, Amazonas brasileño. El
literaturas de nación o de lengua. encierran una articulación múltiple: segundo hecho es la aparición de
ficción, documentalidad y Cien años de soledad, donde el mito
El etnotexto como testimonio. Son ellos quienes es movilizado con un estatus
problemática y como crearán esa conciencia, por la vía de integrado narrativamente, con la
la ficción, y no los indigenistas, por misma "validez" de las
corriente literaria explicaciones históricas, donde una
El etnotexto se manifiesta como la vía del alegato.
De hecho, antes de ellos el mito versión es tan buena como la otra.
producto cultural en la actualidad,
era objeto de dominio de la an- Una diferencia sustancial aquí es
dentro de una encrucijada de
tropología, que lo instrumentaba que el mito no es un estado de
desarrollo científicos, culturales,
como pieza de interés científico. referencia como en Joyce, por
sociales, económicos y literarios de
Y cuando escapaba a este domi- ejemplo, sino un estado de
América Latina, configurando una
nio, la recepción brindada a él era interpelación sincrónicamente
problemática según la cual el mito
la de considerarlo expresión significativo y narrativamente
fluye como propiedad cognoscitiva
folclórica y fuente "preliteraria". alternativo. De manera muy cercana
y memoria cosmogónica de la
Es un hecho cierto que en el cam- se producen algunos cambios a
sociedad oral, en contraste con la
po de la historiografía literaria el nivel de los estudios literarios, que
visión histórica, lineal y
son:
retrospectiva de la autollamada
sociedad moderna occidental. Las En el terreno teórico, ante la incapacidad de la literaturística de
relaciones entre uno y otra, cuando cánones para formular respuestas ante este tipo de arte verbal,
han sido admitidas, se han han aparecido en los últimos diez años conceptualizaciones
caracterizado como de conflicto y que intentan dar cuenta de él, tratando de ajustar las ideas a la
tensión antes que de coexistencia. realidad y no a la inversa, tendencia perniciosa que hasta ahora
No obstante, en la actualidad se había caracterizado a la crítica y a la teoría tradicional.

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Impacto de la narratología, Los mitotextos se cuelan en las narraciones de los inmigrantes
bien de sello estructural o con indígeno-campesinos. Forman parte de un discurso literario
elaboraciones semiológicas. En el informal. La folclorología entra en crisis, al entrar en crisis su
contexto específico, eso se ve en los ilusión de pureza cultural, merced a la presencia de una dinámi-
intentos de aplicar Propp a ca desacostumbrada de migraciones, intercambios, permeabili-
Macunaíma, por parte de Haroldo zaciones y préstamos culturales.
de Campos (São Paulo, 1929):
axiología. La proximidad de su con el caso de la occidental-
Morfología de Macunaíma, 1973.
crisis se advierte en cruces de yanomami Elena Valero-Napeyo-
Descubrimiento de que el mito, objetos entre antropólogos y ma. Sobre este caso de la región
antes que nada, es un relato: un escritores literarios. Es cuando amazónica venezolano-brasileña y
relato oral. Realmente, en este escritores como Antonio Calado sobre el plagio hecho en Shabono,
momento aún no se reconoce al mito (Niterói, Brasil, 1917) comienzan a se desencadena en gran parte la
categorialmente. Solo se le escribir novelas antropológicas: crisis de autoridad de la etnología,
describe. Se le narra. No obstante, el Quarup, 1967, y antropólogos como que pone de manifiesto la carencia
etnotexto comienza a ocupar Darcy Ribeiro (Montes Claros, de salidas desde el etnocentrismo:
lugares de importancia creciente Brasil, 1926) comienzan a escribir Florinda Donner: Shabono: A True
como objeto de estudio, causando ficción: Maira, 1976. Adventure in the Remote and
impacto sobre el folclor, la Mediados de los setenta, a Magical Heart of the South
antropología y la ficción. Dentro de mediados de los ochenta: cambios y American Jungle, 1985. Con esto se
este contexto se pueden identificar rupturas. Este período se hace necesario abordar el etnotexto
tres etapas de crisis, rupturas y caracteriza por la aparición del como problema de deconstrucción.
transformaciones de índole social y etnotexto como discurso circulante Desde Alemania se plantean formas
cultural: en términos de igualdad y diálogo. de etnología alternativas que se
Fines de los sesenta, a mediados de Suceden algunos hechos relevantes:
llaman etnopoesía: Hubert Fichte:
los setenta: crisis de los modelos y En Colombia aparecen dos textos de
Etnopoesía, 1987. La crisis se
del discurso. El período que va entre Hugo Niño (Bogotá, 1947):
Primitivos relatos contados otra manifiesta en el plano de los
fines de los sesenta y mediados de
vez, 1976, que es intertextualización estudios literarios de diversas
los setenta se ve marcado en
amazónica; y Literatura de maneras:
América Latina por procesos
críticos de migración y Colombia aborigen, 1978, que
urbanización rápida seguida de plantea un cambio en las políticas de
estancamiento económico. La recolección y reconocimiento
producción artesanal ingresa a los textual, donde el mito es recibido
circuitos capitalistas. Los como relato de "performancia" oral
mitotextos se cuelan en las y no como una simple
narraciones de los inmigrantes morfología argumental.
indígeno-campesinos. Forman En 1982 se publica,
parte de un discurso literario también en Colombia,
informal. La folclorología entra en la versión española
crisis, al entrar en crisis su ilusión de de Yuruparí, de Héctor
pureza cultural, merced a la Orjuela, con tra-
presencia de una dinámica ducción de Susana
d e s a c o s t u m b r a d a Salessi. En Brasil
de migraciones, intercambios, a p a r e c e l a
permeabilizaciones y préstamos primera recolección
culturales. mitotextual de
Por su parte, la antropología, aspiraciones orgánicas:
pontificada en esos años por C. Moronguetá, 1980, de
Lévi-Strauss, se radica en los es- Manuel Nunes Pereira.
tudios de parentesco. La posición La crisis de una disci-
estructuralizante la lleva a redu- plina que no se relacio-
cir el mito a sus estructuras na con el etnotexto me-
arguméntales. No puede dar diante reglas claras
cuenta de sus formas de compo- y de reconocimiento
sición, ni de su estética, ni de su d e l a p l e n i t u d d e l
otro, llega a la etnología

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ga a su agotamiento: crisis en la
Aquí nos referimos al etnotexto como expresión y no como
disciplina. No obstante el desacuerdo en torno del nombre con
etnología y crisis en la literatura. Es
qué abordarlo, las distintas aproximaciones contienen un acuerdo el síntoma de que esta forma de
en cuanto al objeto de estudio, que es irreductible a los cáno- conocimiento no puede funcionar
nes y que es, además, portador de una gran cauda de propieda- más. Las preguntas son: ¿Cómo el
des temáticas, materiales, técnicas narrativas, estéticas y éti- etnólogo ha venido produciendo al
cas que constituyen una alternativa en el orden de la pragmáti- otro? ¿Cómo ver ahora el mito?
ca social y cultural, a más del componente relacional en lo que tiene ¿Con qué categorías está preparada
que ver con el medio ambiente. la disciplina literaria para
encontrarse con el mito y su
Llega a sus límites la noción crónicas, artículos, biografías y expresión? ¿Qué características
tradicional de literatura suprahis- estudios dispersos publicados definen las fronteras entre los
tórica y supracultural. La literatura durante el presente siglo: Los textos? ¿Sobre qué base adelantar
urge la necesidad de trascender los hijos del Sol, 1991. En 1992 tam- una negociación de intertextualidad
límites lingüísticos y políticos bién se reedita El canto de intercultural y plurisistémica?
territoriales. Se plantean, entonces, Hiawatha, sobre la publicación
distintas concepciones sobre el de 1891. Esta narración épica del Mediados de los ochenta para
estatus heterogéneo de los textos poeta norteamericano Henry acá: revaloraciones y permeabi-
latinoamericanos, con inclusión de Wadsworth Longfellow es, a su lización de los límites. A la par con
vez, reescritura de diversos tra- los fenómenos anteriores hay un
la noción de oralidad. Es la
conjunto de circunstancias de
dirección en que trabajan en bajos publicados a mediados del
siglo XIX. El texto narra: re-relata índole social, economicoecológi-
este período en Colombia
ca y cultural que le dan una
Friedemann, Arocha,
Landaburu, Pineda, Niño.
¿Con qué categorías nueva dimensión al asunto,
descentrando los escenarios,
Desde 1978, surge la necesidad está preparada la disciplina los temas, a la vez que
de revisar la noción de historia
de la literatura con base en literaria para encontrarse protagonistas. convocando a otros
Estos cambios
la noción de heterogeneidad, con el mito y su expresión? tienen que ver con una
sistemas no coincidentes con revaloración nosolo del Otro
las fronteras formales y sino, ahora en gran medida,
coexistencia de subsistemas: la historia de Hiawatha, indio hecha por el Otro, expresados
onondaga del clan tortuga de los
Antonio Cornejo Polar: El
mohawks, que vivió a finales del como:
indigenismo y las literaturas
siglo XVI y creó la Liga de las Cinco 1. Revaloración del pasado ame-
heterogéneas: su doble estatuto ricano y amerindio, acompaña
Naciones, o Confederación
socio/ cultural. En la región al norte da de la aparición de numero-
Iroquesa. También alrededor de la
de México, el etnotexto es objeto de gesta iroquesa, se publica a finales sos movimientos e instituciones
un nuevo interés a partir de los de los ochenta un formidable de identidad amerindia.
ochenta, bajo formatos y a la luz de pictotexto, basado en una edición de
2. Revaloración de la Amazonia y
búsquedas renovadas. Bernard época del Museo de las Seis
la Orinoquia como escenarios de
Dubant publica la biografía de uno Naciones-Liga de los Iroqueses. Es riqueza natural y cultural: la "uti-
d e l o s m á s c a r a c t e r i z a d o s el relato del iroqués Tehanetorens, lidad" del mito, al identificarse
luchadores contra el expansionismo pictografiado por Kahionhes: sus conexiones con el equilibrio
imperial del siglo XIX: Sitting Bull, Cuentos de los indios iroqueses, ecológico, lo saca de las esferas
1982. 1988. Una joya comparable a los especulativas. El reconocimien-
Se republican textos del inves- códices mexicanos y mayas, que to del logos del Otro aborigen
tigador y narrador del siglo XIX narra historias de los mohawks, lleva a la admisión de la existen-
George Bird Grinnell, que ya ha- oneidas, onondagas, sénecas y cia de conflictos de racionalidad
bían sido editados en Nueva t u s c a r o r a s , e s t o s ú l t i m o s hasta entonces evitados o apla-
York y Londres a fines del siglo incorporados a la liga en 1722. zados: el conocimiento conteni-
anterior: Cuentos de los indios Bajo esas nuevas realidades de do en el mito es portador de so-
pawnee, 1986, e Historia y le- expresión textual, la autoridad luciones pragmáticas para la so-
yenda de los indios pies negros, tradicional de las disciplinas que se ciedad moderna "histórica".
1990. Adolf y Beverly Hungry o c u p a n d e l m i t o l l e - Resulta, entonces, indispensable
Wolf reescriben testimonios,

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3. Revaloración sincrónica de las partir de esta etapa de mediados de
entidades indias, acompañada de los ochenta para acá: en el campo
la noción de pluralidad universitario, la apertura de una
lingüística, cultural y nacional. maestría en etnoliteratura por parte
de la Universidad de Nariño, en
4. Permeabilización de los límites 1988; la fundación de un taller de
culturales. La avalancha de los escritura antropológica por parte de
procesos mediales, así como la Universidad de los Andes, en el
nuevos crecimientos de mismo año; y la fundación de la
urbanización, llevan a cátedra de etnoliteratura en la
revaloraciones de las Universidad Nacional, en 1995.
entidades culturales.
En el campo de la dirección
5. Permeabilización de los cultural estatal, un paso
circuitos literarios. Los notoriamente significativo ha sido
etnotextos pasan a ser la convocatoria de los premios
lecturas abiertas, nacionales de literatura oral
ingresando en la dinámica indígena y negra, a partir de 1993.
del intercambio. Se trata del único premio
permanente de su tipo en el
En Colombia, algunos he- continente, y significa una ruptura
chos de origen institucional importante frente a los cánones
señalan cambios profundos a culturales y a las preceptivas.
profundizar en su axiología y en las
claves de su construcción estética.

BIBLIOGRAFÍA
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