Aculturación: Los Awá tienen una gran influencia de los pueblos campesinos que habitan la
región, la que afecta especialmente a las nuevas generaciones. Aspectos tradicionales, como
el vestido, han ido desapareciendo con el correr de los tiempos. En la mayoría de
asentamientos se conservan prácticas como la cestería, cuya elaboración sigue siendo a
mano.
En las regiones más pobres y apartadas todavía se fabrican utensilios en barro y madera,
pero es muy común que ya no usen objetos de índole ancestral, pues han sido remplazados
por objetos occidentales como encendedores, vasijas plásticas, termos, molinos, etc.
1.4. Ubicación
Los Awá tienen una presencia binacional; se encuentran en Ecuador y en Colombia, país donde se
asienta la mayoría de su población en la parte sur occidente, departamento de Nariño.
En el Ecuador se encuentran en: Costa: provincia de Esmeraldas, cantón San Lorenzo, parroquias
Tululbí, Mataje (Santa Rita) y Alto Tambo.
Sierra: (estribaciones occidentales andinas) provincia del Carchi: cantón Tulcán, parroquias Tobar
Donoso y El Chical (Maldonado); provincia de Imbabura: cantón San Miguel de Urcuquí, parroquia La
Merced de Buenos Aires y cantón Ibarra, parroquia Lita.
1.5. Accesos
Para acceder a las comunidades Awá se puede hacerlo mediante las siguientes vías
Vía Ibarra-San Lorenzo, a lo largo de la carretera se encuentran las siguientes comunidades dentro del
cantón San Lorenzo:
o Tululbí
o Mataje
o Alto Tambo
Para ingresar a esta reserva forestal y étnica, desde Chical se puede organizar educativas caminatas
o cabalgatas, para llegar después de tres jornadas (tres días) a tierra de los Awá, donde su ancestro
cultural, riachuelos, ríos, estanques de aguas transparentes, mariposas, aves, flores y más especies
nativas de la zona.
Organización sociopolítica: Los Awá que viven en el Ecuador están distribuidos en 22 centros con
estatuto legal. La entidad coordinadora de ellos es la Federación de Centros Awá, miembro de la
organización regional CONAICE y de la nacional CONAIE.
Conceptualmente cada casa es una unidad económica y social distinta de unidades familiares grandes
en las cuales se consolidan las relaciones de parentesco y se crean ambientes armónicos de curtes
lazos que mantienen toda su vida. Por otra parte por el carácter público de la convivencia y la
distribución espacial de sus viviendas, se crean demandas y límites de interacción social, esto no
permite la pérdida de control sobre las emociones y expresiones de hostilidad. Los Awá evitan las
visitas, por su carácter reservado, además por la lejanía de una vivienda a otra.
En su modelo de organización política no existe una autoridad determinada, razón por la cual los
principios de reciprocidad y las sanciones sociales juegan un papel importante.
En el área indígena del Ecuador se habla de un ritual de purificación denominado "guairo" o "fiesta
de ropa"; se hace al marido cuando queda viudo o a uno de los familiares cercanos del difunto.
Consiste en meter a éste en el río, acompañado de personas que lo bañan y dan consejos sobre buen
comportamiento y hablan de las virtudes del muerto para que lo imite.
Por lo general, el agua también alberga espíritus antropomorfos asociados a parajes desolados y
hondonadas agrestes, donde habita el "duende" y aparece el "cueche" (arco iris). Cuando un indígena
siente ciertos malestares, inmediatamente los relaciona con algún tipo de maleficio; a veces dicen
que "lo ha orinado el cueche" o "le pegó el mal viento".
Es muy común también que afirmen "me ha ojiado piedra", esto significa que al pasar un río o
quebrada fueron afectados por algún mal. Cuando esto sucede, al llegar a casa sienten mareo, dolor
de cabeza y malestar. Interpretamos que estos síntomas coinciden con la indisposición que se siente
después de beber en exceso, o se viola una norma; se crea entonces un sentimiento de culpa
acompañado de dolencias reales; para prevenir este mal, el indígena al pasar cada quebrada sin
hacerse notar, recoge una piedrita pequeña que la mete cuidadosamente en el canasto, al llegar
tiene varias de ellas para utilizarlas como medicina en caso de resultar afectado. Si tiene malestar,
coloca las piedras en una olla de barro con agua y la pone al fuego; el enfermo se cubre con una
cobija y se acerca al vapor para aspirarlo; en otras palabras se trata de una sauna que los restablece
del cansancio y los relaja. A su vez, la enfermedad reconcilia la relación con la mujer, quien en otras
circunstancias podría recriminarle haber gastado el dinero en "chapil" o haber llegado un día después
de lo previsto; en estas condiciones, el marido pasa a ser la víctima de un hechizo y borra el mal
causado a los suyos que se angustiaron y preocuparon por su tardanza. Si la persona no se siente
enferma, simplemente tira las piedras fuera de la casa.
1.12. Turismo:
Bosque del Chocó: Se extiende a lo largo de la costa del Pacífico, desde el norte de Panamá hasta el
noroeste del Ecuador, ha sido reconocida internacionalmente como una de las áreas biológicamente
más diversas del planeta.
Tiene una superficie de 300.000 hectáreas. de bosque húmedo tropical montano y contiene once de
las veinticinco zonas de vida identificadas en Ecuador.
El Chocó tiene un clima inclemente. Por la tarde, en la comunidad de El Baboso, la niebla puede hacer
bajar la temperatura ambiental a menos de 10 grados centígrados.
Flora: Presenta un gran endemismo de flora y fauna. Diferentes estudios han registrado la existencia
6300 especies de plantas, de las cuales 1500 están en peligro de extinción debido a la deforestación.
Las especies que sobresalen de árboles son: palmas, sande, guabas, roble, guarumo, canelo y la
balsa.
Fauna: Se han registrado gran variedad de especies entre las que se destacan peces y anfibios raros,
más de 600 especies de aves, cinco especies de felinos y cuatro especies de monos.
En estos bosques habitan: murciélagos tigrillos, cuchuchos, raposas, venados, puercos de monte,
entre las aves más representativas están: garzas, tucanes, carpinteros, gavilanes, colibríes. Existe
también ranas, sapos y reptiles como: lagartijas serpientes y tortugas.
En los ríos habitan aproximadamente unas 82 especies de peces como: anchoas, sábalo, sardinas,
viejas, lenguados barbuditos. Los insectos de éstos bosque muchos son polinizadores o vectores de
enfermedades o sirven de alimento a una gran cantidad de animales.
Se puede realizar caminatas o cabalgar hacia el bosque. El Kaying, Rafting, avistamiento de aves,
reptiles, mamíferos, fotografía y estudio de especies endémicas, existe un lugar ideal para la
investigación y estudio de las ciencias naturales para escuelas, colegios y universidades. Es todo una
gama de opciones que esta prodigiosa tierra puede ofrecer.
Áreas Naturales Protegidas y Territorios: El Estado declaró en 1998 la Reserva Étnico Forestal Awá,
que comprende 101 000 hectáreas destinadas al uso exclusivo de esta nacionalidad; últimamente se
han incorporado 20 hectáreas.
En las regiones más pobres y apartadas todavía se fabrican utensilios en barro y madera, pero es
muy común que ya no usen objetos de índole ancestral, pues han sido remplazados por objetos
occidentales como encendedores, vasijas plásticas, termos, molinos, etc.
Sobreexplotación de los recursos y conflictos territoriales: Entre las amenazas sobresale la extracción
ilegal de maderas, tanto dentro del territorio como en los terrenos circundantes, los cultivos de palma
africana, con las múltiples presiones asociadas a esto que colindan en varios puntos con el territorio
Awá, y las relaciones comunitarias con etnias y grupos vecinos. Los conflictos con comunidades
campesinas se han agudizado con la resolución del INDA de separar del territorio Awá 6. 024
Hectáreas (comunidad de Río Tigre) producto de demandas reclamando terrenos por parte de
la Organización De Trabajadores Agrícolas De San Vicente y La Asociación De Desarrollo
Comunitario Vista Hermosa De Río Tigre. Según las organizaciones Awá, estas organizaciones
campesinas no han habitado ese territorio y lo quieren para hacer negocios y extraer la madera en
virtud de sus conexiones con empresas madereras. Las relaciones con las comunidades Afro-
ecuatorianas también se han tornado conflictivas por el reclamo de la Asociación de Negros del
Ecuador ASONE del territorio Awá. Las organizaciones Awá aseguran que detrás de los intereses de
ASONE se encuentran intereses de traficantes de tierras e intereses comerciales. Esta relación se ha
complejizado aún más por las disposiciones estatales a través del ministerio del ambiente, quien en
enero de 2007 sin consulta ni previo aviso determina el co-manejo entre las dos etnias de una porción
de terreno que incluía fragmentos del territorio Awá (17. 493 Hectáreas). Ante tales disposiciones
del Ministerio del Ambiente, las comunidades Awá marcharon hasta quito logrando no solo a reversión
de la disposición, sino también logrando establecer un acuerdo con el presidente de revisar y restituir
el territorio de la comunidad de Rio Tigre que había sido desarticulada del territorio Awá. Como es
evidente, la relación de la organización Awá y el Estado Ecuatoriano ha sido tensa y ha tenido como
punto de disputa principal la delimitación, la definición de las dinámicas de manejo del territorio y el
reconocimiento en los hechos de la propiedad legitima de este territorio por parte de la etnia Awá.
Hace aproximadamente tres años, en la zona de la Costa, la Federación de Centros Awá del Ecuador,
por medio de acuerdos con los centros, se encuentra trabajando en planes de aprovechamiento de
los recursos del bosque, a nivel comunitario y familiar.
Pérdida de la cobertura vegetal: El avance acelerado de la explotación maderera, el cambio del uso
del suelo y el incremento de las actividades agropecuarias (ganadería y palmicultura principalmente)
han fragmentado las diferentes formaciones vegetales de la RECC.
Pesca: La indiscriminada utilización de las técnicas de pesca con atarraya, barbasco, electricidad y
sumo de cabuya afectan negativamente los ríos donde son utilizadas (Vicente Encalada com. per.).
tsachila
En general los pueblos indígenas en el mundo comparten el riesgo de ser absorbidas por la
cultura predominante, desapareciendo así los conocimientos desarrollados a lo largo de miles
de años.
En mis primeros contactos con los tsa´chila, heredé el criterio dominante que afirmaba que
la reducción del territorio tsa´chila era su principal amenaza. Con el paso del tiempo he
comprendido que su debilidad no es la falta de territorio, porque la tecnología permite mayor
productividad o porque fácilmente se pueden conseguir otras tierras. El peligro mayor se
ubica en la incapacidad de tratar cuatro temas fundamentales: debilidad del Gobierno
Tsa´chila, contaminación de sus ríos, disminución del uso del tsa´fiqui, y la degeneración
genética.
Varios estudios tratan sobre los tsa´chila y diagnostican sus problemas, sin embargo el tiempo
pasa y los problemas continúan. Desde mi punto de vista, en esa situación tiene mucho que
ver el modelo de gestión que tiene la nacionalidad, que al no poder solventar los problemas
de su gente, tornan al Gobernador y a su Consejo de Gobernación en una autoridad moral
pero poco efectiva en tiempos de pragmatismo. Eso convierte a la nacionalidad en fácil presa
de las autoridades mestizas, que cuentan con recursos y estructura administrativa para rebasar
a la autoridad de la nacionalidad y convertir en clientes a los dirigentes de cada comuna,
cuando no a grupos sueltos.
Otro punto que incide de manera directa en la cultura Tsa´chila, es la contaminación de los
ríos que atraviesan su territorio, tema que les afecta desde hace más de dos décadas al punto
de no poder usar el agua del río para cocinar o bañarse, alteró además las costumbres de
baños de purificación, de pescar en incluso cazar. El siguiente cuadro muestra las fuentes de
consumo de agua en porcentajes en las comunas Tsa´chila en el año 2007.
Pocos se atreven a hablar de otro problema fundamental que tiene relación con la
degeneración genética, producto de la obligación de casarse solo entre tsa´chila. La vigencia
de esta “ley” viene de una disposición del Gobernador Abraham Calazacón, que buscaba
evitar que como consecuencia de relaciones con mestizos se generen derechos de herencia
que pongan en riesgo el patrimonio familiar. Esta medida no tendría mayor incidencia si se
tratase de una población numerosa, que no es el caso de los Tsa´chila, que al contar con una
población de alrededor de 2300 personas, se da una alta probabilidad de tener como pareja a
quien posea un grado cercano de consanguinidad. Parece oportuno señalar que es necesario
revisar esa disposición por pecar de caduca y atentatoria contra las leyes naturales.
Fotografía del archivo personal del Padre Hugo Araujo, presente en el libro Dignos de una historia, 2015.
Dicen que un verdadero amigo es aquel que en el momento oportuno indica que algo necesita
rectificarse. Espero que así lo tomen mis amigos tsa´chila. Así como también espero que los
representantes de las instituciones llamadas a tomar cartas en el asunto, inicien de una buena
vez un trabajo serio que dé las respuestas necesarias para este grupo humano que es sin duda
el ícono de nuestra región.
No tengo la sabiduría de los shamanes Tsa´chila para responder eso, lo que sí puedo hacer
es imaginar lo que considero ideal para ellos en el año 2030.
En ese año el tsa´fiqui contará, como toda lengua, con reglas para escribirse y hablarse. Se
habrán publicado varios libros en tsafiqui entre ellos la Biblia, los textos escolares, se
reeditarán libros de canciones y cuentos y se escribirá la historia de los tsa´chila. Los
tsa´chilas serán multilingües: tsa´fiqui, castellano e inglés serán idiomas dominados por los
niños y jóvenes tsa´chilas. Los santodomingueños valorarán y considerarán como un
patrimonio cultural de su región al tsa´fiqui.
Sobre la protección del territorio y el matrimonio, los tsa´chilas son fértiles y multiplicaran
sus tierras, volverán a aparecer bosques y los ríos serán nuevamente sitios donde los niños
tsa´chila aprenderán a nadar y pescar.
En ese año, nosotros los mestizos sabremos que ser tsa´chila es ser alguien cargado de saberes
milenarios a quien debemos el nombre de la ciudad, la provincia y región. Sabremos que ser
tsa´chila es mucho más que usar una falda multicolor y estar pintado el cabello con una pasta
de achiote, que por si no lo saben, es algo que pica como no se imaginan.
MONTUBIAS
Chachis
Los Chachi han vivido siempre dentro de sus territorios, uno de los centros jurídicos -San
Salvador- obtuvo la escritura pública en el año 1992 ante el Notario Primero del Cantón
Muisne, e inscrito en el Registrador de la Propiedad del mismo Cantón, en dicha adjudicación
San Salvador cuenta con 8905,20 hectáreas otorgadas por el entonces IERAC.
La zona circundante a los tres centros Chachis (San Salvador, Chorrera Grande y Balzar) fue
declarada Área de Reserva Ecológica, el bosque perteneciente a los centros poblados de las
comunidades indígenas quedaron fuera de la declaratoria porque es de propiedad comunitaria
y fue designado Bosque Protector.
Esta área constituye 18.000 hectáreas de bosque húmedo tropical y forma una unidad
compacta de sobresaliente riqueza biológica. Desafortunadamente, desde hace unos quince
años, estos territorios han sido invadidos por colonos (gente campesina y urbana) oriundo de
diferentes provincias del País. Por lo que el territorio se ha ido fragmentando en inmensas
hectáreas, afectando de esta manera los derechos colectivos, la tranquilidad de los habitantes
Chachis, y la autenticidad de sus futuras generaciones.
Esta situación ha provocado que los dirigentes Chachis busquen formas de proteger
íntegramente su territorio, en especial, el territorio de la nacionalidad Chachi del Sur de
Esmeraldas, que al momento esta siendo sometida a una gran presión por parte de los colonos
invasores, traficantes de tierras y madereros ilegales.
Breve descripción del problema
El territorio de San Salvador, Balzar y Chorrera Grande está sometida a intensas
presiones no sólo para la explotación del recurso forestal, sino también para integrar estas
tierras vírgenes a la producción agrícola, lo que seguro significaría la destrucción total de
este remanente de bosque húmedo tropical.
Unos de los últimos hechos de invasión al territorio de la nacionalidad indígena Chachi se
pudo comprobar el día 20 de marzo de 2007, cuando se realizó un recorrido solicitado por la
comunidad Chachi al Ministerio del Ambiente, quien es responsable de la Reserva.
El recorrido se lo realizó por los sectores de Algodón, Balzar y Rompe, encontrándose en el
sector de Balzar 150 tablones de maderas y tablas de madera de coco, esta madera fue talada
y aserrada en el bosque de área protegida.
Este recorrido, en el cual participaron guarda parques comunitarios de la reserva Mache
Chindul, finalizó en el sector de la Cuna, lugar en donde se encontraron in fraganti a un grupo
de ocho personas en territorio Chachi de San Salvador, cada uno los ocho ciudadanos portaba
armas de fuego.
Estos colonos, oriundos de Santo Domingo de los Colorados, habían talado selva virgen,
construido viviendas y sembrado productos de ciclo corto como maíz, yuca, etc., sin
autorización del Ministerio del Ambiente ni de la Comunidad Chachi.
Cabe recalcar que estos invasores no ingresan a poseer estos territorios por falta de un lugar
para vivir, ya que la mayoría de ellos, como el caso de los ochos ciudadanos invasores, tienen
casas en Santo Domingo de los Colorados, o en alguna otra parte del país, según sus propias
versiones.
Lo que les motiva a invadir estos territorios es la posibilidad de explotar los recursos naturales
que existen en la zona, de manera especial la madera, puesto que Esmeraldas es una de las
provincias con mayor reserva maderera del Ecuador, lo que motiva a los invasores a dedicarse
a la tala indiscriminada e ilegal de madera muy costosa y que se encuentra en peligro de
extinción.
Efectos socio-ambientales de la deforestación (1)
Uno de los principales efectos de la deforestación es la pérdida de fuentes de agua
puesto que uno de los servicios ambientales que proporciona el bosque es la producción
de agua, tanto a través de la regulación hídrica como de la producción de
precipitaciones por evapo-transpiración.
Con la pérdida de bosques se pierde la biodiversidad. Es decir, desaparece la variedad de
especies vegetales y animales de los lugares deforestados, desequilibrando los ecosistemas.
Sin cubierta forestal, los suelos quedan expuestos a la acción directa de las lluvias, el sol y
los vientos, perdiendo sus propiedades de fertilidad (calcio, potasio, magnesio, nitrógeno).
Si a esto se suma la carencia de fuentes de agua, los suelos se vuelven proclives a los procesos
de desertificación.
La deforestación deteriora las condiciones de vida de las poblaciones locales. Mientras éstos
asimilan los costos ambientales de la destrucción de los bosques, los negociantes de la
madera, obtienen las ganancias. Los pobladores dejan de acceder y de beneficiarse de los
recursos de los bosques: recolección de productos alimenticios y medicinales, fuentes de agua
y suelos fértiles.
Esto redunda en el abandono de prácticas culturales tradicionales, es decir en el abandono de
modos de subsistencia autónomas.
Cuando se deforesta para implementar monocultivos y plantaciones como el de la palma
africana, los pobladores locales que vendieron a los empresarios sus parcelas, además de
perder con la tierra la posibilidad de producir para su subsistencia, pasan a buscar nuevas
fuentes de ingresos o a depender de la misma plantación (y si optan por esta última
alternativa, se exponen a los químicos propios de las plantaciones y monocultivos).
En la preparación y proceso de estas agroindustrias, se utilizan maquinarias que van
compactando los suelos.
Generalmente, los desechos del procesamiento de la palma son evacuados a los cursos de los
ríos, acequias o quebradas, contaminando las fuentes de agua.
Las zonas de mayor deforestación actual
Las zonas que más se deforestan para la industria maderera y para la implementación
de cultivos de palma africana son precisamente aquellas de mayor riqueza en
biodiversidad y los últimos reductos de bosque primario.
Estas zonas, ricas en bosques primarios, constituyen patrimonio forestal estatal, territorios
indígenas o posesiones campesinas.
La deforestación ha sido mayor en las zonas bajas del país: Costa, Amazonía y zonas
tropicales de la región andina.
En la Costa (que cuenta con el 13% de bosques nativos) se ha deforestado más del 90% del
bosque, mientras que en la Amazonía (que cuenta con el 70% de bosques), se ha deforestando
el 30%. Todo ello, entre 1985 y 1991.
En épocas recientes, se está produciendo una destrucción acelerada de bosques en las
estribaciones de la cordillera occidental, en la región del Chocó ecuatoriano, es decir, en la
zona nor-occidental de las provincias de Esmeraldas, Carchi e Imbabura. Los bosques de
estas zonas están a punto de desaparecer, como ya ocurrió con los bosques del nor-occidente
de Pichincha.
Afroecuatorianos