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AWA

Aculturación: Los Awá tienen una gran influencia de los pueblos campesinos que habitan la
región, la que afecta especialmente a las nuevas generaciones. Aspectos tradicionales, como
el vestido, han ido desapareciendo con el correr de los tiempos. En la mayoría de
asentamientos se conservan prácticas como la cestería, cuya elaboración sigue siendo a
mano.

En las regiones más pobres y apartadas todavía se fabrican utensilios en barro y madera,
pero es muy común que ya no usen objetos de índole ancestral, pues han sido remplazados
por objetos occidentales como encendedores, vasijas plásticas, termos, molinos, etc.

Sobreexplotación de los recursos y conflictos territoriales: Entre las amenazas sobresale la


extracción ilegal de maderas, tanto dentro del territorio como en los terrenos circundantes,
los cultivos de palma africana, con las múltiples presiones asociadas a esto que colindan en
varios puntos con el territorio Awá, y las relaciones comunitarias con etnias y grupos
vecinos. Los conflictos con comunidades campesinas se han agudizado con la resolución del
INDA de separar del territorio Awá 6. 024 Hectáreas (comunidad de Río Tigre) producto de
demandas reclamando terrenos por parte de la Organización De Trabajadores Agrícolas
De San Vicente y La Asociación De Desarrollo Comunitario Vista Hermosa De Río Tigre.
Según las organizaciones Awá, estas organizaciones campesinas no han habitado ese
territorio y lo quieren para hacer negocios y extraer la madera en virtud de sus conexiones
con empresas madereras. Las relaciones con las comunidades Afro-ecuatorianas también se
han tornado conflictivas por el reclamo de la Asociación de Negros del Ecuador ASONE del
territorio Awá. Las organizaciones Awá aseguran que detrás de los intereses de ASONE se
encuentran intereses de traficantes de tierras e intereses comerciales. Esta relación se ha
complejizado aún más por las disposiciones estatales a través del ministerio del ambiente,
quien en enero de 2007 sin consulta ni previo aviso determina el co-manejo entre las dos
etnias de una porción de terreno que incluía fragmentos del territorio Awá (17. 493
Hectáreas). Ante tales disposiciones del Ministerio del Ambiente, las comunidades Awá
marcharon hasta quito logrando no solo a reversión de la disposición, sino también logrando
establecer un acuerdo con el presidente de revisar y restituir el territorio de la comunidad
de Rio Tigre que había sido desarticulada del territorio Awá. Como es evidente, la relación
de la organización Awá y el Estado Ecuatoriano ha sido tensa y ha tenido como punto de
disputa principal la delimitación, la definición de las dinámicas de manejo del territorio y el
reconocimiento en los hechos de la propiedad legitima de este territorio por parte de la etnia
Awá.
Hace aproximadamente tres años, en la zona de la Costa, la Federación de Centros Awá del
Ecuador, por medio de acuerdos con los centros, se encuentra trabajando en planes de
aprovechamiento de los recursos del bosque, a nivel comunitario y familiar.

Pérdida de la cobertura vegetal: El avance acelerado de la explotación maderera, el cambio


del uso del suelo y el incremento de las actividades agropecuarias (ganadería y palmicultura
principalmente) han fragmentado las diferentes formaciones vegetales de la RECC.

Pesca: La indiscriminada utilización de las técnicas de pesca con atarraya, barbasco,


electricidad y sumo de cabuya afectan negativamente los ríos donde son utilizadas.
Tierras Legalizadas: En el Ecuador tienen 121 000 ha de tierras legalizadas y 5 500 ha de posesión
ancestral no legalizadas, las mismas que constituyen un solo cuerpo perteneciente al conjunto de la
nacionalidad.

1.4. Ubicación

Los Awá tienen una presencia binacional; se encuentran en Ecuador y en Colombia, país donde se
asienta la mayoría de su población en la parte sur occidente, departamento de Nariño.

En el Ecuador se encuentran en: Costa: provincia de Esmeraldas, cantón San Lorenzo, parroquias
Tululbí, Mataje (Santa Rita) y Alto Tambo.

Sierra: (estribaciones occidentales andinas) provincia del Carchi: cantón Tulcán, parroquias Tobar
Donoso y El Chical (Maldonado); provincia de Imbabura: cantón San Miguel de Urcuquí, parroquia La
Merced de Buenos Aires y cantón Ibarra, parroquia Lita.
1.5. Accesos
Para acceder a las comunidades Awá se puede hacerlo mediante las siguientes vías

 Vía Ibarra-San Lorenzo, a lo largo de la carretera se encuentran las siguientes comunidades dentro del
cantón San Lorenzo:

o Tululbí

o Mataje

o Alto Tambo

Para ingresar a esta reserva forestal y étnica, desde Chical se puede organizar educativas caminatas
o cabalgatas, para llegar después de tres jornadas (tres días) a tierra de los Awá, donde su ancestro
cultural, riachuelos, ríos, estanques de aguas transparentes, mariposas, aves, flores y más especies
nativas de la zona.

1.6. Población y organización social


Cuenta con aproximadamente 13 000 habitantes, de los cuales alrededor de 3.082, se encuentran
en el Ecuador.

Organización sociopolítica: Los Awá que viven en el Ecuador están distribuidos en 22 centros con
estatuto legal. La entidad coordinadora de ellos es la Federación de Centros Awá, miembro de la
organización regional CONAICE y de la nacional CONAIE.

Organización social: Su patrón de residencia se caracteriza por la dispersión de sus asentamientos a


lo largo de los ríos. Viven en casas separadas entre sí, por varias horas de camino. Los asentamientos
tienen un núcleo de casas perteneciente a las personas con lazos directos de consanguinidad, quienes
a su vez ejercen funciones de dirección del asentamiento.

Conceptualmente cada casa es una unidad económica y social distinta de unidades familiares grandes
en las cuales se consolidan las relaciones de parentesco y se crean ambientes armónicos de curtes
lazos que mantienen toda su vida. Por otra parte por el carácter público de la convivencia y la
distribución espacial de sus viviendas, se crean demandas y límites de interacción social, esto no
permite la pérdida de control sobre las emociones y expresiones de hostilidad. Los Awá evitan las
visitas, por su carácter reservado, además por la lejanía de una vivienda a otra.

Su sistema de filiación es patrilineal y aunque el usufructo de la tierra es individual, su trabajo se


hace generalmente entre grupos pequeños unidos por lazos de parentesco. Generalmente la persona
más anciana es considerada sabio y líder.

En su modelo de organización política no existe una autoridad determinada, razón por la cual los
principios de reciprocidad y las sanciones sociales juegan un papel importante.

Creencias asociadas al agua


Son múltiples las manifestaciones míticas de diferentes grupos sociales que vinculan este elemento
con actividades rituales. Entre los Awa-cuaiquer al parecer hay lugares asociados al agua que
producen efectos benéficos o purificadores y se piensa en ellos como fuente de poder.

En el área indígena del Ecuador se habla de un ritual de purificación denominado "guairo" o "fiesta
de ropa"; se hace al marido cuando queda viudo o a uno de los familiares cercanos del difunto.
Consiste en meter a éste en el río, acompañado de personas que lo bañan y dan consejos sobre buen
comportamiento y hablan de las virtudes del muerto para que lo imite.

Por lo general, el agua también alberga espíritus antropomorfos asociados a parajes desolados y
hondonadas agrestes, donde habita el "duende" y aparece el "cueche" (arco iris). Cuando un indígena
siente ciertos malestares, inmediatamente los relaciona con algún tipo de maleficio; a veces dicen
que "lo ha orinado el cueche" o "le pegó el mal viento".

Es muy común también que afirmen "me ha ojiado piedra", esto significa que al pasar un río o
quebrada fueron afectados por algún mal. Cuando esto sucede, al llegar a casa sienten mareo, dolor
de cabeza y malestar. Interpretamos que estos síntomas coinciden con la indisposición que se siente
después de beber en exceso, o se viola una norma; se crea entonces un sentimiento de culpa
acompañado de dolencias reales; para prevenir este mal, el indígena al pasar cada quebrada sin
hacerse notar, recoge una piedrita pequeña que la mete cuidadosamente en el canasto, al llegar
tiene varias de ellas para utilizarlas como medicina en caso de resultar afectado. Si tiene malestar,
coloca las piedras en una olla de barro con agua y la pone al fuego; el enfermo se cubre con una
cobija y se acerca al vapor para aspirarlo; en otras palabras se trata de una sauna que los restablece
del cansancio y los relaja. A su vez, la enfermedad reconcilia la relación con la mujer, quien en otras
circunstancias podría recriminarle haber gastado el dinero en "chapil" o haber llegado un día después
de lo previsto; en estas condiciones, el marido pasa a ser la víctima de un hechizo y borra el mal
causado a los suyos que se angustiaron y preocuparon por su tardanza. Si la persona no se siente
enferma, simplemente tira las piedras fuera de la casa.

1.12. Turismo:
Bosque del Chocó: Se extiende a lo largo de la costa del Pacífico, desde el norte de Panamá hasta el
noroeste del Ecuador, ha sido reconocida internacionalmente como una de las áreas biológicamente
más diversas del planeta.

Tiene una superficie de 300.000 hectáreas. de bosque húmedo tropical montano y contiene once de
las veinticinco zonas de vida identificadas en Ecuador.

El Chocó tiene un clima inclemente. Por la tarde, en la comunidad de El Baboso, la niebla puede hacer
bajar la temperatura ambiental a menos de 10 grados centígrados.

Flora: Presenta un gran endemismo de flora y fauna. Diferentes estudios han registrado la existencia
6300 especies de plantas, de las cuales 1500 están en peligro de extinción debido a la deforestación.
Las especies que sobresalen de árboles son: palmas, sande, guabas, roble, guarumo, canelo y la
balsa.

Fauna: Se han registrado gran variedad de especies entre las que se destacan peces y anfibios raros,
más de 600 especies de aves, cinco especies de felinos y cuatro especies de monos.

En estos bosques habitan: murciélagos tigrillos, cuchuchos, raposas, venados, puercos de monte,
entre las aves más representativas están: garzas, tucanes, carpinteros, gavilanes, colibríes. Existe
también ranas, sapos y reptiles como: lagartijas serpientes y tortugas.

En los ríos habitan aproximadamente unas 82 especies de peces como: anchoas, sábalo, sardinas,
viejas, lenguados barbuditos. Los insectos de éstos bosque muchos son polinizadores o vectores de
enfermedades o sirven de alimento a una gran cantidad de animales.

Se puede realizar caminatas o cabalgar hacia el bosque. El Kaying, Rafting, avistamiento de aves,
reptiles, mamíferos, fotografía y estudio de especies endémicas, existe un lugar ideal para la
investigación y estudio de las ciencias naturales para escuelas, colegios y universidades. Es todo una
gama de opciones que esta prodigiosa tierra puede ofrecer.

Áreas Naturales Protegidas y Territorios: El Estado declaró en 1998 la Reserva Étnico Forestal Awá,
que comprende 101 000 hectáreas destinadas al uso exclusivo de esta nacionalidad; últimamente se
han incorporado 20 hectáreas.

Además, existen comunidades que se encuentran ubicadas en zona de influencia de la declarada


Reserva Ecológica Cayapas Mataje y en la Reserva Cotacahi Cayapas.

1.13. Problemas sociales y ambientales


Aculturación: Los Awá tienen una gran influencia de los pueblos campesinos que habitan la región,
la que afecta especialmente a las nuevas generaciones. Aspectos tradicionales, como el vestido, han
ido desapareciendo con el correr de los tiempos. En la mayoría de asentamientos se conservan
prácticas como la cestería, cuya elaboración sigue siendo a mano.

En las regiones más pobres y apartadas todavía se fabrican utensilios en barro y madera, pero es
muy común que ya no usen objetos de índole ancestral, pues han sido remplazados por objetos
occidentales como encendedores, vasijas plásticas, termos, molinos, etc.

Sobreexplotación de los recursos y conflictos territoriales: Entre las amenazas sobresale la extracción
ilegal de maderas, tanto dentro del territorio como en los terrenos circundantes, los cultivos de palma
africana, con las múltiples presiones asociadas a esto que colindan en varios puntos con el territorio
Awá, y las relaciones comunitarias con etnias y grupos vecinos. Los conflictos con comunidades
campesinas se han agudizado con la resolución del INDA de separar del territorio Awá 6. 024
Hectáreas (comunidad de Río Tigre) producto de demandas reclamando terrenos por parte de
la Organización De Trabajadores Agrícolas De San Vicente y La Asociación De Desarrollo
Comunitario Vista Hermosa De Río Tigre. Según las organizaciones Awá, estas organizaciones
campesinas no han habitado ese territorio y lo quieren para hacer negocios y extraer la madera en
virtud de sus conexiones con empresas madereras. Las relaciones con las comunidades Afro-
ecuatorianas también se han tornado conflictivas por el reclamo de la Asociación de Negros del
Ecuador ASONE del territorio Awá. Las organizaciones Awá aseguran que detrás de los intereses de
ASONE se encuentran intereses de traficantes de tierras e intereses comerciales. Esta relación se ha
complejizado aún más por las disposiciones estatales a través del ministerio del ambiente, quien en
enero de 2007 sin consulta ni previo aviso determina el co-manejo entre las dos etnias de una porción
de terreno que incluía fragmentos del territorio Awá (17. 493 Hectáreas). Ante tales disposiciones
del Ministerio del Ambiente, las comunidades Awá marcharon hasta quito logrando no solo a reversión
de la disposición, sino también logrando establecer un acuerdo con el presidente de revisar y restituir
el territorio de la comunidad de Rio Tigre que había sido desarticulada del territorio Awá. Como es
evidente, la relación de la organización Awá y el Estado Ecuatoriano ha sido tensa y ha tenido como
punto de disputa principal la delimitación, la definición de las dinámicas de manejo del territorio y el
reconocimiento en los hechos de la propiedad legitima de este territorio por parte de la etnia Awá.

Hace aproximadamente tres años, en la zona de la Costa, la Federación de Centros Awá del Ecuador,
por medio de acuerdos con los centros, se encuentra trabajando en planes de aprovechamiento de
los recursos del bosque, a nivel comunitario y familiar.

Pérdida de la cobertura vegetal: El avance acelerado de la explotación maderera, el cambio del uso
del suelo y el incremento de las actividades agropecuarias (ganadería y palmicultura principalmente)
han fragmentado las diferentes formaciones vegetales de la RECC.

Pesca: La indiscriminada utilización de las técnicas de pesca con atarraya, barbasco, electricidad y
sumo de cabuya afectan negativamente los ríos donde son utilizadas (Vicente Encalada com. per.).

tsachila

¿Qué problemas afrontan los tsa´chila?

En general los pueblos indígenas en el mundo comparten el riesgo de ser absorbidas por la
cultura predominante, desapareciendo así los conocimientos desarrollados a lo largo de miles
de años.

En mis primeros contactos con los tsa´chila, heredé el criterio dominante que afirmaba que
la reducción del territorio tsa´chila era su principal amenaza. Con el paso del tiempo he
comprendido que su debilidad no es la falta de territorio, porque la tecnología permite mayor
productividad o porque fácilmente se pueden conseguir otras tierras. El peligro mayor se
ubica en la incapacidad de tratar cuatro temas fundamentales: debilidad del Gobierno
Tsa´chila, contaminación de sus ríos, disminución del uso del tsa´fiqui, y la degeneración
genética.

Varios estudios tratan sobre los tsa´chila y diagnostican sus problemas, sin embargo el tiempo
pasa y los problemas continúan. Desde mi punto de vista, en esa situación tiene mucho que
ver el modelo de gestión que tiene la nacionalidad, que al no poder solventar los problemas
de su gente, tornan al Gobernador y a su Consejo de Gobernación en una autoridad moral
pero poco efectiva en tiempos de pragmatismo. Eso convierte a la nacionalidad en fácil presa
de las autoridades mestizas, que cuentan con recursos y estructura administrativa para rebasar
a la autoridad de la nacionalidad y convertir en clientes a los dirigentes de cada comuna,
cuando no a grupos sueltos.

Otro punto que incide de manera directa en la cultura Tsa´chila, es la contaminación de los
ríos que atraviesan su territorio, tema que les afecta desde hace más de dos décadas al punto
de no poder usar el agua del río para cocinar o bañarse, alteró además las costumbres de
baños de purificación, de pescar en incluso cazar. El siguiente cuadro muestra las fuentes de
consumo de agua en porcentajes en las comunas Tsa´chila en el año 2007.

El tercer problema es la disminución del uso de su lengua: el tsa´fiqui, al punto de encontrarse


en peligro de desaparecer. Lamentablemente son escasos los esfuerzos institucionales y
estatales que se hacen para evitarlo. Un estudio de la Universidad Católica indica que hay
comunas donde el uso del tsa´fiqui no está presente en más de la mitad de las conversaciones
diarias, lo cual es bastante si recordamos que hace 50 años representaba la totalidad. Coincide
que son aquellas comunas que se encuentran en mayor contacto con la zona urbana de Santo
Domingo. Falta de materiales de lectura y de trabajo en las escuelas dificultan su aprendizaje.
De igual forma la falta de una gramática clara y publicaciones especializadas complican su
estudio. Aquí el Ministerio de Cultura brilla por su ausencia. El tsa´fiqui es una lengua que
tiene más de dos mil años a pesar de carecer de escritura, por lo que lo más responsable es
adoptar medidas para evitar que se extinga.

Pocos se atreven a hablar de otro problema fundamental que tiene relación con la
degeneración genética, producto de la obligación de casarse solo entre tsa´chila. La vigencia
de esta “ley” viene de una disposición del Gobernador Abraham Calazacón, que buscaba
evitar que como consecuencia de relaciones con mestizos se generen derechos de herencia
que pongan en riesgo el patrimonio familiar. Esta medida no tendría mayor incidencia si se
tratase de una población numerosa, que no es el caso de los Tsa´chila, que al contar con una
población de alrededor de 2300 personas, se da una alta probabilidad de tener como pareja a
quien posea un grado cercano de consanguinidad. Parece oportuno señalar que es necesario
revisar esa disposición por pecar de caduca y atentatoria contra las leyes naturales.

Fotografía del archivo personal del Padre Hugo Araujo, presente en el libro Dignos de una historia, 2015.

Dicen que un verdadero amigo es aquel que en el momento oportuno indica que algo necesita
rectificarse. Espero que así lo tomen mis amigos tsa´chila. Así como también espero que los
representantes de las instituciones llamadas a tomar cartas en el asunto, inicien de una buena
vez un trabajo serio que dé las respuestas necesarias para este grupo humano que es sin duda
el ícono de nuestra región.

¿Cómo será el futuro de los Tsa´chila?

No tengo la sabiduría de los shamanes Tsa´chila para responder eso, lo que sí puedo hacer
es imaginar lo que considero ideal para ellos en el año 2030.

En ese año el tsa´fiqui contará, como toda lengua, con reglas para escribirse y hablarse. Se
habrán publicado varios libros en tsafiqui entre ellos la Biblia, los textos escolares, se
reeditarán libros de canciones y cuentos y se escribirá la historia de los tsa´chila. Los
tsa´chilas serán multilingües: tsa´fiqui, castellano e inglés serán idiomas dominados por los
niños y jóvenes tsa´chilas. Los santodomingueños valorarán y considerarán como un
patrimonio cultural de su región al tsa´fiqui.
Sobre la protección del territorio y el matrimonio, los tsa´chilas son fértiles y multiplicaran
sus tierras, volverán a aparecer bosques y los ríos serán nuevamente sitios donde los niños
tsa´chila aprenderán a nadar y pescar.

En ese año, nosotros los mestizos sabremos que ser tsa´chila es ser alguien cargado de saberes
milenarios a quien debemos el nombre de la ciudad, la provincia y región. Sabremos que ser
tsa´chila es mucho más que usar una falda multicolor y estar pintado el cabello con una pasta
de achiote, que por si no lo saben, es algo que pica como no se imaginan.

MONTUBIAS

SITUACIÓN ACTUAL: presentan distintos problemas en diferentes aspectos como:


 Educación: Los Niños Montubios en edad escolar no cuentan con el nivel de educación inicial
necesario, 3 de cada 5 escuelas son unidocentes.Los maestros/as no cuentan con una adecuada
capacitación.Infraestructura escolar deficiente. Insuficiente equipamiento básico
 Salud: Baja cobertura de los servicios de atención médica, 5 de cada 10 niños sufren de
desnutrición crónica, 3 de cada 10 niños tienen enfermedades respiratorias agudas, 7 de cada 10
niños sufren de parasitosis
 Vivienda: 8 de cada 10 viviendas son de caña y madera o construcción mixta y no disponen de
más de 2 ambientes (hacinamiento). Los planes de vivienda no son accesibles para el pueblo
montubio por sus altos costos
 Nivel de ingresos: Las familias Montubias subsisten con un ingreso promedio de 80 a 120 dólares
mensuales
 Saneamiento ambiental: 2 de cada 10 familias no disponen de un método sanitario de eliminación
de excretas
 Servicios básicos: El 100% de las familias montubias consumen agua de pozo y el 20% agua
tratada de pozo (zona urbano-marginal)

Chachis

Los Chachi han vivido siempre dentro de sus territorios, uno de los centros jurídicos -San
Salvador- obtuvo la escritura pública en el año 1992 ante el Notario Primero del Cantón
Muisne, e inscrito en el Registrador de la Propiedad del mismo Cantón, en dicha adjudicación
San Salvador cuenta con 8905,20 hectáreas otorgadas por el entonces IERAC.
La zona circundante a los tres centros Chachis (San Salvador, Chorrera Grande y Balzar) fue
declarada Área de Reserva Ecológica, el bosque perteneciente a los centros poblados de las
comunidades indígenas quedaron fuera de la declaratoria porque es de propiedad comunitaria
y fue designado Bosque Protector.
Esta área constituye 18.000 hectáreas de bosque húmedo tropical y forma una unidad
compacta de sobresaliente riqueza biológica. Desafortunadamente, desde hace unos quince
años, estos territorios han sido invadidos por colonos (gente campesina y urbana) oriundo de
diferentes provincias del País. Por lo que el territorio se ha ido fragmentando en inmensas
hectáreas, afectando de esta manera los derechos colectivos, la tranquilidad de los habitantes
Chachis, y la autenticidad de sus futuras generaciones.
Esta situación ha provocado que los dirigentes Chachis busquen formas de proteger
íntegramente su territorio, en especial, el territorio de la nacionalidad Chachi del Sur de
Esmeraldas, que al momento esta siendo sometida a una gran presión por parte de los colonos
invasores, traficantes de tierras y madereros ilegales.
Breve descripción del problema
El territorio de San Salvador, Balzar y Chorrera Grande está sometida a intensas
presiones no sólo para la explotación del recurso forestal, sino también para integrar estas
tierras vírgenes a la producción agrícola, lo que seguro significaría la destrucción total de
este remanente de bosque húmedo tropical.
Unos de los últimos hechos de invasión al territorio de la nacionalidad indígena Chachi se
pudo comprobar el día 20 de marzo de 2007, cuando se realizó un recorrido solicitado por la
comunidad Chachi al Ministerio del Ambiente, quien es responsable de la Reserva.
El recorrido se lo realizó por los sectores de Algodón, Balzar y Rompe, encontrándose en el
sector de Balzar 150 tablones de maderas y tablas de madera de coco, esta madera fue talada
y aserrada en el bosque de área protegida.
Este recorrido, en el cual participaron guarda parques comunitarios de la reserva Mache
Chindul, finalizó en el sector de la Cuna, lugar en donde se encontraron in fraganti a un grupo
de ocho personas en territorio Chachi de San Salvador, cada uno los ocho ciudadanos portaba
armas de fuego.
Estos colonos, oriundos de Santo Domingo de los Colorados, habían talado selva virgen,
construido viviendas y sembrado productos de ciclo corto como maíz, yuca, etc., sin
autorización del Ministerio del Ambiente ni de la Comunidad Chachi.
Cabe recalcar que estos invasores no ingresan a poseer estos territorios por falta de un lugar
para vivir, ya que la mayoría de ellos, como el caso de los ochos ciudadanos invasores, tienen
casas en Santo Domingo de los Colorados, o en alguna otra parte del país, según sus propias
versiones.
Lo que les motiva a invadir estos territorios es la posibilidad de explotar los recursos naturales
que existen en la zona, de manera especial la madera, puesto que Esmeraldas es una de las
provincias con mayor reserva maderera del Ecuador, lo que motiva a los invasores a dedicarse
a la tala indiscriminada e ilegal de madera muy costosa y que se encuentra en peligro de
extinción.
Efectos socio-ambientales de la deforestación (1)
Uno de los principales efectos de la deforestación es la pérdida de fuentes de agua
puesto que uno de los servicios ambientales que proporciona el bosque es la producción
de agua, tanto a través de la regulación hídrica como de la producción de
precipitaciones por evapo-transpiración.
Con la pérdida de bosques se pierde la biodiversidad. Es decir, desaparece la variedad de
especies vegetales y animales de los lugares deforestados, desequilibrando los ecosistemas.
Sin cubierta forestal, los suelos quedan expuestos a la acción directa de las lluvias, el sol y
los vientos, perdiendo sus propiedades de fertilidad (calcio, potasio, magnesio, nitrógeno).
Si a esto se suma la carencia de fuentes de agua, los suelos se vuelven proclives a los procesos
de desertificación.
La deforestación deteriora las condiciones de vida de las poblaciones locales. Mientras éstos
asimilan los costos ambientales de la destrucción de los bosques, los negociantes de la
madera, obtienen las ganancias. Los pobladores dejan de acceder y de beneficiarse de los
recursos de los bosques: recolección de productos alimenticios y medicinales, fuentes de agua
y suelos fértiles.
Esto redunda en el abandono de prácticas culturales tradicionales, es decir en el abandono de
modos de subsistencia autónomas.
Cuando se deforesta para implementar monocultivos y plantaciones como el de la palma
africana, los pobladores locales que vendieron a los empresarios sus parcelas, además de
perder con la tierra la posibilidad de producir para su subsistencia, pasan a buscar nuevas
fuentes de ingresos o a depender de la misma plantación (y si optan por esta última
alternativa, se exponen a los químicos propios de las plantaciones y monocultivos).
En la preparación y proceso de estas agroindustrias, se utilizan maquinarias que van
compactando los suelos.
Generalmente, los desechos del procesamiento de la palma son evacuados a los cursos de los
ríos, acequias o quebradas, contaminando las fuentes de agua.
Las zonas de mayor deforestación actual
Las zonas que más se deforestan para la industria maderera y para la implementación
de cultivos de palma africana son precisamente aquellas de mayor riqueza en
biodiversidad y los últimos reductos de bosque primario.
Estas zonas, ricas en bosques primarios, constituyen patrimonio forestal estatal, territorios
indígenas o posesiones campesinas.
La deforestación ha sido mayor en las zonas bajas del país: Costa, Amazonía y zonas
tropicales de la región andina.
En la Costa (que cuenta con el 13% de bosques nativos) se ha deforestado más del 90% del
bosque, mientras que en la Amazonía (que cuenta con el 70% de bosques), se ha deforestando
el 30%. Todo ello, entre 1985 y 1991.
En épocas recientes, se está produciendo una destrucción acelerada de bosques en las
estribaciones de la cordillera occidental, en la región del Chocó ecuatoriano, es decir, en la
zona nor-occidental de las provincias de Esmeraldas, Carchi e Imbabura. Los bosques de
estas zonas están a punto de desaparecer, como ya ocurrió con los bosques del nor-occidente
de Pichincha.
Afroecuatorianos

AMENAZAS A LA SEGURIDAD DE LOS DERECHOS HUMANOS DE AFROECUATORIANOS EN ÁREAS


RURALES Las entrevistas de la delegación Rapoport con las comunidades en Esmeraldas y el Valle
del Chota, así como con las instituciones gubernamentales en Quito, indican varias formas en las
que el Estado ecuatoriano ha fracasado en garantizar los derechos a la propiedad colectiva, a
títulos de tierra, a estándares de consulta previa y otros derechos básicos asegurados a los
afroecuatorianos. En casi todas las reuniones llevadas a cabo por la delegación en Esmeraldas y el
Valle del Chota, los miembros de las comunidades expresaron su preocupación alrededor de la
falta de educación y asistencia médica. Con frecuencia, estas situaciones fueron agravadas por el
predominio de industrias que no están reguladas y que afectan el medio ambiente y la salud de los
que viven en el área. Muchas de estas industrias se sostienen en base a mano de obra con bajo
salario, impidiendo de ese modo las oportunidades de desarrollo económico de los
afroecuatorianos. De igual forma, las entrevistas de la delegación recalcaron cómo el racismo
estructural continúa amenazando no sólo el acceso de los afrodescendientes a la tierra, pero
también su habilidad para obtener crédito, desarrollo basado en la comunidad e inclusión en las
políticas e instituciones del Estado. Esta sección describe los hallazgos de la delegación
relacionados a estas amenazas y arguye que, hasta que el Estado ecuatoriano no empiece a seguir
los pasos adecuados para cumplir los derechos y protecciones garantizados por la ley internacional
y la Constitución de 2008, las comunidades afroecuatorianas permanecerán atrapadas entre los
derechos que les fueron prometidos y la exclusión económica, la invisibilidad social y la
vulnerabilidad que con mucha frecuencia sufren. A. AMENAZAS A LA PROTECCIÓN DE
TERRITORIOS ANCESTRALES EN ESMERALDAS Durante el siglo XX, la industria maderera, el cultivo
de la palma aceitera y la pesca comercial empezaron a operar en Esmeraldas. Con el paso del
tiempo, estas industrias destruyeron las oportunidades para el desarrollo comunitario de los
afroesmeraldeños en áreas rurales, moviéndolos a un tipo de economía no sustentable y
orientada a las exportaciones que los obligó a salir de sus territorios y los transformó, en su
mayoría, en campesinos asalariados. Igualmente, la degradación medioambiental provocada por
las industrias, tuvo impactos significativos en la salud. La continua expansión de las operaciones
comerciales en y alrededor de las tierras ancestrales de los afrodescendientes también presionó a
los miembros de las comunidades, a veces por medios violentos, a ceder y abandonar sus tierras
ancestrales comunitarias. El desplazamiento de los afroecuatorianos fue facilitado, en gran
medida, por las reformas agrarias de Ecuador de 1964 y 1973 que, como se mencionó antes,
escogieron a Esmeraldas como una región de tierras baldías en la cual colocar a campesinos
mestizos sin tierra (colonos) de otras provincias. Desde las reformas, estos migrantes han seguido
llegando a 30 Esmeraldas. Su cantidad aumentó en un 66% entre 1982 y 1990. 148 Los colonos
que buscaban tierra y la obtuvieron del gobierno mediante las reformas o la compra. 149 Algunas
veces, el Estado entregó a los colonos partes de los territorios ancestrales de las comunidades
afroesmeraldeñas. En los años noventa, el IERAC (la agencia de reforma agraria) hizo una promesa
oral en la que dijo que dejaría de entregar tierra a los colonos hasta que se estableciera una
sistema para legalizar los asentamientos ancestrales tradicionales de los afroecuatorianos. 150 Los
colonos, sin embargo, hoy en día continúan ganando la propiedad de las tierras tradicionales de
los afroecuatorianos mediante la compra directa y el tráfico. Los inmigrantes con frecuencia
fuerzan la venta directa de las tierras ancestrales, asentándose en las afueras de ésta y empezando
a cortar y vender madera. 151 Cuando los afrodescendientes que ocupan la tierra comunitaria
asignada demandan y reciben compensación, una venta de facto de la tierra comunal ocurre y la
comunidad, de manera efectiva, pierde los derechos colectivos sobre esa tierra152. La necesidad
de mantener a la familia y proveer educación a los niños, combinada con las oportunidades de
trabajo y de salarios adecuados limitadas, explican la venta de tierras destinadas a la comunidad.
De manera más directa, las presiones coercitivas también influyen en dichas ventas. Los miembros
de la comunidad explicaron a la delegación como terceras partes, como por ejemplo los
traficantes de tierras, con frecuencia invaden las tierras y se valen de amenazas y de la violencia
para obligar a los afrodescendientes a vender o abandonar su propiedad. 153 Incluso aquellos que
venden la tierra bajo estas condiciones reciben una compensación mínima, perpetuando el ciclo
de pobreza. 154 La naturaleza ilegal y extra-legal de la venta individual de tierra comunal significa
que pocos datos empíricos existen para documentar esta tendencia. i. La tala de bosques y la
industria de palma aceitera La tala de bosques y las industrias de aceite de palma se establecieron
en Esmeraldas durante los años 1950 en el área céntrica de Quinindé. El proceso de limpiar la
tierra para instalar las plantaciones de palma, desde ese entonces, se ha expandido al norte de
Esmeraldas y ha aumentado bruscamente en los primeros años del siglo XXI. 155 148 Rodrigo
Sierra y Jody Stallings, “The dynamics and social organization of tropical deforestation in
northwest Ecuador, 1983-1995,” Human Ecology 26:1 (1998), 140. En 1978, los colonos
comprendían el 10.2% de la población, en 1982, el 25.3% y en 1990, el 37%. La tala maderera y las
industrias de palma están ligadas de tal forma que contribuyen a la pérdida del territorio ancestral
afrodescendiente. En la primera parte de este proceso doble, las compañías madereras contratan
intermediarios para talar los bosques y extraer la madera. Los cultivadores de palma aceitera
aparecen enseguida y, usando incentivos financieros y violencia, presionan a los pequeños 149
Ibid., 140, 156. 150 Fernandez-Rasines, Afrodescendencia en el Ecuador, 82. 151 Sierra y Stallings,
“The dynamics and social organization of tropical deforestation in northwest Ecuador, 1983-1995,”
141. 152 Ibid. 153 Foro comunitario en Maldonado, Esmeraldas. Dirigido por la delegación
Rapoport, 16 de marzo de 2009. 154 Ibid. 155 Juan García Salazar, ed. Territorios Ancestrales,
Identidad y Palma: Una Lectura Desde Las Comunidades Afroecuatorianos (Quito: Altropico, 2007),
123. 31 agricultores a vender o evacuar las tierras recién deforestadas. 156 La pérdida de los
bosques nativos empezó en la década de 1960 y para 1990 aproximadamente el 90% de los
bosques ecuatorianos al oeste de la Cordillera de los Andes había sido talado. 157 Comparado a
otras áreas, las tierras forestales de las comunidades afroesmeraldeñas en zonas rurales habían
sido inicialmente cultivadas de manera paulatina, pero la velocidad de la tala aumentó en los años
ochenta, 158 mientras la violencia y el narcotráfico a lo largo de la frontera con Colombia
empujaban a las personas hacia el sur. 159 Las demandas de la población en aumento también
llevaron a los afroecuatorianos a deforestar el bosque, vender la madera y usar la tierra para la
producción agrícola. 160 La discriminación racial, tanto directa como estructural, le ha dado parte
de la forma a esta relación compleja entre las comunidades y las industrias mencionadas. Mientras
la mayoría de los afrodescendientes se ha opuesto a estas industrias debido a la destrucción que
han provocado en el bosque y en el medio ambiente, otros señalan las formas en las que han sido
excluidos de las industrias, a veces mediante tácticas agresivas y formas descaradas de
discriminación racial. De hecho, algunos de los cultivadores de palma aceitera emplean
estereotipos racistas sobre los afroecuatorianos para justificar el avance de la industria de palma
en la región, sin la consulta o participación de los afroecuatorianos. La delegación estuvo presente
en una manifestación de estos estereotipos durante su visita a Quinindé, cuando un cultivador de
palma aceitera explicó a la delegación que los agricultores mestizos de Manabí tienen más
capacidades para cultivar la palma aceitera que los afrodescendientes porque “los negros son más
tropicales, menos trabajadores y generalmente menos interesados en los planes a largo plazo”
que los mestizos. 161 Algunos afrodescendientes, en la medida en la que les ha sido permitido,
han encontrado en la tala de árboles y en la industria de palma aceitera un fuerte potencial de
ingreso y han llegado a acuerdos con los participantes en la industria para el uso de sus tierras. La
cuestión de la participación afroecuatoriana en la industria sigue siendo un asunto muy
controversial entre las comunidades afrodescendientes. En cualquier caso, el cultivo de palma
aceitera a gran escala ha perjudicado el medio ambiente local. El uso de agroquímicos en la
industria de la palma ha tenido un impacto negativo en la salud de los trabajadores y de los
miembros de las comunidades que están directamente expuestos a los pesticidas en su suministro
de agua diario. 162 156 Ibid. Según los miembros de la comunidad con los que se reunió la
delegación en el norte de Esmeraldas, tanto las aguas residuales como la contaminación del aire
generadas por la extracción del aceite de palma han causado la degradación del medio ambiente,
evidente en la muerte de peces en los ríos cercanos 157 Sierra y Stallings, “The dynamics and
social organization of tropical deforestation in northwest Ecuador,” 140-141. 158 Ibid., 141. 159
Reunión con Juan García Salazar, Quito. Entrevista realizada por la delegación Rapoport. 14 de
marzo, 2009. Stuart Schussler, “Refugees in Ecuador: Plan Colombia and the Asylum Lottery,”
Upside Down World, octubre 7, 2008, http://upsidedownworld.org/main/content/view/1511/49/
(revisado el 1 de septiembre, 2009). 160 Reunión con Juan García Salazar, Quito. Entrevista
realizada por la delegación Rapoport. 14 de marzo, 2009. Foro de la Comunidad Maldonado,
Esmeraldas. Dirigido por la delegación Rapoport, 16 de marzo de 2009. 161 Reunión en la planta
de extracción de aceite de palma, Quinindé, Esmeraldas. Entrevista realizada por la delegación
Rapoport, 17 de marzo, 2009. 162 Juan García Salazar, ed., Territorios Ancestrales, Identidad y
Palma: Una Lectura Desde Las Comunidades Afroecuatorianos (Quito: Altropico, 2007), 133. 32 y
en las enfermedades de la piel de las personas que se bañan en esas aguas. 163 En un foro
comunitario, la delegación se informó acerca de una comunidad que, de manera específica, ha
sido severamente afectada por la contaminación provocada por el cultivo de palma aceitera. 164
La comunidad La Chiquita depende del sistema fluvial para comer, beber, bañarse y satisfacer
otras necesidades básicas; sin embargo, las aguas servidas del procesamiento del aceite de palma
han causado problemas de salud, y han reducido el acceso al agua para el consumo y otros usos e
impedido las prácticas de pesca tradicionales. Los residentes de La Chiquita, preocupados porque
la industria de la palma estaba contaminando sus cuerpos165 y su modo de ganarse la vida,
demandaron a cuatro empresas de aceite de palma. 166 Los estudios del agua revelaron un alto
nivel de componentes inorgánicos y de aceites, confirmando que las plantas extractoras de aceite
de palma son la fuente principal emisión de estos contaminantes en el agua.167 En particular, los
residentes de la comunidad arguyeron que la industria de aceite de palma había violado las
regulaciones ambientales, incluyendo el Reglamento a la Ley de Gestión Ambiental para la
Prevención y Control para la Contaminación Ambiental, alterando y dañando la calidad del agua y
del suelo. Asimismo, argumentaron que el Estado falló en monitorear u obligar a las compañías a
operar en conformidad con la ley. 168 ii. Producción camaronera La delegación escuchó y tuvo la
oportunidad de observar cómo la producción comercial de camarones usó grandes cantidades de
tierra en Esmeraldas con efectos significativos en la biodiversidad y en las tierras tradicionales de
los afrodescendientes. La pesca de camarones empezó en Ecuador en 1969 y para 1982, según P.
Ocampo-Thomason, “el país tenía el área de producción camaronera más grande del mundo.”169
163 Ibid., 142-147; Foro comunitario en Maldonado, Esmeraldas. Dirigido por la delegación
Rapoport, 16 de marzo de 2009. La construcción de piscinas camaroneras 164 Foro comunitario en
Maldonado, Esmeraldas. Dirigido por la delegación Rapoport, 16 de marzo de 2009. 165 Ibid., 159.
166 “Demanda de Reclamo Administrativo” y “Contestación -Informe Mae, Proceso
Palmicultores,” 28 de julio, 2005 (documentos enviados por la Fundación Altropico vía correo
electrónico a la delegación Rapoport, 23 de marzo, 2009). La comunidad La Chiquita presentó la
demanda en compañía de la comunidad indígena Awá de Guadalito. 167 “Informe Mae, Proceso
Palmicultores,” 28 de julio de 2005: “Las muestras evidencian la presencia de contaminación por
aceites y grasas. Estos contaminantes señalarían a las plantas extractoras de aceite como la fuente
principal de emisión de estos contaminantes en el agua;” “Los resultados de oxígeno disuelto son
demasiado elevados y son inconsistentes con el nivel de contaminación orgánica. Con excepción
de una muestra, todos los resultados exceden los 9 mg/L.” (Documentos enviados por la
Fundación Altropico vía correo electrónico a la delegación Rapoport, 23 de Marzo, 2009); ver
también, Corporación de Gestión y Derecho Ambiental (ECOLEX) http://www.ecolex-ec.org/
(revisado el 1 de septiembre, 2009). 168 “Demanda de Reclamo Administrativo.” La demanda cita,
por ejemplo, la violación de los Artículos 105, 77, 62 y 122 del Reglamento a la Ley de Gestión
Ambiental para la Prevención y Control para la Contaminación Ambiental (DE-3516. RO-E 2: 31-
mar-2003). 169 P. Ocampo-Thomason, “Mangroves, People, and Cockles: Impacts of the Shrimp-
Farming Industry on Mangrove Communities in Esmeraldas Province, Ecuador,” en Environment
and livelihoods in tropical coastal zones: managing agriculture-fishery-aquaculture conflicts.
Comprehensive assessment of water management in agriculture series, 2, ed. Thai Hoanh Chu,
(Wallingford, UK: CABI Pub., 2006), 141. 33 redujo el manglar en un 57% entre 1969 y 1999. 170
En 2002, la industria camaronera estableció operaciones en la Reserva Ecológica Manglares
Cayapas-Mataje (Remacam) al norte de Esmeraldas. 171 El incremento en la producción
camaronera se ha conseguido, en muchas áreas, por medios ilegales. 172 Además, la pérdida del
manglar y la contaminación provocada por la industria ha eliminado partes centrales del territorio
afroesmeraldeño y ha alterado las maneras de ganarse la vida de los afrodescendientes que han
habitado el área por siglos. 173Por ejemplo, las aguas salientes de las piscinas camaroneras van
directamente al estuario, matando a los peces, crustáceos y conchas que empleaban
afrodescendientes para sostener el ingreso familiar. 174 Como la tala de bosques y el aceite de
palma, la producción comercial camaronera ofrece empleo de manera limitada. 175 Nuevos
inversionistas en la industria camaronera tienden a traer sus trabajadores de la sierra en lugar de
contratar a personas de las comunidades locales. 176

Distribución de tierra Las comunidades afrodescendientes en el Valle del Chota continúan


sufriendo la amplia desigualdad en la redistribución de tierra que data desde la esclavitud y el
sistema de huasipungo. Como se discutió anteriormente, la reforma agraria de los años 1960 y
1970 fracasó en su intento de resolver la desigualdad, al menos a largo plazo, debido a que la
tierra que fue entregada bajo la reforma de 1964 (mayormente, parcelas de cinco hectáreas) ya
había sido dividida entre generaciones. Actualmente, en promedio, una parcela de cinco hectáreas
es compartida entre cinco u ocho familias, dejando a cada familia con menos de una hectárea de
tierra—una cantidad insuficiente para asegurar un sustento agrícola básico, especialmente por la
pobreza del suelo y el acceso limitado al agua. 185 Al describir la desigualdad en la distribución de
la tierra, un miembro de una comunidad del Valle del Chota remarcó que los afrochoteños “no
tienen suficiente espacio para enterrar a sus muertos.”186 La falta de acceso a la tierra y su
concentración en las manos de unos pocos terratenientes ha limitado, de manera significativa, las
posibilidades de desarrollo de los afrochoteños. Varias comunidades en el Valle, por ejemplo, han
recibido apoyo para micro-proyectos de desarrollo de parte del gobierno y de otras agencias
donantes como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). No obstante, la inseguridad del título
y de la tierra ha dificultado la posibilidad de aprovechar por completo esa asistencia. Cuando la
delegación visitó un proyecto de desarrollo de microempresa en la comunidad de El Juncal vio, de
primera mano, cómo varios de estos asuntos se manifestaron. En 2002, una cooperativa
comunitaria afroecuatoriana empezó ahí un proyecto de cultivo de tuna en las laderas áridas del
Valle, parcialmente financiado por el BID y por ONG ecuatorianas en la región. 187 Aunque están
usando la tierra con el permiso del dueño, los agricultores del proyecto esperan poder comprar las
tierras. No obstante, la cooperativa reportó a la delegación que el dueño se niega a formalizar de
manera escrita cualquier acuerdo para el uso o compra de la tierra.188 185 Reunión con la
FECONIC en el Valle del Chota. Entrevista realizada por la delegación Rapoport, 20 de marzo, 2009.
Sin este acuerdo legal, no existe una base para una administración de las tierras a largo 186 Ibid.
187 Ver, por ejemplo, Banco Interamericano de Desarrollo BID, "EC-T1067: Access to Markets for
AfroEcuadorian Youth: The Quest for Economic Rights," Proyectos,
http://www.iadb.org/projects/project.cfm?id=ECT1067&lang=en o, para programas adicionales
relacionados al BID, ver “Final Evaluation Report,” Documentos,
http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=1263322 (revisado el 25 de agosto,
2009). Para un video sobre el proyecto de tuna, el Valle del Chota y los afroecuatorianos, ver
http://www.iadb.org/countries/home.cfm?id_country=EC#. El Centro de Investigaciones Familia
Negra (CIFANE) y la Federación de Comunidades y Organizaciones Negras de Imbabura y Carchi
(FECONIC) son las organizaciones locales que proveen la coordinación y la asistencia técnica. 188
Reunión con la Asociación Mirador del Juncal, El Juncal, Valle del Chota. Entrevista realizada por la
delegación, 21 de marzo, 2009. 36 plazo ni para la protección de la inversión afroecuatoriana en
ellas ni el terreno propicio para una resolución equitativa en caso de disputa. Figura 5: Proyecto de
Tuna en el Valle del Chota. A la distancia (cerca del río) están las haciendas con buen sistema de
riego. Foto de la delegación Rapoport. ii. Acceso a agua de calidad El agua representa otro ejemplo
de la desigualdad histórica en la distribución de los recursos en el Valle del Chota. El
acaparamiento de agua por las haciendas y el pobre sistema de irrigación dejan a las comunidades
afrochoteñas sin los medios para cultivar en un clima seco, naturalmente acosado por la escasez
de agua. 189 Los sistemas de irrigación ineficientes, las haciendas río arriba y las floricultoras
también consumen grandes cantidades de agua. 190 Según un miembro de la comunidad, las
haciendas consumen el 80% del agua irrigada en la región del Valle del Chota. 191 Además, los
afrochoteños arguyen que los pesticidas y químicos empleados por estos agricultores contaminan
las fuentes de agua, exacerbando aún más la escasez del agua potable. 192 También se le dijo a la
delegación que el sistema de alcantarillado inadecuado contribuye a la contaminación del agua en
el Valle del Chota. En su totalidad, los afroecuatorianos no tienen un acceso apropiado al agua
potable193 189 Reunión con la FECONIC en el Valle del Chota. Entrevista realizada por la
delegación Rapoport, 20 de marzo, 2009; CODAE, El Sistema de Indicadores Sociales del Pueblo
Afroecuatoriano, Sistema de Indicadores Sociales del Ecuador (SIISE), “Pueblo Afroecuatoriano
Valle del Chota, Indicadores Sociales del Pueblo Afroecuatoriano”, 2, y las áreas rurales de Ecuador
reciben los niveles más
http://www.inec.gov.ec/c/document_library/get_file?folderId=2140563&name=DLFE- 21922.pdf
(revisado el 20 de agosto, 2009) 190 CODAE, SISPAE, SIISE, “Pueblo Afroecuatoriano Valle del
Chota,” 2. 191 Reunión con la FECONIC en el Valle del Chota. Entrevista realizada por la delegación
Rapoport, 20 de marzo, 2009. 192 Ibid. 193 Sánchez y Franklin, “Communities of African Ancestry
in Latin America,” 124. 37 bajos de cobertura en términos de servicio y sanidad del agua. 194 Los
miembros de la comunidad denunciaron que además de los químicos provenientes de los negocios
agrícolas, las aguas residuales de las comunidades urbanas llegan directamente al río Chota y, río
abajo, a los residentes afrodescendientes. El uso de esta agua no purificada en las comunidades,
como argumentó un miembro, ha aumentado los problemas de salud. 195 Un líder comunitario
también comunicó a la delegación que la contaminación del agua estaba “afectando la salud y las
vidas de las personas y que no había ninguna ordenanza para detener esto; en el pasado había
peces en el río pero ahora no porque las aguas están contaminadas.”196 La experiencia de
afrodescendientes en áreas rurales es similar a los problemas relacionados al tratamiento del agua
y la contaminación enfrentados por las comunidades pobres en todo el país, 197 pero la escasez
de agua en el Valle del Chota convierte a la calidad del líquido vital en un asunto de importancia
particular. iii. Condiciones laborales198 La falta de tierra y formas sostenibles de producción, así
como la escasez de oportunidades de empleo, han obligado a muchos afroecuatorianos de áreas
rurales a buscar trabajo asalariado bajo circunstancias poco saludables y de abusoDistribución de
tierra Las comunidades afrodescendientes en el Valle del Chota continúan sufriendo la amplia
desigualdad en la redistribución de tierra que data desde la esclavitud y el sistema de huasipungo.
Como se discutió anteriormente, la reforma agraria de los años 1960 y 1970 fracasó en su intento
de resolver la desigualdad, al menos a largo plazo, debido a que la tierra que fue entregada bajo la
reforma de 1964 (mayormente, parcelas de cinco hectáreas) ya había sido dividida entre
generaciones. Actualmente, en promedio, una parcela de cinco hectáreas es compartida entre
cinco u ocho familias, dejando a cada familia con menos de una hectárea de tierra—una cantidad
insuficiente para asegurar un sustento agrícola básico, especialmente por la pobreza del suelo y el
acceso limitado al agua. 185 Al describir la desigualdad en la distribución de la tierra, un miembro
de una comunidad del Valle del Chota remarcó que los afrochoteños “no tienen suficiente espacio
para enterrar a sus muertos.”186 La falta de acceso a la tierra y su concentración en las manos de
unos pocos terratenientes ha limitado, de manera significativa, las posibilidades de desarrollo de
los afrochoteños. Varias comunidades en el Valle, por ejemplo, han recibido apoyo para micro-
proyectos de desarrollo de parte del gobierno y de otras agencias donantes como el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID). No obstante, la inseguridad del título y de la tierra ha
dificultado la posibilidad de aprovechar por completo esa asistencia. Cuando la delegación visitó
un proyecto de desarrollo de microempresa en la comunidad de El Juncal vio, de primera mano,
cómo varios de estos asuntos se manifestaron. En 2002, una cooperativa comunitaria
afroecuatoriana empezó ahí un proyecto de cultivo de tuna en las laderas áridas del Valle,
parcialmente financiado por el BID y por ONG ecuatorianas en la región. 187 Aunque están usando
la tierra con el permiso del dueño, los agricultores del proyecto esperan poder comprar las tierras.
No obstante, la cooperativa reportó a la delegación que el dueño se niega a formalizar de manera
escrita cualquier acuerdo para el uso o compra de la tierra.188 185 Reunión con la FECONIC en el
Valle del Chota. Entrevista realizada por la delegación Rapoport, 20 de marzo, 2009. Sin este
acuerdo legal, no existe una base para una administración de las tierras a largo 186 Ibid. 187 Ver,
por ejemplo, Banco Interamericano de Desarrollo BID, "EC-T1067: Access to Markets for
AfroEcuadorian Youth: The Quest for Economic Rights," Proyectos,
http://www.iadb.org/projects/project.cfm?id=ECT1067&lang=en o, para programas adicionales
relacionados al BID, ver “Final Evaluation Report,” Documentos,
http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=1263322 (revisado el 25 de agosto,
2009). Para un video sobre el proyecto de tuna, el Valle del Chota y los afroecuatorianos, ver
http://www.iadb.org/countries/home.cfm?id_country=EC#. El Centro de Investigaciones Familia
Negra (CIFANE) y la Federación de Comunidades y Organizaciones Negras de Imbabura y Carchi
(FECONIC) son las organizaciones locales que proveen la coordinación y la asistencia técnica. 188
Reunión con la Asociación Mirador del Juncal, El Juncal, Valle del Chota. Entrevista realizada por la
delegación, 21 de marzo, 2009. 36 plazo ni para la protección de la inversión afroecuatoriana en
ellas ni el terreno propicio para una resolución equitativa en caso de disputa. Figura 5: Proyecto de
Tuna en el Valle del Chota. A la distancia (cerca del río) están las haciendas con buen sistema de
riego. Foto de la delegación Rapoport. ii. Acceso a agua de calidad El agua representa otro ejemplo
de la desigualdad histórica en la distribución de los recursos en el Valle del Chota. El
acaparamiento de agua por las haciendas y el pobre sistema de irrigación dejan a las comunidades
afrochoteñas sin los medios para cultivar en un clima seco, naturalmente acosado por la escasez
de agua. 189 Los sistemas de irrigación ineficientes, las haciendas río arriba y las floricultoras
también consumen grandes cantidades de agua. 190 Según un miembro de la comunidad, las
haciendas consumen el 80% del agua irrigada en la región del Valle del Chota. 191 Además, los
afrochoteños arguyen que los pesticidas y químicos empleados por estos agricultores contaminan
las fuentes de agua, exacerbando aún más la escasez del agua potable. 192 También se le dijo a la
delegación que el sistema de alcantarillado inadecuado contribuye a la contaminación del agua en
el Valle del Chota. En su totalidad, los afroecuatorianos no tienen un acceso apropiado al agua
potable193 189 Reunión con la FECONIC en el Valle del Chota. Entrevista realizada por la
delegación Rapoport, 20 de marzo, 2009; CODAE, El Sistema de Indicadores Sociales del Pueblo
Afroecuatoriano, Sistema de Indicadores Sociales del Ecuador (SIISE), “Pueblo Afroecuatoriano
Valle del Chota, Indicadores Sociales del Pueblo Afroecuatoriano”, 2, y las áreas rurales de Ecuador
reciben los niveles más
http://www.inec.gov.ec/c/document_library/get_file?folderId=2140563&name=DLFE- 21922.pdf
(revisado el 20 de agosto, 2009) 190 CODAE, SISPAE, SIISE, “Pueblo Afroecuatoriano Valle del
Chota,” 2. 191 Reunión con la FECONIC en el Valle del Chota. Entrevista realizada por la delegación
Rapoport, 20 de marzo, 2009. 192 Ibid. 193 Sánchez y Franklin, “Communities of African Ancestry
in Latin America,” 124. 37 bajos de cobertura en términos de servicio y sanidad del agua. 194 Los
miembros de la comunidad denunciaron que además de los químicos provenientes de los negocios
agrícolas, las aguas residuales de las comunidades urbanas llegan directamente al río Chota y, río
abajo, a los residentes afrodescendientes. El uso de esta agua no purificada en las comunidades,
como argumentó un miembro, ha aumentado los problemas de salud. 195 Un líder comunitario
también comunicó a la delegación que la contaminación del agua estaba “afectando la salud y las
vidas de las personas y que no había ninguna ordenanza para detener esto; en el pasado había
peces en el río pero ahora no porque las aguas están contaminadas.”196 La experiencia de
afrodescendientes en áreas rurales es similar a los problemas relacionados al tratamiento del agua
y la contaminación enfrentados por las comunidades pobres en todo el país, 197 pero la escasez
de agua en el Valle del Chota convierte a la calidad del líquido vital en un asunto de importancia
particular. iii. Condiciones laborales198 La falta de tierra y formas sostenibles de producción, así
como la escasez de oportunidades de empleo, han obligado a muchos afroecuatorianos de áreas
rurales a buscar trabajo asalariado bajo circunstancias poco saludables y de abuso

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