La política económica de la
Nación independiente.
j.
2.1. El modelo liberal.
F.A. HAYEK
Introducción
" Escrito en 19n para la Enciclopedia del Novicento (Italia). El artículo corres
ponde al Capítulo IX de New Studies in Philosophy, Politics, Bconomics and
the History af Ideas del Profesor F-A. Hayek. Es una reproducción autorizada.
\I
LIBERALISMO 123
Sólo se comenzó a usar en Gran Bretaña cuando los Whigs y los Radi
cales se fusionaron en un solo partido que, desde la década de 1840,
fue conocido como el Partido Liberal. Ya que los Radicales tenían una
fuerte inspiración proveniente de lo que hemos descrito corno la tra
dición continental, incluso el Partido Liberal inglés en el momento de
su máxima influencia, constituiría una fusión entre las dos tradiciones
mencionadas.
No sería, por tanto, apropiado reclamar el término "liberal" exclusi
vamente para una de las dos tradiciones. Hay referencias al tipo "inglés",
"clásico" o "evolucionista", y al tipo "continental" o "constructívísta",
respectivamente. Se considerarán ambos tipos en el recuento histórico
que sigue; sin embargo, debido a que sólo el tipo "inglés" ha desarrolla
do una doctrina política definida, la exposición sistemática que se hará
a continuación se concentrará en la primera tradición.
Es importante mencionar aquí que los Estados Unidos nunca desa
rrolló un movimiento liberal comparable con aquel que se dio en la
mayor parte de Europa durante el siglo XIX, compitiendo en ese con
tinente con movimientos más jóvenes como el nacionalismo y el socia
lismo, y alcanzando su apogeo en la década de 1870para posteriormente
declinar paulatinamente, aunque continuará determinando el clima de
la vida pública hasta 1914.El motivo por el que Estados Unidos careció
de un movimiento similar se debe fundamentalmente a que las princi
pales aspiraciones del liberalismo europeo estaban en gran parte con
tenidas en las instituciones norteamericanas desde su fundación y, tam
bién en parte a que el desarrollo de los partidos políticos en Estados
Unidos no produjo un clima favorable para el crecimiento de partidos
ideológicos. En efecto, lo que en Europa se considera "liberal" en los
Estados Unidos es tildado, con cierta justificación de "conservador",
mientras que lo que en los Estados Unidos se califica de "liberal", en
Europa recibirá el epíteto de socialista. Sin embargo, incluso en Europa
es también efectivo que ninguno de los partidos que usan la designación
"liberal" adhiere ahora a los principios liberales del siglo XIX.
Historia
2. Raíces Medievales y Clásicas
Los principios básicos en que se basaron los antiguos Whigs para
confeccionar su liberalismo evolutivo tienen una larga prehistoria. Los
pensadores del siglo XVIII que los formularon efectivamente recibieron
una gran ayuda proveniente de la tradición de la Antigüedad Clásica y
de ciertos elementos de la tradición medieval que el absolutismo no había
logrado extinguir.
Los antiguos griegos, especialmente los atenienses, fueron el primer
pueblo que formuló claramente el ideal de la libertad individual durante
el período de los siglos v y IV a.C. Aunque algunos pensadores del si-
LIBERALISMO 125
.
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I
Durante la mayor parte del siglo XIX, el país europeo que parecía
más cercano a la realización de los principios liberales era Inglaterra.
La mayoría de estos principios parecía ya aceptada, no sólo por un po
deroso Partido Liberal, sino por gran parte de la población; e incluso
los conservadores se convirtieron a menudo en instrumentos para el
logro de reformas liberales. Los grandes acontecimientos, después de
los cuales Inglaterra pudo aparecer frente al resto de Europa como el
modelo representativo del orden liberal, fueron la emancipación cató
lica de 1829, el Acta de Reforma de 1832,y la derogación de las Leyes
sobre Granos por el conservador, Sir Robert Peel en 1846. Ya que las
principales pretensiones del liberalismo en relación a política interna
se encontraban ya satisfechas, la acción se centró en el establecimiento
LIBERALISMO 131
ESTUDIO SISTEMATICO
7. El Concepto Liberal de Libertad
Ya que sólo el tipo de liberalismo "británico" o evolucionista se ha
convertido en un programa político definido, tendremos que concen
trarnos en él, y los puntos de vista del tipo constructivista o "continen
tal" sólo serán mencionados ocasionalmente como medios de contraste.
134 F. A. HAYEK
LIBERALISMO 135
podría ser libre cuando los humores de todos los otros hombres pudie
ran ejercer dominio sobre él?") y quienes, como muchos liberales con
tinentales y también Jeremy Bentham, sostienen, como lo expresaba
este último, que "toda leyes perjudicial ya que toda leyes una infrac
ción contra la libertad".
Es muy cierto que la ley se puede usar para destruir la libertad.
Pero no toda manifestación de legislación es una ley en el sentido que
John Locke, David Hume, Adam Smith, Emmanuel Kant o los Whigs
ingleses posteriores otorgaban a ésta como salvaguardia de la libertad.
Cuando hablaban de la ley como la salvaguardia indispensable de la
libertad, ellos se referían sólo a aquellas normas de conducta que cons
tituyen el derecho privado y el penal y no a todas las disposiciones emi
tidas por la autoridad legislativa. Para tener el carácter de ley, en el
sentido que le daba al término la tradición liberal británica para des
cribir las condiciones de la libertad, las reglas aplicadas por el Estado
debían poseer ciertos atributos que un derecho como el consuetudinario
inglés obviamente tenía pero que, sin embargo, no necesariamente reu
nían las manifestaciones de la legislación formal: ellas debían consti
tuir normas generales de conducta individual, aplicables a todos por
igual en un número desconocido de instancias futuras, estableciendo
los límites del derecho de dominio de los individuos, y por lo tanto,
normas esencialmente de la naturaleza de las prohibiciones más que de
disposiciones específicas. Son, por 10 tanto, también inseparables de la
institución de la propiedad privada. Era dentro de los límites determi
nados por estas reglas de equidad que se suponía que el individuo era
libre para usar su propio conocimiento y habilidades en el logro de sus
propósitos individuales de la manera que le pareciera más adecuada.
Se suponía, por lo tanto, que los poderes coercitivos del Estado es
taban limitados por la aplicación de esas reglas de equidad, lo cual,
excepto para un ala extrema de la tradición liberal, no excluía que el
Estado pudiera prestar también otros servicios a los ciudadanos. Este
principio significaba sólo que, cualesquiera fueran los servicios que el
Estado fuera llamado a proporcionar, sólo podía utilizar para ello los
recursos puestos a su disposición, pero no podía coartar al ciudadano
privado; o, en otras palabras, el Estado no podía usar la persona ni la
propiedad del ciudadano como un medio para el logro de sus propósi
tos particulares. En este sentido, un acto proveniente de un legislativo
formalmente competente podía ser tan arbitrario corno el de un au
tócrata. De hecho, cualquier prohibición o disposición dirigida a perso
nas o grupos y que no se desprenda de una regla de aplicación general
debería ser considerada arbitrario. En consecuencia, lo que convierte un
acto de coerción en arbitrario, en el sentido que se daba al término en
la antigua tradición liberal, es que él sirva al fin particular del Estado,
y esté determinado por un acto de voluntad específica y no por una re
gla general, necesaria para la mantención del orden superior autogene
rador de las acciones, el cual es sustentado por todas las otras reglas de
equidad en vigencia.
LIBERALISMO 137
* El contrato es una ley para las partes contratantes, según el Código Civil chí
leno (N. del T.).
138 F. A. HAYEK
equidad, sobre las cuales es muy probable que exista acuerdo entre una
mayoría. Sin embargo, es poco probable que esto ocurra en una asam
blea que habitualmente dirija las medidas específicas del gobierno. En
dicha asamblea representativa, que combina poderes legislativos reales
con ejecutivos y que, por lo tanto, no se encuentra limitada en el ejerci
cio de estos últimos por reglas que ella misma no pueda alterar, es
probable que la mayoría no se base sobre un verdadero acuerdo en mate
ria de principios, sino que consista en coaliciones de variados intereses
. organizados que se concederán unos a otros ventajas especiales. Donde,
como es casi inevitable en un cuerpo representativo con poderes ili
mitados, se logren las decisiones por medio de la negociación de bene
ficios especiales para los diferentes grupos, y donde la formación de una
mayoría capaz de gobernar depende de dicha negociación, es casi in
concebible que estos poderes se usen sólo para los intereses generales
reales.
Mientras que por estas razones parece casi seguro que la democra
cia ilimitada abandonará los principios liberales en favor de medidas
discriminatorias que benefician a los variados grupos que sustentan
la mayoría, es también dudoso, en el largo plazo, si la democracia pue
de subsistir en el caso de abandonar los principios liberales. Si el Es
tado asume tareas demasiado amplias y complejas como para ser cum
plidas eficazmente a través de decisiones de mayoría, parece inevitable
que los poderes efectivos residieran en un aparato burocrático cada vez
más independiente del control democrático. Es por lo tanto probable
que el abandono del liberalismo por la democracia a largo plazo tam
bién conducirá al desaparecimiento de la democracia. Puede haber poca
duda, en particular, de que el tipo de economía dirigida, hacia la cual
parece tender la democracia, requiere por su conducción efectiva de un
gobierno con poderes autoritarios.
BIBLlOGRAFIA
Las mejores descripciones sobre el movimiento liberal se encuentran en al
gunas de las historias de los principales países europeos durante el siglo XIX,
tales como: E. Halévy, Histoire du Peuple Anglais au X/Xe Siéde, 6 vols., París,
1912-1932,traducida al inglés como History 01 the English People, Londres, 1926,
etc.; y F. Schnabel, Deutsche Geschichte im neunzehnten Iahrhundert, Vol. n,
Freiburg, 1933.El examen más completo sobre el desarrollo de los ideales del li
beralismo es G. de Ruggiero, Storia des liberalismo europea, Bari, 1925,traducida
al inglés por R. G. Collingwood como The History 01 European Liberalism, Ox
ford, 1927,la cual contiene una extensa bibliografía que debe consultarse para
los trabajos de las primeras épocas, incluyendo las obras clásicas de los funda
dores del liberalismo moderno. La siguiente lista incluye, en orden cronológico.
los trabajos posteriores más importantes en relación a la historia de las ideas
y movimientos liberales y el estado actual de la doctrina liberal.
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Uno de los principales debates en la historia de las democracias capitalistas occidentales ha girado
en torno al papel que debe desempeñar el Estado en el desarrollo social. Sobre todo después de la
Revolución Industrial en Europa, debido a las deficiencias e iniquidades de los procesos económicos
que comenzaban a convulsionar la sociedad, empezó a cobrar presencia una corriente de pensamien
to que se opuso a las posiciones politicas y académicas dominantes en aquella época, que defendían
la continuidad del statu qua dentro de los límites del laissez-faire y oblígaban a las instituciones de
gobierno a permanecer apartadas de la dinámica económica confinadas a proteger el territorio y el
orden público y a procurar, sólo marginal y esporádicamente, ayudas de tipo asistencial a los pobres.
Contrario a estos postulados conservadores, adversos a cualquier tipo de intervención pública por
considerarla una amenaza al régimen de libertades y principios que promueven el progreso individual
y el crecimiento económico, la corriente opositora, que podríamos calificar genéricamente como re
formista, observó en el Estado una alternativa de solución a los problemas estructurales del capita
lismo, que ponían en riesgo su estabilidad y permanencia. Desde su perspectiva, el Estado debia
asumir una posición activa ante la situación de desigualdad prevaleciente con el fin de moderar los
fenómenos sociales más perniciosos de la expansión industrial, como la indigencia y el desempleo, y
evitar confrontaciones irreductibles entre los factores de la producción. En otras palabras, la concep-
Profesor huéspeden la Universidad de Guadalajara,en periodo sabático por El Colegio de 1'3Frontera Norte. Miembro
del SNI,nivel !l.
[ 19]
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Surgimiento y devenir del Estado de bienestar en las democracias occidentales
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listas o como alternativa de un cambio social más profundo (Picó, 1990). Para los neoconservadores
la dinámica de la intervención pública produjo cuatro grandes problemas: a) crecimiento excesivo del r:
gobierno derivado de los intereses de la burocracia y de las demandas del mercado político y la com :1.• 1.
petencia electoral; b) desfase en ascenso entre los costos y las expectátivas generadas por la política
social y sus resultados; c) sobrecarga del sector público central como consecuencia de los anteriores r'"
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problemas y como fuente de ineficacia, descoordinación y pérdida de control administrativo; y J_¡
d) desaceleración del crecimiento económico como resultado de presiones fiscales elevadas, regula- '
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clones excesivas y beneficios reducidos (Mishra, 1992: 57-84). Desde otros ángulos, para la nueva
derecha el Estado de bienestar "reduce los incentivos, sofoca la iniciativa privada, absuelve a la gen ti.J
timo el desmantelamiento del Estado de bienestar, es decir, el retorno a los principios y valores del
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capitalismo liberal. En sus enunciados generales, este camino de regreso hacia la economía de merca
do exige la renuncia del Estado a sus objetivos sociales (bienestar) y económicos (pleno empleo); en sus
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aspectos particulares, prescribe un conjunto de medidas correctivas (reducción de la oferta monetaria
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y del déficit público, desregulación de la economía, disminución de 105 impuestos, privatización y des > ('
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centralización de los servicios) que, se supone, permitirán controlar la inflación, recuperar el creci "
miento económico y restablecer la confianza de la sociedad. Para los ideólogos de la derecha radical la
intervención pública sólo seria aceptable dentro de los límites de un Estado minimo, asistencia lista,
dedicado a aliviar exclusivamente situaciones sociales de extrema necesidad (Mishra, 1992: 57-82).
Para la izquierda socialista la crisis del Estado de bienestar se encuentra enraizada en las contra
dicciones inherentes a las funciones económicas (facilitar la acumulación) y políticas (legitimar el
sistema de producción) que le fueron asignadas para garantizar la continuidad del capitalismo indus
trial. Argumentan que para hacer posibles ambas atribuciones el Estado ha tenido que incrementar de 11
manera constante sus gastos, tanto productivos como sociales, de tal forma que poco a poco han ido
distanciándose de la capacidad de las fuentes privadas para financiarlos. Lacreciente disociación entre
el gasto público y el financiamiento privado (o crisis fiscal del Estado) se ha visto reforzada, de acuerdo
con James O'Connor (1994: 30-31), por la mediación del mercado político que provoca "una apropiación
del poder estatal para fines particulares", así como una "gran cantidad de pérdidas, duplicaciones y
superposiciones en los proyectos y servicios estatales [...] En resumen, el proceso de intervención esta
tal, incluyendo el crecimiento del sector público, es altamente contradictorio y a largo plazo debilita la
capacidad del sistema de producir excedente económico" (Mishra, 1992: 82).
Desde el punto de vista de su impacto social, continúan los representantes de la izquierda mar
xista, la acción gubernamental no ha modificado sustancialmente los patrones de distribución del
ingreso entre clases; tampoco ha podido eliminar las causas de las contingencias y necesidades indi
viduales, remitiéndose sólo a compensar parte de las consecuencias de tales eventos. En lo que si ha
[30 J
Gerardo Ordóñez Barba
logrado un cierto nivel de eficacia ha sido en el ejercicio de sus funciones como. instr.tJrnet1tlb:(:l!i;;~n"
trol social y de mediatización político-ideológica. Para hacerse merecedor de losservicjo:s;-"q~,~ie{le:s.:;
tar los individuos han tenido que plegarse a las pautas y normas económicas; política5o,\,,\culUir¡:¡les
dominantes en la sociedad, así como someterse a las rutinas y requerimientos de la butocraclavsus
organizaciones. Estas formas de control social han encontrado su correlato políticb¡.;ideológi¡:onPa;ra
los socialistas, el bienestar público "no es visto sólo como fuente de beneficios y servicios¡sindcomo
fuente de falsas concepciones sobre la realidad histórica que tienen efectos dañinos sobre la cons
ciencia, la organización y la lucha de clases" (Offe, 1991: 143-146). Derivado de sus análisis, la iz
quierda socialista concluye que el Estado de bienestar no representa una alternativ.a viable para al:..
canzar un sistema social y económico cualitativamente distinto al que prevalece en las sociedades
capitalistas (como lo sostienen los socialdemócratas); por el contrario, tiende a mantener el'státuquo
en medio de un conjunto de contradicciones exacerbadas que a la larga lo harán insostenible.
En la praxis pública, el rompimiento de los consensos de mediados de los setenta abrió las puertas
para que los gobiernos pusieran en marcha un paquete de iniciativas tendentes a contrarrestar las
manifestaciones de la crisis económica. Entre los primeros objetivos de política adoptados destacó la
contención del déficit público mediante ajustes a los presupuestos gubernamentales, principalmente en
aquellas partidas relativas al bienestar. Fue en esos años, como lo asegura Joan Artells (1992: 109),
cuando "la financiación pública del gasto social-sostenida y creciente- deja de verse como un elemen
to básico en el crecimiento económico y la estabilidad general y, en cambio, se abre paso a una actitud
tendente a estabilizarlo -e incluso a reducirlo en términos reales y en términos de su proporción en
relación con los ritmos de crecimiento': En el análisis de las cifras referentes al conjunto de países que
integran la OCDE, este autor observa que, entre 1975 y 1980, efectivamente el aumento de los gastos
sociales sufrió una desaceleración con respecto de los ritmos registrados en las dos décadas anteriores
(de 8 a 4% anual), no obstante su crecimiento siguió estando por encima del PIB (Artells, 1992).
En la década de los ochenta, con el ascenso al poder de las administraciones neoconservadoras
en países como Inglaterra y ios Estados Unidos, y con la reelección de gobiernos socialdemócratas en
naciones como Austria y Suecia, se perfilaron dos proyectos políticos divergentes en torno al futuro
del Estado de bienestar. Por un lado, la derecha con una estrategia de desmantelamiento y liquidación
y, por el otro, la socialdemocracia con una política de conservación. Mishra, en su estudio acerca de la
experiencia reciente de varios países en la instrumentación de ambos proyectos, sostiene que en nin
guno, quizá con la excepción de Suecia, se han cumplido cabalmente los propósitos pretendidos. Las
propuestas de desmantelamiento se han enfrentado en la práctica con amplias manifestaciones de
rechazo social y político a la renuncia de los derechos y servicios de carácter universal, lo cual, en gran
medida, ha impedido a los gobiernos conservadores realizar privatizaciones a gran escala, reducir los
gastos sociales, ejercer control sobre el déficit público y acercarse al deseado equilibrio presupuestario.
En estas condiciones, sus mayores éxitos (por llamarles de alguna forma) radican en el abandono del
pleno empleo como política de Estado, en !a flexibilización de los mercados laborales y la consecuente
[31 J
Surgimiento y devenir del Estado de bienestar en las democracias occidentales
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contra toda predicción pero también con resultados desfavorables, por el gobierno conservador de
Richard Nixon que inició en 1969. ,.
Contrario a lo que podría suponerse, durante el mandato de Nixon se sostuvieron, con algunas
excepciones, los compromisos de la Great Society y continuaron los esfuerzos por introducir nuevos
L
programas y perfeccionar los ya existentes. Entre lo más sobresaliente de esta administración se en r
cuentra la expansión de los vales de alimentos y el intento de establecer dos programas orientados a 1
e:
garantizar ingresos mínimos: uno para los adultos pobres en edad avanzada, ciegos e incapacitados
que no recibían apoyo de otras fuentes públicas (Supp/ementa/Security /ncome-ssl) y otro para todas
,.
las familias con hijos dependientes (Fami/y Assistance Plan-FAP).Con el FAPse buscaba eliminar las ri L,
gideces impuestas por el AFDe,que obligaban a los beneficiarios a no trabajar y a mantener la unidad
t:
familiar incompleta. Este plan fue finalmente rechazado en el Congreso, en tanto que el SS/logró su
aprobación (Patterson, 1993: 291-300). El gobierno de Carter volvió a plantearla posibilidad de asegu i.
rar ingresos mínimos a todos los pobres, pero ahora a través de una estrategia que distinguía entre
capacitados e incapacitados para el trabajo. "Según el plan de Carter, los que pudieran trabajar recibi
,.
!.
rían complementos salariales y ayuda federal en la búsqueda de empleo, o se les proporcionaría uno de
los 1 400000 empleos públicos programados con un salario ligeramente superior al mínimo. Las per
sonas que, pertenecientes a esta categoría, se negasen a trabajar no recibirían ayuda, aunque sí sus
hijos. Para el segundo grupo, Carter proponía la modernización de la burocracia existente" (Patterson,
1993: 311). Las reformas de Carter encontraron la misma suerte del FAP en el Congreso. De esta propues
ta los legisladores sólo aceptaron "una versión diluida que establecía un mínimo en los pagos de la AFDe,
e1650f0de la cantidad estimada por el umbral oficial de pobreza de 1981 (Patterson, 1993: 312-313).
Con estas dos últimas administraciones federales finaliza en los Estados Unidos la etapa de cons
trucción del Estado de bienestar. Incluso con Cárter ya habían comenzado a manifestarse retroce
sos, que se intensificaron con las políticas impuestas por el presidente Reagan en la década de los
ochenta. Estas tendencias regresivas, como hemos expuesto páginas atrás, no fueron privativas de la
experiencia estadounidense; por el contrario, forman parte y fundamento del movimiento neoconser
vador que, en diferentes regiones del mundo, pretende desmantelar y liquidar los avances de los sis
temas de protección y bienestar sociales. Pero a diferencia de lo que sucede en otras partes, los ataques
contra el Estado benefactor estadounidense comenzaron mucho antes de que alcanzara, desde cual
quier punto de vista, los niveles de sus lejanos parientes europeos (Glazer, 1992: 219).11El desarrollo
tardío, fragmentado, pragmático y descentralizado de la política social en este país, en combinación
con la reciente embestida conservadora, dejan como legado un Estado de bienestar incompleto, no
universal, desarticulado, complejo, costoso, cuestionado (Jusidman, 1996: 23-24) y, lo que es peor, con
márgenes de maniobra muy estrechos para trascender sus inercias y limitaciones.
11
Este autor afirma: "En realidad, es posible que sólo en un aspecto, el de las pensiones de vejez,el Estado de bienestar
americano seacomparable a los Estadoseuropeosavanzados':
[36J
Gerardo Ordóñez Barba
Regresando a la pregunta inicial, ¿qué podría explicar el origen de las diferencias entre el Estado
de bienestar europeo y el estadounidense? Un punto de partida importante para responder a esta
interrogante consiste en ubicar el momento en el que comenzaron a distanciarse ambas formaciones
5 estatales. Como hemos expuesto, durante el periodo entre guerras los éJesarrollos en ambos lados del
Atlántico mostraban muchos elementos en común, en gran parte forzados por los efectos económi
cos y sociales de la Gran Depresión de 1929. El New Deo! representó un acercamiento a las tendencias
5 europeas en los aspectos centrales de la política social de aquella época; esto es, la institucionaliza
5 ción de los sistemas nacionales de seguridad y asistencia social, los cuales cubrían, con excepción del
seguro de enfermedades, la mayoría de las prestaciones y beneficios reconocidos en las naciones
avanzadas: pensiones por vejez, seguro de desempleo, ayudas a familias pobres con hijos dependien
tes, ciegos y personas en edad avanzada.
Una vez finalizada la segunda guerra mundial, también en consonancia con Europa, se aprobaron
e dos nuevas legislaciones que establecían los derechos sociales al trabajo (pleno empleo) y a una vivienda
digna. Este conjunto de reformas, que concluyeron en 1949, parecían indicar que los Estados Unidos
e podía encaminarse hacia la conformación de un Estado de bienestar semejante al que había proyecta
do el plan Beveridge-Keynes, tomando en cuenta que existían por lo menos condiciones económicas
s similares a las del viejo continente, caracterizadas por altos niveles de crecimiento. Sin embargo, mien
1, tras que en Europa continuaron esforzándose durante la década de los cincuenta por consolidar siste
mas universales de protección económica y social, los Estados Unidos entró en un periodo de estanca
miento y contracción que impidió superar las restricciones impuestas por el New Decl. Fue en estos
años cuando el punto de inflexión entró en un camino sin retorno, aún considerando el renovado
impulso de la GreotSociety o los impredecibles programas y proyectos auspiciados por Nixon.
De acuerdo con el historiador James Patterson (1993: 131-132), la bifurcación de la posguerra
en la trayectoria de los Estados se debió a los impactos diferenciados del conflicto bélico en las acti
tudes de la gente. Para los europeos, la experiencia de haber vivido innumerables pérdidas humanas
y materiales generó un sentimiento de causa común que intensificó inmediatamente la demanda de
servicios sociales. Para los estadounidenses, en cambio, se tradujo en actitudes populares conserva
doras en torno a la ayuda gubernamental, ya que se pensaba que los que habían sacrificado algo eran
los veteranos de guerra y no los pobres. Los favorables resultados económicos de los años cincuenta
ayudaron a reforzar los valores y percepciones sociales en ambos lados: mientras que en Europa el
crecimiento era visto como un logro del mismo sistema de bienestar y de sus valores intrínsecos
(confianza en el Estado, solidaridad, bien común e igualdad). en los Estados Unidos la prosperidad
contribuyó a olvidar las penurias de la depresión y a fortalecer las viejas ideas en contra de la inter
vención pública y a favor del esfuerzo individual, la autoayuda, la ética de trabajo y la libre empresa.
Estos elementos de diferenciación, que aluden a la dimensión ideológico-cultural dominante en
ar las sociedades, se encuentran enraizados en estructuras sociales, políticas y gubernamentales com
pletamente distintas, que han tendido a formar diques o cauces para cualquier proyecto de reforma
[ 37]
Surgimiento y devenir del Estado de bienestar en las democracias occidentales
estatal. Los acuerdos de la posguerra para la provisión universal de los servicios de bienestar en
Europa pudieron concretarse gracias a que contaban con sociedades relativamente homogéneas, con
corrientes de pensamiento y partidos políticos progresistas, con un movimiento obrero organizado
fuerte e inspirado en ideas socialistas y con el liderazgo de qobiernos'nacionales afianzados en una
añeja tradición centralista. En los Estados Unidos ninguna de estas condiciones estaba presente en
aquella época y en muchos sentidos hoy día continúan ausentes. Como lo explica Nathan Glazer
(1992: 224-241). el fracaso de la universalidad en este país refleja cinco características de la sociedad
americana, que se suman a las debilidades del sindicalismo y a la extinción de las ideas socialistas en
el escenario político: el federalismo y la descentralización política, como fuente de dispersión de re
cursos y rechazo a cualquier intento por establecer sistemas nacionales de provisión; las divisiones
étnicas y religiosas, que impiden desarrollar políticas uniformes; la discriminación racial, que mira
con desacuerdo la instauración de medidas igualitarias; el individualismo, que exige al gobierno dis
tribuir recursos y servicios públicos de acuerdo con el esfuerzo de los individuos y no en función de
su situación de necesidad; y, finalmente, la influencia de las agencias privadas lucrativas y volunta
rias, que se oponen a perder sus cuotas en el mercado del bienestar':
Para concluir podemos establecer que la revisión de estas dos divergentes trayectorias represen
tativas de las sociedades modernas, ilustran la crucial importancia de las variadas influencias naciona
les que participan en la definición de los objetivos y alcances de los sistemas públicos de protección
social; también ejemplifican los amplios parámetros entre los que puede moverse la construcción del
Estado de bienestar en las democracias capitalistas. No estamos entonces ante un hecho histórico
predeterminado por el que deban transitar las sociedades cuando llegan a una etapa de desarrollo; por
el contrario, estamos frente a procesos históricos únicos e inéditos que evolucionan de muy diversas
maneras y no siempre, como parece perfilarse en la actualidad, en una ruta ascendente (Mishra, 1993:
14-15). No obstante, la historia reciente de estos paises confirma que, a pesar de los embates neocon
servadores que promueven la retirada absoluta de la intervención pública en el desarrollo social, los
ajustes a los Estados de bienestar seguirán transitando por cambios parciales que difícilmente modifi
carán los compromisos sustantivos adquiridos en sus respectivos contratos sociales.
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te
[39 J
•
'r~
En América Latina la crisis económica de 1982 redefinió el escenario para la intervención estatal
y consolidó a nuevos actores globales y locales. Estos pusieron en marcha una agenda económica y
otra social radicalmente distintas a las que caracterizaron la etapa de industrialización orientada al
mercado interno.
La nueva bitácora económica fue sintetizada inicialmente en el Consenso de Washington, el cual
promovía el libre mercado, políticas macroeconómicas prudentes y la apertura comercial, a través de
una serie de reformas estructurales encaminadas a: corregir los desequilibrios fiscal y externo, priva
tizar los bienes y servicios públicos, liberalizar el comercio, desregular el mercado laboral y financiero,
y reformar los sistemas tributario y de pensiones.
Por su parte, la agenda social fue establecida gradualmente por el Banco Mundial (S M) y el ..
'
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través una serie de recomendaciones para enfrentar la
pobreza sin poner en tela de juicio el funcionamiento del mercado. Esas indicaciones han llegado a
conformar un nuevo paradigma de bienestar para la región, que se plantea como un centro de con
fluencia discursiva y práctica para todos los paises. Se ha marcado una ruta alternativa, que ha llega
do a ser hegemónica, para abordar la cuestión social y ha intentado poner en sintonía los sistemas
de protección social regionales con los procesos de estabilización y ajuste económico.
A pesar de las enormes diferencias geográficas, sociales, demográficas y económicas entre los
países que conforman la región, durante los años noventa, la mayoria de los gobiernos de la región
estuvieron de acuerdo' con estas agendas. Sin embargo, el cambio paradigmático no ha redundado
en una clara mejoría del bienestar en América Latina, ni siquiera en etapas de crecimiento como la de
la década de 1990.2
Director de la División de Estudios de Estado y Sociedad y profesor investigador Titular "C" del Departamento de Estu
dios Sociourbanos de la Universidad de Guadalajara. Miembro del SNI. nivel!.
No todos, ni en los mismos grados, como lo veremos.
De hecho, esos años han sido catalogados por la Comisión Económica para América Latina (CEPAl) como de "luces y
sombras", precisamente porque a pesar de que durante varios años se restableció el crecimiento económico los resul-
[40 J
Carlos BarbaSolano
Frente a los magros logros alcanzados tanto el consenso original, como el patrón de reformas
se han desgastado, dando pie a la aparición de conceptos, lecturas y propuestas diferentes respecto
a lo que debe considerarse prioritario en términos económicos y sociales a escala regional o nacio
nal.3 Esto ha llevado a un cuestiona miento del paradigma de bienestar-residual en el ámbito intelec
tual, a cambios de orientación en varios qobiernos" y a nuevas propuestas por parte de algunas
agencias internacionales ligadas al tema del desarrollo, particularmente en el marco de las Naciones
Unidas.5
En ese contexto, a partir de una perspectiva comparativa, este trabajo se propone dos cosas:
analizar distintas trayectorias de los procesos de ajuste económico y reforma social en tres conjuntos
de países y confrontar la tesis de que la residualización de todos los regímenes de bienestar latinoa
mericanos continúa siendo la única ruta posible.
Para realizar esta tarea este trabajo abordará tres tópicos: 1) Las características del paradigma
de bienestar residual hegemónico en la región a partir de los años noventa; 2) la pertinencia de adop
tar un enfoque comparativo para realizar análisis empíricos sobre esta temática y el uso del concep
to de régimen de bienestar en América Latina; y 3) el análisis de los datos sociales disponibles, agru
pados alrededor de tres tipos distintos de regímenes de bienestar regionales.
I En América Latina en el terreno social, de manera muy general, puede hablarse tanto del abandono
paulatino del paradigma del seguro social, que tenía como eje el empleo formal y 105 derechos socia
les que se adquirían por esa vía, como de la reducción progresiva de lo social a los temas de la pobre
za y la vulnerabilidad social.
La transición ha implicado que en la agenda de muchos de 105 gobiernos de la región el tema de
la ciudadanía social haya sido desechado o que se hayan interrumpido las acciones consistentes y
suficientes para asegurar la universalización de derechos sociales.
Este camino ha conducido tanto a que el empleo sea concebido estrictamente como un problema
de mercado, y por ello las tendencias más marcada en ese ámbito sean la desregulación y flexibiliza-
tados sociales fueron desalentadores. (CEPAL,2001). De acuerdo con datos generados por la CEPALlos países de la región
no sólo continúan enfrentando hoy serios retos en términos de persistencia de procesos de exclusión, pobreza y alta
vulnerabilidad social, sino también crecientes problemas de desempleo, subempleo, informalidad, desigualdad social y
de género, e inseguridad ciudadana. (CEPAL2001, CEPAL/Unicef, 2001).
Véase Barba, 2004 y Barba et al., 2005.
En el ámbito gubernamental el "giro a la izquierda" de los gobiernos de Venezuela, Chile, Brasil, Argentina y reciente
mente Uruguay asi lo indican.
Tal es el caso de PNUD,CEPALe IINUDS.
[ 41]
América Latina: regimenes de bienestar en transición
ción de los mercados de trabajo, como el reformar los sistemas pensionarios que en muchos casos
han pasadode un modelo de reparto a otro de capitalización individuaL6
La pauta dominante ha sido la residualización de la acción pública en materia social, esto es: [.
asumir que las políticas y programas socialesdebendirigirse exclusivamentea quienesson incapaces
de contratar su propia previsión social en términos privados.
La idea más fuerte ha sido que el papel de la política social debe restringirse a garantizar a los
máspobres recursosmínimos paraque cada uno puedaaprovechar las oportunidades de ingreso que
supuestamente el mercado proporciona. Este enfoque, que concibe la pobreza como un problema
imputable fundamentalmente a deficienciasde carácter individual, ha servido parajustificar el carác
ter focalizado de los programas sociales,frecuentemente pensadosen oposición a políticas universa
listas. Desdeesa óptica sólo se considera legítimo reasignarrecursos por medios públicos a quienes,
además de situarse en la pobreza extrema, están dispuestos a alcanzar su bienestar actuando de
acuerdo con las reglas del mercado.
Esaha sido la racionalidad dominante en el diseñó de fondos de inversión social o de programas
orientados tanto a la acumulación de capital humano, como a garantizar activos mínimos o estable
cer redesde seguridad que operen en situaciones·críticas.
Generalmente, la población objetivo de esta clase de intervenciones ha sido: quienes viven en
pobrezaextrema, particularmente las nuevasgeneracionesde pobres;7yaquellos considerados más
vulnerables a las crisis económicas,lascatástrofes naturales o familiares, que corren el riesgo de caer
por debajo de las líneasde pobrezaestablecidas.
El paradigma naciente, encabezadopor el BM y el BID, admitido y promovido devotamente por
numerososgobiernos latinoamericanos,sedistingue por su perfil trasnacional, pues supone la parti
cipación de actores internacionales en un tema que tradicionalmente habíasido competencia exclu
siva de los estados nacionales: el bienestar social. Por ello, podriamos hablar de la deslocalización
como una de sus primeras características:" la otra seria por supuesto el respeto a la libertad de rner-
[42 )
Carlos Barba Solano
Suele decirse que en América Latina el "modelo de bienestar" ha sido semejante al Estado social con
servador o corporativo europeo y que paulatinamente, tras más de una década dereformas econó
micas y sociales, se ha ido acercando al modelo residual anglosajón.
Ambas afirmaciones, aunque acertadas desde una perspectiva muy qeneral-scn.reduccionistas
porque parten, al menos, de tres premisas inadecuadas: 1)que pueden aplicarse de manera mecánica
las tipologías de los regímenes de bienestar de las economías desarrolladas a la realidad latinoame
ricana, 2) que puede hablarse de esta región como si fuera una realidad homogénea y 3) que la
aplicación de agendas de reforma económica y social semejantes produce los mismos resultados en
todos los casos.
Para empezar, no es apropiado hablar en general de la existencia y continuidad de estados del
bienestar en América Latina, donde con muy escasas excepciones no han prevalecido de manera
duradera la democracia, ni se han garantizado todos los derechos civiles o políticos o se han univer
salizado los derechos sociales para toda la población, ni se han alcanzado los niveles de salarización
logrados por las grandes economías de Europa.
Tampoco es adecuado abordar a la región como un todo, porque evidentemente existen grandes
diferencias entre los países que la integran. Los contrastes se manifiestan en varias escalas, como: la
territorial, la demográfica, la etnocultural, la de las dimensiones del producto interno bruto, la de los
procesos de industrialización, etc." Las discrepancias son particularmente agudas en el terreno del
[ 43]
América Latina: reglmenes de bienestar en transición
bienestar social en aspectos como: los niveles de gasto social,~~los niveles de desarrollo de los siste
mas de prestaciones sociales," los grados de madurez institucional;14 las tendencias en materia de
ampliación de cobertura,15los grados de exclusión social," las trayectorias en materia de distribución
del inqreso,? los niveles de pobreza;prevalecientesil~los índicesrelativos de niveles,devida,19etcétera.
Por tanto, es incorrecto suponer que a pesarde la heterogeneidad reinante en la región la apli
cación de agendas semejantes de reforma económica vsoclal en distintos casos producirá resultados
similares; Sin embargo, dada la gran heteroqeneldadreínante y a pesar de las peculiaridadessociales
de América Latina la utilización del concepto de/reqímenes de bienestar" es muy pertinente, precisa
mente para desentrañar el carácter diferencial de la'construcción de lo social en distintos conjuntos
de países.Pero para ello hace falta evitar una aplicación ontológica de ese concepto.
";, .
12 Existenenormes dlsparidades enmateria de,gagQ social en la región, entre aquellos paisesque como Uruguay,Argen-
•i', ." ~ - .'~ .. . . .
tina, CostaRica,Chile o Brasilhacia.1980-1981 gastaban como promedio 16% del PIB, mientras paísescomoVenezuela,
Ecuador,Nicaragua, Mé><i~~iCOI~~bia ga~tab~n 1Ó,i%, promedio muy cercano al promedio regional, y otros como
Perú.Paraquav Bolivia, Gtiah!mala y Hóndúras qastaban menosde la tercera parte que los pñrnerosv la mitad que los
segundos,pues enpromedio desembolsaban5% del PIB, Los casosextremos son Chile y Paragu'aypues existía entre los
dos una diferencia de 15.6 puntos porcentuales (véaseBarba,2003: 428-429 vCominetti yRuiz, 1998).
13 Este-tipo de sistemas,ligados al modelo ISI, fueron muy.significativos en países como Argentina, Brasil,Chile,Colombia,
Costa Rica,México y Uruguay, en otros casos, corno Guatemala,Paraguay!Perú,~cuador,etc., fueron precarios o prác
ticamente inexistentes (Raczynski,1999: 172; Filgueira, 1997: 83). Además, mientras paísesGomaBrasil y México no
fueron más allá del sistema del seguro social li~itado, otros como Argentina, Chile, Co~taRicay Ú;uguay crearon sis
temas de protección sociaí universales(Malloy, 1986: 41).
14
No todos los sistemas de prestacionessociales en América Latina fueron creados al mismo tiempo, de hecho pueden
clasificarse en función del momento cuando fueron creados,como: pioneros (años veinte), intermedios (años treinta y
cuarenta) y tardíos (años cincuenta en adelante) (Mesa-Lago,1994).Estosupone diversos grados de maduración insti
tucional. En el caso de los sistemas pioneros (Argentina, Brasil, Chile y Uruguay), encontramos que en tres de ellos se
pueden detectar grados muy significativos de cobertura de algunas prestaciones sociales; mientras en algunos de los
casosintermedios encontramos avancesmucho menossignificativos, como ocurre en el caso de México.
lS
Mientras paisescomo Argentina, Brasil, México, Uruguay,Chile,siguieron una vía bistmarckiana de expansión gradual,
Costa Ricasiguió una via beverdigeanade cobertura universal en un solo momento y Cubauna vía socialista que entre
los años sesentay setenta completó un sistema de seguridadsocial universal (Barba,2003: 430),
16
Todo indica que en América Latina las sociedadescon mayor heterogeneidadetnocultural han tolerado mayoresgrados
de exclusión social (Barba,2003: 430-432).
17
Esto puedeapreciarse por ejemplo en los años setenta cuando los Coeficientes de Gini a nivel urbano fluctuaban entre
0.43 en el caso de Uruguay y 0.59 en el de Brasil (Altimir, 1995: cuadro 2;1).
18
Parauna comparación de datos de pobrezaurbana,rural y total en 10 paisesde América Latina durante los años setenta
y ochenta (Altimir, 1995: cuadro 2.3).
19 VéaseAstorga y FitzGerald(1998: cuadro :IX,S),
[ 44]
Carlos Barba Solano
¡- de la aCDE se agrupan (cluster) alrededor de tres tipos de regímenes de bienestar: el liberal o residual,
el conservador o corporativo y el institucional o socialdemócrata.21
.n
y
i- 20 "Lo social", entendido no como un lugar distinto a "lo económico" y "lo político", tampoco como un conjunto de insti
se tuciones paraestatales,sino como un conjunto de mediacionesentre tres órdenes: el económico, el político y el familiar.
lS ;¡: (Lautier,2001: 3; Barba,2003).
,~ 21
El liberalo residual, basadoen experienciashistóricas de paísesanglosajonescomo los EstadosUnidos,Australia, Canadá
¡I, o Nueva Zelanda, asume que la mayoría de la población puede contratar su propia previsión social y que por ello el
re Estadosólo debeapoyar a aquel residualhumano que esincapazde velar por su propio bienestar,esdecir,los más pobres
(Skocpol,1995; Hill y Bramley,1986; Esping-Andersen,1990; Esping-Anderseny Corpi, 1993). El conservador o corpo
lS rativo, construido a partir de la experiencia histórica de los paisesde EuropaOccidental Continental, pone al Estadoy
las instituciones públicas en el centro del procesosocioeconómico, 105 cualesdistribuyen beneficios siguiendo criterios
re de clase o estatus político, 105 beneficios que no constituyen derechos universales,sino corporativos (aunque gradual
mente seacercana la universalizaciónen condicionesde pleno empleo),tienden a reforzar la estratificación social que se
ta deriva de las capacidadespolíticas de 105 actores y sólo seofrecen cuando las capacidadesde la familia para servir a sus
miembros se han agotado (Esping-Andersen,1990).El institucional o socialdemócrata sueleejemplificarsecon dosexpe
riencias históricas diferentes: el paradigma beveridgeanoingles y el social demócrata escandinavo,ambosdesarrollados
[ 45]
América Latina: reglmenes de bienestar en transición
Por lo que toca al tema de los regímenes de bienestar en transición, el centro de los estudios
aludidos ha sido demostrar empíricamente que no tienen fundamento tres tesis que son moneda de í
curso común en numerosos documentos generados por agencias financieras internacionales y en .
múltiples trabajos producidos bajo el paraguas del Consenso de Wél'5hington: 1)que el paradigma de
bienestar residual es el único que se ajusta a. las condiciones impuestas por la globalización y los. ,'.
procesos de integración económica; 2) que 'la única ruta posible es la desregulación laboral y 3) qué
el Welfare State enfrenta una crisis terminal de la que ya no podrá recuperarse."
Más allá de la discusión de estas temáticas, las cuales he abordado en otros textos (Barba, 2003, 2004
Y 2004a). se encuentra una cuestión crucial para este trabajo: si el concepto de régimen de bienestar
es apropiado para dar cuenta: 1) Tanto de los arreglos institucionales desarrollados históricamente
entre el Estado, la economía, las unidades domésticas y las políticas sociales en América Latina.
2) Como del proceso y los alcances de la intensa agenda de reforma social que se,ha operado a esca
la regional durante los años noventa.
En mi opinión no hay ninguna razón para asumir que las únicasformas de articulación posibles
entre 105 elementos referidos en el inciso 1 sean las que han prevalecido en los tipos de regímenes de
bienestar de las grandes economías de la OCDE. En América Latina, las políticas sociales y los sistemas
de prestaciones sociales tienen una larga historia." La fase expansiva de dichos sistemas estuvo
básicamente despuésde la segunda Guerra Mundial. Cadauno de ellos, concibe los riesgoscomo consecuenciassistémi
cas de la operación del mercado y por ello asumen el bienestar individual como una responsabilidad colectiva, solidaria.
Ello explica que "lo social" incluya en estos casosal conjunto de los ciudadanos, Esteenfoque implica la implantación del
principio de universalidad de las políticas sociales, en el caso beveridgeano para fijar el derecho un nivel minimo de
bienestar para todas las categorías y grupos sociales,encaminado a garantizar ciudadanía universal a pesar de las dife
rencias socialesgeneradas por la operación del mercado. En el caso socialdemócrata, a través de un procesode desrner
cantilización sin precedentes en el marco de sociedadescapitalistas, dirigido a construir un derecho democrático a un
nivel de vida socialmente adecuado para construir una sociedad más equitativa, al margen de la lógica del mercado.
(Beveridge, 19B7;Esping-Anderseny Corpi, 1993; Hill, 1997; Lautier,2001; Marshall, 1992;Torfihg, 199B),
22
Entre ellos destacan los siguientes: Hill y Bramley, 1986; Pierson,1994; Skocpol, 1995;Goodin eta/., 1999; Deacon, 1999;
Bonoli y Taylor-Gooby, 2000; Scharpf y Schmid, 2000; Esping-Andersen, 1996, 1999,2001; Annesley, 2001; Huber y
Stephens,2000; y Schierup,2001.
23
Lossistemasde prestacionessocialesen la zona son de larga data, pues se han desarrollando en tres grandes oleadas, la
primera durante los años veinte, la segunda inicia en los años cuarenta y la tercera a partir de los cincuenta, (Mesa-Lago,
"1994). De hecho, como lo señala James Malloy, muchos países latinoamericanos adoptaron programas de seguridad
social antes que paísescapitalistas industrializados como los EstadosUnidos (Malloy, 1986: 31).
[ 46]
Carlos Barba Solano
Se puede agregar a esta descripción, que esas instituciones expresaban una concepción familiarista
del bienestar social, pues preservaban una división familiar del trabajo (breadwinner system) que con
fería a los hombres adultos el papel de proveedores y portadores de derechos para el resto de la familia
a través del empleo formal ya las mujeres la responsabilidad de transferir servicios de bienestar para los
demás miembros del hogar (lbid.).
Sin embargo, como lo he sostenido en un extenso estudio sobre los sistemas de bienestar en
Latinoamérica (Barba, 2003), no es correcto hablar de un solo tipo de régimen de bienestar en la región,
sino de tres tipos desarrollados bajo el paraguas del paradigma del seguro social: los universalistas,
los dualesy los excluyentes.
Los regímenes universalistas, que incluían a Chile, Argentina, Uruguay y Costa Rica26 fueron los
que más se asemejaron a los regímenes conservadores europeos, tanto por su expansión gradual y
.:~
24 Algo parecidoa la relación que se produjo en EuropaOccidentaly los EstadosUnidos entre la expansióndel Estadode
bienestary las políticas keynesianas.
25
En la región la hegemonía de este paradigma fue acompañada con altos niveles de desigualdad,así como por una
tendencia a la reducción del peso relativo de la pobreza,pero no de su pesoabsoluto. Sin embargo, 105 indicadoresde
calidadde vida muestran que en la etapa expansivadel modelo ISImejoraron consistentemente 105 principales indica
doressociales,como las tasasde mortalidad infantil, la esperanzade vida y la cobertura de 105 sistemasde educacióny
salud (Barba.2003).
26
Lostres primeros desarrollaron sus sistemasde bienestar desde principios del siglo xx, mientras Costa Rica lo hizo a
mediadosdel siglo pasado.
[ 471
América Latina: reglmenes de bienestar en transición
untversaíizante," como por la vinculación de la protección social al mercado laboral formal ya las
organizaciones de clase obrera. Sin embargo, no hubo uniformidad en los tipos de regímenes políti
cos con los que se vincularon, ya que estos se dividieron en democráticos y autoritarios,"
Los datos indican que a inicios de los años setenta, cuando aú'n parecía viable el modelos 151a
escala latinoamericana, en estos paises se observaban los mayores niveles de gasto social, la menor
heterogeneidad etnocultural, la mayor cobertura del seguro social y de los sistemas educativos y de
salud, los menores niveles de pobreza rural, urbana y total; los menores índices de concentración del
ingreso; los indicadores más bajos en materia de precariedad laboral y subempleo; los mejores indi
cadores en materia de esperanza de vida al nacer, mortalidad infantil, analfabetismo e índices relati
vos de vida (Barba, 2003: 444-464).
Por su parte, los regímenes duales incluían a Brasil, México, Colombia y Venezuela y los exclu
yentes a la mayoría de los países de América Central con la excepción de Costa Rica y Panamá, así
como a países de América del Sur como Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay.
Estos dos tipos de regímenes se distinguían por:
Estas características tendían a manifestarse de manera dual en los regimenes intermedios, privile
giando a la población urbana, organizada y relevante para el modelo ISI y excluyendo al resto de la
población; mientras se agudizaban en el caso de los regímenes excluyentes, dejando por fuera de su
cobertura a la mavorla de la población (Barba, 2003: 444-464).
Regímenes en transición
Tras más de una década de reformas, los regímenes de bienestar latinoamericanos han sufrido trans
formaciones muy significativas. Los efectos de los procesos de ajuste económico y de reforma social,
así como las dinámicas de los mercados laborales, se han distribuido de manera desigual entre los
tres tipos de regímenes mencionados.
27
La excepción fue Costa Ricadonde la cobertura se asemejó más al modelo Beveridgeanode cobertura universal en un
solo momento.
2B
Sólo el caso costarricense se ha mantenido bajo un sistema político democrático sin interrupciones autoritarias.
29
Paraun recuento pormenorizado de esosindicadores,véaseBarba (2003).
[ 4Bl
Carlos Barba Solano
También en el caso de 105 estilos de crecimiento o las estrategias de empleo asumidas podemos
hablar de trayectorias diferentes que se ha traducido en dos distintas modalidades de exclusión
laboral. La primera que corresponde a los regímenes universalistas, que se caracterizan por una cali
dad del empleo relativamente alta, por altos niveles de desempleo y una alta concentración del ingre
so. La segunda que concierne tanto a 105 regímenes duales como los regímenes excluyentes y se
caracteriza por niveles de desempleo intermedios, pero se destaca por la baja calidad de 105 nuevos
[ 49]
América Latina: reglmenes de bienestar en transición
empleos que genera, así como por la alta polarización salarial y por la concentración del ingreso
produce."
e) La reforma social
La heterogeneidad reinante continúa en el caso de los procesos de reforma social. En este caso, corno
lo afirma Filgueira (1998) la focalización y la descentralización no puede significar lo mismo en los
regímenes universalistas donde se ha dado un desarrollo notablemente mayor de derechos universa
les en materia de educación y salud, que en el caso de los regímenes duales y excluyentes que repte
sentan dos escalones inferiores en este terreno.
Si los procesos de focalización se enmarcan en derechos universales puede emplearse para ga
rantizar un acceso mínimo a éstos a quienes no han sido incluidos y puede contribuir a fortalecerla
ciudadanía social. Sin embargo, existe el riesgo de usar esta estrategia para dejar en un segundo
plano la ampliación de esta clase de ciudadanía, sobre todo en países donde los derechos universales
no se han desarrollado significativamente, concentrándose retóricamente en la superación de la
30 Durante los años noventa en los regímenesuniversalistasdel Cono Sur el crecimiento del empleo se concentró en sec
tores y subsectoresque empleantrabajo calificado y asalariado(serviciosbásicos,los serviciosfinancieros y los servicios
sociales),esospaisestuvieron un crecimiento económico muy elevado(alrededor de 5.3% anual), pero se distinguieron
por una baja elasticidad empleo-producto (ya que por cada punto porcentual de incremento del PIB el empleo creció
apenas0.33 puntos porcentuales)y por muy altos nivelesde desempleourbano (tasasmediasque fluctuaron entre 7.4y
10.4%entre 1991y 1999).Estastendenciasgeneraron una polarizaciónsalarial moderaday no permitieron la reducción
de la concentración del ingreso (Barba,2003: cuadros72 a 75; YAnexo 11).Porsu parte, en los regímenesdualestambién
crecieron los servicios básicos,financieros y sociales,pero esto fue acompañado por un crecimiento significativo del
empleo en sectoresy subsectoresque emplean trabajo descalificado (particularmente en la industria manufacturera
en el casode México,en la industria de la construcción en el caso venezolanoy el comercio en todos los casos),estos
paisestuvieron un crecimiento económico medio [una tasa promedio de 2.9% anual), pero se distinguieron por una
elasticidad empleo-producto mayor a la media regional (por cada punto porcentual de incremento del PIB el empleo
creció 0.700/0),por altos niveles de desempleourbano [las tasas mediasanuales fluctuaron entre 6.8 y 11.1entre 1991
y 1999), por la baja calidad del empleo generado(gran pesodel empleo por cuenta propia) y por una alta polarización
salarial, que evitó la reducción de la concentración del ingreso (Barba,2003: cuadros 72 a 75; y Anexo 11).Finalmente,
regimenesexcluyentescomo Bolivia, ElSalvador,Honduraso Perúsedistinguieron por contar con el mayor crecimiento
del empleo en sectoresy subsectoresque empleantrabajo descalificadode toda la región (el crecimiento del empleo en
la industria manufacturera, en la de la construcción yen el comercio fue muy alto), tuvieron altas tasasde crecimiento
del PIB (alrededor de 4.30/0anual). se distinguieron por la mayor elasticidad empleo-producto de América Latina [por
cada punto porcentual de incremento del PIB el empleo creció 1.30/0),por niveles de desempleourbano relativamente
bajos (las tasas mediasanualesque fluctuaron entre 6.8 y 7.7 entre 1991y 1999). una baja calidad del empleo (empleo
por cuenta propia) y una muy alta polarización salarial,atribuible al hecho de que también creció el empleoen los sec
tores que empleantrabajo calificado, lo que tendió a incrementar la concentración del ingreso [Barba,2003: cuadros 72
a 75; y Anexo 11).
[50 J
Carlos Barba Solano
e pobreza, este riesgo crece en las zonas excluidas de los regímenes duales y en el conjunto de los regí
menes excluyentes. En esos mismos casos son mayores los riesgos de estigmatización social, exclusión
asistencial y neoclientelismo.
Según la descentralización, más allá del carácter sumamente heterogéneo que ha adquirido este
proceso en la región (Gropello y Cominetti, 1998). la clientelización de los servicios sociales y el neo
o patrimonialismo, al igual que la agudización de inequidades distributivas y la indisciplina fiscal, cons
IS tituyen riesgos mayores en los regímenes duales y excluyentes, donde existen amplios sectores no
¡-
incorporados a la protección social moderna (Barba, 2003 554-556 Y 560-563).
a En ese mismo tenor, aunque en toda la región se ha promovido la creación de redes de seguridad"
o para enfrentar la vulnerabilidad social a los ciclos económicos y las catástrofes naturales y persona
:s les, y para evitar estrategias familiares que impliquen costos a largo plazo en términos de desarrollo
a humano," las redes se han difundido a lo largo de América Latina de manera muy desigual.
En los regímenes universalistas donde el problema del desempleo es mayor, han predominado las
políticas de workfare encaminadas a la reinserción laboral ya una cierta desfamiliarización del bien
)5
estar." En los regímenes duales, donde el problema de la pobreza es considerablemente mayor, desta
In can las transferencias de efectivo y la aparición de programas de desarrollo humano que tienen como
ió eje el rol de reproductivo de las muieres." Mientras en los regímenes excluyentes, donde la pobreza es
y muy severa, la característica distintiva son los fondos de inversión social (Barba, 2003: 563-577).
[ 51]
América Latina: regimenes de bienestar en transición
liado en Chile desde 1981, las reformas han tenido características dispares, debido sobre todo a la
oposición política y social interna que han enfrentado las iniciativas de reforma. Se puede hablar de
dos tipos de reforma: las autoritarias ejemplificadas por los casos de Chile, México y Perú, y las de
[
\.
mocráticas ilustradas por los casos de Argentina, Costa Rica, Urúguay y Colombia, que han generado
cuatro tipos de sistemas y un nuevo tipo de programasemergente: el sustitutivo." el mixto,36 el
pa
ralelo,37los sistemas públicos de reparto y capitalización colectivareformados,38 y programas de pen
siones no contributivas como los existentes en Brasil." .
De acuerdo con datos aportados por diversas fuentes" es posible establecer algunos patrones sobre
los efectos que las reformas estructurales y sociales han tenido sobre las capacidades de los regime
nes de bienestar latinoamericanos para producir y distribuir bienestar.
En el caso de los regímenes universalistas los claro-oscuros de la década de los noventa son
muy evidentes. Se dio una evidente mejora en términos de crecimiento económico y un comporta
miento polarizado en términos de estabilidad rnacroeconómica." En los casos de Chile y Costa Rica
no se registraron modificaciones significativas en las tendencias históricas en materia de bienestar
social: la precariedad laboral continuó aumentando." al igual que el desempleo y la concentración
35 En el que un sistema de capitalización individual reemplaza a un sistema de reparto o de capitalización colectiva. Este modelo
sigue la experiencia chilena y sólo ha podido implantarse bajo fuertes controles autoritarios, como ocurrió en regímenes dua
les y excluyentes como el mexicano, el boliviano, el salvadoreño y el ecuatoriano (Barba, 2003: 578-596; Mesa-Lago, 2001).
36 Que no cierra el sistema público, pero sí lo reforma y lo convierte en uno de sus dos componentes: el sistema público
paga una pensión básica, mientras el privado paga una pensión complementaria, este tipo de modelo fue implantado
en regímenes universalistas democratizados como Argentina y Uruguay, donde la oposición política desempeño un
papel muy significativo (Barba, 2003: 578-596; Mesa-Lago, 2001).
37 Que tampoco cierra el sistema público, el cual se mantiene como una alternativa al nuevo sistema privado, como ocurrió
en regímenes duales y excluyentes como Colombia y Perú, que enfrentaron grandes resistencias a sus tentativas de
implantación de sistemas sustitutivos (Barba, 2003: 578-596; Mesa-Lago, 2001).
38 Para hacerlos mas viables en términos financieros, como ocurrió en los casos de Costa Rica y Brasil (Barba, 2003: 578-
596; Mesa-Lago, 2001).
39 En Brasil en 1991 se estableció un programa de pensiones rurales para adultos mayores conocida como Prévidencia
Rural (PR) y en 1993 un programa de pensiones urbanas para adultos mayores, denominado Beneficio de Presta cao
Continuada, que en conjunto protegen a 5.3 millones de personas (Barrientos et al., 2003).
40
Como el PNUD (1999), CEPAL(1999,2001, 2001a, 2002, 2004), Astorga y FitzGerald (1998) y Cominetti y Ruiz (1998).
41
Mientras Chile y Costa Rica lograron una gran estabilidad, no fue así en los casos de Argentina y Uruguay después de
la crisis reciente.
42
De acuerdo con Stallings y Weller (2001: cuadro 9) durante los años noventa en Chile 21% del empleo era por cuenta
propia, mientras en Costa Rica lo era 18.7 por ciento.
[ 52]
CarlosBarbaSolano
del ingreso que creció o se mantuvo alta, la pobreza disminuyó en términos relativos, pero aumentó
en términos absolutos. En los casos de Argentina y Uruguay, como resultado de la reciente crisis
económica, se experimentaron notables caídas del PIB per copita y un repunte extraordinario de la
pobreza, que exhibe graves fenómenos de vulnerabilidad social (véase-anexo 1).
Sin embargo, en este cluster a pesar de las tendencias del empleo y de las reformas de los sis
temas de pensiones éstos mantuvieron altos niveles de cobertura:" ya pesar de las tendencias en
materia de pobreza y distribución del ingreso (anexo 1), los índices relativos de vida," al igual que los
niveles de desarrollo humano se mantuvieron como 105 mejores de toda la región;45 así mismo,
los indicadores de exclusión social se sostuvieron como los menores de América latina" (Barba,
2003: cuadros 86, 89.Y 90).
No obstante, como hemos visto, la situación de algunos de estos regímenes empezó a deterio
rarse en la parte final del siglo xx y la crisis Argentina hace albergar serias dudas sobre la sustentabi
lidad de las reformas estructurales realizadas y sobre la conveniencia de continuar acríticamente por
la senda seguida hasta ahora (anexo 1).
En el caso de los regímenes de bienestar duales la precariedad laboral fue mucho mayor que en
el caso anterior; los niveles de desempleo también fueron en general más altos:" la cobertura de la
seguridad social, ahora reformada, siguió siendo también mucho más baja, lo que se tradujo en que
amplios sectores de la población laboraran sin ningún tipo de protección social." Por otra parte,
aunque el gasto social como porcentaje del PIB se recuperó, la brecha frente a los niveles de gasto
social de los regímenes universalistas siguió siendo semejante a la de los años setenta.'? En este
o cluster intermedio progresaron 105 niveles de cobertura de los programas sectoriales de nivel primario
en materia de educación y salud, hasta alcanzar casi la universalidad, empero la capacidad disminuyó
o
o
n '3 Entre 1997 Y 1998 en este cluster en promedio 810f0 de la fuerza laboral estaba asegurada (Mesa Lago, 2001: cuadro 3).
Si comparamos el nivel de bienestar de los paises de este cluster con el de los Estados Unidos de América (tomado como
Ó 100) encontraremos que hacia 1970 el índice relativo de vida era de 76 V para 1995 era de 78, lo que habla de una ligera
e reducción de la brecha (Astorga y FitzGerald, 1998: cuadro IX.5).
'1 En 1997 los países que integran este cluster se encontraban ubicados entre las posiciones 34-45 dellDH (1) del PNUD,
con valores promedio de ese índice de 0.825 (PNUD,1999).
'6 En 1997 eIIPH-1 que refleja la proporción de la población afectada por una serie de privaciones clave en materia de
longevidad, conocimientos, salud, desnutrición e ingresos para este cluster era en promedio de sólo 4.30f0 (Barba, 2003:
o cuadro 90).
47
La excepción es México, pero eso también se relaciona con una forma distinta de medir el desempleo.
','
-::;
'e Entre 1997 y 1998 en este cluster en promedio 36.o0f0 de la fuerza laboral estaba asegurada, porcentaje muy inferior al
le '" de los regímenes universalistas (Mesa Lago, 2001: cuadro 3).
" En 1980-1981 los regímenes universalistas destinaban en promedio 16.40f0 del PIBal gasto social para 1998-1999 des
:a tinaban 190f0. En contraste los regimenes duales destinaban respectivamente 10.8 y 13.40f0 del PIB (Cominetti y Ruiz,
1998: cuadro 2; Barba, 2003: cuadro 86).
,~; [ 53]
América Latina: regímenes de bienestar en transición
conforme se avanza a otros niveles de servicio, donde la brecha respecto a los regímenes universalistas
no redujo siqnificativamente."
En este caso, el PIB pet copita prácticamente no creció" lo que sin duda afectó negativamente
la capacidad para reducir la pobreza y la pobreza extrema. Sin embargó, a pesar de que aumentó la
concentración del ingreso a grados extremos'< y de que los niveles de pobreza siguieron siendo muy
altos, los índices relativos de vida mejoraron y la brecha con los regímenes universalistas se redujo.53
No obstante, los índices de pobreza humana (IPH-1) fueron tres veces mayores que en el caso de di
chos regímenes,54 lo que indica una proporción mucho mayor de población excluida de los servicios
de salud, educación, nutrición y oportunidades de ingreso (anexo 1).
Finalmente, en el caso de los regímenes excluyentes los datos indican una situación social aún
,, ..
más difícil, esto a pesar de que los niveles de crecimiento del PIB per copita fueron superiores a los
alcanzados por los regímenes duales (anexo 1). En este caso aunque el desempleo fue comparativa
mente bajo,55 la precariedad laboral registrada fue muy alta56 y la cobertura de la seguridad social
muy inferior a la de los casos previos." En ese contexto, al igual que en un sector muy amplio de los
regímenes duales, tener un empleo no garantizó salir de la pobreza, como lo demuestran los índices
de pobreza prevalecientes en este cluster, que continuaron siendo los más elevados de América Lati
na. Esa situación se vio agravada por bajos niveles de gasto social y niveles muy altos de concentra
ción del ingreso (anexo 1).
Los niveles de vida también continuaron siendo los más reducidos de la región, a pesar de que en
las últimas décadas creció la cobertura en materia de salud y educación y se incrementó la esperanza
de vida. Esto es corroborado por los niveles de desarrollo humano que si bien no pueden catalogarse
como bajos, si se ubicaron entre los más bajos de los niveles medios." En perfecta armonía con este
bajo perfil social, los indicadores de pobreza humana señalan que en este cluster los niveles de exclu
sión social eran considerablemente altos.59
[54 J
Carlos Barba Solano
5
Anexo'
Crecimiento, pobreza y concentración del ingreso en los regímenes
de bienestar latinoamericanos
:
Pobreza' Concentración
PIBper capita (En porcentajes) del ingreso'
---,---- ..-----_<._- --_._,-
_.-- ._._.__
'1
o
{Tasa promedio anual (CoefiCientes de Gini
3 de variación) Hogares Población para los hogares a
escala nacional)
1990-1999 2000-2002 1990 1997 2002 1990 1997 2002 1990 1999
5
Reglmenes
universalistas 2.95 -2.8 21.2 14.7 19.0 26.0 18.3 24.5 0.403 0.406
Argentina 2.6 -6.6 16.2 13.1 31.6 21.2 17.8 41.5 0.423 0.438
5 Chile 4.2 1.9 33.3 19.7' 16.6' 38.6 23.2' 20.6' 0.480 0.472
Costa Rica 2.6 -0.3 23.6 20.2 18.6 26.3 22.5 20.3 0.364 0.402
Uruguay 2.4 -6.2 11.8 5.7 9.3 17.9 9.5 15.4 0.345" 0.312"
Regimenes
5
duales 0.65 -0.18 40.5 39.8 37.4 47.0 46.9 47.3 0.470 0.473
5 1.0 41.4 28.6' 29.9' 48.0 35.8' 37.5' 0.546 0.552
Brasil 0.2
Colombia 0.6 0.1 47.3' 44.9 44.6' 52.5' 50.9 50.6' 0.524 0.487
México 1.5 0.8 39.0' 43.4' 31.8 47.7' 52.9' 39.4 0.427' 0.435"
Venezuela 0.3 -2.6 34.2 42.3 43.3 39.8 48.0 48.6 0.381 0.419
Regimenes
excluyentes 0.95 -0.5 50.7 52.4 53.3 55.9 58.5 60.4 0.447 0.477
Bolivia 1.6 -0.1 48.9' 56.7 55.5 52.6' 62.1 62.4 0.484 0.508
:
ElSalvador 2.6 0.1 47.6' 48.0 42.9 54.2' 55.5 48.9 N.d. 0.431
:
Nicaragua 0.2 0.7 68.110 65.1" 62.9' 73.6'0 69.9" 69.4' 0.499'0 0.511"
Paraguay -0.6 -2.7 38.1 39.6 52.0 43.2 46.3' 61.0' 0.357" 0.457"
, Todas las limitaciones de las estimaciones de pobreza utilizando las lineas de pobreza propuestas por CEPAL
han sido discutidas en secciones
previas.
, Calculados a partir de la distribución del ingreso per copita de los hogares del conjunto del pais.
, Dato de 1996.
• Dato de 2000.
s Dato de 2001.
• Datos de 1994.
, Área urbana.
'Datos de 1989.
, Datos de 1995.
10Datos de 1993.
[55 J
América Latina: reg!menes de bienestar en transición
Conclusiones
La imagen general mostrada indica que a inicios del siglo XXIen América Latina el desarrollo social y el.
crecimiento económico no están articulados de una manera satisfactoria. y que queda pendiente en la
agenda 5~·~ialde la región la construcción de sociedades más igualitarias e inclusivas, necesidad que .•~
implica retos diferenciales dependiendo del tipo de régimen de bienestar desde donde se afronten.
Los regímenes universalistas, durante los años noventa, se caracterizaron por estrategias de cre-'
cimiento económico'" devinculadas de la generación de empleo, esto implica que de continuar esta
tendencia cada vez más personas en edad laboral no tendrán garantizado un derecho civil funda- :
mental: el derecho a un trabajo digno, remunerador y portador de derechos sociales." A esta trayec
toria se suman evidencias muy claras de que el subempleo crece y la calidad del empleo se deteriora, lo
cual indica que estos regímenes, tradicionalmente vistos como los baluartes de los procesos de salari
zación a escala regional, están adquiriendo gradualmente las características de los regímenes duales,
donde 105 derechos sociales tienden a desvincularse de los nuevos empleos.
Nuestra región puede caracterizarse por una situación paradójica: o logra crecimiento económi
co sin empleos como ocurre en los regímenes universalistas o vincula el crecimiento a la generación
de empleos de baja calidad y alta informalidad como ocurre en los regímenes duales y excluyentes.
Por ello, en ambos casos es indispensable incorporar en la agenda pública, como algo estratégico en
términos sociales, el tema de la generación de empleos formales acompañados de derechos sociales
mínimos. En ese escenario son imprescindibles tanto un rol activo del Estado para favorecer inversio
nes productivas que generen empleos de calidad, como un cambio de óptica pública sobre el merca
do laboral, el cual debe dejar de concebirse como un terreno sagrado donde sólo las leyes del mercado
deben imperar, y en cambio recuperarse como un espacio medular para la inclusión social. En ese
sentido tanto la formulación de políticas de activación laboral, como de capacitación para el trabajo
son cruciales, ya que desde el punto de vista social lo fundamental no puede ser la flexibilización
laboral para reducir costos, sino evitar la formación de estamentos de baja calidad laboral que impi
den el ascenso social para amplios sectores.
Por otra parte, 105 efectos dramáticos de las crisis económicas sobre los niveles de pobreza du
rante los años noventa, emblematizados por las crisis mexicana y argentina, dos de los países más
representativos en materia de liberalización económica, indican que a escala regional los procesos de
ajuste son acompañados por una alta vulnerablidad social que puede llevar no sólo a perder lo gana
do en el terreno de la reducción de la pobreza, como ocurrió con la crisis mexicana de mediados de
60
o estilos de crecimiento económico.
61
Sólo Costa Ricalogró una elasticidad empleo-producto razonable,pero al mismo tiempo se trata de un casosui generis
ya que sedistingue por una liberalización económica muy limitada y por adoptar un estilo de crecimiento que privilegia
la creación de empleos no calificados.
( 56]
Carlos Barba Solano
los años noventa, sino a que en ese ámbito regímenes universalistas alcancen perfiles sociales que
se asemejan a los de los regímenes duales, como ocurrió con Argentina, o a que regímenes duales se
acerquen a los perfiles de los regímenes excluyentes, como ocurrió con Venezuela.
Las crisis económicas y sus devastadores efectos sociales no sóto'ponen de manifiesto las limi
taciones de las redes mínimas de seguridad social que no demuestran las capacidades contracíclicas
que se les atribuyen, sino que evidencian que la decisión de cada gobierno de privilegiar un tipo de
redes sobre otras es con frecuencia inadecuada frente a la diversidad de riesgos y retos sociales
afrontados. Esto significa, por ejemplo, que los regímenes universalistas nosólo enfrentan problemas
de desempleo, sino de empobrecimiento masivo; y que los regímenes duales y excluyentes no con
frontan exclusivamente problemas de pobreza masiva, sino de falta de capacidades de la población
para ascender socialmente o de desempleo o subempleo.
Así mismo, si bien los alcances de estrategias de focalización y descentralización pueden variar
positiva y negativamente entre los distintos tipos de regímenes de bienestar regionales en la tarea de
complementar u obstaculizar la universalización de los servicios sociales, un tema central y pendien
te es el de los mecanismos de selectividad y la permanencia de los programas sociales.
Durante los últimos veinte años, en América Latina ha habido una proliferación de programas
sociales, con distintos objetivos," con diferentes tipos de beneficiarios atendidos, empleando distin
tos tipos de estrategias de focalización.P Sin embargo, prácticamente en ningún caso se ha conside
s rado a los pobres como ciudadanos que cuentan con derecho a un mínimo de bienestar, ni se han
establecido derechos particulares, ni titularidades para exigirlos. Esto ha derivado en una gran ines
tabilidad social, porque los programas al no ser instituciones que materializan derechos sociales, han
permitido la manipulación de los pobres con fines electorales o políticos, o han sido recortados en
momentos criticas o eliminados por cuestiones politicas, prácticamente sin ninguna explicación, o
siguen funcionado en un contexto donde los niveles mínimos de bienestar son un asunto dictamina
do tecnocráticamente y no algo exigible al Estado, etcétera.
En ese escenario algo esencial es determinar social y politicamente cuáles deberían ser los pará
metros minimos de bienestar a los que todos deberian tener derecho, cuáles son los mecanismos,
normas, procedimientos y recursos disponibles y exigibles por cada ciudadano para alcanzar las metas
s establecidas y cuáles son los compromisos que cada uno deberia asumir en este esfuerzo, tanto en
términos presupuesta les por parte de los no pobres, como en términos de obligaciones por parte de
los pobres para hacer uso de sus derechos.
61
Que han fluctuado entre programas de emergencia para apagar estallidos sociales, programas diseñados para incre
mentar la gobernabilidad de los procesos de ajuste, desarrollo de fondos de inversión social o de programas de inversión
en capital humano para enfrentar la reproducción intergeneracional de la pobreza, o redes minimas de seguridad para
:s enfrentar la vulnerabilidad social, han implicado transferencias monetarias condicionadas o incondicionadas, provisión
directa o indirecta de servicios públicos, etcétera.
63
Directa, indirecta yautofocalización.
[57 J
i
I
América Latina: regimenes de bienestar en transición
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Williamson, John (ed.), 1990, Latin American Adjustment. How.mucn has happened?,l/E.
[62 J
2.3. El modelo de industrialización por
sustitución de importaciones.
Introducción
11
:r ,,
12 Introducci6n \
¡
1I
,!
Este libro germinó en una intensa vivencia personaL En 1982 descubrí el ....
i
"otro México": el país tradicional, el país campesino, el Sur palpable, con ros \
J
¿Qué hacemos con los pobres? 13
1
I esclarecido de los derechos ciudadanos. Pero el análisispostelectoral de esos temas
I no será abordado en estas páginas, que concluyen en la víspera del 21 de agosto.
En la antesala del nuevo milenio, México no uede seguir aplazando la r -
conciliación entre su o su futuro. El agravio e cinco sig os del país
tra icional habló a gritos el 1º de enero y entró sin anunciarse, por la puerta
trasera, para desazonar la autocomplacencia de las con iencias felices.
La víolencíá no pue e ser e camino. El único camino está en la práctica
urgente de una democracia de carne hueso, sin escamoteos, ni maquillajes, ní
. . país, a seis años del siglo XXI, tiene que insertarse, en condicio-
nes más propicias, dentro del todavía incierto y asimétrico nuevo [des] orden
mundial.
No podrá hacerlo sin reconstruir, a la vez, su trama social, la vasta red de
comunidades rurales y barrios urbanos donde habita la gran mayoría de los
mexicanos. Esa trama que ha sido abatida por una modernización que nunca
ha entendido la lógica del "otro México". Lo único que parece viable es conju
gar, en lo sucesivo, un doble modelo.
Hay que modernizar con inteligencia, parsimonia y prudencia, con la mirada
hacia fuera pero también hacia dentro. Fortaleciendo el derecho de las comuni
dades a elegir sus autoridades y a desarrollar sus capacidades básicas. ~
rándoles s mexicanos obre 1derecho a comer; a prevenir la enfermedad
.ya curarla; a educarse para entender y apro ~Jo~
el_yíñruro con el país_y con-&m.yru:l,o;a i~r_!:~~_c01llª--I2roRia i~idad y la
propia cultura fortalecidas, en el concierto de las otras culturas: e a cultura
universal. Sólo entonces habrá condiciones para tener algún acceso, por mo
desto que pueda ser, a lo que Peter Drucker llama la sociedad del conocímien
to_! Roben B. Reich ha desig~ reQ_g~
A principios de 1991, nos envolvía el optimismo y la magia de un nuevo
milagro. La oferta del Paraíso tenía nuevos nombres y nuevas mecas. El futuro
volvía a ser "el país de las maravillas". En el futuro se habrían multiplicado los
panes y los peces y todo alcanzaría para todos. El futuro volvía a ser la tierra
prometida. La oferta del flamante milagro que recorría el planeta nos tocaría
con la varita mágica de una inserción, por la vía rápida, al Primer Mundo. La
globalízación no era un hecho complejo, de rostro contradictorio, sino una apa
rición propicia y ubicua que sembraba, por todas partes, la buena nueva y que
pronto nos visitaría, en el cuerpo y el espíritu del Tratado de Libre Comercio.
Cabía preguntarse si la venta de expectativas sería inseparable de la política
y si acaso no era inevitable que la convirtiera, casi siempre, en un mercado de
milagros. La industrialización acelerada, el crecimiento a altas tasas, el petró
leo, el TLC fueron sucesivas ofertas en ese mercado de abalorios. El verdadero
milagro estaba en que los pobres siguieran sobreviviendo en la periferia de
14 Introducci6n
J
J ¿Qué hacemos con los pobres? 17
Hace falta un nuevo modelo, que sea nuestra versión de la modernidad, con
r dos vertientes. Una que acepte y se ajuste a la globalización económica, en el
área de empresas que produzcan para exportar, con eficacia, en las condicio
nes de la competencia mundial. y otra que ofrezca protecciones temporales a
ramas atrasadas, para que maduren y den soluciones a proyectos locales, con
amplia participación de las comunidades, para abastecer al mercado zonal,
comercializando regionalmente sus excedentes; __
Sin renunciar a la eficiencia económica global, ese model~o-:-h-a---'d-e---;t:-e-n-e-r-u-n-a-
dimensión social. Sin romper la disciplina del gasto, la estabilidad cambiaria y
de precios, debe atender las prioridades del desarrollo humano. Entendiendo
que la pobreza en las ciudades refleja la del campo y se ha generado en el
campo, debe apoyar con fórmulas realistas, y no esperando a que lluevan im
probables inversiones, a un desarrollo integral con campesinos en vez de soñar
con desplazarlos "porque no son eficaces".
Aunque haya más crecimiento con el TLC, México no será viable si no puede
abatirse la pobreza extrema. Las inversiones extranjeras crearán un número
moderado de empleos calificados en las ciudades y en la agroindustria de ex
portación. Pero la gran mayoría quedará fuera de esos beneficios. Hay que
pensar en un modelo de desarrollo sustentable para el país tradicional, que no
quedará automáticamente incorporado al sector moderno.
Cuesta muy caro un empleo en el sector moderno y hay undéñett-de-eerca..
de Q_ !!l_illonesde empleos, al que se añade la demanda de un millón anual ue
ha sido paliado por la mi ración hacia ados Unidos y la econ_2_míainfor
mal. Paralelamente a las inversiones que puedan fluir, es urgente fomentar cl
ahorro ip.t~iio-y-apoyar a la industria pequeña y mediana-E-ara_Qlle meioren
sus manufacturas.; _~- -
La quiebra de empresas entró en un círculo vicioso, en los últimos años, con
la contracción del mercado interno. La gente que perdió el empleo ya no p~
de ~Los campesinos nunca pudieron hacerlo. Aun rescatando a
~icroempresa, el sector industrial no podría asimilar a todos los marginados.
Tampoco los servicios, que requieren calificaciones sofisticadas. Los que tocan
fondo en la pobreza están fuera del mercado y seguirán fuera. Hay que apoyar
la autosuficiencia y pequeñas soluciones locales con modesta participación en
el mercado.
Hay que entender que si el país moderno busca sus caminos, los del país
tradicional no son necesariamente los mismos. Reconciliar a los dos países
significa que la lógica de uno no excluya a la lógica del otro. Significa cuidar
que la lógica dominante, porque representa los intereses más fuertes, no preten
da barrer a la otra, que representa los intereses más vulnerables.
~l_Est~~?~~uan~-a-lG-hiZQ. Pero
18 Introducción
distribución más justa. Para que los índices puedan seguir bajando hay que
atender, antes, los grandes rezagos básicos:
I
~
lerado por la presurosa élíte que encabeza al sector moderno, no sea tampoco
la solución mágica: la magia y la milagrería sólo operan en lo imaginario. La
integración silenciosa que ha ido dándose desde hace décadas no nos ha saca
do de pobres. La formalización de relaciones le pondrá más pisos al edificio de
I
J la modernidad pero no bastará para esparcir considerablemente sus beneficios.
Nada puede sustituir el encuentro, menos espectacular pero más seguro y per
durable, entre los dos Méxicos.
Nada puede sustituir la maduración esforzada y sólida de)as mejores reservas
del país, que no son or cierto las del etróleo ni las del dinero, sino las de la
~ os cerca de 90 millones e mexicanos ue erecen la o ortunidad de
asumir, con pena conDencia, su destino. La inicua inequidad de las con 100-
ñé'S:<;ocialesse refleja, por supuesto, en la inequidad de los procesos electora
les. La evaluación final de Alianza Cívica señaló que el 21 de agosto hubo dos
elecciones simultáneas: una moderna, relativamente limpia, en zonas urbanas y
otra, con alta incidencia de violaciones graves, en zonas rurales, especialmente
del Sur del país. Es decir, ~na elección de Primer Mundo para el país urbano y
moderno y otra, muy diversa, para el país rural y "profundo". Hasta ahí fue
norono el triste lastle que mhlbe los afanes de cambIO cóñSli peso muerto."
Sólo una obstinada decisión de los sectores más despiertos de la sociedad
civil podrá presionar para que se dé el salto sobre la inequidad electoral y, en
condiciones de competencia efectiva en el acceso a los electores, en la informa
ción de esos electores y en la prístina emisión del sufragio, pueda transitarse
con holgura hacia la democracia.
20 Introducción
--
~ _ ..
fe.
I!
1
75 de septiembre de 7994 I¡
Notas
1 Datos de un análisis presentado por Macario Schettino, entonces director de análisis
económico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM),
en el Congreso Nacional de Industriales, en Ixtapa, Zíhuatanejo. La Jornada, 1ºjXj
1994.
2 Raúl Béjar Navarro y Héctor Hernández Bringas, "Desigualdad social y población
en México", en Poblacién y desigualdad social (coord. Béjar y H. Bringas). Cuernavaca:
Centro Regional de Investigaciones Multídíscíplínarías/Uníversídad Nacional Autó
noma de México, 1993, p. 27.
3 "La calidad de la jornada electoral del 21 de agosto de 1994", Informe de Alianza
Cívica Observación 94. Perfil de La Jornada, 20jIXj1994.
1
Post Scriptum
de Henry Kíssínger frente a las pantallas de CNN: no habrá, para México, recu
peración sin crecimiento. 2
¡
I
El plan de choque anticipa, conservadoramente, una caída del 2% en el pro
ducto; la cancelación de 750 míi empleos y una inflación del 42%. Impone, a la
vez" un IVA del 15%; aumentos del 35% a la gasolina y del 20% a las tarifas
eléctricas y fija el aumento de salarios en un 10%.Con razón Lorenzo Me ' se
ha preguntadof ~i;a ha ' límites a resi nación os ni al
determinismo a a de la lógica tecnocráti ha er' . enfoques
de a crisis y en as ecisiones ae emergencia. Su augurio es, sin embargo,
~rñ1sta: el neoliberalismo podría ser la fase final de Un autoritarismo secular.'
---- LOSsostenes legitimadores se han erosionado tanto que se encuentran en un
punto sin retorno, ante la incapacidad total de respuesta a las demandas socia
les. La mayoría de los mexicanos se sienten a la deriva, en un navío con brújula
errática: no sujetos de una sociedad partícípatíva sino víctimas de las decisiones
de un solo hombre, que pueden provocar crisis como ésta. Ahora se les pide
sacrificarse todavía más "porque es el único camino" cuando, apenas ayer, se
les vendía la prosperidad fácil de un fast track al Primer Mundo. El ciudadano
común ~~ siente defraudado y manipulad~ por quienes le sedujeron con el
"nuevo milagro" para abandonarlo de súbito en la intemperie de una turbulen
cia económica que derrumba todas las imaginarias certidumbres. No en balde
un 77%respondió el 12 de marzo, en una encuesta del diario Reforma, que no
se recuperará la confianza.
Si la lógica neoliberal de una racionalidad económica óptima resultó tan
endeble; si todo estaba prendido con alfileres y si el propio presidente Zedillo
desconocía en diciembre -como lo ha manifestado el Neto York Times- la extre
ma vulnerabilidad de la economía mexicana ¿parecería saludable insistir en el
argumento de que, ahora sí, se está ofreciendo "la mejor opción" o "el único
camino viable"?
Han sobrado explicaciones de la crisis': sobrevaluación como apuesta electo
ral; euforia de importaciones financiadas con dinero golondrino; e~
circulante antes de las elecciones para favorecer captación de ~{>tos,después de
haber estancado el creclmientoparlITOfitener la infla:cwñ.EfTesoro norteame
ricano le habría advertido al gobierno, a lo largo de 1994, sin 'encontrar eco, el
peligro de la pérdida de reservas, que no se detuvo después del asesinato de
Colosío, y la pertinencia de reconocer el valor real de la moneda. A la descon
fianza generada por asesinatos y secuestros se añadió el alza de tasas de interés
en los Estados Unidos. El efecto imán del TLCfue breve. John Kenneth Galbraith
ha 'recordado que no es nada nuevo: desde Siempre la "euforia financiera" corre
con entusiasmo optimista hacia donde, en un momento dado, se auguran ganan
,',;tiías::máxünas, para desplazarse luego -con la misma premura hacia otra parte.
¿ Qué hacemos con los pobres? 23
J C.
Tetecala, 19 de marzo de 1995
Notas
1 Véase Ernesto Zedillo, "Mensaje a la nación", La Jornada, 13jIU/1995.
2 El Financiero, 15jIll/1995. Kissinger habló sobre la crisis mexicana en el programa Moneyline
de CNN.
3 Lorenzo Meyer, "Nunca tan pocos", Reforma, 16jIIIj1995.
l
¡~
í
La teoría del desarrollo único es una teoria etnocentrista que consiste en
aplicar el modelo históricode Occidente a todas las sociedades.
25
2G La pobreza en su laberinto I
l ."
Una educación de alta calidad, que permearia a todos los estratos, sería el presu
puesto de un orden innovador fundado en la capacidad de aprender a aprender.
En esa sociedad poscapítalísta ideal, regida por el saber, la educación sería un
sistema abierto, con capacitación creciente e ininterrumpida. Puesto que la cultura
occidental es el punto de referencia obligado, al que todo remite en el presente y
remitirá en el futuro, el ciudadano arquetípico de la nueva sociedad tendrá que
encarnar esa tradición para entender mejor la realidad global, sin renunciar por
ello él la comprensión de otras culturas y particularidades:
. pasa por el acceso a la tecnología y ésta por el acceso a los capitales. En ese círculo
vicioso se debaten los pobres de la periferia, cada día menos esperanzados en los
•.'•, . /'
"milagros económicos" que profetiza Drucker, los que habrían de convertir pronto
\
.
a un número creciente de países pobres en émulos de los dinámicos Tigres del
~!' Sudeste Asiático.
La imaginación de lo que deparará el futuro ha generado anticipaciones utópicas
y pesadillas. En el debate sobre la posmodernidad se han hecho críticas al despilfa
rro de la sociedad industrial y propuestas alternativas de desarrollo en pequeña
escala. Se han formulado, a la derecha y a la izquierda, numerosas utopías
postindustriales y una bibliografía interminable, a veces bordeando la ciencia fic
ción, procura encontrarle un sentido a la nueva época ya su proyección a futuro.
Herman Kahn o Peter Drucker piensan que la nueva sociedad mundial estará en
manos de gerentes tecnocráticos más importantes que los propios capitalistas. Desde
el socialismo, Rudolf Bahro ha evolucionado hacia el ecologismo y André Gorz le
ha dicho adiós a la clase obrera para preconizar una especie de socialismopostindustrial,
lo mismo que Alvin Toffler, en busca de nuevas relaciones sociales que trasciendan
al capitalismo.
Jacques Attali, por su parte, ha anticipado el futuro de los nómadas de la abundan
cia, consumiendo sin cesar objetos nómadas que les prestarían todos los servicios y
complacerían todos los deseos. En los centros del mundo desarrollado reinaría el
narcisismo y no habría cabida para proyecto alguno que no entrara en las exigencias
del orden mercantil. Los objetos nómadas fabricados gracias a la revolución informá
tica ya circulan por el mundo, pero sólo son accesibles a los privilegiados de los
enclaves modernos. Y la información que permite imaginarlos y producirlos sigue
siendo patrimonio de las empresas que emplean a científicos y técnicos del Norte.
28 La pobreza en su laberinto
Salvo que revise profundamente sus modos de vida y produzca sus riquezas de otro
modo, la humanidad destruirá cada vez más de prisa unos recursos que han requerido
milenios para constituirse.7
L
¿Qué hacemos con lospobres? 29
países pobres habrá que buscar a un tiempo crecimiento de la economía, sin afec
tar desastrosamente el ambiente, y abatimiento de la pobreza. Lo más racional será
apoyarse en las culturas tradicionales en vez de hacer una imitación extralógíca. Un
futuro catastrófico o promisorio puede depender de Una opción inteligente.
¿Fin de la utopía?
Tras el desplome del totalitarismo soviético, el mundo pareció bascular hacia un
solo centro hegemónico situado en América del Norte. El poderío militar de los
Estados Unidos, y la grave dependencia que todavía ata a la industria del Norte al
consumo de petróleo, determinó que los países desarrollados hicieran cruzada
común en la Guerra del Golfo. La polarización del poderío militar en una sola gran
potencia no encuentra, sin embargo, una polarización equivalente en el poderío
económico. La Comunidad Europea y la Cuenca del Pacífico, con sus corazones
en Berlín y en Tokio, se han constituido en fortalezas económicas continentales que
atraen al antiguo bloque soviético y a los Estados Unidos, notablemente penetrado
por la inversión japonesa. Algunos analistas han pensado que el corazón del Norte
'.\1
j~
tendería a desplazarse hacia Tokio si los esfuerzos hacia la integración europea no
;1 se fortalecen con una pronta articulación de la democracia y la recuperación eco
\ I
nómica en los países que fueron "socialistas".De cualquier manera, la desaparición
del modelo "socialista" propicia, más que la unipolaridad con un solo corazón en
Nueva York, la emergencia de opciones de economía de mercado diversas a la
norteamericana, como lo son las economías alemana y japonesa, donde el Estado
tiene un importante papel regulador.
La opción de una economia social de mercado podría ofrecerse acaso al mundo
del Sur, como una manera de integrarse al orden internacional sin el determinismo
fatal de una economía de mercado en estado puro. Al caer el muro que dividía a
Europa y escindía a los países industriales, el modelo alemán o el japonés po
drían aparecer como nuevos paradigmas apreciables para los países del Sur. De
hecho, el muro imaginario que excluiría al Sur es sólo imaginario, porque si la
mundialización del mercado es una evidencia también lo son las presiones
migratorias, que seguirán desplazando marginados hacia el Norte mientras las ven
tajas de la modernización no alcancen a las mayorías en el Sur y no vayan acompa
ñadas con democracia:
Las esperanzas del Sur podrían ubicarse en un punto intermedio: ni prescindir del
Norte para embarcarse en una improbable autarquía, ni entregarse a la globalidad
con las manos amarradas. Lo sensato sería buscar la integración más favorable.
r
!
-J
I
mía para el bienestar de toda la comunidad, fue propuesta por Bell, que se declaró
socialista en economía y liberal en política. Quien hace años anunció el fin de las
ideologías advirtió cómo han vuelto a resurgir otras nuevas, con contenidos racia
les, étnicos o religiosos porque no sólo los intereses mueven a los hombres sino
I también las pasiones y los valores. El fracaso del bolchevismo no equivale al fraca
¡
so del socialismo, generado por la honorable aspiración a una igualdad que sigue
;
siendo uno de los más altos ideales humanos. La critica al marxismo-leninismo no
l
.(
excluye una crítica al capitalismo que practica un feroz y desenfrenado individualismo,
una ausencia de preocupación social.
Pero la crítica al capitalismo tampoco excluye la crítica al bolchevismo, que
rigidizó a la sociedad mediante el control burocrático, no fue capaz de incorporar
32 La pobrezaen su laberinto r
;~
'1
las nuevas tecnologías salvo en el sector militar, ni supo satisfacer los deseos y las '1
'i
necesidades de la gente a través del mercado. En suma: 1
1
El gran secreto del mundo occidental en los últimos veinte años se llama producti
vidad, esto es, la utilización racional de los recursos, su mejor aprovechamiento.
Pero ¿con qué fin? [oo.] Si los valores sociales se orientan hacia la acumulación [.
individual, como en los Estados Unidos en el período de Reagan, entonces esa
sociedad se conformará según la avaricia. Por el contrario, en Suecia, país que
tiene un alto nivel de responsabilidad social, el capital que se acumula se dirige
hacia propósitos sociales.ll
l·
\
También Irving Howe se identificó con la tradición de un socialismo o utopismo I
democrático, sugiriendo que aun las más imperfectas sociedades capitalistas, siem
pre que sean democráticas, son mejores que las sociedades totalitarias. Como so
cialdemócrata, se mostró partidario de una sociedad socialista democrática con un
mercado controlado y regulado socialmente por cierto número de valores comunes. El mer
cado libre, insinuó, es una fantasía ideológica:
Alcanzar una sociedad más humana [...j, el ideal de una sociedad donde rijan ciertos
valores de igualdad, de fraternidad y de libertad (porque eso es cierto: no puede haber
.~ socialismo sin libertad y sin democracia) [...j. Se trata justamente de propiciar estos
t
;,','1'
valores humanos de protección a los débiles, valores de servicio social que dificilmente
podrían realizarse en una economía de mercado sin ninguna intervención estatal.ü
Villoro insistió en que las opciones de los países pobres no pueden decidirse en el
Primer Mundo.
El interés del Encuentro fue indudable porque contribuyó a una toma de con
ciencia sobre las alternativas que ofrece el futuro a todos los países que no pertene
cen al Club de los Siete más ricos del globo. Octavio Paz procuró resumir los deste
llos más iluminadores del debate: la complejidad de la historia admite la interven
ción de imponderables como la fortuna y el accidente, de modo que nada hay en
ella predeterminado; el gran dilema para el futuro es cómo construir la libertad
reconociéndole un límite: el derecho de los otros a disfrutarla. El mercado es la
base de una vida económica activa y una precondición de la libertad. Pero está en
crisis como la modernidad misma, es decir, como la idea lineal de que bastaba con
tomar el tren de la historia para marchar hacia el progreso, el bienestar y la libertad.
Señaló, a la vez, la necesidad de corregir las imperfecciones del mercado y de la
democracia representativa y el riesgo de querer sustituirlos con quimeras.
Lo que sustentó aquel encuentro de inteligencias en busca de alternativas para
mañana ya había sido visualizado en El Escorial: el imperativo de asegurar la super
vivencia de la especie humana. Cornelius Castoriadis lo dijo en otras palabras:
I
La pobreza en su laberinto
'r~
"
34 \
Debemos entender que somos una sola humanidad la que vive sobre esta Tierra, una
humanidad que requiere, por un lado, una organizaciónpolítica lo más descentralizada
posible y, por el otro, una política mundial que resuelva las cuestiones que atañen a la
humanidad en su conjunto.l+ ..
El fantasma de una idea del Progreso inventada por la modernidad para convertirla
pronto en fetiche, no ha dejado de confundir y tentar a los hombres. Ese fantasma se
insinúa ahora en las ofertas de una civilizaciónposmoderna o postindustrial que aparece
como el promisorio "futuro radiante" para la humanidad, cuando la inmensa ma
¡
l
yoría de los hombres, las mujeres y los niños del planeta están muy lejos de satisfa
cer sus necesidades más elementales y de desarrollar sus capacidades básicas. ¡ .
Los fracasos totalitarios del siglo XX y los vacíos que deja un consumismo insa
ciable que invade hasta los dominios de la cultura, apuntan cada vez más hacia la
busca de una modesta mejoría en la condición humana (Irving Howe) fundando los
modelos en una ética menos pedestre que la de Reagan o Thatcher. Imaginar la
utopía es el primer paso para volverla realidad. No terminará la utopía mientras no
se agote la imaginación del hombre. Como lo ha vislumbrado lúcidamente Octavio
Paz, el fin del socialismo malamente llamado "científico" no puede entenderse
como el fin de la utopía. Una cosa es la quimera y otra la aspiración indestructible
del hombre a darse, en la libertad, un destino mejor.
Los gobiernos no deben abordar la pobreza después del crecimiento económico. Debe
rían más bien adoptar modelos de crecimiento económico que incluyan como uno de
us principales objetivos la eliminación de la pobreza.
i
JI
[
38 La pobreza en sulaberinto
y ha insistido:
[...]los pobres tienden a quedarse por fuera del mercado, ya sea en sus naciones o a
nivel internacional[...].l8 .
Tres mil quinientos millones de personas -las tres cuartas partes de la.humaní
dad- viven en .los países pobres, sobre territorios que ocupan dos tercios de la
superficie del planeta. El Banco Mundial (BM) calculó hace poco mil millones en
pobreza extrema. UNICEF calcula 1 534, es decir, el 27% de los seres humanos."
Los países industriales vivieron tras la Segunda Guerra Mundial una euforia
desarrollista, con crecimiento sostenido y pleno empleo, que culminó en los años ¡
i
I
sesenta. Los zumos de la abundancia alcanzaron para todos. El Estado, con orien I
Esto se debió a la reducción de sus precios de exportación, que hizo muy desfavo
rable el ajuste de la tasa de interés nominal, de acuerdo con la tasa de cambio.
Como consecuencia, mientras más pagan los deudores más deben. Ni el BM ni el FMI
han podido equilibrar esas fluctuaciones sino que más bien las han íntensífícado."
La inversión internacional directa sigue circulando en un 83%entre países indus
trializados, buscando la mayor rentabilidad. Hasta los capitales de los países po
bres prefieren irse a los países ricosjLa mano de obra barata no es por sí sola una
ventaja comparativa, salvo que además de ser barata tenga alta calificación tecno
lógic~.:}Formar a números crecientes de la población con capacidades técnicas y
administrativas es imprescindible. En palabras del PNUD:
A menos que los países en desarrollo adquieran un mayor control sobre la creciente
"industria del conocimiento", permanecerán por siempre rezagados en la producción
de bajo valor agregado.26
La grande bouffe
tI
I 40 La pobreza en su laberinto
Congreso de las Estados Unidos descubrió que cada año se tira allí a la basura el
equivalente de lo que alcanzarla para alimentar a 50 millones de personas." Paises
que importan granos para consumo interno exportan carne para confeccionar ham
burguesas o alimentos procesados para animales o soya para elmismo fin o flores
para el mercado suntuario de los países prósperos.
A los países del Norte, con el 18%de la población mundial, les corresponde el
' 78%de la producción, el 81%del consumo de energía, el 70%del uso de fertilizantes
químicos, el 84% de los tractores, el 88%del hierro y el 84~ del gasto en armamen
tos. Al 82%de la población del planeta, que vive en Asia, Afríca y América Latina,
\ le toca la quinta parte de la producción y el 15%del ingreso mundial."
El gasto de energía, el uso de recursos y el deterioro del ambiente que hacen los
desarrollados pesan tanto sobre el planeta como el total de población de los países
pobres. El mundo desarrollado consume 15 veces más energía. El 5% de la pobla
,ción mundial, que habita en los Estados Unidos, consume el 28% de la energía
mundial, es decir, una vez y media más que todos los países en desarrollo juntos."
El 49% de la producción mundial de granos se usó, en 1988, para alimentar
ganado en unidades intensivas que encierran bajo techo hasta 100 mil vacas. Redu
cir apenas un 17%el consumo de carne de los paises prósperos dejaría disponibles
100 millones de toneladas de grano para la gente de los países pobres." Un peque
ño ahorro en los granos que se destinan al ganado permitiría contar con una
reserva mundial para evitar penuria y hambrunas.
La agricultura industrial de los Estados Unidos desperdicia mucho energético:
utiliza 900 litros de combustible por hectárea de maíz mientras que en México sólo
se gastan 35. Si todas las tierras del mundo se cultivaran así, en 50 años se habrían
agotado las reservas de energéticos sin poder cubrir los demás usos del petróleo."
La agricultura de los desarrollados es muy productiva pero usa tanta energía como
su industria pesada. El 75%del consumo en esos países es de alimentos procesados.
El procesamiento industrial de alimentos desplaza trabajo humano y animal por
máquinas y utiliza enormes insumas de gasolina, fertilizantes químicos, plaguicidas
y granos. Alimentar a una sola persona requiere, con semejante sistema, una tone
lada de petróleo al año.34i§s evidente, como dijo Schumacher, que los recursos del
planeta no alcanzarían para satisfacer, a nivel mundial, una demanda como la de
los Estados Unidos, El modelo del despilfarro no sólo no es recomendable: tampo
co es practicable;_\
[...[la solución de los problemas actuales de la humanidad tendrá que pasar por la
conjunción de ese elemento con lo que Occidente puede aportar; quiero decir, la trans
formación de la técnica y el saber occidentales de manera que puedan ser puestos al
servicio del mantenimiento y del desarrollo de las formas auténticas de organización
social que subsisten en los países subdesarrollados] ...] y, a la vez, la posibilidad para los
países occidentales de aprender allí algo que han olvidado, de inspirarse en ellos para
revivir formas de vida verdaderamente comunitaria] ...].35
42 La pobreza en su laberinto
l ,
¿Nuevas direcciones?
Los años setenta fueron pródigos en críticas al desarrollismo. Un año después de Los
ltmites del crecimiento E. F. Schumacher había sentado los fundamentos de alterna
tivas hacia un desarrollo en pequeña escala. Recobrar el sentido de lo que es
suficiente sería el punto de arranque para revertir la actitud depredadora que ha
caracterizado a la sociedad de consumo. Siendo lo económico el valor por excelen
cia, sólo es válido lo que redítúa altas ganancias monetarias y no se cuestiona la
validez de prácticas que pueden ser destructivas o degradantes, siempre que sean
"económicas" (L_osbienes importan por su valor en el mercado, no por lo que ~ I _.
Habría que abandonar ese deseo permanente de "tener más" que es el origen de la
inflación, la médula del hastío, las ruedas de un molino que todo lo tritura sin ningún
sentido[...].37
sino esperanza." Emplear terrenos baldíos de las ciudades para cultivar huertos
significó para muchos comer tomates no madurados artificialmente [con gas y evi
tar el daño a la salud de los aditivos industriales. Reaparecieron en todo el territo
rio norteamericano ferias y mercados regionales sobre ruedas con carne y 'lácteos,
frutas y verduras producidas orgánicamente, al estilo de antes, y hasta se organiza
ron, como en Europa, cooperativas de consumo para adquirir los productos de los
agricultores pequeños, Floreció la añoranza de la autosufíoíencía que caracterizaba
a las viejas redes de producción .de alimentos: de la pequeña granja al pequeño
mercado y a la tienda del pueblo. Todo ello después de que el consumo de vegeta
les frescos se había visto disminuido en una mitad en el último medio siglo, parale
lamente a la desaparición de unas 100 mil granjas cada año SÓ10 en los Estados
Unidos. Muchos agricultores desechan hoy los productos químicos y vuelven a la
rotación de cultivos y al uso de abonos orgánicos. Pero ¿hay de veras alguna posi
bilidad de que el ganado regrese al pasto y los cerdos y las gallinas vuelvan a
consumir .los desperdicios como ocurría en las granjas del Primer Mundo hasta la
Segunda Guerra Mundial?
La herencia de Schumacher fue prolífica. Ya para 1981era mucho lo que habían
emprendido ellntermediate TechnologyDevelopment Group y otras instancias semejan
tes para demostrar que es posible y práctico fomentar tecnologías sencillas y de
, bajo costo, a escala humana, cuidando los recursos y sin violentar a la naturaleza."
i
~'.'.'.: ..
La numerosa bibliografía que apareció en los años setenta y los ochenta sobre
las pequeñas comunidades, su mejoramiento y posibilidades de autosuficiencia; las
innovaciones de tecnologías alternativas; el uso de energías naturales; el reorde
namiento de la relación entre la tecnología y la gente; la recuperación de la cohe
sión y la identidad de los barrios dentro de las grandes ciudades y otros temas
semejantes son la mejor demostración, junto a las múltiples aplicaciones prácticas
de esas inquietudes teóricas, de las reacciones explícitamente críticas que la propia
sociedad de consumo ha generado dentro del american way of life.
En los Estados Unidos se da W1 fenómeno de regreso a los pequeños poblados
en una migración que ahora quiere revertirse. Mucha gente vuelve en busca
de un trabajo, aunque no sea demasiado bien pagado, y de condiciones de
vida más amables. Cuando el mundo se vuelve "aldea global", empieza a reva
lorarse la pequeña aldea. Cuando la organización en gran escala, impersonal y
deshumanizada, demuestra que no es capaz de resolver los problemas reales de
las personas concretas, resurge el espíritu local que devuelve la sensación de po
der controlar la propia vida. Recuperar esa identidad y buscar la autosuficiencia
mediante la cooperación comunitaria se vuelve una meta a la que sí se puede
aspirar.
Los sitios "remotos" lo son porque un modelo desequilibrado entre el desarrollo
urbano y el rural los ha hecho remotos: si vuelven a ser productivos y están bien
44 La pobreza en su laberinto
,
-~
La abundancia no gotea
Hasta ahora, aun en etapas de muy notorio crecimiento del PIB, la precaria partici
pación de las mayorías en el ingreso y los satisfactores sólo ha acentuado la brecha
de la desigualdad. en los países pobres. Brasil es un ejemplo paradigmático de
crecimiento con pobreza.
Entre 1960 y 1980 se registró allí un 7% de crecimiento anual, aumentando 10
veces el esfuerzo exportador y subiendo el PIB per copita por encima de los mil 'L_.:
.:
:¡
46 La pobreza en su laberinto
Gráfica 1
Fuente: Rudolph Strahm y Ursula Oswald, Por esto somos tan pobres. Cuernavaca: CRIMJUNAM, 1990, p. 168.
¿Qué hacemos con los pobres? 47
; .Mientras que las ganancias que generan las exportaciones agrícolas van a pro
yectos industriales, a la especulación en bienes raíces o a satisfacer demandas del
consumo urbano de sectores relativamente pequeños, la pobreza le impide al 70%
entrar ~l mercado de consumo. En el campo, donde sólo llega el 20% de la inver
sión y donde ha quedado rezagada la más extrema pobreza del Tercer Mundo,
más de un 40%de la población es joven y exige empleo. y los que emigran apenas
subsisten con ingresos bajísimos, con cifras de desempleo del 30 o el 40%:
Si se permite que sigan estancados veinte años más, salvo en las cifras de población que
siguen creciendo, la catástrofe humana alcanzará una dimensión irreparable [...] la
decisión de modernizar a toda velocidad ha incrementado al parecer la dependencia
[...] no ha sido evidente que las comunidades locales obtengan una participación justa
de las ganancias generadas. 47
48 La pobreza en su laberinto
Otra nación muy pobre en términos de PIE per cápita que hizo notables avances
para cubrir necesidades básicas, sin ayuda exterior importante y sin crecimiento
interno, fue China. Después de imitar a la URSS con resultados funestos,t9hina
optó en los años sesenta por consolidar su desarrollo aliando tecnología moderna
I
con técnicas tradicionales e impulsando la agricultura para el autoconsumg} Se
\
recuperó una antigua tradición, la ayuda mutua, y la tecnología de abono organico ( ,
servicio de la deuda, recibiendo cada V(i!Z menos por sus exportaciones. El precio
del petróleo bajó en un 65%y el de los 33 productos principales de exportación se
redujo un 30%.Los términos del intercambio se deterioraron, en los años ochenta,
un 49%para los países petroleros y un 29%para los demás.53
general de los años ochenta fue un drenaje de recursos hacia el Norte
~a,Je):1d~I.lcia
superior a la afluencia de créditos einversiones hacia el Sur. Mientras que la deuda
se llevaba en los últimos 15 años el 36% del presupuesto de Filipinas y el 39% de
J ordania, el gasto social era allí del 22 yel 18%.En México, un 20%se destinaba a
la deuda y un 18%se dedicaba a gasto social."
Las instituciones· financieras, donde los países fuertes ponen las condiciones,
establecieron programas de ajuste estructural para mejorar a corto plazo las balan r.
zas de pago de los países endeudados, es decir, para asegurar el pago de la deuda.
Los paquetes incluían reducción del gasto público, control de salarios, liberaliza
ción de la economía con exportación ilimitada de ganancias para las transnaciona
les y priorización de la exportación sobre el consumo, para generar divisas y poder
pagar. "Apretar el cinturón" y "austeridad" fueron palabras clave en el "diálogo" de
los años ochenta con los países deudores.
No sólo se perdió la década sino que las condiciones de vida de los pobres
sufrieron una regresión considerable. Los datos de UNICEF, en su demanda de un
Ajuste con rostrohumano (1988),revelan que en los 37 países más pobres la inversión
en salud y en educación se redujo, respectivamente, un 50 y un 25%.El 70%de los
países de África, Oriente Medio y América Latina revirtieron bruscamente sus
índices de mejoramiento de salud y nutrición y los niveles educativos. Aun sin
plantear cuestionamientos morales podrían esgrimirse los argumentos de producti
vidad tan caros a algunos tecnócratas: se estaba mermando la capacidad fisica y
mental de la futura mano de obra. Los efectos de las políticas macroeconómicas en
la distribución del ingreso, la incidencia de la pobreza y el estado de nutrición y
salud de los más pobres no fueron aliviados, sino muy excepcionalmente y en
algunos países, con políticas de participación comunitaria dirigidas a atender nece
sidades básicas y algunos intentos de mantener el crecimiento. Advirtiendo que las
tensiones sociales acumuladas podrían detonar en inestabilidad política UNICEF pre
sentó, en 1988, los resultados de su investigación en diez países y propuso algunas
recomendaciones.
Brasil y Sri Lanka crecieron, pero con profundo deterioro de las condiciones de
vida. Sri Lanka, un país que en los años cincuenta y los sesenta había logrado
avances notables en atención a necesidades básicas, dio un vuelco a esa política en
1977, para reorientar la economía hacia el mercado externo. Se deterioró la distri
bución del ingreso, los salarios reales bajaron y subieron los precios. Aumentaron,
a un tiempo, el consumo de los más. ricos y la desnutrición de los más pobres y se
revirtieron notoriamente los avances en educación. Brasil inició su ajuste en 1983:
¿ Qué hacemos con' los pobres ? 51
I
52 La pobreza en su laberinto
I
exportación. Pero en. el informe de 1989 de CEPALya. se advertía el fracaso de
sucesivas medidas, nulificadas por una incontrolada virulencia inflacionaria. Los
salarios reales descendieron a los niveles más exiguos de la década y la caída en los
niveles de empleo fue estrepitosa.
En el caso de Chile, se orientó la política a mantener el crecimiento, sostenido
desde 1977 a pesar de altos.niveles de desempleo, en medio de una amplia apertu
ra de la economía. Medidas deflacionarias hicieron bajar el PIBper cápita, en 1985,
a niveles inferiores a los de 1970. Mientras tanto, se buscó moderar los efectos de la
\ .
recesión y del ajuste. en grupos muy vulnerables' como lactantes, niños menores de
dos años gravemente desnutridos, niños menores de seis años y madres embaraza
das en extrema pobreza: se les destinaron subsidios y programas de alimentación
suplementaria y de rehabilitación nutricional. UNICEFexpresó su desconfianza en el
éxito de tales programas enfocados a grupos muy específicos. Había datos contra
dictorios sobre la desnutrición de niños en edad escolar y otros que registraban
incidencias de fiebre tifoidea y hepatitis, prueba de insalubridad ambiental. Cues
tionaba, en todo caso, la viabilidad de manejar la salud y la nutrición sólo con
medidas focalizadas en grupos específicos, dentro de un contexto generalizado de
estancamiento y de creciente pobreza.
Fueron recomendaciones de UNICEFno acelerar tanto el ajuste, para poder cre
cer; atender con prioridad las demandas de los más vulnerables, garantizando su
.acceso a bienes y servicios básicos; promover la producción agrícola e industrial en
pequeña escala; estimular la participación comunitaria para el mejoramiento de las
condiciones de saneamiento y salud, vivienda y educación y recurrir a programas
compensatorios de aportación o subvención de alimentos a grupos específicos o
a la promoción de empleos en obra pública sólo como un refuerzo de medidas
dirigidas a una atención integral al nivel de vida.55 El rostro generalizado del
ajuste fue inhumano, a pesar de las amonestaciones de organismos bien intenciona
dos y de las relativas excepciones que confirman la regla.
El típico paquete de ajuste ha sido criticado por su dogmatismo y falta de sentido
común. Liberalizar importaciones ha significado muchas veces importar bienes
suntuarios en vez de maquinaria o insumo s esenciales. La mayoría del producto de
las exportaciones se ha ido en el pago de la deuda. Estancamiento y regresión
pesarán irreversiblemente sobre el futuro del Sur y la responsabilidad no pueden
soslayarla los países del Norte. Se limitaron a negar que algo marchaba mal en el
sistema global y que se pudiera "intervenir" para configurar un marco más favora
ble al desarrollo. Nada se hizo para estabilizar precios de materias primas y se
rechazaron las propuestas de negociación global de la deuda. El "libre juego de las
fuerzas del mercado" pareció preferible a cualquier otra opción. El Grupo de los
Siete se constituyó de hecho en custodio de la economía mundial, pasando por alto
los principios de acción multilateral de la Carta de Naciones Unidas. Se atribuyó
¿Qué hacemos con los pobres? 53
unilateralmente la crisis a errores de los países del Sur que, para remediarlos,
debían "ajustar con austeridad sus economías". "Sanear" la economía de los po
bres significó volverlos más pobres, en la medida en que se acentuaron pérdida de
capacidad adquisitiva y desempleo. La Comisión Sur ha sido explícita al aludir a
una forma de neocolonialismo:
[...[Ias metrópolis económicas del mundo le adjudicaban al Sur toda la carga del ajuste
a una economía mundial deteriorada, mientras ellos seguían creciendo. Es más, el
debilitamiento de los países del Tercer Mundo debido a la crisis de la deuda y los
precios bajos de las materias primas fue aprovechado también por el Norte como
oportunidad para influir en sus opciones internas e imponerles valores, políticas, conce
siones y modelos de desarrollo determinados desde afuera. Los costos sociales y políti
cos de medidas inadecuadas fueron pagados por los países víctimas y por sus poblacio
nes -y si se generaba alguna inestabilidad también eso era aprovechado por el Norte
como una oportunidad más de intervención. Dadas tales tendencias, no parece exage
rado afirmar que existe un peligro inminente: la imposición de un sistema de relaciones
económicas internacionales que institucionalice ese trato de segunda para el Sur. 56
Globalización asimétrica
@ mundo entero se vincula estrechamente pero se trata de una vinculación asimétrica,
donde las decisiones se toman en las confortables oficinas que manejan en el Norte la
movilidad de capitales y tecnología. El mercado está dominado por grandes consor
cios que monopolizan la producción y el comercio y dejan espacios cada vez más
reducidos a empresarios nacionales de los países que siguen pretendiendo un acce
so al desarrollo. )
La presión "C1eíadeuda y el ajuste coincidieron, en los años ochenta, con una red
.~ global que extiende sus hilos por todas partes. En el gran mercado, las relaciones
internacionales son, cada vez más, escarceos de compra-venta. También los proce
sos de manufactura se han escindido y dispersado, buscando ventajas comparati
vas. Muchas industrias desplazan hacia el Sur todos o algunos de sus procesos de
fabricación, por conveniencia económica.
Los países en desarrollo, se alega ahora, ya no han de pensar en crecer para ir
cubriendo las necesidades de su mercado interno sino para exportar al mercado
global. La economía mundial se entiende como una economía única, hacia donde
confluye una producción de múltiples procedencias, en un juego donde a cada país
le tocan las fichas de sus ventajas o desventajas comparativas. La interdependencia
volvería prescindible, por ejemplo, la autosuficiencia en producción de alimentos.
La lógica del mercado movería las piezas para adjudicar sus fichas a cada jugador.
54 La pobreza en su laberinto
Modelos propios
¿No habría más opción, entonces, que adaptarse al orden global tal como es hoy
por hoy, o replegarse hacia una improbable autarquía? Hay, por el contrario, op
ciones intermedias, sin plegarse, maniatados, a reglas de juego desiguales. Es facti
ble tomar en cuenta recursos, necesidades y experiencia de culturas tradicionales
seculares para encontrar un modelo adecuado a las circunstancias concretas de
cada país, sin excluir las posibilidades más o menos viables de inserción en la
economía global.
El modelo neoliberal en estado puro aconseja la máxima apertura al comercio y
a las finanzas internacionales, creando condicionesóptimas para la atracción de capi
tales disponibles. Se trata de una nueva versión de la división internacional del tra
bajo de David Ricardo. Los ganadores son, sobre todo, los exportadores de pro
ductos agropecuarios y de manufacturas que pueden resultar competitivas y los
importadores de bienes para consumidores de alto poder adquisitivo. Son los sec
tores ya modernizados y con capacidad para competir por sí solos o buscar socios
extranjeros. Los perdedores son los agricultores afectados por la desaparición de
aranceles; los empresarios medianos y pequeños que funcionaron con el modelo
de sustitución de importaciones y son incapaces de competir, de repente, con los
gigantes; los campesinos pobres que todavía habitan el campo o han sido desplaza
dos a las ciudades, sin aptitud para empleos calificados, aun suponiendo que se
crearan tantos como hacen falta. Aunque los campeones del modelo insisten en
que no hay otra manera de lograr algún día una mejor distribución del ingreso que
"dejar hacer" al mercado, casi todos sabemos que el goteo de la abundancia no
sirvió antes ni servirá ahora para superar la pobreza.
56 La pobreza en su laberinto
Entre 1987 Y 1990 había sesíonado en Ginebra la Comisión Sur, coordinada por
el expresidente de Tanzanía Julius Nyerere. Expertos y ex funcionarios de 27 na
ciones emprendieron un minucioso examen de las alternativas del Sur, buscando
estrategias hacia un desarrollo fundado en losproPios recursosy realizado conparticipa
ciónpara poner fin a la pobreza, generar empleoproductivo y satisfacer necesidades básicas:
Esto significaque los bienesy servicios básicos, tales como alimentos y vivienda, educación
básica y servicios de salud yagua potable deben ser accesibles a todos. El desarrollo presu
pone, además, una estructura democrática de gobierno, apoyada en las libertades indivi
duales de expresión, organizacióny publicación, así como en un sistema de justicia que
proteja a todos de cualquier acción inconsecuente[...].63
El esfuerzo sostenido de una modernización acorde con la herencia cultural, que tien
da a incluir a las mayorías y no a marginarlas, requiere de un apoyo interno que
sólo puede lograrse con democracia.
La propuesta de la Comisión Sur, que realizó una de sus plenarias en Oaxtepec
en 1988, advirtió que sólo una cooperación organizada depararía autonomía de
decisión a los países débiles. Se trataría, pues, de construir una solidaridad Sur-Sur
más allá de la tentación de buscar soluciones particulares, que a la larga suelen
resultar engañosas. Porque la fragilidad del Sur se refleja también en la precarie
dad de los vínculos que guardan entre sí los países pobres, acentuada sin duda por
la vasta diversidad de sus niveles de desarrollo y de sus problemáticas pero, tam
bién, por la corrupción de muchos gobiernos. La esperanza de promover cambios
en el asimétrico orden internacional es el trasfondo de toda la propuesta: ¿se trata
rá de otra fantasía destinada al desván de las quimeras? La negociación de ese
nuevo orden por un Sur fortalecido, gracias a sólidas relaciones entre pares, con un
Norte comprensivo y propicio a escuchar sus razones acaso no esté a la vuelta de la
esquina. Pero no por eso hay que descartarla.
Los modelos propios tienen que dar prioridad a las necesidades básicas y, sin
excluir recursos externos, cuando los haya, reorientar con más racionalidad y justi
cia el uso de los recursos internos. Imitar literalmente el modelo de los desarrolla
dos sería tomar como realidad un espejismo. No alcanzarían los ahorros nacionales
tan dispuestos, por lo demás, a viajar hacia el Norte; ni la ayuda para el desarrollo,
La pobreza -en su laberinto
[...]el pago de la -deuda 'se ha convertido en uno de los más fuertes competidores del
gasto en desarrollo humano, sobre todo en lo que respecta a gastos en las necesidades
básicas de los grupos menos privilegiados, menos influyentes, menos organizados y
menos poderosos.67
América Latina ha pagado por el servicio de la deuda, entre 1982 y 1990, :223 600
millones de dólares: el equivalente al 50% de su deuda total, sin que ésta haya
¿Qué hacemos con los pobres? . 59
62 La pobreza en su laberinto
El pm no mide el bienestar
La calidad de vida de las mayorías no está en. relación directa con el monto de la
producción. El PIB no mide el bienestar. Por eso el PNUD ha propuesto un nuevo:
f '
indice de desarrollo humano. Incluye el ingreso per cápita, pero le añade esperanza de
(
vida y acceso a la educación, medido por alfabetización y escolaridad promedio.
Resulta impreciso todavía porque no es imposible' aumentar esperanza de vida y
alfabetización con bajos niveles de salario real, de acceso a la tierra y al crédito, de
servicios sociales y de oportunidades de encontrar empleo. Pero es más confiable.
En el Índice de Desarrollo Humano para países en desarrollo México ocupa, por
ejemplo, un lugar 45. Si se considera la distribución del ingreso, desciende a un
nivel 56. Brasil baja de un lugar 60 a un lugar 77. Entre los desarrollados Japón
ocuparía el primer lugar, pero desciende a un nivel 17 si se toma en cuenta la
diferencia por sexos, 10 que haría subir a Finlandia, en cambio, de un doceavo
lugar al primero. Hay 26 países con enorme divergencia entre su PIB y su IDR, que
los rebaja 20 niveles en la escala del desarrollo."
Advirtiendo que el ingreso per cápita del Sur es sólo el 6%del ingreso del Norte,
el Informe del PNUD califica de aterradora la proporción que marca, para el 77%de
la población mundial (82%según otras fuentes), sólo el 15%de los ingresos. Pero el
modelo neoliberal ha empezado a extender la pobreza en el Norte, de modo que
ya no es posible afirmar que nadie pasa hambre en los países industriales. En los
Estados Unidos hay 32 millones de pobres y otros 11 millones casi en la pobreza:
31%son negros, 26 son hispanos y sólo un 10%son blancos. Un 13%de la población
norteamericana vive ahora en la pobreza, incluyendo 13 millones de niños. La
infraestructura se ha deteriorado y la educación es deficiente. Ya los Estados Uni
dos no pueden jactarse del nivel de vida más alto del mundo: la gente gana menos
y hay más desempleados; ha bajado la inversión y la productividad y han crecido el
déficit fiscal y una deuda que es la mayor del mundo, mientras se pronostica que
los anglosajones serán minoría antes de mediar el siglo XXI. En Gran Bretaña hay
cerca de 400 mil personas sin hogar y la mitad de los habitantes de "ciudades de
cartón" son niños. La estructura social se desintegra en las sociedades desarrolla
das, con índices crecientes de violencia, crímenes, delitos relacionados con droga,
divorcios y familias monoparentales.
El Norte produce la mitad de los 6 mil millones de toneladas métricas de gases
que generan el efecto invernadero, aunque allí sólo habite la quinta parte de la
población mundial. La esperanza de vida promedio es de 75 años y dos tercios de
la población está amparada por un seguro de salud pública; un tercio- de los
egresados del sistema educativo ha estudiado ciencias; se produce cada año el
85% de la riqueza mundial; casi toda la población tiene acceso al agua potable y
servicios sanitarios; la familia promedio tiene automóvil; todos tienen radio, una
¿Qué hacemos con los pobres? 63
humano, aun durante los períodos de ajuste económico y sequía severa de los años
ochenta. El gasto social subió de un 20%en la etapa colonial a un 49%.El gasto en
salud se aplicó menos a hospitales urbanos que a servicios rurales de medicina
preventiva y la totalidad de los nifios ha recibido educación primaria. El caso de
Tanzania fue también ejemplar durante tres décadas, demostrando que el desa
rrollo humano puede ser alto aunque los ingresos per cápita sean bajos, si la política
lo:
de desarrollo se funda en la satisfacción de necesidades básicas a toda la población.
En los años sesenta, bajo la presidencia de ]ulius Nyerere, se organizó a la pobla
ción rural en poblados "registrados", para facilitar la expansión de servicios. Mu
cho se logró, elevando al 80%la cifra de los que recibían asistencia médica y a 90%
la de niños inmunizados. Pero, aun así, la mitad de la población sigue sin agua r
potable y la mitad de los niños no asiste a la primaria. El índice de gasto social se [-
ha reducido ahora al 15%mientras que el servicio de la deuda, gastos militares y
empresas públicas ineficientes se comen el presupuesto.?
En contraste con el panorama de desigualdad que uniforma a los países árabes
de altos ingresos petroleros, como Kuwait, Arabia Saudita o los Emiratos,]ordania
procura una distribución más equitativa de ingresos escasos, con asignaciones a
educación y salud que registran aumentos del 47 al 74%en alfabetización, de 1970
a 1985, y de 47 a 67 años en esperanza de vida, de 1960a 1990.En el caso de Corea,
se ha procurado conciliar altas tasas de crecimiento con expansión del ingreso, no
sólo en una industria para la exportación con empleo intensivo de mano de obra,
sino también en la agricultura. Se orientan recursos considerables a la seguridad
social, a la salud y a la educación. En Indonesia, el agua potable y la atención de
salud son privilegio de la población urbana de mejores ingresos, con una alta
proporción de población nacional que no rebasa la línea de sobrevivencia: allí se
está destinando muy poco al gasto social prioritarío."
Dentro de las condiciones de penuria de Centroamérica, Costa Rica sería un
ejemplo sobresaliente fundado en la práctica democrática y la participación comunita
ria, la abolición del ejército y una asignación considerable al gasto social durante la
prosperidad cafetalera. A pesar de que también se endeudó y de que su economía se
deterioró en los años ochenta, los logros que había alcanzado amortiguaron los
efectos traumáticos del ajuste. La calidad del desarrollo humano en Argentina es
calificada, al contrario, como decepcionante a partir de mediados de los setenta:
distribución cada vez menos equitativa de salarios reales disminuidos, con un descen
so al 51% de la población con acceso al agua potable y orientación del gasto público hacia
los más acomodados, desviándolo de prioridades como atención médica primada, edu
cación primaria o mejoramiento de los barrios paupérrimos de la capital. Allí, un alto PIE
per cápita no se corresponde con un índice semejante de desarrollo humano."
En una comparación entre 11 países en desarrollo, la proporción más alta de
gasto en prioridad humana corresponde a Zimbabwe, que gira alrededor del 12%,
¿Qué hacemos con los pobres? 65
y la más baja a Pakistán, que no pasa del 1%.Entre los altos se encuentran Malasia,
Jordania y Costa Rica. Kuwait, Corea y Chile quedan en proporción intermedia,
mientras que la India y Argentina se colocan, con Indonesia y Tanzania, entre los
niveles bajos. Con una desproporción notable entre niveles de vida en Argentina y
Tanzania, esas apreciaciones se refieren a calidad de vida en relación con índices
del PIB en cada país. El gasto público puede ser elevado, como en Pakistán o
Indonesia, destinándose menos del 1% a gastos de prioridad humana. Hay países
que gastan en defensa dos o tres veces más que en educación y salud. En países
como la India los gastos de policía, supuestamente por conflictos étnicos y reli
giosos, superan al gasto sociaL ¿No parece evidente que sería inucho más eficaz
incluir a las minorías en programas amplios de desarrollo participativo que redu
cirían, sin duda, la necesidad de reforzar la seguridad? En los países más pobres
de África, la deuda es 10 veces mayor que el ingreso y su servicio se lleva el 80%
de las exportaciones.
Donde los niveles de salud pública, agua potable y educación siguen siendo
muy bajos, la prioridad está ahí y no en otra parte. Construir una basílica mayor
que la de San Pedro donde el 80%de la población carece de agua potable parece
un proyecto de Ubú Rey y lo ha sido, en efecto, del gobernante de un infortunado
país africano. La mayoría de estos países invierte mucho en hospitales urbanos,
que no evitan altas tasas de mortalidad infantil porque no hay servicios ni
promoción de salud en el campo, donde sigue viviendo la gran mayoría de po
bres. Un ejemplo de lo que sí habría que hacer lo dio Bangladesh, al aumentar su
presupuesto en salud para centros rurales del 10%en 1971 al 60% en 1988. En
cambio, hay países que, con 40%de analfabetos, subsidian universidades de élite.
El 80% de los 10 mil millones de dólares que se invierten en suministro de agua
potable en países en desarrollo benefician sólo a sectores urbanos acomodados,
que además la reciben a muy bajo costo, mientras el 50%de los hogares rurales y
el 20%de los urbanos carecen de todo servicio y a veces sólo les queda comprarla
cara en pipas comerciales."
El Informe 1991 significa un avance, porque enseña a discriminar entre gasto
social y gasto en prioridades sociales. Un gasto social imprudentemente asignado,
como privilegiar universidades cuando todavía prevalece el analfabetismo u hos
pitales urbanos cuando el campo carece de atención médica básica, puede ser la
explicación de que un gasto social elevado no se traduzca en más bienestar para
los marginados. O puede suceder que programas compensatorios, como Solida
ridad en México, no lleguen en la práctica a los más pobres; asignen sus recursos
a fines no prioritarios; no movilicen de veras la participación de los más necesita
dos o tropiecen con el obstáculo de estructuras locales de poder antidemocráticas.
Un elevado gasto social no garantiza, por sí solo, que la gente empiece a vivir
mejor.
66 La pobreza en su laberinto
mundial más abierto, para lograr una expansión económica sostenida y para aumentar r
el gasto privado y público en desarrollo humano.zf
¡.
l
y fijó metas de alta prioridad para el año 2000: acabar con la desnutrición grave;
extender a toda la población la atención médica y la educación primaria; agua
potable para todos; oportunidades de empleo para incorporar a las mayorías a las
actividades productivas; mejor vivienda para los más pobres." Faltan seis años para
terminar el milenio y estamos muy lejos de alcanzarlas.
¿Qué hay que hacer para que el crecimiento no pase de largo y deje a la gente
rezagada? Hay que invertir mucho en gasto social, pero en gasto social prioritario.
No basta gastar en salud: hay que gastar en salud para los más pobres. No basta
gastar en vivienda: hay que gastar en mejorar la vivienda de los más pobres. No
basta gastar en educación: hay que asegurar que la educación primaria llegue a
todos y que sea de alta calidad y enseñe a aprovechar mejor los recursos naturales.
No basta gastar en infraestructura de salud o educación: esos servicios tienen que
llegar realmente a la gente más pobre y no ser de segunda sino de excelencia. No
basta con promover acceso al crédito: hay que garantizar crédito para los agriculto
res y los empresarios más pequeños. Gastando mucho se puede hacer poco y,
paradójicamente, gastando relativamente poco se puede hacer mucho.
Hay que descentralizar recursos para que lleguen de verdad allí donde hacen
falta para satisfacer las necesidades más básicas. No bastan alivios focalizados
para parchar temporal y fragmentariamente alguna de esas múltiples necesida
des. De nada sirve que la gente reciba pasivamente ayudas fragmentarias. Es
indispensable que los necesitados se conviertan en sujetos activos de su propio
mejoramiento.
Las razones morales para pensar en la gente sobran. Sobran también las razones
egoístas. La pobreza degrada el ambiente. La pobreza es un riesgo de inestabilidad
social y política. La pobreza no favorece al mercado ni a la economía global. La
pobreza invade los reductos de la riqueza: más de 14 millones de personas (y
fueron muchas más) habían emigrado hacia el Norte en 1991 esperando trabajar,
comer y mandar ayuda a sus familias."
¿Qué hacemoscon lospobres"!' 67
a:?0
lLas:prior.idades, p:m:a;~gI 2000 conviene~ a cada' uno.de los países pobres y
convienen,a los ricos, Feno:lbs intereses inmediatos' suelen ser chatos y se desplaza
la raciorurlidad; de,'decístones que tendrían' que ser d:e-emergencia por el lucro a
corto' plazo; Niunerosos políticos yempresarios deJlN6tte; y 'sus-homólogos en el
Sur; siguen sosteniendo a estas alturas-s-cuando la pobreza se multíplíca y la rique
zai Sé conGentra cada vez más- qJié el, trickle doum es.un hechor primero hay que
crear riqueza par~ después repartirla. ¿O esperarán, acaso, que la enfermedad y la
desnutrición acaben antes, con lbs pobres?
Los reformadores impacientes olvidan con frecuencia que los gobiernos pueden cam
biar las políticas pero no pueden cambiar a las sociedades -al menos, no de un día
para otro.79
!
La pobreza en su laberinto j
68 !_
No hay desarrollo en serio sin canales democráticos, sin respeto a los derechos
humanos, sin Estado de derecho. Para desarrollarse, la gente tiene que poder opi-
nar e intervenir: participar, en una palabra. ,
Para cerrar la brecha del desarrollo hay que cerrar la brecha del conocimiento.
Toda la educación debe orientarse al desarrollo, entendiendo que hace falta una
buena formación de niños y adolescentes en ciencias básicas y matemáticas. Hay que
coordinar esfuerzos para lograr acceso a la ciencia y la tecnología modernas y
esforzarse en crear técnicas adecuadas al·mosaico propio de recursos. O atenerse,
sin opciones, a la dependencia del Norte.
Las estrategias para combatir la pobreza no deben presionar irracionalmente,
como se ha hecho en el Norte, sobre los recursos no renovables. Pero la protección
del ambiente global debe ser pareja: es paradójico que el Norte insista en las
medidas que debe tomar el Sur sin querer alterar sus esquemas de producción y
consumo.
Un argumento importante del Informe de la Comisión Sur es que sólo un desa
rrollo auténticamente participativo puede resolver, a largo plazo, la sobrepoblación
del mundo pobre. Sólo dentro de estrategias dirigidas a abatir la pobreza funciona
la planificación de la fertilidad. El control de nacimientos es propio de la mentali
dad moderna y las culturas tradicionales tienden a rechazarlo si no se ofrece como
una opción más para el acceso a una vida mejor. Sus alcances son muy limitados
sin un amplio esfuerzo educativo y de incorporación de las mujeres a mejores
niveles de vida.
El Sur no puede hacerse escuchar cuando se toman decisiones que afectan a este
Hemisferio. Recibe cada vez más las influencias de un entorno asimétrico sobre el
que apenas puede influir. Los países pobres son muy vulnerables y cada día es más
dificil pensar en un desarrollo que prescinda del marco global. ¿Podrán los pobres
fortalecer su capacidad de negociación mediante una cooperación más intensa
entre sus países?
I
70 Lapobreza.en sulaberinto
f .
Deudores prestaría servicios de consulta y asesoría a los países más débiles en sus
negociaciones con el FMly el BM.80
En el campo comercial no hay que limitar las redes de preferencias a gmpos
regionales; conviene fomentar tratos -dírectos, sin intermediarios del Norte; .aso
ciaciones de productores, sobre todo de chocolate, café y té propiciarían la
estabilización de 10s precios. Sería aconsejable promover la creación -de transna
cionales del Sur, que ofrezcan tecnologías más intensivas en mano de obra, ade
cuadas y menos costosas. Habría que favorecer contactos entre empresarios del
Sur y promover flujos horizontales de capitales y tecnologías, .así como acuerdos
de asesoría técnica. Empresas conjuntas podrían producir fertilizantes, maquína
ria, productos farmacéuticos, energía, petroquímícos y bienes básicos. Sería muy
útil un banco de datos sobre .tecnologías, producción y servicios del Sur, inclu
yendo información sobre autoempleo, desarrollo comunitario y Organizaciones
No Gubernamentales. Sería aconsejable incrementar la 'cooperación 'eJilservicios,
en el mejoramiento de transportes y comunicaciones Sur-Sur y en el aumento del
comercio de productos alimenticios para consolidar la autosuficiencia y ayudar a
los países más pobres, sobre todo de África, en las temporadas de sequía y
hambrunas.
Una de las propuestas más interesantes es la creación de 20 centros de ciencia,
alta tecnología y ecología para el mundo en desarrollo. La investigación en tecno
logía agrícola adecuada a los recursos de este hemisferio es prímordral para inter
cambiar experiencias tradicionales en el manejo de ecosistemas y recursos natura
les. Tales -centros facílitariaa, además, acciones conjuntas sobre la capa de ozono yel
efecto invernadero e investigaciones sobre el uso de energía solar y control de enfer
medades tropicales.
En suma, más cooperación entre países del Sur significaría aprovechar la globa
lización en vez de padecerla. Seria contrapesar con comunicación horizontal la
comunicación vertical Norte-Sur que ha prevalecido hasta ahora. Los países más
sólidos del Sur tendrían que asumir su papel abriendo sus mercados y apoyando .el
desarrollo de los más débiles.
La Comisión Sur propuso, en fin, un Secretariado del Sur dentro de las Naciones
Unidas para apoyar a Ios países miembros en el manejo de la interdependencia
global. Los recursos del Sur, incluyendo la información, han permanecido disper
sos, lo que repercute negativamente en [a posibilidad de tomar decisiones conjun
tas. El Norte, en cambio, cuenta con toda la información y todos los mecanismos
para concertar sus decisiones.
Existe, pues, todo un programa coherente que tiene en su contra, sin embargo,
el peso de un cúmulo de intereses favorables al statu quo.
2.4. El modelo neoliberal.
2000
Carlos M. Vilas
¿MÁS ALLÁ DEL "CONSENSO DE WASHINGTON"? UN ENFOQUE DESDE LA
POLíTICA DE ALGUNAS PROPUESTAS DEL BANCO MUNDIAL
América Latina Hoy, diciembre, número 026
Universidad de Salamanca
Salamanca, España
pp. 21-39
Carlos M. Vilas*
Resumen: Durante la última década las recomendaciones de política del Banco MundiSl han puesto énfasis en la reforma
institucional y en un papel más' activo del Estado en la promoción de las transformaciones económicas orientadas hacia el mer
cado. La atención prestada: a estos temas contrasta con la trayectoria previa del organismo, preocupada sobre todo poda ges
tión de los grandes agregados macroeconóoúcos. La nueva temática es presentada como respondiendo a la conveniencia de ir
más allá del 'Consenso de Washington' que influyó decisivamente en las ,reformas estructurales de la década de 1980 e inicios
de la siguiente. Este artículo discute los alcances y limitaciones de la nueva propuesta desde una perspectiva política, poniendo
el acento en las configuraciones de poder que enmarcanlas recomendaciones del organismo. Se reconocen en éstas dos vertíen
tes: una de carácter' doctrinario, preocupada ante todo por completar el programa de reformas impulsado por el 'Consenso', y
otra, pragmática, que plantea la reformulación de algunas de sus premisas en aras de un efecto más equilibrado en términos eco
nómicos y sociales. Aunque difieren en el margen de acción que reconocen para el Estado, ambas variantes comparten un enfo
que que da prioridad a los instrumentos de gestión respecto de los grandes objetivos del desarrollo, reduce la política a admi
nistración y soslaya la historicidad del Estado y de la construcción institucional.
Palabras Clave: Recomendaciones del Banco Mundial, reforma institucional, papel del Estado.
Abstraet: Over the last decade, World Bank's political prescriptions have stressed on institutional reforms and
on a more active role of the State in promoting market-oriented refoms. However, this organism has traditionally
focused on macroeconomic aggregates. TIús new approach is rooted in 'Washington Consensus' and its a decisive
impact on the structural reforrns that took place over the nineties. Tbis paper discusses, from a political perpective,
achievements and lirnitations of this new approach. It emphasizes on me power configurations that frame mis orga
nism' prescríptions. These prescriptions have a double character. On one side, mere is a doctrinary character: me
fulfillment of me package of reforrns. On me other side, mere is a pragmatic character: me reformulation of sorne
of its postulates in order to achieve, in economic and social terrns, more balanced effects. Despite differences in me
attributed State's scope of action, both perspectives emphasize on management tools to achieve me main goals for
development, both of them reduce politics to administration, and both of thern ignore historicity of States and of
institutional frameworks,
Key words: World Bank's prescriptions, institutional reform, State's role.
redescubrimiento de las ventajas del mercado y de las per sugerencias provenientes de esos segmentos del mercado dio
versidades del Estado no obedeció inicialmente tanto a una aval institucional a grupos y actores particulares. Todo ello
reconversión teórica como a la evidencia de la bancarrota en el marco de una victoria del capital frente a la fuerza de
fiscal; la reorientación fue encarada por nec~idad más que trabajo, expresada en el retroceso de los mecanismos de
por opción doctrinaria; las experiencias exitosas del that negociación y de la eficacia de la organización, la moviliza
cberismo y la reaganomics influyeron para transformar la ción y la presión sindicales (WoIfe, 1990; Vilas, 1994a).
necesidad en virtud, así como en la reorientación de las Estos cambios estimularon una mayor concentración de
recomendaciones de los organismos financieros multiláte los ingresos y agravaron la desigual distribución de la carga
rales. El acceso a la renegociación del endeudamiento exter del endeudamiento externo y de los costos y beneficios del
no y al financiamiento fresco fue condicionado a la ejecu ajuste. Más aún, provocaron una modificación radical de las
ción de un conjunto de medidas de ajuste y reestructuración grandes metas sociales que, con desigual compromiso y efi-
orientadas a desmontar los mecanismos intervencionistas y . cacia, habían definido hasta entonces el horizonte de la ges
a ampliar los márgenes de libertad de los mercados. El tión publica. El discurso conservador que explicó la banca
paquete de reformas recibió fuerte impulso del conjunto rrota fiscal por los excesos distributivos del Estado alcanzó
de agencias financieras y de asistencia al desarrollo, guber una notable aceptación y sirvió para justificar los cambios
namentales y multilaterales, algunas de las cuales habían impulsados desde el propio Estado. Los derechos y la orga
otorgado cierto aval al intervencionismo estatal hasta las nización laboral, cuestionados en el pasado en nombre de la
vísperas del estallido de la crisis. No obstante, sería excesi defensa del mundo libre y de su confrontación a las varian
vo atribuir la adopción del enfoque neoliberal exclusiva tes autóctonas del populismo o el comunismo, pasaron a ser
mente a las condiciones impuestas por esas agencias. Las estigmatizados en.nombre de la eficiencia económica y el
premisas centrales del liberalismo económico formaban libre mercado. Los trabajadores y los gobiernos sensibles a
parte de las preferencias de los círculos doctrinarios vin sus demandas fueron responsabilizados de la crisis del capi
culados a los actores económicos más ligados al comercio talismo criollo.
exterior y al sector financiero. Esta circunstancia también El conjunto de recetas recibió el nombre de "Consenso
ayuda a explicar los desiguales alcances y solidez de las de Washington', por la coincidencia de recomendaciones
acciones inspiradas en la teoría. de política económica formuladas por los organismos pro
Los esquemas intervencionistas y proteccionistas fue pulsores de las reformas, todos ellos domiciliados en la capi
ron desmontados o severamente reducidos, transfiriéndose tal de Estados Unidos. En un resumen elaborado por quien
activos y capacidades de decisión a los actores del mercado; más contribuyó a la difusión de la denominación, el "Con
se eliminaron los controles gubernamentales sobre la inver senso' consistía de diez ingredientes de politica económica:
sión, la fijación de precios, el crédito, las transacciones 1) disciplina fiscal;2) priorización del gasto público en áreas
comerciales y financieras internas e internacionales,y se con de alto retorno económico; 3) reforma tributaria; 4) tasas
trajo el gasto social. La consiguiente reasignación de recur positivas de interés fijadas por el mercado; 5) tipos de cam
sos implicó cambios profundos en las relaciones de poder bio competitivos y liberalización financiera; 6) políticas
en la sociedad, que habrían de alcanzar expresión y refuer comerciales liberales; 7) apertura a la inversión extranjera;
zo en la red institucional del Estado. Definido en términos 8) privatizaciones; 9) desregulación amplia; 10) protección
elementales, el poder consiste en la capacidad de conven a la propiedad privada (Williamson, 1990, 1993). En opi
cer u obligar a otros a hacer algo que no estaba en su inten nión de sus voceros, el conjunto de estas premisas debería
ción hacer, o a abstenerse de algo que habrían querido hacer alcanzarel mismonivelde aceptación que los derechos huma
(Stoppino, 1982). Esto se logra movilizando una variedad nos o la lucha contra el racismo, en vez de estar sometidas a
de recursos, entre ellos los de carácter económico. Cuando la controversia entre partidos. Los actores políticos respon
se modifican la distribución y el uso de los recursos, cam sables deberían dar prioridad a la promoción del "Consenso
bian las relaciones entre individuos y grupos sociales, así de Washington" y sacarlo del terreno contencioso del deba
como su jerarquización y capacidades de acción y de impo te político '. En realidad, el "Consenso" resumió las reco
sición de objetivos y metas. mendaciones de política de los programas de ajuste estruc
La reestructuración generó ganadores y perdedores. El tural que el Banco Mundial y el FMI estaban promoviendo
mayor peso reconocido al mercado en la asignaciónde recur con un estilo de "terapia de shock" -según la expresión atri
sos implicó mayor poder de los actores que retuvieron o buida a Jeffrey Sachs en su experiencia boliviana- desde ini
alcanzaron posiciones de gravitación en él. La extraordina cios de la década de 1980 en varias decenas de países.
ria liquidez de la economía internacional, desarrollos impor En América Latina la adopción de estas políticas por
tantes en la tecnología de las comunicaciones electrónicas, gobiernos surgidos de elecciones contribuyó a modificar el
y la amplia desregulación, favorecieron el auge del capital
financiero en detrimento de los sectores productivos. La des
regulación y la mayor liquidez favorecieron importantes 1. Williamson recomendó la adopción del paquete a todo el espec
político, y en particular a los partidos de izquierda. Esto dejaría sub
transferencias de activos que reforzaron la primacía de los tro sistente un conjunto de grandes temas económicos, sobre todo el equili
segmentos más concentrados y centralizados del capital y la brio entre eficiencia y equidad, que debería ser determinado por el proceso
subordinación de las firmas pequeñas y medianas y las que politico. Williamson postuló que la izquierda, entendida como la que da
prioridad a la igualdad sobre la eficiencia, fortalecería su causa adoptan
tenían como referente principal el mercado doméstico. La do la mainstream economics resumida en el Consenso de Washington
mayor sensibilidad de las agencias gubernamentales a las (WILUAMSON,1993).
significado asignado al "Consenso»: éste no se referiría úni El saneamiento de las cuentas públicas redujo los desequi
camente a un acuerdo entre organizaciones burocráticas librios fiscales.Salvoexcepciones -Chile, Argentina y en los
impersonales, sino a la decisión dela ciudadanía de votar últimos años República Dominicana-, las tasas de creci
por los candidatos dispuestos a llevar el programa a la prác miento delproducto se ubican debajo de las que se regis
tica. Variosde los ingredientes del paquete neoliberal habían traron en las tres décadas posteriores a la segunda guerra
sido parte integral de la política económica de regímenes mundial, y son muy sensibles a los vaivenes de la economía
autoritarios o francamente dictatoriales. Hasta la década de internacional; las tasas de la segunda mitad del decenio de
1980 esta circunstancia abonó la identificación entre polí 1990son notoriamente más bajas que las de la primera mitad.
ticas neoliberales y autoritarismo político difundida en La desregulación comercial y financiera alimentó mayores
amplios sectores de la opinión pública y en ámbitos acadé desequilibrios en las cuentas externas, financiados con un
micos", En cambio, en los escenarios diseñados por la cri recurso creciente al endeudamiento. El retomo de la región
sis y las "transiciones a la democracia" el programa neoli a los mercados financierosinternacionales se manifestó entre
beral fue asumido por un buen número de los gobiernos otros aspectos en un crecimiento muy rápido de la emisión
surgidos de procesos electorales. La promoción de la eco de deuda pública. Los procesos de privatización generaron
nomía de mercado y el levantamiento de los mecanismos de ampliastransferenciasde activos desde el Estado hacia inver
intervención estatal se convirtieron en el núcleo estratégi sores privados, con fuerte participación de no residentes. El
co de las "nuevas democracias" latinoamericanas, que pasa modo en que esos procesos se desarrollaron favoreció la
ron a recibir la denominación de democracias de mercado. generación de altas.tasas de rentabilidad en los sectores de
La promoción de una determinada estrategia económica bienes no transables, hacia los cuales se encaminó buena
devino condición de reconocimiento y parámetro de eva parte del nuevo endeudamiento externo, en detrimento de
luación de la calidad y la efectividad del régimen político y los sectores productores de exportables. Persiste la tradi
los arreglos institucionales). cional vulnerabilidad externa de la región, en la medida en
El papel del Estado debería reducirse a su nivel mínimo que el nivel de actividad sigue dependiendo en medida
de provisión de bienes públicos, interpretados éstos en un importante de los precios de sus commodities y de la dispo
sentido restrictivo. El desmantelamiento de los mecanismos nibilidad de financiamiento externo.
de intervención requirió, sin embargo, una previa concen La reestructuración estuvo acompañada por un conjun
tración de facultades decisorias en su aparato institucional, to de manifestacionesde deterioro socialque, contrariamente
necesaria para impulsar la apertura y las desregulaciones, a las hipótesis o justificaciones de los diseñadores y ejecuto
vencer las resistencias y modificar los equilibrios preexis res, fueron más allá de! momento inicial de! ajuste y subsis
tentes. La retracción de la gestión pública en el terreno de ten hasta el presente: fragmentación de los mercados de tra
la economía y de las relaciones sociales fue viabilizada por bajo con tasas altas de desempleo abierto, subempleo y
el fortalecimiento del Estado en cuanto expresión institu sobreocupación; deterioro de las remuneraciones reales;
cional del poder político y en definitiva coercitivo, en fun aumento de la población en condiciones de pobreza; retrac
ción de las nuevas metas y objetivos", La manifestación más ción y pérdida de calidad de la cobertura en servicios bási
frecuente de esta ampliaciónde la soberanía estatal-es decir, cos; degradación ambiental; incremento de la inseguridad;
de su capacidad para imponer decisiones con autoridad fuertes desigualdades sociales. La discriminación respecto
suprema respecto de la población de un territorio (Heller de cuánto este panorama es herencia de la etapa anterior y
1965)- fue la concentración de facultades en el ámbito del cuánto constituye e! aporte de las reformas, cuánto repre
gobierno central y en particular del poder ejecutivo: dele senta las "asignaturaspendientes" del ajuste y cuánto es efec
gación de facultades de competencia parlamentaria, nor to sistémico del mismo, sigue suscitando discusión. Parece
mas legales de excepción o de emergencia, y similares. En fuera de debate, por lo menos, que las reformas han hecho
momentos en que la literatura sobre consolidación de las poco por revertir e! panorama, y en cambio han contribuido
transiciones democráticas abogaba por el acotamiento de
las atribuciones políticas del poder ejecutivo (por ejemplo
2. Por ejemplo PIoN-BERLIN(1983,1989); SHEAHAN (1989) "Nego
Stepan & Skach 1993; Linz & Valenzuela 1994), las exi cios libres y gente presa", resumió Eduardo GALEANO(GALEANO,1976).
gencias de las democracias de mercado reforzaban la tradi 3. El primero en emplear la fórmula "democracia de mercado" fue
cional primacía presidencial respecto de los parlamentos y el presidente William Clinton en su discurso ante la Asamblea General de
la ONU el 27 de setiembre de 1993: "Nuestro propósito conductor debe
los tribunales (Weffort 1992;Vilas 1994b; O'Donne1l1995; ser expandir y fortalecer la comunidad mundial de democracias de mer
Pereira Almao 1997). cado", planteó en esa ocasión. Días después Anthony Lake, entonces ase
sor de seguridad nacional, convirtió el planteamiento presidencial en una
nueva doctrina de política exterior: "La sucesora de la doctrina de con
tención debe ser una doctrina de ampliación (a doctrine of enlargement):
1I. DEL "ESTADO MÍNIMO" AL "ESTADO la ampliación de la comunidad libre mundial de democracias de mercado"
EFECTIVO" (LAKE, 1993).
4. Existe amplia evidencia empírica de que en la práctica el ajuste
estructural ha requerido de un Estado fuerte, políticamente comprometi
El ajuste produjo resultados de signo variado. L~ región do con las reformas y relativamente autónomo, sea democrático o no. Cfr
alcanzó una relativa estabilidad de precios -sobre todo en por ejemplo NELSON(1989, 1990); STALLINGS (1990); LAFAY & LECAlLLON
comparación con la década inmediatamente anterior- y reto (1993). Este fenómeno puede ser interpretado como un caso particular del
incremento de la acción estatal que se registra en los periodos de transición
mó la senda de! crecimiento. Se reanudaron los flujos de entre estilos de acumulación, y de cambios profundos en las relaciones de
financiamiento externo y se dinamizó e! comercio exterior. poder económico y político (VILAS, 1995).
bastante a preservarlo (Altimir 1994, 1999¡jiménez 1996¡ En la segunda posguerra formó parte de las recomendacio
Berry 1997¡Morley 1998). Con más de cien países ejecutan nes de política inspiradas en el Punte N .del gobierno del
do las reformas y ajustes durante más de una década, los fru presidente Harry Truman, y volvió a aparecer en América
tos recogidos en términos de crecimiento, sustentabilidad y Latina en los afíos sesenta en la agenda asociada a la Alianza
bienestar son magros, para el Progreso y a algunos programas de la Agencia para
El balance del ajuste puso de relieve que no sólo en el el Desarrollo Internacional (AID). Resurgía ahora en un
terren.ode los asuntos sociales y del bienestar Ios resultados informe del Bance Mundial sobre el desarrollo del Africa
distaban de ser satisfactorios, El enfoque predominante meridional (Werld Bank, 1989),dende se afirmaba que sub
mente fiscalista de las privatizaciones determinó que las con yacente a la persistencia de los problemas de desarrollo de
sideraciones respecto del desempeño técnico de les nuevos Africa existía una crisis de desempeñe de las agenciasguber
titulares y la calidad de los servicies ofertados mereciera namentales.encargadas de promoverlo (p. 60). La falta de
menos atención que los recursos fmancierosque podían apor suficientes capacidades gubernamentales y la persistencia de
tal' a economías con serios desequilibrios en sus cuentas modalidades de ejercicio patrimonialista del poder y de com
públicas. El traspaso al mercado de activos y de decisiones, portamientos estatales predatorios, eran responsables de les
y la desregulación amplia del comercio y las fmanzas, dio fracases económicos.
pas.o con mucha frecuencia a la exacerbación de aspectos En su Informe sobre el desarrollo mundial correspon
profundamente arraigados en la cultura empresarial: bús diente a 1991 el Bance dedicó un capítulo espedfico al papel
queda de rentas, prácticas cuasi monopólicas y comporta que el Estado está llamado a desempeñar en el-proceso de
mientes clientelistas. Varios de los más importantes proce desarrollo (Banco Mundial 1991: 150-172). Aparece aquí
sos de privatización de activos dieron lugar a sonados por primera vez la expresión "enfoque amistoso con el mer
escándalos político-financieros y a la generación de cuasi cado" (market-friendly approach), aparentemente un inven
rentas de monopolio por las firmas adjudicatarias, .o por 1.0 te del entonces vicepresidente Lawrence Summers. Por tal
menes carecieron de la transparencia que la opinión públi se entiende un estilo de intervención estatal orientada a for
ca demandaba. La modernización de la economía no fue talecer al mercado y optimizar su eficiencia. El informe rei
incompatible, y a menudo encubrió, tanto la reproducción tera les riesgos que se derivan de la tendencia al fracaso de
y el fortalecimiento de estructuras patrimonialistas, corno la la gestión estatal en la economía: corrupción, rentisrno, dese
manipulación de las políticas de reforma en beneficio de gru quilíbríos fiscales,inestabilidad. Reconoce, sin embargo, que
pos particulares. El "riesgo moral" en la empresa privada la intervención del.Estado no es de por sí indeseable¡muchos
demostró ser tan frecuente como la corrupción del sector tipos de intervención "sen esencialespara que las economías
público y sin una correlación puntual con ésta¡ la elimina cristalicentodas sus posibilidades": mantenimiento del orden
ción de los controles públicos y la activa red de contactos público, inversión en capital humane, construcción y repa
empresariales informales con las agencias estatales amplia ración de obras de infraestructura, protección del medie
ron el espacio para que aquél alcanzara múltiples expresio ambiente. En todas estas esferas los mercados son deficien
nes. Con cierta frecuencia las elites empresariales tradicio tes y la intervención del Estado se hace necesaria: no para
nales o de .nuevo cuño manipularon las reformas para reemplazar a les mercados, sine para fortalecerlos y com
fortalecer su propia posición de peder en el plano político plernenrarlos. Es imprescindible crear instituciones más efi
y en el mercadeo Por su lado, no pecas organizaciones no caces, mejorar la estructura administrativa, elevar la eficien
gubernamentales y del llamado tercer sector mostraron pro cia de las burocracias públicas, racionalizar el gaste público
pensión a comportamientos dientelistas, p.oca transparen
cia en sus asignaciones y ejecuciones presupuestarias, y una
fuerte dependencia respecto de fuentes gubernamentales de 5. Las reformas en las llamadas •economías en transición" (la ex
financiamiento externo'. uRSS y el antiguo bloque soviético) constituyen ejemplos paradigmáticos
tanto de la capacidad de las viejas élites polIticas para metamorfosearse en
Estas cuestiones contribuyeron a poner en duda la razo lll1anueva burguesía gracias a la preservación de su control del poder esta
nabilidad de la hipótesis del Estado mínimo. La fe en la auto tal, como de la tolerancia y colaboración financiera de algunos gobiernos
regulación del mercado no fue abandonada, pero se reco y agencias multilaterales occidentales. Algunos estudios informan que dos
tercios de los más prominentes'empresarios de Rusia, 80 por ciento de los
noció que un determinado ejercicio de las capacidades nuevos millonarios rumanos. y la mitad de los más altos ejecutivos empre
estatales podía contribuir significativamente a mejorar su sariales de Polonia, provienen de las nomenclaturas comunistas (Liebich,
funcionamiento, o p.or 1.0menos a remover los obstáculos a 1997). Menos espectacular, la manipulación clientelista de las reformas tam
bién está presente en otras latitudes. La revista especializada LatinFinance
tal fin. Los fracasos y las distorsiones del ajuste, y las rigide tituló su nota de tapa dedicada a la privatización de TELMEX, el mono
ces y sesgos del mercado fueron imputadas al mal manejo polio telefónico estatal mexicano, "A very priuate alfai,." (N° 34, Marzo
de las políticas públicas .oa la falta de una aut.oridad efecti 1992). En Ecuador, el vicepresidente Alberto Dahik, a cargo del programa
de privatizaciones, debió abandonar el cargo y el país en medio de fuertes
vamente desvinculada de l.osintereses particularistas. En esta acusaciones de malversación de fondos, y continua prófugo desde entun
línea de raz.onamient.o, las fallas en el ajuste se debían, en ces. Conaghan et al. (1990) discuten la cuasi privatización de las agencias
definitiva, a pr.oblemas de ejecución, much.omás que a cues gubernamentales en lo región andina en el marco de las reformas neolibe
rales. CeNCHE1RO BóRQUEZ(1996) presenta el caso del gobierno de Carlos
ti.onesde diseñ.o .ode c.ontenid.o.El Estad.odebía ponerse a Salinas de Gortari. FAZle (1997) y AsPIAZU(1998) enfocan divmos aspec·
punt.o, y p.oner a punt.o a la s.ociedad, para la ejecución exi tos de las relaciones particularistas gobierno/empresas en el marco de las
tosa de las ref.ormas_ reformas macroeconómicas en Chile y Argentina. Vn_AS (1996) se refiere a
este tema con relación a Centroamérica. KRUI]T (1992) discute los alcan
La preecupación de les pregramas de ayuda al desa ces, limitaciones y deformaciones de las organizaciones no gubernamenta
rrolle per la calidad de la gestión pública no era neved.osa. les, en el marco o como efecto, del ajuste económico.
y descargar al Estado de las funciones y competencias que multilaterales y gubernamentales, y en la literatura acadé
el mercado desempeña mejor, privatizando o reformando mica de los Estados Unidos. Los estudios sobre la economía
profundamente las empresas de propiedad estatal. A estos política de la reforma, típicos de la segunda mitad de los
efectos el Banco recomienda impulsar reformas tributarias años ochenta-e inicios de la década de! noventa, cedieron
y del sector financiero, privatizar activos'y priorizar la inver terreno a la preocupación por la ingeniería institucional 6.
sión en rubros como educación, salud, nutrición, planifica En 1993, después de meses de discusiones internas y de
ción familiar y beneficencia, infraestructura, protección del negociaciones políticas con algunos gobiernos miembro, e!
medio ambiente; todo ello en un marco democrático con Banco Mundial publicó su versión del acelerado y sosteni
participación de la sociedad civil. Señala asimismo la nece do desarrollo industrial en e! sudeste de Asia (World Bank,
sidad de voluntad y compromiso político para llevar ade 1993a).El documento reconoce e! papel estratégico desem
lante el desarrollo (p. 10) e insiste en la importancia que para peñado por la intervención estatal en 'el lanzamiento y sos
ello revisten la seguridad del derecho de propiedad, un régi tenimiento de! más exitoso proceso de desarrollo capitalis
men jurídico adecuado, un poder judicial eficiente y la super- ta de la segunda posguerra, aunque plantea la posibilidad
visión de la banca. ' , de que similares éxitos se habrían podido alcanzar sin esa
En 1992 el Banco publicó un informe en el que destacó intervención; la causa fundamental de! éxito del desarrollo
la relevancia estratégica de la calidad de la gestión pública del Asiasudoriental descansaría en su sostenida orientación
para e!éxito de las reformasneoliberales (World Bank, 1992). exportadora, mucho más que en las modalidades de inter
El autodesmantelamiento del Estado (por ejemplo desregu venciónestatal (p. 367) De hecho.Ia lectura del informe reve
laciones y privatizaciones),que usualmente implica Un refuer la la intención de presentar el desarrollo de esa parte de Asia
zo de la actividad estatal, demanda una gestión institucional como una aplicación creativa de los fundamentos de la teo
eficaz. Según el Banco, la buena gestión pública se refiere ría neoclásica y de! enfoque amistoso hacia e!mercado, más
tanto al desempeño de las agencias gubernamentales como que como otro camino para alcanzar el desarrollo. El Banco
a la promoción de la sociedad civil, entendida ésta como e! insistió en su firme adhesión a la teoría neoclásica y al enfo
conjunto de asociaciones voluntarias, no gubernamentales, que del gobierno de Estados Unidos en materia de finan
involucradas en diversos aspectos de la promoción y el desa ciamiento internacional al desarrollo. De todos modos el
rrollo social y la vida democrática. En los programas de! documento admitió, aunque con renuncia, e! papel desem
Banco la promoción de la sociedad civil está ligada al mejo peñado por diversas modalidades de planeamiento e inter
ramiento de la responsabilidad, la legitimidad y la partici vención estatal directa que-iban en contra de las premisas
pación de los actores sociales,y a la transparencia de sus ins centrales de esa teoría: políticas sectoriales activas; selecti
tituciones y procesos; estos factores dotan de poder a la vidad crediticia; acuerdos entre agencias gubernamentales
sociedad civily reducen el de! Estado. La congruencia entre y empresas; proteccionismo a líneas de inversión promovi
las políticas públicas y su efectiva implementación, y la asig das; regulación de la cuenta de capital; priorización del aho
nación y uso eficiente de los recursos públicos se ve favore rro interno como fuente principal de financiamiento de la
cida cuando los funcionarios están obligados a dar cuenta inversión.Al mismo tiempo el informe puso énfasisen moda
de! modo en que ejercen sus funciones y son responsables lidades más ortodoxas de gestión pública, como desarrollo
de los resultados. Los gobiernos deben proveer normas de recursos humanos y construcción y mantenimiento de
legales que garanticen e! funcionamiento de 'los mercados y infraestructura. Sobre todo insistió en los riesgos que impli
protejan los derechos de propiedad. Sin un réginien de dere caría intentar reproducir, en otras áreas de! mundo en desa
cho estable, la suerte de las empresas y de los individuos rrollo, los estilos de relación Estado/empresas característi
queda librada a la voluntad de las camarillas gobernantes. cos de! sudeste de Asia 7.
La construcción de una buena gestión pública se basa Estos documentos prepararon el terreno al informe sobre
en tres niveles de transformaciones. En e! nivel institucio el pape! del Estado en las reformas económicas (World Bank,
nal, implica la creación de un Estado "neutral", protegido 1997).Si bien debe considerárselo un desarrollo de las ideas
de las presiones particularistasde los actores ptivados y sobre ya formuladas en el documento de 1991, en varios aspectos
todo 'de aquéllos más comprometidos con e! régimen políti este informe avanza respecto de las ambigüedades del docu
co-económico que se intenta reformar; en el nivel social mento sobre e! desarrollo del sudeste de Asia. Reconoce la
requiere la creación de una esfera pública no gubernamen conveniencia, en ciertos casos, de una orientación estatal
tal (la sociedad civil);en el nivel personal plantea la creación temporal y admite que algunos aspectos de la experiencia
de un yo (self)imbuido de individualismoy de pautas modero asiáticade mercados gobernados reviste interés para las eco
nas de conducta. El referente histórico de! Banco Mundial nomías en desarrollo. Al mismo tiempo insiste en la prima
es el proceso de modernización y desarrollo del capitalismo cía de los fundamentos económicos en su versión neoclásica,
en Inglaterra entre los siglos XVI y XIX. Toma como ejem
plo la transformación de la esfera institucional británica en
el siglo XVII, con la creación del Banco de Inglaterra, una 6. La incorporación de la problemática institucional a los estudios
del Banco Mundial se apoyó en el resurgimiento de los enfoques institu
reorganización de las finanzas públicas, e! aseguramiento de cionalisras en los estudios políticos en las universidades de Estados Unidos
los derechos de propiedad, las leyes de patentes, y la libera desde mediados de la década de 1980 y estimuló mayor desarrollo de los
ción de los mercados (p.7). mismos. Vid por ejemplo EVANS,RUESCHMEYER & SKOCPOL(1985); BREN·
NAN& BUCHANNAN (1985); NORTH (1986, 1990); WEISBERG (1986); etc.
Este documento tuvo fuerte impacto en las recomen 7. WADE (1997) expone los pormenores de las discusiones y nego
daciones de política de! Banco Mundial y de otras agencias ciaciones que rodearon la elaboración de este estudio.
y en la legitimación de la gestión estatal por su capacidad boys-, la mafia de Berkeley en Indonesia y la pandilla de los
para ampliar los espacios de libertad de los mercados s. cuatro en Tailandia" (p. 83).
El desarrollo requiere un Estado efectivo, que desem
peñe un papel catalítico y facilitador, estimulando y com
plementando las actividades" de la empresa privada y los m. ¿MÁS ALLÁ DEL "CONSENSO"?
individuos" (pág. ili). El desarrollo dominado por el Estado
ha fracasado, pero también ha fracasado el desarrollo sin A lo largo de la década de 1990 el Banco Mundial argu
Estado. "Sin un Estado efectivo, el desarrollo sostenible, mentó respecto de la necesidad de incluir las instituciones y
tanto económico como social, es imposible" (p. 1).El Estado la gestión pública en el conjunto de cuestiones que deben
es central en el desarrollo económico y social en la medida ser sometidas a reforma a los fines de aumentar la eficacia
que su papel sea de facilitador, socio y catalizador de la ini de sus programas de ajuste estructural y dinamizar los pro
ciativaprivada, no de proveedor. Para que el bienestar huma -cesosde desarrollo. También otros organismos multilatera
no avance,las capacidades estatales-defmidas como la habi les incorporaron a sus agendas la preocupación por la refor
lidad de emprender y promover eficientemente acciones ma institucional (por ejemplo, OECD 1990; UNDP, 1991),
colectivas (tales como ley y orden, salud pública e infraes La orientación amistosa al mercado requiere mejorar el fun
tructura básica- deben aumentar. La efectividad del Estado cionamiento de las instituciones públicas y la formulación y
es definida como el resultado de emplear las capacidades ejecución de las políticas gubernamentales, elevar la calidad
para hacerse cargo de la demanda de la sociedad acerca de y la eficacia de la gestión estatal, así como reducir los con
esos bienes. troles políticos o fiscales y ampliar los márgenes de acción
Cinco tareas fundamentales componen el núcleo de la de los mercados. El ajuste económico resumido en el
misión de cualquier gobierno, sin las cuales no es posible el "Consenso de Washington" y más en general, e! exitoso fun
desarrollo sostenible, compartido y reductor de pobreza: cionamiento de la economía, demandan reformas profun
establecimiento de un marco legal; mantenimiento de un das en el diseño y funcionamiento del aparato estatal, i¡ no
ambiente político no distorsionante, incluyendo estabilidad sólo la reducción de éste a su expresión mínima. La cues
macroeconómica; inversión en servicios sociales básicos e tión es la eficaciá de! Estado, una vez que éste ha alcanzado
infraestructura; protección a los vulnerables, y al medio su tamaño óptimo. Esta es, se afirma, la dimensión ausente
ambiente. La fuerza distintiva del Estado en estos terrenos en e! "Consenso de Washington".
es su poder para imponer tributos, prohibir, castigary reque Es posible reconocer dos enfoques de política en las
rir participación (p. 25). Un Estado eficaz se caracteriza por propuestas de complementación, según elgrado de su adhe
su capacidad para establecer las reglas en las que se susten sión a la formulación original de! "Consenso" y e! distan
tan los mercados y que les permiten funcionar adecuada ciamiento respecto de las premisas fundamentales de la eco
mente. Los países con pobre capacidad estatal deberían con nomía neoclásica. De manera descriptiva se hará referencia
centrarse en la provisión de bienes públicos exclusivamente, a ellos como enfoques doctrinario y pragmático. El prime
como salud, educación e infraestructura, que generan gran ra plantea un conjunto reducido de reformas instituciona
des retornos en cuanto producen externalidades positivas les orientadas a mejorar la eficacia de las recomendaciones
hacia toda la sociedad (p. 52). de! "Consenso". El segundo cuestiona algunas de las pre
La reforma del Estado debe mejorar la capacidad de éste misas del "Consenso", señalando la necesidad de regula
para atender los aspectos esenciales para el crecimiento eco ción estatal en terrenos en los que e! mercado libre no basta
nómico: comercio libre, mercado de capitales libre, y des para proveer desarrollo.
regulación de las inversiones. El Estado debe convertirse en Burky y Perry (1998)representan claramente la posición
socio y facilitador, orientando a los mercados, asegurando doctrinaria '. Siguiendo a North (1990), definen las institu
el cumplimiento de los contratos, garantizando la obser ciones como normas que configuran el comportamiento de
vancia de los principios de una economía sana y promo organizacionese individuos dentro de una sociedad. Pueden
viendo el mayor desarrollo de los mercados. Con tal fin es ser formales (constituciones, leyes, reglamentos, contratos,
conveniente que las agencias estatales encargadas de esta procedimientos internos de determinadas organizaciones) o
misión permanezcan protegidas de las presiones particula informales (valores y normas) (p. 2, 11) In. El documento
ristas de los actores del mercado. El informe destacala impor
tancia de la concentración de autoridad política en algunas
8. El informe de 1997 es representativo de los cambios introduci
agencias centrales de elite: la unidad de privatizaciones dos en las orientaciones generales del Banco Mundial con la llegada de
dependiente de la presidencia de México en el sexenio de James Wolfensohn y James Sríglirz a la presidencia y vicepresidencia, res
Carlos Salinas de Gortari (p. 63); el MITI japonés y el pectivamente.
9. En e! momento de publicarse este documento Shahid Javed Burky
Economic Planning Board en Corea (p. 83). De acuerdo al y Guillermo Perry eran, respectivamente, Vicepresidente y Economista Jefe
Banco, en la década de 1980 Chile "parece haber desarro de la oficina regional para América Latina de! Banco Mundial.
llado el tipo de espíritu de cuerpo entre los altos funciona 10. Para NORTIl(1990) las instituciones son las reglas del juego, las
limitaciones de cualquier tipo que los seres humanos crean para interac
rios públicos, que ha promovido asociaciones (entre agen tuar en la sociedad. Las instituciones pueden ser fonnales o informales, Su
cias públicas y firmas privadas: CMV) en la tecnocracia función principal consiste en reducir la incertidumbre estableciendo una
indonesia yen el MITI japonés, entre otros". "Más sor estructura estable de interacción. El objetivo de North es elaborar una
teoría de las instituciones sobre la base de las elecciones individuales.
prendente aún son los paralelos que pueden reconocerse North no repara, o no asigna importancia, a l. diniensión de toda instiru
entre el grupo de asesores de alto nivel en Chile -los Chicago ción en cuanto estructura de poder. Ni todos los seres humanos cuentan,
pone énfasis en la reforma de las normas que determinan Joseph Stiglitz (hasta hace poco vicepresidente de! Banco
los incentivos, no relacionados a precios relativos, para el Mundial) admite que el buen funcionamiento de.los merca
comportamiento de los individuos y las organizaciones. "Las dos requiere políticas de regulación fiscal, fomento de la
instituciones eficientes deben proveer reglas claras, amplia competencia, desarrollo de la educación, estímulosa la trans
mente conocidas, coherentes; predecibles, creíbles y uni misión de tecnología y fomento de la transparencia, temas
formemente aplicadas". A su vez la capacidad de adapta todos ausentes del "Consenso de Washington". Hacen falta
ción de las instituciones a las circunstancias cambiantes de políticas específicas. El Estado debe complementar al sec
la economía asegura que la estructura de incentivos se aco tor privado y la actividad estatal debe ser más efectiva. La
mode a los cambios tecnológicos,las preferencias de la socie privatización sin fomento de la competencia y sin regulación
dad, los factores externos e innovaciones institucionales en favorece la búsqueda de rentas. En esto la empresa privada
otros lugares (p. 27). . . no es distinta de la empresa estatal. La cuestión central es el
Las recomendaciones de Burky y Perry se centran en monopolio u oligopolío, no el tipo de derechos de propie
"cuatro sectores clave": finanzas, educación, justicia y admi dad: "la importancia de la competencia es mayor que la de
nistración pública. En el primero argumentan sobre la nece la propiedad". A no ser que la economía sea de verdadera
sidad de establecer redes de protección financiera frente a competencia, los beneficios del libre comercio y la privati
las recurrentes crisis, mejorando la información a la que tie zación serán disipados en la captura de rentas y no dirigidos
nen accesolos depositantes respecto de la calidad de las ope a la creación de riqueza. Si la inversión pública en recursos
raciones y la cartera de los bancos. La red también debería humanos y transferencia de tecnología son insuficientes, e!
reducir el riesgo moral que podría verse estimulado por la mercado por sí solo no llenará la brecha". Hacer funcionar
existencia de la red -en cuanto la protección que ella ofre bien los mercados" requiere algo más que una baja inflación;
ce a los inversionistas podría favorecer comportamientos requiere regulación fiscal,políticaspara la competencia, polí
especulativos 11. En materia educativa recomiendan avanzar ticas que faciliten la transmisión de tecnología y promuevan
en la reforma, dando mayor fuerza a esquemas de descen la transparencia, por sólo citar algunos aspectos no tratados
tralización, privatización de las prestaciones y del financia por el Consenso de Washington" (Stiglítz, 1998).
miento, introducción de mecanismos de competencia entre La posición de Stiglitz es más novedosa en cuanto al
prestadores, y vinculación de la remuneración del personal enfoque de las relaciones Estado/mercado, que en lo refe
docente a su desempeño. Ponen acento asimismoen la nece rente a accionesconcretas de política. Por esto mismo, impli
sidad de desmontar las resistencias corporativas a una mayor ca un cuestionamiento mayor del "Consenso". Las expe
reforma que pueden provenir de la acción sindical de los riencias exitosas de desarrollo en e! sudeste de Asia han
maestros. En el terreno de la administración de justicia reco ejercido influencia en el reexamen de las relaciones Es
miendan modificar la política salarial e introducir esquemas tado/mercado aquí recomendado, por más que se recono
de remuneración de los jueces de acuerdo a su desempeño; ce que no existen al respecto recetas o recomendaciones
la medida debería estimular la aceleración de los procesos y genéricas válidas para todo el mundo o en todo lugar (vid.
definir un sistemade premios y castigospecuniarios que dife también Stiglitz, 1997).
rencie entre jueces eficientes e ineficientes. El sistema legal,
inspirado en el modelo francés, debería ser sustituido por
un esquema más ágil, que brinde mayor protección a los IV. DISCUSIÓN
derechos de las minorías en materia económica y financie
ra. Finalmente, en materia de administración pública reco El carácter estratégico de la intervención estatal para la
miendan mayor impulso a la descentralización, estímulo a la superación del atraso económico es admitida por la teoría
transparencia, desarrollo de modelos alternativos de gestión económica por lo menos desde el estudio de Veblen (1915)
que mejoren la calidad de las respuestas a las demandas del sobre e! desarrollo industrial de Alemania y la posterior
mercado y la sociedad. ampliación de su tesis por Gershenkron (1962) ". En esta
En su versión doctrinaria las propuestas de avanzar"más línea de pensamiento, la investigación de Johnson (1982)
allá del Consenso de Washington" deben ser vistas como sobre el MITI japonés, y una nutrida producción académi
intentos de complemento del "Consenso", más que como ca posterior, destacaron el papel de varias agencias guber
hipótesis de políticas alternativas; se advierte fácilmente su namentales en la exitosa promoción de! desarrollo en varios
vinculación con las recomendaciones formuladas en el infor países del sudeste de Asia. Existe una coincidencia amplia,
me del Banco Mundial de 1991,resumido en la sección ante en estos análisis, en reconocer que un marco institucional
rior. Se trata básicamente de encarar las que se estima tare eficiente mejora las perspectivas de éxito de las políticas
as pendientes del ajuste y de mejorar la implementación de
las políticas, de ahí la necesidad de la reforma institucional. en términos efectivos, con la misma capacidad para crear instituciones, ni
Son acciones de política que figuran desde hace años en la la creación institucional es simplemente un acto de racionalidad individual.
agenda de las reformas de tipo neoliberal; el aporte de Burky 1l. La necesidad de reducir la especulación financiera y dotar de
mayor responsabilidad a los bancos y a los inversores se encuentra presen
y Perry consiste, más que en una innovación sustantiva, en te en algunas iniciativas recientes del FMI -por ejemplo, el "Código de
la recolección de un número de acciones dispersas bajo una Basilea' sobre comportamiento y responsabilidades bancarias, y recomen
denominación sencilla y de amplia acogida. daciones de complementación entre Jos sectores público y privado. Cfr tamo
bién FlsCHER(1999).
Desde una perspectiva pragmática, aunque sin romper 12. Vid también KrrCHING (1982) y PlPrroNE (1994) -quien plantea
lanzas con los postulados básicos de la economía neoclásica, una interesante distinción entre atraso económico y subdesarrollo (pp, 26-28).
estatales, aunque hay tendencia a soslayar las diferencias de grandes cambios en la sociedad y en el Estado, y tiene
nacionales en materia de arreglos institucionales y de ins poco que ver con ideologías' particulares; "Para que las
trumentos de gestión, para identificación de un modelo "armonías económicas" subsistan la ciencia política no debe
-regional, Más que las similitudes o coincidencias.en los ins preocuparse por la organización del Estado, sino simple
trumentos, destaca en las experiencias exitosas del sudeste mente de su función", expresó Fréderic Bastiat, el filósofo
de Asia la estrecha vinculación de la gestión pública a un liberal de la economía (apud Sampay 1944: 57). Su reco
conjunto de grandes objetivos nacionales que orientaron la mendación acopla bien con la utopía marxista de "sustituir
acción del gobierno y modelaron la construcción institu el gobierno de los hombres por la adrninistración de las
cional (cfr. Weder, 1999). cosas" (Marx, 1859) y la burocratización de la conducción
Desde la perspectiva de la teoría política, una gestión política en los regímenes de tipo soviético. Ambas reapare
pública de alta calidad se fundamenta en los principios bási cen en los intentos de proscripción de la actividad política
cos de un régimen democrático, aunque la relación entre no gubernamental por las dictaduras militares de las déca
calidad de la gestión y tipo de régimen político dista mucho das pasadas en Brasil, Chile o Argentina, y en las afirmado
de ser unívoca. La responsabilidad pública de los funcio
nes contemporáneas del fin de la política (por ejemplo
narios, el acceso de los ciudadanos a información guberna
Mulgan, 1994;Guehénno, 1995).
mental, el control popular de las acciones de gobierno, la
En virtud de este reduccionismo, el Estado queda va
separación entre el patrimonio público y el patrimonio de
ciado de política en cuanto ésta es ante todo construcción,
los funcionarios, la tributación como obligación ciudada
ejercicio y discusión del poder. La atención se dirige fun
na, son todos ingredientes de un régimen político que apun
tan, entre otras cosas, al buen uso de los recursos públicos, damentalmente al funcionamiento de las instituciones públi
algo que usualmente se asocia con la democracia y el buen cas; la problemática propiamente política de la construc
gobierno. En particular hay que mencionar la vinculación, ción estatal y del desarrollo es diluida y remplazada por la
que se remonta por lo menos al siglo xm, entre partici cuestión de la administraci6n de una determinada configu
pación política y tributación. En cuanto el financiamiento ración de poder que se supone constante. La discusión de
del Estado proviene siempre, en definitiva, de los recursos los grandes objetivos de la acción política -el desarrollo, el
que extrae de la sociedad, existe una obligación legale inclu bienestar, la integración social, u otros- se desplaza hacia
so ética de los funcionarios de dar un uso correcto al pro el comentario y las recomendaciones sobre el modo de
ducto de esa exacción -vale decir, asignándoles el destino desempeño de los instrumentos y la administración de los
definido por los ciudadanos y sus representantes, y gestio recursos. En este enfoque, los actores significativos de la
nándolos con eficiencia ". acción política son siempre actores estatales: burocracias
En líneas generales, el sector público en América Latina civiles y militares y, en general, personal dotado de deter
presenta déficit serios en materia de eficacia, eficiencia, asig minadas destrezas técnicas. La "política desde abajo", vale
nación de recursos, transparencia en la ejecución de los mis decir, la que corre por cuenta de los actores no estatales, se
mos, alcance y oportunidad de los mecanismos de fiscaliza legitima y es promovida en la medida en que complementa
ción y control. La necesidad de encarar estas cuestiones se a la que se ejerce desde el Estado en función de los objeti
apoya tanto en los principios básicos de un régimen demo vos perseguidos o tolerados por éste.
crático o en la funcionalidad de una buena administración Al contrario, desde una perspectiva más dinámica, el
como, de manera más inmediata, en los compromisos finan Estado es ante todo la institucionalización de las relaciones
cieros externos asumidos por la mayoría de los gobiernos, de poder en la sociedad y de su articulación con el sistema
que demandan una severa racionalización fiscal. Señalar las internacional de relaciones políticas, comerciales y finan
deficiencias del sector público no debería llevar a pensar que cieras.Esta dimensión sustantiva se hace explícita y se desen
el sector privado está libre de problemas, por más que en vuelve en el funcionamiento cotidiano de las agencias públi
años recientes tanto en el terreno de la política como en el
cas (gobierno central, tribunales, etc.) y en sus múltiples
de la academia sea más notoria la preocupación por aqué
relacionescon la sociedad y el mercado. Ello no significa que
llas que por éstos 14. Fácilmente se advierte que unas y otras
en el nivel orgánico o institucional el Estado se presente siem
no se compensan ni se disculpan recíprocamente, más bien
pre como una unidad homogénea; instituciones particulares
se potencian. La discusión crítica de las propuestas de refor
ma institucional del Banco Mundial y de los alcances y limi pueden expresar y movilizar diferentes arreglos sectoriales
taciones reales de la afirmación de ir "más allá del Consenso de poder. Existe, sin embargo, una coherencia básica que
de Washington", que se presenta en esta sección, no debe mantiene el potencial de conflicto entre agencias -y entre
ría ser entendida, por lo tanto, como una justificación,mucho
menos una defensa, de lo malo realmente existente. 13. BRESSER PERElRA (1999a, 1999b:83·97) resalta la vinculación entre
uso correcto de los recursos públicos y derechos de ciudadanía, aunque
para ello no es necesario, como plantea Bresser, una reformulación de la
Política y administración teoría de la ciudadanía o la identificación de unos derechos republicanos
diferentes de los derechos ciudadanos.
Destaca en los documentos del Banco Mundial, ante 14. Caso ilustrativo de este sesgo es GIDDENS(1998). En su propuesta
todo, la reducción del Estado a su dimensión operativa de de una "tercero vía" para la socialdemocracia europea, Giddens se expla
ya sobre las necesidades de reforma y modernización del Estado y de la
gestión pública. Es éste un aspecto característico de todo sociedad civil, con interés considerablemente menor respecto del mercado
actor instalado en la cúspide del poder político en momentos yel mundo de las empresas.
los arreglos de poder que ellas Institucionalizan- dentro de de la gestión pública requiere, en cada escenario institucío
márgenes aceptables de gobernabilidad ", naly sociopolítico,la consistencia del diseño de las políticas
El modo en que un Estado lleva a cabo la administra con los objetivos que se-persiguen, así como coherencia en
ción de sus recursos y la gestión de sus políticas es analíti la gradación o jerarquía que se reconoce entre ellos. El dise
camente díferenciable de esos arreglos de poder, pero guar ño de las políticas públicas es, fundamentalmente, un tema
da respecto de ellos una relación de adecuación básica. Las de técnicas e instrumentos; lo segundo es, ante todo, mate
capaddades de gestión estatal tienen como referencia y hori ria de la política en cuanto ésta se refiere al deber ser del
zonte los objetivos de la acción política, y éstos siempre desempeño público. Es también materia de la política la elec
expresan, de alguna manera, los intereses, metas, aspiracio ción entre diferentes opciones instrumentales. La .otra con
nes, afinidades o antagonismos del conjunto social y de la sideración se refiere a la eficiencia de las políticas públicas.
[erarquizaciónrecíproca de sus principales actores. No exis Eficiencia es en el fondo una cuestión de costo/beneficio,
te un tamaño óptimo del Estado -sea "mínimo", "máximo" de definiciónde criterios respecto de cuánto se está dispuesto
o de otra índole- al margen de los actores socialesque deter a pagar para alcanzar determinados resultados, de qué natu
minan su comportamiento y de los objetivos que los orien raleza son los costos a considerar (económicos, políticos, de
tan. La relación entre la gestión pública, la estructura socio prestigio, etc.) y de quién o quiénes deberán hacerse cargo
económica y las orientaciones políticas del Estado siempre de ellos. Ésta es también una decisión eminentemente polí
es.estrecha 16. Los estilos de gestión de los recursos públicos, tica en cuanto siempre tiene como referente las relaciones
y la conceptualizaciónmisma de ciertos recursos como públi de poder entre determinados actores y de éstos con relación
cos, guardan una vinculación íntima con los objetivos a los al Estado; se sabe desde hace mucho tiempo que una de las
que apunta dicha gestión y, por lo tanto, con la configura manifestaciones más claras del poder político consiste en la
ción de la estructura de poder de la que esos objetivos deri capacidad de hacer pagar a otros los costos de las acciones
van. Así,el esquema de gestión burocrática es típico de esce encaminadas a alcanzar los objetivos de quien lo ejerce. La
narios sociopolíricos de.relativa estabilidad y autonomía naturaleza política de ambas cuestiones no se diluye por el
operativa de! Estado respecto de una sociedad de masas con hecho de que las respectivas decisiones se deleguen hacía
conjuntos socialesde cierta homogeneidad. Al contrario, un funcionarios que ocupan posiciones formalmente técnicas,
esquema de gestión de tipo gerencial usualmente responde o hacia actores del ámbito privado.
a la necesidad de adaptación rápida a escenarios cambian Puede argumentarse que, por su propia naturaleza, un
tes de públicos segmentados, preeminencia de los tiempos organismo multilateral carece de mandato pata involucrar
cortos, toma de decisiones con interpretación y aplicación se en aspectos sustantivos como los señalados. De acuerdo
flexibles de marcos normativos laxos, e incluso ausencia de con esta interpretación, los organismos actuarían en defini
marcosnormativos. tiva como cajas de resonancia de cada gobierno, aceptando
La gestión de las relaciones laborales entre empresas y y, eventualmente, fortaleciendo con sus recomendaciones la
.trabajadores ofrece una buena ilustración de la vinculación correlación de poder prevaleciente en cada país solicitante
entre esquemas de administración pública y relaciones y de asesoría o fondos: una misión eminentemente conserva
jerarquías sociales. El desarrollo del derecho del trabajo, dora. La enorme capacidad de persuasión de las recomen
como rama específica del derecho público, fue resultado de daciones de los organismos no derivaría de los recursos que
una configuración de relaciones de poder entre sindicatos y movilizano de la presión que pueden ejercer sobre los gobier
empresas en el marco d~ una sociedad de masas, esquema nos, sino de su habilidad para acoplarse a decisionesya adop
fordista de producción y creciente regulación estatal. La cre tadas por las autoridades políticas -algo así como navegar a
ación de este cuerpo legal ensanchó las modalidades de favor del viento. El argumento trasluce una visión incom
mediación estatal; dio pie al.desarrollo de nuevas agencias pleta del desempeño de estos organismos y de sus relacio
gubernamentales y ramas de administración de justicia; limi nes con los estados miembros. No es un secreto para nadie
tó las facultades decisorias de las empresas; acotó la capaci que las recomendaciones de política pública formuladas por
dad de acción de las organizaciones laborales y contribuyó el FMI, el Banco Mundial, e! BID y organismos similares,
al fortalecimiento de una ideología de derechos colectivos inciden decisivamente en la matriz de poder de la sociedad,
que coexistió con desiguales niveles de conflictividad con la promoviendo a algunos actores, discriminando contra otros,
concepción liberal tradicional de derechos individuales. L~ y en definitiva interviniendo en la dinámica política y social
progresiva sustitución del derecho laboral por el derecho en nombre de una racionalidad técnica o de los macroeco
civil o comercial, en cambio, testimonia en nuestros días el nomic fundamentals. En algunas situaciones de gran con
retroceso de la capacidad de afiliación y de negociación de flictividad política y social, las condiciones impuestas por
los sindicatos de trabajadores; junto con el predominio de estos organismos para el desembolso de fondos reforzaron
esquemas de acumulación flexible, desregulación amplia de la posición del gobierno de Estados Unidos en su confron
la economía, recuperación de capacidad decisoria por las tación con gobiernos de países en desarrollo; las presiones
empresas y resurgimiento de una ideología de racionalidad ejercidas sobre el gobierno de Michael Manley en Jamaica
individualista. El cambio de marco jurídico implica asimis siguen siendo un caso de estudio en algunas universidades
mo una transferencia de la gestión de las relaciones labora
les del ámbito público al privado.
15. Vid en VlLAS(19970) un desarrollo de estas proposiciones •
. En la discusiónde estos asuntos conviene tener presentes 16. BROWN(1981:265) se refiere 3 ella como una relación "clara
dos consideraciones generales. La primera es que la eficacia mente simbiótica",
de Estados Unidos y Canadá. A la inversa, el financiamien 1998). El tránsito recién señalado, de un esquema triparti
to amplio a algunos países contribuyó a mantener en el poder to de gestión de las relaciones laborales a otro de tipo bila
a regímenes autoritarios dilapidadores de recursos a los que teral' ilustra sobre un cambio institucional que afecta explí
la política exterior de Estados Unidos consideraba aliados citamente la eficacia decisoria de los actores directamente
en el marco de la guerra fría -Indonesia es, posiblemente, el involucrados en uno y otro modelo.
caso más notorio (Payer, 1982a, 1982b; Huber & Stephens, En cambio, el Banco no extrae suficiente rendimiento
1986; George & Sabelli, 1994). de la diferenciación entre instituciones formales e informa
Viene al caso regresar al ejemplo de las relaciones labo les (North, 1990,caps. I y V). La distinción entre unas y otras
rales. Es notorio que la insistencia de algunos organismos en es en realidad mucho menos tajante que lo que North supo
la flexibilización laboral ajusta mucho mejor con las orien ne. El marco formal del poder político y económico existe
raciones de algunos de los participantes en la negociación junto a una variedad de estructuras informales que se entre
laboral, que con las de otros. En este orden de ideas, la cruzan con él, lo complementan y se desenvuelven de mane
encuesta elaborada por el Banco Mundial para dotar de base ra paralela. Esas estructuras informales se suman al sistema
empírica a las recomendaciones sobre la relaciónEstado/mer formal, actúan en los espacios que éste no cubre y hacen
cado contenidas en el informe de 1997 es ilustrativa de lo posible el funcionamiento de sus grandes instituciones.."La
que podría conceptualizarse como un sesgo político de clase integración de la sociedad global requiere del tejido menu
(World Bank, 1997: 174-175). La encuesta se refiere exclu do de estas relaciones intersticiales" (Wolf, 1966). Algunos
sivamente a las opiniones emitidas por empresarios; deja de de los resultados efectivamente recogidos por el "Consenso
lado la opinión de trabajadores así como la de la población de Washington·, indicados en la sección Il, ilustran de mane
agrupada en un amplio arco de organizaciones sociales que ra explícita la combinación conflictiva a veces, complemen
también tienen puntos de vista respecto de aquella articula taria otras, entre instituciones formales e informales: por
ción: organismos vinculados a la protección de! ambiente, ejemplo la persistencia de redes c1ientelaresen el marco de
asociaciones de consumidores o de usuarios de servicios la modernización institucional; orientaciones particularistas
públicos, organizaciones de defensa de los derechos huma en la asignación de recursos; o privatizaciones por asigna
nos, etcétera. No es claro e! modo en que el Banco compa ción directa de los activos a actores próximos a la alta fun
tibiliza este sesgo con los enunciados de sus informes de 1991 ción pública, sin contralor institucional. Estos ejemplos indi
y 1992, ya comentados, respecto del fortalecimiento de la can, además, que la informalidad no es una característica
sociedad civil como dimensión integral del proceso de desa exclusiva de un sector precario o de pequeña escala, sino
rrollo. Sin embargo la inclinación a prestar oído a ciertos una dimensión que puede estar presente en cualquier tipo
actores sociales o económicos en detrimento de otros es con de negocios (cfr. de la Peña, 1996).
sistente con la base de datos movilizada en la elaboración La consideración de los modos y alcances de la gravi
del informe correspondiente a 1995.Dedicado al análisis de tación de las instituciones informales en los procesos de
las transformaciones de los mercados de trabajo y al futuro desarrollo introduce la cuestión del tiempo largo no lineal
del empleo, no es evidente que el Banco haya tenido en con que caracteriza la dinámica de éstas. «Aunque las normas
sideración la opinión o las reflexiones de trabajadores o de formales pueden cambiar de la noche a la mañana como
organizaciones laborales (Banco Mundial, 1995) 17. resultado de decisiones políticas o judiciales, las limitacio
nes informales enraizadas en costumbres, tradiciones y códi
Instituciones formales e informales gos de conducta son mucho más resistentes o impenetra
bles a las políticas deliberadas. Estas limitaciones culturales
El enfoque formalista de las instituciones propuesto
no solamente conectan el pasado con el presente y el futu
por Douglass North, que el Banco adopta explícitamente
ro, sino que brindan una clave para explicar el derrotero
(World Bank, 1997), permite referirse a la política en tanto
del cambio histórico" (North 1990:16) 18. Este ritmo de
construcción y procesamiento de relaciones de poder, y ope
desenvolvimiento contrasta con las urgencias de las agen
rar sobre ella, afectando la presidencia. La caracterización
das de reformas y su orientación explícita hacia la produc
de una institución como un sistema de reglas del juego sos
ción de resultados en el corto plazo, y con los cronogramas
laya cuestiones fundamentales como el contenido del juego,
de los organismos que tienen a su cargo la auditoría de los
la finalidad del mismo, el número e identidad de los parti
programas de reforma y de los gobiernos que los ejecutan.
cipantes,la existencia o inexistencia de árbitro y similares.
También deja de lado la circunstancia, bastante evidente,
que no todos los individuos o grupos se encuentran en 17. Los informes de país (country reports) suelen ser más explícitos
igualdad de condiciones para crear o imponer determina en su enfoque amistoso hacia determinados actores y arreglos de poder. Se
trata de documentos redactados para funcionarios políticos y técnicos que,
das instituciones, o para decidir la medida y el sentido de a diferencia de los informes generales, raramente están al alcance de un
su participación en ellas. A diferencia de los modelos ela público más amplio. Por ejemplo: a pesar de que la fuerte concentración
borados en teoría de juegos, en la sociedad real los dife de la tenencia y propiedad de la tierra sigue siendo uno de los aspectos ceno
trales de los conflictos sociales y políticos en El Salvador, y una de las fuen
rentes jugadores tienen una desigual dotación de recursos, tes mejor conocidas de generación de pobreza, ni siquiera un párrafo ha
y capacidades desiguales de movilizarlos cuando el desen sido dedicado a esta cuestión en el informe del Banco Mundial sobre el
volvimiento del juego lo requiere; es sabido, asimismo, que combate a la pobreza en ese país (vid WORLD BANK 1993b).
18. Sobre tiempo corto y tiempo largo, tiempo lineal y tiempo no
estas desigualdades alcanzan en América Latina niveles lineal en los procesos económicos y sociales vid SCHELLING (1973); PRo
mayores que en el resto del mundo (CEPAL, 1997; BID, NOVOST (1989); IBARRA (1996).
El tipo de cambio, la política crediticia, la desregulación está estrechamente asociada a cuestiones como la expan
comercial o la liberalización de los precios pueden decidir sión del comercio, desarrollos científico-técnicos aplicados
se en un tiempo corto y generan efectos de inmediato; otra a la producción y la guerra, la centralización del poder polí
cosa ocurre con la reconversión productiva, la formación tico, el sistema de escuelas públicas, la constitución de vas
de recursos hwnanos, el desarrollo científico-técnico o una tos imperios coloniales y el ejercicio de la violencia física en
ética de responsabilidad pública. modalidades desconocidas.
El enfoque ahistórico de las propuestas de reforma y su La promoción de la racionalidad individualista por las
propensión a la imitación de modelos de organización ins reformas económicas e institucionales del "Consenso de
titucional agrava estas tensiones. El informe del Banco Washington" y sus complementos, demanda modificaciones
Mundial de 1997, dedicado a "lo que el Estado debería hacer, radicales en los hábitos, percepciones y valoraciones de con
cómo debería hacerlo, y de qué modo puede hacerlo de la juntos amplios de la población. Se trata de sustituir el con
mejor manera" (World Bank, 1997: 1-3) adopta explícita cepto de derechos y obligaciones colectivas-emanadas unos
mente un enfoque abstracto que no reconoce las diferentes y otras, tanto de tradiciones comunitarias como de concep
matrices de articulación entre el Estado y las estructuras ciones socialdemócratas- por la noción de capacidades indi
sociales y económicas, ni las trayectorias históricas que viduales referidas fundamentalmente al mercado como sis
desembocan en los escenarios contemporáneos. La idea de tema de organización social. El referente implícito es un
que la construcción institucional forma parte integral de la modelo de elección racional de individuos orientados por
una motivación utilitaria, con libre e igual acceso a la infor
¡
vida de una sociedad, y que el desempeño efectivo del marco
institucional es resultado de un conjunto muy amplio de tran mación. En sus versiones más fundamentalistas. el rediseño
¡
sacciones entre actores sociales, no parece figurar en e! reper neoliberal de las instituciones apunta a una reconfiguración
torio intelectual de los funcionarios que diseñan las refor cultural profunda de! conjunto de la sociedad. y a la reduc
mas, o por lo menos de los que escribieron e! informe. Se ción de ésta a una sumatoria de interacciones individuales
advierte, por lo tanto, resistencia a admitir la posibilidad de de motivación egoísta - "la sociedad no existe", según el di'c
trayectorias diferenciadas en e! desarrollo de las economías tum atribuido a Margaret Thatcher y retomado por algunas
-según se vio en la discusión de! desarrollo en e! sudeste de vertientes de la literatura postmoderna (Laclau, 1991). La
Asia en el informe de 1993. La adhesión a un determinado Bolivia de inicios de la década de 1990 ilustra con drama
marco teórico -la economía neoclásica- se combina con un tismo las violentasreaccionesque estos tardíos intentos cuasi
modelo etnocéntrico de desarrollo social que en definitiva iluministas suelen suscitar. La ejecución de las reformas
remite al caso histórico particular de algunas áreas de Europa durante la presidencia de Gonzalo Sánchez de. Losada
occidental. Es éste un tema ampliamente debatido respecto demandó en Bolivia e! establecimiento del estado de sitio:
del cual no es necesario insistir (cfr. Browett, 1985; Leftwich, la suspensión de las garantías individuales como condición
1994; Gills & Philip, 1996). para la implantación de la ideología del individualismo. Los
Una importante literatura señala las complejas dimen acontecimientos registrados recientemente en Ecuador apor
siones históricas y culturales de los procesos de construc tan más evidencia en el mismo sentido. Debe señalarse que
ción y cambio institucional (por ejemplo Hintze, 1931; el impacto cultural de estas propuestas no se limita a lassocie
Polanyi, 1957; Corrigan & Sayer, 1985; Poggi, 1990; Tilly, dades multiétnicas o multiculturales. Todo arreglo, más o
1992). La formación y las transformaciones del Estado menos estable, de poder tiende a generar un conjunto amplio
moderno en e! marco del desarrollo histórico del capitalis de actitudes, comportamientos, expectativas y valoraciones.
mo implican formas específicas de concebir nociones bási Las modificaciones de tales arreglos, implícitas en las pro
cas de autoridad y legitimidad, y de referir los comporta puestas de reforma institucional, chocan contra esos patro
mientos individuales y del grupo inmediato a conjuntos nes culturales y generan resistencias y reacomodos. Tiene
humanos más amplios y a marcos normativos impersonales lugar un trastrocamiento de los criterios aceptados de lo que
-la dominación racional legal de la sociología weberiana. es justo y lo que no lo es. Estos criterios se ubican en la base
En último análisis involucra la internalización en cada per de las prescripciones sociales de la convivencia y tienen un
sona de una antropología filosófica que destaca al indivi ritmo propio de transformación; la imposición de modifica
duo como agente autónomo de los procesos sociales (Sayer, ciones en e! tiempo corto incrementa los niveles tolerados
1991; Callinicos, 1999: 10-38). El desarrollo de una racio de incertidwnbre y alimenta el malestar social.
nalidad individual y de las instituciones que le sirven de La euforia modernizante de algunos reformadores iden
soporte -en primer lugar, el mercado como forma genera tificaal conjunto de instituciones "tradicionales" ya su ritmo
lizada de interacción y de regulación social- no es espontá diferente de cambio con el atraso, y con frecuencia define
neo ni tiene lugar de manera homogénea en todos los ámbi un antagonismo de principio con ellas. Ciertamente, la
tos de la convivencia humana. Que una persona llegue a implantación del mercado como forma dominante de orga
asumirse a sí misma como individuo y a orientar, en conse nización socialencuentra resistenciasen muchos de los patro
cuencia, la totalidad de su conducta y sus interacciones, es nes previos de organización. Además, la defensa de la tra
resultado de un prolongado proceso en el que interviene dición o de "las cosas como son" puede encubrir o justificar
una pluralidad de factores, incluyendo momentos de extra las formas de injusticia, opresión y explotación típicas de
ordinaria coacción física y simbólica. La extensión de esta esos conjuntos sociales en nombre del respeto al multicul
racionalidad desde algunas ciudades del norte y el centro turalismo. Un enfoque más integrado y posiblemente sen
de Europa hacia el resto del mundo a partir del siglo XVII sato de losprocesos de transformación social-aunque menos
motivado por urgencias financieras- permitiría advertir, sin de imitación institucional que desatiende los entornos socio
embargo, que en muchas de las instituciones basadas en la culturales. El ejemplo es particularmente adecuado porque
solidaridad, la cooperación o la reciprocidad se encuentran en este tema el planteamiento de! Banc-oMundial trató de
presentes fuerzas y tendencias que podrían potenciar moda, hacerse cargo, con.particular atención, de varias de las dis
lidades menos traumáticas de modernización, o que estruc crepancias empíricas de las sociedades en desarrollo respecto
turas e instituciones convencionalmente tradicionales pue de algunos modelos teóricos. En el marco del "Consenso de
den actuar como detonantes de procesos de cambio de Washington" la privatización de los sistemas de jubilaciones
grandes proyecciones (cfr.por ejemplo Rudolph & Rudolph, y pensioneses vista como un elemento que permitirá aumen
1967; Stephen, 1991; Mazlish, 1991; Tarrow, 1994). tar el ahorro interno y dinamizar los mercados de capital; se
En los países industrializados estos procesos de trans presenta asimismo como una forma de superar las. ine
formación institucional y cultural demandaron décadas de ficiencias y limitaciones de los sistemas de reparto. El siste
prueba y error y de adaptación, e involucraron costos socia ma tiene en cuenta la experiencia de los fondos de pensión
les importantes; en respuesta a ellos, la sociedad primero y e! de Estados Unidos y otros países del mundo anglosajón -y
Estado·después, pusieron en funcionamiento una variedad en menor medida de Japón y los países escandinavos- y se
de instituciones e instancias de contención y de compensa apoya en la teoría del ciclo de vida enunciada por Franco
ción, desde las primitivas sociedades de beneficencia hasta Modigliani y otros. La evidencia de que las sociedades en
los modernos sistemas de seguridad y promoción social. El desarrollo muestran marcadas diferencias empíricas respec
Banco Mundial se desentiende de esta evidencia en sus reco to de algunos de los supuestos del modelo -por ejemplo, la
mendaciones de reforma, así como de! fracaso de los meca informalidad, inestabilidad y fragmentación de los merca
nismos tradicionales de contención y dela cuestionable efi dos de trabajo en-los que actúa una porción importante de
cacia de los que son propuestos como sustitutos (Vilas, la población reducen significativamente la previsibilidad e
1997b). La intención de promover el cambio institucional a incluso el desenvolvimiento de un ciclo de vida como el que
ritmo acelerado, sin mayores consideraciones sobre el terre la teoría adopta como supuesto; e! modelo implícito de orga
no social en e! que las nuevas instituciones deberían ·desen· nización familiarno se compadece con la variedad de estruc
volverse,se asemejaa ciertaspolíticas de importación de equi turas familiaresobservables en la región; etc.-llevó al Banco
pamiento "llave en mano". Se instala e! producto final, Mundial a elaborar un modelo más acorde con esos escena
omitiendo e! desarrollo histórico que condujo a él y el entre rios (World Bank, 1994)".
namiento social que ese desarrollo favoreció. El resultado de Los alcances y limitaciones de esta propuesta y de sus
estos injertos suele agravar las deformaciones y fragmenta aplicaciones siguen siendo objeto de fuerte debate. Se quie
ciones típicas del subdesarrollo, con la coexistencia de polos re destacar aquí que, como no podía ser de otra manera, el
o enclaves de modernidad integrados a las economías más desempeño de las firmas administradoras de fondos de segu
desarrolladas, y grandes espacios de baja productividad y ridad social en los mercados latinoamericanos es manifies
poco valor estratégicopara laslíneas más dinánúcas de la eco tamente diferente que en e! mundo anglosajón, en varios
nomía nacional y su inserción externa. Del mismo modo, la aspectos: comisiones por servicios considerablemente más
atención prestada a la modernización de los ámbitos de la altas; tasas de ganancia más elevadas sin perjuicio de cober
gestión pública más vinculados con las áreas de! mercado o turas mucho más reducidas; líneas de inversión más orien
de la sociedad más relevantes en e! esquema dominante de tadas hacia colocaciones de corto plazo en detrimento de
organización económica y social (por ejemplo, sector finan opciones más convencionales y seguras (P9r ejemplo infra
ciero, comercio exterior, seguimiento y control de grupos estructura o vivienda)aunque con tasas de retomo más redu
específicos de población) coexisten con el atraso, la ine cidas. No se advierte en los gobiernos de la región la defini
ficiencia y la desatención hacia la gestión pública referida a ción de estímulos que orienten las colocaciones financieras
actores y cuestiones no estratégicas para ese mismo esque hacia objetivos de desarrollo, mientras que los proyectos de
ma: por ejemplo medio ambiente, tercera edad, protección inversión en infraestructura, desarrollo social, etc. siguen
de los consumidores, seguridad y asistenciasocial.Estas asin dependiendo fuertemente de financiamiento externo.
cronías ilustran la capacidad de las sociedades dominantes y Ninguno de estos factores ha sido tenido en consideración
de los actores de mayor gravitación en los procesos de acu en la propuesta del Banco. Además, la prestación básica
mulación, en e! desarrollo científicoy técnico y en el ejercicio resulta un pobre complemento de los mecanismos de solida
de! poder político, para imponer al resto sus propios ritmos ridad familiar o comunal, y los elevados niveles de evasión
y estilosde cambio (Toulminy Goodfie!d, 1968;RamosTorre, tributaria (incluyendo las contribuciones obligatorias a la
1992). También en este aspecto la experiencia de aprendiza seguridad social) conspiran contra un adecuado financia
je y de adaptación creativa que caracteriza a los procesos exi miento. Así como en e!sistema de reparto fue frecuente obser
tosos de desarrollo de Japón y e! sudeste de Asia, ofrecen var la primacía de! objetivo de financiamiento del déficit
algunas enseñanzas que no parece prudente desaprovechar
(vid. por ejemplo Morris Suzuki, 1998). Tanto más cuando
19. El modelo del Banco Mundial contempla tres tipos de aportes:
en el propio mundo anglosajón se está fortaleciendo un arco una prestación básica, obligatoria, administrada por el Estado y financia.
muy variado de propuestas de ética socialcomunitaria o, para . da vía impuestos, que cumpliría un papel equivalente al de los sistemas
recurrir a un lenguaje de moda, "post-individualista", informales de seguridad (desempeñados por las redes de parentesco y otras
redes de solidaridad), un pilar de ahorro privado obligatorio administrado
La privatización de los sistemas de seguridad socialbrin por firmas privadas y sujeto a capitalización, y fondos provenientes del aho
da una buena ilustración de las limitaciones de una política rro privado voluntario también administrados por el sector privado.
fiscal, existen razones para pensar que en los esquemas pri El espacio abierto a las políticas nacionales y a algunos de
vatizados prima la racionalidad de desarrollo del mercado sus instrumentos se'ha reformulado en los años recientes,
de capitales y su intemacionalización; por encima de la cali pero de ninguna manera ha.desaparecido -por más queen
dad y el alcance de la cobertura de los riesgos. las economíasdel mundo en desarrollo siempre fue más redu
La violencia proactiva o reactiva de la implantación de cido que en los países industrializados. Puede incluso afir
los nuevos modelos suele ser directamente proporcional a la
velocidad con que la implantación se pretende, cuestión ésta
marse que mucho del-avance reciente de la globalización
económica debe tanto o más al impulso dado a ella por deter
¡
que vuelve a ubicar el tema en e! marco de las diferentes con. minadas políticasgubernamentales que a la dinámica espon l
cepciones de la temporalidad. La sustitución de patrones tánea del mercado (P. ej., Ibarra, 1996; Hirst & Thompson,
culturales de tipo comunitario tradicional por otros de tipo 1996; Strange, 1996; Doremus et al., 1998; Weiss, 1998;
mercantil individualista; e! remplazo de vinculaciones de tipo Veseth, 1998;Bauzas y Ffrench-Davis, 1998;Garrett, 1999).
consuetudinario por otras de naturaleza contractual; o el A esto se agrega el hecho, también conocido, del impacto
paso de orientaciones y estilos de tipo corporativo a otros de la liberalización de.las economías latinoamericanas en el
de tipo concurrencial, demandan períodos de adaptación agravamiento de la fragmentación social y de las desigual
usualmente más prolongados que los que forman parte de dades sociales. Los sectores más acomodados se articulan
la contabilidad comercial y de la valorización de! capital (cfr. rápidamente a las sociedades más avanzadas y adoptan sus
Safa, 1993; Wllliams & Young, 1994; Santiso, 1997).Afortu patrones de consumo y sus perspectivas culturales -para lo
nadamente no todo es violencia, aunque e! recurso a la coac cual siempre tuvieron una fuerte propensión- mientras
ción estatal, o a acciones de protesta social, adquieran siem aumenta la desintegracióndel resto de la población. La socie
pre mucha notoriedad. Más usual es la enorme variedad de dad pierde cohesión;la profundización de las desigualdades
comportamientos adaptativos y de reciclaje de las nuevas sociales conspira contra el sentimiento de pertenencia a un
instituciones en términos de las prácticas convencionales, todo compartido. La "comunidad imaginada" de la patria,
incluso en sus manifestaciones más perversas. Así, es común la nación o incluso la clase, retrocede ante las lealtades par
encontrar que las propuestas de descentralización adminis ticulares al grupo primario, a la corporación, a la firma de
trativa, inspiradas en criterios de participación social, tien negocios, o a identificaciones contingentes.
den a reforzar el poder de las élites locales y de estilos caci El desarrollo de mercados altamente concentrados esti
quiles de dominación. Otras veces, la estrategia de "desatar mula la privatización del Estado no sólo en lo que respecta
las manos de los administradores" para dotar de mayor agi a la provisión de bienes y servicios sino a su dimensión bási
lidad a la gestión pública ha dado lugar a situaciones de arbi ca, ya señalada, de institucionalización de la estructura de
trariedad por ausencia o ineficacia de mecanismos adecua poder y en su funcionamiento como administración públi
dos y oportunos de fiscalización. Con bastante frecuencia ca. La coherencia básica que existe siempre entre estructu
los programas socialesfocalizadospara llegar "a quienes más ras socioeconómicas y regímenes políticos (un señalamien
los necesitan" han sido instrumentalizados con fines electo to que se remonta a Aristóteles) inclina a los gobiernos a
rales o como retribución de lealtades políticas? •.
tomar como referentes de su acción a los actores de mayor
gravitación en el campo de la economía. Así como los movi
Una cuestión de gobernabilidad mientos de mujeres señalan la existencia de un "androcen
trismo institucional" en algunas dimensiones del funciona
El interés en una buena gestión pública muestra sensi
miento estatal, o los movimientos de identidad étnica
bilidad hacia la problemática de la gobernabilidad de los
identifican un "racismo institucional", es posible argumen
procesos de reformas en los escenarios de astringencia fis
tar la existencia de preferencias institucionales que sesgan
cal que predominan desde los años ochenta. Las alteracio
nes sociales y económicas y las modificaciones en las rela
el funcionamiento del Estado hacia determinados actores
ciones de poder ponen en tensión las capacidades de del mundo de la economía. Se advierte en muchos casos que
orientación y gestión gubernamental y obligan a una refor la ampliación de las capacidades de decisión política y de
mulación de las mismas. No es casual que reforma institu coerción legal para la reestructuración de la economía ha
cional y gobernabilidad sean presentadas en una estrecha significadouna clarainstrumentalización del Estado en bene
asociación (por ejemplo World Bank, 1992; PNUD 1998). ficio de los actores a cuyos objetivos o intereses se asigna un
No está muy claro sin embargo en qué medida las refor valor prioritario. La idea de una "autonomía relativa" del
mas institucionales propuestas mejoran las probabilidades Estado respecto de los actores fundamentales de la socie
de gobernabilidad del "Consenso de Washington". Buena dad resulta más apropiada a los escenarios institucionales
parte de los desafíosrecientesa la gobemabilidad de lassocie del capitalismo administrado keynesiano o socialdemócra
dades en proceso de cambio provienen de la ausencia de res ta (y sus variantes criollas), que a los del capitalismo avasa
guardos o filtros de las economías individuales o regionales llador de nuestros días (Vilas, 1997a). Consiguientemente,
frente a la extraordinaria volatilidad alcanzada por la econo
mía mundial, así como de la cesión, en beneficio de los acto 20. Es llamativa la lentitud con la que el Banco Mundial reconoce
res del mercado, de instrumentos estratégicos de gestión este tipo de adaptaciones perversas cuando se llevan a cabo con fondos de
pública. La afirmaciónde que talesfiltroso regulacionescare la institución: cfr AFP (1999) y EFE (1999) sobre el caso del FONCODES
en Perú. El problema venía siendo señalado por varias investigaciones inde
cen ya de viabilidad a causa de la globalización del capitalis pendientes: por ejemplo HAYADE LATORRE (l995); MAUCERl (1995); VILAS
mo es cuestionable sobre la base de una amplia experiencia, (1998). Vid también IPS (!996).
en los escenarios de astringencia fiscal que prevalecen en nales, y de articulación a los escenarios internacionales que,
toda la región, la asignación de recursos públicos (financie por conocido, no es necesario describir aquí. La sustitución
ros, materiales, legales o de otra índole) a los objetivos y de este proyecto por una estrategia de industria "de toque
actores priorizados puede implicar el abandono relativo del final" o de armado para la reexportación implica cambios
resto, o incluso el financiamiento de intereses particulares de grandes proporciones en muchos aspectos, entre ellos la
por el conjunto social. Pueden señalarse en este sentido, res política de recursos humanos. El entrenamiento en el pues
pectivamente, la modificación de las políticas socialesdesde to de trabajo satisface ahora las demandas de calificación de
un enfoque de promoción a otro de contención, y la con las empresas de ensamble o de las plataformas de exporta
versión de los pasivos de algunos grandes actores del siste ción; el concepto de planeación es reemplazado por crite
ma industrial o financiero privado en deuda pública (Vilas, rios como "ajuste", "adecuación" o "corrección" dela ofer
1997b; Moreno Pérez, 1998). ta laboral a las cambiantes demandas de las firmas, que a su
Es en este punto donde la variante pragmática del "más vez deben adaptarse rápidamente a los pedidos de los clien
allá del Consenso de Washington" cobra relevancia.De acuer tes -usualmente eslabones superiores en la cadena transna
do a ella, la promoción del mercado debe ir acompañada de cional de producción/comercialización (Candia, 1999). Más
una acción institucional encaminada a orientarlo y comple aún, en este diseño la viabilidad, contenidos, alcances y re
mentarlo, prevenir o compensar sus limitaciones y corregir cursos de una política de ciencia e innovación tecnológica,
sus imperfecciones. Se trata en el fondo de una propuesta tienen un techo muy bajo.
de regular a los mercados y en tal sentido, más que avanzar Por su lado, una política de fomento de la competencia
"más allá de! Consenso de Washington" plantea una refor debe estar dispuesta a enfrentar las resistencias de las cor
mulación de! enfoque sustantivo del mismo en lo que toca poraciones o grupos económicos que se benefician de la
a las relaciones entre el Estado y e! mercado. La posición de apropiación de rentas de monopolio; sería una ingenuidad
Stiglitz respecto de! "Consenso" es coherente con su tra pensar que e! éxito de tales políticas depende exclusivamente
yectoria previa a su ingreso al Banco Mundial (Stiglitz,1986) de la calidad técnica de su diseño. La acción reguladora del
y se inscribeen la perspectiva de los estudios sobre el "gobier Estado deberá asentarse en una coalición social en la que la
no de los mercados" (cfr.porejemplo Wade, 1990).La dife gravitación de los usuarios y consumidores actúe como con
rencia principal con la propuesta de Burky y Perry reside no trapeso de la capacidad de presión de las firmas afectadas.
tanto en admitir la necesidad de cierta gestión estatal, sino En todo caso, la hipótesis misma de una regulación estatal
en los objetivos hacia los cuales ella debería orientarse -y, en del mercado, orientada a darle mayor competitividad, supo
consecuencia, en e! tipo de instrumentos que es necesario ne un tipo de capitalismo "relativamente organizado" que
poner en movimiento. contrasta con lo que se observa en la actualidad.
Hablar de imperfecciones de! mercado implica señalar El Estado puede colaborar con la reformulación de los
la inexistencia o las limitaciones de las instituciones públi acuerdos y las confrontaciones sociales, pero para ello hace
cas que las prevengan y estimulen las reorientaciones nece falta mucho más que la profesionalidad, la sensibilidad o la
sarias. Lamentablemente, no se exploran todas las implica rigidez de los funcionarios y sus asesores --cuyaimportancia
ciones de esta reformulación -en particular, el impacto que no se subestima. No queda claro, en este sentido, quién habrá
ella podría tener en la configuración de los apoyos políticos de ponerse el traje que la propuesta pragmática confeccio
y sociales, internos y externos, que dieron viabilidad a las na, además de los mismos funcionarios que vistieron las ropas
políticas de! "Consenso". La hipótesis del enfoque pragmá
del "Consenso". La cuestión de la agencia o, si se prefiere,
tico parece asumir que el paso de un esquema de liberaliza
del actor estratégico, no se presenta en el documento de
ción total a otro de regulación o complementación estatal es
Burkyy Perry. Sus recomendaciones son, como ya se ha seña
simplemente una cuestión de reorientación de los instru
lado, desarrollos de aspectos implícitos en la formulación
mentos de gestión o de diseño de nuevos instrumentos. La
original del "Consenso" yen este sentido se adaptan bien a
discusión precedente sugiere que un viraje de ese tipo siem
las motivaciones y orientaciones de los actores que lo pro
pre demanda una redefinición, parcial en el mejor de los
mueven y extraen beneficios de él . Pero Stiglitzplantea efec
casos, pero no por ello menos importante, de algunos de los
tivamente "ir más allá" e incluso ir para otro lado, y no resul
acuerdos de poder entre los actores del mercado y la socie
ta evidente qué actores se harían cargo del viraje.Es conocida
dad y conlleva, por lo tanto, modificaciones en sus articula
la resistencia de los grupos de mayor poder económico a
ciones institucionales.
recomendacionesde regulación como las que plantea el enfo
Algunos ejemplos sencillos ilustran la cuestión. La pro
moción de una política activa de formación y capacitación que heterodoxo". Tampoco parece sensato apostar sin más
de recursos humanos, y la consiguiente asignación de recur a la reconversión teórica o a la sensibilización de las buro
sos públicos, tiene sentido y es legítima como parte de deter cracias internacionales; en las últimas dos décadas han mos
minados programas de desarrollo, y no de otros. Así,la expe trado una marcada ineptitud para extraer enseñanzas de los
riencia latinoamericana de escuelas técnicas en el nivel resultados de sus propias recomendaciones o para advertir
secundario fue parte de un proyecto de industrialización que
demandaba un cierto grado de planeación, por lo menos
implícita, del mercado de trabajo y de las calificacioneslabo 21. Recuérdense, por ejemplo, las reacciones del sector flnanciero
de Argentina contra la iniciativa parlamentaria de regulación parcial del
rales. A su turno ese estilo de industrialización se apoyó en mercado de tarjetas de crédito: vid. La Nación (Buenos Aires) 26 de mayo
un sistema de coaliciones y conflictos sociales e institucio- 1998 (pág. 17) Y24 de julio 1998 (2· sección pág. 8).
que el mundo suele ser más complejo que algunas simplifi ajuste y sus secuelas. La idea de recurrir a este tipo de orga
caciones teóricas. nizaciones se remonta al enfoque de "poner primero a la
Un sistema político democrático contribuye, en princi gente" que estuvo presente en algunos programas de desa
pio, a acotar las resistencias o bloqueos a la reorientación de rrollo rural del Banco Mundial en la década de 1980(Cernea,
los horizontes y las estrategias de desarrollo. Instituciones 1985). Se reconocía bajo este nombre la importancia de las
abiertas a la participación y representación amplias de la redes espontáneas de cooperación social para generar efec
dinámica socialofrecen la posibilidad de que un mayor arco tos compensatorios del impacto nocivo, en los grupos más
de demandas, intereses y objetivos sean tenidos en cuenta vulnerables, de algunas dimensiones-del ajuste estructural.
en los procesos de decisión, y obliga a los actores institu En América Latina el enfoque se incorporó a la mayoría los
cionalesa responder públicamente por esasdecisiones,inclu programas de ajuste que se ejecutaron desde mediados de
so en cuestiones de administración cotidiana. Debe recono los años ochenta, y no se redujo al ámbito rural. El recurso
cerse empero, aunque resulte desagradable hacerlo, que en ala capacidadde organizacióny de trabajo de un arco amplio
escenarios socioeconómicos cómo los predominantes en la de organizaciones sin fines de lucro fue presentado como
mayor parte de América Latina, la democracia tiene límites. una contribución a la democratización y a elevar la eficacia
Pensar que en esos escenarios el voto individual es el único de los proyectos de inversión social, al ponerlos" cerca de la
recurso de poder que los actores sociales movilizan en su gente". Con el beneficio de la experiencia, es posible afir
relación con el Estado, implica incurrir en olvido de la vieja mar que el objetivo priorizado, no siempre explicitado, fue
teoría pluralista de los grupos de presión, para no mencio e! ahorro de recursos financieros que significó el aporte de
nar enfoques más radicales.En sociedades cruzadas por desi trabajo gratuito, o pobremente remunerado, de los grupos
gualdades muy profundas, el principio igualitario de "una poblacionales involucrados en los proyectos -particular
persona, un voto" tiene una vigencia"azarosa. Su valor cuan mente, trabajo de las mujeres. Además, el manejo centrali
titativo coexiste con la evidencia de que la propiedad o el zado de los recursos y del diseño de los proyectos favoreció
control de ciertos activos financieros, físicos, tecnológicos o la orientación de los fondos en función de la generación o
simbólicos, pueden gravitar mucho más que el sufragio; la retribución de lealtades políticas, más que de acuerdo al
capacidad de los individuos para proponer o imponer deci mapa de los grupos carenciados (Vilas, 1998: 27-53)22.Es
siones institucionales se independiza del peso cuantitativo sabido asimismoque el enfoque participativo estimulado por
de su participación electoral individual. La elevada concen e! Banco Mundial dejó de lado las líneas troncales de! ajus
tración de recursos de poder en ciertos actores socialesy del te económico, cuyo diseño siempre se mantuvo impermea
mercado, ya se ha visto, no es independiente del tipo de estra ble a las opiniones o reclamos de la misma sociedad civil de
tegia económica o de las políticas públicas inspiradas por los la que se esperaba que redujera el impacto social de aquél.
programas del "Consenso". En muchos países de América Latina la reforma políti
El modelo de la democracia de mercado implica costos ca del Estado es considerada de tanta o mayor prioridad que
de transacción entre política democrática y estímulos al mer la reforma administrativa, e incluso una condición previa
cado. La promoción acelerada de una economía de merca para ésta. Por reforma política se hace referencia a un con
do implica priorizar institucionalmente los objetivos y pers junto de cuestiones que van desde los sistemas electorales y
pectivas de las empresas que actúan en los sectores de mayor los criterios de representación institucional, hasta las rela
concentración, y de los grupos sociales respectivos. Es fre ciones entre las funciones ejecutivas, legislativasy judiciales
cuente que el equilibrio entre la eficacia de las instituciones y sus respectivos aparatos institucionales, y entre las autori
democráticas y.laeficaciade determinadas fórmulas de polí dades civiles y las fuerzas de defensa y seguridad. Para
tica económica se tense y la balanza se incline hacia alguno amplios grupos de población que se expresan en una varie
de los extremos. El carácter ejemplar asignado por el Banco dad de asociaciones y modalidades -organismos no guber
Mundial a algunas agencias administrativas "de elite" en la namentales, organizaciones sindicales, partidos políticos,
promoción de las reformas sugiere la opción del organismo etcétera- una efectiva democratización de las instituciones
por el segundo de los términos de la transacción. Esas agen y de las prácticas institucionales, formales y no formales,
das funcionaron como parte integral de regímenes autori sigue siendo una asignatura pendiente de la reforma del
tarios o abiertamente dictatoriales, a los que ni siquiera se Estado. Méxicoes un ejemplo pertinente, de ninguna mane
ajusta la definición minimalista electoral de democracia ra único. En la percepción de muchos de sus actores socia
(World Bank, 1997:83). Debe señalarse, en esta misma línea les, cuestiones referidas a las dimensiones institucionales de
de análisis, que la democracia, que en el Informe de 1991 la participación social, a la reforma del sistema electoral, a
figuraba como un elemento integral de una estrategia de la representación política de ciertos actores sociales, a la res
desarrollo "amistosa al mercado", desaparece como tal en ponsabilidad de los funcionarios públicos, al acotamiento
documentos posteriores y, particularmente, en el Informe de las tradicionalmente muy amplias facultades presiden
de 1997.El régimen de gobierno nunca figuró entre las con ciales,tienen precedencia en las demandas y movilizaciones
sideraciones del Banco para decidir la eligibilidad de un país a favor de la reforma del Estado, por encima de la reforma
para sus líneas de financiamiento (Fishlow, 1994); es eso,
quizás, lo que dio notoriedad a la referencia de 1991.
La misma ambigüedad rodea el auspicio del involucra 22. No pueden desconocerse sin embargo algunos resultados cola
terales de estos experimentos de participación social: surgimiento o pro
miento de organismos no gubernamentales en ciertas dimen moción de nuevos líderes de base, aprendizaje de las ventajas de la organi
siones de la política social en el marco de los programas de zación y la cooperación en proyectos colectivos, etcétera.
administrativa. El objetivo de dar mayor eficacia a una red objetivos de la acción estatal y sin referencia a las configu
institucional considerada autoritaria y corrupta, ha sido reem raciones de poder que les sirven de sustento, olvida la dimen
plazado por el objetivo de ampliar la eficacia de la demo sión sustantiva de la problemática y contribuye a promover
cracia como paso previo a un gerenciamiento institucional o a aceptar como ineludibles o inamovibles, objetivos con
de más calidad y de plena transparencia (cfr. Alonso, 1996; tingentes a arreglos particulares de poder. Si por cuestiones
Rodríguez Pratts, 1996). de mandato la literatura producida por los organismos finan
Finalmente es llamativo que quede al margen de las pro cieros multilaterales no está en condiciones de tomar en cuen
puestas de reforma institucional la cuestión de la calidad del ta este tipo de asuntos, la respuesta a ellos deberá buscarse
gasto público y de los mecanismos de control, como tam por otros derroteros: las Iimitaciones de la fuente no invali
bién el mejoramiento de la calidad de la relación entre el dan la relevancia de la problemática. Por tanto, lejos de con
Estado en tanto prestador de servicios administrativos, socia cluir que una reorientación significativa de las políticas públi
les o de otra índole, y el público destinatario de los mismos. cas. actuales no es posible, la discusión aquí desarrollada
En particular, es notable que los argumentos respecto de la sugiere, simplemente, que ella debe buscarse por otras vías.
responsabilidad de la corrupción en la generación de pobre Las propuestas del "post Consenso". aceptan en mayor
za y en el retardo del crecimiento (World Bank,1997; Burky o menor medida los arreglos de poder que el propio
y Perry, 1998) no estén acompañados por propuestas espe "Consenso" contribuyó a generar o consolidar; el "más allá"
cíficas de acotamiento del fenómeno. La tesis neoliberal cir tiene en este sentido. un horizonte cercano y avizorador. La
cunscribe la corrupción al ámbito del Estado;atribuye el variante que aquí se ha denominado pragmática cuestiona
"riesgo moral" del mundo de los negocios -es decir, el invo algunos de los ingredientes centrales de la fórmula original,
lucramiento de empresas y empresarios en este tipo de arre pero comparte con la versión doctrinaria la omisión de una
glos informales con funcionarios.o agencias estatales-. a un consideración de los objetivos que, más acá o más allá del
exceso de energía empresarial que busca romper la. inercia "Consenso", orientan la estrategia de las reformas. En con
burocrática del Estado; define a la corrupción como una secuencia, tampoco. aporta sugerencias respecto de qué acto
medida pragmática para eludir regulaciones inadecuadas o res -aparte de algunos grupos de técnicos o funcionarios
sacar el máximo de ventaja de las oportunidades que éstas estarían dispuestos a acometerlas,
ofrecen (De Soto, 1986; Escalante Gonzalbo, 1994). Con Considerada en sí misma, es decir con abstracción de
gruente con este enfoque, él combate a la corrupción se re las motivaciones que la impulsan y los objetivos que persi
duce a propuestas de mayor liberalización de la economía, gue, la intervención estatal no significa mucho, salvo posi
fortalecimiento de los tribunales y aceleración de los proce blemente desde la perspectiva de la teoría neoclásica. El últi
dimientos judiciales. Se ha señalado ya la limitación del enfo mo siglo muestra un número amplio de intervenciones
que; la experiencia recogida en América Latina y en otras públicas en la estructura y funcionamiento de la economía,
partes del mundo indica que las formas concretas de ejecu orientadas hacia una diversidad de objetivos y diseños macro
ción de! ajuste han generado oportunidades de apropiación económicos. Socialismo y capitalismo, tanto en sus vertien
heterodoxa de recursos, que la iniciativa empresarial ha sabi tes democráticas como en las autoritarias, han recurrido a
do aprovechar. El modo en que se ha llevado a cabo la des políticas activas, esquemas de planificación y amplia regu
regulación y privatización del sector fmanciero en varios paí lación de la actividad privada, en todos los casos con resul
ses de la región está estrechamente vinculado a la expansión tados muy variados. La especificidad de cada tipo de inter
de cuestiones como e! lavado de dinero proveniente del vención provino sobre todo de la dinámica de conflictos y
narcotráfico y de otras actividades económicas similarmen acuerdos entre actores sociales así como de los grandes obje
te perniciosas. La falta de controles institucionales, o su ine tivos que se trató de alcanzar y los problemas a los qUe se
ficacia, parece tener responsabilidad en el auge creciente de intentó dar respuesta. La definición de esos objetivos es siem
estos rubros de la acumulación de capital". pre una actividad política, por más que por conveniencia o
por error se la considere una cuestión técnica. Nuestro siglo
conoció casos horriblemente perversos de gestión pública
V. CONCLUSIONES eficiente al servicio de objetivos deleznables: desde los cam
pos nazis de exterminio hasta el prolijo registro de la desa
Las argumentaciones en torno a la necesidad, posibili parición de personas y e! robo de recién nacidos del terro
dad o conveniencia de "ir más allá" de la formulación ini risrno de Estado, pasando por el body count de la guerra de
cial del "Consenso de Washington" se centran en aspectos Vietnam, que deberían ayudar a complementar el entusias
eminentemente instrumentales. La preocupación por estas mo por los instrumentos con una acuciosa preocupación por
cuestiones no es irrelevante; una política diseñada o ejecu los objetivos. Si la referencia resulta desagradable, la litera
tada de manera chapucera puede conducir al fracaso a los tura latinoamericana brinda un ejemplo más ingenioso: el
objetivos más razonables. Pero la inhabilidad para advertir de! capitán Pantaleón Pantoja, el personaje de Mario Vargas
las proyecciones políticas y normativas de las recomenda Llosa, Soldado disciplinado y patriota a carta cabal, e! bueno
ciones instrumentales, o la renuencia a encararlas, reduce la
solidez de los planteamientos y siembra dudas respecto de
la utilidad del sendero propuesto para ir "más allá". La dis 23, En 1998 el "Operativo Casablanca" del gobierno de Estados
Unidos comprobó el activo involucram:iento de paree del sistema financie
cusión de la sección anterior afirma, al contrario, que un tra ro mexicano en-el lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Cfr. ante
tamiento de los instrumentos sin una consideración a los cedences de esta cuestión en EsTÉVEZ (1995 Y 1996).
de Pantaleón se convirtió en poco tiempo en el gerente públi ALONSO, Jorge (1996): "La reforma democrática del Estado mexi
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supuesto, mucho más modestas que las de la Alianza para el BANCOMUNDIAL(1995): Informe sobre el desarrollo mundial 1995:
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tura de poder económico y en buena medida político, pre
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dominante hoy en la mayoría de los países de AméricaLatina. Rules: ConstitutionalPoliticalEconomy. New York: Cambridge
Algunos de esos actores e ideas son preexistentes a la acción University Press.
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resultados más auspiciosos que sus antecesores-aunque tam- . (7) 789-803. .
poco existen bases para descartarlas. La política; incluso la BROWN,Robert (1981): "Burocracia: La utilidad de un concepto",
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¡
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I
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1
LA TERCERA VÍA
12
ANTHONY GIDDENS
13
L
LA TERCERA VÍA
14
ANrHONY GIDDENS
II
cado-- y otros detractores librecambistas del socialismose
convirtieron súbitamente en una fuerza a ser tenida en
cuenta. Elneoliberalismo tuvo un impacto menor sobre la
mayoría de los países de Europa continental que sobre el
Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Latinoamérica.
No obstante, en el continente, como en todas partes, lasfi
losofíasde libre mercado cobraron importancia.
15
LA TERCERA VÍA
16
ANTHONY GIDDENS
I 17
LA TERCERA VÍA
-Gobierno mínimo.
-Sociedad civilautónoma.
-Fundamentalismo de mercado.
-Autoritarismo moral, más un acusado individualismo
económico.
-El mercado de trabajosedesregulacomo ningún otro.
-Aceptación de la desigualdad.
-Nacionalismo tradicional.
-Estado de bienestar como red de seguridad.
-Modernización lineal.
-Débil conciencia ecológica.
-Teoría realista del orden internacional.
~Pertenece al mundo bipolar.
18
24 CARLOSM. VIUS: ¿Más allá del'Consenso de Washington'jI
bastante a preservarlo (Altimir 1994, 1999;jiménez 1996; En la segunda posguerra formó parte de las recomendacio
Berry 1997;Morley 1998). Con más de cien países ejecutan nes de política inspiradas en el Punto IV del gobierno del
do las reformas y ajustes durante más de una década, los fru presidente Harry Truman, y volvió a aparecer en América
tos recogidos en términos de crecimiento, sustentabilidad y Latina en los años sesenta en la agenda asociada a la Alianza
bienestar son magros. para el Progreso y a algunos programas de la Agencia para
El balance del ajuste puso de relieve que no.sólo en el el Desarrollo Internacional (AID). Resurgía ahora en un
terreno de los asuntos sociales y del bienestar los resultados informe del Banco Mundial sobre el desarrollo del Africa
distaban de ser satisfactorios. El enfoque predominante meridional (World Bank, 1989),donde se afirmaba que sub
mente fiscalista de las privatizaciones determinó que las-con yacente a la persistencia de los problemas de desarrollo de
sideraciones respecto del desempeño técnico de los nuevos Mrica existía una crisis de desempeño de las agenciasguber
titulares y la calidad de los servicios ofertados mereciera namentalesencargadas de promoverlo (p. 60). La falta de
menos atención que los recursos financierosque podían apor suficientes capacidades gubernamentales y la persistencia de
tar a economías con serios desequilibrios en sus cuentas modalidades de ejerciciopatrimonialista del poder y de com
públicas. El traspaso al mercado de activos y de decisiones, portamientos estatales predatorlos, eran responsables de los
y la desregulación amplia del comercio y las finanzas, dio fracasos económicos.
paso con mucha frecuencia a la exacerbación de aspectos En su Informe sobre el desarrollo mundial correspon
profundamente arraigados en la cultura empresarial: bús diente a 1991el Banco dedicó un capítulo específico al papel
queda de rentas, prácticas cuasi monopólicas y comporta que el Estado está llamado a desempeñar en el-proceso de
mientas clientelistas. Variosde los más importantes proce desarrollo (Banco Mundia11991: 150-172). Aparece aquí
sos. de privatización de activos dieron lugar a sonados por primera vez la expresión "enfoque amistoso con el mer
escándalos político-financieros y a la generación de cuasi cado" (market-friendly approach), apareritemerite un inven
rentas de monopolio por las firmas adjudicatarias,.o por lo to del entonces vicepresidente Lawrence Summers. Por tal
menos carecieron de la transparencia que la opinión públi se entiende un estilo de intervención estatal orientada a for
ca demandaba. La modernización de la economía no fue talecer al mercado y optimizar su eficiencia. El informe rei
incompatible, y a menudo encubrió, tanto la reproducción tera los riesgos que se derivan de la tendencia al fracaso de
y el fortalecimiento de estructuras patrimonialistas, como la la gestión estatal en la economía: corrupción, rentisrno, dese
manipulación de las políticas de reforma en beneficio de gru quilibrios fiscales,inestabilidad. Reconoce, sin embargo, que
pos particulares. tI "riesgo moral" en la empresa privada la intervención del.Estado no es de por sí indeseable; muchos
demostró ser tan frecuente como la corrupción del sector tipos de intervención "son esencialespara que las economías
público y sin una correlación puntual con ésta; la elimina cristalicentodas sus posibilidades":mantenimiento del orden
ción de los controles públicos y la activa red de contactos público, inversión en capital humano, construcción y repa
empresariales informales con las agencias estatales amplia ración de obras de infraestructura, protección del medio
ron el espacio para que aquél alcanzara múltiples expresio ambiente. En todas estas esferas los mercados son deficien
nes. Con cierta frecuencia las elites empresariales tradicio tes y la intervención del Estado se hace necesaria: no para
nules o de nuevo cuño manipularon las reformas para reemplazar a los mercados, sino para fortalecerlos y com
fortalecer su propia posición de poder en el plano político plementarlos. Es imprescindible crear instituciones más efi
y en el mercado. Por su lado, no pocas organizaciones no caces, mejorar la estructura administrativa, elevar la eficien
gubernamentales y del llamado tercer sector mostraron pro cia de las burocracias públicas, racionalizar el gasto público
pensión a comportamientos clientelistas, poca transparen
cia en sus asignaciones y ejecuciones presupuestarias, y una
fuerte dependencia respecto de fuentes gubernamentales de 5. Las reformas en las llamadas "economías en transición" (la ex
financiamiento externo'. uRSS yel antiguo bloque soviético) constituyen ejemplos paradigmáticos
tanto de la capacidad de las viejas élites políticas para metamorfosearse en
Estas cuestiones contribuyeron a poner en duda la razo una nueva burguesia gracias a la preservación de su control del poder esta
nabilidad de la hipótesis del Estado mínimo. La fe en la auto tal, como de la tolerancia y colaboración financiera de algunos gobiernos
regulación del mercado no fue abandonada, pero se reco y agencias multilaterales occidentales. Algunos estudios informan que dos
tercios de los más prominentes'ernpresarios de Rusia, 80 por ciento de los
noció que un determinado ejercicio de las capacidades nuevos millonarios rumanos, y la mitad de los más altos ejecutivos empre
estatales podía contribuir significativamente a mejorar su sariales de Polonia, provienen de las nomenclaturas comunistas (Liebich,
funcionamiento, o por lo menos a remover los obstáculos a 1997). Menos espectacular, la manipulación c1ientelistade las reformas tamo
bién está presente en otras latitudes. La revista especializada LalÍnFinance
tal fin. Los fracasos y las distorsiones del ajuste, y las rigide tituló su nota de tapa dedicada a la privatización de TELMEX, el mono
ces y sesgos del mercado fuerun imputadas al mal manejo polio telefónico estatal mexicano, "A very prioate affa;r" (N° 34, Marzo
de las políticas públicas o a la falta de una autoridad efecti 1992). En Ecuador, el vicepresidente Alberto Dahik, a cargo del programa
de privatizaciones, debió abandonar el cargo y el país en medio de fuertes
vamente desvinculada de los intereses particularistas. En esta acusaciones de malversación de fondos, y continua prófugo desde entono
línea de razonamiento, las fallas en el ajuste se debían, en ces. Conaghan et al. (1990) discuten la cuasi privatización de las agencias
definitiva, a problemas de ejecución, mucho más que a cues gubernamentales en lo región andina en el marco de las reformas neolíbe
rales. CONCHEIRO BÓRQUEZ(1996) presenta el caso del gobierno de Carlos
tiones de diseño o de contenido. El Estado debía ponerse a Salinas de Gortari. FAZlO (1997) y ASPlAZU(1998) enfocan diversos aspec
punto, y poner a punto a la sociedad, para la ejecución exi tos de las relaciones particularistas gobierno/empresas en el marco de las
tosa de las reformas. reformas macroeconómicos en Chile y Argentina. VU.AS (1996) se refiere a
este tema con relación a Centroamérica. KRUlJT (1992) discute los alean
La preocupación de los programas de ayuda al desa ces,limitaciones y deformaciones de las organizaciones no gubernamenta
rrollo por la calidad de la gestión pública no era novedosa. les, en el marco o como efecto, del ajuste económico.
y descargar al Estado de las funciones y competencias que multilaterales y gubernamentales, y en la literatura acadé
el mercado desempeña mejor, privatizando o reformando mica de-losEstados Unidos. Los estudios sobre la economía
profundamente las empresas de propiedad estatal. A estos política de la reforma, típicos de la segunda mitad de los
efectos el Banco recomienda impulsar reformas tributarias años ochenta e inicios de la década del noventa, cedieron
y del sector financiero, privatizar activos y priorizar la inver terreno a la preocupación por la ingeniería institucional".
sión en rubros como educación, salud, nutrición, planifica En 1993, después de meses de discusiones internas y de
ción familiar y beneficencia, infraestructura, protección del negociaciones políticas con algunos gobiernos miembro, el
medio ambiente; todo ello en un marco democrático con Banco Mundial publicó su versión del acelerado y sosteni
participación de la sociedad civil.Señala asimismo la nece do desarrollo industrial en el sudeste de Asia (World Bank,
sidad de voluntad y compromiso político para llevar ade 1993a).El documento reconoce el papel estratégico desem
lante el desarrollo (p. 10) e insiste en la importancia que para peñado por la intervención estatal en el lanzamiento y sos
ello revisten la seguridad del derecho de propiedad, un régi tenimiento del más exitoso proceso de desarrollo capitalis
men jurídico adecuado, un poder judicial eficiente y la super- ta de la segunda posguerra, aunque plantea la posibilidad
visión de la banca. . de que sinrilares éxitos se habrían podido alcanzar sin esa
En 1992 el Banco publicó un informe en el que destacó intervención; la causa fundamental del éxito del desarrollo
la relevancia estratégica de la calidad de la gestión pública del Asiasudoriental descansaría en su sostenida orientación
para el éxito de las reformasneoliberales(World Bank, 1992). exportadora, mucho más que en las modalidades de inter
El autodesmantelamiento del Estado (por ejemplo desregu vención estatal (p. 367) De hecho; la lectura del informe reve
laciones y privatizaciones),que usualmente implica Un refuer la la intención de presentar el desarrollo de esa parte de Asia
zo de la actividad estatal, demanda una gestión institucional como una aplicación creativa de los fundamentos de la teo
eficaz. Según el Banco, la buena gestión pública se refiere ría neoclásica y del enfoque amistoso hacia el mercado, más
tanto al desempeño de' las agencias gubernamentales como que como otro camino para alcanzar el desarrollo. El Banco
a la promoción de la sociedad civil, entendida ésta como el insistió en su firme adhesión a la teoría neoclásica y al enfo
conjunto de asociaciones voluntarias, no gubernamentales, que del gobierno de Estados Unidos en materia de finan
involucradas en diversos aspectos de la promoción y el desa ciamiento internacional al desarrollo. De todos modos el
trolla social y la vida dem·ocrática. En los programas del documento admitió, aunque con renuncia, el pape! desem
Banco la promoción de la sociedad civil está ligada al mejo peñado por diversas modalidades de planeamiento e ínter
ramiento de la responsabilidad, la legitimidad y la partici vención estatal directa que iban en contra de las premisas
pación de los actores sociales,y a la transparencia de sus ins centrales de esa teoría: políticas sectoriales activas; selecti
tituciones y procesos; estos factores dotan de poder a la vidad crediticia; acuerdos entre agencias gubernamentales
sociedad civil y reducen el del Estado. La congruencia entre y empresas; proteccionismo a líneas de inversión promovi
las políticas públicas y su efectiva implementación, y la asig das; regulación de la cuenta de capital; priorización del aho
nación y uso eficiente de los recursos públicos se ve favore rro interno como fuente principal de financiamiento de la
cida cuando los funcionarios están obligados a dar cuenta inversión.Al mismo tiempo el informe puso énfasisen moda
del modo en que ejercen sus funciones y son responsables lidades más ortodoxas de gestión pública, como desarrollo
de los resultados. Los gobiernos deben proveer normas de recursos humanos y construcción y mantenimiento de
legales que garanticen el funcionamiento de los mercados y infraestructura. Sobre todo insistió en los riesgos que impli
protejan los derechos de propiedad. Sin un régimen de dere caría intentar reproducir, en otras áreas del mundo en desa
cho estable, la suerte de las empresas y de los individuos rrollo, los estilos de relación Estado/empresas característi
queda librada a la voluntad de las camarillas gobernantes. cos del sudeste de Asia'.
La construcción de una buena gestión pública se basa Estos documentos prepararon el terreno al informe sobre
en tres niveles de transformaciones. En el nivel institucio el papel del Estado en las reformas económicas (World Bank,
nal, implica la creación de un Estado "neutral", protegido 1997).Si bien debe considerárselo un desarrollo de las ideas
de las presionesparticularistasde los actores privados y sobre ya formuladas en e! documento de 1991, en varios aspectos
todo de aquéllos más comprometidos con el régimen políti este informe avanza respecto de las ambigüedades del docu
co-económico que se intenta reformar; en el nivel social mento sobre el desarrollo del sudeste de Asia. Reconoce la
requiere la creación de una esfera pública no gubernamen conveniencia, en ciertos casos, de una orientación estatal
tal (la sociedad civil);en el nive! personal plantea la creación temporal y admite que algunos aspectos de la experiencia
de un yo (self imbuido de individualismoy de pautas moder asiática de mercados gobernados reviste interés para las eco
nas de conducta. El referente histórico del Banco Mundial nomías en desarrollo. Al mismo tiempo insiste en la prima
es el proceso de modernización y desarrollo de! capitalismo cía de los fundamentos económicos en su versión neoclásica,
en Inglaterra entre los siglos XVI y XIX. Toma como ejem
plo la transformación de la esfera institucional británica en
e! siglo XVII, con la creación del Banco de Inglaterra, una 6. La incorporación de la problemática institucional a los estudios
del Banco Mundial se apoyó en el resurgimiento de los enfoques institu
reorganización de las finanzas públicas, el aseguramiento de cionalistas en los estudios políticos en las universidades de Estados Unidos
los derechos de propiedad, las leyes de patentes, y la libera desde mediados de la década de 1980 y estimuló mayor desarrollo de los
ción de los mercados (p.7). mismos. Vid por ejemplo EVANS,RUESCHMEYER & SKOCPOL(1985); BREN·
NAN & BUCHANNAN(1985); NORTH (1986, 1990); WEISBERG (1986); etc.
Este documento tuvo fuerte impacto en las recomen 7. WADE (1997) expone los pormenores de las discusiones y nego
daciones de política del Banco Mundial y de otras agencias ciaciones que rodearon la elaboración de este estudio.
y en la legitimación de la gestión estatal por su capacidad boys-,la mafia de Berkeley en Indonesia y la pandilla de los
para ampliar los espacios de libertad de los mercados". cuatro en Tailandia" (p. 83).
El desarrollo requiere un Estado efectivo, que desem
peñe un papel catalítico y facilitador, estimulando y com
plementando las actividades" de la empresa privada y los III. ¿MÁS ALLÁ DEL "CONSENSO"?
individuos" (pág. iii). El desarrollo dominado por e! Estado
ba fracasado, pero también ha fracasado el desarrollo sin A lo largo de la década de 1990 el Banco Mundial argu
Estado. "Sin un Estado efectivo, el desarrollo sostenible, mentó respecto de la necesidad de incluir las instituciones y
tanto económico como social,es imposible" (p. 1).El Estado la gestión pública en el conjunto de cuestiones que deben
es central en el desarrollo económico y social en la medida ser sometidas a reforma a los fines de aumentar la eficacia
que su pape! sea de facilitador, socio y catalizador de la ini de sus programas de ajuste estructural y dinamizar los pro
ciativaprivada, no de proveedor. Para que e!bienestar huma 'cesos de desarrollo. También otros organismos multilatera
no avance,las capacidades estatales-deflnidas como la habi les incorporaron a sus agendas la preocupación por la refor
lidad de emprender y promover eficientemente acciones ma institucional (por ejemplo, OECD 1990; UNDP, 1991).
colectivas (tales como ley y orden, salud pública e infraes La orientación amistosa al mercado requiere mejorar el fun
tructura básica- deben aumentar. La efectividad del Estado cionamiento de las instituciones públicas y la formulación y
es definida como el resultado de emplear las capacidades ejecución de las políticas gubernamentales, elevar la calidad
para hacerse cargo de la demanda de la sociedad acerca de y la eficacia de la gestión estatal, así como reducir los con
esos bienes. troles políticos o fiscales y ampliar los márgenes de acción
Cinco tareas fundamentales componen el núcleo de la de los mercados. El ajuste económico resumido en el
misión de cualquier gobierno, sin las cuales no es posible el "Consenso de Washington" y.más en general, el exitoso fun
desarrollo sostenible, compartido y reductor de pobreza: cionamiento de la economía, demandan reformas profun
establecimiento de un marco legal; mantenimiento de un das en el diseño y funcionamiento del aparato estatal, y no
ambiente político no distorsionanre, incluyendo estabilidad sólo la reducción de éste a su expresión mínima. La cues
macroeconómica; inversión en servicios sociales básicos e tión es la eficacia del Estado, una vez que éste ha alcanzado
infraestructura; protección a los vulnerables, y al medio su tamaño óptimo. Esta es, se afirma, la dimensión ausente
ambiente. La fuerza distintiva del Estado en estos terrenos en el "Consenso de Washington".
es su poder para imponer tributos, prohibir, castigar y reque Es posible reconocer dos enfoques de política en las
rir participación (p. 25). Un Estado eficaz se caracteriza por propuestas de complementación, según elgrado de su adhe
su capacidad para establecer las reglas en las que se susten sión a la formulación original del "Consenso" y el distan
tan los mercados y que les permiten funcionar adecuada ciamiento respecto de las premisas fundamentales de la eco
mente. Los países con pobre capacidad estatal deberían con nomía neoclásica. De manera descriptiva se hará referencia
centrarse en la provisión de bienes públicos exclusivamente, a ellos como enfoques doctrinario y pragmático. El prime
como salud, educación e infraestructura, que generan gran ro plantea un conjunto reducido de reformas instituciona
des retornos en cuanto producen externalidades positivas les orientadas a mejorar la eficacia de las recomendaciones
hacia toda la sociedad (p. 52). del "Consenso". El segundo cuestiona algunas de las pre
La reforma del Estado debe mejorar la capacidad de éste misas del "Consenso", señalando la necesidad de regula
para atender los aspectos esenciales para el crecimiento eco ción estatal en terrenos en los que el mercado libre no basta
nómico: comercio libre, mercado de capitales libre, y des para proveer desarrollo.
regulación de las inversiones, El Estado debe convertirse en Burky y Perry (1998)representan claramente la posición
socio y facilitador, orientando a los mercados, asegurando doctrinaria 9. Siguiendo a North (1990), definen las institu
el cumplimiento de los contratos, garantizando la obser ciones como normas que configuran el comportamiento de
vancia de los principios de una economía sana y promo organizacionese individuos dentro de una sociedad. Pueden
viendo el mayor desarrollo de los mercados. Con tal fin es ser formales (constituciones, leyes, reglamentos, contratos,
conveniente que las agencias estatales encargadas de esta procedimientos internos de determinadas organizaciones) o
misión permanezcan protegidas de las presiones particula informales (valores y normas) (p. 2, 11) 10. El documento
ristas de los actores del mercado. El informedestaca la impor
tancia de la concentración de autoridad política en algunas
8. El informe de 1997 es representativo de los cambios introduci
agencias centrales de elite: la unidad de privatizaciones dos en las orientaciones generales del Banco Mundial con la llegada de
dependiente de la presidencia de México en el sexenio de James Wolfensohn y James Stiglitz a la presidencia y vicepresidencia, res
Carlos Salinas de Gortari (p. 63); el MITI japonés y el pectivamente.
9. En el momento de publicarse este documento Shahid Javed Burky
Economic Planning Board en Corea (p. 83). De acuerdo al y Guillermo Peny eran, respectivamente, Vicepresidente y EconomistaJcfe
Banco, en la década de 1980 Chile "parece haber desarro de la oficina regional para América Latina del Banco Mundial.
llado el tipo de espíritu de cuerpo entre los altos funciona 10. Para NORTIl(1990) las instituciones son las reglas del juego, las
limitaciones de cualquier tipo que los seres humanos crean para interac
rios públicos, que ha promovido asociaciones (entre agen tuar en la sociedad. Las instituciones pueden ser formales o informales. Su
cias públicas y firmas privadas: CMV) en la tecnocracia función principal consiste en reducir la incertidumbre estableciendo una
indonesia y en el MITI japonés, entre otros". "Más sor estructura estable de interacción. El objetivo de North es elaborar una
teoría de las instituciones sobre la base de las eleccio~es individuales.
prendente aún son los paralelos que pueden reconocerse North no repara, o no asigna importancia, a l. dirriensión de toda institu
entre el grupo de asesores de alto nivel en Chile -los Chicago ción en cuanto estructura de poder. Ni todos los seres humanos cuentan,
pone énfasis en la reforma de las normas que determinan joseph Stiglitz (hasta hace poco vicepresidente de! Banco
los incentivos, no relacionados a precios relativos, para el Mundial) admite que el buen funcionamiento de.los merca
comportamiento de los individuos y las organizaciones. "Las dos requiere políticas de regulación fiscal, fomento de la
instituciones eficientes deben proveer reglas claras, amplia competencia,desarrollo de la educación, estímulosa la trans
mente conocidas, coherentes, predecibles, creíbles y uni misión de tecnología y fomento de la transparencia, temas
formemente aplicadas". A su vez la capacidad de adapta todos ausentes del "Consenso de Washington". Hacen falta
ción de las instituciones a las circunstancias cambiantes de políticas específicas. El Estado debe complementar al sec
la economía asegura que la estructura de incentivos se aco tor privado y la actividad estatal debe ser más efectiva. La
mode a los cambios tecnológicos,las preferencias de la socie privatizaciónsin fomento de la competencia y sin regulación
dad, los factores externos e innovaciones institucionales en favorece la búsqueda de rentas. En esto la empresa privada
otros lugares (p. 27). . no es distinta de la empresa estatal. La cuestión central es el
Las recomendaciones de Burky y Perry se centran en monopolio u oligopolio, no el tipo de derechos de propie
"cuatro sectores clave": finanzas, educación, justicia y admi dad: "la importancia de la competencia es mayor que la de
nistración pública. En el primero argumentan sobre la nece la propiedad". A no ser que la economía sea de verdadera
sidad de establecer redes de protección financiera frente a competencia, los beneficios del libre comercio y la privati
las recurrentes crisis, mejorando la información a la que tie zación serán disipados-en la captura de rentas y no dirigidos
nen acceso los depositantes respecto de la calidad de las ope a la creación de riqueza. Si la inversión pública en recursos
raciones y la cartera de los bancos. La red también debería humanos y transferencia de tecnología son insuficientes, el
reducir e! riesgo moral que podría verse estimulado por la mercado por sí solo no llenará la brecha". Hacer funcionar
existencia de la red -en cuanto la protección que ella ofre bien los mercados" requiere algo más que una baja inflación;
ce a los inversionistas podría favorecer comportamientos requiere regulación fiscal,políticas para la competencia, polí
especulativos ". En materia educativa recomieridan avanzar ticas que faciliten la transmisión de tecnología y promuevan
en la reforma, dando mayor fuerza a esquemas de descen la transparencia, por sólo citar algunos aspectos no tratados
tralización, privatización de las prestaciones y del financia por el Consenso de Washington~ (Stíglitz, 1998).
miento, introducción de mecanismos de competencia entre La posición de Stíglitz es más novedosa en cuanto al
prestadores, y vinculación de la remuneración del personal enfoque de las relaciones Estado/mercado, que en lo refe
docente a su desempeño. Ponen acento asimismoen la nece rente a accionesconcretas de política. Por esto mismo, irnpli
sidad de desmontar las resistenciascorporativas a una mayor ca un cuestionamiento mayor del "Consenso". Las expe
reforma que pueden provenir de la acción sindical de los riencias exitosas de desarrollo en e! sudeste de Asia han
maestros. En el terreno de la administración de justicia reco ejercido influencia en el reexamen de las relaciones Es
miendan modificar la política salarial e introducir esquemas tado/mercado aquí recomendado, por más que se recono
de remuneración de los jueces de acuerdo a su desempeño; ce que no existen al respecto recetas o recomendaciones
la medida debería estimular la aceleración de los procesos y genéricas válidas para todo el mundo o en todo lugar (vid.
definir un sistemade premios y castigospecuniarios que dife también Stiglitz, 1997).
rencie entre jueces eficientes e ineficientes. El sistema legal,
inspirado en e! modelo francés, debería ser sustituido por
un esquema más ágil, que brinde mayor protección a los IV, DISCUSIÓN
derechos de las minorías en materia económica y financie
ra. Finalmente, en materia de administración pública reco El carácter estratégico de la intervención estatal para la
miendan mayor impulso a la descentralización, estímulo a la superación del atraso económico es admitida por la teoría
transparencia, desarrollo de modelos alternativos de gestión económica por lo menos desde el estudio de Veblen (1915)
que mejoren la calidad de las respuestas a las demandas del sobre e! desarrollo industrial de Alemania y la posterior
mercado y la sociedad. ampliación d~ su tesis por Gershenkron (1962) ". En esta
En su versión doctrinaria las propuestas de avanzar "más línea de pensamiento, la investigación de Johnson (1982)
allá del Consenso de Washington" deben ser vistas como sobre el MITI japonés, y una nutrida producción académi
intentos de complemento del "Consenso", más que como ca posterior, destacaron el pape! de varias agencias guber
hipótesis de políticas alternativas; se advierte fácilmente su namentales en la exitosa promoción del desarrollo en varios
vinculación con las recomendaciones formuladas en el infor países del sudeste de Asia. Existe una coincidencia amplia,
me del Banco Mundial de 1991,resumido en la sección ante en estos análisis, en reconocer que un marco institucional
rior. Se trata básicamente de encarar las que se estima tare eficiente mejora las perspectivas de éxito de las políticas
as pendientes de! ajuste y de mejorar la implementación de
las políticas, de ahí la necesidad de la reforma institucional. en términos efectivos, con la misma capacidad para crear instituciones, ni
Son acciones de política que figuran desde hace años en la la creación institucional es simplemente un acto de racionalidad individual.
agenda de las reformas de tipo neoliberal; el aporte de Burky 11. La necesidad de reducir la especulación financiera y dotar de
mayor responsabilidad a los bancos y a los inversores se encuentra presen
y Perry consiste, más que en una innovación sustantiva, en te en algunas iniciativas recientes del FMI -por ejemplo, el "Código de
la recolección de un número de acciones dispersas bajo una Basilea" sobre comportamiento y responsabilidades bancarias, y recomen
denominación sencilla y de amplia acogida. daciones de complementación entre los sectores público y privado. Cfr tam
bién FlsCHER(1999).
Desde una perspectiva pragmática, aunque sin romper 12. Vid también KITCHING (1982) y PlPrroNE (1994) -quien plantea
lanzas con los postulados básicos de la economía neoclásica, una interesante distinción entre atraso económico y subdesarrollo (pp. 26-28).
estatales, aunque hay tendencia a soslayar las diferencias de grandes cambios en la sociedad y en el Estado, y tiene
nacionales en materia de arreglos institucionales y de ins poco que ver con Ideologías particulares. "Para que las
trumentos de gestión, para identificación de un modelo "armonías económicas" subsistan la ciencia política no debe
.regional. Más que las similitudes o coincidenciasen los ins preocuparse por la organización del Estado, sino simple
trumentos, destaca en las experiencias exitosas del sudeste mente de su función", expresó Fréderic Bastiat, el filósofo
de Asia la estrecha vinculación de la gestión pública a un liberal de la economía (apud Sampay 1944: 57). Su reco
conjunto de grandes objetivos nacionales que orientaron la mendación acopla bien con la utopía marxista de "sustituir
acción del gobierno y modelaron la construcción institu el gobierno de los hombres por la administración de las
cional (cfr. Weder, 1999). cosas" (Marx, 1859) y la burocratización de la conducción
Desde la perspectiva de la teoría política, una gestión política en los regímenes de tipo soviético. Ambas reapare
pública de alta calidad se fundamenta en los principios bási cen en los intentos de proscripción de la actividad política
cos de un régimen democrático, aunque la relación entre no gubernamental por las dictaduras militares de las déca
calidad de la gestión y tipo de régimen político dista mucho das pasadas en Brasil, Chile o Argentina, y en las afirmacio
de ser unívoca. La responsabilidad pública de los funcio nes contemporáneas del fin de la política (por ejemplo
narios, el acceso de los ciudadanos a información guberna
Mulgan, 1994;Guehénno, 1995).
mental, el control popular de las acciones de gobierno, la
En virtud de este reduccionismo, el Estado queda va
separación entre el patrimonio público y el patrimonio de
ciado de política en cuanto ésta es ante todo construcción,
los fUncionarios, la tributación como obligación ciudada
ejercicio y discusión del poder. La atención se dirige fun
na, son todos ingredientes de un régimen político que apun
tan, entre otras cosas, al buen uso de los recursos públicos, damentalmente al funcionamiento de las instituciones públi
algo que usualmente se asocia con la democracia y el buen cas; la problemática propiamente política de la construc
gobierno. En particular hay que mencionar la vinculación, ción estatal y del desarrollo es diluida. y remplazada por la
que se remonta por lo menos al siglo Xli, entre partici cuestión de la administraci6n de una determinada configu
pación política y tributación. En cuanto el financiamiento ración de poder que se supone constante. La discusión de
del Estado proviene siempre, en definitiva, de los recursos los grandes objetivos de la acción política -el desarrollo, el
que extrae de la sociedad, existe una obligación legale inclu bienestar, la integración social, u otros- se desplaza hacia
so ética de los funcionarios de dar un uso correcto al pro el comentario y las recomendaciones sobre el modo de
ducto de esa exacción -vale decir, asignándoles el destino desempeño de los instrumentos y la administración de los
definido por los ciudadanos y sus representantes, y gestio- recursos. En este enfoque, los actores significativos de la
nándolos con eficiencia n. . acción política son siempre actores estatales: burocracias
En líneas generales, e! sector público en América Latina civiles y militares y, en general, personal dotado de deter
presenta déficit serios en materia de eficacia,eficiencia,asig minadas destrezas técnicas. La "política desde abajo", vale
nación de recursos, transparencia en la ejecución de los mis decir, la que corre por cuenta de los actores no estatales, se
mos, alcance y oportunidad de los mecanismos de fiscaliza legitima y es promovida en la medida en que complementa
ción y control. La necesidad de encarar estas cuestiones se a la que se ejerce desde el Estado en función de los objeti
apoya tanto en los principios básicos de un régimen demo vos perseguidos o tolerados por éste.
crático o en la funcionalidad de una buena administración Al contrario, desde una perspectiva más dinámica, e!
como, de manera más inmediata, en los compromisos finan Estado es ante todo la institucionalización de las relaciones
cieros externos asumidos por la mayoría de los gobiernos, de poder en la sociedad y de su articulación con el sistema
que demandan una severa racionalización fiscal. Señalar las internacional de relaciones políticas, comerciales y finan
deficiencias del sector público no debería llevar a pensar que cieras.Esta dimensión sustantiva se hace explícita y se desen
el sector privado está libre de problemas, por más que en vuelve en el funcionamiento cotidiano de las agencias públi
años recientes tanto en el terreno de la política como en el cas (gobierno central, tribunales, etc.) y en sus múltiples
de la academia sea más notoria la preocupación por aqué
llas que por éstos ". Fácilmente se advierte que unas y otras
y
relaciones con la sociedad el mercado. Ello no significa que
en el nivel orgánico o institucional el Estado se presente siem
no se compensan ni se disculpan recíprocamente, más bien
pre como una unidad homogénea; instituciones particulares
se potencian. La discusión crítica de las propuestas de refor
pueden expresar y movilizar diferentes arreglos sectoriales
ma institucional de! Banco Mundial y de los alcances y limi
taciones reales de la afirmación de ir "más allá del Consenso de poder. Existe, sin embargo, una coherencia básica que
de Washington", que se presenta en esta sección, no debe mantiene elpotencial de conflicto entre agencias -y entre
ría ser entendida, por lo tanto, como una justificación,mucho
menos una defensa, de lo malo realmente existente. 13. BRESSER PERElRA (1999a, 1999b:83-97) resalta la vinculación entre
uso correcto de los recursos públicos y derechos de ciudadanía, aunque
para ello no es necesario, como plantea Bresser, una reformulación de la
Política y administración teoría de la ciudadanía o la identificación de unos derechos republicanos
diferentes de los derechos ciudadanos.
Destaca en los documentos del Banco Mundial, ante 14. Caso ilustrativo de este sesgo es GIDDENS (1998). En su propuesta
todo, la reducción del Estado a su dimensión operativa de de una "tercero vía" para la socialdemocracia europea, Giddens se expla
ya sobre las necesidades de reforma y modernización del Estado y de la
gestión pública. Es éste un aspecto característico de todo sociedad civil, con interés considerablemente menor respecto del mercado
actor instalado en la cúspide del poder político en momentos y el mundo de las empresas.
los arreglos de poder que ellas insritucionalizan-; dentro de de la gestión pública requiere, en cada escenario institucio
márgenes aceptables de gobemábilidad ", naly sociopolítico, la consistencia del diseño de las políticas
El modo en que un Estadolleva a cabo la administra con los objetivos que se persiguen, así como coherencia en
ción de sus recursos y la gestión de sus políticas es analíti la gradación o jerarquía que se reconoce entre ellos. El dise
camente diferenciable de esos arreglos de poder, pero guar ño de las políticas públicas es, fundamentalmente, un tema
da respecto de ellos una relación de adecuación básica. Las de técnicas e instrumentos; lo segundo es, ante todo, mate
capacidades de gestión estatal tienen como referencia y hori ria de la política en cuanto ésta se refiere al deber ser del
zonte los objetivos de la acción política, y éstos siempre desempeño público. Es también materia de la política la elec
expresan, de alguna manera, los intereses, metas, aspiracio ción entre diferentes opciones instrumentales. Laotra con
nes, afmidades o antagonismos del conjunto social y de la sideración se refiere a la eficiencia de las políticas públicas.
jerarquización recíproca de sus principales actores. No exis Eficiencia es en el fondo una cuestión de costo/beneficio,
te un tamaño óptimo del Estado -sea "mínimo", "máximo" de definiciónde criterios respecto de cuánto se está dispuesto
o de otra índole-- al margen de los actores sociales que deter a pagar para alcanzar determinados resultados, de qué natu
minan su comportamiento y de los objetivos que los orien raleza son los costos a considerar (económicos, políticos, de
tan. La relación entre la gestión pública, la estructura socio prestigio, etc.) y de quién o quiénes deberán hacerse cargo
económica y las orientaciones políticas del Estado siempre de ellos. Ésta es también una decisión eminentemente polí
es.estrecha '6. Los estilos de gestión de los recursos públicos, tica en cuanto siempre tiene como referente las relaciones
y la conceptualizaciónmisma de ciertos recursos como públi de poder entre determinados actores y de éstos con relación
cos, guardan una vinculación íntima con los objetivos a los al Estado; se sabe desde hace mucho tiempo que una de las
que apunta dicha gestión y, por lo tanto, con la configura manifestaciones más claras del poder político consiste en la
ción de la estructura de poder de la que esos objetivos deri capacidad de hacer pagar a otros los costos de las acciones
van. Así,el esquema de gestión burocrática es típico de esce encaminadas a alcanzar los objetivos de quien lo ejerce. La
narios sociopolíticos de relativa estabilidad. y autonomía naturaleza política de ambas cuestiones no se diluye por el
operativa del Estado respecto de una sociedad de masas con hecho de que las respectivas decisiones se deleguen hacia
conjuntos socialesde cierta homogeneidad. Al contrario, un funcionarios que ocupan posiciones formalmente técnicas,
esquema de gestión de tipo gerencial usualmente responde o hacia actores del ámbito privado.
a la necesidad de adaptación rápida a escenarios cambian Puede argumentarse que, por su propia naturaleza, un
tes de públicos segmentados, preeminencia de los tiempos organismo multilateral carece de mandato pata involucrar
cortos, toma de decisiones con interpretación y aplicación se en aspectos sustantivos como los señalados. De acuerdo
flexibles de marcos normativos laxos, e incluso ausencia de con esta interpretación, los organismos actuarían en defini
marcosnormativos. tiva como cajas de resonancia de cada gobierno, aceptando
La gestión de las relaciones laborales entre empresas y y, eventualmente, fortaleciendo con sus recomendaciones la
trabajadores ofrece una buena ilustración de la vinculación correlación de poder prevaleciente en cada país solicitante
entre esquemas de administración pública y relaciones y de·asesoría o fondos: una misión eminentemente conserva
jerarquías sociales. El desarrollo del derecho del trabajo, dora. La enorme capacidad de persuasión de las recomen
como rama específica de! derecho público, fue resultado de daciones de los organismos no derivaría de los recursos que
una configuración de relaciones de poder entre sindicatos y movilizano de la presión que pueden ejercersobre los gobier
empresas en el marco de una sociedad de masas, esquema nos, sino de su habilidad para acoplarse a decisionesya adop
fordista de producción y creciente regulación estatal. La cre tadas por las autoridades políticas -algo así como navegar a
ación de este cuerpo legal ensanchó las modalidades de favor del viento. El argumento trasluce una visión incom
mediación estatal; dio pie aldesarrollo de nuevas agencias pleta del desempeño de estos organismos y de sus relacio
gubernamentales y ramas de administración de justicia; limi nes con los estados miembros. No es un secreto para nadie
tó las facultades decisorias de las empresas; acotó la capaci que las recomendaciones de política pública formuladas por
dad de acción de las organizaciones laborales y contribuyó el FMI, el Banco Mundial, el BID y organismos similares,
al fortalecimiento de una ideología de derechos colectivos inciden decisivamente en la matriz de poder de la sociedad,
que coexistió con desiguales niveles de conflictividad con la promoviendo a algunos actores, discriminando contra otros,
concepción liberal tradicional de derechos individuales. La y en definitiva interviniendo en la dinámica política y social
progresiva sustitución de! derecho laboral por el derecho en nombre de tina racionalidad técnica o de los macro eco
°
civil comercial, en cambio, testimonia en nuestros días el nomic [undamentals. En algunas situaciones de gran con
retroceso de la capacidad de afiliación y de negociación de flictividad política y social, las condiciones impuestas por
los sindicatos de trabajadores; junto con e! predominio de estos organismos para el desembolso de fondos reforzaron
esquemas de acumulación flexible, desregulación amplia de la posición del gobierno de Estados Unidos en su confron
la economía, recuperación de capacidad decisoria por las tación con gobiernos de países en desarrollo; las presiones
empresas y resurgimiento de una ideología de racionalidad ejercidas sobre el gobierno de Michael Manley en Jamaica
individualista. El cambio de marco jurídico implica asimis siguen siendo un caso de estudio en algunas universidades
mo una transferencia de la gestión de las relaciones labora
les del ámbito público al privado.
15. Vid en VlLAS(1997.) un desarrollo de estas proposiciones,
En la discusión de estos asuntos conviene tener presentes 16. BROWN (1981:265) se refiere a ella como un. relación "clara
dos consideraciones generales. La primera es que la eficacia mente simbiótica".
de Estados Unidos y Canadá. A la inversa, el financiamien 1998). El tránsito recién señalado, de un esquema triparti
to amplio a algunos países contribuyó a mantener en el poder to de gestión de las relaciones laborales a otro de tipo bila
a regímenes'autoritarios dilapidadores de recursos a los que teral, ilustra sobre un cambio institucional que afecta explí
la política exterior de Estados Unidos consideraba aliados citamente la eficacia decisoria de los actores directamente
en el marco de la guerra fría -Indonesia es, posiblemente, el involucrados en uno y otro modelo.
caso más notorio (Payer, 1982a, 1982b; Huber & Stephens, En cambio, el Banco no extrae suficiente rendimiento
1986; George & Sabelli, 1994). de la diferenciación entre instituciones formales e informa
Viene al caso regresar al ejemplo de las relaciones labo les (North, 1990,caps. I y V). La distinción entre unas y otras
rales. Es notorio que la insistencia de algunos organismos en es en realidad mucho menos tajante que lo que North supo
la flexibilización laboral ajusta mucho mejor con las orien ne. El marco formal del poder político y económico existe
taciones de algunos de los participantes en la negociación junto a una variedad de estructuras informales que se entre
laboral, que con las de otros. En este orden de ideas, la cruzan con él, lo complementan y se desenvuelven de mane
encuesta elaborada por el Banco Mundial para dotar de base ra paralela. Esas estructuras informales se suman al sistema
empírica a las recomendaciones sobre la relaciónEstado/mer formal, actúan en los espacios que éste no cubre y hacen
cado contenidas en el informe de 1997 es ilustrativa de lo posible el funcionamiento de sus grandes instituciones.."La
que podría conceptualizarse como un sesgo'político de clase integración de la sociedad global requiere del tejido menu
(World Bank, 1997: 174-175). La encuesta se refiere exclu do de estas relaciones intersticiales" (Wolf, 1966). Algunos
sivamente a las opiniones emitidas por empresarios; deja de de los resultados efectivamente recogidos por el "Consenso
lado la opinión de trabajadores así como la de la población de Washington", indicados en la sección TI,ilustran de mane
agrupada en un amplio arco de organizaciones sociales que ra explícita la combinación conflictiva a veces, complemen
también tienen puntos de vista respecto de aquella articula taria otras, entre instituciones formales e informales: por
ción: organismos vinculados a la protección del ambiente, ejemplo la persistencia de redes clientelares en el marco de
asociaciones de consumidores o de usuarios de servicios la modernización institucional; orientaciones particularistas
públicos, organizaciones de defensa de los derechos huma en la asignación de recursos; o privatizaciones por asigna
nos, etcétera. No es claro el modo en que el Banco compa ción directa de los activos a actores próximos a la alta fun
tibiliza este sesgo con los enunciados de sus informes de 1991 ción pública, sin contralor institucional. Estos ejemplos indi
y 1992, ya comentados, respecto del fortalecimiento de la can, además, que la informalidad no es una característica
sociedad civil como dimensión integral del proceso de desa exclusiva de un sector precario o de pequeña escala, sino
rrollo. Sin embargo la inclinación a prestar oído a ciertos una dimensión que puede estar presente en cualquier tipo
actores sociales o económicos en detrimento de otros es con de negocios (cfr. de la Peña, 1996).
sistente con la base de datos movilizada en la elaboración La consideración de los modos y alcances de la gravi
del informe correspondiente a 1995.Dedicado al análisis de tación de las instituciones informales en los procesos de
las transformaciones de los mercados de trabajo y al futuro desarrollo introduce la cuestión de! tiempo largo no lineal
del empleo, no es evidente que el Banco haya tenido en con que caracteriza la dinámica de éstas. «Aunque las normas
sideración la opinión o las reflexiones de trabajadores o de formales pueden cambiar de la noche a la mañana como
organizaciones laborales (Banco Mundial, 1995) 17. resultado de decisiones políticas o judiciales, las limitacio
nes informales enraizadas en costumbres, tradiciones y códi
Instituciones formales e informales gos de conducta son mucho más resistentes o impenetra
bles a las políticas deliberadas. Estas limitaciones culturales
El enfoque formalista de las instituciones propuesto
no solamente conectan el pasado con el presente y e! futu
por Douglass North, que el Banco adopta explícitamente
ro, sino que brindan una clave para explicar el derrotero
(World Bank, 1997), permite referirse a la política en tanto
del cambio histórico" (North 1990:16) 18. Este ritmo de
construcción y procesamiento de relaciones de poder, y ope
desenvolvimiento contrasta con las urgencias de las agen
rar sobre ella, afectando la presidencia. La caracterización
das de reformas y su orientación explícita hacia la produc
de una institución como un sistema de reglas del juego sos
laya cuestiones fundamentales como el contenido deljuego, ción de resultados en el corto plazo, y con los cronogramas
la finalidad del mismo, el número e identidad de los parti de los organismos que tienen a su cargo la auditoría de los
cipantes, la existencia o inexistencia de árbitro y similares. programas de reforma y de los gobiernos que los ejecutan.
También deja de lado la circunstancia, bastante evidente,
que no todos los individuos o grupos se encuentran en 17. Los informes de país (country reports) suelen ser más explícitos
igualdad de condiciones para crear o imponer determina en su enfoque amistoso hacia determinados actores y arreglos de poder. Se
trata de documentos redactados para funcionarios políticos y técnicos que,
das instituciones, o para decidir la medida y el sentido de
a diferencia de los informes generales, raramente están al alcance de un
su participación en ellas. A diferencia de los modelos ela público más amplio. Por ejemplo: a pesar de que la fuerte concentración
borados en teoría de juegos, en la sociedad real los dife de la tenencia y propiedad de la tierra sigue siendo uno de los aspectos cen
trales de los conflictos sociales y políticos en El Salvador, y una de las fuen
rentes jugadores tienen una desigual dotación de recursos, tes mejor conocidas de generación de pobreza, ni siquiera un párrafo ha
y capacidades desiguales de movilizarlos cuando el desen sido dedicado a esta cuestión en el informe del Banco Mundial sobre el
volvimiento del juego 10 requiere; es sabido, asimismo, que combate a la pobreza en ese país (vid WORLDBANK1993b).
18. Sobre tiempo corto y tiempo largo, tiempo lineal y tiempo no
estas desigualdades alcanzan en América Latina niveles lineal en los procesos económicos y sociales vid SCHELLING (1973); PRo·
mayores que en el resto del mundo (CEPAL, 1997; BID, NOVOST (1989); IBARRA (1996).
El tipo de cambio, la política crediticia, la des regulación está estrechamente asociada a cuestiones como la expan
comercial o la liberalización de los precios pueden decidir sión del comercio, desarrollos científico-técnicos aplicados
se en un tiempo corto y generan efectos de inmediato; otra a la producción y la guerra, la centralización del poder polí
cosa ocurre con la reconversión productiva, la formación tico, el sistema de escuelas públicas, la constitución de vas
de recursos humanos, el desarrollo científico-técnico o una tos imperios coloniales y el ejercicio de la violencia física en
ética de responsabilidad pública. modalidades desconocidas.
El enfoque ahistórico de las propuestas de reforma y su La promoción de la racionalidad individualista por las
propensión a la imitación de modelos de organización ins reformas económicas e institucionales del "Consenso de
titucional agrava estas. tensiones. El informe del Banco Washington" y sus complementos, demanda modificaciones
Mundial de 1997, dedicado a "lo que el Estado debería hacer, radicales en los hábitos, percepciones y valoraciones de con
cómo debería hacerlo, y de qué modo puede hacerlo de la juntos amplios de la población. Se trata de sustituir el con
mejor manera" (World Bank, 1997: 1-3) adopta explícita cepto de derechos y obligaciones colectivas-emanadas unos
mente un enfoque abstracto que no reconoce las diferentes y otras, tanto de tradiciones comunitarias como de concep
matrices de articulación entre el Estado y las estructuras ciones socialdemócratas- por la noción de capacidades indi
sociales y económicas, ni las trayectorias históricas que viduales referidas fundamentalmente al mercado como sis
desembocan en los escenarios contemporáneos. La idea de tema de organización social. El referente implícito es un
que la construcción institucional forma parte integral de la modelo de elección racional de individuos orientados por
vida de una sociedad, y que el desempeño efectivodel marco una motivación utilitaria, con libre e igual acceso a la infor
institucionales resultado de un conjunto muy amplio de tran mación. En sus versiones más fundamentalistas el rediseño
saccionesentre actores sociales,no parece figurar en el reper neolíberal de las instituciones apunta a una reconfiguración
torio intelectual de los funcionarios que diseñan las refor cultural profunda del conjunto de la sociedad.y a la reduc
mas, o por lo menos de los que escribieron el informe. Se ción de ésta a una sumatoria de interacciones individuales
advierte, por lo tanto, resistencia a admitir la posibilidad de de motivación egoísta -'~la sociedad no existe", según el dic
trayectorias diferenciadas en el desarrollo de las economías tum atribuido a Margaret Thatcher y retomado por algunas
-según se vio en la discusión del desarrollo en el sudeste de vertientes de la literatura postmoderna (Laclau, 1991). La
Asia en el informe de 1993. La adhesión a un determinado Bolivia de inicios de la década de 1990 ilustra con drama
marco teórico -la economía neoclásica- se combina con un tismo lasviolentas reaccionesque estos tardíos intentos cuasi
modelo etnocéntrico de desarrollo social que en definitiva iluministas suelen suscitar. La ejecución de las reformas
remite al casohistórico particular de algunasáreas de Europa durante la presidencia de Gonzalo Sánchez de. Losada
occidental. Es éste un tema ampliamente debatido respecto demandó en Bolivia e! establecimiento de! estado de sitio:
del cualno es necesario insistir (cfr.Browett, 1985;Le&wich, la suspensión de las garantías individuales como.condición
1994; Gills & Philip, 1996). para la implantación de la ideología del individualismo. Los
Una importante literatura señala las complejas dirnen acontecimientos registrados recientemente en Ecuador apor
siones históricas y culturales de los procesos de construc tan más evidencia en e! mismo sentido. Debe señalarse que
ción y cambio institucional (por ejemplo Hintze, 1931; el impacto cultural de estas propuestas no se limitaa lassocie
Polanyi, 1957; Corrigan & Sayer, 1985; Poggi, 1990; Tilly, dades multiétnicas o multiculturales, Todo arreglo, más o
1992). La formación y las transformaciones del Estado menos estable, de poder tiende a generar un conjunto amplio
moderno en el marco del desarrollo histórico del capitalis de actitudes, comportamientos, expectativas y valoraciones.
mo implican formas específicas de concebir nociones bási Las modificaciones de tales arreglos, implícitas en las pro
cas de autoridad y legitimidad, y de referir los comporta puestas de reforma institucional, chocan contra esos patro
mientos individuales y del grupo inmediato a conjuntos nes culturales y generan resistencias y reacomodos. Tiene
humanos más amplios y a marcos normativos impersonales lugar un trastrocamiento de los criterios aceptados de lo que
-la dominación racional legal de la sociología weberiana. es justo y lo que no lo es. Estos criterios se ubican en la base
En último análisis involucra la internalización en cada per de las prescripciones sociales de la convivencia y tienen un
sona de una antropología filosófica que destaca al indivi ritmo propio de transformación; la imposición de modifica
duo como agente autónomo de los procesos sociales (Sayer, ciones en el tiempo corto incrementa los niveles tolerados
1991; Callinicos, 1999: 10-38). El desarrollo de una racio de incertidumbre y alimenta e! malestar social.
nalidad individual y de las instituciones que le sirven de La euforia modernizante de algunos reformadores iden
soporte -en primer lugar, el mercado como forma genera tifica al conjunto de instituciones "tradicionales" y a su ritmo
lizada de interacción y de regulación social- no es espontá diferente de cambio con el atraso, y con frecuencia define
neo ni tiene lugar de manera homogénea en todos los ámbi un antagonismo de principio con ellas. Ciertamente, la
tos de la convivencia humana. Que una persona llegue a implantación del mercado como forma dominante de orga
asumirse a sí misma como individuo y a orientar, en conse nización socialencuentra resistenciasen muchos de los patro
cuencia, la totalidad de su conducta y sus interacciones, es nes previos de organización. Además, la defensa de la tra
resultado de un prolongado proceso en el que interviene dición o de "las cosas como son" puede encubrir o justificar
una pluralidad de factores, incluyendo momentos de extra las formas de injusticia, opresión y explotación típicas de
ordinaria coacción física y simbólica. La extensión de esta esos conjuntos sociales en nombre del respeto al multicul
racionalidad desde algunas ciudades del norte y el centro turalismo. Un enfoque más integrado y posiblemente sen
de Europa hacia el resto del mundo a partir del siglo XVII sato de los procesos de transformación social-aunque menos
motivado por urgencias financieras- permitiría advertir, sin de imitación institucional que desatiende los entornos socio
embargo, que en muchas de las instituciones basadas en la culturales. El ejemplo es particularmente adecuado porque
solidaridad, la cooperación o la reciprocidad se encuentran en este tema el planteamiento del Banco Mundial trató de
presentes fuerzas y tendencias que podrían potenciar moda, hacerse cargo, con particular atención, de varias de las dis
lidades menos traumáticas de modernización, o que estruc crepancias empíricas de las sociedades en desarrollo respecto
turas e instituciones convencionalmente tradicionales pue de algunos modelos teóricos. En el marco del "Consenso de
den actuar como detonantes de procesos de cambio de Washington" la privatización de los sistemas de jubilaciones
grandes proyecciones (cfr.por ejemplo Rudolph & Rudolph, y pensioneses vista como un elemento que permitirá aumen
1967; Stephen, 1991; Mazlísh, 1991; Tarrow, 1994). tar el ahorro interno y dinamizar los mercados de capital; se
En los países industrializados estos procesos de trans presenta asimismo como una forma de superar las. ine
formación institucional y cultural demandaron décadas de ficiencias y limitaciones de los sistemas de reparto. El siste
prueba y error y de adaptación, e involucraron costos socia ma tiene en cuenta la experiencia de los fondos de pensión
les importantes; en respuesta a ellos, la sociedad primero y el de Estados Unidos y otros países del mundo anglosajón -y
Estadodespués, pusieron en funcionamiento una variedad en menor medida de Japón y los países escandinavos- y se
de instituciones e instancias de contención y de compensa apoya en la teoría de! ciclo de vida enunciada por Franco
ción, desde las primitivas sociedades de beneficencia hasta Modigliani y otros. La evidencia de que las sociedades en
los modernos sistemas de seguridad y promoción social. El desarrollo muestran marcadas diferencias empíricas respec
Banco Mundial se desentiende de esta evidencia en sus reco to de algunos de los supuestos del modelo -por ejemplo, la
mendaciones de reforma, así como del fracaso de los meca informalidad, inestabilidad y fragmentación de los merca
nismos tradicionales de contención y dela cuestionable efi dos de trabajo en-los ql,leactúa una porción importante de
cacia de los que son propuestos como sustitutos (Vilas, la población reducen significativamente la previsibilidad e
1997b). La intención de promover el cambio institucional a incluso el desenvolvimiento de un ciclo de vida como el que
ritmo acelerado, sin mayores consideraciones sobre el terre la teoría adopta como supuesto; el modelo implícito de orga
no social en e! que las nuevas instituciones deberían desen nización familiarno se compadece con la variedad de estruc
volverse,se asemejaa ciertaspolíticasde importación de equi turas familiaresobservables en la región; etc.-llevó al Banco
pamiento "llave en mano". Se instala e! producto final, Mundial a elaborar un modelo más acorde con esos escena
omitiendo el desarrollo histórico que condujo a él y e! entre rios (World Bank, 1994) lO.
namiento social que ese desarrollo favoreció. El resultado de Los alcances y limitaciones de esta propuesta y de sus
estos injertos suele agravar las deformaciones y fragmenta aplicaciones siguen siendo objeto de fuerte debate. Se quie
ciones típicas del subdesarrollo, con la coexistencia de polos re destacar aquí que, como no podía ser de otra manera, el
o enclaves de modernidad integrados a las economías más desempeño de las firmas administradoras de fondos de segu
desarrolladas, y grandes espacios de baja productividad y ridad social en los mercados latinoamericanos es manifies
poco valor estratégicopara laslíneas más dinámicas de la eco tamente diferente que en el mundo anglosajón, en varios
nomía nacional y su inserción externa. Del mismo modo, la aspectos: comisiones por servicios considerablemente más
atención prestada a la modernización de los ámbitos de la altas; tasas de ganancia más elevadas sin perjuicio de cober
gestión pública más vinculados con las áreas del mercado o turas mucho más reducidas; líneas de inversión más orien
de la sociedad más relevantes en el esquema dominante de tadas hacia colocaciones de corto plazo en detrimento de
organización económica y social (por ejemplo, sector finan opciones más convencionales y seguras (por ejemplo infra
ciero, comercio exterior, seguimiento y control de grupos estructura o vivienda)aunque con tasas de retomo más redu
específicos de población) coexisten con el atraso, la ine cidas. No se advierte en los gobiernos de la región la defini
ficiencia y la desatención hacia la gestión pública referida a ción de estímulos que orienten las colocaciones financieras
actores y cuestiones no estratégicas para ese mismo esque hacia objetivos de desarrollo, mientras que los proyectos de
ma: por ejemplo medio ambiente, tercera edad, protección inversión en infraestructura, desarrollo social, etc. siguen
de los consumidores, seguridad y asistencia social. Estas asin dependiendo fuertemente de financiamiento externo.
cronías ilustran la capacidad de las sociedades dominantes y Ninguno de estos factores ha sido tenido en consideración
de los actores de mayor gravitación en los procesos de acu en la propuesta del Banco. Además, la prestación básica
mulación, en el desarrollo científicoy técnico y en el ejercicio resulta un pobre complemento de los mecanismos de solida
del poder político, para imponer al resto sus propios ritmos ridad familiar o comunal, y los elevados niveles de evasión
y estilosde cambio (Toulminy Goodfie!d, 1968;Ramos Torre, tributaria (incluyendo las contribuciones obligatorias a la
1992).También en este aspecto la experiencia de aprendiza seguridad social) conspiran contra un adecuado financia
je y de adaptación creativa que caracteriza a los procesos exi miento.Así como en el sistemade reparto fue frecuenteobser
tosos de desarrollo de Japón y el sudeste de Asia, ofrecen var la primacía del objetivo de financiamiento del déficit
algunas enseñanzas que no parece prudente desaprovechar
(vid. por ejemplo Morris Suzuki, 1998). Tanto más cuando
19. El modelo del Banco Mundial contempla tres tipos de aportes:
en el propio mundo anglosajón se está fortaleciendo un arco una prestación básica, obligatoria, administrada por el Estado y financia
muy variado de propuestas de ética social comunitaria o, para . da vía impuestos, que cumpliría un papel equivalente .1 de los sistemas
recurrir a un lenguaje de moda, "post-individualista". informales de seguridad (desempeñados por las redes de parentesco yotras
redes de solidaridad), un pilar de ahorro privado obligatorio administrado
La privatización de los sistemas de seguridad socialbrin por firmas privadas y sujeto a capitalización, y fondos provenientes del aho
da una buena ilustración de las limitaciones de una política rro privado voluntario también administrados por el sector privado.
fiscal, existen razones para pensar que en los esquemas pri El espacio abierto a las políticas nacionales y a algunos de
vatizados prima la racionalidad de desarrollo del mercado sus instrumentos se ha reformulado en los años recientes,
de capitales y su intemacionalización; por encima de la cali pero de ninguna manera ha-desaparecido -por más queen
dad y el alcance de la cobertura de los riesgos. las economíasdel mundo en desarrollo siempre fue más redu
La violencia proactiva o reactiva de la implantación de cido que en los países industrializados. Puede incluso afir
los nuevos modelos sude ser directamente proporcional a la marse que mucho del-avance reciente de la globalización
velocidad con que la implantación se pretende, cuestión ésta económica debe tanto o más al impulso dado a ella por deter
que vuelvea ubicar el tema en el marco de las diferentes con. minadas políticas gubernamentales que a la dinámica espon
cepciones de la temporalidad. La sustitución de patrones tánea del mercado (P. ej., Ibarra, 1996; Hirst & Thompson,
culturales de tipo comunitario tradicional por otros de tipo 1996; Strange, 1996; Doremus et al., 1998; Weiss, 1998;
mercantil individualista;el remplazo de vinculacionesde tipo Veseth, 1998;Bouzas y Ffrench-Davis, 1998;Garrett, 1999).
consuetudinario por otras de naturaleza contractual; o el A esto se agrega el hecho, también conocido, del impacto
paso de orientaciones y estilos de tipo corporativo a otros de la liberalización de,las economías latinoamericanas en el
de tipo concurrencial, demandan períodos de adaptación agravamiento de la fragmentación social y de las desigual
usualmente más prolongados que los que forman parte de dades sociales. Los sectores más acomodados se articulan
la contabilidad comercial y de la valorización del capital (cfr. rápidamente a las sociedades más avanzadas y adoptan sus
Safa, 1993;Williams & Young,1994; Santiso, 1997).Afortu patrones de consumo y sus perspectivas culturales -para lo
nadamente no todo es violencia, aunque el recurso a la coac cual siempre tuvieron una fuerte propensión- mientras
ción estatal, o a acciones de protesta social, adquieran siem aumenta la desintegracióndel resto de la población. La socie
pre mucha notoriedad. Más usual es la enorme variedad de dad pierde cohesión; la profundización de las desigualdades
comportamientos adaptativos y de reciclaje de las nuevas sociales conspira contra el sentimiento de pertenencia a un
instituciones en términos de las prácticas convencionales, todo compartido. La "comunidad imaginada" de la patria,
incluso en sus manifestaciones-másperversas. Así, es común la nación o incluso la clase, retrocede ante las lealtades par
encontrar que las propuestas de descentralización adminis ticulares al grupo primario, a la corporación, a la firma de
trativa, inspiradas en criterios de participación social, tien negocios, o a identificaciones contingentes.
den a reforzar el poder de las élites locales y de estilos caci El desarrollo de mercados altamente concentrados esti
quiles de dominación. Otras veces, la estrategia de "desatar mula la privatización del Estado no sólo en lo que respecta
las manos de los administradores" para dotar de mayor agi a la provisión de bienes y servicios sino a su dimensión bási
lidad a la gestión pública ha dado lugar a situaciones de arbi ca, ya señalada, de institucionalización de la estructura de
trariedad por ausencia o ineficacia de mecanismos adecua poder y en su funcionamiento como administración públi
dos y oportunos de fiscalización. Con bastante frecuencia ca. La coherencia básica que existe siempre entre estructu
los programas socialesfocalizadospara llegar "a quienes más ras socioeconómicas y regímenes políticos (un señalamien
los necesitan" han sido instrumentalizados con fines electo-
to que se remonta a Aristóteles) inclina a los gobiernos a
rales o como retribución de lealtades políticas". '
tomar como referentes de su acción a los actores de mayor
gravitación en el campo de la economía. Así como los movi
Una cuestión de gobernabilidad mientos de mujeres señalan la existencia de un "androcen
trismo institucional" en algunas dimensiones del funciona
El interés en una buena gestión pública muestra sensi
miento estatal, o los movimientos de identidad étnica
bilidad hacia la problemática de la gobernabilidad de los
identifican un "racismo instituciortal" , es posible argumen
procesos de reformas en los escenarios de astringencia fis
cal que predominan desde los años ochenta. Las alteracio tar la existencia de preferencias institucionales que sesgan
nes sociales y económicas y las modificaciones en las rela el funcionamiento del Estado hacia determinados actores
ciones de poder ponen en tensión las capacidades de del mundo de la economía. Se advierte en muchos casos que
orientación y gestión gubernamental y obligan a una refor la ampliación de las capacidades de decisión política y de
niulación de las mismas. No es casual que reforma institu coerción legal para la reestructuración de la economía ha
cional y gobernabilidad sean presentadas en una estrecha significadouna dara instrurnentalizacióndel Estado en bene
asociación (por ejemplo World Bank, 1992; PNUD 1998). ficio de los actores a cuyos objetivos o intereses se asigna un
No está muy claro sin embargo en qué medida las refor valor prioritario. La idea de una "autonomía relativa" del
mas institucionales propuestas mejoran las probabilidades Estado respecto de los actores fundamentales de la socie
de gobernabilidad del "Consenso de Washington". Buena dad resulta más apropiada a los escenarios institucionales
parte de los desafíosrecientesa la gobemabilidad de lassocie del capitalismo administrado keynesiano o socialdemócra
dades en proceso de cambio provienen de la ausencia de res ta (y sus variantes criollas), que a los del capitalismo avasa
guardos o filtros de las economías individuales o regionales llador de nuestros días (Vilas, 1997a). Consiguientemente,
frente a la extraordinaria volatilidad alcanzada por la econo
mía mundial, así como de la cesión, en beneficio de los acto 20. Es llamativa la lentitud con la que el Banco Mundial reconoce
res del mercado, de instrumentos estratégicos de gestión este tipo de adaptaciones perversas cuando se llevan a cabo con fondos de
pública.La afirmaciónde que talesfiltroso regulacionescare la institución: efr AFP (1999) y EFE (1999) sobre el caso del FONCODES
en Perú. El problema venía siendo señalado por varias investigaciones inde
cen ya de viabilidad a causa de la globalización del capitalis pendientes: por ejemplo HAYA DE LA TORRE (1995); MAUCERI (1995); VILAS
mo es cuestionable sobre la base de una amplia experiencia, (1998). Vid también IPS (1996).
en los escenarios de astringencia fiscal que prevalecen en nales, y de articulación a los escenarios internacionales que,
toda la región, la asignación de recursos públicos (financie por conocido, no es necesario describir aquí, La sustitución
ros, materiales, legales o de otra índole) a los objetivos y de este proyecto por una estrategia de industria "de toque
actores priorizados puede implicar el abandono relativo del final" o de armado para la reexportación implica cambios
resto, o incluso e! financiamiento de intereses particulares de grandes proporciones en muchos aspectos, entre ellos la
por el conjunto social.Pueden señalarse en este sentido, res política de recursos humanos. El entrenamiento en el pues
pectivamente, la modificación de las políticas socialesdesde to de trabajo satisface ahora lás demandas de calificación de
un enfoque de promoción a otro de contención, y la con las empresas de ensamble o de las plataformas de exporta
versión de los pasivos de algunos grandes actores del siste ción; el concepto de planeación es reemplazado por crite
ma industrial o financiero privado en deuda pública (Vilas, rios como "ajuste", "adecuación" o "corrección" dela ofer
1997b; Moreno Pérez, 1998). ta laboral a las cambiantes demandas de las firmas, que a su
Es en este punto donde la variante pragmática del "más vez deben adaptarse rápidamente a los pedidos de los clien
allá de! Consenso de Washington" cobra relevancia.De acuer tes -usualmente eslabones superiores en la cadena transna
do a ella, la promoción del mercado debe ir acompañada de cional de producción/comercialización (Candia, 1999). Más
una acción institucional encaminada a orientarlo y comple aún, en este diseño la viabilidad, contenidos, alcances y re
mentarlo, prevenir o compensar sus limitaciones y corregir cursos de una política de ciencia e innovación tecnológica,
sus imperfecciones. Se trata en el fondo de una propuesta tienen un techo muy bajo.
de regular a los mercados y en tal sentido, más que avanzar Por su lado, una política de fomento de la competencia
"más allá del Consenso de Washington" plantea una refor debe estar dispuesta a enfrentar las resistencias de las cor
mulación del enfoque sustantivo del mismo en 10 que toca poraciones o grupos económicos que se benefician de la
a las relaciones entre el Estado y el mercado. La posición de apropiación de rentas de monopolio; sería una ingenuidad
Stiglitz respecto del "Consenso" es coherente con su tra pensar que e! éxito de tales políticas depende exclusivamente
yectoria previa a su ingreso al Banco Mundial (Stíglitz,1986) de la calidad técnica de su diseño. La acción reguladora de!
y se inscribeen la perspectivade los estudios sobre el "gobier Estado deberá asentarse en una coalición social en la que la
no de los mercados" (cfr.por ejemplo Wade, 1990).La dife gravitación de los usuarios y consumidores actúe como con
rencia principal con la propuesta de Burky y Perry reside no trapeso de la capacidad de presión de las firmas afectadas.
tanto en admitir la necesidad de cierta gestión estatal, sino En todo caso, la hipótesis misma de una regulación estatal
en los objetivos hacia los cuales ella debería orientarse -y, en del mercado, orientada a darle mayor competitividad, supo
consecuencia, en el tipo de instrumentos que es necesario ne un tipo de capitalismo "relativamente organizado" que
poner en movimiento. contrasta con lo que se observa en la actualidad.
Hablar de imperfecciones del mercado implica señalar El Estado puede colaborar con la reformulación de los
la inexistencia o las limitaciones de las instituciones públi acuerdos y las confrontaciones sociales, pero para ello hace
cas que las prevengan y estimulen las reorientaciones nece
falta mucho más que la profesionalidad, la sensibilidad o la
sarias. Lamentablemente, no se exploran todas las implica
rigidez de los funcionarios y sus asesores -cuya importancia
ciones de esta reformulación -en particular, e! impacto que
no se subestima. No queda claro, en este sentido, quién habrá
ella podría tener en la configuración de los apoyos políticos
de ponerse e! traje que la propuesta pragmática confeccio
y sociales, internos y externos, que dieron viabilidad a las
na, además de los mismos funcionarios que vistieron las ropas
políticas del "Consenso". La hipótesis del enfoque pragmá
de! "Consenso". La cuestión de la agencia o, si se prefiere,
tico parece asumir que e! paso de un esquema de liberaliza
del actor estratégico, no se presenta en e! documento de
ción total a otro de regulación o complementación estatal es
Burky y Perry. Sus recomendaciones son, como ya se ha seña
simplemente una cuestión de reorientación de los instru
lado, desarrollos de aspectos implícitos en la formulación
mentos de gestión o de diseño de nuevos instrumentos. La
original del "Consenso" y en este sentido se adaptan bien a
discusión precedente sugiere que un viraje de ese tipo siem
las motivaciones y orientaciones de los actores que lo pro
pre demanda una redefinición, parcial en e! mejor de los
mueven y extraen beneficios de él . Pero Stiglitzplantea efec
casos, pero no por ello menos importante, de algunos de los
acuerdos de poder entre los actores del mercado y la socie tivamente "ir más allá" e incluso ir para otro lado, y no resul
dad y conlleva, por lo tanto, modificaciones en sus articula ta evidente qué actores se harían cargo del viraje.Es conocida
ciones institucionales. la resistencia de los grupos de mayor poder económico a
Algunos ejemplos sencillos ilustran la cuestión. La pro recomendaciones de regulación como las que plantea el enfo
moción de una política activa de formación y capacitación que heterodoxo". Tampoco parece sensato apostar sin más
de recursos humanos, y la consiguiente asignación de recur a la reconversión teórica o a la sensibilización de las buro
sos públicos, tiene sentido y es legítima como parte de deter cracias internacionales; en las últimas dos décadas han mos
minados programas de desarrollo, y no de otros. Así,la expe trado una marcada ineptitud para extraer enseñanzas de los
riencia latinoamericana de escuelas técnicas en el nivel resultados de sus propias recomendaciones o para advertir
secundario fue parte de un proyecto de industrialización que
demandaba un cierto grado de planeación, por lo menos
implícita, del mercado de trabajo y de las calificacioneslabo 21. Recuérdense, por ejemplo, las reacciones del sector financiero
de Argentina contra la iniciativa parlamentaria de regulación parcial del
rales. A su turno ese estilo de industrialización se apoyó en mercado de tarjetas de crédito: vid. La Nación (Buenos Aires) 26 de mayo
un sistema de coaliciones y conflictos sociales e institucio- 1998 (pág. 17) Y 24 de julio 1998 (2" sección pág. 8).
que el mundo suele ser más complejo que algunas simplifi- ajuste y sus secuelas. La idea de recurrir a este tipo de orga
caciones teóricas. . . nizaciones se remonta al enfoque de "poner primero a la
Un sistema político democrático contribuye, en princi gente" que estuvo presente en algunos programas de desa
pio, a acotar las resistencias o bloqueos a la reorientación de rrollo rural del Banco Mundial en la década de 1980 (Cernea,
los horizontes y las estrategias de desarrollo. Instituciones 1985). Se reconocía bajo este nombre la importancia de las
abiertas a la participación y representación amplias de la redes espontáneas de cooperación social para generar efec
dinámiea social ofrecen la posibilidad de que un mayor arco tos compensatorios del impacto nocivo, en los grupos más
de demandas, intereses y objetivos sean tenidos en cuenta vulnerables, de algunas dimensiones·del ajuste estructural.
en los procesos de decisión, y obliga a los actores institu En América Latina el enfoque se incorporó a la mayoría los
cionales a responder públicamente por esas decisiones, inclu programas de ajuste que se ejecutaron desde mediados de
so en cuestiones de administración cotidiana. Debe recono los años ochenta, y no se redujo al ámbito rural. El recurso
cerse empero, aunque resulte desagradable hacerlo, que en ala capacidad de organizacióny de trabajo de un arco amplio
escenarios socioeconómicos cómo los predominantes en la de organizaciones sin fines de lucro fue presentado como
mayor parte de América Latina, la democracia tiene límites. una contribución a la democratización y a elevar la eficacia
Pensar que en esos escenarios el voto individual es el único de los proyectos de inversión social, al ponerlos "cerca de la
recurso de poder que los actores sociales movilizan en su gente". Con el beneficio de la experiencia, es posible afir
relación con el Estado, implica incurrir en olvido de la vieja mar que el objetivo priorizado, no siempre explicitado, fue
teoría pluralista de los grupos de presión, para no mencio el ahorro de recursos financieros que significó el aporte de
nar enfoques más radicales. En sociedades cruzadas por desi trabajo gratuito, o pobremente remunerado, de los grupos
gualdades muy profundas, el principio igualitario de "una poblacionales involucrados en los proyectos -particular
persona, un voto" tiene una vigencia azarosa. Su valor cuan mente, trabajo de las mujeres. Además, el manejo centrali
titativo coexiste con la evidencia de que la propiedad o el zado de los recursos y del diseño de los proyectos favoreció
control de ciertos activos financieros, físicos, tecnológicos o la orientación de los fondos en función de la generación o
simbólicos, pueden gravitar mucho más que el sufragio; la retribución de lealtades políticas, más que de acuerdo al
capacidad de los individuos para proponer o imponer deci mapa de los grupos carenciados (Vilas, 1998: 27-53)22.Es
siones institucionales se independiza del peso cuantitativo sabido asimismoque el enfoque participativo estimulado por
de su participación electoral individual. La elevada concen el Banco Mundial dejó de lado las líneas troncales del ajus
tración de recursos de poder en ciertos actores sociales y del te económico, cuyo diseño siempre se mantuvo impermea
mercado, ya se ha visto, no es independiente del tipo de estra ble a las opiniones o reclamos de la misma sociedad civil de
tegia económica o de las políticas públicas inspiradas por los la que se esperaba que redujera el impacto social de aquél.
programas del "Consenso". En muchos países de América Latina la reforma políti
El modelo de la democracia de mercado implica costos ca del Estado es considerada de tanta o mayor prioridad que
de transacción entre política democrática y estímulos al mer la reforma administrativa, e incluso una condición previa
cado. La promoción acelerada. de una economía de merca para ésta. Por reforma política se hace referencia a un con
do implica priorizar institucionalmente los objetivos y pers junto de cuestiones que van desde los sistemas electorales y
pectivas de las empresas que actúan en los sectores de mayor los criterios de representación institucional, hasta las rela
concentración, y de los grupos sociales respectivos. Es fre ciones entrelas funciones ejecutivas, legislativasy judiciales
cuente que el equilibrio entre la eficacia de las instituciones y sus respectivos aparatos institucionales, y entre las autori
democráticas y la eficacia de determinadas fórmulas de polí dades civiles y las fuerzas de defensa y seguridad. Para
tica económica se tense y la balanza se incline hacia alguno amplios grupos de población que se expresan en una varie
de los extremos. El carácter ejemplar asignado por el Banco dad de asociaciones y modalidades -organismos no guber
Mundial a algunas agencias administrativas "de elite" en la namentales, organizaciones sindicales, partidos políticos,
promoción de las reformas sugiere la opción del organismo etcétera- una efectiva democratización de las instituciones
por el segundo de los términos de la transacción. Esas agen y de las prácticas institucionales, formales y no formales,
cias funcionaron como parte integral de regímenes autori sigue siendo una asignatura pendiente de la reforma del
tarios o abiertamente dictatoriales, a los que ni siquiera se Estado. México es un ejemplo pertinente, de ninguna mane
ajusta la definición minimalista electoral de democracia ra único. En la percepción de muchos de sus actores socia
(World Bank, 1997 :83 ). Debe señalarse, en esta misma línea les, cuestiones referidas a las dimensiones institucionales de
de análisis, que la democracia, que en el Informe de 1991 la participación social, a la reforma del sistema electoral, a
figuraba como un elemento integral de una estrategia de la representación política de ciertos actores sociales, a la res
desarrollo "amistosa al mercado", desaparece como tal en ponsabilidad de los funcionarios públicos, al acotamiento
documentos posteriores y, particularmente, en el Informe de las tradicionalmente muy amplias facultades presiden
de 1997.El régimen de gobierno nunca figuró entre las con ciales,tienen precedencia en las demandas y movilizaciones
sideraciones del Banco para decidir la eligibilidad de un país a favor de la reforma del Estado, por encima de la reforma
para sus líneas de financiamiento (Fishlow, 1994); es eso,
quizás, lo que dio notoriedad a la referencia de 1991.
La misma ambigüedad rodea el auspicio del involucra 22. No pueden desconocerse sin embargo algunos resultados cola
terales de estos experimentos de participación social: surgimiento o pro
miento de organismos no gubernamentales en ciertas dimen moción de nuevos líderes de base, aprendizaje de las ventajas de la organi
siones de la política social en el marco de los programas de zación y la cooperación en proyectos colectivos, etcétera.
admirústrativa. El objetivo de dar mayor eficacia a una red objetivos de la acción estatal y sin referencia a las configu
institucional considerada autoritaria y corrupta, ha sido reem raci~nes de poder que les sirven de sustento, olvida la dimen
plazado por el objetivo de ampliar la eficacia de la demo siónsustantiva de la problemática y contribuye a promover
cracia como paso previo a un gerenciamiento institucional o a aceptar como ineludibles o inamovibles, objetivos con
de más calidad y de plena transparencia (cfr. Alonso, 1996; tingentes a arreglos particulares de poder. Si por cuestiones
Rodríguez Pratts, 1996). de mandato la literatura producida por los organismos finan
Finalmente es llamativo que quede al margen de las pro cieros multilaterales no está en condiciones de tornar en cuen
puestas de reforma institucional la cuestión de la calidad del ta este tipo de asuntos, la respuesta a ellos deberá buscarse
gasto público y de los mecanismos de control, como tam por otros derroteros: las limitaciones de la fuente no invali
bién el mejoramiento de la calidad de la relación entre el dan la relevancia de la problemática. Por tanto, lejos de con
Estado en tanto prestador de servicios administrativos, socia cluir que una reorientación significativa de las políticas públi
les o de otra índole, y el público destinatario de los mismos. cas. actuales no es posible, la discusión aquí desarrollada
En particular, es notable que los argumentos respecto de la sugiere, simplemente, que ella debe buscarse por otras vías.
responsabilidad de la corrupción en la generación de pobre Las propuestas del "post Consenso". aceptan en mayor
za y en el retardo del crecimiento (World Bank, .1997; Burky o menor medida los arreglos de poder que el propio
y Perry, 1998) no estén acompañados por propuestas espe "Consenso" contribuyó a generar o consolidar; el "más allá"
cíficas de acotamiento del fenómeno. La tesis neoliberalcir tiene en este sentido un horizonte cercano y avizorador. La
cunscribe la corrupción al ámbito del Estado.atribuye el variante que aquí se ha denominado pragmática cuestiona
"riesgo moral" del mundo de los negocios -es decir, el invo algunos de los ingredientes centrales de la fórmula original,
lucramiento de empresas y empresarios en este tipo de arre pero comparte con la versión doctrinaria la omisión de una
glos informales con funcionarios o agencias estatales- a un consideración de los objetivos que, más acá o más allá del
exceso de energía empresarial que busca romper la. inercia "Consenso", orientan la estrategia de las reformas. En con
burocrática del Estado; define a la corrupción como una secuencia, tampoco aporta sugerencias respecto de qué acto
medida pragmática para eludir regulaciones inadecuadas o res -aparte de algunos grupos de técnicos o funcionarios
sacar el máximo de ventaja de las oportunidades que éstas estarían dispuestos a acometerlas,
ofrecen (De Soto, 1986; Escalante Gonzalbo, 1994). Con Considerada en sí misma, es decir con abstracción de
gruente con este enfoque, el combate a la corrupción se re las motivaciones que la impulsan y los objetivos que persi
duce a propuestas de mayor liberalización de la economía, gue, la intervención estatal no significa mucho, salvo posi
fortalecimiento de los tribunales y aceleración de los proce blemente desde la perspectiva de la teoría neoclásica. El últi
dimientos judiciales. Se ha señalado ya la limitación del enfo mo siglo muestra un número amplio de intervenciones
que; la experiencia recogida en América Latina y en otras públicas en la estructura y funcionamiento de la economía,
partes del mundo indica que las formas concretas de ejecu orientadas hacia una diversidad de objetivos y diseños macro
ción del ajuste han generado oportunidades de apropiación económicos. Socialismo y capitalismo, tanto en sus vertien
heterodoxa de recursos, que la iniciativa empresarial ha sabi tes democráticas como en las autoritarias, han recurrido a
do aprovechar. El modo en que se ha llevado a cabo la des políticas activas, esquemas de planificación y amplia regu
regulación y privatización del sector financiero en varios paí lación de la actividad privada, en todos los casos con resul
ses de la región está estrechamente vinculado a la expansión tados muy variados. La especificidad de cada tipo de inter
de cuestiones como el lavado de dinero proveniente del vención provino sobre todo de la dinámica de conflictos y
narcotráfico y de otras actividades económicas similarmen acuerdos entre actores sociales así como de los grandes obje
te perniciosas. La falta de controles institucionales, o su ine tivos que se trató de alcanzar y los problemas a los que se
ficacia, parece tener responsabilidad en el auge creciente de intentó dar respuesta. La definición de esos objetivos es siem
estos rubros de la acumulación de capital". pre una actividad política, por más que por conveniencia o
por error se la considere una cuestión técnica. Nuestro siglo
conoció casos horriblemente perversos de gestión pública
v. CONCLUSIONES eficiente al servicio de objetivos deleznables: desde los cam
pos nazis de exterminio hasta e! prolijo registro de la desa
Las argumentaciones en torno a la necesidad, posibili parición de personas y el robo de recién nacidos del terro
dad o conveniencia de "ir más allá" de la formulación ini rismo de Estado, pasando por el body count de la guerra de
cial del "Consenso de Washington" se centran en aspectos Vietnam, que deberían ayudar a complementar el entusias
eminentemente instrumentales. La preocupación por estas mo por los instrumentos con una acuciosa preocupación por
cuestiones no es irrelevante; una política diseñada o ejecu los objetivos. Si la referericia resulta desagradable, la litera
tada de manera chapucera puede conducir al fracaso a los tura latinoamericana brinda un ejemplo más ingenioso: el
objetivos más razonables. Pero la inhabilidad para advertir del capitán Pantaleón Pantoja, el personaje de Mario Vargas
las proyecciones políticas y normativas de las recomenda Llosa. Soldado disciplinado y patriota a carta cabal, el bueno
ciones instrumentales, o la renuencia a encararlas, reduce la
solidez de los planteamientos y siembra dudas respecto de
la utilidad de! sendero propuesto para ir "más allá". La dis 23. En 1998 el "Operativo Casablanca" del gobierno de Estados
Unidos comprobó el activo ínvolucramienro de parte del sistema financie
cusión de la sección anterior afirma, al contrario, que un tra ro mexicano en dlavado de dinero proveniente del narcotráfico. Cfr. ante
tamiento de los instrumentos sin una consideración a los cedentes de esta cuestión en EsTÉVEZ (1995 y 1996).
de Pantaleón se convirtió en poco tiempo en el gerente públi ALONSO, Jorge (1996):"La reforma democrática del Estado mexi
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Eudeba: 2.3·54.
y
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11
LA TERCERA VÍA
I
{
acreditado.
Las ideas políticas parecen haber perdidohoy día su
capacidad para estimular y los líderes políticos su capa
cidad para dirigir.El debate público está dominado por
preocupaciones acerca de los criterios morales en decli
ve, las divisionescrecientes entre ricos y pobres, las ten
siones del Estado de bienestar. Los únicos grupos que
parecen resueltamente optimistas son los que tienen fe
en que la tecnología resuelva nuestros problemas. Pero
el cambio tecnológico tiene consecuencias ambivalen
tes y, en cualquier caso, la tecnología no puede consti
tuir el fundamento de un programa político efectivo.Si
el pensamiento político va a recobrar sus cualidades es
timulantes no ha de ser ni simplemente reactivo ni limi
tarse a-lo cotidiano y a lo provinciano. La vida política
no es nada sin ideales, pero los ideales son vacíos si no
se refieren a posibilidades reales. Necesitamos saber
tanto qué tipo de sociedad desearíamos crear como las
formas concretas de acercarnos a ella. Este libro quiere
mostrar cómo pueden alcanzarse estos objetivosy resu
citar el idealismo político.
Mi principal punto de referencia es Gran Bretaña,
aunque muchos de mis argumentos tienen mayor al
cance. En el Reino Unido, como en la actualidad ocurre
en muchos otros países, la teoría va por detrás de la
práctica. Privadosde las viejascertidumbres, los gobier
nos que dicen representar a la izquierda están haciendo
política sobre la marcha. El esqueleto de su quehacer
político necesita cubrirse con carne teórica -no sólo
para respaldar lo que hacen, sino para dotar a la política
de un mayor sentido de la dirección y el propósito-.
12
ANTHONY GIDDENS
L
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I
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LA TERCERA VÍA
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14
ANTHONY GlDDENS
15
LA TERCERA VÍA
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f Socialdemocracia es un término aún más amplio y
.;') .!f.- ambiguo. Con él me refiero a partidos Yotros grupos de
] ~ la izquierda reformista, induyendo el Partido Laborista
tJy británico. Al comienzo del periodo de posguerra, social
demócratas de muchos países diferentes compartían
una perspectiva bastante similar.A ésta es a la que me re-
* Contrariamente a lo que ocurre entre nosotros, en el mundo an
glosajón el término libertario o libertarismo no tiene ninguna relación
directa con la tradición anarquista. Se refiere más bien a un libera
lismo radicalmente individuaIlista, tanto en temas político-econó
micos como morales. El más relevante ejemplo teórico del mismo se
encuentra en la obra de R. Nozick. (N delT.)
16
ANTHONY GIDDENS
17
LA TERCERA VÍA
-Gobierno mínimo.
-Sociedad civilautónoma.
-Fundamentalismo de mercado.
-Autoritarismo moral, más un acusado individualismo
económico.
-El mercado de trabajose desregulacomo ningún otro.
-Aceptación de la desigualdad.
-Nacionalismo tradicional.
-Estado de bienestar como red de seguridad.
-Modernización lineal.
-Débil conciencia ecológica.
-Teoría realista del orden internacional.
-Pertenece al mundo bipolar.
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ANrHONY GIDDENS
LA SOCIALDEMOCRACIA A LA ANTIGUA
I
Estado en la vida familiar es necesaria y merece aplau
dirse. Las prestaciones estatales son vitales para soco
, rrer a las familias necesitadas, y el Estado debería inter
I venir allí donde los individuos, por una u otra razón,
¡ sean incapaces de valerse por sí mismos. Con algunas
í
excepciones conspicuas, los socialdemócratas a la anti
1 gua tendían a sospechar de las asociacionesvoluntarias.
1
,
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19
LA TERCERAVÍA
20
ANTHONY GIDDENS
21
LA TERCERA VÍA
LA PERSPECTIVA NEOUBERAL
22
ANTHONY GIDDENS
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LA TERCERA VÍA
24
ANrHONY GIDDENS
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LA TERCERAVÍA
26
ANrHONY GIDDENS
I
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• un mercado de trabajo homogéneo en el que los
hombres amenazados por el desempleo eran prin- .
cipalmente trabajadoresmanuales dispuestosa rea
lizar cualquier trabajo por un salario que asegura
ra su supervivenciay la de susfamilias;
• el predominio de la producción en masa en secto
res básicos de la economía, que tendía a crear
condiciones de trabajo estables, aunque poco pro
vechosas, para gran parte de la fuerza de trabajo;
• un Estado elitista, con pequeños grupos de fieles
expertos cívicosen la burocracia estatal dirigien
do laspolíticasfiscalesymonetarias a implementar;
• economías nacionales que estaban sustancialmen
te contenidas dentro de lasfronteras soberanas, ya
que el keynesianismo asumía el predominio de la
economía doméstica sobre el comercio exterior
en bienes y servicios 8.
27
l.
LA TERCERAVÍA
28
ANrHONY GIDDENS
29
LA TERCERA VÍA
30
ANrnONY GIDDENS
~.
1959el SPDse había sometido a la "disciplinadel merca
do". Esto iba a combinarse ahora con un distanciamien
to ulterior respecto al intervencionismo estatal. "Para
~ nosotros, el cupo del Estado no es un dogma... el punto
,
'.1:·:.:·.
'.:
decisivoes ver si la calidad de vida se asegura mejor me
diante un aumento del consumo privado o mediante
una mejora en la actuación del Estado".El Programa Bá
sicohablaba de la necesidad de "reconciliarla actuación
~ económica con la seguridad social"y subrayaba que "la
individualidad y la solidaridad no deberían presentarse
~
31
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LA TERCI\RA VÍA
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ANrHONY GIDDENS
33
LA TERCERA VÍA
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Blair, ocupaba justo. antes de las elecciones de 1997 el t .
34
ANrnONY GIDDENS
EL DESTINO DE LA SOCIALDEMOCRACIA
35
LA TERCERA VÍA
36
ANrHONY GIDDENS
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37
LATERCERA VÍA
39
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LA TERCERA VÍA
(
.;-. Izquierda y derecha: ¿qué pensar de la afirmación l
de que ya no tienen significado?
¡. Capacidad de acción política: ¿está la política ale
jándose de los mecanismos ortodoxos de la demo
I cracia?
• Problemas ecológicos: ¿cómo deberían integrarse
en la política socialdemócrata?
LA GLOBALlZACIÓN
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Ió';)~ Ovl. Vlt1eI)S~oi1 ANrHONYGIDDENS t.U..o. ~ 'q-oe.. c.)V'\_ (1."
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LA TERCERA VÍA
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EL INDIVIDUALISMO
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IZQUIERDA YDERECHA
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CAPACIDAD DE ACCIÓN
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LA TERCERAVÍA
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CUESTIONES ECOLÓGICAS
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Oportunidad Innovación
Seguridad Responsabilidad
LA POLÍTICA DE lA TERCERAVÍA
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ANTHONY GIDDENS
~;
81
( .
LA TERCERA VÍA
Igualdad
Protección de los débiles
Libertad como autonomía
Ningún derecho sin responsabilidad
Ninguna autoridad sin democracia
Pluralismo cosmopolita
Conservadurismo filosófico
82
ANTHONY GIDDENS
83
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l'.
LA TERCERA VÍA
t
i
normalmente considerados como opuestos. No obstan .. I
¡.
te, debemos utilizar las herramientas de la modernidad
para poder vivir en un mundo "más allá de la tradición" . {
y "al otro lado de la naturaleza", en el que el riesgo y la
responsabilidad forman :unanueva mezcla.
I
El "conservadurismo", en este sentido, tiene sólo una
vaga afinidad con el modo en que ha sido entendido en .
la derecha política. Sugiere una actitud pragmática a la
hora de afrontar elcambio; una concepción matizada de
la ciencia y la tecnología, reconociendo sus consecuen
cias ambiguas para nosotros; un respeto al pasado y a la
historia; yen el ámbito medioambiental, una adopción
del principio precautorio allí donde sea factible. Estas
metas no sólo no son incompatibles con un programa
modernizador; lo presuponen. Ciencia y tecnología,
como se ha afirmado antes, no pueden dejarse ya fuera
de la esfera de la democracia, pues influyen en nuestras
vidas de un modo más directo y trascendental que en
generaciones anteriores.
Como otro ejemplo, tomemos la familia, que figura
en algunos de los mayores contenciosos de la política
moderna. Mantener la continuidad en la vida familiar,
especialmente proteger el bienestar de los niños, es una
de los principales objetivos de la política familiar. Esto
no puede lograrse, sin embargo, mediante una postura
reaccionaria, un intento de reinstaurar la "familia tradi
cional", Como intentaré mostrar después, exige un pro
grama de democratización modernizador.
84