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INTRODUCCION

¿QUÉ DEBE HACER EL ECUADOR PARA LIBRARSE DE LAS DICTADURAS?

En este ensayo se hablara de la vida de una mujer “Hipatía


Cárdenas de Bustamante” (conocida también por su
seudónimo Aspacia, Quito, 23 de marzo de 1889 - ibídem,
9 de febrero de 1972) fue una escritora, poetisa, política,
sufragista y feminista ecuatoriana.

Fue junto a Zoila Ugarte de Landívar (1864-1969), una de


las defensoras pioneras del sufragio femenino en Ecuador.
En 1929, se transformó en la primera mujer consejera de
Estado, mientras que en 1932, sería la primera mujer en
presentarse como candidata a la presidencia.

Luchó por el respeto al derecho a voto femenino en su país


tras su aprobación en 1929 y la aparición de grupos que
estaban en contra. En 1943 publicó Oro, rojo y azul,
mientras que colaboró en: El Día, El Comercio y en la
revista América.

Se convierte en cabecilla de la revolución de la mujer y su ataque no con puños si no con la letra


esto no hace recordar a Juan Montalvo y su frase mi pluma la mato.

Ella si lo hico pero no a un hombre ni a muchos sino al ideal que tenían sobre la mujer y la
política.

En la fotos vemos a Hipatía Cárdenas en el primero de Mayo día del trabajo, no más dictaduras
si a un empleo justo

Como de una idea nace una final para un gobierno que esto no les confunda ella no se dejaba
bajar la cabeza viendo que su país era gobernado por un tirano y más aún que ese tirano era su
amigo

Fue una de la mujer que su nombre es un símbolo aquí en el país de feminismo patriotismo y de
una libre expresión.
HIPATIA CARDENAS DE BUSTAMANTE
FEMINISTA.- Hipatia Cárdenas de Bustamante (Quito 1889-1972),

Su padre le puso por nombre Hipatia que significa hermosura al servicio de la justicia orientada
por la filosofía, pues era un admirador de la antigüedad clásica.

Estudió las primeras letras con su madre, luego pasó al Colegio de la Providencia,
complementando la instrucción con lecturas escogidas en la biblioteca familiar.

En 1.915 contrajo matrimonio con José Rafael Bustamante Ceballos, unión bien avenida,
siempre fue apoyada en sus inclinaciones literarias y periodísticas, y hubo larga familia, seis
hijos. Conocida como poetisa por sus composiciones de índole familiar e intimista – “Mis Hijos”,
“Oración Maternal”, “Cuadernos Campestres”-,

En 1927 empuñó su pluma como un ariete del feminismo ecuatoriano. Desde 1928, atacó a
quienes afirmaban que la mujer no estaba suficientemente preparada y su campaña fue de tanta
importancia que en 1929 la Asamblea Nacional Constituyente reconoció el derecho al voto de la
mujer. No fue nombrada Consejera de Estado, porque surgieron voces de protesta alegando que
“la mujer” estaba demasiado influida por el clero, lo que rechazó arguyendo las deficiencias de
los hombres como única causante de su atraso intelectual, en un memorable artículo titulado
“El voto femenino”.

El 14 de abril de 1931 formó el “Grupo América” y desde entonces trabajó por la revista del
Grupo, que se edita todavía. A fines de 1932, presidió la primera Asamblea Nacional de
Periodistas. De entonces son sus artículos “La Mujer y la Política”, “La Mujer y la Paz”, “Frente
al Mar”, “Las Tiranías de América”. En “La Mujer y su derecho a votar”, publicado en octubre,
siguió la tendencia favorable a extender el voto a la mujer analfabeta. De 1935 a 1938, se
sucedieron varias dictaduras militares en Ecuador, años duros y grises, de mucha represión. De
preguntarle su esposo: ¿Tenemos los ecuatorianos verdadero espíritu democrático?, le surgió la
idea de averiguar entre 109 diferentes personalidades del país qué opinaban acerca de la
democracia y las dictaduras.

¿QUÉ DEBE HACER EL ECUADOR PARA LIBRARSE DE LAS DICTADURAS?

En plena dictadura de Enríquez Gallo, la encuesta resultó un éxito y publicó, en mayo de 1939 El
29 de abril de ese año diario EL COMERCIO publicó un extenso editorial felicitando a Cárdenas y
afirmando que la inteligencia de ella fue haber planteado la pregunta en términos conceptuales
y sin apegarse a las circunstancias políticas de esos días. Al final de su publicación en El Día,
Hipatia Cárdenas publicó un libro con casi doscientas páginas con las respuestas. Para la mayoría
de los encuestados el problema a solucionar era el Ejército y su afición por la política. No
obstante, las respuestas apuntaban a las más diversas direcciones y al menos tres de los
consultados dijeron que las dictaduras no eran el problema sino “Los malos Gobiernos”. Su
esposo, José Rafael Bustamante envió una de la respuesta más llamativa. Decía que no hay
dictadura buena porque, citando a Bakunin, “el bien impuesto es un mal”.

En 1941, durante la invasión peruana, enrostró al Nuncio Apostólico en Lima.

En 1.942 fue designada miembro de la Liga Internacional Americana Pro Paz y Justicia. En 1.944
publicó una colección de sus artículos de prensa bajo el título de "Oro, rojo, azul" con el subtítulo
de "estampas sobre la problemática política y social de la época", apreciándose en toda su
grandeza el pensamiento de esta feminista que ya para esos días había realizado sus más arduas
jornadas y reposaba tranquila con su conciencia.

Diariamente asistía a misa en San Francisco. Salía de su casa en el churo de la Alameda de Quito.
Antes de tomar el tranvía saludaba con su amigo y vecino Luis Felipe Borja del Alcázar. Al
regresar recogía los últimos chismes políticos que le contaban Neptalí Bonifaz, Ricardo Jaramillo
y Pío Jaramillo Alvarado. Durante el almuerzo le trasmitía esas noticias a su esposo, quien
compartía su tendencia liberal.

En 1.947 su esposo fue electo Vicepresidente de la República y acompañó a Carlos Julio


Arosemena Tola, designado por un año, por el Congreso. Durante su mandato le correspondió
a Hipatia ser figura principal de la vida diplomática y oficial del Ecuador junto a la primera dama
de la nación Laura Monroy de Arosemena.

En 1.949 Morayma Ofír Carvajal (1915-1951) escribió su esbozo biográfico en "Galeria del
espíritu. Mujeres de mi Patria" y dijo: "Mucho sacó de su padre Dña. Hipatia, sobre todo la
firmeza en las decisiones, la tribunicia elocuencia para la defensa de las notables causas, la tenaz
y enérgica actitud para entregarse a ellas, enarbolándolas en el mástil de su verbo.

Dos cualidades enaltecen y singularizan la personalidad ilustre de esta intelectual. Su


entusiasmo febril por levantar el nivel de la mujer ecuatoriana, por afianzar las garantías
ciudadanas y sus derechos cívicos: los triunfos del verdadero y decente feminismo ecuatoriano
en Hipatia han tenido su imperativa voz y su bandera y luego, su hondo, su vehemente, su
sincero patriotismo. Ese que es fuego de su sangre y de su pluma, ese que fue del propio filón
paternal.
De esa cantera tomó la actitud que iba a ser inflexible en su vida, inquebrantable en su acción:
poner a la Patria por encima de todo y sobre todas las cosas, hacer de ella el ideal de los ideales,
de su amor la suma de sus amores; entregarse a ella hasta la inmolación y el sacrificio... Nadie
podrá disputar a Hipatia su pasión patriótica, como nadie podrá olvidar esa defensa heroica, casi
sagrada, que hizo del Ecuador en tiempo de la invasión fratricida (del Perú)."

En 1.956 recibió un justo homenaje a través de varios artículos laudatorios escritos por sus
compañeros del "Grupo América" y publicados en esa revista. Era, por entonces, una de las
pocas socias fundadoras de la institución y la mujer más activa del mencionado Grupo.

Falleció en Quito en 1.972 de 84 años de edad.


CONCLUCIONES

Fue una de las mujeres más notables de su época, y por sus altos ideales y profundos
pensamientos la prensa nacional propuso su nombre para la cartera de Educación Pública. Fue
Consejera de Estado, Presidenta de la Primera Asamblea de Periodistas realizada en Ambato en
1932, Miembro de la Liga Internacional Americana pro Paz y Presidenta del Comité Nacional
Femenino “González Suárez”. Son pocas cosas que puedo resaltar pero lo más importante fue
que busco siempre el liberalismo de la mujer que fueran escuchadas dentro del amplio mundo
de la política y que sus derechos sean escuchados, tomados en cuenta.

Pero más allá de su feminismo tenía un gran patriotismo tan alto que no le gustaba como se
manchaba su país por los tiranos y levantaba su pluma para defenderlo.

Me enseña de como una mujer puede cambiar y terminar un gobierno y que falta levantar un
puño en violencia cuando lo puedes hacer con la pluma en forma de mensajes, textos, frases y
poesía para levantar la venda del pueblo.

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