El 19 de julio de 1981, siendo las 10:00 a.m. nació la niña Raquel
Esperanza Panta Villanueva, hija de don Víctor Panta López, natural de Garbanzal y de doña Diosnila Villanueva Gonzales en la Calle Prolongación Pumacahua # 424 Barrio Pampa Grande – Departamento de Tumbes, siendo la sexta hija, cinco mujeres y un varón.
En aquel entonces, su papá ya había emigrado a la ciudad de Lima
en busca de trabajo su niñez fue muy dura, había mucha necesidad económica, su mamá tenía que salir a trabajar muy temprano en diferentes tipos de trabajo, vendiendo comida, anticuchos, tamales y lavado de ropa ajena, etc. y mis hermanas quedaban al cuidado de mí persona, En mi niñez, cuando cumplí siete años fui al colegio de educación primaria Nº 12 “Percy Tarcila Granda” Las Mercedes – Tumbes, lo cual en el colegio tenía amigos y enemigos, antes de llegar al colegio había en una casa un loco que nos tiraba piedras y nos correteaba, para mí era una desesperación y me asustaba todos los días y hasta ahora me acuerdo y luego al ingresar dentro del colegio había una alumna media loca su aspecto era gorda, alta, quería que yo le hiciera la tarea y me quitaba todo lo que yo compraba y ella se lo comía y cuando no le daba me pegaba, su hermano me agarraba de las manos y ella me pegaba en la barriga para mí era algo muy doloroso y traumático, no quería ir al colegio, eso era de todos los días y yo le decía a mi mamá y mi mamá no me hacía caso, pensaba que a mí no me gustaba el colegio, yo lloraba y dentro de mí decía, cuando sea grande yo voy hacer maestra y voy a cuidar a mis alumnos y los voy a escuchar, no solo van al colegio a aprender sino que el colegio es un lugar donde conviven unos momentos con ellos, así me la pase cuatro pesados años de mi vida, aguantando al loco de afuera y a la alumna mal educada, un día me llene de valor y me fui a decirle a su mamá con lagrimas en los ojos le decía: a su mamá lo hastiada que estaba de su hija y el mal que me hacia y al momento pude sentir tristeza por ellos al ver la condición de ellos que todos eran obesos decide dentro de mí ser una amiga que me pegue, yo hacia su tarea, le daba mí propina a veces tenía que tomar otro atajo para que no me encuentre el loco y me golpe, termine mi primaria y la gorda se quedo de año, después cuando ya era adolescente paso el tiempo, me fui a estudiar a la institución educativa “Inmaculada Concepción”, yo con mi querida madre seguía trabajando, vendiendo ceviches, tamales, anticuchos, etc. yo no entendía porque mi papá se había ido tan lejos a trabajar, mi madre siempre me hablaba bien de él, yo decía él esta trabajando, pero eso me hacia daño por dentro, pero tenía que ser fuerte y seguir adelante, cuando yo ayudaba a mi mamá, me acordaba de mí padre y lo extrañaba que falta que me hacía a mí vida, lo extrañaba, le preguntaba a mí mamá: ¿cuando viene mi papá a la casa?, mi madre me contestaba ya muy pronto va a venir hijita a casa y cuando el venga, ya no se va a ir. Toda mi familia era devota de la virgen Santa Rosa y todos los años del 30 de agosto celebramos fiesta en mi casa con muchos niños del barrio y cuando yo tenía 11 años de edad un 30 de agosto estábamos arreglando el altar de la Santa Rosa para hacer la fiesta con luces sicodélicas que prendían y apagaban y en un momento menos esperado me quede pegado de los cables de luz y la corriente me sacudía de un lado hacia otro y yo gritaba y nadie me escuchaba, sentía que mí vida se iba y yo dije este es mí fin, mi familia esta en la parte posterior del patio y no me oían y la gente comenzó a tirar piedras al techo para llamar la atención y vino mi hermana mayor a ayudarme y también se quedo pegada conmigo y luego vino mi hermano al escuchar los gritos de la gente de afuera y con un palo seco arranco los cables y explotaron los focos de las luces sicodélicas, yo y mi hermana quedamos mal, como traumadas con pesadillas en las noches y con las manos quemadas y muda por un mes, después nos predicaron el evangelio y cuando yo cumplí 12 años entregue mí vida a Cristo Jesús, junto con mi madre y comenzamos a congregar en la Iglesia Evangélica, que se llama Cristo La Luz del Mundo en el Barrio Las Mercedes y a los 13 años conocí a un joven en la iglesia, este joven se llamaba Luis Genaro Clavijo Paredes y trabajaba en Mototaxi y luego nos enamoramos y comenzamos a platicar de muchas cosas, principalmente del Evangelio de Cristo Jesús, este joven era educado y trabajador, diferente a muchos jóvenes, era del campo de un pueblo llamado Vaquería de padres honrados y se dejo querer y apreciar por mi madre y pasábamos momentos muy agradables con él, entonces yo seguí estudiando mi secundaria en el Colegio Inmaculada Concepción y a los 16 años decidimos casarnos, lo cual mí papá no estaba de acuerdo, porque él me llamo por teléfono que no me case, el no podía viajar a Tumbes porque no le daban permiso en la empresa, pero yo no hice caso y me case con este joven ahora es mi esposo y tuvimos nuestra primera hija, y pusimos por nombre Wendy Raquel Clavijo Panta y deje de estudiar por algunos años y luego a los 20 años decidí terminar mi secundaria cuarto y quinto en el colegio llamado Humboldt (Divina Misericordia) Andrés Araujo Morán – Puyango y luego a los 26 años nació mi segundo hijo llamado Melquisided Adriano Clavijo Panta y a los 27 años nació mi tercer hijo llamado Jeremías Neguet Clavijo Panta y a los 32 años nació mi cuarta hija llamada Estrellita Belén Clavijo Panta y a los 35 años decidí hacer realidad mis sueños de estudiar y ser una profesional de profesora de niños, que siempre me gustó y postule en el Instituto Superior Pedagógico “José Antonio Encinas” - Tumbes y con la ayuda de Dios y de mi esposo ingrese y estoy estudiando, lo cual me gusta mucho y con esfuerzo y me esforzaré para terminar lo que he comenzado.