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Breve historia del sistema argentino de salud F.

Tobar, 2012

¿Hacia dónde va la salud pública en América La-


tina?

Federico Tobar
Las respuestas que se brindan en los países
de América Latina a las necesidades de salud
de la población comienzan a enfrentar nuevos
desafíos. Con ánimo de organizar su abordaje
y caracterización se distinguen aquí dos movi-
mientos de naturaleza diferente. En primer lu-
gar, se trata de desafíos que se nos presentan
bajo la forma de transiciones. En segundo lu-
gar, podemos sospechar que la salud pública
enfrente una crisis paradigmática. En este ar-
Cómo citar este trabajo: tículo se abordan ambos en forma sintética.
Tobar, Federico (2016). “¿Hacia dónde va la salud pú-
blica en América Latina?”. Cátedra Teoría de la Salud.
Buenos Aires. Fundación Sanatorio Guemes. Cinco transiciones que afectan la salud
Cuando hablamos de transición nos referimos a
Palabras clave: procesos de transformación continua que se ini-
cian desde un punto de partida conocido y en los
América Latina; Políticas de salud; Salud Pública; Ten- cuales se identifica con cierta claridad la dirección
dencias en salud- de los cambios esperados. Jose Gomes Temporão
sostiene que la matriz para revisar las políticas y
sistemas de salud en la región debe partir de la co-
existencia de cinco transiciones simultáneas1. Se
trata de las transiciones epidemiológica, demográ-
fica, alimentaria, tecnológica y cultural.

1) Transición Demográfica

En demografía se ha consolidado la explicación


de la denominada “transición demográfica” que se
registra en aquellas poblaciones donde la tasa de
natalidad disminuye en forma sostenida y la es-
tructura etaria de la población comienza a registrar
cambios progresivos pasando de una forma pira-
midal a otra ojival en la cual hay pocos nacimientos
y cada vez más población adulta. La fecundidad dis-
minuye por debajo de los niveles de reposición y la
edad promedio de la población se hace cada vez
mayor.

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¿Hacia dónde va la salud pública en América Latina? Tobar, F (2016)

La población de América Latina comienza a cre- tasa de fecundidad de las mujeres, se expresa en el
cer a un ritmo cada vez más lento. Todavía la re- predominio de las enfermedades crónico degene-
gión presenta una población predominantemente rativas como las principales causas de muerte y en-
joven y algunos países registran un dividendo de- fermedad de la población.
mográfico que se traduce en oportunidades para el A este proceso se asocian nuevos riesgos para
crecimiento económico. Pero ese dividendo se la salud. Por un lado una intensiva urbanización y
agotará por completo hacia 2050 y cuando la ma- modernización de la vida en las grandes ciudades1,
yor generación de jóvenes de la historia comience ocasiona el sedentarismo progresivo con las nue-
a peinar canas. vas formas de entretenimiento (donde cada vez se
Desde la perspectiva de la salud pública esa tran- destinan más horas a la TV, juegos electrónicos, in-
sición demográfica se traduce en un horizonte en ternet) junto a la expulsión de los niños del espa-
el que no se espera que ingresaran nuevas perso- cio público por la violencia, convirtiéndolos en las
nas como aportantes a la financiación de los siste- principales víctimas de ese proceso. Por el otro
mas pero sí que muchos ciudadanos que hoy no lado, cambios en las conductas alimenticias retro-
son demandantes (porque son jóvenes y en mayor alimentan la incidencia de patologías crónicas
medida sanos) comiencen a ejercer una presión como la Diabetes Mellitus y las enfermedades co-
creciente sobre los servicios y políticas. ronarias.

2) Transición Epidemiológica 3) Transición en la organización de los ser-


vicios de salud
En 1971 Abdel Omram acuña la expresión “tran-
sición epidemiológica” para referirse a los cambios Para enfrentar a estos cambios hace falta que
ocurridos en países desarrollados cuando se trans- cambien las respuestas. Las transiciones epide-
formaron positivamente las condiciones de vida de miológicas y demográficas requieren una adapta-
sus poblaciones, por el mejoramiento de las condi- ción del sistema de servicios de salud. Una nueva
ciones sanitarias básicas, la nutrición, las condicio- transición desde un modelo de atención cen-
nes de trabajo y el ambiente residencial, sumado a trado en el servicio y en los cuidados episódicos
la transición demográfica2. La transición epidemio- hacia un nuevo modelo de atención en red y con
lógica tiene dos etapas. La primera constituye la cuidados continuos. Porque hasta ahora, los sis-
alta mortalidad que ocasionan patologías infeccio- temas de salud venían funcionando en base a
sas y la desnutrición. La segunda se caracteriza por servicios que trabajan en forma aislada y ejer-
enfermedades crónico-degenerativas. Se ha criti- ciendo lo que Esteban Lifschitz describe como
cado mucho la utilización de este enfoque en los “medicina del radar” en la cual el contacto mé-
países en desarrollo debido a un conjunto de limi- dico-paciente sólo se produce ante la decisión de
taciones, entre ellas a la evidencia que se acumula este último (generalmente por la aparición de un
una doble carga de enfermedad y mientras no se síntoma) y luego de su resolución el paciente
han resuelto los principales problemas de la pri- deja de ser captado por el “radar” hasta que él
mera fase comienzan a acumularse los de la se- mismo consulte ante la aparición de un próximo
gunda3,4,5. problema de salud6.

Más allá de las posibles limitaciones explicativas Un sistema de salud enfocado en respuestas sin-
que puedan registrar estos conceptos, es evidente tomáticas tiene que transformarse entonces en un
que el progresivo envejecimiento de la población sistema que funciona en red. Y funcionar en red re-
con la reducción de la mortalidad general y de la quiere captar al paciente antes, salir a buscarlo,

1
Otra transición relevante es la urbana, a la que no se de urbanización durante la segunda mitad del siglo XX
incluyó en este análisis porque, aunque registra un pero ya se está desacelerando. Según la CEPAL en el
fuerte impacto sobre la salud prácticamente se trata 2050 la proporción de población urbana llegará al
de un fenómeno que ya se ha completado. El 77% de tope del 87%.
la población de la región vive en zonas urbanas. Es la
región del planeta que registró la tasa más acelerada

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¿Hacia dónde va la salud pública en América Latina? Tobar, F (2016)

acompañarlo en su tratamiento mejor y por más la racionalización fiscal como el racionamiento de


tiempo que si los servicios funcionan de forma ais- los beneficios. Así, se suponía que el sistema refor-
lada7. Sistemas de salud organizados para dar res- mado resultaría aquel capaz de adaptarse a un en-
puesta a cuadros agudos, obligatoriamente se tie- torno más competitivo y dinámico.
nen que transformar en redes de cuidados orienta- En esta segunda década del siglo XXI los siste-
das a enfermedades crónicas, procesos neuro-de- mas de salud en la región continúan enfrentando
generativos, cuadros depresivos entre otros. Redes tensiones en sus modelos de atención, en sus mo-
integradas que asumen a la Atención Primaria de delos de financiación y en sus modelos de gestión.
Salud como eje de esa estructura en torno de la Sin embargo, los impulsos reformistas se han dete-
cual se organizan prácticas, estrategias y tecnolo- nido. Existen pequeños avances aislados como la
gías, tendrán mayor éxito en la búsqueda de la ca- creación del Sistema Integrado de Salud (SIS) en
lidad y la equidad en salud. Perú y la creación del Instituto de Evaluación de
En décadas anteriores se registraron procesos de tecnología Sanitaria (ITS) en Colombia como res-
reformas, pero en general apuntaron más a los mo- ponsable por revisar la cobertura del Sistema de
delos de financiación y gestión que a los de aten- Seguridad Social de ese país. Pero cabe destacar
ción. Desde fines de los 80 y con mayor énfasis du- que aun siendo impulsos racionalizadores son ex-
rante la década de 1990 se consolida un nuevo pa- presiones menores a los cambios que se impulsa-
radigma sanitario reformista para el cual, la pre- ron en décadas anteriores.
misa mayor consiste en reformar los sistemas de
salud debido a que cada vez resultan más caros y 4) Transición Tecnológica en Salud
sus rendimientos sanitarios son decrecientes. El
eje del debate se desplaza del sanitarismo hacia la Ese complejo proceso se conecta a los cambios
economía de la salud y la Organización Mundial de en la tecnología médica, en la organización de los
la Salud cede protagonismo en el debate a los or- sistemas de salud y en la capacidad de cada país de
ganismos de crédito internacional8. En ese con- desarrollar y producir las tecnologías adecuadas
texto, los procesos descentralizadores en salud se para enfrentar ese nuevo perfil de carga de enfer-
expanden rápidamente por todo el mundo asu- medad. En los países que han logrado consolidar
miendo un papel central en la epidemia reformista. una mayor y mejor respuesta a los problemas de
En forma simultánea la literatura especializada re- salud de la población la problemática de la tecno-
emplazó el término “reforma sanitaria” por el de logía adquiere nuevos matices relacionados con el
“reforma de los sistemas de servicios de salud”. En desarrollo científico tecnológico. Entonces, no solo
términos generales, se entiende por tales a trans- se trata de logar respuestas a los problemas de sa-
formaciones más o menos amplias, fuertemente lud de la población sino también de que la mismas
vinculadas con procesos externos al sector salud se integren dentro de una estrategia nacional
(cambios de contextos económicos, políticos, ideo- orientada a la investigación y el desarrollo tecnoló-
lógicos y sociales) que introducen cambios en: a) la gico y de la reducción de la dependencia externa
concepción doctrinaria -cómo se define el derecho en el campo del dominio de las nuevas tecnologías
a la salud-, b) estructura de poder sectorial, c) ba- médicas. Esto es más claro y perceptible en el ám-
ses financieras, d) lógica sistémica -que involucra bito de la industria farmacéutica y en particular de
desde el marco institucional, pasando por la orga- la biotecnología, pero también involucra la infor-
nización de los modelos de atención, hasta la defi- mática médica y el desarrollo de tecnologías de
nición de la cobertura poblacional9. Este proceso diagnóstico. Todo el ámbito de intervención que en
reformista se apoya en la premisa de la fuerte in- Brasil ha sido denominado “complejo industrial de
eficiencia del Estado en la provisión de servicios y
propone la búsqueda de incentivos de mercado o
empresariales para alcanzar una relación más ade-
cuada entre oferta y demanda, o entre impuestos
y beneficios, o aún entre consumidor y servicios.
Las recetas imperantes se apoyaron en la supera-
ción de la crisis de racionalidad, incluyendo tanto

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¿Hacia dónde va la salud pública en América Latina? Tobar, F (2016)

la salud”2. Cuya sola inclusión en el discurso polí- Demandas crecientes siempre se enfrentan con re-
tico ya denota un avance en la transición tecnoló- cursos limitados, de modo que si la expectativa es
gica a la que nos estamos refiriendo. alta en general choca con una realidad que se per-
cibe como insuficiente. Eso genera tanto una insa-
La transición tecnológica incorpora una tensión tisfacción de los usuarios como un incremento de
creciente la construcción de la sostenibilidad de las demandas que en los sistemas de asegura-
los sistemas de salud. Mientras la cobertura hori- miento se traducen en demandas judiciales por co-
zontal (más personas protegidas) no crece, si lo bertura de prestaciones y en los sistemas públicos
hace la cobertura vertical (más prestaciones cu- se traducen en agresiones al personal médico. En
biertas)10. Los gastos médicos tienden a expan- ambos casos se trata de manifestaciones cada día
dirse sin que ello se traduzca en mejores resultados más frecuentes y que eran inexistentes hace solo
de salud. una década atrás.
La transformación de los cuidados en salud en un
5) Transición cultural en torno a la salud consumo y su efecto colateral, la judicialización de
la cobertura y la financiación de los cuidados son
En ese contexto de transiciones también se incor-
más dramáticos en América Latina porque se trata
poran dimensiones culturales e ideológicas a la
de sistemas de salud fragmentados (en los que al-
trama de elementos que integran el sector salud.
gunos tienen derechos y otros no) y por el modelo
En este caso, lo más notorio es que asistimos en la
de derecho imperante. André Medici afirma que la
región a una paulatina extinción de los “pacientes”
judicialización es diferente en los países europeos
y a sus reemplazos por consumidores voraces (en
donde el derecho colectivo a la salud prevalece so-
ocasiones compulsivos) de bienes y servicios médi-
bre los derechos individuales. La cobertura de sa-
cos. Si en etapas anteriores la demanda por cuida-
lud está definida sobre protocolos de atención y
dos expresaba la concreción del Derecho a la Salud,
una vez que son incorporados en los mismos se
hoy un usuario que dispone de bastante informa-
constituye un derecho de todos los ciudadanos.
ción reclama (o adquiere) prestaciones que pue-
Nada que esté fuera del protocolo es cubierto ni
den no estar vinculadas a sus necesidades (o en
financiado por el Estado ni es obligado a ser cu-
todo caso lo están a las necesidades sentidas) y a
bierto por seguros privados. Por lo tanto, en Eu-
veces obedecen a impulsos consumistas. Cuestio-
ropa, los abogados de las familias o las empresas
nes polémicas como el proceso de judicialización
no pueden hacer nada para obligar a los sistemas
de las coberturas de salud, de la medicalización de
de salud a pagar aquello que no está oficialmente
la vida cotidiana, de la influencia de las estrategias
reconocido como eficaz y eficiente11.
mercadológicas de las industrias de la salud sobre
En conclusión, se registran en América Latina
los prescriptores; impactan sobre las prácticas, los
tensiones que impulsan transformaciones progre-
costos y el desempeño de los sistemas de salud en
sivas que a veces resultan más rápidas y contun-
todo el mundo pero lo hacen en forma singular so-
dentes y otras más postergadas (no contempladas
bre los sistemas de salud de América Latina.
en las agendas públicas). Pero se trata de transicio-
Esta transición cultural tiene dos efectos colate- nes porque hay un relativo consenso a nivel de la
rales relacionados: una crisis de legitimidad y un comunidad sanitaria internacional respecto a cuá-
déficit de sostenibilidad de los sistemas de salud. les son los desenlaces esperados. En esa encruci-

2
La noción de Complejo Industrial de la Salud constituye trabajo en salud. El concepto entiende a la salud como
busca un referencial teórico que articule la lógica sani- un derecho de los ciudadanos y un frente de desarrollo
taria con el desarrollo económico. En este sentido, este y de innovación estratégica en la sociedad del conoci-
complejo abarca tanto a las instituciones o industrias miento. Ver: Gabois Gadelha, Carlos Augusto (2006).
productoras de medicamentos, fármacos e insumos de “Desenvolvimento, Complexo Industrial da Saúde e
diagnóstico, las instituciones que comercian productos Política Industrial”. Revista de Saúde Pública 2006:40
para la salud, los servicios de salud, así como la forma- (Número Especial: páginas 11-23)
ción e investigación y desarrollo y a la propia fuerza de

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¿Hacia dónde va la salud pública en América Latina? Tobar, F (2016)

jada es posible identificar soluciones a ser adopta- Sabemos que un sistema de salud que funciona
das. Se trata de cambios en los modelos de aten- bien es aquel que reduce la enfermedad, pero tam-
ción que apuntan a construir cuidados continuos y bién los gastos de bolsillo. Esos últimos son muy re-
progresivos. Que orientan a las políticas desde un gresivos, y en la región hay evidencia de que los
enfoque de determinantes sociales de la salud del mismos no se retraen o al menos no lo hacen cómo
ciclo de vida. Que captan y aprovechan las tecno- se podría esperar que lo hagan 12. Sin embargo, la
logías de información para un seguimiento más situación sanitaria no es similar en todos los países.
efectivo de los ciudadanos. Que utilizan las evalua- Podríamos decir que, como en el futbol, hay una
ciones científicas para revisar las prestaciones y primera A, una primera B y ligas inferiores. En las
tecnologías a ser garantizadas buscando captar los ligas mayores estarían aquellos países que enfren-
avances de la Medicina Basada en la Evidencia tan y debaten reformas y políticas en forma per-
manente, haciendo de la mejora de sus respuestas
Una crisis paradigmática en salud pública en salud una política de Estado. En la segunda línea
están los países que aunque aún no han logrado
En un rumbo diferente al de las mencionadas
respuestas completas pero están trabajando en in-
transiciones es posible señalar tensiones para las
novaciones. Por último, están los países en los cua-
cuales no resulta sencillo identificar aún un rumbo
les el sistema y las políticas de salud permanecen
definido. Frente a ellas, los países de América La-
en piloto automático.
tina estamos en cierta forma como niños o adoles-
Postulamos que, durante la última década, se
centes que pierden el referente sobre el cual espe-
destacan dos discusiones o tendencias buscando
jarse. Por un lado, los sistemas de salud europeos,
influir sobre la formación de agenda en las políticas
aquellos estados de bienestar que funcionaron
públicas de salud. En primer lugar, la premisa de
como nuestro ideal, ahora sufren una profunda re-
construir un aseguramiento público en salud com-
visión. Se recortan prestaciones y fundamental-
plementario a los sistemas de seguros sociales y
mente presupuestos, se excluyen protecciones, se
privados de salud. En segundo lugar, la premisa de
arancelan servicios y se incorpora la cofinanciación
la construcción de la cobertura y acceso universal
con cargos al usuario. Todo un arsenal de medidas
de salud. A continuación, se analiza cada una de es-
que en las décadas anteriores los sanitaristas lati-
tas discusiones.
noamericanos no hubiéramos dudado en criticar
tildándolas de neoliberales.
1) Aseguramiento público de salud
Hasta hace poco tiempo las tendencias eran cla-
ras. Los países europeos construían protecciones Durante la fase reformista, en particular durante
en salud universales financiadas con recursos pú- los últimos veinte años del siglo XX, el Banco Mun-
blicos, mientras que, en Estados Unidos de Norte- dial ejerció una notable incidencia sobre las agen-
américa, aunque prosperaban los incentivos para das de salud de los países de la región. El para-
desarrollar una atención médica de calidad, las res- digma reformista encontró su nueva Biblia en el in-
puestas surgían desde el mercado y se financiaban forme “Invertir en salud”(1993) pero en el siglo XXI
con recursos privados. la estrategia del Banco Mundial se orientó más a
Pero en los últimos años las tendencias parecie- promover estrategias de aseguramiento público
ron invertirse. En Estados Unidos de Norteamérica que complementen a los seguros sociales13. Se ha
bajo el impulso de Barak Obama se intentó avanzar estimado que un 40% de la población económica-
hacia un mayor acceso, estableciendo proteccio- mente activa en la región cuenta con seguros con-
nes universales. En forma simultánea, una Europa tributivos14 y durante la última década los mismos
en severa crisis fiscal limitaba prestaciones y recor- se han expandido. De manera que resultaría finan-
taba coberturas. En este proceso, los países de cieramente sostenible el endeudamiento de los es-
América Latina permanecemos como impávidos tados para contraer préstamos con el Banco Mun-
espectadores que se quedaron sin imaginar cómo dial que permitan financiar seguros públicos que
termina la película. complementen a los seguros sociales vigentes. La
estrategia del aseguramiento público podría ser
funcional para permitir expandir la cobertura allí

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¿Hacia dónde va la salud pública en América Latina? Tobar, F (2016)

donde no hay oferta pública suficiente y para eli- evitar la incorporación de incentivos para discrimi-
minar los subsidios cruzados en la financiación de nar a los usuarios; VII) Disponer un plan único y ex-
los servicios de salud. Esto último se debe a que en plícito de beneficios cubiertos para los asegurados;
la medida que se pueda identificar quién es el ase- VIII) Financiación integrada por los diferentes nive-
gurador de cada ciudadano en salud, es posible eli- les de gobierno; IX) Eliminación de los subsidios
minar las transferencias indirectas que se produ- cruzados en la financiación de los servicios de salud
cen cada vez que un beneficiario de un seguro pri- y x) Asegurar protecciones y no solo prestaciones.
vado o social se asiste en un servicio público.
Desde una visión más a la izquierda, autores
2) Cobertura y acceso universal a la salud
como Asa Cristina Laurell critican al aseguramiento
por preservar la fragmentación, que constituye el Una segunda tendencia que busca afectar las po-
principal problema de los sistemas de salud de líticas públicas de salud en este siglo es la premisa
América Latina y se defiende a los sistemas úni- de la Cobertura Universal en Salud. La primera re-
cos15. Sin embargo, ni Ecuador ni Bolivia, que en su ferencia a ella aparece en uno de los informes para
momento lo consideraron, han conseguido avan- la 58ª Asamblea General de la OMS en 2005. Pos-
zar hacia sistemas únicos de salud y en esos países teriormente la OMS delegó a su oficina en la re-
las respuestas continúan siendo fragmentadas. Por gión, la OPS, la instrumentación de la estrategia en
otro lado, Homedes y Ugalde señalan la influencia América Latina. Pero la OPS, no consiguió concre-
del modelo mercadista norteamericano en la pro- tar una definición operativa sobre en qué consiste
puesta16. En una línea de argumentación similar la cobertura universal ni cuáles deberían ser los ca-
Carlos Anigstein argumenta que el enfoque de ase- minos para construirla en la región. Por el contra-
guramiento público constituye en una versión re- rio, mantiene una definición ambiciosa postulando
novada del neoliberalismo en salud porque17: I) que cobertura y acceso universal… “implican que
mantiene el eje sobre el modelo de financiamiento todas las personas y las comunidades tengan ac-
y puede no incorporar progresos sobre el modelo ceso, sin discriminación alguna a los servicios de sa-
de atención; II) Implica la transferencia financiera lud integrales, adecuados, oportunos, de calidad,
al sector privado, puede contribuir a la formación determinados a nivel nacional, de acuerdo con las
de una deuda prestacional que agrave el déficit fis- necesidades, así como los medicamentos de cali-
cal resultando, a su vez, funcional a una posible es- dad, seguros, eficaces y asequibles”19. De esta ma-
trategia de desmantelamiento progresivo del sec- nera, la OPS pierde una oportunidad histórica de
tor público de salud; III) no introduce incentivos a asumir el liderazgo regional en el diseño del mapa
la expansión de la oferta de servicios públicos hacia donde deberían avanzar los sistemas de sa-
donde más se necesite, sino donde estos resulten lud de la región. En su lugar se limita a instar a los
más rentables y IV) la cobertura de los seguros pú- Estados miembros a que establezcan consultas y
blicos no necesariamente genera acceso a los ser- diálogos para definir sus propios caminos hacia la
vicios. cobertura y acceso universal. Como resultado de
esa vacancia en el liderazgo los países de América
En un trabajo anterior he propuesto diez premi-
Latina parecen haber caído de la Torre de Babel.
sas para evitar que la construcción de seguros pú-
Cada uno interpreta la cobertura y el acceso uni-
blicos de salud incremente los riesgos señalados18:
versal a su manera.
I) La misión del seguro público debe ser siempre
concretar el derecho a la salud; II) el propósito no Entre los sanitaristas críticos de la nueva con-
se debe limitar a extender la cobertura de seguros signa de “cobertura y acceso universal” Jose No-
sino el acceso y la cobertura de los servicios de sa- ronha señala que esta promueve un desplaza-
lud; III) Eliminar doble cobertura de forma que el miento semiótico de lo que hasta entonces se de-
seguro público solo alcance su misión cuando todo fendía como “derecho a la salud” por la noción de
el mundo esté asegurado; IV) Identificación del "cobertura universal" asociada a la "protección del
asegurador responsable por garantizar las protec- riesgo financiero" y a la búsqueda de mecanismos
ciones; V) Independizar el precio de los servicios alternativos de financiamiento sectorial20.La es-
del poder adquisitivo (ingreso) del ciudadano; VI) trategia no habla en ningún momento de la salud

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¿Hacia dónde va la salud pública en América Latina? Tobar, F (2016)

como derecho y la obligación del Estado en rela- Eppur si muove- Como reclamaba Galileo, tam-
ción a la misma. Es decir que cobertura universal bién la salud pública avanza en América Latina. Su-
puede implicar que los ciudadanos se aseguren in- perar los desafíos presentes, tanto los operativos
dividualmente, sin necesidad de una responsabili- que aún permanecen en pañales, como la crisis en
dad del Estado. los paradigmas sanitarios que se expande en forma
sigilosa cual tumor no diagnosticado, requieren de
Cabe destacar que todas las constituciones de la
la misma prescripción: la luz del pensamiento y el
región establecen el derecho a la salud21 pero nin-
riego de un debate apasionado pero constructivo.
gún país lo hace efectivo. Carlos Vassallo señala
que aunque los gobiernos de la región buscan
abordar el tema del derecho a la salud y la univer-
salidad sus sistemas continúan siendo muy depen-
dientes del ingreso de los trabajadores formales y
en escasa medida de rentas generales. En conse-
cuencia, la financiación de los sistemas de salud
continúa siendo prociclíca. Cuando la economía
crece hay fondos suficientes, pero el problema
aparece cuando se ralentiza la actividad económica
y el empleo cae. No podemos descuidar que el
gasto privado en salud en la Región alcanza un pro-
medio del 45% y constituye una muestra clara de
la inequidad en materia de financiamiento22.

Conclusión
Para dar un cierre a la pregunta que da título a
este trabajo podemos afirmar que el sector salud
(entendiendo por el mismo todo lo que comprende
la situación epidemiológica de la población, al sis-
tema de salud y a las políticas de salud) enfrenta
transiciones relativamente conocidas que condu-
cen a un incremento sostenido de las demandas, a
un déficit de sostenibilidad de las respuestas y, en
forma consecuente, a una lenta pero progresiva
crisis de legitimidad de los sistemas y servicios.
Esto hace imprescindible profundizar el debate y
consensuar medidas a implementar puesto que si
se continúa sin incorporar medidas para racionali-
zar y mejorar el funcionamiento de políticas y sis-
temas es de esperar que se registre una crisis que
tienda a agravarse en la próxima década.
En esta encrucijada, el debate sanitario en Amé-
rica Latina brilla por su ausencia. Lo que aquí inten-
tamos estilizar como una discusión y caracterizar
como un debate abierto está aún lejos de serlo. Si
algo caracteriza la política de salud en América La-
tina es que se perdió el debate y si cuando el
mismo existe es menos orgánico que en décadas
anteriores.

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¿Hacia dónde va la salud pública en América Latina? Tobar, F (2016)

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